La Idea de Historia en Carlos de Sigüenza y Góngora Benítez

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LA IDEA DE HISTORIAEN CARLOS DE SIGUENZA

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LA IDEA DE HISTORIA EN

CARLOS DE SIGUENZA Y GONGORA

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COLEGIO DE FU:'OSOFiA

SEMINARIO DE FILOSOFiA EN MEXICO

FACULTAD DE FILOSOFiA Y LETRAS

SEMINARIO: INVESTIGACIONES

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LAURA BENfTEZ GROBET

La idea de Hisloria en

Carlos de Siguenza y G6ngora

UNIVERSIDAD NACIONAL AUT6NOMA DE MEXICO

Mexico 1982

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1 ., • ••I. PR6LOGO

".....:...-- ..... - ...,- .•, -'.-,_11II.••Fste estudio no pretende ser sino una coruribucion a Iacomprension del pensamiento mexicano y particularmente,a un analisis de los aspectos mas sobresalientes de la obradel eminente criollo del siglo XVII, don Carlos de Sigiienzay Gongora. "

La preocupacion pOl' deterrninar la idea de historia, enla obra de don Carlos nos IYallevado a penetrar en sus ideascicntificas, historicas, politicas y religiosas y a caracterizarlecomo un autor moderno.

Por otra parte, al tratar de comprender y exponer su crio-llismo, hem os encontrado a partir de su obra algunas ideasInndamentales arerca de 10s otigencs de la forrnacion de laconciencia nacional en nuestro pais .

Finalmente, queremos advertir que Sigiicnza es un erudi-to, y su quehacer intelectual se tlirige a innumerables cam-pos; es adernas, un hombre inquieto, buscaclor infatigablcy un pensador de valor indiscutiblc. Sin embargo, no espropiamente habJando un filos6fo,·pop,1o que este analisismuestra ante todo la integracion de div~sos hitos de pensa-miento, de conceptos cientificos, hist/)ricct: ideologicos, pocasveces explicitados 0 comentados, las ma~"de las veces sobren-tendidos. La labor, pues, resulta cornpleja, en euanto nosc trata unicamente de comentar, sino de rcconstruir, sinviolencias, ni invenciones, los Iundamentos de un pensa-mien to a la par variado y dificil de caracterizar en sus maticesy contradicciones.

Mas que la letra muerta, se trata entonees de presentara Siguenza desde una perspectiva filisofica y mostrar la con-gruencia entre el hombre del siglo XVII Y sus ideas de dondederivaran su proyeccion y dimensiones reales.

Queremos advertir que los tres siglos que nos separan delautor dificultan la labor de analisis. Su estilo, barroco lasmas de las veces y en ocasiones manierista, es sin duda unode 105 problemas mas serios para su interpretacion. Aun

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INSTITUTO Of:I"Vi~TI G•••.[;!Di\it [:,

PtLOSBFI CAS

Primcra edicion: 1982

D R © 1982, Univcrsidad Nacional Auronoma clc Mexico

Ciudad Univcrsitaria, 04510 Mexico, D.!'.

DlRECCION GENERAL DE PURI.\CACIONES

Impreso y hecho en Mexico

ISBN 968-58-0380-3

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6 Prologo

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fcitarle constituye un reto poria complejidad de la construe-cion gramatical que exhibe en la mayor parte de sus obras,

El programa adoptado para realizar esta investigacion fueel analisis critico, que no se reduce a la mera explicitacion deuna teorfa dada, puesto que en Sigiienza no existe ningunateoria Iormulada acerca de la historia, sino que pretendeser la elaboracion sistematica, a partir de divers as ideas toma-das de una gran variedad de textos, de su concerto de lahistoria. Tal concerto nos llevo, prirnero, a1 planteamientode sus fundamentos y, postcriormente, al de sus consecnen-cias mas importantes: al mismo tiempo se revelo, a la parque interesante, Iecundo, para penetrar parcialmente en laideologia del barre co siglo XVII en Mexico.

En cuanto al metodo, adoptamos e1 historico, que nospermitio explicar 105 Ienomenos y dar cuenta de 10s prace-50Sen que se insertan. Tal analisis se limito al siglo XVII enMexico, en que se dan Sigilenza y su obra, buscando integral'a1gunas condiciones concretas para una mejor explicacion.

Par otra parte, recurrirnos a la exegesis de textos parafundar con mayor rigor, hasta donde nos Iuc posible, clpensamiento de un autor valioso, hombre de ciencia mexica-;10, critico y tradicionalista, esto es, contradictor io y com-plejo y pOl' ello de alguna manera moderno,

La rica problernatica, que exhibe Carlos de Siguenza yque tratamos en este trabajo, se puede resumir, en el ernpefiode dernostrar como Sigiienza es un autor moderno y enexhibir, ademas, las ideas mas importantes de don Carlosen torno al conocimiento cientifico, a 1a historia y al que-hacer historiografico.

La ternatica antes mencionada nos ha conducido a pro-blemas Iundamentales en el estudio historico del pensamien-to mexicano, As! se suceden en estas paginas el problemade la critica, punto de partida del moderno metodo cienti-fico y categoria central en la concepcion del conocimientodel erudito barroco, que permite calificarlo como un autormoderno. Su concepcion renacentista en torno al devenir his-torico, contradictoria con su providencialismo dogrnaticoque revela el mundo en crisis heredado par el hombre moder-no. No menos importantes se muestran 105 aspectos ideolo-gicos en que se asienta el quehacer historiografico del criollo

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Prologo 7

mexicano, as! como la proyeccion de los mismos en su nacio-nalismo, el cual crea el precedente para la concepcion de unMexico autonorno.

Asomarse al pcnsamiento de Carlos de Sigtienza es con-ternplar la perspectiva consciente y, por ende racionalizada,del proceso de trasculturacion en nuestro pais. Es encon trar-se con 1a icleologia criolla en el origen de Mexico concebidocomo nueva nacion. Es, finalmente, en tender un poco masy mejor nuestra propia cultura y Ja raiz de nuestro hacerintelectual.

NOTA. Dcsde el punto de vista formal, hC11105 organizado nuestros capitu-los de manera clasica, prcscntacion del problema, desarrollo y sintcsisconclusiva. Se propone adem.is cl cpilogo como conclusion general, COil

objeto de destacar los problemas fundamcntales de nuestra tesis. :£1 trabajobusca sustentarse ell citas directas y en notas fuera de lex to, las cualescomplementan en alguna forma las ideas cxpucstas.

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II. INTRODUCCI6N

CARLOS DE SIGUEI ZA Y GONGORA,

ON HOMBRE Y SU EPOCA

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II

Cuando descamos analizar un autor enjuiciando su obra ydesentraiiando los elementos propios para su correcta inter-pretacion, no podemos soslayar la necesidad de ubicarle den-tro de su contexto historico. Tal urgencia se dcbe a que laexplicacion interna de las eategorias centrales que animan eldiscurso de un pensador no se basta a si misma, so pena detrocarse en una presentacion de ideas mutjlada e irrelevante.Han de traerse pues, a primer plano, aquellos heehos 0 Ie-nornenos que aclaren el desarrollo, prelacion () genesis delas ideas de un aut or.

La tarea concreta en este primer capitulo sera entoncesla de ubicar a Carlos de Sigiiellza y Gongora en su contextehistorico, con 10 cual no pretendemos abarcar la historiaintegra del siglo XVII, 0 hacer en un pequeiio capitulo larelacion pormcnorizada de la vida de don Carlos; se tratade una semblanza general para presentar al hombre con-creto en relacion con situaeiones igualmente definidas, paraposteriorrnente, proceder al analisis y explicacion de todosJos conceptos que se aglutinan en torno a su idea de historia.

EI siglo XVII se inicia en el mundo entero bajo signosinquietantes. La cconomia mundial organizada, al menos en10 referente a Europa y America, se ve seriamente trastor-nada en vista de la relat.iva retraccion de la produce ion demetales preciosos; y aunque la circulacion de heeho no dis-m inuvo sensiblernente, el crecimiento economico de Europa<::xigia un aumento en Ia produccion, por 10 qne puedehablarse con diversos historiadores, de una cierta carenciamorietaria. 1 "Entre 1620 y 1630, la coyuntura internacionalse torna francamente mala, Europa y el mundo entran en

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1 Pitlorgct, Suzanne, "Apogee et dcclin des soci{:tes rl'orrlrc", Hlst oireUnioerselle LIlTOItS.,e. Paris, l.i hra irie La rousse, J %9, p. 12.

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10 1ntroduccion

un largo periodo de recesion, cortado pOl' breves respires ymarcada por penosos accidentes." 2

Esra situacion durara aproximadamenre un siglo y mejora-d. unicamente call el aumento de la produccion de metaIespreciosos en el siglo XVIII.

Sin embargo, el problema econornico llO es el unico quecaracteriza a este siglo, ni la unica fuente de catastrofes gra-ves y numerosas. El factor meteorologico jugo un papel fun-damental. Un periodo de enfriamiento terrestre provocolargos inviernos, con nieves cada afio mas tempranas y des-hielos mas tardios y tuvo terribles consecuencias sobre laagricnltura de la cual vivia en aquella epoca la mayoria dela humanidad, por 10 que en gran parte del mundo el ham-bre se hizo endernica. :l

Las fechas de las granclcs hainbrunas han tenido m.is importan-cia para cl historiador quc aquellas de Ias grandes batallas, De1590 a 1602, el latigo del hambre golpc6 sobre todo a la Euro-pa del Este, en particular a Rusia. De 1606 a 1609 y de 1628a 16M se vieron en Ia misma situaci6n gran cantidad de paisessobre todo mcditerraneos. De 1639 a 16M padeccn a la par elContinence Europeo y China en el Asiatico, De 1648 a 1651es nucvamcntc cl occiclcnre el que paderc I" cnfcrmedad y1:1 harnbruna. ~

La situaciou de peligro permallent:e P()l" la Ialta clc cerea-les, la csrasez de toda clase de productos agricolas y Ins condi-ciones extremosas del clima, frio constante, lluvias continuas,etcetera, marco Ia mentalidad de Ias gentes de este siglo,quienes vivieron con Ia zozobra del harnbre, la mu erte y elmiedo al manana. ~

Se suma pOl" necesidad a este estado de hambre e inseguri-dad, la epidemia, pues 10s hombres del siglo XVII son hom-bres en general mal nutridos, de salud mediocre y de vida

~ Pillorget, SUZaIJIlC, oj). cii., p. J3.;1 Ihid., p. 15.~tua., p. 19."Partout les rcndemeuts sont bases, lcs conditions paysanne precaires.

En particulicr dans les pays tropicaux de culture sur Brulis: peninsule deYucatan, Afrique noire, brousses indochinoises. Merrie en Europe, lc betailest ctiquc, pell nombreux, et le fumier rare." Ibul., p. Ifi,

s iu«; p. 19. I1

Introduccion II

rcalmente muy corta. La duracion promedio de la vida en elsiglo XVII era de mas 0 menos 25 afios, base objetiva de unsentimiento de brevedad de la vida que se volvio una cons-tante en Ios medios intelectuales de Ia epoca. 6

Al hambre siguieron toda clase de epidemias: tifo, peste,viruela, colera. Estas epidemias se conservan en Ia historiaclasificadas por an os, de 1602 a 1631; Rusia, Africa, I talia,Francia, Ia Peninsula Iberica, Londres, sufrieron bajas con-siderables en su poblacion.

Todas estas calamidades llevaron a despertar una serie desentimientos particulates en el Ambito psicologico: "La pers-pectiva de la muerte proxima exaltaba la vida religiosa. Elsentimiento de brevedad de la vida empujaba a aeciones quese percibian como sublimes. La lucha contra la adversidaddaba alas amistades un caracter clevado." 7 Sin embargo,estos sentimientos estaban acompafiados porTa ambiciony Ios intereses de familia y una cierta forma de honor aris-tocratico, de necesidad de grancleza personal, tipica de lapsicologb de los hombres del siglo XVII y explicable a partirde la consolidacion de la monarquia absoluta y del modo deproduccion capitalista.

Al restringir la mira en nuestra perspectiva historica a lasituacion de America en el siglo XVII) nos encontramos doshechos capitales que pusieron en crisis el poder iherico enAmerica; uno de orden economico, a saber, la produccionde plata de Mexico y de las minas peruanas del Potosi comien-za a descender; y otro, de orden politico y estrategico, el

. arribo de franceses, ingleses y holandeses a los tcrritorios delnorte de America, que creo una situacion compleja y desem-boco en Ia Iucha colonialista en tierras americanas.

Independientemente de que hoy dia pueda hablarse desdeel punto de vista juridico con toda propiedad de las <:010-nias espafiolas en America en el siglo XVII} desde el puntade vista politico es un hecho que Ias instituciones, copia delas del reino de Castilla, eran una mera prolongacion de unorgano de gobierno espafiol, Junto al rey, el Consejo deIndias y la delegacion del poder real en dos virreyes, el de laNueva Castilla, en Lima y el de la Nueva Espana, en Mexico,

«tu«, p. 20.7 Ibid., p. 26.

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12 I ntroduccion Introducciori 13

quienes disponian del poder civil y militar en sus respectivosterritorios, aunque se hallaban limitados por las decisionesdel Consejo de Indias.

Por otro lado, para la mejor march a de la administracionse descentralizaron las capitanias generales que eran directa-mente gobernadas pOl'el Consejo de Indias, como la de NuevaGranada, en Colombia 0 la de Guatemala.

El poder virreinal encuentra otra limitacion, Ia Audien-cia, cuyos componentes, espafioles todos y nombrados por elrev. formaban un tribunal supremo que podia pedir cuentasal virrey.

Desde el punto de vista de la division politica, las coloniasestaban divididas en ocho territorios: Mexico, Panama, San-to Domingo, Lima, Charcas, Quito, Buenos Aires y Cuzco. ~

La red administrativa solo es el marco general en queubicamos el territorio de la Nueva Espafia. Su organizacion,produccion e instituciones, limitadas al siglo XVII, son nuestroobjetivo inmediato.

La vida colonial del siglo XVII esta compuesta por variosaspectos, entre los que sobresale, en el ambito economico laEncomienda, que subsistio durante todo este siglo. A pesarque desde el siglo anterior habla surgido el peonaje comoforma de trabajo remunerado que se reforzo con el trabajoasalariado de las minas.9 La Encomienda fue abolida en1720.

Adernas, presenciamos en el siglo XVII el incremento de 121

propiedad privada del espafiol, creaci6n de latifundios acosta de la propiedad comunal 0 de la pequefia propiedadindividual de 10s indigenas, so pretexto de deudas heredita-rias, incumplimiento en el pago de tributo u obvencionesparroquiales, 10

A pesar de ello es necesario comprender la importanciaque tuvo la propiedad privada en el desarrollo politico yeconomico de Mexico. Al respecto, Enrique Semo nos ofreceun analisis dinamico del proceso en su Historic del capita-lismo en Mexico. Distingue tres etapas en la formacion de

10 que denomina "Republica de los espafioles", que refiereal regimen coloniaL "En la primera mitad del siglo XVI 1apoblacion blanca y mestiza es muy reducida. La principalfuente de ingreso de los espafioles es el pillaje que acompafiaa la conquista y el sistema tributario." II

En un segundo momento se da el auge minero; la platasale de Ia Colonia sin una autentica retribucion. l~

En un tercer momenta, "... a partir de 1620, Ia economiaplatera se estanca 0- retrocede; e1 comercio exterior se contrae.La escasez de mana de obra indigena se agudiza". J3

Esto trae como consecncncia inevitable el que la agricul-tura y la propiedad de la tierra sean ahora el centro de lavidacconomira de Ia Colonia, cuya cxpresion mas impor-tante es la hacienda. "El surgimiento y difusion de la ha-cienda en el siglo XVII coinciden con dos Icnomenos contra-dictorios: a) el eclipse del complejo minero, y b) la crisisde Ja cconomia indtgcna comunitaria." 11

Al paso que algunos vcn en la hacienda un retroceso conrespecto a la economia m incra y 1a mercantil ligada a ella.otros, pOl' 10 contrario ven en la hacienda un signa del pro-greso por cuanto pcrmitc estabil izar el abastecimiento de lasciudades y eleva la procluccion. Hi

Dejando a un lado Ia polemica, Serno pone al descubicrtola funcion de la hacienda y el secreto de su supervivencia.La hacicnda " ... ticne una doble funci6n: la de servir al-ternativamente como un idad autarquica y productora mer-cantil". 16

Tal flexibilidad Ie permite ser predominantemente mer-cantil en los momentos en que el mercado se expande y,cuando este se contrae, la hacienda se cierra sobre si mismaen un sistema aut.irquico. 17

No cabe duda que este Ienomeno de la transformacioneconomica de Ia Nueva Espafia en el siglo XVII jugb un

8 Ibid., p. 30.9 Cue Canovas, Agustin, Historia social y econ6mica de Mexico. Mexico,

Ed. Trillas, 1963, pp. 60·66.10 Cue Canovas, Agustin, op. cit., p. 65.

11 Scum. Enrique, Historic del capiialismo en Mexico. Mexico, Eel. ERA,1973, p. 255.

]2 Gfr. Scmo, Enrique, op. eit., P: 256.13 tua., p. 257.14 [bid., p. 258.JGLoc. cit.16 Loc. cit,17 Loc. cit.

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14 In trod uccion

papel fundamental en la concientizacion de 105 criollos, queya para Ia septima decada del siguiente siglo son los autenti-cos hacendados, y quienes se enfrentan a los dignatarios ecle-siasticos y a la burocracia virreinal; todo 10 cual dara lugaral nacimiento de la criolla nacion, la patria propia, queSigiienza avisora. .

En cuanto al condicionamiento juridico vive Siguenzael periodo que Jose Miranda ha denorninado austriaco.En 105 siglos XVI Y XVII en Espana, siguen en pie fundamental-mente las ideas politicas de la baja Edad Media. Pew estasideas se transforrnan paulatinarnente para amoldarse a lasnuevas circunstancias: la Iormacion de 105 Estados modernosy el establecimiento del absolutismo.

La creacion del Estado moderno afecta sustancialmentea las ideas pohticas: asi, la naturaleza moderada que seasigna al poder real es sin duda un clare antecedente delpensamiento liberal. IS

Dos tendencias marcan claramente la modernidad en lasideas politicas. Por un lado la descentralizacion del poderqHC justifica el desarrollo de 105 nuevos Estados, negandoal Papa la supremacia politica de orden temporal wore losEstados europeos; por otro la neccsidad de consolidar lasiruacion de ]OS reyes como cabeza de 10s nacientes Estados.

Las nuevas teorias poltticas ofrecen una amplia g·amadcsdeMaquiavelo hasta Suarez. Este ultimo habla de la soberaniaabsoluta y de origen divino de los reyes pero no ilimitado,puesto que la salud espiritual del pueblo y c1 bien comunhan de prevalecer sobre el poder real. In

Paralela alas grandes teorias politicas, la Iiteratura sobre

IS Miranda, Jose, Las ideas)' las institucioncs politicas mexicanas. Pri-mer periodo 1521-1820. Mexico, UNAM, Institute de derecho cornparado,1952, p. 5I.

Refiere Miranda como se puede leer en Vazquez Menchaca que:" ...Las leyes de un reino, aun las positivas no estan sometidas a la vol un taddel principe, y par tanto no tendra poder paracambiarlas sin el consenti-rniento del pueblo, porque no es el principe senor absoluto de Ias leyes,sino guardian, scrvidor y ejccutor de ellas, y como tal se le considera."Asimismo Las Casas asevera: "A ningun rey 0 principe (pot mas soberanoque sea) es Iicito establecer y mandar en el reino ninguna cosa conccr-nicnte al comun cstado, en detrimento del pueblo, sin haber obtenidoantes el consentimiento de los subditos."

19 Miranda, Jose, op. cit., pp. 52-53.

Lntroduccion 15

el arte de gobemar, querecibe el nombre generico de casuis-tica, es de singular importancia en el desarrollo de Ias ideaspoliticas no solo de Espana sino de las tierras americanas,puesmuestra, en suma, bajo diversas form as 10 que debeser el oficio del gobernante, cuales deben ser sus virtudesy cuales los ejemplos que ha de seguir en el ejercicio de, sugohierno.P"

.Por 10 que toca concretamente a Mexico en los siglosXVI y XVII puede decirse que:

En este perfodo la Iiteratura politica de la Nueva Espafia. fue reflejo de Ia espanola. Pero no dejan de percibirse enella algunos rasgos distintivos como par ejemplo, el de .laprioridad y pcculiaridad de la rama arbitrarista, el del arribode los eclesiasticos al Evangelio mas que a la teologiay elde la presencia de la historia indigena en la rama casuis-tica. 21

De las tres anotaciones de Miranda, la que mas interestiene para nosorros es la de la rama casuistica, ya que eneste ambito se inscriben las ideas poliricas de Carlos deSigiienza.

Las obras de los autores que mas influyeron sobre Ios espafio-les -Maquiavelo y Bodino- no debieron ser muy conocidasdirectamente en la Nueva Espana. Las de Maquiavelo por-que fueron prohibidas in toturri por la Comision del Indicea mediados del siglo XVI y, Los seis libros de la Republica,de Bodine, por que la Inquisicion espanola considerandoque habia en ellos "algunas cosas dignas de correccion y en-mienda", mando quc se rccogieran y prohibio su lectura hastaque no fuesen convenientemente expurgados. 22

Tenemos la certeza de que clon Carlos conocio de primeramana la obra de Maquiavelo, ya que la cita directamenteen la Libra, desde luego atacando su doctrina, 10 cualnoresta un cierto influ jo que analizarernos mas adelante.

La rama teo16gica de la literatura politica tuvo en Nueva

20 Ibid., p. 54.21 iu«, p. 57.22Ibid., p. 60.

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16 Introduccion

Espana prominentes representantes, como el padre Mendieta,quien siguiendo la corriente tradicional, subordina el ordentemporal al espiritual. Por su parte el historiador Torque-mada sostiene que la justicia legal esta en relacion directacon el bien publico de la republica, 23 y que el monarca esun ministro de Dios a traves de cuyas manos se distribuyeIa justicia. 24 Sin embargo, la ram a casuistica se vio particular-mente favorecida en la Nueva Espana. 25 Asi, desde Palafoxy Mendoza cuya Historia real y sagrada, luz de principes ysub ditos , circulo durante todo el siglo XVII, y La perfectarazon de estado, aparecida a mediados de ese mismo siglo,de Juan Blazquez Mayoralgo, que const.ituyen las obras demas peso dcntro de este genero, hasta el T'eatro de uirtudespoliticos de Carlos de Siguenza, se registra la especial preocll-pacion de 10s novohispanos par establecer, desde la perspec-tiva practica, tanto la virtud y fines del gobierno, como lacjemplaridad para el gobernante.

Al parecer esta actitud practica Irente a 105 asuntos politi-cos es una constante en 10s novohispanos, pero particular-mente en Ios criol1os. E1 texto de don Carlos revela unfuerte interes nacionalista y una cierta minusvaloracion dela teorla Irente a la practica polttica. El traslondo ideologicoen el interior de esta actitud sed. analizada en 10s capttulossiguientes.

El ambiente cultural de Nueva Espana en la segunda mi-tad del siglo XVII seria ininteligible, si no se vinculara con

.Sor Juana Ines de la Cruz y con Carlos de Sigiienza y G{Hl-

gora.

In the intellectual sphere the two distinguished creoles men-tioned, Sister Juana Ines de la Cruz and don Carlos de Si-guenza y Gongora, exemplify the incipient decline of the

23 ius; pp. 62-63.24 ius; r- 65.25 tu«, p. 67."En la Nueva Espafia, dondc tan dcsrnedrado fue cualquier otro gcnero de

la literatura politica durante la epoca colonial, deja este [cl gcncro ca-suistico] hcrcdad bast.ante opulcuta: par u n lado obras cspecialcs, y por otropequefios escritos, casi todos de ocasion, como los mexicanisimos que orna-ban y explicaban los arcos, y los serrnones y piezas oratorias de diversaindole."

Introduccion 17

scholasticism and the beginings of the critical spirit so muchmore discernible in the Europe of their time.>'

Esto no significa sin embargo, que el siglo XVII carecierade un autentico clima cultural y que s610 estuviera circuns-crito a estas dos personalidades. De hecho la comunidad de~ueva Espana (espafioles y criollos) poseyo una animadaVida cultural.

Cultural life in this animated community, at least for theprivileged few was rich. The abundance of the realm permi t-red ample leisure for the arts and letters, a fact, as alreadyevident, which attracted writers from abroad and stimulatedlocal talent. Indeed, seventeenth century Mexico City was"the Athens of America" and, as a distinguished Spanishcritic wrote, .i t " ... con tinucd being the literary metropolisof the New World, famed for the learning of its schools, thecultivation of its ci tizcns, and for the care and distinctionwith which Our Spanish was spoken. 27

I1J

Existio un gran interes en la literatura de todo tipo y hayclara constancia de que en Mexico, en el siglo XVII no Ialta-ronnumerosos Iibros, incluso provenientes de imprentasestabl ecidas fuera de Espafia COUlO las de Holanda, Francia,Bruselas, etcetera. 2H

Si en el Viejo M undo la muerte de Calderon de la Barca(1681) marca el fin de Ia Edad de Oro de las letras espafiolas,

en Nueva Espana esta epoca coincidio can una de las masimportantes en cuanto a la creacion artistica en general yliteraria en particular; el siglo XVII mexicano, goza, a pesal'de ser este en general el siglo de la depresion, de cierta pros-peridad,

N uevaEspafia fue objeto de irnportantes visitas pOl' partede intelectuales de gran altura como fray Garcia Guerra,Mateo Aleman, Belmonte, Bermudez 0 Mateo Rosas deII

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2(; Irving- A.. Leonard, Baroque Times in Old Mexico, Seventeenth centuryj){:rsons, places and [nactices. Ann Arbor, The University of MichiganPre:;s, 19:'9, p. x.

27 Irving A., Leonard, op. cit., p. 78.281bid., p. 165.

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Introduccion Introduccion18

Oquendo. 29 No es por casualidad que en este siglo surgieraen tierras americanas la figura de ] uan Ruiz de Alarcon,cuyo retorno al Nuevo Mundo coincidio con Ia llegada deGarcia Guerra y Mateo Aleman en 1608.

En cuanto al aspecto cientifico, Nueva Espana conto conla presencia de Enrico Martinez (Heinrich Martin) duranteel final del siglo XVI y el inicio del XVII, cuya irnportanteobra:

en el Iibro de bautizos del Sagrario Metropolitano de Me-xico, 32 sino par la fecha de sus primeros votos simples el15 de agosto de 1662 en el Colegio de T epozotlan de losjesuitas, en la que hay constancia de que contaba con 15afios.P"

Del Colegio de Tepozotlan donde, supone Rojas Carci-duefias, debio aprender las lenguas indigenas, puesto que laace ion evangelizadora Iue una de las practicas mas impor-tantes de 10s jesuitas en el siglo XVII, Sigiienza paso al delEspiritu Santo en Puebla, del que salio el 9 de agosto de1667 en vista de sus escapatorias nocturnas segun 10 atesti-guan las cartas del general de la Compafiia al provincial deNueva Espana. 34

En relacion a su ingreso en el seminario, la afirmacionde Leonard Irving es muy pertinente: la Iglesia ofrecia alaspersonas con inquietudes intelectuales una carrera distin-guida, y el prestigio de la orden de los jesuitas seguramenteIe decidio a la eleccion. :IG Asimismo =afiade Irving-, que losefectos de haber sido depuesto de la orden fueron real mentetraumaticos e influyeron directamente en la personalidadde don Carlos, un tanto melancolica e irascible. 36

No obstante tal acontecimiento, no cejo en su ernpefioclerical, y teniendo como finalidad el sacerdocio, en 1667comenzo los cursos de teologia en la Real y Pontificia Uni-

... marca un hito en 1a historia de la ciencia en Mexico,ya que en ella empiezan a ser conocidas las teortas astrono-micas mas en boga en esta epoca. A'Si a partir de 1630 esposible detectar los primeros sintornas de Ia penetracion enNueva Espana de las nuevas teorias astronomicas tan revolu-cionarias como heterodoxas. Se conodan Ias obras de Coper-nico, pese a la condenaci6n que le habra lanzado la Inquisicionen el afio 1616, de Tycho Brahe, de Kepler, de GaliIeo, yde muchos otros autores de menor importancia.v"

En esta misma epoca se da la Figura de fray Diego Ro-driguez, de la orden de la Merced quien

. ... conocia con amp1itud la teoria de los Iogaritmos deNeper ... conoda los trabajos de Kepler ... y uso de las tablasde Copernico, aunque aparentemente prefiere inclinarse porIas hipotesis de Tycho Brahe con quien ademas compartiaal igual, que todos Ios astronomos contcmporaneos suyos, lasteorlas astrologicas. Sus sucesores en la catedra, principal-mente el eruditisimo don Carlos de Sigi.ienza y GOngora, .leson deudores en muchos aspectos. 31

32 Rojas Carciducfias, Jose. Don Carlos de Sigiienza y Gongora. EruditeBarroco, Mexico, Editorial Xochitl, Col. Vidas Mexicanas, 1945, p. 13.

"En veinte de agosto de 1645 con licencia del cura semanario Baptise aCarlos hijo de Dn. Carlos de Siguenza i de Dfia, Dionisia de Figueroa fue8U madrina Dona Incs de Medina y Pantoja su aguela.'

33 Rojas Garciduefias, Jose, op. cit., P: 20.Esta fecha se corrobora con una afirmacion de Perez de Salazar: "Aim

no cumplfa quince alios, cl diecisiete de mayo de 1660 cuando fue recibidopar cl P. Alonso Bonifacio (segun 10 acrcdita Fernando Ramirez que tUVGa la vista los Iibros de profesioncs de la orden)." Perez de Salazar Francisco,Biografia de Dn. Carlos de Sigiienza y Gongom seguida de uarios documentosineditos, Mexico, Antigua Imprenta Murguia, 19~8, p. XVI.

Don Carlos de Siguenza padre lleg6 a Veracruz el 24 de junio de 1640,segun Perez de Salazar, Francisco, op. cit., p. X; Y fue preceptor del principedon Baltasar Carlos, hijo de Felipe IV, Cfr. en Rojas Carciduefias, Jose.op. cit., p. 13.

34 Rojas Carciducfias, Jose, op. cit., pp. 21-22.35 Cfr. Irving A., Leonard, Baroque Times in Old Mexico, p. 19·i.36 Irving A., Leonard, op. cit., p. 195.

Bajo estas particulares condiciones economicas, poltticasy culturales se desarrolla Carlos de Sigiienza y Gongora, quiennacio en agosto de 1645. Al respecto todos sus biografosconcuerdan, no solo par la fecha de su bautizo, que ocurrioel 20 de agosto del mismo afio y del cual se guarda constancia

29 Ibid., pp. 60·61.:10 Trabulse, Elias, "La ciencia en Mexico en 10s siglos XVI Y XVII" ell

Historia de Mexico. Mexico, Salvat Mexicana de Ediciones, 1978, t. 6, p. 1398.31 Trabulse, Elias, op. cit., p. 1399.

19

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Introduccion20 Ltitroduccion

versidad de Mexico, que culminaron can sa ordenacion en1673.37

Su inquieto espiritu le llevo al mismo tiernpo al estudiode las matematicas a partir del propio afio 67, y en el 72obtuvo la catedra de maternaticas y astrologia: " ... la vidaintelectual de Dn. Carlos de Sigiienza y Gongora se iniciaen el afio 1672 en que obtuvo por oposicion y gran mayoriala catedra de Matematicas y Astronomia en la Real y Ponti-ficia Universidad de Mexico." 38

Comenzo asi don Carlos su productiva carrera de mate-matico, astronomo, astrologo, literato, historiador, que leha valido los titulos de erudito, poligrafo, y el merecidoelogio que Marcelino Menendez y Pelayo hace de su persona:" ... la aparicion de tal hombre en los dias de Carlos IIbasta para honrar a una universidad y a un pais." 39

Los escritos, de toda indole, de Carlos de Sigiienza, revelandiversos aspectos hist6ricos fundamentales que nos permitenno solo ubicar al autor en su tiempo y penetrar su personalperspectiva, sino descubrir algunos datos importantes parala explicacion de 105 procesos historicos de Mexico. 40

Su mundo esta ubicado en la segunda mitad del siglo XVII,

epoca de intensa actividad cultural en Nueva Espana, carac-terizada por la expansion colonial de los dominios espafiolesen America.

Sigiienza vivio el periodo barroco del Mexico colonial,que se caracteriza no solo por las manifestaciones artisticas,

arquitectonicas, y Iiterarias, fundamentalmente, sino por unapeculiar forma de vida en la que sobresalen aspectos especi-ficas de trasculturacion y nacionalismo, que se intensificana partir del reforzamiento de la personalidad criolla en Nue-va Espana.

Of even more significance is the fact that this figures reveal that,over the decades of the century the creol was identifying himselfmore and more with the land of his birth, and increasingly hewas aware of his separate and unique personality. This dawningnationalism, discreatly obscure at first, assents more bodly inwritings of the late seventeenth century. 11

Bajo esta perspectiva puede sefialarse la importancia his-t6rica del 'Featro de uirtudes j)olilicas, 42 obra ocasional,que pertenece al gencro casuistico y revela el intercs delc1'io110por Ia politica practica, pero, ademas, sirve al autorpara mostrar sus conocimientos de la historia indigena, asicomo para parangonar conscientemente 1£1 cultura indigenacon 1£1 enropea, 10 cual revela, sin duda, la raiz profunda desu nacionalismo.

EI iriteres por la criolla nacion, por las rakes propias, porlos ejemplos y las virtudes indigenas, se exaltan barroca-mente en consonancia con el gusto de la epoca que desbordaen 1a arquitectura, la pintura y las letras, exigienclo arcostriunfales y versos culteranos. En Sigiienza el contenido esMexico; 1£1 forma, el barroco. Es, pues, el Mexico barrow ..el momento en que la naci6n empieza a identificarse a travesde ]05 criollos nacionalistas que la muestran, exaltan, ycomparan como una entidad peculiar con un significado pro-pia.

,./

"1 Irving A., Leonard, Baroq-ue Times ill Old Mexico, p. x."From 1600 to 1700 the Creole acquired a perceptible consciousness of

his individuality and a faith in his latent, if not actual, parity with hiskinsmen ill the old country."

42 "EI Teatro de virtu des politicas, obra que no fue sino consecuenciade ot:ro cncargo con que sc honr6 al jovcn histori6grafo cuaurlo cl Cabildo dela Ciudad Ic encarg6 disponer un arco triunfal en la solemne entradadel nuevo virrey: Don Tomas Antonio Manrique de la Serda, Conde de Pa-redes y Marques de la Laguna, que lleg6 a Mexico en noviembre de1680 para Jlevar las ricndas de un gobicrno al que rcnunciaba fray PayoEnriquez de Rivera." Rojas Carciduerias, Jose, Don Carlos de Sigiienza yGongora. Erudite Barraco, p. 76.

37 Siguenza y Gongora, Carlos de, Relaciones hisurricas, Sclcccion, prologoy notas de Manuel .Romcro de Terrcros. Mexico, llNAM, 1940, p. \'11I.

38 Rojas Garciducfias, Jose, Don Carlos de Sigiicnza y Gongom. EruditoBarroco, p. 25.

Romero de Terrcros apunta que triunf6 cion Carlos por scsenra y cuatrovotos contra catorce y sictc de 10s otros contrincantes. Cjr, Sigiienza }'G6ng·ora, Carlos de, Relacioucs liistoricas, p. IX.

Perez de Salazar Francisco en Obras de Cat-Z05 de Sigiienxa, can 'Una bio-gratia, dice que don Carlos cIigi6: entre los trcs puntos clel Libro deSphera de Juan Sacrobosco la parte denominada "De Ortu et ocassu signorum", la cual dcberia exponcr al clia siguiente.

39 Perez de Salazar, Francisco, Obras de Carlos de Sigiienza y Gongora,con una biogra]!a, p. xxv.

40 Sobre la produccion historica, cicntifica y Iiteraria de don Carlos.rcmirimos al magnifico: Ensayo bibliograiico de don Carlos de Sigiienza yGongora, que ha hccho Leonard Irving en Monografias BibliogrMicas Mcxi-canas. Mexico, Secretaria de RcIaciones Exteriores, 1929, num. 15.

•........................... ~ ....~.

21

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__________________________________ ~J --------------------~~~~~.

22 Lniroduccion

A partir de 1680 los cargos y honores se suceden en lavida de don Carlos:

A los 35 afios de edad Dn. Carlos principiaba ya a ser en ciertomodo un personaje [enj Iacapital de Nueva Espana; Ia publica-cion de sus lunarios, su catedraen Ia Universidad y, sobre todo,su fama de poeta y hombre de pluma tan en consonanciaconel gusto del tiempo, Ie habian hecho ya persona conocida y ami-ga de los prohombres de entonces. 43

El afio de 1680 marca un momento crucial en la obra dedon Carlos y en el desarrollo cultural de la Colonia, pues araiz de la aparicion de un famoso cometa, la disputa sobre elmismo int.cnsifico Ia busqueda de una explicacion sobretales fenomenos, 10 cual dio oportunidad a Siguenza paraexhibir su moderna perspectiva en relacion a Ia cienciaastronomira. Aporto dos obras fundamentales que nos per-miten aclarar la explicacion historica de Ia moclernidaclcientifica en el siglo XVII mexicano: El maniiiesto [ilosojicocontra. los cometas y Ia Libra asironomica y iilosojica. Ambasobras ofrecen una perspectiva bastante clara de la calidadcientifica de Sigiienza, aunque por desgracia el cuadro no escompleto, pues no contamos con el Beleroionte matematico ,en el que segun diversos testimonios historicos se revelabael rnatematico moderno, conocedor de la deduccion cartesia-na y seguidor de Ia teoria de las vortices, que Iue pautacomun para 10s cientificos del Continente Europeo, puestoque 1a mecanica celeste de Newton no se difundio sino hastaprincipios del siglo XVIII.

El clima de in teres general en e1 ambito de 1a astronomla,que cobro nueva fuerza a partir de 10s fenomenos cometarios,dio oportunidad a don Carlos de entrar en contacto condiversos astronomos y matematicos de 1a epoca, con quienessostuvo, a proposito de sus observaciones y calculos, nutridacorrespondencia: "Todos estos sujetos tan condecorados yotros que no quiero referir, como constara pOT sus cartas,me han estimado mis observaciones y con especialidad Iasdel Cometa del afio 1681, por haber igualado en su precisiona 1as mas exactas y primorosas de 1a Europa." 44

43 Rojas Gardduefias, Jose, op. cit., p. 42.44 Ibid., p. 56.

I ntroduccion 23

La decada de 10s 80 en el siglo XVII mexicano es sin dudauna de las mas fructiferas en el orden intelectual:

Desnite the alarming threats to the security of the realmon ~the coasts and on the Indian frontiers, cultural life inthe capital was vigorous in 1683. It was the year of one of themost elaborate poetic tournaments at the University of Me-xico, with its attendand processions, pageantry, oratory, fire-works, and theatrical performances. Plays were written andperformed, Sister Juana Ines de la Cruz was composing thebest poetry of her time in Castilian, and quantities of bookswere imported, -bought, and read. Indeed, Mexico City wasmore important than ever as a center of book collections.Religious orders had assembled large libraries, rich in trea-sures of rare editions and manuscripts. The College of Discal-ced Carmelites in outtlying San Angel, where the famousSpanish novelist, Mateo Aleman, had lived in the days ofFray Garda Guerra, could boast of " ... one of the best libra-ries in America, containing twelve thousand volumes", andother seminaries and schools were close rivals in this respect.Many collections were semipublic and accessible to interestedcitizens and scholarly visitors from abroad. '1"

La fig-ura de don Carlos se hace presente en estos momentosde intensa actividad intelectual, no s610 por el testimonioque de la misma recoge a traves de sus obras historicas, par-ticularrnente, en este caso, de su Triunfo partenico, sinopOl' su propia participacion y aportacion en el certamen de1862. 'Hi

En cuanto a Ia resefia del even to literario, el Triunfo jJar-tenico es un testimonio fundamental para la comprensiondel clima intelectual, y constituye una prueba fiel del nacio-nalismo de Siguenza, 47

'Tambicn citado por Francisco Perez de Salazar en Obras de Carlos deSigiieuzo y G6ngora, con una biograila, p. XXXVIII.

45 Irving A., Leonard. Baroque Times in Old Mexico, p. 162.46 "Sigucnza merecio un primer premio en cl certamen de 1682, sobrc el

tema del concurso que exigia parangonar a la mitol6gica Delos, impoluta'patria de Apolo', con la iumaculada Concepcion de Maria." Rojas Garci-duefias, Jose, Don Carlos de Sigiienza y Gongora. Erudito barroco, p. 67.

47 A este respccto en el Triunfo paricnico, Sigiicnza dice: "Por lisonjatuve la obediencia que se impnso para formar este libro, rcconocicndo el

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24 Introducci6n

La cercarria intelectual de Carlos de Sigiienza y Sor JuanaInes de la Cruz se hace patente a traves de los testimoniosde amistad mutua con los que contamos, de 105 cuales essin duda e] mas importante

... el soneto que Sor Juana escribio en elogio de Sigiie.nza yGongora por la descripcion que este hizo del Arco Tri un fa1cuando JIeg6el Virrey, Marques de la Laguna:

I

"'

Dulce, canoro cisne mexicano.

Pucs pOl' no profanar tanto decoromi cntendimiento admira 10 que entiendoy mi Ic rcverencia 10 que ignoro. ·.!H

A 5U vez Sigiienza no escatima su admiracion a la DecimaMusa cuando afirrna:

Quanta en el antcocdcnte Preludio sc a discurrido, mas ticncpor objeto dar razbn de 10 que dispuse en el Arco, que. per-judicar 10 que en cl que erigi« Ia Santa Iglesia Mctropolitauade Mexico al mismo intento ideo la Madre [uana Ines de LaCruz Religiosa del Convcnto de S. Hieronymo de esta Ciudacl,y dicho se estava, quando no hay pluma que pucda elcvarse,i la eminencia donde la suya descuclla, quanto, y mas atre-verse a profanar la sublimidad de la erurlicion (lue la adorna.Prescindir quisicra el aprccio con que la miro, de la vencracionque con sus obras grangca, para manifestar al m~ndo qU~U1lo

es 10 que atesora su capacidad en la Encyclopedia, y vnrver-salidad de sus letras, para que se supiera el qne en vn soloindividuo goza Mexico 10 que en 10s siglos anteriores repar-tieron las Gracias {I quantas doctas Mugeves son el asombrovenerable de las Historiasw

que con esta ocasion sc me podria saciar cl vchcmente deseo que de elogiara los m ios me pulsa sicmpre." En Perez de Salazar, Francisco, Obras deCarlos de Sigiienza y Gongora, con una biograiia, p. XLVII. ,.

48 Rojas 'Garciduefias, Jose, Carlos de Sigiienza y GOllgMa. EruditoBarraco, p. 89. . ,. ."

49 Sigucnza y G6ngora, Carlos de, "Teatro. (~~ vHtudes, PO~ltlcas, enPerez de Salazar, Francisco, Obras de Carlos de Sigiienza )' Gong01a., am unabiograiia, p. 23.

I

III

II

lutroduccion 25Y mas adelante:

Bastante juzgo que se a comprobado 10 que prop use en eltitulo, por los motives de la cortesania, {t que me oblige lano vulgaridad de mi Assumpto, y por la reverencia, conqueclevemos aplaudir las excelcntcs obras del peregrino ingeniode la Mo.dre [uana Incs de la Cruz> cuya fama, Y CllyO nombrcse acabara can el mundo. no

El barroquismo de Carlos de Sigiienza no es un epitetof;\.cilpara ubicar a este autor en un determinado mornentode la historia colonial, sino la sintesis de sus actinides, accio-nes y obras. El barroco no se puede reducir a un puro estilo;constituye un clima cultural en Nueva Espana que afeetaIa manera de vivir y pensar.

El barroco ha sido explicitado pOl' 10s historiadores delarte como un estilo que surge al rompersc el clasicismorenaccntista. Se trata de un arte directo cuya exuberanciaformal evita Jos presu puestos 0 conceptos sobrentendidos;acorde con la nueva vision del mundo, que sc funda en 1arnptura de la unidad medieval, el barroco es UIl intentopar salvar el equi librio en un mundo en cambio, y repre-senta una lucha tenaz contra el escepticismo y el subjetivisrnoque se revelo en otro movimiento artistico: el manierismo.

EI barroco no es par tanto un arte de interpretacion; elalambicamiento de las forrnas, la profusion de las mismas,busca el no dejar resquicios a una hermeneutica individual.Todo elernento tienc una referencia, toda sefial lo es de algo.Es por esta razon que frente al manierismo, como 10 indicaHauser, el Concilio de Trento hizo portavoz de las doctrinascatolicas al barroco; arte elocuente, que habla pOl' S1 mismoy garantiza la unidad del dogma.

E1 estilo no es solo la referenda obligada para caracteri-zar una epoca: expresa en el caso concreto del barroco yde Sigiienza una relacion intima en que se da la vivencia deIorrnas y contenidos: el estilo se torn a asi modo de vida,Siguenza es barroco porque vive la complejidad, Ja diversi-clad, la disparidad y se ve obligado a buscar en todas las dis-

so Siguenza y G6ngora, Carlos de, "Tcatro de virtudes politicas", enojJ. cit., p. 38.

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26 In trod ucci6n

yuntivas una solucion armoniosa. En el cabe hablar de arrilO·-nia de tensiones, de contrapunto,

Gana la catedra de matematicas y astronomia, pero no esun cumplido profesor por la diversidad de sus intereses. Escritico en el terreno de la ciencia, pero tambien muestra sulado agnostico.

Exhibe el metodo crttico de los historiadores modernos,pero estan presentes en sus obras historicas su providencia-lismo y su repertorio de milagros.

Contrasta con su natural sosegado y melancolico, Sll capa-cidad para la accion y para la investigacion que se traduceen numerosas obras. Curiosamente don Carlos critico canvehemencia el exceso de retorica y las formulaciones com-plejas: no obstante, " ... el mismo incurrio en defectos queluego critico, en el prologo del Paraiso Occidental dice:' ... que escribir con largos circunloquios yeufemismos, cqui-valta a condcnar el autor y su libro a que jamas se lea' ... " G~

La muestra mas re1evante de sus excesos barrocos se dasin duda en la Primavera indiana) su primera produccionIiteraria, en torno ala cual se han suscitado, como dice RojasCarciduefias, " ... las mas enconadas criticas, asi a FranciscoPimentel Ie parece ininteligib1e, a Menendez Pelayo, ilegi-h!c, a Gonzalez Pefia, calamitoso ... " •.2

Barroco resulta su estilo poetico-literario, por cl usa demetaforas atrevidas, sus excesos eruditos y de formas rebus-caelas; pero tarnbien su criollismo, su nacionalismo y su reli-giosidad, cuyo contenido problematico parece encontrar enesa forma la via de expresion mas adecuada, y que explicate-mos mas ad elante .

Siguenza no se contento con tomar parte en la polernicacometaria y en las contiendas literarias, sino que, atento atodos 105 acontecimientos de su tiempo, testigo y juez deimportantes sucesos, ve en las incursiones extran jeras enAmerica, el debilitamiento de la corona espafiola y previeneal rey sobre la necesidad imperiosa de proteger estrategica-mente las tierras mexicanas. Se revela aqui no solo el historia-dor, sino el sujeto que toma parte efectiva y conereta en el

51 Perez de Salazar, Francisco, Obras de Carlos de Sigiienza y Gongora,p.25.

52 Rojas Garciduefias, Jose, Carlos de Sigiicnza y Gongom. Erudito barroco,pp. 37·38.

1I

Introducci6n 27

proceso historico. Ubicado en, " .. .los ultimos dias de laCasa de Austria en Espana, las actividades hostiles de otrasnaciones europeas aumentaban constantemente y ponianasi en grave peligro la supremacfa espanola en el NuevoMundo, sostenida pOI' espacio de dos siglos". 53

El informe al rey lleva por titulo Memorial y esta fechadoel 2 de junio de 1689; rue el resultado de una expedicionpara el reconocimiento de la bahia de Panzacola (Santa Ma-ria de Calve) , de la que Siguenza formo parte. " ... impor-tante episodio en la vida de Dn. Carlos y en la historia de laexpansion de la Nueva Espana a fines del siglo XVII". 54

No obstante la objetividad del informe y la accion ur-gente que se desprendia de su planteamiento, 1a monarquiaespanola no tomo las medidas inmediatas necesarias paraevitar el paso de otras naciones europeas alas tierras ameri-canas. 115

Don Carlos asento en el Memorialla necesidad de ocupary poblar la bahia de Panzacola, haciendo una relacion deta-llada desde diversos angulos =estrategico, mi1itar, econ6micoy politico- de su status y significacion, y poniendo de ma-nifiesto, como dice Leonard Irving, sus dotes de observadorcientifico. Desafortunadamentc fue desoido. 56

Entre 10s sucesos importantes de Nueva Espana en 105

que participo don Carlos, sobresale el motin del dia 8 dejunio de 1692.

Como apunta Rojas Garciduefias:

Ciertamente Ia Nueva Espana vivio casi tres siglossin que paramantener el orden publico fuese precise un ejercito 0 una

53 Irving A. Leonard, Docurnentos ineditos de don Carlos de Sigiienzay Gongora. Mexico, Centro BibliogrMico Juan Jose Eguiara y Eguren, 1963,p.44.

G4 Irving A. Leonard, op. cit., p. 43.55 Irving A. Leonard, op, cit., p. 44.56 "Para que no se poscsionaran los franceses de algunos puertos del

'Seno mexicano', ordcno cl Rey por conducto del Consejo de Indias, quese siguieran las indicaciones de Sigi.ienza y se poblara la bahfa de Panzacolapara 10 cual se cornisionaha al almirante Arriola. Pero al volver cste de uncorto viaje de inspecci6n declare que 10 asentado por don Carlos en su In formeera inexact~ .'! critic6 las rncdidas que el cosmograto habia aconsejado."

Cfr. en Siguenza y G6ngora, Carlos de, Relaciones hist6ricas. Seleccion,prologo y notas de Manuel Romero de Terreros. Mexico, UNAM, 1940,p. XIX.

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28 Introducci6n

policia numerosa, per<>eso no quiere decir que tal orden fueseabsolutamente inalterable; s610indica que por diversas razonesla poblacion del reino no queria 0 no podia alterar el orden

.establecido. 67

. Tal exposicion de motivos no aclara la significacion nilas reales causas del hecho; 10 cierto es que esta paz rela-tiva conocio rebeliones y conjuras mas 0 menos £recuentes.

De las rebeliones indigenas ocurridas durante la segundamitad del siglo XVII, fueron las mas connotadas la de Guadal-cazar en la region de T'ehuantepec, la de los tarahumarasen el afio 84, y una famosa conjura indigena ocurrida enel.90 en la region norte de laNueva Espana; pero sin dudala que mas golpeo el animo de Siguenza, por darse en lapropia capital del reino, fue la del dia 8 de junio de 1692,"Amanecio finalmente (que no debiera) el fatalfsimo dia 8de junio, domingo infraoctava de la solemnisima fiesta deCorpus Christi, que ni en la Alh6ndiga, ni en parte algunade la ciudad se reconocio en toda su manana accidentealguno que motivase cuidado ;:.. " 58

Sigiienza relata pleno de consternaci6n los tristes sucesosen el "Alboroto y motin del dia 8". En la transcripcionobjetiva de los acontecimientos, hasta donde ello es posible,se.va revelando la figura del criollo defensor de Ias autori-dades espafiolas, critico corrosivo de la sublevaci6n indigenay que pone de manifiesto la escision comun a todos- Ioshistori6grafos criollos entre la revaloraci6n del indigenanoble del pasado y la devaluaci6n del innoble indigena delpresente.

Generoso y enconado, don Carlos participo activamenteen elrescate del Archivo de la Ciudad a punto de ser COIl-

sumido por las llamas.

Mientras tanto don Carlos no permanecio como simple especta-dorcomo pareceria por la minuciosidad con que relata 105

sucesos; desde ~l momento en que dej6 sus Iibros y se lanz6a la calle al saber la noticia del tumulto no tuvo reposo y ahidesplego, en esa tarde y parte de la noche, mas actividad y

57 Rojas Carciduefias, Jose, Don Carlos de Sigiienza )' Gongora. Eruditebarroco, p. 104.

G8 Rojas Garciduefias, Jose, op. cit., p. llO.

Introducci6n 29

esfuerzo corriendo serios peligros, que nunca se hubieran su-puesto factibles en persona de naturaleza y profesion tan .sose-gadas.59

Ninguna semblanza de don Carlos podria quedar completasi no se menciona su piadosa religiosidad. Hombre de fe sin-cera, busca sin embargo deslindar los problemas cientificosde los religiosos.

Don Carlos had succeded in divorcing-secular concerns fromthe tradition of au thority, thus enabling his thoughts to soarunhampered in such matters. Though a lay priest, he had nosolemn pledge of submission to monastic superiors to respect,and he was freer to separate his rationalism in natural philo-sophy from the inmutable dogma of theology. 60

La religiosidad de Sigiienza no puede menos que estar enconsonancia can las form as especificas que en la epoca ad-quiere. En efecto, sostenemos que don Carlos es absoluta-mente congruente can la modernidad ya que, por un lado,vive el nacionalismo religiose y el mismo 10 fomenta, feno-menD tipico de los tiempos modernos: por otro lado, siguien-do de cerca las pautas contrarreformistas, expresa barroca-mente su religiosidad.

Su guadalupanismo fue sincero y fervoroso: probablementetres factones concunren a desarrollarlo; en primer lugar elfirme catolicismo de Sigiienza, en segundo termino su intimoy arraigado sentimiento de 10 mexicano ... y po,r ultimo elhaber vivido en una epoca de intenso fervor guadalupano. 61

Elias Trabulse sefiala tambien la paradoja del escepticis-mo filosofico de Siguenza frente a su religiosidad y nosotrosanalizaremos mas adelante la naturaleza de tal paradoja, queno era por cierto tan comun en el siglo XVII mexicano, aunquesin duda forrno parte del clima cientifico de ese siglo.

59lbido, p. 1I6.60 Irving A. Leonard, Baroque Times in Old Mexico, p. 208.61 Rojas Garciduefias, Jose, Carlos de Sigiienza v G6ng01°a. Erudite ban'oco,

pp.44·45.Como apunta Rojas Garciduefias, en el siglo XVII se pidi6 a Ia Sagrada

-

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30 Introducci6n

Los ultimos afios de la vida de Siguenza transcurren alfinalizar el siglo XVII, epoca en que los Habsburgo ocupantodavia el trono de Espana. 62

En estos afios don Carlos habia acumulado una grancantidad de cargos mas ilustres que remunerativos, pero encuyo conjunto se puede percibir la diversidad de sus intere-ses y su concepcion renacentista de la sabiduria como eru-dicion.

Sin duda alguna, ligado directamente can el humanismorenacentista, se hall a un concepto de sabiduria que aludea la comprension y conocimiento de toda la realidad basica-mente a traves de las razones 0 proporciones maternaticas,

La misma concepcion del alma humana como foco deactividad, y de la esencia del hombre como libertad, desbor-daron en un concepto optirnista en cuanto a la posibilidaddel desarrollo humano y de su capacidad de conocimiento.De ahi que el ideal erudito no se vincule unicamente con lanecesidad de satislacer los requisitos de un estilo, sino qucse desprcnda de la concepcion del hombre y su capacidadde conocimiento.

Par otra parte la erudicion se constituyo en programametodico en Ia historiografia moderna, en tanto hacia masintensa y profunda la selecci6n y critica de Fuentes.

Siguenza es erudito, no solo pOl-qne responde a 105 intere-.ses y forrnas de ser de una epoca, sino par una inclinacionparticular de su caracter que le lleva a la investigaci6n entodos los pianos y a la creacion en los mas diversos camposdel conocimiento.

Don Carlos alude a la erudicion como conocimiento,cuando establcce a proposito de las escuelas politicas, entrelos antiguos mexicanos: " ... erudicion que ignoran cuantosno leyesen con cuidado las mexicanas historias". 63

Congregaci6n de Ritos que se declarase fiesta de precepto el 12 de diciembre,10 cual rcdundo en Ia intensificaci6n del cuI to guadalupano,

62 "The closing years of Sigiienza's life coincided with those of theseventeenth century and of the Hapsburg dinasty on the Spanish throne,and the cancerous ills of the Empire had their counter parts in the bodyof the mexican humanist."

efL Irving A. Leonard, Baroque Times in Old Mexico, p. 211.63 Perez de Salazar, Francisco, Obras de Carlos de Sigiienza )' Gongora, con

una biograiia. Mexico, Socicdad de Bibli6filos Mexicanos, 1928.

Introduccion 31

Asimismo establece cual es el caracter propio de la erudi-cion; cuando refiere: "Solo con las Iuzes apacibles de laverdad, se hermosea la Encyclopedia noble de la erudicionelegante, pero como pudiera serlo esta si faltasse aquellacircunstancia precisa: Veritas," tH

La erudici6n es conocimiento, conocimiento fundado, paren de verdadero. La cual esta en plena consonancia con laidea de sabiduria renacentista.

En las Obras de Carlos de Sigiienza y Gongora) con unabiograila, de Francisco Perez de Salazar, se encuentra unIacsimil que sirve para ilustrar nuestra idea.

Piedad Heroyca de du Fernando Cortes Marques delValle.

Esta obra es Escrita pr don Carlos de Siguenza yGongora Cosmografo del Rey Ntro. Sr don CatedraticoJubilado de las Ciencias Matematicas. ExaminadorCcn' de Arrilloros, y gente de mar. Capellan propieta-rio del Hospital del Amor de Dios, Ministro del Tribu-nal del Sto. Oficio y su Corrector Cen' de Libros &c.Quien murio dcedad de 55 afios, el afio de 1700 10 qese deduce de la obra impresa en cse afio, Oriental Pla-neta Evangelico. Epopeya Sacro-Panegirica al Apostolgrande de las Indias Sn Franco Xavier, qe la dio a laEstampa du Cabriel de Siguenza, su sobrino, y Impre-so en Mex= con lioencia de los Superiores P'" d~ Mariade Benavides afio de 1700, en cuio prologo se da ra-zon de much as de Ias obras de Siguenza, de su muerte ydisposiciones pa despues de ella. La impresion de estade piedades Heroycas de dn Fernando Cortes; se dedu-ce de ella misma, qe fue impresa en el afio de 1663, delCapo II y fin del no 121, en qe tratando de un Suma-rio de Indulgencias dize que se imprimio el afio pasadode 1662.6G

Una penosa enferrnedad puso fin a la vida de tan i1ustremexican a el dia 22 de agosto del afio 1700. "Esta piedra

64 Perez de Salazar, Francisco, op. cit., p. LXXXIV.65 Loc. cit.

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32 Introducci6n

(en la vejiga) que en vida ya no le permitia dar paso ...existia efectivamente habiendose comprobado que era tangrande como un hueso de durazno." 66

Don Carlos dispuso en su testamento que se le hiciesela autopsia, con objeto que 105 medicos pudieran estudiar laindole de su enferrnedad. Este hecho no hace sino remarcarla naturaleza de su espiritu cientifico, su interes por la verdady su confianza en la evidencia empirica. 67

Despues cortejado pOl' cl claustro universitario, pOl' el SantoOficio, del cual a ultimas fechas habia sido nombrado correc-tor general de libros, y por los congregantes de Sn. Pedro, ledieron 105 padres de Ia oompafiia, cristiana sepultura en lacapilla de la Purisima, del lado de la epistola y al amparode la virgen Dolorosa que segun sus propios terminos fuesu consuelo y el refugio a que se acogi6 en su larga y penosisi-ma enfermedad. 68

66 Loc. cit.67 "Thus, in an age when among his class human remains were deemed

sacred and dissection was still counted a desecration, this consecrated savantof seventeenth century Mexico demonstrated, in his last act, a desire toseek truth and to serve mankind even beyond the boundary of life. Hisspirit clearly foreshadowed the end of the Age the Baroque and the begin-ning of the Age of Reason in Hispanic America."

ct« Irving A. Leonard, Baroque Times in Old Mexico, p. 214.68 Perez de Salazar, Francisco,Obras de Carlos de Sigiienza y Gongora,

con una biografia, pp. LXXXIV-LXXXV.

III. LA lDEA DE CIENCIA

Las paginas siguientes son el resultado de un analisis inter-pretativo de caracter epistemologico, aplicado a las ideas queacerca de la ciencia maneja Carlos de Siguenza y G6ngora,tanto en el Maniiicsto contra los cometas como en su Libraastronomica y [ilosoiica y ocasionalmente en sus obras his-toricas.

El objeto del analisis es caracterizar a Siguenza como unautor moderno a partir de su concepcion de la ciencia -lacual esta estrechamente ligada a su concepcion de Ia histo-ria=, haciendo la salvedad de que no se trata de un creadorde nuevas teorias cientificas, sino de un hombre erudito queconocio algunas concepciones fundamentaies en las que alen-taba Ia.nueva vision del mundo fisico, 1 y aplico principiosy metodos de un nuevo "paradigma" cientifico, el de lamodernidad. 2

Por otra parte, es importante aclarar que Siguenza nodesarrolla un pensamiento sistematico en torno a los pro-blemas de la ciencia; no hace filosofia propiamente hablando,sino que, a la par que practica el nuevo estilo de la ciencia,hace reflexiones aisladas sobre sus caracteristicas y metodos.POl' esto, en buena parte nuestra labor consistira en haceraflorar las ideas fundamentales que subyacen en algunos desus escritos cientificos, historicos y Iiterarios, e integrarlasunitariamente para poderlas entender a la luz de la historiadel pensamiento filosofico en Mexico.

Con respecto a Ia cuestion de la modemidad hemos creidooportuno manejar tanto los conceptos cientificos como loshistoricos tomando como base la siguiente hipotesis: Carlosde Siguenza no es un autor de transicion, es un autor moder-no porque la modernidad misma es transicion. Esto significa

1Trahulse, Elias, Ciencia y religion en el siglo XVII. Mexico, E1 Colegiode Mexico, 1974, p. 49.

2 Khun, Thomas S., The Structure Of Scientific Revolutions. Chicago.University Press, 1970.

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La idea de la ciencia La modernulad34

que Siguenza lucha contra las formas anquilosadas de laconcepcion del mundo, de la fisica, de la astronomia, delmetodo, de la verdad, etcetera, y su arma fundamental esel analisis critico. Como astronomo Siguenza se enfrenta aun sistema que le ataca, del cual el padre Kino y josef deEscobar y Salmeron son tipicos representantes; alegan la pri-macia de la fe, el peso de Ia tradicion y del consenso univer-sal a 10 que Sigiienza responde con una sola idea basica: laLibertad Philosophica, la independencia de la Talon que serala divisa del Siglo de las Luces.

A sefialar las caracteristicas de la contradiccion en el cien-tifico criollo y a establecer por que no es en si misma contra-ria al espiritu de la modernidad, hemos dedicado esta partede nuestro trabajo. Por 10s limites y propositos de este nosconcretaremos al analisis de la Libra y del Maniiiesto, que sevinculan sustancialmente con su concepcion de la historia,tema fundamental de nuestra tesis.

de la historia y de la ciencia en Sigiienza, compatten laidea de que se trata de un autor de transici6n, a caballoentre dos momentos fundamentales del pensarniento humano,la tradicion medieval y la modernidad; pero sin dudaTrabulse va mas lejos cuando busca 10s Iundamentos de talaseveracion en el Sigiienza que encarna la razon cientifica:en el Sigiienza para quien el universo, a partir del nuevoparadigma mecanicista de Ias ciencias, comienza a abrirse;y e~ el Siguenza que frente a la religion observa una tripleactitud, de crcyente, heterodoxo y esceptico. 5

Siguenza es un autor contradiciorio y es la contradiccionIa que pretende explicarse como consecuencia de Ia transi-cion, desde luegoenmarcada en el condicionamiento his to-rico en que el erudito barroco se inserta. Asi no se ignora nie! caracter dependiente de la cultura colonial, ni la margina-Clan que se sigue del mismo. Se alude tambien a la censuraejercida a traves del Santo Oficio de la Inquisicion, asi comoa la revision periodica de textos que llegaban a la NuevaEspana, pero se advierte la particular libertad de lecturaque un clerigo revisor como Sigiienza pudo tener. 6

En conclusion, si Carlos de Sigiienza es un autor de transi-cion, se explicara COIl creces el porque de las contradiccio-nes que se manifiestan a 10 largo de toda su obra,7 10mismosu postura dual de astronorno y astrologo, como la de cienti-fico que acepta a medias el nuevo "paradigma" de la cienciasin desechar el anterior; as! como la de hombre ortodoxa-mente religioso que a la vez busca deslindar entre Ia verdadcientifica y la verdad religiosa. A partir de la ambiguedadse declara a don Carlos un autor de transicion, 8 que si bientiene geniales atisbos de modernidad y hasta se muestraprecursor de la Ilustracion no es en realidad un autormoderno.v

La opinion antes expuesta y varias veces reiterada acerca

LA MODERNIDAD EN CARLOS DE SIGUENZA Y GONGORA

Ningun estudioso hasta ahora sc ha ocupado de Carlos deSigiienza como autor de transicion con la precision analiticaque 10 ha hecho Elias Trabulse. Sus palabras nos ofrecenun claro resumen al respecto: "Don Carlos de Sigiienza es unautor entre dos epocas que, cual lano, contcmpla un porvenirluminoso mientras ve morir un pasado al cual perteneeetodavia. Su mismo caracter bipolar permite hacerlo precur-sor del eclecticismo mexicano del siglo siguiente." 3

Y continua poco mas abajo: "Su criticismo historico 10hace moderno, su apego a 10 ancestral 10 haee tradicional.Su busqueda de la verdad en la naturaleza 10 convierte enilustrado, su creencia en los dogmas inmutables del catolicis-mo 10 retiene en el medioevo. La pugna entre empirismocientifico y dogrnatismo ortodoxo se palpa en gran partede su obra." 4

Si no expresado de la misma manera, es un hecho quedestacados autores como lose Gaos, Eli de Gortari y RafaelMoreno, que han analizado 105problemas del conocimiento,

1\ Trabulse, Elias, op, cit., Mexico. El Colcgio de Mexico, 1974, pp. ll5 Y ss.6 Ibid., pp. ~N';6 .7 Sigiienza y Gongora, Carlos de, Libra astl·on6mica y [ilosojica. Presen-

tacion de JOSt~ Gaos, Edici6n de Bernabe Navarro. Mexico, UNAM, Centrode Estuelios Filosoficos, CoL Nueva Bibliotcca Mexicana, 1959.

8 Moreno, Rafael, "La filosofia moelerna en la Nueva Espana" en Estudiosde historia de la [ilosojia en Mexico, Mexico, Fac. de Fil. y Let., UNAM,2a. eel., 1973, pp. 146·147.

9 Cir, Trabulse, Elias, up. cit., pp. 31-32.3 Trabulse, Elias, op. cit., p. 31.4 tu«, r- 31.

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---------------,3G La idea de la ciencia

del caracter "transitive" de don Carlos, 10 nosha Ilevado aplantearnos si efectivamente es un autor de transicion, para10 cual partimos primero de la ubicacion y caracterizacionde la modernidad y despues establecemos, con el analisis delos textos de Sigiienza, un parangon entre sus ideas y Iasde algunos autores modernos. A la base de este estudio estala siguiente pregunta: (no es acaso la modernidad rnismauna transicion? 11 (No serfa en gran medida en parte de sugestacion y desarrollo, la modernidad, justamente transitohasta Ladifusion amplia y consolidacion de los nuevos "esque-mas explicativos" de la realidad? 12 La respuesta afirmativaa tal pregunta invertirIa los terrninos del problema en tar-no a Siguenza y Gongora; la contradiccion, su caracter bipo-lar. harian de el un autor autenticamente moderno. Lascontradicciones en el ambito filosofico, cientifico, religioso,historico, etcetera, quedaran plenamente comprendidas bajola perspectiva de una epoca de controversias y ambigueda-des. Siguenza no seria en todo casosino un hijo del siglo XVII,

absolutamente acorde con su tiempo y exponente singularde la cultura novohispana de vanguardia.

Se ha dicho repetidas veces que Siguenza es un autor detransicion porque junto a sus ideas modernas, critico-cienti-ficas, exhibe ideas que pertenecen a 1'1 tradicion medieval,las cuales le impidcn el acceso plena a la modernidad. Talesideas son fundarnentalmente:

1. Su eclecticism a en relacion a la concepcIOn del mundoy las ideas cientificas que de ella dcrivan, ya ptolemaica, yacopernicana y en ultima instancia tycho-brahiana.

2. Su ambiguedad frente a Ia astrologia, ora atacandolacomo infundada y no cientifica, ora fabricando lunarios enque se contienen predicciones netamente astrologicas.

10 "Su inagotable mctodo, oponer 10 moderno a 10 tradicionaly 10tradicional a 10 tradicional es un claro indicio de su caracter transitivo, pOl'asi decirlo, dentro de la historia de las ideas." Trabulse Elias, op. cit., p ..31.

11 Sigucnza y Gongora, Carlos de, Libra, p. XXI. En el prologo, JoseGaos dice: "Los padres del mundo moderno en el sentido de 105 variossectores culturales de este mundo, Colon, Lutero, Descartes ..• estan carga-dos de medievalismo mucho mas de 10 que quiza pensaba y hasta quisoalguno de ellos y de 10 que ha sido solito pensaran de ellos 105 posterdores."

12 Trabulse, Elias, op. cit., pp. 24-25.

iIi

La modernidad 373. Su agnosticismo y su providencialismo en 105 que la

actitud critica encuentra su frena.

4. La autoridad a la que ataca, pew a la que frecuente-mente se acoge.

Algunas veces se atribuye su falta de completa modernidada causas extemas, tales como el ambiente que le impideprogresar; otras a problemas de indole personal tales comosu compromiso con una jerarquia eclesiastica 0 a una mezclade ambos. Podria mencionarse, ademas, que si bien parte desus ideas son tradicionales, no asi sus actitudes, que resultan,a la luz de cualquier analisis, novedosas, 13

Las afirmaciones en el senti do de que Sigiienza no es unautor moderno se yen seriamente comprometidas cuandopar un Iado se intenta definir la modernidad y por otro semuestran casas similares al de Siguenza en autores europeosa 105 que no llamamos autores de transicion, sino modernos.

En cuanto al primer problema, a saber: (que se entiendepor modernidad?, si por modernidad entendemos la epocamoderna, los tiempos modernos historicamente hablando,es un Ienomeno curiosa pero explicable que mientras maspreciso es el estudio historico mas vagas son las fronterasentre edades, imposible separarlas en forma esquernatica yarbitraria. Como todo hecho, la Edad Moderna encuentrasa raiz en un pasado inmediato que le sirve de base, pewe1 cual no solo es negado en la via de una superacion sinointencionalmente desconocido, despreciado y artificialmentesustituido par otro pasado mas lejano, la Antigucdad Clasica.El humanismo es el reencuentro con la antiguedad pero bajolas condiciones de la cultura medieval; sin embargo, no esni unico, ni homogeneo, cronologica y geograficamente ha-blando. La modernidad se cuela por doquier de acuerdo conla perspectiva historica de quien la evoca. Para el legisladorse instaura con el advenimiento del estado moderno; para

13 Leonard A. Irving, Baroque Times in Old Mexico. Ann Arbor, Michi-gan, University of Michigan Press, 1929, p. 193.

"No other incident of his life epitomizes the man and his times for itplaces in yuxtaposition the bed spirit of scientific inquiry wich he incar-nated and the miasmic atmosphere of ignorance."

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La modernidad 3938 La idea de La nencza

to acufiado en el campo de la filosofia no coincide estricta-mente con el concepto hist6rico de la Edad Moderna; lamodernidad se restringe a todas las actitudes, actividades,conocimientos, perspectivas, concepciones, etcetera, en quese revela 10 novedoso £rente a 10 tradicional, ya en el campode la filosofia, de la ciencia, de la tecnica, del arte 0 de lareligi6n.

De hecho el concepto modemidacl se desarrolla mas, allldonde las condiciones culturales son paradojicamente masfuertemente tradicionales, donde los esquemas ideologicosson mas dificiles de renovar 0 de remover, es decir, en cul-turas perifericas, como nuestra cultura colonial en el sigloXVII, alejadas de las desarrolladas e innovacloras.

II. Modernidacl es un terrnino que en Hispanoamericatiene un peso espedfico: la apertura a una nueva actitud,la asuncion de la critica como opuesta a la tradicion autori-taria y dogmatica.

III. Esto refiere en primer termino a la modernidad comociencia nueva; efectivamente, la nueva ciencia se caracterizapor establecerse metodicamente, ya por el camino de la in-duccion, ya por el de la deduccion creadora, opuestas ambasa la deduccion silogistica, repetitiva e ineficaz para impulsarel desarrollo del conocimiento. La nueva ciencia que sefunda en la observacion y la experiencia, asi como en elcalculo matematico 0 los principios de la fisica, es un cono-cimiento util y provechoso para el hombre, y lleva consigoun dominio de la naturaleza que se traduce en el bienestary el progreso de la hnmanidad.

IV. El terrnino modernidad alude en este mismo sentidoa la nueva filosofia como nueva ciencia, aquella que seconcibe a si misma como racional y antimetafisica en tanto,por un lado, busca establecerse independientemente de lafe y, por otro, desplaza el acento de su preocupacion de Iosproblemas tradicionales metafisicos a los epistemologicos.

V. En Mexico la modernidad referida al campo de la Iilo-sofia tiene una caracteristica propia: el eclecticismo; lafilosofia que se cultiva en Nueva Espana como filosofia mo-derna sera eclectica en ultima instancia por el caracter depen-

el materialismo historico la modernidad no se maneja comoconcepto, pero se habla del deterioro del modo de produc-cion feudal a partir de la fundacion de la banca y el desarro-llo mercantilista. Para el soci6logo la modernidad se perfilacon la Iundacion de las ciudades libres y la movilidad de lasclases sociales; para algunos objetivistas la Epoca Modernaes el resultado de un encadenamiento entre los nuevos datosaportados por los descubrimientos, el desarrollo de nuevosesquemas explicativos y el impulso a la tecnica a partir deIa nueva ciencia. Para Ios idealistas Ia Epoca Moderna seinicia con los grandes descubrimientos como hazafia espiri-tual, en la que destaca la nueva actitud del hombre frenteal mundo, su fe en Ia razon. Para el episternologo la EdadModerna se caracteriza por la busqueda del metoda adecuadopara el conocimiento y dominio de la naturaleza cuya baseesta en Ia razon critica frente al dogma, la imagineria 0

la supersticion. Para el historiador de Ia ciencia la EpocaModerna cvoca los pasos sucesivos de la apertura del cosmosdesde la inversion copernicana, hasta la manifiesta reducci6ndel orden universal alas leyes fisicas de Newton, Irente aun pasado en el que el mundo tenia Iimites, esferas establese incorruptibles, cuyas Ieyes diferian de Ias del mundo sub-lunar. 14

Cada una de las perspectivas aludidas difiere en la tesisde base; sin embargo, todas tienen en cormin Ia concienciaclara de que la Edad Moderna no es un mew termino sinoun proceso que tiene sus origenes mas remotos en la bajaEdad Media, cuyas premisas fundamentales de desarrollose dan en los siglos xv Y XVI, que cuenta con importantesaportaciones en el siglo XVII, las cuales seran ampliadas,aplicadas y criticadas en el siglo XVIII.

Independientemente de la ubicacion, es fundamental sabercuales son los aspectos que caracterizan la modernidad desdela perspectiva filosofica. La modernidad como terrnino filoso-fico se refiere a una serie de instancias culturales cuya carac-terfstica fundamental es:

I. El rechazo de la tradici6n. La modernidad como concep-

14 Dcntro de cada disciplina se da una perspectiva de la idea de moder-nidad en relacion al conjunto de hechos que constituyen su objeto deestudio.

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110 La idea de la ciencia

diente de la cultura, pero finalmente selectiva y preocupadapor 100 problemas concretos de un pueblo sumiso a la tra-dicion por la ignorancia. El eclecticismo de nuestros autoresmodernos significa importacion selectiva de las tesis devanguardia: pOl' tanto no se trata de un eclecticismo indis-criminado, indiferente 0 burdo, sino consciente y valorativodesde la perspectiva novohispana.

VI; Finalmente la modernidad refiere a una nueva formade concebir a la religion como el campo propio de la creencia,del dogma; de la autoridad y por tanto, completamentediferente a la ciencia 0 lafilosofia. Tal fue el clima propicioen que se gestaron el moderno escepticismo, el deismo eincluso el ateismo del Sigle de las Luces.

En Carlos de Sigiienza, la modernidad esta basicamentedefinida en terminos de conocimiento cientifico. 15 En efecto,se habla de Siguenza como autor de transicion en primerterrnino en la perspectiva cientifica. 16 Cabe preguntarsecuales son los rasgos de modernidad que se muestran en laobra del "erudito barroco".

POI' su ubicacion historica (1645-1700) don Carlos per-tenece plenamente al periodo calificado como Epoca Mo-derna y sin lugar a dudas como establece Trabulse estuvoa la altura de los tiernpos.?" y las controversias y ambigiie-clades, no hacen sino corroborar esta afirmacion. 18

15 Moreno, Rafael, "La filosofia moderna en la Nueva Espafia", en Estu-dios de historia de la [ilosojia en Mexico, p. 16l.

16Trablllse, Elias, op. cit., pp. 28-29.Rojas Carciduefias, Jose, Carlos de Sigiienza y G(ingora.. Erudito barroco,

Mexico, Edit. Xochitl, Col. Vidas Mexicanas, ]945, p. 13.17 Trabulse, Elias, op. cit., pp. 25 Y 65.18 En la Historia general de las ciencias Taton nos dice: "Es conveniente

ver en el Siglo XVIII el comienzo de la ciencia moderna. Este punto de vistano es inexacto aunque requiere una explicaci6n. Para empezar es evidenteque el calificativo 'rnodcmo' sera siempre relative. En este sentido hay queguardarse mucho de modernizar demasiado la generacion de Descartes cincluso la de Newton, so pella de no comprenderlas 0 de exponernos a unainjusta decepcion."

Y Koyre dice: "Copernico ... no es un copernicano. No es un 'moderno'su univcrso no es cl espacio infinito de la fisica clasica. Tiene limites comoel de Aristoteles." Koyre, op. cit., p. 69.

Kovre, Alexander, La "evolution astronomique. Histoire de la pensee,Paris, Ecole Practique de Hautes Etudes, Sorbonne, Herman, 1961, p. 15.

La modernidad

a) En cuanto a la concepcion del mundo, el eclecticismotychoniano 19que Trabulse percibe a traves de las obras deSiguenza es absolutamente congruente con Ias afirmacionesastronomicas en boga entre los autores modern os del sigloXVII. Esto se debio a una doble causa: por una parte el hechede que la Iglesia catolica no prohibiera la ensefianza delas teorias de Copernico sino hasta 1616, hechotardio sise toma en cuenta que el De Reuolutionibus OrbiumCoelestium, habia sido publicado en 1543; 20 Y tardio tam-bien en relacion a la prohibicion de Lutero y Melanchtonformulada en la 5a. decada del siglo XVI (1541-1544).21Por otra parte, la exactitud en los calculos a partir de Iastablas .propuestas pOl' Copernico fue 10 que permitio lamayqr difusion de sus ideas entre astronornos y astrologos,e incluso despues de la prohibicion las tablas se mantuvieron

19Trabulse, op. cit., p. 81.20 Thorndike, Lynn, History of Magic and Experimental Science. New

York, Columbia University Press, 1958, vol. 5, cap. XXXIV, p. 145.••... para105 astronomos de Ia primera mitad del siglo XVII el sistema de Tyeho Brahepareda combinar las ventajas del de Copernico con las del ptolemaico,apareccria como un tercer sistema del mundo."

Cir. Historia general de Las ciencias, 1. II, Ciencias Modern as, Barcelona,Ed: Destino, 1972, pp. 92-95.

Vernet, Juan, Astrologia y astronomic en el Renacimiento. Barcelona,Editorial Ariel, 1974, p. 92.

"Los' Trabajos de Tyeho Brahe asestaron los golpes decisivos a la cosmo-logia tradicional, al dcstruir el dogma de la inmutabilidad de los cielos,los orbes solidos de Peurbach y de Copernico, y a volver a crear toda unaastronomla de la observaci6n cuyos datos de inaudita precisi6n llevaron aKepler a establecer una Astronomla y no s610 una cosmologia nueva."

Mas adelante en la pp. 144-145, Vernet afirma que:"Logomontanus y Riccioli, a quien Stguenza cita en su obra, habian

aceptadoel sistema de Tycho Brahe diciendo que no es que el sol gire 'Ila tierra estc inm6vil en 1665 dcspues del proceso de GaliIeo."

21Los que difundieron verdaderamente a Copernico fueron Rethicus,Tycho Brahe y Giordano Bruno, porque el editor Andreas Osiander, cambiotodo cl sentido de la obra con su "Iritroduccion", en contra del propioCopcrnico, POl' otra parte, ya desde 1539, antes de la publicaci6n del DeReuolutionibus Orbium Coelestium de Copernico, e incluso de la NarratioPrima de Rethicus, Lutero, puesto en antecedentes por los rumores, conde-no duramente la nueva doctrina, y en 1541 Melanchton 10 hizo mas severa-mente ann. La Iglesia Cat61ica no dijo nada. No fue sino mucho despuescuando se hizo evidente que la obra de Copernico no era s610 para 10s mate-maticos; y se dieron cuenta de que el golpe contra el geocentrismo y contraelantropocentrismo era mortal, pues se evidenciaron las implicaciones meta-ffsicas' y religiosas en los escritos de Bruno.

Cfr. Koyrc, op. cit., p. 17·.

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42 La idea de La ctencia

como materia de ensefianza aunque no la teoria heliocentricaen que se fundaban. 22

El hecho de que Sigiienza solo aplique las tablas y establezcalos calculos, pero no obtenga de ello mayores consecuenciasteoricas, se debe a que no Iue un cientifico creador, 10 cualtam poco le resta modernidad, y par ello resulta ilogico pedirque de sus observaciones sacara consecuencias semejantes alas de Newton al observar el mismo cometa

b) Su ambigiiedad frente a la astrologia es otra caracte-ristica de los tiempos modernos. Efectivamente, en primerl~gar, hasta muy entrado el siglo XVII, la astrologia seguiasiendo catedra regular en gran cantidad de universidadeseuropeas.Ps En segundo lugar, el status mismo de quien se~'edicaba a la astronomia y la maternatica, comprendia enforma inseparable 1a practica de la astrologia.

Asimismo el ambiente social estaba absolutamente en prode las predicciones astrologicas (esto tal vez tenga su expli-cacion en las condiciones azarosas y calamitosas en que seenrnarca el siglo XVII) y un astronorno real y rnatematico teniaentre sus obligaciones presupuestas la de elaborarlas.

Autores de reconociclo valor cientifico se dedicaron tam-bien a la prediccion astrologica: asl 10 hizo Kepler 24y, siGalileo pronto se deslig6 de tales practices, fue por razonesmlly sirnilares a las de nuestro criollo autor; el estar conven-cido de la imposibilidad Iactica de las predicciones y elhecho de no haber Iabricado pronosticos acertados 0 de haberintentado predecir infortunios a personajes eclesiasticos 0

politicos, 10 cual nunca fue aceptado: y, como sefiala Thorn-dike, a esta clase de presagios se debio la seguncla bula papal

Verner, Juan, Astrologla y astronomia en el Renacimiento. La reoolucioncopcrnicana. Barcelona, Editorial Ariel, 1974, pp. 77-78.

22 Vernet, Juan, op. cit., p. 134 Y ss,2:1 Thorndike, Lynn, op, cit., t.. VIII, cap. v, p. 89."Attacks upon astrology were numerous in the seventeenth century. We

have already described several of them in our sixth volume and need nothere repeat what was said there concerning George of Ragusa, Alexanderde Angelis, and Giannini. On the other hand we have already seen that thepapal bulls against astrology of 1586 and 1631 had only a limited effect,and that the subject continued to be taught at the University of Bolognainto the seventeenth, and at Salamanca into the eighteenth century."

24 Thorndike, Lynn, ibid., t. VIII, cap. II, pp. 17-19.

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La modernidad 43

contra la astmlogia y no precisamente a motives religiosos,ni mucho menos cientificos. 25

c) En relacion a sus concepciones re1igiosas es verdad queSiguenza se muestra providencialista y agn6stieo, pew habraque precisar el ambito propio de tales concepciones y esta-blecer que la modernidad se explica en gran medida por elequilibrio entre la intolerancia y la tolerancia, la concilia-cion y la separacion entre la verdad religiosa y Ia verdadcientifica. En efecto, los autores modernos en una U otraforma tratan de mostrar que la ciencia y la religion son nos610 diferentes, sino mas aun, independientes. Sin embargoen muchas ocasiones se ven obligados a vertebrarlas, ya porel clima de intolerancia heredado del siglo anterior y aunadoa la contrarreforma, 26 ya por la Ialta de un ambiente real-mente eientifieo, de un publico adecuado capaz de compren-der la nueva cicncia. 27

d) Finalmente cl hecho de que los autores modernos seexpresen en el lenguaje propio de la escolastica 0 recurrana sus formas argumentati vas, no les resta modernidad por-que son siempre en este casu 10s contenidos Ins que nos ha-blan de las nuevas coneepciones, aunque Ias Iormas muestrensu vinculacion real con el ticmpo que les precedio.P"

Si hemos de sostener que Sigiienza es un autor modcrnodehcmos examinar algunos aspectos de su obra cicntificapara lograr un juicio fnndaclo.

Trabulse ha expresado que "Sig'iienza como cientifico esun personaje contradictorio", 29 y agTega que "La contradic-cion es mas marcacla todavia si analizamos su obra cienti-fica y pseudocientffica. Por una parte tenemos Ios lunariosy alrnanaques que nos pintan al nigromante; por otra tene-

~"Thorndike, l.ynn, .u«, Pt>. !1'8-fJ9.2(1 Menendez y Pelayo, Marcelino, Historia de los hcl.ciotloxos rspaiioles,

r. IV. Buenos Aires, Espasa-Calpe, Argentina, 19:;1, P: ;)75."En e1 siglo XVI to do el mundo creia y todo e\ mundo era intolerante."27 Taton, en c1 prologo a la Historia general de las ciencias. Barcelona,

Editorial Dcst.ino, t. II, p. 214, dice:"La IllICV" cicncia Iuc iustau rada al margen de la cicucia oficiaJ, Y <I mcuudo

con tra clla." .28 Por ejemplo, varios tcxtos cartesianos est.in escritos con un lenguajc

cscol.istico.2!) Trabulse, Elias, op, cit., p. 62.

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La idea de la ncnCla

mos el Manifiesto y la Libra que nos introducen con el ma-ternatico, el astronomo y, en fin con el racionalista escepticoque se burla de las quimeras de los astrologos: gremio delcual Don Carlos es, paradojicamente, miembro egregin." so

LA CRiTICA

La caracterfstica epistemologica mas importante por la qllCla ciencia moderna alcanza carta de naturalizacion en laperspectiva filosofica es sin duda la critical 31 como pasofundamental que posibilita y garantiza el desarrollo de Iaverdad cientifica. La critica no es solo una caracteristica delmetodo en la filosofia cartesiana, en realidad se extiende atoda la filosofia moderna. Asi la pregonan por igual empiris-tas y racionalistas y se traduce en una de las premisas basicasdel metodo cientifico.

El proposito del Manifiesto queda explicitamente estable-cido por su autor: " ... sera despojar a 10s cometas del im-perio que tienen sobre los corazones timidos de los hombres,manifestando, su ninguna eficacia y quitandoles la mascarapara que no nos espanten." 32

En el fondo, al igual que en la Libra, no se trata sino del"desengafio de errores", necesario preludio a la postulacionde la verdad cientifica. La critica sed conscientementc pro-puesta como el primer paso del metodo con el cual el espir itusistematico del siglo XVII se desarrolla en la filosofia yen laciencia.f" y la actitud de Sigi.ienza queda inscrita dentro deeste clima general.

30 T'rabulse, Elias, iu«, p. (;2.31 La critica, como funci6n del conocimicruo, posibilita su propio dcsarro-

no, ya que en la medida en que un conociemiento es puesto en nisis,sometido al aualisis, a la inspeccion rigurosa, se elimina la posicion dogma-tica, que de suyo evita la revision, el examen,

Contra la mcra opinion, la critica pone de manifiesto la carencia 0 dchili-dad de los fundamentos de un conocimiento. La critica permite cvit ar lasubjetividad, al comprobar y aplicar los eonocimientos.

Como funcion del conocimiento, la critica esta presente a 10 largo deldesarrollo del eonocimiento cientifico y filosofico, pero se torna una acti tudconseiente y parte del metodo en el siglo XVII a partir de la formulacioncartesiana.

32 Siglienza y Gongora, Carlos de, Libra, pp. 10-11 num. 12.33 Cassirer, Ernest, Filoso[ia de la Ilustracion, Mexico, FeE. 1913. pp.

1O-1!.

La critica 45

El motivo inmediato que mueve a Sigiienza a la redaccionde la Libra es sacar a luz la verdad, polemizando contra elpadre Kino que habia refutado su Maniiiesto; pero su sisni-ficado mas profunda estriba en presentarnos algunas deoIascaracteristicas mas importantes del nuevo modelo cientifico.

En la Libra como obra polemica, Siguenza recurre almecanismo medieval de exponer los argumentos del opositorpara despues irlos refutando. Sin embargo, no se queda enla posicion c6moda de exhibir unicamente la incongruenciaa nivel 16gico, ni mucho menos aim en salvar autoridadescomo correspondia al planteamiento medieval; Ia disputa deSiguenza va mucho mas lejos, es la moderna controversia aproposito de la cual cita a Gassendi y a Descartes; 3·i esta enel c1ima de la disputa cometaria que, segun Tralmlse,asesta un golpe definitivo a la vieja cosmologia.v" Asi,Si-giienza analiza los fundamentos de las proposicioncs en laperspectiva cientifica, historica 0 aun religiosa en que sehan planteadorarremete contra la ignorancia, la supercheriay el absurdo: rechaza 10s argumentos de autoridad per se,los debidos al consenso universal y por sllpuesto 10s contra-dictorios. En soma, aunque con el ropaje medieval, la disputade Sigiienza por sus planteamientos y efectos rcbasa conmucho las meras contiendas de la escuela, ya que" ... soloel entendimiento las asiste". 3G

Bajo la perspectiva critic a no resulta una rnera casualidadque Sigiienza en su Manifiesto iilosojico del 13 de enero de1681 cite a Gassendi, a Descartes y a Galileo; mas bien esuna clara prueba de que nuestro criollo autor vivio el c1imade la cieucia modern a y, aunque no sea posible referir todaslas influencias que pudo haber recibido, tenernos varios hitosque nos muestran que justo es la critica, el punto de con-

:14 Sigucnza y Gongora, Carlos de, Libra .• P: 151, num, 316.;{5 Trabulsc, Elias, op. cit., P: 7.

Hisioria general de La ciencia, t. II, p. 215.Heredada de la disputa escolastica de la Edad Media, la polemic a de

Siguenza, por su caractcr critico, sobrepasa el mere espiritu de controversiadel siglo XVI qlle Thorndike califica de acientifieo, pues sc sustentaba en unadoctrina del punto de vista y servia unicamente para desacreditar, detractare insultar a un deterrninado autor. Cfr. Thorndike, Lynn, ap. cit., t. VII,cap. I, p. 9.

3& Sigiienza y Gongora, Carlos de, Libra, p. 151, num. 313.

.• 11

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46 La idea de la czenna

fluencia del mexicano con IDS europeos. As! en Ia Libracitando a Gassendi nos dice: "En 10 que a mi toea, no mepreocupo por IDSdemas pues haya escrito 0 no haya escritoalguien contra mi, es igual, pues escribirta contra mi rnismo,si al examinarme tarnbicn yo, descubriera haberme equivo-cado en algo." 37 Aunque mas adelante se aclaram la impor-tancia que da Sigiienza al uso de las autoridades, salta a lavista que al citar a Cassendi esta lejos de la reiteracion dog-matica, pues se trata de manifestar la irnportancia del analisiscritico, siempre que este tiene por objeto el esclarecimientode Ia verdad, y de reiterarla con las palabras de un autorcontemporaneo. Hasta Siguenza ha llegado en una u otraforma el principio cartesiano de Ia duda, como se maneja enel Discurso en el primer precepto del metodo, principio quederrumba verdades infundadas, dogmas y meras opiniones.

En una lucha encarnizada contra Ia postura habitualmenteacritica Siguenza declara: " ... no soy tan simple que quieraque se tengan pOl' oraculos 0 dogmas mis aserciones par 10cual siempre me he persuadido a que sin culpa alguna puedadisentir de ellos el que qu isiere." :18

La libertad para discntir sobre la verdad cientifica dejaIatente en nuestro autor la division clara entre ciencia ydO<,sma;el dogma como tal debe desterrarsc del campo de laciencia y con su habitual ironia lleva mas lejos la cdticacuando afirma que en la ciencia de nada valen l(}s dogmas. :m

En cuanto a la mera opinion, esta constituicla pOl' Ias "vo-ces inadvertidas del vulgo". Tales son aquellas que expresanen sus juicios y discursos Ia ignorancia de la materia, por10 que vulgaridad equivale en gran medida a ignorancia, perotambien le cabe la nota de ridiculez; el vulgo es ridfculocuando proclama sin ninguna evidencia Ia mera creenciade que los reyes perecen a causa de los cometas.w El "vulgoignoranle" puede hacer deducciones falsas porque no conocemetodo alguno para discernir 10 verdadero de 10 falso, por

37 Ibid., p. 2, nurn, 3.:18 Ibid., p. 3, nurn, 4.39 Siguenza muestra c6mo en la ciencia de nada valen los dogmas.Gjr. Libra, p. 123.40 Sigiienza y Gongora, Carlos de, "Manifiesto" en Libra, p. 10 num, 11.Ibid" p. 34, Hum. 61: "En declo crccr que uu rey ha muerto pOl' el cometa

es propio de ridlcula locura."

La critica

eso puede llegar a conclusiones tales como que, mientras masedad tenga la humanidad, mas repetidos seran los cometas.s-

La verdad 0 el error que se pone al descubierto a travesdel analisis critico se situa 1ejos del ataque personal. El anali-sis busca evidenciar los fundamentos y la solidez del conoci-miento, no en el duelo subjetivo, sino en la practica delmetodo. "Si probe 10 que en el y 10s restantes queria [argu-mentos del padre Kino], no me toea a mi determinarlo sino ala Astronomica Libra. Ella respondera por mi a quien des-nuddndose primero de perjudicados aject.os se digne depreguntarselo." 42

Nada mas claro en el plano de la critica que "evitar laprevencion", tal como indica el primer precepto del metodacartesiano.v De hecho solo despojandose de prejuicios, "per-judicados afectos", pucde el hombre acceder a la verclacl; elprograma cle toda la filosofIa modern a que se inicia con lapuesta en crisis, sornctiendo al analisis las pretendidas verda-des, requiere de una actitud previa, la de no prevenirse enpro 0 en contra, la de no sostener antes de fundamental'.

Contraria a la adhesion volitiva y afectuosa de la fe, lacritica discurre pOl' cl camino del examen racional que pre-tende objetividad e imparcialiclad, de ahi el nombre deLibra; es este sopesar verdadcs a traves del examen minucio-so, el punto de partirla de la nueva cicncia,

La actitud critiea indispensable pm·a destacar 10 verdaclerode 10 falso, el dudar para no dudar rebasando el esceptismo,la posibilidad de fundamental' el conocimieruo en la obser-vacion, la experimentacion 0 el calculo, en suma el conoci-miento y la utilizacion del metodo, marcan la diferenciaentre opinion y conocimiento, entre vulgo y hombre deciencia. Al respecto refiere Sigiicnza:

En estas cosas se llego el dia 23 de agosto en que segun 10habia prevenido el Alrnanaque y Pronosticos se eclipsaba elsol. Como no se espcraba tanto como esto ... se causo de todo

41 Ibid" p. 29, num. -18.e iu«; p. 150, nurn. 312.

43 Gjr., cl primer preccpto del metodo ell Descartes Renc, Discurso delmetoda.

47

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48 La idea de la czencza

tan repentina confusion y alboroto que causaba grima. Yoen eI intertn, en extremo alegre y dandole aDios gracias repe-tidas por haberme con.cedidovel' 10 que sucede en un deter-minado lugall'tan de tarde en tarde y de que hay en los librostan pocas observaciones que estuve con mi cuadrante yanteojode larga vista contemplando el sol. 44

El vulgo es temeroso y espantadizo porque desconocecausas, porquc ignora metodos, porque no sabe argumentarsacando falsas deducciones y en ultima instancia porque nisiquiera conoce el significado correcto de los terminos dellenguaje cotidiano: " ... preciosos y transparentcs prismasy policdros que el vulgo como ignorante de las propiedadesde las voces llama alrnendras de cristal." 'J.

Si Ia critica se levanta contra el error, tal desengafio nopuede surgir solo de combatir a "las voces inadvertidas delvulgo"; no se trata de luchar unicamente contra la ignoranciadel irmorantc sino de alzo de mucho mayor peso, lucharb' b

contra la iznorancia del sabio (lue se manifiesta en el pre-t>juicio, el argumento de autoridad, el argumento de consensouniversal, la falacia argumentativa, etcetera. Tal lucha estanto mas sigl1ifieativa cuanto que las Iormas que ahora serevelan como ignorancia fueron sostenidas durante largossiglos como 105 autenticos Iundamcntos del conocimiento.POl' eso la polemica contra el padre Kino es en ultima instan-cia la lucha contra el viejo sistema autoritario y dogrnatico,Es por esta misma razon por Ia que la Iuncion critica de lafilosofia se hace consciente de sf durante el siglo XVII. Enla lucha frontal entre autoridad y evidencia el desenlace nose hace esperar; las modernas escnelas filosoficas proclamancomo el autentico criterio de verdad la evideneia, y Siguen-za se adhiere a la nueva concepcion, pOl' 10 que buena partede la Libra no representa sino un ataque sistematico a laautoridad fundamentalmente en el terreno de la ciencia.

44 Sigucnza y G6ngora, Carlos de, "Alboroto y motin del dia 8", enRelaciones historicas. Mexico, UNAM, Biblioteca del Estudiante Universitario,1954, pp. 123-124.

45 Simicnza v G6ngora, Carlos de, Tviunjo partenico (Compendio biblio-·gr:ifico'" fOfmulado por Manuel Toussaint ... ). Mexico, Imprenta Univcr-sitaria, 1941, p. 15.

La autoridad

AUTORIDAD

Propugna el cientifico mexicano por un cambio de acti-tud, por una toma de conciencia del publico cultivado engeneral cuando le agrede diciendo: "Tan superficiales son105 juicios de muchos de este tiempo y casi tan sin valor queaquellos que Jeen no consicleran tanto que leen ni piensantanto en la fuerza y valor de 10 dicho, cuanto en la dignidaddel que dicta." 4(;

Sierva de la autoridad, la razon no examina ni discierne,ni valora, simplemente asiente: esta actitncl es totalmentecontraria a la busqueda de Ia verdad, puesto que la natura-leza de la verdad cientifica no tiene nada que ver COll elautoritarismo y la imposicion. "~Las autoridades de 105doctores? No convienen si lcs Ialtan a sus razories las con-grllencias." 47 La verclaclno puede asentarse dogmaticamentecontra la razon, Ia verdad es funcion de la razon, pOl' ellono puede dictarse autoritariamente sino que se estableceo no de acuerdo can un metodo. "Quien tiene entendi-miento y discurso jamas se gobierna por autoridades si lesIaltan a cstas autoridades las congruencies" 48

Contra la actitud displicente que relega a la razon y pre-fiere comodarnente descansar en la autoridad Sigiienza arg-u-ye: "Se busca no a la autoridad del que disputa, sino Lauerdad de Ladisputa misma." 49 Asi ni el propio Aristotelesescapa al analisis critico de autoridades, cuando Sigiienzanos dice: " ... y siendo Aristoteles jurado principe de losIilosofos, que ha tantos siglos 10 siguen con estimable apre-cio y veneracion no merece ascenso . . . cuando se opusierensus dictamenes a la uerdad y razon ... " 50

El cambio se an uncia y se da a un tiernpo, no se sospechade la autoridad de Aristoteles, simplemente se niega que susverdades se pueden seguir si unicamente se sustentan en laautoridad, 10 cual es muy irnportante pues prepara el cami-no a 10s dictamenes de los modern as astronomos que expon-

46 Siguenza y G6ngora, Carlos de, Libra, P: 2 nurn. 2. Siguenza cita aSa1viano en el De Auaritia.

47 Ibid., p. 26, num. 41.48 Ibid., p. 40, nurn. 76.49 Ibid., p. 69 num, 132. Siguenza cita a Municio Felix en cl Octavius.50 Ibid., pp. 69-70, num. 132.

49

.1-_.-

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50 La idea de la ClcnCla

dra Sigiienza un capitulo mas aclelante y que con traded ana Aristoteles y por ende a la vieja vision del mundo.

Al examinar de cerca el principio de autoridad, Sigiienzaencuentra que este se halla muy cercano a la mera opinion,porque en la mayor parte de 105 casos to do el fundamentode una aseveracion autoritaria consiste en el dicho del autor."(Serb credito de entenrlimiento seguir ajenas doctrinas sinexaminarles Los fundament os? Claro esta que nada de estoseria querer afirmar una cosa sin valerse de mas razon sinode que aSI 10 dijeron." 51 Es imposible que la autoridad sesustente en Sl misma, la autoridad no es garantia de verdady mucho menos 10 es el mero repetir, el decir de la auto-ridad. 02 De la autoridad no importa si es ancestral 0 actual,si es unica o plural, 10 que no se puede hacer es usar losargumcntos dandoles un caracter dogrnatico. La cienciamodcrna puso al dcscu bierto que no es ni el prestigio ni lajerarq uia 10 que autenticamcnte sustenta al conocimiento;este por LIB lado dcbe cscindirse de la simple opinion, elmero decir, y por otro de Ia Ic, de la pnra crcencia alapelar a la eviclencia emplr ica y racional. En este ultimoaspecto la posicion de Sigiienza, aunque dificil, es bastanteclara: "Pero llegando a los doctorcs sagraclos y santos padresninguno pretendio asentarlo por dogma filosofico, sinovalerse de estas apariencias [aparicion de cometas en el cielo]como medics proporcionados para eompungir cl animo de10s mortales y reducirlos al camino de la verdad." GlI

El tono no es de ataque directo que postule abiertamente~!l1averdad cientifica £rente a una verdad religiosa, pero esinnegable que Siguenza afirrna que con relacion a los come-tas, el enfoque de los santos padres no fue eientifico, noasentaron ninguna verdad cientifica, sino una verdad decaracter moral y religiose, que perrnitio a la Izlesia unacierta conduccion de los hombres. b

Por un lado queda claro que para Siguenza la autor idaden cuanto tal no subsiste como fundamento de la verdadcientifica; ni la autoric1ad de los antiguos, ni la de 105 moder-nos, si adem as de ostentar su pasaporte autoritario no mues-

51 iua; p. 4l, num. 76."~Ibid., p. 99, num. 202.5:! Ibid., p. 14, num. 20.

IIIII,j

II\I!

La autoridad

tran fundamentos mas solidos; tam poco la autoridad de 105·santos padres 0 de Ias Sagradas Escrituras, ya porque no con-templan el Ienomeno, ya porque no 10 tratan de maneracientifica. Cabe entonces £rente a los argumentos de au tori-dad una razonable duda, puesto que al exhibirse como merasopiniones no dicen nada sabre la calidad de su pretendidaverdad. Asi pues, si la autoridad queda descartada por laexigencia de la critica, otro sera el sustento del conocimiento ..Sin embargo, extrafiara por que a pesar de ello Siguenzaeeha mano de varios argumentos de autoridad, Esto no estan contradictorio como apal'enta, ya que el uso peculiarque de tales afirmaciones haee no es como paTa hacemosdudar de su espiritu cr itico. En efecto, Sig·tienza no concibela argumentacion polernica desligada de la erudicion y esverdad que con su peculiar barroquismo 54 par Ias paginasde la Libra desfilan gran cantidad de autores (aproximada-mente 200 segllll scfiala Gaos) ; no obstante, no rodos se men-cionan dentro del discurso de la misma manera y es cier-tarnente cl manejo critico de las autoridades el que a nuestroestudio in teresa. r.:; En estc sentido Siguenza recurre a autoresantiguos y mod.ernos, mas Irecuentemente a estos ultirnos,no para sustentar una idea dogrnaticamente, no para renun-ciar a la explicacion, sino para apoyar su propia posicioncritica. As] cuando refiere el De Motu de Gassendi 0 euandorecurre a Pica della Mirandola del que cita: "Yo de talmanera me he formaclo y sin jurar por las palabras deninguno, me lance a traves de todos 10s maestros de filosofiay examine todas las doctrinas." 56 Se percibe can todaclaridad la nueva actitud, Ia intencion de poner en claroel punta de partida del nuevo metodo: el examen critico.

r.1l.conard, Irving en Baroque Times in Old Mexico, p. VIII, define elbarroquismo como el tcrmino que dcsigna no unicamcntc un estilo en Iaarquitectura 0. en las artcs plasticas, sino una cpoca hist6rica y subsccuente-mente un cstilo de vida.

La erudici6n Iuc cl marco propio del desarrollo argumentative ell Sigiicnza.50 Gaos dice al respecto del uso de las autoridadcs de Carlos de Siguenza

que: "Aun dentro de los limites de la Ilcita invocaci6n de autor idades, yaun dentro del mismo orden de cosas hay autoridacles y autoridades, notodas tienen la misma autoridad, el mismo valor. La autoridad implicacvidcntemente un juicio de valor por parte de alguicn." Cjr, Sigiienza yCongnra, Carlos de, Libra, p. xvr.

lifi Sigucnza y Gongora, Carlos de, Libra, P: 70, num. 133. Cita a Picodelia Mirandola.

51

Ii

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-52 La idea de la ctencta

En la misma linea de analisis el erudito barroeo se mues-tra eontrario -como es natural- a los arzumentos del con-osenso universal, porque de hecho el que muehos afirmen"x", no hace a "x" verdadero: " ... advirtiendo los funda-mentos debilisimos sabre que estriba, los cuales no son otros(como se ve) sino el que asi 10 dicen. Pero si ya se ha vistaen 10 antecedente y se vera en 10 adelante mas cumplidamen-te el que tamhien hay muchisimos que tal no dicen ... " 5',

Si el consenso general de suyo no basta para sustentar lav.erdad es porqlle como mera opinion es imposible que jus-tifique su pretension universal. La verdad por mayoria nof~neiona, no se trata de la decision del "publico sentir", que111 sabe ni puede discriminar entre la verdad y el error."~Como no sera falsa la absoluta asenci6n del muy veridicopadre de que con la autoridad publica del universo se com-prueba su pareeer, «uando se le oponcn tan azizantados. b b

mgenios, como se ha visto y muchos de ellos hermanos suyospor de su propio institnto?" G~

En 105 argumentos de consenso universal es prccisamenteuniversalidad 10 q Lieno se encucntra y, enfadado por la mera.suposicion y haciendo gala de su ironia Simienza expresa( , b

que " ... la adecuarla reSpllesta a tanto decir, no era otrasino decir que tambien hay doctos y no doctos y poetasy anales de las historias que tal no dicen".5n

El terreno de la mera opinion es totalmente acrttico, es elcamp.o de la disputa infrnctuosa y sin salida; la opiniones sujeto de examen, no solucion a los problemas. Es decir-es en gran medida uno de los obstaculos mas persistentes aque se enfrenta el espiritu crttico, Por ello hay que asentarsu escaso 0 nulo valor en el terreno del conocimiento. Laaseverac~6n ~i? Iundarnento nunca podra formar parte de laverdad cientifica, Ja cual no es mero decir, sino poder demos-trar 10 que se dice. "Siernpre tuve la costumbre de no Iizar-ome en absoluto alas ensefianzas que Haman catolicas, esdecir, universales 0 generales, pues raramente se encuentraeste genero sin que pueda ser debilitado en alzuna parte ydestruido." no o

G7 Ibid., p. 69, num. 13l.»etua., p. 71. num. 135.51> Ibid., p. 73, J1Iim. 139.60 Ibid., p. 70, num. 135. Cita Sigiicnza a Quiutiliano.

\Argumentaci6n l6gica 53

ARGUMENTAGI6N L6GIGA

Esrablecimos al inicio de la caracterizaci6n de la criticaen Carlos de Siguenza que este delata no solo la ignoranciadel vulgo, sino fundamentalmente la del sabio, a propositode la cual nos hemos propuesto tratar tres aspectos: el argu-mento de au toridad, el del consenso universal y el argurrientocontradictorio. En la linea de la arzumentacion locica son. b b 'innumerables -como hacer ver Gaos-, los errores que Siguen-za sefiala a su opositor: pero, mas que analizarlos todos,trataremos de agruparlos.

De acuerdo con la mas clasica de las 16gicas Siguenzaencuentra dos tipos de incongruencia, una de caracter formaly otra de caracter material. Can respccto a la primera, sefialalas violaciones alas leyes elementales de la silogistica, talescomo la impropiedad logica de extender la conclusion masalia de 10 que las prernisas abarcan. El absurdo argumento;la amenaza de Dios es temible, ergo hay que remer a loscornetas, es Ialaz en tanto no consta que Dios amenace conlos cometas: ergo no hay por que temerles.v-

En Ia misma linea formal, sefiala la contradiccion en cldiscurso. La arg'umentaci6n contradictoria no cabe en cl dis-curse ordenado y coherente de la ciencia:

... pues despues de decir el que no a cada mucrte de rey 1eprecedia un cometa ahora asevera el qne habiendose aparecidoen el siglo pasado cuarenta de estes Ienomenos y Ialleciendo encse decurso de afios casi otras tantas personas de las primerasen el mundo, de necesidad debe caber a cada una de estassuprcmas cabezas a cometa por Iunestidad ... pocos rengloncsantes habia afirmado 10 contrario ... 62

En e1{unbito logico los errores argumentativos menudean,no solo en relacion a la mera estructura formal, sino tambiencuando se pasa al contenido de las afirrnaciones. Con res-peeto a 10 segundo, existen:

1. Afirrnaciones absurdas 0 ridiculas, las cuales no mere-cen ni examen ni respuesta. 6.1

61 Ibid., p. 64, num. 124.62 tua., pp. 37·38, Hum. 70.63 tua., p. 19, num. 28.

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.154 La idea de la ciencta

2. Afirrnaciones subjetivas, que proceden de 10s gustospersonales, de 10s prejuicios y que en ultima instaneia seconvierten ell argumentos ad hominen. 64

3. Afirmaeiones que procedcn del lenguaje poetico, siendoque 10s fenomenos de la naturaleza no pueden examinarsecientifieamente a la luz de la poesia que es ficcion y sealimenta de la irnaginacion, mientras que la eieneia deberecurrir a 10s "principios y disposiciones de la naturaleza". 65

4. Afirrnaciones insuficientes 0 falseadas, que sedesprendendel uso incorrecto de las fuentes bibliograficas.w

Todos los errores argumentativos que Siguenza encuentraen su opositor revelan su enorrne capacidad de cnjuiciamien-to que, como hemos dicho, es imprescindible al desarrollometodico de Ia cieneia moderna.

Del an.ilisis crftico de la argumentacion, que contra lasideas del Manifiesto habia escrito el padre Kino, Siguenzasaca las siguientes condusiones:

1. Que el padre Kino acepta las afirmaciones del consensouniversal y de la autoridad, sin examinar sus fundamentos, 67

2. Qne muchos de sus argumentos son, desde el puntode vista logico, invalidos.

3. Que Falsea en varias ocasiones 10.'1 hechos historicos enque pretende fundar la verdad.

4. Que interpr eta incorrectamente los datos de Ia obser-vaei6n.68

En suma, podernos conduir que con el exam en de lasIormas argumentativas, el reehazo a la autoridad, y en ge-

64 Ibid., p. 3.65Ibid., pp. 70·71, num, 134.66 Ibid., p. 86, num, 166.67 Gaos en cl prologo a la Libra establece que en Sigucnza existe una

jerarquia de autoridadcs, por 10 que el padre Kino aparccc como acriticoen estc respecto.

68 Trabulse explica dctalladamente como por mantcncr su conccpto delmundo, Kino falsea los datos de la observacion. Cir, Trabulse, Elias, Cienciay religion en el siglo XVI. Passim.

i.,II,

El metoda 55

neral a 105 plantearnientos acriticos, se manifiesta en Carlosde Siguenza Ja necesidad de una nueva forma de conoci-miento: la nueva ciencia.

EL MlhoDO

Al inicio de la Libra, Siguenza exclama: " .. .ire pOl'diverso camino que sent el que me abre Ia [ilosojia parallegar al termino de la verdad. " GIJ Es evidente que el diver-so camino que difiere de la mera retorica, de la pura argu-mentacion autoritaria, vulgar, infundada, incongruente,falseada, etcetera, es el camino del metodo cientifico. El es-piritu de sistema del siglo XVII liga el conocimiento hurnanoa una base filosofica de donde el metodo surge para posi-bilitar el sano desarrollo de todas las ramas del saber. 70 Noes de extrafiar cntonces que Siguenza haga alusion a la "Phi-losophira Libra", a la "libertad philosophica" y al "caminoque abre la philosophia", en el mismo contexte que Bacono Descartes, a saber: el del conocimiento metodico.

El metodo es garantia de la verdad, y la Iibertad Iilosoficano es otra cosa que la crftica con que sc inicia y que serequiere para desechar el error. Pero, si la critica comodesengafio de errores es el punto de patida, esto querra decirque eliminar prejuicios, dogmas, dudas, etcetera, tiene comocontrapartida necesaria el poner de manifiesto la verdad.

"Dar solucion a una duda no puede ser si no es quitandolos perjuicios jsicj sobre que estriba 10 falso y manifestandola verdad que se oculta entre 10 dudoso." 71 El enunciadoencierra el prograrna metodico de Siglienza que se manejaa 10 largo de toda la Libra, pero que aqui se pro-pone enforma clara y sucinta: (1) un precepto crltico que parte dela duda para el imiriar los prejuicios; b) un inicio de analisisque perrnite separar 10 verdadero de 10 Ialso, c) un criteriode verdad como evidencia, implicito en la afirmacion de

69 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 11, num. 12.70 Cassirer establece en su Filosoiia de la Ilustracion, que cl concepto de

ciencia de Descartes y Bacon son muy similares a estc respecto, err. Cassirer,op, cit,

71 Siguenza y Gongora, Carlos de, Libra, p. 177, num. 379.

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I56 La idea de la ciencia

que la verdad es aquello que se revela al eliminar el error,esto es, 10 manifiesto entre 10 dudoso.

E1 descubrir la verdad despejando la duda, eliminandoel prejuicio, desengafiando del error, es la labor de la Astrono-mica libra. Parte fundamental de la ciencia de los tiemposmodernos y un principio epistemo16gico de la filosofia mo-derna que se halla en el centro del sistema cartesiano.

La verdad se debe buscar con rigor metodico para despejarlas dudas y dar paso al conocimiento.vs Recuerdese que unode 10s pasos mas importantes del metodo es el analisis queelimina las dudas mostrando la verdad 0 faJsedad de lasafirmaciones:

Claro que no extrafiara al reverendo padre 10 que aqui pre-tendo, que es, 0 acrecentarle los quilates a su Exposicionen el crisol de rni examcn 0 despreciarla como esooria, siacaso 10 es: ( ... ) porqne es imposible qne deje de saberque cuando se ducla de la bondad de una cosa ( ... ) no haymodo palra Iibertarnos de aquella duda, si no es poniendolaen la balanza de la razon .• '1

El nuevo camino que abre la filosofia es el del metodo,del que se ofrecen en la Libra algunos aspectos Iundamenta-les reveladores de la modemidad de su autor. Pero no debe-mos olvidar que Siguenza nunca prerendio elaborar unmetodo, ni desarrollarlo teoricamente en forma sistematica;simplemente sigue alas corrientes modernas que 10 propu-sieron y 10usa como instrumento para adquir ir conocimientos.ciertos.J"

Sentadas las bases generales del metodo cientffico, pode-mas pasar a analizar las caracteristicas del conocimientoastronomico,

El metodo en la ciencia permite precisar mejor el objetode estudio, puesto que ayuda a " ... averiguar la verdad sindivertirse'L?" y su mal uso puede IIevar a los "paralogismos

72 Ibid., p. 32, nurn, 55.73 Ibid., p. 67, num. 127.74 Moreno ya ha sefialado con claridad que Sigi"lem.a no pretcnde crear

una teoria del metodo, sino mostrar c6mo sc adquieren conocimientosseguros. Cfr. Estudios de historia de la [ilosojia en Mexico, p. 106.

75 Sigiienza y Gongora, Carlos de, Libra, p. 32, num. 55.

EI mciodo 57

y pseudografias". 76 La recurrencia al metodo pone de mani-fiesto que en las ciencias, especia1mente en la astronomia,de nada valen 10s dogmas; 10 que verdaderamente importaes 1a comprobacion: " ... ni su reverencia, ni otro algun.matematico aunque sea el mismo Ptolomeo puede asentardogmas en estas ciencias, porque en ellas no sirve de cosaalguna la autoridad sino las pruebas y la demostracion ... " 77

El dogma esta ligado a la autoridad. Sigiienza expresa sumodernidad al establecer que existen conocimientos que seresisten al dogma, independientes de el. Las ciencias de lanaturaleza se deb en comprobar en la expericncia y demos-trar matematicamente, sometiendo pruebas y demostracionesa1 ejercicio critico de la razon: la explicacion de los feno-menos naturales nunca podra ser autoritaria 0 dogmatica.As! los fenomenos astronornicos, como pOl' ejemplo, la alturade los cometas, no pueden ser detectados sin la aplicacion de·numerosos principios de la Hsira (mecanica) , de la opti-ca, de la geometria, etcetera, y de todo ello depende lacertidumbre de una aseveracion en torno a1 fenomeno estu-diado.

POI' otra parte la aplicacion del metodo no solo prop or-ciona "conocimientos ciertos" sino tambien "verdades pro-vechosas'L''" util idad de la verdad que caracteriza a lamodernidad. El concepto de ciencia util 0 verdad util se-establece en el Renacimiento, pew alcanza su maximodesarrollo en el ambito mexicano hasta el siglo XVIII. Por 10cual se considera que la explicacion de Sig·i.i.enzaal respectoe.,>un avance importante en la proyeccion del desarrollo de:nuestros conceptos cientificos.

Don Carlos de Sigiienza tiene ademas una clara concienciadel valor de la moderna ciencia astronomica, cuyos funda-mentos son el calculo y la observacion: " ... 105 modernoshan tenido mas cuidado que 105 antiguos en calcular 105eclipses, tam bien 10han tenido en obseruar 10s cometas ... " 79

En cuanto a1segundo Iundamento, la observacion, esta deberareforzarse en la ciencia astronomica can instrumentos exactos,auxiliares indispensables de Ios sentic1os. Repetidas veces.

76 Ibid., pp. 114·115, num. 234.77 iua., p. 123, nurn. 252.78 iua; p. l21, num, 248.79 Ibid., p. 29, num. 48.

,

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58 La idea de la ciencia

el cientifico mexicano alude al uso del microscopic y deltelescopio.v" La observacion cientifica requiere .de la exac-titud que solo los instrurnentos puedcll pror:orclonar, pueslos sentidos y la estirnacion aproximada son slempre factoresde limitacion y deterioro de la verdad. "Advierto tambienque de observaciones hechas sin instrumento, sino con lavista y la estimacion, es cosa indigna pensar que se puedeconduir cosa alguna de consideracion en materia tan pri-morosa como la que aqui se ventila ... " 81

Si los senticlos y la estimacion son insuficientes a la eienciaastronomica esto se debe a que, por un lado, los sentidos sonFuente de error, sabre todo en el calculo real de distanciasentre cuerpos celestes, clonde por fuerza se requiere del auxi-lio de 10s instrumentos, y por otro, porqne 10s resultadosque se obticncn del calculo estimative) alteran 0 inclnsoimposibilitan del todo la labor del astronorno. En cste aspectoSiguenza cs uno de 10s precursores de 1a ilustracion mexicana,por cuanto haec el mismo tipo de ciencia que Alzate 0 Barto-Iache haran cincnenta afios mas tarde; reforzando la observa-cion con cl uso de instrumentos y buscando la descripcionobjetiva de los feuomenos.P"

La ciencia astronomica rcquiere tanto de la observacioncomo del calculo matematico para lograr la certeza de susaseveraciories. Cuenta para ello con su instrumental fina-mente desarrollado con el cual se pueden estucliar, resolvery aplicar 10s problemas que 10sfenomenos celestes plantean..Tal instrumental teorico serfa la geometria y la trigonome-tria en el campo de la maternatica y la optica en el de laHsica. " ... hahicndo tantos medias para ello como se hallanen los autores, y que cualquiera que no ignora la geometria,optica y trigonometria, segun 10 pidieren las observaciones,puecle discurrir, aplicar y resolver ... " 8~

El uso del instrumental fisico y del calculo maternaticoes muy claro en Siguenza. As! la aplicacion de la triangula-

80 Ibid., p. 120, num, 246 y pp. 124-125, nums. 257 y 258.Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Relaciones historicas, pp. 123 Y 124.81 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 123, num, 252.82 Cjr, Moreno, Rafael "La filosofia modern a", en Estudlos de historic

.de la [ilosoiia en lYl exico. .Sigucnza y Congora, Carlos dc, Relacioncs histoiicas, pp. 123-125. PaSSIm,83 Sigiicnza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 121, nurn. 249,

59La verdad cientijica

cion para el calculo de distancias terrestres: 84 la teoria delas paralaxes, para la distancia cle cuerpos celestes; 85 las hipo-tesis de Copernico y la teoria de los vortices cartesianos parala investigaci6n de paralajes, refracciones y movimientos deIos cometas. 86 Sin el instrumental empirico y teorico la obser-vacion y descripcion de los fenomenos estaran sujetas ne-cesariamente al error.

LA VERDAD CIENTIFICA

Si el metodo de la ciencia astronomica solo es el caminoque lleva a la verdad, cabe preguntarse cuales son las carac-terfsticas propias de esta, Como hemos visto, la verdad cienti-fica no se asienta en la autoridad, ni de la Escritura, ni de10s santos padres, ya que el campo de la ciencia es ir:depen-diente del de la fe. Tampoco se funda en la autoridad defilosofos astronomos 0 matematicos, si a sus asertos les Ialtanlas congruencies: ni mucho menos en el decir del vulgo. Asila verdad cientifica se funda en la observacion, auxiliadapor los instrumentos, en el calculo matematico y los principiosde la fisica, por 10 que en la ciencia astronomica no valendogmas sino demostraciones.

Para acercanos a Ia idea que de verdad cientifica tieneSiguenza es necesario tratar de analizar que entiende pordemostracion. En la Libra nos encontramos el siguienteparrafo: "No hay mayor argumento para convencer al que10 negare que ponerle un telescopic 0 anteojo de Iarga vistaen las manos". 87

De esta proposicion parece desprenderse que los argumen-tos salen sobrando Irente a la evidencia fisica, Ia mostraciondirecta; la mejor prueba es la observacion de los fenornenosa traves de 105 instrumentos que la auxilian; se presenta el

84Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Memorial de reconocimicnto a labahla de Santa Marfa de Galve", en Irving A. Leonard, Documentos ineditos.Mexico, Centro Bibliognifico Juan Jose Eguiara y Eguren, 1963.

85 Siguenza y GOngora, Carlos de, Libra, p. 124, num. 257.86 En el prologo a la Libra, se refiere la existencia del Belerojonte mate-

mdtico, p. 14.87 Siguenza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 174, num. 371.

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60 La idea de la ctencta

cientifico criollo como partidario de la evidencia empiricaque esta en relacion directa con su idea de la astronomia. 88

No obstante la percepcion directa, aun instrumental, noes la {mica fuente de certeza. As] cita a Tycho Brahe:

Sin embargo esto que ahara abordamos, a saber el alejamientode este astro respecto de la Tierra y en que parte del universohaya brill ado, conocerlo con certeza y demostrarlo evidente-mente es algo de mucha mayor industria, trabaio y sutilcza,y mas arcluo y expuesto a nurnerosos rodeos y dificultades. 89

Tal aserto se debe a que el calculo maternatico y 105

principios de la fisica deben entrar tambien en juego paralograr la dernostracion.

... en este caso faItarian 105 medics para investigarle al come-ta las paralaxis, y as! no podrta can certidumbre deterrninar sualtura y pOI' consiguiente seria inutil y de ningun provecho,ni uso del propuesto problema, esto no solo por 10 que hedicho sino par muchos inconvenientes y dificultades que ensu solucion intervienen, cuanclo se quisiera practicar masgcometrica y cientfficamcnte de 10 que el reverendo padre10 propane. 90

La verdad evidente como verdad demostrada que derivadel metodo mismo de la ciencia astronomica, debe exhibir,para Sigiienza, ejemplos probatorios: "ociosos son 105 precep-too cuando no se acompafian con ejcmplos que los comprue-ben".91 Con eUo se pone a tono COil 1a modernidad, Ia verifi-cacion de 105 principios, tal como GaIi1eo 10 ha propllcstO.Va de la hipotesis teorica a la comprobacion en 105 hechos;sin Ia observacion la verificacion es imposible y 105 principioscareceran de fundamento, par tanto no podran incluirse enel acervo del conocimiento cientifico.

De 10 dicho hasta el momenta sobre la verdad, podemos

88 En su Iibro Trabulsc sc refiere ampliamcnte a Ia actividad de Carlosde Sigiicnza como nstronomo. Ci», Ciencia y religion ell cl siglo XVII. Passim.

89 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, P: 114, nurn. 234.90 Ibid., p. 121, Dum. 248.91 Ibid., p. 121, Hum. 250.

La verdad cicntijica 61

concluir que para Siguenza existen dos niveles en la compro-bacion: la "evidencia Iisica" y la "matematica certidum-bre".92 Con frecuencia reconoce " ... es necesario advertirque nadie hasta ahora ha podido saber con certidumbre fisicao matematica de que y en d6nde se engendran 105 come-tas". 93 Siguenza no desarrolla una teoria de la evidencia, deahi que no distinga con pulcritud entre evidencia y certeza:su distincion se dirige mas bien a separar Ia certeza Hsica d~Ia matematica (observacion y calculo) : 1a primera llevariaa Ia evidencia empirica, la segunda a la evidencia racional.Modelo de congruencia la maternatica para el racionaIismodel siglo XVII, representa el hallazgo de un saber cuyos pr in-cipios inmediatos a la conciencia garantizan la validez delas deducciones creadoras que a partir de eIlos se desarro-llan.94

La astronornia debe contar con ambos niveles de demos-tracion, empirica y racional, puesto que deriva de su propiometodo. En efecto, 105 hechos como instancia 0 ejemplosson, por un Iado, el resultado de la observacion y por otrocomprobacion del calculo acertado, e1 principio bien apli-cado 0 la reafirmacion de 1a hipotesis bien planteada. Deahi que la pura evidencia racional, e1 mero precepto que nose acompafia de ejernplos no tenga ningun peso; Ia astro-nomia no es pura teoria, no es mera especulacion. EI espi-ritu mismo de la ciencia del siglo XVII es contrario ala especu-lacion. Siguenza, adelantandose al criticismo radical del sigloXVIII, expresa: " ... de que se infiere que en el conceptodel muy religiose padre debo yo ser nada, porque no seremortal ni alto ni bajo, ni noble ni pIebeyo, ni docto niindocto, sino el ente de razon de que disputan 105 metaiisi-COS".1}5

92 iua., p. 160, Dum. 334.»erua, p. 10, mun, 12.

94 Descarte en SII Discurso del metodo y en Las reglas pam fa direccion delespiritu, ha explicado suficientemente 10s conceptos de intuici6n y deduc-cion, haciendo notal' que la dcduccion es en definitiva una intuicion enmovimicnto.

95 Siguenza y G6ngora, Carlos dc, Libra, p. 5, num. 6.Para Sigiienza la metafisica cs mera especulacion y no alcanza cvidcncia

en sus ascrtos,

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62 La idea de la czencla

11

"" .., .

EL PRINCIPIO DE LA CAUSALlDAD

EN LA ASTRONOMlA

La ciencia astron6mica no es mera teoria, en tanto nodisputa especulativamente sobre entes de raz6n que en defini-tiva no son nada; versa sobre hechos concretos y objetos, loscuerpos celestes, su composicion, sus movimientos, su dis-tancia, su frecuencia, etcetera.

Si Ia astronomia es ciencia, habra que exhibir 105 fun-damentos de su validez. Nuestro erudito barroro, muestrab.isicamente el principio de causalidad como sustento de laciencia empirica, causalidad tal que asegure la universali-dad y necesidad propias de Ias afirmaciones cientificas. Elprincipio mismo de la causalidad jamas se formula en laLibra, sin embargo, su manejo dcsde diversos angulos esconstante.

Preocupacion de Ia cicncia moderna sed. establecer concorrecci6n las relaciones causales asentandolas sobre el com-portamiento invariable de la naturalcza como base de unmetodo inductive. no Esta misma preocupacion se revela enSigiienza, aun cuanelo recurre a la autoridad de Aristorelcspara Iundamentarla.

Lucgo si pucdcn faltarle al sol Ias manchas sin que sc veancometas, no sera absolutamente muy cicrto que cuando{luran estos oesan aquellas: y por cl consiguicntc, quicn nove sed no probabilfsima, bien como [undada en la mcjormzdn y [ilosojia como dice sino muy poco salida Ia opiniondel rcverendo padre ... 97

La ciencia pondra al descubierto una relacion causal uni-forme, invariable, pues de aquello que no tiene tales carac-teristicas no se puede obtener una verdad necesaria.

... pero siendo evidentisimo en la vicisitud de los sucesoshumanos y en la amplitud grande del mundo el que no sepase afio alguno sin que en alguna parte haya hambre, en

96 El metodo de la inducci6n en Bacon parte del reforzamiento de lacausalidad en la teoria de las formas.

97 Sigiienza y GOngora, Carlos de, Libra, p. 146, num. 302.

EI principia

otras guerras y que en muchas falten y se mueran muchospotentados, principes y reyes, y esto sin que se yea cometaa que atribuirlo cque engafio es aseverar ser efecto suyo 10que entonces sucedio porque siempre se ha experimen-tado 10 propio en casi todos los alios? 98

La relacion causal debe establecerse y comprobarse siem-pre, no casi siempre. Lo cual muestra que no existe talrelacion entre hecho funesto y cometa; se trata de una meracoincidencia temporal, de un casualidad, puesto que los in-fortunios son mas frecuentes 0 pOl' mejor decir, casi cons-tantes, mientras que Ios cometas aparecen mas esporadica-mente y el que coincidan con alguno de estos eventos nolos muestra necesariamente como su causa. 99 "No son ne-cesarias consecuencias de 105cometas los infortunios porqueson estes mas repetidos en el universo que aquellos Ieno-menos ... " 100

La verdad necesaria no puede admitir una instancia quela haga falsa; de ahi que todos los planteamientos indue-tivos en relacion al conocimiento cientifico, a partir de Ba-con, hayan buscado el reforzamiento de la teoria causal; enefecto, la vinculacion entre causalidad y necesidad asegurael status solido de la verdad cientifica. La argumentaci6nen la ciencia debe no solo ser indubitable, esto es evidente,sino que debe traducir el caracter necesario de la relacioncausal entre fen6menos. Tiene Siguenza conocimiento deesto y por eso asevera: " ... dice mal as! por 10 disparatadode los terminos de que usa como porque en ello hace in-ducci6n de 10 necesario e indubitable a 10 que es contingen-te y controvertible". 101

La causalidad es una relacion estricta e irreversible. Enla sucesion causa-efecto, la causa pOl' 16gica es siempre an-terior al efecto. Asi, ridiculizando al padre Kino, Siguenzaexclama:

98 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Manifiesto contra ... " en Libra, p. 15,num. 21.

99 Siguenza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 33, num. 57.100 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, op. cit., p. 36, num. 67.101 Ibid., p. 37, num. 68.Siguenza y G6ngora, Carlos de. "Alboroto y motin ... " en Relaciones

hist6ricas, P: 125.

63

I••

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64 La idea de la ciencia

[Oh prodigio mayor que cuantos le atribuyen a los cometas·100 que los temenl j Un efecto que anteoedio a su causa 22afios; una ilacion que fue antes que su antecedente 22' afios:un suoeso cuyo signo indicante Iue 22 afios posterior a 10 queindicabal [Pobre de mi y 10 que de mi sedijera si tal dijera! 102

Se ha establecido hasta ahora que la ciencia para Sigiienzasupone una actitud critica que busca el "desengafio deerrores", valiendose de un metodo que muestre la verdad,el cual, al establecerse mediante la observacion y el calculo,es de naturaleza empirica y racional. Ciencia astron6micacuyas afirmaciones no se someten al dogma 0 la opinion,sino que deben demostrarse mediante el auxilio de instru-mentos precisos, principios Hsicos y calculos exactos de laciencia matematica. La ciencia astronomica resulta asiuna ciencia empirica, no en el sentido de una ciencia ex-perimental, sino observacional, cuyas observaciones tienenen el principio de causalidad, entendido como comporta-miento regular de la naturaleza, una base solida para la ar-gumentaci6n inductiva,

Si todos 105 aspectos sefialados arriba constituyen a laciencia moderna, salta de inmediato a la vista que cosa nopuede ser una autentica ciencia.

EL PROBLEMA DE LA ASTROLOGiA

Frente a la astrologia Sigiienza esgrime dos clases de argu-mentos: unos de caracter cientifico y otros de caracter re-ligioso. Los primeros revisten importancia porque el rechazoa la astrologia en el siglo XVII no fue ni tan general ni tansistematico como se podria suponer, pero sobre todo porqueel uso de argumentos cientificos para desechar 1a quimeraastrologica no fue muy cornun ni en el Nuevo ni en el ViejoContinente. 103 Los argumentos religiosos contra la astrolo-gia, a pesar de haberse manejado desde el siglo XVI, tienen

102 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 75, num. 142.10;) La importancia del rechazo de Sigiienza a la astrologia estriba en que

aduce razoncs de tipo cientifico, Ircnte a otros autores que ya desde el sigloXVI lit habian rechazado por motivos de orden religiose 0 politico.

El problema de la astrologia 65

particular in-teres en nuestro autor, pues nos permiten co-nocer el autentico caracter de su agnosticismo.

En cuanto a 10s argumentos cientificos, Siguenza es-tablece que la astrologia no es una ciencia, en primer lugarpor carecer de fundamentos. "Yo tambien soy astrologo yse muy bien cual es el pie de que la astrologfa cojea y cualeslos fundamentos debilisimos sobre que levantaron su fa-brica." 104

La astrologia es cuando mas un arte, pues carece de evi-dencia fisica 0 matematica certidumbre que Ia Iundamenten.POl' tanto, en ella ni se ha producido ni se puede producirconocimiento evidente. La asrrologia recurre como punto deapoyo a la experiencia y a la observacion, de las que Siguen-za demuestra la insuficiencia y la imposibilidad factica.

Luego si Ios hombres no han podido alcanzar el conocimientode la naturaleza de Ias estrellas, sus influcncias y virtudescon evidencia fisica y matematica certidurnbre, aunque ape-len a las experiencias y observaciones, que dicen ser los fun-damentos de esta arte ( ... ) cierto es que se la oomunicoa Adan y por el consiguiente no supo de Astrologia. 105

De aq ui se desprende que la observaci6n y la experienciaastrologica debieran a su vez estar fundadas sobre el cono-cimiento cientifico de la naturaleza de los cuerpos celestes,

. sus virtudes y sus influencias. Pero veremos como el cien-tifico criollo muestra 1a imposibilidad de la astrologia comociencia, al paso que perfila el objeto de estudio de la cienciaastron6mica. En la astronomia no puede hablarse de irnfl71en-cias de los p1anetas 0 de las estrellas, cuando de hecho sedesconocen sus caracteristicas fundamentales. "Afiado mas;si las alteraciones de 105 elementos dependen de 10s influjosy cualidades de las estrellas, ~c<'>mopodran aquellas preve-nirse con certidumbre, cuando ni aun de 105 planetas estansabidas con perfeccion las cualidades?" 106

Sobre este punto Sigiienza insiste en forma definitiva alrechazar la teoria de 1a homogeneidad de 10s cielos de Aris-

104 Sigucnza y Gongora, Carlos de, "Manifiesto contra ...•. en Libra, p.14, num. 20.

105 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 160, num. 334.106 Sigiienza y Gongora, Carlos de. op. cit., p. 171, num. 365.

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66 La idea .de la ciencia

toteles -sustancia sensible no perecedera, "quinta esen-cia" -, 107 Y postular la heterogeneidad de los cuerpos ce-lestes, pues ~como se puede saber que parte 0 aspecto delastro, cual de sus sustancias componentes es la que ejercesu influencia? 108 Pero, si adernas de desconocerse los influ-jos, pues la heterogeneidad hace imposible tal conocimiento,se cuenta con un nurnero amplio de movimientos astralesque hacen irrepetible una aspectacion 0 configuracion en elzodiaco, se demuestra en forma contundente la imposibi-lidad f{lctica de la astrologia. 109

Sinteticamente el erudito barroco nos propone la imposi-bilidad de la astrologia desde la perspectiva cientifica, cuan-do apunta: " ... vease como puede estar cabal par todas par-tes la astrologia 0 ya por la multitud de requisites 0 ya por lafalta de observaciones, 0 por 10 limitado del juicio humano,o por todo junto." 110

Desde el punto de vista religioso, Sigiienza encuentra dosargumentos en contra de la astrologia:

1. La astrologia es desatino e impiedad, puesto que enultima instancia se pretenden conocer 10s designios de Dios."Y otros semejantes desatinos por no llamarlos impiedadesque afirman antiguos y modern os astrologos con tanta ase-veracion como si Dios les hubiera IJamado a consejo paramanifestrales su voluntad y motivos." 111

Esta afirmacion revela dos problemas fundamentales: elagnosticismo cristiano de Siguenza en tanto el conocimientohumano tiene un limite en Dios, cuyos motivos permanecenoscuros e inaccesibles al hombre; y, por otra parte, se vis-Iumbra la separacion entre la prediccion cientifica y aquellaque se sale del marco de la ciencia. Hayen difinitiva -se-gt'm don Carlos- una parte permitida de la astrologia" ... que trata de las mudanzas del aire y otra ilicita y pro hi-bida, que pronostiea de 10s futuros dependientes de la vo-Iuntad de 10s hombres". 112

107 Ibid" pp. 173-174, num. 370.108 I bid., pp. 174-175, num. 372.109Ibid., p. 171,num. 365.110 Ibid., p. 175, num. 373.111 Ibid., p. 16, mim. 25.112 Ibid., p. 177, nurn, 378.

El progreso cientifico 67

EI pronostico, cuando invade el libre arbitrio, se convierteen predieei6n ilicita, en astrologia, en opinion infundada.De alguna manera trata de justifiear su imagen de astrologoa la luz de este juicio cuando dice que sus lunarios nocayeron en la pronosticaci6n prohibida, cosa de la que exis-ten pruebas en contrario.Aw No obstante, 10 que importaes estableeer que Siguenza tiene coneieneia clara del pro-blema concreto: la astrologia no es ciencia.

2. En cuanto al segundo argumento religioso contra laastrologia, Sigiienza Ie atribnye un origen satanico, por cuan-to " ... el demonio fue el prirnero que us6 la astrologia, 0,por mejor decir el unico que la introdujo en el mundo." 114

Gracias a 10 cnal el hombre perdi6 el paraiso terrenal, Ian-zado al trabajo, 1a penalidad, el hambre, el dolor, etcetera.POI' ello exclama nuestro criollo autor: "jOh ciencia!, sieste nombre puecle darsele a la que fne el principio de laignorancia. [Oh ciencia, origen de 105 infortunios, causa denuestro dafio, seminario de las desdichas!" llG

No s610 no es una ciencia, sino que Ia astrologia es anti-tetica a la verdad y a la bondad; invento del demonio.V"participa de esta cualidad negativa que le es propia: es laastrologia la que infunde temores y desdicha a las gentessin criterio. En su lucha contra la astrologia se advierte elenorrne esfuerzo que el erudite barroeo realiza par desterrarla ignorancia de los corazones timidos, al combatir racional-mente el temor del vulgo conveneido del malefico prenuneiode 10s cometas.

EL PROGRESO CIENTIFICO

De su querella contra la astrologia se desprende que Si-giienza, el astronomo, encuentra cada vez mas dificil el cono-cirniento de "propiedades", "cualidades" a "virtudes" de 105cuerpos celestes. Esto sin duda porque en todo easo es mas

113 Trabulse sefiala que Sigiienza Iue un "micmbro egrcgio" del gremiode 105 astrologos, en vista de que formu16 varios lunarios con anotacionesmas de caracter astro16gico que astronomico.

114 Sigiienza y Gongora, Carlos de, Libra, p. 161, num. 339.115 Loc, cit.116 Lac cit.

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68 La idea de la ciencia

factible precisar a traves del calculo maternatico los movi-mientos, distancias y velocidades de los astros.

Parece desprenderse de la Libra que Siguenza cues tionacomo problematica la fisica cualitativa de Aristoteles, al pasoque encuentra mas acorde con el metodo y el instrumentaldel que dispone el astronomo una ffsica cuantitativa, talcomo la concibe Galileo:

'Tambicn se ha advertido que los planetas... Iuera de sumovimiento por el zodiaco, tienc otro particular can propioperiodo sabre su centro pa.ra que a beneficia de esta circula-cion. .. influyan a la tierra tan diversamente cuanto sonmils hetcrogeneas sus partes, por consiguiente sus pmpiedades,fuego si estas se ignoran (y sieniprc se ignoraran) y Ios perio-dos de aquellas eoidcntes giraciones de los planetas aun nolas han dejinido Los matcmaticos ~que diremos de la astrolo-gia cuando toda su certidumbre consiste en que esta y aquellacstrella sea de esta 0 aquella cnalidad? 117

La importancia estriba en la distincion entre cualidades,propicdades que no solo se ignoran sino que es imposiblellegar a conocer y 105 movimien tos planetarios "giraciones",que refiere sin duda a movimientos rotatorios y que aunno han sido precisados por los matematicos, pero que enalglm momento se conoceran.

En este sentido discurre el concepto que Siglicnza tienede progreso cientifico: cxisten di versas hi potesis sobre lanaturalcza y generacion de 10s cometas y se desconocen susleyes. Sin embargo, dice citando a Seneca: "Vendra un tiempoen que estas cosas que estan ocultas, Ia ocasion las saquea la 1uz y con 1a diligencia de una mas 1arga epoca. Para

. la investizacion de cosas tan profundas no basta una sola~edad, aunque se dedique integramente al estudio del cie-10." 11K

EI desarrollo del conocirniento desde el punto de vistatemporal, es un hecho: la ciencia es obra de muchas gene-raciones, la verdad se descubre paulatinamente. Sigiienza

117Ibid., pp. 174-175, UlIIU. 372.l1Slbid., P: 60, num, 116. Siguenza cita a Seneca.

Stntesis conclusiua 69

bene una idea moderna del progreso del conocimiento hu-mano; en el futuro se tendra un conocimiento mas adecuadode la naturaleza de los cometas. Hay pues confianza en eldesarrollo de la ciencia astronomica, "Habra alguna vez quiendernuestre en que regiones caminan 10s cometas, por queandan tan separados de los demas, cuantos son y sus cua-lidades. Estemos contentos con 10 hallado y que 1a posteri-dad contribuya en algo a 1a verdad, "119

Pero si este es el futuro que se percibe con fundamentopara 1a ciencia, no es el caso de la astrologia que carece defundamentos, de reglas cientificas, de acoluthia.P" Es unpretendido saber sin salida, puesto que, ademas de no poder-se conocer perfectamente las virtudes de los astros, menosaun se puede saber que cosa significan. Por tanto, el juicioastrol6gico carece de base. 121 La prediccion astrologica es.Iallida en cuanto topa con los designios de Dios y el librearbitrio de 105hombres sobre 105que no se pueden formu-1ar juicios anticipados.

De esta manera, en forma paralela al planteamiento deldesarrollo del conocimiento, se estab1ecen, aunque indirec-tamente, sus Iimites. En efecto, much os autores han men-cionado el agnosticismo cristiano de Siguenza como opuestoa su espiritu critico-cientifico: sin embargo, a1 exponer laidea de que es imposible conocer 1a significacion de 10sastros, puesto que seria pretender averiguar 105motivos deDios, Siguenza no restringe el campo del conocimiento hu-mana en general, sino que pone como limite del autenticoconocimiento cientifico a la astrologla. As! en ultima ins-tancia el limite del conocimiento racional estara dado porla imposibilidad del pretendido conocimiento astrologico,prediccion ilicita, que rebasa sin fundamento la previsioncientifica .

SiNTESIS CONCLUSIVA

La caracterizacion de la ciencia en Carlos de Sigiienza semantiene dentro de 105 Iimites, como ya se advirtio, del

111)Loc. cit.120 Ibid., p. 166 num, 35l.121 Ibid., p.161. num. 338.

1

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70 La idea de la ciencia

analisis del Maniiiesto y de la Libra astron6mica. De 10 quese ha desarrollado a 10 largo de este capitulo podemos des-tacar:

La actitud de Siguenza Irente al conocimiento es defini-tivamente moderna, no solo porque combate la ignoranciadel vulgo, sino porque se muestra contrario a la actituddogmatica que le lleva a percibir cierta independencia delambito cientifico £rente al religioso. Por orra parte, el eru-dito barroco lucha contra el argumento de autoridad, ha-ciendo un uso muy significativo de algunas autoridades,parad6jicamente contra el autoritarismo. Desecha los argu-mentos del consenso universal y pone de manifiesto lainconsecuencia 16gica y el mal uso de las fuentes bibliogra-ficas. Tal actitud critica esta a la base del conocimientoen todos los autores modernos, y, aun cuando la forma de ladisputa recuerda al procedimiento medieval, el contenidode la misma rebasa sus estrechos marcos; ademas, hay quetener presente que el siglo XVII se debate en polemicas, des-tacando precisamente la cometaria, que pone de manifiestola crisis final de la vieja concepcion del mundo.

Pero si la actitud critica revela el alcance que la nuevaforma de pensar tuvo sobre don Carlos, no es menos impor-tante su idea del metodo, En efecto, sin volver la espaldaal clima de la modernidad y sin duda conocedor de Gassen-di, Descartes, Calileovetcetera, Siguenza maneja la idea deun metoda [ilosojico que permite despejar dudas y desecharerrores a traves del analisis que llevara a la mostracion 0

manifestacion de la verdad. Esta postulacion le acerca sinduda a la concepcion cartesiana de la evidencia como crite-ria de verdad, sin que par elIo se formule 0 desarrolle enla Libra una teoria epistemologica al respecto. Lo ciertoes que certeza y evidencia son terminos que califican a laverdad, si esta se obtiene met6dicamente.

Subyace a la exposicion de don Carlos una concepciondel metodo para la ciencia astronomica, que sumariamentese expresaria como la union de observaci6n y calculo, y queentrafia la doble fundametaci6n empirico-racional de estecomplejo conocimiento. En efecto, la observacion hace alu-sion a una evidencia empirica, sin que empirico tenga la

Sintesis conclusiva 71

connotacion de experimental. La astronomia no puede fun-darse unicarnente en la mera sensibilidad, sino que seraauxiliada por los instrumentos que la optica ha venido per-feccionando. Por otra parte, los principios de la fisica y elcalculo matematico, proporcionan Ia evidencia racional in-dispensable a la fundamentaci6n del conocimiento astro-n6mico. Ambos niveles de evidencia (empirica y racional)inciden en la posihilidad de demostrar el conocimiento; lacomprobaci6n pone a prueba la solidez de sus fundamentos.

Finalmente, el conocimiento que se establece al abrigodel metodo tiene el rango de aplicacion y utilidad que carac-teriza ala ciencia moderna. En principio la tendencia gene-ral de los renacentistas, fue el dar con un conocimientomaternatico de las leyes de la naturaleza, util por permitirsu manejo; util tambien para la soluci6n de problemas, lasaplicaciones concretas y la prediccion cientifica, todo 10cual forrnara parte del nuevo "paradigma" cientifico.

Por 10 que haec alas caracteristicas propias de la verdadcientifica, esta deb era ser universal y necesaria, por 10 quehabra que reforzar Ia teorfa causal para sustentar solidamentela cara ernpirica del conocimiento astronomico.

Todos Ios requisitos del metodo, Iormulacion y desarrollodel conocimiento cientifico, estan ausentes del campo de laastrologta: Sigiienza la denuncia como pseudociencia, puestoque el conocimiento que pretende esta mas alla de 10 queel metodo puede proporcionar. Efectivamente, la astrono-mia aim no ha a1canzado un grade de conocimientos tancompletes y perfectos como se requeriria para fundal' laprediccion astro16gica, y, por otro lado, tal prediccion topacon la voluntad divina, limite de cualquier conocimientoque pretenda predecir hechos que Sigiienza percibe fuerade los marcos causales, asi los que dependen del Iibre arbi-trio del hombre 0 de Dios.

Asi pues, el agnosticismo se circunscribe al ambito de laastrologia y, con una conciencia verdaderamente moderna,Sigiienza propone el desarrollo incesante de la ciencia quebusca las leyes, regularidades, origen y explicacion de 10sfen6menos naturales.

En suma, la imagen que de los textos aludidos se obtiene,es la de un cientifico moderno que aplica el instrumental

J

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72 La idea de la ClenCla

teorico-empirico al campo de los Ienomenos celestes, quelucha criticamente contra el error y el dogma y que se pro-pone deslindar entre la ciencia, por un lado, y la ret6rica,la opinion, la autoridad y su propio agnosticismo, por otro;en este sentido es Sigiienza un moderno racionalista, notableprecursor de la ilustracion mexicana.

IV. LA IDEA DE mSToRIA

CIENCIA E HISTORIA

El afan critico de Sigiienza no se muestra unicamente en laciencia astronomica, sino que se proyecta tambien en su obrahist6rica. Esto se debe a una doble razon: la primera y masevidente es desde luego que Siguenza no puede hacer abstrac-cion de si mismo y proyectarse en el ambito historico demanera opuesta a como 10 hace en el cientifico. Esto signifi-caria que aceptara el prejuicio, opinion infundada, la au tori-dad por si misma, es decir, que rechazara la posibilidad dedistinguir entre la verdad y el error, 10 cual resulta obvia-mente absurdo. La segunda es que Siguenza echa mano de lahistoria escrita (cronicas, relaciones, etcetera), con objetode dernostrar la verdad cientifica. En efecto, uno de los puntosmas importantes de la relacion ciencia-historia en don Car-los, estriba en el hecho de que a mas de los fundamentos dela ciencia ya expuestos, utiliza algunas Fuentes historicas parahacer mas salida la argumentacion a favor de sus tesis acercade 105 cometas y para rechazar las de su opositor.

Advierte el cientifico criollo que Ios anales e historias no-sirven de basamento a la verdad cientifica cuando ellos mis-mos no pueden comprobarse 0 se dernuestra su falsedad: porel contrario, si Ia historia es verdadera sera de gran utilidadpara la precision de 105 conceptos cientificos.

Sigiienza usa argumentos tornados de la historia parademostrar la inconsecuencia de Ia relacion causal cometa-atrocidad. Por 10 que ironicamente reliere en la Libra queel efecto no puede anteceder a Ia causa en nigun caso. 1

Para Siguenza el mal uso de la historia propicia el encubri-miento del error cientifico, una de las consecuencias serapar tanto la revision y autentificacion de las fuentes histo-

1Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra ast1-6nomica y [ilosoiica. Presen-taci6n de josc Caos, Edicion de Bernabe Navarro. Mexico, UNAM, Centro-de Estudios Filos6ficos, Col. Nueva Biblioteca Mexicana, 1959, p. 75.

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74 La idea de la historia

ricas. La critica de fuentes no s6lo nos perrnite ubicar aSigiienza en el ambito de la historiograffa moderna, sinoque, ademas, es el punta mas importante de relacion entresu actividad cientifica y su actividad como historiador.

La utilidad que la historia tiene para la ciencia no se limi-ta unicamente a posibilitar el descubrimiento del error 0fundar la verdad, sino que permite en alguna de sus formas(concretamente las cr6nicas descriptivas) acumular experien-cias y predecir el futuro.

Asi en la descripci6n de la bahia de Santa Maria de Calve(Panzacola) , Sigiienza hace una relaci6n detallada del Iugardesde multiples perspectivas (geograficas, meteorologicas,agricolas, silvicolas, hidraulicasvestrategicas, militares y co-merciales) mostrando no s610grar talento y suma erudicion,sino una mente critica y lucida orientada hacia la predic-cion cientiiica. En este escrito se pone de manifiesto el usode la ciencia como instrumento util, la ciencia al servicio delhombre, la ciencia instrumento de dominio de la naturaleza,concepcion tipica del Renacimiento que se refleja en unamente practica, presta a la realizaci6n de nuevas empresas:

Y para mayor claridad describire esta Bahia [Panzacola] ysu fertilidad, propondre los dafios que de ocuparla los cne-migos nos arnenazan, y ofrecerc medias no dificilcs paraque la habitemos y defendamos con varias utilidades que sesiguc de ello, asf pa,ra la propagacion del Santo Evangeliocomo para aumento y crias del patrimonio real. 2

La importancia a uti1idad propia de la historia can res-pecto a la ciencia no se reduce unicamente al nivel de lahistoria escrita. Para Sigiienza la historia vivida nos permitedescubrir el error.

Par no dilatarme mas, juzgo que a los de la opinion de 105seis mil alios de Elias, que refiere e1 reverendo padre les hade suceder 10 que a 10sque aseveraron 10mismo en diversosperiodos de tiempo, y a quienes el mismo tiempo ha conuen-cido de [alsos, porque Quinto Julio Hilarion afirmo que acaba-

2 Irving 5., Leonard. Carlos de Sigiienza y Gongora. Docurnentos Ineditos,Mexico, Centro Bibliografico Juan Jose Eguiara y Eguren, 1963, p. 51.

Ciencia e historia 75

ria el mundo el afio de 470, Lactancio Firmiano el de 516;Fluencio Florentino el de 1105, Joaquin Abad el de ]260 ... a

EI .deseo~le que la histori a escrita se forrnule y transmitacon cierto ngor le acerca a1 conocimiento met6dico. Por ellodentr? del concepto .d~~istoria de Sigiienza se halla presentcla crttu:a, que consisura, de modo general, en sefialar loserrores alas afirmaciones historicas infundadas, La criticapone al descubierto de un modo concreto para la histori al~s a~gumentos en?ebl:s 0 Ialsos en que se apoya. Asi en 1aciencia y en la historia se perciben actitudes analog-as, encuanto en ambos casos se persigue la verdad. Hacemos hinca-pie en 1a ~na10gia, ya <;tue~osmetodos no pueden ser igualespar el objeto de estudio diverso a que se aplican.

Se predica el desprecio a la iznorancia a la vulzaridad" . b . , -b '-,

~ la incapacidad para d.lscernir entre 10 verdac1eroy 10 [also.Se abre como perspectrva met6dica la via negativa de desc-char el prejuicio por la critica a 1a que corresponde comolado positivo la busqueda del fundamento de 105 hechoshist6ricos.

La intencion critica de Siguenza se deja vel' en todas susobras historicas, aunque no con igual enfasis, Asi en 1aPiedadheroyca el prop6sit? explicito es el "... desvanecer 10 queace~ca de. ~ste hOSPIt~1y,otras memorias suyas por personaspoco noticiosas se ahrmo hasta ahora." 4

EI combate contra la falta de fundamentos validos en lahistoria se Iibrara desvaneciendo primero la iznorancia del

Ib

vu go, de las personas poco noticiosas, asi nos, dice donCarlos: "Lug:ar.este m~y a proposito para desvanecer trulgari-clades [conocimientos l~fundados], que acerca de este hospitalentre personas que discurren poco ha tiempo que correncomo si fueran oraculos." 4

La.hist(~ri~grafia humanista-erudita, aunque en contra delprovidencialismo y la milagreria, habia cedido mas a la for-ma literaria, al Iatin pulcro que a la critica de fuentes. 5

a Siglicnza y Gongora, Carlos de, oj). cii., p. 30., {(a y. b) .Sig'iienza y GClllgora, Carlos de, "Picdad Hcrovca" en PerezS~lazat', F.ranclsco: Carlos de Sigiienza y GongOTa. Obras seguidas de biogra-lta~ ~Iexlco, ,SoCiedad ~lc Bibli6filos Mexicauos, 1928, p. 296. '

u Feuter, Ed., Historia de fa historiogmffa modcrna. Buenos Aires, Edit.Nova, 1943. pp. 120·121.

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76 La idea de La historic

Es pues, mas propio de los historiografos modem os del sigloXVII la critica y seleccion de fuentes que llego a los extrernosde la erudicion, pero que sento las bases de un conocimientohist6rico mas objetivo, fundando diversas ciencias auxilia-res de la historia, 6

Casi todos los historiografos coinciclen en sefialar comoantecedente de la historiografia critica modern a los estudioseruditos de historia, cultivados en Francia en el siglo XVII,

fundamentalmente pOT las ordenes religiosas, entre las quesobresalio la de los benedictinos de San Mauro. Es evidenteque Sigiienza no tuvo contacto alguno con esta escuela dehistoriadores. Sin embargo, no hay que olvidar que estuvomuy cerca de los jesuitas, no solo como estudiante en elSeminario de Puebla, sino durante toda su vida, y los jesuitas,aunque no tan criticos como los benedictinos, se caracteriza-ron siempre por esgrimir las armas de la cultura moderna.De hecho hicieron critica, abandonando, como los historia-dores humanistas, las leyendas y trataron de evitar las histo-rias de milagros.

Tales caracteristicas historiograficas g'enerales, se rnucstranen la obra de Sigiienza, de tal modo que se le puede caracteri-zar como un autor de historiograHa moderna, 7 sin ser pOl'ello un historiador exhaustivamente critico 0 particualmenteerudito.

La actitud critic a de Siguenza se traduce para la historia endiversas ronsecuencias. POI' un lado, la necesidad de imple-mentar un metodo historiografico que permita una masfundada seleccion de fuentes. Cuando Sigiienza nos remitea los archives nos dice: " ... trabajen en adquirir noticiasen los archivos los que se aplican al ejercicio de escribir lashistorias y las hallaran mejoresque las que en aquel libroserviran siempre de estropiezo a los que alli leyeren y sintraerlas a examen usaren de ellas." 8

Este es sin duda uno de los paws mas importantes haciael nuevo metodo en la historia. De hecho la historiografiahumanista, aun la mas critica escuela de Blondus, se remite

6 Feuter, Ed., op, cit., pp. 388-340.7 Ibid., p. 237.8 Siguenza y G6ngora, Carlos de, Piedad Heroyca. Mexico, edici6n y estudio

de Jaime Delgado, 1960, P: 44, num. 79.

Ciencia e historia 77

casi siempre a 105. autores clasicos: la critica se esgrime contralos autores medievales, pero permanece vizente el argumentode. autoridad con relacion a los aut ore: clasicos latinos ygnegos. L:l busqueda en archivos es mas propia en el sigloXVI a partIr de la Reforma.

POI' otro, la critica en Siguenza se eszrime no solo contra elv~lgo. ignorante que se muestra inca~az de comprender la~lstona; "Oyose pcn este tiempo una voz entre Ias (no. seSI lla~e venerables 0 despreciablesj del vulgo, que atribuiaa casngo de las pasadas fiestas, la ternpestad en el monte, eldestrozo en los campos y la inundacinn de los arrabales ... " fI

s~no, com? en el c~sode la ciencia, la critica pondra de mani-fiesto Ia iguorancia pretendida del sabio. Las autoridadcscomo tales son puestas en entredicho al constatar en fuentesm.'ls precisas sus meros decires. En el capitulo segundo de la~'>ledad }zc,royca nos dice: "Pruebasc can instrumentos yrazories mas concluyentes esta antiguedad." Se refiere a laantlgueda,d _del hospital '~e la Inmaculada Concepci{m deNuestra Senora, y cabe sefialar que los instrurnentos en estecaso son las fuentes que permitieron a Sigiienza establccerIa Iecha exacta de Ia fundacion de dicha insr.itucion, en COIl-

t,1'a de l~ opi~1i6n de diversos autores que aludian a unaFecha mas reciente.

El erudito barroco no se contenta con recomendar a Ios~emas la utiliz,aci?~ critica de fuentes (obras y archivos) ,sino que tal pnuClplO Iorma parte de su metodica:

~ue ~o solo par 01 ana- 15/H como aqui se ve [en una obrahistorica contempor,inea al autor], sino once antes estuviescya fundado en Mexico este hospital, me consta can euidencia,pO~'queentre 10s muchos Iibros con que hoy me hallo, haecestimable mi cole{)cionuno del Ilustrisimo Obispo don Fr.Juan.de Zumarraga en que ponia razon de 10 que importaban105 diezmos que. pel'cibian y las cosas en las que gastaban, yentre otras partidas se hallan en el folio 146 las que aqui se

9 SIgiienza .y G?ngora, Carlos de, "Alboroto y motin del dia 8 ... ", enRelaciones historicas, Selecci6n, pr6logo y notas de Manuel Romero deTerreros, Mexico, UNAM, Biblioteca del Estudiante Universitario 1954P: 112. ' ,

]~ste es el titulo del capitulo II de la Piedad Heroyca, en Siguenza y Gon-gora, Carlos de, op. cit .. p. 6.

- I

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78 La idea de la historic

siguen: "Lien 100 pesos de oro de ley perfecta son que se die-ron para curar Ios pobres del Hospital de Nuestra Senora y

., 1 ~ 1530 " 10para el cuuFno en e ano ...

As! pues, los hechos que no sean susceptibles .de una com-probaci6n directa seran cuidadosamente s:lec~lOnados. paraque: " ... de aqui en adelante corran las historias mexicanassin embarazo". lOb

Desechar el error, permitir que la historia corra sin emba-razo ni tropiezo es la finalidad de la crltica de fuentes, Peroella nos enfrenta de inmediato al problema de la verdadhistorica que cs justamente su contrapartida. . . .

Una de las dificultades mas agudas para cualquier historia-dor es sin duda elestablecer el status de la verdacl historica.En efecto, el hecho historico en apariencia irrepetible, unicoy casual ha desencaclenado a 10 largo de la hist?ria (~~l pensa-micnto graves polemicas, en relacion a su designacion comoautentico conocimiento.

La caracterizaci6n de la verdad hist6rica no es explicitaen Sigiienza, pero de la lectura de sus obras podernos .destacard05 r~otas importantes: la verdad historica como evidentc ycomo testimonial.

Curiosamente contrario al espir itu racionalista y aun alempirismo, cuyos respectivos represeIl.taIlte~, ~es~a~tes yLocke, neg-aron toda posibilicbcl de eoidencia Jllstor~ca) yafactual en el caso del segundo, ya racional en el del pnrnero,Sirriienza irnpelido tal vez por su polivalencia intelectual

b ' • I(cientifico, literato, historiador, etcetera) y pa~t,ICu ~rn~e~tepOl' su ubicaci6n crioll~, ~~e Ie .ata a la cre~~lOn lll~tonca,insiste no solo en la posihilidad smo en la utilidad del cono-cimiento historico,

La verdad historicaestara estrechamente relacionada conel metodo, a traves del cual se obtienen y muestran en nues-tro autor interesantes notas de evidencia. As! en el pr61ogoal "Alboroto y motin del dia oeho" podemos leer:

, •••. " 10 Perez de Salazar, Francisco, Carlos de Sigiienza y Gongora. Obras segui-tlas de' biograil«. Mexico, Socicdad de Bibli6filos Mexicanos, 1928, p. 27'7.

lOb Lac. cit.Descartes y Locke, Discurso del m';lodo., Ens~!y() .->oine el ellter~diH:ienlo

hurnano, Ascveran pOl' divcrsa» l'<lZOIlCSque Ia historia 110 cs una cicncia.

Ciencia e historia 79

El que mira un objeto, interpucsto entre el y los ojos unvidrio verde, de necesidad por tefiirse las especics que el objetoenvia en el color del vidrio que esta intermedio, 10 vera verde.Los anteojos que yo uso son muy di.ifanos, porque viviendoapartadisimo de pretensiones y no Ialtandome nada, porguenada tengo, seria en mi muy culpable que as! no Iueran, conque aoertando que no hay medias que me tifian las espcciesde 10 que cuidadosamente he vis to yaqui dire, desde luegome prometo aun de los que de nada se pagan y 10 censurantodo, el que daran ascenso a mis palabras par muy verfdicas, 11

Se percibe en las palabras de Sigiienza una intencioncaracteristica de Ia modernidad: la de buscar la verdad hacien-do a un 1ado la subjetividad que deriva de 105 intereses pro-pios y del mal uso de los sentidos, presentando 10s hechos taly como ellos se ofrecieron al observador atento.

La conciencia moderna del punto de vista, de Ia relativiza-ci6n del conocimiento, de Ia parcialidad y la Ialsificacion deIos hechos, se encuentra clararnente establecida, annque contcrminos medievales, en el paragrafo anterior.

Como todos los modernos, SigLi.enza encuentra Ia claradiferencia entre cl sujeto consciente de su capacidad cognos-citiva y las fuentes del error, que no se lirnitan al mal uso delas facultades para conoeer, sino que se amplian al enfoquc,a la perspectiva, a 10s precODeeptos del sujeto, que SOD10saspectos del error que la Iilosofta moderna pone al des-cubierto.

La verdad historica estara fundada, pOI' un lado, en Iaconstataci6n objetiva de 10s hechos, en la relacion directacon los mismos: as! el criterio de evidencia se 1iga a su trans-cripcion objetiva y minuciosa. Par otro, la verdad de 10shechos pasados, aquellos que es imposible constatar en forma

11 Sigiicllza y Cougora, Carlos de, "Alboro to y motin del dla 8, .. '", ellRclnrioncs historicns. p. 99.

nice Descartes: " ... ui finalmenlc que 1:1s cosas cxtcrnas son sicmprctalcs como apareccn; pues en rodas cstas cosas cstamos sujctos " error. comosi. alguicll 110S cucnta una f:\bula y creemos que cs un cosa que ha pasado;"".IfI!!I"••""·~~,••...,si e1 que padccc ictcricin juzg;a que to do cs amarillo porquc ticnc los- vIOfl?~1.>\oj os de color amarillo." Exisrr: clararncure una deseonfianza [rente alar 01£ ,9:(\,>'llbjctividacl que p.l.1(.~dc.. nul if'icar nucstrn obsen-.':tcl61.1. Se ,la ell S.'igiiellzaM~;l(F' I'" ~ni'al ig.U<I!.ql.1C ell JkSC:"'I,,;; una crft.ica a la suhjerivida.I y la mostrar.ion de, i/, LI) <Ilas Iirnitacioncs proplas. ":~-\(~f'<l"<~~:;'

'::t:.: ~.7,::-,,~~_:_;:~;.-:;":.

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80 La idea de la historic

directa, requiere de 1a selecci6n critica y uso honesto de lasfuentes.

Par eso sin duda convido a leer el Compendia Historial quede la guerra de los tartaros en la China escribio el Padre Mar-tinio, porque creyendo que no 10 sabri an leer los amcricanospara quienes me parece cscribio (el padre Kino) su ExposicurnAsironomica y que asf podria a 5U gusto hacer entes de raurn,pervitiendo histories, dijo que se hallaba alli prueba de lafatalidad espantosa de los cometas. 12

Caracterfstico del concepto moderno de ciencia 0 maszeneral aun de conocimiento, es el que este se presentab 'contrario a la quimera y la fantasia, y, particularmcnte alasentidades no dernostradas 0 entes de raurn, propio, segLmafirma Sigiienza en la Libra, de los metafisicos, que, lejos deexplicar los hechos, los confunden. Existe, pues, en nuestroautor, Ircnte al conocimiento de la historia, una decididaintencion cientifica que le acerca a la verdad eoidente, enten-dida csta simplemente como fundada y objctiva,

Tanto en la narracion directa del presente, como en la delpasado, se afiade a la objetividad historica, la posibilidaddel testimonio. Efectivamente, la verdad testimonial juega unpapel de singular importancia a 10 largo de toda su obrahistoriografica. El testimonio incluye tanto calidad como can-ticlad. Asi en la descripcion de 1a bahia de Santa Maria deGalve se hace alusion al testimonio de cantidad al decir:

La entidad de la verdad de una cosa consistc scgun el SagradoEvangelio en que dos 0 tres testigos concuerden en su asen-cion: Los mismos bienes y elogios que digo de la Bahia dicen(segurrel sefior fiscal) no dos 0 tres personas sino las que meacompafiaron indefinidamente que fueron ciento veinte. Lue-go diciendo yo 10 mismo que ellas de ninguna manera mien-to. ]3

La entidad de la verdad historica, su unieidad y univocidad

1:2. Sigiienza y Gongora, Carlos de, Libra, p. 86.13 Sigiienza y Gongora, Carlos de, "Carta contra Arriola", en Perez de

Salazar, Francisco, Biograiia de Carlos de Sigiienza y Gongora seguida de ua-rios documentos ineditos. Mexico, Antigua Imprenta Murguia, 1928, p. 152.

Ciencia e historic 81

se fundan sobre el testimonio verbal 0 escrito que es recono-cido como fuente de conocirniento primario,

En 10 que haee a la relacion del pasado, el fundamentoultimo de la seleccion y critica de fuentes descansa en eltestimonio de calidad. En el caso que Sigiienza invoca, el defray .Juan de Zumarraga, se trata no s610 de 1a calidad deltestimonio sino de 1a relaci6n minuciosa y la congruenciadel mismo. 14

A mas del origen 0 ca1idad del testimonio, debe haber paraSiguenza 1a posibilidad 0 factibilidad de 105 hechos, cuyaunica excepcion contraria son 10s hechos milagrosos queexpondremos mas adelante.

Esta preocupacion de Sigiienza por 1a univocidad histo-rica, sin duda esta en relacion con el critico siglo XVII, quebusca una solucion a la dispersion de su rnundo fisico, social,moral y que se resuelve en 1a lucha, no siempre fructuosa,contra el eqnivoco, Ia ambivalencia cxpositiva y la doblemoral de Maquiavelo:

La disgresi6n que en referir aqui mu)' par menudo 1a venidade estos religiosos padres (jesuitas) prctcndo hacer, no csabsolutamente ajena aques-ta Historia, por que si al leer 10que din~ del afio, en que en estc hospita I sc les dio acogida nose havia de hallar en correspondencia entre mi asencion y 10que en otros Iibrosse dice, y por el consiguiente me exponiaa la ccnsura de poco noticioso 0 de nouelcro, quiero cscusarlocomo debo hacerlo y pues dilatan 10s muy eruditos jesuitas endarnos su Historia para que en ella admiremos sus ejempla-res sucesos y acciones grandes dire aqui de su Ilegada a estaciudad y motivo que para elio huvo 10 que de memorialesdel mismo tiempo tengo anotado, y sera lo mismo que cuandosalgan a 1a luz sus historias se ked en ellas. 15

14 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Picdarl Heroyca" en Perez de Salazar,Francisco, Carlos de Sigilenza y Gongora. Obras seguidas de biografia. Mexico,Sociedad de Bibli6filos Mexicanos, 1928, p. 277.

15 Sigiienza y Gongora, Carlos de, Piedad Heroyca, Mexico, edicion yestudio de Jaime Delgado, 1960, pp. 43·44.

Se han copiado las notas, respetando la ortograha original, como apareceen el texto citado.

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82 La idea de la historia

OBJETO Y sujmo DE LA HISTORJA

El objeto de Ia historia, entendida esta como quehacer delestudioso, essin duda en Sigiienza el hombre y su gama espe-cifica de acciones. Ante tal afirmaci6n cabe preguntar siefectivamente Siguenza contempla el acontecer en forma tanabstracta y ajerarquica. La respuesta inmediata es negativa.EI hombre, sujeto de la historia en Siguenza, no es cualquierhombre, como no 10 fue para su epoca. La historia es mas biende ciertos hombres, aquellos en quienes afloran los designiosdivines: 1a historia es sin duda, el drama de Ios piadosisimosprincipes, los reverendisimos monsefiores, los excelentisi-mos rnil itares y 10s providentisimos reyes. Es, en suma, lahistoria de Ia casta que guia al pueblo, conducida a su vezpor los designios inexorables de Dios. 16 Asi, el providen-«ialismo sed. la panta general para la explicacion del aconte-cer historico. La causacion no aparente de 105 hechos humanoscxiste, allnglle desde luego, impenetrable para el hombre;aspectn cldqlle hablarernos detcnidamente mils adelanto.

As! pnes, a simple vista, tal y como aparece en sus escritos,cl hombre tiene un papel significative en Ia historia, porquecs concebido como el conductor, el cual no espera {mica ylitera1mente "el bien de Dios", sino que pucde, con ayudade la ciencia, prever sus acciones, 10 cual demuestra ciertapretension de autonomia, propia del concepto modernode hombre.

En cuanto a cual sea el objeto de 1a historia, entendidoeste no como la finalidad sino como el contenido de la his-toria escrita, el que de la historia como tarea del eruditobarroco, es manifiesto que son Ias acciones de los hombresdignos, sujetos privilegiados de la historia. Las his tori as queSiguenza nos refiere son prolijas en acciones sociales, mili-tares, religiosas, politicas, culturales, etcetera. Asi se perfi-Ian, el hombre religiose en "Las glorias de Queretaro"; elnoble politico en el "Teatro de virtudes politicas"; el hom-bre digno y su entorno social en el "Alboroto y motin del diaocho": el cientifico en su Libra asironomica; el acadernico

]6 Sigueuza y G611g"ora, Carlos de, Ob rns lnsurrirns, Mexico, E,li[o1';all'ornJa. Colerciou (\(' Escritorcs Mcxicanos, 1 !ll1, pp. II? Y J J 9.

Objeto )' suicto 83

en el Triunpho Parthenico; el militar en 1a "Relacionde 10 sucedido a Ia armada de Barlovento", y el estratega yhombre de accion en la "Descripcion de la bahia de SantaMaria de Galve".

Tales ternas, pOl' supuesto, no se encuentran con exclusivi-dad en los textos sefialados, sino que se en trecruzan constante-mente en sus obras. Asi, Sigiienza pide al rey de Espana qnese ocupe de la bahia de Santa Maria de Calve, pues de hacer-10 se seguiran gTandes bienes para el patrimonio real que seconvertiran en gTaves dafios si se le ignora; y salta de juhilocuando, al aplicar la ciencia tactica 1a Armada de Barloveruocastiga la alevosia francesa. 17

En la relacion hombre-historia que subyace en 10s escritosde Siguenza, se muestra Ia idea no s610 de que 105 hombresselectos intervienen en el deem-so historico, claro est! dentrodel marco del plan providencial: sino, adernas, que la his-tori a influye en el hombre, pues debe orientarlc 0 servirlede gnia. Esta es propiamen te ha blando la finalidad () util.i-clad de la historia, la cual cxpondrc como Sl1 caracter cjclII-[ila»: 0 i)eda.gogico, mas adclante.

En surna, se perfil an por un lado, el objeto de la historia,ac:ciones de los hombres ilustres que sirvcn de ejemplo a lahumanidad, y, por otro, el sujeto de la historia como elhombre selecto cuya accion providencialmente planificadaejerce una influencia decisiva en cl curso del acontecer.

De 10 dicho an teriorrncnte podria desprenderse la con-elusion inmediata de que para Siguenza la explicacion his-torica es espontanea 0 dogm.iticamente providenc:ialista. Sinembargo, este no dejaria de ser sino una conclusion dernasia-do rapida y facil frcnte a un autor moderno. En efecto, lahistoriografia del siglo XVII no ha podido escapar del todoa postular a Dios como ultima causa de las acciones hurnanas.Esto se debe sin duda, no solo alas viejas razones medievales,sino al descubrimiento de la necesidad en el ambito de lafisica, necesidad que el hombre moderno busca transportal'al resbaloso terreno del acontecer hurnano, donde justa-mente 10 aparente es la contingencia, la vicisitud, el desor-den y la casualidad.

17 Irving A., Leonard, op. cit. p. 5l.Siguenza y Gongora, Carlos de, Obras historicas, P: Il!l.

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84 La idea de la historia

La explicaci6n moderna de la historia fluctua constante-mente entre la casualidad (presencia de la fortuna en e1acontecer) y la necesidad hist6rica, ya inmanente, ya trascen-dente.v" Sigi.ienza no podia escapar a este problema yencnen-tra que el devenir hist6rico se explica por la presencia delos opuestos que Ie dan sentido y racionalidad y que traducecierto relativismo a su concepcion historica. Nos dice en laLibra:

No se yo par que raz6n han de ser infaustos 10s cometas, cuan-do no hay dafio que no sea compafiero de alguna felicidad,Porque si causan peste y mueren muchos, para estos seradesgraciado, y fe1idsimo para 10s que queden con vida, puessiendo pocos heredaran 10 que era de muchos: si significaguerras y es infeliz para 10s vencidos, quicn dud a que sedfeliz para 10s victoriosos: y si denoto la muerte de algun prin-cipe, para este sera lugubre, pero Iausto y propicio para quienle sucedio en el estado. Y si en todas las casas se advierte estavicisitud porque solo-se Ie han de atribuir Ios electos tristesy no 10s regocijados, cuando mil ita una razon en unos y enotros, 19

El tinte relativista y la doble moral postulada por Maquia-velo se desprenden de este parrafo, y ponen de manifiesto 1aproblernatica moderna en que Sigi.ienza se ve envuelto. Lacrisis del Renacimiento ha dejado como herencia el relativis-mo al hombre moderno, la ambivalencia y la cantradicci6n. 20

Tambicn el erudito barroco toma como principio explica-tivo de la historia, en alguna medida, la presencia de 10scontrarios: "Ser inseparable compafiera de la alegrta Ia triste-za, de la felicidad el infortunio y de la risa el llanto, es verdadtan irrefragable que, no s610 con voz entera nos 10 proponen

18 Maquiavelo, Nicolas, "EI Principe", en Obras politicas de Nicolas Mnquia-vela. Buenos Aires, Edit. Poseidon, 1943, cap. 25, p. 545.

"De 10 que int1uye la fortuna en las cosas humanas y del modo de contrarrestarla siendo adversa."

"Muchos han creido y creen todavia que las casas de estc mundo lasdirige la fortuna y Dios sin ser dado a la prudencia de los hombres haccrque varIcn ni haber para cllas remedio alguno ... "

19 Sigiienza y Gongora, Carlos de, Libra, P: 15.20 Hausser, Arnold, El origen del arte y la literatura niodcrnas. Madrid,

Ediciones Guadarrama, 1974, t. I, p. 40.

Finalidad y valor 85

uniformes Ias historias todas, sino que practicamcnte 10 adver-times cada clia en 105 sucesos hurnanos". 21

Y un parrafo mas abajo admite a la fortuna como parteconstitutiva del hecho historico:

Que otra cosa fue Ia Iatalidad lastimosa con que quedarainfame por muchos siglos 1a noche del dia ocho de juniode este afio de 1592, sino llegar a 10 sumo 106 desdcnes conque comenz6 la fortuna a mirar a Mexico sin mas motivo quehaber sido esta ciudad nobilisima teatro augusta de suce-50S ... 22

Nuestro autor pareee ir de la perspectiva humanista querecuerda la concepcion hist6rica ligada a la dualidad de COIl-

trarios, que afirma el acontecer como necesidad, a la idearenacentista de la fortuna, cuya Iormul acion recibe deMaquiavelo su expresion mas acabada, y que muy prob~ble-mente Sigi.ienza conocio de cerca, pues no debemos olvidarlas referencias directas que haee de El principe.

FINALIDAD Y VALOR DE LA HISTORIA;

CARACTER PEDAGOGICO, EJEMPLAR Y CONMEMORATIVO

Sigi.ienza es deudor de la mas antigua tradicion historio-grifica 0 mas particularmente del humanismo que resncitoa Suetonio, Tacite y Cicer6n. La historia tiene para el uncaracter de mernoraci6n yejemplaridad, que se complemen-tan y son a la vez criterios de seleccion del material historicoy de interpretacion del mismo, en el sentido de la finalidadinmediata de la historia escrita.

Ya inserta en el pensamiento de Herodoto, la memoraci6nes elevada a tecnica y profesion.P' la propia del historiador," ... a fin de que 10s hechos de 10s hombres no desaparezcancon el tiempo, las obras grandes y admirables puestas de

21 Sigiienza y Gongora, Carlos de, "Alboroto y motin del dia 8 ... ", enRelaciones historicas, pp. 97 Y 110.

22 Lac. eit.23 Gaos, Jose, Origenes de la tilosojta y de su historia, Jalapa, Universi-

dad Veracruzana, 1960, pp. 30·33.

•• lli••

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---------------------------------------------------------II

I"~I

8G La idea de la historia

manifiesro pOl' 10s gnegos y 10s barbaros no queden sinIarna" , 24

Con intencion similar, la cornnernoracion 0 rememoracionde 10s hechos subyace a toda la ohra historica de Siguenza, yse haee explicita en el "Mercurio volante", donde afirrna:

, " la grandeza del heclio sin ponderaciones retoricas, creosc conservara sin este requisite mientras tuvieren su luga.rIas resoluciones heroic as de £uya catcgoria es Ia presente ycuya cntidad, 111.;\s que las palabras, pocas 0 muchas can quesc razonare, sed estimable siemprc en la memoria comun.P"

En este texto apareccn claramentc sefialados los criteriosde "memoracion " y ejemplaridad como selcctivos del materialde la historia escrita, ya que son corre1ativos, puesto que 10digno de memoria sera justarncnte 10 ejemplar. Asimismosc: apunta una de las ideas ccntrales de la historiografta mocler-na, m.is prcocupada por Ia realidarl del heeho que porIa re-torica COil que se reficre. La importancia de la historia comotare;) de] hi~;toriador, como histor ia cscrita, estr iha en que nose (rata de un arte Iiterario sino de nn particular saber.o msrituirlo por hechos di?;IlOS de memoria y de utihdad ejcm-pl.rr. "Quicn no sabe que naufragartan en el mar del olvidoLis admirahles hazafias de los antiguos heroes si no Ias hu-bicran privilegiaclo de este riesgo los l ibros qoe a pesar de laviolencia del tiern po las eternizan." 2G

T.a histor ia perpetua 105 hcchos de 10s hombres, impidcque la accion demoledora del tiempo 105 destruya. En Sigi.ien-za se rcvcla la urgcncia del historiador de preservar, 0 mejor,de aternporalizar la temporal condicion hurnana al inmorta-lizar sus acciones.

De todo esto se desprende que 1a historia escrita, paranuestro au tor, no es la mera relacion de hechos curiosos 0

divertidos, ni un puro ejercicio retorico, La justificacionde Ia historia cscrita es mucho mas profunda, ya que, aI

24 Caos, Jos{" 0/). cit., p. 29,2[)Sigilcnza y C61lg'ora, Carlos de, "Mercurio volaute", en Or)H!S historicas ..

p. SS.2G Sigucnza y Gongora, Carlos de, Tviumbho Partheniro. Prologo de Roja«

(;arcirlncfias, Jos(" Mexico, Editorial Xochir l, Bibliorcca Mcxicaua de LibrosRaros y Curiosos, HJ.1r;, p. 40.

Finalidad y valor 87fijar los hechos, estos se convierten en paradigmas que guian1a acei6n humana. Memorar no es s610 un ensayo de per-maneneia, buscando extravasar la propia temporalidad ycontingeneia humanas; sino que 10-s arquetipos 0 modcloshistoricos de accion humana, se convierten en ejemplos priic-ticos de 1a vida.

La historia no es s610 eonmemorativa, sino tamhicn ejeru-plar, "maestra de vida" al modo eiceroniano. Existe a labase de las obras historicas de Siguenza una intencion pedag()-gica aunada a la puramente informativa: la cual no s610justifiea la existencia de la historia escrita, sino que adem.ises criterio de seleccion de 10 que ha de mernorarse. En efecto,del enorme caudal de las acciones hurnanas, no todas se ofrc-cen con las caractertsticas de dignidad y nobleza qne S011

necesarias a una historia pedagogica. La historia en Siglienzaesta ligada estrechamente al enaltecimiento de 10s valoreshumanos propios de su siglo, de su cultura y de su ubicacit'mpersonal, nivel ideologico del q lie hablarernos dctenidarncntemas adelante.

La historia es para Sigiienza, en cierta forma, un re.urode virtudes, un muestrario de acciones humanas dignas(descle su propia perspectiva) , encaminaclas a propagarsc pm

el orbe. "Siendo el asunto de este breve volumen niostrarleal mundo 10 que a la providencia del excelen tisimo Sr. Condede Calve le debe y le deb era toda esta America en accionesmayores y consiguientes triuulos ... " ~7 Esta idea es rcite-rada muchas veces. 28

As! puede leerse en la Piedad. he·royca:

... manifestarle al munclo reducidas a perfecci6n piadosasdisposiciones del invcncible Marques del Valle Don Hernandode Cortescuyas rnenores acciones scran digno ernplco de laIama mientras durare el mundo.w

Si bien el caracter laudatorio de estas afirrnaciones y deotras similares que se hallan en su obra, podrlan hacernos

~7 Siglienza y Congora, Carlos de, Obras historicas, p. 40.28 Sigucnza y G6ngora, Carlos de, op. cii., P: 120.~!l Siglicnza y Gongora, Carlos de, "Piedad Heroyca", en Perez de Salazar,

Francisco, op. cit., pp. 217-272.

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-----------------------------------r----------------------------------------88 La idea de la historic

sospechar del autentico afan de buscar el ejernplo como me-dia para transmitir una ensefianza valiosa a 10s hombres, nohay que perder de vista la ubicacion historica del mexicanocriollo. Hay que tcner en cuenta qlle Ja alabanza no repre-senta la actitud aislada de un autor grandilocuente, sino. quepor un lado, Iue una practica de la historiografia humanistaheredada por nuestro autor, y q ue, pOI' otro, se situa en elmarco de las costumbres del barroco mexicano, del cualhablan en nuestros dias sus monurnentos arquitectonicos ySlI retorica,

Hay que insistir en que la ejernplaridad, como caracteris-tica de la historiografta en Siguenza, es fundamental no solopara comprender la utilidad, desde diversas perspectivas comofinaliclad inrncdiata de la historia escrita, sino que perrnitascleccionar y en lazar 105 hechos dignos de memoria; 0 dichode otro modo, es un concepto que, aunque en forma limitada,permi te iutcrpretar Ia historia, darle un sentido al caudalde Ias acciones dignas y edificantes. El dar sentido a talesacciones se traduce en concebir al hombre como un ser quesc dirigc a su realizacion, 0 mas especificamente, capaz dercalizarse iuoralmente, hombre perfectible a quien el ejemploIc cs verdaderamente util: sin embargo, como Siguenza nocst.i interesado en desarrollar 0 simplemente justificar suprovidencialismo de base, no saca en esta linea ningunaconsecuencia. Entre las ideas que nuestro autor no toea es-taria desde luego cl demandar pOT la finalidad mediata dela historia, preguntarse el para que de la historia, 0 haciadonde conduce la realizacion humana moral, 10 cual nosmostrarfa daramente la relacion entre ejemplaridad y provi-dencialisrno y nos permitiria un planteamiento mas com-plcto y adecuado de su vision historica. No obstante, pode-mos decir que la historia pedagogica de Sigiienza contem-pla aspectos muy importantes como log diversos sentidos deutilidad historica:

a) Utilidad veritativa de la historia, en cuanto permitecorroborar las verdades cientificas, forma que adquiere lahistoria en Ia Libra.

b) Uti lidad empirica de la historia, que a partir de lasexperiencias cientificamente establecidas e historicarnente

El providencialismo 89

transmitidas nos perrnite la prevision cientffica razonable taly como don Carlos 10 plantea en el "Reconocimiento a Iabahia de Santa Maria de Calve".

c) La utilidad moral de la historia, que perrnite a loshombres guiar su accion a la luz de Ios modelos ejemplares,

La historia no solo es el marco de la verdad cientifica,. que proporciona los elementos para el estudio critico, laabolicion del error 0 la prediccion cientifica acertada, sinoque es un instrumento que puede hacer llegar a los hombresuna serie de valores can relacion a los cuales norrnaran suaccion, Ciertamente la ejernplaridad se presenta como unfin practice inmediato y declarado en las obras historicasde Siguenza, La ejemplaridad es, resumiendo, uno de losfines del relato historico; pero ensanchando este mismo en-Ioque, la ejemplaridad que proviene de la historia es latipificacion de las acciones ideales.

El ejemplo guia la accion humana enmarcada en el planprovidencial de Dios. "Levan tar memorias eternas a la heroi-cidad de los principes, mas ha sido consecuencia de la grati-tud que 105 inferiores les deben ... aun par la misma razonde ser Ios principes imagen representativa de Dios.":10

EL PROVIDE CIALISMO

Ya en paginas anteriores hernos hecho alusion al caractcrprovidencial que la historia tiene para Siguenza cn vista deque, aunque no aparente, debe haber cierto orden en elacontecer; 10 q lie no im pide q ne la fortuna se de en Ia tramahistorica, La finalidad ejemplar de la historia encuentra sutotal justificacion y significado si el paradigma se torna unmedio de realizacion humana, y esta contemplada dentrode un marco mas amplio de referencia, a saber, la filosofiade la historia providencialista.

En relacion a esta doctrina, cuyo origen se rernonta a lapatristica (elaborada ampliamente por Agustin de Hipona)

:10 Siguenza y G6ngora, Carlos de. "Teatro de virtudes polfticas", en Perezde Salazar, Francisco. Carlos de Sigiienza y Gongora. Obras seguidas debiografia. Mexico, Sociedad de Bibliofilos Mcxicanos, 1928. pp. 13-14.

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90 La idea de la historic

y replanteada desde nuevas perspectivas en la Edad Modernapar Bossuet, Carlos de Siguenza adopta una formulacionortodoxa acorde can su siglo y su entorno barroco-colonial.

La contradiccion entre su providencialismo historico ysu concepcion moderna critica de la historiografia, no hacesino, mostrar hasta que punto Siguenza se halla inmerso enel conflicto que caracteriza a 10s pensadores modernos, asaber, la ambivalencia de un mundo en el cual se ha perdidoel orden central y, par ende, la univocidad en las ideas filoso-ficas, cientfficas, morales, etcetera.:" Sigii.enza no hace sinoreflejar el drama del hombre moderno cuyo signo es el dela contradir.cion y cnya obra resulta artificiosa y ambiva-lente.

En suma, mas que denunciar a1 Sigiienza medieval quecomo autor de transicion retoma frente a su idea critiea dela historia Ia tradicion dogrnatica del providencialismo, ha-bra que analizarlo, porque tal vez al hacerlo encontrernosprecisar ahi aquello que hace de nuestro autor un hombremoderno.

A 10 largo de la obra historica del erudito barroco sonrcpetidas Ias veces en que propone que en Dios se encuentrala explicacion ultima de la historia:

Dije cuando otra vez discurrf este asunto Iiallarse en 1a manade Dios cl corazon de los que gobiernan para inclinarlosf.icihucute a 10 que Iuere de su agrado: y que aSI se verifi-case en el suceso de ahora, nos 10 asegura esta que otro juz-gar{l casualidad no siendo sino disposicion del A ltisimo, puesrue su justicia sin dud a alguna la que movio el corazon deeste religioslsimo principe y le dicto el orden y ella mismala que al suscribirlo Ie goberno la mano. 32

El porque de 10s sucesos humanos que no alcanza a abar-carse a traves de la razon, no debe dejarse a la casualidado al azar, sino que encuentra su cabal explicacion en Iavoluntad divina. Lo cual paradojicamente no resulta enabsoluto explicacion, si por explicar entendemos el dar razon

:n Hauser, Arnold, oj). cit., p. 76.:12 Sigueuza y G6ngora, Carlos de, "Trofeo de justicia espanola", en Olnas

liistoricas. Mexico, Editorial Porrua, 19H, pp. 137-138.

El prouidencialisma 91

de algo. Esta acritica poslclOn, es asumida por Sigiienza enforma ortodoxa aunque no la desarrolle: " ... y por ultimoadorado, venerado y servido el Todopoderoso Dios y Sr. delas batallas y ejercitos a quien se reconoce como autorde tal Felix victoria ... " 33

Tal concepcion de la historia envuelve un conflicto cen-tral; frente a un Dios que gufa el curso de la historia deacuerdo con sus propios designios, el hombre aparece, almenos externamente, como un instrumento movido por unavoluntad ajena a la suya. Problema fundamental del provi-dencialismo que no logra en el ambito racional una auten-tica explicacion.w simplernente se postula que la realiza-cion humana se da en acuerdo con la voluntad divina demodo que el hombre esta dotado de libertad para esc~o-ersu bien (perfccci6n moral del hombre que coincide nec:sa-riamente con el plan divino) . Asf nos 10 refiere don Carlosen "La sucedido a la armada de Barlovento":

Dios que quiso el que fuese asi, estirnulo sin duda a esteexcelentisimo principe (conde De Calve) a que de su uolun-tad espontdnea (por algunas noticias que de las hostilidadesque ejecutaron los Iranceses en aquella isla solicit6 su vigilan-cia) le enviase el presidente de ella la Real Armada de Bar-lovento para el fin que previ6 de su idea, y mediante su ordense consiguio glorioso. 35

Bajo esta doctrina estan las ideas de que la bondad esobjetiva, y el bien es uno. De este modo se explica 1a arrno-nia entre la voluntad divina y la humana. E1 hombre no esIorzado a obrar sino que coincide can Dios, tanto en elnivel moral de su propia realizacion individual, como enel nivel historico donde, como sujeto privilegiado de la

:l:l Siguenza y G6ngora, Carlos de, "Trofeo de justicia espanola", en Obrasliistoricas, p. 171.

:14 Sigiicnza y G6ngora, Carlos de, "Trofco de justicia espanola", en op. cit.,p. 175.

" ... pcro como nada 10 cs para Dios (imposible), aunque en mayorescosas que dcscargar el azote de su ira sobre los que (como alli 10 hacianIos francescsj s610 se ocupan en injusticias y desafueros, bueno es que aestc origen se atribuya nuestro buen suceso."

30 Siglienza y G6ngora, Carlos de, "Lo sucedido a la Armada de Barlo-vcnto", en Obras historicas, pp. 213-214.

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92 La idea de la hisioria

clase conductora, sirve de instrumento al plan de Dios, quese constituye en su "propio" plan. En el aspeeto g-enera1,las ideas providenciales de Sigiienza ofrecen una visionortodoxa y en ocasiones llegan al planteamiento do~matico.El snjeto de 1a historia no es solo el hombr~ el.e~ldo queobra ]05 dcsignios de Dios sino, ademas, al coincidir con elplan divino, le asiste la piedad de Dios, posee la verdad yel acierto, y, pOl' tanto, no est.i sujeto al error:

Para yne .idmiren no solo esta Ciudad de Mexico sino aunlas mas distantcs povincias como ayuda cl cielo el oxelcntl-sima Sr. Don Gaspar de Sandoval, Cerda, Silva y Mendoza,Conde de Calve y meri tisimo Viney de Ia Nueva Espafia, enSlIS disposicioucs. clue necesariamente Ins Ita de g-ahcrnar clacierto porque Ja piedad que le asiste no se las deja crrar. :IH

Manifiestamente contraria al planteamiento crllico delproblema de la v erd ad, cuya base es el an.ilisis racional, 1.'1teorfa del obrar necesariamellte acertado descansa en la i-ecomo un modo de vida, 1.0 cua L perrnite no solo desecharcl error sino, p()r via sacramental, asegura al hombre Ia 1'01'-

(alcza y la victoria.En aparicm:ia Sig-i.iellza manticne el mismo esq uema, la

accion de Dios a (raves de los hombres, el hombre comomero instruiueuto de Ia voluntad divina, etcetera. Sin embar-go, se percibc en muchas ocasiones que es el hombre quienactua a favor de Dins, auxiliando a la divinidad. De maneraque, a partir de alg11nas explicaciones, se deja de perci?,irla acci{m de Dins a traves del hombre y se plantea la acciondel hombre que conscientemente ayucla aDios, 0 inclusocmula a Dios. "Pedia este destestable deli to venganza al ciclo

Y qnericnrlo ser cl instrurnenio para conseguirla, este cclosoIT " 3-principe mando annal' una agata... I

En cuanto a la accion providente de 10s hombres, en el"Mercurio volante" poclemos leer: " ... victoreaban los detierra al exceJentisimo Sr. Conde de Calve, porq ue Tedi-miendoles del desvelo queel defeeto de medics para castigar

:1(;Sigrll:nza v Congora, Carlos de, at). cii., p. 212.il7 Si~iie1lZa y Congora, Carlos de, "Alboroto y motin del d ia 8", en nn«

clones historicas, p. 102.

Sintesis conclusiua 93

al frances los tenia inquietos, les ponia en sus casas (conprovidencia que emulaba a la divina, por no esperada) " as

De esta manera Siguenza sefiala su lugar propio al hom-bre. La reubicacion del hombre frente aDios es una de lascaracterlsticas pecul iares de la modernidad a partir del plan-teamiento cartesiano (de la res cogitans, a la idea de Ia per-Ieccion y de Ia idea de la perfeccion a la existeneia de Dios) .

POl' otra parte queremos sefialar, aunque sea s610 a manerade hipotesis, que es muy factible, partiendo de su idea dela ciencia astronomies, que el provideneialismo de Siguenzano sea un mero rezago de la tradicion, sino la resultante deltraslado de la causalidad Hsica y la necesidad de la verdadmatematica al campo de Ias aceiones humanas. Se tendriauna raeionalidad del acontecer, y una necesidad historicaque no se acierta a entender sino como providencia de Dios.

A pesar del intento de cxplicacion, el providencialismoconstituye en Sigiienza el limite del conocimiento historico,como el agnosticismo 10 es del conocimiento eientifico. Enambos casos Dios tiene razones 0 designios que el hombreno puede comprender. La actitud critica tanto en Ia cieneiacomo en Ia historia, frente a un Dios celoso de sus planes yman datos, se retrae: el hombre de ciencia calla y la explica-cion hist6rica brinca de improviso de la ejernplaridad ymernoracion humana hasta el plan divino. trascendente,

Sin embargo, la contradiccion, propia de la modernidad,permanece ahi donde la caracterizacion humanista de lahistoria lleva a Sigiienza a plantear los contrarios como parteintegral de la explicacion historica, 0 donde, revelandosecontra la calamidad, hace patente cierto esceptismo al expli-car 10$ acontecimientos a traves de la fortuna y el azar.

SI 'TESIS co CLUSIVA

Hemos visto como en Siguenza la his tori a se vincula conla ciencia desde varios angulos. La historia sirve de marco

38 Siguenza y G6ngora, Carlos de, "Mercurio volante", en Rclaciones his-toricas, p. 137.

En los Inf'ortunios de Alonso Ramirez, Sigucnza haec alusion a Ia utili-dad de la relaci6n historica para cl delcite y entretenim icnto,

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La idea de la liistorut

teorico a la ciencia por cuanto, pOl' 1111 lado, pennite verifi-car 0 Ialsilicar algunas proposiciones cieutificas y, por otro,1a acumulacion de 11echos en la historia es una condicionimportante en la prevision cientifica. Asi, pOl' cjemplo, enla as troll omia, la consignacion historica de los Ienomenoscelestes permitir.i establecer su regularidad y frecuencia.

El auxil io que la h istoria presta a la ciencia resulta signi-Iicativo cuanclo Ja historia se plantea cronologica y argu-mentativamcnte en forma correeta, 0 dicho sirnplemente, sila historia es vercladera. E1 problema es como asegnrar laverdad histor«:a. Aq llJ se plantea una vinculacion con la cien-cia d esde orra perspectiva: Ia metodica. En efecto, la historiaposee para Sigiicuza criterios que Ie permiten ident~fi:~r lavcrdad de sus j II icios y argnmentos, a 1a vez que posibilitan,o al monos eSla es SII pretension, escribirla sin errores, Asi,al igual qlle en la cicncia, se plantea la via critica paTa lahis toriograU a.

Los jllic:i()s r:IlSo.s ell la narrar.irin historica pucden provc-nir de -la ignorancia del vulgo que pone en rclacion causa-cfcc.to fcnomenos qlle 110 gllanlan entre sl conexion aig-nna;() bien, (JIIC. descoJ)ocicndo las causas de los Fcn6111eno~,lasiuventa, por 10 c.ual no pueclen ser comprobadas. Los 19no-rautcs se -muestran inca paces de emitir un jnicio acertadoen cl campo de la historia, pues conoeen uuicarneute Ioshcchos aislados Sill penetrar S11 sentido.

El error en 1a historia tambien se puede general' a partirde la subjetividarl propia, gnstos personales, iuclinaciones,prejuieios, patr ioterta, etcetera. '1'0<10 ]0 cual pucde alterarel juicio del h istoriador.

Siglienza busca 1a objetivic1ad en el planteamient o de pro-posieiones y desarrollo a1'gumentati~o, en vista (.le qu~ lepareee que los hechos tienen en S11111S~nOSsu propla ent~dac1y el error nace de la perspectiva del sl1Jeto, el cual, al dejarsellevar pOl' su subjetividad, 10s falsea. La objetividad en laconsignacion de los hechos se lograria a partir de ciertaspracticas metodicas, a saber; Ia observacion desprejuiciaday la Iormulacion racional de 10s juicios en torno a los hechos,en el «aso de 10s sucesos actuales. Todo 10 cual se funda-mentaria en la consideracion de <jue los hechos son eviden-tes en sf mismos.

Sintesis conclusiua 95

1'01' otra parte, ya la historiagrafia clasica habia sciialacl«Ia imposibilidacl de la eviclencia prirnaria para 10s hcchosdel pasado, por 10 que desde entonces se constituyo cl tes-timonio en pauta metodologica. Siguenza retoma el Iunda-menta testimonial de la verdacl historica con tres variantes:el testimonio de cantidacl a traves del consenso de los tcsti-g-os; el testimonio de calidad, que se Funda en la autoridadmoral del testigo, y el testimonio documental (pIe se lundaen 1a coiuparacion y an;ilisis de documentos, versiones yvestigios con que se cucnte acerca de 10s hechos pasados quedeben mostrar congrnencia.

Toclo elJo planr ca la ncccsiclad ci.c revisar las fuentes, Iascuales pucden ser "pervertidas" pOl' mala fe () par ignorau-cia. Ademas, habr.i que tenor cu iclado con su escascz ()incxistcnria , ya ([lie ha dado pic a la claboracion de "entesde razou " , esto CS, de mcras cspcc.ulaciou cs ajenas a los he-elms; con 10 cual se cac en una de dos catcgorlas, 0 "poconoticioso" 0 "novelero", ambas Jncornpatihlcs con la tarcade un autentico historiador.

Cabe ahora preguntarse, ~que cs la historin para Sigiicllza?,en cl sentido de cual es el objeto propio de este saber segunnuestro autor. Para don Carlos, la historia debe estar consti-tuicla pOl' las arr.iories huruanas cjemplares, hcchos nobles,105 r.uales sc atribuyen a r.iertos hombres sclcc.tos gene1'al-mente clcntro de un marco providcnc.ial. As! en la historiacxiste llll doble sujeto, cl hombre qne al real izarse cumplcCOli Ios designios de Dins y Dios mismo. Aparece como ex-plicacion de la historia en el "erud ito barroco", primeramen-te, el providencialismo. pew junto a csta concepcion da(";1 hicla despues a la explicacion historica a partir de 10sopuestos, propia del humanismo, como tarnbien a la explica-cion renacentista de la fortuna. Gracias a 10 cual, en conjun-10, su «onsideracion general acerca de la historia resultaambiglla y contradictoria. No obstante, la c.ontradircion ponede manifiesto la modcrnidad de un autor heredero de Iacrisis renacen tista que rompio con Ia concepcion uni tariadel nni verso en todos 10s ordenes.

En el caso de la explicacion hunianista de la historia atraves de la oposicion de contraries, se establece una leyracional (1ue rige y cia sentido al contrastado devenir hurna-

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96 La idea de la historia Sintcsis conrlusiua 97

no. La cual se resume para Sigiienza en los contrarios fausto-infausto, y se puede constatar tanto en la vida diaria comoen la historia escrita.

En cuanto ala consideracion de la fortuna, resulta una ideatotalmente contrapuesta a la de una ley racional que rigelos sucesos hnmanos. Su importancia estriba en que detrasdel azar y de la irracionalidad que se hace patente en el aeon-tecer, esta la idea del hombre autonomo de voluntad plena,responsable de si, que topa con 10 irracional irreductible.Desde luego, Siguenza no plantea la autonomia de la volun-tad, pero esta idea pal pita en su que ja contra el desden dela fortuna.

En cuanto a la explicacion providencialista, esta tiene enSiguenza ciertas particularidades que nos remiten al hombremoderno. Par una parte su providencialismo es regionalist:a,caractcrfstica pro pia de la baja Edad Media, 10 cnal hablapOl' S1 mismo de la ruptura de Ja unidad politica medieval.Seglm don Carlos, Dios ayuda a los espafioles en contra de10s Irancescs 0- los inglcscs. De cste modo la explicacion cris-tiana de la historia se vuelve en nuestro autor un arma ideo-logica, ya que permite justificar las acciones evangelizadorasy militates de su sociedad tcocratica,

El providencialismo de Sigiienza presenta una doble Iaz:pOl' un laclo, en 10 que se reficre al limite del conocimientohistorico, es imposible conocer 10s designios de la voluntaddivina: pOI' otro, sin embargo, Ia cxperiencia historica posi-bilita hasta cierto punto la prevision cientifica, consecuente-mente orienta la accion humana.

En relacion a esta misma gama de contrastes que ofrecedon Carlos en torno al providencialismo, siguiendo la vcrticn-te mas ortodoxa de la doctrina, Dios se manifiesta a travesde las acciones humanas. No. obstante, hay parrafos de lasObras historicas en que el autor subraya la autonomia de lavoluntad humana que emula a Dios a quiere servirle cons-cientemente de instrumento.

Can respecto al valor de 1a historia y a su finalidad, paraSiguenza la historia es el drama de 10s personajes ilustrfsimos(Theatro de uirtudesy , quienes, como instrumentos de laprovidencia 0 como actores libres, conducen a su realizacion

a los hombres y a 10s pueblos. Tales son los sujetos de Iahistoria cnyas hazafias deben ser mernoradas y emuladas.

.A n~as del caracter merarnente mcmorativo y cjemplar, 1a11lsto~'la en don Carlos presenta un caracter peclagt'lgico m.isarnpl io que alma a 105 anteriores, diversos aspectos de ut.il i-dad. Ast, 1a historia es Mil desde cl pUllto de vista tcoric.ocomo verificadora 0 Ialsificadora cle Ja ciencia. Otro aspect:ode utilidad teorica estriba en que cl caudal de las expcrien-cias recogidas en las historias, permitc Ja prevision cieuti-fica. La h istoria tiene adernris Hila Itti Iidarl pr.ictica moral.que deriva de Ins arquetipos que se ofrecen n~J1lO guf" deaccion hurnana. Asimismo, ricne una utilidad cogll(m:itiva.ya 'I LIe ilustra al en tenclimicnto e inr.l uso p()sec lI11a 1It il irlatlde tipo estetico pOl' r.uan to dcleita y entreti cnc.

En conclusion, la historia no solo esut.il, sino <J IIC, proba-hlementc es ('1 conocirnien to m.is util, pOl' CII;1l1t() sc llamaau tcntica "macsi.ru de la vicla".

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V. SIGuENZA COMO HISTORIADOR

Al enfrentarnos al problema de la caracterizac.ion generalde la historia, discutimos acerca de que es 10 historico, 0

digno de memoraci6n, y concluimos: para Sigiienza Ia histo-ria tiene un caracter ejemplar que se Iunda en la nobleza ydignidacl de las acciones. Sin embargo, esto no. pasa de serun planteamiento abstracto que requiere una mayor preci-sion. En efecto, hemos destinado esta parte del trabajo aexponer la historia como quehacer de Sigiienza ell el .unbitode Ia historiogarfia mexicana. Para 10 cual vamos a recurriral marco ideologico de su siglo y a la forma peculiar comose encarna en sus obras.

Asi pues, se perfilara con mucha mayor claridad ]0 queescribe como historia y por que escribe historia. Con 10 cualentenderemos que es 10 digno y noble en la histor ia para-digmatica de Sigiienza; que importancia ticnc para nuestroautor el pasado indigena y cual es la verdadcra dimensionde su tarea de cronista.

El que escribe nos dad la tem.itira historiografica: el porque escribe nos perrnitira comprender la justificaci6n ideo-16gica (religiosa, politica, moral 0 social) de su propia tareade historiador.

La ubicacion de Ia historiografia de Carlos de Sigiienzaque vamos a refer ir aqui no atafie al aspecto metodo16gicode la misma, tratado en el capitulo anterior, sino a Ia terna-tica historica propia del siglo XVII en Mexico. En relacional ultimo tercio del siglo XVI y el primero del XVII, RosaCarnelo apunta: "Los tenus elegidos varian; siempre es IaNueva Espana pero el in teres central se dirige a Ios ritosdel pasado prehispanico, alas glorias de alguno de los sefio-rios indigenas, 0 a los triunfos evangelicos de alguna de lasordenes religiosas." 1

Carlos de Sigtienza recoge sin duda esta ternatica, como

1 Camclo, Rosa, La hist oriograiia criolla del siglo XVI. Inedito, p. 1.

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100 Sigucnz« COIIIU liist oriador

10 muestra, en cuanto al pasaclo prehispanico, su "Theatrede virtucles politicas" y, en c:uanto a la accion evangelizadora,su "Mercurio volante". 2 Por 10 cual puede ser consicleradocomo un autentico historiaclor criolJo de singular impor-tancia.

Al demandar a don Carlos pOl' el q lie de sus historias, seabre ante nosotros un vasto panorama. Efectivamente, en-contramos junto a Ia relacion de las historias incligenas pre-hisp.inicas, Ias cronicas sobre la sociedad novohispana y lasmotivaciones polrticas, militares y relig-iosas de sus integran-res, Se suceden las «rrmicas mil itares ell "£1 trofeo de jusu-cia espafiola" 0 "J.() sucedido a la Armada de liarlovento",de corte epico: las cronicas conventuales, ell "Las glorias deQucn':taro"; las cron icas cVilng-dicas eu el "Mercurio volan-te": las academico-rcligiosas en cl Triuiipho Parth.enico, ylas c.artas de relacion descriptivas accrca cle los nuevos terri-rorros, en Sll "Meruorial sohrc la bahia de Santa Maria deCalve".

.EL Qui-: DE l.A IIISTIlRL\

Si conrr-rnplamos la iJistoriografia de Sig-iicnza dcsclc u uapcrspcc.ti va forma I, cncont ra III os dos g-rallcl.cs vertieut.cs: las«rou icas r.omo rclacion del presentc y las historias c.oiuorelacion del pasaclo. Las prinieras pueclcn raractcrizars««omo rclatos de extension desigua! y ternatira var iada y COllS-

t.ituyen el materia l ads importante para el an.ilisis, ya quelas historias se conocen en su mayoria solo pOl' rcfercncia.Sig-iicllza es crouista porqne relata los sucesos <llle Ie SOil

rontcmporaneos, pem es historiador porCJuc no solo los rc-Iiere sino que explira SIlS camas, su desarrollo y les asignaIIna funci6n.

Corto numero es este respecto de los muchisirnos V;lJ'()IlCS

insignes con que en sus p.ocos afios, se ha ilustrado Ia Mcxi-

2 Sigiicm:t y C{lllgor;l, Carlos de, "Tea t.ro de virtudcs politicas", en Ph",zde Salazar, Francisco, Obras con I>iografia, Mexico, Socicrlad de BibliofilosMcxicauos, 1928.Si~iicnza y Ci>ugo)'a, Carlos de, "Mercurio volantc", ('I) Olrras Hisurruas.Mexico. Editorial Porrua, 19·44.

EI que de la historia 101

cana Atenas. Ojala y como a estos se les perpetua en susretratos su memoria consiguiesen 10 mismo cuantos redimien-dolos del olvido en que se sepultan pudieran servir de panc-girico glorioso a su nacion y a su cscuela que mejor.indosede dia en dia con adrnira bles progresos, en 105 que hoyposee, previene a Ia posteridad cmulacion generosa. 3

A pesar de la diversidad de temas, podernos reconocerciertas preocupaciones fundarnentales propias de la sociedadde su tiempo, como la religiosa y la militar, Consecuentecon una sociedad tcocratica, donde cl clero y Ia milicia hansentado las bases del reg-imen colonial, Sig-iienza se identificacan los intcreses de ambos sectores. Como clbigo celebrala accion cvangelizadora, como hombre de accion propane lacstrategia polftico-rnil itar para la ocupacion de Ia bahia deSanta Maria de Calve. 4

No obstante le harfamos poca justicia si no rcr.onocicraruosque los asuntos acadernicos y cientificos le son particular-mente importantes y que, aunCJlle inrnersos en la icleologfarelig-iosa, le permiten desarrollar su preoc.upacion naciona-]ista.

Siguiendo, pnes, las pautas generales sefialadas, en el "Mer-curio volante", que algunos califican como antececlen te delpcriodismo, Sigiienza se muestra criollo, simpatizante de laconquista en un cloble nivel, religiose y politico:

EI modo verdadcramente admirable )' observado raras vecesen las historias con que el dilatado reino del nuevo Mexicose sujeto al suave yuga del evangelic que afios pasados sacu-dio de sf; y 1'1 Jacilidad con que se rcunio a la corona deCastilla, a qne neg6 la obediencia con desvcrguenza, al mismotiernpo que se la nego tambien a Dios en su apostasia, pediapara su relacion, no Ias hojas volantes que aquf estan juntas,

8 Sigiicnza Y (;(lllgora, Carlos de, Triurnpho Parthcnico, Prologo de donJose Rojas Carciducfias, Mexico, Editorial Xochitl, Biblioteca Mexicana deLibros Rams y Curiosos, 1945, p. 248.

4 Siguenza y Gongora, Carlos de, "Memorial de la hahia de Santa Mariade Calve", ell Docurnenios ineditos, Recopilaci6n, prologo y notas de IrvingA. Leonard. Mexico, Centro Bibliografico Juan Jose Eguiara y Egurcn,Biblioteca Mexicana, ]963, p. 53, num. 9.

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102 Sigiienza como historiador

sino muchos pliegos de un gran volumcn, p.lra que duraseperpemamente.v

El criollo tambien es un estratega cuyo sentimiento denacionalidad se afirma £rente a la presencia del cxtranjero.Asi en su "Memorial", dice:

Que sea inconvcnicnte gravisimo el lllle ocupen esta bahialas extranjcras naciones 10 manificsta su abundancia ( ... )infiriendosc de cllo hacerse de repente poderosos, no soloen tierra, qlle ncces.ni.uncnte Iortificaran para su defensa,sino tambiclle.ll cl mar que ocuparan COli poclcrosas escua-dras para nuestro dafio, G

La divcrsidarl tcm.itica, bajo la perspecti va prOpllcsta, nosmuestrn al hombre religiose que fue Sigiienza quicn, en SlI

Pie dad. herovca, siglle las pautasde la cronica conventual,propia de la historiograffa colonial de la epoca, de tal formaq ue al relatar el origen de la cdificacion y Ins Iiechos acac-cidos en el Hospital de la I nmaculada Concepcion de N ucs-tra Senora, a mas del dogio a su Iundador, Hernando deCortes, a quien califica de "portento de caridad", reficrc Iascircunstancias de su fundacion, quienes y como 10 aclrn inis-rraron, cu;\1es cran Ins servicios que prestaba y que "aconte-cimientos raros" tuvieron lugar precisamente en aqucl sitio. 7

De hccho la relacion de milagros es un tema conexo a Iascron icas conventuales, ya que despues de hablar de los Iu n-dadores, dando una biografia 0 sernblanza de Ins mismos, seprocedia a describir 10s servicios y Iestejos sobresalientcs dela comunidad religiosa y finalmente, para cumplir con elproposito ejemplar, se agregaban 10s hechos portentosos paraIortalccer cl espiritu de religiosidad entre 10s fieles.

Esra pr.ictica esta prcsente en las cronicas de Siguenza,quicn refiere:

5 SigiicllZa y G6Jlf~Ora, Carlos de, "Mercurio volanrc", en (1»"0.\ lIi.\-t.oricas, p. 87.

G Siguenza y Gongora, Carlos de, "Memorial", ell Docu.mentos incili-tos, p. 53.

7 Sigiicnza y G6ngora, Carlos de, "Picdad Hcroyca", ell Perez de Sala-zar, Francisco, Carlos de Sigiicnza y Gongora.. Obras WlI biograiia. Me-xico, Socicdad de Bibliofilos Mcxicanos, 1928, p. 299.

E1/Jorqw! d« la historia 103

No hay razon para que me salga de 10 interior de esteHospital i describir otras cosas, sin rcferir prirnero algunosacontccimientos raros, que en d pasaron, por que bien se,]lor 10 que he leido, q lie espcci Ficar los lugares en que sed ieron asunto para la historia algunos sucesos, suele ser 10que a aquella la haze plausible, y con 10 mismo sc conscrvala memoria de estos mas perdurable. x

Se trata de apariciones de la Santfsima Virgen a los enter-11108 del hospital. Esto 110S remite no solo alas creenciasrcligiosas de Sigi.ienza, sino a 11110 de los aspectos que Ia his to-riograffa crltica del sig-lo XVII se esforzaba pOl' rebasar, a saber,la rclacion de miJagros. Sig'iienza no logra desecharla, aun-t{ lie tam poco se ofrece como testigo directo: hace mas bienmencion cle las aetas y archives en los que eonstan talesportentos.

Digno cs t.unbicn de mucha po ndcracion, aunque no estan grande, cl favor xarifioso. que la misma Emperatriz delos Angeles y Madre nucsrra, him en cl propio lugar ;l unapobre .India. Rdierc!o eI P. Alonso de Andrade de la Com-pafifa de .T csus ell cl num. 5, dd grade 30. de su lti'nerarioHistorial. !,

De indole completamente difereute es "Lo sucedido a laAnnada de Barlovento" . Se trata de una cr6nica mi litar decorte epico, interesante en cuanto a las implicaciones que,para la Iormacion de la conciencia mexicana, puede tener.Sigiienza se complace en gloriar 1a efectividad de las armasamericanas comparadas con la de Ias europeas. "Ya JIeganJusta la America las centellas de 105 incendios marciales conque se abraza Europa; pero si alla se desempefian las catolicasarrnas, como aca se ha hecho, solo sera el arrepentimiento ypesar 10 que se inferira de SLlS violentas resoluciones al cris-tianfsimo Rey de Francia." III

R Sii-\iicnza y Gongora, Carlos de, "Pierlad Herovca", en Perez deSalazar, Francisco, op. cit., p. 300.

9 Sig·iienza y Gongora, Carlos de "Piedad, Hcroyca", ell Perez deSalazar. Francisco, ibid., p. 304.

10 Si:~ii('l1Za y Gongora, Carlos de, "Lo sucedido a la Armada de Barloven-to", en ()'J1"a~ historicas, p. 121.

•-

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104 Sigicenza como hisioriador

r

I,Ii

Fl jJorqlU: elf? la liistoria 105

EI nacionalismo de Siguenza se hall a intimamente relacio-nado con el problema de la lucha colonialista. Asi exclama:

Hall.indose M. Caussy instituido Cobernador de la Isla deTantuga ( ... ) quiso conseguir con las arrnas 10 que la ambi-cion en algun dia de regocijo Ie ofrecio a la idea, y no eramenos que hacerse duefio de tocla Ia isla para dilatar encuanto pudiese el frances dominia con 105 procederes mis-mas que en la Europa sc haee.11

la justificacion religiosa. Esto explica pOl' que la conquistano es estrictarnente un acontecimiento militar y politico,sino que en la historiografia criolla se la encuentra siempremezclada con elementos Teligiosos, justificada en el plan pro-videncial de Dios, 0 en la Iacultad mesianica de quienespor poseer la verdadera fe ejercen una accion salvadora al«omunicarla y destituir la idolatria. Asi refiriendose a 105

indigenas de Nuevo Mexico en el "Mercurio volante" dice:" ... no trataban los espafioles de castigarlos, sino de red ucir-los al gremio de la Iglesia Catolica." 1:1

Particularrnente para Siguenza, la conquista por el Evan-gelio debe preceder yes muy superior a la conquista pOl' lasarmas, De este modo, en el "Mercurio volante", con lanoticia de la recuperacion de las provincias del Nuevo Mexi-co, Siguenza exalta el valor de la religion catolica, q ue Iungeideologicamente como el med io de justificacion de la CO 11-

quista. EI elernento Ie es lllUY importante, ya que sc reducea los naturales por la verdad de las creencias, Lo que justiJi-ca asimismo Ia expansion colonial:

Sorprendente por su relacion minuciosa y amena, "El al-bOl:O~Oy moun del dia 8" es una cronica que refleja la vidacotidiana, 105 p.roblemas del entorno natural y social enfren-tados por peninsulares, mestizos e indigenas en la ciudadde Mexico. Lluvias torrenciales, chahuixtle, perdida de cose-chas y hambre, explotaron en un violento motln.

Entre los aspectos historiograficos sobresalicntes de estetexto, se encuentra la posicion del criollo Ircnte al indizenade,.sl~.tiempo: el indio revoltoso e innoble que encol~rizaa Siguenza pOI' SIl proccder ingrate y SIl viI traicion:

Los que mas instaban a estas qucjas cran los indios, gente lamas ingrata, dcsconocida, quejumbrosa c inquicta que Dios<:rio,. la .m{ls ~'avareeida con, privilcgios y a cuyo abrigo seanoJa a iniquidadcs y sin razoncs ... Ellos cran como he dicho,105 de mayores quejas y desvergucnzns, siendo as! que nuncaexperimentaron mejor aDO que el presence estes de Mexico. l~

Esas Iueron 105 cfcctos de esta campafia en que sin gastaruna sola onza de p<',\vora, () desenvainar la espada, y 10 quecs mas diguo de ponclcrucio n y estima sin que Ie costase a lareal hacienda uu solo niaravedi, se rcunieron al gremiode la ]g[csia Cat ol ic» in nuruerables gentes y se Ie rcuibuvoa la majestad de nucstrn Rcy Carlos' 11 m: rcino entero. ••

EL PORQUE DE LA HISTORIA

Podernos aprcciar como Siguenza identifir:a la nobleza deIns hcchos con su particular in teres de clase, en este sentido,con Sll ideologla, ell la que los Iactores politicos, religiososy sociales se hallan Iuertemente entrclazados.

A traves de la obra historica de Siguenza se expresa, ademasde! factor religiose, el factor politico. Efectivamente, aunqueapenas esbozado, uno de 10s aspectos mas importanres en estenivel es la lucha colonialista cntre las potencias europeas.Para el criollo mexicano Ia expansion colonial esta plenamen-te justificada, siempre qne provellga de los reyes de Espana.

Para todo historiografo criollo la predica y difusion delevangelic es piedra de toque en la ex plica cion de si mismoy d.e 10s co.nquistadores espafioles, De si porque, aunquenacido en nerras de Nueva Espana, dista mucho de ser unnativo; y de sus padres conquistadores 0 colonos, porquesus hazafias militares requieren, desde la perspectiva criolla,

11 Sigiienza y Gongora, Carlos de, oj). cit., p. 128.12 Sigucnza y Gongora, Carlos de, "Alboroto y motin del dia 8", en

Rclaciones historicas. Mexico, UNAM, Bibliotcca lie! Estudiaute Universi-rario, 1954, p. 137.

UI Sigiienza y C6ngora, Carlos tic, "Mercurio volanre", ell Obras liistoricas,p. ss.

1-1 Si~iietlZa y Gongora, Carlos de, op. cit., p. U5.

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106 Sigilenza como liistoriador El porque de la historia 107

... de las utiliclades que se nos siguen de ocupar, poblar yfortificar nosotros cuanto antes esta bahia cCu{tl otra puedeser mayor que estorbar alas franceses 0 ingleses el que avecin-dandose en clla, ejecuten contra nosotros, nucstros puertosy provincias 10 que hasta aqui se ha dicho? 1"

Que la isla espafiola habia sido la puerta por donde habianentrado Ios reyes catolicos a la posesion de America; y elprincipio desde donde consiguieron sus armas sefioriar losfines del universo. Que par esta razon estaban obligados cuan-tos espafioles la habitaban a mantenerla a su sefior 1egitimo,como a piedra de las de mejor quilate de su corona. 19

Es Espana la potencia colonial que cuenta con el apoyodel Papa y, 10 mismo qlie en el caso de Portugal, esta especialsantificacion precede de la fide1idad a la Iglesia, de la pr.ic-tica de la autentica religion:

La presencia de 10scolonizadores europeos es fundamentalpara 1a marcha y progreso de pueblos que, al no ser des-cubiertos, seguirian siendo barbaros, " ... se tiro 1a vue1tade la Nueva Holanda, tierra aun no bastante descubierta de10seuropeos y poseida, a 10 que parece de gentes barbaras.' 2()

El europeo tiene, pues, la doble mision de ptomover cultu-ralmente a los pueblos y de reducirlos a la verdadera fe; 10primero es tarea del europeo frente al barbaro: 10 segundo,solo de aquellos que poseen la verdadera religion, esto es,espafioles y portugueses. "Estuve en Madrastapan antigua-mente Calamina 0 Meliapor, don de muri6 el apostol Sto.Tome, ciudad grande cuando la poseian los portugueses, hoyun menton de ruinas, a violencias de los estragos que en ellahicieron los franceses y holandeses por poseerla." 21

Los infortunios de Alonso Ramirez, independienternentedel genero, ya historico para algunos, ya Iiterario para otros,a que pueda ser adscrita, es la obra de Carlos de Sigiienzadonde, can mayor precision, se refleja la ideologta politica,no solo del autor sino de su entorno. El texto puede servisto desde la perspectiva ideologica como la expresion dela lucha colonialista europea. Se denuncia la pirateria enforma detalIada y se acusa alas autoridades inglesas de com-plicidad en Ia misma; igualmente se pone de manifiesto larapifia de los holandeses, Todo ello se maneja ideologica-mente bajo la bandera de la verdadera religion, la moral y

Era el asunto de todas el las inclinar 105 ojos de Ia piecladdivina a aquel catolico pueblo. escarnecido y arruinado porlos que tcnicndose por cristianisimos, sin mas motivo que elde la tirania, no contentindose can 10 que tenian usurpadoen aquella isla a sus legitimos duefios, querian borrar de ellael nombrc cspafiol para introclucir el Irances. v"

La justificacivn del colonialismo cspafiol helHe a cual-C} uier otro se apoya en la supuesta carencia de valorcs moralesy religiosos de los otros pueblos enropeos. Esta tcsis deja a Idescubierto la pugna del dominio colon ial en ticrras .nnc-ricanas. "Fundose la villa de Santa Fe, doncle residia eJ g-o-bcrnador y capitan general con SlI rcgimicnto y avencindau-close muchos espafioles por todas partes se enoblecio aquelreino." 17

La nobleza de los espaiioles esta en Iuncion de SLl moraly su religion cristianas. Nobles par su obediencia al Papafrente a la apostasia de los franceses hugonotes 0 la herejiade los ingleses, IH asimismo nobles POl' su obediencia a lacorona de Castilla y, en ultima instancia, par su ser deeur-opeos:

lr. Siguenza y G6ngora, Carlos de, "Memorial", en Docurnentos ineditos,p.57_

1 U Sigucnza y G6ngora, Carlos de, "Troreo de justicia espaiiola", en Obrashistoricas, p. 149.

17 Sigucnza y G6ngora, Carlos de, "Mercurio volante", en Obms historicas,p.89.

18 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Primavera indiana, Madrid, J. PorruaTuranzas, 1960.

19 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Trofeo de justicia espanola", en Obrashistoricas, p. 130.

20 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Infortunios de Alonso Ramirez",en Obras hist6rieas, p. 41.

21 Siguenza y G6ngora, Carlos de, op. cit., P: 27. Cfr. 27·28."Son duefios de ella y de otras muchas 105 holandeses, debajo de cuyo

yugo gimen los desvalidos cat6licos que alli han quedado, a quienes no sepermite el uso de la rcligi6n verdadera, no estorbandole a 105 moros ygentiles sus vasallos, sus sacrificios.'

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108 Sigiienza como historiador El criollismo 109

Ias buenascastumbres, detallando Ia execrable conductade Ios ingleses, su riivel de vicio, su carencia de valores, quese plantea como efecto de la apostasia religiosa y de Ia here-jia,

Frente a este panorama desolador resalta la figura delespafiol virtuoso y, ante todo, catolico, quien denigra albarbaro, aborigen, moro, negro 0 indigena, en e1 que nopuede suponerse conducta verdaderamente noble. "Na sa.t~s-fechas de 10 que yo habia dicho repreguntanda con carmoa rni contramaestre, de quien por indio jarnds se podiaprorneter cosa que buena [uese, supieron de el haber pobla-cion y presidio en la isla de Caponiz, que yo habia afirmadoser despoblada." 22

He aquf otro de 108 aspectos ideologicos fundamentalespara Ia comprension de la historiografia en Siguenza: 10'8

ca}1ceptosde caracter social, que se ofrecen en el particular-mente contradictories.

Si en forma abstracta y general el eurapeo redime de labarbarie, hay no obstante algunos eurapeos (ingleses, fran-ceses y holandeses) tan barbaros como 10s aborigenes y tancarentes de autenticos sentimientos cristianos como 105

idblatras.Par otra parte, si el europeo-espafiol es prototipo de hom-

bre ejernplar y hacedor de innumerables hazafias, e1 ameri-cano-criollc no le va a la zaga, es tan capaz, cristiano y noblecamo cualquier peninsular. De aqui surge una de las motiva-ciones fundamentales de la historiografia en Siguenza: elcriollisrno~ que perrnite, a la par que mostrar 10' que es estaseptentrional America, sus valores, sus co~tum?res, sus ~bras,etcetera, afincar el lento proceso de identidad nacional,Asi, criollismo y nacionalismo estan, en 108 finales del !'.iglaXVII mexicano, fuertemente ligados. Esto se manifiesta endiversas niveles a 10 largo de la obra de Siguenza,

cas grandezas, vuestros estudiosos desvclos, vuestras gloriosasfatigas ... 23

EL CRlOLLISMO

El nacionalismo de don Carlos se muestra en todas lasesferas de la actividad colonial; buscara Iundarnentar supatria a partir no solo de 10s moldes culturales heredadosde Espana, sino tomando en cuenta los aspectos que, bajola perspectiva de la cultura occidental, aparecen como 105

mas positivos de las antiguas culturas indigenas. El nacio-nalismo es el punta de union entre el pasado y el presente;permite al criollo historiador presentar la grandeza de lacultura indigena como un pasado tan digno que puede equi-pararse a la raiz greco-romana de la cultura europea>'

El criollismo y el nacionalismo se encarnan en sus obrashistoricas, cronicas, relatos 0 descripciones, en tal formaque constituyen categorias centrales para la cornprension yexplicacion de toda su obra. De Ia primera nos encargare-mas con detalle en este capitulo, de la segunda en el proxi-mo.

Si se ha definido a Sigiienza como un historiador criollo,es menester entender su obra historica a Ia Iuz de esta care-goria. El fenomena del criollismo es escIarecedor a la paren torno a Ia persona y a la obra de Sigiienza. Es criollono solo por haber nacido en tierras de la septentrionalAmerica, de padres espafioles, sino pol'que en el se perfilael sentimiento de la nacionalidad: por un lado, como entodos los criollos, hay el anhelo de la patria propia, de unacriolla nacion, suefio que comparte con otros historiadorescriollos, como Baltasar de Obregon, de quien dice RosaCamelo: "En Obregon sobrevive la esperanza de un mundoforjado por los conquistadores para 105 conquistadores." 25

De esta vertiente de su criollismo nace el afan de emulacionde los hechos nobles y estupendos de los conquistadores.

Floridisimos ingenios mexicanos alumnos de Minerva, gloriade nuestra patria, envidia de Ias ajenas, basta ya de silencio,llegue vuestro nombre en vuestros escritos alas nacione:sremotas para que venerando en vuestras voces, vuestras heroi-

2<l Sigiienza y Gongora, Carlos de, T'rium.pho Parthenico, p. 40.24 Cf1·. Siguenza y G6ngora, Carlos de, Theatre de uiriudes politicos,

passim.25 Camejo, Rosa, La historiograjia criolla del siglo XVI. Inedito, p. 13.~ Sigiienza y G6ngora, Carlos de, ibid., p. 33.

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IlO Sigiienza como historiador El criollismo

Por otro, en Siguenza comienza a surgir la idea de unaintegracion distinta: se es espafiol y americano, se tiene ala vez un pasado cultural europeo e indigena:

La posicion es interesante y controvertible: por un ladola afirmacion del criollo £rente al europeo; por otro, sudesubicacion de origen. Hay, pues, una oscilacion constante.Sigiienza se siente desenraizado porque su pasado no puedeser totalmente europeo, ya que ha nacido en America, perotam poco es el indigena, pues sus ascendientes son espafioles,Este hecho sirve de base para en tender la forrnacion de lamentalidad criolla en nuestro pais, en la que el eruditobarroco representa el primer momenta de una confronta-cion consciente con las dos vertientes que constituyen sulegado cultural al cual no puede renunciar. Sabiendose di-ferente del espafiol, tal diferencia solo puede Iincarse en10 novedoso del lugar, en la raiz indigena; pem no puederenunciar a la parte espanola: seria dejar de participar enlas formas culturales e ideologicas mas vastas y reconocidas,incluso como autenticas y salvificas para el hombre.;

En la afirmacion de 10 original propio del criollo, diferentede 10 espafiol, esta sin duda la raiz del interes deIos historia-dores por rescatar el pasado indigena. Son frecuentes lasocasiones en que don Carlos hace mencion, no solo deposeer innumerables textos en que se refieren las historiasindigenas,29 sino del interes que el mismo tiene en escribir-las, basado en los materiales que posee. Desgraciadamenteno contamos con estas historias, bien 'Sea porque nuncallevo a termino la labor, bien porqne desaparecieran. 30 No

La nueva actitud que este ejemplifica [Sigiienza] consiste enhacer de Nueva Espafia el centra de sus preocupaciones intelec-tuales, el siente a Mexico coma su patria y en su deseo deequiparar 10 mexicano can elespafiol europea y de singulari-zarlo frente a 10 puramente hispano vuelve la vista al pasadoprecortesiano y ahonda en el para encontrar la antigiiedady originalidad que hacian a la realidad riovohispana igualo superior a la espafiola, 26

El crioUismo de Siguenza se muestra como un Ienomenocomplejo cuya raiz es la necesidad de la propia ubicacion.Efectivamente, el criollo se halla en situacion ambigua; nieuropeo ni indigena, pero consciente de 105 elementos valio-sos de ambas culturas, inicia la lenta obra de su incorpora-cion, 10 cual le lleva en ocasiones a posturas francamentecontradictorias. Asi, mientras por un lado alaba a su criollanacion y la equipara alas europeas.P" por otro se sientepersonalmente desubicado, pues no es originario de Europa,pero tampoco puede sentirse realmente originario de Ame-rica:

[Viva mil afios el muy religioso y reverendo padre [Kino] pOI'el alto concepto que tuvo de nosotros 105americanos al escri-bir estas clausulaslPiensan en algunas partes de la Europa y con especialidaden las septentrionales por mas remoras, que no s610 los indioshabitadores originarios de estos paises, sino. que 105 que depadres espaiioles casualmente nacimos en ellas, 0 andamos endos pies par divina dispensacion, 0 que aun valiendose demicroscopies ingleses apenas se descubre en nosotros 10 ra-cional, 28

29 Rojas Carciduefias, Jose. Don Carlos de Sigiienza y Gongora.Erudite Barroco, Mexico, Edicioncs Xochitl, 1945, p. 124.

"Para regocijo y estlmulo de sus Intimas aficiones hist6ricas llegaron apoder de Siguenza los muchos y preciosos documentos que habian perteneci-do al historiador indio don Fernando de Alva Ixtlixochitl, Senor deTeotihuacan."

Refiere R. Garcidueiias que en el prologo del Parayso Occidental, Si-guenza dice:

"Si hubiera quien costeara en la Nueva Espana Ias impresiones (como10 ha hecho ahora el Convcnto Real de Jesus Maria), no hay duda quesacara yo a luz diferentes obras a cuya composici6n me ha estimulado elsumo amor que a mi patria tengo y en quc se pudieran hallar singularlsi-mas noticias, no siendo la menos estimable deducir la serie y cosas de loschichimecas, que hoy llamamos mexicanos desde poco despues del diluviohasta los tiempos presentes y esto no con menos pruebas que con demos-traciones innegables por matematicas." p. 150. "

30 Cjr. Rojas Carcidueiias. Jose, op, cit., pp. 149-152.Cjr. Irving A., Leonard, Ensayo bibliograiico de Carlos de Sigilenza 'Y

26 C[r, Pr610go de Siguenza y Gongora, Carlos de, Piedad heroyca.Mexico, edici6n y estudio por Jaime Delgado, 1960.

27 Cfr. Sigtienza y G6ngora, Carlos de, Libra ast1"onomica 'Y jilosotica,pnssim.

28 Siguenza y Gongora, Carlos de, op. cit., p. 88.

III

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112 Sigilenza como historiador El criollismo 113

Theatro de Virtudes Politicas, que eonstituyen a un principe:advertidas en Ios Monarchas antiguos del Mexicano Imperio,concuyas efigies se hermoseo el Arco Triumphal, que la muyleal, imperial ciudad de Mexico erigi6 para e1 digno recivi-miento en ella del exoelentissimo Senor Virrey Conde deParedes Marques de la Laguna y Co Ide610 entonees, y ahora10 descrive don Carlos de Sigiienza y Gongora catedraticopropietario de Mathematicas en su Real Universidad.P!

Dios inmediatamente dixo San Pablo. ad Rom. cap. 13 Nonest potestas nisi a Deo, y aun por eso 10 que en el mundo seh~lla de perfeccion, y de estima se le debe al principe de quedirnana que es la sabiduria increada que 10 dispone ... " 32

No obstante que Sigiienza no entra en la polemica de IaIegitimacion del poder de los principes, ya que: " ... no esmi intento investigar el principio de donde les dimana a losPrincipes supremos la autoridad: presupongola con el recato yveneracion que se deve ... ", 33 sin duda esta convencidode que el derecho divino les asiste para la centralizacion delpoder, la toma de decisiones, la legislacion y la imparticionde Ia justicia. "Formar leyes para la direccion de los subditoses obligacion de los Principes, pero el que las observenaquellos, mas que disposicion de su arbitrio, es consecuenciade la afahilidad de su trato." 34

. En el principe se depositan las atribuciones del gobiemo;sin embargo, Siguenza propone ciertos Hmites al arbitriodel mismo: ciertas cualidades morales como la afabilidad, laclemencia 0 la mansedumbre, que son un contrapunto alpoder.v"

Resalta par otro Iado Ia bipolaridad de Sigiienza, eviden-temente influido pOl' el humanismo, cuando aconseja alprincipe:

obstante, tenemos testimonios directos de su conocimientoy manejo de las fuentes indigenas, basicamerite a traves desu "Theatro de virtudes politicas", cuyo largo subtitulomuestra de par S1 la importancia que Siguenza concede ala antigua cultura indigena:

EI "Theatro de virtudes" no es una mera cronica delrecibimiento del conde de Paredes, sino que, en consonan-cia can el barroco estilo en que esta escrita, la obra mues-tra al menos cuatro aspectos importantes:

1. La descripcion de un hecho de trascendencia politicapara la Nueva Espana, el recibimicnto del nuevo virrey.

2. La concepcion de Sigiicnza sobrc el ejemplo y la virtudpolitica.

3. El criollismo Iundado en el pasado indigena.

4. La Iormacion de la conciencia nacional que toma comopunta de referencia 10 indigena para incorporarlo a 10 es-pafiol.

En suma, en esta obra Sigiienza se muestra como criollomexicano, historiador y cronista, can una matizada ideolo-gia politica.

En cuanto al ejemplo y las virtudes politicas, Sigiienza esconsecuente con la teologia escolastica, 10s santos padres yla Biblia cuando refiere: "No hay imperio que no procecla de

No es mi intento en 10 que aqui propongo, el que Ios Prfnci-pes nunea desembaynen los azeros de la justieia, cuando nadieignora que siendo viciosissimos los estremos, tanto puedepecarse con el rigor, como delinquirse con la piedad, algohan de esperimentar de sinsabores Ios subditos para suge-tarse 'a las leyes, porque entonces les ha de amenazar eleastigo... 36

Pero 10 verdaderamente sobresaliente en esta obra es sunecesidad de buscar el ejemplo desechando la antigiiecladgrecolatina a la que jnzga mitica, 37 en unos casos, e impro-

G<lngOTa. Monograffas Bibliograficas Mexicanas, Mexico, Secretaria deRelaciones Exteriores, 1929, num. 15.

31 Siguenza y G6ngora, Carlos de, "Theatro de virtudes politicas". enop. cit., p. 59.

~2 Sigiicnza y Congora, Carlos de, op. cit., p. 72.33 Ibid., p. 93.34 Ibid., p. 85.3" Ibid., p. 86.:;0 Ibid., p. 89.37 Ibid., pp. 12·13.

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114 Sigiienza como historiador Sintesis conclusiua 115

pia en otros. Por 10cual propone a la indigena como nobley virtuosa:

Y claro esta que si era el intento proponer para Ia imitacionexemplares, era agraviar a su PATRIA mendigar extrangerosheroes de quienes aprendiesen los Romanos a exercitar Iasvirtudes, y mas quando sobran preceptos para asentar la poll-tica aun entre las gentes que se reputan par barbaras. No sehechan menos en partes algunas cuantas excelencias fuerenen otra de su naturaleza estimables.38

tura a otras civilizaciones y es caracterfstica propia delRenacimiento.

En suma, podemos decir que Siguenza es un criollo mexi-cano, no a pesar de la disparidad de enfoques que revela,sino precisamente gracias a ella. En el se dan entremez~ladasla vision del conquistador, la del criollo y la del mestizo,

En la primera perspectiva (la del conquistador) , Siguenzaasume frente al indigena la posicion de que los natur~lesdeben ser reducidos ala verdadera fe ya la corona de Castilla.Esto se justifica ampliamente en el plan providencial de Diosa traves de los religiosos principes. Para el conquistador, elnatural no tiene, pOl' no poseer la verdadera Ie, autentificada,ni su posesion territorial ni, en ultima instancia, su propianaturaleza humana, De ahf que use conceptos como el debarbarie para calificar al indigena.

En esta perspectiva el espiritu criollo se inclina mas afavor de 105 opresores conquistadores, basicamente por elvalor que otorga a la cultura occidental, que a f~vor. de losoprirnidos, los vencidos indomitos, belicosos e IrraclOr:alesindios de America, 12 como los chichimecas de la SIerraGorda, barbaros y bestiales, para los que resulta positiva laconquista, ya que permitio ponerlesen "doctrina y policfa",

Descle la segunda perspectiva, e1criollo encuentra que l~sindios constituyen la masa de inconforrnes, desleales y trai-dores a la corona espanola, toda vez que se sublevan contrasu legftimo rey y son un pufiado de apostatas en tanto hacena un lado la verdadera religion.

EI criollo Sigiienza reacciona contra los indios de su tiem-po, en los que no se percibe la antigua nobleza. Indios ingra-tos, inquietos y desvergonzados.V Esto se debe a que losindigenas que se amotinan 0 se sublevan se muestran alos ojos del criollo como traidores y apostatas:

Esta es sin duda la base misma del criollismo, la considera-cion de una patria propia, con un pasado indigena auten-tico, valioso y ejemplar, 39 Sin embargo, el indigena requierejustificar su presencia de ser humano, su accion virtuosa.Por 10 cual habra que buscar para los indios "habitadores"de America, la raiz profunda que los inserte en la ecumene,Siguenza encuentra que Neptuno es el progenitor de losindfzenas. Asi, sin ernpacho alguno, asevera: "NEPTUNO NO

ES' F~NGIDO DIOS de la Gentilidad, sino hijo de Misraim, Nietode Cham, bisnieto de Noe, y Progenitor de los Indios Oc-cidentales." 40

Pretende de esta manera salvar dos problemas: por unlado desterrar la fabula greco-latina, el mito clasico comoejemplo y , por otro, ubicar genealogicamente ala raza inlf-gena, 41 mediante una argumentacion falaz e infudada, enuna palabra, acritica. No obstante, 10 que verdaderamentecaracteriza al criollismo es el intento de integracion delmundo indigena a un ambito de mayor amplitud y univer-salidad. La via de insercion puede no resultar muy feliz, perorevela la preocupacion criolla que desemboca en el mestizajecultural.

La idea, un tanto estrafalaria, de la paternidad de Neptunoen relacion a los indigenas de America, muestra tambien lanecesidad de manifestar la pluralidad de la cultura, claraconsecuencia del colonialismo. Se puede resumir como aper-

... par el odio innato que a los espafiolesles ticnen [los indi-genas] comenzaron con el mas ponderable secreta que jamasha habido a discurrir entrechicos y grandes el sublevarse.

se tua; p. 17.ss tu«. p. 23.40 Ibid., p. 28.41 Ibid., pp. 25-29•

42 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Alboroto y motin del dia 8", enRelaciones historicas, pp. 137 Y 172.

43 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Mercurio volante" en Obras historicas,pp.89-90.

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116 Sigiienza como historiador Sintesis conclusiua

Convencidos universalmente en ejecutar la traicion, y enabandonar para siempre Ia cristiandad ... 44

A pesar de la variedad tematica, hemos encontrado algu~?sfactores que sirven de hilo conductor para la comprenslOnde su obra historica. Subyace en sus escritos, a mas de laintencion meramente ejemplar, Ia [ustificacion ideologicaque nos explica el porque de los temas y cuales son enultima instancia los hechos valiosos.

Asi encontramos que ..•el fenomeno del criollismo es centralpara entender la historiografia de Siguenza, en tanto es lacausa fundamental que Ie impulsa a escribir historia, Dehecho, su propia problernatica de desubicacion, su nece~idadde integracion de los dos ambitos culturales en que vrve ysu propia necesidad de definicion, se encuentran presentesa 10 largo de todos sus escritos historicos.

Es el criollo quien se pronuncia a favor de una evangeliza-cion pacifica; quien alaba las arrnas americanas; quien seentusiasma con los triunfos academicos propios y de suscompatriotas: quien integra alas indigenas a la comunidadhumana universal. Asimismo es el criollo quien siente habernacido en America par casualidad; quien juzga alas indi-zenas de su tiempo en forma severa, y quien habla de la~uperioridad europea frente a la barbarie de los puebloscolonizados.

El criollismo matizado de Sigiienza revela una serie deideas interesantes por cuanto refleja la ideologia ~e .unaepoca. Ante todo la justificacion. ideologica. ~el colonialismoespafiol que se funda en las virtu des religiosas y m~ral~scristianas, entre Ias que se encuentra, desde luego, Ia fideli-dad al Papa, la cual otorga de inmediato Ia superioridad aEspana como potencia colonial frente alas ingleses, france-ses u holandeses. POl' otro lado, la justificacion religiosa ypolitica de la conquista a traves de la accion evangeli~adora,donde Ia civilizacion cristiana lucha contra la barbane y Iaidolatria.

Se muestra asimismo la importancia de las clases dominan-tes, reliziosa y militar, que sentaron las bases del desarrollocolonial a traves de cronicas de corte epico 0 de tipo conven-tual donde Sirriienza se identifica con los intereses de ambos, b

sectores refiriendo detalladamente los sucesos yestableciendolas acciones como arquetipos para el cornun ejemplo.

Buscamos despejar la incognita del criollismo en Carlos de

Finalmente desde la perspectiva mestiza, Siguenza encuen-tra que los antiguos indigenas son dignos y encomiables;son creadores de una singular cultura en la que no falta ni elarte, ni los conocimientos valiosos, ni la politica, que debenser estudiados; portadores de una vasta tradicion historicade valores humanos y bel las cualidades dignas de memora-cion y emulacion. POl' 10 cual constituyen uno de los pilaresde la cultura mexicana, punto que Ie permite cliferenciarsedel espafiol peninsular, y establecer comparaciones con el.

No obtante, Sigiienza refiere el florecimiento del imperiomexicano y distingue claramente entre los mexicanos queposeyeron una cultura superior y otras tribus barbaras.r"asi como entre 1'Osindios amotinados, innobles e ignorantesy Ios de las antiguas culturas mexicas. Con 10 cual se explicapOl' que para el criollo 1a integracion nacional se busca masa partir del pasado indigena que en la actualidad de losindios sometidos.

El criollo es un producto de la Edad Moderna, pero asimis-mo consciente de su peculiar situacion ambivalente, dualidadque le impulsa a la actitud critica caracteristica cultural deIos nuevas tiempos.

SiNTESIS CONCLUSIVA

Hemos tratado de dar una vision de canjunto acerca de lahistoriografia en Carlos de Sigiienza. Se trata de un historio-grafo criollo, en consonancia con la ternatica historiograficadel siglo XVI y del primer tercio del XVII) que refiere tantola accion evangelizadora como la importancia de los antiguossefiorfos indigenas: pero adem as de estos temas, Siguenzaaborda el de la lucha colonialista; el de la ciencia en laNueva Espafia; la cronica conventual, dentro de la cualrefiere Ia milagreria; la cronica militar; la relacion descriptivay el relata de los sucesos cotidianos.

44 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, "Alboroto y motin del dla 8", enop, cit., p. 101.

45 Ibid., pp. 107·108.

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Sigiienza indicando sus caracteristicas. Asi encontramos quese trata de un criollo en una triple vertiente, 10 cual nospermite comprender las contradicciones que manifiesta ensu obra.

Independientemente de su propia necesidad de ubicacion,vimos como, en ultima instancia, Sigiienza hace suya, enocasiones, la vision de los conquistadores, de donde surgeuna cierta infravaloracion del natural que sin el contactocon la cultura occidental no alcanzaria la redenci6n y, desdeluegotrodria ser integrado a la comunidad humana.

Por otro lado, Sigiienza como autentico criollo, vislumbrauna criolla nacion, donde la ciencia americana es semejanteala europea. Vision que requiere, desde luego, del apoyo cul-tural indigena; tierra nueva, Nueva Espana, en que habrade tomarse en cuenta la cultura occidental, pero tambienel pasado indigena. Tierra de integracion, nacion propiaen que se dan la mano la nobleza espafiola y la indigena.Conciencia de nacionalidad que se expresa en aquel memora-ble Arco Triunfal surgido de la idea de don Carlos.

Finalmente, asi como Sigiienza inicia la incorporacion delpasado indigena a la cultura occidental, no esta todavia enposibilidad de integrar a 105 indigenas contemporaneos suyos,a la criolla nacion. En efecto, si ideologicamente se justificael mestizaje cultural, no asi el social, de modo que la masade los indigenas esta, en el tiempo de Sigiienza, mas sometidaque asimilada. De ahi sus continuas quejas contra los apos-tatas y belicosos indios, en quienes no puede reconocer laantigua grandeza de los mexicanos.

Todo esto no nos lleva sino a la necesidad de profundizary ampliar la nocion de nacionalismo, a 10 cual hemos des-tinado el siguiente capitulo que servira de corolario al ana-lisis realizado a 10 largo de este trabajo. EI nacionalismo deSigiienza es de singular importancia no solo para entenderla obra de un historiador, sino la formacion de nuestra propiaconciencia nacional.

VI. EL NACIONALISMO

1I8 Sigilenza como historiador

En el capitulo anterior presentamos a Sigiienza, el histo-riador criollo de la Colonia; al hacerlo nos enfrentamos ala necesidad de caracterizar su criollismo, 10 cual nos conducea la tarea de desentrafiar su nacionalismo, pues vimos queambos conceptos (criollismo y nacionalismo), no solo seencuentran ligados, sino que constituyen la base explicativadel quehacer intelectual del erudito barroco, a la vez quenos permiten comprender uno de los momentos crucialesen la formacion de la conciencia nacional de nuestro pais.

En este ultimo capitulo de nuestra tesis trataremos deestablecer las caracteristicas del nacionalismo de don Carlos,la proyeccion general de estas ideas y la repercusion que elnacionalismo criollo tuvo sobre la formacion y desarrollode la mexicanidad.

Si aun hoy resultan espinosos los temas del ser de 10 mexi-cano y de la identidad nacional, mas complejo es sin dudael tratar de establecer los primeros momentos en la constitu-cion de una conciencia nacional. Congelar el dinamismo,reconstruir el proceso, mutilandolo aun sin querer, bajo elimperio de la abstraccion, es riesgo que se ha de correr sopena de abandonar el objeto de estudio. En fin de cuentastodo objeto de estudio se delimita a partir de una perspec-tiva, y el nuestro se ha venido presentando sin duda comoanalisis de un autor y su obra, cuyas consecuencias, particu-larmente ricas, nos han permitido ahondar en los conceptosfundamentales de modernidad, de historiografia criolla, denacionalismo.

El nacionalismo en Carlos de Sigiienza es un hecho; sinembargo, no se trata en el de algo dado, realmente constitu-tivo, propio yasimilado, sino de un hecho que se constituyepaulatinamente frente a una serie de necesidades concretas,tanto de caracter individual, la necesidad de su propia ubica-cion, como de caracter social, la de unidad frente alas

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120 El nacionalisrno El amcricanismo 121

amenazas extranjeras: e incluso de caracter ideologico, comola del suefio de una naci6n propia criolla.

La segunda mitad del siglo XVII mexicano hace frenteal problema de su ser de colonia limitada que se expresa enel centralismo del ordenamiento espafiol, en las limitaciones,en la producci6n a la sobreproduccion explotadora, especi-ficamente minera, para beneficia exclusivo de la metropoli.'

Par otra parte, enfrenta el problema indigena en unadobIe vertiente: par un lado el inmediata de proseguir laaccion evangelizadara y sus consecuencias: someter y prote-ger; por otro, la necesidad de ubicar la cultura indigenacomo valiosa y diferente. Tal es la perspectiva del criolloquien busca su definicion con apremio, Es por esta razonsin duda que ya desde el sigla XVIy durante el XVII son loscriollos quienes exhiben un interes nacionalista.

En esta perspectiva, nuestro autor tiene especial impor-tancia par mostrar mejor que ningun otro anterior, no s610el afan en la busqueda de la patria propia, sino Ia concienciade que esta patria es nueva, es diferente, un ente can carac-tertstiras especificas, susceptible de ser comparado, aprobado,estimado, frente it otras entidades nacionales.

Aunque todavla envuelto en la problernatica de su crio-llismo, el caracter naeional que se percibe a traves de lasobras de Siguenza, habra de mostrarnos que es 10'que hacede esta Colonia, de la septientrional America, una autenticanacion nueva, Ia nacion mexieana.

ral el lugar de 105 americanos, sino donde se cuItiva Iaciencia, la cual nada tiene que pedir a la de otros paiseseurape05. En el fonda ridiculiza a un europeo frente alashombres de ciencia arnericanos, que, aunque no tan celebres,canocen mejor las matematicas.

Porque en que razon, en que juicio, en que entendimiento(no digo de aleman y cultivado en la Universidad celeberri-

ma de ingolstadio, sino de americano y mal desvastado en laaun poco celebre de mi pat-ria Mexico), cabe decir, que de10 suoedido por 10s afios 1641 y 1644 fue precursor causa 0sefial, el cometa que aparecio par diciernbre de 1652 ... 2

EL AMERICAi'lISMa

El planteamienta revela que los criollos se sienten sinduda en un cierto nivel de inferioridad, no par cuanto alconocimiento cientifico en si mismo, sino por el desconoci-miento a desprecio que los europeos extern an frente alashombres de ciencia americanos; sin duda reflejo de la in-ferioridad politica y Ia dependencia cultural.

No obstante que eI europeo piense que los amerieanosson ignorantes y que en estas tierras la ciencia no se des-arrolla, Siguenza esta dispuesto a demostrar que los hombresde ciencia americanos son tan doctos como los eurapeos, y,aun mas, se propane Ilevar a cabo la tarea de difundir lasobras y afianzar el Iugar que Ie corresponde a la ciencia yal arte concretamente mexican os, dejando constancia histori-ca de la "Mexicana Atenas", de otras instituciones de ense-fianza como el Colegio Maximo de San Pedro y San Pablo,y de sus hijos mas sobresalientes.:l

Es interesante sefialar el que Sigiienza utiliza la noci6nde americano con relacion ados ordenes de hechos: las accio-nes militares y las culturales. Can respecta a estas ultimas,10'vimos ya, el americanismo seestablece coma conciencia delhacer cientifieo en las nuevas tierras. Tal conciencia no seIimita a la mencion de la propia estirna a el sefialamientode la valia de un quehacer particular, sino que se desarrolla

La primera expresion del nacionalismo de don Carlos seda en su concepcion de America; al postularla como entidadcontinental frente a Europa, piensa ciertamente en Mexico,pero se refiere a la septentrional America coma el lugar nosolo donde se encuentran los americanos, sino de los nacidosaca, de los hombres nuevos. De donde amerieano y criolloson en alguna forma sinonimos.

A juicio de Siguenza, America no solo es en forma natu- 2 Sigtienza y G6ngora, Carlos de, Libra astron6mica y [ilosojica, presenta-ci6n de Jose Gaos. Mexico, UNAM, Ed. de Bernabe Navarro, 1959, p. 88.

3 Nota. En 1a Libra, Sigiienza da constancia hist6rica de la ciencia enNueva Espana y en cl Triunfo parttlnico del quehacer artistico.

1Serno, Enrique, Historia del capitalismo en Mexico. Los origenes de]521·1523. Mexico, Ed. ERA, 1973, p. 136 Yss.

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122 El nacionalismo

al establecer el parangon entre la ciencia europea y la ameri-cana y, finalmente, al concluir que Ia ciencia american apuede en ocasiones superar a la europea.

En cuanto a la conciencia del valor de la ciencia comotarea personal, el criollo nos dice:

Manifestare entonces las observacionesexquisitas que he hechode este cometa que (sin que en ello me engafie el amor pro-pio) no dudo seran aplaudidas y estirnadas de aquellos gran-des matematicos de la europa, que las entenderan por queIas saben hacer: a quienes aseguro que de esta SeptentrionalAmerica Espanola no tendran mas observaeiones que Iasmias.r'

El parangon es daro. Sigiienza se ufana de su propia valiacomo hombre de ciencia, de su saber asentado en la observa-cion yel calculo, el cual esta sin duda a la altura del sabereuropeo; sin embargo, va un poco mas alla cuando asevera:

- . _imaginaria sin duda [el padre Kino] que Ie darian repeti-das gracias (y no fue asi) de que desde la Alemania habiavenido a esta Septentrional America, para libertar a la exce-lentisima senora del engafio y perjuieio en que yo la habiapuesto, de que no deben ser temidos los cometas por ser falsoel que son prenuncio de calamidades y estragos,5

No solo la ciencia americana emula ala europea, sino quea veces la supera y el estudioso americano se siente sin dudasuperior al estudioso europeo. La conciencia de un hechosemejante marca el inicio de una perspectiva peculiar; elamericano no aceptara en ade1ante conscientemente e1 sabereuropeo en forma indiscriminada. Asi hay mucho mas quevehemencia en las palabras de Sigiienza cuando exdama:" ... perjudicado con imaginar que solo es perfecto en estasciencias [las matematicas] 10 que se aprende en las provinciasremotas, me entre por las puertas de su aposento; me hice

. "6su amIgo ...

4 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 16.5 Si";ienza y Gongora, Carlos de, op. cit., P: 6.6 tu«, p. 4.

EI americanismo 123

El americano se descubre a si mismo como sujeto preJUl-ciado, 10 cual constituye e1 punto de partida para librarsedel error, porque si se reduce a prejuicio Ia superioridad dela ciencia europea frente a la americana, se esta en condicio-nes de proceder, en la perspectiva cientifica, de modo masindependiente.

Esto no significa el que Sigiienza abandone el saber euro-peo, sino que abre las puertas de una nueva forma de asimila-cion de la cultura europea, a asaber, la asimilacion discrimi-nada.7

A mas de 10 establecido, el americanismo en la cienciarevela en algunos textos de Sigiienza un angulo verdadera-mente novedoso, se trata de la proyeccion de la ciencia ameri-cana hacia el futuro. En "Lo sucedido a la Armada de Barlo-vento", refiere: "Los cabos principales y capitanes, que ibaneste afio en la Armada, a cuyo valor se deben el suceso refe-rido son ( ... ) Don Juan Enriquez Barroto, Capitan de la

7 Gaos, Jose, En torno a la [ilosojia mexicana. Mexico, Porrua Obreg6n,1952, pp. 54~62.

Nota. Jose Gaos situa Ia importaci6n eIectiva y aportativa de las ideasfiIos6ficas en Mexico, cn Ia segnnda mitad del sigIo XVIII, pero pareceirnplicar cierra anterioridad cuando anota: "Pero a partir por 10 menosde la mitad del sigh XVIII, ya no es 10 mismo. Los jesuitas y los nojesuitas, como Gamarra, que hacen en la vida filos6fica de la colonialas innovaciones tan estudiadas en estos afios, pudieron importar por 10menos tantas filosoffas cuantas eran Ias no eclccticas, de las que sacaronla snya los eclecticos europeos de los sigIos XVII Y XVIII... Es decir quela importaci6n de la filosofia en Mexico de 1a segunda mitad del siglo XVIII

fue una importacion franca y Iuerternente electiva". pp. 59~60.Esta c1ase de importacion tuvo sus antecedentes en buena medida, en la

actitud critica y nacionalista de Siguenza, 10 que le permite calificar conobjetividad el contenido de los textos en los ambitos de su competencia;asi, en el "Teatro de virtudes politicas" puede leerse: ••... del TheatroHieroglyphico del tom. 3, de dicha obra, en que quiere explicar parte delos Annales antiguos Mexicanos, que se conservan en el Vaticano tienemuchisimas impropiedades no ay porque cul parle, pues es cicrto, que enaquellas partes tan poco cursadas de los de nuestra Nacion Criolla le fal-taria quien Ie diesse alguna noticia, 6 le ministrase luzes eruditas, paradisolver las que juzgaria tinieblas: el defecto es nuestro, pues quando todosnos preciamos de tan amantes de nuestras Patrias, 10 que de ellas se sabese debe a estrangeras plumas". Sigiienza y Gongora, Carlos de. "Teatro devirtu des politicas", cn Perez de Salazar, Francisco, Carlos de Sigiienza 'YGongora. Obras can una biograiia. Mexico, Sociedad de Bibliofilos Mexicanos,1928, p. 34.

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El nacionalisrno El am ericanisnio 1~5

artillerfa, excelente maiemdtico y a cuyos desoelos deberdla Nasitica Americana gmndes progresos," S

Sigiienza tiene confianza en las posibilidacles de desarrollode la ciencia americana: no duda ni de su existencia, ni desu valor, ni de su proyeccion. La nautica, la astronomia, lat.ictica, etcetera, se cultivan y desarrollan entre 105 ame-ricanos; es pnes, la conciencia de esta ciencia ameri~ana,de esta actividad cultural novohispana, la que permlte ala paT enriquecer el .imbito nacionalista y autentificar lanueva nacion.

Finalmente, la cornparacion que Siguenza establece entrela cultura europea y la americana revela la conciencia delente America que se constituye a partir de sus manifesta-ciones culturales.

Las acciones militares definen tambien en alguna formaal ser de America. En efecto, de manera natural todo hechoacaecido en tierras americanas es americano. Tales hechosse refieren prolijarnente en el "Trofeo de justicia espa~ola",asi como en "Lo sucedido a Ia Armada de Barlovento . Lascatolicas arrnas americanas no solo son dignas del canto devictoria sino tam bien de que se conserveu SIIS hazafias atraves de la historia escrita. Por ello fustiga la actitud de pro-pios y extrafios, al no mernorar, al no querer darse cuentade que en America se dan hechos dig-nos de conmernoracion:"Y si es observacion de la curiosidad extranjera que 10 q!Ieen el occidente se ejecuta, aunque sea notable, 10 echa siem-pre al olvido y pereza de los que en eI viven alas espaldasde la memoria ... " !)

Sigiienza, como la mayor parte de Ios historiadores de lossizlos XVI Y XVII, no desea sino mostrar a Europa e1 valor deA~erica, ya en el renglon acadernico, ya en el militar. Larelacion de las acciones cobra entonces un doble sentido: nosolo se trata de la accion ejemplar, sino de la accion que per-Illite la proyeccion de America, su revelacion al europeo, yen ultima instancia, al afan de reconocimiento. La busquedade la tradicion y el qu ehacer historiografico muestran la nece-

sidad de arraigo y 1Ibicacion de Ios americanos crio11os Erelltealas enropeos.

En el "Trofeo de justicia espanola", Siguenza se manifiestaorgullosamente americano por el triunfo consegnido en estastierras frente alas franceses, triunfo que esta ligado desdeluego a la posesion de la verdadera fe. Y no pierde la opor-tunidad para apuntar que son las catolicas armas americanaslas que ya han realizado una proeza en contra de los herejes:por 10 cual toea a la Europa cotolica emular la hazafia, pues,si las catolicas armas europeas se desernpefian como aqui lasamerican as, el rey de Francia se arrepentira de su alevosla. 10

No contento con 10 anterior Siguenza explica que en Ame-rica se procecle con mayor justicia, ya que las acciones belicasinjustas obedecen alas "procederes de la Europa". Asi, elhanees Coussy quiso hacer en America 10 que en Europa sehace, contraviniendo a la religion de juramento, 11 acudien-do al robo y la pirateria 12 y usurpando injustamente pormedio de la violencia Ias posesiones espafiolas . .t;!

En la constante busqueda de America, el criollo requierede la memoracion exacta, de la conservaci6n de la tradicion.Don Carlos no necesita de la guia extranjera en 10 que COIl-

cierne a su tierra; la conoce, conserva en 10 posible sus nom-bres originates y se ufana de ello, porque mediante la ex pre-sion de saber autoctono y mas antiguo asegura 10 novedosoy peculiar de si y de su nacion frente alas extranjeros.

El criollo no solo conoce sus tierras mediante tradicion,sino como nacido en elIas. Infatigable en la busqueda de suentorno, que le perrnitira encontrarse a si mismo, innumera-bles expediciones le han revelado, a 10 largo de la conquistamilitar y religiosa, en que America se ha ido precisandodesde dentro, el perfil concreto de su nuevo mundo.

No pOl' esto se piense que absolutamente carecemos de noti-cias de aquellas tierras, porque aunque de la relaci6n que departe de ell as escribio en su Luisiana el P. Hennepin, capuch i-

8 Siguenza y Gongora, Carlos de, "Relaci6n de 10 succdido a la Armadade Barlovcnto", en Obras histtrricas, Mexico, Editorial Porrua, 1944, p. 229.

:l Siguenza y Gongora, Carlos de, "T'rifco de justicia cspaiiola", ell Obrashistoricas, p. 155.

]0 Sigtlenza y G6ngora, Carlos de, "Trofco de jusricia espanola", cu oj).eit .. p. 12l.

11 Ibid., P: 126.12 tua., p. J ~8.l'lIbid" p, WO.

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126 El nacionalismo

no frances, 10 presume asi, pudiera haber leido en la historia,que los suoesos del adelantado Hernando de Soto en laFlorida, escribi6 el Inca, y que corre traducida en su lengua,ser 10 que el intitul6 Luisiana las provincias de Cofachiqui,Chicaza, Chisca y otras, y el rio grande que nombr6 Colbert,el que naveg6 pOl'espacio de 500 leguas el gobernador LuisMoscosode Alvarado, y se llama ahora el de la Palizada.v=

En la caracterizacion de America, la aportacion de Sigiien-za es fundamental por cuanto rescata el pasado indigena ybusca consolidar esta tradicion, como una de las fuentes pri-marias en que la novedad del continente se sustenta; peroa la vez, en su idea de America estara siempre presente laotra raiz, la hipana, cuya lengua, religion y conceptos. Ie per-miten insertar a la criolla nacion en la cultura occidental,meollo de la tarea de integracion,

La accion en tierras americanas determina la union delespinitu europeo con el espiritu americ~~o e.n la figuradel conquistador que, al desplazarse a America, mcorpora 10americano a su see

Algo mas que esto hay en el todo de 10 que aqui se dice paraque se a propio de V. Exa., cuanto en su contexto se hallare.Espiritu es y marcial espiritu 10 que en el se lee, .y siendoel que vivifica la nobiIisima sangre de sus venas el mismo quea sus progenitores heroicosles consigui6 tantos triunfos, cuan-tos son los mas plausibles con que se ennoblecen nuestrashistorias congratulandose en su Iectura todo este militareuropeo 'espiri'tu con aquel espiritu americano y transforman-dolo en si pOI' su semejante, sera todo espiritu de V. Exa, ypOI' consiguiente suyo todo cuanto en el hubiere.w

En suma, America se present~ para Sigiienza como ellu~arde las tradiciones en su proyeccion al pasado y de las hazanasheroicas en su dinamica presente.

La dualidad America-Europa representa a la vez la tomade conciencia del ambito peculiar en el que el criollo seubica, escenario de acciones dignas y ejemplares, y prces-

14 Ibid., p. 188.15 Ibid., p. 120.•~ Mexico cs para Sigucnza una Nueva Naci6n en la medida en que en

Mexico corn a nueva naci6n 127

tablece la necesidad tanto de la integracion como de la distin-cion, necesaria confrontacion para la proyeccion de unaautentica nueva nacion.

MEXICO COMO NUEVA NACION

De nuestras consideraciones acerca del criollismo en elcapitulo anterior, concluimos que tal concepto explica enbuena parte el nacionalismo de don Carlos en dos vertientes:pOl'un laclo, el suefio de la criolla naci6n; por otro, la naci6nmexicana constituida pOl' un pasado indigena noble y unpresente ancilar a la cultura occidental, el hispano, que seunen para constituir una cultura sui-generis que perrnite almexicano distinguirse del espafiol. Ambas vertientes delnacionalismo se encuentran en Sigiienza fuertemente ligadasy apuntan en una misma direccion: la utopia con respectoa la nueva nacion.

Aunque en Siguenza el termino utopia jamas aparece,esto no impide vel' a traves de sus escritos la idea de que enlas nuevas tierras se da la posibilidad no solo de emular, sinode mejorar las acciones politicas, militares, morales, religio-sas y acadernicas de Europa. A este respecto es curio so notarcomo usa con mucha mas frecuencia el termino Mexico queel de la Nueva Espana; tal vez porque en su animo esta pre-sente mas la idea de superacion que la de imitacion 0 copiade la cultura hispana.

En forma totalmente natural el criollo encuentra comopropio, como autentica patria, una criolla nacion. Sigiienzaexclama con toda espontaneidad en la Libra: " ... Ie doyrepetidas gracias al muy reverendo padre Francisco deFlorencia, actual rector del Colegio Maximo de Sn. Pedroy Sn. Pablo gloria de nuestra criolla naci6n y singularisimoamigo mio." 16

La patria es asumida como criolla nacion, no en abstracto,pues no se trata unicamente de la hibridacion cultural y

ella puede darse una renovaci6n de 1a ciencia, del arte, de la reIigi6n y de'la polrtica, es justa en este sentido en que se habla de una cierta influcnclade la utopia renacentista en el,

16 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, p. 4 .

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1::8 El nacionalism 0

social, sino de la concicncia y el convencimiento profunda deuna pertencnciadoble: el criollo es propio de la crioHa na-cion, as! como esta Ie pertenece al criollo. Tal Iue justamentela posicion de Ius hijos de Ius conquistadores, que anhelaronuna nacion p<lr;l si, leg-ado de sus padres, a quienes no screconocio cumplidamente, para penuria de sus descend.ientes,el merito de las proezas realizadas.

Para Sigiienza no se trata ya desde luego del favor noreconocido; ubicado en la sezunda mitad del sizlo XVII lao 1....)-'

conquista Ie es Iejana: busca mas bien establecer frente acualquier otra, el valor de la nueva nacion, dar en 10 posiblela imagen de una cultura que, aunque occidental, tienerakes en un pas ado diferente.

E! enfasis en el valor propio de su patria, Ia busqueda deun Iugar y un reconocimiento, constituyen sin duda las basesmas solirlas y remotas de la conciencia nacional-criolla, clavedel movimiento independiente de Mexico.

La conciencia de patr ia propia en relacion a Mexico s610podia darse en Ios criollos, pues son ell os propiamente hablan-do Ius nucvos hombres, quienes Ia llevaran hasta sus ultimasconsecuencias. Esto se debe a que el espafiol peninsular notenia por que sentirse mexicano; el mestizo no poseia el sufi-cientc bagaje cultural como para hacer de su situacion dehecho algo ronscicnte: y el indigena, sornetido, asimilado ()explotado, aporta elementos b.isicos a la constitucion de lanueva nacion, pel"O siempre en un plano de marginacion,]0 cual lc impidc cualihcar positivamcntc cl proceso de inte-g-l'acit'>n.

,'-jigiienz;} especifira c1 nacionalismo en diversos ambitosde interes; en todos ellos parece prcvalccer el hecho de quela conciencia nacional se afirma Irente a 10 extranjero, sea{ste el hombre de cicncia que no rcconoce n uestros talentospropios y quiere venir a imponer sus conocimientos; sea elalevoso frances, 0 el pirata ingles que injustamente se apro-pia de tierras mexicanas u hostiliza constantemente snscostas.

Con relat-ion al nacionalisrno (FIe sc refleja en el campode la cienciZl, Sigiienza es bien expllcito:

.\dcm,'ts de csto, hallandomc yo en mi patria con los creditos

Mexico como nueoa nacion 129

tales cuales, que me ha granjeado m i estucliocon el salariodel. rey nuestro 51'. pOl' ser su catedratico de maternaticas enla Universidad Mexicana no quicro que en algun tiempo sepiense que el reverendo padre vino desde su provincia deBaviera a corregirme la plana ... 1•.

Son 105 hombres de ciencia, las instituciones academicassolidas del pais, las que dan credito y fama a la nacion, queen astronornia y matematicas esta, para Sigiienza, a la altura .de cualquiera del mundo; en consecuencia, el conocimientono se da solo en los extranjeros: el criollo se da cuenta deque tal posicion es Ialaz, Mexico tiene sus propias glorias,sus hombres de ciencia, sus propias instituciones que pocot.iencn que envidiar alas extranjeras.

Defiende firmernente a la ciencia mexicana al tiernpo queSf' defiende a sf mismo:

Asi 10 he hecho por pareccrme que no s6lo a mi sino a minacion desacreditaria con el silencio, si (calificandome detrabajoso juicio y objeccionandome el que s610 estaba cna-morado de las astrosas lagafias y oponiendome al universalsentir de altos y bajos, nobles y plebeyos, doctos e indoctos) ,disimulase yo con tan no espcrada censura, supucsto que dirfany con razo n cuantos lcycscn su escrito que ternan en Ia Uni-versidad Mexicana por profcsor publico de Ias matem.iticas aun hombre loco que tenia pOl' opinion 10 que Judie dijo.18

Tan consciente es el erudite barroco de su propia valia ydel valor de su ciencia astronomica, asentada en la observa-cion y el calculo que expresa cstar a Ia altura de cual-quier cientffico de su tiempo, 10 cual le perm ite intercam-biar sus coriocimicntos en pie de igualclad con otros hombresde cicncia de diversas partes del mundo. 19

En ultima instancia Sigiienza pareee concl uir que el cono-cimiento autentico, rebasa las Ironteras e incluso las institu-ciones y denuncia tanto el prejuicio de que s()10 la cienciaextranjera es valiosa, como el no menor prejuicio del extran-

17 Sigucnz., y Gongora, Carlos de, Libra, P: 6.J8 Siguenza y G('lll[,;ora, (::11·)05 de, oj). cit: p. 15] .19 Ibid., p. 16.

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130 El nacionalismo

jero que da por hecho el que en Mexico no puede haberconocimiento cientifico. "Pero no solicitandolas [observa-ciones y calculos sobre el cometa] a no haciendo caso de unosy otros, discurro que seria porque no estaban hechos enAlemania 0 porque los observadores no habian estudiadolas matematicas en la Universidad de Ingolstadio." 20

Del contraste surge la luz; si no existe un lugar privile-giado del saber, en Mexico puede haber ciencia tan efectivaIundada y rigurosa como en cualquier otra parte del mundo.El riesgo de la inferioridad queda para Sigiienza neutrali-zado.

Si bien existen textos en que se expresa directamente lavinculacion de la cultura propia con la hispana, todos losescritos que se refieren a la ciencia mexicana revelan unaactitud optimists y orgullosa; en relacion al saber que irra-dia de la "Mexicana Atenas", Sigiienza asume la existenciade un saber propio, que no solo se genera en tierras mexi-canas, sino cuyo porvenir es promisorio 21y cuyo doble fun-damento es verdaderamente solido; as! en 10 que hace ala rafz hispana, nos dice en el Triumpho Parthenico: " ...siendo las piedras en que se cimento su intelectual Iabrica[se refiere ala Universidad Mexicana] las que en las Univer-sidades de Europa pudieron sobresalir aun entre los gigantesde las letras que las ilustraban."22

El reconocimiento de la propia raiz cultural hispana noimpide a Sigiienza exaltar la importancia de la UniversidadMexicana como institucion propia frente alas universidadeseuropeas: "Esta florentisima Academia Mexicana depositode la erudicion erario de las letras, emporio de la sabiduriay fuente inagotable donde beben los eruditos el nectarsuavisirno de las ciencias, aunqne menos antigua que otrasde la Europa en el tiernpo de su ereccion ... " 23

Por otra parte, Sigiienza no solo refiere la raiz culturalhispana, sino que hace mencion ala otra, ala indigena, que

20 tua., r- 119.21 En la Libra astr6nomica y filos6fica y en el Triunfo partcnico, Sigiienza

refiere el porvenir promisorio de la ciencia y del arte mexicanos.22 Sigiienza y Gongora, Carlos de, Triumpho Parthenico, prologo de J.

Rojas Garciduefias. Mexico, Editorial Xochitl, Biblioteca Mexicana de LibrosRaros y Curiosos, 1945, p. 39.

23 Sigiienza y Gongora, Carlos de, op. cit., p. 40.

Mexico como nueva naci6n 131

adquiere singular importancia con relacion al problema delnacionalismo: la union de dos culturas que Sigiienza no solopercibe, sino que se empefia en integrar, para mostrar lapeculiar ubicacion de su patria mexicana. "Aun siendo enel retirado ocaso, en que por la perjudicada barbaridad desus habitadores se sepulto la razon, gozo Mexico de politicasescuelas en su venerable antigiiedad, erudicion que ignorancuantos no leyesen con cuidado las mexicanas historias ... " 24

No solo rescata una tradicion, sino que se sabe poseedordel conocimiento sabre diversos aspectos del mundo indf-gena que busca integrar a la nueva nacion." Su criollismodesemboca as! en el reconocimiento de la doble raiz quedefine a Mexico. Sigiienza se encuentra en la coyunturatemporal que le perrnite fincar su presente en el pasadoindigena remoto y en la cultura occidental, 10 cual posibili-to el desarrollo de una cultura propia,

Como vimos en el pasado capitulo, el presente de la nacionmexicana no puede cimentarse en falsedades mitologicas, nien ejemplares extranjeros, sino que deb era afirmarse en elpasado indigena que ofrece ejemplos y virtudes excelsas comolas de los emperadores roman os, los dioses griegos 0 IDS

principes europeos. La historia indigena en su dimensionejemplar es una de las partes fundamentales del pasado his-torico de Mexico. Lo mexicano indigena es parte constitu-tiva de la nueva nacion, aunque desde luego Siguenza vivemas fuertemente la aportacion cultural hispana y las cate-gorias de la cultura occidental a partir de las cuales realizaesta sintesis.

Don Carlos se siente no solo capaz sino comprorneti.do consu patria, Mexico, a la que debe calificar ohjetivamentecomo hombre estudioso que conoce y puede valorar 10 queen ella se produce, asi en acciones ejemplares, como eninstituciones:

24 Siguenza y Gongora, Carlos de, "Teatro de virtudes politicas", en Perezde Salazar. Francisco, Carlos de Sivicenza )' G6ngom. Obras con una biogra-[la, Mexico, Sociedad de Bibliof'ilos Mexicanos, 1928, p. 37.

,. •• '" y concluyre diziendo con el docto Calancha estando en semejanteempcfio en la Cronica de S. Augustin del Peru lib. I. cap. 7 num. que conestos Parrafos lcs he pagado a los Indios la Patria, que nos dieron, y en quetantos favores nos haze el Cielo, y nos tributa 1a tierra." Sigiienza y Gon-gora, Carlos de, "Teatro de virtu des politicas", en op. cit., P: 39.

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132 El nacionalismo Mexico como nueva nacion 133

No soy tan am ante de mi pania, ni tan simple, que me per-suada a que cuanto hay y se ejecuta en ella cs absolutamente10 mejor del mundo; pero aunquc no he salido a peregrinarotras tierras (harte me pesa) por 10 errextrcmo mueho quehe Iefdo, parecerne puedo hacer concepto de 10 que son yde 10 que en ellas se haec. '.!G

EI compromise se ,expresa tanto en la busqueda del valorde 10 que se ha producido en el terreno cientifico, como enel ambito artistico. Asi en su conjunto el 'Triumpho Par-thenico se dirige a exaltar las hahilidades artisticas de 105

mexicanos:

En suma, hay en Mexico nna ciencia y un arte propios,por tanto nuevos, en vista de sus particulares raic.es q~e seidentifican y sintetizan y cuyo valor es para el erudite criollopalpable.

Si tomamos en cuenta 10 dicho en el capitulo prirnero conrespecto a la idea de ciencia, comprenderemos la importanciaque esta tiene para Sigiienza en relacion a su patria. Se trat~de 1a ciencia nueva que se da en Mexico, ala cual ha contri-buido con calculos y observaciones astronornicas, con sussefialamientos crfticos, pero sobre todo con 105 conocimientosaplicados a la utilizacion y aprovechamiento de los recursosque en su nacion se hallan. En el "Memorial de la bahia deSanta Maria de Galve", apunta 10s recursos hidraulicos yde navegaci6n: "Entran en ella a 10 que pudo verse un riomoderado de agua dulce y varios arroyos, y es la playa co~olas mas de las costa de la ensenada, de arena blanca y sinarrecifes." 29

'Tambien Ios recursos silvicolas: " ... no es limpia sinomontuosa, llena de pinos, encinos, laureles, robles y otrossemejantes arboles de la Europa ... " 30

Refiere adem.is el aspecto climatologico: " ... y esta Iron-dosidad Ia resguarda de vientos procelosos pOI' todas partes" ':11

y IDS recursos agricclas, " ... trajo a bordo de mi fragatamuchos parrones can uvas dukes sazonadas perfectamente )'en mucha copia... )' esto se afiade haber hallado en lapoblacion de indios que alli se vie) mil pas de maiz )' deFrijoles, calabazas, tomates, chiles y otras vituallas propiasde Indias ... ";C:l Y de toclo infiere Siguenza Ia importanciade ocupal' la bahia: "No es 1£1 menor [razon para ocuparPanzacola] la fertilisima abundancia de todo aquel pais, asfpara mantener a Ins que Ja habitaren como para proveerlas escuadras <rue de allf salieren despues de haberse allifabricado como ten go dicho." :1:;

A traves de este p{lrrafo, )' otros muchos similares, se perci-

2BSigucnza y Gongora, Carlos clc, "l\h.'InOrlal", en Irvin?; A., Leonard.Ttocumentos incditos de Carlos de Sigiienza )' Gr!ngora. M {-xico, Cell troBibl iografico Juan Jos{! Eguiara y Egurcn, Bibliotcca Mcxicaua. 1%3. p, 52,

30Sigiienza y G6ngora, Carll'S de. "Memorial". p. 52.:a Loc. cii,::2 iua.. p. 53_;:~tua., p_ 5R_

Eran cstas [pinturasJ no solo de extranjeros pinceles, porquien rendran prolija vida 105 coloridos, sino tambien denucstros mexicanos compatriotas, que merecen el ladearselescomo iguales, poco es esto, el colocarse en mas supremo lugarcomo superiorcs. y no s610 respecto de aquellos, sino aun(lL- los Zcuizis, Apc:l cs, Parrhasios y Tim:mtcs.:w

Los cpitetos ut.ilizados por cl criollo hahlan elocuente-mente de su entusiasmo nacionalista. De hecho rebasa casisierupre el marco de Ia comparacion para proyectar a Mexi-co tan lejos como puede, Refiriendose a un poeta mexicanodel tiempo, don Luiz Zapata, le llama Homcro mexicano;)' al Iicenciado Salvador Escudero "clcgante poeta en elParnaso Mexicano'L>?

La "Mexicana Atenas", escenario de justas poeticas, ador-nada por pinceles mexicanos, "madre de las ciencias en todassus Iacultades", es para Siguenza el crisol clonde se generanlas manifestaciones culturales de mas alto nivel, por 10 quedelle conservarsc su memoria, as! como la de 10s "rnuchoshijos", paisanos rorlos de don Carlos. :!~

~:iSigOcrJn )' C6ngor~1 .. Carlos de, "Alboroto y motin del dia 8", en Rela-cunics historicos. Mexico, UNAM. Bihliotcca del Estudiante Uuiversitario,]%4, p. I()!).

~G Siglicll7.a ) (;611gor,1, Carlos de. 'Triun.to partcnico. Sintesis bibliogr:l-fica Iormulada pOl' Manuel Toussaiur. MC'X1CO. UNAM, 191J pp_ 15-16.

2:, SigilcllZa )' Gongora, Carlos de, oj). cit., P: 21 y p. '27.~s Sizuenza V Gongora, Carlos de, Triuniitu) Partlienico, })r()[ogo de Rojas

(;:Hcidl~eibs, ~rcxico, Editorial X6chitl, 1915, p. 224.

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134 El nacionalismo

ben no unicamente las consideraciones estratezicas y zeo-b opoliticas que Siguenza presenta al rey de Espafia, sino laconcepcion propia de la modernidad acerca de una cienciaque se traduce en aplicaciones practicas, en utili dad y aprove-chamiento de la naturaleza para comodidad del hombre,concepto muy cercano al de progreso cientifico que en sumomento tratamos.

Es America, es el Golfo de Mexico, el seno mexicano, lapatria de Siguenza por amplia e ignota, lugar a propositopara realizar esta clase de investigaciones. Colonos y con-quistadores necesitaron de un nuevo concepto de saber,aquel gue se fundaba en los hechos y pennitia sacar susconsecuencias. El dinamismo transformador como condicionprimaria de su pervivcncia les hizo adherirse insensiblementeal saber util Irente a la mera especulacion escolar. La esco-Listica se redu jo a las aulas, pues resulto insuficiente paradar cuenta y solucion alas realidades insospechadas y a losnuevos problemas conlos que los hombres de acci6n tuvieronque haberselas.

La nueva ciencia encontr6 en la Nueva Espafia una viade desarrollo mas bien practica que teorica, En cierta formaAmerica es producto de la nueva ciencia. Fueron las necesi-dades concretas, las situaciones no imaginadas, 105 casosparticulates, bajo la perspectiva de los intereses propios decolonizadores y criollos, los que determinaron el nacimientode nuevas tecnicas, de nuevas formas de explotacion de losrecursos mineros y agricolas primordialmente.

NACIONALISMO Y RELIGION

Acorde con el rompimiento de una unidad religiosa cen-tral, en cuanto a dogma, tradicion y poder eclesiastico, enla epoca moderna el problema religioso se torna un problemalocal; de ahi surge el nacionalismo religiose que se expresaen distintos grados, desde la veneracion de imageries localeshasta la separacion y forrnacion de Ias distintas iglesias cris-tianas.

El nacionalismo religiose reviste una particular importan-cia en la explicacion de la formacion de la conciencia nacio-

Nacionalismo y religion 135

nal en nuestro autor. En su Primavera indiana, poema queSiguenza pretende sacro-historico, independientemente de lacalidad literaria que algunos autores han puesto en entre-dicho.P' se alude a una situacion de pureza excepcional, deinocencia primaria que hacen de Mexico un lugar de privi-legio desde el punto de vista religioso.

EI exaltado joven Siguenza, pues no contaba con masde diecisiete afios cuando escribio este poema, dedicado a"Maria Santissima de Guadalupe copiada de flores", comparala situacion religiosa de las mas importantes naciones euro-peas con Ia de Mexico, y concluye en la excelencia de laultima.

Refiriendome a Alemania asienta en la octava XXXVII desu poema:

Ahora que el Danubio procelosoEntrega a.l mar Hereticos raudalesSiendo veneno lugubre horrorosoLos que primero candidos cristalesY el Aguila Alemana, al luminosoPlaneta de la Fe, niega ImperialesObsequios, mendigando entre pasionesFunesto horror en vez de resplandores. 35

En el planteamiento barroco se percibe la contrarreforma,especialmente jesuitica, que el impacto de la reforma exigi6como respuesta. Se trata de este arte directo, sin doblez, dealguna manera definido por el Concilio de Trento para des-pertar directamente los sentimientos pios de los fieles.

Siguenza denuncia todos los aspectos negatives que hansido a su parecer consecuencia de la escision. Asi escribe enla octava XXXVIII:

Ahora que el frances Lilia floridaNegado a la Esmeralda que 10 adorna

34 Vimos ya en el capitulo primero como son calificados los versos de laPrimavera indiana par divers os autores, en forma negativa.

35 Primavera indiana. Pocma-sacro-historico, "Idea de Maria Santissima deGuadalupe, copiada de flores. Escrivelo Dn. Carlos de Sigiienza y Gongora.En Perez de Salazar, Francisco, Obras de Carlos de Sigiienza y Gongora, canuna biografia."Mexico, Sociedad de EibliMilos Mcxicanos, 192'8, pp. 347-377.octava XXXVII.

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J.)(j El nacionalismo

Se matricula at culto fementidoDel Heresiarcha vil que la abochorn.iSi can vanos sophismas s610 ha sidoCon 10 que el atheisrno se sobornaMisera Francia teme pues se muestraDe horror annada la invencible diestra. :;!;

AUD mas interesante que Ia denuncia de la herejia protcs-tante, es sin duda la de la impiedad de 105 Iranceses queSigucnza califica de ateismo, pues anticipa Ia lucha que unsiglo despues sed fundamental paTa el desarrollo intelectualde Occidente. E1 hombre del siglo XVII se debate entre lavieja tradicion del mundo unitario, cuya ultima explicaciondescansa en Dios, y la realidad heredada recientemente comomundo clisperso en que la explicacion mecanica de Ia natura-lcza, annque parcelada de una totalidad unitaria, es auto-noma.w Siguenza, desde la perspectiva religiosa, esta descleIucgo en pro de la tradicion: pero no excluye la modernidad,que en relacion a este pllllto, esta mas bien, como ya dijimos,en el hecho del nacionalismo que le hace ver a su partia comoun Iugar de primitiva pureza religiosa. A mas del guadalu-panismo qne Siguenza defendio en repetidas ocasiones yque venia muy a proposito para Iincar aun mas el nacio-nalismo, no descansa en Ia tarea de mostrar que Mexico,Eel a la verdadera fe, es paradigma de aquellas nacioncsde la Europa que la han perdido. En su octava XXXIX refiereel caso de Inglaterra:

Ahora que la Hidra venenosaEI caudaloso Tamesis escondeY al padron de la Ie siempre gloriosa

i;GSigiienza )' C(Jngora, Carlos de, P"imavem indiana, octava XXXVllJ.87 Hauser apunta ell su Origen de la literature y del arte moderno: "Lo

que nosotros entendcmos pm crisis del Rcnacimicuto puede cxpresarsc tam-bien, rcducicndo a una formula concisa, como crisis del hurnanismo. Esta crisissorncte a revision ell ultima instancia, la validcz de aquella grandiosa visionsintetica del u n iverso qne, centrada en cl hombre y en sus uccesidadcscspi ritualcs, trataba de unir Ia hcrcucia de la Antigucdad clasica y de IaEdad Media y aspiraba a conciliar tanto sus oposicioncs intcruas como lasque scparaban a csas cpo cas de las exigcncias del prcscntc."

Hausser, Arnold, O,·ign •.dr 1(/ litera/lira y del art« nunleruo, "EI manicris-mo crisis del Rcnacimicnto". Madrid, Ed. Guadarrama, 197-4, p. 24.

N acionalismo y 1'eligi6n 137

rI

COil pervert.idos dogmas correspondeEsfcra fuiste donde victoriosaLa piedad alv~rg6 y eres oy donclejAy dolor! se azicalan atra padasContra la ciega Fe, cicg-as espadas. ::~

Frente a la insensatez, el dogma e<luivocado, la Ialacia y laherejia, Mexico esta llamado a proyec:tar la luz de la religionpura y fieJ. La octava xu dice:

Ahora pues la celsitud divinaEn Sacro consistorio soberanote lcvanta a la es£cra cristalinaQue cmpafia astuto el Heresiarcha vanoSube Mexico pues, subc que dinaTu inocencia te aclama de la manoDe Aquel po'r quien al orbe ya te inducesPisando rayos y vistiendo luces. :If)

Ciertamente no son las extranjeras naciones, que han per-dido el contacto con Ia verdadera fe, quienes han de mostraral mundo el camino, sino una nueva nacion, la mexicana, laque sea ejemplo religioso del mundo: lugar privilegiado pOI

"Maria Santissima de Guadalupe" de donde se ha desterrarloIa idolatria.

El criollo Siguenza busca insertar a Mexico en Ia culturaoccidental tarnbien a traves de Ia via religiosa, ya que la luzdel evangelio ha arrancado al natural de la barbaridad y laIe nacional ha sido confirmada en el guadalupanismo. Deahi que no necesite la nueva nacion afincar su Ie en paradig-mas extranjeros: por el contrario, a Mexico han de volrearlos ojos quienes busquen el camino verdaclero.

La expresion de singulariclacl y autonomia no solo se reduceal campo de la fe, sino que Sigiienza extiende tales conceptos,como ya vim as, en su afan nacionalista, a la ciencia, al arte,ala virtud politica, de modo que su patria no rcquiere buscarejemplos extranjeros de virtud ni de heroismo, ni de arte.

;IS Siguenza y G6ngora, Carlos de, Primauera indiana, octava XXXIX.:l9 Siguenza y Gongora, Carlos de, Prinuuicra indiana, octava XLI.

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138 El nacionalismo Sintesis conclusiva

Sigiienza exhibe asf, orgullosamente, en forma nitida, la auto-nomia cultural de su criolla nacion.

otros, pues, aunque cada uno tenga sus peculiaridades ymodalidades propias, mas que despreciar habra que com-prender e integrar a todas las culturas.

Par otra parte, Sigiienza busca afanosamente, como yavimos, la integracion del mundo indigena, no solo como his-toria pasada en la cual se apoya el presente de Mexico,sino como cultura digna, cuya raiz espiritual, etnica y moraldebe ser avalada par el resto de Occidente, cuando declaraa 10s naturales de America descendientes de Neptune.

En relacion a la aceptacion discriminada de la culturaoccidental, Sigiienza es consciente de un doble prejuicio: elde suponer que no puede haber ciencia en America, cuyocorrelato es que solo en Europa es posible la ciencia. Aldesenrnascarar la doble falacia, Sigiicnza presta un servicioenorme a su patria, pues esto le perrnite proycetar a lacultura mexicana como valiosa en sus diversos aspectos, yabre la puerta al intercambio cultural en pie de igualdad,y no solo a la aceptacion indiscriminada de conocimien-tos, valores y normas de conducta.

El critico criollo asume el compromiso de rnostrar conobjetividad 10que Ia patria es y, aungue no 10gTadesembara-zarse de todos sus preconceptos, su actitud posibilita el enjui-ciamiento y analisis de la cultura europea, 10 cual aleja anuestros pensadores de la mera imitacion y es signa inequivo-co de modernidad mexicana. Denuncia el prejuicio de la im-posibilidad que America tiene de aportar algo valioso a lacultura, desde las postrimcrias del siglo XVII, y se adelantaa los juicios de los modernos criollos del siglo XVIII, cuandoexhibe orgullosamente los hechos y obras cuyo valor resultaa su juicio en ocasiones superior a los de factura europea.

Ciencia, arte, religion, procedimentos politicos y militaresque se proyectan desde America, son en su conjunto para elerudito don Carlos, diferentes, nuevos, en una palabra, pro-pios del Nuevo Mundo y de sus nuevos habitantes, losamericanos criollos.

El afan nacionalista de Sigiienza no es la resultante de uncapricho individual, sino la consecuencia historica de un pro-ceso de integraci6n que se dio al poner en contacto dos cul-turas diferentes, y en el que los vencedores, no obstante

SINTESIS CONCLUSIVA

A 10 largo de este estudio hemos visto cuales son las condi-ciones generales que determinan el quehacer de Sigiienzacomo historiador, y encontramos que su criollismo le lleva amostrar al mundo la novedad de su patria; sin embargo, no setrata como en los inicios de la cronica de Indias, del relatode Ias novedades dificiles de nombrar y asimilar: la novedad,que Sigiienza presenta a Europa, es la de la cristalizacion deuna cultura criolla, propia de America, derivada en partede la occidental, pero a la que se incorpora 10 valioso indl-gena.

La aspiraci6n a la autonomia cultural de Mexico debeentenderse, no como la renuncia al marco de la cultura occi-dental, sino como aportacion y ensanchamiento a este a travesde insertar el mundo indigena al concierto universal; y ala vez como aceptacion discriminada de valores sociales,morales, cientificos y religiosos procedentes de Europa.

En cuanto al primer aspecto, desde una perspectiva rena-centista, alentada por 105 descubrimentos, Sigiienza exclama:

... entranclo tambien a 1a parte cuatro ernperadores mcxi-canos, nacla inferiores en autoridad y grandeza a 10srestantesdel mundo, yatros algunos de Peru y Michoacan. Pero paraque me canso en mencionar 10s reyes americanos, cuyos tra-gicos fines se leen con lastirna en las indianas historias, cuan-do puede ser que en nuestras regiones subpolares, hastaahora incognitas haya imperios soberanos y reinos dilatadi-simos, cuyos senores necesariamente Ialtaron en ese sig10.40

En ultima instancia habra que aceptar que el mundo esmas vasto de 10 que Europa 10 habia concebido, y quetodos 10s pueblos y civilizaciones ignotas forman parte delmismo, y han de ser comprendidos a la luz de categoriaspositivas a traves de las cuales sean equiparables unos a

40 Sigiienza y G6ngora, Carlos de, Libra, pp. 38-39.

-,

139

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140 El nacionalismo

Imponer sus moldes y categorias, resultan en alguna formavencidos.

Sigiienza es un hombre excepcionaI, que no solo entiendeel proceso, sino que, motivado por sus propios intereses, 10estimula al poner en claro 105 supuestos de Ia nueva naciony al fundar la aspiracion a la autonomia cultural de Mexico.

La busqueda de la nueva nacion, de la criolla nacion, queen el se identifican, es el hecho central, motor de su hacerintelectual. Mitad suefio no cumplido aun, mitad realidad,la nueva ciencia, la religion, la nueva politica, son de origenutopico, pero se trocan en realidades sostenidas, no en unafan ilusorio de renovacion idealmente planificada, sino enel hecho de que el enfrentamiento indigena-espafiol ensan-cha los parametros conceptuales, enriquece el ambito cul-tural general, estimula la creacion y se proyecta siempre comoposibilidad de renovacion y cambia.

VII. EPiLOGO

paR QUE SIGUENZA ES UN AUTOR MODERNO

Al margen de los puntas de vista y de las impresiones subje-tivas, la afirmacion de la modernidad en relacion a un autorcomo Sigiienza descansa en uri criterio, una perspectiva yuna serie de hechos que en su conjunto nos permiten susten-tarla,

En cuanto al criterio sobre Ia modernidad, si entendemospor moderno, en el campo de las ideas, el rechazo a 10tradicional, habra que ser muy cuidadosos en su manejo.Efectivamente, en alguna forma la modernidad es la oposi-cion a 105 valores tradicionales: esto de manera abstractae independientemente del marco historico a que se refiere.Pero al vincularlo con la Epoca Moderna como periodohistorico, Ia modernidad puede precisarse can mayor rigorno unicamente como el rechazo a la tradicion medieval, sinocomo la crisis de esta tradicion replanteada e integrada enel humanismo renacentista. Es la crisis del humanismo rena-centista la que da paso a las nuevas ideas, a las ideas modern as.

Al aplicar este criterio de modernidad entendemos mejorel fen6meno concreto, mas como crisis que como rechazo.Mientras el rechazo plantea Ia polaridad, la crisis refiere ala contradiccion,

Si seguimos el criterio del rechazo tropezamos pronto conel problema del "grado de modernidad" que debemos atri-buir a cada autor. Desde esta perspectiva los padres de lamodernidad (Copernico, Colon, Lutero, Descartes, etcetera) ,resultan ininteligibles, son y no son modernos. Tal criteriaobliga a Koyre a decir que Copernico no fue un copernicano,y a los historiadores de la ciencia como Taton, que seriainjusta pedir a los modernos demasiada modemidad.

Es claro por tanto que el criteria, que polariza 10 nuevofrente a 10 tradicional como dos ambitos separados e in-conexos, es poco funcional para la comprension del des-arrollo de la cultura humana. As! pues, nos acogemos al

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142 Epilogo

criterio de la crisis que ve, en esta ruptura, no una escisioninsalvable sino un lento proceso de cambio plagado de contra-dicciones, en el que las nuevas teorfas se van consolidandopaulatinamente,

Se ponen asi en conexion el criterio de la modernidad yla perspectiva desde la cual la planteamos; esta es precisa-mente dialectica con respecto a 10s fen6menos y procesosconsiderados. En el caso de la crisis de las ideas tradicionalesy la aparicion de las nuevas ideas cientificas, filosoficas,politicas, religiosas, etcetera, la perspectiva dialectica nospermite cntender que el proceso de cambio se especifica comodesarrollo de Ias contradicciones y superacion de las mismas.Es par ello que la crisis, como factor de cambio, esta presenteen todos los autores modernos en 10sque las contradiccionesse hacen patentes y claman nuevas soluciones.

Dentro de esta misma perspectiva, el peso histori co de lasteorias cientificas es innegable; por e110el terrnino moder-nidacl esta indisolublerncnte ligado a las nuevas concepcionesffsicas y astronornicas. Esto permite insertar a un autor cri-tico, como Sigiienza, que participa en buena medida de lasideas cientificas mas avanzadas, en el ambito de la moder-nidad.

En Sisuenza se conjugan el interes por las nuevas teoriasb b

cientifico-astron6micas can una innegable y definida inten-cion critica, que se traduce en Iorrnas met6clicas concretaspara la presentacion de hechos y la confirrnacion de teorias.

Hemos afirmado antes que para poder calificar a Sigiienzacomo un autor moderno es indispensable contar con uncriterio de modernidad y una perspectiva historica en quese sustente adecuadarnente dicho criterio; pero, ademas, sonnecesarios los hechos que avalen semejante afirmacion.Cuando aplicamos el criterio de modernidad como crisis delhumanismo renacentista, a Carlos de Siguenza, encontramosno solamente cornprensible, sino suficienternente explicable,la serie de contradicciones que se hallan en sus obras.

Con objeto de no reiterar innecesariamente 10 que hemosdicho a 10 largo de esta tesis, podemos concretar 10.5hechosque le sefialan como un autentico autor moderno: por unIado, hemos mostrado que, desde el punto de vista cientifico,la critica es parte fundamental del metodo Irente a Ios cri-

Par que Sigiieriza 143

terios tradicionales en que se asentaban el conocimiento yla verdad. Por otra parte, Sigiienza pertenecio (tomandoellenguaje de Kuhn) a la comunidad cientifica de su tiempo;su conocimiento de numerosos autores contemporaneos, sumanejo de Copernico, Kepler, Galileo, Descartes, etcetera,y su intercambio de ideas con otros astr6nomos de recono-cido prestigio, en su momento, nos hablan elocuentementedel hecho.

Desde la perspectiva historiogrifi.ca, la modernidad deSiguenza se muestra en su afan critico, justa en el plantea-miento del metodo hist6rico como depuracion de la historia,en cuanto ella misma puede servir de fundamento a la cien-cia yes, por tanto, no solo un autentico conocimiento sinoun conocimiento util.

Moderno es tambien dentro de este ambito su conceptode la cultura, mucho mas amplio que el sustentado tradi-cionalmente. Para Sigiienza, Occidente se ensancha a partirdel descubrimiento de America, y surgen las comparacionesentre 105 diversos pueblos. Los problemas de la diversidady unicidad de la cultura se hacenen Sigiienza presentes comoformas particulares de la irrtegracion cultural de Mexico.

La modernidad de Sigiienza se expresa asimismo en suconcepto de la politica: es arte de gobernar que se nutreen el ejemplo y esta ligado mas a la practica que a la refle-xion te6rica, como acontece en un sinnumero de obras rena-centistas. Esta concepcion practica de la politica se vinculacon su sentido de la estrategia nacionalista, que Ie permiteargumentar en favor de la iexpansion de Nueva Espana ypreyer el peligro de la presencia de otras potencias extran-jeras en America.

Sigiienza vive desde dentro la lucha colonialista como unhecho caractcristico propio de 10s tiernpos modernos, perosiente del mismo modo la necesidad de la integracion nacio-nal y vislumbra la posibilidad de autonomia de su criollanacion. Cuando referirnos estos hechos desearnos ponerespecial enfasis en la particular intervencion consciente deSigiienza en los mismos; no s610 conoce las situaciones sinoque interviene activamente en los procesos de forrnacion dela conciencia nacional y, par ende, del sentimiento de auto-nomia, as! como de la reafirmacion frente a la extranjeda .

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141 Epilogo

Situaciones propias del criollo, pero no por ello menosnovedosas y fundamentales en la historia de la modernidadmexicana.

Finalmente, cabal testimonio de su modernidad es laseparacion que entreve entre verdad cientifica y verdad reli-giosa. Lo cual nos perrnite presentar, frente a la perspectivaunilateral de un Siguenza dogmatico "fideista", un matiz10 suficientemente fuerte, que enfoca con bases mas solidaslas contradicciones suscitadas a partir de la crisis del Rena-cimiento, en el ambito de la religion, como parte sustancialdel mundo moderno. .

En este mis.mo renglon se puede afirrnar la modernidadque exhibe el nacionalismo religioso de don Carlos. Se tratade un problema propio de la epoca, que tiene particularin£luencia en la forrnacion de la nacion mexicana.

Siguenza es un autor moderno en la medida en que parti-cipa de Ias nuevas perspectivas a que da lugar la crisis delRenacimiento, 10 cual explica el porque, a resar de su van-guardismo en el terreno de la ciencia, no pueda librarse decierto agnosticismo. Asimismo par que combatiendo a laastrologfa, es un astr6logo.

Las contradicciones se muestran tambien en el campode la historia; asi, pOl'un lado propone la critica de fuentesen el ambito del conocimiento historico, y por otro conservala relacion de milagros y sostiene un definido providencia-lismo.

Por ultimo, la timidez, la indecision en torno a los proble-mas en que la razon se enfrenta al dogma, constituyen eltestimonio palpable de su modernidad.

Engendrada en la crisis, la modernidad de Sigiienza seproyecta hacia el siglo XVIII inadvertidamente durante todala primera mitad: y resurge, apoyada por otra serie deinfluencias internas y externas, en el Mexico de los moder-nos jesuitas, autenticos herederos de don Carlos.

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La Idea de Historia en Carlos deSigilenza y G6ngom se termino de im-primir en la Irnprenta Universitaria cIdia 26 de agosto de 1982, Sucomposici6n se hizo en tipo Baskervillede 1l:12, 10:1l y 8:9, La cdicionconsta de I 300 ejemplares ell rustica.