La Jara 1936

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La Jara 1936 La Jara en esos momentos vivía el comienzo de la temporada de baños. Llegando el 15 de julio, la playa se convertía en el centro de todas las actividades de día. Los medios de comunicación facilitaban el disfrute de las playas por un mayor número de personas. Desde 1924 hay un autobús que une La Algaida, Bonanza, Bajo de Guía y La Jara. Diariamente llegan 4 barcos de vapor desde Sevilla a Bajo de Guía. Desde principios de siglo algunas casas de labor se sustituyen por “chalets”, no sólo de propios sino de visitantes que deciden fijar aquí su lugar de veraneo. Es el caso, por ejemplo, del Director de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, Manuel González Santos. El 19 de julio la Guardia Civil, los carabineros y las tropas que venían de Jerez habían tomado el Ayuntamiento y el nuevo Comandante Militar había publicado un bando proclamando el estado de guerra. En el cuartel de la Media Legua residía un cabo de carabineros conocido de la zona porque enseñaba las primeras letras a los vecinos de La Jara antes de que se creara la Escuela Nacional. Era el cabo Canalejo, persona enérgica y emprendedora. Muy convincente. El 21 de julio cogió sus armas y trató de organizar la defensa de la República en la misma Puerta de Jerez. Con un grupo de personas se enfrentaba a tiros a otros carabineros en la Plaza de San Francisco cuando a las 4 de la tarde entraron las tropas marroquíes por el Cantillo. Acribillaron a doce personas y continuaron su camino sin encontrar resistencia hasta el Ayuntamiento. A partir de ese momento, Sanlúcar quedó vacía. La gente huyó hacia los navazos y campos de las afueras y a La Jara. El cabo Canalejo había desaparecido. Lo buscaban por todas partes. El día de Santiago un grupo de falangistas lo vieron por el pago de La Jara y lo persiguieron disparándole. Sus compañeros y él huían a caballo a campo través y en zigzag. El 28 encuentran su cinturón y correaje. Se cree que ha huido por mar a Huelva. La madrugada del 3 de agosto un barco cargado de cemento (“Landford”) sin luces se acerca a Sanlúcar vacío y hundiéndose. Se cree que ha sido una maniobra de la marina republicana para bloquear el canal y así impedir que pudieran entrar y salir barcos a Sevilla. Inmediatamente traen dos cañones, uno se montó en el Callejón del Espadero en La Jara. El personal para atender a los cañones se instaló en “Monte Carmelo”. Allí acudió el Comandante Militar. Todo esto hizo que la gente de La Jara se alarmara y abandonara la zona esa misma noche esta vez hacia el interior de Sanlúcar. El día 22 de agosto se entrega voluntariamente el cabo Canalejo en Los Molares (Utrera) y lo traen a la cárcel del Castillo de Santiago, de ahí sale para Cádiz. El día 7 de septiembre, a las 4 de la tarde, disparan el cañón del Espadero. Un barco mercante noruego se dirigía a Sevilla y el “Gravina” (barco republicano) trataba de impedírselo. Un aeroplano de combate bombardea el barco y éste dispara sus cañones. Después de varias cargas, el mercante se dirige a Huelva, el “Gravina” huye y el avión se va. Fin de la única batalla aeronaval de La Jara. La gente la había seguido desde lejos viendo las columnas de agua de las bombas. El día 11 de septiembre pasa un barco alemán cargado de material de guerra para Sevilla. Los barcos alemanes que llegan a Bonanza para seguir su viaje a Sevilla con material bélico serán muy frecuentes durante todo el año. Un destructor alemán se encarga de vigilar la costa de Sanlúcar. El 27 de septiembre se organiza una fiesta en su honor. El 21 de octubre dan una comida oficial en La Jara a los tripulantes del buque de guerra alemán de turno. Ya en enero llegarán a Sanlúcar 1000 soldados italianos que harán sus ejercicios militares en la playa. Se marcharán y vendrán otros soldados italianos hasta marzo. Ese invierno resultó especialmente duro: “El temporal de lluvia y viento es horrible. ¡Lo no conocido! En la Jara, el mar ha avanzado sobre la costa, llevándose la choza de Paco el corralero, partiendo el talud de la carretera, agrietando la escalera de la finca Marbella y otra porción de catástrofes más; labor de destrucción que ha completado el viento, pues en la finca de don Carlos Delgado voló toda la techumbre, con vigas y chapas, del garaje, yendo a incrustarse, entera y plena, sobre la tierra, después de haber exterminado en su sentido vertical cuanto halló a su paso.” El maestro de La Jara en el año 1936 era Santiago Matas Luque quien siguió encargándose de ella hasta el año 1944 en que pidió el traslado a Córdoba Página 33

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Sucesos ocurridos de 1936 a 1939 en La Jara, Sanlúcar de Barrameda

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La Jara 1936 La Jara en esos momentos vivía el comienzo de la temporada de baños. Llegando el 15 de julio, la playa se convertía en el centro de todas las actividades de día. Los medios de comunicación facilitaban el disfrute de las playas por un mayor número de personas. Desde 1924 hay un autobús que une La Algaida, Bonanza, Bajo de Guía y La Jara. Diariamente llegan 4 barcos de vapor desde Sevilla a Bajo de Guía. Desde principios de siglo algunas casas de labor se sustituyen por “chalets”, no sólo de propios sino de visitantes que deciden fijar aquí su lugar de veraneo. Es el caso, por ejemplo, del Director de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, Manuel González Santos. El 19 de julio la Guardia Civil, los carabineros y las tropas que venían de Jerez habían tomado el Ayuntamiento y el nuevo Comandante Militar había publicado un bando proclamando el estado de guerra. En el cuartel de la Media Legua residía un cabo de carabineros conocido de la zona porque enseñaba las primeras letras a los vecinos de La Jara antes de que se creara la Escuela Nacional. Era el cabo Canalejo, persona enérgica y emprendedora. Muy convincente. El 21 de julio cogió sus armas y trató de organizar la defensa de la República en la misma Puerta de Jerez. Con un grupo de personas se enfrentaba a tiros a otros carabineros en la Plaza de San Francisco cuando a las 4 de la tarde entraron las tropas marroquíes por el Cantillo. Acribillaron a doce personas y continuaron su camino sin encontrar resistencia hasta el Ayuntamiento. A partir de ese momento, Sanlúcar quedó vacía. La gente huyó hacia los navazos y campos de las afueras y a La Jara. El cabo Canalejo había desaparecido. Lo buscaban por todas partes. El día de Santiago un grupo de falangistas lo vieron por el pago de La Jara y lo persiguieron disparándole. Sus compañeros y él huían a caballo a campo través y en zigzag. El 28 encuentran su cinturón y correaje. Se cree que ha huido por mar a Huelva. La madrugada del 3 de agosto un barco cargado de cemento (“Landford”) sin luces se acerca a Sanlúcar vacío y hundiéndose. Se cree que ha sido una maniobra de la marina republicana para bloquear el canal y así impedir que pudieran entrar y salir barcos a Sevilla. Inmediatamente traen dos cañones, uno se montó en el Callejón del Espadero en La Jara. El personal para atender a los cañones se instaló en “Monte Carmelo”. Allí acudió el Comandante Militar. Todo esto hizo que la gente de La Jara se alarmara y abandonara la zona esa misma noche esta vez hacia el interior de Sanlúcar. El día 22 de agosto se entrega voluntariamente el cabo Canalejo en Los Molares (Utrera) y lo traen a la cárcel del Castillo de Santiago, de ahí sale para Cádiz.

El día 7 de septiembre, a las 4 de la tarde, disparan el cañón del Espadero. Un barco mercante noruego se dirigía a Sevilla y el “Gravina” (barco republicano) trataba de impedírselo. Un aeroplano de combate bombardea el barco y éste dispara sus cañones. Después de varias cargas, el mercante se dirige a Huelva, el “Gravina” huye y el avión se va. Fin de la única batalla aeronaval de La Jara. La gente la había seguido desde lejos viendo las columnas de agua de las bombas. El día 11 de septiembre pasa un barco alemán cargado de material de guerra para Sevilla. Los barcos alemanes que llegan a Bonanza para seguir su viaje a Sevilla con material bélico serán muy frecuentes durante todo el año. Un destructor alemán se encarga de vigilar la costa de Sanlúcar. El 27 de septiembre se organiza una fiesta en su honor. El 21 de octubre dan una comida oficial en La Jara a los tripulantes del buque de guerra alemán de turno. Ya en enero llegarán a Sanlúcar 1000 soldados italianos que harán sus ejercicios militares en la playa. Se marcharán y vendrán otros soldados italianos hasta marzo. Ese invierno resultó especialmente duro:

“El temporal de lluvia y viento es horrible. ¡Lo no conocido! En la Jara, el mar ha avanzado sobre la costa, llevándose la choza de Paco el corralero, partiendo el talud de la carretera, agrietando la escalera de la finca Marbella y otra porción de catástrofes más; labor de destrucción que ha completado el viento, pues en la finca de don Carlos Delgado voló toda la techumbre, con vigas y chapas, del garaje, yendo a incrustarse, entera y plena, sobre la tierra, después de haber exterminado en su sentido vertical cuanto halló a su paso.”

El maestro de La Jara en el año 1936 era Santiago Matas Luque quien siguió encargándose de ella hasta el año 1944 en que pidió el traslado a Córdoba

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