La Llamarada nro10

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Órgano de Difusión de la Agrupación Hombre nuevo

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InternacionalCRISIS AJUSTE Y DISPUTA INTER-IMPERIALISTA

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AMÉRICA LATINAPÁGINA

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NacionalENTRE LA SINTONÍA FINA Y EL DESENGAÑO EN TRAZOS GRUESOS

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CREAR UNA NUEVA IZQUIERDA,UNA NUEVA SUBJETIVIDAD MILITANTEPÁGINA

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En DebateLA DIALÉCTICA DE LA DEPENDENCIA

PÁGINA8 y el legado de Ruy Mauro Marini

Arte y ComunicaciónCERRAR LOS ESPACIOS PÚBLICOS DE ARTE ES PRO...

PÁGINA14 y también K

OJO CON LO QUE ESCRIBÍS!PÁGINA15

EconomíaCUANDO LAS PARTES NO SON “PARES”

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En LuchaFÁBRICAS RECUPERADAS Y COOPERATIVAS AUTOGESTIONADAS

PÁGINA1 1 Un camino de unidad

UN MAL A CIELO ABIERTOPÁGINA12 La mega-minería y sus consecuencias sociales

COMPAÑERO DE LA CLASE

Acompañan este número ilustraciones de artis-tas de Hombre Nuevo y otros caricaturistas popu-lares a quienes agradecemos la difusión de sus imágenes públicamente.

En especial las imágenes de Tapa y editorial, fueron realizadas para La Llamarada por Sebas-tián; las imágenes de Nacional, Internacional, En Debate, Arte y Contratapa fueron realizadas por Victoria y las de En Lucha, por Nicolás.

También agradecemos las fotos que han sido to-madas de distintos medios de prensa popular.

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“Desde hace tiempo siento la amenaza/ de ese viento sobre/ la luz de mi lám-para, sobre esa luz que apenas/ me al-

canza para no perderme/ entre las garras del mundo, entre los dientes/ de esa inmen-sa muchedumbre de los lobos en la som-bra”, escribía el viejo, en su casa del barrio La Loma, allá en Luján. Los domingos era de verse cómo este flaco de cabellos blancos y frondoso bigote, recibía a los militantes jovencitos, y compartía su mate y su expe-riencia, esa misma que duele en los huesos como la humedad de una noche de junio. Una noche de junio fue que se lo llevaron a Dardo Dorronzoro, que era poeta y he-rrero, y de viejo, la testa plateada y un 1913 en la partida de nacimiento. No más. Los fierros lo lloraron en silencio y las palabras lo lloraron como hacen ellas. Sus compa-ñeros, sus pibes, sus perros se pusieron mal de veras.

Apenas con una filigrana no alcanza para abarcar todo el telar de esa década, en la que los compañeros se jugaban la vida y la muerte por una sociedad en la que el niño no creciera a expensas del hambre y el yugo del trabajo no se llevara el cuero de los hom-bres que trabajan. No alcanza, lo sabemos, con decir que a ese poeta y a esos compa-ñeros les dieron caza, y les dieron muerte, y los llamaron de mil formas, para decirles enemigos. Porque esos compañeros, como el herrero de Luján andaban bien enemistados con la riqueza voraz de los patrones y anda-ban empeñados en cambiar las cosas. Hace falta decir mucho más, lo sabemos.

Ahora que pasaron 36 años, y el mundo se cuece diariamente en sartenes muy si-milares, nos merecemos un día de justicia que ponga en el banquillo de los acusados a esos tipos que tenían y tienen el sartén por el mango. Lo merecemos aquellos que des-de distintas organizaciones no bajamos los brazos ni compramos el discurso del mal menor. Lo merecemos, no por ósmosis o por herencia alguna. Lo merecemos por méritos probados en la lucha que se abrió después de la lucha aplacada a sangre y fuego en la dictadura. Lo merecemos y esto no implica un pedido, ni una exigencia administrativa: lo ansiamos y eso nos mueve para adelante y nos mueve colectivamente. Para esto es pre-ciso desmenuzar la espesura de las políticas actuales, correr el velo discursivo, despojar de artificios la propaganda. Es preciso que analicemos en detalle la suerte que corren los cómplices de la dictadura a la luz del proyecto actual de sociedad, mirar de cerca a quienes siguen gozando de privilegios. Mi-rar desde abajo, pero de cerca, para no tener que mirar desde abajo jamás.

Apenas unos hilos no bastan para tejer todo el paño. Pero los techos se le caen encima y él y sus compañeros toman la escuela hasta que alguien se digne a revocar el techo. O ella que no trabaja cuatro horas y no tiene tres meses de vacaciones, y el sueldo no le alcanza y corta la ruta junto a otros maestros. Mil doscientos pesos no es ni la vigésima parte de lo que gana un diputado, piensan, y junto a otros trabajadores acampan ante el ministerio. Para la Ley son “terroris-tas”. Dependerá del juez que la pena sea dura o durísima. Los mili-

tantes sociales, sindicales y políticos tienen hoy por hoy la cancha marcada por un es-tado que recrudece las medidas represivas. La cantidad de presos políticos supera los dos millares y los gendarmes se “invitan” a las movilizaciones populares para hacer es-pionaje. A 36 años del golpe militar, la can-cha está marcada: protestar es un delito, la huelga una extorsión (en los hechos y en los papeles).

Mientras tanto Ledesma sigue cosechando naranjas regadas con la sangre de los com-pañeros desaparecidos durante el Apagón, que el propio Blaquier planificó junto a los militares. Mientras tanto Paolo Rocca, pre-sidente de Techint, empresa que durante la dictadura participó de la desaparición de centenares de obreros metalúrgicos en el centro clandestino Tiro Federal de Campana -que lindaba con la fábrica Siderca-, saluda los discursos presidenciales y los conside-ra “positivos” para el sector (suyo propio). Mientras tanto la empresa Ford Motors Ar-gentina, que proporcionó transporte y espa-cio físico en su planta de Pacheco para se-cuestrar y desaparecer a trabajadores durante la última dictadura, se engalana con la pre-sencia de la presidenta en el acto por su 50º aniversario, y la tribuna de La Cámpora de Máximo Kirchner y la Juventud Sindical de Facundo Moyano hacen los coros.

No hay discurso que ruborice las mejillas de estos grupos empresarios que como civi-

les fueron partícipes de la dictadura de Vide-la. La complicidad y los delitos cometidos no forman parte de la agenda de un juzgado, y gozan de impunidad por su calidad de alia-dos al “modelo”.

Mientras tanto Julio sigue apareciendo en siluetas callejeras y desapareciendo en su jardín platense. Mientras tanto Luciano Arruga se sigue negando a salir a afanar para la cana y lo vuelven a moler a gol-pes los oficiales. Mientras tanto Mariano Ferreyra recibe en el pecho todo el favor de la burocracia. Mientras tanto caen en la tierra los despojados de la tierra y decoran sus mansiones en San Isidro, los dueños del ingenio.

En este marco, nuestra perspectiva es in-transigente con los cómplices del estado genocida. Porque nuestra estrategia, la de aquellos que no pasamos el borratintas so-bre la historia para dejar escrito con bue-na letra solo un puñado de éxitos, consiste como dijo el joven Dardo en no perdernos en las garras del mundo, entre los dientes de esa inmensa muchedumbre de los lobos en la sombra.

Equipo de redacción de

La Llamarada

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Tensiones por centro-izquierda

Al poco tiempo de la aprobación de la modificatoria a la Ley Antiterrorista, se co-noció mediáticamente el espionaje de la gen-darmería a dirigentes y activistas sociales y sindicales, conocido como “Proyecto X”. En paralelo, se vio la represión a los ambien-talistas y pueblos de Catamarca y La Rioja que vienen desarrollando una intensa lucha contra los proyectos de mega-minería, que contó con una vergonzosa campaña mediáti-ca para legitimar el saqueo, e incluyó el pa-pelón del testimonio de un falso minero que hablaba a favor de la explotación. A pesar de los discursos acerca de la soberanía na-cional, quedaban expuestos los dispositivos legales, comerciales, fiscales y represivos instalados luego de las reformas mineras de

los ’90, con garantías de altas rentabilidades al capital transnacional.

Sumado a estos hechos, la tragedia en Once desnudó viejos problemas estructurales irre-sueltos durante la era kirchnerista. La ausen-cia de un plan ferroviario distinto al desgua-ce de los 90 y la política de subsidios de la que se jacta el Gobierno han dejado al descu-bierto un entramado de corrupción y nego-cios millonarios, con la lógica consecuencia de servicios colapsados, déficits en inversión y 51 muertes completamente evitables de trabajadores. A pesar de las advertencias del cuerpo de delegados de la línea Sarmiento, TBA y el organismo de control (CNRT) hi-cieron caso omiso a estas denuncias. Mien-tras tanto el clan Cirigliano, empresarios beneficiados por el modelo, desviaron los

1.924 millones de pesos que re-cibieron en

conceptos de subsi-

dios estatales entre los años 2003 y 2010 (La Nación, 10/03/2012) a la compra de dólares y la especulación financiera. Ante estos he-chos, la respuesta oficial ha sido la defensa a ultranza de la política ferroviaria, y el des-plazamiento del Secretario de Transporte, el otrora macrista Schiavi, alegando problemas de salud. Poco y nada ante la magnitud de lo sucedido. Poco y nada para satisfacer algún reclamo por centro izquierda.

La tribuna progresista del oficialismo también se ha visto desconcertada ante los insistentes ataques presidenciales a los tra-bajadores de la educación. Hasta aquellos personajes más maquillados de progresistas, como el ferviente kirchnerista Hugo Yasky, se vieron obligados a dar una respuesta, tí-midamente: por primera vez en décadas la oficialista CTERA llamó a un paro nacional por salario.

No es novedad, el armado oficialista con-tiene en su interior desde la burocracia sin-

dical, Gobernadores e intendentes de lo más rancio del PJ, hasta organizacio-nes juveniles, movimientos sociales, de derechos humanos e intelectuales

progresistas. No está quebrada esta alianza, pero hay ruidos,

tensiones, que el ala de centro izquierda ha comenzado a expli-

citar abiertamente marcan-do algunas críticas parciales, que no

ponen en discusión la esencia del proyecto.

¿Fractura de la CGT?

La relación del Gobierno con aquella parte de la burocracia sin-

dical que lo ayudó en todos estos años está quebrada. La tensión entre el moyanismo y el oficialismo no ha bajado, y las amenazas de profundizar medidas de lucha siguen en pie.

El gobierno está apostando abiertamen-te a la candidatura de Caló, referente de la UOM., para desplazar a Moyano de la con-ducción de la central sindical. El metalúrgico ha mostrado gestos de disciplina para refor-zar su alianza con el Gobierno, se presenta conciliador ante los empresarios, repite el discurso oficial en lo que refiere a la mode-ración salarial y ha tejido vínculos con otros sectores sindicalistas en búsqueda de apoyos para las elecciones de junio.

No está clara la cantidad de votos que tie-ne cada sector, pero lo cierto es que en los próximos meses asistiremos a una pelea des-carnada por acumular votos y apoyos, siem-pre con acuerdos de por medio. Es un inte-rrogante abierto, pero no descartamos como hipótesis una nueva fractura de la CGT ante la eventual pérdida de las elecciones por par-te de Moyano.

Entrados a marzo aún falta definir parita-rias en varios gremios importantes. La incer-tidumbre en relación a la suba del mínimo del impuesto a las ganancias hace que nin-guno quiera cerrar primero la pauta de este año hasta no conocer cuál será el impacto del gravamen sobre los sueldos. En este sen-tido, el gobierno parece extrañar el apoyo del líder camionero que todos estos años ha ayudado a fijar el techo salarial.

Hegemonía y discurso oficial

Los últimos discursos presidenciales han sido un claro ejemplo de que la supremacía de la burguesía como clase no se debe úni-camente a la coerción, sino también a que

Entre la sintonía finay el desengaño entrazos gruesosEn lo que va del 2012, una serie de conflictos han puesto de manifiesto de ma-nera más explícita las contradicciones y límites del kirchnerismo. Ante este escenario, se debate en la opinión pública acerca de la imagen presidencial. Este incipiente descontento social, ¿tiene impacto o no sobre el 54 % de apoyo que obtuvo el gobierno en las últimas elecciones? ¿Hay desgaste? ¿Desencanta-miento?

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logra imponer su concepción del mundo sobre los dominados generando amplios consensos.

No son un dato menor los constantes ata-ques presidenciales contra los trabajadores que luchan (ADOSAC, Subte, petroleros, etc.). Tampoco las declaraciones de la mi-nistra Garré, calificando de extorsivas y desestabilizadoras las medidas de lucha de organizaciones sociales en reclamo de un aumento del Programa Argentina Trabaja. Logran de este modo instalar estas ideas como dominantes en el sentido común de la clase trabajadora. La presidenta también sostiene la imagen de la supuesta neutrali-dad del Estado al plantear, en un auténtico ejercicio de bonapartismo, que el Gobierno sea querellante en la causa por el accidente ferroviario de Once, cuando es en realidad el culpable. A estos aspectos, podríamos sumarle la retórica sobre Malvinas que se da en paralelo a la entrega del subsue-lo a mineras transnacionales: la apelación (superficial) al nacionalismo es una de las cartas que frecuentemente utiliza la bur-guesía como fuente de legitimación.

Este gobierno, mediante la combinación de algunas pocas concesiones y la construc-ción de hegemonía, ha sorteado con habili-dad momentos adversos como la crisis del 2008. En este sentido, consideramos que si bien la coyuntura política ha puesto en el tapete algunas contradicciones del kirchne-rismo, y éste cuenta con menos margen de maniobra, no debemos subestimar el apoyo que aún conserva. Ante hechos de gravedad no ha tenido grandes costos políticos, y man-tiene espaldas anchas para aplicar ajustes encubiertos, eufemísticamente denominados “sintonía fina”. A esto se le suma la debilidad de una oposición burguesa que no ha podido intervenir ante aquellos puntos débiles del Gobierno.

Ante este escenario, tenemos el enorme desafío de profundizar la lectura sobre es-tas contradicciones y tensiones que se han hecho visibles, y así acumular desde una perspectiva independiente y de izquierda. Es fundamental intervenir en la batalla de ideas, aportando a una lectura contrahege-mónica, que reinstale al socialismo como el único camino para la emancipación defi-nitiva de los explotados y oprimidos, pero a la vez dialogue con sectores amplios de las masas. Ante la inflación, el ajuste, las avanzadas represivas y la consolidación del saqueo por parte de las multinaciona-les, la lucha por el salario y las condicio-nes de vida son un primer paso; la nece-sidad de una lucha en el plano político se muestra cada vez más imprescindible.

Agrupación

Hombre NuevoMarzo de 2012

Las nuevas generaciones que nos vamos iniciando en la vida política, tenemos que tener siempre presente que no par-

timos de cero, que es nuestro deber como mili-tantes recuperar las mejores tradiciones de lu-cha de nuestra clase, valorando sus lecciones y aprendizajes, sus aciertos y errores, porque ello nos ayudará con una visión crítica, a te-ner mejores herramientas para el análisis y la acción, y para poder contribuir desde nuestro humilde lugar a construir un verdadero pro-yecto revolucionario y socialista en nuestro país.

La batalla contra el capitalismo, contra la ena-jenación y la lucha incansable por una sociedad de nuevo tipo, tiene sus orígenes en la praxis revolucionaria de hombres y mujeres que en dis-tintos tiempos asumieron este desafío.

Hoy, a 10 años de la rebelión del 2001, desde la militancia de nuestros días debemos reflexio-nar a fondo sobre las tareas políticas a desarro-llar en esta etapa, signada por la recomposición de la institucionalidad y la reconstrucción de consenso por parte de los sectores dominantes.

El 2001 fue una escuela para muchos de noso-tros. Forjado en la lucha de aquellos años y de las experiencias de resistencia contra el neoli-beralismo de los 90 surgió un nuevo activismo. Como resultado de aquel proceso, y más allá de la izquierda tradicional, comenzaron a vis-lumbrarse nuevas expresiones políticas desde la izquierda, heterogéneas en sus definiciones, pero con un denominador común: la búsqueda de superar las formas clásicas de hacer política.

La nueva izquierda hoy no existe como espa-cio político consolidado y aún no se han alcan-zado mayores niveles de visibilidad. Sin embar-go, hemos dado los primeros pasos en el intento de generar reagrupamientos políticos que bus-can sortear la lucha meramente reivindicativa, articulando lo social y lo político, con arraigo en el trabajo de base, y con la preocupación de elaborar propuestas intermedias que atiendan al nivel de conciencia de los trabajadores, bus-cando interpelar a sectores más amplios de la población.

Sin embargo, tenemos que reconocer que exis-ten importantes limitaciones para profundizar esa construcción. Por un lado, como resultado de la reacción contra el sectarismo, se cae en el rechazo a la construcción partidaria, a lo que se suman varias dosis de macartismo que se tradu-cen políticamente en ciertas prácticas anti pro-grama. Lo anterior genera que en el afán de dia-

logar con el pueblo en general, se termine por confundir táctica con estrategia. Por otra parte, la poca inserción del movimiento de izquierda dentro de los sectores de trabajadores ocupados y la falta de un horizonte común que se plantee superar las luchas particulares desconectadas, nos impide avanzar en una unidad programática con clara independencia de clase, anticapitalis-ta. Es indispensable que abordemos estas tareas.

Entendemos que, como espacio político en construcción, el movimiento de la izquierda independiente tiene la posibilidad de recuperar, desde la mayoría de sus diversas expresiones, importantes características de lo que en los ‘70 fue la izquierda revolucionaria, es decir, aquel actor dinámico y creativo, crítico, vivo, que por medio de la iniciativa superó la institucionaliza-ción que, por la misma lógica del sistema, nos acecha permanentemente a los luchadores.

La derrota de los ‘70 significó el aniquilamien-to físico de cientos de los mejores cuadros que nuestro país vio crecer. El vacío generado por la dictadura dio paso a la recomposición de la burguesía, en su forma parlamentaria y , dentro del campo popular, fueron adquiriendo mayor protagonismo los sectores institucionalizados de la izquierda, marcando una determinada im-pronta para el conjunto de nuestro pueblo. Con la pérdida de la izquierda revolucionaria de los ‘70, se perdieron, también, rasgos de su cultura militante.

Es por ello que de nosotros depende gestar este espacio político que hoy se encuentra va-cante, donde la izquierda independiente vaya recobrando la flexibilidad táctica junto con la firmeza estratégica: el anticapitalismo de la mano del antiimperialismo, la construcción de base y el poder popular, la democracia directa y el anti bu-rocratismo, la acción directa y el anti dog-matismo, la lucha contra el patriarcado, deben ser elementos pre figurativos del proyecto a largo plazo.

Además es cen-tral abandonar las lógicas sectarias, o m b l i g u i s t a s , deshonestas y de autoconstruc-ción, que sólo

han logrado en todo este tiempo naturalizar una práctica política que, en términos estratégicos, nos llevará nuevamente a un callejón sin salida.

Con el desafío de construir en la diversidad y con distintas tendencias como punto de partida, es preciso impulsar a nuestro espacio como una alternativa, con un programa propio, para acu-mular fuerza de los de abajo con una perspecti-va radical. Esta tarea implica el fortalecimiento y desarrollo serio de una nueva subjetividad. Privilegiando las construcciones unitarias por sobre la particularidad, desde las bases y po-niendo siempre por delante la defensa de los intereses de la clase.

Decimos que no es posible un capitalismo “humano” porque el capitalismo es la muer-te. La única verdadera alternativa vendrá de la mano de los trabajadores y trabajadoras, si so-mos capaces de organizarnos y confiar en nues-tra inmensa fuerza.

Desde Hombre Nuevo, sostenemos que a la vez que desarrollamos organización política y un fuerte trabajo de base, debemos consolidar un movimiento desde la nueva izquierda que, desde la realidad latinoamericana, pueda crear hegemonía y fuerza popular para poder acabar de una vez por todas con todas las formas de do-minación y opresión y construir el socialismo.

Agrupación

Hombre NuevoMarzo de 2012

Crear una nueva izquierda,una nueva subjetividad militante

"Cada generación que entra en la vida, renueva sus ideales,impone un ritmo distinto, y anuncia la posibilidad de algo mejor"

Aníbal Ponce

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Las acciones de resistencia en Gre-cia, España, Inglaterra, Francia, Italia y Portugal, donde empiezan

a extenderse huelgas y movilizaciones, plantean un nuevo escenario en la Unión Europea. El pasado 12 de febrero, mien-tras se aprobaba el segundo “rescate”, una masiva manifestación popular rodeaba el Parlamento griego y más de 100.000 per-sonas se reunieron en distintos puntos del país para protestar contra los recortes y ajustes. Como es evidente desde hace me-ses, las políticas de ajuste lo único que han generado es mayor desempleo, pobreza y la desigualdad social. Más de 40 ciuda-des del mundo se sumaron a una protesta con el lema “Somos todos griegos”, expre-sando no sólo la solidaridad con el pueblo griego, sino poniendo de manifiesto la raíz común de esta crisis: el interés y la lógica del capital deja en la pobreza a millones de seres humanos. Sin definirse como antica-pitalistas, estas protestas son parte de la re-sistencia contra el mercado internacional, contra el FMI, los bancos, el capital finan-ciero y los políticos funcionales a tales in-

tereses.

En España las protestas ponen en alerta al gobierno de Rajoy que teme que el desconten-to social adquiera las dimensiones de Grecia. Pese a ello, el gobierno anuncia más “sacri-ficios”, que se traducen en una disminución del presupuesto de hasta 20.000 millones de euros, acompañados por aumentos impositi-vos, particularmente el IVA, además de reba-jas salariales y más despidos. En respuesta al recorte en gasto social aprobado en diciembre, que alcanza los 9.000 millones de euros y que prevé para este año un índice de desocupación que alcanzaría a 6 millones de trabajadores, se han multiplicado las acciones de resistencia. Mientras los sindicatos convocan a una huel-ga general para fines de marzo en rechazo a la reforma laboral, las movilizaciones de miles de estudiantes de Valencia y Barcelona en con-tra de las quitas en educación escandalizan a la opinión pública que ve por televisión a los jóvenes muertos de frío en escuelas públicas sin luz ni calefacción por falta de pago de los servicios.

La vuelta del FMI

En este escenario, además de la acción del Banco Central Europeo y la Comisión Eu-ropea (encabezada por Alemania y Fran-cia) para determinar las políticas a seguir, se ha verificado nuevamente el rol central de Estados Unidos en el resurgimiento de

FMI para preservar el orden im-perial vigente. A pesar

de las crecientes atribuciones obtenidas por los nuevos participantes del Fondo, Washington marca la pauta del organismo. El FMI define actualmente en Europa las sanciones contra cualquier obstrucción del ajuste. Suspendió créditos a Ucrania cuando se dispusieron au-mentos del salario mínimo, impuso la reduc-ción de los sueldos en Letonia, exigió privati-zaciones en Grecia y objetó el referéndum de Islandia contra los acreedores. La influencia norteamericana es también significativa en la reforma del sistema financiero mundial. Wall Street y la City Londinense compar-ten el manejo de las cúspides financieras y pretenden restringir todas las regulaciones al mínimo compati-ble con sus negocios. Y si bien el dólar ha perdido el reinado indiscutible que tenía en la posguerra, mantiene su primacía ante la ausen-cia de reemplazo, dado que el euro no logró la influencia requerida para actuar como moneda global, el yen ha perdido influencia y el yuan no se ha internacionalizado aún como signo convertible.

Por otra parte, el continuado cre-cimiento de China a tasas del 9-10% anual, multipli-cando sus expor-

taciones, apropiándose de recursos naturales en África, afianzando los intercambios comer-ciales con América Latina, ha convertido a ese país en la segunda economía del mundo. Sin embargo, el crecimiento chino sólo ha consti-tuido un contrapeso parcial frente a la crisis, sosteniendo financieramente a Estados Unidos y a Europa para asegurar la continuidad de sus ventas externas, preservando la demanda inter-na y motorizando la adquisición internacional de materias primas; pero aún no está claro si

podrá reemplazar a las grandes potencias en la dirección del table-ro imperial. A pesar de ello, algunos indicios marcan cuál podría ser el rumbo de la poten-cia oriental en torno de la estrategia geopo-lítica mundial: el go-bierno chino decidió

aumentar su presupuesto militar en 11,2 % lo que significaría un total superior a los 106.400 millones de dólares. Según Li Zhaoxing, por-tavoz del Parlamento, la idea es equiparar el desarrollo económico con el desarrollo militar.

internacional

Frente a la continuidad de la crisis, la Unión Europea debe afrontar una cre-ciente protesta social al tiempo que intenta imponer límites al gasto fiscal de los países más chicos. Alemania, Francia e Inglaterra discuten la vía para evitar una recesión prolongada y la ruptura de la UE mientras Estados Unidos y sus aliados intentan sostener el control geopolítico del globo amenazando con intervenir en Siria y con declarar una guerra abierta a Irán.

se ha verificado nue-vamente el rol cen-

tral de Estados Unidos en el resur-gimiento de FMI para preservar el orden imperial vigente.

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La revuelta popular que comenzó en febrero contra el aislamiento que sufre la región, exigiendo el aumen-to del salario mínimo y sub-

sidio al precio del combustible, ha tomado gran relevancia. Si bien es un movimiento heterogéneo, integrado por trabajadores, estudiantes y campesinos, como por em-presarios y políticos de la Concertación y

de la derecha, los pobladores de Aysen se han unido para re-clamar mejores condiciones de vida, trabajo, salud y

educación.

Mientras el pueblo su-fre desabastecimientos, el gobierno de Piñera

intenta “garan-tizar el orden público” mi-litarizando la zona y cercan-do hospitales para detener

heridos. Al igual que en Argentina con la Ley Antiterrorista, el Estado chileno inició querellas contra los líderes del movimiento invocando la Ley de Seguridad Interior del Estado, que castiga con cárcel los desórde-nes públicos. Pero la revuelta de Aysén, con protestas, barricadas y movilizaciones, desa-fió la represión y logró mantener el control de la ciudad durante semanas.

Pese a los intentos del gobierno y sus mi-nistros de aislar el conflicto, cientos de or-ganizaciones se movilizaron en Santiago de Chile, en apoyo al Movimiento Social por Aysén. A pesar de no ser, como dijimos, un movimiento clasista, la movilización fue convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) y otras confederaciones de trabajadores, donde tam-bién se repudió la represión sufrida por los pobladores de la región. Los pueblos vamos aprendiendo nuevamente que los cambios verdaderos sólo se producirán si se protesta en la calle, luchando, exigiendo el cumpli-miento de nuestros derechos.

A comienzos de enero de este año, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Co-lombia (FARC) emitieron un comunicado en el que, tras elaborar una lista de recla-mos políticos, sociales y económicos al gobierno expresaban: “de estos y simila-res asuntos, con participación activa de los afectados, nos interesa tratar en una hipotética mesa de conversaciones”. En el texto, el jefe de las FARC instó a San-tos a “poner en cuestión las privatizacio-nes, la desregulación, la libertad absoluta de comercio e inversión, la depredación ambiental, la democracia de mercado, la doctrina militar. Retomar la Agenda que quedó pendiendo en El Caguán”, pequeña población que fue durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) epicentro de unos fallidos diálogos de paz.

Un mes más tarde, las FARC anunciaron que liberarían a 10 rehenes, a la vez que renunciaban al secuestro de civiles. Desde hace años, las FARC han propuesto can-jear los rehenes policías y militares por centenares de sus guerrilleros presos. En referencia a los secuestros, asesinatos y torturas realizados por los paramilitares y el ejército regular, el comunicado plantea que “Es hora de que se comience a aclarar quiénes y con qué propósitos secuestran hoy en Colombia”.

En momentos en que Colombia se postu-la como sede de la próxima asamblea de la OEA, el presidente Santos busca que Es-tados Unidos apruebe el Tratado de Libre Comercio con Colombia, lo que es frena-

do por algunos senadores norteamericanos por las denuncias a violaciones de dere-chos humanos por parte del Estado. Por ello Santos habló de un eventual diálogo “cara a cara” con la cúpula guerrillera, que como dijimos, las FARC estarían dispues-tas a retomar.

Al mismo tiempo, frente a la amenaza del presidente Correa de no participar en la próxima reunión de la OEA si no se invita a Cuba, Santos viajó a la isla para dialogar con Raúl Castro y con

Chávez en un intento de lograr que los países del ALBA participen de la cumbre americana pero, sin sacar los pies del pla-to, dejando fuera a Cuba.

Clara García B.

Al mismo tiempo, el presidente electo de Rusia, Vladimir Putin, anunció en uno de sus artículos programáticos una estrategia militar hasta el 2020, con un costo superior a los 700 mil millones de dólares, que reforzaría extraor-dinariamente al ejército del país euroasiático.

TEG. Estrategia: Medio Oriente

En el marco de las disputas inter-imperia-listas, las amenazas contra Siria e Irán se re-lacionan con el objetivo norteamericano de desestabilizar a Rusia y China con conflictos cercanos a sus territorios, y que además legi-timen una posible intervención de las tropas de la OTAN para garantizar el control de una porción clave de la región asiática. En la estra-tegia imperialista, Siria es un país clave por su influencia en la zona y las buenas relaciones que mantiene con Irán. Dominada por la di-nastía Asad, desde el año 1971, es otro caso de tiranías del mundo árabe y ante la amenaza de occidente que intenta socavar la estabilidad del gobierno, éste no ha dudado en utilizar la fuerza para mantener el control. Producto de esta puja, se calcula que en el lapso de cinco meses 1800 personas fueron asesinadas, más de 3000 desaparecidas y 1200 encarceladas.

A pesar de estas masacres, es la competencia entre las potencias la que explica, en parte, el veto chino y ruso a cualquier sanción contra Siria y la subida de tono en las declaraciones respecto al conflicto que se escuchan desde las cancillerías en ambas naciones. Rusia se niega a apoyar la intervención en Siria, aduciendo estar contra la injerencia en los asuntos inter-nos de un país soberano, cuando en realidad, su preocupación es la pérdida de sus lazos co-merciales con Siria y la posible llegada al po-der de fuerzas relacionadas con EEUU e Israel.

En este plano, lo que aparece de fondo es la posibilidad de que una vez derrotado el régi-men sirio el paso siguiente se dé sobre Irán, “el gran objetivo”. Tanto EEUU como la UE y el Estado de Israel vienen presionando a Irán para que deje de enriquecer uranio, argumentando que lo utilizaría para construir una bomba atómica, mientras Ahmadineyan sostiene que el programa atómico es parte de un desarrollo de fuentes alternativas de energía . Pero según sostienen muchos analistas, ni EEUU ni Israel invaden directamente Irán porque este tendría no sólo la capacidad bélica para resistir un ata-que de Israel, sino la capacidad de causarle un gran daño a EEUU en términos comerciales, cerrando por ejemplo el estrecho de Ormuz (una medida que dañaría a todo el mundo por la inmediata subida del precio de los hidrocar-buros). A esto se suma que Irán contaría con el apoyo de Siria y del Líbano probablemente en una guerra de gran escala a la que podrían sumarse China y Rusia con apoyo armamen-tístico, protegiendo su zona de influencia de la penetración norteamericana que ya controla, aunque con muchas dificultades, el territorio de Irak y Afganistán.

En este escenario, un ataque a Irán abriría la puerta a una guerra de mayor envergadura, probablemente a escala mundial y con con-secuencias imprevisibles para la humanidad toda. Habrá que ver cuánto pesa el hecho de que este sea un año electoral en Estados Uni-dos y cómo jugará en la opinión pública una nueva intervención bélica. Hoy, como hace años, la única opción frente a la guerra inter-imperialista sigue siendo la organización y la solidaridad internacionalista de los pueblos y trabajadores que debemos luchar por construir una alternativa propia.

Clara García B.Agustina Villegas

internacional

Aysen. Revuelta popular en Chile

Colombia y las FARC

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Ruy Mauro Marini es uno de los más brillantes intelectuales militantes de América Latina. Se destacó por

sus aportes teóricos pero también por su militancia coherente. Nacido en 1932 en Brasil, falleció en 1997 en su tierra natal, luego de tres exilios que lo llevaron a Mé-xico y Chile.

La Llamarada: La obra de Ruy Mauro Marini es bastante desconocida en la Ar-gentina por ello empezamos por pregun-tarte ¿quién fue Ruy Mauro?

Roberta: -Ruy Mauro fue un importante sociólogo brasileño, que en el periodo de la dictadura en Brasil, en los años 60 - 70, tuvo que exiliarse para no sufrir en el pro-pio cuerpo la persecución política de un régimen fachista. Y antes del exilio ya era un sujeto metido en la concepción de que era necesario organizar en la lucha de clases una perspectiva incluso de lucha armada para ese entonces. Entonces es un intelec-tual orgánico en el sentido colectivo de la palabra, que no creía posible una teoría sin acción revolucionaria (…).

Es una referencia para nosotros como luchadores sociales en Brasil y en Latino-américa, porque es uno de los pocos inte-lectuales que metido en la lucha nunca dejó de creer en la posibilidad de construir otro mundo, otro modo de producción de vida necesario y posible para nuestros pueblos latinos. Es un sujeto que si yo pudiera defi-nirlo, lo definiría como un sujeto con con-ciencia y praxis política para la clase tra-bajadora.

-¿Podrías resumir los principales aportes teóricos que ha hecho Ruy Mauro Marini?

-Marini escribió tres ensayos importantes

que fueron: Dialéctica de la dependencia, Subdesarrollo y Revolución y después In-tegración Latinoamericana. El libro más famoso y más polémico de él fue el prime-ro, Dialéctica de la dependencia, cuya tesis principal era que había en América Latina un capitalismo sui generis, que a la luz del proceso mundial y conformación del capital sobre el trabajo acá se conformaría no otro tipo de capitalismo, pero sí uno con toda-vía más perversidad. Entonces partiendo del materialismo histórico dialéctico sos-tiene que además de la explotación que es sustantiva al capitalismo, habría en nuestro continente una superexplotación fruto de una relación desigual entre el capital gene-ral y el capital de la periferia. Y, a la vez, que la superexplotación era un mecanismo que explicaba la particularidad dialéctica de América Latina en el mundo, confor-mando una explicación a la luz de la teoría del valor de Marx. A diferencia de lo que la CEPAL aportaba sobre el intercambio des-igual a partir de los precios relativos de los productos de la periferia y de los productos industriales, lo que Marini intentó, y en mi opinión logró con éxito, fue revelar que lo

que en realidad había era una transferencia de valor del trabajo de acá hacía el trabajo de allá y del capital de allá apropiándose de los dos trabajos, el de allá con plusvalor re-lativo y el de acá, de la periferia, con plus-valor absoluto. (…)

Después en Subdesarrollo y Revolución, trata el tema del subimperialismo brasile-ño, argentino y mexicano, porque fueron las economías que más se desarrollaron en ese período histórico que va de los ́ 30 a los ́ 60. Y va a definir que para el momento del im-perialismo mundial, forjado sobre el poder de los monopolios y del capital financiero, cuya centralidad estaba en la exportación

de capitales, acá lo que iría a ocurrir era que algunos países no serían más tan periféricos como otros, aunque tampoco serían países centrales en el orden internacional. A estas naciones que no son ni periféricas ni cen-trales él las denomina subimperialistas. El subimperialismo entonces, es la forma par-ticular de explicar el papel de algunas eco-nomías en determinados continentes frente al imperialismo de los capitales monopóli-cos de los países centrales. En líneas gene-rales, el subimperialismo exige un estado intermediario fuerte y la superexplotación que exige que el trabajador de la periferia no sea transformado en consumidor directo de lo que produce, esas dos características forjan el concepto de la dialéctica de la de-pendencia de Ruy Mauro Marini ahí escrito en los 60´.

-¿Qué impacto tuvieron estos análisis dentro y fuera del campo marxista? ¿Qué debates generaron?

- El debate estuvo inscripto en lo que quedó caracterizado como la Escuela de la Dependencia, cuyo principal nombre de re-ferencia fue Fernando Enrique Cardozo y el argentino Enzo Faletto con la obra Desarro-llo y dependencia en América Latina. Es-tos autores decían (…) que dependencia no es sinónimo de capitalismo, sino más bien sinónimo de cómo el capitalismo se desa-rrolló en América Latina por no haber acá una burguesía nacional consolidada para ser innovadora y destructora de capitales no innovadores. Entonces esa idea, que fue la victoriosa y hegemónica, defendía que para que el capital se desarrollara de for-ma menos desigual, sería necesario que las burguesías nacional e internacional se inte-grasen y que los Estados no fueran produc-tores e interventores en esos territorios. Ese grupo hegemónico inviabilizó y aniquiló la otra tesis, porque no necesitaban vivir en el exilio, ellos siguieron dentro de sus países, haciendo toda la consolidación teórico aca-démica y no presentando el debate como un debate. Ese fue uno de los motivos políticos para que Ruy Mauro quedara en la historia como un autor muy poco leído como Vania Bambirra, Theotonio Dos Santos y el mis-mo Gunder Frank, que de ese grupo es el autor más conocido. Ellos no van a tener la misma referencia teórica académica que

esos otros autores, porque vivieron en el exilio una situación política diferente. Eran de izquierda, defendían la revolución, y por lo tanto, fueron consecuentes con la clase trabajadora.

- ¿Qué nos dice la obra de Ruy Mauro sobre la realidad de hoy en día? ¿Qué co-sas cambiaron? ¿Qué elementos siguen vigentes?

- Las contradicciones del capitalismo se acentuaron tanto, que ese debate vuelve y vuelve con fuerza a partir de lo que estamos construyendo como movimientos sociales organizados en nuestro continente. Vale destacar eso, porque en Brasil por ejemplo, quien más ha leído Ruy Mauro Marini en la actualidad, son los militantes de los movi-mientos sociales. (…) Entonces, a la luz de las contradicciones del capital vividas hoy, ese debate regresa porque de hecho, si la superexplotación que era muy propia de la periferia, ahora pasa a ser algo propio del modo de producción general, lo que pode-mos decir de la particularidad de nuestro continente, es que ella sigue más viva que nunca. Que la precarización de los trabajos, los contratos temporarios y el nivel de tra-bajadores informales de nuestro continente caracterizarían hoy un más intenso nivel de explotación del continente (…).

La superexplotación antes era el centro de acumulación del capital nacional, la supe-rexplotación en nuestros territorios ahora, es el centro de acumulación del capital interna-cional que actúa acá. Por tanto, quizás no haya ni transferencia de valor, sino produc-ción directa de valor. Esta es una de las cosas que hemos investigado, o sea que el papel de América Latina para los países centrales sigue siendo muy importante. Y el subimpe-rialismo, al menos en Brasil, ha provocado un tremendo debate, hay por lo menos tres tesis sobre este debate dentro de la izquierda: un grupo afirma que lo que hay es el impe-rialismo y punto, y que el poder del capital internacional sobre nuestros territorios ya define que el imperialismo tiene proyección mundial y que la exportación de capitales lle-ga para sentar sus bases como capital en los territorios, por lo tanto, no existe más desde el periodo neoliberal en adelante una pers-pectiva del subimperialismo, lo que existe es

En esta entrevista con La Llamarada, Ro-berta Traspadini1, analiza los aportes de la obra y pensamiento de Ruy Mauro Ma-rini, su actualidad y pertinencia para pensar los procesos latinoamericanos, el imperialismo y las perspectivas de las

organizaciones de izquierda hoy.

...partiendo del materialismo históri-co dialéctico sostiene que además de la explotación (...), habría en nuestro con-tinente una superexplotación fruto de una relación desigual entre el capital general y el capital de la periferia.

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el fin del estado nación, la consolidación de la fragilidad de lo público sobre lo privado, el imperialismo único y puro.

Un segundo grupo sostiene que países como el Brasil tienen el poder de ser impe-rialistas en el continente, que por lo tanto, exportan capitales, en el caso del petróleo, de la siderurgia o de la construcción civil y esa exportación de capital se configuraría como una nueva fase más robusta del ca-pital nacional e internacional actuante acá, que permitiría trabajar con la tesis del Bra-sil imperialista, capital imperialista.

Y por último, un tercer grupo, en el que no-sotros nos ubicamos, que define al subimpe-rialismo como todavía vigente exactamente porque la forma como los estados o el Esta-do Brasilero asumió tanto las deudas como el compromiso con el capital nacional e in-ternacional lo hace todavía fuerte, y su fuer-za está en cumplir con los arreglos marcados en el escenario internacional. Por lo tanto, Petrobras en Bolivia no tiene nada que ver con el estado Brasilero, sino más bien con el papel que el estado brasilero cumplirá a partir de los designios del estado americano, vía capital Shell, vía capital Texaco, capital Ohio Mills.

Entonces, son tres tesis que vuelven con fuerza para de-fender que la actual correlación de fuerzas en América Latina pone a Brasil en una relación mucho más a favor del capital que del trabajo, por lo tanto, la dialéctica de la dependencia asume una fuerza vital de explicación desde los referenciales marxistas a partir de lo que vivimos en nuestro continente.

- ¿Cómo pensar desde los movi-mientos sociales procesos que rom-pan con la lógica del valor y con la dialéctica de la dependencia en Amé-rica Latina?

- Primero, mirando desde el mundo del trabajo, creo que tendríamos que conse-guir evaluar cuál es la actual situación de la clase que vive del trabajo hoy en nues-tro continente. ¿Dónde estamos? ¿Quiénes somos? Incluso en un mismo sector indus-trial estamos tan fragmentados, tan parti-dos como sujetos de una misma operación que quizás no sepamos evaluar y diagnos-ticar dónde está y quién es el sujeto polí-tico de la revolución actual. Entonces la primera cuestión es volver a resignificar quiénes somos, dónde estamos y qué situación vivimos como clase. O sea, volver a organizar la unidad de clase, la unidad popular.

La segunda característica que se me hace muy importante desde el mundo del traba-jo, es entender cuál es en este momento el papel de los parti-dos y de los movi-mientos sociales, porque eso cambió demasiado en nues-tra historia. Si has-ta los noventa, los partidos de izquier-da y derecha confi-guraban la disputa electoral del poder, ahora esos movi-mientos sociales aparecen como mucho más que movimientos de resistencia, como movimientos que organizan la formación política de la clase, que es el caso específi-co del MST en Brasil, de la Vía campesina en nuestro continente y en el mundo y otras tantas experiencias que estamos viviendo hoy en América Latina, por lo tanto, eso nos remite a una discusión de organización popular para la toma del poder: cuál es la capacidad que tenemos como clase organi-zada hoy de mantener en el poder sujetos que representarían un estado de transición

en medio de una si-

tuación internacional cuyas correlaciones de fuerzas entre capitalismo y comunismo aparentemente desaparecieron. Entonces,

la cuestión central está en cómo configu-raremos la disputa del poder o la toma del estado.

Me parece que eso vuelve a estar en el or-den del día y me parece que los movimien-tos sociales hoy cumplen la función que los partidos políticos de izquierda cumplieron hasta los ochenta en nuestro continente. Eso también nos remite al papel político de los movimientos y más concretamen-te al papel político partidario de ellos. La tercera cuestión que me parece importante es cómo organizamos una integración lati-

noamericana que pase por los pueblos y no por los mercados. (…) Creo que es un momento muy particular de la lucha de cla-

ses en el continente, hay que recuperar la centralidad del trabajo, y en la cen-tralidad del trabajo, la organización y la conciencia de la lucha de clases. Yo creo que eso es lo fundamental, y por eso volvemos a los clásicos del marxis-

mo como Marx, Engels, Lenin, Rosa y a los clásicos de América Latina a la luz del marxismo como Ruy Mauro Marini, Gun-der Frank, Vania Bambirra y otros tantos autores de nuestra América.

Entrevista y edición,Santiago IzurzúnAgustina Villegas

1. Profesora de la Escola Nacional Florestán Fernández, de la Universidad Federal de Espí-ritu Santo y militante de Consulta Popular de Brasil. Escribe en el Jornal Brasil de Fato (www.brasildefato.com.br). Y es columnista de la radio agencia Noticias del Plan Alto (www.radioagen-cianp.com.br).

la primera cuestión es volver a re-significar quiénes somos, dónde estamos y qué situación vivimos como clase. O sea, volver a organizar la unidad de

clase, la unidad popular.

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Las negociaciones en el 2012

Las negociaciones paritarias se inicia-ron este 2012 con un fuerte condicionamiento dado por la crisis y probable recesión interna-cional. A pesar del supuesto “blindaje” argen-tino frente a los efectos de la crisis, los empre-sarios y el gobierno nacional argumentan que la evolución de los salarios debe estar atada a la productividad del trabajo y establecen un te-cho del 18% de aumento. Pero a diferencia de otros años, esta vez la discusión se desarrolla en el marco de fuertes tensiones entre Moyano y el gobierno nacional, disputa de poder y de tendencias que, sin cuestionar de fondo la rela-ción entre capital y trabajo, genera por primera vez en muchos años un contexto en el que la burocracia amenaza con acompañar los cruces verbales con medidas de fuerza.

Un poco de historia

El decreto 1334 de 1991 estableció que todas las negociaciones salariales debían llevarse a cabo teniendo en cuenta el incre-mento de la productividad de la economía (aumento de la cantidad de producto por unidad de tiempo). Con el argumento de que sólo el aumento del producto (o de “la tor-ta”) podía garantizar mejoras en las retribu-ciones laborales (una de las “porciones”) que no condujeran a un proceso inflacionario. Pero en la práctica las negociaciones pari-tarias quedaron suspendidas durante todo el menemismo, por lo cual, las condiciones de trabajo y salariales fueron impuestas directa-mente por los empresarios en un contexto de fuerte ajuste y con una relación de fuerzas to-talmente desfavorable para los trabajadores. Fue así que el incremento de la productividad estuvo acompañado de un retroceso salarial y redundó en un aumento

sustancial de la explotación del conjunto de la clase obrera.

A partir de la devaluación del año 2002 comenzó un período de crecimiento de la actividad económica con tasas promedio del 8% entre 2003 y 2010. La recuperación económica, y la consiguiente caída del des-empleo, fue acompañada de un aumento de la movilización de los trabajadores ocupados que comenzaron a recobrar algunos derechos perdidos durante el menemismo. Después de más de 10 años de inactividad, el Ministerio de Trabajo impulsó las negociaciones colecti-vas y convocó nuevamente al Consejo Nacio-nal del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil. La CGT y los sindi-catos oficialistas resultaron fortalecidos eco-nómica y políticamente en el nuevo contexto. Al tiempo que conseguía ciertas mejoras para los trabajadores bajo convenio, la burocracia sindical contribuyó fuertemente a pautar y controlar los aumentos salariales y las luchas obreras.

El lado oscuro de la recuperación económica

Pero la recuperación económica estuvo sus-tentada fundamentalmente en una notable transferencia de recursos desde los trabaja-dores hacia los dueños de los medios de pro-ducción. En el primer año del abandono de la convertibilidad el salario real sufrió una drás-tica caída, del orden del 25%, mientras que el costo salarial cayó más aún, ubicándose en la mitad de sus niveles previos a la devaluación. Si bien a partir del 2003 los salarios empeza-ron a recuperarse, para 2009 el costo salarial para las empresas todavía se encon-traba un 27%

por debajo de los valores que se registraban en 2001 . Más allá del monto de la remune-ración, hay que señalar que más del 50% de las negociaciones colectivas sigue incluyendo cláusulas de flexibilización laboral, sin contar que su restablecimiento fue concomitante a la consolidación del trabajo en negro, situación en la cual están desde hace años más de la tercera parte de los trabajadores del país.

La recuperación económica post- 2001/02

fue acompañada de una notable expansión en la productividad del trabajo a un ritmo muy superior al evidenciado por los salarios. Analizando la relación entre valor producido y salarios en las 500 mayores empresas que operan en el país se destaca que el ritmo al que se expandió el valor agregado por traba-jador superó ampliamente el crecimiento de los salarios, lo que sirve de aproximación (y sólo de aproximación) cuantitativa a la evolu-ción de la tasa de explotación del trabajo por el capital. Entre 2001 y 2002 la relación en-tre productividad laboral y salarios por trabajador se incrementó más de 70% en las grandes empre-

sas. A partir de 2005 esta relación comienza a descender gradualmente de la mano de la recuperación salarial, pero todavía en 2009 se ubicaba en valores un 20% superiores a los registrados en 2001, momento de las tasas de explotación más altas de la historia argentina.

Esto significa que el fuerte dinamismo que evidenció la economía local en el período de la posconvertibilidad se apoyó en un aumen-to de la explotación. El fuerte incremento de la rentabilidad empresaria, en especial de las principales firmas de la economía, que desde el oficialismo se presenta como la clave del éxito del “modelo K” se correspondió con un patrón de distribución del ingreso creciente-mente regresivo para los trabajadores. En 1973 la participación del salario en el PBI represen-taba un 48,46%, en el 2001 29,28 %, en 2003 20,92% y en el 2009 27,23 %. Es decir que en términos de distribución de la riqueza que pro-ducen socialmente los trabajadores, aún con la leve recuperación de 2003 a 2009, estamos en peores condiciones que en el 2001. Ha habido crecimiento económico pero, como siempre ocurre en una sociedad capitalista, éste ha sido impulsado por el incremento de la rentabilidad empresaria; el resultado: una parte mayor de la riqueza ha sido apropiada por los empresarios y una parte más pequeña por los que la crea-ron. Es evidente que si en los años de “vacas gordas” esto fue así, no cabe esperar un mejor escenario con la entrada en la “sintonía fina”.

Ante la crisis internacional

Si en épocas de prosperidad en los negocios, el atar los salarios a la productividad es una garantía de que ningún aumento en la retribu-ción de los trabajadores implicará una merma en la ganancia empresaria, en épocas de crisis o de recesión se torna más acuciante aún para los empresarios. En términos globales, en los períodos de malos negocios la productividad tiende a mantenerse estancada, un aumento de salarios por encima de los niveles de producti-vidad equivaldría a un retracción de la ganan-cia, hecho que ni los empresarios ni el Estado (léase, gobierno tanto como oposición) están dispuestos a fomentar. Pautar el porcentaje de aumento salarial es en síntesis una política en defensa de los intereses y ganancias del capital.

Las paritarias son una oportunidad para poner en discusión estos criterios y luchar para obte-ner mejores condiciones salariales y laborales para los trabajadores. Pero su aprovechamien-to requiere no sólo cuestionar los argumentos con que empresarios y Estado imprimen a las negociaciones, sino también una disputa con la burocracia sindical que comparte la perspecti-va de que es necesario que los empresarios ga-nen para que a los trabajadores nos vaya mejor. La movilización masiva de las bases trabaja-doras, así como la reconstrucción de una pers-pectiva que contemple al conjunto de la clase y no sólo a aquellas capas que hoy discuten con-

diciones laborales y salariales en pa-ritarias, son condición indispensable para generar un avance de conjunto del movimiento obrero. Avance en términos económicos, pero también (y tal vez más aún) avance en térmi-nos de conciencia y organización con una perspectiva que mire más allá de la sociedad capitalista.

Ana Marchesi

1. Santarcángelo, J. y Perrone, G., La ló-gica de la cúpula empresaria en la disputa por el

excedente, en Revista Realidad Económica N°259, abril-mayo de 2011.

Las negociaciones paritarias en este año marcado por la crisis internacional y la desaceleración de la economía local sacan a la luz los puntos ciegos del kirchnerismo al tiempo que actualizan los desafíos que los trabajadores te-nemos como clase.

el fuerte dinamis-mo que evidenció la economía local en el período de la pos-convertibilidad se apoyó en un aumen-to de la explotación

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Este 4 de abril se cumplen cinco años del fusilamiento del maestro Carlos Fuentealba. Con los responsables po-

líticos e ideológicos de la represión y de su ase-sinato en Arroyito, el pedido de justicia sigue siendo una tarea de todas las organizaciones populares y de la sociedad en su conjunto.

Es tan feliz que no cabe en su delantal. Tiene 38 años y le acaban de dar el título de maestro. Piensa en esos pibes de los barrios marginales, los barrios del oeste y se llena de futuro su hori-zonte. La brújula apunta para ese hemisferio; el mundo ahí necesita un compañero, un maestro. Quiere ir al grano. Con su título de técnico quí-mico, da clases en siete escuelas medias. Este hombre que creció en el seno de una familia rural en los alrededores de Junín de los Andes, tiene la prepotente idea de que ahí se puede ha-cer algo, de que ese es su lugar. En ATEN, el sindicato docente, participa de las asambleas. Y en la escuela, en su trabajo tiene el respeto de todos y sobre todo el afecto de sus alumnos.

A comienzos de 2007, los docentes de La Rioja, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Salta, For-mosa y Chaco reclamaban mejoras salariales y realizaban importantes paros y protestas. En Neuquén los docentes llevaban 30 días de paro. La CTERA: su conducción Celeste no unifica-ba el reclamo en una medida a nivel nacional haciendo gala de su tradición de aislar la las luchas y respetaba a rajatabla el techo al sala-rio impuesto por Nación. (Cualquier semejanza con la actualidad no es pura coincidencia).

Esa mañana del 4 de abril en Arroyito, Carlos

participaba del corte de la ruta 22 decidido en la asamblea. El operativo policial montado por el gobierno de Jorge Sobisch tiene la clara in-tencionalidad de evitar el diálogo y reprimir la protesta social. La represión con gases y balas de goma comienza inmediatamente después de la amenaza de “tienen 5 minutos” que da el Jefe de Seguridad, Rinzafri. Carlos intenta volver en auto junto a otros compañeros docentes cuando es herido de muerte con un disparo de un car-tucho lanzagases que efectúa el fusilador José Darío Poblete que en ese momento reportaba para la GEOP de Zapala.

El día 9 de abril en la ciudad de Neu-quén una movilización de 30.000 personas recorrió las calles pidiendo cárcel para el autor material, para So-bisch y todos los responsables del operativo que culminó con la muerte de Carlos. En el marco de un paro nacional de la CTE-RA -que ahora se rasga las ves-tiduras-, el rostro y el nombre de Fuentealba es bandera, bandera de lucha, bandera en alumnos que lo vieron morir en la ruta, bandera de todos los docentes que escriben en un pizarrón su nombre, bandera de las escuelas que llevan su nombre. Carlos es la bandera y el aire impul-sa un grito de justicia.

El juicio por su asesinato co-menzó en junio de 2008 y culmi-nó con la condena a cadena per-

petua de José Darío Poblete identificado como el que jaló el gatillo. Pero Sandra Rodríguez, esposa de Carlos, sigue impulsando una inves-tigación que juzgue a Sobisch y la plana mayor de las fuerzas de seguridad que participó del operativo.

Carlos es asesinado por luchar, por salir a la calle. La escuela pierde un docente, la clase, a un compañerazo. Está en nosotros que su lucha no haya sido en vano y que el final de la misma haya sido el comienzo de un largo camino hacia una justicia que ponga a los asesinos con poder tras las rejas.

Pedro Rojas

El Encuentro Amplio Nacional de Cooperativas Autogestionadas (EAN-CA) surge como una necesidad de

varias cooperativas de convocar a este sector social, donde se encuentran las y los trabaja-dores que hace diez años pusieron el cuerpo para recuperar su fuente de trabajo. Duran-te la crisis 2001 que golpeaba duramente a nuestro pueblo los trabajadores fueron quie-nes con lucha y organización, generaron una alternativa para el amplio sector que caía en la desocupación, iniciando un proceso de re-cuperación de las fábricas y recuperación del trabajo y también de generación de trabajo mediante los movimientos sociales.

Hoy estas cooperativas, provenientes de dis-tintas experiencias, se reúnen por una serie de reivindicaciones que implican exigirle al go-bierno nacional que implemente, a través del Ministerio de Trabajo, políticas de fondo reales. Porque, desde ya, los cooperativistas son traba-jadores y deben ser reconocidos como tales.

El gobierno puso en marcha distintas medidas de aumento de tarifas y ajuste, de impacto ne-gativo para los trabajadores. En este contexto se enmarca la decisión del Ministerio de Trabajo de la Nación de retirar el subsidio de apoyo a las cooperativas autogestionadas (Línea 1) del Programa de Trabajo Autogestionado, que abarca a 19.000 trabajadores en todo el país.

Ante esto, surge el legítimo reclamo de recom-posición de este apoyo, crucial para el desarro-llo productivo de las cooperativas y para soste-ner el salario, sobre todo en el contexto de crisis internacional que comienza a sentirse en la re-gión. Mientras se mantienen enormes subsidios a los empresarios, el gobierno aplica la “sinto-nía fina” directamente sobre los trabajadores.

Las cooperativas autogestionadas y las empresas recuperadas forman parte de un sector que ha perdido parte de los derechos laborales y se encuentra además en situación de inseguridad laboral ante la amenaza constante de desalojo, producto de que, en términos legales, no cuentan con la expropiación definitiva.

Este espacio recientemente con-formado abarca una multiplicidad de expe-riencias cooperativistas y un amplio espec-tro político. Siendo ejemplo de la necesidad de contener y respetar las distintas tenden-cias ideológicas de nuestra clase en pos de una sana construcción en unidad. Una uni-dad que resista los embates de los capita-listas y no se quiebre ante los cimbronazos de las discusiones ni las mezquindades po-líticas, que demás esta decir, son necesarias dejar de lado, poniendo a la clase por delante de la autoconstrucción.

Nuestra historia nos demuestra que es la or-ganización real de los trabajadores la que ha permitido sostener estas experiencias duran-te todos estos años. Demostrando que el tra-bajo sin patrón, que la gestión obrera es po-sible, es real y es por lo que debemos luchar. Ni los gobiernos burgueses más o menos pro-gresistas, ni las representaciones burocráti-

cas, van a

ser garantes de nuestros derechos. Estos son meros “atajos” que solo conducen a la frag-mentación de la clase obrera. Solo la unidad de los trabajadores para la construcción de organización y la lucha, permitirán hacer va-ler nuestros derechos.

Clara García B.

FÁBRICAS RECUPERADAS YCOOPERATIVAS AUTOGESTIONADAS,un camino de unidad

El pasado 25 de febrero se realizó en la Ciudad de Buenos Aires el 1º Encuentro Amplio Nacional de Cooperativas Autogestionadas, al que concu-rrieron 58 cooperativas y estuvieron represen-tadas varias provincias. Un gran paso en este reagrupamiento de las experiencias que vienen sosteniendo y creando trabajo digno. Un paso más en la construcción de unidad de los trabajadores.

Compañero de la clase

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El problema del extractivismo no puede desligarse de la coyuntura de crisis económica. Aproxima-

damente un 80 por ciento de las extrac-ciones de minerales se utilizan para pro-teger moneda extranjera. Atesorado en bóvedas queda el oro que sangra nuestra América. Esta política es una necesidad del capital.

La acumulación por desposesión es un pro-ceso que se abre sobre nuestro continente, de forma despiadada, valiéndose de gobiernos que se sitúan por derecha y de gobiernos pro-gresistas. El neo desarrollismo pasa a convi-vir con el extractivismo, y el colonialismo de siglos anteriores hoy toma nueva forma sin dejar atrás la subsunción ni la expoliación.

En los años noventa se comenzó a pre-parar el terreno, mediante paquetes legales permisivos para que la actividad extracti-va más dañina para el medio ambiente se asiente en nuestro país con muchas facili-dades. Los decretos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner en el marco de la Ley de Inversiones Mineras sancionada en un principio en 1993 y luego modificada por las dos presidencias nombradas, libra a las compañías mineras de la obligación de li-quidar en el país divisas de sus exportacio-nes, de pagar retenciones, impuestos al ga-soil, tasa de sellos ni tasa de estadísticas.

El desarrollo de las fuerzas productivas en la minería y con esto la implementación del método a cielo abierto, llevó a que sea más provechosa la extracción en lugares en donde antes no era rentable, posibili-tando la extracción de menos de un gramo de oro por tonelada de material removido. Esta práctica combina el uso masivo de los recursos hídricos locales (en Andalga-lá las napas freáticas disminuyeron 4 ve-ces su caudal original), con la liberación de metales pesados que permanecen en el ambiente por siglos como el Arsénico, Plomo, Mercurio, Cadmio, Selenio, entre muchísimos otros metales más. Convive además con el inocultable y letal Cianu-ro. Ninguna actividad industrial acarrea consecuencias tan graves en lo ambiental, social y culturalmente como la minería a cielo abierto.

Uno de los argumentos que esgrimen des-de el discurso oficial para legitimar esta in-dustria, son las fuentes de trabajo que crea. Situando así a los asambleístas y a todos los vecinos que luchan contra la mega mi-nería como los que sentencian a las regio-nes y al país a vivir en la marginalidad. Los más altos mandatarios y su criadero de obsecuentes comunicadores sociales re-piten un discurso impiadoso y por demás falaz que no logra desarmar las verdades populares: Lejos de generar puestos de trabajo y desarrollo, la mega minería sólo

alberga saqueo y contaminación, pero tam-bién represión, evasión tributaria y explo-tación. Como explica Maristella Svampa, “suele ocultarse que los proyectos mine-ros a gran escala generan una demanda intensiva de trabajo en las fases iniciales que crea la ilusión de trabajo permanen-te. En realidad, la minería de gran escala se caracteriza por ser una de las activida-des económicas más capital-intensivas. Por cada 1 millón de dólares invertido, se crean apenas entre 0,5 y 2 empleos direc-tos. Cuanto más capital-intensiva es una actividad, menos empleo genera, y menor es la participación del salario de los traba-jadores en el valor agregado total que ellos produjeron con su labor: la mayor parte es ganancia del capital”1.

¡¡No pasarán!!

La lucha contra la mega minería es de largo aliento y se vale de múltiples métodos, tan-to de protesta como de difusión, apelando a la creatividad como punto fundamental para construir el diálogo con el pueblo en general, construyendo relaciones en el camino con or-ganizaciones políticas, sindicales, movimien-tos sociales, llegando a interpelar hasta partes de la iglesia, también a artistas e intelectuales.

En el año 2003 en la ciudad de Esquel, en Chubut, grandes movilizaciones y una fuer-te presión popular lograron sacar a la mine-ra canadiense Meridian Gold de la región. En este proceso de lucha consiguieron que se realice un plebiscito en donde el “No a la mina” salió victorioso con un 82 por ciento de los votos, convirtiéndose así en una ex-periencia que venía a prefigurar un nuevo momento en la política económica y en los pueblos de nuestro continente.

Luego de este hecho, se multiplicó la mo-vilización y la organización del pueblo al-rededor de esta problemática a lo largo de nuestra sufrida Cordillera. En Río Negro el

pueblo logró que se prohíban ciertas técni-cas de la extracción minera en el 2005 y en el 2007 se consiguió en Tucumán, La Rioja y Mendoza. Algunos de estos avances en la legislación sufrieron luego retrocesos fruto de la presión de las transnacionales.

A lo largo de estos años las asambleas y organizaciones recurrieron a diversas for-

En el marco de la crisis y recesión capitalista que se avizora, las úl-timas puebladas que tuvieron lugar en el noroeste argentino lograron

insertar en el debate masivo el pro-blema de la megaminería. Un deba-

te que habla de soberanía, sobre los bienes comunes, el saqueo y la con-taminación, por parte las empresas transnacionales con la anuencia de

los gobiernos locales y nacional.

Lejos de generar puestos de trabajo y desarrollo, la mega minería sólo alberga saqueo y contaminación...

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mas de manifestarse y de difundir la cau-sa que con tanto esfuerzo fueron constru-

yendo. Desde la tradicional movilización, caminatas todas las semanas en la plaza central, la charla puerta a puerta, masivos acampes, movidas artísticas, charlas en las escuelas, cortes selectivos, hasta la cons-trucción de radios populares como forma de comunicación alternativa desarrollada plenamente desde y para el pueblo. Todas formas de ir construyendo con eje en la participación y en el intento constante de inserción en los pueblos.

Estas luchas llevadas adelante por po-bladores y vecinos, con el apoyo de un gran arco de organizaciones, pusieron de manifiesto cómo el Estado y las empresas cierran filas en torno a los intereses del ca-pital, recurriendo tanto a acciones legales como a actos por fuera de lo legal, que tie-nen como protagonistas al aparato repre-sivo formal pero también a patotas priva-das, recurriendo a la represión a los cortes selectivos, tareas de inteligencia sucia que no respeta ningún procedimiento, allana-mientos ilegales o llegar al punto de sitiar una ciudad y darse la investidura para de-cidir quién entra o sale de los pueblos.

Contra esta tre-menda estructura empresarial y re-presiva se levanta-ron los pueblos a principios de este 2012, con la masiva movilización de las asambleas de Fa-matina y Chilecito a 1800 metros sobre el nivel del mar, con acampes muy nutridos. Es la organización gestada durante todos estos años la que explica la magnitud de la movilización que produjo la represión en Andalgalá: 4.000 personas en un pueblo de aproximadamente 17.000, y marcharon ese mismo día en la capital de Catamarca cerca de 10.000 personas. En Mendoza, en el marco del último encuentro de la UAC marcharon alrededor de 10.000 personas irrumpiendo en el festival oficial de la vendimia.

Sin embargo, y a pesar de la inmensa capacidad de movilización de estos pue-blos y a la radicalización de los métodos de lucha, lo que logró llevar a la escena nacional la problemática, no debemos des-conocer que existe un desarrollo desigual de las asambleas y espacios de lucha en general. En algunos casos, las asambleas no pueden mantener aún los cortes selec-tivos, se les dificulta organizar moviliza-ciones o pequeñas marchas. Por ello, y porque debemos apuntar a la construcción global de la pelea contra la mega minería en Argentina, es fundamental fortalecer los espacios de coordinación como la UAC donde confluyen todas las asambleas y or-ganizaciones que abordan la problemática socio ambiental en general, y que se está referenciando, logrando ser la voz de las últimas puebladas.

La fuente de vida de estas experiencias, lo que les permite organizarse, dar el en-

frentamiento, superar derrotas y festejar victorias, es la nutrida

construcción del Poder Popular. Al-gunas asambleas que lograron consolidar-se, tienen una verdadera vocación de que todos los integrantes se apropien plena-mente del desarrollo de la lucha, de las de-cisiones, de la información, de las tareas, una lógica a contrapelo de la sociedad ca-pitalista.

Construyendo una perspectiva anti capi-talista

Estas luchas vienen a poner en cuestión una forma de producir, ponen el foco en el desarrollo capitalista, en la lógica ca-pitalista, mancomunándose la pelea por la contaminación con la pelea contra el saqueo, ligándose de forma estrecha los pueblos que sufren las consecuencias di-rectas del extractivismo, plantándose así, estas valientes luchas, en la raíz de nues-tro continente. En estas puebladas, en las asambleas, se va desarrollando una postu-ra ambiental integradora, que rompe con el anti-humanismo que es bandera de un sinfín de ONGs. Se fortifica una perspecti-

va socio-ambienta-lista que cuestiona el modelo político y económico.

Desde el marxis-mo crítico, asu-mimos el desafío de incorporar a nuestras demandas la cuestión socio – ambiental y de

continuar construyendo en la izquierda independiente, con una perspectiva que se aleja del productivismo, abonando a la construcción de una sociedad que persiga una relación armónica y realmente susten-table entre el ser humano y la naturaleza, con base en una economía planificada, nu-trida por la democracia del pueblo trabaja-dor, que evite el despilfarro, el saqueo, la depredación y el envenenamiento propio del capitalismo.

No a la mega minería en América Latina!!

Ni un paso Atrás!!

Martín Retamoso

1. “El modelo minero a gran escala además de causar miseria atenta contra la democracia y los derechos humanos en América Latina”, en Rebelión.

"En Potosí y en Sucresolo quedaron vivos

los fantasmas de la riqueza muerta" Eduardo Galeano

Aproximadamente un 80% de las extrac-ciones de minerales se utilizan para proteger moneda

extranjera.

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Sala Alberdi: Un Teatro Que Resiste

Las políticas de privatización y de exclusión del gobierno del PRO parecen no conocer lími-tes. El intento de cierre de 221 grados y cursos de la escuela pública, el incremento al presu-puesto de la educación privada y la disminución del presupuesto de la educación y la salud públi-cas, el aumento de la tarifa del subte, son sólo algunos de los ejemplos que ilustran el interés de la gestión de Macri de priorizar los intereses de las empresas y la clase alta por sobre los de la clase trabajadora. El ámbito de la cultura no es una excepción. Sin embargo, existen diver-sas expresiones de lucha en la Ciudad de Bue-nos Aires que combaten día a día esas políticas. En este sentido, la batalla que vienen llevando adelante la “Comisión de Alumnos, Ex Alum-nos y Amigos de la Sala Alberdi” contra la pri-vatización del Centro Cultural Gral. San Martín (CCGSM) y el vaciamiento y cierre de la Sala Alberdi (ubicada en el 6º piso) es una más de esas luchas.

Desde hace más de un año y medio estudian-tes, profesores, artistas y personal del centro cultural, vienen resistiendo a los distintos inten-tos del Gobierno de la Ciudad de cerrar la Sala Alberdi, uno de los pocos espacios públicos de formación y expresión artística de trascendencia y acceso popular de la ciudad. Mediante la or-ganización, la toma y la autogestión, los traba-jadores defienden uno de los ámbitos culturales más importantes de la ciudad: el Centro Cul-tural Gral. San Martín. A inicios de 2010 bajo la fachada de “remodelación”, el gobierno del PRO inició un proceso de desmantelamiento y privatización que obliga a tras-ladar a otras dependencias, en el mejor de los casos, y/o a cerrar espacios, talleres, ac-tividades de la sala y del centro - despojando así a docentes, alumnos y ar-

tistas de su lugar de trabajo, estudio y expresión -, mientras que las salas son usadas para eventos de promoción gubernamental y de empresas pri-vadas. Esta situación motivó a los alumnos y profesores a tomar la sala como única medida de frenar momentáneamente este avance pri-vatista sobre los espacios de cultura pública y popular.

Hoy día, los “Alumnos, Ex Alumnos y Ami-gos de la Sala Alberdi en base a la autogestión y la participación asamblearia garantizan talleres gratuitos y a la gorra (de cine, teatro, literatura y danza, entre otros), junto con una programación variada y abierta a todo el mundo, sean artis-tas o espectadores, impulsando un espacio de expresión cultural libre e independiente, mien-tras esperan ser recibidos, como fue prometido luego de una marcha artística a la Jefatura de Gobierno realizada el pasado 24 de febrero, por Alejandro Damián Gómez, subsecretario de gestión cultural y segundo en la línea del Mi-nistro de Cultura Hernán Santiago Lombardi.

NO al cierre del IDAC!

En el municipio de Avellaneda se pretende cerrar la carrera de realización de arte cinemato-gráfico del Instituto De Arte Cinematográfico, un instituto con 40 años de trayectoria, en donde han estudiado reconocidos artistas como Juan J. Campanella. En esta entrevista Diana Parrao, alumna y vocera de la Asamblea de Estudiantes del IDAC, nos relata cómo se desarrolla la lu-cha contra el cierre.

-¿Cómo surge el conflicto? ¿Cuáles son sus reivindicaciones?

-El conflicto comienza a fines de octubre 2011. Un diario local anuncia que estaba abierta la inscripción en el IDAC para una carrera de cine, televisión y video. Esto significaba cerrar

la carrera de realización cinematográfi-ca, de carácter artístico, y reemplazarla por esta nueva carrera, que hace foco en lo que es televisión y orientada ha-cia lo técnico.

No estando de acuerdo con esto, nos reunimos con el rector del IDAC, Raúl Tosso, quien nos

responde que el remplazo de

la carrera de cine por la de TV es una decisión tomada. Ya en asamblea permanente, nos reu-nimos con funcionarios de educación y cultura de Avellaneda, quienes nos daban la misma res-puesta: “es una decisión tomada, no hay vuelta atrás”

(…) Acá quieren eliminar nuestra carrera y reemplazarla por otra que no es ni superadora ni al menos equivalente. El trasfondo del con-flicto es la intención del municipio de derivar la responsabilidad sobre el IDAC a provincia, para no destinar fondos al pago de docentes, ni mantenimiento del instituto. El estudio del arte en general no entra en los intereses de Avellane-da ya que muchas otras escuelas de arte también se encuentra en conflicto.

(…) con todos los caminos de diálogo con autoridades cerrados por ellos mismos, la asamblea decide tomar el IDAC. Luego de va-rias movilizaciones y muchas semanas en plan de lucha, el municipio nos pide una reunión y propone, con la condición de que levantemos la toma, una mesa de trabajo con estudiantes y funcionarios para que nosotros podamos agre-garle a la nueva carrera de TV las materias que creamos necesarias. Nosotros respondemos que no, ya que no vemos positivo emparchar un plan viciado para contener alguna materia orientada al cine. (…)

-¿Cómo influyó su perspectiva artística en sus métodos de protesta?

- Hemos hecho varios cortos audiovisuales que retratan las distintas instancias de la lu-cha, hasta sacamos comunicados de prensa en video. La formación en arte cinematográfico, claramente se ve reflejada en esto. También se esta realizando un documental contando toda la experiencia de lucha. Por otro lado hicimos una “marcha fúnebre por la muerte del cine”, con un carácter netamente artístico. Todo esto influyó en gran medida en la difusión del conflicto.

- ¿Cuál es su situación actual?- Actualmente seguimos en toma, ya vamos

por cuatro meses, y en asamblea permanente. Estamos a la expectativa de cómo se da el co-mienzo de clases, que actitud toman los docen-tes y como actúa el municipio. Por supuesto seguiremos en pie de lucha hasta que se de mar-cha atrás con la intención de cierre del IDAC.

La EMPA continúa en lucha por su edificio

La EMPA (Escuela de Música Popular de Avellaneda) es una institución muy querida,

respetada y un lugar de refugio para los estu-diantes y trabajadores de la Música Popular […] sin embargo hay muchas falencias que

impiden una cursada en condiciones, faltan horas, aulas, instrumentos y por sobre todo

existe la primordial necesidad de tener un edi-ficio propio.

De esta forma comienza un comunicado di-fundido por alumnos de la Escuela de Música Popular de Avellaneda. La EMPA, reconocida por su calidad y prestigio, a punto tal que atrae a estudiantes de todo el país e incluso de Amé-rica latina, hace años que lucha por un reclamo más que básico, un edificio digno donde poder funcionar.

Actualmente la escuela se ubica en dos se-

des, una sobre la avenida Belgrano y otra sobre Mitre, y ambas presentan problemas similares: aulas chicas y sin acustizar, que han llegado a albergar hasta 90 alumnos cada una -en algunas aulas las paredes son de cartón y para colmo la sede de Belgrano está construida sobre un gim-nasio que pasa música electrónica todo el día-; y como si esto fuera poco, ninguna de las sedes tiene salida de emergencia ni tampoco matafue-gos.

La promesa de un edificio propio y en condi-ciones data de 2004 (previo a esto se cursaba en un edificio aún peor), incluso se había otorgado un terreno para tal fin, pero luego de 5 años de no hacer nada, finalmente en 2009 se construyó allí una plaza. Hoy, 12 años después de aque-lla promesa inicial, el gobierno de la provincia pospuso la fecha una vez más y asegura que el edificio estará construido para el año 2014.

Muchas luchas han transcurrido en estos años por parte de los alumnos de la EMPA, y muchas seguirán sucediéndose hasta que la pro-mesa de un edificio propio y en condiciones se concrete por parte de autoridades provinciales y municipales, que hasta hoy solo han hecho oídos sordos a este justo reclamo por una edu-cación artística pública y de calidad.

EMBA, El Arte necesita espacio

La historia de lucha más cercana de la EMBA data del año 2005, cuando el Mu-

nicipio trasladó completamente la escuela al ex edificio municipal. Se inició entonces un proceso de lucha estudiantil, que se profun-dizo en 2006 y 2007, frente a las políticas de vaciamiento implementadas por el entonces intendente Sergio Villordo. Alrededor de 80 días de toma del edifico, una salvaje golpiza a estudiantes por parte de funcionarios y matones de la gestión, una posterior represión en la que un estudiante resulto herido con un disparo de bala de goma y movilizaciones que alcanzaron las 5.000 personas, fueron parte de esa etapa. La gestión del intendente Gutiérrez buscó con leves muestras de diálogo, mostrar una nueva imagen que revierta la inestabilidad política heredada de Villordo. Sin embargo con los me-ses se volvió innegable el desinterés hacia las necesidades más básicas de la institución y el alumnado.

Hoy pueden verse dos grandes problemáticas. A nivel institucional, el cierre de carreras, la de-valuación de los planes de estudio y de los con-tenidos enseñados, denotan el vaciamiento de la enseñanza pública. En términos estructurales, la cuestión edilicia está en la misma situación crítica que hace 7 años, ya que las autoridades municipales no han implementado soluciones de fondo. La lucha estudiantil se ha ido reor-ganizando. Luego de años con poca actividad, el año pasado se ha logrado constituir la Co-misión por el Edificio, como una iniciativa de la Agrupación Estudiantil Roberto Santoro, en la que luego han confluido la agrupación Todos EMBA (conducción del centro de estudiantes), La Comuna, junto con estudiantes independien-tes, profesores y jefes de departamento, ganan-do una fuerte legitimidad. Esta Comisión ha logrado iniciar negociaciones con el municipio,

Cerrar los espacios públicos de arte es PRO... y también K En esta sección de La Llamarada reflejamos una serie de luchas vinculadas a la defensa de los espacios públicos educativos y culturales centrados en lo artístico, ámbito que continúa siendo atacado, en una política que comparten tanto el Gobierno de la Ciudad como él de la provincia de Buenos Aires.

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El 20 de noviembre de 2011, Darío Aranda da a conocer que su nota sobre el asesinato del campesino

santiagueño Cristian Ferreyra (publicada en Página 12 el día anterior), había sido modi-ficada sin consulta, obviando un párrafo de la misma en el que se enunciaba que “El Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), donde militaba Ferreyra, enumeró cuatro niveles de responsabilidad: el modelo agropecuario, el gobernador Gerardo Zamo-ra, el Poder Judicial provincial y el Gobierno Nacional. Desde la puerta de la Casa de San-tiago del Estero en Buenos Aires el vocero del MNCI, Adolfo Farías, fue explícito: “Hace-mos público que vamos por el Gobernador, es el responsable de las represiones. No habrá más asesinatos en el monte santiagueño”. Aranda reclamó fundamentalmente que nunca le avisaron de tal modificación, ne-gándole de esta forma su derecho a retirar la firma del artículo si así lo quería.

El 8 de diciembre del año pasado, por el mismo tema, la Junta Interna de TELAM re-pudió “la operación de prensa montada en la agencia y la censura sufrida en los des-pachos informativos redactados por nues-tros compañeros de la sección Política”. El comunicado hacía un raconto de situaciones irregulares posteriores al asesinato de Fe-rreyra. Sobre la cobertura que realizaron los días 17 y 18 de noviembre indicaban: “La nota fue demorada y se presionó finalmente para eliminar la presencia del Movimiento Evita en la marcha y las declaraciones de Navarro. Fue eliminado el párrafo en que éste responsabilizaba a gobiernos provincia-les y funcionarios judiciales por la violencia rural, sin consultar al redactor y dejando su sigla. Tampoco se incluyeron fotos, según se indicó a compañeros de fotografía, “por orden del jefe de prensa del gobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora” .

Asimismo, los trabajadores expresaban que nuevamente, el día 23 de noviembre, la cober-tura de la conferencia de prensa brindada por el MOCASE fue recortada. Recordemos que el primer comunicado de TELAM afirmaba que la muerte de Ferreyra había sido producto de un enfrentamiento entre vecinos, tal como rezaba el parte policial. Mientras compañeros pugnaban por dar a conocer la información chequeada, desde la conducción periodística de la agencia se presionó todo el tiempo con argumentos como que el jefe de prensa del go-bernador Zamora “no quiere que se publiquen fotos del Mocase” o se vociferó que “acá no sale nada más del Mocase”.

El 14 de enero, Página 12 vol-vió a modificar una nota sin el aval de su autor. Esta vez, se trató de la campaña lan-

zada por Mercedes Benz, que utilizaba una imagen del Che para su propia publicidad. La nota que publicó el diario era apenas un breve texto de poco más de 1200 caracteres.

El periodista Diego Martínez denunció que la crónica original incluía una opinión de Gabriela Weber, directora del documen-tal “Milagros no hay. Los desaparecidos de Mercedes Benz”. Allí, la realizadora afirma-ba que “La causa [sobre los desaparecidos de la fábrica] está dormida por voluntad po-lítica” (…) “Cristina festejó el aniversario en Mercedes Benz y ni siquiera mencionó a los obreros desaparecidos”. El motivo que el diario esgrimió ante Martínez, para encoger la nota fue la necesidad de incorporar un avi-so publicitario de última hora. Irónicamen-te, la propaganda que requirió tal urgencia era sobre las agendas Citanova, cuyo slogan reza “donde viven tus ideas”.

Durante febrero, las radios ligadas a las asambleas ambientales del NOA denuncia-ron reiteradas interferencias y cortes en sus transmisiones. Siendo una herramienta fun-damental para la comunicación y nexo entre el pueblo, estas emisoras que, como Radio El Algarrobo, se encuentran involucradas en la lucha contra la megaminería, presentaron sendas denuncias a través de la Red Nacional de Medios Alternativos, con dispar respuesta por parte de los organismos competentes.

A esta situación podemos agregar el incon-cebible sitio a la ciudad de Andalgalá, donde el control de la patota parapolicial funcionó como una compuerta para evitar la filtración de información “hacia fuera”.

Recientemente tomó conocimiento público el corte realizado a los párrafos críticos de la nota sobre la “tragedia” de Once, escrita por Tomás Eliaschev en la revista Veintitrés. (Cuyo propietario es Sergio Spolszky, em-presario vinculado al gobierno nacional).

Esta enumeración es tan sólo una peque-ña lista. Existen más casos, y sobre todo se observa una política, que sin considerarse censura propiamente dicha, está destinada a evadir la profundización del análisis e in-vestigación periodística, incluyendo muchí-simas presiones para impedir la publicación de los temas más inconvenientes para el go-bierno. En momentos en que la nueva ley de comunicación audiovisual comienza a im-plementarse (dejando fuera de competencia, por sus propias definiciones en el texto de ley, a las radios, emisoras y televisoras ver-daderamente comunitarias), resultan alar-mantes los casos de censura o autocensura que en pos de “defender un modelo” termi-nan negando aquello que supuestamente pre-tenden profundizar.

Santiago Peña

Ojo con lo que escribís!

De un tiempo a esta parte han ido tomando repercusión distintos casos que, con mayor o menor difusión, dan cuenta de un incipiente control sobre los medios de información. Ciertos indicadores dan la alarma sobre la presión ejercida

"puertas adentro" del oficialismo, en casos donde los medios están vinculados a luchas sociales y reivindicaciones que el gobierno no sólo no atiende sino que pretende ocultar. Repasamos algunos ejemplos que reflejan un panorama que aún

no se vislumbra en su total dimensión pero que tiene paso firme.

logrando un plan de obras para las tres necesida-des más urgentes en cuanto a lo edilicio: el siste-ma sanitario, los ascensores y los cerramientos. Estas refacciones se van cumpliendo, en base al constante seguimiento y la presión por parte de la Comisión. Sin embargo para poder profun-dizar en estas reivindicaciones, tanto a nivel edilicio como institucional, es necesario seguir profundizando la participación y conciencia del conjunto del estudiantado, condición in-dispensable para ganar esta lucha.

Pensar la lucha del IUNA, pensar el arte en lucha...

En setiembre de 2010 alumnos del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA)

tomaron varias sedes del instituto en reclamo de mayor presupuesto, cátedras paralelas y un edificio único y en condiciones. En esta entre-vista, Gonzalo, estudiante de artes dramáticas del IUNA y miembro de la agrupación estu-diantil Roberto Santoro nos relata parte de ese proceso.

- La Llamarada: ¿Qué los llevó a la lucha y a tomar las sedes del IUNA?

- Comenzamos reclamando algunas cosas fundamentales para el desarrollo educativo, solucionar los problemas edilicios de las sedes del instituto, la validación de los títulos de artes visuales y mayor presupuesto. Al ser desoídos sistemáticamente por autoridades del instituto y del Estado, en septiembre de 2010 se produce la primer toma en la sede de audiovisual, a par-tir de ahí se disparan las tomas en las sedes de folklore, profesorado de bellas artes y visuales y artes en movimiento; esto genera un movi-miento estudiantil bastante fuerte y coordinado a nivel interdepartamental. Cada sede venía or-ganizándose en asambleas, pero en ese momen-to se crea una asamblea interdepartamental que empieza a juntar las luchas de todo el instituto. Desde esta asamblea se decide hacer la medida más fuerte, que fue la toma del rectorado.

- ¿Durante cuánto tiempo sostuvieron las medidas y qué lograron con ellas?

- En su mayoría hasta fines de ese año. Pau-latinamente se fueron levantando todas, hasta que finalmente se levantó la toma en el recto-rado. La única que se mantuvo durante el vera-no fue la de la sede de artes visuales. Gracias a estas duras luchas se logró que se alquilen dos nuevos edificios para que funciones como nue-vas sedes.

-¿Cómo fue su proceso particular en la sede de artes dramáticas? ¿Qué particularida-des aporte a la lucha el hecho de ser artistas?

Nosotros no llegamos a tomar el edificio, pero estuvimos todo el tiempo en la lucha. Te-nemos la particularidad que nuestra decana es la mano derecha de la rectora, lo que contrajo una importante persecución a quienes estábamos más movilizados; se nos acusó de violentos, aparecían afiches con nuestras caras acusándo-nos de complotar contra la escuela, se montó toda una lógica para poner en nuestra contra a todo el resto del alumnado.

A principios de 2011, algunos alumnos de dramáticas conformamos la Agrupación In-dependiente en Lucha Roberto Jorge Santoro, con el objetivo de construir un movimiento es-tudiantil critico en dramáticas, tomando el arte como herramienta de cambio y lucha.

Nosotros bregamos, primero, porque todos puedan tener acceso al arte, eso hoy no ocurre; pero si, quienes podemos estudiar esto, pode-mos aportar nuestra especialidad a las reivindi-caciones de todo el pueblo, de cualquier sector, ese debe ser el lugar donde el arte más se des-pliegue, en las luchas populares; y que el arte tenga llegada a todo el pueblo, manifestándose en las calles, como herramienta para la lucha popular, por educación, por vivienda, por labu-ro, creo que tiene que ser así, vamos por eso.

Oliver Courau, Facundo Riera,Pablo Suarez, Daniel Mansur

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