Suplemento del Cuaderno n. 193 de CJ - (n. 227) - Marzo 2015Roger de Llria 13 - 08010 Barcelona - 93 317 23 38 - info@fespinal.comwww.cristianismeijusticia.net

La guerra civildel islam

papeles

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Un problema intra-islmico

El islam est en guerra, pero a diferencia delo que podra pensarse, no est en guerracon tra Occidente sino contra s mis mo. Esta -mos ante una verdadera guerra civil, unagran fitna o divisin, muy compleja porqueno son solo dos bandos los que se enfrentansino un buen nmero de confesiones y co -rrientes que se alan frente a un tercero o seenfrentan segn las circunstancias. Occidentea veces aparece ms bien como excusa opretexto de un verdadero problema intra-islmico. Por ello, las primeras y mayoresvctimas de este conflicto son los propiosmusulmanes y no tanto los judos o cristia-nos. Los atentados contra stos son ms bienun valor seguro aglutinador en un proble-ma que es en realidad de otra naturaleza.

Los atentados yihadistas peridicos quesufre Europa, ms que un choque de cultu-ras, representan la importacin de un con-flicto interno del islam que nos afecta a razde la implicacin poltica de Occidente enel escenario internacional.

La ley islmica, la ltima ley

Qu vigencia tiene hoy en da la ley isl-mica medieval? El problema no es solopoltico o sociolgico sino esencialmenteteolgico-jurdico: si Muhammad recibi laltima revelacin legislativa de parte deDios, qu autoridad tiene el hombre paraabrogar algunas de sus prescripciones (pormuy brbaras que hoy puedan parecer),para ponerlas en suspensin o incluso paracrear un nuevo corpus jurdico capaz deregir un Estado moderno y complejo?

Para el islam, Dios decide guiar a lahumanidad en cada poca revelndole unagua, una orientacin en forma de Ley divi-na. Revel a Moiss una ley para el pueblojudo en la Torah, y la abrog con la leycristiana del amor. Todo el pueblo judodebera haberse convertido al cristianismoen ese momento. Pero despus, en el s. VII,Dios revel a Muhammad una Ley, la sha-ra, que abrogaba la Ley cristiana. En con-secuencia, todo cristiano de bera haberseconvertido al islam. Sin em bargo, debido a

la importancia de Moiss y de Jess, la co -munidad islmica primitiva fue tolerantecon los cristianos y judos que rechazonconvertirse, a cambio de un im puesto espe-cial. Esta es la doctrina tradicional. Pero,qu sucede cuan do el mun do se aleja defi-nitivamente de la Edad Media, entra en laModernidad y aparecen nuevas exigenciasjurdicas que dan respuesta a la complejidadde los Es ta dos modernos? Olvidar la sharasignificara implcitamente reconocer queMuham mad no era el ltimo profeta legisla-tivo. He aqu la piedra argumentativa quesirve de base a los extremismos.

El fundamentalismo islmico

El salafismo puede traducirse con bastanteexactitud por fundamentalismo puesto queequivale a aquel movimiento protestanteamericano de principios del siglo XX que,ante los enormes cambios modernos, defen-di volver a los fundamentos del cristianis -mo, es decir, a la Biblia, pero interpretadaliteralmente. El salafismo nace a partir de lamisma constatacin, de la misma preocupa-cin y de la misma solucin: el mundo hacambiado, el islam se ha ido contaminandoa lo largo de los siglos con innovacionesprovenientes del cristianismo (celebracindel nacimiento del Profeta a semejanza dela Navidad), del paganismo y animismo(peregrinaciones hacia las tumbas de lossantos, exaltacin divinizante de los guasespirituales del sufismo...), del mundo mo -derno (de mocracia, derechos humanos...),etc. Es ta es la interpretacin del salafismo.Su propuesta es volver al origen del islam,o ms bien, a lo que creen es el origen delislam, para aplicarlo hoy en su literalidad.Esta literalidad es una verdadera neurosisque va desde el retorno a la moneda de lapoca hasta orinar de una determinada ma -nera, pasando por comer o vestir de la mis -ma forma que lo haca Muhammad. Y comola neurosis obsesiva afecta a una proporcin

de la sociedad encontramos salafis en todaslas capas sociales.

En s mismo, el salafismo no se identifi-ca con el terrorismo pero lgicamente escaldo de cultivo del yihadismo, es decir, lautilizacin de medios violentos para conse-guir esta vuelta al origen. Al-Qaeda y el Es -tado islmico son dos de sus formas. Ladiferencia principal es que este ltimo hadecidido reimplantar tambin lo que piensaque fue el Estado islmico de la poca deMuhammad en Medina. Le ha aadido unadimensin poltica a la simple vuelta a lascostumbres antiguas. Adems, ha incorpora-do una dimensin escatolgica a su visin: elmundo est a punto de vivir la gran batallafinal entre el bien y el mal, entre las tropasdel verdadero islam y las de los cruzados,judos y musulmanes impos. En concreto,el ejrcito del mal estar formado por unacoalicin de setenta banderas, y la coali-cin americana actual ya tiene sesenta adhe-siones! En estos tiempos finales tambindescender Jess para ser Califa del islam.Su descenso esperado acontecer en el mis -mo Damasco por lo que es urgente conquis-tar la ciudad. Esta literatura apocalpticaforma parte de la tradicin musulmana. Elsalafismo, junto con una buena parte de lacomunidad musulmana, olvida su sentidosimblico y lo interpreta como sucesos his-tricos del fin de los tiempos. El Estadoislmico lo nico que hace es identificar elmundo actual con ese tiempo del fin. Estavisin diferente le ha llevado a independi-zarse de al-Qaeda en julio de 2014 y a riva-lizar hasta el extremo de la confrontacin:la rama de al-Qaeda de Argelia colaborcon el ejrcito del pas en la detencin deldirigente del Estado Islmico de la regin.

La guerra fra entre Arabia Saud y Qatar

Arabia Saud y Emiratos rabes son losprincipales pases exportadores de la ideo -

loga salaf ms medieval. Qatar, por suparte, est en guerra ideolgica contra estosdos pases porque defiende un tipo de safis-mo reformado que, a pesar de buscar la isla-mizacin de la poblacin, admite las estruc-turas de un Estado moderno. Por ello, Qatarsostiene econmicamente a todos los movi-mientos de Hermanos Musulmanes, y lesapoy cuando en Egipto admitieron el juegodemocrtico para llegar al poder. Nada msser expulsados por el golpe de estado delgeneral al-Sisi, Arabia Saud y Emiratosofrecieron ms de 10.000 millones para sos-tener el nuevo rgimen. Qu razn muevea estos pases salafs a sostener un rgimenmenos islamizador que el de los HermanosMusulmanes? La razn es que los militarespersiguen a los Hermanos Musulmanes, queson la punta de lanza contra el sistema me -dieval de Arabia. Qatar Airways y Emiratesno hacen ms que llevar al ftbol la oposi-cin entre sus pases.

Sin embargo, tanto Qatar como Arabiaconsideran a Irn como su gran enemigo.Los pases del Golfo tienen adems minoras(o mayoras como Bahrein) chiitas impor-tantes miradas con recelo. Por ello, finan-ciaron inicialmente a los grupos rebeldessunnitas contra el Presidente de Siria, Bacheral-Assad, y a aqullos iraques indignadospor la poltica anti-sunn del presidente chii-ta, surgido despus de la guerra del Golfo.Este ltimo grupo, se convirti en Estadoislmico y gracias a los pozos de petrleoha llegado a ocupar un tercio de Iraq y otrotanto de Siria. Pero quin les est com-prando el petrleo y por qu no se actacontra esta fuente de financiacin? Quizspor inters de sus propios enemigos.

Ms que un juego de ajedrez, el mapasirio se parece a un parchs donde cadabando juega sus piezas con secretas alianzascontra natura. Encontramos las fuerzas gu -bernamentales chiitas apoyadas por Irn, porel gobierno iraqu y por el ejrcito del grupopoltico-militar libans llamado Hezbol,

tambin chiita. Luchando contra el rgimen,encontramos tres ejrcitos: un grupo ligadoa al-Qaeda llamado Frente al-Nusra, el Es -tado Islmico, y el Ejrcito Libre Sirio, envas de desaparicin a pesar de haber sidoinicialmente el canalizador de la ayuda mi -litar estadounidense, turca y francesa. Ade -ms tenemos tanto al norte de Siria como alnorte de Iraq una importante poblacin dekurdos. Son musulmanes sunnitas pero es -tructuran su identidad ms a travs de laetnia propia y de la cultura de influenciassocialistas que entorno a la religin. Se co -nocen casos de espaoles de extrema iz -quierda que se han alistado en sus filas.

Sunnismo y chiismo

Qu opone al sunnismo y al chiismo? Aparte de un recuerdo trgico de la guerraque enfrent a los partidarios de Al (loschiitas) contra los que daran origen a la di -nasta Omeya de Damasco, y de la persecu-cin durante siglos de los chiitas, hay pode-rosas razones teolgicas. El sunnismo es unaconfesin islmica sin jerarqua religiosa.Los imanes no son clero sino solamentedi rectores de la oracin. Cual quier fiel puedehacer de imn y cualquier imn puede dejarde serlo. Deben (o deberan) estar bien for-mados en derecho islmico y ejercen suactividad como empleados pblicos. Dehecho, los pases ra bes sunnitas tienencada uno un ministerio de asuntos religiososque contrata a imanes como funcionarios.El chiismo, en cambio, considera que cier-tas personas estn dotadas de una luz divinaque les da una perspicacia y conocimientoespecial de la realidad y que no se alejandemasiado de la categora de profetas. Estoes inaceptable y blasfemo para un sunnitadespus de la muerte de Muhammad. Elclero chiita tiene, por tanto, autoridad divi-na para innovar jurdicamente. El mundosunnita tiene un movimiento mstico conuna teologa similar a la chiita: el sufismo.

Imprime: Ediciones Rondas S.L. - ISSN 1135-7584 - D. L. B-45397-95

En este caso el mediador y dispensador dela braka (bendicin) divina es el maestroespiritual de cada cofrada. Es comprensible,pues, que el salafismo anti-chiita de ArabiaSaud sea tambin un feroz perseguidor dela mstica suf.

Los debates internos

La oposicin sunnismo-chiismo es la di -mensin confesional de esta guerra internadel islam. El problema y la complejidad seagrandan cuando vemos en el int