La Liturgia de este tercer domingo de Cuaresma es una seria LLAMADA A LA CONVERSIÓN.

Esta se realiza cuando presentamos frutos de amor, paz y justicia.

La conversión es un largo proceso de renovación, en que debemos deshacernos

de una porción de cosas, para hacer posible en nosotros la

"liberación".

Debemos quitarnos las cómodas sandalias que calzamos, para pisar con más seguridad los caminos sagrados del Señor...

La 1ª Lectura narra la Vocación de MOISÉS. (Ex 3,1-8.13-15)

- Inicialmente, Dios se manifiesta en la zarza ardiente y manda quitarse las sandalias. Debe pisar el polvo de donde viene. Su grandeza viene de Dios y no de sí mismo.- Después, confía a Moisés la misión de liberar a su pueblo. Así comienza la larga marcha de los hebreos a través del desierto.

El Desierto fue el tiempo y el lugar de una larga Cuaresma, donde Dios purificó a su pueblo de las costumbres paganas y lo condujo a una religión más pura y a la posesión de la Tierra Prometida...El Éxodo del Pueblo de Dios es figura del camino de conversión, que el cristiano está llamado a realizar, de modo especial en la Cuaresma. El Dios liberador exige de nosotros una lucha permanente contra todo aquello que nos esclaviza y que impide la manifestación de una vida en plenitud.

En la 2ª Lectura, Pablo recuerda los hechos extraordinarios realizados por Dios en el desierto en favor de su pueblo... y hace una advertencia contra su falsa seguridad religiosa:

" Todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual ...Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto". (1Co 10, 1-6.1-12)

La verdadera vivencia cristiana no es sólo la participación regular

en los sacramentos, sino una vida de comunión con Dios,

que se manifiesta en gestos de amor y en el compartir con los

hermanos.

El Apóstol alerta a los cristianos para que no caigan en el mismo peligro.

El Evangelio es una fuerte llamada a la CONVERSIÓN. (Lc 13,1-9)

El texto habla de dos acontecimientos trágicos de aquellos días: la matanza de Pilatos... y la caída de la torre de Siloé: 18 muertos. - Jesús no está de acuerdo que la desgracia es señal del castigo de Dios, por lo contrario, es una llamada de conversión a los sobrevivientes: “¿Vosotros pensáis que esos galileos eran más pecadores porque acabaron así?“. “Si no os convertís, todos pereceréis de la mima manera."

Rechazar la acción salvadora de Dios, ofrecida en Jesús es peor que un desastre.

+ Y con la parábola de la HIGUERA ESTÉRIL, Jesús nos ilustra la resistencia de Israel a la conversión y la paciencia de Dios, dispuesto a esperar mas no indefinidamente: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto..."

Este Siervo es JESÚS, que pide una nueva oportunidad para su pueblo, sabiendo que el Padre es bondoso y lleno de amor.

* Conversión no es sólo una penitencia externa, o un simple arrepentimiento de los pecados, es una invitación al cambio de vida, de mentalidad, de actitudes, de modo que Dios y sus valores pasen a estar en primer lugar.

+ ¿Quién es esa higuera? Somos todos nosotros, nuestra familia, la Iglesia, la sociedad. Los frutos son las acciones buenas, que debemos realizar. - Hay cristianos que han sido educados en la fe del evangelio. Han recibido de sus padres, de la escuela y de la parroquia una buena educación en la fe. Y después... ningún fruto... - Hay familias que tienen todo para ser fermento en medio de otras familias, para participar en la Iglesia y en la sociedad, pues han recibido muchos talentos. ¿Pero dónde están los frutos?

- Hay grupos de cristianos, movimientos y comunidades,que hace años son privilegiados con encuentros, misas, celebraciones, cursos... Y no se ven frutos...

- Hay cristianos que hasta participan en la iglesia, pero nunca se comprometen con la pastoral, con grupos de reflexión u otros servicios de la parroquia...Son higueras estériles que están ocupando el lugar de otras...

La Liturgia de hoy es:

- Una fuerte llamada a la conversión,

que se manifiesta a través de buenas obras, que corresponden al amor generoso del Padre.

- Una advertencia:

Dios es paciente y generoso en esperar,mas la espera de Dios tiene un límite...

¿Tal vez estamos agotando la paciencia de Dios?

¿Cuáles son las sandalias que debemos quitar de nuestros piés, para que sea posible ese camino sagrado de la Conversión y así producir los frutos que Dios espera de nosotros?

P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS03.03.2013

MI DOMINGOCon la Palabra de Dios

Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS

Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto

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Traducción: P. José Luis Uranga, CMF

Música: Comungar para viverM. e L.: Joel Eloi Franz