La Mesa y La Construcción Del Comer. Formas y Relaciones

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La Mesa en la construcción del comer: formas y relaciones MPAA.6 2014/2015 ESTUDIOS OFICIALES EN MASTER Y DOCTORADO EN PROYECTOS ARQUITECTONICOS AVANZADOS Melissa Raquel Espaillat Bencosme #02 Arquitectura y Urbanismo del Paisaje HERRAMIENTAS DE INVESTIGACION EN EL PROYECTO CONTEMPORANEO Milla Hernández Pezzi Junio 2015

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Una aproximación arquitectónica al comer a través de la mesa

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La Mesa en la construcción del comer: formas y relaciones

MPAA.6 2014/2015 ESTUDIOS OFICIALES EN MASTER Y DOCTORADO EN PROYECTOS ARQUITECTONICOS AVANZADOS

Melissa Raquel Espaillat Bencosme

#02 Arquitectura y Urbanismo del Paisaje HERRAMIENTAS DE INVESTIGACION EN EL PROYECTO

CONTEMPORANEO Milla Hernández Pezzi

Junio 2015

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La Mesa en la construcción del comer: formas y relaciones

PRIMEROS Planteamientos iniciales

Daniel Spoerri.Tableau Pliegé(1972)

http://lilyisamermaid.tumblr.com/post/927863382/daniel-spoerri

Los espacios del comer se encuentran a todo nuestro alrededor y las actividades relacionadas con la comida ocurren en distintos lugares y dan forma tanto a espacios interiores como exteriores: en el diseño del restaurante, el café, los mercados, hasta el espacio abandonado debajo de un puente, las escalinatas, bancos de los parques y cualquier lugar de la ciudad en que nos encontremos mientras consumimos nuestros alimentos. La condición temporal a la que pertenece el comer es inherente al propio acto, pero a partir de los años 60 y 70 artistas como Gordon Matta-Clark, con sus proyectos de FOOD y ‘Pig Roast” , Daniel Spoerri, con sus series artísticas Eat Art1, y Antoni Miralda (como referentes paradigmáticos) sitúan el comer dentro del ámbito artístico desde su papel de “artistas relacionales”2, donde se interesan en la construcción de estos espacios en lugar de su representación. Movidos por un interés menos “formal” y más “relacional”, en sus obras utilizan el comer como medio para generar -más que atrapar o condensar- espacios y condiciones que

                                                                                                               1 Daniel Spoerri was one of the artists who signed the Nouveau Réalisme manifesto in Paris 1960; he also opened “Restaurant Spoerri” in Düsseldorf in 1968, introducing his concept of “Eat Art”, which dealt with an issue from everyday life – food, its creation and its decay. Even today, he is still known for the Eat Art concepts he created from 1959 to 1965 in a rented room in Hotel Carcassonne in Paris and which he developed in connection with his famous “trap pictures” and “tableaux-pièges”.http://www.kerberverlag.com/en/no_cache/productsearch/controller/Search/action/show/product/1410.html 2   (Ahora bien, en lo que se refiere a los artistas relacionales estamos en presencia de un grupo que por primera vez desde la aparición del arte conceptual , a mediados de la década de 1960, no parten en absoluto de la reinterpretación de tal o cual movimiento estético pasado; el arte relacional no es el “renacimiento” de un movimiento o estilo. Nace de la observación del presente y de una reflexión sobre el destino de la actividad artística. Su postulado fundamental-la esfera de las relaciones humanas como lugar para la obra de arte- no tiene ejemplos en la historia del arte, aunque aparezca a posteriori como el segundo plano evidente para la práctica estética y el tema modernista por excelencia(…) El espacio en que las obras se despliegan es el de la interacción, el de la apertura que inaugura el diálogo. Las obras producen espacios-tiempo relacionales, experiencias interhumanas que tratan de liberarse de las obligaciones de la ideología de la comunicación de masas……..(Bourriaud, 2006:53)  

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ponen en juego a la persona y el lugar en una duración limitada. La comida les sirve como un común denominador para construir un lenguaje que les permita lograrlo. Bourriaud(2006) identifica en lo que el denomina el “arte relacional” una respuesta a la sociedad del capitalismo tardío en la cual, lo que el autor denomina, "las autopistas de comunicación" restringen a la sociedad en trayectos únicos diseñados para garantizar un consumo sin pérdidas. De esta manera, la sociedad circula por el ansia de consumo constante, generando un sujeto-consumidor fungible el cual interactúa dentro de un espacio de relaciones estandarizado y fetichizado. Como resistencia a este paradigma, la intenc ión última del arte relacional es transformar este espacio de compra-venta en un espacio político.

Siguiendo a este autor se considerarán los espacios del comer como “dispositivos relacionales”, y la comida como germen que los genera: “Una obra puede funcionar como un dispositivo relacional que contiene cierto grado de variables aleatorias, una máquina que provoca y administra los encuentros individuales y colectivos”. De este modo, se busca determinar cómo estas experiencias artísticas nos llevan a pensar en el espacio del comer de una manera diferente. Los artistas generan una dinámica a través de sus propios “dispositivos relacionales”, de los que se pueden extraer conceptos y estrategias para una comprensión de las situaciones de comensalidad contemporáneas y de qué manera están respondiendo al tiempo y a la manera en que se viven y experimentan este tipo de espacios. De este modo, la mesa constituye uno de los elementos dentro de este dispositivo que abarca un ámbito mucho más complejo a estudiar en un proyecto mayor. El objetivo de la presente investigación es el de poner de manifiesto las potencialidades la Mesa como objeto configurador de la “construcción del comer”: de qué manera se genera el escenario de la comensalidad y qué formas presenta. Se pretende buscar qué estrategias pueden dar lugar a esta construcción: a nivel espacial y de las relaciones sociales que genera este tipo de intervenciones. Enfocándose en la creación de esas relaciones sociales como eventos temporales del comer. Es en “el concepto de los dos factores del tiempo (lineal y cíclico) donde mejor podemos encontrar el significado de la comida”. (Aguilar, en Torrijos(ed) et als, 1988:140)

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SEGUNDOS Piezas del dispositivo relacional. Condiciones y funciones

LA MESA

Sarah Wigglesworth y Jeremy Till, Increasing Disorder on a Dining Table.

***La Mesa: escenario de interacción***

…El propio evento de trabajo, comer juntos, es una actividad social. Reunirse alrededor de una mesa es un acto, la creación instantánea de un espacio público. El proyecto ha pasado de ser un documento , una hoja de papel, o en el mejor de los casos una maqueta real o un vídeo a ser una actividad. Un

resultado puede ser una comida. (Soriano, 2009)

Una mesa, según su definición, es un mueble formado por un tablero horizontal, sostenido por uno o varios pies, con la altura conveniente para poder realizar alguna actividad sobre ella o dejar cosas encima. Como lugar sobre el que se desarrolla el comer en su sentido más directo y literal, se puede considerar como el territorio que modera las relaciones que ocurren durante una comida. A pesar de las incontables formas que puede presentar este objeto, siempre cumple con un objetivo muy claro: servir como una superficie horizontal, sobre la que se produce el intercambio del comer. Pero la idea de la “mesa” abarca un sentido más amplio, y puede ser tan “inmediata como la palma de la mano, tan desechable como un envase de plástico, o tan refinada como una vajilla de plata”(Leatherbarrow en en Horwitz y Singley, 2004). Si bien la mesa no define por sí sola el espacio contemporáneo del comer, es un elemento susceptible de ser apropiado y utilizado como instrumento para encontrar nuevos significados.

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Según De Certeau y Giard (1998), la mesa es una “maquinaria social tan complicada como es efectiva”3. En este sentido, la presencia(o ausencia) de una mesa se convierte en una potencialidad que sólo se activa cuando se completa todo el dispositivo: con la comida y con las personas. Estos autores, además, se refieren a distintas frases cotidianas que se derivan del concepto de la mesa y que refuerzan la idea de lugar de encuentro y de conversación. Antes, durante y después de la comida, la mesa se puede percibir-según Leatherbarrow(2004)- de diferentes maneras: como una huella cuando ya se ha terminado de comer, como un “objeto-tipo” antes de uno sentarse, y como elemento tácito mientras ocurre la comida. 4 Este autor reclama la preocupación por percibir, desde el punto de vista arquitectónico, el aspecto sobreentendido del “durante” en el comer, argumentando que estos aspectos de esta actividad son un ejemplo instructivo de cómo el arreglo y distribución de los espacios puede tener sentido de diversas maneras. Pero también, de cómo el papel del tiempo, en la mesa, es vital para reconocer distintos patrones en el comer. Los pasos de una comida pueden resultar de requerimientos prácticos, cada uno con su propia prioridad y tiempos determinados. Primero, la preparación de la superficie (la mesa). Luego de esto, el consumo de los distintos platos, que intercalan momentos de pausa y conversación entre los comensales, dotando de una amplitud a la dimensión social de la comida. Después de concluido el consumo, vuelve otra fase de preparación y limpieza del espacio. Daniel Spoerri, con sus “tableaux pliegés”(desde 1960) reflexiona acerca de esta temporalidad cuando convierte en una obra de arte “permanente” un momento congelado dentro de una comida. Estas acciones permiten reflexionar extendidamente acerca de la forma en que se relacionan los objetos dentro del espacio que representa la mesa, pero también invita a pensar en los determinados elementos que se pueden identificar que permitan reconstruir mentalmente la situación, ya pasada. De este modo la mesa se podría reconocer como un receptáculo de memoria que se renueva cada vez que se prepara para una nueva comida. Los arquitectos Wigglesworth y Till(2002) por medio del dibujo “Increasing Disorder on a Dining Table” documentan la progresión temporal de una cena, desde la mesa perfectamente arreglada, mapeando todos los movimientos realizados durante el consumo, hasta el momento en que se abandona la mesa y los restos que quedan sobre ella. Estos dibujos podrían servir como medio para analizar la experiencia del comensal, extrayendo y aislando cada movimiento en sus elementos fundamentales con el fin de diseñar una mejor interfaz para comer, y de este modo, producir y predeterminar las formas de relación entre las personas, los utensilios y los alimentos, así como las relaciones entre comensales.

                                                                                                               3  The table is a social machinery as complicated as it is effective: it makes one talk, one “lays everything on the table” to confess what one wanted to keep quiet, one gets “grilled” by a skillful neighbor, one yields to a momentary excitement, to a fit of vanity, to the velvet smoothness of a red wine, and one hears oneself tell all about what one had sworn the day before to hide from everyone. (De Certeau y Giard, 1998:197) 4  Before, after and during the meal, then, the table gives itself in different ways: as a trace once eating is over, as a type before one sits down, and tacitly while the meal is occurring. Though architects often concern themselves with the first two of these modes of articulation, trace and type, the third, the tacit voice, is equally important in what I like to describe as “table talk”(Leatherbarrow en Horwitz y Singley, 2004:212)

 

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Anderson(2004) argumenta que el comensal necesita el lugar tanto como los alimentos para experimentar adecuadamente la comida5.En este sentido, Spoerri(1980) en su obra -titulada tras el poema de Stéphane Mallarmé - “Un coup de dés”(el azar no se puede evitar tirando dados), trata la mesa como un escenario en el cual desarrolla y controla una serie de condiciones para los comensales. Este artista plantea una mesa dividida longitudinalmente en dos partes enfrentadas. En una parte, ofrece a los comensales un menú opulento y en la otra un menú austero. La decisión sobre quién obtiene una comida rica o pobre, depende de los dados que se lanzan al comienzo del banquete. Durante la cena, los comensales están confrontados con esta distribución desigual, lo que genera una diversidad de situaciones y convierte a los participantes en protagonistas de la acción. De modo que se puede deducir que la materialidad de los objetos y de la propia mesa son importantes en cuanto se puede manejar un constructo socio-espacial, y una percepción del espacio físico a través de la generación de situaciones-condiciones más allá del aspecto físico (en este caso, jugando con el aspecto socio-económico de clases).

***Formas y disposiciones de la mesa***

“Indigestion” condensa la narrativa de cine negro arquetípica en un diálogo brusco entre dos personajesde relaciones ambiguas en una mesa cenando. Refleja una cena como un “Teatro de lo

absurdo”, un territorio fértil para juegos de roles, el cual han explorado notablemente con este vídeo interactivo los arquitectos Diller y Scofidio (1995). En esta pieza, los visitantes podían experimentar una cena performada desde la perspectiva de los diálogos de los comensales (audio) y los movimientos de sus manos proyectados en la superficie de la mesa. Pero, lo que expresan los dos guiones no cuenta

necesariamente la misma historia.(Soriano, 2001) A través de la forma y disposiciones de la mesa, se establecen dentro de ella los límites entre público y privado. Desde los propios objetos y utensilios (los cuales, según su función pueden ser compartidos o no), hasta su forma y ubicación en el espacio, se determina la cantidad de comensales y cómo se interrelacionan. De acuerdo con esto, “mientras el cuerpo ingiere los alimentos, también incorpora a él el servicio de la mesa, el mobiliario, el comedor, y sus variadas decoraciones.6 Es decir, la mesa sirve como el punto de partida para una experiencia general del espacio generado por la comida.

                                                                                                               5 The diner needs the place as much as the food to experience a meal properly (Anderson en Horwitz y Singley, 2004:247-258)

6  As the body takes in the meal, it also incorporates the table service, furniture, dining room, and their various embellishments.

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Tanto la forma como la disposición de la mesa condicionan el espacio del comer de una manera directa, propiciando distintos as manera de relación. Así, cuando se realizan las celebraciones para el Nuevo año de la población Hani en China, se “crea instantáneamente un espacio público” con el único hecho de sacar y unir una gran cantidad de mesas a lo largo de una calle y organizar un banqute en el que toda al comunidad participa. Por el contrario, se puede observar que en las grandes celebraciones occidentales lo que se crean son composiciones de múltiples mesas distribuidas en un gran espacio , por lo que se restringe (al menos la idea de) el contacto directo con el grupo completo y se limita a quienes se tiene en frente en la mesa. De esta misma forma, en restaurantes como Brasserie (Diller+ Scofidio) se juega con la ubicación y distribución de las mesas, donde se evidencia una voluntad de producir experiencias muy particulares de acuerdo al lugar en donde se encuentre el usuario. Por ejemplo, la sensación de aislamiento, con la creación de unos compartimientos de mesas individuales franqueadas por muros de cristal translúcido.

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*La no-mesa*

     

Existe también el caso en el que la mesa precisamente consiste en la ausencia de ella. El objeto físico de la mesa se reduce, como se referían Horwitz y Singley (2004) al contemplar las diversas mutaciones que puede sufrir la idea de lo que debería ser una mesa para comer, que más bien podría ser valorada como un “lugar” en su sentido más amplio. En 1971, Gordon Matta Clark, a propósito de la presentación “Under the Brooklyn Bridge” junto a varios artistas, asa un cerdo completo bajo el puente de Brooklyn. Durante 18 horas, tirado en una hamaca espera pacientemente que esté listo, y cuando lo está, sirve aproximadamente quinientos sándwiches de jamón a quienes participan del evento o pasan a ver curiosos el acontecimiento7. Alejándonos de la visión histórica del arte en la que está inmerso este proyecto, se puede evidenciar que existe en el artista(con o sin intención) un conjunto de piezas o elementos preparados para realizar una función determinada y que evoca situaciones más complejas. En este caso los elementos son la comida (el cerdo cocinándose sobre ramas y troncos de madera), el espacio en el que se come (la sombra y cobijo que proveía el puente, y la hamaca improvisada para el momento), y las relaciones interpersonales que se crean alrededor de ellos. “toda obra de arte espacial es una producción conjunta en la que objetos y actividades se conjugan para dar lugar a una obra que supera la suma de sus significados”(Torrijos, 1988:31) En este caso el espacio arquitectónico per se, ese intersticio entre el puente y el suelo, con las condiciones que presentaba, sirvió como escenario para la verdadera construcción del momento, el comer, alrededor del cerdo, donde con mínimos elementos se crearon las condiciones para poder permanecer por 18 horas en la preparación, y al final, durante el consumo en sí del producto, el mismo cuerpo de quien consumió sirvió como arquitectura, sin mesas, sillas, ni utensilios para comer. De este modo, “podemos comprender el alimento entonces no solamente como un objeto natural, estático en inmóvil que afecta a nuestros sentidos por sí solo, sino también como una cosa temporal, un proceso que pertenece a la vida y al tiempo.”(Aguilar en Torrijos, 1988:105) Este modo de hacer se hace visible en la ciudad contemporánea con el creciente auge de la presencia de las formas de comer callejeras, la creación de eventos “pop-up”(escenarios efímeros del comer), y con la búsqueda de nuevas experiencias que lleven el comer a una dimensión cada vez más novedosa y cambiante.

                                                                                                               7 (Ness y Yho, 2001)

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**Conclusiones** “La arquitectura domestica el espacio ilimitado y nos permite habitarlo, pero éste debería asimismo domesticar el espacio infinito y permitirnos habitar el continuum del tiempo”. (Pallasmaa, 2006: 32) Con la comida se genera un espacio que es diferente a cualquier otro tipo de espacio de consumo o de intercambio, porque reúne en una sola acción lo cotidiano, la satisfacción de una necesidad vital, el disfrute y la experiencia a través de los sentidos y sobre todo la vida en sociedad. La mesa, en este contexto, sirve como terreno fértil para la búsqueda de nuevas formas de relación. La búsqueda constante, en el mundo artístico, de nuevas relaciones entre la persona y la comida a través de la mesa, generan una pautas que son directamente aplicables a la arquitectura, sobre todo porque los límites entre las disciplinas se borran hasta tal punto que, si se saca de contexto la obra artística, se puede observar que utilizan los mismos recursos de nuestra disciplina. La mesa, es por tanto, se debe considerar un lugar del cual partir, en oposición a la idea de objeto que se ubica en un espacio determinado, y las configuraciones de la misma pueden llevar a la creación de situaciones y relaciones desde esta escala(que representa lo cotidiano) hacia escalas mayores.

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BIBLIOGRAFIA

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Libros

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Revistas

Ness, K. y Yho, S. (2001b). Diccionario por fascículos V. Fisuras, (10), pp.148-151.

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