La Mala Praxis de La Psiquiatría

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LA MALA-PRÁXIS DE LA PSIQUIATRÍA Artículo de Paul Levy http://www.awakeninthedream.com/wordpress/ Traducción Gladys Molina EmpoweredByKnowledge©Mayo 2015 Entré por primera vez en el mundo psiquiátrico en medio de un despertar transformador de la vida espiritual que se había catalizado debido al intenso abuso emocional de un padre psicópata. Espiritualmente emergiendo en una parte más amplia y completa de mi mismo, estaba empezando a reconocer la naturaleza onírica del universo, un universo en el que todos estábamos inseparablemente interconectados entre sí. Estaba tan entusiasmado con mis realizaciones que la patrulla anti-bienaventuranza consiguió alertarse y se me internó en hospitales psiquiátricos, donde fui (mal)diagnosticado y medicado fuera de mi mente de tal forma que mi despertar espiritual quedó extinguido dejándome traumatizado—literalmente, me enfermé—por el el tratamiento que recibí. Mientras estaba bajo el "cuidado" de la psiquiatría, fue una pesadilla de vigilia: cuanto más se me solidificó en el papel de ser el enfermo, mas enfermo me ponía, que, en un circuito diabólico de retroalimentación auto-perpetua, sólo confirmaba a los psiquiatras cómo de "enfermo" realmente estaba. Después del "tratamiento" que recibí del sistema psiquiátrico, me puse realmente enfermo. Era como si hubiera entrado en un hospital padeciendo una enfermedad, y tratado como si tuviera una enfermedad ilusoria completamente diferente que no sólo hizo que mi enfermedad real empeorara, sino literalmente, me volvió loco, completamente destruyendo cualquier apariencia que tenía de una familia, casi matándome. Para usar un ejemplo físico, fue como si entrase en el hospital sufriendo de cálculos renales y los médicos eliminasen mi apéndice en su lugar. Esencialmente, la psiquiatría echó gasolina en el fuego de la parte patológica de mi proceso, tratando el aspecto saludable de curación de mi proceso como si fuera un tumor canceroso que necesitase ser exterminado a toda costa, y yo sería el que pagara la factura. No sólo fue mi despertar espiritual no reconocido sino, más bien, patologizado en su lugar, pero además, no se me creía sobre el abuso de mi padre; al contrario, la psiquiatría estaba en connivencia con mi padre y, sin saberlo, promulgó una variación del mismo abuso que yo estaba señalando. Para colmo de todo, se me diagnosticó de tener una enfermedad mental que no tenía, y obligado a tomar medicación con el fin de "corregir" lo que todos y cada uno de los psiquiatras que me trataron me decían que era un "desequilibrio químico" en mi cerebro. (Sin yo saberlo por aquel entonces que el DSM III acababa de publicarse el año anterior anunciando este "descubrimiento"). Esta “teoría” del desequilibrio químico se comprobó posteriormente de ser totalmente falso. El diagnóstico es una pendiente resbaladiza; pudiendo ser muchas veces una cortina de humo para la ignorancia. Jung describe un cierto tipo de entendimiento que me imagino informa muchos diagnósticos como "un poder vinculante al temor, a veces un verdadero asesinato del alma." [énfasis añadido]. Cuando se me dio un diagnóstico tallado en piedra por parte de los psiquiatras que tenían una completa certeza de lo que ellos pensaban que estaba pasando dentro de mí, pero que en realidad tenían menos que ni idea alguna, lo sentí como "un verdadero asesinato del alma." El lado oscuro de la diagnosis es que es el resultado de mirar fijamente al fenómeno con la "mirada objetiva," esa "éticamente científica mirada en blanco, sin corazón," lo que el fallecido psiquiatra RD Laing lo llama; una mirada que "ni nos ve ni nos oye." Cuando recibí mi diagnóstico psiquiátrico, el decir que me sentía "invisible" era un eufemismo. A la vez que los psiquiatras me estaban colocando sus

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La Mala Praxis de La Psiquiatría,Artículo de Paul Levy. Autor de Wetiko Disipando el mal.

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  • LA MALA-PRXIS DE LA PSIQUIATRA

    Artculo de Paul Levy http://www.awakeninthedream.com/wordpress/

    Traduccin Gladys Molina EmpoweredByKnowledgeMayo 2015 Entr por primera vez en el mundo psiquitrico en medio de un despertar transformador de la vidaespiritual que se haba catalizado debido al intenso abuso emocional de un padre psicpata.Espiritualmente emergiendo en una parte ms amplia y completa de mi mismo, estaba empezando areconocer la naturaleza onrica del universo, un universo en el que todos estbamosinseparablemente interconectados entre s. Estaba tan entusiasmado con mis realizaciones que lapatrulla anti-bienaventuranza consigui alertarse y se me intern en hospitales psiquitricos, dondefui (mal)diagnosticado y medicado fuera de mi mente de tal forma que mi despertar espiritual quedextinguido dejndome traumatizadoliteralmente, me enfermpor el el tratamiento que recib.Mientras estaba bajo el "cuidado" de la psiquiatra, fue una pesadilla de vigilia: cuanto ms se mesolidific en el papel de ser el enfermo, mas enfermo me pona, que, en un circuito diablico deretroalimentacin auto-perpetua, slo confirmaba a los psiquiatras cmo de "enfermo" realmenteestaba. Despus del "tratamiento" que recib del sistema psiquitrico, me puse realmente enfermo.Era como si hubiera entrado en un hospital padeciendo una enfermedad, y tratadocomo si tuviera una enfermedad ilusoria completamente diferente que no slo hizo que mienfermedad real empeorara, sino literalmente, me volvi loco, completamente destruyendocualquier apariencia que tena de una familia, casi matndome. Para usar un ejemplo fsico, fuecomo si entrase en el hospital sufriendo de clculos renales y los mdicos eliminasen mi apndiceen su lugar. Esencialmente, la psiquiatra ech gasolina en el fuego de la parte patolgica de miproceso, tratando el aspecto saludable de curacin de mi proceso como si fuera un tumor cancerosoque necesitase ser exterminado a toda costa, y yo sera el que pagara la factura.

    No slo fue mi despertar espiritual no reconocido sino, ms bien, patologizado en su lugar, peroadems, no se me crea sobre el abuso de mi padre; al contrario, la psiquiatra estaba en connivenciacon mi padre y, sin saberlo, promulg una variacin del mismo abuso que yo estaba sealando.Para colmo de todo, se me diagnostic de tener una enfermedad mental que no tena, y obligado atomar medicacin con el fin de "corregir" lo que todos y cada uno de los psiquiatras que me trataronme decan que era un "desequilibrio qumico" en mi cerebro. (Sin yo saberlo por aquel entoncesque el DSM III acababa de publicarse el ao anterior anunciando este "descubrimiento"). Estateora del desequilibrio qumico se comprob posteriormente de ser totalmente falso.

    El diagnstico es una pendiente resbaladiza; pudiendo ser muchas veces una cortina de humo parala ignorancia. Jung describe un cierto tipo de entendimiento que me imagino informa muchosdiagnsticos como "un poder vinculante al temor, a veces un verdadero asesinato del alma."[nfasis aadido].

    Cuando se me dio un diagnstico tallado en piedra por parte de los psiquiatras que tenan unacompleta certeza de lo que ellos pensaban que estaba pasando dentro de m, pero que en realidadtenan menos que ni idea alguna, lo sent como "un verdadero asesinato del alma." El lado oscurode la diagnosis es que es el resultado de mirar fijamente al fenmeno con la "mirada objetiva," esa"ticamente cientfica mirada en blanco, sin corazn," lo que el fallecido psiquiatra RD Laing lollama; una mirada que "ni nos ve ni nos oye." Cuando recib mi diagnstico psiquitrico, el decirque me senta "invisible" era un eufemismo. A la vez que los psiquiatras me estaban colocando sus

  • diagnsticos errneos, yo a la vez lo estaba diagnosticando a ellos en mi cabeza de sersimplemente increblemente estpidos (lo que yo llamo simplemente "el diagnstico estpido").Laing contina, "los mtodos utilizados para investigar el mundo objetivo, que se nos aplica, sonciegos a nuestra experiencia, necesariamente, y no pueden relacionarse con nuestra experiencia. Talmtodo ciego, aplicado ciegamente a nosotros, es susceptible a destruirnos en prctica, como ya loha hecho teora".

    Soy realmente afortunado de haber escapado de la psiquiatra con mi cordura intacta. Al ser maldiagnosticado por la psiquiatra como de padecer un desequilibrio qumico en mi cerebro, mispercepciones acerca de la naturaleza de mi propia experiencia se eliminaron de tener validez alguna,como si yo estuviera siendo tratado como un in-valido mental (que realmente te vuelve loco").Me sent tanto objetivado como marginado en mi propio tratamiento. Al consultar su manual dediagnstico santificado, el DSM, era como si el psiquiatra estuviera leyendo de un grimorio,tratando de coincidir con lo poco que entendan de mi experiencia a algo que algn otro escribi enun libro; fue realmente demencial. Cuando me diagnosticaron, fui rebajado de tener una condicinexistencial plena como ser humano soberano, ya que no se me consideraba ser el rbitro de mipropia experiencia o poseedor legtimo de mi propia imagen o definicin de m mismo. Una vezrecibido mi diagnstico, como si mi condicin fuese grabada en piedra, todo lo que dijera o hicieradesde ese momento era visto a travs de la lente embrutecedora de mi diagnstico.

    Jams ha sido establecida una lnea de base normal para "equilibrio qumico"; la teora deldesequilibrio qumico fue una falsificacin total y absoluta, en la que sus defensores fingieron quesaban algo que no saban. No existe prueba de laboratorio definitiva para ningn tal llamadotrastorno mental. El Dr. Allen Frances, que ha sido llamado "quizs el ms poderoso psiquiatra enAmrica" y quien en 1994 encabez el proyecto de escribir la ltima edicin de la bibliapsiquitrica, el DSM-IV, recientemente hizo la denuncia de su propia profesin. En una entrevistacon Gary Greenberg de la revista Wired, Frances dice "No existe definicin del trastorno mental.Son patraas, quiero decir que simplemente no se puede definir".

    Las diagnosis actuales sobre trastornos psiquitricos es como aquellos mapas medievales quetrataban con los lugares en los que no saban lo que estaba pasando mediante la escritura "AquViven Dragones." Aqu los dragones de das modernos" son todos los diversos diagnsticospsiquitricos inventados con el fin de llenar los espacios en blanco para aquello que no sabemos.Para citar al Dr. Ronald Pies, editor en jefe emrito de la publicacin Psychiatric Times, "En verdad,la nocin del 'desequilibrio qumico' siempre fue una especie de leyenda urbananunca una teoraseria propuesta por psiquiatras bien informados." Y, sin embargo, todos y cada uno de lospsiquiatras (y haba muchos) que me vieron en todas los mltiples hospitales, siempre me dijeronque estaba sufriendo un desequilibrio qumico en el cerebro. Eran todos simplemente algunos dela variedad "menos-informada" de psiquiatras? Pies contina, "En los ltimos 30 aos, no creohaber odo jams a un psiquiatra con conocimientos, bien entrenado hacer tal reclamacin absurda[como el desequilibrio qumico en el cerebro], excepto tal vez para mofarse de tal afirmacin...la'imagen del desequilibrio qumico 'ha sido vigorosamente promovida por algunas compaasfarmacuticas." Eran todos los psiquiatras que me dieron mi absurdo diagnstico," undiagnstico que era digno de "mofa" por los entendidos, no entendidos ni bien entrenados? Ladeclaracin de Pies sobre la idea de la vigorosa promocin del desequilibrio qumico por parte dealgunas compaas farmacuticas" es reveladora, ya que verdaderamente sopla la tapa de lo querealmente ha estado pasando.

    Ha salido a la luz que las compaas farmacuticas saban todo este tiempo que la idea de undesequilibrio qumico era inventada (construida por personas cuyos cerebros estabanverdaderamente qumicamente desequilibrados, debo aadir). Fabricada por el departamento de

  • marketing de la industria farmacutica, la nocin de un desequilibrio qumico fue el producto deuna imaginacin febril informada por sueos de pasta gansa, con el fin de dar a la gente una raznpara comprar sus frmacos. Las compaas farmacuticas no van de "sin fines de lucro;" ellosexisten para lograr beneficios, es decir, la moral se quede atrs. Al querer hacerme parte del aparatode su sistema, la psiquiatra quera cosechar mi dinero, mi tiempo, mi fuerza vital, mi mente y misalud mientras uno diagnstico invariablemente seguira a otro en una espiral sin fin que sin dudahabra terminado mi vida tal como la conozco. Si esto no maldad, no s lo que ser.

    Pero divago. Una vez en las garras de la psiquiatra, fui entonces medicado para sanar midesequilibrio qumico recin diagnosticado (la medicacin sirviendo para abortar mi despertarespiritual y apagar mi creatividad), y se me dijo que tendra que estar medicndome hasta mi ltimoaliento. Un mdico incluso "garantiz" (me pregunto si puedo conseguir que me devuelvan eldinero?) que tendra esta enfermedad por el resto de mi vida. Estaba siendo condenado a cadenaperpetua sin posibilidad de libertad condicional, y tiempo libre por buena conducta (Cabe sealarque no he tomado ninguna medicacin psiquitrica durante ms de treinta aos, sin "episodios" que,desde el punto de vista psiquitrico, es imposible si yo realmente tuviera lo que ahora se llamaenfermedad bi-polar). El hecho de que yo quera dialogar sobre esto y cuestionar su diagnosis noslo los enojaba, sino que era una demostracin, para los psiquiatras a cargo de m, de mi supuestaenfermedad. Los psiquiatras esperaban que algn da me haran "un miembro activo de lasociedad;" Yo, por el contrario, tena la esperanza de hacer de la psiquiatra un miembro activo dela sociedad, no un da en el futuro, sino ahora mismo. La psiquiatra no slo quera darme undiagnstico, sino que quera inaugurarme en toda una nueva "carrera" como enfermo mental. Enmis sueos ms salvajes no poda imaginar algo ms parecido a un campo-infierno que lapsiquiatra. Fue slo aos despus de haber salido de la comunidad psiquitrica que comenc a re-contextualizar y replantear mis experiencias con la psiquiatra como un descenso chamnico alinframundo, en las profundidades de una versin moderna de Hades. Lo que estaban haciendo lospsiquiatras era verdaderamente demencial, y enloquecedor. Los psiquiatras estn entrenados parapatologizar; y una vez diagnosticado y etiquetado con una enfermedad mental, mi comportamientoera miopicamente inspeccionado a travs del lente de la patologa, que solo serva para extraer elaspecto patolgico de mi proceso, adicionalmente confirmando a los psiquiatras lo correcto de sudiagnosis en una profeca auto-cumplida. Por ejemplo, una vez que mi lucidez emergente fueviolentamente cerrada por la psiquiatra, empec a sentirme deprimido, que era una cosa "normal"de sentir en tales circunstancias horribles. Mi sensacin de depresin inspir a los psiquiatras, sinembargo, para consolidar su diagnstico de m como manaco-depresivo (ya que ahora estabasiendo visto como entrar en "ciclos" de la fase depresiva de mi "enfermedad"), y entonces merecetaron un antidepresivo para "ayudar a "mi depresin, aadiendo al cctel de litio y anti-psictico en el que ya tenan. Era como si hubiera vuelto a crear mi trauma de familia-de-origenen palabras de Freud, "nuevas ediciones de viejos conflictosslo que esta vez era conmedicamentos.

    Mientras pasaba el tiempo bajo su vigilancia, el componente de despertar espiritual de miexperiencia se desvaneci a segundo plano, y el abuso no resuelto de mi padre vino hacia ladelantera, frente y al centro; esto tiene mucho sentido, ya que lo que la psiquiatra estaba haciendoera simplemente una variacin sobre un tema, una iteracin del mismo abuso. Luego, en un anms enloquecedor doble vnculo, el hecho de que yo quera hablar sobre el abuso de mi padre seconvirti justo en la cosa por la que fui aun ms patologizado. Y, en un verdadero "alucine mental",al igual que mi padre, se me dijo que el tratamiento que estaba recibiendo de la psiquiatra era "pormi propio bien." Los psiquiatras eran como los sumos sacerdotes de una religin moderna,cientfica que haba invertido en ellos con el poder del Estado, la habilidad de considerar quienestaba cuerdo y a "condenar" a quien estaba demente. Por inconscientemente identificarse con susposiciones de poder, rango y privilegio, fueron monopolizando el papel del sano,inconscientemente, "fundiendo" al paciente, en este caso a men el papel solidificado del que est

  • enfermo. El sistema psiquitrico estaba bajo un espejismo de creacin propia auto-refuerzo (existeun frmaco para esto?), ya que estaba lanzando simultneamente un hechizo tanto sobre s mismo,as como sobre sus pacientes. La mala prctica del sistema psiquitrico es ms difcil de ver que enotros campos ms concretos, y por lo tanto, la incompetencia y el dao a menudo pasandesapercibidos, ya que operan en la provincia de la psique, donde gran parte est oculto, envueltoen tanto misterio como incomprensin, de entrada. Aunque la enfermedad en un sistema familiar esfundamentalmente de naturaleza no-local, es decir que impregna todo el sistema, tpicamente sehace localizado y se cree de existir nicamente en el miembro que en el casting le dieron elpapel del "paciente identificadoen este caso, a m. La psiquiatra me trat como si yo existieracomo una entidad aislada que tena una "enfermedad" no relacionada con la familia de la cual yo eraparte. En un sistema familiar, los miembros no son vistos como partes independientes del sistemaexistente; ms bien, todos los miembros son vistos de modo relacional, lo que es decir, uno relativoal otro, como hablar en ltima instancia, cada miembro interdependiente no existe aparte de toda lared de interrelaciones dentro del sistema. La patologa aparente en cualquiera de los miembros dela familia son a menudo derivativos de las interacciones mutuas, las comunicaciones, la dinmica dela sombra y cuestiones de poder inconsciente entre sus miembros. Esto quiere decir que si alguiense enferma en la familia, es importante colocar su enfermedad en el contexto ms amplio de lasrelaciones nter-subjetivas dentro del sistema familiar, que es la matriz subyacente de la cual seorigin la enfermedad y contina mantenindose. Dado que la familia es un sistema contenidointeriormente, adems de ser una expresin de, un campo interconectado ms profundo, cuando unmiembro de la familia se "enferma," es una expresin de una patologa en todo el sistema y elcampo ms profundo.

    Al convertirme en el paciente identificado, yo tambin haba asumido inconscientemente el papelarquetpico del "chivo expiatorio," el cordero del sacrificio que tpicamente porta el sistema familiar-que en mi caso, ahora inclua la de escisin, repudio, sombra inconsciente y locura de lapsiquiatra-. Trat de explicar a los psiquiatras en efecto ESTABA enfermo, sin embargo, pero noen la forma en que ellos estaban imaginando. Yo sufra de una enfermedad creativa psicolgicauna "enfermedad de curacin" que era la manera que tena mi psique para metabolizar el trauma detener un padre psicpata que tena un cheque en blanco para escenificar su patologa. No era unmaniaco-depresivo; mas bien estaba perturbado en cuanto a que mis emociones estabantrastornadas debido a ser el receptor del abuso excesivo a manos de un desesperadamenteenfermo, padre socipata. Pero Los psiquiatras no queran saber nada de eso, sin embargo, ya queeran de la opinin de que saban lo que estaba sucediendotanto dentro de mi mente y en mifamiliamejor que yo. Yo no tena legitimidad en sus ojos con respecto a mi propia experiencia,como si no tuviera ttulo psicolgico a mi propia experiencia, esto era realmente "enloquecedor"ms all de lo que jams haba imaginado, ni siquiera en mis sueos ms salvajes. Todo el asuntoera tan de ciencia ficcin como una pelcula de terrorms all de lo increble, y sin embargo, enrealidad estaba sucediendo. En el sistema psiquitrico, me encontr en un lugar de sensacinrealmente hechizado, como bajo una maldicin y controlado por magos negros, donde la realidadestaba invertida de tal manera que realmente era una locura de saca-me-de-aqu. Esto es lo queescrib en la Eplogo de mi reciente libre Disipando a Wetiko, Rompiendo la Maldicin de laMaldad:.

    Yo, sin embargo era uno de los afortunados, ya que fui capaz de liberarme de los horroresdraconianos de la Edad de Piedra, del poder hace la razn de nuestro sistema de salud mental,tan pronto como me fue posible. En retrospeccin, el tratamiento en conjunto que recib de lapsiquiatra esta verdaderamente escalonando en su incompetencia y nivel de abuso; Apenas rascola superficie [en estas palabras]. La escandalosa falta total de percepcin acerca de la naturalezade la mente por parte del sistema psiquitrico es verdaderamente trgica y causa gran dao. Elgrado de des-servicio y maltrato que recib de la comunidad de la salud mental ha sido tantraumtica y abrumadora que he tardado mas de treinta aos para siquiera comenzar a envolver

  • mi mente alrededor del error que fue escenificado. El abuso que sufr a manos de la comunidadpsiquitrica, que encarnaba verdadera violencia psicolgica en mis carnes, est tan alejado de micomprensin que incluso ahora forcejeo para encontrar las palabras, me esfuerzo porque el abusofue una forma de tortura verdaderamente inexpresable. La actuacin de la psiquiatra fue verdaderamente criminal, una forma de locura criminal. Lapsiquiatra es completamente inconsciente de la carnicera psico-espiritual inconcebible que estncausando estragos a escala mundial con el fin de aumentar la conclusin que son las gananciascorporativas. Ciegamente promulgando su sombra en su tratamiento de pacientes como "objetos,"en lugar de seres humanos con los que estar en "relacin, el sistema psiquitrico se habainvoluntariamente convertido en instrumentos de lo que el pueblo de nativos americanos llaman"Wetikosimplemente dicho, el espritu del mal que est en la raz de la inhumanidad de la propiahumanidadla misma enfermedad psico-espiritual sobre la que yo aos ms tarde escribira unlibro. Despus de haberme graduado de la universidad unos aos antes, mientras que mis amigosuniversitarios estaban en la escuela de posgrado ocupados estudiando para convertirse en mdicos,abogados y profesores, yo estaba siendo "certificado" de una manera diferente. Poco me di cuentaen ese momento de que mis incursiones en la psiquiatra eran "trabajo de campo" en la que yoestaba reuniendo datos para prepararme para el trabajo de mi vida futura.

    En un despertar espiritual, las viejas y anticuadas estructuras de la psique se estn descomponiendo,lo que puede convertirse en un gran avance, sin embargo, dependiendo de cmo es contenida yrelacionada con la comunidad circundante y desplegada. La des-integracin de la personalidadpuede ser el comienzo de un acercamiento a una mayor coherencia y nivel unificado de laconsciencia. Cuando alguien est teniendo una emergencia espiritual, es como si se hubieran rotoun hechizo de toda la vida y comenzando a ver a travs de la ilusin de la realidad consensuada quese teje alrededor de nosotros; debido a esto por lo general estn en un estado muy abierto,vulnerable, fluido y frgil.

    Cuando la persona que est espiritualmente emergiendo est siendo juzgada y patologizada (por elmundo, sus amigos, su familia y "las autoridades," es decir, la psiquiatra), sin embargo, esto puedeprovocar, literalmente, la parte patolgica de su proceso a manifestarse, que simplemente confirmaa aquellos que los estn patologizando la verdad objetiva de que la persona se encuentra de hechoen un estado patolgico, ya que ahora tienen an ms pruebas para demostrar la rectitud de sujuicio, hasta el infinito. Este procesoun bucle de perpeta auto-retroalimentacinpuedeconvertirse rpidamente en una pesadilla para la persona que estaba despertando, ya que,literalmente, puede hacer que se enferme. Antes de que mi despertar llegara a ser violentamentecerrado por la psiquiatra, mi sentimiento subjetivo interno era que mis oraciones estaban siendocontestadasel trauma por parte de mi padre estaba siendo puesto en libertad y liberado.

    En un despertar espiritual, se libera una enorme cantidad de energa psquica y latente creatividad,como si una pelota de playa mantenida bajo el agua fuera soltada hacia su flotabilidad natural.Hablando sobre el nacimiento de la verdadera personalidad y su "efecto teraputico, "Jung escribeque es "como si una piedra yacente en una semilla que germina se levantara de manera que el brotepudiera comenzar su crecimiento natural." Tpicamente cuando algo es mantenido suprimidodurante largo tiempo, puede haber una sobre-compensacin en una direccin hasta que "el brote"brotando de la semilla que germina de la personalidad obtiene de forma natural un equilibrio con eltiempo. Por lo general, la persona que est despertando puede llegar a ser bastante "entusiasta"("en- theos" significa estar lleno de espritu) de la "buena noticia" de la que se estn dando cuenta("Has notado que este universo es un sueo de masas compartido?"), que puede ser fcilmenteinterpretado como una forma de "mana."

    En su etapa inicial, un despertar espiritual puede, y a menudo lo hace parecerse e imitar una

  • depresin nerviosa, mientras las estructuras habituales de la persona en mantenerse a s mismos enuna pieza se desmorona, mientras est siendo reescrita su constitucin interna. Las culturasindgenas de todo el mundo son ms conscientes que nuestra sociedad moderna, industrializada deque cuando alguien comienza a actuar de una forma un poco "rara," podra ser el comienzo de sullamada a potencialmente convertirse en un chamn o curandero, un papel que beneficiara a todos.Una vez que mi despertar espiritual se encendi, no tengo ninguna duda de que todo cuantonecesitaba era un nmero de meses, tal vez incluso un ao, para tener un contenedor seguro, con elapoyo de amigos, familiares y mentores que me ayudasen a integrar lo que me estaba siendorevelado. En lugar de ser patologizado, medicado y todo lo dems, que simplemente aborta unproceso ms profundo que estaba surgiendo, todo lo que necesitaba era tener mi proceso sostenidode cierta manera para que de forma creativa pudiera desplegarse y metabolizarse y asimilarse deforma natural.

    Las experiencias de traumas, heridas y abuso casi siempre inician y catalizan el "arquetipochamnico" para comenzar a formular y cristalizarse en el inconsciente. Esto precipita una partems profunda de la psique a movilizarse, mientras la persona promulgando el arquetipo chamnicoviaja profundamente a su interior, volando sobre las alas de su imaginacin creativa con el fin deabordar y conocer lo que se ha conseguido activar dentro de ellos. Debido a que los despertaresespirituales se catalizan por experiencias de heridas, abuso y trauma, en un genuino despertarespiritual hay casi siempre una co-unin de factores sanos y patolgicos. La idea es de nutrir elaspecto saludable de el proceso de modo que se haga ms fuerte, y los factores patolgicos,naturalmente, se caen mientras se integran en la totalidad de la psique de reciente aparicin. No erasolo que estaba teniendo un despertar espiritual siendo esta mal-diagnosticada como enfermedadmental; debido mayormente al tratamiento recibido de la psiquiatra, literalmente fui enloquecido.Recuerdo a un psiquiatra (que el mismo era lo que Woody Allen bien podra llamar un chifladomximo) fervientemente insistiendo que yo haba tenido un brote psictico de la realidad. Yoincuestionablemente haba brotado del trance de la realidad consensuada; bien fuera yo o elpsiquiatra el que realmente haba tenido el brote psictico, era ms bien la pregunta en mi mente,una pregunta que rpidamente aprend a no verbalizar. No me tom mucho tiempo darme cuenta deque si expresaba autnticamente lo que estaba subjetivamente experimentando, sera patologizado.Muchos aos despus, mi amigo, el difunto Psiquiatra de Harvard Dr. John Mack, comparticonmigo su definicin de la "locura:" "Es no saber a quien contarle o no contarle, lo que estsexperimentando." Desde su perspectiva, yo estaba fuera de mi mente en compartir mis experienciasmsticas con sus colegas, y en retrospectiva, estoy totalmente de acuerdo. Por supuesto hay personasque entran en el sistema psiquitrico estando ya enfermos, pero muchas veces la psiquiatra cultivay sostiene la enfermedad de la gente, y a continuacin, se presenta diciendo que puede ayudar agestionarlo (llenando los bolsillos de las grandes farmacuticas en el proceso); todo esto essiniestro ms all de lo creble.

    La psiquiatra ha sido subsumida en convertirse en un brazo de una agencia ms poderosa cuyaorden del da ms siniestra sirvi sin saberlo. El sistema de salud mental en nuestro pas estseriamente quebrantado. El sistema psiquitrico y las compaas farmacuticas (Big Pharma) estnco-dependientemente entrelazados entre s en una relacin genuinamente patolgica, mutuamentebeneficiosa, y enloquecedora. Visto como sistema completo, la psiquiatra / la IndustriaFarmacutica es como una entidad patolgica auto-generadora que se perpeta a s misma a travsde su "cuidado," creando enfermedad para todos los involucrados, mientras se mantiene a s misma"en el negocio." Esto no es un punto de vista paranoico-conspiratorio; ms bien, todo lo contrario:una perspectiva perspicaz acerca de la naturaleza de la bestia que nos ocupa. Esto es lo que escriben Disipando a Wetiko:

    "No me malinterpreten: hay un montn de psiquiatras bien intencionados, incluyendo aquellos conlos que he trabajado. No me estoy refiriendo a psiquiatras individuales; Estoy hablando sobre el

  • sistema psiquitrico subyacente como conjunto. Es importante reconocer que en algunos aspectosel sistema de psiquiatra ha evolucionado desde los aos 80, pero en otros aspectos, no lo hahecho, o incluso ha empeoradocon su creciente dependencia en el uso de frmacos para tratar lamayora de los problemas, por ejemplo. Nuestro sistema de salud mental es una expresin de lasalud mental, o falta de ella, de nuestra cultura. Dentro de la cosmovisin psiquitrica, hay unacuerdo consensual e implcito, irreflexivo conjunto de supuestos con referencia a loscomportamientos y modos de pensar / percepcin que se consideran "normales." Existe unamanera de entender la naturaleza misma de la salud y la enfermedad, as como como las ideasfundamentales sobre quienes somos, de que todos los representantes de la "Academia" tienen queaceptar con el fin de que sean considerados facultados miembros de pleno derecho. Hay unaaxiomtica de conjuntos, una manera de percibir el mundo que ha sido perforado en las cabezas delos psiquiatras durante su "entrenamiento" en la escuela de medicina requerido para que seconviertan realmente en iniciados. El sistema psiquitrico est configurado para ser unaconfiguracin, en que integrado en el sistema est el conjunto inconsciente de los supuestos de laciencia materialista, no menos de la que postula que existimos como seres independientesencapsulados, aparte del campo subyacente .... De hecho, para la mayora de los psiquiatras, nohay concepto alguno de un campo subyacente de la conciencia en absoluto. La conciencia es msbien entendida como algo que surge de la materia y por lo tanto puede ser manipulada por lomaterial, es decir, medios electro-qumicos (a travs de la medicacin psiquitrica, por ejemplo).Se necesita un profesional excepcional del arte de la psiquiatra, un verdadero mdico del alma,para ver a travs del a-doctrina-miento materialista implcito que han recibido como parteintegrante de su mismo acondicionamiento y entrenamiento. Construido en el campo de juego sinnivel de la psiquiatra, en la misma organizacin y estructura del campo, hasta el punto en que laauto-reflexin no es parte de su prctica, es el abuso oculto de poder (que tambin es promulgado,una vez interiorizado, dentro las cabezas traumatizadas de los pacientes psiquitricos). Se necesitams que buenas intenciones para que un psiquiatra involuntariamente se convierta en uninstrumento para el "sistema" para promulgar el aspecto destructivo de su inconsciente. Unverdadero sanador sabe que se encuentran con ellos mismos una y otra vez cada vez en sus propiospacientes."

    Afortunadamente, despus de salir del ltimo hospital en 1982, comenc a reunirme con mismaestros budistas, que en vez de patologizarme por experimentar la naturaleza onrica de larealidad, estaban enseando precisamente eso. La mismsima visin fundamental, transformadorade la que yo estaba empezando a darme cuenta de mi despertarla naturaleza no-objetiva, onrica ysimblica de la realidadque era con lo que haba sido patologizado para la psiquiatra por haberintentado articularla, es de hecho la misma idea que es no slo la esencia mdula de todas lasgrandes tradiciones de sabidura esotricas espirituales de todo el mundo, pero tambin fue elconocimiento que en ltima instancia redimi mis experiencias tanto con el sistema psiquitrico, ascomo mi padre y literalmente me salv la vida.

    Innecesario decir que estaba feliz de encontrarme en tan buena compaa, aunque no estabademasiado emocionado por haber sido dejado por mi cuenta para hacer frente a la operacinpsicolgica de limpieza resultante de las rplicas traumticas y despus de un desastre psiquitricoms que antinatural, e innecesario. Con los aos, mientras he profundizado y estabilizado mirealizacin de la naturaleza onrica de la realidad, he desarrollado formas creativas de conseguirhacer llegar esta toma de conciencia a los dems, ganarme la viday una vida hermosaen elproceso.

    Nuestra especie y su civilizacin se encuentran actualmente en medio de una descomposturanerviosa colectiva. Si lo que nosotros, como especie, estamos hacindonos a nosotros mismos no eslocura colectiva, entonces que diablos es? Nuestras estructuras institucionalizadas e incorporadassubyacentes que estn ayudando a mantenernos dormidos se estn desmoronando y desplomndose.

  • Irnicamente, las personas que se estn despertando a la naturaleza onrica de la realidadlaspersonas que la psiquiatra est ms que que dispuesta a patologizar y prescribir anti-psicticosson los verdaderos agentes "anti-psictico" en el mayor cuerpo poltico.

    Intrnseco al juramento hipocrtico que todos los mdicos toman, es no causar ningn dao; en micaso cada psiquiatra rompi su voto sagrado en grandes proporciones. El tratamiento que recib dela psiquiatra no slo casi me mat, sino que destruy por completo a mi familia; mis padres sefueron a la tumba convencidos, con la "certificacin" de los supuestos expertos en psiquiatra, quesu nico hijo sufra de un (ilusorio) desequilibrio qumico y estara mentalmente enfermo durante elresto de sus das. Las rupturas de orden moral de la talla de las cuales la psiquiatra promulgadiariamente no se prestan al lenguaje; simplemente no hay palabras para la desolacin que laabominacin que es la psiquiatra, promulg en mi vida. La psiquiatra me poda pagar todo eldinero en el mundo como retribucin por la devastacin que caus directamente en mi vida yapenas sera una gota en el mar de la destruccin de la que es responsable. Un pionero en el campo de la emergencia espiritual, Paul Levy es un sanador herido en la prctica privada, ayudando aotras personas que tambin estn despertando a la naturaleza onrica de realidad. l es el autor de Disipando a Wetiko:Rompiendo la Maldicin del Mal (Editorial: North Atlantic Books, 2013) y La locura de George W. Bush: Un Reflejode Nuestra Psicosis Colectiva. Un artista, l est profundamente impregnado en la obra de CG Jung, y ha sido unPracticante Budista Tibetano durante ms de treinta aos. Por favor, visite el sitio web de Paulwww.awakeninthedream.com. Puede ponerse en contacto con Pablo en [email protected]; l espera coninters sus reflexiones. A pesar de que lee todos los correos electrnicos, se lamenta de que no es capaz de responderpersonalmente a todos ellos. Derechos de Autor 2014.