La Llamarada #01

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La Crisis desde Latinoamérica, segun Claudio Katz. Alejandro Belkin nos propone: Repensar la burocracia. Contraofensiva del imperio. LA LLAMARADA REVISTA DE DISCUSIÓN POLÍTICA La deuda del bicentenario. Marzo 2010 Bimensual Ó r g a n o d e d i f u s i ó n d e l a A g r u p a c i ó n h o m b r e n u e v o Ademas: Literatura, imágenes e iconos para la lucha. Precio 2 precio soludaro $ $ 5

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Órgano de difusión de la agrupación Hombre Nuevo

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La Crisis desde Latinoamérica,segun Claudio Katz.

Alejandro Belkin nos propone:

Repensar la burocracia.

Contraofensivadel imperio.

LA LLAMARADAREVISTA DE DISCUSIÓN POLÍTICA

La deuda del bicentenario.

Marzo 2010Bimensual

Ó r g a n o d e d i f u s i ó n d e l a A g r u p a c i ó n h o m b r e n u e v o

Ademas:Literatura, imágenes e iconos para la lucha.

Precio 2precio soludaro

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2 Los arquitectos de la miseria

Indice

Sobre las ilustraciones del presente número

Acompañan este número ilustraciones de artistas y humoristas gráficos cubanos. Ellos son ARES (Arístides Esteban Hernández Guerrero), médico y psiquiatra que se destaca además como caricaturista e ilustrador; LAZ (Lázaro Miranda), caricaturista, participa de distintios medios gráficos, como el conocido periódico cubano “Juventud Rebelde”; MARTIRENA (Alfredo Martirena Hernández), dibujante que colabora en distintos medios gráficos de Cuba, México y España, entre otros.

Editorial

4 Contraofensiva imperialInternacional

6 Cr is is en perspect iva latinoamericana

Economía

8 Repensar la burocraciaEn debate

10 Deuda y bicentenarioNacional

11 Cronicas de un arreglo anunciado

En lucha

13 La pelea desde abajo por cooperativas sin punteros

14 Cien años de Miguel HernándezArte

Ademas...15 24 de marzo: no olvidar

12 Lucha por los 82 cargos en la Ciudad de Buenos Aires

[email protected] mandando un e-mail a:

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una deuda ilegítima e inmoral; nada del lastre de miseria y hambre para nuestro pueblo que implica ese pago, cuyo monto duplica al de la incompleta Asignación Universal por Hijo, y emparda los 25.600 millones de pesos del presupuesto ejecutado en toda la obra pública realizada por Nación durante 2009.

Ése parece ser el único debate posible.

Desde el estrado, la presidenta exhibe con suficiencia estadísticas del FMI en las que se exalta a la Argentina por encontrarse entre los 5 países que redujeron su deuda en mayor proporción durante los últimos años, y se jacta de proponer el pago con reservas del Banco Central. Desde las bancadas opositoras, el rejunte grotesco de supuestos progres y reconocidos neoliberales, habla de pagar, pero con ajuste fiscal. Tales son las opciones, se nos dice. Queda excluida con un pase mágico la vieja pero cada vez más actual consigna del no pago de la deuda que desde sectores de izquierda y antiimperialistas se levantó históricamente.

Queda fuera esta idea, incluso para la llamada centroizquierda, que apenas si se anima muy tímidamente a hablar de revisión de una parte la deuda, pero ni insinúa como consigna el no pago. Las b a n d e r a s d e m u c h o s s e c t o r e s y organizaciones otrora combativos, que

flameaban en la Plaza de Mayo exigiendo sin eufemismos el no pago de la deuda, parecen haber sido arriadas a última hora, desprolijamente y a las apuradas, como precio por encolumnarse con un gobierno que cada tanto habla mirando hacia la izquierda, pero paga minuciosamente a los acreedores, subsidia hasta el cansancio a los monopolios, y hace convivir elevadas tasas de crecimiento económico con índices de pobreza estructural de más de un tercio de la población. Así, mientras exalta la memoria histórica, consiente el pago de una deuda originada en gran parte por una dictadura genocida.

En este contexto, el desafío para las organizaciones del pueblo y la clase trabajadora sigue siendo articular una respuesta amplia y unitaria, sin sectarismos ni mezquindades, para interpelar al conjunto de la sociedad retomando el principio de no pago de la deuda y avanzando en propuestas concretas de cómo construir un país que no esté edificado sobre la miseria de nuestro pueblo.

EDITORIAL

Los arquitectos de la miseriaEl pago del vencimiento de deuda de u 6.600 millones equivale a 25.000 millones.

$s $

¿Que cosas enterarían enel fondo del bicentenario?

Dos veces el presupuesto de salud 11.000 millones

$

Fondo delbicentenario$ 25.000 millones

Fondo delbicentenario$ 25.000 millones

Fondo delbicentenario$ 25.000 millones

El dinero destinado a las áreas de Educación y Cultura,y Ciencia y Técnicajuntas. .

Casi dos veces y medio lo que se destina para la Asignación Universal por Hijo.

Casi todos los fondos ejecutadosen obra publica en el 2009.

Además, este año el Estado dejará de recaudar $ 21.700 millones por diversas exenciones impositivas. $ 7.000 millones corresponden a exenciones del Impuesto a las Ganancias: a la renta financiera, a ganancias de capital y salarios de jueces, entre otras. Además, se otorgará casi $ 5.000 millones en concepto de promoción industrial a empresarios de distinto tipo, sin contar los subsidios específicos a los siguientes sectores: $ 13.500 millones al sector energético; $ 9.900 millones a empresarios del transporte; $ 2.700 millones al sector del agro e industrias afines.

Fondo delbicentenario$ 25.000 millones

Con tono provocador, casi compadrito, el funcionario dice ante las cámaras: “La medida busca que seamos un país previsible”. El funcionario no es otro que el actual jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández; ex Secretario de Presidencia de Duhalde. La medida a la que se refiere en sus comentarios del 10/03, no es otra que el escandaloso desembolso de u$s 6.600.000.000 para pago de deuda externa. El funcionario es conocido por su verborragia, sus declaraciones enrevesadas para justificar lo injustificable y su defensa incondicional del gobierno: en este caso, del gobierno kirchnerista; en 2002, hacía lo propio con el gobierno duhaldista, cuando defendía ante la prensa la masacre del Puente Pueyrredón, hablaba de los muertos como “sediciosos”, y deslizaba la idea de una matanza “entre piqueteros”.

Pero este pintoresco vocero del g o b i e r n o n o e s t á s o l o e n s u s intervenciones mediáticas. El pago de deuda es una decisión de estado. La misma presidenta de la nación se refiere a esto como una medida “soberana”, y señala en tono orgulloso que esta erogación “busca consolidar nuestro regreso a los mercados”. Alude, sin dudas, a los mercados de las finanzas, en los que se intenta dar “señales positivas” a los organismos usureros para acceder a nuevos préstamos que reforzarán la cadena de dependencia que se dice combatir. Fue curioso ver cómo se difundía desde costosos spots de propaganda oficial a Hillary Clinton, Secretaria de Estado norteamericana, elogiando el pago de deuda a manera de cita de autoridad, y mezclando eso con un discurso sobre la soberanía.

En un escenario con ribetes circenses, donde por derecha los políticos de comité arman y desarman trenzas en el senado, los decretos van y vienen; se dan marchas y contramarchas, ganan aire en los medios de prensa figurones impresentables, como Cobos, Morales, Carrió, o Pinedo. Asoman su hocico relamiéndose Duhalde, Macri, Reutemann. Se vuelve a mostrar ante la opinión pública un deteriorado Menem, que con habilidad y malicia, no pierde ocasión en sus declaraciones para recordarle al actual gobierno los vínculos de filiación que los unieron. Desde esa llamada oposición, que no oculta su linaje retrógrado, se esbozan solamente objeciones -más bien chicanas- de corte administrativo y aire republicanista: dicen que el problema es la institucionalidad. Nada tienen para decir ni oposición ni gobierno sobre la injusticia del pago de 6.600 millones de dólares de

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EE.UU., China, Rusia, U.E. Unidad y disputaLa situación de crisis general del capitalismo, con su epicentro en Estados Unidos y Europa, llevó a varios analistas y organizaciones de isquierda a hablar de una crisis de hegemonía norteamericana, que estaría basada en que este país ya no puede actuar como garante mundial de los intereses capitalistas, transformándose cada vez más en un gigante débil.

¿Podemos pensar en una crisis de la hegemonía norteamericana?

D e s d e o t r a p e r s p e c t i v a , y partiendo de la noción de que el imperialismo impone su dominación fundamentalmente a través de la penetración económica y la conquista o intervención militar, consideramos que si bien existe una fuerte crisis económica que se despliega a escala mundial , el imperialismo norteamericano ha reforzado su estructura militar y el dolar sigue siendo el valor de referencia a nivel mundial.

En América Latina, donde los capitales europeos y chinos han avanzado en su penetración, Estados Unidos busca recuperar el terreno perdido, recreando su liderazgo hegemónico. Mientras las inversiones europeas se concentran en el

área de finanzas y en la de servicios, la llegada de China a la zona, presenta un importante desafío para los

capitales norteamericanos. La potencia oriental se ha convertido

en gran demandante de petróleo, soja y cobre, y su intercambio comercial con Latinoamérica saltó de 10 billones de dólares en el año 2000 a 140 billones en 2008 aunque el incremento de sus inversiones no pueden ser

comparadas aún con las de la Unión Europea.

El despliegue militar imperialPara asegurar su preeminencia en la

región el imperialismo norteamericano ha puesto en marcha varias acciones. Por

un lado, se ha abocado a negociar tratados bilaterales de libre comercio, que le p e r m i t a n n o s ó l o a s e g u r a r s e e l abastecimiento de metales, alimentos y petróleo, sino competir en sectores clave. Por otro lado, además de las tropas y personal de inteligencia desplegados en todo el continente, el Pentágono reactiva la IV Flota que el Comando Sur estableció en M i a m i , c o n t r o l a n d o e l á r e a centroamericana y instala nuevas bases militares en Colombia, para supervisar desde allí la región sur, con una cobertura aérea de largo alcance que le permitirá ejercer un control sobre todo el Amazonas.

Además de garantizar el acceso imperialista a recursos fundamentales, el cordón militar que está erigiendo el Pentágono apunta a hostigar a los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, y amenazar a cualquier gobierno que se plantee disputar la hegemonía norteamericana. Sin dudas el golpe de Estado en Honduras, puso de manifiesto esta estrategia en la región, sobre todo a partir de la inacción, el desgaste, y la legitimación de un golpe de Estado en pleno siglo XXI. Mientras sigue sosteniendo el criminal bloqueo a Cuba, Obama se negó al pedido de varias naciones de bloquear económicamente a los golpistas para debilitar su gobierno. Una vez más, el retorno de los militares al control del poder político ha demostrado que a la burguesía poco le importan las

formas cuando de lo que se trata es de asegurar sus intereses.

Con distintas tácticas, pero desde la misma matriz, Paraguay enfrenta la reacción visceral de sectores conservadores y elitistas que no toleran mínimas reformas, tales como el proyecto de impuesto a la renta personal, restitución de la gratuidad del hospital público, vacunación o el catastro de propiedades agrícolas. La dificultad para llevar adelante estas medidas, que lejos están del socialismo, da cuenta del poder y presión de la burguesía para impedir cualquier medida que i m p l i q u e m í n i m o s a v a n c e s “democráticos”.

La catástrofe que recientemente ocurrió en el país más pobre del continente,

Haití, desnudó también la agresividad del imperialismo. Estados Unidos, que impulsó un golpe de Estado en 2004 destituyendo el gobierno de Jean-Bertrand Aristide, decide en esta ocasión destinar 10.000 militares para administrar y gobernar directamente el país, desde hace años ocupado por tropas estadounidenses en conjunto con militares de países latinoamericanos como Brasil, Uruguay y Argentina. Con el argumento de evitar posibles revueltas populares, Estados Unidos impone su autoridad política y militar global, impidiendo la llegada de ayuda humanitaria, sobre todo médica, dif icultando el acceso a recursos elementales por parte de la población, inmersa en el hambre y la desesperación. Esta respuesta, contrasta con la acción del Gobierno cubano, que ante la catástrofe dispuso inmediatamente el envío de personal médico y jóvenes haitianos de o r i g e n h u m i l d e f o r m a d o s c o m o profesionales de la salud.

E n e s t e c o n t e x t o d e contraofensiva imperial, se multiplican las

¿Crisis de hegemonía norteamericana?

La Contra-ofensiva Imperial

La Contra-ofensiva Imperial

Las acciones imperiales

para extender su dominio. El

despliegue militar abierto en

Colombia, Haití y mediante la IV

Flota; la presencia militar mediada en el golpe de Estado

en Honduras. Disputas y acuerdos con otras potencias

como China, o con el bloque de la

Unión Europea. El papel de la clase

trabajadora y sus organizaciones en la lucha contra el

imperialismo.

Internacional

“En América Latina, Estados Unidos busca recuperar el terreno perdido...”

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económico y militar sigue siendo muy superior al de las demás potencias, lo que se corrobora en el hecho de que sus políticas y acciones no han sido desafiadas por ninguna potencia capitalista. No sólo porque el poder militar de Estados Unidos es mucho mayor al de toda Europa junta, sino porque, además, la presencia de sus tropas en más de cien países contrasta tan seriamente con la de Alemania o Francia, que la Organización del Tratado del Atlántico Norte sólo se moviliza hacia donde el gobierno norteamericano indica.

Esta supremacía sobre los que serían sus posibles rivales se complementa a su vez con el arrollador poder financiero de su moneda, tanto su dominio sobre la producción tecnológica, científica e intelectual como también su alcance cultural e ideológico a escala global debido al poder que ejerce sobre los medios m a s i v o s d e e n t r e t e n i m i e n t o y (des)información. El desenvolvimiento de la actual crisis y el alineamiento de las potencias a nivel mundial corroboran que lo vulnerables que son a la evolucion economica y militar de los Estados Unidos, por lo que no se presentan como detentores de su posicion.

El papel de la clase trabajadora y las organizaciones sociales y políticas¿Qué importancia tiene este análisis para las luchas obreras y populares?

El avance de la contraofensiva imperial en Colombia y Honduras, y los i n t e n t o s d e d e s e s t a b i l i z a c i ó n e n

La hegemonía

El concepto de hegemonía alude a en sus orígenes al predominio de un Estado nación poderoso sobre otro más débil. En 1905, Lenin incorporó este concepto para pensar la Revolución Rusa que había fracasado ese año, pero añadiéndole otro sentido, aplicándolo a la relación interna de las clases sociales pertenecientes a un mismo Estado nación. Para este autor, la hegemonía consiste en la dirección política de un grupo social sobre otro, la cual se ejerce en el plano político, cultural e ideológico. Antonio Gramsci recupera esta noción de hegemonía, incorporando la dimensión cultural e ideológica como espacio de ejercicio de la misma. Por tanto, sostiene que la lucha ideológica es una parte fundamental de la lucha de clases, que no es sólo política; también se construye y se recrea en la vida cotidiana, en la que los individuos interiorizan valores de la cultura dominante. Por ello, el capitalismo es ideológicamente hegemónico, en tanto los propios explotados incorporan sus valores como los únicos válidos. Sin embargo, el ejercicio de la hegemonía está en permanente disputa. Por ello, la hegemonía no se garantiza sólo culturalmente, se complementa con el uso de la coerción, con la violencia. La dominación capitalista se reproduce combinando entonces la violencia con el consenso que se busca generar a través de distintas instituciones de la sociedad civil: los medios de comunicación, las escuelas, los sindicatos, los partidos políticos. Cuanto más débil es la dominación capitalista y mayor crisis tiene la sociedad, mayor violencia necesitan las clases dominantes para ejercer su dominio.

tensiones y escenarios de posible agresión (entre Venezuela y Colombia por ejemplo) y se afianza la militarización. En total, los g a s t o s d e d e f e n s a e n l a r e g i ó n latinoamericana y el Caribe aumentaron hasta los u$s 58.048 millones en 2008 frente a 39.073 millones de 2006, siendo Rusia uno de los mayores proveedores, superando a EEUU y a China. Brasil, en particular, lanzó un programa de modernización militar para el que aumentó su presupuesto militar hasta los u$s 29.700 m i l l o n e s e n 2 0 0 9 ( I n f o r m e d e l International Institute for Strategic Studies - Military Balance 2010, citado en diario Clarín, 4 febrero 2010).

Esta escalada en la militarización y el aprovisionamiento bélico por parte de Brasil y otros países podría hacer pensar que se está poniendo en cuestión la primacía norteamericana en esta área. Sin embargo, la política imperial en América Latina fue convalidada tanto por Brasil como por Argentina y el resto de los países latinoamericanos cuando en la cumbre del UNASUR en Bariloche neutralizaron las voces de repudio (de Venezuela, Bolivia y Ecuador) y avalaron la presencia de las tropas del Pentágono en América Latina, sumándose a la política de los habituales aliados de Estados Unidos en la región: Uribe en Colombia, Alan García en Perú, Calderón en México.

En síntesis, la soberanía que se arroga Estados Unidos a nivel mundial, sólo puede existir porque su poder

Venezuela, Bolivia, Ecuador y Paraguay, reafirman la necesidad de construir una alternativa de la clase trabajadora y los sectores populares, que desde una posición independiente pueda articular respuestas amplias, frente a la agresion imperial. Para todo/as aquello/as que luchamos por una sociedad sin explotados ni explotadores, es decir , por e l s o c i a l i s m o , y q u e entendemos la necesidad de derrotar al capital y al imperialismo desde una perspectiva internacional, el golpe de Estado en Honduras, implica un ensayo,

una avanzada, que pese a la gran resistencia de l pueblo hondureño, no se ha podido evitar. Las repercusiones no s o n s o l a m e n t e l o c a l e s , s i e n t a n precedente, siendo condición de posibilidad de futuras intervenciones.

En este marco, en América Latina parecen resurgir los movimientos populares que buscan construir otras alternativas y que se han opuesto con

fuerza a las políticas militares imperiales. Sin embargo, cuando parte de estos movimientos focalizan sus luchas en a s p e c t o s p a r c i a l e s ( e c o l o g i s m o , culturalismos, etc.) Resultan impotentes frente al verdadero problema: la mundialización capitalista.

Si bien puede considerarse que existe un desarrollo de la resistencia popular latinoamericana con respecto a la s i tuación de la década de 1990, entendemos que frente al avance de las políticas militaristas norteamericanas y frente a los proyectos de reforma capitalista de las burguesías locales, para que haya un real cuestionamiento a la hegemonía norteamericana, es indispensable que los proyectos de transformación social recuperen y reconozcan el papel central q u e l a s c l a s e s o p r i m i d a s y fundamentalmente los trabajadores deben cumplir en un proceso emancipador socialista. En este sentido, es posible abrir un espacio ideológico para que un tipo de movilización desde abajo pueda enfrentar las políticas del imperialismo. Pero para que el antiimperialismo sea consecuente, será necesario abandonar las perspectivas y categorizaciones que diluyen la identidad clasista y relegan el antagonismo social a un segundo plano.

Frente a la contraofensiva imperial se impone reconstruir la unidad para la resistencia. Tendremos que encontrar los caminos para la unidad latinoamericana desde los movimientos populares.

Pag. 5 / marzo 2010

Internacional

“El avance de la contraofensiva imperial

y los intentos de desestabilización en

Venezuela, Bolivia, Ecuadory Paraguay, reafirman la

necesidad de construir una alternativa de la clase

trabajadora...”

Page 6: La Llamarada #01

El impacto de la crisis en la regiónEl impacto de la eclosión global en América Latina ha sido inferior a los países desarrollados y más agudo que en las economías ascendentes de Asia. El PBI latinoamericano aumentó 4,1% en el 2008, declinaría 1,8% en el 2009 y volvería a subir 4,1% en el 2010. Este vaivén también sigue los lineamientos internacionales, con porcentuales más favorables que los países desarrollados y más adversos que las economías ascendentes de Asia. Este resultado intermedio confirma que el impacto ha sido inferior al Primer Mundo, pero no tan atenuado como en China o la India.

Las razones de la mayor estabilidad regionalA diferencia de lo ocurrido en los 80 y 90 el efecto financiero de la crisis no ha sido s i g n i f i c a t i v o . L a c o l o c a c i ó n internacional de bonos públicos se mantuvo con tasas de rendimiento elevadas y la severa caída inicial de las bolsas fue seguida por una persistente recuperación.

Por otra parte, el volumen de las reservas supera al nivel predominante durante las crisis de las últimas décadas y la carga del endeudamiento externo ha bajado. Estos pasivos (netos de reservas internacionales) equivalían al 6% de PIB (2008), frente al 30% predominante durante las eclosiones anteriores.

Pero este cambio no es obra de la naturaleza. Reflejó la monumental transformación que sufrieron las e n t i d a d e s f i n a n c i e r a s , c o m o consecuencia del tendal de quebrantos generados por las últimas crisis. Los bancos de la región han sido menos golpeados que sus equivalentes del Primer Mundo por haber procesado la depuración, actualmente en curso en las entidades de Estados Unidos y Europa.

Los peligros de la relativa solidez de la región

Pero esta mayor consistencia poscrisis es un arma de doble filo, ya que atrae nuevas burbujas hacia la región. En un marco de bajas tasas de interés y a l t o r i e s g o d e l o s b a n c o s metropolitanos, los capitales de corto plazo afluyen a la zona para lucrar con los vaivenes de las acciones, los inmuebles y las monedas. Esta llegada de fondos contrasta con la caída de 35- 45% de la inversión extranjera de largo plazo, que se registró durante el 2009. En esta oportunidad, e l tradicional canal financiero de

transmisión de la crisis ha sido reemplazado por un impacto comercial. La súbita caída de los precios (29%) y del volumen de las exportaciones, que se observó entre el comienzo de la crisis (septiembre 2008) t iene pocos precedentes. Aunque alcanzó un piso (junio del año siguiente) y fue seguido de una nueva apreciación de las materias primas, el resultado final de esta oscilación es incierto. La renovada demanda de China, India y otras economías in te rmedias podr ía estabilizar estos precios (de las materias primas), determinando una inédita gravitación de las compras asiáticas s o b r e e l c i c l o c o m e r c i a l latinoamericano. Pero este cambio de comprador no altera la fuerte atadura de la región al vaivén de cotizaciones de los bienes exportados. El ascenso de estos precios permitió cinco años de continuada reactivación y la reciente recuperación ha operado como un salvavidas de poca consistencia.

El vaivén de los precios internacionales de los insumos incide como nunca sobre la economía latinoamericana. México depende de los ingresos que aportan las ventas de petróleo, Argentina ha quedado atada a la valorización y depreciación de la soja y Brasil está pendiente de los productos básicos que comercializa.

Esta subordinación a la cotización de metales,

alimentos o combustibles es muy superior en los

restantes países de la zona.

El aumento de la desigualdad y la pobreza

Las últimas estimaciones indican un incremento del 7,4 al 8,3% (o 9%) de la tasa promedio de desocupación (en América Latina). (…) Este agravamiento del desempleo coincide con una expansión de la pobreza, que afectaría a un rango de 6 a 10 millones de individuos. El porcentaje de los desamparados latinoamericanos continuará girando en torno al 40% de la población, con picos de agravamiento en las recesiones y reducidas mejoras durante las reactivaciones. Este océano de pobres alimenta crecientes formas de precariedad laboral en todos los países.

América Latina participa con 53 millones de individuos en el mapa mundial de la desnutrición. (…) Para una región que padece los mayores índices de desigualdad del planeta, las consecuencias de cualquier desmejora en esta área son dramáticas. Basta observar las cifras predominantes en la principal economía de la región, para notar la dimensión de esa asimetría. En Brasil, el 10 % más rico posee casi el 75% de la riqueza total y el 45% de estos recursos es acaparado por 5000 familias, localizadas en cuatro ciudades.

La situación en ArgentinaLa caída de la economía

argentina ante la crisis, aunque no se ubica entre las más abruptas, sí contrasta con el período previo (2003-08) de elevado crecimiento.

Esa recuperación cerró una década de virulenta cirugía neoliberal, que incluyó formas extremas privatización, apertura comercial y flexibilización laboral, con dos picos de crisis hiper-inflacionaria. El aparato productivo fue reorganizado en un marco de regresión industrial y

LA CRISIS EN PERSPECTIVA LATINOAMERICANA

Claudio Katz, economista del EDI

y profesor universitario,

escribió a pocos días de iniciado el 2010 seis artículos

que abordan un conjunto de

problemas económicos,

políticos y militares que atraviesan a la

región en el contexto de la

crisis (

). Con su autorización, reproducimos algunos de los

fragmentos fundamentales de

estos escritos para analizar la

situación y elaborar líneas de acción en

este nuevo contexto.

http://katz.lahaine.org/

ECONOMÍA¿La crisis ya terminó? ¿Cómo afecta a América Latina y a Argentina?¿Qué perspectivas abre la crisis? ¿Cuáles son las líneas estratégicas para una construcción socialista hoy?

Pag. 6 / marzo 2010

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Page 7: La Llamarada #01

empobrecimiento de la clase media. Otro aspecto de este retroceso ha sido el vuelco hacia la especialización exportadora liderada por la soja, que ya acapara el 70% de la tierra cultivable.

Pero lo más distintivo del país ha sido la contundencia de la reacción popular. La rebelión masiva del 2001-0 2 p r o v o c ó u n q u e b r a n t o institucional, sin ningún parangón en otras de las economías más grande de la región como Brasil y México.

Estas peculiaridades explican la introducción de políticas neo-desarrollistas bajo el mandato de los Kirchner. Estas orientaciones buscaron recomponer la gravitación de la burguesía industrial, en desmedro de los bancos y en conflicto con el agro-negocio. El intento se llevó a cabo inicialmente, en condiciones internacionales favorables y en el contexto interno de alta rentabilidad que generó la mega-devaluación (2001). Con esa política se apuntaló una recomposición de la autoridad del estado, que suscitó durante varios años el aval de toda la clase capitalista.

El ensayo neo-desarrollista no pudo revertir la desarticulación productiva y l a e n o r m e d e p e n d e n c i a d e l equipamiento foráneo. Tampoco recompuso la baja competitividad de la i ndus t r i a y su a l t o n ive l de extranjerización. Por esta razón ya muestra signos de agotamiento. El obstáculo más importante a su continuidad es la predilección que exhiben las clases dominantes por los elevados lucros que ofrece la primarización. La hostilidad de las elites hacia la política gubernamental, la salida de capitales, las inversiones en el exterior y la continuada venta de grandes empresas a firmas foráneas ilustran el escaso apego actual de los acaudalados al curso neodesarrollista.

Este distanciamiento fue acentuado por

todos los desequilibrios que erosionan a ese modelo. El deterioro del tipo de cambio, la baja inversión privada, el cuello de botella energético y la inflación han afianzado la búsqueda de un nuevo esquema, más asentado en la a g r o e x p o r t a c i ó n , q u e p o d r í a implementar el gobierno actual o su reemplazante.

Ni conformismo ni sectarismoLos desenlaces políticos de

A m é r i c a L a t i n a d e p e n d e n principalmente de los resultados que alcancen las luchas sociales. (…) En un marco de reacciones populares que acotadas, pero persistentes las discusiones de proyectos políticos de la izquierda han recuperado interés.

Muchos pensadores sostienen que existe una sola línea divisoria en la zona, que separa a la derecha de los restantes gobiernos. Colocan a Lula y a Chávez en un terreno común y distinguen únicamente a los defensores del libre comercio de los partidarios de la integración regional. Convocan a desenvolver políticas comunes de regulación del capital financiero y promoción del mercado interno. Este enfoque cuestiona las iniciativas autónomas de los movimientos sociales que afectan a los gobiernos de centroizquierda, estimando que favorecen a la derecha. (…) Este curso prevalece actualmente en Brasil, Argentina o Uruguay y se basa en priorizar los subsidios a las empresas a cualquier mejora de los salarios.

Esta visión postula, además, una falsa disyuntiva entre el amoldamiento al status quo y la aceptación de restauraciones conservadoras más adversas. Olvida que la elección entre lo malo y lo peor sólo conduce al desencanto y a la pérdida de credibilidad popular. Cuando los sectores más esperanzados observan esta ausencia de alternativas frente a la creciente desigualdad se

desmoralizan y toman distancia de la acción política. [U]na acertada gestión del capitalismo sólo es auspiciosa para los poderosos y genera invariables tormentos para los trabajadores. (…) [L]a promoción neodesarrollista del capitalismo, no guarda ninguna relación con la construcción de una sociedad igualitaria.

La aprobación acrítica de los g o b i e r n o s d e c e n t r o i z q u i e r d a frecuentemente suscita en la región, r e a c c i o n e s s i m é t r i c a s d e cuestionamiento ciego a todas las administraciones, como si fueran equivalentes. Todos los mandatarios quedan ubicados en un mismo campo burgués, al ser denunciados como variantes de este sistema de dominación. Esta visión es claramente dogmática. Ignora las diferencias cualitativas que separan un ensayo reformista de la simple perpetuación del orden vigente. (…) Las posturas dogmáticas son estériles, ya que desvalorizan las mediaciones requeridas para lograr el objetivo socialista.

Acumular fuerzas para lograr el objetivo socialista

Frente al sostenimiento del orden que existe y al dogmatismo estéril, se requiere una política de acumulación de fuerzas. Esta estrategia implica alentar medidas de protección a los pueblos y sanción a los poderosos, para evitar que los desbarajustes provocados por el capitalismo sean solventados por las víctimas de este sistema. Estas acciones incluyen iniciativas que impidan los despidos, garanticen los ingresos mínimos y refuercen los gastos sociales. Son iniciativas que apuntan a la nacionalización efectiva de los sistemas financieros, la revisión del pago de las deudas públicas y la recuperación efectiva del control de los recursos naturales.El resurgimiento de la esperanza transformadora es el dato clave de la realidad latinoamericana.

(Los subtítulos y textos en cursiva corresponden a la redacción de La Llamarada. El resaltado con negrita de los textos del autor corre por cuenta de nuestra redacción. Hemos omitido las fuentes que cita el autor a pie de página.)

ECONOMÍA

Mural colectivo realizado en la Villa 20, de Lugano, Capital Federal.

Pag. 7 / marzo 2010

Page 8: La Llamarada #01

En el presente artículo vamos a

exponer algunos interrogantes y

cues t ionamientos a la noción

tradicional sobre la burocracia sindical.

Específicamente, nos vamos a referir a

la utilización que se hace del término en

el discurso político de la izquierda. En

estas breves líneas, no pretendemos

agotar toda la complejidad que

encierra el fenómeno. Sólo aspiramos a

señalar algunas limitaciones o

falencias que contienen las definiciones

convencionales sobre el tema.

Entendemos que no se trata de un

ejercicio meramente retórico. Las

formas de encarar la lucha contra la

burocracia sindical dependen de la

concepción que tengamos de la misma.

El concepto de burocracia sindical

se utiliza de manera recurrente en los

análisis sindicales de la izquierda. Sin

embargo, a pesar de ocupar un lugar

destacado en el discurso político, se le

ha prestado escasa atención a su

definición. Se supone que se trata de un

término que se explica por sí mismo. Sus

características se presumen evidentes.

Aunque la reflexión sobre la materia es

a todas luces insuficiente, circula entre

la militancia cierto sentido común sobre

el tema. Ante la ausencia de una

reflexión profunda sobre la burocracia

sindical, se utilizan frecuentemente

algunas imágenes para referirse a este

tipo de direcciones gremiales. En

repetidas oportunidades, encontramos

que se habla de la burocracia sindical

apelando a las metáforas de «losa

burocrática», «dique de contención» y

«correa de transmisión» (de los

intereses de la burguesía al interior de

la clase obrera).

En todos los casos, estas figuras

presentan a las conducciones sindicales

como elementos externos a la clase

obrera. La burocracia sindical aparece

como una sustancia patógena en un

cuerpo sano. Clase obrera y burocracia

s i n d i c a l s e r í a n e n t i d a d e s

abso lutamente di ferenciadas y

opuestas. Los intereses que defienden

las direcciones burocráticas serían

totalmente contradictorios con los de la

clase trabajadora.

Pero, ¿podemos considerar a los

dirigentes sindicales burocráticos como

ajenos y extraños a la clase obrera? En

la mayoría de los casos, ¿no provienen

de las propias filas proletarias? Las

conducciones de los sindicatos,

generalmente, tienen su origen en la

clase trabajadora. Entonces, se vuelve

difícil considerarlos como elementos

ajenos y extraños a la clase obrera. Pero,

¿qué relación existe entre estos

dirigentes y las bases que dicen

representar? ¿Todas las acciones que

llevan adelante las conducciones

burocráticas son opuestas a los

intereses de los trabajadores? Nadie

podría sostener una afirmación tan

tajante. Hemos visto, en muchas

oportunidades, a los dirigentes

sindicales burocráticos a la cabeza de

genuinos reclamos obreros. Más aún,

¿ a l g u i e n p u e d e a f i r m a r

categóricamente que los dirigentes

burocráticos no gozan de ningún

consenso en las bases? En definitiva,

considerar a las direcciones sindicales

como elementos externos y opuestos a

la s bases s e r ía caer en una

simplificación extrema.

Desde la perspectiva que estamos

c r i t i cando , los p rob lemas de l

movimiento obrero se circunscriben a

sus n ive l e s d i r ec t ivos , a sus

conducciones. Así, las direcciones

burocráticas son verticalistas y

autoritarias, las bases obreras, por el

contrario, serían partidarias de las

prácticas más democráticas. De la

misma forma, las conducciones

burocráticas impulsarían una política

conciliadora y reformista, las bases

serían naturalmente combativas y

objetivamente revolucionarias. Por lo

tanto, el mundo de las direcciones sería

substancialmente diferente al mundo de

los t rabajadores de base. Nos

preguntamos, ¿ninguna de las

características repudiables de las

d i r e c c i o n e s b u r o c r á t i c a s l a s

encontramos en las propias bases

obreras? Desde la visión tradicional,

bastaría con cambiar los elencos

dirigentes de los sindicatos y el

problema estaría solucionado.

Las metáforas que representan a la

burocracia sindical como un «dique de

contención» o una «losa burocrática»

llevan implícita una particular relación

ent re bases y d i r igentes . Los

trabajadores aparecen predispuestos

permanentemente al combate pero son

refrenados una y otra vez por las

conducciones gremiales. Las bases se

encontrarían permanentemente en

estado de ebullición, sin embargo, la

pérfida acción de sus dirigentes no

permitiría que esas fuerzas sean

liberadas. Sería suficiente quitar de

encima del proletariado a esta «losa

burocrá t i ca» para que puedan

desplegarse, sin contención alguna, las

energías revolucionarias que anidan en el

corazón de l pro le tar iado . Nos

preguntamos, ¿siempre las bases quieren

luchar?

Desde esta perspectiva, que hemos

denominado «tradicional», la traición de

los dirigentes cumple un papel clave en

la explicación de la dinámica de la lucha

de clases y la situación de los

A continuación, un aporte del

historiador y miembro del TEL

(Taller de Estudios Laborales)

Alejandro Belkin. Una página para el debate que plantea

una reflexión acerca de la

burocracia sindical y que abre discusiones

poniendo en cuestión visiones

simplistas y esquemáticas sobre

el tema.

PAG. 8 / MARZO 2010

considerar a las direcciones sindicales como elementos externos y opuestos a las bases sería caer en una simplificación extrema.

En debate

Reflexionando sobre l

Page 9: La Llamarada #01

trabajadores. Si por alguna razón, se

desintegrara ese dique de contención,

las masas desplegarían todo su ímpetu

revolucionario y harían tambalear a la

clase dominante, o directamente la

derribarían. Por lo tanto, la burocracia

sindical, de acuerdo con este esquema

de pensamiento, es el principal sostén

del sistema capitalista. Nos animamos a

poner en duda esta forma de entender la

dinámica social. La clase obrera, ¿es

automáticamente revolucionaria?

¿Basta con eliminar a los dirigentes

burocráticos para que el proletariado

tome el poder? Los períodos en los

cuales desciende la conflictividad de la

clase trabajadora, ¿se explican única y

exclusivamente por la traición de los

dirigentes sindicales? ¿No hay

momentos donde las propias bases no

están dispuestas a salir al combate? En

esas circunstancias, ¿a qué dirigentes

sindicales eligen para que los

representen? ¿A los combativos o a los

conciliadores?

Sabemos que muchos dirigentes

sindicales se perpetúan en sus cargos

por años y hasta por décadas. La

ree lecc ión permanente de las

conducciones gremiales, desde la visión

tradicional, se explica exclusivamente

por el fraude que se comete en las

elecciones a cargos directivos.

Aceptando que son los métodos

fraudulentos los que explicacan la

perpetuación de las conducciones, ¿los

trabajadores de base no tienen ninguna

responsabilidad al respecto? En muchos

casos, esta situación, ¿no refleja la

apatía de los trabajadores? La libertad

de la que goza la burocracia sindical

para realizar fraude en las elecciones,

¿no expresa, de alguna manera, que la

clase no ha querido, no ha podido o no

ha sabido organizar una fuerza opositora

lo suficientemente poderosa para

imponer otros mecanismos de decisión?

Llegados a este punto, el lector se

puede estar preguntando si no estamos

justificando la existencia de la

burocracia sindical. Nada más alejado

de nuestras intenciones. Sabemos de las

t r a i c iones de l a s d i r ecc iones

burocráticas. Conocemos que muchos

son corruptos y que están comprados

por la patronal. Somos conscientes de la

complicidad de la burocracia sindical

con la última dictadura militar. Estamos

al tanto de las formas de decisión

antidemocráticas que practican y que

ahogan toda expresión democrática que

surja desde las bases. Sin embargo, y a

pesar que nos cueste aceptarlo, en

muchos casos, estas direcciones, con

esas características, mantienen cierto

nivel de consenso entre los trabajadores

de base. El consenso puede ser activo o

pasivo. En definitiva, creemos que en la

mayoría de los casos, las direcciones

sindicales, por acción u omisión,

expresan a las bases. Por lo tanto, el

problema de la burocracia sindical no

se reduce exclusivamente a un problema

dirigencial. Para terminar con la

burocracia sindical se debe producir

una transformación global, que abarque

tanto a las bases como a los cuadros

dirigentes.

Entre los compañeros de trabajo,

encontramos una diversidad de

situaciones. A un determinado sector de

compañeros, en algunos casos

mayoritario, no les interesa en absoluto

la cuestión sindical. No participan de la

vida gremial. Por otra parte, están

quienes fueron ganados por el discurso

de la patronal. Son aquellos que

apuestan a la salida individual, piensan

que la forma de ascender socialmente

pasa por portarse bien y hacer lo que

dice la gerencia de la empresa. Por otro

lado, tenemos una fracción, debemos

aceptarlo, que apoya a la burocracia

sindical. Por último, en algunos casos,

existe un grupo de compañeros que

defiende una política anti-burocrática.

Sería un error pensar que “contamos con

las masas”, que el grueso de los

trabajadores está a favor de una política

consecuentemente anti-burocrática.

Por el contrario, la tarea principal

consiste en ganarse a los compañeros

para una política alternativa a la de la

burocracia, participativa y democrática.

Tenemos que acercar a aquellos

compañeros desinteresados en las

cuestiones sindicales, convencerlos de

la necesidad de organizarnos y pelear, de

lo contario, la patronal seguirá

explotándonos cada vez más. A los

compañeros que confían en la patronal,

debemos demostrarles que ese camino

es una vía muerta. Que los intereses de la

patronal son antagónicos con los

nuestros. A los trabajadores que

depositan sus esperanzas en la

burocracia sindical, debemos ganarlos

para una política sindical diferente. En

definitiva, debemos contribuir a

revolucionar las bases obreras para

generar las condiciones necesarias para

pelear por otra dirección sindical para el

movimiento obrero.

Alejandro Belkin

13/03/2010

PAG. 9 / MARZO 2010

“...el problema de la burocracia sindical no sereduce exclusivamente a un problema dirigencial.”

“...debemos contribuir a revolucionar las bases

obreras para generar las condiciones necesarias para

pelear por otra direcciónsindical para el movimiento

obrero.”

aa burocracia sindical

Page 10: La Llamarada #01

gobierno, la conducción de la UIA ha comenzado una ronda de vínculos con la AEA y la Mesa de Enlace, con la perspectiva de conformar un Frente empresarial agro-industrial anti kirchnerista. “Es hora de actuar juntos” deslizaron en declaraciones algunos integrantes de la asociación industrial. Por otro lado, diferentes sectores representantes de las pequeñas y medianas empresas siguen siendo sostén del kirchnerismo conjuntamente con grandes empresas extractivas, como las mineras y petroleras. Esta oscilante base social del gobierno está compuesta también por la CGT liderada por Hugo Moyano, los movimientos sociales oficialistas y parte de la estructura del PJ, que sobrevive pese a fuertes internas.

Pero a pesar del traspié electoral legislativo del año pasado, el gobierno pudo retomar la iniciativa con medidas como la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Medios, o el Programa Argentina Trabaja. Por otro lado, se profundizan las disputas con la oposición que comienza a actuar como freno y condicionante en varios terrenos, pero que no logra aún definir un candidato que lidere y reúna el sector. Este año es clave en la definición de alianzas para las elecciones presidenciales de 2011, que perfilan una mayor polarización política. Por el lado de la centro-derecha, hay varios que disputan el liderazgo: Duhalde, Macri, Cobos, Carrió, Reuteman y De Narváez; lo hacen exhibiendo un claro corte neoliberal.

Por el lado de la “centroizquierda”, Proyecto Sur y la Constituyente Social de la CTA vuelven a plantear el proyecto político que años atrás encabezara el Frente Grande, el Frepaso o el Frenapo. Proponen una estrategia electoral institucional con la perspectiva de ser gobierno y poner en marcha un “capitalismo serio y más humano”, que mediante un progreso económico de la mano de la burguesía nativa, traería por “arrastre” una mejor situación para la clase trabajadora.

En medio de los armados preelectorales, la tensión política se trasladó al Congreso. El gobierno está condicionado en el parlamento y por el poder judicial, lo q u e d a c u e n t a d e u n c r e c i e n t e debilitamiento. No obstante, y más por la incapacidad de la oposición de sostener un frente único que por capacidad propia, al gobierno le queda resto. En un marco de creciente confrontación política entre los bloques dominantes, hay sectores de la oposición, principalmente aquellos ligados al duhaldismo, que alientan una entrega anticipada del mandato presidencial. No es ésta una posición compartida por todo el arco opositor ni por todas las fracciones de la burguesía. El objetivo de otros sectores de la oposición, como el radicalismo o la Coalición Cívica, parece ser ir mellando al gobierno, condicionarlo, trabarlo de manera que llegue al 2011 tan debilitado que permita

Soberanía y usuraLlegamos a un 2010 con una

situación económica inestable, que obliga al gobierno a utilizar u 6.600 millones de reservas del Banco Central para pagar parte de la deuda externa y refinanciarla en “mejores condiciones” para volver a tomar crédito, alimentando de este modo un ciclo d e e n d e u d a m i e n t o a s c e n d e n t e y profundizando la dependencia. En este marco, opositores y oficialistas coinciden en la necesidad de pagar: mientras que los primeros exigen la austeridad fiscal, es decir el ajuste y la reducción del gasto, el gobierno dice sostener “una política de desendeudamiento”. Para ello, proponen el pago de la deuda con reservas, y lo plantean como una condición, una garantía de sustentabilidad para los mercados, “que permitiría acceder a mejores tasas”. A 200 años de echada a rodar la Revolución de Mayo se intenta desde el gobierno y la oposición conmemorar la gesta con un hecho que está reñido con la soberanía. La celebración de dos siglos de aquel proceso independentista que se iniciaba en 1810 no merece encontrarnos pagando la deuda externa a manera de celebración.

Las tímidas reacciones de la c e n t r o - i z q u i e r d a , h a c i e n d o u n a diferenciación ficticia entre la deuda legítima e ileg tima, poco aportan a reinstalar en el debate público el repudio al pago de una deuda i legítima y fraudulenta.

Así, mientras las distintas fracciones de la burguesía y sus representantes políticos disputan qué proyecto será el hegemónico en los próximos años, los trabajadores, como clase, no hemos podido aún construir una posición independiente, estando ausentes del debate político y sobre todo de la definición de los destinos de la riqueza social que producimos.

El panorama económico actual se complejiza más aún si tenemos en cuenta la dependencia que el modelo vigente posee respecto de las ventas al exterior de productos primarios, fundamentalmente de soja. Esta dependencia de la renta agraria, que permite subsidiar una producción industrial marginal en términos de participación en el mercado internacional, hace que el sistema se tambalee ante el oscilante precio de las materias primas. El desenvolvimiento de la crisis mundial mantiene un final abierto; éste es un aspecto a tener en cuenta para evaluar las

dificultades fiscales del gobierno, sobre todo para sostener el nivel de

ingreso de las provincias en un año de fuertes tensiones pol í t icas y definiciones electorales.

Reveses y apoyos para el gobierno

El gobierno nacional ha entrado en un proceso de creciente debilidad a partir del voto no

positivo de la resolución 125 y la derrota electoral. La UIA (aliado clave del período

anterior kirchnerista) mantiene desde hace un tiempo una posición

ambigua, producto de las fuertes contradicciones que contiene en su interior: los sectores más fuertes económicamente comienzan a tejer alianzas con la oposición mientras las PYMES se identifican aún con el gobierno. Acompañando alejamientos y fuertes críticas hacia las políticas del

$s

í

la asunción de un gobierno de derecha en un marco de “estabilidad institucional”, recuperando el terreno perdido post década del 90. Como punto de coincidencia, a ningún sector de la llamada oposición parece convenirle una crisis institucional como la que implicó el 2001.

El escenario actual, más allá de las disputas electorales

En este contexto de creciente polarización, afloran posiciones y discursos macartistas, que denunciando la supuesta funcionalidad de la izquierda con las políticas de la derecha, apuntan a castigar, aislar y reprimir a las organizaciones independientes de la clase trabajadora. Mientras que las condiciones de vida empeoran para los sectores populares, comienza a despertarse la conflictividad por abajo. Ejemplo de ello es la importante pelea con paro y movilización que están llevando adelante en 9 provincias los trabajadores de la salud, denunciando el vaciamiento del hospital público, a través de la falta de insumos, instalaciones precarias, y salarios de indigencia. Además en 5 provincias (Jujuy, Tierra del Fuego, Neuquén, Santa Fe y San Luis) se han desatado intensas huelgas docentes en demanda de aumento salarial.

En la Argentina actual, el tener un trabajo no garantiza la canasta básica, la mitad de las personas que trabajan, perciben menos de $ 1.500 por mes y son pobres. Teniendo en cuenta que después de años de tasas récord de crecimiento económico continuamos teniendo un 40% de trabajo en negro, este panorama es aún más negativo. La inflación que para este año está estimada en 30 %, implica un duro golpe a la clase trabajadora, siendo ésta una variable de ajuste y disciplinamiento ante una puja distributiva entre fracciones de la burguesía en la que los escasos aumentos salariales quedan muy por detrás del aumento de los precios, hecho que afecta la capacidad de consumo de los hogares más pobres.

Ante este panorama, es importante que los trabajadores y sectores populares tengamos la claridad necesaria y afrontemos el desafío de construir una fuerza político- social del pueblo, independiente de las trampas institucionales de la burguesía y que interpele con sus propuestas a otros sectores sociales, que tienda a ampliar nuestra influencia y capacidad de confrontación política. Una fuerza que plantee soluciones y medidas concretas con una orientación clasista, y desarrolle organización popular; que consolide los trabajos de base, las luchas y la confluencia con otros sectores organizados de la clase. Para instalar en la agenda pública las necesidades y problemáticas del pueblo que ni este gobierno ni este sistema pueden resolver.

A la par, es imprescindible la organización para contrarrestar con resistencia popular el ajuste y la latente represión, vengan éstos desde el actual gobierno, o desde una derecha conservadora que promete plantearlos más intensa y abiertamente.

En medio de un escenario que

apunta a las elecciones de 2011,

las pujas entre gobierno y

oposición se acentúan. Como

marco, una crisis económica que,

pese a su relativa estabilización,

afecta al comercio y plantea un

panorama incierto. En medio de todo

ello, el pago de la deuda es motivo de

disputa entre los bloques

dominantes. Sean partidarios del

ajuste fiscal o del uso de reservas del

Banco Central, ni oposición ni

gobierno están dispuestos a poner

en discusión el pago de la deuda.

Pag. 10 / marzo 2010

Deuda y bicentenarioNacional

“...mientras las distintas fracciones de la burguesía

y sus representantes políticos disputan qué

proyecto será el hegemónico en los próximos años, los trabajadores, como clase,

no hemos podido aún construir una posición

independiente...”

“En este contexto de polarización, afloran

posiciones macartistas, apuntan a aislar y reprimir

a las organizaciones independientes de la clase trabajadora.”

Por la deudailegítima

Page 11: La Llamarada #01

Las negociaciones paritarias de inicios de año encontraron a las conducciones de la oficialista CTERA, sus pares de UDA, SADOP, CEA y AMET llegando a un arreglo que estipuló el piso salarial docente en $ 1.740 en todo el país para el mes de marzo, y en $ 100 más desde julio (en ambos casos, a cobrarse un mes después). Como ha sucedido en otras ocasiones, la representación de los trabajadores fue mediada por la dirigencia, que priorizó acuerdos inconsultos en sintonía con cierto respaldo -más o menos explícito según la entidad- al gobierno nacional. También como ha ocurrido en otras ocasiones, concluida la paritaria, cada jurisdicción quedó librada a su suerte para refrendar o intentar superar ese piso salarial que en algunos casos se puede transformar en techo.

En el área Metropoli tana, las direcciones de la Lista Celeste de UTE y SUTEBA apostaron con éxito a la conciliación. Tanto en provincia de Bs. As. como en Capital algunos docentes expresan su descontento hacia los acuerdos jurisdiccionales, pero sin llegar aún a poner en cuestión de manera efectiva ni a la camarilla dirigente, ni a la apatía de amplios sectores que todavía no se movilizan. En Jujuy, Tierra del Fuego y San Luis no han comenzado las clases, y con distintas situaciones, puede verse una presencia de docentes de base participando y movilizados.

Panorama en Capital y provincia de Buenos Aires

En ambos distritos, donde se concentra la mayoría de los docentes del país, hubo una negociación que derivó en acuerdos insuficientes, pero que le permitieron a las conducciones oficialistas de UTE y SUTEBA mantenerse al frente de los trabajadores sin sufrir demasiados cimbronazos hasta el momento, pese a cierto descontento en las escuelas. En los dos casos se intentó promover un clima de paz social: en provincia, por ser el de Scioli un gobierno del mismo signo que el nacional; en Ciudad, para no generar un clima de protesta que, indirectamente, pudiese afectar a la presidenta. Con grillas salariales confusas, y una campaña mediática que apuntaba en ese mismo sentido, la mayoría de los docentes no sólo no fue consultada, sino que no sabe aún en qué consistieron los acuerdos salariales firmados por las dirigencias. Uno de los mayores triunfos de la burocracia actual es haber instalado la lógica mediática, por la cual ofertas, rechazos y negociaciones en general están f i l t radas por la i n f o r m a c i ó n t e l e v i s i v a y l a s conferencias de prensa. Será necesario redoblar esfuerzos para revertir esa lógica que le sienta bien a los dirigentes burocratizados, y que para gran parte de los trabajadores se presenta actualmente como natural.

En concreto, los aumentos salariales fueron escasos, escalonados y con cifras por fuera del básico. En Bs.As., $ 100 al básico a cobrar en abril, $ 50 más en agosto y otros $ 20 serán blanqueados al básico en octubre y diciembre respectivamente. En Ciudad, de similar manera, se incrementa el básico en $ 50 a cobrar en abril, $ 50 más a cobrar en agosto, $ 50 de blanqueo en noviembre a cobrar en diciembre- y $ 50 más al básico en diciembre, a percibir en enero de 2011. A esto se añaden, en ambos distritos, cifras “en negro” o “en gris” en distintos rubros que distorsionan la escala salarial, dado que no siempre computan antigüedad ni repercuten en la jubilación. En ambos casos se muestra como un logro haber pactado salarios iniciales: $ 1800 a percibir en abril. Lo que el acuerdo oculta es el alto porcentaje de cifras que van por fuera del básico: en ambas jurisdicciones, ese monto es cercano al 50% del salario. Ante esto, en provincia funcionaron mayoritariamente las asambleas de SUTEBA como verdaderos simulacros, donde se ratificó el acuerdo sin cuestionamientos. De la misma manera ocurrió con UTE en Capital, donde una mayoría de delegados oficialistas aceptó el acuerdo eludiendo la discusión política. A excepción de

Ademys, que planteó una medida de fuerza que lamentablemente no pudo lograr una adecuada repercusión, la totalidad de los sindicatos porteños pactaron con Macri.

En esta situación poco favorable en el ámbito porteño cabe sin embargo destacar la lucha encarada en rechazo al cierre de 82 grados. Este reclamo contó con un nivel de participación que, sin ser todo lo elevado posible, a base de decisión e ingenio logró hacer visible el problema y avanzar en un parate sobre la medida (ver recuadro).

Algunos límites

Como se señaló, contrariamente a lo que muchos esperábamos, este inicio de ciclo lectivo fue más apacible de lo previsto para muchas patronales. Exceptuando los conflictos en Neuquén, Misiones, Chaco, Santa Fe, y el no inicio en Tierra del Fuego, San Luis y Jujuy, jurisdicciones donde la capacidad de movilización de los docentes se combina con la falta de intención o posibilidad negociadora de los gobiernos, no se pudieron concretar aún protestas ni planes de lucha de importancia. Los sectores vinculados al kirchnerismo, como la lista Celeste de

Cronica de un arreglo anunciado,

Negociaciones de la burocracia y luchas parciales que no logran nacionalizarse caracterizan este comienzo de ciclo lectivo. Conflictos docentes en Chaco, Santa Fe, Misiones y Neuquén; hasta la fecha (15/03), no inicio de clases en Jujuy, Tierra del Fuego y San Luis. El papel de la burocracia y los desafíos para los docentes.

EN LUCHAPanorama de la lucha docente

PAG. 11 / MARZO 2010

Page 12: La Llamarada #01

EN LUCHA

CTERA, lograron extender las negociaciones hasta último momento y de manera mediada, ahuyentando cualquier intento de participación desde las escuelas. Sin embargo, sus estructuras y entidades siguen contando con un relativo consenso dentro de la docencia. Este dato, muchas veces ignorado o contradicho por sectores a n t i b u r o c r á t i c o s , n o s i m p i d e posicionarnos correctamente. En medio de campañas meramente agitativas y que muchas veces se ahogan en el consignismo, la izquierda y las corrientes clasistas no hemos logrado aún formular una propuesta que dispute de manera unitaria con la burocracia, pero que además se plantee como finalidad interpelar a los sectores más amplios de la docencia, que hoy en día no están movilizados. Para ello, es necesario no sólo visualizar este problema, sino proponerse trabajar sistemáticamente apuntando a la participación colectiva en los lugares de trabajo, y a reinstalar la cultura del debate y la democracia de base, sin

perder de vista la necesidad de construir organizaciones estables de los trabajadores: esto es, recuperar los sindicatos para nuestra clase, para la lucha y para que sean ámbitos de formación y militancia.

Algunos desafíos concretos

En un año donde la lucha salarial tendrá presencia, dado el proceso inflacionario, pero donde provisoriamente gobierno y burocracia han logrado posponerla en la agenda, urge a las organizaciones clasistas pensar en perspectivas de trabajo a mediano plazo, aquellas que en el fragor más intenso de la lucha salarial se suelen resignar a un segundo plano, o simplemente posponer sin fecha. Momentos como éste deben ser aprovechados para problematizar y discutir con nuestros compañeros respecto a la creciente privatización en educación, que en Ciudad de Bs. As. hace que se destinen 800 millones de pesos anuales para financiar a empresas

El macrismo mantiene los altos grados d e p r e c a r i z a c i ó n l a b o r a l y privatización heredados de las llamadas gestiones progresistas: un 10% de la planta docente del G.C.B.A. es contratado; 1 de cada 2 alumnos de escuelas primarias asiste a colegios privados. Estos índices preexisten a la gestión de Macri, pero éste se esfuerza en avanzar sobre el carácter público de la educación y las condiciones laborales docentes.

Un ejemplo de esto es lo ocurrido en torno a los grados en disputa. El gobierno porteño pretende cerrar grados y secciones de escuelas primarias aduciendo que estos poseen baja matrícula. Detrás de este argumento inexacto se visualiza un

y confesiones religiosas educativas; el vaciamiento presupuestario, edilicio y pedagógico de la escuela pública; la precarización laboral de docentes y la pauperización de las familias de nuestros alumnos. El trabajo paciente, escuela a escuela, compañero a compañero; la labor conjunta con la comunidad; las tareas de formación, todas ellas merecen ser priorizadas mientras se sigue interviniendo en la coyuntura política y en el plano reivindicativo. Sembrar las bases de un sindicalismo que permita masividad y a la par un perfil claramente clasista requerirá de nuestro esfuerzo y creatividad. De seguro, no lo lograremos centrando nuestra labor de manera unilateral en la necesaria agitación por salario, o en las justas denuncias hacia las trampas de la burocracia. El desafío consiste, en todo caso, en avanzar en discusión, en participación y en organización, más allá de los picos que la lucha coyuntural nos depare en estos meses.

ajuste presupuestario a la escuela pública que se da en paralelo con los subsidios récord a la escuela privada. Con esas intenciones fue que se retiraron del concurso de 2009 para titularizaciones 82 cargos de maestro de grado en forma violatoria contra el estatuto docente. La rebelión de los miembros electos de Junta de Clasificación -entre los que la representación por Ademys tuvo un papel preponderante- que pese a todo exhibieron y asignaron dichos cargos, desató el conflicto de manera abierta. El gobierno desconocía a los nuevos titulares y pretendía seguir con su iniciativa de, a mediano plazo, cerrar o fusionar esos grados. Pese a chicanas y maniobras de la burocracia, que encontró en UTE una nítida expresión,

var ios t rabajadores afectados directamente por esta resolución ant ies ta tutar ia del macr ismo, conjuntamente con Ademys y agrupaciones docentes combativas, lograron mediante la movilización, instalar el tema ante la opinión pública y alcanzar un interesante nivel de presión al respecto.

En ese proceso, se dieron asambleas y se desarrolló una toma de la planta baja del Ministerio de Educación, que luego se trasladó al 9º piso, a metros de las oficinas mismas del Ministro. Éste nunca se prestó a dialogar con los docentes, pero con el transcurso de las horas, varios de sus asesores debieron atender a quienes allí reclamaban. En uno de los intercambios con un funcionario de segunda línea, éste deslizó un borrador a los docentes que lo increpaban, donde la cifra de grados que a corto plazo se intenta cerrar o fusionar, incluidos esos 82, asciende a 258.

Si bien el no reconocimiento de los 82 maestros titulares quedó sin efecto por ahora por vía de una medida cautelar presentada por los abogados de UTE, fue trascendente la movilización lograda desde abajo, que suplió con constancia y originalidad un grado de adhesión que no fue todo lo amplio que podría esperarse ante un problema tan grave como éste.

C o m o d o c e n t e s , d e b e m o s organizarnos y hacer extensivo el debate acerca del cierre de grados, ya que el proyecto persiste y es mayor de lo que se suponía. El problema del vaciamiento de la escuela pública no puede circunscribirse a los círculos del activismo. Tenemos como tarea involucrar a sectores más amplios, que incluyan a la mayoría de nuestros compañeros y al resto de la comunidad.

LUCHA POR LOS 82 CARGOS EN CIUDAD DE BUENOS AIRES

PAG. 12 / MARZO 2010

Toma del Ministerio de Educación

Page 13: La Llamarada #01

La lucha y los reclamos

El 3 de noviembre del 2009 se cumplían más de 32 horas de acampe frente el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en la Av. 9 de Julio. Las jornadas de protesta habían incluido una masiva movilización de compañeros y compañeras, habían despertado las habituales quejas de los medios de prensa patronales, y hasta habían generado situaciones de tensión con el aparato represivo, allí desplegado, y actuando mediante provocaciones y hostigamiento a compañeros durante la noche del 2. El Frente de Lucha de organizaciones sociales iniciaba un plan de lucha ante al anuncio del gobierno nacional de la creación de 100.000 puestos de trabajo en cooperativas que realizarán obras en el conurbano bonaerense. Era el primer acampe que sufría la gestión kirchnerista. El reclamo era simple pero contundente: romper con el manejo clientelar de los recursos del estado que apunta a fortalecer la estructura punteril del conurbano bonaerense para el 2011, y que implica el manejo discrecional oficialista a través de los intendentes del Gran Buenos Aires y los movimientos encolumnados con el gobierno. Algunos logros

Mediante la protesta se logró forzar al gobierno a abrir a la discusión cómo sería el ingreso e inscripción para poder acceder al derecho de organizar cooperativas independientes. Además, se pudo plantear ante la opinión pública la denuncia de cómo el oficialismo venía implementando dichos operativos de inscripción: con maniobras de todo tipo, cambios de lugar para anotarse, desembarco de matones y el común denominador, que es hacer que los vecinos y organizaciones que no se doblegan ante los punteros, no accedieran a la conformación de cooperativas. Mediante la lucha en las calles se logró la inscripción al programa de miles de compañeros desocupados, aunque no en todas las localidades se obtuvo

La pelea desde abajo por Cooperativas sin Punteros

El aparato estatal y partidario del

kirchnerismo mantiene su propósito de

disciplinar a sectores populares mediante el

uso de fondos públicos. Por fuera,

organizaciones sociales siguen dando

pelea para que el plan de cooperativas

Argentina Trabaja no sea empleado de manera punteril.

EN LUCHA

Los movimientos sociales recuperan la iniciativa en las calles

cooperativas ajenas a los punteros. En muchos casos, el oficialismo logró hacerse con el control de varios grupos de trabajo, aunque las cooperativas estén conformadas por trabajadores que ingresaron de manera independiente. En distritos donde las organizaciones sociales lograron mayor presión política, los intendentes cedieron. Para lograr esto fue clave el fuerte marco unitario de las organizaciones y la implementación de medidas de lucha acertadas. En otros distritos donde el aparato oficialista funciona de manera más aceitada, y los acuerdos con los intendentes tienen una nodal importancia, como en La Matanza, no se pudo destrabar la situación, y fue más evidente el manejo punteril con un simulacro de preinscripción totalmente discriminatorio hacia las organizaciones sociales, excluyendo a compañeras del acceso a las cooperativas con excusas tales como no tener más de 5 hijos.

Otro fue el caso de distritos donde los intendentes no son oficialistas; allí, ni siquiera se pudo avanzar en la inscripción de los desocupados de la zona, como en La Plata y C.A.B.A. No obstante, la pelea continúa y es probable que mediante la presencia en las calles se pueda lograr la constitución de cooperativas independientes de los punteros y el aparato gubernamental. Los desafíos

Para las organizaciones populares, uno de los desafíos de esta coyuntura consiste en no concebir a las cooperativas como un fin en sí mismo, sino como una herramienta que tiene que permitir la acumulación de fuerzas para la organización popular. Para ello, al interior de los movimientos, es necesario avanzar en una consolidación política y organizativa; fomentar la discusión y formación política. Y seguir creciendo en una participación conciente en la lucha. La conformación de cooperativas permitirá estrechar y recomponer vínculos con la c o m u n i d a d d e n u e s t r o s b a r r i o s

empobrecidos, y recuperar el aspecto social del trabajo, mostrar que es posible la autoorganización de los trabajadores, particularmente allí donde el estado ni siquiera existe, excepto para mostrar su rostro represivo. Tenemos la posibilidad de avanzar en experiencias de gestión y sal ida colectiva a través de la organización independiente de los trabajadores. El trabajo mediante formas de organización cooperativas puede ser una escuela que, con las discusiones políticas indispensables para ello, ayude a prefigurar la construcción de una nueva subjetividad a través de nuevos valores, de apoyo mutuo, solidaridad, compañerismo.

Otro desafío más general tiene que ver con avanzar en la construcción de un sindicato de todos los trabajadores de cooperativas que permita unificar el accionar de varias organizaciones a partir de mínimos acuerdos y acompañado de una ética militante, e ir exigiendo al estado, los actuales patrones, mayores derechos laborales. Así se deberá luchar para que no se naturalice la situación de precariedad en estos trabajos: exigir continuidad laboral, licencias, vacaciones, etc. Derechos que por cierto, tanta sangre le costaron a nuestra clase.

Pero de todos los desafíos que surgen con los resultados de la lucha, probablemente el principal sea no limitarse al plano r e i v i n d i c a t i v o , n o c a e r e n e l corporativismo de los reclamos. Esto será posible en la medida en que el proyecto político de transformación social sea el que guíe el funcionamiento de los emprendimientos; eso es lo que nos puede diferenciar de otras cooperativas convencionales. La perspectiva política de nuestro trabajo es la que nos tiene que permitir avanzar en la construcción de u n a f u e r z a s o c i a l c o n m a t r i z emancipatoria, que intervenga en la realidad con capacidad de propuesta desde una perspectiva clasista.

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Este año se cumple el 100º aniversario del nacimiento del poeta español Miguel Hernández. Múltiples homenajes se disputarán la escena, y en cada uno de ellos, lo que estará en pugna será qué se elige recordar de este escritor; qué se decide exaltar, y qué callar. Esquivando lecturas y biografías de Hernández que pasan por su recuerdo acrí t ico y su recitación descafeinada, puede encontrarse publicado un amplio abanico de literatura sobre él, que va desde visiones de derecha -que aclaman y sobredimensionan su origen católico a la par que lamentan su “desvío” hacia la poesía social y la militancia comunista- y versiones progresistas que reconocen su praxis política, pero la tiñen de un aire pintoresco o de una nostalgia cómoda, y no plantean una necesaria actualización ni reconocen su vigencia. En medio de todo ello, la voz y la letra de Miguel Hernández que, como decía él mismo, desde debajo de la tierra y con gritos, con voces de alondra, o zumo de clavel intentan abrirse paso junto con la verdad histórica y la justicia poética.

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Miguel Hernández nació en 1910, en Orihuela, un municipio español de algunos miles de habitantes en la provincia de Alicante. Los biógrafos del poeta coinciden en caracterizar a su pueblo natal como un espacio dominado por la Iglesia Católica, donde el aire medieval se respiraba en pleno siglo XX, y donde había más sotanas que olivares. Miguel nació en ese contexto local, en la casa de un modesto vendedor de cabras. Desde niño conocería el pastoreo y el trabajo e n l a h u e r t a : a l o s d o c e a ñ o s , aproximadamente, su padre, un campesino severo y tosco que siempre se opondría a la vocación artística de su hijo, lo quitó de la escuela para que trabajara, pese al ofrecimiento de los jesuitas de becarlo. Su juventud fue, como era casi inevitable en su tierra natal, monitoreada por sacerdotes y personajes de derecha. Pero pronto se sacudiría de encima el lastre oscurantista que el catolicismo ibérico le había ceñido.

***Miguel Hernández cantó como pocos a su tierra, sus paisajes, al amor, la vida pastoril. Pero también supo cantar sobre la miseria en la que vivía su pueblo, sobre la injusticia secular de su España, y sobre la necesidad de la revolución. En sus viajes de juventud conoció Madrid, y allí trabó amistad con Neruda y con González Tuñón, entre otros; ambos de decisiva influencia para su viraje ideológico. Su evolución intelectual y estética no sólo repercutió en la literatura. Cuando la Guerra Civil Española estalló, y los militares golpistas se enfrentaron con las armas contra el bando popular, Miguel se enroló voluntariamente en el Quinto R e g i m i e n t o , ó r g a n o d e c o m b a t e emblemático del Partido Comunista español. Para entonces, poco quedaba de su pasado católico. “Me libré de los templos: sonreídme,/ donde me consumía con tristeza de lámpara”, había escrito allá por 1935 en un poema de ruptura. Allí estaba ahora el poeta, vuelto soldado: cavando trincheras, con un fusil al hombro.

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Durante la guerra, Hernández publicó dos poemarios: su inmortal e ineludible Viento del pueblo, (escrito desde fines de 1936, con los primeros impulsos de la batalla) y su más reflexivo e intimista El hombre acecha (escrito durante 1938). En septiembre de 1937, el poeta viaja por cerca de un mes a la Unión Soviética, donde participa de diversas actividades políticas y culturales. Ante la posibilidad de prolongar allí su estadía, se decide por volver prontamente a pelear entre los suyos y correr su suerte: en noviembre se halla junto al ejército republicano de la toma de Teruel. Ése también era Miguel Hernández: el que pudiendo encargarse de aspectos ligados a la diplomacia y el arte, optaba por volver a los frentes de batalla. Ése era; tan poco parecido al que es leído muchas veces mediante algunos versos desgajados de su vida y del resto de su obra que, concebida como totalidad, fue mucho más que renglones para enamorados, excelsas versificaciones y una rima y un metro bien medidos.

***“Es preciso matar para seguir

viviendo”, decía el poeta en su <<Canción del esposo soldado>>. Versos que, escritos en guerra, no camuflan el odio al enemigo, ni

buscan eludir definiciones. Versos que parecerían emparentados con otra frase, perteneciente a un combatiente unas décadas posterior, que hablaba del necesario odio para derrotar a un enemigo que es brutal. ¿Citarán estos versos quienes homenajeen a este poeta universal? ¿Hablarán de su comunismo inclaudicable, aún en prisión y bajo pena de muerte? ¿Qué opinarán de este escritor aquellos artistas e intelectuales que se embanderan hoy con el mal menor, el pragmatismo, la prosternación ante los tiempos que corren? ¿Qué dirán los que guardaron en el placard o debajo de la alfombra insignias y retratos hábilmente sustituidos por discursos políticamente c o r r e c t o s , p o s i b i l i s m o s , p u e s t o s ministeriales y aumentos en las ventas de sus libros o discos? Como conjuro contra los homenajes de mercado a este verdadero poeta revolucionario, baste recordar su final. Ya culminada la guerra, con la derrota republicana, Miguel es apresado. Se lo juzga y condena a pena de muerte. La sanción fue mantenida en suspenso durante meses, y luego de tan tortuosa espera fue conmutada por una prisión superior a su edad: 32 años de cárcel. Cabe destacar la actitud de Miguel Hernández durante todo el proceso. Pese a haber sido golpeado, y haber sufrido como los otros presos políticos condiciones durísimas de encarcelamiento, no se doblega. Al ser interrogado, reconoce sus ideales antifascistas y revolucionarios, y nunca se desdice de su obra. Estando pendiente la pena capital, el poeta es visitado en la cárcel por Rafael Sánchez Mazas y otros intelectuales falangistas. Esta visita tiene una oscura finalidad: los emisarios del régimen vienen prometer a Miguel Hernández su indulto y liberación si él pasa, como otros ya lo habían hecho, a colaborar con el bando de Franco. Los enviados del poder le comunican al poeta el precio de su vida: la traición. El poeta expulsa a los visitantes de su celda, ofendido por tan ruin ofrecimiento.

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Miguel Hernández murió un 28 de marzo de 1942, luego de haber transitado durante más de dos años por una media docena de cárceles, y de no haber recibido la más mínima atención humanitaria ni médica. Tenía 31 años. Era otra víctima del franquismo gobernante, que por medio de sus escuadras falangistas había fusilado años atrás a Federico García Lorca. En el caso de Hernández, el fascismo español había procurado una muerte con más sigilo: a la bestialidad escandalosa de un pelotón, la había reemplazado por la falta de asistencia. En prisión, pésimamente alimentado y sin medicina alguna, el poeta había agonizado durante meses por una tuberculosis. Sus correspondencias finales atestiguan cómo le realizaban escasas curaciones en un drenaje en sus pulmones utilizando trapos sucios; cómo convivía diariamente junto a ratas y alimañas.

A 100 años de su nacimiento, su obra, plena de actualidad y vigor, espera ser visitada de nuevo por las presentes generaciones. Esto se torna indispensable, especialmente en esa España en la que ningún criminal del franquismo fue siquiera juzgado, y en este presente donde tan imperioso se hace que soplen otra vez los vientos del pueblo. De nuevo, y esta vez, más fuerte.

Cien años de Miguel HernándezEn el año del centenario del poeta y combatiente, se multiplican los homenajes. Pero, ¿quién fue Miguel Hernández?

¿Qué impulsos alentaban sus versos?

Arte

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I· A 34 años del 24 de marzo de 1976 -y a más de un cuarto de siglo del retorno a la constitucionalidad- las consecuencias de la dictadura cívico-militar siguen formando parte de nuestro presente. Fue entonces cuando, a golpe de fusiles y picanas, siguiendo el repique de los organismos financieros, y coreando l o s h i m n o s d e “ o r d e n” d e intelectuales reaccionarios, la b u r g u e s í a p u d o d e f i n i r drásticamente la relación de fuerzas en contra de los trabajadores.

Las atrocidades de los perros guardianes de la moral “occidental y cristiana” no fueron ni excesos, ni locuras; no fueron la consecuencia de delirios insuflados por la Doctrina de la Seguridad Nacional. El terror fue el arma con que la clase dominante respondió a la radicalización de la lucha del pueblo.No olvidar el carácter de clase de la dictadura

II· Luego de la rebelión de 2001, a medida que surgían embriones de movilización y organización, la memoria oficial sobre la dictadura dejó de ser la de la “teoría de los dos demonios”. Lo que hasta entonces había sido una fecha de recuerdo extraoficial se institucionalizó. Eso permitió que sectores que no le daban la más mínima trascendencia a los aniversarios del 24 de marzo ahora se mostraran interesados por el tema.

24 de marzo: no olvidar

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Sin embargo, la memoria oficial actual, aun cuando realice homenajes a los compañeros detenidos desaparecidos, silencia (¿o deberíamos decir que “hace desaparecer”?) el proyecto político que encarnaban aquellos militantes. Los 30.000, se dice en las evocaciones oficiales u oficiosas, “luchaban por un país mejor”, “soñaban con una sociedad más justa”. Pero estas frases no son por sí mismas un proyecto, no indican ninguna línea de acción. Los compañeros desaparecidos, los que sobrevivieron a la tortura, los que fueron desterrados y exiliados y que continuaron luchando, peleaban por algo mucho más concreto, más terrenal y más amenazador para los poderosos: LUCHABAN POR EL SOCIALISMO, LUCHABAN CONTRA LA SOCIEDAD CAPITALISTA. No olvidar que el proyecto de los compañeros era transformar la sociedad de raíz

III· He allí tal vez uno de los mayores triunfos de los dueños de todo de los que hablaba Rodolfo Walsh: el haber despojado a los militantes de su proyecto político revolucionario. Despojo que formó un todo de horror con el despojo de la vida, el despojo de los hijos y el de tantos compañeros. Y el despojo hacia a nosotros como pueblo de proyectar un futuro diferente al capital ismo. La

aniquilación física y sus efectos de terror cortaron con la transmisión molecular de experiencias que cada generación de luchadores hace con la siguiente y que permite mantener un hilo histórico.

Es significativo que hoy, muchos compañeros que luchan honesta y comprometidamente por un cambio social, se enorgullezcan de representar algo “completamente nuevo”. Pero esto, llevado al extremo, está muy lejos de ser una virtud. No ap rende r de l a e xpe r i enc i a revolucionaria más avanzada de nuestro pueblo, de nuestra clase, con sus errores y también sus aciertos, equivale a desarmarnos. Urge en estas horas recuperar las banderas de una generación que no peleó para gerenciar el hambre con bellas palabras, sino que peleó para que de una vez por todas se pusiera fin a la explotación del hombre por el hombre. Retomar esa experiencia no significa copiarla caricaturescamente, sino volver a enhebrar el hilo rojo que nos permita construir una alternativa socialista, de masas, revolucionaria. No olvidar que la lucha no empieza (ni termina) con nosotros.

La lucha continúa, no a la impunidad de ayer y de hoy.

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Esta publicación es fruto del trabajo de los compañeros y compañeras que conformamos la Agrupación Hombre Nuevo. Quienes confluimos en esta organización entendemos, lejos del tono pretensioso, que la construcción de hombres y mujeres nuevos sólo podrá encararse como un proceso general con la construcción del socialismo. Sin embargo, pensamos que para alcanzar esa meta, nosotros, como militantes de una organización política, tenemos que hacer un esfuerzo cotidiano y sistemático por aproximarnos al modelo de ser humano que queremos. Esa aspiración es la que orienta nuestra praxis, y es la que intentamos que se refleje en las ideas, discusiones y orientaciones políticas que compartimos aquí. En ese recorrido, marcan el sendero fuegos y llamas que nos alumbran: los aportes teóricos y humanos del Che, el ejemplo trascendental de la Revolución Cubana, los principios del internacionalismo obrero y el sueño innegociable de la Revolución Socialista. Dentro de ese marco es que se da nuestra modesta pero decidida intervención mediante estas páginas.Por eso, para dar inicio a ellas, tal como planteara Roque Dalton en su poema “Los comienzos”, decimos:

Una pequeña llamita que quiere ser llamarada

Gloria, pues, a la pequeña llamita, a la primera lámpara.