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    Aprender a cambiar de hoja en el calendario comunista

    Marat :: 06/10/2015

    Dejad que los muertos entierren a sus muertos. Pasad la hoja de un calendario que ya ha

    cumplido su ciclo. Aprended de Marx y Engels

    Las elecciones generales de Diciembre traern por anticipado el definitivo invierno deldescontento(Ricardo III. W. Shakespeare) de varias generaciones de personas que se autodefinencomo comunistas dentro de un partido cuya metstasis se ha extendido ms all de su marcaelectoral y que, precipitado en su agona terminal por el golpe de gracia de la combinacin deagentes internos y externos, ha sido incapaz de comprender que su tercer y ltimo acto no es sino lacarta de defuncin de un proceso que viene de muy lejos y que tiene que ver con la enorme distanciaentre el nombre del partido, por un lado, y su teora y prctica por el otro.

    Un partido que quiso alcanzar electoralmente las cotas de representacin electoral de su

    desaparecido hermano, en siglas y en reformismo, italiano y que ahora da sus ltimas boqueadas sinhaber logrado travestirse con xito para alcanzar sus dirigentes las ansias de gobierno, que nopoder, de aquellos que durante tantos aos fueron su modelo y aspiracin parlamentaria.

    Un partido que en el camino de la transicin poltica perdi bandera de Estado, ruptura, identidadideolgica, desde muchos aos antes proyecto revolucionario, sus mejores cuadros, a los que nuncareemplaz porque la formacin poltica hubiera sido un obstculo a su imparable camino hacia lanada programtica y su inevitable prdida de influencia social, la cul ha sido paralela a ladesaforada cooptacin de su sindicato de referencia hacia las estructuras corporativas de un Estadodel Bienestar en extincin.

    Un partido que un da tuvo 200.000 afiliados, que no militantes, y hoy apenas llega a los 10.000cotizantes. Quien se adentre en las oficinas del Comit Central del partido en la calle Olimpo deMadrid sabr que dicho rgano de direccin apenas se ha reunido 2 veces en todo 2015. Que 4secretarias son las que coordinan telefnicamente su actividad, que en la prctica no existencomisiones tan trascendentales para un partido comunista como la de Internacional o la deEconoma, por citar slo dos de las que no operan. Un partido en fin cuya mxima institucinterica, la Fundacin de Investigaciones Marxistas, languidece sin pena ni gloria. Un partido sin vidaorgnica pero ya me contarn ustedes cmo uno se desdobla un lunes en la asamblea de unaagrupacin comunista y el mircoles en la asamblea de su coalicin electoral y qu actividad conproyeccin poltica propia tiene la primera que no sea la de modular la velocidad de la voladura de

    su coalicin para inyectar a algunos de sus dirigentes a sueldo en uno u otro lugar, o en ambos a lavez, en ese engendro desclasado de la gente.

    Hace bastantes aos un hoy ex coordinador general de la marca comercial de dicho partido queoperaba digo en pasado- en el supermercado electoral, siempre enamorado de su propia pedanterarimbombante dijo una frase que l mismo ignoraba hasta qu punto llegara a ser proftica: algnda el alma inmortal del PCE transmigrar en Izquierda Unida. Y muy posiblemente antes de 6meses ambas sern enterradas juntas.

    Las organizaciones polticas, como los productos y las marcas en las sociedades capitalistas,

    responden a los principios de la biologa: nacen, crecen, se reproducen (casi siempre por mitosis) ymueren. Esto le ha pasado ya al PCE, slo que muchos de sus afiliados an no lo saben.

    Hoy veo a militantes de una u otra formacin o de ambas rechinar dientes, retorcerse de dolor ante

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    lo que sucede, dividirse en 100 fracciones minsculas cada una de ellas, enfrentarse unos con otrospor defender las marcas mucho antes que los contenidos que fueron abandonados hace ya muchosmuchos aos sin que apenas se quejasen ms que unos pocos, mientras iban siendo abandonadospor miles en silencio o de un portazo, la mayora hacia sus casas, muy pocos hacia otros lugares, apesar de que muchos de quienes marcharon sigan sintindose comunistas pero perdidos como vacassin cencerros.

    El sentimiento de orfandad y de vaco de que quienes han hecho de la pertenencia a un grupo unsentido y/o una forma de vida es terrible, causa angustia, vrtigo y profunda tristeza. Quienes hace

    ya muchos aos conocimos aquellos sinsabores, al abandonar la falsa sensacin de seguridad que dael sentido de pertenencia a un grupo, sabemos de ello.Muy pocos han comprendido en esta vida que el autntico militante comunista sabe y debeautodisciplinarse y tener sentido de lo colectivo sin perder su carcter de librepensador, rasgoindispensable para que un comunista, y cualquier persona ms all de cualquier ideologa, no pierdael sentido crtico y sea capaz de comprender cundo la herramienta es imprescindible y cundo haperdido su funcin y su condicin de tal.

    Abrazarse al ser querido que yace inerte y fro, abrazarse a un cadver en descomposicin noconsuela ni da calor pero conlleva el terrible riesgo de la septicemia por contagio.

    Hay un proceso de duelo inevitable. Incluso hay una necesaria etapa de descompresin que ha dehacer quien ha vivido muchos aos bajo la forma de una visin de la vida muy condicionada por unamilitancia que la llena de sentido, en ausencia de otras cualidades que la enriquezcan-algo muytriste, por otro lado-; algo as como una desprogramacin.

    La frustracin vivida por el fracaso de los proyectos colectivos, que tan a menudo se confunden conlos personales, requieren de un proceso de introyeccin y de reflexin que permitan empezar a versin orejeras, analizar qu ha tenido uno mismo que ver en ese fracaso, en qu medida no se ha sidocorresponsable por accin o por omisin ante el mismo.

    Slo una profunda autocrtica de cada militante que se autodenomina comunista respecto a laspolticas que ha aceptado disciplinadamente (mal entendimiento del centralismo democrtico)dentro de su moribundo partido Pactos de la Moncloa, aceptacin y/o defensa de un sindicalismo deconcertacin en el que ha militado, pactos de gobierno de la marca electoral de su partido con lossocial-liberales sin lograr el cumplimiento de uno slo de los puntos programticos pactados, apoyosde su partido a la disidencia controlada de la revolucin de color espaola que supuso el 15-M consu ciudadanismo, transversalidad, inclusividad, oposicin radical a un discurso de clase y de luchade clases y actuacin como ariete antiizquierda, las polticas de alianza con las nuevas

    socialdemocracias representadas por los partidos del PIE y Syriza o los intentos de hacerlo enEspaa con la involucin podemita, fetichismo parlamentario, malas relaciones con los pocospartidos realmente comunistas que quedan en Europa, etc etc- podra permitirle entender qu hapasado, cmo su partido ha llegado a su actual situacin, decidir si desea ser parte de lareconstruccin de la idea comunista en Espaa, volverse a casa a llorar impotentemente su rabia oacabar con ngel Prez a la cabeza en el Partido Socialista de Madrid, tras el pacto de ste conRafael Simancas para ingresar en esa cosa que hace muchos aos llamaron la casa comn de laizquierda.

    No suelo acudir al argumento de la traicin como explicacin de las derivas ideolgicas actuales de

    las izquierdas y de sus prcticas polticas tan ajenas a lo que proclaman ser y pretenderprogramticamente. Advierto que cuando hablo de programa no lo hago en clave electoral sino encuanto al proyecto de sociedad que los partidos dicen perseguir.

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    Por otro lado, muchos de los que callan lo hacen porque creen que as le prestan el servicio a susorganizaciones de no poner las cosas peor y porque gran parte de su afiliacin es ya demasiadomayor como para quedarle fuerza alguna de rebelin ante ese estado de cosas.

    Eso sin contar con los trepas de la direccin y de sus bases dispuestos a hacer carrera profesionaldentro de las mil plataformas en comn ms o menos filopodemitas en las que ha estallado elconfluying desnaturalizado y desvergonzadamente claudicante a la que les han llevado sus

    mediocres jefecillos.

    No voy a negar algunas correctas posiciones mantenidas por su partido y su marca electoral como elapoyo a las huelgas generales o su posicin ante el tratado de Maastrich pero cuando el otro da un

    viejo militante del PCE me hablaba del papel de su partido en la lucha contra la OTAN no puedeevitar revolverme. Yo entonces an comparta partido con ustedes. Y s muy bien que lasmovilizaciones anti OTAN fueron principalmente obra de la extrema izquierda con organizacionescomo el Comit AntiOTAN o la CEOP (Coordinadora Estatal de Organizaciones Pacifistas). La MesaProReferndum no era otra cosa que una superestructura de notables, sin proyeccin social orplicas locales de otras mesas. Eso s, sirvi para que a partir de ella se creara Izquierda Unida con

    izquierdistas tan importantes como Ramn Tamames y su partidillo de bolsillo, los Carlistas o lasecta del Partido Humanista. Saben ustedes que en los Pactos de la Moncloa que su partido y susindicato de referencia firmaron exista una clusula por la que la izquierda se comprometa a nocriticar al gobierno de la UCD por su convenio con los Estados Unidos sobre el uso de territorioespaol para el mantenimiento en l de bases militares USA y de la OTAN? Entienden ahora porqu los primeros aos de las Marchas a Torrejn su partido se negaba a apoyarlas? Entienden porqu al principio del movimiento antiOTAN el PCE se resista a meter el tema de las bases porquedeca que aquello divida al movimiento? Por supuesto que lo divida, entre aquellos que entendanque no se poda hablar de la OTAN sin hablar tambin de las bases militares USA en Espaa yquienes an atendan a pactos secretos respecto al asunto de las mismas.

    Lo destruido ya no es reversible. Los muertos no resucitan. Quien diga creerlo una de dos, o bien esun idiota sin remedio o bien un cnico impenitente incapaz de tener la valenta y la honestidad deadmitir su cooperacin necesaria, por accin o por omisin, en dicha destruccin.

    En cualquier caso, todos nos hemos equivocado alguna vez o muchas. Lo que convierte a unapersona en general, y a un comunista en particular, en alguien valioso como ser humano y en partede la solucin a la ya larga crisis del pensamiento y del movimiento comunista espaol, europeo ymundial es su capacidad de anlisis de la situacin, de autocrtica y de voluntad sincera de corregirel rumbo errtico.

    Ello exige un gran esfuerzo de evolucin personal por parte de quienes hoy estn enterrados hastala cintura en luchas fraticidas internas, atrapados en una cultura autodestructiva, en elresentimiento por los fracasos polticos y en el ensimismamiento en una actitud de plaideras queconduce a la parlisis y a la caquexia poltica, impidiendo a cada militante desplegar lo mejor de smismo.

    Y conlleva, tras el anlisis de la situacin, un profundo ejercicio de humildad, que debe superaraquella cultura del nosotros somos el centro del mundo, porque hace ya muchos aos que no es

    verdad, y la generosidad para volver a la lucha decididos a dar lo mejor de s mismos.

    Dejad que los muertos entierren a sus muertos. Pasad la hoja de un calendario que ya ha cumplidosu ciclo. Aprended de Marx y Engels, que no slo fueron unos extraordinarios pensadoresrevolucionarios sino agitadores y militantes polticos que, cuando comprendan que unasherramientas polticas haban dejado de ser tiles, se esforzaban en crear otras ms eficaces y que

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    superasen las inercias y vicios anteriores. Hoy eso significa reforzar aquello que intenta recuperar laidentidad comunista y superar la mentalidad fraccionaria, cainita y sectaria pero tambin de cortos

    vuelos reformistas y, sobre todo y por todo, como buenos marxistas, revisar lo hecho hasta elmomento, deshacerse de lo que no sirve y fortalecer lo que sirve. Eso o cocerse uno en su propiasalsa en un ejercicio de masoquismo autodestructivo.

    Siento haber sido muy duro con ustedes y con sus organizaciones pero no me pidan que entone un

    panegrico respecto a las mismas, ni siquiera un responso piadoso, cuando ni ellas ni ustedesmismos dan ejemplo pblico de autocontencin, mesura, sensatez y buen rollo sino que ventilansus vendettas en plaza pblica, atrapados en el interior de un cadver del que no aciertan a salir.

    Fuente original de lanoticia: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/10/aprender-cambiar-de-hoja-en-el.html

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