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  • Un vaquero cruza la frontera en silencio La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Diego Enrique Osorno

  • Cuidado editorial

    Leonardo Castillo

    Diseo y formacin

    Paula Montenegro

    Coordinacin editorial

    Leticia Muoz

    Ensayo fotogrfico El vaquero que no escucha los caballos relinchar

    Rodrigo Vzquez

    Primera edicin: noviembre de 2011

    2011. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacin

    Dante 14, col. Anzures,

    del. Miguel Hidalgo,

    11590 Mxico, D. F.

    www.conapred.gob.mx

    2011. Diego Enrique Osorno.

    ISBN: En trmite.

    Se permite la reproduccin total o parcial del material incluido en esta obra,

    previa autorizacin por escrito de la institucin.

    Ejemplar gratuito: prohibida su venta.

    Impreso en Mxico Printed in Mexico

    http:www.conapred.gob.mx
  • Para Nelly, Martha y Carlos, con quienes conoc el mar, en Veracruz.

    Para mi hijo Marcos, que lo conoci conmigo, en Sonora.

  • Por qu siempre ests viendo el ro, Dolores?

    No lo veo: lo oigo.

    El ruido del agua en las piedras?

    No. Lo que trae el agua: voces que vienen desde muy lejos.

    Yo no oigo nada.

    La piedra y el ro, Eduardo Antonio Parra

    Un pobre vaquero solitario que regresa a su casa, que es la maravilla.

    Hacer aparecer las nuevas sensaciones: subvertir la cotidianeidad.

    Primer manifiesto infrarrealista, Roberto Bolao

  • ndice

    Agradecimientos, 11

    Presentacin, 13 Ricardo Bucio Mjica

    Fronteras indecibles, 17 Hermann Bellinghausen

    Alfabeto del lenguaje de seas mexicano, 21

    Mapa de la regin noreste de Mxico y del sur de Estados Unidos, 22

    I. Un vaquero cruza la frontera en silencio, 23

    II. El vaquero que no escucha los caballos relinchar, 81 Rodrigo Vzquez

    Habla San Fernando. Eplogo, 97

    Para saber ms

    Recopilacin de material histrico y de contexto sobre los sordos, 121

    Semblanza del autor, 123

  • 11

  • Agradecimientos

    El compositor y cantante Tom Waits dijo alguna vez: cuando uno escribe

    una cancin, la idea es construir un camino por el que alguien ms pueda

    circular alguna vez. Este libro fue pensado y construido as, despus de

    que la periodista Valeria Berumen me propusiera contar la historia de mi

    to Gernimo Gonzlez Garza para el Consejo Nacional para Prevenir la

    Discriminacin (Conapred).

    La importancia de este relato se debe a que describe un caso de discri

    minacin multifactorial, ya que la condicin de discapacidad auditiva de

    Gernimo le cerr el acceso a varios derechos (al trabajo, a la educacin, a

    un nivel de vida digno y a la salud), lo cual lo orill a integrarse a las filas

    de otro grupo en situacin de vulnerabilidad: los migrantes.

    No tena muy claro el andamiaje conceptual anterior, porque siempre

    he visto a mi to con bastante admiracin, nunca como una vctima. Lle

    gar al concepto de discriminacin multifactorial que haba padecido me

    fue posible tras reuniones de trabajo con dos personas que aprecio y ad

    miro: Ricardo Bucio, presidente y Marcela Azuela, directora de Educacin,

    Divulgacin y Comunicacin Social del Conapred, a quienes debo eso y

    ms para la realizacin de este libro.

    Durante la investigacin para hacer la historia cont con mucha ayuda

    valiosa. Carmen Luca Mungua me facilit una buena cantidad de lec

    turas previas sobre el mundo de los sordos, el cual yo conoca emprica

    mente y no por referencias tericas. Gael Garca me ayud a redescubrir

    la figura migratoria de mi to y a encarar el reto narrativo que significaba,

    en especial, su vida como sordo mojado. Debido a mi falta de destreza

    para hablar lengua de seas mexicana, otro auxilio fundamental fue el

    de Nayeli Cervantes, intrprete y amiga de mi to, y ahora ma tambin.

    11

  • 13

    Georgina Carrillo y Araceli Franco del Conapred fueron grandes aliadas

    en este proceso de indagacin realizado de forma intermitente, en medio

    de otras tareas y largos viajes, tratando de acoplar mi agenda nmada,

    con la agenda tambin nmada de mi to.

    En realidad, durante el camino cont con la ayuda de muchsima gente,

    sobre todo, de familiares que me regalaron su tiempo para precisar suce

    sos ocurridos en torno a la familia. De todos ellos debo hacer un agradeci

    miento especial a mi prima Maricela Sosa Gonzlez por haber conseguido

    unas videograbaciones que fueron de gran vala.

    Mi abuela Mara de Jess Garza, madre de Gernimo, fue incondicional

    en este proyecto, pero no alcanz a ver concretado el libro, ya que unos

    meses antes decidi irse a bailar un huapango infinito all con su adorado

    Guadalupe Gonzlez.

    En el proceso de reflexin y escritura de la crnica tuve la suerte de con-

    tar con el ojo implacable y brillante de Guillermo Osorno, el mejor editor

    que he conocido hasta la fecha. La escritora Cristina Rivera Garza tambin

    me ayud mucho a dimensionar la historia mientras la estaba escribiendo.

    Lolita Bosch dio una revisada final al texto y me aconsej ideas claves.

    A Hermann Bellinghaunsen, un joven periodista que admiro y leo des

    de que estaba en la secundaria, le doy las gracias por su prlogo, y a Ro

    drigo Vzquez, por haber sido un excelente compaero de viaje y prestar

    su enorme talento para este proyecto.

    Por ltimo, quiero agradecer de forma muy especial la generosidad de Da

    niel Gershenson, quien ayud a que durante el tiempo de escritura de Un

    vaquero cruza la forntera en silencio, yo pudiera tener ms que tranquilidad para

    trabajar en este y otros proyectos que an no ven la luz, pero que algn da

    la encontrarn.

    Veo este libro con la misma filosofa que Tom Waits: es un camino para

    que alguien ms lo pueda caminar, o incluso, por qu no?, en un futuro

    me gustara a m mismo recorrerlo de nuevo.

    12

  • Presentacin Ricardo Bucio

    Cuando Gernimo lleg al otro lado era un ilegal,

    pero eso era menos dramtico

    que lo que le pasaba en Mxico,

    donde la discriminacin haca que algunos

    lo consideraran un imbcil.

    Diego Enrique Osorno

    Un vaquero cruza la frontera en silencio es la historia de Gernimo Gonzlez

    Garza, un hombre sordo que ha vivido incluido en la sociedad gracias a su

    familia que lo acogi como a un hijo ms y que lo impuls a crecer, a incre

    mentar su tenacidad y su esfuerzo diario por dcadas, todo en un contexto

    desgraciadamente no en Mxico sino en Estados Unidos que le permiti

    oportunidades y le dio la posibilidad de un desarrollo integral.

    Gernimo es to de Diego Enrique Osorno, estupendo periodista y na

    rrador mexicano, quien ms all de la nota periodstica busca explicacio

    nes, recrea las historias, presenta consecuencias, da voz a las personas,

    describe los ambientes, expresa las emociones y las sensaciones, y nos

    ayuda a adentrarnos en ese pedazo de Mxico, aquel espacio vital en el

    que vive Gernimo. Diego no slo es sobrino de Gernimo: a travs de este

    texto es, de alguna manera, su voz tambin.

    Diego descubri la discapacidad, el valor de la aceptacin y lo que un

    contexto puede ayudar u obstaculizar la vida de una persona, mirando

    a Gernimo desde pequeo, con esos ojos y avidez que hoy lo han hecho

    un profesional del periodismo. Un da se prometi contar esa historia, y

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  • 1515

    Un vUn vaqaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garzauero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    ahora tenemos en papel la oportunidad de que las palabras nos cuenten

    la infancia, la juventud y la madurez de un hombre con discapacidad au

    ditiva que naci en una familia amorosa asentada en un ambiente rural

    de la frontera noreste de Mxico.

    Como miles y miles de familias de personas con discapacidad, la de

    Gernimo enfrent esa condicin con sus propios recursos y formas. Aun

    que de pequeo no aprendi el lenguaje de seas, s aprendi a comuni

    carse con su entorno vital que tambin aprendi a comunicarse con l; al

    respecto, Diego nos cuenta: le pregunt si los sordos deban adaptarse a

    la sociedad o la sociedad deba adaptarse a los sordos. Hay que cambiar la

    pregunta. Lo mejor sera que nada ms hablramos de comunicarnos;

    con eso empezaramos a hacer algo diferente respondi [Gernimo].

    Con este relato, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacin

    (Conapred) inaugura una nueva coleccin: Crnicas periodsticas, misma

    que ofrecer a las y los lectores historias de vida, historias de personas que

    narran las mltiples formas en que los seres humanos somos afectadas

    y afectados por la discriminacin y los mltiples caminos que creamos

    para tratar de evadirla, y para intentar seguir respirando y abrazando y

    esperando, pese a lo que representa ser visto como inferior, como menos,

    y ser tratado de manera desigual y desventajosa en casi todos los espa

    cios, y durante casi toda la vida.

    Aunque no es un relato escrito en primera persona, logra expresar una

    vida que pudiera parecernos fuera de lo ordinario, pero que lamentable

    mente es una realidad cotidiana: aquella de la mltiple discriminacin.

    Gernimo no slo naci con una triple condicin que en su contexto re

    presenta una triple desventaja: ser pobre, vivir en el campo y tener una

    discapacidad sino que, en el intento por abrir un horizonte diferente para

    su vida, se convirti en un migrante indocumentado, experimentando la

    discriminacin tambin por esa condicin.

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  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez GarzaUn vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Por eso Diego refleja que la historia de Gernimo es la de las fronteras

    creadas de tantas maneras por nuestras sociedades, que suponen obst

    culos para el desarrollo de las personas, para el ejercicio de los derechos

    humanos y para el proyecto personal de vida. To ha vivido siempre cru

    zando las fronteras del silencio, de la migra, de la pobreza, del estigma

    sobre la discriminacin y, ahora tambin, de la violencia. Vive cruzando

    fronteras y poniendo su rostro firme, serio y silencioso a una vida que

    cada da le pone retos complejos.

    Segn datos del Censo de Poblacin y Vivienda 2010, en Mxico existen

    alrededor de 400 mil personas con discapacidad auditiva, quienes enfrentan

    una enorme cantidad de restricciones que les impiden contar con mecanis

    mos de interaccin y relacin con la sociedad, an y cuando desde 2003 la

    Lengua de Seas Mexicana (lsm) es reconocida legalmente como lengua na

    cional. Las personas con discapacidad auditiva en Mxico se enfrentan a sus

    propias fronteras cotidianamente: en las ventanillas del servicio pblico, en

    los comercios, en el transporte, en las escuelas y en los empleos, construidos

    todos por personas sin discapacidad y para personas sin discapacidad.

    Ahora, para tratar de construir un entorno que no ponga los ojos en las

    limitaciones de las personas sino en que la sociedad sea un espacio comn

    y accesible, la Convencin sobre los Derechos de las Personas con Discapaci

    dad (cdpd) incluye en su definicin de la comunicacin a los lenguajes oral,

    la lengua de seas y otras formas de comunicacin no verbal y establece la

    responsabilidad que tenemos todas las personas, como parte de una co

    munidad, a procurar, por todos los medios, que se promuevan y respeten

    los derechos reconocidos en la Carta Internacional de Derechos Humanos.

    La Convencin establece el derecho a expresarnos en nuestros lengua

    jes, y ser escuchados: sin lenguaje, la libertad queda mucho ms lejos. El

    lenguaje es lo que hace posible el pensamiento, marca la diferencia entre

    lo que es humano y lo que no lo es. El lenguaje devela misterios.

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  • 17

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    La vida de Gernimo nos ha sido develada por Diego Enrique Osor

    no, historia de rechazo y de aceptacin, de exclusin pero tambin de

    comunidades y redes que se constituyen en la bsqueda de hacerse un

    lugar en la sociedad que les deja fuera y que incluso les amenaza, como

    es el caso de la situacin de violencia en la zona noreste del pas.

    Espero que la lectura de este texto nos devele tambin el teln de fondo

    de la historia de este vaquero que cruza mltiples fronteras en silencio, de

    estos pueblos amenazados por la desesperanza y los riesgos cotidianos.

    Que nos devele lo que el propio Diego, de la mano de Gernimo, y de las

    expresivas y profundas imgenes de Rodrigo Vzquez ha descubierto y

    plasmado en este texto: que con discriminacin y sin entornos accesibles,

    la dignidad y la libertad nos quedan mucho ms lejos. Nos quedan mu

    chas fronteras muy difciles de cruzar.

    Noviembre, 2011.

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  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Fronteras indecibles Hermann Bellinghausen

    Qu decir de la frontera ahora? No hay nada qu decir, dira Gernimo

    Gonzlez Garza, pero no lo dice. l nunca dice nada. Es sordo, y en conse

    cuencia mudo.Y as se las ha arreglado por 58 aos para hacerse toda una

    vida como viajero incesante entre dos mundos que pese a su proximidad

    geogrfica siguen alejados por abismos que Gernimo en su vida sorda

    aprendi a sortear de ida y vuelta.

    El primero de esos mundos es el llano mexicano, donde Gernimo tie-

    ne su rancho, cerca de la llamada Frontera Chica que gravita hacia la

    ciudad de Monterrey, Nuevo Len, aunque buena parte de la regin perte

    nezca a Coahuila y Tamaulipas. Y por el otro lado durante ms de treinta

    aos ha recorrido lo que va de Texas y Arizona para adentro hasta Ne

    braska, Carolina del Norte, Washington, en un camino que lo llev a una

    apacible vida domstica con mujer e hijos en San Antonio, Texas.

    De este to suyo alguien que nunca ha hablado ni odo extrae Diego

    Enrique Osorno una historia de vida notable, pero no slo eso. Encuentra

    una poderosa metfora para esa parte de Mxico donde sencillamente

    hoy no se puede hablar. Donde en poco tiempo la vida se volvi atroz y

    mortfera, desde que apareci Guerra, uno de los personajes de la historia

    de Gernimo, que lo mismo tiene a Germn, Guadalupe, Nimo y Ana, que

    a Frontera, Madre, Padre, Casa, Hipoteca, Van, To.

    Con el casi animal instinto periodstico que lo caracteriza, y una narra

    cin depurada, seca, de llano, Diego Enrique Osorno crea una pieza que

    tambin es un retazo de memoria familiar, un viaje al pas de su pasado,

    de donde procede este to Gernimo. En lo que tambin es un ejercicio

    cumplido de gratitud y un homenaje a la perseverancia y la alegra de vi

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  • 19

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    vir por algo, Un vaquero cruza la frontera en silencio es un retrato contempo

    rneo de la atroz realidad mexicana, en particular, en esas llanuras de la

    Frontera Chica, valle en trnsito continuo de personas, animales y cosas

    entre Mxico y Estados Unidos hasta que en esa regin, algo conocida,

    pero poco documentada, se desat una guerra en febrero de 2010, cuan

    do una decena de cabeceras municipales fueron atacadas por hombres

    armados que llegaban en caravanas de camionetas pick-up.

    El rancho de To est en una zona donde la violencia ahora es mayor

    que en Tijuana, Sonora y hasta que en Ciudad Jurez. Parte de una guerra,

    dice Osorno, en la que ha habido masacres, desplazamientos forzados

    de poblacin, fosas clandestinas, prisioneros, combate, leva, magnicidios,

    mucho dolor y muchas mentiras, como en cualquier guerra.

    To es un hombre a la altura de su tiempo. Una poca difcil para l,

    como para todos; ms para quien se mueve de un lado al otro de la fron

    tera en carros de aspecto lo ms inocente posible, a caballo o andando.

    Pero precisamente el nomadismo le permiti descubrir desde joven

    que era posible cambiar la vida, incluso la de un sordo no rico nacido en

    Mxico. Y esto porque Estados Unidos, ese imn para tantos millones de

    mexicanos, es el mejor pas para los sordos. se es dato de primer orden

    prctico. Si gracias a encontrar el lenguaje de seas mexicano supo que

    poda decir y escuchar, y que no estaba totalmente aislado en su esfera

    de silencio, lo verdaderamente liberador fue recorrer el vecino pas en con

    dicin de sordomudo y en compaa de iguales, lo cual le daba un lugar,

    como un derecho humano ya conquistado por la sociedad civil all y que

    en Mxico sigue muy atrasado, por ms Teletn que le metan. Gernimo

    encontr all una cultura de sordos y de mudos casi cool, medio de moda.

    El relato nos lleva al tiempo en que los migrantes mexicanos se benefi

    ciaron de un movimiento de orgullo sordo estadunidense que reivindicaba

    la lengua de seas. Aunque tambin descubri que all se habla otro sor

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  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Fronteras indecibles

    do, el Ameslan (American Signal Lenguage), distinto del sordo mexicano.

    Sucede con todas las lenguas, incluso con las que no hablan o lo hacen con

    las manos y el rostro. Durante una fiesta en una discoteca exclusiva para

    sordos en Atlanta conoci a una sorda americana que entenda el mexica

    no. Hoy es su mujer, y tienen dos hijos que no son sordos pero hablan muy

    bien los cuatro idiomas (castellano, ingls, y sus respectivos sordos), se co

    munican con naturalidad con sus padres y les sirven de intrpretes. Aun

    que basta ver los periplos de Gernimo para comprender que no necesita

    de puentes para cruzar con autosuficiencia por la vida y de un pas al otro.

    Tan slo en agosto llevaba once cruces fronterizos en lo que iba de 2011.

    Una historia de superacin, de esas tan caras en el norte regiomonta

    no, como un verdadero rasgo de identidad cultural, y tambin valoradas

    en la tradicin de Estados Unidos. Mas una historia singular. El self made

    man que guarda silencio: su vida es su obra.

    Osorno es un reportero que donde pone el ojo pone la bala, y lo sabe.

    Todos sabemos que es uno de los reporteros ms vivaces y menos in

    genuos de estos oscuros tiempos mexicanos. A su movilidad agrega un

    pulso literario, periodsticamente contenido. Una curiosidad que en este

    reportaje de To recurre con eficacia a una irona que no ignora que tam

    bin de callar se oye, que de morir se vive, que de estar all se est ac.

    Una balacera en la flamante comandancia de polica en Los Ramones en

    julio de 2010, cerca del rancho de Gernimo, se oy a varios kilmetros de

    distancia. Y lleg Guerra. Hay quien dice que se hicieron mil tiros, regis

    tra Reportero. Gernimo no la escuch.

    La experiencia de hablar de los que no hablan, escribir de los sordos

    desde el mundo de los que se supone escuchamos, trae a la memoria aquel

    documental de Werner Herzog, El pas de la oscuridad y el silencio (1971), que

    con el lenguaje audiovisual del cine exploraba los inaccesibles territorios

    de los que no oyen ni ven: los sordociegos. Como la epopeya de los sordos

    19

  • 21

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    que no hablan, la suya fue una de comunicacin y superacin, represen

    tada por Fini Straubinger quien, como la famosa Helen Keller, aquella nia

    de La tejedora de milagros (pelcula de Arthur Penn, 1962, basada en la obra

    teatral de William Gibson), debi romper el muro invisible que la separaba

    del mundo exterior. Toda una vida de aprender a comunicarse y encontrar

    qu decir y lograr que otros as de aislados tambin lo hagan. Fini, como

    Hellen Keller, es todo un monumento a la comunicacin humana.

    Slo desde la paradoja pueden contarse historias como la del vaquero

    silencioso.Y con el mayor sentido del humor posible. En ocasiones hilaran

    te, otras, uno qu mas quisiera. Osorno ilustra por ejemplo la validez de

    una herradura en la pared de la casa de To como amuleto infalible, ahora

    que la supersticin vive un auge en la frontera: Quizs es necesaria para

    no ser sorprendido por la barbarie, para no ser parte de ella tambin, para

    poder morir en paz en estos tiempos en los que el ruido de la frontera es

    tan fuerte. (Y al menos desde el punto de vista de Gernimo, tan intil).

    Parco que es por lo visto To, y locuaz y preguntn como sali Sobrino,

    digo, Reportero, el encuentro que origina este relato es el juego de unos

    espejos que chocan sin romperse. Y entonces el principal hallazgo de Un

    vaquero cruza la frontera en silencio: La frontera noreste de Mxico carece de

    un lenguaje propio en estos tiempos de guerra. El lenguaje es lo que hace

    posible el pensamiento, marca la diferencia entre lo que es humano y lo

    que no lo es. Pero, aade Reportero, la frontera noreste no puede hablar.

    Quin mejor que un to querido que no habla ni oye para servir de

    gua en esas tierras de Frontera Chica, estruendo y miedo, donde nada se

    puede decir, donde la libertad de expresin no existe, donde la barbarie no

    tiene nombres, y los de sus causantes son impronunciables.

    La leccin final de Gernimo Gonzlez Garza es que siempre hay modo

    de romper el silencio, aun callando.

    Octubre, 2011.

    20

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Alfabeto de lengua de seas mexicano

    A B C D E

    F G H I J

    K L M N

    O P Q R S

    T U V W X

    Y Z

    21

  • 23

    Mapa de la regin noreste de Mxico y del sur de Estados Unidos

    Ciudad Victoria

    Tampico

    Monterrey Matamoros

    TEXAS

    TAMAULIPAS

    COAHUILA

    NUEVO LEN

    Nuevo Laredo

    Torren Saltillo

    Reynosa

    Monclova

    Piedras Negras Corpus

    Christi

    San Antonio

    Austin

    Houston

    DallasFort Worth

    San Fernando

    Aldama

    Victoria

    San Marcos

    Alpine

    San Angelo

    Killeen

    Waco

    Spring

    Conroe Beaumon

    HuntsvilleCollege Satation

    Pecos

    Monahans Odessa

    Midland

    Big SpringAndrews Abilene

    Hondo

    Uvalde

    Ciudad Acua

    Fort Stokton

    Linares

    Valle Hermoso

    Sabinas

    San Pedro

    Francisco I. Madero

    Parras de la Fuente

    CadereytaJimnez

    Sabinas Hidalgo

    Ciudad Mante

  • I. Un vaquero cruza la fontera en silencio

    Cero

    0 Madre arroja la panza de la vaca y salta el agua hirviente de la olla de pel

    tre azul. Lanza una pequea cosa deforme que debe ser la pata de la res.

    Vienen luego los tomates, el romero, la yerbabuena, el ajo y el organo.

    Casa tiene una fragancia de especias los fines de semana. Cuando percibo

    el aroma de ciertos condimentos naturales suelo recordar la crisis econ

    mica de diciembre de 1994 en Mxico.

    Padre se levanta temprano y vaca el cocido de la olla en platos de hielo

    seco. Los mete con mucho cuidado en el carro, como si fueran un tesoro

    recin desenterrado: que no se derrame ni una gota, que no se caiga nin

    guna piedra preciosa, que el menudo, la sopa de estmago, llegue a salvo

    a su destino.

    En Monterrey suele comerse barbacoa los domingos, pero los amigos

    de Padre son amigos de a de veras. Las maanas de los domingos de

    1995 en lugar de comer barbacoa, prueban el menudo que le compran

    a Padre.

    Entre semana, Madre mete otras cosas a la olla que siempre parece

    tener agua hirviendo. Mete pollos, mete arroces, mete verduras. Despus

    Padre los acomoda entre los delgados recipientes y el destino de los plati

    llos ahora queda ms cerca que las alejadas casas de sus amigos. Va uno

    para la vecina de junto, otro para la de enfrente, para los de la vuelta,

    para el que se acaba de cambiar a la cuadra, para la seora enojona que

    poncha pelotas de futbol y para las amigas de Madre, que tambin son sus

    amigas de a de veras.

    23

  • 25

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    La cocina de Casa es la cocina del barrio. En el noreste de Mxico no

    hay fondas. No se usa la palabra fonda. Pero Casa es una fonda. Una fonda

    que ofrece servicio de comidas a domicilio. De haber tenido un nombre, la

    fonda se hubiera llamado Comidas Martha.

    El tema de todos los das en la fonda es Casa. S, Casa es al mismo tiem

    po la fonda, pero Casa es tambin otra cosa que nada tiene que ver con las

    paredes y los techos entre los que transcurri mi infancia y adolescencia.

    Entonces, la palabra Casa remite a problema. Casa significa incertidum

    bre, banco, riesgo, mal, desempleo, pelea y, sobre todo, una extraa y muy

    agresiva palabra: Hipoteca. Hipoteca es la palabra que nadie quiere or, de

    cir, en Casa.

    Alguna avanzada civilizacin del futuro habr de conseguir borrar esa

    palabra de los diccionarios. Pero en aquel ao, la palabra Hipoteca est ah,

    en el habla de todos los das, aunque se pronuncie poco.

    La olla hirviendo de Madre desafa a la palabra Hipoteca, los platos de

    hielo seco de Padre desafan a la palabra Hipoteca, sin embargo, en estos

    tiempos de crisis (se dice que todo por un error de diciembre que deva

    lu el peso y mand al cielo las tasas de inters) la palabra Hipoteca es

    muy poderosa. No se le gana con el aroma del organo ni con amistades

    de a de veras.

    Para que la palabra Hipoteca nos deje tranquilos hace falta algo ms.

    Un da To enva quince mil dlares desde algn lugar de Estados Uni

    dos. Ese da la palabra Hipoteca pierde una batalla y deja en paz a Casa.

    To es un vaquero que cruza la frontera en silencio. Se llama Gernimo

    Gonzlez Garza.

    Promet que alguna vez relatara su historia.

    24

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Uno

    1

    Desmontaron. Amarraron los caballos alazanes bajo la sombra del mismo

    rbol. Caminaron. Cada uno con su escopeta. Hablaban en voz baja con

    frases parcas. Ojos negros alertas de Magdaleno y ojos caf claro aler

    tas de Gernimo. Media hora, unos kilmetros despus, no encontraban

    a qu animal disparar, no se vea ningn alma. Ni siquiera una tarntula.

    El viento caluroso resecaba la vida en el monte.

    Se despegaron para tener ms posibilidades de que apareciera la bue

    na suerte mientras exploraban. Pas un rato y se oy al fin el primer dis

    paro de la cacera. El nico disparo. Magdaleno corri a mirar entre el

    matorral, pero en vez del animal vio tirado el sombrero de Gernimo. Se

    qued de piedra. La faz se le ensombreci: Gernimo estaba hincado y

    tena un orificio de bala en el cuello. Sangraba y estiraba el cuello como

    un gallo mudo. Muri pronto.

    Magdaleno volvi a buscar el caballo. Lo desat y despus fue a entregar

    lo, junto con el sombrero y el cadver an tibio de su mejor amigo. Cont con

    detalle lo que haba pasado y dijo que podan hacer con l lo que quisieran.

    No se trataba de uno de esos hombres de mala entraa. La familia

    Gonzlez desterr a Magdaleno de Sabinas Hidalgo, Nuevo Len. No se le

    volvi a ver nunca ms. Algunos dijeron que cruz a Estados Unidos por

    el ro Bravo y luego, luego se colg en un mezquite del rancho ganadero

    de Texas donde empezaba a trabajar como pen.

    Pasaron los aos.

    El 24 de mayo de 1953, en su casa en los alrededores de la terminal

    camionera de Monterrey, Mara de Jess Garza alumbr a un beb de poco

    ms de dos kilos, con mucho pelo cuando se apareci por el mundo, rojo

    25

  • 27

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    de sangre, y con ese fulgor con el que llega cualquier ser humano recin

    parido. Al beb le cortaron el ombligo y lo enterraron cerca de donde naci.

    El padre, Guadalupe Gonzlez, estaba contento de que fuera varn. Que

    ra uno para ponerle el nombre de Gernimo, como se llam su hermano

    muerto de forma trgica por una bala salida del rifle de su mejor amigo.

    Dos

    2 Gernimo gatea unos segundos y luego se desploma. Es un beb vivaz

    que, sin embargo, en ocasiones parece distrado. Pasa algo raro y sus pa

    dres creen saber qu es, pero deciden llevarlo al hospital para enterarse

    bien. Madrugan y los atiende un mdico del Seguro Social. Examina al

    beb, le toca la nariz, los sobacos, las piernas, el pene, las manos y los pies

    hasta detenerse en las orejas. Habla frente a l con distintos tonos, graves

    y agudos. Despus se pone serio y pide a los paps que vayan a un labora

    torio para que le practiquen estudios del odo a Gernimo.

    Diez das despus regresan.

    El mdico los recibe con la misma voz seria de la otra vez. Pero aho

    ra la usa para darles la noticia de que segn los estudios de audiometra

    Gernimo no escucha ni va a escuchar nunca, que cuando mira las cosas

    no tiene conciencia del sonido: es sordo profundo. Todo ser para l una

    pelcula muda. Van a tener que hablarle con las manos para que no se

    vuelva loco. Como mmica. Le van a mostrar que no hay que comer con la

    boca abierta, o que cuando quiera beber leche tiene que indicarlo con su

    manita. Ellos lo harn, el pequeo Gernimo los ver y esperarn a que

    los imite. Hay que tener paciencia. No es cualquier cosa: debern crear un

    lenguaje propio para comunicarse. As le tendrn que ir mostrando la vida.

    26

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Los padres escuchan los consejos del mdico. Ms o menos saben lo

    que tienen que hacer. Graciela, otra de sus hijas, tambin vino sorda al

    mundo. Cuando Graciela naci investigaron un poco y se enteraron de

    que en la familia Gonzlez hay ms sordos de nacimiento, por lo menos

    desde dos generaciones atrs.

    Debido a la sordera profunda, el pequeo Gernimo tambin ser

    mudo, no podr usar la cuerdas vocales de su laringe para producir so

    nidos, aunque stas no se encuentran daadas. Todas las personas que

    nacen sordas no pueden hablar, porque no conocen ni conocern nunca

    el sonido: es algo que para ellos no existe.

    Si el pequeo Gernimo pudiera or, antes de los dos aos de edad le

    ocurrira el maravilloso proceso de creacin de su voz. Un da cualquiera

    empezaran a brotar de su boca sonidos escuchados a su alrededor. La voz

    surge de la imitacin y de un proceso natural que comienza con la respi

    racin, recorre luego los bronquios y la trquea hasta llegar a la laringe,

    donde las cuerdas vocales (que en realidad no tienen forma de unas cuer

    das, sino de unos labios) producen un sonido que se amplifica de acuerdo

    con la forma particular de cada nariz, boca y lengua.

    Pero la voz del pequeo Gernimo, aunque est dentro de l, perma

    necer prisionera.

    Tres

    3 El pap de los pequeos Gernimo y Graciela se llama Guadalupe Gonzlez.

    Trabaja de lunes a viernes en Trilers de Monterrey, S.A. de C.V. La pequea

    empresa tiene un galpn en el que atracan todos los das camiones ruidosos

    provenientes de Estados Unidos. En la carga llevan aceitosas transmisiones

    27

  • 29

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    de coches, equipo mdico obsoleto, cables multicolores descarapelados, tu

    bera hidralica rota, muebles hechos pedazos El trabajo de Guadalupe es

    pesar la chatarra y regatear lo ms que se pueda el pago con los chatarreros.

    La mam de Gernimo y Graciela se llama Mara de Jess Garza. Ella

    trabaja preparando chorizo rojo que vende en el barrio de Monterrey donde

    viven. Antes haban pasado largo tiempo en Rancho Nuevo, un ejido de Los

    Ramones, Nuevo Len, a unos ciento cincuenta kilmetros al norte de la

    ciudad, donde construyeron una casa principal con adobe, levantaron unos

    establos de madera para el puado de reses y cabritos que tenan, y con

    siguieron lminas para hacer corrales angostos en los que criaban cerdos.

    La agricultura no era buena idea. Aunque se trataba de una buena por

    cin de tierra que Mara de Jess hered, tena el suelo fracturado, de esos

    que no se dejan sembrar con facilidad.

    Tras el nacimiento de ms hijos y las dificultades de la modesta vida

    ganadera, sin fastidio ni iras cultivadas, Guadalupe y Mara de Jess de

    cidieron emigrar a la ciudad, con la esperanza de regresar algn da a

    Rancho Nuevo y hacerlo funcionar como un autntico rancho.

    Cuatro

    4 Una vez instalado junto con toda su familia en Monterrey, los fines de

    semana, para completar los gastos de la casa, Guadalupe recorre en una

    camioneta pick-up Ford guinda las dos horas de camino a Rancho Nuevo,

    acompaado por un paisaje solitario, un mezquite aqu, otro por all. Ah

    mata cerdos que luego comercia en la ciudad.

    La hoja del cuchillo se mueve con delicadeza sobre la piel rosa recin

    mojada con agua hirviente. Los cerdos tienen una carne blanda y jugosa;

    28

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    la de las hembras suele ser dura al momento de morir debido a que so

    breviven un poco ms de tiempo porque paren puercos y ms puercos.

    A Guadalupe, su pequeo hijo Gernimo lo ayuda acomodando en una

    vasija los intestinos que sustrae del animal. La rara ternura del sacrificio:

    el pap de Gernimo est tranquilo y concentrado, no debe daar de ms el

    estmago del puerco.

    Los cerdos machos de crianza empiezan la cuenta regresiva de sus fu

    gaces y montonas vidas en Rancho Nuevo cuando llegan a los noventa

    kilos. A partir de ese momento, que suele equivaler a los seis meses de

    vida, la muerte est muy cerca, ronda. Que un cerdo viva ms de un ao

    es tan raro como un eclipse de luna. El ritual de su muerte comienza

    cuando los sacan del corral y se les deja de dar sorgo o cualquier otro

    alimento durante catorce horas. Una vez pasado ese lapso, Guadalupe

    lo deja inconsciente con el golpe de un mazo en el crneo (todava no

    existen las pistolas aturdidoras o pinzas elctricas de las granjas indus

    triales). Tras el golpe, el cuerpo del animal se desploma al instante. Un

    edificio hecho estallar se derrumba en cmara lenta y un cerdo sacrifica

    do cae como rayo. A uno lo sostienen varillas y cemento, al otro, energa.

    Despus de que el animal cae de manera sbita, Guadalupe lo desangra

    cortndole las venas y las arterias a la altura del cuello. Sangre fluye a

    borbotones hacia una vasija que vigila Gernimo.

    El temperamento en el campo ante la sangre no es el mismo que en

    la ciudad.

    A continuacin, en tan slo unos minutos, el cuerpo del animal queda

    desmembrado, el cerdo ya no tiene cabeza ni cola ni patas ni vsceras ni

    rganos. De hecho, para ese entonces, ya no se llama cerdo: le dicen canal.

    A canal lo cuelgan para que se seque, antes de que se lo lleven a la ciudad

    para terminar embolsado como el chorizo rojo que vende Mara de Jess

    en la colonia Terminal de Monterrey.

    29

  • 31

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Pero si es el cumpleaos de alguno de sus hijos u otra fecha en ver

    dad especial, Guadalupe mata una de las vacas o uno de los cabritos que

    comen en los raquticos pastizales del rancho. De la panza de la res sale

    mucha barbacoa y un menudo que les dura varios das y los pone conten

    tos a todos.

    En ocasiones, en lugar de matar a los animales en Rancho Nuevo, el sa

    crificio se hace en la casa de Monterrey. No es raro que aparezcan cabritos

    muertos tendidos en el patio de la pequea vivienda, como si fueran ropa

    recin lavada esperando a secarse.

    Cinco

    5 Los seis hijos de la familia Gonzlez Garza son Mara de la Luz, Gracie

    la, Teresa, Gernimo, Guadalupe y Martha. Gernimo es el que colabora

    ms con las matanzas animales de los fines de semana; sus hermanos

    estudian y su otra tarea es ayudar en la venta del chorizo. Tratan a Ge

    rnimo con normalidad. Se tuercen para jugar con l al burro bala va,

    corren para las escondidas o brincan la bebeleche. Gernimo pasa as su

    infancia, sin saber el lenguaje de seas. Tampoco sus padres ni hermanos.

    Toda la comunicacin que hay es moviendo las manos o haciendo gestos.

    La voz de Gernimo no emite sonido alguno pero se ve. En su casa se usa

    ese alfabeto del silencio creado por ellos. Los padres de Gernimo no le

    imponen el mundo de los que s oyen, tratan de entender el suyo. Es una

    familia normal, alegre, con vitalidad.

    No es raro ver a Gernimo con su pantaln de mezclilla ensangrenta

    do, despus de pasar todo el da con su padre en el improvisado rastro ca

    sero. Matar a un chivo es arduo: primero hay que ponerlo quieto, despus

    30

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    enterrarle un cuchillo en la yugular, dejarlo que muera entre los grititos

    que lanza, colgarlo para que le escurra todo el chorro de sangre en una

    vasija, sacarle las tripas con las manos y quitarle el pelaje.

    Hay un sbado en que Gernimo mata solo, sin ayuda de su padre, los

    dieciocho chivos que se comern los invitados de una boda por celebrarse

    esa misma noche en Monterrey. Tiene diez aos.

    Seis

    6 Alguien toc a la puerta cierta noche del verano de 1965. Guadalupe sali

    a ver. El visitante era un joven veinteaero que le acerc una tarjeta blan

    ca en la que se vean muchas pequeas manos dibujadas de diferentes

    formas. Era el abecedario del lenguaje de seas. Al reverso, un mensaje de

    texto: Soy sordomudo. Te pido una cooperacin para mi escuela. El padre

    de Gernimo sac un poco de morralla y se la dio al muchacho. Guard la

    tarjeta y a la tarde siguiente llev a su hijo a la direccin que vena en ella.

    La escuela estaba sobre la calzada Madero, una de las avenidas impor

    tantes del antiguo Monterrey a la que por las noches le brillaban elegan

    tes farolas encendidas y la animaba el sonido de la cumbia. El domicilio

    marcado en la tarjeta era una casa grande donde se enseaba el lenguaje

    de seas, un idioma que la enciclopedia Britnica define como una espe

    cie de escritura de imgenes en el aire. La casona tena pocas ventanas,

    tres habitaciones y un rea comn espaciosa donde se haba acondicio

    nado en 1951 la primera escuela para sordos del noreste de Mxico. Al

    entrar daba la bienvenida un cartel con la definicin griega del hombre:

    zon lgon jon, animal provisto de la palabra, as como fotos de un lucha

    dor sordo que por esos aos comparta el cuadrlatero de vez en vez con

    31

  • 33

    Guadalupe Gonzlez y Mara de Jess Garza.

  • i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    El Santo o Blue Demon. Se llamaba El Prisionero. Tambin haba imgenes

    de David Sordomudo Rodrguez, otro artista del pancracio con una volun

    tad de hierro, aunque menos conocido que El Prisionero. El Prisionero era el

    nombre que haba elegido Ral Fuentes, nacido con sodera en el Distrito

    Federal el 3 de diciembre de 1936, para dedicarse a la lucha libre profe

    sional.

    En los setenta, El Prisionero abandon los cuadrlateros y se convirti en

    un intelectual sordo mexicano. Ral Fuentes escribi una decena de libros

    sobre el lenguaje de seas nacional y se dedic al teatro y la pintura. Por su

    trabajo dramatrgico fue premiado y reconocido, sobre todo en Noruega

    y Dinamarca, donde las redes escandinavas de sordos lo recibieron como

    uno de los ms grandes artistas sordos latinoamericanos. Por lo menos

    veinte seas del lenguaje mexicano fueron inventadas por l, un luchador

    espiritifutico que acab siendo el pez gua en las turbulentas navegacio

    nes de la comunidad sorda mexicana que trataba de abrirse paso.

    Siete

    7 La escuela de la calzada Madero estaba afiliada a la Agrupacin Mexicana

    de Sordo-Mudos, A.C. Su smbolo era una ardilla. El movimiento incesante

    de las manos del simptico roedor comenueces le pareci al profesor Abel

    Sauza similar al de los sordos durante sus tertulias, por ello se emple

    como logotipo. Fue el profesor Sauza quien involucr a Gernimo en las

    actividades de la escuela. El lugar funcionaba al mismo tiempo como agen

    cia de trabajo. Los jvenes sordos que recorran los populosos barrios re

    giomontanos pidiendo dinero para la escuela estaban atentos por si vean

    a ms sordos y los invitaban a integrarse a la naciente comunidad que

    33

  • 35

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    trataba de organizarse, convencindolos a ellos o a sus familiares de que

    sus vidas podan estar sujetas a un destino mayor.

    Entre otras actividades, los estudiantes sordos, una vez que aprendan

    a comunicarse con el lenguaje de seas, formaban equipos de futbol y

    competan en torneos amateurs o bien salan en grupo a conocer otras

    ciudades de Mxico en las que vendan llaveros, plumas o juguetes que

    ofrecan junto con tarjetas con frases con seas, como Te quiero (mano

    derecha con dos dedos doblados que hacen una especie de cuernos y se

    coloca en el pecho, a la altura del corazn) o Dios te bendiga (mano iz

    quierda y mano derecha simtricas en forma de cuernos).

    Los profesores presentaban estos viajes a los padres como una forma

    de integrar a sus alumnos con el mundo, aunque incluan una lgica mer

    cantil, ya que una parte de las ventas iba para la escuela y otra, menor, se

    la quedaban los jvenes sordos emprendedores.

    No se trataba de lobos detrs de un rebao de ovejas. Era en verdad un

    proyecto solidario.

    Ocho

    8 Gernimo hizo su primer viaje fuera de Nuevo Len a los catorce aos,

    como parte de los tours de trabajo organizados en la escuela de la calzada

    Madero. Fue como ir a otro planeta: el asfalto interminable de la hincha

    da urbe del Distrito Federal contrastaba con el terregal en el que haba

    crecido, tanto en Rancho Nuevo como en Monterrey. Ah pas cuatro me

    ses. Hizo visitas cortas a Guanajuato, Puebla y Aguascalientes. Conoci a

    sordos chilangos que tenan fama de ser abusivos con los de provincia,

    pero algunos se convirtieron en buenos amigos durante el tiempo que

    34

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    pas en la capital. Particip en una protesta en la que se exiga cesar la

    discriminacin hacia los sordos mexicanos y se demandaba proveer de

    mayor apoyo econmico a la Escuela Nacional de Sordos. Le toc estar en

    la vanguardia de la manifestacin que comenz en la Alameda, a la altu

    ra del Mausoleo a Benito Jurez, y que sigui hacia la calle Madero, por el

    Sanborns de los Azulejos, hasta llegar al Zcalo.

    La Escuela Nacional de Sordos fue fundada en 1867 por el maestro

    sordo francs, Edouard Huet. Se trata de una institucin muy importante

    en la historia de los sordos latinoamericanos.

    En la hemeroteca de la Universidad de La Habana hay un ejemplar

    de la Revista Universal de Poltica, Literatura y Comercio, fechado el 30 de

    noviembre de 1875, en el cual aparece una crnica titulada: Escuela Na

    cional de Sordomudos de Mxico. El autor que la conoci a finales del

    siglo xix es Jos Mart y el artculo que escribi tras la visita comienza as:

    Las sombras tienen sus poemas, el espritu sus conmociones, y la com

    pasin sus lgrimas. Todo esto se siente, y muchas cosas se aman, ante

    esos seres abrazados por su propia luz, sin sentidos con que transmitirla,

    ni aptitudes para recibir el calor vivificante de la ajena. Nacidos como ca

    dveres, el amor los transforma, porque la enseanza a los sordomudos

    es una sublime profesin de amor. Se abusa de esta palabra sublime; pero

    toda ternura es sublimidad, y el sordomudo enseado es la obra tenaz de

    lo tierno. La paciencia exquisita, el ingenio excitado, la palabra suprimida,

    elocuente el gesto, vencido el error de la naturaleza, y vencedor sobre la

    materia torpe el espritu benvolo, por la obra de la calma y de la bondad.

    El profesor se convierte en la madre: la leccin ha de ser una caricia; todo

    nio lleva en s un hombre dormido; pero los sordomudos estn encerrados

    en una triple crcel perpetua. Inevitablemente las lgrimas se agolpaban a

    los ojos en el examen de sordomudos de antier. Hay en la escuela un nio,

    35

  • 37

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Labastida, de cabellos negros y brillantes, con los ojos vivaces de candor, la

    frente espaciosa, la boca sonriente, la expresin dcil y franca. Escriba con

    notable rapidez definiciones de ciencias; llenaba su pizarra velozmente; pe

    da ms que hacer cuando los dems no haban concluido todava. Labasti

    da tiene doce aos, y como la luz de su alma est comprimida, lleva toda la

    luz en su rostro, y su cara infantil es hermosa, animada y brillante. Seduce

    ese nio: invita a abrazarlo. A su lado trabajaba Ponciano Arriaga, hijo del

    hombre ilustre que incrust principios de oro en la hermosa Constitucin

    mexicana. Arriaga cumplir pronto dieciocho aos. Tiene todos los conoci

    mientos de la instruccin primaria; expresa fcilmente los pensamientos

    que concibe; estudia botnica bajo la hbil direccin de Mr. Huet; resuelve

    problemas complicados de aritmtica superior; dibuja con pureza de con

    tornos, y con delicadeza y morbidez de sombras. Tiene la frente espaciosa,

    y como que desciende en ademn pensativo sobre sus ojos pequeos y ani

    mados: su nariz aguilea y sus labios finos revelan una distincin natural.

    Dicen que Arriaga tiene una extraordinaria facilidad de comprensin; y en

    verdad, aquella frente parece hecha para soportar graves pensamientos.

    Otro nio resuelve, al lado de stos, problemas de aritmtica, con rapidez

    que aun en nios dotados de todos sus sentidos llamara la atencin. Es

    Luis Gutirrez el alumno ms aventajado en clculo. Su frente voluminosa

    se levanta en curva desde sus ojos investigadores y severos hasta su cabello

    abundante y rizado. Es un nio grave, en que se presiente al hombre. Sin

    quererlo, somos injustos.

    Gernimo fue slo un par de veces a la Escuela Nacional de Sordos, a

    reuniones convocadas por el grupo con el que lleg a la capital. Su viaje

    al Distrito Federal estaba lejos de las aulas y de tener como objetivo el

    recibir la enseanza de los sordomudos, esa sublime profesin del amor.

    El Monumento a la Revolucin Mexicana era el sitio preferido por Ge

    36

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    rnimo para vender llaveros. Los turistas se portaban generosos, sobre

    todo los parroquianos vespertinos de las cantinas aledaas. En cambio,

    en las oficinas vecinas de la Direccin Federal de Seguridad (dfs), si bien

    estaban especializados en hacer hablar a la gente que era detenida bajo

    sospecha de oponerse al gobierno, la vendimia era poca.

    Antes de regresar del Distrito Federal a Monterrey, el grupo viaj a Gua

    dalajara por unas semanas. Gernimo decidi ah que se ira de mojado a

    Estados Unidos.

    Nueve

    9 Hay una foto Polaroid de mi to Gernimo tomada en los setenta, en la

    que se le ve el aire de forastero con el que dio sus primeros pasos en Esta

    dos Unidos. Aparece en una casa en construccin en pleno valle de Texas.

    Trae puestos un pantaln de mezclilla y una camisa blanca. Listo para

    trabajar. Parece que lo har con una sonrisa: es un moreno flaco del que

    resaltan el pelo largo, oscuro y brilloso, as como un bigote que apenas

    asoma entre sus gruesos labios.

    En 1969, Gernimo cruz por primera vez la frontera junto con sus

    amigos Leobardo y Germn, a quienes conoci en el viaje a Guadalajara.

    Llegaron a Laredo en busca de trabajos de albailera o de lo que hubiera

    para unos muchachos sordos de diecisis aos. No encontraron tantas

    oportunidades y las pocas que haba se las daban a migrantes mexicanos

    oyentes. Entonces se fueron de aventn a San Antonio, la ciudad ms ca

    tlica de Texas, mucho ms poblada y a tan slo dos horas de distancia.

    Empezaron a vender llaveros en el downtown. Semanas despus, se topa

    ron con un grupo de sordos texanos a los que no les agradaba la idea de

    tener competencia de vendedores mexicanos. Los texanos les hicieron la

    37

  • 39

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    vida imposible, retndolos a golpes y amedrentndolos hasta que logra

    ron que la migra los deportara.

    Entre ese momento y 1971, los detuvieron y deportaron unas cuantas

    veces. Pero en ese tiempo era comn que un mexicano fuera y viniera

    al otro lado sin tanto problema. No se hablaba de instalar muros, ni de

    rancheros armados para vigilar las rutas de los migrantes en busca de

    trabajo ni de hacer visas lser. La frontera entre Mxico y Estados Unidos

    era un vasto y movedizo territorio de personas.

    En una de las deportaciones, Gernimo, Germn y Leobardo no fueron

    a dar a Nuevo Laredo, Tamaulipas, sino hasta Ciudad Jurez, Chihuahua,

    frontera con El Paso, Texas. Vagaron unos das en el centro, cerca de ba

    res famosos como el Kentucky, donde haba parroquianos que afirmaban

    haber visto emborrachndose a Marilyn Monroe con Al Capone. Luego

    consiguieron un aventn a Monterrey con un trailero. Los paps de Ger

    nimo haban dejado de tener noticias de su hijo durante un buen rato y

    reaccionaron emocionados cuando lo vieron regresar a la casa cercana de

    la terminal de autobuses de Monterrey. Trataron de convencerlo de que

    se fuera a Rancho Nuevo a hacer vida de vaquero, algo que saban que le

    gustaba tanto como viajar. Pero por esos aos hubo sequa y con sequa

    por ms dadivosa que sea la buena fama que en general tiene la vida del

    campo, no se puede sembrar ni criar ganado y por lo tanto no se puede

    vivir.

    Adems Gernimo miraba con aoranza los das en Estados Unidos. Se

    haba dado cuenta de que all poda tener empleos que nunca tendra de

    este lado, y haba visto que los sordos estadunidenses hacan cosas tan

    sencillas que por la discriminacin parecan increbles en Mxico, como

    conducir un coche.

    Gernimo era un migrante que no slo buscaba salir de la pobreza.

    Tambin le interesaba vivir.

    38

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Diez

    10 Mientras decida qu hacer con su vida, ahora que era mayor de edad,

    Gernimo fue a tramitar su cartilla de servicio a la oficina de recluta

    miento de la Sptima Zona Militar en Monterrey. El 13 de agosto de 1971,

    el teniente coronel de infantera, Alejandro Snchez Martnez, determin

    as su situacin ante la milicia mexicana:

    Jernimo [sic] Gonzlez Garza, se encuentra intil para el Servicio Militar

    Nacional, por padecer: sordomudez [sic], enfermedad registrada en la Tabla

    de Enfermedades y Defectos Fsicos anexa a la Ley del Servicio Militar Na

    cional, con el nmero 8, perteneciente al Grupo C, segn certificado mdico

    expedido por el Hospital Militar Regional de esta Plaza. De conformidad con

    el Oficio Superior 21935 de fecha 6 de julio de 1948, los intiles no estn

    obligados a visar sus cartillas.

    Semanas despus, Gernimo volvi a cruzar la frontera. Sali de la

    casa de sus padres con unos tacos de harina que le prepar su mam

    Mara de Jess para el camino y con la decisin de no volver a Mxico en

    un buen rato.

    Ahora el viaje sera ms all, mucho ms all de ese antiguo territorio

    de Mxico que ahora se llama Texas.

    39

  • 41

    De izquierda a derecha: Gernimo, Leobardo y Germn

  • i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Once

    11 Fue un viaje de varios das, muy lento, por el caluroso noroeste mexica

    no. Gernimo, acompaado de nuevo por Leobardo y Germn, viaj en

    autobs de Monterrey a Torren, Coahuila, de ah a Ciudad Jurez y as

    hasta llegar a Tijuana, por las carreteras rectas de Sonora, a largos ratos

    desoladas. Por Tijuana cruz a California. Iban a Los ngeles atrados por

    una noticia que les haba llegado de buena fuente: all estaba un grupo

    de jvenes sordos mexicanos bien instalado, que organizaba caravanas

    por todo Estados Unidos. Una especie de comuna mvil, muy ad hoc con el

    momento hippie enmarcado por la guerra de Vietnam.

    La historia result cierta. Apenas llegaron, la comuna los acogi y en

    poco tiempo estaban viajando en vans desvencijadas, primero por ciuda

    des y pueblos del oeste estadunidense, luego atravesaron el pas, hasta

    que llegaron a Nueva York. Eran unos jvenes emocionados, de rostros

    barbados como revolucionarios cubanos, que viajaban apretujados y mi

    raban de reojo, por las ventanillas, su nuevo pas, mientras conversaban

    con las manos y con algaraba.

    Algunas veces los diriga un sordo pionero que ya haba estado antes

    en el pueblo o en la ciudad visitada. l indicaba a qu lugar haba que ir

    a dormir hechos bola y en qu zona vala la pena ponerse a vender ar

    tilugios o buscar algn trabajo de campo, comercial, incluso industrial, si

    es que se los daban. Permanecan equis tiempo y despus emprendan la

    marcha de nuevo.

    Algunos sordos del grupo conseguan buenos empleos en maquilado

    ras y abandonaban la caravana, pero eran los menos. Los sordos sin pape

    les competan con los obreros estadunidenses y con los obreros migran

    tes, tambin sin papeles, pero oyentes. Llevaban la de perder.

    41

  • 43

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Aunque la venta de juguetes en plazas y parques pblicos era su ac

    tividad principal, Gernimo sola conseguir trabajos como albail, car

    pintero o tablajero. Otras veces, ninguno de los viajeros conoca el sitio

    recin arribado, pero llevaban consejos de otros sordos mexicanos que

    haban pasado por ah: los lugares que tenan que evitar porque haba

    vendedores sordos estadunidenses o bien a cules ir porque encontraran

    gente dispuesta a darles un dlar a cambio de un artilugio y un carioso

    mensaje en lenguaje de seas.

    Luego reanudaban el viaje en busca de un nuevo sitio donde aterrizar.

    Si les iba bien, enviaban dinero a sus padres o a sus hijos o se compraban

    ropa bonita o se daban una buena comilona. La caravana tambin iba

    dejando sordos cansados, que se frustraban y caan en el alcoholismo

    o que desaparecan con sus hombros heridos de viajeros. No se volva a

    saber ms de ellos.

    Gernimo, Germn y Leobardo eran felices viajando. En sus andanzas

    se relacionaban, sobre todo con otros sordos, pero tambin conocan mi

    grantes mexicanos oyentes, desplazados de Oaxaca, Puebla y Guerrero. Si

    haba modo, Gernimo platicaba con ellos sobre la siembra, con la idea

    de volver un da a Mxico, a trabajar las tierras yermas de su familia, en

    Rancho Nuevo.

    Hubo un momento en que la caravana se detuvo y cada quien se ins

    tal por su cuenta. Gernimo regres a San Antonio tras enamorarse en

    Atlanta. Leobardo tambin se instal en tierras texanas, mientras que

    Germn prefiri Carolina del Norte. La relacin entre los tres permaneci

    firme.

    Gernimo, una vez instalado en San Antonio, regres a Monterrey en

    un viaje relmpago por Graciela, su hermana sorda, para incluirla tam

    bin en el sueo americano.

    42

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Doce

    12 Gernimo no se rob a su hermana Graciela, pero la familia no estaba se

    gura de que fuera correcto que una joven sorda partiera a Estados Unidos,

    as noms, a la aventura, aunque fuera con su hermano. En Monterrey,

    Graciela se dedicaba a coser vestidos para fiestas de quince aos y bodas

    en la casa de sus padres.

    Guadalupe y su esposa Mara de Jess despidieron a su hija Graciela

    con el ceo fruncido. Graciela se fue a Estados Unidos y con el paso del

    tiempo se enamor de Germn. Se cas con el amigo de su hermano Ge

    rnimo y ambos hicieron su vida en Carolina del Norte. De llevar una vida

    enclaustrada entre telas y vestidos, Graciela se convirti en una autntica

    nmada que le ha dado ms de una vuelta completa a Estados Unidos,

    vendiendo llaveros y juguetes.

    A diferencia de Gernimo, Graciela nunca ha dejado de recorrer el pas

    haciendo ese trabajo. Ahora se enfoca en los eventos de la Serie nascar

    (National Association for Stock Car Auto Racing), una organizacin esta

    dunidense que organiza las carreras de automviles de serie ms concu

    rridas del pas.

    Trece

    13 En febrero de 2011 mi ta Graciela, quien es catlica prcticante, viaj a la

    ciudad de Mxico para participar en la peregrinacin anual de los sordos

    mexicanos que se hace ao con ao desde la iglesia de San Judas Tadeo

    hasta la baslica de Guadalupe.

    43

  • 45

    Despus de ese viaje parti al Mardi Gras, carnaval celebrado en Nuevo

    Orleans, uno de los eventos preferidos por los sordos estadunidenses para

    vender llaveros y juguetes debido a la fama de generosos que tienen los

    asistentes al festejo que ocurre entre el 4 de febrero y el 9 de marzo. Otro

    de los sitios de buena fama entre los vendedores sordos es Los ngeles y

    sus calles; en contraste, el peor sitio de Estados Unidos para ellos es Nue

    va York, una ciudad imparable, indiferente a todo.

    Acompa a mi ta durante la peregrinacin a la baslica de Guadalupe.

    Tambin se sum Guillermo Osorno, quien public en los das siguientes

    en El Universal, una crnica de ese recorrido, con el ttulo Coro de sordos.

    Mientras caminbamos por el peregrindromo, Ana Lilia Sekiguchi se

    nos acerc a ofrecernos protector para el sol. Era una de las organizado

    ras de la peregrinacin y le pregunt si los sordos deban adaptarse a la

    sociedad o la sociedad deba adaptarse a los sordos.

    Hay que cambiar la pregunta. Lo mejor sera que nada ms hablramos

    de comunicarnos, con eso empezaramos a hacer algo diferente respondi.

    Ana Lilia, adems de maestra, es madre de un joven y una nia, ambos

    sordos de nacimiento.

    La gente debera saber por lo menos unas cuantas palabras en len

    guaje de seas, no crees? le dije.

    Exacto. Si t vieras lo que pasa en la prepa donde estudia mi hijo:

    los compaeros de Gamaliel, que saben dos o tres palabras en lengua de

    seas y el abecedario, cmo se comunican con l. Y l se puede quedar a

    veces solo en clases y todo, pero por lo regular yo voy a interpretarle por

    que adems no tenemos esa facilidad con l, no hay intrpretes.

    T vas a sus clases?

    S, yo voy a las clases a interpretarle lo que dicen los maestros.

    Pens que haba una clase especial para sordos, un bachillerato es

    pecial.

  • i. Un vaquero cruza la frontera en silencioUn vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    No, de hecho fue muy complicado conseguirle a Gamaliel una prepa

    ratoria fuera del mbito. Y pues por necesidad, Gamaliel se integr al Tec

    de Monterrey, y ha sido muy complicado pues la metodologa la hemos

    ido armando nosotros, entre l y yo. Ha sido a ver cmo te pongo esta

    sea porque adems no hay tantas seas.

    El lenguaje de seas mexicano tiene muchos cals regionales Por

    ejemplo, mi to Gernimo dice Monterrey as [me toco el codo]. As es

    Monterrey tambin para ti?

    Monterrey es as para m [Ana Lilia hace sea con tres dedos mo

    vindose en la frente]. Se llaman regionalismos. La lengua de seas es

    toda una lengua, o sea, es un idioma completo. Como idioma tiene na

    cionalismos, regionalismos, extranjerismos. Entonces, te puedo contar de

    algunos. Por ejemplo embarazada es as [hace sea como indicando un

    vientre], pero ahora lo han hecho as [hace sea con el brazo izquierdo

    flexionado y moviendo la mano derecha simulando una panza]. Pero es

    un extranjerismo, lo han copiado de Estados Unidos!

    Va evolucionando muchsimo, no?

    Exacto, exacto, como todo idioma, va evolucionando, se va mejoran

    do. Antes se usaba espaol signado, hablaban con las frases con, en y as

    iban pero era muy lento. Entonces ellos (los sordos) se reunieron como

    comunidad y dijeron: vamos a quitarles tantos movimientos, vamos a ha

    cer algo que se llame lengua de seas. Y hay lengua de seas mexicana,

    americana, libans, pakistan, japons

    El pas ms tolerante con los sordos es Estados Unidos?

    Pues mira, entre s. Estados Unidos les tiene intrpretes certifica

    dos, el gobierno les da intrpretes. O sea, si Gamaliel estuviera en Esta

    dos Unidos, bueno ya con decirte, ni siquiera tendra un intrprete, para

    empezar, tienen una escuela especial donde tendra su intrprete. Eso lo

    dara el gobierno, no tendran que ser recursos de los paps.

    4545

  • 47

    Gernimo construyendo su casa en las afueras de San Antonio, Texas.

    46

  • i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Mi ta Graciela y mi to Gernimo se fueron de mojados a Estados

    Unidos justo porque aqu noms no haba cmo

    Exacto, no hay.

    No haba oportunidad. Sus paps, mis abuelos, son personas muy

    trabajadoras, pero del campo, con poca instruccin Pero t que tenas

    educacin pudiste ayudar ms a tus hijos

    Yo estudi educacin especial precisamente porque tengo a los dos

    nios sordos. Cuando supe que la nia tambin era sorda, dije: No, a ver,

    qu voy a hacer? Y aqu en Mxico haces todo un peregrinar para las

    cosas ms simples: vas a un hospital y no te dicen nada, vas a otro hospi

    tal y te dicen otras cosas, no te dan como expectativas y eso como que no

    est bien. Tambin mi rea es mdica, pero en la educacin especial y

    pues como van, han ido saliendo adelante.

    Y la expectativa que tienes es que Gamaliel termine la prepa y des

    pus estudie algo ms?

    Gamaliel est en la prepa porque l su expectativa era la universi

    dad. Cuando me dijo eso, le contest que tena que pasar por la prepa, y

    por una prepa con oyentes tena que ser. Y l me deca: No, yo quiero ir

    directo a la universidad, a la univesidad de Gallaudet, en Washington, una

    universidad exclusiva para sordos. La nica en el mundo. Me imagino

    que la conoces?

    No Y cmo le vas a hacer para que se vaya para all?

    No tengo la menor idea. As como no tena la menor idea de cmo iba

    a entrar al Tec y ahorita est en el cuarto semestre.

    47

  • 49

  • i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Catorce

    14 Pasaron diez aos para que Gernimo, Germn y Leobardo regularizaran

    su situacin migratoria. A principios de los ochenta se beneficiaron de le

    yes especiales y dejaron de ser indocumentados en Estados Unidos, som

    bras fugitivas. Gernimo adquiri la ciudadana estadunidense despus

    de que se cas con su actual esposa, Ana, a la que durante la gira hippie

    conoci en Atlanta en una fiesta celebrada en una discoteca exclusiva

    para sordos. Ana, rubia, de cuerpo atltico y sorda de nacimiento, tuvo

    una educacin distinta a la de Gernimo y aprendi desde nia a hablar

    el lenguaje de seas. La comunicacin entre ambos se dio rpidamente

    porque Ana hablaba muy bien el lenguaje de seas mexicano.

    Podra pensarse que hay un solo lenguaje de seas para todos los

    sordos del mundo, pero no es as. Hay bastantes diferencias entre el de

    un pas y otro. Los sordos gringos hablan el Ameslan (American Signal

    Language), donde cada letra tiene una representacin particular con las

    manos, y varios movimientos forman una palabra y muchos ms una

    oracin. El de los sordos mexicanos, adems, cuenta con su propio cal

    regional: un sordo regiomontano no habla igual que un sordo maya.

    En los setenta y ochenta, los sordos migrantes mexicanos se estaban

    beneficiando de un movimiento de orgullo sordo estadunidense que rei

    vindicaba la lengua de seas, aunque esto Gernimo no lo supo, porque

    su vida de migrante estaba lejos del movimiento intelectual sordo ame

    ricano. Por esos aos se promovieron en Estados Unidos obras de tea

    tro, libros, programas de televisin y pelculas. En Star Trek, el actor sordo

    Howie Seago interpretaba a un embajador de otro planeta que era sordo

    y hablaba por seas. En Broadway se present con xito Hijos de un dios

    menor, dirigida al pblico sordo. La cspide fue la llamada revolucin de

    49

  • 51

    Gernimo con su madre y hermanas.

  • i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    los sordos que consigui que la Universidad Gallaudet, en Washington, se

    convirtiera en una escuela de altos estudios exclusiva para sordos.

    De lo que s se dio cuenta Gernimo durante aquella vida nmada que

    dur casi todos los setenta, fue que era posible cambiar la vida, incluso la

    de un sordo no rico nacido en Mxico. Cuando Gernimo lleg al otro lado

    era un ilegal, pero eso era menos dramtico que lo que le pasaba en Mxi

    co, donde la discriminacin haca que algunos lo consideraran un imbcil.

    Quince

    15 La revolucin de los sordos estadunidenses de la que se benefici Ger

    nimo y otros sordos migrantes mexicanos es retratada por el neurlo

    go y escritor Oliver Sacks, en Veo una voz: viaje al mundo de los sordos. El

    punto culminante de la revuelta fue marzo de 1988, cuando se produjo

    un autntico levantamiento de los sordos de la Universidad Gallaudet de

    Washington, quienes exigan que el nuevo rector de la institucin fuera

    un sordo, como la totalidad de los estudiantes. El jueves 10 de marzo de

    ese ao, el investigador ingls acudi a la universidad para mirar de for

    ma directa la huelga de los sordos. As describe su arribo:

    Un taxi me deja en la calle Octava frente a la universidad. Las puertas de

    entrada llevan cuarenta y ocho horas bloqueadas. Lo primero que veo es una

    multitud inmensa, nerviosa, pero alegre y cordial, de centenares de estudian

    tes que obstaculizan la entrada al campus y que llevan enseas y pancartas

    y hablan por seas entre ellos con gran animacin. Uno o dos coches policia

    les vigilan fuera con los motores en marcha, aunque parecen una presencia

    amable. Los coches que pasan tocan mucho la bocina y esto me desconcierta,

    51

  • 53

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    pero luego veo un cartel que dice: toque la bocina por un rector sordo.

    La multitud es al mismo tiempo extraamente silenciosa y estruendosa: las

    conversaciones y discursos por seas son abruptamente silenciosos, pero los

    interrumpen curiosos aplausos, un nervioso sacudir de manos por encima de

    la cabeza, acompaado de gritos y vocalizaciones agudas.

    Oliver Sacks, quien ha hecho libros sobre personas que padecen migra

    a o que han perdido una pierna en un accidente, as como de personas

    ciegas y esquizfrenicas, explica que decidi adentrarse en el mundo de

    la sordera profunda, porque el estudio de los sordos nos demuestra que

    gran parte de lo que es en nosotros caractersticamente humano (el ha

    bla, el pensamiento, la comunicacin y la cultura) no se desarrolla de un

    modo automtico, no son funciones puramente biolgicas sino tambin

    en principio funciones sociales e histricas, son el legado (el ms maravi

    lloso de todos) que una generacin transmite a otra. Y eso nos revela que

    la cultura es tan fundamental como la naturaleza.

    No slo hablamos explica para decir a los otros lo que pensamos,

    sino tambin para decrnoslo a nosotros mismos. El habla es una pieza

    del pensamiento. De acuerdo con Sacks, el sordo sin lenguaje puede ser

    en realidad como un imbcil, y de un modo particularmente cruel, porque

    la inteligencia, aunque presente y quizs abundante, permanece ence

    rrada tanto tiempo como dure la ausencia de lenguaje. El escritor cita al

    abate Sicard cuando ste hablaba de la enseanza del lenguaje de seas

    diciendo que abre las puertas de la inteligencia por primera vez.

    Segn la visin de Sacks, los sordos no se consideran impedidos, sino

    miembros de una minora lingstica y cultural que necesitan (y tienen

    realmente derecho a) estar juntos, ir juntos a clase, aprender en un len

    guaje accesible a ellos y vivir en compaa y comunidad con otros que

    son como ellos.

    52

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Antes de su visita a la insurreccin sorda de marzo de 1988, Sacks ha

    ba estado antes en la Universidad de Gallaudet, en 1986 y 1987, y en esa

    ocasin haba comprendido que la sea poda ser un lenguaje completo,

    un lenguaje igualmente apropiado para hacer el amor y hacer discur

    sos, para flirtear y para ensear matemticas. Sacks qued impresionado

    tras ver clases de filosofa y de qumica en lenguaje de seas:

    Tuve que ver funcionar un Departamento de Matemticas absolutamente

    silencioso; tuve que ver bardos sordos, poesa por seas en el campus y la

    amplitud y profundidad del teatro de Gallaudet; tuve que ver el maravilloso

    escenario social del bar de los estudiantes, con las manos volando en todas

    direcciones, cien conversaciones independientes en marcha.

    Diecisis

    16 Es abril de 1991. Gernimo ya no es nmada, se ha establecido en San An

    tonio, Texas, con sus dos hijos y su esposa Ana, aunque en este momento

    est en el corral del rancho de Los Ramones, entre vacas y becerros que

    dan vueltas en crculo, mugen o estornudan estentreamente con el sol

    de frente. Gernimo laza una vaca. Otros dos vaqueros, un primo con

    bigote de morsa y un sobrino barbado, ayudan a Gernimo para que le

    ponga en la cadera su sello mientras el animal est apersogado: las tres

    iniciales de su nombre. La vaca se cae y Gernimo, lentamente, deja que

    le caiga el ardiente trinche de fierro con las letras g.g.g. La vaca se queda

    callada. No emite sonido alguno. Ya qued marcada. Ahora sigue un bece

    rro de ojos salvajes, despus otra vaca inexpresiva. Ser una larga tarde.

    Mara, la hermana mayor de Gernimo, graba el ritual ranchero con una

    53

  • 55

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    cmara de formato vhs. Una toma montona, abierta, en la que no dejan

    de caer vacas y un vaquero silencioso las marca con su fierro ardiente.

    A partir de 1991, Gernimo empieza a cumplir su sueo de ir ms se

    guido a Mxico, de hacer la vida de vaquero que en cierta forma tuvo que

    posponer a causa de sus viajes por Estados Unidos. Quiere darle vida al

    rancho de sus padres.

    Diecisiete

    17 El rancho de mi to queda cerca de lo que aqu llamamos la Frontera Chi

    ca, la regin que comprende los municipios de Guerrero, Ciudad Mier,

    Miguel Alemn, Camargo y Daz Ordaz. Esa pequea zona forma parte

    de una frontera ms grande, integrada por ciudades y pueblos de Nuevo

    Len, Coahuila y Tamaulipas que se extienden a lo largo de un valle en

    trnsito continuo de personas, animales y cosas, donde lo que se conside

    ra legal o ilegal va y viene de Mxico a Estados Unidos, a travs de Texas.

    En este rincn tan poco conocido de Mxico se desat una guerra en

    febrero de 2010, cuando una decena de cabeceras municipales fueron ata

    cadas por hombres armados que llegaban en caravanas de camionetas

    pick-up. Cuando escribo Guerra no estoy haciendo uso de la retrica o del

    sensacionalismo para describir lo que pasa. Se trata de una guerra en serio,

    en la que ha habido masacres, desplazamientos forzados de poblacin, fo

    sas clandestinas, prisioneros, combates, leva, magnicidios, mucho dolor y

    muchas mentiras, como en cualquier guerra. Adems de muchas muertes.

    Si un da alguien decidiera guardar un minuto de silencio continuo por

    cada una de las personas asesinadas en este lugar, se quedara mudo un

    mes.

    54

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    La violencia que se desat aqu ha sido mayor que en otras zonas fron

    terizas del pas. Es mucho mayor que la de la Tijuana actual, mayor que la

    de Sonora, e incluso que la de Ciudad Jurez.

    Sin embargo, esta regin es una zona que parece no usar su voz. Del

    dolor causado por la violencia en Tijuana, Sonora y Ciudad Jurez ha na

    cido un lenguaje propio. Un lenguaje a veces hasta poderoso, que se oye a

    travs de constantes reportajes hechos por periodistas nativos o llegados

    de fuera, o bien de novelas que cuentan la vida ntima de esas zonas.

    Ac en la frontera noreste no pasa eso.

    Bajo la atmsfera que prevalece ni siquiera es posible hacer diarismo

    de forma adecuada. De la realidad amenazante, la que se topan todos

    los das los reporteros locales, han quedado como constancia trgica los

    ataques con granadas a instalaciones de peridicos, as como el asesinato

    y la desaparicin de periodistas. Sin embargo, gran parte de las intimida

    ciones no se conocen, ni siquiera aparecen en los registros de los organis

    mos internacionales que han abierto oficinas en la ciudad de Mxico los

    ltimos aos, alarmados por el aumento de las agresiones a la libertad

    de expresin.

    La frontera noreste de Mxico carece de un lenguaje propio en estos

    tiempos de guerra. Y sin lenguaje, la libertad queda mucho ms lejos. El

    lenguaje es lo que hace posible el pensamiento, marca la diferencia entre

    lo que es humano y lo que no lo es. El lenguaje devela misterios.

    Pero la frontera noreste no puede hablar.

    55

  • 57

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    Dieciocho

    18 La nueva sede de la comandancia de la polica de Los Ramones, Nuevo

    Len, donde est el rancho de Gernimo, fue inaugurada a mediados de

    julio de 2010, en plena guerra. Entre tierra dura, rodeado por una cerca

    de aluminio, las autoridades construyeron un edificio de una sola planta,

    pintado de blanco con algunas rayas naranjas, para que operara la fuerza

    de seguridad pblica local. Tres das despus, el viernes 22, poco antes de

    las nueve de esa noche, cinco camionetas se estacionaron enfrente. Baj

    una decena de hombres que tomaron suficiente distancia para que las

    balas no rebotaran cuando empezaron a descargar el contenido de los ri

    fles que llevaban. Quin sabe cuntos disparos hicieron. La balacera dur

    veinte minutos y se lanzaron por lo menos cinco granadas. La fachada

    principal del edificio nuevo qued como queso gruyre y la corporacin

    entendi el mensaje: a partir de ese da la polica municipal de Los Ramo

    nes desapareci.

    Gernimo estaba a unos kilmetros de ah, revisando el techo de una

    bodega de forraje para animales, algo deteriorada debido a la poca acti

    vidad del rancho que hered de sus padres y que desde los noventa ha

    tratado de levantar. Algunas veces me ha tocado acompaarlo. Hacemos

    largos recorridos silenciosos. Trato de imaginar lo que Gernimo piensa

    sobre estos tiempos con tanto ruido.

    Aquella balacera contra la comandancia municipal de Los Ramones se

    oy a varios kilmetros a la distancia. Hay quienes dicen que se hicieron

    mil tiros. Gernimo no la escuch.

    Dos meses despus del ataque a la comandancia, converso con Ger

    nimo en el comedor de su casa de San Antonio. Es una noche muy tran

    quila, aunque afuera se oye una tromba y por la ventana de la cocina se

    56

  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    mira el zigzagueo de unos rayos en el cielo. Le pregunto sobre la violencia

    en las carreteras y los pueblos por los que conduce. Me contesta que al

    gunos rancheros le han contado de desapariciones forzadas de personas,

    de ranchos abandonados empleados como campos de entrenamiento de

    sicarios, de militares arrasando rancheras y otras cosas que ocurren en

    los alrededores, pero que l no presta demasiado inters en ello. Su filoso

    fa es que si algo no tiene solucin, entonces ni siquiera es un problema.

    Gernimo est en contra de la legalizacin de las drogas como la

    abrumadora mayora de los habitantes de Texas porque cree que los ni

    os haran suya esa adiccin y todo se vendra abajo. No le caen bien

    los sabihondos que la promueven como la solucin. Gernimo es un

    texano en eso y otras cosas ms. Sabe disparar un rifle, y supongo que

    no dudara en usarlo si se viera amenazado durante uno de sus viajes en

    carretera entre Monterrey y San Antonio. Le planteo esa posibilidad y me

    responde sealando una herradura colgada en la pared de su casa. Est

    algo oxidada, pero veo que tiene inscritas las letras g.g.g., las iniciales de

    su nombre. Como muchos de aqu, Gernimo cree que el calzado de los

    caballos es un amuleto para la buena suerte. La supersticin vive un auge

    en la frontera. Quizs es necesaria para no ser sorprendido por la barba

    rie, para no ser parte de ella tambin.

    Gernimo me explica que para l no todo se trata de fuerza. Siempre

    habr alguien mejor que t para disparar o alguien tendr una mejor

    arma que la tuya. Lo importante es que t tengas la razn en lo que haces

    y que no la sacrifiques por la fuerza.

    57

  • 59

    Gernimo y su esposa Ana, recin casados.

  • i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    Diecinueve

    19 En la mesa hay pur de papa, tocino crujiente, arroz y pavo. Bebemos t

    helado. Antes de sentarnos a comer en el da de Accin de Gracias, que

    este 2010 toc que fuera el 25 de noviembre, Gernimo se pas la tarde

    arreglando el techo de la casa que construy con sus propias manos hace

    ventids aos en las afueras de San Antonio. Gernimo puso tambin por

    la maana un barandal nuevo alrededor de la fachada principal y en la

    parte trasera agreg un cobertizo al garaje.

    Platicamos de esos arreglos a la vivienda donde vive junto con su es

    posa Ana y una pequea manada de perros chihuahueos. Entre los mi

    nsculos e inquietos animales el consentido es Dumb. Dumb tonto es

    tambin la forma en la que antes se les llamaba a los sordos en Estados

    Unidos.

    El plan de Gernimo es hacer la mayor cantidad de arreglos que pueda

    a la casa donde vive. Luego quiere venderla y comprar una ms pequea

    y barata en el centro de la ciudad, adonde se mudar con su esposa Ana.

    Quin sabe qu pasar con las mascotas. Con el dinero que le quede de

    la venta, Gernimo planea comprar otra casa, arreglarla y luego venderla

    ms cara. Hace unos das, Gernimo y su hijo mayor que tambin se

    llama Gernimo, aunque todos le dicen Nimo encontraron una vivienda

    muy descompuesta, pero bien ubicada, que se venda en treinta y cinco

    mil dlares. El sitio ideal para el plan de jubilacin de Gernimo. Fueron

    al banco a conseguir el dinero, pero en lo que cumplan los requisitos,

    alguien se les adelant y compr la casa vieja.

    El otro hijo de Gernimo se llama Guadalupe y le dicen Lupi. Es un

    veinteaero que vive en Austin, dibuja estupendos cmics estilo japons

    en sus ratos libres y trabaja con Nimo colocando escritorios y alfombras

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  • 61

    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    en las oficinas de las agencias de seguridad estadunidenses a lo largo de

    la frontera. La mayora de las cosas que platico con Gernimo tienen que

    ser traducidas por su hijo Nimo, porque no s hablar el lenguaje de seas.

    Tanto Nimo como Lupi oyen y hablan perfecto ingls, aunque el espaol

    les cuesta un poco de trabajo.

    En el comedor est enmarcado el Padre Nuestro en Lenguaje de Seas

    y platos que recuerdan los viajes de Gernimo. Platos de Arizona, Caro

    lina del Norte, Georgia, Indiana, Florida, Nebraska, Kentucky, Oklahoma,

    Missouri, Texas, Nuevo Mxico, Washington, Las Vegas, Myrtle Beach,

    Alabama, Hawai... Un televisor enorme est encendido en la sala, con el

    Western Channel sintonizado. Gernimo se va para all, se quita las botas

    vaqueras y se sienta a ver una pelcula de John Wayne. Salgo con Lupi a

    disparar un rifle en el monte. Es un 22, la sensacin de la bala que parece

    salir de tu pecho es peligrosamente aliviadora: te da cierto poder, vaca

    tu miedo.

    Regreso y ha cado la oscuridad total en el valle.

    Me siento de nuevo a platicar con Gernimo. He convivido con personas

    sordas desde que soy nio y los que conozco no paran de hablar. Ape

    nas los ves y estn relatando una historia tras otra, o preguntando cosas.

    Sin embargo, creo que si Gernimo pudiera usar sus cuerdas vocales para

    hablar, hablara poco. Es parco, como muchos paisajes de la frontera. En

    general, habla slo lo necesario. Le cuento que estoy residiendo una tem

    porada en Nueva York y que quiero saber qu piensa de Estados Unidos,

    ya que tengo sentimientos encontrados. Me dice que l se enter de lo

    que sucedi en las Torres Gemelas y no lo crea, que no ha querido ver las

    imgenes de los aviones estrellndose contra los edificios, que en Estados

    Unidos no hay tanto racismo como se dice, aunque recuerda a un sordo

    mexicano asesinado en Virginia por una de esas pandillas de negros que

    acosan a los latinos: su amigo se top con ellos en la calle y lo insultaron

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  • Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    i. Un vaquero cruza la frontera en silencio

    sin saber que era sordo y no poda escucharlos. Lo golpearon hasta que

    muri. Me dice que en Estados Unidos tratan mejor a los sordos que en

    Mxico, aunque ha sabido que ahora hay empresas grandes en Monte

    rrey, como Gamesa y Whirlpool, que dan empleos a sordos, y que en San

    ta Catarina, Nuevo Len, el gobierno puso una escuela tcnica exclusiva

    para sordos. Pero que, por mucho, Estados Unidos es el mejor pas para los

    sordos. Que en Las Vegas hubo del 18 al 23 de julio de 2010 un Congreso

    Mundial de Sordos. Sesenta mil sordos venidos de todo el mundo: sordos

    de la India, sordos africanos, sordos de Francia, de cualquier lugar que te

    imagines. Que quiso ir pero no pudo porque tena trabajo, aunque su her

    mana Graciela s fue y le platic despus sobre aquello, una cosa increble,

    maravillosa. Que tambin hubo un concurso de belleza, Miss Deaf Inter

    national, para escoger a la sorda ms bella del mundo. Que gan una sor

    da de Blgica, alta y delgada, con el pelo del color de la hierba amarilla, en

    segundo qued una chica de Sudfrica, despus una triguea de Lituania

    (que por las fotos que vio, para l era la que mereca ganar), y en cuarto y

    quinto lugares, una de Irn y una de Brasil. Que admira a Estados Unidos.

    Que George W. Bush y Barack Obama no le importan.

    Luego toco un tema medio escabroso: el de los Paoletti, la familia de

    sordos mexicanos de ascendencia italiana que fue detenida y procesada

    en julio de 1997 en Nueva York por dirigir una red que se encargaba de

    traer sordos mexicanos a Estados Unidos y los pona a trabajar vendiendo

    llaveros en las calles. Gernimo me dice que por supuesto supo de ese caso

    que le dio la vuelta al mundo. Que los Paoletti tenan fama de maltratar

    a los sordos. Le comento que varios profesores sordos del Distrito Federal

    me dijeron que ellos crean que en realidad el operativo contra los sordos

    mexicanos tena como finalidad persuadir a los sordos mexicanos para

    que no se vinieran a Estados Unidos a trabajar ilegalmente. Que activistas

    sordos que entrevist en el Distrito Federal me dijeron que por supuesto

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    Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

    que los sordos migrantes vivan en condiciones infrahumanas, como las

    que exhibi The New York Times en unas fotos de una de sus portadas, don-

    de se vean camas y colchonetas amonontonadas en diminutos espacios,

    pero que estas condiciones infrahumanas son las que suelen tener mu

    chos migrantes mexicanos, sean sordos o no, cuan do llegan a Estados Uni

    dos. Gernimo dice que l no sabe qu decir, que la familia Paoletti tena

    mala fama desde antes de que pasara todo lo que pas. Que por suerte, l

    tuvo la posibilidad de salir adelante en Estados Unidos. Que lo que l sabe

    es que los Paoletti fueron juzgados, y al parecer ya estn por salir y se dice

    que contarn su versin de las cosas en un libro preparado en todos estos

    das transcurridos en prisiones mexicanas y estadunidenses. Que habr

    que leer ese libro para conocer su versin.

    Veinte

    20 Gernimo estaciona su cam