La hipocresía

16
La hipocresía 1 de 16 La hipocresía 11 mayo 2008 Gálatas 2:11-14 Juan Carlos Hoy San Mateo Gálatas 2:11-14 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. 12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Qué difícil es el escribir y sobre todo el enseñar, acerca de la hipocresía, ya que el primer confrontado con esta palabra es el profesor, el predicador o el pastor. Sin embargo, es necesario que se hable de ella, porque es probable que algunos de nosotros, sino es que todos nos hayamos visto en situaciones muy diversas en las que es probable que hayamos caído en hipocresía. En este pasaje leemos que el apóstol Pedro, no quedó exento de caer en ella, obligaba a las personas a judaizar, siendo que él vivía como los gentiles, el participaba de ciertas cosas que los judíos no hacían, obviamente lo hacía a escondidas, y cuando alguien venía a verlo inmediatamente se transformaba en un judío de primera. Desafortunadamente en su simulación o hipocresía arrastraba a muchos, eso que hacía Pedro, es lo que todavía algunos llegan a hacer el día de hoy. Pedro, había dejado el judaísmo junto con sus prácticas, para abrazar la fe cristiana, como muchos también han dejado la religión popular para abrazar el cristianismo, sin embargo, Pedro, cuando lo llegaban a ver algunos judíos se comportaba como judío, lo mismo que suelen hacer o solemos hacer algunos, cuando nos miran los familiares incrédulos o religiosos, vivimos ya no como cristianos, si no como incrédulos o religiosos, buscando el quedar bien con ellos. En la iglesia no danzamos, pero la familia incrédula invita a una fiesta y ahí si se lucen los mejores pasos, desafortunadamente en

description

La hipocresía es tan peligrosa que nos puede dejar fuera de la gracia de Dios, porque la hipocresía no es vivir con sinceridad, si no con doblez, con engaño. No es una vida autentica de un hijo de Dios, si no una vida llena de falacia, de mentira de engaño.No es que Dios quiera dejarnos fuera, sino que la hipocresía nos hace ser independientes de Dios, la hipocresía nos hace rechazar la gracia de Dios...

Transcript of La hipocresía

Page 1: La hipocresía

La hipocresía 1 de 16

La hipocresía 11 mayo 2008

Gálatas 2:11-14 Juan Carlos Hoy

San Mateo

Gálatas 2:11-14 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí

cara a cara, porque era de condenar. 12 Pues antes que viniesen

algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después

que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los

de la circuncisión. 13 Y en su simulación participaban también los

otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también

arrastrado por la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no

andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a

Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los

gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a

judaizar?

Qué difícil es el escribir y sobre todo el enseñar, acerca de la

hipocresía, ya que el primer confrontado con esta palabra es el

profesor, el predicador o el pastor. Sin embargo, es necesario

que se hable de ella, porque es probable que algunos de nosotros,

sino es que todos nos hayamos visto en situaciones muy diversas

en las que es probable que hayamos caído en hipocresía.

En este pasaje leemos que el apóstol Pedro, no quedó exento de

caer en ella, obligaba a las personas a judaizar, siendo que él

vivía como los gentiles, el participaba de ciertas cosas que los

judíos no hacían, obviamente lo hacía a escondidas, y cuando

alguien venía a verlo inmediatamente se transformaba en un “judío

de primera”.

Desafortunadamente en su simulación o hipocresía arrastraba a

muchos, eso que hacía Pedro, es lo que todavía algunos llegan a

hacer el día de hoy.

Pedro, había dejado el judaísmo junto con sus prácticas, para

abrazar la fe cristiana, como muchos también han dejado la

religión popular para abrazar el cristianismo, sin embargo, Pedro,

cuando lo llegaban a ver algunos judíos se comportaba como judío,

lo mismo que suelen hacer o solemos hacer algunos, cuando nos

miran los familiares incrédulos o religiosos, vivimos ya no como

cristianos, si no como incrédulos o religiosos, buscando el quedar

bien con ellos.

En la iglesia no danzamos, pero la familia incrédula invita a una

fiesta y ahí si se lucen los mejores pasos, desafortunadamente en

Page 2: La hipocresía

La hipocresía 2 de 16

nuestra simulación, hipocresía o en nuestra tibieza espiritual

solemos arrastrar a la familia o incluso a algunos hermanos.

En la iglesia somos bien cristianos, pero nada más salimos de ella

y nos olvidamos de lo que profesamos, en la iglesia no rompemos ni

un vidrio, pero en la calle se “agarran a botellazos”, no dejamos

ni un vidrio entero.

En la iglesia oramos, pero en la calle o en nuestra casa

maldecimos.

Aquí abrimos la Biblia, pero en la casa ni nos acordamos de ella.

Aquí es fácil sonreír a nuestro prójimo, sin embargo, fuera de la

iglesia es fácil mal mirarlo.

Aquí en la iglesia servimos al Dios vivo, pero fuera de ella hasta

padrino se llega a ser, conozco personas que por no tener el valor

de decir NO a esas invitaciones, entran y salen de los recintos

religiosos. Y no nada más entran y salen sino que se participan del

baile y la bebida. Ahora si como Fiona, la de la película de Sherk,

ella de día era una y de noche otra, así algunos en la iglesia

somos unos, en la casa somos otros.

Un hindú comentó a un conocido suyo, que tenía en su casa un

cuarto doble, en el cual hacía lo que le venía en gana.

Cuando entraba en él, se volvía un hombre moderno, un hombre de

mundo, comía carne, bebía licores, disfrutaba de los mayores

placeres; pero al salir de ese cuarto, para ir a las demás

habitaciones, practicaba su ortodoxia, su creencia hindú, y se

comportaba de acuerdo con la tradición.

Este hombre estaba tratando de ser dos cosas distintas al mismo

tiempo, y la división que tenía en su casa, era solamente la

expresión externa de la división que había en él.

Los fariseos que describe la Escritura, eran como este hindú;

estaban tratando de permitirle a su religión funcionar solamente

en ciertos compartimientos, y le vedaban la entrada en otros; por

eso Jesús les denunció como hipócritas. Stanley Jones.

Alguien muy acertadamente dijo, si no mal recuerdo Freud, que el

ser humano tiene tres personalidades; Una la que aparenta ser

fuera de su casa, trabajo, amistades, vecinos. Otra la que

aparenta ser en su casa, con su esposo, esposa, hijos y familiares,

y la otra la que es en realidad cuando está a solas, sin que nadie

le vea.

Page 3: La hipocresía

La hipocresía 3 de 16

Sin embargo nuestro Señor Jesucristo reprende y condena

duramente ese tipo de conducta, él no quiere que simulemos nada,

el no quiere hijos con varias personalidades, el no quiere hijos que

fingen y mucho menos que finjan que son cristianos, cuando en

realidad no se es. Él no quiere hijos que aparenten serlo, el

quiere hijos auténticos.

Mire lo que el Señor les dice a sus discípulos en Lucas 12:1 En

esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros

se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente:

Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

La Palabra como es viva y actual y como también nosotros somos

sus discípulos, pues también fue escrita para nosotros, y nos dice

que nos guardemos de la levadura de los fariseos que es la

hipocresía...

Tomemos nota de que la reprensión que Jesús hace para los que

practican la hipocresía, es precisamente para los que se jactaban

de conocer la ley de Dios, contra ellos va duro y directo.

La hipocresía como en aquellos entonces, se ha infiltrado en el

pueblo de Dios, y debemos mirar muy atentamente que no esté en

nuestras vidas, porque si está en nuestras vidas queramos o no,

estará en nuestra relación con Dios, ¿por qué es importante el

estudiar acerca de la hipocresía? Porque el practicar la hipocresía

en cualquiera de sus formas, nos puede dejar fuera del reino.

La hipocresía es aparentar ser lo que no es uno en realidad, la

hipocresía es sinónimo de falsedad, la hipocresía nos habla de

vivir una vida de mentira.

Literalmente la hipocresía denotaba en griego a un actor de

teatro, y de ahí por su sentido secundario de actuar de dar una

representación ajena a la realidad de la propia persona, vino a

denotar un engañador, uno que pretende ser lo que no es, o que

oculta sus verdaderos pensamientos, actitudes e intenciones bajo

una máscara de falsas apariencias.

De manera que la hipocresía es una actuación dramática de

actores de la verdad, pero sin vivir la verdad.

Los fariseos de aquellos tiempos superaban en su vida “espiritual”

en mucho a lo que practican algunos cristianos en la actualidad.

Oraban largamente.

Ayunaban incluso 2 veces por semana.

No se juntaban con los pecadores.

Page 4: La hipocresía

La hipocresía 4 de 16

Diezmaban.

Ofrendaban.

Recorrían mar y tierra para hacer un discípulo.

Se mostraban justos ante los hombres.

Incluso edificaban sepulcros a los profetas.

Pero esto y más, únicamente lo hacían para aparentar lo que no

eran en realidad. Algunas cosas que ellos hacían se debían de

hacer como el ayunar, el orar, el ofrendar, el diezmar, pero no

con el espíritu que ellos lo hacían, ya que ellos lo hacían

únicamente para agradar al hombre, justificándose a sí mismos, a

ellos únicamente les importaba la actuación exterior, hacían

aparentemente obras buenas, pero por dentro ellos estaban

enfermos, seguramente se les olvidó el verso 7 del primer libro de

Samuel 16 que dice; porque Dios no mira lo que mira el hombre,

pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el

Señor mira el corazón...

Jesucristo al mirar el corazón de los fariseos, se dio cuenta cual

era la real motivación que les movía a hacer sus obras: ¡Ser vistos

únicamente por los hombres! Para que ellos recibieran la gloria y

no Dios ¿recuerda cuando algunos de ellos daban limosna, que era

lo que hacían?

Mateo 6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta

delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las

calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que

ya tienen su recompensa.

Tocaban trompeta... Para que la gente se diera cuenta de que

eran generosos. Ellos se consideraban a sí mismos como justos,

como la élite espiritual, lo máximo, se creían la santidad andante,

pero únicamente en apariencia, porque dice la Escritura que por

dentro estaban llenos de hipocresía e iniquidad. Ellos utilizaban

máscaras espirituales.

El hombre de la máscara de hierro hno. Pablo

Era una máscara, una máscara de hierro. La forjó un herrero y la

armó un soldador. Era una máscara que, al igual que la de la

famosa novela francesa, homónima, cubriría la faz de un hombre.

La pusieron los parientes y familiares de una joven de diecinueve

años en la cabeza y sobre el rostro de Rino Calarco, hombre de

Tiranno, Italia, en 1963. ¿La razón? Calarco había violado a la

señorita, y en represalia, le impusieron ese suplicio. Podía ver,

Page 5: La hipocresía

La hipocresía 5 de 16

respirar y comer, pero la máscara, que no podía quitársela él

mismo, lo sumió en un ostracismo de veintisiete años en las

remotas montañas de Italia. Era un castigo como para no ser

olvidado jamás.

Ese hombre no es el único que lleva una máscara sobre el rostro.

Hay muchos que la tienen puesta. No es una máscara de hierro, ni

les impide llevar una vida social entre los demás. No es repulsiva

a la vista y no inspira temor, pero de todos modos es una máscara.

Se trata de la máscara que oculta los motivos más profundos de

quien la usa y pone así una tapa hermética sobre el alma. Y al

igual que la máscara de hierro, esconde detrás de palabras y

acciones fingidas la verdadera persona que está dentro. Es la

máscara de la hipocresía.

Los fariseos en los tiempos de Jesucristo eran maestros en el uso

de esta clase de máscaras. Mostraban al mundo exterior una faz

muy piadosa, espiritual y religiosa. Tenían una apariencia de

justicia, de rectitud y de bien. Se hacían pasar por los mejores

elementos de la sociedad, pero su apariencia exterior no era más

que máscara.

Un día el Señor Jesús, que conocía sus pensamientos, los expuso

públicamente. Les dirigió palabras que no podían contrarrestar.

Mateo 23:25-33 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!

porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro

estáis llenos de robo y de injusticia. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia

primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de

fuera sea limpio. 27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,

hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que

por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro

están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así

también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los

hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque

edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos

de los justos, 30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de

nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de

los profetas. 31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos,

de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. 32

¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! 33

¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la

condenación del infierno?

Palabras muy duras dijo el Señor a los escribas y fariseos.

Page 6: La hipocresía

La hipocresía 6 de 16

Nadie que se esconde tras una máscara, sea la que sea, puede

tener paz. Pidamos de Jesucristo un alma limpia, una conciencia

recta. Él quiere darnos un corazón transparente, absolutamente

puro. El día en que eso ocurra, será nuestro día de completa

libertad.

Pero debemos preguntarnos ¿por qué el Señor habla tan

duramente a estos escribas y fariseos? ¿Acaso no les amaba?

¿Acaso para este grupo estaba negada la gracia divina de la

salvación? ¿Por qué el Señor les trató así?

Porque los escribas y fariseos con su actitud externa de buenas

obras, le estaban gritando al Señor... ¡Hazte a un lado no te

necesitamos como salvador! ¡No somos pecadores somos justos!

¡Somos gente santa! ¡Conocemos la ley de memoria! ¿Qué nos

vienes a enseñar a nosotros?

La hipocresía les había cegado, la hipocresía les impedía mirar que

ellos necesitaban urgentemente ayuda, que necesitaban un

Salvador.

La hipocresía es tan peligrosa que nos puede dejar fuera de la

gracia de Dios, porque la hipocresía no es vivir con sinceridad, si

no con doblez, con engaño. No es una vida autentica de un hijo de

Dios, si no una vida llena de falacia, de mentira de engaño.

No es que Dios quiera dejarnos fuera, sino que la hipocresía nos

hace ser independientes de Dios, la hipocresía nos hace rechazar

la gracia de Dios...

Una persona hipócrita no reconoce que necesita ayuda, ya que el

así mismo se justifica. Una persona que es hipócrita con el

prójimo también es hipócrita con Dios, porque hay veces que se

llega a aparentar amor y atenciones hacia la gente que no salen

realmente de lo profundo de nuestro corazón, sino que se hacen

por compromiso, se hacen porque tengo que quedar bien, pero no

se hacen de corazón.

Verdad hablar verdad Carlos Rey

Corría el año de 1878. El presidente de Guatemala, general Justo

Rufino Barrios, había acordado reunirse con los jefes de la región

oriental de Chiquimula para cambiar impresiones con ellos. Tan

pronto como el presidente llegó y estableció su despacho

campamento a orillas del río Tacó, la gente hospitalaria de

Oriente le llevó un racimo de cocos. Hacía mucho calor porque era

Page 7: La hipocresía

La hipocresía 7 de 16

mediodía. El primer mandatario ordenó abrir los cocos, sacarles el

agua y llenarlos con agua del río Tacó.

Poco después llegaron los jefes departamentales, jadeantes y

sudorosos. El presidente mandó que a cada jefe se le sirviera uno

de los cocos preparados. Al rato les preguntó cómo les habían

gustado.

—Deliciosísimo, señor presidente. ¡Qué dulzura de agua! —

respondió uno.

—Este lugar es especial para producir cocos con mucha agua y tan

dulces como la miel —manifestó otro.

Al oír sus respuestas hipócritas, el presidente les dijo

contrariado:

—Realmente es desconcertante para quien gobierna y desea de

todo corazón el progreso de su pueblo, descubrir que sus

dirigentes tienen miedo de decir la verdad. Ninguno de ustedes

puede ignorar el hecho que el agua que acaban de beber de los

cocos es del río Tacó y no de cualquier cocotero. Si no han podido

ser veraces al hablar de una cosa tan simple como el sabor del

agua de los cocos, ¿cómo van a serlo con los asuntos que tenemos

que tratar esta tarde?

La hipocresía no nada más se da en el ámbito político, se suele

dar en todos lados, aun incluso entre los mismos hermanos, se

finge amarles, se finge recibirles bien, cuando en el fondo no

molesta el que nos visiten.

1ª Juan 4:20-21 Si alguno dice: yo amo a Dios y aborrece a su

hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien

ha visto ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ha visto? Y

nosotros tenemos este mandamiento de él, el que ame a Dios, ame

también a su hermano.

Dice: ame, no dice finja amarlo.

Y qué tristeza es mirar que entre el pueblo de Dios, muchas veces

hay relaciones fingidas.

Porque puede uno sonreírle al hermano o a la hermana, pero por

dentro estarle odiando. Puede uno incluso saludarle de beso, pero

por dentro quisiera uno darle una mordida. Puede uno abrazarle

pero por dentro uno quisiera apuñalarlo... O puede uno decirle que

hermoso o que hermosa te vez, pero por dentro estar pensando no

sé cómo a este o a este no le da pena salir. Y a este tipo de

relaciones se les llama: Hipócritas.

Page 8: La hipocresía

La hipocresía 8 de 16

Con esto, en ninguna manera estoy diciendo que se reciba con los

brazos abiertos a todas las personas, porque hay personas que

han dañado, y aun quieren seguir haciéndolo, a esas personas nada

más no se les recibe, hasta que ellas cambien su comportamiento.

Muchas veces por no ser claros en nuestra vida, en relación con

otros, aceptamos cualquier amistad, cualquier conversación,

cuando eso no debe ser.

A esas personas no se les aborrece, simplemente les ponemos

límites, hasta que reconsideren su comportamiento, pero se tiene

que tener el valor de decirles, no que se les recibe, diciéndoles

que bueno que me vinieron a visitar, cuando por dentro se está

diciendo, no se para que vinieron.

Jesús fue contundente respecto a ello, ¿recuerda como trató a

los fariseos? ¿Recuerda como trató a Herodes? Lucas 13:31-32

Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de

aquí, porque Herodes te quiere matar. 32 Y les dijo: Id, y decid

a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones

hoy y mañana, y al tercer día término mi obra.

Nuestro Señor Jesucristo no fingió, el, siempre fue y sigue siendo

autentico.

Veamos a otro personaje que fingió amar al Señor, pero en

realidad era un hipócrita, Judas: Mateo 26:48-49 Y el que le

entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése

es; prendedle. Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve,

Maestro! Y le besó.

588-II

El beso en la mejilla, se mira en la Escritura como una forma de

saludarse y de mostrar el amor fraternal, pero el verbo griego

señalado en este pasaje, el beso de Judas indica más bien que le

besó repetidamente, era el beso del hipócrita, porque este suele

ser más afectuoso y vehemente de lo que es natural. Así que

vemos que se puede saludar de beso mostrando amor, pero por

dentro estar pensando en traicionar.

2do libro de Samuel 20:8-10 Y estando ellos cerca de la piedra

grande que está en Gabaón, les salió Amasa al encuentro. Y Joab

estaba ceñido de su ropa, y sobre ella tenía pegado a sus lomos el

cinto con una daga en su vaina, la cual se le cayó cuando él

avanzó. 9 Entonces Joab dijo a Amasa: ¿Te va bien, hermano

Page 9: La hipocresía

La hipocresía 9 de 16

mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa, para besarlo.

10 Y Amasa no se cuidó de la daga que estaba en la mano de

Joab; y éste le hirió con ella en la quinta costilla, y derramó sus

entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle un segundo golpe.

Después Joab y su hermano Abisai fueron en persecución de Seba

hijo de Bicri.

Lo mismo, se muestra amor, pero no hay amor, se aparenta pero

la realidad es otra...

En los negocios también tiende uno a caer en la hipocresía...

Cuando va uno a comprar algo... Le ponen tantos pretextos a lo

que se va a comprar que para que lo dejen más barato... Algunos

le han llamado técnicas de compra, y están con el vendedor y le

dicen: “Cómo crees que te voy a comprar ese terreno, esa casa,

ese carro, ese mueble, esa alhaja, si ya no sirve, está en mal

estado”.

Proverbios 20:14 El que compra dice, malo es malo es, más

cuando se aparta se alaba, qué no es más fácil decir: “Mira,

tengo o te doy tanto ¿me lo puede vender a ese precio, si o no?”.

Ah, pero qué tal si no me lo vende... Pues que no nos lo vendan,

pero no hay que ser hipócritas.

A veces estamos como aquella niñita:

577 Vol. II manzana pequeña

Una vez estaban juntos, invitados en una casa, un niño y una niña.

El niño tenía en la mano dos manzanas, las cuales la niña,

contemplaba con gran apetito.

¿Quieres una? Preguntó el niño.

¡Oh, sí! Respondió la niña inmediatamente.

¿Cuál quieres? ¿La pequeña o la grande?

La pequeña, dijo la niña en voz baja.

El niño inmediatamente le dio la manzana pequeña, pero,

inmediatamente salió a relucir el espíritu del viejo Adán o la vieja

Eva en el corazón de la niña.

Ella miró la manzana pequeña con menosprecio, y dijo enfadada:

Escuincle mal educado, ¿Acaso, no sabes, que cuando se te pide la

manzana pequeña, se debe dar la grande?

A veces fingimos, para ver si pega.

Incluso ni la misma Iglesia se salva, ya que podemos fingir que

cumplimos con Dios, depositando el sobrecito en el alfolí... Para

Page 10: La hipocresía

La hipocresía 10 de 16

que me vean los demás, pero no poniendo nada adentro del

sobrecito. Se siguen depositando sobrecitos vacíos.

Hechos 5:1-5 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su

mujer, vendió una heredad, 2 y sustrajo del precio, sabiéndolo

también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de

los apóstoles. 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu

corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del

precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y

vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu

corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Al oír

Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre

todos los que lo oyeron.

A veces se le pregunta a la hna. ¿Cómo estás? Y aunque la ve uno

que trae los ojos morados por la golpiza que le dio su esposo, ella

dice; “¡Bien bendecida!”

O se está en el tribunal de justicia porque agarraron a un hijo en

negocios turbios y dicen: “¡Estamos súper bendecidos!”.

O el matrimonio es un caos, se están divorciando, los hijos se

fueron de casa y contestan igual: “¡Estamos bien bendecidos!”

Esas personas necesitan ayuda, pero como fingen que están bien

bendecidos, cierran las puertas a toda ayuda.

Y no se diga la vida espiritual, como por ejemplo; el leer la

Escritura, se dice que se lee, pero la realidad es otra.

591 Vol. I La máscara quitada

Alejandro I, emperador de Rusia, tenía grandes deseos de que la

Biblia fuese difundida por todas las partes de su imperio.

Un día, estando de viaje, vio por una ventana una Biblia abierta

en el libro de San Mateo.

Entró en la casa y preguntó al hombre que allí estaba, si leía la

Biblia, y él respondió que sí.

Mientras salió el hombre a dar agua a los caballos del monarca,

colocó un billete de cien rublos en la carta a los Efesios capitulo 4

en donde dice: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad

cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los

otros.”

Cuando llegó la hora de partir, el emperador, dirigió algunas

palabras al hombre y emprendió su camino.

Page 11: La hipocresía

La hipocresía 11 de 16

Al cabo de un tiempo, volvió Alejandro I a pasar por allí, y otra

vez se interesó por saber si el lugareño leía la Biblia, este le

contestó otra vez que sí.

¿En qué libro va de su lectura? Preguntó el monarca.

Precisamente el día de hoy termine de leer hasta el Apocalipsis.

Entonces el monarca, acercándose a la Biblia, la abrió y buscó el

lugar donde había colocado el billete de cien rublos, y los encontró

todavía allí.

¡Mira, embustero, lo que hubieras hallado si hubieras leído la

Biblia! Y no solo esto, sino tesoros mayores que el dinero.

El lugareño recibió una buena lección, es de suponer que quedó por

mucho tiempo curado de su hipocresía.

Y puedo seguir citando más ejemplos de cómo se actúa con la

hipocresía, pero no es necesario. Ya que como se dice:

415 12500 frases célebres

Todo hombre es sincero a solas; pero, en cuanto aparece una

segunda persona empieza la hipocresía.

Ralph Waldo Emerson (1803-1882) ensayista y poeta

estadounidense.

Más bien considero necesario que entremos de lleno... A las

consecuencias que nos puede traer la hipocresía...

A lo mejor alguna gente puede llegar a pensar que no tiene nada

de malo fingir una que otra ocasión, pero tiene bastante de malo,

al fingimiento la Biblia lo llama hipocresía.

415 12500 frases celebres

Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque

ninguna simulación puede durar largo tiempo.

Marco Tulio Cicerón (106-43 a. C) escritor, político y orador

romano.

579 Vol. II ilust.

Mire que hay muchas palabras que los traductores de la Biblia

encuentran muy difíciles de traducir a las varias lenguas de las

distintas naciones y tribus...

Sin embargo, hay una palabra, que no presenta ninguna dificultad,

es la palabra hipocresía.

La hipocresía es un pecado universal, el hipócrita se encuentra en

todos lados. Las tribus indias de América tienen muchas maneras

de designar al hipócrita, le llaman el hombre con doble cara, el

Page 12: La hipocresía

La hipocresía 12 de 16

hombre con dos corazones, el hombre con dos maneras de hablar,

el hombre de doble cabeza, el hombre de lengua bifurcada, el

hombre con dos lados, y el hombre con la boca recta pero el

corazón torcido.

Todas estas descripciones, ingenuamente figuradas, son

exactamente ciertas.

Si leemos detenidamente, el Señor Jesús, les habla más

duramente a los hipócritas que a los pecadores, revise usted en la

Escritura y va a mirar como el Señor les habla de una manera

diferente a los pecadores.

No porque el hipócrita no sea pecador sino por que el hipócrita no

se reconoce a sí mismo pecador.

Y cuando una persona no se reconoce a sí misma pecadora, está

impidiendo que la gracia de Dios actúe en su vida, está diciendo

yo soy justo, no necesito a ningún salvador, está gritando: “Yo no

soy pecador ¡no te necesito Dios!”

La persona hipócrita se auto-justifica, y cuando se justifica a sí

misma, es que algo está mal por dentro, la hipocresía llega a

cegar a la persona a tal grado que ya no se da cuenta que

necesita ayuda...

La hipocresía nos impide ser restaurados. La hipocresía nos aleja

de aquel que nos puede ayudar. La hipocresía nos impide caminar

en santidad.

La hipocresía nos impide crecer.

1ª de Pedro 2:1-2 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño,

hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 2 desead, como

niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que

por ella crezcáis para salvación,

De manera que, sino desechamos la hipocresía, no podemos crecer

para salvación...

Miremos lo que hace la hipocresía:

Lucas 18:9-14 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y

menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10 Dos

hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro

publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de

esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros

hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este

publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo

lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun

Page 13: La hipocresía

La hipocresía 13 de 16

alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo:

Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a

su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se

enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Uno se auto-justifica a sí mismo creyéndose santo y el otro ni

siquiera se atrevía a alzar los ojos al cielo por que era pecador

¿quién era en este caso el que más necesitaba de Dios?

El pecador, porque él reconocía su condición y su humillaba

buscando la gracia de Dios para salir de esa condición, él decía

¡Dios se propicio a mí pecador! Ya no puedo más, te necesito

Señor, se propicio a mí, pero el otro era orgulloso, autosuficiente,

no necesitaba según él que Dios le perdonara de nada.

El mirar a un pecador y menospreciarlo creyéndonos superiores a

él en santidad, no es grato delante de Dios, la Escritura nos dice

en Gálatas 6:1 Hermanos si alguno fuere sorprendido en alguna

falta vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de

mansedumbre considerándote a ti mismo, no sea que tú también

seas tentado.

Viene a mi mente el caso de Jimmy Swaggart, un predicador muy

famoso en los Estados Unidos, el hizo estos comentarios cuando

cayó un consiervo suyo llamado Jim Becker, el dijo así:

“Jim Becker es al cáncer en el cuerpo de Cristo” y precisamente

cuando Jimmy Swaggart estaba dando unas conferencias acerca

de Rahab la mujer ramera, salió a la luz y fue descubierto

públicamente en adulterio.

Jimmy Swaggart, tomó la misma actitud del fariseo cuando supo

que Jim Becker había caído, y al decir que Jim Becker era el

cáncer en el cuerpo de Cristo, estaba diciendo lo mismo que el

fariseo: “Dios te doy gracias, porque no soy como los otros

hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como ese Becker”.

Tomó la actitud farisaica, una actitud equivocada, porque Jimmy

Swaggart se mostraba justo con los demás, pero por dentro

estaba corrompido.

El Señor dice de este comportamiento en Mateo 23:27-28 ¡Ay de

vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a

sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran

hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de

toda inmundicia. 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad,

Page 14: La hipocresía

La hipocresía 14 de 16

os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de

hipocresía e iniquidad.

Y aparte de estar el mismo corrompido, se atrevió a hacer juicio

contra su hermano caído, siendo que él estaba cometiendo el

mismo pecado;

Mire lo que dice el Señor a la persona que por lo general suele

juzgar: Mateo 7:2-5 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis

juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3 ¿Y

por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no

echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4 ¿O cómo dirás a

tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en

el ojo tuyo? 5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y

entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Romanos 2:1-3 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre,

quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro,

te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. 2

Más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales

cosas es según verdad. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que

juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del

juicio de Dios?

Si Jimmy Swaggart se hubiese considerado a sí mismo,

reconociéndose como el publicano pecador, si se hubiese humillado

delante del que puede restaurar, el Señor le hubiese levantado,

porque dice la escritura que el poder de Dios se perfeccionará en

nuestra debilidad...

Pero si no reconocemos que hay debilidades y pecados que nos

están asediando a diario en nuestra vida ¿cómo podremos ser

ayudados por Dios? Lo mismo que les sucedió a los escribas y

fariseos, nos puede suceder si no nos cuidamos de su levadura,

que es la hipocresía.

Una persona que se sabe pecadora, y que se sabe humillar delante

del Señor, y le pide ayuda para salir victoriosa del pecado va a

ser levantada por Dios, porque dice en la parábola que leímos del

fariseo y del publicano: porque cualquiera que se enaltece será

humillado y el que se humilla será enaltecido.

El hipócrita se enaltece a sí mismo, no tiene necesidad según él

de que Dios le ayude en ningún área, pero mire lo que el Señor les

dice a los ricos espirituales que según no tienen necesidad de nada.

Page 15: La hipocresía

La hipocresía 15 de 16

Apocalipsis 16-17 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente,

te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he

enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú

eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

Un cristiano, reconoce las áreas en donde está fallando y se

humilla pidiendo la gracia y la misericordia de Dios, para que le

ayude en su vida espiritual, pero un hipócrita no lo hace, porque

ellos se muestran justos a los hombres pero por dentro están

llenos de hipocresía e iniquidad.

Por ello cuando viene una persona pecadora a la iglesia y me lo

dicen no me espanto... Porque la iglesia gracias a Dios fue

fundada para restaurar al pecado, no para condenarlo.

Mateo 9:9-13 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado

Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le

dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. 10 Y aconteció que

estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos

publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron

juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11 Cuando vieron

esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro

Maestro con los publicanos y pecadores? 12 Al oír esto Jesús, les

dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y

no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a

pecadores, al arrepentimiento.

La iglesia está pues para ayudar al pecador pero siempre y cuando

el pecador esté dispuesto a reconocerse como tal...

Hay veces que a las personas no se les puede restaurar, porque

nada más platican una parte del problema, pero la otra parte la

esconden... Y entonces así no se les puede dar el consejo de

Dios...

El pastor o responsable de una iglesia, está para ayudar a la

restauración espiritual o emocional de los hermanos o hermanas...

No está para juzgar, criticar y mucho menos condenar.

Mire lo que pude ocurrir a los hipócritas.

Job 36:13 Mas los hipócritas de corazón atesoran para sí la ira,

Y no clamarán cuando él los atare.

Isaías 33:14-16 Los pecadores se asombraron en Sion, espanto

sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el

fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas

Page 16: La hipocresía

La hipocresía 16 de 16

eternas? 15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que

aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para

no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas

sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16

éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de

refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.

Mateo 24:50-51 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste

no espera, y a la hora que no sabe, 51 y lo castigará duramente,

y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir

de dientes.

Así que, el Señor nos pide en este día sinceridad, no debemos

fingir amor, sino amar. Y cuando le estemos fallando a Dios en

algún área, apelemos a la gracia y misericordia de Dios para que

seamos restaurados...

No critiquemos, no juzguemos y mucho menos condenemos cuando

otros hermanos fallan. Debemos ser sinceros... Como aquella

persona que trabajaba en un zoológico...

170-503

Esta persona tenía 35 años de criar y cuidar a un elefante, lo

comenzó a criar desde pequeño, y ahora este elefante era uno de

los más enormes que se había logrado...

Y de repente murió el elefante y su cuidador se puso a gritar y a

llorar de una manera desgarradora...

Se le acercó un compañero de trabajo queriéndole consolar y

conmovido le dijo:

“Realmente tu amabas mucho a ese elefante que has derramado

lágrimas por él, pero ya cálmate seguro que al ver tu amor hacía

el elefante te darán a cuidar otro”.

Y en eso le contesta: “No lloro porque amara a este elefante que

ha muerto, lloro porque me toca cavar a mí la fosa para

enterrarlo”.

¡Qué sinceridad!

Dice la escritura en: Filipenses 1:9-10 Y esto pido en oración,

que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo

conocimiento, 10 que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis

sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,

Así qué si estamos fallos en esta área, reconsideremos, pidamos

perdón al Señor y a vivir de manera auténtica, sincera.