La Inflación
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LA INFLACIÓN
VICTOR VARGAS HORNO 1º C
ÍNDICE
1. ¿Qué es la inflación?
2. Tipos de inflación
3. Causas de la inflación
4. Índice de inflación
5. Teorías sobre la inflación
6. Como parar la inflación
7. Procesos de la inflación
8. Palabras del ministro Solbes sobre las propinas y la inflación
¿QUÉ ES LA INFLACIÓN?
En economía, la inflación es el aumento sostenido y generalizado del
nivel de precios de bienes y servicios, medido frente a un poder
adquisitivo estable. Se define también como la caída en el valor de
mercado o del poder adquisitivo de una moneda en una economía en
particular, lo que se diferencia de la devaluación, dado que esta
última se refiere a la caída en el valor de la moneda de un país en
relación con otra moneda cotizada en los mercados internacionales,
como el dólar estadounidense, el euro o el yen.
También la inflación es la continua y persistente subida del nivel
general de precios; se mide mediante un índice del coste de diversos
bienes y servicios. Los aumentos reiterados de los precios erosionan
el poder adquisitivo del dinero y de los demás activos financieros que
tienen valores fijos, creando así serias distorsiones económicas e
incertidumbre. La inflación es un fenómeno que se produce cuando
las presiones económicas actuales y la anticipación de los
acontecimientos futuros hacen que la demanda de bienes y servicios
sea superior a la oferta disponible de dichos bienes y servicios a los
precios actuales, o cuando la oferta disponible está limitada por una
escasa productividad o por restricciones del mercado. Estos
aumentos persistentes de los precios estaban históricamente
vinculados a las guerras, hambrunas, inestabilidades políticas y otros
hechos concretos.
Es un desequilibrio económico caracterizado por la subida general de
los precios y provocado por la excesiva emisión de billetes de banco,
un déficit presupuestario o por falta de adecuación entre la oferta y la
demanda.
La inflación es la presencia en la circulación de una gran cantidad de
papel moneda que rebasa las necesidades de la circulación de
mercancías o que sobrepasa a la cantidad de oro que lo respalda.
La inflación se puede dar porque el Estado financia su gasto público a
través de la creación (emisión de dinero, que al no tener respaldo
pierde valor y por lo tanto disminuye su poder adquisitivo de la gente,
se tiene que pagar más dinero por las mismas cosas. Se rompe el
equilibrio para que la producción circule normalmente, hay un exceso
de circulante en relación con la producción.
.
TIPOS DE INFLACIÓN
Cuando la subida de los precios sigue una tendencia gradual y lenta,
con una media anual de unos pocos puntos porcentuales, no se
considera que la inflación sea una amenaza seria para el progreso
económico y social. Puede incluso llegar a estimular la actividad
económica: la sensación de que la renta personal está creciendo por
encima de la productividad puede estimular el consumo; la inversión
en la compra de viviendas puede aumentar, al anticiparse la
apreciación futura de los precios; la inversión de las empresas
de negocios en fábricas y maquinaria puede crecer, puesto que los
precios aumentan por encima de los costes, y los individuos, las
empresas y los gobiernos que piden prestado descubren que pagarán
los préstamos con dinero que tendrá un menor poder adquisitivo, por
lo que tendrán un mayor incentivo para pedir dinero prestado.
Más preocupante resulta el crecimiento de la inflación cuando implica
mayores subidas de precios, con medias anuales entre el 10 y el 30%
en algunos países industrializados, e incluso del cien por cien en
algunos países en vías de desarrollo. La inflación crónica tiende a
perpetuarse, aumentando aún más a medida que las distorsiones
económicas y las expectativas pesimistas se van acumulando. Para
hacer frente a esta inflación crónica se frenan las actividades
normales de la economía: los consumidores compran bienes y
servicios para evitar los precios futuros; la especulación sobre la
propiedad aumenta; las empresas se centran en inversiones a corto
plazo; los incentivos para ahorrar, adquirir pólizas deseguros, planes
de pensiones o bonos a largo plazo son menores, puesto que la
inflación erosiona su rentabilidad futura; los gobiernos aumentan sus
gastos corrientes anticipándose a menores ingresos en el futuro; los
países que dependen de sus exportaciones pierden ventajas
competitivas en el comercio internacional, lo que les obliga a
emprender medidas proteccionistas y controles de la unidad
monetaria arbitrarios.
Bajo su forma más extrema, los aumentos persistentes de los precios
pueden convertirse en lo que se denomina hiperinflación, provocando
la crisis de todo el sistema económico. La hiperinflación que se
produjo en Alemania tras la I Guerra Mundial, por ejemplo, provocó
que la cantidad de dinero en circulación aumentara más de siete mil
millones de veces, y que los precios se multiplicaran por más de diez
mil millones en 16 meses antes de noviembre de 1923. Otros
ejemplos de hiperinflación son los fenómenos producidos en Estados
Unidos y en Francia a finales del siglo XVIII; en la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) y en Austria tras la I Guerra Mundial; en
Hungría, China y Grecia tras la II Guerra Mundial; y en algunos países
en vías de desarrollo en las últimas décadas del siglo XX. Esta
situación fue particularmente intensa en algunos países de América
Latina, como México, Argentina o Brasil, a partir de la década de
1960.
Cuando se produce una hiperinflación, el crecimiento del dinero y de
loscréditos aumenta de forma explosiva, destruyendo los vínculos con
los activos reales y obligando a volver a complejos acuerdos de
trueque. A medida que los gobiernos intentan hacer frente a los
pagos de los programas de gasto incrementados, expandiendo la
demanda, la financiación inflacionista del déficit presupuestario
distorsiona la estabilidad económica, social y política.
Una forma de inflación con relevancia histórica fue la que se produjo
en la época del bimetalismo y del patrón oro que consistía en la
deflación monetaria cuando el gobernante reducía la cantidad de
metal precioso que llevaban las monedas. Esta actuación permitía
asegurar al Estado beneficios a corto plazo, puesto que éste podía
utilizar la misma cantidad de metales preciosos para acuñar más
monedas, pero, a largo plazo, esto aumentaba el nivel general de
precios debido a la ley de Greshamsegún la cual 'el dinero malo
desplaza al bueno'. Estas deflaciones monetarias solían deberse a los
esfuerzos bélicos de los gobiernos, lo cual explica parcialmente la
correlación de la inflación con la inestabilidad política. La entrada de
plata proveniente del Nuevo Mundo en Europa en el siglo XVI también
se asocia con los aumentos graduales de los precios en aquella
época, cuando el valor de los metales preciosos tendía a disminuir.
Esta teoría, sin embargo, no es aceptada de forma general. En la
actualidad, los gobiernos hacen lo mismo cuando emiten más dinero
del necesario, o cuando, de cualquier otra forma, modifican el valor
del dinero.
· Inflación moderada.
Se caracteriza por una lenta subida de los precios. Clasificamos
entonces, con arbitrariedad, las tasas anuales de inflación de un
dígito. Cuando los precios son relativamente estables, el público
confía en el dinero. De esta manera lo mantiene en efectivo porque
dentro de un cierto tiempo (mes, año), tendrá casi el mismo valor que
hoy.
Comienza a firmar contratos a largo plazo expresados en términos
monetarios, ya que confía en que el nivel de precios no se haya
distanciado demasiado del valor del bien que vende o que compra.
No le preocupa o no le interesa tratar de invertir su riqueza en activos
“reales” en lugar de activos monetarios y de papel ya que piensa que
sus activos monetarios conservarán su valor real.
· Inflación galopante.
Es una inflación que tiene dos o tres dígitos, que oscila entre el 20, el
100 o el 200 % al año.
Dentro del extremo inferior del conjunto encontramos países
industriales avanzados, caso de Italia. Otros países, como los
latinoamericanos, Argentina y Brasil, muestran en la década de los
setenta y en la de los ochenta, tasas de inflación entre el 50 y el 700
%.
Cuando la inflación galopante arraiga, se producen graves
distorsiones económicas. Generalmente, la mayoría de los contratos
se ligan a un índice de precios o a una moneda extranjera (dólar); por
ello, el dinero pierde su valor muy deprisa y los tipos de interés
pueden ser de 50 ó 100 % al año.
Entonces, el público no tiene más que la cantidad de dinero mínima
indispensable para realizar las transacciones diarias.
Los mercados financieros desaparecen y los fondos no suelen
asignarse por medio de los tipos de interés, sino por medio del
racionamiento. La población recoge bienes, compra viviendas y no
presta dinero a unos tipos de interés nominales bajos.
Es extraño ver que las economías que tienen una inflación anual del
200 % consigan sobrevivir a pesar del mal funcionamiento del
sistema de precios. Por el contrario, estas economías tienden a
generar grandes distorsiones económicas, debido a que sus
ciudadanos invierten en otros países y la inversión interior
desaparece.
· Hiperinflación.
Aunque parezca que las economías sobreviven con la inflación
galopante, el concepto de la hiperinflación se afianza como una
tercera división. Decimos que esta se produce cuando los precios
crecen a tasas superiores al 100 % anual. Al ocurrir esto, los
individuos tratan de desprenderse del dinero líquido de que disponen
antes de que los precios crezcan más y hagan que el dinero líquido de
que disponen antes de que los precios crezcan más y hagan que el
dinero pierda aún más valor. Todo este fenómeno es conocido como
la huída del dinero y consiste en la reducción de los saldos reales
poseídos por los individuos, ya que la inflación encarece la posesión
del dinero.
No se puede decir nada bueno de una economía de mercado en la
que los precios suben un millón o incluso un billón % al año.
Las hiperinflaciones se consideran como algo extremo y vienen
asociadas a guerras, consecuencias de dichas guerras, revoluciones,
etc.
Hoy en día todo escasea, menos el dinero. Los precios son caóticos y
la producción está desorganizada.
Todo el mundo tiende a acaparar cosas y a tratar de deshacerse del
papel moneda “malo” que desplaza de la circulación al dinero
metálico “bueno”. Con ello, llegan de nuevo los inconvenientes del
trueque. La hiperinflación más documentada se produjo en Alemania
durante el periodo posterior a la primera Guerra Mundial (1.922-
1.923). En ella el gobierno puso en marcha la emisión de dinero,
elevando los precios y el dinero a grandes niveles. Consecuencia de
esto fue, que el dinero que una persona tenía en 1.922 queda apenas
sin valor en 1.923. Algunos estudios han encontrado varios rasgos
comunes en las hiperinflaciones:
· Primero, la demanda real de dinero disminuye radicalmente. Como
consecuencia de esto, los precios crecen en un 29'72 %, es decir, en
la trigésima parte del nivel existente anteriormente. Se intenta
deshacerse del dinero para no sufrir su pérdida de valor,
· Segundo, los precios relativos se vuelven muy inestables.
Normalmente, los salarios reales sólo varían al mes un punto
porcentual o menos. Pero en esa época, los salarios reales variaron
en un tercio al mes (aumentando o disminuyendo).
Esta variación de los precios relativos y de los salarios reales muestra
con claridad el elevado costo de la inflación. Finalizando, la
hiperinflación produce los efectos más profundos en la distribución de
la riqueza.
CAUSAS DE LA INFLACIÓN
La inflación de demanda es aquel fenómeno que ocurre cuando la
demanda excede a la oferta, forzando el aumento de los precios y de
lossalarios, así como el coste de los materiales, los costes de
funcionamiento y los financieros. La inflación de costes se produce
cuando los precios aumentan para poder hacer frente a los costes
totales manteniendo los márgenes de beneficios. Se puede generar
una espiral inflacionista cuando las instituciones y los grupos de
presión reaccionan ante cada nueva subida de precios. Se producirá
una deflación cuando se consiga revertir la espiral inflacionista.
Existen diferentes explicaciones sobre las causas de la inflación. De
hecho parece que existen diversos tipos de procesos económicos
diferentes que producen inflación, y esa es una de las causas por las
cuales existen diversas explicaciones: cada explicación trata de dar
cuenta de un proceso generador de inflación diferente, aunque no
existe una teoría unificada que integre todos los procesos. De hecho
se han señalado que existen al menos tres tipos de inflación:
Inflación de demanda, la inflación de demanda es aquel fenómeno
que ocurre cuando la demanda excede a la oferta, forzando el
aumento de los precios y de los salarios, así como el coste de los
materiales, los costes de funcionamiento y los financieros. También
cuando la demanda general de bienes se incrementa, sin que el
sector productivo haya tenido tiempo de adaptar la cantidad de
bienes producidos a la demanda existente.
Inflación de costes, se produce cuando los precios aumentan para
poder hacer frente a los costes totales manteniendo los márgenes de
beneficios. Se puede generar una espiral inflacionista cuando las
instituciones y los grupos de presión reaccionan ante cada nueva
subida de precios. También cuando el coste de la mano de obra o las
materias primas se encarece, y en un intento de mantener la tasa de
beneficio los productores incrementan los precios.
Inflación auto construida, ligada al hecho de que los agentes prevén
aumentos futuros de precios y ajustan su conducta actual a esa
previsión futura.
ÍNDICE DE INFLACIÓN
La existencia de inflación durante un período implica un aumento
sostenido (ya que se incrementa a medida que pasa el tiempo) del
precio de los bienes en general. Para poder medir ese aumento, se
crean diferentes índices que miden el crecimiento medio porcentual
de una cesta de bienes ponderada en función de lo que se quiera
medir.
El índice más utilizado para medir la inflación es el "índice de precios
al consumidor" o IPC, el cual indica porcentualmente la variación en el
precio promedio de los bienes y servicios que adquiere un consumidor
típico en dos periodos de tiempo, usando como referencia lo que se
denomina en algunos países la cesta básica.
Existen otros índices como son el "índice de precios al mayorista"
(IPM) y el "índice de precios al productor", los cuales difieren del IPC
en que no incluyen gravámenes e impuestos, ni la ganancia obtenida
por mayoristas y productores. Estos índices son utilizados para hacer
mediciones específicas en el comportamiento de la economía de un
país, pero no utilizados como índices oficiales de inflación.
También existen índices para otros sectores de la economía, como el
índice de precios de los bienes de inversión, que también son muy
útiles en sus respectivos campos.
El IPC es el índice más usado, aunque no puede considerarse como
una medida absoluta de la inflación porque sólo representa la
variación de precios efectiva para los hogares o familias. Otro tipo de
agentes económicos, como los grandes accionistas, las empresas o
los gobiernos consumen bienes diferentes y, por tanto, el efecto de la
inflación actúa diferente sobre ellos. Los factores de ponderación para
los gastos de los hogares, o de presupuestos familiares, se obtienen
mediante encuesta. En el IPC no están ponderados ni incluidas otras
transacciones de la economía como los consumos intermedios de las
empresas ni las exportaciones ni los servicios financieros. No
obstante, dado que no hay forma exacta de medir la inflación, el IPC
(que se basa en las proporciones de consumo de la población) se
considera generalmente como el índice oficial de inflación.
El diferencial de inflación es la diferencia entre los niveles de inflación
de un país y los de su entorno económico y a corto plazo tiene efectos
importantes sobre la balanza comercial de los países.
Un dato curioso es que el 2007 se cierra con un índice de la inflación
en el 4,3%.
TEORÍAS SOBRE LA INFLACIÓN
Teoría monetaria
Uno de los esquemas explicativos más aceptados sobre la causa de la
inflación es la que indica simplemente que la inflación la promueve la
expansión de la masa monetaria a una tasa superior a la expansión
de la economía. De acuerdo a esta teoría la fórmula para determinar
el precio general de bienes de consumo viene dado por:
Donde:
es el precio de los bienes de consumo;
es el monto que representa la demanda agregada por bienes y
servicios; y
representa el suministro agregado de bienes de consumo.
En otras palabras, los precios subirán si el agregado de suministro de
bienes baja en relación a la demanda agregada por dichos bienes.
Siguiendo esta teoría la demanda agregada está basada
principalmente en el monto total de dinero existente en una
economía, lo que se traduce en que: al incrementarse la masa
monetaria, la demanda por bienes aumenta y si esta no viene
acompañada en un incremento en la oferta de bienes, la inflación
surge.
Existe otra teoría que relaciona a la inflación con el incremento en la
masa monetaria sobre la demanda por dinero lo cual significaría que
"la inflación es siempre un fenómeno monetario" tal como lo
afirma Milton Friedman. Siguiendo esta línea de pensamiento, el
control de la inflación descansa en la prudencia fiscal y monetaria; es
decir el gobierno debe asegurarse que no sea muy fácil obtener
préstamos, ni tampoco debe endeudarse él mismo significativamente.
Por tanto este enfoque resalta la importancia de controlar los déficits
fiscales y las tasas de interés, así como la productividad de la
economía.
Teoría neokeynesiana
De acuerdo a esta teoría existen tres tipos de inflación de acuerdo a
lo que Robert J. Gordon denomina "el modelo del triángulo".
La inflación en función a la demanda por incremento del PNB y una
baja tasa de desempleo, o lo que denomina la "curva de Phillips".
La inflación originada por el aumento en los costos, como podría ser
el aumento en los precios del petróleo.
Inflación generada por las mismas expectativas de inflación, lo cual
genera un círculo vicioso. Esto es típico en países con alta inflación
donde los trabajadores pugnan por aumentos de salarios para
contrarrestar los efectos inflacionarios, lo cual da pie al aumento en
los precios por parte de los empresarios al consumidor, originando un
círculo vicioso de inflación.
Cualquiera de estos tipos de inflación puede darse en forma
combinada para originar la inflación de un país. Sin embargo las dos
primeras mantenidas por un período sustancial de tiempo dan origen
a la tercera. En otras palabras una inflación persistente originada por
elementos monetarios o de costos da lugar a una inflación de
expectativas.
De estas tres, la tercera es la más dañina y difícil de controlar, pues
se traduce en una mente colectiva que acepta que la inflación es un
elemento natural en la economía del país. En este tipo de inflación
entra en juego otro elemento, que es la especulación que se produce
cuando el empresario o el oferente de bienes y servicios incrementa
sus precios en anticipación a una pérdida de valor de la moneda en
un futuro o aprovecha el fenómeno de la inflación para aumentar sus
ganancias desmesuradamente.
Teoría del "supply-side"
Esta teoría afirma que la inflación se produce cuando el incremento
en la masa monetaria excede la demanda de dinero. El valor de la
moneda, entonces, está determinada por estos dos factores. La
inflación en los años 1970 en EE.UU. se ve como causada por el
incremento en la masa monetaria que ocurrió tras la salida de este
país de los acuerdos de Bretton Woods, que sujetaba el valor de la
moneda al patrón oro. Según esta teoría el incremento en la masa
monetaria no tiene efectos inflacionarios en la medida que la
demanda de dinero aumente proporcionalmente.
Esta teoría explicaría la baja en la tasa de inflación en los
años 1980 en EE.UU. debido a la expansión económica que se produjo
a raíz de la reducción en los impuestos. Se explica esto indicando que
una expansión en la economía origina un incremento en la demanda
de dinero, lo cual contrarresta el efecto inflacionario que
normalmente conlleva el aumento en la masa monetaria.
COMO PARAR LA INFLACIÓN
Se han sugerido diferentes métodos para parar la inflación. Los
Bancos Centrales pueden influir significativamente en este sentido
fijando la tasa de interés y controlando la masa monetaria. Las tasas
de interés altas, que reducen el crecimiento en la masa monetaria,
son una forma tradicional de combatir la inflación. El lado negativo de
esta política es que puede estancar el crecimiento en la economía y
promover el desempleo, lo cual se puede observar actualmente en
algunos países europeos.
Los propulsores de la teoría del "supply side" se inclinan por la fijación
de la tasa de cambio de la moneda o reducción de las tasas de
impuestos en un régimen de tasa de cambio flotante para fomentar la
creación de capital y la reducción en el consumo.
Otro método es establecer control sobre los salarios y sobre los
precios. Esto fue implantado por el gobierno de Nixon al principio de
la década de los 70 con resultados negativos. En general, la mayor
parte de los economistas coinciden en afirmar que los controles de
precios son contraproducentes pues distorsionan el funcionamiento
de una economía, dado que promueven la escasez de productos y
servicios y disminuyen su calidad, entre otros.
Cualquier intento serio de combatir la inflación implicará dificultades
y riesgos, siendo además un proceso largo porque las medidas
restrictivas tienden a reducir la producción y el empleo antes de que
se hagan patentes los beneficios. Por otra parte, las medidas fiscales
y monetarias expansivas tienden a aumentar el nivel de actividad
económica antes de que aumenten los precios. Estos riesgos
económicos y políticos explican por qué predominan las políticas
expansionistas.
Las medidas de estabilización anulan los efectos de la inflación y la
deflación al restablecer el nivel normal de actividad económica. Para
que sean efectivas, estas medidas tienen que ser permanentes y no
solamente ajustes temporales que, a menudo, no consiguen más que
agravar las variaciones cíclicas. El requisito indispensable para luchar
contra la inflación implica que la cantidad de dinero y de créditos
crezca a una tasa estable en función de las necesidades de
crecimiento de la economía real y financiera. Los bancos centrales
pueden determinar, a largo plazo, la disponibilidad de dinero y
créditos controlando las reservas financieras necesarias, y con otro
tipo de medidas. La restricción monetaria durante las recesiones
cíclicas permite la recuperación financiera.
Sin embargo, las autoridades monetarias no pueden imponer la
estabilidad económica si la inversión y el consumo privados siguen
creando presiones inflacionistas o deflacionistas, o si el resto de la
política económica entra en contradicción con la política monetaria
anti-inflacionista. El gasto público y la política impositiva tienen que
ser coherentes con la actuación monetaria con el fin de lograr
estabilidad y evitar excesivas oscilaciones en la política económica.
Concretamente, los gobiernos tienen que financiar sus enormes
déficit presupuestarios o bien pidiendo prestado o bien emitiendo
dinero. Si se adopta esta última medida, las presiones inflacionistas
aparecen inevitablemente. La única forma de lograr que las medidas
de estabilización sean efectivas es manteniendo una política
monetaria y fiscal estable y coordinada.
También es necesario emprender medidas desde el lado de la oferta
para luchar contra la inflación y evitar los efectos de estancamiento
económico debidos a la deflación. Entre las posibles medidas a tomar
desde el lado de la oferta se encuentran las medidas incentivadoras
del ahorro y la inversión; mayor gasto para el desarrollo y la
aplicación de nuevas tecnologías; la mejora de las técnicas de gestión
y de la productividad del trabajo a través de la educación y las
prácticas laborales; mayores esfuerzos para mantener estable el valor
de las materias primas y para desarrollar nuevos recursos; y la
reducción de la excesiva regulación gubernamental.
Algunos analistas recomiendan la aplicación de políticas de rentas
para luchar contra la inflación. Estas políticas abarcan desde las
imposiciones gubernamentales sobre niveles de precios, salarios,
rentas y tipos de interés hasta los incentivos fiscales, o simplemente
recomendaciones hechas por el gobierno. Algunos afirman que la
intervención del Gobierno podría complementar las principales
medidas económicas monetarias y fiscales, pero los críticos de esta
postura destacan la ineficiencia de los anteriores programas de
control en los países desarrollados. Entra en lo posible que las futuras
medidas de estabilización se basen en coordinar las políticas
monetarias y fiscales, además de en aumentar los esfuerzos desde el
lado de la oferta para mantener la productividad y desarrollar nuevas
tecnologías.
Todos los temas relacionados con la inflación, la deflación y las
políticas asociadas con estas problemáticas están adquiriendo mayor
importancia debido a la creciente movilidad de la inversión y a la
especulación de los mercados internacionales, que cada vez están
más interrelacionados, sobre todo en las últimas décadas del siglo XX.
Dado que las finanzas internacionales pueden cambiar el valor de una
moneda en cuestión de minutos, o llevar a un país a la crisis
económica, la gestión empresarial está adquiriendo un papel
relevante a la hora de lograr la estabilidad económica.
PROCESOS DE LA INFLACIÓN
Proceso hiperinflacionario
Cuando la inflación desborda toda posibilidad de control y
planeamiento económico, se desata lo que se conoce como proceso
hiperinflacionario, en el cual la moneda pierde su propiedad de
reserva de valor y de unidad de medida. Es un proceso de destrucción
de la moneda. Se desata la estanflación (inflación con desempleo), y
se hace imposible el cálculo y planeamiento económico, lo cual lleva
a destruir la economía. Entre los procesos hiperinflacionarios más
estudiados en el mundo se encuentra el caso alemán, el caso
argentino y el caso ruso.
Estanflación
La estanflación indica el momento o coyuntura económica en que,
dentro de una situación inflacionaria, se produce un estancamiento
de la economía y el ritmo de la inflación no cede. Estanflación es un
término que fue acuñado en 1965 por el entonces ministro de
Finanzas británico, Ian McLeod quien, en un discurso ante el
Parlamento en ese año, dijo: Ahora tenemos lo peor de ambos
mundos: no sólo inflación por un lado o estancamiento por otro.
Tenemos algo así como una estanflación. Estanflación combina los
términos «recesión» e «inflación», es la situación económica que
indica la simultaneidad del alza de precios, el aumento del desempleo
y el estancamiento económico, entrando en una crisis o incluso
recesión.
Deflación
La deflación es la caída generalizada del nivel de precios
de bienes yservicios en una economía. Es el movimiento contrario a
la inflación.
Esta situación económica en que los precios disminuyen es producida
por una falta de demanda, y es mucho más peligrosa y temida por
losGobiernos que la inflación.
La deflación puede desencadenar un círculo vicioso: Los comerciantes
tienen que vender sus productos para cubrir al menos sus costos fijos
(entendiendo que el precio ya no alcanza para pagar los costes
variables), por lo que bajan los precios. Con precios bajando de forma
generalizada, la demanda se disminuye más, porque los
consumidores entienden que no merece la pena comprar si mañana
todo será todavía más barato.
En la inflación, sin embargo, ocurre todo lo contrario, dado que los
consumidores prefieren comprar antes los bienes de larga duración,
para anticiparse a subidas de precios.
Dado este círculo vicioso, la deflación se convierte en causa y efecto
de la falta de circulación del dinero en la economía, porque todos
prefieren retenerlo.
Al final, la economía se derrumba, dado que la industria no encuentra
salida a sus productos y sólo consigue pérdidas
Desinflación
La desinflación es una etapa económica en que el crecimiento de
losprecios (inflación) se reduce pero no llega a ser cero o negativo
(deflación). Se aplica también a una política pública que busque
exactamente este efecto en la economía, ya sea por medio de
medidas de política fiscal (aumento de impuestos o recaudación
pública de otro tipo, disminución de gasto público) o de medidas
de política monetaria(restricciones en la oferta monetaria, aumentos
en el tipo de interés) que en todo caso serán moderadas, para no
distorsionar los precios u obligarlos a descender.
PALABRAS DEL MINISTRO SOLBES SOBRE LAS PROPINAS Y LA
INFLACIÓN
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y
Hacienda, Pedro Solbes, ha asegurado que en España "no hemos
interiorizado lo que significa un euro" y eso contribuye al diferencial
de inflación de España respecto a otros países de la Unión Europea.
Solbes ha participado en la conferencia económica organizada por el
PSOE para extraer propuestas que puedan ser incorporadas al
programa electoral, y después de una primera exposición ha
intervenido en un coloquio con todos los asistentes.
En respuesta a una pregunta sobre la inflación, Solbes ha reiterado la
tesis del Gobierno sobre la subida de los precios, motivada por el
incremento del precio del petróleo y de algunos productos básicos
como los cereales, por un crecimiento de la demanda en países que
ahora cuentan con más recursos "y también tienen el vicio de comer".
En España hay elementos diferenciales, ha explicado, como una
fiscalidad energética más baja combinada con un consumo mayor por
unidad de producto. Un objetivo a largo plazo, delicado pero que "hay
que mantener", es aproximar los precios de la energía a los costes
reales.
Otro objetivo "más deseable pero más difícil" es reducir el consumo
energético por unidad de producto, es decir, incrementar la eficiencia
energética, ha señalado.
En una reflexión general sobre la inflación, Solbes ha reconocido que
la implantación del euro tuvo un efecto inflacionista en España, sobre
todo en los productos de bajo valor.
Propinas demasiado altas
Los ciudadanos en España, ha dicho, "no hemos interiorizado lo que
significa un euro" y es fácilmente comprobable en el comportamiento
al dejar propinas, por ejemplo, cuando se ve que en ocasiones se deja
hasta el 50% del valor del producto consumido cuando es bajo.
No se ha interiorizado que un euro equivale a 166 pesetas y que dejar
un euro de propina por dos cafés es exagerado, ha asegurado, y eso
tiene un impacto no cuantificado en el diferencial de inflación de
España respecto a otros países de la Unión Europea.
El titular de Economía ha subrayado también que la inflación
"disminuirá y retornará" a tasas inferiores al 3%, pero que este
descenso "no se producirá antes del mes de marzo", al tiempo que
destacó que los efectos contagio de la inflación "no deberían
producirse" en precios y salarios.
A su juicio, la inflación ha tenido una "elevación coyuntural en los
últimos meses, situándose en el 4,1%, debido al encarecimiento de
los combustibles y algunos alimentos". "Es una evolución que nos
preocupa principalmente por su impacto en la renta disponible de la
familias, dado que nuestra economía ha mostrado una notable
inmunidad ante el efecto contagio de alza de estos precios sobre
otros precios y salarios".
El ministro de Economía recordó que "durante estos cuatro años la
inflación promedio ha sido del 3,2%, en línea con la media de la
legislatura anterior, aunque en un contexto menos favorable".
Circunstancias coyunturales
En este sentido, subrayó "la inflación en España mantiene el
diferencial del 1,1% frente a la zona euro", un "promedio histórico"
desde que en 1999 se incorporara a este área y agregó que las
sombras que se ciernen sobre la economía son sólo "circunstancias
coyunturales".
A poco más de dos meses de las elecciones, Solbes no quiso
desaprovechar la ocasión para hacer un recorrido por los "logros" de
una legislatura, a su juicio, "muy positiva en el terreno económico".
Entre otras cuestiones, destacó "la creación de tres millones de
empleos", la revitalización de la productividad -"que en los últimos
trimestres viene creciendo a tasas cercanas al 1%"- y la constante
"mejora de las finanzas públicas" en la que denominó como
"legislatura del superávit".
En el terreno de los impuestos, señaló que la reforma fiscal de 2006
"ha supuesto la devolución de casi 6.000 millones de euros a los
ciudadanos". Esto, ha añadido, junto a las demás medidas fiscales
adoptadas durante la legislatura "ha permitido elevar el ahorro fiscal
de los ciudadanos durante este período a 8.600 millones de euros".