Lidia Bonet GuerreroInmaculada Flores Padial

María Gallego MuñozYanina Micaela López

La Institución Educativa como organización con

funciones sociales y educativas en la Sociedad

Democrática.

Índice1. Introducción............................................................................ - 3 -

2. LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA COMO ORGANIZACIÓN CON

FUNCIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS EN LA SOCIEDAD

DEMOCRÁTICA.......................................................................... - 5 -

2.1. Relaciones interpersonales que sean “escuela de convivencia……………………………………………………...-5-

2.2. Una participación democrática en el aula y en el centro.-8-

2.3. Creación de un clima escolar positivo………………...-13-

2.4. Relación familia-escuela-sociedad………………….…-19-

3. Conclusión............................................................................ - 26 -

4. Bibliografías y Webgrafías.................................................. - 27 -

5. Evaluación............................................................................ - 29 -

5.1 Preguntas de respuesta corta con tres opciones sobre el tema tratado en clase del bloque 1, “La Institución Educativa como organización con funciones sociales y educativas en la Sociedad Democrática”.............................................. - 29 -

5.2 Frases más relevantes de la carpeta lecturas para trabajar y debatir en clase. ............................................ - 30 -

6. Dinámica ...............................................................................- 32-

7. Blog........................................................................................ -33-

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Introducción

Nuestro trabajo de Organización Educativa se centrará en el Núcleo I, ya que

creemos que es un tema de gran relevancia puesto que actualmente vivimos

en una sociedad democrática y somos conscientes de que las instituciones

educativas forman una parte importante en la función de formar individuos con

un pensamiento crítico propio y democrático, para que posteriormente puedan

desarrollarse adecuadamente dentro de la sociedad.

El sistema educativo presente en la actual sociedad democrática es el

encargado de llevar a cabo los diferentes procesos de socialización entre la

escuela y las familias. De este modo, la relación que tienen las familias con los

centros educativos y viceversa es fundamental, ya que estos son dos de los

agentes que ayudan a que los alumnos adquieran unas habilidades que luego

les servirán para adquirir unos comportamientos que les ayudarán a poder

relacionarse e interactuar con sus iguales y con los adultos de manera efectiva

y satisfactoria. Por todo esto, tanto las escuelas como la familia, son los

principales agentes de socialización.

De este modo, los centros educativos deberán aportar una serie de

características que facilitará a que se lleven a cabo estos procesos de

socialización. Un ejemplo de esto es, la creación de un clima positivo en el

aula, para que los alumnos puedan crecer en un ambiente de orden y valores

democráticos, y de este modo se integren con sus iguales y posteriormente en

la sociedad de una forma adecuada. Con todo esto, podemos decir que la

convivencia resultará de vital importancia a la hora de que se lleven a cabo

estos procesos de socialización entre los diferentes individuos.

Como hemos dicho anteriormente, la escuela y la familia tienen una labor muy

importante a la hora de integrar a los niños en la sociedad que se rodean,

teniendo en cuenta su cultura, costumbres, saberes, etc. Para llevar a cabo

esta tarea es necesario que exista una buena comunicación entre ambas,

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haciendo uso de los diversos canales de comunicación existentes en la

actualidad. En definitiva, podemos decir que la participación entre familia-

escuela son determinantes para el futuro del niño, ya que es necesario que

hagan frente a los desafíos que se presentan en este mundo cambiante.

De esta manera vamos a trabajar los apartados más relevantes que están

relacionados con el tema principal: "La Institución Educativa como organización con funciones sociales y educativas en la Sociedad Democrática". A lo largo de este trabajo profundizaremos en la importancia

que la educación tiene en la sociedad democrática actual como las relaciones

con la familia, el clima en el aula, la educación en valores, etc.

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LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA COMO ORGANIZACIÓN CON FUNCIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS EN LA

SOCIEDAD DEMOCRÁTICA

2.1. Relaciones interpersonales que sean “escuela de convivencia”.

La escuela de Convivencia en los centros educativos lleva a cabo una serie de

objetivos claves que son formar y apoyar tanto a los docentes, docente –

alumno y viceversa, padres y al propio centro en temas como pueden ser la

convivencia, la diversidad cultural, la inmigración…, facilitando de este modo un

espacio adecuado para el encuentro y la educación. Favoreciendo además las

relaciones interpersonales a todos los niveles citados anteriormente. Todo esto

se llevará a cabo teniendo en cuenta una serie de valores y tomando en

consideración una actitud de respeto y estima hacia los demás, ya que este es

un espacio encargado de transmitir una serie de valores de convivencia con el

fin de fortalecer los vínculos entre las personas que participan, así como el

fomento de la comunicación y el entendimiento.

De este modo podemos decir que la escuela no debe enfocarse solo en los

contenidos sino que debe echar también una mirada hacia el desarrollo integral

del alumno/a como persona, y para ello es fundamental el entrenamiento de las

habilidades en lo que conllevan las relaciones interpersonales, ya que si se

producen déficits de estas habilidades en edades tan tempranas, estas se

pueden agravar con el tiempo. Por todo esto, podemos considerar que la

escuela constituye uno de los espacios más relevantes para el desarrollo social

de los alumnos, además de potenciar y enseñar estas habilidades.

Trasladándolo al plano educativo vemos como se pueda llevar a cabo. Esto se

debe hacer mediante una convivencia armoniosa de ambos. Por ello se hace

uso de la Normativa de la Convivencia, la cual es un documento oficial que

refleja las normas que regularán el funcionamiento del centro, el cual se

encuentra dentro del Reglamento de Régimen Interno (RRI), en el que se

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refleja las normas de disciplinas que todo el alumnado debe cumplir

disponiendo cada centro del suyo propio, siendo este una parte de la normativa

anteriormente citada. Dichas normas de convivencia son el marco legal que

lleva a cabo las iniciativas que favorecerán la convivencia, la tolerancia, el

respeto mutuo así como el ejercicio de los derechos y deberes. Es decir, son

normas que deben cumplir todos los alumnos junto al personal docente

(directivos, padres, profesores…) tanto dentro como en lugares cercanos al

centro escolar siempre y cuando afecten a la comunidad educativa.

Todas estas normas se basan en los valores humanos de respeto a las

personas (ser amable y educado con todos, respetar los horarios…), cosas

(respetar las cosas de los demás no rompiéndolas, ni estropeándolas, ni

cogiéndolas sin permiso) y lugares (comportarse bien en cada lugar, mantener

el centro limpio usando las papeleras…) y de responsabilidad por ejemplo traer

el material necesario cada día, asistir diariamente respetando los horarios de

entrada y salida…, entendiéndose esto como una respuesta personal a la

manera de actuar.

El respeto de estas normas de convivencia posibilita que haya un trabajo de

calidad, formación de hábitos saludables, creación de un compañerismo

positivo pudiendo sacar lo mejor de uno mismo…, etc. El incumplimiento de

estas normas puede dar lugar a sanciones, que se encuentran establecidas ya

dentro del Reglamento de Régimen interno (RRI), como puede ser el castigo el

cual se impone cuando hay una falta de disciplina que se quiere corregir. Por

tanto, poseer las faltas más frecuentes junto con sus determinadas sanciones

por escrito es una manera de facilitar la justicia dentro del aula o del centro.

De este modo podemos observar como su contenido afecta en todo los niveles

dentro del centro educativo, abarcando todo el funcionamiento general de este,

por ejemplo los horarios o que docente debería acudir cuando otro se

ausente…, etc.

Así podemos ver como dentro de esta convivencia, tanto en el centro como en

el aula, las relaciones interpersonales entre profesor-alumno son muy

relevantes y se consideran una pieza clave en la gestión de las aulas. La

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relación que se establece entre el profesor-alumno es un elemento clave de

motivación para el aprendizaje, ya que está demostrado que el vínculo positivo

favorece el aprendizaje. Por otra parte, el ambiente debe dar seguridad y

confianza, para que los alumnos sepan que se debe trabajar, y con esto se

llegue a una buena convivencia.

Para esto se deben llevar a cabo algunas estrategias claves para desempeñar

bien el rol de una buena relación entre profesor-alumno:

Admitir la equivocación y el error como integrantes del aprendizaje.

Evitar crear situaciones de angustia y miedo, y no utilizar amenazas ni

centrar el aprendizaje solamente en la evaluación del examen.

Intentar estructurar el aprendizaje proporcionando información y

orientación, cuidando la secuencia didáctica, los ejercicios, el ritmo.

Consideración positiva hacia todos los alumnos.

Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. (Currículum oculto)

Saber escuchar.

Intentar decidir de manera conjunta las decisiones que se den en el aula

para que los alumnos se sientan parte del proceso de enseñanza-

aprendizaje.

Asimismo, a parte de las relaciones que se establecen entre el profesor y el

alumno es importante destacar también la relación que se establece entre los

propios alumnos/as. Por ello, es fundamental que estos se involucren unos con

otros. Y esto puede llevarse a cabo mediante el consejo de curso o equipo de

mejora; que es un órgano que lo componen representantes de los estudiantes y

el tutor del grupo, cuya finalidad es ayudar a los demás. Se aplica a alumnos

mayores de 10 años.

Por lo tanto podemos decir que la convivencia es un elemento fundamental

tanto dentro del centro educativo como en las relaciones interpersonales que

se dan fuera de este. Para ello se debe potenciar aspectos como la

comunicación, la participación y el diálogo entre todos los miembros que

conforman la comunidad educativa, así como en la propia sociedad. Para ello

es importante que dicha convivencia forme a ciudadanos/as que tengan unas

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ideas propias y respeten la de sus iguales, que sepan cooperar, que valoren el

respeto tanto los derechos como las libertades fundamentales de todas las

personas que lo integran sin ningún tipo de discriminación, pero muchas veces

esto no se da y se producen desigualdades entre los mismos ciudadanos. Ya lo

decía Martín Luther King:

"Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no

hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos."

De esta manera la convivencia que se transmite a través de las aulas puede

ayudar a que podamos solventar las diferencias y desigualdades que nos

podemos encontrar en la sociedad. Pudiendo convivir así de manera armoniosa

con los miembros de la misma comunidad sin ningún tipo de dificultad. Y de

este modo, es cuando podríamos hablar de una sociedad democrática en la

cual todos y todas seamos considerados y tratados de manera igualitaria. Con

plena libertad de derechos y con una integración total de sus miembros.

2.2 Una participación democrática en el aula y en el centro.

Para comenzar a trabajar sobre este punto debemos saber a que nos referimos

cuando hablamos de democracia en el aula. Las aulas democráticas son una

responsabilidad compartida que atraviesa todas las áreas e instancias de la I.E

(Institución Escolar) y toda la comunidad educativa, a partir de un clima positivo

y motivador. Los mejores aprendizajes se dan en un ambiente próspero, de

convivencia y paz, que influirán decisivamente en la conducta del aula, donde

deben interactuar y participar en acuerdo y de manera positiva buscando los

cumplimientos de metas y objetivos que se proponen durante el proceso de

aprendizaje.

Para conseguir que nuestras aulas sean democráticas, necesitamos que se

cumplan dos condiciones: que exista participación, y que en ella se acoja a

todo el alumnado en igualdad de derechos. (Equidad)

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Como hemos mencionado anteriormente la participación es un pilar de la

democracia que impulsa el trabajo cooperativo a fijar y lograr unos objetivos

comunes. La responsabilidad permite participar activamente en hacerse cargo

de un problema, de tomar una decisión, de mejorar una situación o de

promover el bien colectivo.

El trabajar cooperativamente se manifiesta cuando los estudiantes aprenden de

manera recíproca siendo relevante la interdependencia en el cumplimiento de

la tarea que individualmente se realiza, creando de este modo una

retroalimentación a nivel grupal. De esta manera las problemáticas se llevan a

cabo de forma más eficiente, desarrollando destrezas y habilidades de manera

grupal e individual, para el logro de un fin común.

La participación podemos establecerla como un objetivo explícito de nuestra

programación, unidades didácticas etc…, ya que los alumnos que viven

situaciones democráticas tendrán más posibilidad de ser buenos ciudadanos.

También a través de nuestro currículum oculto transmitido por los docentes, ya

que todos aprendemos por imitación, a través de la educación en valores o

estableciéndolo como una norma específica de convivencia.

Para esto debemos tener en cuenta que los estudiantes son los protagonistas

de su proceso formativo y ubicarlos en su calidad de sujetos, fomentando en

ellos su participación activa y constante en asuntos de interés común.

Las vías para educar la participación desde la escuela pueden ser:

Ámbito personal, muy relacionado con el carácter o la personalidad y

con el posicionamiento ante la vida (opinión, implicación...).  Cuando al

profesor sus alumnos lo ven como un modelo implicado.

Ámbito curricular, relacionado con la transversalidad. Cuando

programamos educación para la paz.

Ámbito institucional, como el estilo de la dirección del centro, de una

organización democrática

Para que se pueda ejercer un clima democrático en el aula es esencial un

diálogo constructivo, que requiere tener la actitud y la disposición de escuchar y

comprender lo que la otras personas están diciendo o tratando de comunicar,

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pero también de saber expresarse, sin necesidad de tener que estar de

acuerdo. Gracias a esto podremos crear una educación en valores que se

presenta como alternativa para unas estrategias y actividades significativas,

que permitirán ir acabando con todo prejuicio o discriminación de manera que

el comportamiento cotidiano de los estudiantes testimonie la calidad de

reacción humanas en una práctica de valores éticos.

Debemos recordar que es importante respetar y valorar a las personas sin

ninguna distinción, y las aulas democráticas deben partir del reconocimiento y

el disfrute de la diversidad humana, ejerciendo la interculturalidad en el marco

de la igualdad.

Es imperativo recordar que en los aprendizajes, su apropiación o

descubrimientos, se los hace también por repetición (como elemento

metodológico), aplicando la democracia formal o ficticia, se convierten

necesariamente en una actitud de procedimiento pedagógico,  una actitud

metodológica que se vuelve norma; norma o comportamiento didáctico que

puede aparecer como algo normal, sin que cause daño o molestia,

produciendo desajustes a los principios de igualdad, fraternidad y equidad.

Un aspecto importante del desarrollo social es el concepto de desarrollo de la

responsabilidad social, que hace parte de la formación de buenos ciudadanos

y que aparece en la década de los 90 como un área necesaria a desarrollar

en los estudiantes como una forma de lograr habilidades sociales que les

permita ser más activos e integrarse como miembros responsables de su

comunidad social y política. Berman, (1997) define la responsabilidad social

como el compromiso personal con el bienestar de los otros y del planeta.

Si queremos que nuestro entorno más cercano, nuestra sociedad, nuestro

mundo colabore en la consecución de unas determinadas finalidades

educativas y sociales, consiguiendo que tanto el alumnado como el propio

entorno sean cada vez más libres, desde el respeto a las diferentes formas de

pensar, tenemos la responsabilidad de promover y contribuir al desarrollo

democrático de la sociedad. Seguramente la educación no podrá hacerlo todo

al respecto, ya que hay un gran número de condicionantes estructurales de tipo

político, económico, intereses privados… en nuestra contra. Pero desde el

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momento en que consigamos desde nuestras aulas, una auténtica

participación, unas relaciones sociales y una reflexión constante sobre el

concepto de democracia, conseguiremos que ese alumnado concreto con el

que estemos trabajando comience el camino a favor de la construcción de la

democracia, o al menos tenga algún referente en que apoyarse. Además, es

imposible, en este sentido, transmitir las ideas de democracia desde un punto

de vista autoritario, la única forma de aprender la democracia es conviviendo y

haciendo de la escuela un espacio auténticamente democrático, recordando

que debe ir unido al trabajo a favor de la igualdad y la justicia social, como nos

recuerda Apple y Beane:

“Los educadores democráticos tratan no sólo de disminuir la severidad de las

desigualdades sociales en la escuela, sino de cambiar las condiciones que las

crean”.

Es importante preguntarse, entonces, sobre el futuro que queremos construir:

¿Qué tipo de personas queremos formar? ¿Cuáles son las necesidades de los

jóvenes en la dimensión ética y moral? La identificación de estos problemas

justifica la inclusión de un programa de formación en bioética en el currículo de

todas las facultades, para poder implantar la democracia en las aulas.

La bioética es la capacidad ética de valoración moral puesta en diálogo

interdisciplinario con el ánimo de cuestionar qué sentido tiene, qué importancia

tiene, qué repercusión tiene la acción del hombre; es decir, la capacidad

valorativa de la conciencia, poniendo en acción interdisciplinaria vida y

sabiduría, para articular una escala de valores que tenga como eje la dignidad

de la persona humana.

Al respecto, Gustavo García sostiene que, "...se requiere que la bioética sea

difundida a todos los sectores de la comunidad internacional, continental,

regional y local, como espacio generado de convocatoria, conciencia y acción

constructivas. Es aquí donde es relevante la relación entre bioética y

educación, puesto que ésta siempre ha sido un extraordinario medio para la

formación, transmisión y recreación del legado cultural. Desde esta

perspectiva, es necesario desarrollar niveles pedagógicos y didácticos,

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métodos modelos y estrategias docentes que hagan posible a la bioética ser

objeto de consciente y crítico dominio colectivo".

Dicha reflexión no deja duda de la necesidad de la inclusión de la bioética en el

núcleo fundamental de los currículos en todos los niveles de formación en la

educación superior.

Haciendo referencia a los conflictos, la resolución de conflictos y la capacidad

de consensuar es entendida como la capacidad para enfrentarse hábilmente a

las situaciones percibidas como difíciles o conflictivas, y que permite tomar una

decisión después de considerar todos los factores. Los estudiantes se ponen

de acuerdo en torno a un tema u hecho que concierne a todos, posibilitando de

este modo la reflexión crítica.

Los maestros deben tener la certeza y experiencia suficiente para poder afirmar

que un conflicto entre los alumnos de nuestra aula es algo más que una simple

crisis, puede ser que algo no funcione. Pero estaría bien señalar que el

conflicto no es en principio algo destructivo sino que forma parte de la propia

construcción del ser humano, de nosotros mismos y de nuestros alumnos como

personas.

Existen tres perspectivas diferentes: una, la preocupación del maestro, que

abarca la disrupción, la falta de respeto, la falta de disciplina. Es la más

frecuente. Otra es la preocupación social, que se refiere más a las agresiones,

actos vandálicos, etc. Y la tercera, es la preocupación del alumnado, que se

refiere al maltrato entre iguales o el aislamiento.

Mitos y actitudes criticables sobre el conflicto:

Suponer que es un tema nuevo, generacional, provocado por la evasión

familiar o la falta de autoridad.

Minimizar la gravedad de los conflictos o utilizar el alarmismo social en

casos determinados.

Pensar que es debido a una falta de dureza en el control y sanción.

Echar la culpa a la generación actual de padres más liberales.

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La forma de abordar la conflictividad puede ser desde una perspectiva

"curativa" o "preventiva". En esta segunda opción, entra el concepto y la

práctica del aula democrática: enseñar diálogo, confrontar, razonar, tener

competencia social, autoestima, autorregulación, manejar y debatir códigos

morales, participación y autoevaluación, utilizar formas de trabajo cooperativo,

proyectos, la participación fuera de la escuela como actividad social, etc…

Para que las aulas democráticas puedan verse realmente en éstas es

necesario tener maestros competentes, que permita aprender a aprender,

aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir en la construcción de la

cultura cívica y del ejercicio ciudadano de los estudiantes; reconociéndolos

como iguales, y por lo tanto, con capacidades de decidir sobre asuntos que

consideren importantes y que les afecta. Es necesario que apliquen estrategias

como: trabajo colaborativo, la deliberación, el debate, dilemas morales, estudio

de casos, juegos de roles, clarificación de valores…

El profesor no puede ni debe intentar abordar en solitario todos los objetivos y

finalidades educativas que se cargan sobre la educación, por lo que se hace

imprescindible la participación e implicación de otros agentes en los centros

educativos. Éste debe preocuparse por la persona a la que está enseñando y

en cierto modo educando a través de esos valores que son necesarios para ser

parte no solo de una escuela democrática sino también de una sociedad

democrática, que es en la cual nos encontramos.

2.3. Creación de un clima escolar positivo

Desarrollar un buen clima tanto en el aula como en el centro, en general es

fundamental para poder instaurar un clima de respeto y trabajo en el que

todos/as sean iguales y tengan las mismas oportunidades, sin necesidad de

que nadie quede excluido interrumpiendo por consecuencia el proceso de

enseñanza-aprendizaje.

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De esta manera, el clima de un centro educativo es un indicador por el cual

podemos medir la calidad del mismo siendo este el grado de satisfacción

profesional y personal que manifiestan los distintos miembros de la comunidad

educativa. Por ello, es imprescindible que el centro educativo que no mantenga

un buen clima intente suplir esas carencias haciendo que este mejore mediante

diversas prácticas. Para ello es primordial el trabajo en equipo. Así se podrá

construir un clima positivo implicando tanto a las familias como a todo el

personal docente, estableciendo unas relaciones que se basen en el respeto y

la confianza mutua, para crear un clima en el cual el alumno pueda desarrollar

todas sus capacidades al máximo.

Algunas sugerencias para poder construir este clima positivo podría ser la

elaboración de un proyecto educativo de futuro; que no se haga todo plasmado

en papel, si no que lo más importante es que se realice; actuar como un equipo

educativo unido, sin conflictos y apoyándose entre ellos, esto lo podemos ver

en que muchas veces la falta de respaldo del equipo directivo a la figura del

docente mina de algún modo el ambiente provocando un desánimo entre los

profesores produciendo un alejamiento por parte de estos ante los conflictos.

Si nos centramos en la figura del profesor/a podemos decir que necesita una

serie de condiciones para llevar a cabo de forma correcta su práctica docente,

un proceso de reflexión donde descubra claves de mejora y las mejores

estrategias para conseguir el objetivo perseguido.

“La actuación improvisada y en solitario es la vía más directa para tener

problemas”. VAELLO, J. (2005).

Como el trabajo del docente no es solitario ni individual, sino que requiere de la

interacción entre profesor-alumnos, el alumno también precisa un buen clima

en el aula para poder desarrollar sus capacidades y conseguir un proceso de

aprendizaje adecuado.

Como función educativa en la sociedad democrática podemos destacar la

responsabilidad de la creación de un clima escolar positivo para así facilitar el

proceso enseñanza-aprendizaje y que éste obtenga resultados también

positivos para todos los componentes del proceso.

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Existen tres procesos básicos para que el clima del aula sea positivo en

cualquier centro escolar:

La educación tradicional se ha ocupado principalmente de la transmisión de

normas y valores, se intenta proporcionar a los alumnos/as unos modelos de

conducta pre-establecidos que imitar, y unos conocimientos básicos para

almacenar y repetir. Pero para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea

realmente fructífero se debe de tomar al alumno/a como el verdadero

protagonista de este proceso, como protagonista de una formación integral, no

solo para moldearlo al estilo tradicional pre-establecido de los centros

escolares y de nuestra sociedad, sino para desarrollar plenamente todas sus

dimensiones.

Toda dinámica escolar debería estar basada en el conocimiento de las

peculiaridades, necesidades y posibilidades de cada alumno/a. Para esto se

debe tener buena información del alumno y esforzarse para conocerlo. Desde

el punto de vista psicológico, su ambiente cultural, familiar y sociológico a

través del diálogo, no solo con el alumno/a sino también con la familia y los

demás profesores, el equipo orientador, compañeros, amigos, etc. Esto hace

falta para que como docentes seamos capaces de calibrar y amoldarnos a las

necesidades específicas del alumno/a.

Se debe además hacer mucho énfasis en “aprender” a estimular a los alumnos

para que a través de diferentes metodologías y sus actividades puedan

desarrollar cada área necesaria para su buen desarrollo y crecimiento personal,

no sólo contenidos teóricos, sino, valores, ideas, autonomía, creación de un

pensamiento propio, etc.

Las diferentes áreas por las que se debe mostrar mayor interés, ya que son las

más significativas para el desarrollo integral del alumno/a son:

Área cognitiva: Estimular al esfuerzo y uso de la capacidad lógica y de

razonamiento; la curiosidad, el interés por la cultura; mayor conciencia

de prepararse para la vida y, por lo tanto, de un aprendizaje serio.

Área afectiva: Descubrir la necesidad de sentirse aceptados, amados,

corregidos, guiados; descubrir la necesidad y el valor de ser

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autónomos; sensibilidad a la relación humana y al respeto por la

libertad del otro; solidaridad y espíritu de sacrificio; capacidad de saber

renunciar a algo, incluso a afirmar el propio derecho en beneficio del

otro; etc.

Área social: Hacer nacer en ellos el deseo de ser altruistas,

combatiendo progresivamente el egocentrismo innato; sentir el deseo

de poner y ponerse continuamente en discusión para mejorar y

mejorarse (crítica constructiva); sentido de la responsabilidad;

conciencia de los propios límites; solidaridad y amistad bien fundada;

necesidad de «reglas» claras a las que atenerse y de educadores

capaces de hacerlas cumplir inteligentemente.

Área espiritual: Dar un fundamento trascendente a todos los aspectos

enumerados en las áreas precedentes.

El desarrollo emocional y social ha sido conceptualizado de diferentes

maneras, se ha hablado de desarrollo personal, inteligencia emocional,

inteligencia social, desarrollo afectivo, términos de alguna manera

equivalentes que apuntan a la necesidad de considerar estos aspectos para

lograr una educación más integral. Somos conscientes de que éste es un

aspecto esencial para el desarrollo de una buena cultura escolar, que no se

ha instrumentalizado de manera suficiente para lograr estos desarrollos.

La atención en todos los aspectos concretos de la formación integral en la

Escuela de hoy pueden ser: la personalidad, el entorno social del alumno/a, la

familia, sus expectativas, las relaciones que mantiene en el aula, sus

necesidades específicas, ya que como muchas veces hemos hablado y

debatido, un curriculum adaptado a las necesidades del alumno también

favorece al buen clima del aula, porque el alumno así estará cómodo

trabajando no solo a su nivel, sino también con temas acordes a lo que

necesita específicamente.

Para que el clima en el aula sea positivo los docentes deben ser capaces de

tener una alta creatividad, así su metodología no será monótona y aburrida y

los alumnos contarán con más libertad a la hora de expresarse, verán la

escuela como un lugar donde se les hace partícipes de su aprendizaje y no

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son meros receptores de información que muchas veces ni siquiera llegan a

entender y a asimilar como el profesor cree que si se hizo.

La creatividad en el aula es algo a nuestro parecer fundamental ya que

mientras más creativo se es, más se fijan los conocimientos. No es lo mismo

enseñar las partes de una planta en la clase encerrados, de forma teórica con

un libro delante que salir a un campo, ver las flores, interactuar con ellas,

llevar una a casa, cuidarla, ponerle nombre, comentar en clase como la

cuidamos en casa, etc. Y como estos infinidad de ejemplos de creatividad que

hace que los alumnos fijen más sus conocimientos y que el proceso

enseñanza-aprendizaje sea mucho más fructífero.

Creemos que la creatividad no debe acabar en los años infantiles de los

alumnos, sino que debe prevalecer tanto en primaria, secundaria, e incluso la

universidad, como experiencias personales en el grupo podemos decir que

hemos aprendido mucho más en clases creativas y dinámicas que en clases

magistrales donde el profesor solo se rige a un papel y a repetir lo que éste

dice.

Los profesores deberían ser personas autónomas, creer en sí mismos y en su

metodología, ver los resultados de las respuestas de sus alumnos a las clases

y no se dejarse llevar y absorber por los métodos ya tradicionales con los que

cuenta el centro. Por ejemplo, la afectividad es un punto muy importante, el

cual acompaña a la creatividad de una forma muy directa. La cercanía entre

alumno-profesor es muy necesaria ya que el alumno si nota esa separación y

diferencia entre ambos no va a llegar a confiar y a abrirse al profesor para

cualquier duda que tenga o para ir en su búsqueda si tiene algún problema.

“No a las autopistas autómatas, sí a los senderos de creatividad”

La responsabilidad se debe fomentar en los alumnos para el clima del aula

sea positivo, personalmente creemos que se fomenta sobre todo, con ese

currículum oculto el cual muchas veces no le damos importancia, siendo la

responsabilidad un valor determinante para que el alumno/a día a día cumpla

con lo que se le pide, pudiendo ser a través de un acuerdo ya que estamos en

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un sistema democrático que además sirve para que incluso el día de mañana

sea una persona de provecho, cumplidor y ayude a que la sociedad pueda a

través de su aportación responsable salir un poco más adelante.

La empatía es otro claro factor el cual si se fomenta y practica puede llegar a

mejorar la transferencia emocional entre profesores y alumnos/as mediante dos

habilidades: sintonía emocional (captar estados emocionales ajenos) e

irradiación emocional (trasmitir estados emocionales propios a otros). Vaello

propone las siguientes estrategias:

Saber cómo nos ven.

Observación activa del alumnado.

Mantener conversaciones informales con el alumnado.

Trabajar juntos: ¿Qué podemos hacer para arreglar esto?

Revisar el estilo comunicativo propio.

Acabar la clase amistosa y distendidamente.

Por otro lado tampoco se debe olvidar que una buena relación entre profesor -

alumno y entre los alumnos es un elemento preventivo de los problemas de

disciplina o disruptivos.

Finalmente, podemos decir que sobre todas las condiciones anteriormente

nombradas para que el clima de la clase sea positivo, está el respeto, éste

debe ser el pilar de todas las relaciones en el aula, entre iguales y entre

profesor-alumno, enseñando así a mantener relaciones buenas y sanas,

evitando estilos de relaciones agresivas y pasivas. La escuela es una fuente

tan amplia de asimilación de aprendizajes que el respeto creemos es lo

fundamental que se debe impartir para que los alumnos sepan cómo

comportarse respetuosamente en la sociedad, no solo hacia los mayores sino

entre iguales, porque todos merecemos respeto y todos debemos respetar,

pero eso es algo que se debe también de aprender, por eso es bueno hacer

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hincapié en este valor dentro de la escuela ya que es primordial para que el

clima en clase sea positivo.

“No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor, El amor

empuja a tener hacia la fe de los demás el mismo respeto que se tiene por la

propia”

(Mahatma Gandhi)

2.4. Relación familia-escuela-sociedad.

Tanto las escuelas como las familias tienen que tener en cuenta la función

socializadora que recae sobre ellas, ya que no pueden dejar de lado los

cambios que se producen constantemente en la sociedad.

La función socializadora consiste en integrar al individuo en una sociedad, en

una comunidad que posee determinadas costumbres, saberes, cultura e

identidad. A partir de esta experiencia el sujeto puede aprender a conocerse,

descubrir el mundo que le rodea, donde irá construyendo su identidad.

Es un proceso que se da durante toda la vida, pero que se desarrolla

especialmente en los primeros años.

En los primeros años de vida, el niño está todo el tiempo en contacto con la

familia, y se van desarrollando los cimientos de su personalidad antes de recibir

cualquier otra influencia. Los padres en este proceso de socialización actúan

como modelos que los hijos imitan.

El aprendizaje es, junto a la interiorización del otro, uno de los grandes

mecanismos de socialización. El aprendizaje consiste en la adquisición de

reflejos, de hábitos, de actitudes, que se fijan en la persona y dirigen su

comportamiento.

Hay que destacar que actualmente, en nuestra sociedad, las agrupaciones

familiares desempeñan un papel casi insignificante en la vida social del

individuo. Esto hace que los padres ya no sean los responsables

exclusivamente de la educación de sus hijos, pero aún así constituyen un papel

fundamental.

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Es la escuela, luego de la familia, el lugar más importante de socialización del

individuo, se encarga de preparar a los adultos del mañana, transmitiéndoles

conocimientos, hábitos y valores para que sean miembros útiles, eficientes y

felices.

La escuela es el ámbito en el cual va a aprender una serie de normas y reglas

sociales, tanto positivas como negativas, las cuales irán configurando el patrón

de comportamiento que vaya a tener el niño para poder relacionarse con su

entorno.

Haciendo referencia a los canales de comunicación entre familia y escuela en

la sociedad podemos decir que la familia es para el niño el entorno educativo

por excelencia, por lo que es imprescindible para la vida escolar. Sin embargo,

actualmente los padres se involucran poco en la educación de sus hijos ya que

piensan que los colegios son únicamente los responsables de ello o bien, por

la falta de tiempo debido al trabajo.

El interés y la participación de las familias en el aprendizaje de sus hijos tiene

un efecto positivo en el rendimiento de estos en la escuela, fomentando la

participación y la integración escolar. Muchas investigaciones han relevado que

cuando los padres y los miembros de la comunidad se involucran en las

escuelas, los estudiantes tienen mejores resultados, aumenta la asistencia

escolar y disminuye la tasa de deserción escolar.

Para que se dé la implicación de las familias en los centros, pensamos que son

necesarios al menos seis requisitos: que el modelo de escuela participativa

disponga de un amplio consenso social; que el equipo docente este convencido

de la necesidad de una buena implicación de las familias; que padres y

docentes compartan unos objetivos; que exista un reparto claro de funciones

que no dificulte una gestión ágil y la toma de decisiones; que en el centro se

creen contextos que favorezcan la participación; que los docentes dispongan

de tiempo y de formación para crear y mantener vivos los contextos

participativos.

20

Como hemos dicho anteriormente, la participación de las familias en la escuela

es escasa, pero lo es aún menor cuando se trata de las familias de aquellos

miembros de diverso origen cultural y lingüístico.

La escasa participación e implicación de este colectivo consideramos que se

debe a diversas razones:

Razones comunicativas:

Desconocer la lengua

No disponer de servicios de interpretación en el centro.

El centro educativo solo informa de normas, calificaciones,

disciplina,..

Razones socioeconómicas:

Escasa disponibilidad horaria o incompatibilidad de horarios.

Ser en gran parte familias muy ocupadas en su supervivencia, con

condiciones de vida precarias.

Razones socioculturales:

Experiencias previas de no escolarización.

Experiencias negativas de escolarización.

Haber tenido un sistema educativo diferente en su país de origen.

Estos factores provocan sentimientos de inseguridad, ansiedad, inferioridad e

incapacidad a la hora de intervenir, debido a una falta de motivación.

Razones institucionales, de desconfianza hacia el centro educativo:

Por funcionar de manera cerrada y no facilitar su apertura.

Por mandar mensajes negativos que hacen a las familias inmigrantes

sentir que no son bien recibidas.

Actualmente, los padres tienen muchas facilidades para implicarse en la vida

escolar de sus hijos, gracias a los intentos de las escuelas por involucrarlos.

21

Estos son algunos de los canales de comunicación más comunes entre

escuelas y familias:

A.M.P.A. (Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos).

El fin de esta asociación es la de representar a los padres y madres ante los

Órganos Municipales y ante la Dirección y el Profesorado del centro. Además,

el AMPA intenta ayudar a padres y tutores en el reto de educar, para

comprender mejor a sus hijos e incentivar la comunicación entre ellos.

Estas asociaciones adquieren un valor relevante en los centros educativos

como canalizadores de la necesaria participación colectiva de las familias.

Algunas funciones del AMPA son las siguientes:

Fomentar la cooperación e involucración de padres y madres del

alumnado perteneciente al centro en todos los asuntos que nos

competen.

Colaborar con el centro en determinadas actividades y organizar otras

Actividades Extraescolares (deportivas, de apoyo escolar,…).

Prestar atención a los padres y madres que acudan a ellos.

Representar a las familias en los consejos.

Informar regularmente a todas las familias del Centro de todos los

asuntos relacionados con el mismo.

TICS

Actualmente, las nuevas tecnologías (TIC) juegan un papel fundamentan en

todos los ámbitos de la sociedad, por ello, resulta imprescindible aprovechar los

nuevos canales de comunicación que nos ofrecen (correos electrónicos, blogs,

páginas Webs, mensajería instantánea, redes sociales, etc.) para intercambiar

información o recibir orientación acerca de nuestros hijos, en lo que se refiere a

la escuela.

Muchas de las familias actuales se han modernizado y están acostumbradas al

entorno digital y las nuevas tecnologías. Este canal de información va cobrando

más importancia debido a la gran utilización de las nuevas tecnologías que se

22

está produciendo, además también es una de las vías de comunicación más

cómoda ya que no es necesario que los padres acudan a las escuelas.

El profesorado

Otras de las alternativas más usuales para recibir información entre familia-

escuela son las citas con el profesorado. Estas suelen ser obligatorias al

comenzar el curso, ya que el profesorado las solicita para tener un primer

contacto con los padres de sus futuros alumnos, y así para conocer la

situación inicial de estos. Durante el curso, los padres del alumnado podrán

solicitar citas, con previo aviso, con el profesor para conocer el rendimiento de

sus hijos durante ese curso o tratar temas determinados.

Otro de los puntos a destacar sería la casa, la escuela, la extraescuela y los

deberes de escuela:

La casa, es decir, el núcleo familiar, es una de las instituciones básicas que

existen en la sociedad y además, la consideramos la más importante en los

primeros años de nuestra vida; es en la cual nos refugiamos, donde estamos

más a gusto y desde donde empieza nuestra socialización y el aprendizaje

de nuestro papel dentro de un grupo, que primero será la familia y luego se

extenderá llegando al colegio, con los amigos y, así hasta poder relacionarte

con el resto de la sociedad. Es, por tanto, muy importante esta institución ya

que forma a los individuos desde pequeños adquiriendo valores y

aprendiendo a adaptarnos en nuestra cultura y sociedad.

Además, tenemos que decir que es la institución más cercana y donde

encontramos mayor afecto. Convivir, aprender normas dentro de la familia,

aunque no debemos olvidar el papel de otras instituciones como la escuela

que ayudan a reforzar todos estos valores.

La escuela es una institución completamente necesaria para favorecer la

inserción de los niños en la sociedad que en su futuro como adultos deberán

enfrentar solos.

23

Esta varía mucho de sociedad en sociedad y de país en país, esto se debe a

que cada región establece su propio sistema educativo y organiza el

funcionamiento de sus propias instituciones escolares de acuerdo a sus

necesidades o intereses. Sin embargo, una característica común a todas las

escuelas es que siempre cumplen el rol iniciador de la persona en el ámbito

escolar, educativo y académico.

La escuela no solo es importante por la transmisión de saberes y

conocimientos, sino que además permite que los niños que acuden a ella se

sociabilicen con personas de su misma edad, nivel evolutivo y emocional, etc.

Gracias a la escuela, el individuo se separa de la familia, pudiendo establecer

lazos fuera del ámbito familiar, lazos que en numerosas ocasiones se

mantienen a lo largo de toda la vida por ser relaciones que se forman en

épocas muy significativas para la persona.

Al hablar de Extra escuela se hace referencia al hecho de contar con un

propósito manifiesto de formación, donde se procure aumentar el saber,

desarrollar alguna habilidad, etc, donde se desarrollen actividades de

aprendizaje con un mínimo de institucionalización como hogares de menores,

hospitales, grupos scouts, entre otros. Dotando de esta manera al rol del

psicopedagógico una identidad definida y facilitando su legitimación social. Lo

que marcará la diferencia es la combinación particular que puede hacer de su

formación académica y de la praxis profesional, lo que permite la adaptación a

nuevos cambios y a diferentes contextos.

Los deberes escolares juegan un papel fundamental en el aprendizaje ya que

ayudan a fijar lo aprendido en clase, al tiempo que enseñan al niño a trabajar

por su cuenta y a ser responsables de sus tareas.

La hora de los deberes es, sin duda, uno de los momentos más difíciles para

la familia. Los padres están cada vez más implicados en esta tarea y, muchos

se frustran, cuando al intentar ayudarles, ellos se quejan explicando que no es

así cómo les enseñaron en el aula. Por otro lado, hay niños que se preocupan

demasiado por sus deberes y acaban movilizando a toda la familia para

realizarlos de una manera impecable.

24

No hay que olvidar que además de dedicar un cierto tiempo a las tareas

escolares, también se ha de preservar el espacio de ocio que han de tener

después del horario escolar, ya que sin este espacio no podrán alcanzar un

mayor rendimiento en la escuela.

ConclusiónDespués de haber analizado los apartados que hemos considerado más

importante con respecto a la democracia en las aulas, hemos llegado a la

conclusión de la gran importancia que tiene el formar desde las escuelas en

25

unos valores y unos ideales de cooperación y convivencia, para que los

alumnos se preparen para convivir en una sociedad democrática.

Por otro lado, consideramos que el sistema democrático es el más adecuado

para aplicar en el ámbito educativo, ya que fomenta los aprendizajes y

conocimientos desde los ideales de equidad sin tener en cuenta nuestras

características o ideologías de ningún tipo, y solo así podrán crearse personas

realmente críticas y comprometidas con la labor social.

Otro apartado fundamental que queremos destacar en nuestro trabajo es la

importancia de las relaciones interpersonales del alumno en los diferentes

contextos, tanto las familias, las escuelas así como la propia sociedad. De

todas estas la que nos ha llamado más la atención ha sido la importancia de la

relación tan estrecha que deben de tener la escuela y la familia, ya que desde

siempre la responsabilidad de la formación y el aprendizaje a recaído en la

espalda de las escuelas. Pero consideramos que la educación debe ser un

proceso de educación conjunta entre todos los agentes, para que el alumno

sea capaz de aprender todas las competencias, no solo conocimientos teóricos

y prácticos si no un aprendizaje que se fundamente en los valores e ideales

propias de una sociedad democrática. No solo entre la relación profesor-

alumno, sino también entre los iguales.

De este modo tendría una gran importancia valores como la convivencia, la

empatía o la propia amistad, ya que es entre iguales como mejor aprendemos y

nos desarrollamos.

Finalmente hemos podido llegar a la conclusión de que los ideales

democráticos que se imparten y fomentan tanto en la familia como en la

escuela son de gran relevancia para que los alumnos/as en un futuro sean

individuos democráticos y puedan participar en la sociedad democrática a la

que pertenecen.

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Evaluación

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Preguntas de respuesta corta con tres opciones sobre el tema tratado en clase del bloque 1, “La Institución Educativa como organización con funciones sociales y educativas en la Sociedad Democrática”.

1. El fin de las escuelas de convivencia es:

a) Integrar a los alumnos con los profesores

b) Mejorar las relaciones entre padres y alumnos

c) Formar y apoyar a los docentes, docentes y alumnos y viceversa, a los

padres y al propio centro.

2. La bioética es:

a) La capacidad de resolver rápido los problemas

b) La capacidad de valoración moral de cuestionarse que repercusiones

tiene la acción del hombre

c) La capacidad de cuestionarse el porqué de los conflictos en el aula

3. Para que un aula sea un aula democrática se deben tener en cuenta

ciertas estrategias:

a) Trabajo colaborativo, deliberación, debate sobre dilemas morales, estudio

de casos, juegos de roles, clarificación de valores…

b) Saber decidir en el momento oportuno

c) El diálogo y la resolución de conflictos

4. Para que exista un clima positivo en el aula:

a) Todo el equipo directivo debe colaborar

b) Tanto los alumnos como profesores deben poner de su parte

c) Es primordial el trabajo en equipo tanto por parte de los profesores como

de los padres y alumnos

5. ¿Qué característica comparten tanto la escuela como los hogares?

a) Los niños pasan la misma cantidad de horas tanto en uno como en otro.

29

b) Ambas deben cumplir la función socializadora

c) Ambas son la primera influencia de los niños

Frases más relevantes de la carpeta lecturas para trabajar y debatir en clase.

En este apartado vamos a redactar en qué consistirá nuestra dinámica y cuál

es el objetivo que pretendemos con esta.

A partir de estas frases recogidas de los bloques trabajados en clase, vamos

dialogar y discutir con los compañeros que entienden y que piensan sobre dos

o tres que elegiremos de entre todas las seleccionadas.

“La persona es un fin en sí misma y no lícito usarla como medio.”

“El buen educador no da lo que el alumno le pide sino lo que este

necesita”

“Se establece un círculo vicioso donde la pobreza genera una educación

menor en calidad y cantidad, y este tipo de educación es la que impide

salir de la pobreza”.

“ … en definitiva, se trata de proporcionar educación, una educación que

favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de

oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su entendimiento individual,

su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro

útil de la sociedad”

“… en todo caso , las decisiones referidas a los materiales forman par de

las decisiones sobre cómo enseñar y, por lo tanto deben ser coherentes

con las intenciones educativas y con los requisitos favorecedores del

aprendizaje”

30

“Las acciones de los profesores, por otra parte, están íntimamente

ligadas a sus creencias y teorías implícitas, de forma que existe una

influencia mutua entre pensamiento y acción, al igual que ocurre con el

conocimiento de los profesores, tanto el procedente de la investigación

como el que procede de su propia experiencia, su sistema de creencias

y su actuaciones con los estudiantes”.

“La pobreza no es una cuestión de escaso bien-estar, si no la

incapacidad para conseguir bien-estar precisamente debido a la

ausencia de medios”

“Los proyectos curriculares que se desarrollan y evalúan en las

instituciones escolares tienen que servir para que chicas y chicos

adquieran la competencia y confianza necesaria para expresar sus

preocupaciones”.

“Los diferentes modelos de respuesta educativa que se han ido creando,

modificando y/o consolidando en las zonas rurales han sido resultado de

una necesidad implícita de adaptación a las realidades del alumnado y

del propio centro, de modo que se rompiera el aislamiento pedagógico

por parte de los maestros y se abrirán horizontes sociales y culturales a

los niños y niñas rurales. No hay ninguna duda de que han sido y siguen

siendo beneficiosos para la educación en nuestros contextos, aportando

calidad educativa y dignificando a la propia población rural.”

Dinámica

31

Tras la exposición de nuestro trabajo pasaremos a hacer una dinámica. Esta se

llevará a cabo dividiendo a la clase en dos grupos pequeños. De los cuales el

primero, tendrá que representar en una escena de no más de un par de

minutos, que es un aula democrática, según la exposición que hemos realizado

anteriormente. Mientras que el segundo grupo realizará justo lo contrario,

escenificar lo que sería para ellos un aula no democrática.

Con todo esto queremos observar si verdaderamente el grupo de clase ha

llegado a entender la diferencia entre las dos situaciones y de este modo

conocer si nuestros compañeros han entendido la diferencia entre ambas y las

características que debe tener un aula democrática.

Blog

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La dirección de nuestro Blog donde se podrá acceder a nuestro proyecto de

investigación sobre, “La Institución Educativa como organización con funciones

sociales y educativas en la Sociedad Democrática”.

http://organizacioneducativa2.wordpress.com/

33