La memoria emocional
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Universidad de Puerto RicoRecinto de Río PiedrasFacultad de Educación
Departamento de Programas y Enseñanzas
La Memoria Emocional
Cristina M. Echevarría Prof. Carmen Turull
EDPE 4255-001 6 de abril de 2010
La memoria emocional
Introducción
El tema de las emociones puede parecer muy familiar para la mayoría de los humanos. Y no es
para menos. Como seres pensantes sentimos dolor, felicidad, miedo, hambre, sed y la necesidad
de intimidad con una pareja. El punto es que aunque estamos inmersos, a cada segundo, a sentir
diferentes emociones lamentablemente no conocemos sus orígenes, procesos y consecuencias de
la manera correcta. De hecho, la memoria emocional es un tema muy amplio y complejo ya que
no está atado a un solo componente cerebral sino que es el resultado de varios procesos
diferentes trabajando en conjunto como una red. Para poder entenderlo debemos conocer los
términos correctos que trabajan en las emociones y sus definiciones además de sus funciones.
Esto nos llevará a darnos cuenta que una simple falla en unas partes específicas del cerebro
pueden causar diferentes enfermedades, síntomas y padecimientos que se relacionan con las
emociones. De hecho, más adelante se podrá observar que las enfermedades que tienen sus
consecuencias en las emociones son muy comunes en nuestra sociedad y aún así no nos damos a
la tarea de entender nuestro cerebro y nuestra memoria emocional. De igual manera debemos
entender que no solo los seres humanos sentimos emociones, sino que los animales también
sienten pero nos diferenciamos en algunos aspectos que veremos luego.
La memoria emocional es un tema relativamente nuevo para las ciencias. Desde la
antigüedad distintas civilizaciones, como los egipcios, los griegos, los romanos y españoles al
igual que filósofos, como Aristóteles, Platón y Descartes se encargaron de estudiar con su
tecnología primitiva y la observación el encéfalo. En estas épocas los estudios sobre este órgano
estaban matizadas e influenciadas por distintas filosofías de vida, pero más importante por las
creencias religiosas. En la era moderna era el campo de la psicología el que se encargaba de este
concepto que se adentraba en el comportamiento humano y tiene mucho que ver en la conducta
de nuestra sociedad. Según el Dr. Héctor J. Álvarez en su libro Los hallazgos de las
neurociencias y su aplicabilidad a la sala de clases: teoría y práctica (del que se estará haciendo
mayormente las referencias de esta corta investigación), no es hasta los años setenta que el
argumento de las emociones se empezó a estudiar científicamente en el campo de la
Neurobiología. Este campo ha dado énfasis en el estudio anatómico del encéfalo, las estructuras
necesarias para el proceso de las emociones y los neuroquímicos cerebrales que las manifiestan.
Gracias a las neurociencias es que conocemos hoy día que las emociones se concentran en el
encéfalo como memorias y que se pueden relacionar con los distintos tipos de memoria que nos
rigen al igual que con nuestros niveles de cognición como el de solución de problemas. Es por
esto que mucha de la información que se encuentra detallada sobre el tema de la memoria
emocional es mayormente investigativo. Estas investigaciones se especializan en casos de
pacientes que han sufrido alguna fractura en distintas estructuras cerebrales que rigen las
emociones. En los casos se observan sus síntomas y se analizan sus comportamientos y su
relación con las estructuras afectadas. De esta manera se buscan soluciones médicas para el
mejoramiento del paciente.
Es por el tipo de información que se halla de este tema que este escrito se especializará en
dar a conocer cuáles son las estructuras que se relacionan para el proceso de la memoria
emocional y cuáles son sus funciones. Por otro lado se discutirá brevemente el caso particular del
paciente Santos Sánchez (nombre falso para anonimato) de una manera casual. Este es un
familiar muy cercano a mi persona el cual sufrió varios derrames cerebrales de oxígeno. Se
discutirán sus síntomas observables y se analizarán sus retos sociales antes y después del evento
de salud. Esto nos servirá de recapitulación en nuestra investigación.
Estructuras cerebrales
Para llevar a cabo memoria emocional se necesita el trabajo en conjunto de varias
estructuras cerebrales o mejor dicho del sistema nervioso completo. Funcionan como una red en
la que cada una tiene su función principal pero sólo puede llevarse a cabo si la estructura anterior
a ella en el proceso hace su labor. Este tipo de memoria se le atribuye en su gran totalidad al
sistema límbico y al sistema nervioso autonómico. Comencemos observando el sistema límbico.
Este sistema está constituido por un conjunto de estructuras cerebrales ubicadas en lo profundo
del encéfalo, cercanas a la línea media y vinculadas entre sí por múltiples conexiones que en
algunos casos conforman verdaderos circuitos.2 Se puede ver asociar su localidad en el encéfalo
por el origen de su nombre que viene del latín limbus que significa borde o frontera. Incluye el
hipotálamo, el hipocampo, la amígdala y muchas áreas más, pero nos concentraremos en las
primeras tres.
Figura 1: Sistema Límbico:El sistema límbico se encuentra en el lóbulo temporal del encéfalo
El hipotálamo es una de las partes más ocupadas del cerebro. Es una pequeña parte
localizada justo debajo del tálamo. Esta se relaciona principalmente con la homeostasis, el
proceso de retornar algo a algún “punto de ajuste”.3 Funciona como si fuera un termostato, por
ejemplo, si hace mucho frío esa información se transporta y se enciende el calefactor de igual
modo al revés, cuando hace calor esa información hace que se apague el calefactor. Esto quiere
decir que la función del hipotálamo es regular tus sentimientos de hambre, sed, satisfacción
sexual, la ira, así como también regula la presión sanguínea y el pulso además de otras cosas. Por
lo tanto se puede decir que es el que regula nuestras respuestas a circunstancias emocionales.
Para poder regularizar estas emociones el hipotálamo recibe entradas desde varias fuentes como
las neuronas, el nervio vago y el tronco cerebral. De igual manera tiene receptores propios para
mantener sus balances iónicos y de temperatura.
El hipotálamo trabaja de varias formas. Entre ellas se puede mencionar el envío de
instrucciones al sistema nervioso autonómico y a la glándula pituitaria.
Figura 2: SNP-Autonómico
El sistema nervioso periferal autonómico puede excitar o inhibir en una circunstancia dada.
Dicho de otra manera, por esta vía el hipotálamo tiene el control último de las cosas que regula
que mencionamos anteriormente. Por otro lado la pituitaria, que es conocida como la “glándula
maestra”, regula las hormonas de crecimiento y del metabolismo.
Un ejemplo de cómo trabaja el hipotálamo es la regulación del apetito por la leptina.
Según el Dr. C. George Boeree de la universidad de Shippensbur, en uno de los descubrimientos
más recientes la proteína leptina es liberada por las células grasas cuando comemos demasiado.
En esos momentos el hipotálamo percibe los niveles de leptina en el torrente sanguíneo y
responde con un decremento del apetito. La ausencia de este proceso podría relacionarse con el
sobrepeso.
La próxima estructura relacionada con las emociones es el hipocampo. Esta estructura
consiste en dos “cuernos” que describen una curva desde el área del hipotálamo hasta la
amígdala. Está compuesto por tres estructuras: el asta de Ammon, el cuerpo franjeado y el
cuerpo abollado. Su función más importante es el convertir las cosas que están en tu memoria de
corto plazo, o sea, ahora en tu “mente”, en cosas que estarán en tu memoria a largo plazo o que
recordarás por mucho tiempo. El hipocampo es responsable de la formación de memorias
declarativas y, muy especialmente, de las que se relacionan con el tiempo y espacio (Álvarez,
2006). Si nos ocurre algún accidente en la calle Barbosa que esta está llena de flamboyanes rojos
y uno amarrillo y en este un perro no ataca, por ejemplo, el hipocampo tendría que activar sus
circuitos para poder recordar a largo plazo estas especificidades. De igual manera es necesario
para la adquisición de una representación cognitiva explícita de un estímulo emocional.
Por último, la amígdala se puede decir que es una de las estructuras más importantes en la
formación de la memoria emocional. La amígdala es una masa con forma de dos almendras que
se sitúa a ambos lados del tálamo en el extremo inferior del hipocampo. En varias
investigaciones se relaciona esta estructura con la emoción del miedo. Álvarez, en su libro, hace
referencia a varias investigaciones pero en especial llama la atención una enfatizada al miedo. En
esta Joseph LeDoux estudió desde la perspectiva de la neurociencia el miedo en ratones bajo
control. Éste encontró que la amígdala es una estructura crucial para la formación de las
memorias emocionales, específicamente, la del miedo (Álvarez, 2006). Por otro lado, E.A.
Phelps, investigador mencionado por Álvarez, al igual que LeDoux concluyen que la función de
la amígdala durante los eventos efectivos es, principalmente, el de modular el procesamiento de
la memoria emocional. Otras funciones con las que se relaciona la amígdala es la de alerta,
actitud de atención, huída, defensa, ira, lucha, instintos y conductas sexuales.2
La amígdala y el hipocampo son muy relacionados por diversos investigadores de la
neurociencia en la producción de los distintos tipos de memoria. Por ejemplo, Phelps plantea que
la amígdala puede modular la codificación y el almacenamiento de las memorias dependientes
del hipocampo mientras que éste forma las representaciones episódicas con significado
emocional y la interpretación de los eventos (Álvarez, 2006). Además participan en conjunto en
la regulación de las secreciones hipofisarias y en la ingesta de alimentos y agua.2
Para finalizar el sistema límbico podemos decir que es un sistema de conexiones
complejas que para poder entenderlo se divide en circuitos. Uno de estos se llama el circuito de
Papez. Éste circuito fue descripto por James Papez en el año 1937 y comienza en el hipocampo. 2
El circuito de Papez se relaciona con el comportamiento afectivo, emocional y la memoria a
corto plazo.
La otra parte a la que se le atribuye la memoria emocional es el sistema nervioso
autonómico. Este se compone de dos partes que depende una de la otra, así como el hemisferio
derecho y el izquierdo. Estas partes son: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso
parasimpático. Sus sistemas van desde la médula espinal hacia varias áreas del cuerpo y el otro
viaja desde la raíz del tronco cerebral, respectivamente. El sistema simpático tiene como función
llevar información y preparar el cuerpo para actividades vigorosas como la huida. Mientras que
el sistema parasimpático tiene como función traer de vuelta al cuerpo con relación a la actividad
que hizo el sistema simpático así también de tener capacidades sensoriales.3
Memoria Emocional
Conociendo ya las estructuras que se relacionan con el proceso de la memoria emocional,
es hora de que hablemos de qué dicen los conocedores de este tema. Era importante que
conociéramos las partes fisiológicas que conciernen a las emociones ya que, como nos dice Elsa
Wolberg en la Revista Internacional de Psicoanálisis, la mente y el cuerpo aparecen
comprometidos en la emoción. Esto se ve en las distintas conductas e interacción social de los
seres vivos. Los estudios sobre este tema son diversos y se le pueden dar distintas
interpretaciones ya que las emociones se observan de forma distintas dependiendo la persona o el
animal que se vea. De igual manera podemos asociar las emociones con nuestra inteligencia.
Sobre esto se abundará más adelante con la ayuda del teórico Howard Gardner.
La definición que le da Wolberg a la memoria emocional es la de un aprendizaje
condicionado de respuestas emocionales, mediadas por la amígdala. Esto quiere decir que la
amígdala es la que produce unos estímulos nerviosos que provocan unos cambios que
acompañan las emociones.
Así mismo, Álvarez, en su libro, ata las emociones a una acción y a una conducta. Este
autor hace referencia a la definición literal de la palabra emoción que en el latín vendría
significando movimiento o expresión, verbal o corporal, motora de la conducta. De igual forma
añade que las emociones en situaciones de supervivencia como ataques entre otros. Esto lo
podemos relacionar con la función del sistema nervioso autonómico del que habíamos hablado.
Si le preguntamos a cualquier individuo muy posiblemente nos pueda mencionar algunas
de las emociones que haya experimentado. Ejemplos de estas pueden ser la alegría, la tristeza el
miedo, emociones básicas de todo ser humano. Uno de los psicólogos más influyentes en este
tema, Robert Plutchick, recoge las emociones básicas y crea un esquema de ellas. En este
propone que las emociones son como un espectro y las organiza en una rueda de colores en las
que las emociones opuestas por el vértices son opuestas y las adyacentes son similares (Álvarez,
2006).
Figura 3: Esquema de emociones de Plutchick
La respuesta emocional, según Álvarez, incluye cuatro aspectos: la conciencia subjetiva,
la dimensión fisiológica, la expresión motora y la dimensión cognitiva. En cada uno de estos
aspectos podemos ver la relación neurobiológica con las estructuras que se hicieron referencia
anteriormente. Estas estructuras cerebrales son el puente entre la psicología y la neurobiología.
Son gracias a ellas, la amígdala y el hipocampo, que las emociones se convierten en memorias
declarativas.
Ya habíamos dicho que las emociones emanan de los impulsos básicos del
comportamiento como el hambre, la sed, el deseo sexual, etcétera. Pero podemos observar que
aunque la mayoría de los seres vivos tenemos estos impulsos, los humanos reflejan sus
emociones de forma diferente a los demás animales. Podemos analizar esta declaración de forma
tal que concluyamos que el sistema emocional del ser humano es más complejo y más
desarrollado que el de los demás animales. Algunos autores a los que hace referencia Álvarez
(como Damasio y Plutchick) tienen la hipótesis que la necesidad social, la razón y la cognición
son parte del porqué de esta diferencia. Sin embargo, si hacemos referencia nuevamente a la
estructura del cerebro podemos estudiar desde el punto de vista de la evolución. Álvarez en su
libro hace referencia a Purves en el que compara los encéfalos de varios organismos y muestra
sus diferentes pesos corporales. Podemos mencionar que los peces tienen un porcentaje de 0.02%
de peso corporal mientras que la mayoría de los mamíferos tienen 0.55%. Sin embrago, los
humanos tenemos un 2.00%. La corteza cerebral, además de aumentar en tamaño, aumenta en la
cantidad de dobleces o pliegues que definen su superficie. Estas diferencias son las que dan las
bases, estructural y fisiológicamente, para la contraste tan marcado entre la capacidad de
aprendizaje entre los humanos y otros organismos (Álvarez, 2006).
Un buen ejemplo en el que podemos comparar nuestra ventaja emocional es en las
relaciones sociales. Cuando compartimos socialmente con nuestros iguales, la expresión facial es
una clave para nuestra relación. Ya habíamos dicho que mientras nuestras emociones cambian
estas se reflejan en nuestra conducta y comportamiento. Las expresiones faciales, excepto la
neutral, expresan el estado emocional o las emociones que sentimos (Álvarez, 2006). Si hemos
dicho algo que haya ofendido a una persona, podremos ver por su expresión facial su molestia o
rechazo a la socialización que se está llevando al momento. Como seres humanos tenemos la
capacidad de leer e interpretar esta conducta en nuestros semejantes. Esta facultad es aún mejor
cuando estamos compartiendo con algún familiar o con una persona que conocemos bastante
bien.
Otra manera en que se puede definir la memoria emocional es por medio de la
inteligencia. Según el teórico Howard Gardner no existe solo un tipo de inteligencia con
diferentes niveles sino que se pueden hallar inteligencias múltiples. En los humanos pueden
coexistir varias inteligencias a la misma vez y en distintos niveles. Hay siete tipos de
inteligencias: la musical, la cinético-corporal, la lógico-matemática, la lingüística, la espacial, la
interpersonal y la intrapersonal (Gardner, 1993). Gardner no destaca las emociones como un tipo
de inteligencia, sin embargo hace uso de ellas y las destaca en dos: la inteligencia intrapersonal e
interpersonal. Gardner nos explica que la inteligencia interpersonal se construye a partir de una
capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás: en particular, contrastes en sus
estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones (Gardner, 1993). De igual manera
nos dice que la persona con gran grado de esta inteligencia puede leer las intenciones y deseos de
los demás, algo que discutimos anteriormente que nos distinguía de los animales. Vemos como
todo va relacionándose. Por otro lado, la inteligencia intrapersonal es más privada y trata sobre la
persona misma. Esta trabaja con uno mismo y por ende con las emociones y deseos de cada
persona. Ambas van de la mano. Estas dos inteligencias tienen como origen, según Gardner, el
lóbulo frontal que es el encargado de la conducta. Vemos entonces, cómo se correlacionan la
conducta y la memoria y los lóbulos frontal y temporal que es en donde se encuentran las
estructuras relacionadas con la memoria antes mencionada.
Enfermedades relacionadas
Como hemos visto a lo largo de este escrito, la memoria emocional está compuesta de
muchas partes. Es un proceso que es como un circuito en el que las emociones pasan a ser
sentimientos y luego memorias. Para que esto ocurra se necesita un buen estado de todas las
estructuras cerebrales que llevan a cabo alguna función en este sistema. Ahora, qué ocurre
cuando alguna de estas estructuras no funciona adecuadamente o qué problemas o efectos trae el
mal funcionamiento de estas a la persona y a los que están a su alrededor, esto lo veremos en este
instante.
Como vimos, cada estructura cerebral relacionada (hipocampo, hipotálamo, amígdala)
tiene su funcionamiento. Si el hipocampo, que se encarga de la memoria, es dañado, una persona
no puede construir nuevas memorias, y vive en un lugar extraño donde todo lo que experimenta
simplemente se desvanece.4 Sin embargo, sus viejas memorias, las que están antes del daño,
siguen intactas.
Por otra parte, cuando la amígdala es afectada puede hacer al organismo indiferente a
diferentes estímulos. Esto puede resultar en una falla, tanto mnemónica como perceptual,
relacionada con las emociones. Por ejemplo, los desórdenes mentales de miedo y ansiedad
(Álvarez, 2006).
Es importante recalcar que las emociones son una manera de interactuar socialmente con
las demás congéneres y por ende, los disturbios emocionales afectan estas relaciones. El ejemplo
que se dará a continuación es del señor Santos Sánchez (nombre falso para anonimato), paciente
de isquemia. Las células del cerebro requieren un aporte de oxígeno constante para mantenerse
sanas y funcionar correctamente. Por ende, la sangre, que es la que transporta el oxígeno por
todo el cuerpo, necesita llegar continuamente al cerebro por medio de las dos arterias principales:
la carótida y la basilar. Cuando una de estas dos arterias es obstruida ocurre un accidente
cerebrovascular (derrame) isquémico.6 En esta, la formación de coágulos produce un déficit de
aportación de oxígeno en los tejidos vitales. Algunos de los síntomas de la isquemia son:
Visión temporalmente difusa, gris, borrosa en ambos ojos.
Hormigueo o entumecimiento en la boca, mejillas o encías.
Dolor de cabeza en la parte posterior.
Mareos.
Náuseas y vómitos.
Dificultad en la deglución.
Incapacidad de hablar claramente.
Debilidad en brazos y piernas, a veces provocando una súbita caída.
En el caso del paciente que estamos discutiendo sus síntomas comenzaron con
adormecimiento de la lengua, dificultad para ver, caminar y escribir y hablaba incoherencias.
Pero el síntoma más importante fue la pérdida de memoria nueva. Con esto quiero decir que
solo recordaba las memorias de muchos años atrás. No reconocía sus hijas menores sólo a la
mayor, pensaba que todavía trabaja en su antiguo negocio y pensaba que era más joven. Luego
de haberlo conducido al hospital se le practicó varios exámenes y salió a relucir que el derrame
cerebral que sufrió le causó daño en el sistema límbico, o sea, en las estructuras que
estudiamos.
A causa de este episodio, el paciente tiene problemas con el control de sus emociones.
Esto se refiere a que en ocasiones puede estar alegre y de momento disgustarse. También
puede ser más sensible a cosas que antes no lo era como llorar mientras ve una película o algún
programa de televisión. De igual forma, el señor Sánchez, se le hace difícil recordar datos
recientes. Aunque su memoria pudo volver casi completa días después de sufrir el derrame, o
sea, pudo recordar a sus hijas menores y encontrase en tiempo y espacio presente, si le piden
que recuerde algo hoy probablemente se le olvide para mañana. Esto ha afectado las relaciones
sociales del paciente.
El tratamiento que sigue el paciente consiste de varios medicamentos, entre ellos está el
fármaco Coumadin. Esta medicina es un anticoagulante, reduce los coágulos en la sangre.
Trabaja sintetizando varios factores que producen la coagulación. Este se utiliza para prevenir
las coagulaciones de sangre en las venas y arterias. Es por este medicamento que la dieta del
paciente también tuvo que ser alterada. Sánchez no puede comer grande cantidades de
vegetales verdes como el brócoli ya que la vitamina K, que se encuentra en estos vegetales,
disminuye los efectos de esta droga.
Como conclusión, podemos recapitular un poco lo recogido. Podemos ver que la
memoria emocional es un tema complejo por sus varias variantes y factores del que depende.
Las emociones son inseparables del cuerpo. Esto nos quiere decir que nuestras emociones tales
como el miedo, la alegría, la tristeza y el coraje se van a reflejar en nuestra conducta o
comportamiento. De igual manera se puede reflejar en nuestra expresión facial; como seres
desarrollados podemos leer e interpretar estas señales faciales para poder relacionarnos en la
sociedad.
Es importante que conozcamos nuestro sistema y la manera en que trabajan, de esa forma
podemos lidiar con diferentes situaciones. Conocer las funciones de las estructuras cerebrales
que se asocian con las emociones es bueno. Principalmente la amígdala es una estructura
protagonista en la memoria emocional ya que es esta la encargada de pasar las emociones a
experiencias memorables y por siguiente se procesa lo que conocemos como memoria
emocional.
Se ha demostrado que personas con lesiones cerebrales que trastocan las áreas asociadas
con las funciones de las emociones tienen serios problemas con el manejo de su vida social
(Álvarez, 2006). Esto lo estuvimos viendo con el caso del paciente Santos Sánchez en el que
sus emociones no estaban controladas por él. Además su memoria a largo plazo fue afectada y
su dieta también fue regulada por los efectos de su tratamiento. Podemos ver que las relaciones
sociales se afectan ya que el paciente no puede recordar datos de alguna conversación o puede
encontrar problemas por su comportamiento incontrolado.
Es por todas estas razones y por muchas otras que se invita a las personas a conocer sobre
su memoria emocional. Esto nos puede ayudar desde lo más íntimo, inteligencia intrapersonal,
como en nuestra sociedad, inteligencia interpersonal.
Bibliografía:
1 Álvarez Pérez, H. (2006). Los hallazgos de las neurociencias y su aplicabilidad a la sala de
clases: teoría y práctica. Ediciones Santillana Inc. Guaynabo, Puerto Rico.
2 Fraticola Gabriel. El sistema límbico. Recuperado el 29 de marzo de 2010, de
http://www.gabrielfraticola.com/articulos/sistema%20limbico.html
3 Wolfberg, E. Cuerpo, memoria emocional y sentimiento de seguridad ¿Cuál historia
“recuerda” el cuerpo? Apertura Psicoanalíticas. Revista Internacional de psicoanálisis, 026.
Recuperado de http://www.aperturas.org/articulos.php?id=0000451&a=cuerpo-memoria-
emocional-y-sentimiento-de-seguridad-cual-historia-recuerda-el-cuerpo
4 Boerre, C. G. El Sistema Nervioso “Emocional” Recuperado el 29 de marzo de 2010, de la
Universidad de Shippensbur, Departamento de Psicología: http://www.webspace.ship.edu
6 Accidente cerebrovascular. Recuperado el 29 de marzo de 2010, de http://www.geosalud.com
7 Gardner, H. (1993). Inteligencias Múltiples. La teoría en la práctica. Ed. Paidós Ibérica, S. A.,
Mariano Cubí, Barcelona.
8 Figura 1: Sistema Límbico. Recuperada el 29 de marzo de 2010, de
http://www.energiacraneosacral.com
9 Figura 2: SNP-Autonómico. Recuperada el 29 de marzo de 2010, de
http://www.2.bp.blogspot.com
10 Figura 3: Esquema de emociones de Plutchick. Recuperada el 29 de marzo de 2010, de
http://www.4.bp.blogspot.com