La mentira como discurso oficial

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EN CIRCULACIÓN LA EDICIÓN Nº 20 DE LA REVISTA UNIDAD Y LUCHA ÓRGANO DE LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE PARTIDOS Y ORGANIZACIONES MARXISTA - LENINISTAS 1508 del 15 al 21 de octubre de 2010 [email protected] / www.pcmle.org/EM /Precio 0,20 ctvs. E s conocido el ardid del delincuen- te que, cuando se siente descu- bierto, grita a todo pulmón “aga- rren al ladrón, agarren al ladrón” para que las miradas de los testigos se posen en otro lado y así salir librado. Con esa lógica actúa el Presidente de la Repúbli- ca cuando se siente afectado en su ima- gen, y lanza toda clase de insultos, men- tiras e inculpaciones a quienes considera están en la oposición. Desembozado –como normalmente actúa-, en la última sabatina calificó de criminales y fascistas a los integrantes del Movimiento Popular Democrático. ¿Criminales? ¿No es acaso este gobier- no el que debe responder por el asesi- nato del profesor Bosco Wisuma, produ- cido un año atrás en Morona? ¿No fue este gobierno el que ordenó el asalto al Hospital de la Policía –acciones que ni siquiera en condiciones de guerra son permitidas- que costó la vida de ocho ecuatorianos? ¿Y quién responde por la brutal represión desatada en Dayuma o en contra de los mineros de Zamora Chinchipe? La lucha de la izquierda revoluciona- ria por transformar este país ha costado la vida de militantes del MPD y de otras organizaciones comprometidas con los trabajadores y el pueblo. Jaime Hur- tado es el caso más emblemático y ese ejemplo alumbra el accionar del MPD y de miles de luchadores populares del Ecuador. La izquierda revolucionaria no baja sus banderas y es combatiente de primera línea en contra de la derecha y el imperialismo. Los insultos de Co- rrea no hacen cambiar la naturaleza y los propósitos de quienes luchamos por una verdadera revolución. Correa ha traicionado un proyecto político de cambio y una esperanza ani- dada en millones de ecuatorianos. Él de- marcó posiciones con la izquierda al se- ñalar –ante la vocera del imperialismo, Hillary Clinton- que no es anticapitalista ni antiimperialista, él aplica una políti- ca neoliberal que provoca el rechazo de nuestro pueblo, su gobierno se muestra cada vez más antidemocrático y autori- tario, Correa se aleja más de los precep- tos constitucionales aprobados en Mon- tecristi. Faltaría espacio para mostrar cuán lejos está el gobierno del cambio por el que votó el pueblo. Seguramente el ardid correista con- tinuará y continuaremos escuchando “ellos son los criminales,… ellos son los fascistas”. La mentira como discurso oficial

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EN CIRCULACIÓN

LA EDICIÓN Nº 20

DE LA REVISTA

UNIDAD Y LUCHA

ÓRGANO

DE LA CONFERENCIA

INTERNACIONAL

DE PARTIDOS Y

ORGANIZACIONES

MARXISTA - LENINISTAS

1508 del 15 al 21 de octubre de 2010 [email protected] / www.pcmle.org/EM

/Precio 0,20 ctvs.

Es conocido el ardid del delincuen-te que, cuando se siente descu-bierto, grita a todo pulmón “aga-

rren al ladrón, agarren al ladrón” para que las miradas de los testigos se posen en otro lado y así salir librado. Con esa lógica actúa el Presidente de la Repúbli-ca cuando se siente afectado en su ima-gen, y lanza toda clase de insultos, men-tiras e inculpaciones a quienes considera están en la oposición.

Desembozado –como normalmente actúa-, en la última sabatina calificó de criminales y fascistas a los integrantes del Movimiento Popular Democrático. ¿Criminales? ¿No es acaso este gobier-no el que debe responder por el asesi-nato del profesor Bosco Wisuma, produ-cido un año atrás en Morona? ¿No fue este gobierno el que ordenó el asalto al Hospital de la Policía –acciones que ni siquiera en condiciones de guerra son permitidas- que costó la vida de ocho ecuatorianos? ¿Y quién responde por la brutal represión desatada en Dayuma o en contra de los mineros de Zamora Chinchipe?

La lucha de la izquierda revoluciona-ria por transformar este país ha costado la vida de militantes del MPD y de otras organizaciones comprometidas con los trabajadores y el pueblo. Jaime Hur-tado es el caso más emblemático y ese ejemplo alumbra el accionar del MPD y de miles de luchadores populares del Ecuador. La izquierda revolucionaria no baja sus banderas y es combatiente de primera línea en contra de la derecha y el imperialismo. Los insultos de Co-rrea no hacen cambiar la naturaleza y los propósitos de quienes luchamos por una verdadera revolución.

Correa ha traicionado un proyecto político de cambio y una esperanza ani-dada en millones de ecuatorianos. Él de-marcó posiciones con la izquierda al se-ñalar –ante la vocera del imperialismo, Hillary Clinton- que no es anticapitalista ni antiimperialista, él aplica una políti-ca neoliberal que provoca el rechazo de nuestro pueblo, su gobierno se muestra cada vez más antidemocrático y autori-tario, Correa se aleja más de los precep-tos constitucionales aprobados en Mon-tecristi. Faltaría espacio para mostrar cuán lejos está el gobierno del cambio por el que votó el pueblo.

Seguramente el ardid correista con-tinuará y continuaremos escuchando “ellos son los criminales,… ellos son los fascistas”.

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A partir del 30 septiembre se intensificó la

política de persecución que ha impulsado Rafael Correa. Se puso en in-vestigaciones a un cen-tenar de efectivos poli-ciales y militares que se encontraron participan-do y liderando la huelga que tuvo como principal epicentro el Regimiento Quito N°1.

El paro de las tropas fue un ejemplo del des-contento que tienen los pueblos ante las leyes an-tidemocráticas, inconstitu-cionales y represivas que está imponiendo Correa a través de la Asamblea Nacional, por ello es que la rebelión de los policías contó con el apoyo de dis-tintos sectores, en varias provincias las gobernacio-nes fueron tomadas y en otros lugares la moviliza-ción fue un contingente de suma importancia.

La provincia de Coto-paxi fue un lugar de inten-sa lucha el 30 septiembre, varios sectores se tomaron la gobernación y utilizan-do la fiscalía se ordenó la prisión de los dirigentes del MPD de esta provin-

cia.Entre los perseguidos

están Paúl Jácome (asam-bleísta Provincial), Xavier Cajilema (concejal de La-tacunga) y Leonardo Se-govia, a los cuales se les ha acusado de estar invo-lucrados en el delito con-tra la seguridad interna del Estado. En la misma línea el Fiscal “encargado” de Cotopaxi pretende acusar al Presidente del Frente Popular, Edwin Lasluisa, a la profesora universitaria Silvia Bravo e incluso al Rector de la Universidad Técnica de Cotopaxi.

Luís Villacís, Director Nacional del MPD, ad-virtió que las intenciones del gobierno de Correa es impulsar una casería de brujas, tiene la finalidad de silenciar la voz de protesta de la izquierda revolu-cionaria al tiempo que pro-fundiza su política autori-taria y de criminalización de la lucha social. Sin em-bargo el MPD continuará enfrentando al política de-rechista y anti popular del régimen, la lucha popular no es golpismo, Correa no nos va amedrentar, precisó el dirigente emepedista.

En la medida en que la ver-sión oficial sobre el “inten-

to de golpe de Estado” se des-gasta y pierde credibilidad, Co-rrea busca otros ingredientes para sostenerla; por ello, ahora se complementa y perfecciona con el argumento de un supues-to intento de “magnicidio”. Con esta argucia melodramáti-ca, pretende desembarazarse de su indiscutible responsabilidad en los sangrientos hechos del 30 de septiembre que dejaron como saldo ocho muertos y más de doscientos cincuenta heridos; pero, además, le sirve para desatar una irracional es-calada represiva en la que com-bina la persecución selectiva en contra de quienes cuestionan el contenido y estilo de su gobier-no con una verdadera cacería de brujas dentro de las filas de la Policía.

En efecto, una vez que la voz oficial dejó de ser la úni-ca, se ha producido un proceso de reflexión y análisis de los

hechos, fruto de lo cual, impor-tantes segmentos de los secto-res populares no creen que el levantamiento policial haya formado parte de una conspira-ción golpista o, en su defecto, dan cabida a la duda respecto de esta versión. Poco a poco los argumentos oficiales pier-den peso y credibilidad y se visibiliza con mayor claridad el nivel de responsabilidad o más bien dicho de irresponsabili-dad en el comportamiento del Presidente quien, llevado por su prepotencia y autoritarismo, acudió ante los policías levan-tados en el regimiento Quito en una clara postura provocadora.

Ante este escenario, el go-bierno adopta varias estrate-gias, así: decide prolongar el estado de excepción, ampara-do en este se apresta a buscar, enjuiciar y sancionar a los su-puestos conspiradores, en defi-nitiva, quiere encontrar chivos expiatorios en quien descargar la culpa; se configura la teoría,

traída de los cabellos, respecto del “intento de magnicidio”, la misma que es sostenida de manera profusa tanto desde Carondelet como desde las ins-tancias judiciales; se anuncian “investigaciones” a los asam-bleístas, puesto que como lo asevera Alexis Mera “sabemos que hay asambleístas que pu-dieron entrar fácilmente el jue-ves” refiriéndose a quienes in-gresaron al recinto legislativo, lo cual según este funesto per-sonaje constituye una “prueba” de su participación golpista.

El Fiscal de Pichincha, Ma-rio Franco dice: “La vida del Presidente estuvo en riesgo”; funcionarios del régimen a la par que divulgan supuestas grabaciones en las que elemen-tos policiales habrían dicho “asesinen a Correa”, anuncian la presentación de la acusación particular por intento de mag-nicidio contra responsables de las agresiones sufridas el 30 de septiembre; Correa justifica su

actitud provocadora con la ex-cusa de que fue al regimiento Quito porque pensó que solo se trataba de una protesta po-licial por motivos salariales, pero que en realidad se trataba de un plan insurreccional; y, de esta manera, se arma la trama del magnicidio para alcanzar la imagen de víctima y héroe; justificar la persecución con la que pone en el mismo saco tanto a quienes cuestionan el contenido y estilo del gobierno por apartarse del proyecto de cambio con el que se compro-metió, como a elementos de la oposición burguesa.

La teoría del “intento de magnicidio” no tiene sustento; todos sabemos que si había la intención de matarlo las con-diciones estaban dadas, más aún cuando él, en actitud desa-fiante y prepotente, cometien-do el delito de instigación a la violencia, pidió que lo hagan. Presidente Correa, el pueblo no come cuentos.

Se intensifica represión contra líderes populares

Gobierno busca chivos expiatorios

Conforme aparecen testimo-nios y versiones sobre los

hechos del 30 de septiembre, au-menta la duda, entre la población, sobre la veracidad del “secuestro” al presidente Rafael Correa.

Una encuesta difundida por Cedatos Gallup, realizada entre el 2 y 4 de octubre, en un muestreo a 2.028 personas realizado en once ciudades, informa que “el 51% de sus entrevistados no cree que hubo un intento de derrocar al presiden-te Rafael Correa, sino solamen-te protestas de tipo gremial”. La cifra continúa creciendo, porque esta muestra se la tomó cuando to-davía la población estaba bajo el asedio de la versión oficial, difun-dida insistentemente por medio de las cadenas nacionales.

La encuestadora del gobierno, dirigida por Santiago Pérez, tam-poco pudo ocultar en sus medicio-nes que solamente el 40%, creía que se trató de un golpe de Estado. En torno al hecho de acudir al Re-gimiento Quito, el 64% de los en-trevistados por Cedatos consideró “que fue una actitud inapropiada”, es decir, que fue una actitud irres-ponsable y provocadora.

Otro hecho que destacan las dos encuestadoras es el aumento de la popularidad del presidente a costa de los hechos del 30 de septiembre. Pérez le da 75% de aprobación, mientras que Cedatos el 58%.

Los simples números pueden mostrar un aparente fortalecimien-to del gobierno, pero, no pueden ocultar que dicho aumento “en la popularidad” se dio a base a la ma-nipulación y monopolización de la información y de odios y actitudes divisionistas impulsadas princi-palmente por el propio Presidente y funcionarios gubernamentales.

Estos datos reflejan, a groso modo, el hecho que la mayoría de los ciudadanos dudan que la pro-testa policial haya tenido la inten-ción de derrocar al Presidente. El 98% de los encuestados coincidie-ron en pedir a Correa que deje de lado la intolerancia y prepotencia y “propicie el diálogo”. También evidencian el hecho que un im-portante sector de la población continúa, de alguna manera, bajo el embrujo del gobierno, básica-mente se trata de pobladores del sector rural, especialmente de la costa, que son beneficiarios de la política asistencialista del gobier-no.

Mientras continúa la cacería de brujas contra todos aquellos que piensan diferente al presidente y su círculo, la versión gubernamen-tal de que se trató de un “intento de golpe de Estado” pierde peso, por el simple hecho –ya analizado en otros artículos- de que el go-bierno es quien manipula y difun-de las versiones.

Ecuatorianos no creen que se trató de un golpe de

Estado

A los más de cien dirigentes y luchadores populares que han sido perseguidos,

por el gobierno de Rabel Correa, se suman cientos de policías y militares, líderes populares que apoyaron la huelga del 30 septiembre.

Con argumento de “intento de magnicidio”

El gobierno de Rafael Correa impulsa una po-líticas de constante represión, una de las líneas generales para el primer mandatario es la per-secución a los luchadores populares. Desde los inicios el gobierno se propugnó una accionar por criminalizar la protesta y la lucha, a lo hombres y mujeres que levantan la voz en contra de las injusticias se les persigue y se juzga de terroris-tas, inestabilizadotes. En el país son más de cien personas entre indígenas, maestros, estudiantes, dirigentes sociales, barriales y sindicales los que están siendo enjuiciados, recordemos lo hechos de Dayuma y el asesinado del maestro Bosco Wisuma. En esa misma línea fue encarcelado Marcelo Rivera presidente nacional de la FEUE.

La represiónuna constante….

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La mentira del Presidente de la República, Rafael Correa,

respecto de que el veto a Ley Orgánica de Servicio Público no afecta a los policías y militares, ni a ningún servidor público, se ratifica y cae por su propio peso, pues por un lado la sola lectura del veto y la ley orgánica eviden-cia el perjuicio a los derechos de los trabajadores de este sector, mientras con sus declaraciones Fernando Cordero también pone en evidencia que el veto sí vio-lenta derechos, cuando afirma que ni el presidente en los vetos, ni la Asamblea en los textos ori-ginales, han acertado, esto confir-ma que los reclamos de la tropa policial eran justas.

Contrariamente a lo que Co-rrea afirma, Cordero en sus de-claraciones señaló que en la Ley de Servicio Público “no existe la más mínima intensión de violen-tar derechos” y por ello hay que reformar y regular aspectos como el pago de compensaciones con bonos, la supresión obligatoria de puestos; en el ámbito de la afectación a los policías, milita-res y bomberos, aunque insiste en que no han sido perjudicados en nada, indica que en el artícu-lo 115 se establece que para este sector existe una compensación adicional luego de una resolución

del Ministerio de Relaciones La-borales”. Pero acto seguido se-ñala que la intervención de este ministro distorsiona el ámbito de la Ley.

La presión de varios secto-res, la caída de la credibilidad de la Asamblea más, acelerada luego de los hechos del 30 de septiembre, han hecho que Cor-dero vea la necesidad de recom-poner la imagen y por ello ahora plantea como mecanismo para superar la crisis, “encontrar un espacio para dar paso a la crea-ción de una reforma inmediata a la ley, por medio del debate”. Con este argumento plantea, también, la posibilidad de refor-mar la ley de Educación Superior, otro proyecto polémico que pasó por el ministerio de la Ley y que contraría la Constitución y vio-lenta la autonomía universitaria. Para justificar su planteamiento Cordero señala dos aspectos que deben cambiarse en la Ley; el primero el artículo 175 sobre el Consejo de Evaluación “porque en ese artículo el Presidente (de la República) a dedo nombrará a los académicos que van a tener el control en las universidades”, de igual forma, indicó que “en otro artículo se van a designar ‘a dedo’ decanos lo que sería una pena”, y que además “se reeligen los elegi-

dos, no los designados” sin dejar de insistir en que la Ley está en la dirección correcta. Cabe se-ñalar que sobre estos elementos y otros, los estamentos universi-tarios levantaron su reclamo. Las declaraciones de Cordero ratifi-can una vez más que el reclamo no solo de los policías sino de todos los servidores públicos así como de otros sectores como el universitario tenían razón y son por demás justos.

Por ello, y sin esperar más, la bancada legislativa del MPD presentó ante la Asamblea, el pa-sado 5 de octubre, un proyecto reformatorio a la Ley Orgánica de Servicio Público con el fin de res-tituir los derechos afectados por el veto presidencial.

Cordero pone en evidencia que Correa miente

¿Por qué el gobierno no acusa a los EEUU del “golpe de Estado”?

“Fascistas”, “Criminales” y “mejores aliados de la dere-cha ecuatoriana”, son calificativos que el Presidente de la República, Rafael Correa, utilizó para atacar al Movimien-to Popular Democrático, partido al que condena por el he-cho de expresar su solidaridad con la lucha de los policías y por exigir una vez más al gobierno rectificaciones.

A Correa se le olvida que él es el mejor aliado de la derecha corrupta de este país para los que pidió amnistía, se le olvida al presidente que pidió impunidad para Alberto Dahik y Jorge Gallardo corruptos acusados de enrique-cimiento ilícito y peculado. El y su bloque en la Asamblea aprobaron Leyes que benefician a las grandes empresas como la Ley Minería, la Reformas a la Ley de Hidrocar-buros, etc.

Ahora llama fascista a las organizaciones y dirigentes que luchan por sus derechos, Correa debe recordar que es él quien persigue, insulta, criminaliza a los luchadores po-pulares, gracias a su prepotencia hay cientos de dirigen-tes perseguidos, Marcelo Rivera, presidente de la FEUE, es uno de ellos, hoy detenido por luchar contra la Ley de Educación Superior.

Correa quiere responsabilizar a otros de los muertos que pesan sobre su gobierno: Bosco Wisuma y los 8 muertos entre policías, militares y civiles son de exclusiva respon-sabilidad de Correa, pues el dio la orden de hacer el ope-rativo militar Entonces ¿quién tiene actitudes fascistas y criminales?

ELBURRO HABLANDO DE OREJAS

A través de diversas voces a nivel internacional se ha expresado que el gobierno de EEUU está

detrás del “intento de golpe de Esta-do” en nuestro país; sin embargo, es el propio Ricardo Patiño, Ministro de Relaciones Exteriores, quien, en for-ma categórica, descarta esta versión. Al respecto, no podemos sino coincidir con esta afirmación de Patiño, pues, no hay ningún elemento, que provoque el interés golpista del imperialismo yan-qui. Es más, entre el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y el de Correa se ha experimentado un proceso de acercamiento, al punto que aquel pasó de una postura de tolerancia al declarado apoyo.

La prensa ha reportado pronuncia-mientos provenientes de los gobiernos cubano, venezolano y boliviano en respaldo a Correa y la condena al in-tento golpista, pero, junto a ello, se ha dicho que Washington estuvo detrás de la sublevación, porque ha decidido des-empolvar “el viejo expediente de los golpes de Estado”; han opinado que la acción en Ecuador no ha sido organiza-da sin la participación del gobierno de Estados Unidos. Otros han ido más allá al hacer una mecánica comparación de los hechos ocurridos en Ecuador con el golpe propiciado en contra de Zelaya, en Honduras.

Se ha dicho también que la CIA y la USAID habrían financiado al mo-vimiento golpista; y, no es que estas prácticas de franca injerencia externa y afectación a la soberanía sean extrañas a los métodos de dominación del impe-rialismo norteamericano, sino que en el caso que nos ocupa no hay sustento primero porque los hechos ocurridos en ningún momento tenían la proyección política de un movimiento golpista, nunca se erigió el liderazgo de alguien; obedecieron a inconformidades mate-riales acumuladas de los elementos de la tropa policial, cuya cúpula no supo canalizarlas para encontrar solución; inconformidades que se desbordaron a propósito de la aprobación de la nue-va Ley Orgánica de Servicio Público, por ello, sus máximas demandas fue-ron mantener los beneficios que habían sido derogados y la renuncia de la cú-pula policial por no haber defendido a la Institución. Segundo porque desde algún tiempo atrás hay un sistemático acercamiento de Correa al gobierno de Obama.

Frescas están en la memoria de los ecuatorianos las expresiones de satis-facción en las esferas oficiales por la visita de Hilary Clinton como preludio para una cumbre bilateral entre Correa y Obama; también recordamos que en esa ocasión el gobernante ecuatoriano

pronunció la tristemente célebre frase en el sentido de que su gobierno no era ni anticapitalista ni antiimperialista y, más allá de este testimonio de afinidad, está el contenido neoliberal de las leyes con las que se desnaturaliza el carácter progresista y democrático de la nueva Constitución vigente.

Entre los criterios vertidos se opina que Estados Unidos no podrá olvidar la negativa del gobierno de Correa a renovar el convenio para el uso de la Base de Manta, la auditoría de la deuda externa, la incorporación al ALBA, sin embargo, tampoco dejará de reconocer y estar satisfecho con el papel jugado por los militares ecuatorianos desplaza-dos a lo largo de la frontera, en el mar-co de la aplicación del Plan Colombia, para propinar severos golpes a las fuer-zas insurgentes, en cumplimiento fiel de la táctica prevista denominada yun-que y martillo; el gobierno de EEUU no tiene de qué quejarse si Correa luego de declarar que la deuda externa es ilegal, ilegítima y corrupta, ha negociado, de manera disciplinada, su pago.

Por lo señalado, la lógica no admite que la política intervencionista y de do-minación regional que implementa el gobierno yanqui tenga como objetivo auspiciar el derrocamiento de alguien que se le muestra cada vez más com-placiente.

Entre el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y el de Correa se ha experimentado un proceso de acercamiento, al punto que aquel pasó de una postura de tolerancia al declarado apoyo.

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El Ecuador vive un momento de crisis política en el que las con-tradicciones de clase se agudizan y la confrontación entre las po-siciones revolucionarias y refor-

mistas toma cada vez más fuerza.El gobierno de Rafael Correa continúa el

proceso de derechización que se expresa en el contenido neoliberal de su política, en el marcado autoritarismo con el que actúa, en los nexos que mantiene con sectores de la bur-guesía y en el acercamiento al gobierno de los Estados Unidos. La preocupación guberna-mental por atender a los sectores populares no rebasa la ejecución de programas asistenciales de corte populista con fines electorales.

Las organizaciones populares, políticas de izquierda y distintos sectores sociales que ase-guraron la victoria electoral de Correa se han convertido en blanco de su ataque, mientras los poderosos grupos económicos se sienten contentos con un gobierno que les garantiza “estabilidad en el país” para que sus empresas y bancos sigan obteniendo enormes utilidades a costa de la explotación a millones de traba-jadores.

Debido a ello, la movilización social ha crecido en los últimos tiempos, particular-mente a propósito del contenido antipopular de leyes aprobadas por la Asamblea Nacional en unos casos, o, en otros, por vetos presiden-ciales que han eliminado las pocas conquis-tas filtradas en la Asamblea. Los empleados públicos, los maestros, los distintos estamen-tos universitarios, los jubilados, las enferme-ras, etc. no se han movilizado en el país para conspirar contra nadie, sino para demostrar su descontento y exigir que se respecten sus derechos, para garantizar estabilidad en sus puestos de trabajo, para tener educación gra-tuita o para alcanzar jubilaciones justas.

En medio de ese descontento general se produjo la revuelta policial del 30 de septiem-bre que no pedía más que el respeto a algunas conquistas como bonos o reconocimientos materiales en sus ascensos. Los manifestantes en su más radical exigencia demandaron un cambio en la cúpula policial, pero en ningún momento promovieron o pidieron la salida de Correa del gobierno, por ende no fraguaron un golpe de Estado como el gobierno dice.

El intento de un golpe de Estado, el se-cuestro a Correa y la existencia de un plan para matar al Presidente son acciones que existen solo en la cabeza del Presidente de la República y de sus más cercanos colaborado-res. Difundieron aquello para desprestigiar la protesta de la tropa policial, para impedir que nuestro pueblo la respalde y para justificar la represión que se ejecutó ese día y que sigue en marcha.

La justa protesta no hubiera tenido el fa-tal desenlace producido si Correa no asistía al Regimiento Quito para provocar a los policías alzados y luego victimizarse, artimaña en la

que insiste al decir que existía el propósito de asesinarlo.

Al pasar de los días las cosas se van acla-rando y el cuento del golpe de Estado pierde credibilidad. ¿Si fallaron los aparatos de inte-ligencia y seguridad, por qué no destituye a los ministros del Interior y de Seguridad Inter-na, responsables de aquello? Nadie duda que aquí, y en cualquier país latinoamericano, no es posible un golpe de Estado sin el visto bue-no y la intervención del imperialismo, enton-ces ¿Por qué el canciller Patiño se apresuró en decir que nada tiene que ver los EEUU en este supuesto golpe de Estado? ¿Por qué Correa no acusa de ello al imperialismo? En otro aspec-to, ¿Cómo es posible que un secuestrado tenga libertad para recibir visitas de sus allegados, para hacer declaraciones públicas y para dar órdenes administrativas? ¿Con qué propósito se organizó el “rescate” del presidente como un espectáculo transmitido en pantalla gigante ante los pocos partidarios que se encontraban en la Plaza de la Independencia? ¿Eso era par-te de la trama victimizadora?

La Juventud Revolucionaria del Ecuador expresó su apoyo a la protesta de la tropa de la Policía porque sus reivindicaciones eran justas, así como apoyamos las luchas de todos los sectores populares que pelean por mejores condiciones de vida. En esa acción no estaba en juego o en peligro el gobierno de Rafael Correa o el régimen constitucional en general. No perdemos de vista que la Policía y el Ejér-cito, como instituciones, son pilares funda-mentales para defender el Estado capitalista y como tales han sido utilizadas por este mismo gobierno para reprimir la lucha popular, pero no es menos cierto que en su interior también se manifiestan las contradicciones presentes en la sociedad ecuatoriana, pues, la tropa está constituida por elementos provenientes de fa-milias de campesinos, de trabajadores, de pe-queños comerciantes, artesanos, etc. que sien-ten la opresión y maltrato de sus mandos, las diferencias existentes en su interior, los privi-legios de quienes tienen los más altos grados. Por eso no es raro que el descontento aflore como ocurrió el pasado día 30 de septiembre y, en esas circunstancias, para los revolucio-narios es una obligación tomar posición y ac-tuar. Apoyamos el reclamo y el descontento de la tropa, no a la Policía como tal.

Como revolucionarios somos luchadores por la democracia, por eso combatimos al go-bierno cuando viola el contenido democrático de la Constitución aprobada en Montecristi. Mas, la democracia no se encarna en un go-bierno, se expresa cuando el pueblo tiene de-recho a opinar, a protestar, a resistir y eso es conculcado por este gobierno en todo momen-to. No basta hablar de democracia, hay que permitir que esta se exprese en todo momento.

Secretariado Nacional JRE

UN PEQUEÑO OBREROPabel

Víctor Jara nació el 28 de septiem-bre de 1932 en Quiriquina-Chile, destacado militante del Partido Comunista, músico, cantautor y

dramaturgo. Hijo de padres campesinos; su padre, Manuel Jara, dedicado a las tareas del campo y su madre, Amanda, dedicada a las labores del hogar. Fue ella quien sentó en Víctor el gusto por la música.

Cuando tenía 15 años murió su madre, lo que le significó un duro golpe de superar. Influenciado por un sacerdote ingresa al Se-minario, pero abandona el camino religioso y decide presentarse al servicio militar, que tampoco satisfizo sus expectativas.

A los 21 años, después de cumplir el servicio militar, ingresó a la Universidad de Chile y a su coro, donde comienza su vida artística y se entrega al arte popular. Los años transcurren y Víctor afirma su compromiso con el pueblo y encuentra en la música, el teatro, la poesía el medio para denunciar las injusticias de la sociedad. En este proceso se convierte en director del grupo Quilapayun.

Participó de manera activa en el triunfo de la Unidad Popular UP, 1970. En calidad de embajador cultural llevó su canto popular a diferentes rincones y pueblos del mundo. En 1972 realizó una gira musical a la Unión Soviética y Cuba. Ese mismo año fue invita-do al Congreso de Música Latinoamericana, organizado por la Casa de las Américas en

La Habana. El 11 de septiembre, un grupo de milita-

res atacaron el Palacio de la Moneda y dieron un golpe de Estado al gobierno de la Unidad Popular dirigido por Allende; la orden inme-diata fue detener a hombres y mujeres afines al derrocado presidente y se dio inicio a una de las más represivas y sanguinarias dicta-duras de América Latina. En aquel momento Víctor fue detenido en la Universidad Téc-nica Estatal junto a profesores y alumnos. Después de haberlo reprimido duramente lo trasladan al Estadio Nacional de Chile.

Su rebeldía, coraje y su firme concien-cia no pudieron ser doblegadas en ningún momento, a pesar de la fuerte represión de los oficiales, de los duros golpes que le rom-pieron los huesos de las manos y del salvaje acribillamiento. Vítor Jara fue asesinado con 44 disparos un 16 de septiembre de 1973, sin embargo las balas asesinas no pudieron callar su voz, hoy sus canciones retumban con fuerza los corazones y las conciencias de hombres y mujeres en América Latina y el mundo, sus letras se han convertido en him-nos de lucha y libertad y su vida y su arte ha quedado inmortalizado en el tiempo.

Víctor Jara inmortalizado en el tiempo

En medio de gran conflictividad social que vive el país debido a la política anti-popular del gobierno, los estudiantes se-cundarios son actores importantes de este proceso. En días pasados, en Cotopaxi, los estudiantes se movilizaron en rechazo al alza de pasajes, se tomaron las calles y principales vías de acceso, obligando a los dirigentes de los transportistas a esta-blecer un diálogo con los dirigentes de la JRE y la FESE que desembocó en la sus-pensión del intento de elevar el precio de los pasajes.

En Imbabura los estudiantes se han

movilizado en contra del alto costo de la vida y en rechazo al alza de pasajes. Gis-selle Guerrero, Presidenta Provincial de la JRE, dice que “la lucha y la movilización de la juventud ha sido eje fundamental para detener las pretensiones antipopula-res en la elevación de los precios y el ser-vicio del transporte, además ha sido una acción que ha permitido que otros sectores se sumen a esta lucha y por sus propias exigencias”

En Santo Domingo la juventud lucha por la creación de la Universidad Estatal que ha sido negada por la SENPLADES, la Asamblea y Correa a través del veto en la Ley Orgánica de Educación Superior, privando así a los jóvenes de esta provin-cia de una de sus necesidades más senti-das e inmediatas. Frente a esto la FESE realizó asambleas en los colegios para debatir acerca del tema, se elaboró una propuesta que indica porqué es necesario la universidad en Sto. Domingo que fue expuesta ante la juventud y las autorida-des provinciales en medio de una multitu-dinaria marcha.

En Pichincha y Guayas la juventud

viene levantando un importante debate que va generando un alto grado de des-contento en la juventud respecto a la Ley Orgánica de Educación Superior y cómo ésta afecta los intereses estudiantiles, en el caso de los jóvenes secundarios, cómo restringe el derecho al acceso a la educa-ción universitaria, cómo cuarta el derecho del libre ingreso.

La juventud se moviliza y lucha por sus derechos junto a los pueblos

Las manitos suciasla mirada perdidael cuerpo cansado

son las 3 de la tardey Mauricio aún no ha almorzado.

La sociedad le ha privadode recreación, la opresión

intenta secuestrar su alegría.Mauricio camina y camina,

trabaja y trabajatodos los días de

su corta vida.

El es un pequeño obrero,un soñador del nuevo día.

Mauricio es un niño todavíay añora con profunda fuerza

cambiar su cajónde lustra botas,

por los libros, la escuela y la educación.

Mauricio conoce al culpablede todos los males sociales,

la gente le ponemuchos nombres

explotación infantil,hambre, miseria. Todo es lo mismo

y se llama capitalismo.

Pero él, no pierde la sonrisa

los culpables no han podidoarrancarle la esperanza,

Mauricio conoce,ha escuchado hablar

de la revolución,y comprende que solo así

se dará una verdaderatransformación.

La JRE ante la situación actual del Ecuador

No perdemos de vis-ta que la Policía y el Ejército, como insti-tuciones, son pilares fundamentales para defender el Estado

capitalista y como ta-les han sido utilizadas

por este mismo go-bierno para reprimir la lucha popular, pero no es menos cierto que en su interior

también se manifies-tan las contradiccio-nes presentes en la

sociedad ecuatoriana, pues, la tropa está constituida por ele-mentos provenientes de familias de cam-pesinos, de trabaja-dores, de pequeños

comerciantes, artesa-nos, etc. que sienten

la opresión y maltrato de sus mandos, las

diferencias existen-tes en su interior, los privilegios de quienes tienen los más altos grados. Por eso no es raro que el des-

contento aflore como ocurrió el pasado día 30 de septiembre...

10 mesesdetenido

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La lucha popular no es golpismo, es un derecho constitucional

La lucha popular no es golpismo, es un derecho constitucional Una vez creada la Empresa Munici-

pal de Aseo de Calles de Machala EMAM-EP, y publicada en el Registro Ofi-cial, según los funcionarios empezará a fun-cionar a partir del 1ero de enero del 2011; dentro de las Disposiciones Transitorias de la Ordenanza Municipal, la séptima dice que “ De conformidad a lo establecido en la cláusula Trigésima Séptima literal h.- del Contrato Colectivo vigente, la EMAM-EP asumirá con los trabajadores que actual-mente prestan sus servicios de recolección y procesamiento de desechos sólidos y aseo de calles, las obligaciones legales y contrac-tuales que actualmente tiene el Sindicato General Único”. Como es de conocimiento público, los trabajadores que vienen labo-rando en la recolección de basura son socios activos de nuestra organización que vienen laborando de 2 a 20 años en la municipali-dad; sin embargo, el Municipio de Machala a través de la Dirección de Recursos Huma-nos está violentando el Contrato Colectivo, donde los trabajadores gozan de estabilidad.

Cabe resaltar, que con el propósito de echar a la desocupación a la mayoría de los trabajadores se les obligó bajo presión y chantaje a firmar contratos de trabajo a pla-zo fijo con el agravante de que si no firma-ban les retenían su salario o lo despedían del trabajo como lo hicieron anteriormente con algunos obreros; estos contratos son ilega-les porque al momento de firmarse los mis-mos los trabajadores ya venían laborando muchos años atrás, y es más, el 18 de junio del 2009, en la ciudad de Guayaquil con una sentencia dictada por parte de la Dirección Regional del Trabajo se logró afiliar al IESS a todos los trabajadores, cobrando incluso los fondos de reserva de forma retroactiva. Actualmente la Municipalidad de Machala debe a los obreros más de 400.000,00 dó-lares por concepto de aportes patronales, lo cual demuestra la ilegalidad de dichos con-tratos.

Los trabajadores exigen al Municipio de Machala, a la Inspectoría Provincial del Trabajo, Dirección Regional del Trabajo y el Ministro de Relaciones Laborales poner fin a este sistemático despido de los trabaja-dores municipales, aumentando la desocu-pación. La Constitución de la República del Ecuador garantiza la estabilidad de los tra-bajadores especialmente en el Decreto 8 que manifiesta que aquel empleador que violen-te dichos derechos será penalizado, por lo cual en este proceso de despidos los trabaja-dores exigen de manera urgente una reunión con el señor Presidente de la Empresa, Arq. Daltón Minuche, que ponga fin a los des-pidos. De igual forma los trabajadores se mantendrán vigilantes para tomar acciones frente a la desatención de las autoridades competentes.

Corresponsal.

1.- El jueves 30 de septiembre de 2010 el país fue testigo de una rebelión protagoniza-da por la tropa de la Policía Nacional y de ninguna manera de un intento de golpe de Estado. Sus protagonistas actuaron de esa forma porque se sintieron afectados por el veto presidencial a la Ley de Servicio Pú-blico, de ahí que su plataforma reivindica-tiva se circunscribía a pedir “la derogatoria del veto que afecta al sistema de condeco-raciones, ascensos, remuneraciones salaria-les por tiempo de servicio y que la cúpula policial sea designada a través del voto del elemento policial”. Nunca pidieron la re-nuncia del Presidente, ni hablaron de suce-sión presidencial o de proclamación de un nuevo gobierno, peor de un mecanismo de desconocimiento al gobierno y al régimen constitucional.

2.- El rumbo de los hechos tomó un giro dis-

tinto por la irresponsable presencia del Presidente en el Regimiento Quito N° 1, en donde provocó y desafió a la tropa po-licial al punto de conminarla que lo maten, comportamiento tipificado por el Código Penal en el artículo 386 como instigación para delinquir. Hasta ese momento ni los funcionarios de gobierno y menos aún los sublevados hablaban de golpe de Estado; es más, el régimen calificó a la acción policial como la expresión de un grupo reducido y focalizado de policías levantados. La idea del golpe y del secuestro surge en las altas esferas del gobierno como un mecanismo para desprestigiar la protesta policial y de esa forma neutralizar cualquier tipo de res-paldo popular y, por otro lado, para alcanzar la solidaridad internacional.

3.- El establecimiento del Estado de Excep-

ción y la imposición de una cadena de radio y televisión formaron parte de las medidas para crear un ambiente de intranquilidad, necesarias para los propósitos políticos del gobierno. Expresan a su vez la naturale-za autoritaria del mismo, violatoria de los derechos consagrados en la Constitución aprobada por el pueblo.

4.- Es evidente que el Presidente Correa fue

al Regimiento Quito porque sabía que de-trás de la protesta no había ningún intento de golpe de Estado. ¿Acaso los aparatos de inteligencia que trabajan con él le oculta-

ron que estaba en curso una acción de esa índole? ¿A qué jefe de Estado en el mundo se le puede ocurrir ir donde los golpistas para que lo retengan? ¿Cómo entender un secuestro en el que el plagiado recibe visi-tas, se comunica con el exterior y ordena medidas de gobierno?

5.- Esos acontecimientos podían haberse evitado si el presidente Correa no vetaba la Ley de Servicio público aprobada por la Asamblea, si dialogaba con los sectores inconformes con su política, si permitía el funcionamiento de la Asamblea Nacional durante los sucesos del día 30 y si no asu-mía una actitud provocadora con los huel-guistas.

6.- El interés del gobierno por involucrar al MPD en la participación de un supues-to golpe de Estado es parte del permanente ataque gubernamental en contra de nuestra organización, tiene el propósito de silenciar a la izquierda revolucionaria y de crimina-lizar la lucha social. Esto no lo van a lograr porque vamos a seguir luchando por la Pa-tria Nueva y el Socialismo, vamos a con-tinuar junto a los pueblos del Ecuador por los cambios que el país necesita, continua-remos luchando en contra de las oligarquías explotadoras y del imperialismo responsa-bles del atraso y pobreza en la que viven los pueblos del Ecuador.

7.- Responsabilizamos al gobierno por el trá-

gico desenlace de los sucesos del 30 de sep-tiembre; demandamos la conformación de una Comisión de Investigación Especial de dichos sucesos; exigimos que se realice la autopsia legal de todos los fallecidos para precisar las causas y responsables de los decesos.

8.- El Movimiento Popular Democrático luchó

por la convocatoria a la Asamblea Constitu-yente, en ella fuimos una de las fuerzas más entusiastas para la elaboración de la Consti-tución aprobada por el pueblo. Ratificamos nuestra decisión de continuar luchando para que esos principios constitucionales sean respetados y aplicados, seguiremos denun-ciando al gobierno en su constante viola-ción a la Constitución de Montecristi; no abandonaremos nuestra crítica y combate a las políticas antipopulares, antidemocráti-cas y autoritarias del régimen que expresan su derechización y abandono del proyecto de cambio.

9.- Llamamos a los trabajadores, campesinos,

pueblos indígenas, maestros, a la juventud y al pueblo en general fortalecer la unidad para avanzar en la lucha por profundizar los cambios que el país requiere, para defender la soberanía nacional, los derechos de los trabajadores y los pueblos, e impulsar ac-ciones para que la Asamblea Nacional re-forme las leyes que atentan a los derechos y conquistas de los trabajadores y pueblos.

Luis Villacís Maldonado Director Nacional del MPD

Marco Cadena Secretario

Frente a los graves acontecimientos sucedidos en el

país el pasado 30 de septiembre,

en los que según el Presidente

Rafael Correa fue secuestrado y se produjo un intento

de golpe de Estado y de magnicidio, el MPD expresa a la

opinión pública sus puntos de vista al

respecto.

Municipio de Machala despide intempestivamentea trabajadores

Page 6: La mentira como discurso oficial

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El Partido de los Trabaja-dores (PT), sus dirigen-tes y buena parte del

electorado brasileño tenían el convencimiento de que su candidata, la economista Dil-ma Rousseff, sería la presi-denta del país más grande de Sud América, con 190 millo-nes de habitantes y la octava economía del mundo.

Sin embargo esta expecta-

tiva dejó de ser una realidad cuando el pasado domingo 3 de octubre el electorado brasi-leño, con más de 135 millones de votantes, acudió a las urnas no solo para renovar al jefe de Estado de la República, sino también a gobernadores de 26 estados y del Distrito Federal, a 513 diputados nacionales, diputados de 27 asambleas le-gislativas y 54 senadores (dos

tercios del Senado). Luego de esta elección los resultados no favorecieron con más del 50 por ciento a la candidata del PT, lo que obliga a una segun-da vuelta electoral para el 31 de octubre. Luego de Dilma Rousseff, que obtuvo el 46,42 por ciento, el segundo puesto lo ocupó el socialdemócra-ta José Serra, con 32,85 por ciento y el tercer lugar Marina Silva (que dio la sorpresa), del Partido Verde con 19,62 por ciento.

Las conclusiones que se obtienen de estas elecciones en Brasil deben ser considera-das en el marco de la posición progresista y de izquierda en América Latina y por el lide-razgo que Brasil ejerce en este contexto político general:

La segunda vuelta electoral se realiza por la alta votación que obtuvo la candidata del Partido Verde, Marina Silva y el 18 por ciento de abstención registrado (20 millones de electores). Lo que plantea al PT y el mismo Lula da Silva la necesidad de redoblar los esfuerzos en procura de ganar los votos de Marina Silva y los del abstencionismo.

El PT logra ampliar su in-cidencia político territorial con gobernadores en Sergipe, Bahía, Rio Grande do Sul y Acre; en el Distrito Federal,

Brasilia y con aliados en las gobernaciones de Rio de Ja-neiro, Pernambuco (donde nació Lula), éstas dos últimas con poblaciones importantes en el país; Ceará, Maranhao, Piauí, Mato Grosso, Espirito Santo y Mato Grosso do Sul.

Debido al triunfo en las go-bernaciones, el PT y sus alia-dos, principalmente el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), tendrán mayoría en el Senado. Am-pliaron el número en la Cáma-ra de Diputados, con cálculos que deberán ser tomados en cuenta con los resultados fi-nales.

Comparada la votación de Dilma Rousseff con la de Lula da Silva el porcentaje obtenido por la primera es aproximadamente el mismo que obtuviera Lula en las pri-meras vueltas de las presiden-ciales de 2002 (46 por ciento) y 2006 (47 por ciento).

Sin embargo de que la vo-tación última obtenida por la representante del PT es pare-cida a la de Lula da Silva en los años señalados, el lide-razgo del 84 por ciento con el que termina sus dos período Lula da Silva no significaron mayor incidencia para Dilma, pese a que Lula participó di-rectamente en su campaña electoral.

Ser competitivos sigue siendo uno de los principales objetivos

de los gobiernos del mundo. José Luis Rodríguez Zapatero, presi-dente del gobierno español, lo ha vuelto a repetir desde Japón en alu-sión a los resultados de la huelga que sostuvieron en su país impor-tantes sectores sociales el 29 de septiembre último, exigiendo que se revise la posición oficial de au-mentar los años necesarios para ju-bilarse, reducción de salarios a los funcionarios públicos, entre otros.

El clamor de cientos de miles de españoles no pudo más que la posición de unos cuantos millo-narios que manejan el mercado. Terminada la huelga Zapatero ha dicho: “para que los inversores y los mercados valoren la firme de-terminación que tengo de hacer que la economía española sea com-petitiva” las medidas van porque van. A esta inconformidad se unen otras: la entrega de alrededor de 9 mil millones de euros al sector fi-nanciero, responsable de la crisis inmobiliaria y la ausencia de igua-les medidas de ajuste a los sectores pudientes.

Fruto de la aplicación de estas

políticas el gobierno se envanece sosteniendo que el nivel de empleo ha aumentado, sin embargo la re-visión más detallada de las cifras demuestra que el 94% de esos em-pleos son temporales. Expertos se-ñalan que deberán pasar diez años para que el nivel de desempleo se reduzca a la media europea.

Pero el caso no es solo espa-ñol, duras medidas están tomando

los gobiernos de Francia y Gre-cia. Otros ya las tomaron como en Alemania, Inglaterra o Suecia. Sus justificaciones tienen un de-nominador común: sostener sus economías competitivas, aumentar el empleo. Pero claramente se per-cibe la presencia del Fondo Mone-tario Internacional y Banco Mun-dial tras estas medidas que tienen la característica de receta aplicable a todas las economías, sin mayor diferenciación entre un país y otro.

Pero esta pregonada competi-tividad tan solo tiene como bene-ficiarios a las grandes empresas nacionales y, sobre todo, a los mo-nopolios internacionales. Es falso que esto suponga, como lo sostie-nen los gobernantes y empresarios, el aumento del empleo, pues, el gran desarrollo tecnológico lleva consigo pequeñas necesidades de empleados, totalmente insuficien-tes para cubrir la creciente deman-da de empleo en el mundo.

Estas posiciones oficiales se es-cudan en su “legitimidad” al haber ganando elecciones generales, lo cual enrostran a quienes se oponen, tratando de deslegitimarlos e inclu-so de estigmatizarlos. Sustentados

en el supuesto principio de que, en democracia, la política se decide en el Parlamento y no en la calle, se sostienen en sus posiciones, en-tregando a las fuerzas represivas el control de los pocos insatisfechos, según ellos, que no representan el sentir de la mayoría. Vale decir, la democracia se expresaría en el accionar de ellos, no de otros gru-pos, reduciendo intencionalmente el ejercicio democrático a elegir a alguien cada cierto tiempo.

Sino en todos, en la mayoría de casos, los gobiernos que toman es-tas posiciones son identificados por ser de “izquierda”, “socialistas” en los que las grandes mayorías fijan sus esperanzas para luego verse engañadas. Esto tiene su carga ideológica. Las posiciones de “iz-quierda”, en ese contexto, pierden legitimidad frente a las masas ya que al llegar al poder toman las mismas medidas que la derecha. La consecuencia es que en las futu-ras elecciones el poder migra hacia la derecha, pero toda la izquierda queda golpeada, especialmente la que verdaderamente tiene la deci-sión de defender los intereses de la clase trabajadora.

Competitivos, única meta válida para gobiernos capitalistas

Las portadas en blanco y sin noticias fueron las presen-

taciones de los periódicos bolivia-nos el día 7 de octubre, esta medi-da se la impulsó como una forma de rechazo a la ley que se discu-tirá en el Senado y que prevé la clausura de medios que divulguen mensajes racistas.

La inusual protesta sobrevino luego de que la mayoría oficialis-ta en el Senado anunciara que no preveía suavizar las sanciones a medios “racistas” contenidas en el proyecto de ley aprobado pre-viamente por la Cámara de Dipu-tados.

La ley que busca ser aprobada en el Senado de Bolivia tienen el objetivo de que los grandes me-dios de comunicación regulen los contenidos y que estas respeten las identidades culturales de los pueblos de bolivianos, ya que en el artículo 16 de la nueva ley se-ñala que “ el medio de comuni-cación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones econó-micas y de suspensión de licencia de funcionamiento”, así mismo el artículo 23 indica que cuando el hecho sea cometido por un traba-jador de un medio de comunica-ción “no podrá alegarse inmuni-dad ni fuero alguno”.

“No hay democracia sin liber-tad de expresión”, dijeron como únicos textos de portada los ma-tutinos La Prensa y El Diario, en tanto que Página Siete publicó una breve justificación de su re-chazo a la ley antirracista.

Con aquellas palabras, los em-presarios de los grandes medios de comunicación tratan de distor-sionar la realidad, buscan crear una situación en la que aparezcan como víctimas, como persona-jes perseguidos, a los que se les quiere callar su voz. En realidad, la práctica que han asumido los grandes medios de comunicación se basa en defender los intereses del capitalismo, censurando a todo aquello que se opone a los cánones del sistema.

Los medios de comunicación, en varias partes del mundo, se encuentran realizando protestas utilizando distintas formas de manifestación para oponerse a la regularización de la programa-ción que desarrollan, ya que con ello los empresarios de la comu-nicación hacen del derecho de la información un negocio, en el que pueden lucrar y conseguir no so-lamente beneficios económicos, sino también, convertirse en una herramienta para sostener el sis-tema.

La Iglesia Católica y la dere-cha opositoras al gobierno de Evo Morales expresaron su respaldo a la protesta de los medios de pren-sa, mientras que Morales dijo que la libertad de prensa “está garan-tizada ” pero advirtió que “ no po-demos permitir que so pretexto de esa libertad se practiquen el racis-mo y la discriminación; el racis-mo es lo más antidemocrático”.

Se impulsa ley para regular

programación No se concretaron

expectativas electorales del PT

Elecciones en Brasil

Luego de esta elección los resultados no

favorecieron con más del 50 por ciento a la candidata del PT lo que obliga a una segunda vuelta electoral para el 31 de octubre.

Bolivia

Page 7: La mentira como discurso oficial

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PCMLE, integrante de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas

En las sociedades de clase como la del Ecuador existe el Estado caracterizado por

ser un instrumento cuyo propósito es garantizar los intereses econó-micos de las clases que dominan en las esferas de lo económico, social, político, jurídico e ideológico. Para cumplir con esta misión los Estados de clase instauran un Poder público especial conformado por hombres armados y aditamentos como las cárceles y las instituciones coerciti-vas de todo género, con las cuales las clases dominantes ejercitan su poder. Para que el objetivo del Po-der público sea cumplido con efec-tividad los representantes político administrativos de las clases do-minantes acostumbran a dotar, a la fuerza pública, de todos los elemen-tos materiales y del mínimo nece-sario para que no haya descontento en su interior y puedan cumplir sus tareas acorde con las exigencias de represión necesarias para el mante-nimiento de la propiedad privada, el orden y la “seguridad de los miem-bros de la sociedad”, según se plan-tea demagógicamente.

La fuerza pública integrada por el ejército, la marina, la aviación y la policía (por su propia naturaleza) son instrumentos de represión al servicio de las clases dominantes. Se la prepara para reprimir a la ma-yoría de la población e impedir que el descontento de los pueblos y los sectores sociales organizados aten-ten contra la seguridad del mismo

Estado y con su lucha asalte el po-der burgués.

Sin embargo al interior de la fuerza pública (Ejército y Policía) se presentan contradicciones que surgen no solo por problemas rei-vindicativos que tienen que ver no solo con la rivalidad entre fuerzas -policía y militares- generada por las prebendas que reciben cada una de ellas, las discrepancias que se presentan son más profundas pues se dan entre la alta oficialidad y la tropa de las dos fuerzas debido a las canonjías y beneficios que los primeros reciben con la finalidad de mantenerlos sumisos ante el po-der en contraposición a lo que ocu-rre con la tropa que percibe bajos sueldos. Pero estas no son las úni-cas confrontaciones existentes, es-tas van más allá; las instituciones policial y militar son el reflejo de la sociedad y en su interior se pre-sentan claramente las contradiccio-nes de clase. La tropa, por un lado discriminada, maltratada proviene de estratos pobres de la población, son por lo general, hijos de campe-sinos, obreros, trabajadores de la construcción, artesanos, pequeños comerciantes, etc. que ven en el ser-vicio castrense un ingreso estable para subsistir.

La discriminación social va más allá de la reivindicaciones econó-micas, se hace presente cuando se habla de hacer carrera en estas ins-tituciones, los Quishpes, los Chicai-zas están negados a acceder a altos

cargos de la oficialidad, su carrera se ve truncada porque no son ellos los que acuden a los cursos de for-mación y capacitación que se desa-rrollan a nivel nacional como inter-nacional , esos puestos están reser-vados para los de apellidos pelucón, pues son quienes a la larga llegan a los altos cargos para garantizar el status quo.

Si los aparatos represivos del Estado tienen como se ha señalado en reiteradas ocasiones la finalidad mantener el sistema, los revolu-cionarios están en la obligación de desarrollar un trabajo al interior de estas instituciones su finalidad es descomponerlos y atizar las con-tradicciones allí existentes; la ex-periencia histórica de los partidos revolucionarios demuestra que esta labor permite desestabilizar el siste-ma; mantenerlas incólumes signifi-ca conservarlas unificadas bajo las ordenes de las clases dominantes listas para reprimir al pueblo.

A pesar de que se ha dicho que la fuerza pública no debe ser delibe-rante sino obediente en momentos de crisis política estas rebasan este comportamiento al punto de que los mandos de las fuerzas asumen posi-ción y se inclinan a favor en contra de quien gobierna o de otra fuerza, esto nos permite entonces, entender de mejor manera el por qué los par-tidos revolucionarios deben trabajar al interior de los aparatos represivos del Estado.

Fuerzas Armadas y Policíaal servicio del poder

La lucha firme y decidida del PCMLE por mantener lozana y

en plena vigencia la pureza de los principios marxista-leninistas, el análisis cada vez más multilateral, profundo y correcto de la realidad objetiva en la cual actúa nuestro Partido, su inmersión cada vez más incisiva en la política concreta del país llevando adelante en cada mo-mento las tesis, resoluciones, tácti-cas, el programa revolucionario ca-paces de unir, educar políticamente, orientar y conducir al combate a la clase obrera y a los pueblos por la consecución de su alta tarea actual, la toma del poder político, requiere de un instrumento eficaz para ello, a lo largo de la historia de nuestro partido, se hizo necesario la exis-tencia de un órgano de difusión de las ideas libertarias de los pueblos del Ecuador.

De esta manera, el Partido puso en circulación del Periódico EN MARCHA, que en este octubre cumple 44 años de vida. Su historia es parte de la historia del Partido, de sus logros y vicisitudes, de su intenso accionar para educar a las masas en la teoría científica del so-cialismo y atizar y dirigir la lucha de clases para llevar a cabo la revo-

lución proletaria.Su primera edición circuló el 25

de octubre de 1966. Antes se publi-có el “Pueblo Revolucionario” y, posteriormente, aparece “Esparta-co”, con el que se recupera simbó-licamente el valor de la lucha de los esclavos contra la explotación que impone una sociedad bajo el impe-rio de la propiedad privada.

Fiel a la línea proletaria de nues-tro partido, EN MARCHA, en to-dos estos años ha sido el portavoz de las orientaciones trazadas por nuestro Comité Central, de cada uno de los momentos, en cada una de las circunstancias por las que ha atravesado el combate de la clase obrera y demás sectores democráti-cos y patriotas de nuestro país.

El desarrollo del periódico En Marcha, tanto en el contenido como en la forma, es parte consustancial al desarrollo experimentado por el Partido. Los embates de la crisis, la represión de las dictaduras, la per-secución e intentos de impedir su publicación, han sido enfrentados y, con la seriedad política de un Parti-do revolucionario, el nuestro ha sa-bido mantenerlo y consolidarlo por-que constituye una importante arma en el marco de la lucha ideológica.

EN MARCHA ha impulsado la propaganda del partido, facilitando la vinculación de la militancia con amplios sectores del país.

En sus páginas se expresan las posiciones ideológicas, políticas, económicas, culturales, el enfoque del Partido Comunista Marxista Le-ninista hacia las masas, para los mi-litantes es la línea, la dirección, el sentido hacia donde la organización de la revolución debe empujarse.

El periódico de los comunistas tienen como principal arma el mar-xismo leninismo, que le permite generar en el proletariado sus pro-pias experiencias y conocimientos, llegar al centro de las clases revolu-cionarias, ha organizado al partido, le ha permitido acumular fuerzas y autofinanciar la revolución.

Se ha esforzado en sus páginas por acentuar el camino indepen-diente del pueblo, de la clase obre-ra; por forjar la unidad popular ba-sada en un programa definido apun-tando siempre hacia el fundamental objetivo la toma del poder.

La prensa comunista desde sus inicios llegó y llega a los más apar-tados rincones con prontitud y se di-funde con rapidez en el seno de los sectores más avanzados de nuestro

pueblo para quien se lo hace.Es necesario garantizar su pago

oportuno y la consecución de fuen-tes materiales para asegurar su con-tinuidad; el trabajo de corresponsa-lía de las diferentes organizaciones en todo el país hace más vivo el contenido de nuestro semanario y su venta al vocero son las respon-sabilidades más prioritarias de todo comunista.

EN MARCHA ha tomado parti-

do abiertamente por la justa defensa de los intereses de la clase obrera, los pueblos y demás sectores so-ciales de nuestro país. En marcha cumple con su papel de propagar las ideas de cambio, educar, movili-zar y organizar a las fuerzas. Es en manos de los marxista-leninistas y el pueblo, se convierte en un instru-mento efectivo para la lucha por la revolución y el socialismo.

para la lucha por la revolución y el socialismo

La fuerza pública es un instrumento represivo al servicio del poder, pero no

es una fuerza unificada; en su interior existen contradicciones que pueden ser utilizadas por los revolucionarios para desestabilizar el sistema capitalista

, instrumento efectivo