LA INCERTIDUMBRE

A veces todos los caminos se cierran.

A veces la incertidumbre gana la partida.

Y no sólo la gana, sino que se presenta airosa,

altanera

engreída.

Uno asiente, reconoce con dignidad la derrota.

Aunque, aún con las cartas en la mano, parece no comprender cómo se le

escurrió la victoria, estando tan cerca, casi respirando el éxito.

Un golpe de suerte, que de haber sido posible, sería muy de otro modo:

Sería atribuido a una extensa labor, a cierta astucia, contaría con múltiples

agradecimientos…

Pero no!

Hay que soportar el alarde.

A estas alturas se siente que no hay ecuación perfecta, que todo ha sido una

farsa. Como si alguien sobre el final hubiera cambiado las reglas del juego.

Anaidsirap