Cuando te encuentras

con alguien que se

porta mal contigo o con

otra persona que

quieres, ¿Le perdonas y

vuelves a confiar en él?

Te comprendo, esto

no es fácil.

Y a pesar de todo, es así como Dios se porta

con nosotros. También cuando le

decepcionamos y hacemos mal ¡Dios

siempre está dispuesto a darnos su

confianza!

Como ocurre en la

parábola que os voy a

contar. En ella veremos

como, Dios tiene

paciencia y nos da otra

oportunidad

La parábola nos

habla de una

higuera que no daba

frutos y cómo el

dueño la quería

cortar. Escuchad

con atención.

LA HIGUERA ESTÉRILTenía uno una higuera

plantada en su viña, y vino a

buscar fruto en ella, y no lo

encontró.

Y dijo al labrador: Llevo tres

años viniendo a buscar fruto en

esta higuera, y no lo encuentro;

córtala, ¿por qué va a ocupar la

tierra?

El labrador le respondió diciendo:

Señor, déjala un año más, la cavaré y

le echaré abono.

Si da

fruto,

bien; y si

no, la

cortarás

después .

MUCHAS VECES NOS DEJAMOS LLEVAR POR LA PEREZA, LA VIOLENCIA, EL EGOÍSMO,… Y NO DAMOS FRUTOS

Y tantas faltas de frutos como

hay en nuestra sociedad y en

nuestras personas.

Es importante

ser

responsables,

dar frutos.

Frutos de paz, de

amor, de perdón y

amistad, de

reconciliación y

ayuda.

El esfuerzo

para eso es

imprescindible

En nuestra vida: en los

estudios, el trabajo y la

familia... Estamos

llamados a dar frutos.

¡Menos mal que Dios

tiene paciencia con

nosotros y nos sigue

cuidando y amando!

Esta parábola es una llamada

de atención, hay que superarse.

¡Dios nos da una

nueva

oportunidad!