La Iglesia - Eclesiología: Introducción a la Teología
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La Iglesia: Introducción a la eclesiología
Rev. Dr. Pablo A. Jiménez
www.drpablojimenez.com
+Introducción
La iglesia no sólo es una institución humana,
sino que también es una realidad teológica.
De aquí que exista una disciplina teológica—
la eclesiología—dedicada al estudio de la
Iglesia.
Bajo este acápite también se pueden
estudiar otros temas, tales como la teología
del ministerio y los sacramentos.
+Temario
En esta ocasión consideraremos
los siguientes temas:
La Iglesia
El ministerio
Los sacramentos u ordenanzas
Errores a evitar.
+
La Iglesia
+Definición
La Iglesia es la asamblea de la comunidad
de fe, de las personas que se acercan a
Dios confesando a Jesucristo como Señor y
Salvador.
La palabra española “iglesia” es una
transliteración del griego “ekklesía”, que
literalmente quiere decir “la asamblea” o la
“comunidad convocada”.
+El problema
La Iglesia, como comunidad de fe, debe ser
avanzada del Reino de Dios (para usar la
frase feliz de Carlos René Padilla).
Ahora bien, el problema es que
invariablemente hay una gran diferencia
entre la teoría de la Iglesia y la realidad de la
Iglesia. Mientras—al nivel teórico—la Iglesia
es una comunidad santa, en realidad es una
asamblea de personas pecadoras.
+La Iglesia visible y la invisible
San Agustín lidió con este problema proponiendo
una idea que después Juan Calvino retomó en
tiempos de la Reforma Protestante: el contraste
entre la Iglesia visible y la invisible.
La Iglesia visible es la realidad histórica que vemos,
mientras que la Iglesia invisible es la congregación
de todas las personas que han alcanzado salvación
por medio de la obra de Cristo, a través del tiempo y
del espacio.
+Las cuatro marcas de la Iglesia
El Credo Niceno incluye una frase sobre la
Iglesia, que dice: “Creo la iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. “
La teología cristiana ha llamado a estas
características “las cuatro marcas de la
Iglesia”.
Pasemos a considerarlas brevemente.
+Una
La primera marca de la Iglesia es su unidad.
Jesucristo sólo tiene una Iglesia en el mundo y
en la historia del mundo. Aunque el movimiento
cristiano pueda estar dividido en facciones,
concilios o denominaciones, estas divisiones
son meras facetas de la única Iglesia de Cristo.
Cuando San Agustín, Calvino y el resto de la
teología hablan sobre la Iglesia “invisible”, se
refieren al misterio de la unidad de la Iglesia.
+Santa
La santidad es la segunda marca de la Iglesia. Al
hablar de la santidad, debemos recordar que ésta va
mucho más allá de la piedad personal, alcanzando
la “santidad social” de la cual hablaba Juan Wesley.
La Iglesia visible debe esforzarse para vivir en
santidad, tanto al nivel personal como el social.
La santidad social nos lleva a adoptar una actitud
profética, abogando por las personas más
vulnerables de la sociedad.
+Católica o Universal
La palabra “católico” proviene de dos términos griegos:
“katá”, que quiere decir “según” o “de acuerdo” y “holos”,
que quiere decir “todo”.
Al hablar de la catolicidad de la Iglesia estamos
afirmando que toda la comunidad de fe, en su inmensa
diversidad, debe estar representada. En este sentido, la
catolicidad afirma la diversidad de la Iglesia.
Por lo tanto, el término “católico” no se refiere a la ICR ni
la palabra “universal” implica que la Iglesia debe ser
homogénea.
+Apostólica
La Apostolicidad de la Iglesia se refiere a su conformidad
a las enseñanzas de los Apóstoles y de la Iglesia
Primitiva.
Para garantizar la pureza doctrinal y para contrarrestar
los reclamos del gnosticismo, la Iglesia desarrolló el
concepto de la Sucesión Apostólica. La Iglesia Católica
Romana, las Iglesias Ortodoxas y la Episcopal o
Anglicana observan esta práctica.
Empero, las Iglesias Reformadas, “Libres” y el
Pentecostalismo no observan la Sucesión Apostólica.
+Ministros, palabra & sacramento
Juan Calvino afirmó que la Iglesia está
presenta allí donde se proclama la Palabra y
se celebran los sacramentos.
Esta visión ha sido sumamente importante
en el desarrollo de la eclesiología
protestante.
+
El ministerio
+El ministerio de Cristo
2 Corintios 5.17-19 afirma que sólo existe un
ministerio, el de Cristo, quien llama a la Iglesia a
participar del mismo:
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo
mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,
no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
+La participación de la Iglesia
Todo creyente está llamado a participar en el
ministerio de Cristo, de dónde surge la idea del
“Sacerdocio Universal del Creyente”.
No obstante, desde el comienzo la Iglesia ha
nombrado y reconocido a ciertas personas como
líderes del movimiento.
Los primeros líderes del movimiento fueron los
“apóstoles”, palabra que significa “enviados” y que
originalmente se refería a la tarea misionera de los
discípulos de Jesús.
+Tres conceptos bíblicos
Ya en las Epístolas Pastorales—el grupo de cartas
compuesto por 1 y 2 Timoteo y Tito—podemos ver la
génesis del “ministerio triple” en la Iglesia:
Diácono – diaconisa: Eran líderes de los grupos pequeños
que se reunían principalmente en hogares.
Anciano – anciana: Pastoreaban las Iglesias, compuestas
por los grupos pequeños que estaban en un pueblo pequeño
o en un sector de una gran ciudad.
Obispo o supervisor: Supervisaban Iglesias en una región
geográfica dada o pastoreaban la Iglesia en una gran ciudad.
+El “ministerio triple”
Con el tiempo, el significado cambió,
tomando definiciones claras.
Diácono: Ayudante pastoral o candidato al
ministerio.
Anciano o Presbítero: Pastor de una Iglesia
local.
Obispo: Supervisor de las Iglesias ubicadas
en una “diócesis” y pastor de la Iglesia más
importante de la misma.
+Significados fluidos
La visión explicada arriba domina en la ICR, el
Movimiento Anglicano y la Iglesia Metodista,
entre otras.
Una vez más, las Iglesias Reformadas, las
Libres y las Pentecostales tienen una visión
distinta.
Por lo tanto, el significado de estos términos es
fluído, pues varía de tradición en tradición.
+El llamamiento divino
Las personas que aspiran a ejercer el liderazgo pastoral se
sienten llamadas por Dios. Afirman, pues, que sus aspiraciones
ministeriales surgen en respuesta al llamado o la vocación
divina.
Empero, la Iglesia entiende que el llamado al ministerio debe
ser discernido tanto por la persona que aspira al liderazgo
como por la comunidad de fe.
Históricamente, la Iglesia ha rechazado a las personas que
acceden al liderazgo por medio del soborno, la violencia y la
manipulación.
+La dignidad del ministro
Otro tema importante es la relación entre el “clero” y
el “laicado”.
Algunos movimientos cristianos afirman que quienes
fungen como líderes o agentes pastorales tienen
mayor dignidad ante Dios que el resto de la
comunidad de fe.
Sin embargo, otros movimientos afirman que la
diferencia entre laicado y clero es de función, no de
dignidad. Es decir, que aunque tienen labores
distintas, tienen el mismo valor ante Dios.
+Los sacramentos u
ordenanzas
+Definición
Un “sacramento” es un ritual por medio del cual el
creyente, al nivel individual, y la comunidad, al nivel
general, recibe la gracia divina. Es decir, un
sacramento es un “medio de gracia”.
No obstante, el Movimiento de Restauración y las
denominaciones que surgen del mismo prefieren
usar la palabra “ordenanza” para referirse a los
rituales que Jesús el Cristo le encomendó a la
Iglesia.
+Los siete sacramentos tradicionales
Tradicionalmente, la Iglesia Cristiana
reconoce siete sacramentos:
Bautismo
Confirmación
Comunión
Penitencia
Extrema unción
Matrimonio
Ordenación
+Los más importantes
Empero, queda claro que el bautismo y la
comunión—también llamada eucaristía y
cena del Señor—son los dos sacramentos
más importantes, dado que responden a
mandamientos directos del Señor Jesús.
Una vez más, a partir de la Reforma, varios
movimientos cristianos sólo reconocen dos
sacramentos u ordenanzas: el bautismo y la
cena del Señor.
+¿Quién puede oficiar?
Otro de los dilemas que presenta la teoría del ministerio
es quién puede oficiar los sacramentos u ordenanzas.
En muchas Iglesias, sólo las personas ordenadas como
“presbíteros” pueden oficiar los sacramentos. En el
movimiento reformado sólo las personas ordenadas al
ministerio pastoral pueden oficiarlos.
Empero, en otros movimientos se permite que el
liderazgo laico también oficie los rituales sagrados.
+La eficacia del sacramento
El último dilema que consideraremos en esta
ocasión es la eficacia del ministerio. La pregunta es:
¿Son válidos los sacramentos oficiados por un
ministro que se prueba indigno?
La Iglesia decidió que la eficacia del sacramento NO
depende de la dignidad del ministro. Si el ritual se
hace de manera correcta y la persona creyente tiene
fe sencilla, el mismo es efectivo, aún cuando el
oficiante a la larga se pruebe indigno.
+
Errores a evitar
+El triunfalismo
El triunfalismo es la “actitud real o supuesta,
de seguridad en sí mismo y superioridad,
respecto a los demás, fundada en la propia
valía” (RAE).
La Iglesia actúa de manera triunfalista
cuando exagera su propio valor y
menosprecia a los demás. Las cruzadas son
uno de los ejemplos más claros de
triunfalismo en la historia de la Iglesia.
+La jerarquización
La exagerada división entre clero y laicado también
puede convertirse en un problema para la Iglesia.
Del mismo modo, el abuso de poder por parte de las
personas que ocupan los puestos más altos en la
jerarquía de la Iglesia son un vicio que se opone a
las mejores virtudes cristianas.
Un líder cristiano verdadero nunca abusa
moralmente, sexualmente o económicamente a su
rebaño.
+El sectarismo
Desgraciadamente, desde los comienzos de la historia
eclesiástica han surgido grupos que reclaman ser “la
Iglesia verdadera”, menospreciando a los demás.
Estos grupos pueden caer en errores tales como
considerar que los demás no son creyentes verdaderos,
que su bautismo no es válido o que no alcanzarán
salvación, entre otros errores.
Algunas sectas pueden tornarse violentas, justificando
excesos tales como al asesinato y el suicidio.
+
Conclusión
+Palabra y sacramento
Concluyo repitiendo y afirmando el concepto
de Calvino: la Iglesia de Cristo está presente
allí donde se predica la Palabra de Dios de
manera fiel a las escrituras y donde se
ofician los sacramentos u ordenanzas de
manera correcta.
Quiera Dios que podamos discernir la
presencia de Cristo en nuestros medios.
+
FIN
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