La Historia de La Fe en JC

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CRISTOLOGÍA Y SOTERIOLOGÍA 5. La historia de la fe en Jesucristo. 5.1. El lenguaje cristológico. Con la Cristología tenemos el origen de la Cristología y al mismo tiempo el contenido: vida, muerte y resurrección de Jesucristo. La experiencia pascual y la resurrección de Jesucristo es el fundamento de la Cristología. A partir de la experiencia pascual se hace una explicitación de la cristología. La pascua es el principio histórico de la cristología, sin ésta y sin la lectura a partir de este acontecimiento los acontecimientos anteriores de la vida de Jesús, no podía ser posible una explicitación de la fe en Jesucristo. La explicitación supone transportar en el lenguaje la fe vivida. 5.2. Historia de la fe en Jesucristo: la tradición. Es importante recuperar el sentido de la palabra tradición. Es el acto de trasmitir a los otros la experiencia vivida; de ahí que es importante encontrar un lenguaje de esa experiencia vivida. Dos momentos de la tradición. a. Momento de la tradición fundante: Período del NT hasta el período apostólico. b. Momento de la tradición consecuente: Tradición posterior que sigue a ese momento fundante. El NT constituye el punto de referencia básica para toda tradición subsiguiente. Momento de la tradición fundante. La pascua tuvo un papel decisivo para la Cristología. De ahí que la pascua no se puede desvincular de su conjunto: la serie de acontecimientos y experiencias vividas alrededor de ella. Lo acontecido con Jesús tiene que abarcar a los otros hermanos. Él no es solo, él es con los hermanos. Plenitud final-Parusia: la tensión entre lo que emerge con Jesús y la historia humana como totalidad, forma parte de la experiencia pascual. A partir de la experiencia pascual van a explicitar la persona de Jesús. Qué significó para la vida humana la persona de Jesús. Lo que la comunidad transmite no es una teoría o una doctrina, sino una persona, una experiencia para que otros puedan vivenciar también. El centro de la tradición no es una idea, la verdad que transmite no es una teoría; es una vida, una praxis, una manera de ser y de existir. Conocer a Jesús no es simplemente saber, sino amar y adherirse a Él. Títulos Cristológicos. Primeras nominaciones de las comunidades: Jesús es el Mesías, el Cristo, el Salvador, el Hijo del Hombre. Los títulos de alguna forma son perspectivas o puntos de vistas parciales sobre la vida de Jesús, pero que ayudan a entender a Jesús.

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CRISTOLOGA Y SOTERIOLOGA

CRISTOLOGA Y SOTERIOLOGA

5. La historia de la fe en Jesucristo.

5.1. El lenguaje cristolgico.

Con la Cristologa tenemos el origen de la Cristologa y al mismo tiempo el contenido: vida, muerte y resurreccin de Jesucristo. La experiencia pascual y la resurreccin de Jesucristo es el fundamento de la Cristologa. A partir de la experiencia pascual se hace una explicitacin de la cristologa. La pascua es el principio histrico de la cristologa, sin sta y sin la lectura a partir de este acontecimiento los acontecimientos anteriores de la vida de Jess, no poda ser posible una explicitacin de la fe en Jesucristo.

La explicitacin supone transportar en el lenguaje la fe vivida.

5.2. Historia de la fe en Jesucristo: la tradicin.

Es importante recuperar el sentido de la palabra tradicin. Es el acto de trasmitir a los otros la experiencia vivida; de ah que es importante encontrar un lenguaje de esa experiencia vivida. Dos momentos de la tradicin.

a. Momento de la tradicin fundante: Perodo del NT hasta el perodo apostlico.

b. Momento de la tradicin consecuente: Tradicin posterior que sigue a ese momento fundante. El NT constituye el punto de referencia bsica para toda tradicin subsiguiente.

Momento de la tradicin fundante.La pascua tuvo un papel decisivo para la Cristologa. De ah que la pascua no se puede desvincular de su conjunto: la serie de acontecimientos y experiencias vividas alrededor de ella. Lo acontecido con Jess tiene que abarcar a los otros hermanos. l no es solo, l es con los hermanos.

Plenitud final-Parusia: la tensin entre lo que emerge con Jess y la historia humana como totalidad, forma parte de la experiencia pascual.

A partir de la experiencia pascual van a explicitar la persona de Jess. Qu signific para la vida humana la persona de Jess. Lo que la comunidad transmite no es una teora o una doctrina, sino una persona, una experiencia para que otros puedan vivenciar tambin. El centro de la tradicin no es una idea, la verdad que transmite no es una teora; es una vida, una praxis, una manera de ser y de existir. Conocer a Jess no es simplemente saber, sino amar y adherirse a l.

Ttulos Cristolgicos.

Primeras nominaciones de las comunidades: Jess es el Mesas, el Cristo, el Salvador, el Hijo del Hombre. Los ttulos de alguna forma son perspectivas o puntos de vistas parciales sobre la vida de Jess, pero que ayudan a entender a Jess.

Jess es Seor: es reconocer el estatuto nuevo inaugurado por Jess en su resurreccin. Jess es entronizado, es una manera de decir que l tiene poder y autoridad. El es el Seor de la comunidad que merece todo honor, l es quien tiene poder y a quien la comunidad se dona. Este ttulo coloca a Jess a la altura de Dios.

La comunidad trata de explicitar en estos ttulos la pregunta cristolgica y lo que significa para la comunidad (sentido y funcin). Cuando dicen que Jess es el mediador de la salvacin, lo estn expresando una funcin de Jess. Jess est presente en la creacin y la misma creacin se puede ver ahora a partir de la vida resucitada de Jess como nueva creacin.

Hijo del Padre: Este ttulo apunta al ser de Jess. El ser Hijo, no supone cualquier hijo; sino Jess es el nico Hijo. Apunta a la dimensin ontolgica de Jess.

Logos/Palabra de Dios: Ttulo que sita a Jess en relacin a Dios. Otros ttulos como: Nuevo Adn, Primognito de entre los muertos, etc.

Criterios para analizar los puntos.

La vida de Jess es el criterio para decir que es lo que significa ser Mesas, Seor y Siervo. No es el ttulo que ayuda a comprender la vida de Jess, sino a partir de la vida de Jess es que se da el sentido a los ttulos.

El ttulo de Seor: para Jess slo aquel que sirve es Seor. El criterio para configurar los ttulos es la vida de Jess.

Momento de la tradicin consecuente.

Se trata de comprender que la experiencia cristiana alrededor de la resurreccin de Jess, necesariamente tena que ser explicitada y formulada de modo a ser trasmitida a los otros.

Pocos aos despus de la muerte de Jess, la experiencia cristiana va a ultrapasar las fronteras de Israel para transportarse a un universo cultural helenstico. Eso va suponer tambin mudar de lenguaje para ser comprendida, pero al mismo tiempo manteniendo fidelidad a la experiencia. De ah que no es una preocupacin, en primer lugar, de una deduccin lgica como historia de las ideas Cristolgicas, sino cmo traducir en ese otro universo cultural la historia vivida con Jess resucitado.

Los Santos Padres recurrirn a un tipo de argumentacin de alcance salvfico. Especulaban de esta forma: Si Jess no se hiciera tan humano como nosotros, no seriamos salvos. Todo aquello que no es asumido, no es redimido (argumento soteriolgico). Pero esta especulacin que los santos Padres hacen est en funcin de la experiencia. En todo este proceso est en juego la experiencia vivida y cmo protegerla.

La transposicin para otro universo cultural es traducirla en lenguaje y paradigmas diferentes. Esta mudanza necesariamente debe generar conflictos, ambigedades y enfrentamientos. En ese sentido es importante el papel de las herejas, ya que son inevitables en todo ese proceso. La hereja no es otra cosa que la fuerte acentuacin de un aspecto de una totalidad; desequilibra cuando se torna tan unilateral dentro del conjunto.

5.2.1. Historia de las ideas Cristolgicas.

Ante todo hay que tener en cuenta que los concilios no tena otro objetivo que salvaguardar la experiencia de fe vivida y promoverla. No tena nada de doctrinal como se pens despus de los concilios.

5.2.1.1. Perspectivas ante los Concilios. Se trata de situarla ante la compleja evolucin de la experiencia cristiana, en s misma. La pregunta por el quin es Jess (Cristologa) y lo que significa para la comunidad (soteriologa).

Evoluciones en cuanto a las tensiones de la experiencia cristiana levantada dentro del judasmo tradicional; aquello no caba ms dentro de la experiencia de Israel.

El pasaje del judasmo al helenismo; pasaje de un universo cultural a otro no poda ser sin conflictos. Es inadmisible para el mundo griego decir que Jess es el Hijo de Dios; porque para ellos espritu y materia no pueden mezclarse. Comenzar a elaborar un lenguaje que responda a la experiencia llev mucho trabajo.

Al entrar en la cultura helnica, el cristianismo la misma cultura helnica; oblig a las palabras a decir lo que ellos no decan, darle otro significado. Si el lenguaje cristolgico se heleniz es precisamente para des-helenizar la fe. Esto es enteramente inculturacin; se trata de entrar en la cosmovisin de la cultura, conocerla, asumirla y respetarla.

Otro problema innegable es el poder poltico. La expansin del cristianismo fue de manos dadas con el poder poltico. Muchos de los concilios fueron convocados por los emperadores y no por los papas.

Aqu entra tambin la importancia de las herejas, en cuanto que ella captaba la verdad de los puntos en cuestin. En el calor de la polmica no se distingua lo errado y verdadero.

Se perfila la tradicin que se va imponiendo; se consolida la conciencia de reconocer lo que era de peculiar en lo que la Iglesia viva. La tradicin abarcaba la experiencia vivida, la celebracin litrgica y tambin la formulacin de dogmas, sin considerar como la nica tradicin.

5.2.1.2. Intencin de los concilios.

La intencin de los concilios se basaba en el esfuerzo de transmitir en otro lenguaje la experiencia vivida de la comunidad y el lenguaje de las Escrituras. Se trata de hacer una lectura rigurosa de la experiencia al formularla en un lenguaje filosfico. Los concilios tienen como finalidad proteger la experiencia de fe de la comunidad. As se explica que los primeros concilios formulan la fe dentro de la categora de smbolos y confesin de fe. El criterio de ese proceso de reflexin es la misma Escritura.

Argumento soteriolgico: Qu significacin tiene Jess para nuestra experiencia. Jess nos salv en la medida en que l vivi una vida plenamente humana y que no se haya desdoblado a los condicionamientos. Se trata de vivir la experiencia humana de otro modo. Es por eso que nos salva de la esclavitud del pecado. Salvacin es haber devuelto a la vida humana a su belleza; es decir, al hombre como imagen de Dios. Jess devuelve al ser humano el rostro que tena.

5.2.1.3. Crtica a los concilios, sus lmites.

Fueron obligados a traducir la experiencia del Evangelio, que se formulaba en categoras personales, en categoras filosficas impersonales. Ejemplo de categora personal: Para comprender a Jess, el NT usa el trmino Hijo para significar la relacin de filiacin (Abb). Ejemplo de categora abstracta: Naturaleza divina. Es muy diferente decir que Jess pas por nuestra experiencia humana referida a Dios y otra cosa decir que l tiene naturaleza humana.

La pregunta de quien era Jess para nuestra experiencia era una cuestin existencial. Que despus se pas a un plano especulativo (intelectual). Se trata de ver cmo lo humano y lo divino pueda comprenderse en Jess. Es una cuestin paradjica que la fe cristiana mantenga unida las dos realidades, ya que lgicamente se excluyen. Es el carcter antittico de la fe.

5.2.2. Antecedentes al concilio de Nicea.

Es un concilio cristolgico y trinitario simultneamente.

Alrededor del concilio de Nicea est en juego la verdad de la filiacin divina de Jess. La comunidad eclesial haba convivido con la persona de Jess; lo que significa que hay una innegable condicin humana de Jess; es la experiencia bsica. Pero al mismo tiempo haba indicio en la propia vida humana de Jess, una vida en exceso, la experiencia nica con el Padre que se vea en la manera de comportarse. Todo eso apuntaba a una lnea de diferente que se explicita en la resurreccin; se trata de la trascendencia de Jess.

El problema surge cuando se traduce ese anuncio al lenguaje helnico: dnde y cmo situar su relacin con Dios, qu papel l desempea. Aqu entra tambin toda una cuestin cultural.

Docetismo: La primera tentativa antes del concilio es separar entre Jess y el Cristo. Jess de Nazaret es uno y Cristo es otro; era la tentacin del docetismo. La especulacin que se haca era si se vincula a Cristo con Jess supona una amenaza a Dios porque Dios no puede mezclarse con un hombre. Soluciona el problema, pero niega algo fundamental y original de la fe cristiana: El Jess humano es el Cristo.

Dualismo: Desde el punto de vista de la tradicin de Israel hay un monotesmo radical; de ah que al decir que Jess es el Hijo de Dios, es un choque muy grande para el monotesmo. Para el griego la trascendencia por un lado y la carne por otra. Por eso es importante ir de nuevo al Evangelio para ver qu dice al respecto.

Es innegable que en los Evangelios se declare a Jess como Hijo de Dios. Ahora, cmo situar esa filiacin en Dios mismo. Cmo era ese Hijo de Dios antes de encarnarse; su pre-existencia. Y fue a partir de la experiencia vivida con Jess que la fe cristiana llega a la conclusin de que en Dios el Hijo ya exista antes. Se trata de llevar toda la experiencia humana de Jess e introducirla a Dios. Ese pedazo humano es de Dios y le pertenece a Dios. De ah se coloca en cuestin el carcter absoluto de Dios; se trata de tornarlos tambin contingente, vincularlo a la historia, a la carne humana. La misma identidad de Hijo de Dios entra en choque con la idea que tenamos de Dios como absoluto y trascendente.

Jess es el logos de Dios; esto hace que Jess se coloque encima de nosotros. Y cmo entender ese logos, que por el hecho de ser creado es inferior a Dios. Y dentro del horizonte helnico es inadmisible considerar a Dios enteramente humano y enteramente divino. Es lo paradjico de la experiencia cristiana. Y al considerar a Jess como logos, buscan proteger la unicidad de Dios. En la Trinidad hay una especie de monaquismo (mono ark) que es Dios y los otros subordinados a l.

El Logos se torna un intermediario entre Dios y los hombres, que no es totalmente como Dios, pero tampoco es totalmente como hombre, de ah que es superior a los hombres. Esta especulacin era insatisfactoria porque Jess acaba siendo ni totalmente Dios ni totalmente hombre. No hay otro camino, a no ser volver a la experiencia fundante vivida por los apstoles con Jess.

Cmo se manifestaba la vida de Jess referida a Dios: En su autoridad, la osada de perdonar ya que slo Dios poda perdonar pecados, la osada de cuestionar a alguien para seguirlo; hay un actuar y un comportamiento que levanta cuestiones. Su relacin con el Padre, la experiencia de oracin, de abandono, de fe; no eran acciones puntuales, sino una manera de ser y de existir.

La revelacin o manifestacin de la trascendencia de Jess se da en la inmanencia, dentro de su condicin humana. Jess en la inmanencia de su vida aparece igual a nosotros y al mismo tiempo diferente, hasta su muerte. Es en la resurreccin que se ilumina la profundidad humana vivida por Jess y los discpulos lograron captar aquellos vislumbres que vean en la vida de Jess. La fe tena que formularla de alguna manera toda esta experiencia.

Jess, ya en su vida terrena se manifiesta como l mismo y como Otro. Lo Otro se manifestaba en la profundidad de lo mismo. Dios se manifiesta como tal en su manera de ser igual a nosotros. Dios se manifiesta como tal entrando y viviendo en la vida humana. El Otro se manifiesta entrando en la finitud de lo humano. La fe cristiana dice que lo Otro se revela en lo humano y a travs de lo humano. La vida de Jess revela simultneamente lo humano y la densidad de Dios.

La revelacin de lo que es Jess se hace siempre dentro de los lmites de nuestra condicin humana. Se manifiesta slo durante lo que la finitud humana le permite; de ah que Dios se deja limitar por lo que no es Dios ( Knosis. Dios acepta ser comprimido por lo humano. Es por eso que Jess en su humanidad no poda todava manifestar la plenitud de Dios.

Con la resurreccin, Jess entra en una nueva situacin: todo lo que era limitacin en la experiencia humana de Jess entra en plenitud. Jess es verdaderamente el otro, siendo verdaderamente l mismo. El lenguaje del NT nomina a esta realidad diciendo que fue elevado, le fue dado todo poder. Despus de la Pascua el NT dir que Jess fue constituido como Hijo; lo que antes era Servidor.

5.2.3. Concilio de Nicea (325).

Problemtica principal: Verdad de la condicin divina de Dios: Jess, Hijo de Dios.

El criterio de referencia del Concilio: No va a ser el lenguaje cultural helnico; si fuera s la fe sera helenizado. El criterio de referencia van a ser los Evangelios y la confesin de fe de la comunidad eclesial. Innegablemente los Evangelios sitan a Jess como Hijo; Juan coloca a Jess como Logos (Palabra). La fe eclesial dice que Jess es Seor; que Dios le constituy Seor.

Novedad del lenguaje: El lenguaje de la filiacin es un lenguaje personal y no es una categora abstracta. El lenguaje de la filiacin va llegar a la produccin de Jess. Dos manera de entender el origen:

Por produccin (fabricacin): El producto o resultado es diferente de aquel que lo produce. Este camino lleva a considerar a Jess como un ser creado; diferente del que lo produce.

Por generacin: es una manera de proceder del otro; la naturaleza es la misma. Apunta para la interioridad e igualdad de la naturaleza humana. Tratndose de Jess es de la misma naturaleza de Dios, l no es creado sino generado (engendrado). De ah que entre Dios y la criatura no hay intermediario; decir que Dios est totalmente identificado con la criatura.

En Jess tenemos la expresin definitiva de Dios y por lo tanto no hay otra expresin de Dios. En su vida humana l traduce lo absoluto de Dios.

Credo niceno-costantinopolitano.

Creemos: es la fe de la comunidad.

En un solo Dios Padre: calificando a Dios de Padre. El origen de todo es el amor del Padre que se derrama, que no excluye a nadie. Todo es creado por Dios.

En un solo Seor Jesucristo: engendrado como Hijo nico. De la misma sustancia del Padre. Pone la equivalencia entre el lenguaje de las Escrituras y el lenguaje helnico: Dios de Dios, Luz de Luz; Dios verdadero de Dios verdadero.

Engendrado, no creado: Es igual a la naturaleza del Padre. De la misma sustancia y naturaleza del Padre.

Por nosotros, hombres y por nuestra salvacin: carcter soteriolgico.

Est en juego: Si l no es Hijo, nosotros tampoco seramos hijo. Tiene que ver con la experiencia humana y religiosa de Dios. Interpela la misma concepcin de dios, sacude con la experiencia habitual. En el hombre-Jess, Dios se revela y se dice plenamente como l es; es la knosis de Dios en la vida humana del hombre Jess.

Dnde queda entonces la trascendencia de Dios? ( ms all de todos nuestros lmites. Dnde queda el poder de Dios? ( cuando Lo descubrimos en la impotencia de Jess. Por qu la fe cristiana dice que Jess es el Hijo de Dios y est de lado de Dios? Sin esa identidad no sabramos nada de la vida interna de Dios; con Jess tenemos acceso a la inmanencia de la vida de Dios.

DS 125 (54): Denzinger/Schnnetzer. D. Antigua traduccin del Denzinger ( est en espaol).

Se sirvi del logos griego para relacionar con la carne (sarx). Intent situar el Logos a Dios. Aqu surge una dificultad antropolgica:

Preservar la grandeza y la dignidad de Jess (superior a los hombres)

Por causa de la humanidad de Jess (inferior a Dios).

La especulacin era la siguiente: al hacer de l una criatura, cmo se une el Logos y la Sarx. Aqu el logos desempeara el papel del alma + el cuerpo. Esta problemtica no apareci claramente en Nicea, es un problema posterior al Concilio. Dentro de esa concepcin la humanidad de Jess es mutilada, porque el logos suple al alma de Jess.

Para la cultura griega lo divino y lo humano son dos realidades que no se pueden unir. La primera respuesta ante esta realidad es la postura del docetismo. ste afirma que la realidad humana del logos sera pura apariencia, no sera real. Con esto acaba negando la densidad de la historia. La humanidad de Jess es una especie de mscara de modo que Dios se queda intocable. En esta perspectiva compromete la trascendencia de Dios. El logos debe ser inferior porque no puede ser igual al Padre.

5.2.4. Primer Concilio de Costantinopla (381).

Problemtica principal: Integridad de la condicin humana de Jess. Explicitacin de la divinidad del Espritu Santo. Desde el punto de vista cristolgico se agrega un verbo que va dar lugar a la discusin sobre la integridad de la condicin humana de Jess: en-humaniz (enanthropesanta) Significa sumergirse en la carne, hundirse en la humanidad. De ah que lo que estaba en juego era la integridad de la condicin humana de Jess. Hasta qu punto esa condicin humana de Jess puede continuar siendo afirmada una vez que se declare que l es el Hijo de Dios.

El logos es una realidad completa: Hijo de Dios.

Sarx es tambin una realidad completa: compuesto de alma y cuerpo.

De ah: cmo es que estos dos seres acabados pueden ser uno? Para la mentalidad del momento era difcil comprender como una realidad nica. Para resolver a esta cuestin acaban por mutilar la humanidad de Jess en el que el logos ocupa el lugar del alma. Con eso, aparentemente se resuelve el problema de la unidad.

Surge otro problema: De la mutilacin de la unidad humana de Jess (alma cuerpo), se puede decir entonces que Jess no es humano como nosotros. Lo que est en juego es la unidad de la humanidad de Jess y lo que significa para nosotros. Si el alma humana no fue asumida por el Logos, entonces queda fuera de la dimensin salvfica y se coloca en cuestin la significacin de Jess. Al mismo tiempo que queda fuera la dimensin histrica de Jess.

En-humanizarse: Interpretaron ese verbo como una verdadera knosis absoluta; es decir, dej de ser lo que l era y se perdi en la realidad humana. Unido al cuerpo, el logos pas a ser todo lo que supone las limitaciones de la humanidad. De ah que todas las limitaciones de Jess pasaron a ser la limitacin del logos. Acabaron degradando al propio Logos. De ah que Jess no es plenamente humano, ni plenamente divino. Esto no fue tan discutido en Costantinoplas; pero aparece como un canon secundario DS 151 (85); DS 158 (64). Ya en el Concilio de Roma se afirmaba que no se puede resolver el problema separando el Logos y la humanidad; que no hay dos Hijos (uno antes ( Logos; otros despus ( Jess).

DS 159 (65) El Logos no puede sustituir al alma porque asumi todo. Lo que no est asumido no puede ser salvo.

DS 166 (72) El Logos libremente asume la realidad humana y al asumirla lo afecta; sin dejar de ser lo que l es. Dios no puede ser ms pensado fuera de esa realidad.

5.2.5. Concilio de feso. (431).

Problemtica principal: La humanizacin de Dios. Se trata de la manera de entender la humanizacin de Dios. Ser que Dios puede hacerse hombre?. Se trata de dar una explicacin de la unidad divino y humano de Jess. Mantener la plena condicin humana y la plena divinidad. Cmo unir estas dos realidades?

Est en juego el cerne de la fe cristiana: La humanizacin de Dios en trmino cristiano es inseparable de lo humanos ( eso significa la Encarnacin. Dios no puede ser entendido y no puede ser buscado fuera de la humanidad de Jess. Eso significa tambin que el ser humano no puede ser entendido fuera de su relacin con Dios.

Encarnacin de Dios: Jess es verdaderamente hombre y verdaderamente Dios; las dos afirmaciones al mismo tiempo. Cul es la dificultad de esta Buena Noticia? Desde la razn humana resulta escandalosa esta afirmacin. Se cree que manteniendo la distancia entre Dios y el hombre se diluye el escndalo.

Las apropiaciones.

Nestorio, monje de Antioquia fue Patriarca de Costantinopla en el 426. Haba dos escuelas teolgicas de entender la fe: Alejandra y Antioquia.

Alejandra (Atanasio): Propugnaba lo que hoy llamamos Cristologa descendente. El Logos se hizo carne. De alguna forma garante la unidad, pero la dificultad es de integrar plenamente la humanidad de Jess. Lo que prevalece en esa perspectiva es la naturaleza divina de Jess (monofisismo).

Antioquia (Teodoro): Propugna una Cristologa ascendente. El hombre Jess. A primera vista es garantida la humanidad de Jess. El problema ser cmo entender la realidad humana de Jess al unirse con el Logos.

Nestorio trata de pensar unida estas dos realidades. El Logos/Verbo de Dios se hizo hombre. Todas las caractersticas humanas del hombre, pueden ser dichas del Verbo. Eso significa que el Verbo tiene que ser el sujeto ltimo de la realidad humana. Desde el nacimiento de Jess el sujeto ltimo es el Verbo; significa que el Verbo de alguna forma fue engendrado ( porque si Jess va a crecer, sufrir y va a asumir toda la realidad humana. Desde el nacimiento el verbo se apropia de la realidad humana; todo lo que es dicho de Jess, debe ser afirmado del Verbo. Nestorio afirma que Mara no puede ser llamada Madre de Dios; sino Madre de Cristo, porque ella no puede engendrar a Dios. Pero si ese hombre es identificado con el Verbo, se puede afirmar que Mara es Madre de Dios.

Nestorio considera que no se puede pensar una realidad de esa forma; sino de una unidad ntima; una realidad que asume. Pero nuestra fe dice que hay una unidad y al mismo tiempo hay un sujeto ltimo existente. Nestorio no niega la humanidad de Jess, su dificultad es comprender la unidad; lo que niega es la humanizacin de Dios. Lo que est en juego es la unidad de la realidad de Dios. Dio slo puede ser encontrado en lo humano y solamente en lo humano. Dios no puede ser ms desvinculado de lo humano; si no fuera as, no sera experiencia de la fe cristiana.

En la vida-muerte-resurreccin de Jess nosotros somos salvos. La salvacin no es solamente purificacin del pecado. La salvacin hace que podamos vivir plenamente; es reconducir a la existencia humana a su plenitud. Si continuamos separando la condicin divina de lo humano, nosotros no seramos salvos. Dios estara en lo suyo y nosotros en los nuestro.

Apropiaciones: En el lenguaje de las Escrituras y no en el lenguaje filosfico. En las Escrituras aparecen referencias que permiten hablar de las apreciaciones. Atribuir al Logos eterno algo que es propio de l. Heb 2,14; Gl 4,4 ( El nacimiento es apropiado, atribuido al Hijo. Rm 1,3 ( Lo que concierne a su Hijo, oriundo segn la carne es de la estirpe de David; y establecido segn el Espritu Santo, Hijo de Dios con poder. Lc 1,35 ( Ese nio es Hijo de Dios. Se afirma del Verbo todo lo que es del hombre Jess y se afirma del Hombre Jess, todo lo que es del Verbo.

Concilio de Efeso: Es el esfuerzo de traducir el Hacerse hombre del Logos ( El Logos se hizo carne.

La primera aproximacin es la de Nestorio: l llama de conjugacin, aproximacin de dos realidades.

Hipstasis: Esa unin debe ser entendida como segn la hipstasis o sustancia ( Aquello que sustenta la realidad, aquello que hace existir la realidad. La hipstasis es el sujeto ltimo, concreto, subsistente de la persona. El Logos es el sujeto ltimo y existente, aquello que hace de peculiar a Jess; aquello que le hace ser l mismo. Es el Verbo que hace existir a Jess y es en ese nivel que hay una unidad y no en el nivel de la perfeccin moral. La unin es en el nivel del ser.

Lo que excluye la unidad segn la hipstasis:

Esa unidad no puede ser entendida como una mutacin de la naturaleza del Verbo (Knosis absoluta) para transformarse en hombre y deja de ser Verbo.

La unidad segn la hipstasis no suprime la diferencia de la naturaleza. El Hijo es Hijo de Dios y el Hombre Jess es hombre verdadero. Ninguna de las realidades pierde sus cualidades ltimas. En el comportamiento humano de Jess aparecan actitudes del Verbo, de alguna forma se manifestaba expresiones de su plenitud.

En esa unidad segn la hipstasis de alguna manera hay una unidad que es identidad. El Verbo es el cuerpo humano de Jess (no es que tenga cuerpo). La relacin entre el Verbo y la humanidad se da en el nivel del ser y no del tener.

La unin del Verbo y humanidad se da desde el primer instante de la concepcin y eso significa que fue engendrado por el Espritu Santo. El Verbo es el sujeto ltimo de la generacin/ engendramiento segn la carne. Al hacerse hombre el Verbo asume ser hombre en el interior de su ser de Verbo. El acto de ser el Verbo es inserido en el corazn de su ser hombre.

DS 250-251 (111a)

Hipstasis-sustancia-persona: tiene la misma significacin. La persona se sita en el nivel de la sustancia (ontolgica), que es el principio ltimo del ser. Es el principio ltimo, originario del ser que hace que sea nico. Es el nico acto de subsistir.

La persona en la concepcin moderna parte del sujeto y no del nivel ontolgico ltimo. El significado de persona se sita hoy en el nivel de la personalidad, en cuanto su conciencia, libertad, relacionalidad, etc.

Para entender la fe cristiana cuando afirma que el Verbo se hizo hombre, se debe comprender en el nivel ontolgico, lo que no significa (en la visin actual) que se despersonalice; es decir, el acto de ser es el acto de ser del Verbo. Al apropiarse de la realidad humana, el Logos acepta pasar por todos los condicionamientos humanos; y es por eso que revela a Dios. Toda la vida humana de Jess es la revelacin de Dios. La explicacin ltima de Dios se da en la humanidad de Jess. La encarnacin se torna humanizacin y revelacin en la carne.

Entender la Cristologa primitiva desde la Cristologa moderna:

Hablar de la humanizacin de Dios significa entender que lo humano no es slo de Dios, sino est en Dios. Si Dios cre al hombre a imagen y semejanza significa que lo humano pertenece a Dios. Abarca la manera de entender la creacin.

El Verbo se apropia de la realidad humana; se da una auto-comunicacin entre el Padre y el Hijo; y nos abre la posibilidad de nuestra auto-comunicacin con el Padre ( Somos hijos en el Hijo.

El sufrimiento, dolor de Dios: a partir de la unidad se puede hacer una lectura trinitaria dela cruz. En la muerte de Jess hay una dimensin histrica; pero tambin hay un abandono total y radical al Padre; de ese modo hay un dolor y sufrimiento del Padre.

Atributos tradicionales referidos a Dios: omnipotente, omnisciente, inmutable ( cmo es que se puede entender a partir de la unidad del hombre Jess? Cmo entender omnipotencia e impotencia? El poder de Dios de Jess es la misteriosa libertad que es capaz de identificarse con nosotros; es el poder del amor. Cmo se entiende la inmutabilidad de Dios cuando l se somete a todas las situaciones humanas pasadas por Jess?

5.2.6. Concilio de Calcedonia. (451).

Problemtica principal: La manera de entender despus de la unin lo que acontece con las dos naturalezas. Quien queda siempre amenazado es lo humano ya que el Verbo absorbe a lo humano. La manera de entender la vida cristiana tiene sus races aqu. La tendencia es siempre querer cortar algn aspecto, o es tan humano o es tan divino.

La plena verdad humana de Jess tiene que ser mantenida en su integridad despus de la unin con el Verbo. No se trata de un dualismo, sino de una dualidad de realidades. El concilio va a responder ante la problemtica del monofisismo; es la prevalencia del Verbo sobre la naturaleza humana. En este Concilio se va a recurrir a cartas preparatorias al concilio de feso: la carta de Cirilo a Nestorio; la frmula de unin de Cirilo y el Tomo Afabiano de san Len Magno.

DS 300-301 (148) Definicin de Calcedonia: El Concilio hace una sntesis de la caminada de fe desde Nicea hasta feso. No se trata de una nueva fe; es una adhesin a la confesin anterior. En el Concilio de Nice y Costantinopla se haba enseado todo lo que es el Padre, el Hijo y el Espritu Santo; pero fueron perturbados en la manera de hablar; se refiere a una problemtica teolgica posterior a estos concilios. Van a retomar esas expresiones de fe para darle su sentido nico en el momento en que viven:

Nosotros confesamos: Se sita en la lnea de la adhesin a la fe de la tradicin.

Y enseamos: La expresin de la fe se torna doctrina.

Punto de partida: Confesamos un solo y mismo Cristo: Hijo, Seor y Unignito. Se refiere al momento fundador de la experiencia de fe ( vida-muerte-resurreccin de Jesucristo. El concilio parte de la unidad concreta de Jess. Ese hombre con quien nos encontramos es el mismo y nico Seor. Por otro lado est la referencia histrica de Jess de Nazaret; acontecimiento fundante y fundador de la fe. Ese nico y mismo Seor debe ser entendido:

Confesamos un solo y mismo Cristo: Hijo, Seor y Unignito.

1. Perfecto en la divinidad

1. Perfecto en la humanidad.

2. Dios verdadero

2. Hombre verdadero (constituido de alma y cuerpo).

3. De la misma sustancia que el Padre, 3. De la misma sustancia que nosotros, segn la humanidad.

segn la divinidad. En todo semejante, menos en el pecado.

4. Engendrado por el Padre antes de los siglos, 4. Engendrado en el seno de la Virgen Mara,

segn la divinidad. en los ltimos tiempos (en la historia), segn la humanidad.

Por nosotros y por nuestra salvacin.

Un solo y mismo Cristo; Hijo, Seor y Unignito.

Alcance de esa sutileza Unidad-en-la-Diversidad:

1. El concilio formula esta confesin a partir de la unidad concreta de Cristo; de ah que la distincin entre humano y divino (dualidad de naturaleza) son momentos lgicos de esa unidad fundamental. En la realidad existe un nico Verbo que vive en la condicin humana. No existe dos naturalezas separadas. De manera anlogo, en el Verbo no se encuentra lo humano por un lado y lo divino por otro lado. Lgicamente se hace esa separacin, pero el sujeto ltimo es nico: es el Verbo humanizado.

2. Lo especfico de Calcedonia: es la manutencin de esa unidad despus de la unin; en contraposicin a lo que se afirmaba que antes de la unin haba dos entidades o realidades.

3. Formulando el paralelismo queda claro que para la fe cristiana la relacin nica tanto del Verbo como sujeto ltimo de la realidad de Jess y la naturaleza es la misma. Para apartar del peligro del monofisismo.

4. Paralelismo de engendramientos: Ellas se iluminan mutuamente; la generacin ilumina la condicin humana de Jess y sta ilumina el Verbo. Aqu est en juego la soteriologa. Si Jess no fuese solidario plenamente con nuestra condicin humana, entonces, no seramos salvos. Para ser mediador entre Dios y los hombres es preciso que sea el Hijo; de otro modo no seramos salvos. La salvacin exige la plena solidaridad a nuestra condicin humana.

Frmula dogmtica y doctrinal de Calcedonia. DS 302 (148).

Es el pasaje del registro del lenguaje como confesin a la enseanza/ doctrina.

Un solo y mismo Cristo;

Hijo, Seor y Unignito.

En dos naturalezas;

(usa 4 adverbios: dos al aspecto de la dualidad y dos al de la unidad).

Lo que el Concilio quiere mantener en la experiencia de fe.

1. Quiere proteger algo que para la fe cristiana es decisivo: La unidad concreta en Cristo es una unidad que mantiene en s misma la diferencia; es una unidad compleja y diferenciada, no es una unidad montona. La unidad de Cristo no es pura identidad (yo soy yo), sino que su unidad es lo otro y es ah que se descortina la unidad diferenciada.

Dios es el nico capaz de ser l respetando lo otro y sin destruir. Es una identidad a costa del otro; es la posibilidad de ser uno mismo asumiendo e integrando lo otro sin destruirlo. Es lo que se manifiesta en Jesucristo asumiendo lo que no es l.

En la experiencia humana la identidad se afirma al separarse de los otros. La fe afirma que Jesucristo se afirma en su identidad asumiendo lo otro, sin destruirlo. Esa unidad es posible a partir de Dios y al mismo tiempo nos hace ver que Dios en s mismo es diferencia; es unidad en la diversidad. La unidad de Dios no es una unidad uniforme, sino diversificada. Por eso es que el Logos puede asumir nuestra humanidad afirmndola y sin destruirla.

De ah que estamos llamados a ser con los otros y como los otros; recrea la concepcin antropolgica. Por qu es que hoy es imposible establecer relaciones autnticas? ( sujetos cerrados en s mismos como mnadas. Se trata de ser yo mismo abrindome a los otros. El hombre no es una isla, porque tampoco Dios es una isla.

2. El concepto de naturaleza aplicada a la humana y a la divina no son los mismos. Cuando hablamos de la naturaleza divina nos referimos al ser. La naturaleza divina en su ser se torna una sola unidad: naturaleza y subsistencia. La naturaleza divina es acto de ser y subsistir. Cuando Dios se hace parte de la naturaleza humana, el ser de Dios hace subsistir a la naturaleza humana de Jess. No hay dos naturalezas: el uno no se reduce a otro; en Jess son irreductibles, uno no se explica sin el otro. No se trata de dos naturalezas numricas.

En cuanto a la naturaleza humana, la naturaleza tiene que ver con la especie y no el individuo. La naturaleza es compartida con los individuos. La naturaleza no se identifica con el ser.

Lmites y alcances de la teologa de Calcedonia.

El lenguaje utilizado es incomprensible para el hombre moderno; cuesta comprender la unin hiposttica de las dos naturalezas.

Toda esa dimensin metafsica se torna extremadamente abstracta y no tiene nada de existencial. Eso llev a la separacin de las afirmaciones ontolgicas y funcionales (existenciales).

Por otro lado, se debe valorar el intento de salvaguardar la experiencia cristiana, sin la cual la fe se degradara.

En el proceso de la evolucin posterior se pierde cada vez ms la visin de la perspectiva histrico-salvfica.

5.2.7. Evolucin posterior a Calcedonia.

Despus del concilio de Calcedonia no ha habido temas nuevos con respecto a la Cristologa. Eso tambin signific una madurez de la fe, diciendo que la fe no se resuelve con definiciones dogmticas. Los concilios no detienen el proceso de la experiencia de fe. Nuestra fe es tan paradjica que no tendr siempre las nominaciones adecuadas para la formulacin de la fe.

El segundo Concilio de Costantinopla (553) y el tercer concilio de Costantinopla (680): van a retomar la problemtica de los concilios anteriores. En Costantinopla II ( retoman cmo entender la unidad en Jesucristo. En Costantinopla III ( va a volver el concepto de las dos naturalezas, la integridad de la conciencia de Jess (pero ya de otro modo). Todo esto nos muestra un movimiento pendular de la fe cristolgica. Lo que muestra la evolucin de los concilios no es otra cosa que hacer un crculo hermenutico del lenguaje de las Escrituras con relacin a los concilios. No se trata simplemente decir que un lenguaje se dice en la otra. Al confrontarse la Escritura con el lenguaje conciliar, ella se enriquece ms y se desdobla en una comprensin cada vez mayor de las Escrituras: naturaleza, hipstasis, etc. Por eso es tan importante someter al dogma bajo el lenguaje de las Escrituras y no las Escrituras a la luz del dogma.

Las apropiaciones y atribuciones aplicadas a Jess por los concilios son deducidas del NT. El criterio de medida y referencia es el lenguaje de las Escrituras.

La referencia y criterio de toda evolucin posterior tiene que ser las Escrituras. La cristologa actual no toma como punto de partida los dogmas, porque ella no es referencia primera y fundante; eso significa tomar en serio lo que los propios concilios intuan: considerar la unidad de Jess y al mismo tiempo, Cristo.

Desde el momento que se separa el dogma de las Escrituras, la vida humana concreta de Jess es reducida a Logos y deja de ser humana, porque no tiene un enraizamiento en la historia concreta de Jess. Un ejemplo claro del olvido de las escrituras es que en la Cristologa antigua no caba la conciencia progresiva de Jess, porque el Logos saba todo; no sabe el sufrimiento de Jess, porque el Logos no puede sufrir.

5.2.8. A partir de la Patrstica.

Paulatino abandono de la perspectiva histrico-salvfica. Se asume como punto de partida los dogmas. Todava se tena la visin total del NT, en comparacin a lo que vendr despus. Mismo utilizando un lenguaje diferente, el criterio era descubrir cmo se puede explicitar lo que la confesin de fe quiere decir y lo que el NT nos quiere comunicar.

La tradicin posterior a Calcedonia se content con la frmula conciliar y se olvid que el mismo Concilio tena su punto de partida en las Escrituras; y peor todava, se olvidaron que el proceso de elaboracin de la fe hasta ese momento del Concilio, tena como fuente las Escrituras y no las proposiciones dogmticas.

La declaracin doctrinal del concilio de Calcedonia no pretenda sustituir a las Escrituras y constituirse como punto de partida absoluto; sino que su intencin era re-enviarnos a las Escrituras. Instaura un verdadero crculo hermenutico.

Los concilios tienen como punto de partida la unidad concreta de la persona de Jess ( Un solo y mismo Seor Jesucristo, tal como se ve en el NT. Lo que queran era explicitar cmo y por qu esa vida de Jess es expresin definitiva para la vida humana, es el argumento soteriolgico ( qu significa Jesucristo para nosotros, qu alcance tiene, cmo ilumina la historia humana.

Por detrs del lenguaje est latente toda una pasin que busca ser explicado a travs del lenguaje. Lo que la fe nos quiere expresar no termina en el lenguaje; la realidad que est detrs es ms que las palabras. Pero al mismo tiempo, no podemos hablar de la realidad fuera del lenguaje. De ah que se trata de poner en relacin los dos tipos de lenguajes; el de los concilios y el de las Escrituras (sobre todo los Evangelios).

Baja Edad Media (Societas Cristiana): Prolongacin de la sociedad a partir de la crisis greco-romana (sociedad antigua) y el cristianismo retoma esa tradicin clsica y relanza la cultura occidental a partir de su comprensin del paradigma cristiano. El cristianismo se servir de este contexto para universalizarse cada vez ms, es decir, hacerse conocible al mundo conocible.

Alta Edad Media: El redescubrimiento de Aristteles en las Universidades, llev tambin al cristianismo a entrar en las universidades. Hasta entonces la Teologa era elaborada en los monasterios y con criterios monacales; ahora se comienza a hacer Teologa en las universidades (siglo XII-XIII). Y con esto se da una mudanza de perspectiva ( la afirmacin de la racionalidad (alusin a Aristteles). Santo Toms enfrent este desafo de pensar esa racionalidad a partir del pensamiento aristotlico.

Durante la patrstica lo que predominaba era la lectio ( la palabra de Dios leda y comentada. Al pasar a las universidades, lo que predomina es la questio; de ah que pasar a una teologa ms interrogativa. Esta manera interrogativa lleva a un tipo de pensamiento dialctico. Son comentarios de pensamientos de autores y no ms comentario a las Escrituras. Se inicia una nueva manera de teologizar y la teologa se torna una ciencia totalizante, un conocimiento global de la Teologa ( Suma Teolgica.

San Anselmo de Canterbury (s. XI): Cur Deus Homo? Por qu es que Dios se hizo hombre? l va afirmar que es el precio que debe pagar el Hijo para aplacar la ira divina. Busca la racionalidad para comprender la economa salvfica. Por un lado es fantstico, pero por otro se puede caer en el peligro de querer explicar a Dios, tornndose como objeto de explicacin. Busca desentraar los elementos de la economa salvfica para armonizarlos entre ellos y hacerlo inteligible. Especulaba de esta forma: El pecado es una ofensa a Dios; por ser una ofensa a Dios, es una ofensa infinita. El hombre no es infinito; de modo que no puede satisfacer a Dios. Si el hombre no puede, slo puede ser Dios. Entonces, Dios se hizo hombre.

El problema est en la ruptura que se hace entre la Teologa y la Oikonoma; es decir, el modo concreto como se realiz histricamente la salvacin. Lleva a la ruptura entre Cristologa y Soteriologa. La Cristologa era considerado como una comprensin racional de Jesucristo apartndose de los Evangelios. Toda la Cristologa de este momento estar marcada por dos caractersticas:

Cristologa sistemtica: Los manuales de Teologa, al margen dela reflexin sobre las escrituras. Aparecen los dicta provancia; se trata de apoyarse a los dichos de las Escrituras para probar lo que se quiere decir. Es problemtica no por ser sistemtica, sino que slo al final del proceso se comprende la unidad interna de la fe. Tanto se fragment que se perdi la unidad. Esta sitematicidad revela una apora que no tendra solucin.

El olvido de la historia concreta de Jess de Nazaret; y al no tomar este aspecto se corre el riesgo de tornarse abstracta.

La separacin entre Cristologa y Soteriologa, mientras que en los Evangelios aparecen claramente esta unidad.

Separacin entre Escritura y Tradicin; en el que se va a tomar estricta y exclusivamente las afirmaciones dogmticas. Los dogmas tienen que ser sometidos a las Escrituras (tradicin por excelencia), por s solo ellos son ambiguos, unilaterales y pueden ser contradictorios.

El Magisterio como criterio: El magisterio es antepuesto a las Escrituras y a la Tradicin. El magisterio tiene funcin dentro de lo que le cabe y no tiene por qu sustituir a las Escrituras. El magisterio restringe el papel de la Teologa a demostrar la conexin interna entre las verdades de la fe, para sintetizarla o sistematizarla.

Resultado para la Cristologa:

- Punto de partida: Domas.

En los Evangelios: La vida de Jess, itinerario de la vida de Jess.

- Contenido de los manuales: Comprensin de los datos de los dogmas.

Evangelios: Vida, muerte y resurreccin de Jess.

- Fundamento de los manuales: Magisterio Eclesial.

Evangelios: La resurreccin de Jess; es el acontecimiento central y fundante; la llave de lectura de toda la vida de Jess.

5.2.9. Lo paradjico de la fe Cristiana.

Todo el esfuerzo de la fe para formular y traducir la experiencia se depara en la paradoja cristiana: Jesucristo. l es el que tiene que marcar la experiencia cristiana. La fe mantiene unida dos realidades que espontneamente las separamos. Rompe nuestra lgica ( en Jesucristo estn unidas dos realidades. No es simplemente una ruptura lgica, sino tambin lo que se afirma no tiene sentido alguno. No es simplemente lgico, sino tambin prctica; porque de ah se siguen consecuencias prcticas de la manera de ser y de comprender la vida cristiana. Esta realidad paradjica se torna el criterio de la manera de ser y de actuar del cristiano.

Todo esfuerzo de pensar la fe cristiana se depara en la paradoja cristiana; llega un momento en que se encuentra en el lmite ( o la fe es irracional o debe ser sometida a la razn. Ni una ni la otra. El sentido no es resistir a la comprensin racional ni someterse a la razn, sino respetar la paradoja cristiana como ella se manifiesta (metaxolgico). Se trata de comprender la imposibilidad de la razn de abarcar la totalidad del Misterio de la vida humana. Ms all de la razn hay algo ms, que llamamos Misterio (no es aquello que la razn no puede explicar). Es el carcter inefable e inagotable de la realidad humana y de Dios. Todo individuo es inefable y no puede agotarse en un concepto. Se trata de afrontarse al Misterio tal cual es en s mismo.

Criterio a partir de lo paradjico de nuestra fe.

Calcedonia ofrece un criterio: la unidad de Jess es una unidad diferenciada. Es una realidad que mantiene unidos dos aspectos que espontneamente tendemos a separar.

Calcedonia rompe con la tentacin del monofisismo, de afirmar la condicin divina a tal punto de absorber la condicin humana de Jess.

Calcedonia rompe con la tentacin del dualismo, Dios por un lado y el hombre Jess por otro (mitad Dios y mitad hombre).

Se trata de romper con la visin dualista de la realidad:

Visin antropolgica dualista: no es cristiana afirmar que el hombre y Dios son rivales; decir que para la realizacin personal se deja de lado a Dios porque estorba. De ah experiencia espiritual por un lado y experiencia humana normal por otro.

En trminos cristianos slo podemos ser cristianos cuando conciliamos lo humano y lo divino; de modo que se articule y subsista sin absorber una a la otra.

El modo como concebimos la vida cristiana: la mayora de los cristianos piensa que la vida cristiana es lo espiritual reducido a oraciones, misa, rosarios, etc. Y por otro lado vive su vida humana y mundana. Parece que el criterio de unidad no llega a la vida concreta de los cristianos. El contenido de la experiencia cristiana es la vida humana de Jess; lo que tiene que ser vivido es lo humano.

La dificultad de considerar el mundo en su aspecto positivo; porque ella fue desintegrada de su unidad. No se trata de huir de la realidad humana para refugiarse en un mundo ideal, sino transformar el mundo en que vivimos.

La dificultad de unir oracin y praxis. Una vida cristiana que no tenga incidencia en la transformacin dela sociedad, no es cristiana; y una praxis que no se alimenta de la oracin tampoco es cristiana.

Es oportuno pensar la espiritualidad a partir de esta realidad unidad.

Pensar una Iglesia inspirada en la unidad de lo humano y lo divino. La Iglesia no es cuestin de gusto; debe ser sometida al criterio de Calcedonia. Ella es el grupo de los Con-Jess. La Iglesia no es la encarnacin de Jess, ni mucho menos una prolongacin de Jess; as supondra que Jess desapareci y ella acta de sustituta. Jess est activamente presente en la Iglesia.

El paralelismo entre Cristo y la Iglesia no nos puede llevar a una especie de exaltacin de la Iglesia que luego se torna intocable. Decir que Cristo es la cabeza de la Iglesia significa que el cuerpo-Iglesia debe dejarse guiar por la Cabeza.

La forma actual del ministerio sacerdotal no debe perder de vista el criterio de unidad.

La integracin entre salvacin y liberacin; ellas no se oponen.

5.3. Significacin de la Cristologa como revelacin de Dios.

Se trata de someter al criterio de Dios, al modo como l quiso decirse a nosotros: Jesucristo. La propia Teologa y Cristologa tiene que someterse al lenguaje normativo del NT. No tenemos condiciones de especular al Dios en s, sino cmo Dios se dice en la historia. Es pensar la vida, muerte y resurreccin de Jesucristo como diccin de Dios, es en l que Dios se dice. Todo lo que sabemos de Dios, lo encontramos en Cristo.

El Logos es definitivamente humanizado y encarnado. No podemos separar el Logos de la humanidad de Jess. El Logos al cual siempre tendremos acceso es el Logos humanizado. El Logos slo puede ser encarnado y no tenemos acceso a Dios sino a partir de ese Logos encarnado.

De ah, Dios es inseparable de los hombres, no podemos pensar a Dios fuera de su vinculacin con los hombres. En la Encarnacin vemos a Dios como intrnsecamente relacionado con la humanidad.

5.4. Cristologa y Antropologa.

En Jesucristo Dios se nos revela. En la vida, muerte y resurreccin de Jesucristo vemos cmo Dios se dice a s mismo como l es.

Jesucristo es tambin la revelacin del hombre. El contenido de la antropologa es lo mismo para el cristiano y no cristiano; lo que muda es la perspectiva de la realidad. Lo que trae la fe cristiana no son contenidos nuevos, sino una manera nueva de leer la realidad humana. Cristiano o no el hombre es un ser contradictorio: es justo y pecador; limitado y no se conforma; es individual y tambin es sociable; es finito, pero capaz de ser infinito. Cristianamente esa contradiccin tiene sentido. Lo que trae de novedad la experiencia cristiana es afirmar que esas contradicciones tienen sentido y fue resuelto en positivo. Jess tambin pas por esas contradicciones y que su vida no termin con lo absurdo. Es decirnos que la humanidad no termina con Adn, sino con Jesucristo resucitado; primicia de la nueva creacin.

5.5. Cristologa como seguimiento.

No podemos continuar pensar que seguir a Cristo supone imitarlo (cuestin moralizante). Seguimiento es muy diferente a imitacin. Lo que se nos propone es mucho mayor: vivi todo lo que vivi Jess, a nuestro modo.

Seguir es condicin indispensable para conocer (principio epistemolgico). Entrar en el camino de Jess es condicin indispensable para conocer quin es l. Para conocerlo, es preciso seguirlo.

El seguimiento es la manera de ser Iglesia (los-con-Jess). La vida y vocacin cristiana consiste en tornar visible (sacramento) una vida humana vivida desde otra perspectiva, desde la perspectiva de Jesucristo. Decir que vale la pena y es posible vivir, es la peculiaridad de la propuesta cristiana.

F. Ricardo Jacquet sj.

Aspecto de la dualidad:

Sin confusin (inconfuso).

Sin mudanza (inmutable).

No pueden ser absorbidas y destruidas una a la otra.

Sin mudanza de una a otra; como una Knosis absoluta.

No se puede entender la unidad en que el Logos deja de ser Logos para transformarse en lo humano, ni lo humano deja de ser tal para transformarse en lo divino.

Despus de la unin no queda suprimida la diferencia de naturaleza; las dos permanecen en sus caractersticas y en su unidad: El Verbo se hizo carne.

No se puede mantener la Unidad suprimiendo las diferencias.

Aspecto de la unidad:

Sin divisin (indivisible)

Sin separacin (inseparable).

Esta dualidad de naturaleza no puede ser entendida como una divisin.

No se puede entender la Unidad como dualismo: una y otra.

Esa dualidad se encuentra concretamente en esa nica hipstasis: en la nica persona concreta de Jesucristo se unen esas dos dimensiones sin tener que confesar que son dos personas.

Un solo y mismo Hijo, Unignito, Seor Jesucristo.