La Guerrilla de Teoponte

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sábado, 18 de julio de 2015 La guerrilla de Teoponte, expresión de su tiempo y legados históricos Magdalena Cajías de la Vega La Guerrilla de Teoponte se inició un 18 de julio de 1970 con el ingreso de más de setenta combatientes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a esta zona del norte del departamento de La Paz. Ingresaron después de hacer conocer a la sociedad boliviana una proclama en la que señalaban: “Volvimos a las Montañas”. Por su parte, los dirigentes universitarios que decidieron participar en la guerrilla hicieron conocer el documento “A LA JUVENTUD REVOLUCIONARIA DE BOLIVIA Y AMÉRICA”, en algunos de cuyos fragmentos, se dice: “Abandonamos la dirección del movimiento estudiantil universitario para incorporarnos como simples soldados del glorioso Ejército de Liberación Nacional, instrumento liberador que fundaron el CHE y el INTI y al cuál concurren combatientes de todos los sectores sociales y organizaciones políticas después de comprender que la única forma de ser consecuentes con la Revolución Boliviana es pasar por encima de las poses declarativas a la acción, es destruyendo los impedimentos del sectarismo político y asumiendo la responsabilidad y el honor de empuñar las armas que junto al CHE y al INTI dejaron muchos compañeros por la Liberación Nacional de nuestro pueblo. (...) Hasta ahora el pueblo no ha contado con una organización política que canalice sus luchas, no existió partido político capaz de convertirse en vanguardia revolucionaria de la clase obrera” (Adolfo Quiroga Bonadona: Presidente CUB, Mario Suárez Moreno: Vicepresidente CUB, Hugo Rodríguez Román: Secretario de Vinculación, Horacio Rueda Peña: Secretario de Prensa, Norberto Rodríguez Silva: Presidente FUL de Trinidad, Carlos Suárez Coimbra: FUL Trinidad, Antonio Figueroa Guzmán: FUL Sucre, Juan José Saavedra: Comité central Revolucionario de la UMSA. Han transcurrido desde entonces 41 años de un episodio que ha sido olvidado por las historias oficiales, pero que está vivo en la memoria de quienes sobrevivieron y hoy pueden brindarnos sus testimonios, así como en la de todos aquellos que compartieron la utopía socialista y de construcción del hombre nuevo, que fue el camino abierto por la lucha del Che Guevara en Ñancahuazú. La Guerrilla de Teoponte fue sin duda un hecho político inscrito en su tiempo, la década de los setenta, en la que en América Latina y distintas partes del mundo miles de jóvenes, hombres y mujeres, se rebelaron contra el sistema capitalista, el colonialismo y distintas formas de opresión y optaron por la lucha armada como única opción viable para transformar sus sociedades. Fue también un acontecimiento que dejó legados históricos para las generaciones futuras, como la radicalización sin precedentes de las clases medias —en especial universitarios e intelectuales—, la emergencia de sectores de la Iglesia Católica comprometidos con las demandas sociales populares, las relaciones de solidaridad entre distintos movimientos revolucionarios y, sobre todo, la articulación entre la teoría y la práctica revolucionarias.

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sábado, 18 de julio de 2015La guerrilla de Teoponte, expresión de su tiempo y legados históricos Magdalena Cajías de la Vega

La Guerrilla de Teoponte se inició un 18 de julio de 1970 con el ingreso de más de setenta combatientes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a esta zona del norte del departamento de La Paz.

Ingresaron después de hacer conocer a la sociedad boliviana una proclama en la que señalaban: “Volvimos a las Montañas”.

Por su parte, los dirigentes universitarios que decidieron participar en la guerrilla hicieron conocer el documento “A LA JUVENTUD REVOLUCIONARIA DE BOLIVIA Y AMÉRICA”, en algunos de cuyos fragmentos, se dice:

“Abandonamos la dirección del movimiento estudiantil universitario para incorporarnos como simples soldados del glorioso Ejército de Liberación Nacional, instrumento liberador que fundaron el CHE y el INTI y al cuál concurren combatientes de todos los sectores sociales y organizaciones políticas después de comprender que la única forma de ser consecuentes con la Revolución Boliviana es pasar por encima de las poses declarativas a la acción, es destruyendo los impedimentos del sectarismo político y asumiendo la responsabilidad y el honor de empuñar las armas que junto al CHE y al INTI dejaron muchos compañeros por la Liberación Nacional de nuestro pueblo. (...) Hasta ahora el pueblo no ha contado con una organización política que canalice sus luchas, no existió partido político capaz de convertirse en vanguardia revolucionaria de la clase obrera” (Adolfo Quiroga Bonadona: Presidente CUB, Mario Suárez Moreno: Vicepresidente CUB, Hugo Rodríguez Román: Secretario de Vinculación, Horacio Rueda Peña: Secretario de Prensa, Norberto Rodríguez Silva: Presidente FUL de Trinidad, Carlos Suárez Coimbra: FUL Trinidad, Antonio Figueroa Guzmán: FUL Sucre, Juan José Saavedra: Comité central Revolucionario de la UMSA.Han transcurrido desde entonces 41 años de un episodio que ha sido olvidado por las historias oficiales, pero que está vivo en la memoria de quienes sobrevivieron y hoy pueden brindarnos sus testimonios, así como en la de todos aquellos que compartieron la utopía socialista y de construcción del hombre nuevo, que fue el camino abierto por la lucha del Che Guevara en Ñancahuazú.La Guerrilla de Teoponte fue sin duda un hecho político inscrito en su tiempo, la década de los setenta, en la que en América Latina y distintas partes del mundo miles de jóvenes, hombres y mujeres, se rebelaron contra el sistema capitalista, el colonialismo y distintas formas de opresión y optaron por la lucha armada como única opción viable para transformar sus sociedades.Fue también un acontecimiento que dejó legados históricos para las generaciones futuras, como la radicalización sin precedentes de las clases medias —en especial universitarios e intelectuales—, la emergencia de sectores de la Iglesia Católica comprometidos con las demandas sociales populares, las relaciones de solidaridad entre distintos movimientos revolucionarios y, sobre todo, la articulación entre la teoría y la práctica revolucionarias.

En Teoponte, como ocurrió con otros movimientos de liberación nacional y por la construcción del socialismo, la represión estatal y gubernamental fue implacable, la que se apoyó en la Doctrina de Seguridad Nacional impuesta después de estallada la Guerra Fría, así como en el abierto intervencionismo norteamericano que quería impedir a toda costa que la experiencia cubana sea reeditada.

A lo largo de toda la década, mujeres y hombres de todas las edades cayeron bajo el accionar del terrorismo de estado, se sufrió la tortura, la desaparición forzosa, el asesinato y el exilio, así como el intento de borrar de la historia de nuestros pueblos la memoria de una generación que en muchos casos entregó su vida en pos de sus ideales.

La guerrilla de Teoponte, compuesta por jóvenes vinculados con la dirigencia de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), de las Federaciones Universitarias Locales (FULES), así como por cristianos, miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) creado por el Che Guevara, campesinos y militantes revolucionarios de Chile, Argentina y Perú, y que contó con una activa “retaguardia” en la que las mujeres jugaron un papel central, se inscribe en ese momento heroico de la historia nacional y latinoamericana reciente.

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Bolivia.- Osvaldo “Chato” Peredo nació en 1941. Es el hermano menor de Coco e Inti, dos de los más destacados guerrilleros bolivianos que combatieron junto al

Comandante Che Guevara en las montañas de Bolivia. En 1969, después de la caída del Che y de sus hermanos, Chato organizó la segunda incursión guerrillera en

Teoponte. Esta experiencia guerrillera la plasmó en el 2001 en el libro “Volvimos a las montañas”, haciendo referencia al comunicado de su hermano Inti justo

después de la caída del Che.

En 2008 Chato Peredo, ex concejal del MAS en Santa Cruz, la ciudad boliviana más resistente al Proceso de Cambio, sufrió varios atentados por parte de la

derecha terrorista boliviana. En una ocasión lo quisieron linchar y colgarlo con sogas en la sesión del consejo municipal, donde era concejal. Otra vez, intentaron

secuestrarlo. En otras ocasiones, lanzaron cócteles molotov contra su casa. Y no contentos con eso, en otra ocasión lanzaron granadas al techo de su vivienda,

donde casi matan a su hija. Otra noche la intentaron incendiar.

Y en ese escenario latinoamericano de profundo enfrentamiento de clases, ¿Existe alguna relación entre las guerrillas de los años 60-70 y los actuales procesos

populares en América Latina? En la conversación con Chato intentamos dar alguna pequeña luz a esta pregunta. Luz que dieron aquellos hombres, que alejados del

mito desideologizado en el que los quieren convertir, hoy, algunos de ellos son los mismos hombres, como Chato, que continúan trabajando colectivamente, con

distintas tácticas y prácticas políticas, pero con un mismo objetivo: El socialismo y la liberación nacional. De aquella historia, que no fue en vano, este presente.

“Bi ha hombres que luitan un diya y son buenos. Bi ha atros que luitan una anyada y son millors. Bi ha quienes luitan muitas anyadas, y son muito buenos. Pero

bi ha os que luitan toda a vida, Ixos son os imprescindibles”. Bertolt Brecht.

Diego Marín Roig (AraInfo).- Usted conoció al Che en Madrid. ¿Cómo fue ese contacto