LA HORA DE LAS PLAGAS - lokimica.com · dado con la miga de pan en el suelo que le permitió vivir...

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>P. 12 Miguel Oliveros: «Casa Mediterráneo debe facilitar encuentros privados pero no dirigirlos» CUADERNO Suplemento semanal - Domingo, 21 de junio, 2015 JOSE NAVARRO en T re VIST a >P. 24 Los mayores de 45 encuentran en el autoempleo la salida al paro de larga duración ecoNomía >P. 19 Audi presenta el A1 Adrenalin, una edición especial con carácter deportivo mOTOR Así son y así se combaten en la provincia las especies más perjudiciales LA HORA DE LAS PLAGAS Si la única palabra que le pro- duce paz después de escuchar «cu- caracha» es «napalm» pase a la página 5. Porque debió haber sido valiente y dar caza al insecto rojizo que volvió a meterse bajo la ne- vera tras dejarle paralizado unos segundos aquella noche del pa- sado mes de abril. Quizá así el bicho ciego que se coló en su casa por el patio interior no hubiese dado con la miga de pan en el suelo que le permitió vivir unas horas más y, tras investigar la parte fea de su cocina, detectar con sus antenas el calor de la re- sistencia del frigorífico y la hume- dad en la pared que un poro en la cañería mantiene fresca todo el año. En esa esquina de su casa que usted desconoce por completo este ejemplar de periplaneta ameri- cana encontró la incubadora per- fecta para adherir la cápsula de 14 huevos que llevaba consigo, de donde han nacido otros tantos individuos que generarán cada uno un centenar de crías de idén- tico potencial reproductor. En los tres meses que duran sus vidas, las cucarachas «de las rojas» hacen hasta tres puestas, crecen cuatro centímetros, despliegan sus alas para desplazarse si obtienen la energía suficiente por el calor y re- «HASTA LA CRIATURA MÁS HORRIBLE TIENE UNA FUNCIÓN»

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>P. 12

Miguel Oliveros: «Casa Mediterráneodebe facilitarencuentros privadospero no dirigirlos»

CUADERNO

Suplemento semanal - Domingo, 21 de junio, 2015JOSE NAVARRO

enTreVISTa >P. 24

Los mayores de45 encuentran en el autoempleola salida al parode larga duración

ecoNomía >P. 19

Audi presenta elA1 Adrenalin, unaedición especialcon carácterdeportivo

mOTOR

Así son y así secombaten en la provincia las especies másperjudiciales

LA HORA DE LASPLAGAS

Si la única palabra que le pro-duce paz después de escuchar «cu-caracha» es «napalm» pase a lapágina 5. Porque debió haber sidovaliente y dar caza al insecto rojizoque volvió a meterse bajo la ne-vera tras dejarle paralizado unossegundos aquella noche del pa-sado mes de abril. Quizá así elbicho ciego que se coló en su casa

por el patio interior no hubiesedado con la miga de pan en elsuelo que le permitió vivir unashoras más y, tras investigar laparte fea de su cocina, detectarcon sus antenas el calor de la re-sistencia del frigorífico y la hume-dad en la pared que un poro en lacañería mantiene fresca todo elaño. En esa esquina de su casa que

usted desconoce por completoeste ejemplar de periplaneta ameri-cana encontró la incubadora per-fecta para adherir la cápsula de 14huevos que llevaba consigo, de

donde han nacido otros tantosindividuos que generarán cadauno un centenar de crías de idén-tico potencial reproductor. En lostres meses que duran sus vidas, lascucarachas «de las rojas» hacenhasta tres puestas, crecen cuatrocentímetros, despliegan sus alaspara desplazarse si obtienen laenergía suficiente por el calor y re-

«HASTA LACRIATURA MÁSHORRIBLE TIENEUNA FUNCIÓN»

DOMINICAL D Domingo, 21 de junio, 2015 2

corren superficie y subsuelo conun apetito que les conduce a de-vorar «desde manzanas hasta ca-dáveres», según explica elentomólogo de la UA Eduardo Ga-lante.

La invasión estival de la ameri-cana -que compite por el territoriocon la más pequeña y amarillentablatta germanica- está ya ocu-rriendo por dentro y por debajode los bungalows, apartamentos,villas y comunidades de toda laCosta Blanca. Más rápidas, adap-tadas y voraces que la ya añoradablatta orientalis -la cucaracha negrade toda la vida ha perdido la bata-lla territorial y huye hacia zonasde interior en todo el continente-recorren bajantes de uralita en losbloques más viejos, tuberías de

PVC en pisos y chalets nuevos ycirculan por la red de saneamientodesde donde se llega a todas las vi-viendas. «Llegó hace 30 años enlos barcos que venían de Américay ya se ha hecho con las zonas depuerto en Europa», explica el es-pecialista en insectos y en controlde plagas sobre esta especie queha elevado un 77% la demanda detratamientos para su control y ex-terminio en todo el país, según

datos de la Asociación Nacionalde Empresas de Control de Plagas,Anecpla.

De ahí que «en Alicante, teneruna cucaracha menos en in-vierno» signifique «tener milesmenos en verano», como explicael gerente de la mercantil Lokí-mica, Noé García. Porque los blá-tidos, así como el resto de insectosplaga, siguen viviendo en in-vierno sólo que en menor canti-dad por la menor disponibilidadde recursos. La mayoría de laspuestas no sobreviven. «Pero enesta época tienen más calor, hu-medad y tres veces más comida,por el aumento de población enlas playas», garantiza el experto deesta empresa, una de las más im-portantes del país en este sector,

por lo que un habitante de lacosta debe asumir que «es normalver una o dos a lo largo del veranohasta en la casa más limpia». ParaGarcía, el único sitio donde no esaceptable toparse con una es «unquirófano».

La americana es, según el doc-tor de la UA, también exdirectordel Centro Iberoamericano de Bio-diversidad (CIBIO) y presidente dela Asociación Española de Ento-mología, junto con las ratas y ra-tones y los distintos tipos demosquito, la plaga más numerosay común en Alicante. Las trescomparten además su condiciónde «vectores», animales portado-res de enfermedades que afectanal ser humano. Fiebre chicun-guña, dengue o disentería son

nombres de males exóticos quevan acompañados de la no menosexcepcional, hasta hace unosaños, especie de mosquito aedes;mientras que el hantavirus o la to-xoplasmosis que viajan a lomo derata o las bacterias de salmonellacon que las cucarachas puedenimpregnar alimentos y superficiesjustifican plenamente que la su-perpoblación de estas criaturas seaconsiderada un asunto de saludpública.

Suman millones sólo en la costaalicantina y, aunque contarlos esuna quimera, el personal de Lokí-mica se atreve a hacer estimacio-nes a escala de la Mancomunidadde Municipios de l’Alacantí: de unsolo imbornal pueden nacer enesta época 200 mosquitos en siete

La invasión inevitable

> Ratas e insectos cumplen una función en elecosistema y también en la economía local

> La cucaracha americana y el mosquito tigreya son especies propias de la costa alicantina

Las órdenes judicialesde desinsectación sehan multiplicado porcuatro en Alicante

rePorTaJepor Andrés Valdés

Arriba, ejemplares de americana en una alcantarilla/ Derecha, aplicadores de Lokímica rociando insecticida en una boca. Abajo, ejemplo de pasillo en un edificio usado por los insectos.

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días, sólo en las 50.000 tapas dealcantarilla de la red se puedenencontrar una media de cincoejemplares de americana y se pre-supone una población estable de100.000 ratas en esta misma redde saneamiento.

¿Napalm, pues? Desde unasimple posición materialista, lasimple desaparición de las cuca-rachas, un alimento infinito paralas ratas, sería la ruina de muchosayuntamientos en tratamientosde desatasco. «Dan de comer a losroedores, una especie que no pue-de parar de roer porque los dien-tes les crecerían tanto que les atas-carían la boca, o en el peor de loscasos, les atravesarían el cráneo.Las alcantarillas no se atoran enparte porque las ratas destruyenconstantemente la suciedad em-bozada», explica el directivo deLokímica.

Y, desde una perspectiva bioló-gica, «cada criatura, por horribleque sea, tiene su función», comoexplica una representante de lamercantil alicantina Higienisa, enrelación a que también aves y ga-tos cuentan con ellas como esla-bón inferior en su cadena ali-menticia cuando suben a la su-perficie en las horas de alba y cre-púsculo, cuando están más acti-vas. Alterar el ciclo tendría con-secuencias impredecibles para elentorno. Incluso, en el caso e queeste objetivo fuese materialmen-te posible, quedaría el escollo éti-co. «No podemos exterminarlasporque es inmoral intentar aca-bar con una especie animal», con-sidera la portavoz de esta empre-sa.

Como fregona que recoge uncharco bajo lluvia, lo único quepuede hacer el ser humano conlas plagas es tratar de «mantener-las a raya» «Es imposible erradi-carlas; lo que podemos hacer esevitar que ganen», cuenta CarlosMoreno, vocal en la zona de Le-vante de Anecpla. Vigilar su há-bitat, costumbres y tendencias.

Joaquín Rico, director técnicode Lokímica hace este apuntemientras espera un «nivel 2» enesta alcantarilla de la playa de ElCampello. Paco, su operario, le-vanta la tapa de hierro donde ani-dan todo el año por el calor acu-mulado en el metal y la luz pene-tra en este agujero sellado con

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➜Arriba, un helicóptero fumiga un tratamiento antimosquitos/ Las plagas urbanas de este insecto se generan normalmente en imbornales.

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silicona «por algún vecino» porprimera vez seguramente en años.Un vórtice de insectos gira hacia elinterior de la cloaca y sólo una cu-caracha blanca de piel recién mu-dada -un estado que dura apenasocho horas- despista su huida ha-cia la superficie. En el cuaderno deruta marcarán el 2 que indica quehan visto entre 15 y 30 individuosde esta especie, después de haberrociado con insecticida líquido oen gel la boca de cemento de la al-cantarilla.

Procesos como este se produ-cen a diario en los sumideros, im-bornales, cauces de ríos,urbanizaciones y solares de todala provincia para frenar la eclo-sión de larvas y la proliferación deindividuos adultos, sobre todo enépocas óptimas como el verano.Es la parte rutinaria de la parte pú-blica de este sector formado por1.200 empresas en España y 6.000

profesionales que mueve un volu-men de negocio que ronda los200 millones de euros.

Como la crisis no ha ayudadoen líneas generales ni a mejorar lahigiene ni la vigilancia, algunasplagas han recuperado la catego-ría de novedad. Desde hace cincoaños , el chinche de cama, un in-secto cuya simple mención tras-lada a una pensión de posguerray que se daba por desaparecido enel país, se ha multiplicado «un400% en las grandes ciudades» deEspaña y Europa, sin que en laprovincia haya desatado más quealarmas puntuales, según García.Las causas de por qué ha aumen-tado la presencia de este parásito,que se alimenta por la noche desangre preferiblemente humanacon enorme discreción son «laglobalización y el tráfico de mer-cancías», unidas a una menor in-versión en control de plagas,según el criterio del vocal deAnecpla.

En el sector hotelero, dondemás han aumentado los avisos, eldescubrimiento de nidos de chin-

ches en cabeceros de cama, so-mieres o rendijas afecta ya a «es-tablecimientos de todas lascategorías», explica García. «Via-jamos a países exóticos y somoszona de paso de muchos viajerostambién», explica Moreno, en re-lación a que una plaga potencialviaja igual de cómoda como oo-teca de cucarachas en una bom-bona de butano que como unnido de chinches en los bolsillosde una maleta.

El abandono de pisos y solaresdurante la crisis también hahecho que se multipliquen imá-genes como las de un equipo dedesinsectación entrando a casa deuna persona con síndrome deDiógenes por orden judicial.«Antes recibíamos una orden deejecución subsidiaria de limpieza

en fincas privadas al mes, ahora esuna por semana», cuenta el ge-rente de Lokímica.

Negligencias menos dramáti-cas, como dejar la piscina verdehasta principios de verano, sontoda una invitación a las plagasde los mosquitos para hacerse conel lugar. «La hembra pone loshuevos en agua estancada y, sihace calor, a los siete días se con-vierte en una larva que se ali-menta en la superficie. Muchagente que vive fuera y no llena lapiscina hasta después de Hogue-ras puede provocar una problemaenorme en toda la urbanización»,apunta García.

Una cría de miles de mosquitosculex, el mosquito común, naci-dos en el cauce del problemáticoRío Seco de El Campello -la vege-

tación y el barro retienen peque-ñas cantidades de agua que lespermiten desovar- tiene capaci-dad para viajar hasta 10 kilóme-tros, mientras que el feroz aedes omosquito tigre, «que se ha expan-dido desde el sur de la India hastaEE UU» y que se «ha adaptado alexterior» hasta poder «poner sushuevos en cualquier hueco conagua estancada», como cuenta elentomólogo alicantino, es capazde volar hasta 25 kilómetros dedistancia y transmitir mediante elconducto de su boca enfermeda-des desconocidas en España hastala actualidad. De hecho, la super-población de mosquitos tigre haprovocado que detectar un casode virus de la fiebre chicunguña odengue sea de declaración obliga-toria antes las autoridades sanita-

rias en España.Los diez años que lleva en el

país el aedes y su especial expan-sión por Torrevieja hacen que elcatedrático los conozca bien. «Noestá muy claro todavía pero pa-rece que les atrae el CO2, por loque podrían viajar en el interiorde los motores. Pueden vivir encualquier hueco y poner los hue-vos en espacios muy pequeños,como en el plato de las macetas,el cacharro de agua del perro o unneumático viejo». Controlar estaplaga es «complicado».

El orgullo del sector es la inver-sión en I+D que ha hecho que losespecialistas en plagas pasen deverse como una especie de caza-fantasmas cargados de pesticidacasero -«la furgoneta con la cuca-racha encima», recuerda el ge-rente de Lokímica, a ser unosprofesionales formados capacesde enseñar cosas nuevas a los en-

tomólogos y a los químicos. Elconcomimiento es el respeto; ynadie en el sector habla con ascode las criaturas que debe mante-ner a raya y, llegado el caso de su-perpoblación, exterminar.

Del estudio nacen los mecanis-mos más modernos para detenersu crecimiento. La fumigaciónque el equipo de Rico está ha-ciendo sobre el riachuelo de ElCampello con un todoterreno -enotras ocasiones usan el helicóp-tero de fumigación- contiene unbacilo diluido en agua que mataúnicamente a las larvas de mos-quito. El gel de las alcantarillasdesencadena una reacción ner-viosa en la cucaracha que la ful-mina, dándole tiempo a repartirsus heces contaminadas para de-rribar a otros especímenes comosi fueran fichas de dominó. Peroen el sector de las cucarachas, quecopa el mercado de la desinsecta-ción, el verdadero negocio será elque acabe con nidos como el dela nevera. «Quien invente la ma-nera de eliminar las ootecas, seforra», asegura García.

rePorTaJe

La presencia dechinche de cama hacrecido un 400% enEspaña desde 2010

El tigre ha traídofiebres exóticascomo el dengue ola chicunguña

De una pareja puedennacer hasta 20.000 ejem-plares más. El hábito deroer de las ratas mantienenen buena medida los sumi-deros libres de atascos.

Roedores/ La plaga porantonomasia limpia losbajos fondos

Una niña contempla un rata tras una inundación/ La falta de higiene atrae a los roedores.

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