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    Todo Pueblo que pierde susTradiciones pierde una buena

    parte de su Identidad. Pero que elMundo cambia es algo que resultaevidente.

    Hay quien dice que debe ser lagente la que demande que no se pier-dan las tradiciones, pero para ellocreemos que deben darse dos premi-sas fundamentales: que las costum-

     bres y tradiciones de ese Pueblo seanconocidas por sus ciudadanos y queexistan los mecanismos adecuados para que su voz sea escuchada.

    Todos tenemos en nuestra memo-ria costumbres y tradiciones que vi-vimos de pequeños o nos fueron con-tadas por nuestros abuelos. Muchasde ellas han evolucionado y otras handesaparecido, aunque conviene tam- bién no confundir modas con tradi-ciones.

    Igualmente, se puede observarque se preservan unas tradicionesdeterminadas y se olvidan otras. Eso

    unas determinadas creencias religio-sas, guardan en lo más profundo la

    Identidad de nuestro Pueblo, la quenuestros antepasados fueron constru-yendo con el pasar de los años.

    En toda sociedad hay personasque ocupan determinados puestos enlos que deben asumir su responsabi-lidad para sus convecinos. Investigarla Historia, recopilar usos, costum-

     bres y tradiciones o velar para queno se pierdan; bien en una asociacióncivil o bien al frente de una adminis-tración, deben cumplir con esta obli-gación que sus convecinos les han permitido en unos casos o les hanencomendado en otros y no puedensustraerse a esa responsabilidad.

    Apostar por el progreso y utilizareste en benecio de la labor de inves-tigar, conservar y difundir esa Tradi-ción es una tarea que desde “La Al-hóndiga” siempre hemos realizado.La Cultura y la Identidad de Arévalo

    no seríen que la Lugadelas. descub

    hablam jarlas ePara elvienen su difuinterés o no inde una  borraráciones nuestroeso invran condicioneasociaclos bailEspera

    de La Lciaciónsu voz construtodos.

    AÑO VII

    TERCERA ÉPOCA — NÚMERO 69

    ARÉVALO — FEBRERO DE 2015

    De las tradiciones

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    LPublica

    AsoAvda. E

    l

    Direct

    FernRedac

     Javi José Juan Juan Juan Juli

    Eusebia emperatrizJamás serás de Arévalo si no ad-mites que hoy la plaza de tu pueblo ha

     perdido su color, nuestra apreciadísimachurrera que no necesitaba tacones paradar pasos rmes que resonarán siempre,siempre, siempre en nuestros corazones,se va con todos los que ya marcharona llenar de su luz y reconstruir junto aellos la plaza de Arévalo, tan querida

     por todos los visitantes y gente de los pueblos de nuestros abuelos tan apre-ciados, que hicieron tanta historia, losiente así la nieta de Ricardo GallegoZancajo “Joselillo” y recuerda a Cala- brés, la querida Tere Santos, Ferrero,Goyo “el Relojero”, “el Barbas”, Rafael“Alito”… y muchos más, que quizás niconocimos pero que nuestros padres nosrecuerdan, quiero que estén presentes deforma especial una vez más puesto queninguno por mucho que nos esforcemosseremos tan queridos y venerados portantas generaciones.

    Y es que a uno se le engrandece elalma cuando sabe que alguien de su fa-milia se ganó un hueco en tantos corazo-nes a base de humildad y cariño, de esaque ya no queda en este mundo.

    Eusebia Conde Garrido con sus 92años se va con los suyos, sí, porque pordesgracia la faltaban muchos, demasia-dos allí arriba.

    Doy absoluta fe por mi allegamientoa la familia, de que fue feliz, muy feliz. No la pueden querer más, la cuidaronestupendamente incluso más de lo que

     podamos imaginar, y me entenderán to-dos aquellos que solo les quede ya unabuelo o abuela que se la quiere, y sela mima como si en ella se representa-ran los cuatro juntos. Todos los que demanera especial nos hemos criado conellos, y son amigos, que más que ami-

    de todos los arevalenses.Una mujer trabajadora

    hasta el máximo, vendien-do en los pueblos, en lachurrería; ¿quién no la havisto ya de mayor en fe-rias dirigiendo a sus hijosy yernos en la churreríanegándose a irse a casa a

    descansar? ¿Quién no la haayudado a llevar las jarras de chocolatea la churrería en ferias como hacíamosalgunas con sus niet@s? ¿Quién no seha asustado alguna vez pasando por sucalle porque nos ha regañado o dado unavoz? (siempre con la mejor de las inten-ciones) ahora sabéis que eran consejos, porque ELLA velaba por la plaza ente-

    ra. Porque, ¿quién se encargaba de darosde merendar y de cuidaros en esas tardesde juegos innitas? ELLA.

    Y quién no se ha reído, pero muchí-simo, con esa sinceridad apremiante quela caracterizaba y la falta que le hacía aalgunos ponerlos en su sitio.

    Una mujer insisto; de carácter, devalentía, de superación, que se puso elvalor por bandera y luchó toda su vida por algo mejor, que nos ha regalado ri-ñas constructivas, humor, y cariño siem- pre con sus morros pintados. PÍNTAME LOS MORROS AIDA, AITANA ESTÁTODO EL DÍA BAILANDO, PÉINA- ME ICIAR, QUE ME LLEVE MEJORCARLOS, VÍCTOR Y DAVID NO ME LLEVÁIS A VERLE??... ALBERTO,

     ESTELA, AINOA, NOELIA estos yame han hecho Bisabuela ¡¡¡!!!

    Presumida en su esencia hasta el -nal, y tan contenta merendando su cho-colate con churros, porque sí, porque lavida hay que exprimirla y hay que que-

    di f d

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    Des

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    la llanura 69 - febrero de 2015

    Tertulia literaria. La tertulia literariadel mes de febrero tuvo como eje centralla vida y obra de Emilio Romero. Conella, desde “la Alhóndiga”, se le ha que-rido hacer un pequeño homenaje coinci-diendo con el aniversario de su muerte.

    Cuaderno de Cultura y Patrimo-nio número XXVII. Este nuevo Cua-

    derno publicado en formato digital tiene por título:  Romance que dicen “de La Alhóndiga” con otros sucesos que hu-bieron lugar en la Ciudad de Arévalo enel año de dos mil y catorce, y su autor esJavier S. Sánchez.

    Adolfo Yáñez presenta su nuevolibro. El pasado día 2 de febrero el es-critor arevalense Adolfo Yáñez presentóen el Episcopio de Ávila su último libro.“ Palabras que no lleva el viento” es una

    compilación de aquellas que pueden ser principio de partida y referencia para losofar y saber a qué atenernos en lavida.

    Antiguo colegio de Santiago y pala-cio de Gutiérrez Altamirano. Hace

     poco tiempo concluyó la restauración dela cubierta del antiguo colegio de Santia-go. La obra ha consistido en reconstruir

     parte del tejado de tan emblemático ehistórico edicio que se hundió en oc-tubre de 2013 a pesar de las adverten-cias que, tanto nuestra asociación comootros colectivos y particulares, habíamoshecho llegar al consistorio por distintosmedios La cubierta que se hundió y que

    afectadas. Y queda por ver si se le daalguna utilidad pública para evitar el pa-tente abandono del edicio y asegurar su

    necesario mantenimiento. Por otra parte, al mismo tiempo que searreglaba la cubierta del antiguo colegiose hundía el tejado del palacio de Gutié-rrez Altamirano, el del balcón esquinadode la calle Larga. Otro edicio históricode propiedad municipal, otro testigo dela ruina institucionalizada, ¿hasta cuán-do?

    Asociación de Amigos del Patrimo-nio Histórico y Cultural de Martín

    Muñoz de las Posadas.  Nos informanuestro buen amigo Juan José Alonsode la creación de esta nueva Asociacióncuyos objetivos serán la defensa, promo-ción y divulgación de los elementos del

     patrimonio de la Villa de Martín Muñozde las Posadas y su entorno. Celebramosel surgir de esta nueva Asociación queestamos seguros va suponer una aporta-ción muy importante a todo lo que tieneque ver con la Cultura y el Patrimonio denuestro territorio.

    Problemas en la muralla de Ma-drigal de las Altas Torres. Según he-mos podido saber se han detectado pro-

     blemas en la muralla de Madrigal de lasAltas Torres. En concreto, junto al Arcode Arévalo, ha habido desprendimientosque se achacan a la falta total de man-

    Patrimose encu

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    Movi

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    El turismo es sin duda alguna unode los motores de la economía ennuestro país. Así lo han sabido en-tender muchos de los representantesde gobiernos autonómicos y ayunta-mientos de diferentes partes de Espa-ña, entendiendo que el turismo puedeser una buena parte para mejorar laeconomía y generar empleo en los lu-gares que tienen que gestionar.

    Arévalo, tiene una rica historia,tiene un bonito patrimonio monumen-tal, está estratégicamente situado ycon facilidad de comunicaciones, ade-más ofrece una exclusiva gastronomíacon ese Cochinillo Asado o Tostón, a

    la cabeza. La unión de estos elemen-tos, sin duda alguna le convierte en unfoco de atracción turística.

    El turismo, como todos los secto-res económicos requiere una inversión

     previa y reiterada para poder promo-cionarse y llegar a la gente. No puedeexistir un turismo sin promoción. Hay

    que saber llegar al público. Hay quemachacar. No se promociona publi-cando anuncios en el periódico pro-vincial, emitiendo spots a cambio deentrevistas al alcalde en el canal localde la televisión regional, o pagandocuotas a una asociación que ha cam-

     por un canal de televisión en Internetque emite videos pasados y que poca

     presencia tiene.

    En 2014, los datos turísticos denuestra ciudad fueron más bien ma-los. Superaban, según dijeron, tansólo en cien visitantes a los de 2012, a

     pesar de programas como ‘Abrimos’,y de que la temporada turística ante-rior se había desarrollado en la ciudadla exposición de la XVIII edición deLas Edades del Hombre, lo cual sólose puede considerar como un fracaso.

    A nales de noviembre del pasadoaño, se celebró la Feria de Turismo In-terior de Castilla y León, INTUR, conla más que destacada ausencia de Aré-valo de forma institucional. La segun-da ciudad en número de habitantes,tan sólo se había presenciado en estecertamen con un folleto, un dípticosobre el castillo, colocado en el standde la Diputación Provincial de Ávila,una entidad que si por algo destaca es

     por su nula ayuda a la promoción dela población que más ingresos aportaa la institución.

    La última semana de enero de2015, una de las ferias de Turismomás importantes del mundo, FITUR,se desarrollaba en Madrid Pueblos

    estaba  poder oArévaloTUR, dque en Castillanes delde Ávilde Arével de Focasión2016 soy Cervmenos lo, conla Junt

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    Siempre lo he sido. Aquí nací en el61 y aquí sigo.

    Podría haber sido de cualquier parte pero soy arevalense. Podría aña-dir el tópico de que lo digo con orgu-llo. El caso es que, no sé bien que es,no sabría denirlo, pero sí siento algoespecial al reconocerme arevalense.

    A veces me pregunto por qué mequedé en Arévalo si podría ser decualquier otro sitio a poco que me lohubiera propuesto, ¿qué me da Aréva-lo?, aunque quizás la pregunta deberíaser, ¿qué le doy yo?

    Me gusta vivir en Arévalo. Reco-rrer sin prisa sus calles. Contemplarsus monumentos. Pasear por sus cam-

     pos, sus pinares y sus ríos. Observarla naturaleza que nos rodea y apren-der de todo lo que nos muestra, siem-

     pre diferente.

    Me gusta mi pueblo, admiro su patrimonio natural y cultural, que esmucho y variado. Sé que compartoesta admiración con mucha gente,

    amigos, conocidos y, también, desco-nocidos. Por eso, desde el respeto queme produce aquello a lo que admiro,me causa rabia e impotencia contem-

     plar cómo se deteriora o, incluso, se pierde con lentitud pero con constan-cia una buena parte del patrimonioarevalense.

    Sé que hay a mucha gente que lemolesta que diga que la ruina se hainstitucionalizado en Arévalo. Inclu-so, me han dicho que hago un acofavor a mi pueblo con tal armación.Pero, paseo tras paseo, es lo que veo.En más ocasiones de las que me gus-t í d

    doloroso, también, pero terriblementereal. Y eso a pesar de los avisos quesiempre unos u otros dan o damos so-

     bre su estado.

    O me equivoco, o en Arévalo noexiste ni un Plan de Conservación delPatrimonio, ni un Catálogo Monu-mental en el que se reeje el estadoen el que se encuentran los principa-

    les edicios civiles y religiosos de lalocalidad, o el conjunto de casas en

     barrios históricos, así como las posi- bles intervenciones para impedir sudeterioro, su ruina o su pérdida.

    Tampoco en el aspecto natural,a pesar de que la riqueza y variedadecológica es patente en muchos en-

    claves de Arévalo. Pocos puebloscastellanos tienen el escarpe de dosríos con sus sotos ni están rodeadosde abiertas llanuras y extensos bos-ques habitados por especies diversasy escasas. A pesar de esta riqueza y

     biodiversidad, ¿se protegen estos va-liosos enclaves? No, al contrario, seurbanizan bosques y vías pecuarias,

    se deterioran hasta que, prácticamen-te, desaparecen. Los bellos escarpesde los ríos, ¿se intentan reforestar alládonde la pendiente lo aconseje? No,al contrario, se “plantan” con todotipo de desechos convirtiéndose envertederos lo que provoca, una y otravez, peligrosos deslizamientos, incen-dios de ladera o, en el mejor de los ca-

    sos, desagradables panorámicas muy poco turísticas. Se podría decir que el pueblo devora la naturaleza que le ro-dea, la aleja cada vez más en lugar deacercarla. Lástima.

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    Soy de Arévalo

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    Tortugas gigantes del Mioceno de Por Emiliano Jiménez Fuentes y

     Santiago Martín de Jesús

    Arévalo es un punto muy conocidoen el mundillo de la Paleontología deVertebrados. Escribir nuevamente so- bre ello es reiterativo, dadas las mu-chas ocasiones en que se ha referido aello. Poco nuevo hay que añadir sobre

    los hallazgos registrados. Únicamen-te, poner al día las determinacionesrecientes sobre estos reptiles areval-enses.

    ------

    Los descubrimientos paleontoló-gicos en Arévalo se han producido entres etapas.

    La primera fue en tiempos ante-riores a la Guerra Civil y fue motiva-da por la inquietud de Álvaro MartínAlonso, profesor del Instituto Ele-mental de 2ª Enseñanza de Arévalo y primer descubridor, a quien se debeel mérito, en 1933, de haberse puestoen contacto con el Museo Nacional de

    Ciencias Naturales de Madrid.Como fruto de las excavaciones

    que por entonces se realizaron, se pu- blicaron varios artículos cortos y laimportante monografía de José RoyoGómez (1935) sobre las tortugas gi-gantes del “seudodiluvial” castellano,hasta entonces dado como cuaternario,y determinado como del Mioceno su- perior por este insigne paleontólogo,merced al hallazgo del caballo tridác-tilo  Hipparion gracile  y una especiede Rhinoceros.

    La segunda etapa se debe a la laborrealizada por Julio García, profesoren la Casa de Formación de los HH.Maristas de Arévalo, que excavó, consus alumnos, cerca de “La Lugareja”,obteniendo gran cantidad de restos,enumerados en una nota corta de Cru-safont, E. Aguirre y García (1968) ysobre una tortuga gigante por M. Al- berdi y García (1968). Este ejemplarse encuentra actualmente en Sabadell;del resto, no se sabe dónde está.

    La tercera etapa, que se puede con-siderar continuación de la anterior, esla protagonizada por uno de los au-tores de esta nota (E.J.) dando comofruto que en tres ocasiones se hayan

     podido rescatar hallazgos importantesde quelonios gigantes. Se intercala enesta etapa la mención de una mandí- bula del caballo  Equus mosbachensisque se encontró en 1979 en los arena-les cuaternarios que rematan la seriemiocénica en el corte de los ríos Adajay Arevalillo.

    Las tres tortugas gigantes salieronen las proximidades de La Lugareja,cerca del cementerio y en la cuneta dela autovía, entonces en construcción, aunos 300 m. del anterior. Se conservantodas en lugares de honor en la SALADE LAS TORTUGAS de la Universi-dad de Salamanca.

    LA CUESTIÓN ESPECÍFICA

    La especie bolivari fue creada paraestas tortugas gigantes españolas porEduardo Hernández Pacheco en 1917,

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    casi todos los autores, pese a que elgénero-tipo, es mucho más antiguo,del Paleógeno de Francia.

    La revisión reciente de estos repti-les del Mioceno y Plioceno de Euro- pa ha sido realizada por Adán Pérez-García y Evangelos Vlachos (2014)llegando a la conclusión de que elgénero bajo el que se reúnen todasestas especies, es diferente a todo lodescrito anteriormente, denominándo-

    lo Titanochelon, y del que se conocencuatro especies diferentes distribuidas por toda Europa, dos en el Mioceno:vitodurana y bolivari y dos en el Plio-ceno: bacharidisi y perpiniana.

    EPÍLOGO

    Para hacer la revisión, Adán Pérez

    García buscó y halló en las dependen-cias del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid los ejemplares deArévalo descritos y gurados en 1935 por José Royo Gómez, que se creían perdidos. El hecho de que al cabo detantos años hayan vuelto a la luz me-rece ser destacado como un mérito dedicho autor y, sobre todo, del Museo

    que los albergó ocultos en su almacén.Creemos que ésta es una de las misio-nes más importantes de un museo pa-leontológico: la preservación de todosu material, bueno o no tan bueno, para los investigadores del futuro.

    BIBLIOGRAFÍA

    La abundante bibliografía en la quese citan las tortugas gigantes de Aré-valo puede verse en el artículo:

    Jiménez Fuentes, E. (1986): Unsiglo de investigaciones paleontológi-cas en Arévalo. Cuadernos Abulenses6 53 59 1 f Á il

     Jiménez Fuentes, E., Martín de Jesús, S., Ortega Coloma, F.J., Pé-rez Ramos, E., Gil Tudanca, S. & Ji-ménez García, S. (1990): La tortuga gigante de Arévalo. Notas Informati-vas, Sala de las Tortugas: 14: 4 pgs;3 Fgs.

     Jiménez Fuentes, Emiliano; Orte- ga Coloma, Francisco J.; Gil Tudan-ca, Santiago; Martín de Jesús, San-tiago & Val Recio, Jesús del (1993): Excavaciones paleontológicas del Mioceno de Castilla y León. El mas-todonte de Villavieja y las tortugas gigantes de Coca y Arévalo. 16 pgs,

    6 fgs, 7 láms color, Junta de Castilla y León; Consejería de Cultura y Tu-rismo.

     JIMÉNEZ FUENTES E. (2000):Tortugas gigantes fósiles de la pro-vincia de Segovia (Castilla y León

     gs., Sa

     JIM Sala dedad de  Institut Ayunta

     JIMQuelon Duero.en la hestudioFUENedit.). 177-19

     Pére(2014): Europe(Cryptonetic hylarge reCenozo

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    Amador y Julián son muy viejos.Los dos nacieron en Arévalo y suamistad se remonta a la más tiernainfancia, cuando ambos coincidieronhaciendo de monaguillos en la parro-quia. Julián es menudo y conservador,con cierto aire cosmopolita realzado por unos ojos muy azules, que hacenque parezca menos bajito de lo que

    es. Amador, sin embargo, es alto yliberal. “¡Es usted un epicúreo!”, leespetó Julián con malicia al nalizarsu último encuentro, cuando debatie-ron sobre tema del placer y Amadorse mostró partidario incondicional detodos los placeres:

    - Yo soy partidario incondicional

    de todos los placeres y jamás en mivida he renunciado a ninguno; más bien han sido ellos los que han idorenunciando a mí, sentenció Amadorcon un repunte de tristeza, mientrasapuraba una copa de vino.

    Amador y Julián convinieron des-de su juventud en llamarse de usted“no vaya a ser que entregados a laconanza acabemos cayendo en loconanzudo”, y desde que enviuda-ron, los dos visten invariablemente detraje negro, con corbata negra y ca-misa blanca, impoluta, con las puntasde los cuellos ligeramente alabeadashacia dentro. Si no fuera porque sabe-mos que estamos en Arévalo, bien pu-dieran representar la clásica estampade dos viejos profesores paseando porlas onduladas colinas de los jardinesde alguna universidad centroeuropeade mucho fuste. Hoy se han citado enun banco de El Paseo:

    - Amador se me ocurre que po-

     bol. Como centrocampista destructor podríamos poner al Alcalde Ronqui-llo.

    - Ponga usted al morisco Mosé benSem Tob y déjese de ronquilladas.

    - Sea pues; no se altere, Amador,que no vale la pena.

    - Como volantes creativos y traba- jadores: Don José Jiménez Lozano yDon Eulogio Florentino Sanz.

    - Pues ahora el que discrepa soyyo: ese poeta romántico con resabiosde Heine morañego descuidaría laslabores defensivas entre tanto cisne ytanto suspiro; casi preero a Julio Es-cobar.

    - No se ponga estupendo porque niIgnacio de Loyola, ni Jiménez Loza-

    no, ni el morisco nacieron en Arévalo,si vamos a eso...

    - Vale, vale, para usted la perra gor-da. Entonces tendríamos un centro delcampo compuesto por Jiménez Loza-no, Escobar y Mosé ben Sem Tob. Un poco de todo.

    - ¿Y qué le parece si jugáramos

    con un segundo medio centro paraasegurar la contención? Yo había pen-sado en Hernández Luquero...

    Con la contera metálica del para-guas Julián ha dibujado sobre la tierrahumedecida del parque el contorno deun campo de fútbol y ha ido escribien-do las iniciales de los jugadores. Yasolo faltaban por asignar los puestosde los dos delanteros.

    - Hombre, Emilio Romero podríadar mucho juego, entrando por la de-recha como extremo incisivo.

    - Y Marolo Perotas como delante-b llid i á í d

    sale coel diabla lo suy

    - Enquedaríel paradores sestá a sTapia, VdefensaHernán

    centro den la de

    - Puguste ysado poque a F

    La t boleda

    contemlo cárdlas ramse han rededortiniebla

    - Escuenta tiempoa ustedtontería

    - Pcuestióel temaciones. poeta: la ceniz

    el mismganar ti

    JuliádicultCuandocorpora

    Alineación

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    Los más ancianos lo recordarán.Otros; la canción que se popularizó enlos 50. Y muchos, sobre todo los más jóvenes, no tendrán ni idea de quiénera este peculiar personaje.

    Bueno; saber quién era nadie losupo nunca, al menos en vida. Todofueron suposiciones, más o menos fun-dadas.

    Muerto, probablemente alcanzó lacima de su popularidad, ¡quién se loiba a decir!

    Sobre todo si, como se apunta amenudo, era un fraile, más amigo delas celdas, la soledad y la oración quedel estrépito de la juerga y el mujerío.

    Queremos imaginar, e imaginamos,que cuando lo alcanzó este procaz des-tino de juerguista y trasnochador, yaestaba su buen espíritu a buen recaudoen el cielo. Y no pudo ser dañado porlos desmanes que se hicieran con suextraordinariamente bien conservadocadáver.

    Aunque también se dice aquello

    de que cuando suenen las trompetasdel Apocalipsis, cada cual se levanta-rá como pudiere y arrastrará penosa-mente los huesos que le queden, a la presencia del alto tribunal que lo sen-tencie.

    En tal caso quisiéramos apuntaraquí que si al pobre Rascayú le faltasealgún dedo, o echase de menos algu-na costilla, o tuviera restos de tabaco oincluso aliento a alcohol en su gargan-ta, no fue debido a él. Pobre sacristánsin mácula y de benditas costumbres.Si no que unos malandanzas tomaronla ídem de sacarle de su féretro en elC ill l l b

    libertadores (según se mire, o el gradoalcohólico de la sangre de cada cual), por todos los lugares de perdición, yfácil trato de por entonces.

    Poniéndole un cigarrillo en la bocay un buen vaso de vino o lo que se ter-ciara, en la maleable mano huesuda.

    Y haciéndole presidir impertérrito

    todo tipo de actos lujuriosos, y bailesdesenfadados, sin poder mover siquie-ra un dedo, o encorvar una ceja, comomínimo signo de desaprobación.

    Esto que quede claro y sirva de dis- pensa al bueno del frailecito, y lo pue-da alegar en su defensa, llegado el mo-mento. E incluso: tenerlo por escrito.

    Que es lo menos que puede haceruna revista del pueblo que tanto lo za-randeó, y por así decirlo: le incitó alvicio y el cachondeo.

    Siendo él de seguro de tan buenaley, que mereciera un sitio para sushuesos en el cementerio de nuestro in-signe e imponente Castillo.

    Que no a todo el mundo le gustaríaque cogieran sus huesos para pasearlos por ahí. (Habiendo sin embargo otrosque de seguro no lo desaprobarían enabsoluto, acostumbrados como estánen vida a frecuentar todo tipo de luga-res de fama y actividades dudosas…).

    Pero bien que fueron pillados in-fraganti por la guardia civil, y pagó

    más de un justo por pecadores, poraquella pillería, reconozcámoslo hom- bres de mundo, en el fondo: sin mayortrascendencia.

    Pero es que la iglesia es muy suya,y no le gusta que le anden procesio-

    d l l i ll i

    Y qcaigan olorosarebujito

    A lado. QumuerteY nada esceptic

    o trasceCom

    anécdo blo.

    Hachabréisancianoquilame

    media  banco.

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    Ant

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    Si hace algunas semanas quisimos,en estas mismas páginas, informarsobre la existencia y uso de nuestro“ Archivo Digital ”, el cual poco a pocova incrementándose con fotografías yotros documentos que consideramosde interés para salvaguardar y difundir parte de nuestra Cultura local, que-remos hoy dejar algunas pinceladas

    sobre la biblioteca que en estos añosde existencia de nuestra asociación he-mos ido creando.

     No es una gran biblioteca y, en principio, no dispone de una ubica-ción pública pero lo que sí es cierto esque poco a poco vamos aglutinandoun buen número de libros y de otrosdocumentos que están a disposición de

    nuestros socios para su lectura, consul-ta y disfrute. No es, como decimos, una gran

    colección pero sí es una curiosa colec-ción, al menos en cuanto a los ejem- plares que vamos incorporando ya quemuchos de ellos son obra de autoresarevalenses.

    Algunos de estos ejemplares, por

     pertenecer a otras personas y no poderdisponer de su uso, han pasado a for-mar parte del citado Archivo Digital ylucen para su descarga en este formatoen nuestras páginas en Internet.

    De ellos destacamos “El ensueñoRoto” de Nicasio Hernández Luque-ro, uno de los primeros libros que nos prestaron para su digitalización y del

    que incluso hicimos una reproducciónimpresa. Y cómo olvidar “Morañe-gas” de Constantino de Lucas, un librode poesías tan raro como deseado. Enel ámbito digital también se encuentranalgunos de los títulos de Luis LópezPrieto. Por supuesto podemos incluir

    La biblioteca de la asociación cultural “Laquellos lejanos años veinte del pasa-do siglo. También “Cultura”, aquella publicación mensual que se promoviódesde el Círculo Cultural Mercantil.

    Destacar en este mismo ámbito laimportante colección de enlaces a li- bros, artículos y otros documentos alos que, a través del apartado corres- pondiente, se puede acceder desde las

     páginas Web de “ La Llanura” y de“ La Alhóndiga” indistintamente. Con-forman una muy importante referenciadocumental sobre Historia, Arte y Pa-trimonio referido en general a Arévaloy a su Tierra.

    En cuanto a la biblioteca física ycomo decíamos antes, en estos añosde existencia de nuestra asociación he-

    mos ido adquiriendo una pequeña co-lección de libros, que son, en general,de autores arevalenses.

    “De la historia de Arévalo” deJuan José de Montalvo; novelas y otroslibros de Julio Escobar tales como“Teresa y el Cuervo”, “Una cruz enla Tierra” o “El novillo del alba”; “ElAlcalde Ronquillo” de Eduardo Ruiz

    Ayúcar; “El gran libertador de Cer-vantes: Fray Juan Gil” de Constan-cio Rodero Sáez”; la poesía y la prosade Segundo Bragado en sus “Gotas de

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    Arévalo,Conjunto Histórico-Artístico.

    En reciente Decreto del Minis-terio de Educación Nacional, se ha puesto bajo la protección de la Di-rección General de Bellas Artes, ala ciudad de Arévalo, casco antiguo,como conjunto Histórico-Artístico.

    Ya se veía venir. Desde que Aré-valo fue incluida en el inventario dela Comisaría General del Patrimo-nio Artístico Nacional, se esperabade un momento a otro la declaraciónde Conjunto protegido. Más aún: lasobras que en diversos monumentosciviles y eclesiásticos inició la Di-

    rección General de Bellas Artes — Arco del Alcocer, parte norte de lamuralla, Iglesia de Santa María laMayor, torreón de los Tapia, etc.—ya daban a entender que conside-raban a esta ciudad como digna deconservación y restauración.

    Y es que Arévalo tiene caracte-

    rísticas sumamente interesantes yen algunos aspectos, originales. Enmedio de la general incuria que hadestruido la mayor parte del patri-monio artístico no religioso —ymucho también de éste después dela Desamortización— los areva-lenses han sabido conservar intere-

    santes construcciones y de manera principal, ese ambiente mudéjar quetanto llama la atención, no solo quese conserve, sino que existiera en pleno corazón de Castilla.

    Porque la arquitectura principald A é l d til déj

    Clásicos Arevalenses

    ron con los castellanos, y que enuna zona tan huérfana de piedra,tenía que acudir al ladrillo con elque hacían maravillas. Así tenemosla iglesia de Gómez y Román; másconocida como la del Lugarejo, quefue modelo en su estilo; la de las pareadas torres de San Martín; ladel atrevido arco de Santa María la

    Mayor; la semifortaleza de San Mi-guel que encierra artístico retablo denales del XV; los ábsides y torresde Santo Domingo y el Salvadorque son iglesias reformadas en elRenacimiento; el palacio de los Se-deño, en deplorable ruina; la parteantigua del Palacio Real, hoy mo-nasterio de clarisas; el torreón de la

    casa solariega de los Tapia que hoyalberga una industria del hospedaje,y la puerta del Alcocer, acreditati-va de la fortaleza de los muros quecerraban la villa por poniente. Y sirecorremos el barrio de los moriscos

    l j d l P í

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    de los aversionsus fam

    Aréal honConjunlos arela injer

    de Bellsean lomuestrservanestas hque sonte.

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