La Humanización Del Espacio Como Objetivo de La Arquitectura
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La humanización del espacio como objetivo de la arquitecturaPOSTED ON 6 ENERO, 2014 BY SIC NO HAY COMENTARIOS
La satisfacción social debe ser uno de los pilares en el proyecto arquitectónico. El diseño y la
arquitectura deben contemplar los requerimientos y necesidades concretas de cada sociedad,
geografía y época. El diseño urbano debe ser sustentable, tendiendo en cuenta los
condicionantes de tiempo y espacio de cada ciudad. Y la humanización del espacio debe ser
un objetivo a recuperar en una disciplina que actualmente responde a un interés comercial.
La arquitectura transforma el espacio y lo convierte en habitable, lo humaniza y carga de
sentido, por ello podemos precisar que se produce una relación entre el objeto y su contexto.
Esta relación es cambiante como las diferentes condicionantes. Esto hace que la arquitectura
se encuentre cargada de sentido y responda a requerimientos y necesidades concretas de
cada sociedad, geografía y época. Esta especificidad es la que la cualifica, y da lugar al
diseño.
Se puede diseñar de acuerdo a distintos contenidos, necesidades de clientes, modas y
mercados. En nuestra sociedad podemos encontrar que se importan modelos culturales como
si existiera un posible patrón global. Muchas veces, carecen de un vínculo genuino con su
entorno, repitiendo formas y lenguajes venidos de otros lugares o de un modo de hacer
generalizado, que parte de lo formal y del rédito económico, como principales variables
condicionantes.
Estas intervenciones no pertenecen al mundo del sentido y de la creación de espacios
significativos que desarrollan la capacidad de habitar, de formar personas y conformar
sociedades. La humanización del espacio, debe ser un objetivo a recuperar en una disciplina
que actualmente responde a un interés comercial.
No se trata de recuperar regionalismos anacrónicos o historicistas sino de incorporar la
historia desde la modernidad. La identidad buscada debe comenzar por ser contemporánea,
moderna, actual y pertenecer a su tiempo.
Se trata de recuperar el sentido de la arquitectura y la ciudad. Basar nuestros criterios de
diseño arquitectónico y urbanístico en parámetros locales y culturales propios. La riqueza del
resultado debe trascender el aspecto formal, para incorporarse en usos, costumbres, cultura y
manera de estar en un clima determinado y en armonía con el medio ambiente. La innovación,
actúa así como generador de una modernidad específica en un determinado tiempo y lugar,
aportando identidad a la ciudad y también a sus habitantes, que se reconocen en ellos.
Esta modernidad incorpora una actitud consciente hacia los recursos bio-ambientales. No
existe una fuente inagotable de materiales y energías, por lo tanto la ciudad debe generar el
cambio hacia la adaptación al medio ambiente natural.
La arquitectura implica innovación y esta surge desde los condicionantes y relaciones que
estructuran cada sociedad; por lo cual, la arquitectura es específica en el tiempo y espacio.
Esta especificidad, nacida de la situación y los condicionantes particulares del lugar, incorpora
los paradigmas de la sustentabilidad. El diseño urbano es sustentable en respuesta a sus
condicionantes de modernidad y especificidad.
Desde la complejidad de relaciones que conforman una sociedad, surge la espacialidad como
materialización física de esta cultura. Cuanto más intensa y completa sea la interpretación de
esos condicionantes, más cercano a la satisfacción social será el proyecto arquitectónico. La
importancia de las condicionantes medio-ambientales dentro de las ideas previas al proyecto
es una de las variables de conocimientos que han estado pendientes de incorporación en
muchos de los diseños.
Por Arqta. Constanza Zelarayan y Arqta. Judith Rocco
Fuente:
www.revistacolegas.com.ar
1. ANALIZANDO LA PERCEPCIÓN Se presenta una analítica que se centra en un aspecto muy
específico de una construcción: cómo un espacio arquitectónico ha sido construido para
propiciar cierta percepción, qué aspectos físicos concretos se advierten y cómo éstos
influyen en nuestro movimiento y visión de una determinada arquitectura. Estamos ante
unos análisis que son parte de un conjunto de técnicas vertebradas dentro de un plan
metodológico, cuyo fin último es acceder a la lógica social y simbólica de dicha
construcción y encardinarlo con el resto de evidencias disponibles de esa sociedad. El
análisis de la percepción deber ser un aspecto de la investigación de una arquitectura, no
debe ser tomado como único, pues si esto se hace así, se puede llegar a reducir la
arquitectura a impresiones, sin tener en cuenta el espacio construido como dimensión
existencial-funcional y como relación entre el hombre y el medio que lo rodea. Se parte de
la idea de que la organización de los distintos espacios de una construcción, así como la
configuración de sus volúmenes se ajusta a un orden perceptivo intencional, el cual es
posible reconocer al experimentar los elementos físicos en una secuencia temporal
(CHING, 1995). Esto implica estudiar la relación vivencial del ser humano con las
construcciones que usa o construye, intentando así acceder al tipo de pensamiento o
racionalidad al que responde la forma de organizar tanto las estructuras como los espacios
construidos. 2. LOS ANÁLISIS DE LA PERCEPCIÓN La percepción humana se basa en la
experimentación de algo en relación con lo que hemos percibido anteriormente. Las
técnicas analíticas que aquí se presentan se vertebran en torno a dos acciones
relacionadas con la percepción: —el movimiento, por medio del cual se ha desarrollado el
denominado análisis de accesos y de amplia aplicación en los estudios de construcciones
desde su aplicación por Faulkner al análisis de castillos y casas escocesas en 1964 (p.e.
HILLIER, HANSON, 1984; SÁNCHEZ, 1998); —la percepción visual de los espacios y
estructuras, ya que gran parte de la información que recibe el ser humano es de carácter
visual y esta información forma parte de la racionalidad del individuo; este aserto ha
derivado en los denominados análisis de visibilidad, que han tenido gran desarrollo en la
investigación post-procesual (BENDER, 1993; BRADLEY, 1993; CRIADO, 1988, 1989, 1993;
THOMAS, 1991). Además de estos dos tipos de análisis, se están desarrollando análisis de
percepción1 relacionados con las cualidades cromáticas de ciertos elementos, las
propiedades ARQUEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA, 2 - 2003, págs. 177-183
ARQUEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA, 2, 2003 177 1 Un volumen recopilatorio de este
tipo de aproximaciones es el editado por C. Jones y C. Hayden (1998). acústicas,
olfativas, ... análisis que nos permiten acceder a una parte importante de la percepción de
los espacios pero que no desarrollamos en este trabajo, que se centra únicamente en los
aspectos relacionados con cuestiones visuales. Estos análisis tienen como base el Análisis
Formal de la construcción, por medio del cual se han identificado los elementos formales y
organizaciones espaciales que se dan en la construcción, y que trata de describir por su
propia lógica formal lo que aquí se pretende analizar por su lógica perceptiva, con el fin
último de acceder a la racionalidad del grupo que la creó y usó. 2.1. La percepción en
movimiento Los análisis de movilidad forman parte de los estudios sintácticos del espacio
desarrollados para analizar las relaciones espaciales de una construcción por medio de la
circulación entre ellos y el significado social subyacente. Dos son las técnicas
fundamentales a emplear en este tipo de análisis: el análisis de circulación y el análisis
gamma. El objetivo de estas técnicas es tanto cuantificar la permeabilidad y profundidad
de los espacios como identificar el hilo perceptivo de una construcción. Según la
metodología ya especificada en un artículo anterior de este volumen (CRIADO, MAÑANA),
se deben aplicar en cada ámbito donde se significa la construcción, tanto al nivel del
emplazamiento (físico y construido) como en relación a los elementos que componen la
construcción. 2.1.1. Análisis de circulación Una de las formas de analizar cómo se percibe
un espacio construido es por medio del movimiento hacia él, el recorrido que hacemos
tanto para aproximarnos como para pasar de un espacio a otro dentro de la construcción.
Es por esta cuestión que preferimos denominar al análisis que tiene como base el
movimiento del individuo en un espacio construido análisis de circulación, frente a análisis
de accesos, pues no sólo pretendemos valorar el momento de entrada en cada espacio,
sino integrarlo en un sistema de tránsito y así poder definir cuáles son los elementos que
influyen en la percepción de formas y espacios construidos. Dentro de este tipo de análisis
es básica la identificación de ciertos elementos que influyen y dirigen la circulación, como
son las escaleras, peldaños, rampas, umbrales, pasillos, caminos, aceras, etc. Siguiendo al
arquitecto F. Ching (1995) en su metodología de análisis arquitectónico, el hilo perceptivo
que vincula los distintos espacios en los que se significa la construcción se da en varias
fases: 1.º la aproximación a la construcción o visión a distancia, ARQUITECTURA COMO
PERCEPCIÓN 178 ARQUEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA, 2, 2003 2.º el modo de acceso o la
entrada al espacio interior, 3.º la configuración del recorrido interno, 4.º la forma del
espacio recorrido Así, se trata de identificar el hilo perceptivo de una construcción a través
del movimiento en sus espacios, reconociendo espacios preeminentes en el esquema
general de circulación, bien sea por ser espacios distribuidores o bien porque estos se
encuentran al final de un recorrido (SÁNCHEZ, 1998: 102). 2.1.2. Análsis gamma El análisis
gamma, que ha sido desarrollado por Hillier y Hanson (1984), se basa en el movimiento a
través de los espacios, cuantificando las profundidades y permeabilidades (la facilidad de
acceso), valorando el grado de dependencia de unos espacios respecto a otros, el control
de acceso y el movimiento que permiten. Los elementos clave en este análisis son los
umbrales que separan / comunican los espacios entre sí, pues actúan como controladores
de paso a determinado ambiente. Por medio de estos análisis se pueden descubrir las
relaciones sociales que mantienen los individuos que habitan una estructura y entre éstos
y los foráneos a ella. Su uso para el análisis de los espacios domésticos está muy
extendido. 2.2. El análisis de la percepción visual Este análisis trata de identificar el orden
perceptivo que se implementa en una construcción, partiendo de la base de que la
percepción espacial de una construcción está influida por las cualidades lumínicas,
cromáticas, acústicas, de texturas y vistas de los distintos espacios (CHING, 1995). Las
investigaciones que versan sobre la percepción visual de los espacios construidos se
fundamentan en la cualidad transespacial de la visión, ya que actúa a distancia, crea una
gradación visual según se dispongan los umbrales que, como líneas divisorias entre lo
público y lo privado, pueden variar los porcentajes de visibilidad (VEN, 1977). Siendo los
umbrales un medio de control de la circulación y también de restricción de la visibilidad,
su existencia implica la restricción de ciertas áreas a individuos de una sociedad: no es un
espacio público, de libre acceso, sino que sea cual sea el grupo discriminado, hay
individuos que se quedan fuera. El análisis de estos aspectos permite «trabajar con
aspectos relacionados con la estructura y la ideología de la sociedad» (SÁNCHEZ, 1998:
94). Básicamente, se llevan a cabo dos tipos de análisis de condiciones de visualización,
aunque ambos son complementarios: —el que se realiza en base a la situación del
individuo que percibe, a la visibilidad (es la percepción desde) desde un punto de vista
determinado, definido normalmente por un umbral y en espacios cerrados (SÁNCHEZ,
1998), o por la ruta de acceso al mismo; trata de identificar el dominio visual de los
distintos espacios construidos y el grado de exposición que sufren en relación con el
recorrido que se hace a través de ellos, definiendo espacios privados y públicos según el
grado de su «exposición a la vista». —el basado en el impacto visual de los volúmenes y
espacios, en la visibilización de los elementos (es la percepción de) y de cómo estos
influyen en la percepción; pretende identificar el orden y organización perceptiva de un
espacio construido, valorándolo de manera estática en relación tanto a su entorno —el
físico / topográfico y el construido (en relación a otras construcciones)— como en relación
a la construcción en sí misma. Es fundamental tratar de identificar la voluntad de
visibilización (inhibición, ocultación, exhibición y monumentalización, ver CRIADO, 1993:
45-51) de ciertos elementos o espacios dentro de la construcción, hecho que puede ser
tanto consciente y explí- cita como implícita e incluso inconsciente, pero que es
fundamental para identificar las cuestiones relacionadas con la parte más simbólica de las
construcciones. Así, con los análisis de percepción visual es posible valorar las estrategias
que configuran y ordenan los volúmenes exteriores de una arquitectura: que una zona
esté expresamente resaltada puede implicar una cierta estrategia espacial y de percepción
que debe ser tenida en cuenta a la hora de describir y valorar una construcción, y hacer
explí- citos estos aspectos nos pueden permitir determinar qué estrategias de
configuración de los espacios se dan en una sociedad, y por lo tanto, acceder a una parte
de su patrón de racionalidad.
X . P E R C E P C I Ó N E S P A C I A L
CUANDO alguien ve algún objeto no solamente percibe su tamaño, su forma, su color, sino que es capaz también de determinar su posición con respecto a otros objetos. Este hecho constituye la percepción espacial. La posibilidad de la percepción espacial implica varios factores que se pueden dividir en dos grandes categorías: monoculares y binoculares. Los primeros son los que funcionan solamente con un solo ojo, mientras que los factores binoculares son los que operan con los dos ojos al mismo tiempo.
Factores monoculares. Los siguientes factores son los que se perciben con la ayuda de cada ojo separadamente: superposición, brillantez, paralaje, elevación, color y distinción de contornos. Veamos brevemente cada uno de estos factores.
La superposición es la obstrucción parcial de un objeto por otro, dando la impresión de que el objeto parcialmente está en una posición más lejana. Así, en la figura 63 el cuadrado oscuro está superpuesto al cuadrado blanco. La impresión que se lleva uno es que el cuadrado oscuro está más cerca del observador que el cuadrado blanco. El cerebro determina que el objeto que está parcialmente cubierto está detrás del objeto que cubre. Este es un factor que ayuda a determinar posiciones relativas de cuerpos.
La brillantez de un objeto es una sensación subjetiva que está relacionada con la intensidad de la radiación que llega a los ojos. Así, si un objeto emite luz con mucha intensidad lo percibimos en forma muy brillante. La brillantez es un factor que ayuda a determinar posiciones de objetos; mientras más brillante se vea un objeto nos parecerá que está más cerca de nosotros.
Figura 63. El cuadrado oscuro cubre parte del otro cuadrado. Decimos que el cuadrado oscuro está más cerca de nosotros.
El paralaje es el cambio de posición relativa de un objeto con respecto a otro. Por ejemplo, cuando una persona se mueve en un sentido, el observador tiene la impresión de que los objetos cercanos se mueven en el sentido opuesto, aun sabiendo que éstos están en reposo. Uno dice que ciertas partes pertenecen a un objeto debido a que al moverse, o mover la cabeza, estas partes presentan siempre el mismo ángulo visual; solamente cuando hay diferencias en los ángulos visuales percibimos que provienen de objetos distintos.
La elevación se refiere al hecho de que un objeto, más alto que otro da la impresión de encontrarse más separado.
El color también juega un papel, aunque indirecto, en la determinación de relaciones espaciales; el color ayuda a determinar qué partes pertenecen a un objeto y cuáles no le pertenecen. Colores iguales tienden a representar superficies continuas y por tanto, a un mismo objeto. Colores distintos tienden a separar unas áreas de otras. Estas distinciones ayudan de manera indirecta a la localización espacial. La separación entre colores implica contornos que ayudan a localizar al objeto; un contorno borroso nos da la impresión de que el objeto está muy lejano.
Hemos de mencionar que en la operación de la visión los factores mencionados se presentan de manera simultánea; cada uno de ellos no opera individualmente. De hecho, cada factor ayuda a los otros para que el cerebro tenga más elementos a fin de determinar relaciones espaciales de los objetos.
Factores binoculares. Éstos son factores que quedan determinados por la acción conjunta de los dos ojos. Resultan de la comparación que
hace el cerebro de las imágenes que se forman en cada una de las retinas: se comparan sus formas, tamaños y posiciones. En general, las dos imágenes que del mismo objeto se forman en cada una de las retinas son ligeramente distintas una de la otra, debido a que las retinas están separadas.Estas diferencias las percibe el cerebro y le permiten tener indicaciones que le ayudan en la localización espacial. Consideremos la siguiente situación.
Imaginemos que se coloca un cuadrado entre los dos ojos de una persona de manera simétrica, como se muestra en la figura 64. Las imágenes que forma este cuadrado en cada retina se muestran en la figura. En el ojo izquierdo se forma la imagen en la porciónAB de la retina, mientras que en el ojo derecho se forma en la porción A'B'. Es más, la imagen de la mitad derecha del cuadrado, LM, se forma en la región AC de la retina izquierda, mientras que se forma en la región A'C' de la retina derecha. Asimismo, la mitad izquierda del cuadrado, KL, se forma en la región CB de la retina izquierda, y se forma en la región C'B' de la retina derecha. Es claro que todas estas cuatro regiones de la retina son iguales entre sí.
Figura 64. Ejemplo de efecto binocular.
Figura 65. El cerebro percibe las diferencias en las distintas regiones estimuladas en la retina, que le ayudan a saber la orientación de los objetos.
A continuación, supóngase que se voltea el cuadrado (Figura 65). Las imágenes que se forman en las retinas son ahora: DFE en la retina izquierda y D'F'E' en la retina derecha. Además, las imágenes de la mitad derecha del cuadrado LM se forman ahora en la porciónDF de la retina izquierda, mientras que esta misma mitad forma una imagen en la regiónD'F' de la retina derecha. Además, la mitad izquierda del cuadrado, KL, forma una imagen en la porción FE de la retina izquierda, formando una imagen en la región F'E' de la retina derecha. Observamos ahora que la región en que se forma la imagen en la retina derecha es menor que la correspondiente región en la retina izquierda. Son justamente estas diferencias en las dos imágenes las que utiliza el cerebro para indicar la orientación de los objetos. Es claro que para llevar a cabo esta comparación es necesario que los dos ojos produzcan simultáneamente imágenes.
El efecto de factores binoculares, también ayuda al cerebro en la percepción de profundidad, que da lugar a la sensación de tres dimensiones, o sea, espacial. Después de todo, las imágenes que se forman en la retina ocurren sobre una superficie; es decir, las imágenes son en dos dimensiones. Las diferencias entre las imágenes formadas en las dos retinas dan indicadores que finalmente nos permiten tener la sensación de tres dimensiones o estereoscópica.
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/073/htm/sec_12.htm
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