La Mirada Costumbrista de Rugendas

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B A R B F F L, ARTE Entre y , el pintor alemán retrató en dibujos y pinturas el paisaje y los personajes del México rural y urbano que descubrió desde Veracruz hasta Colima. A pesar de la corta estadía –fue obligado a salir del país–, reejó la vida cotidiana en un momento de transición entre la época virreinal y la conformación del Estado moderno. 72 LA MIRADA COSTUMBRISTA DE R

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  • Blanca Azalia Rosas BarreraFacultad de Filosofa y Letras, unam

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    Entre 1831 y 1834, el pintor alemn retrat en dibujos y pinturas el paisaje y los personajes del Mxico rural y urbano que descubri desde Veracruz hasta Colima. A pesar de la corta estada fue obligado a salir del pas, reKej la vida cotidiana en un momento de transicin entre la poca virreinal y la conformacin del Estado moderno.

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    Franz Hanfstaengls, Johann Moritz Rugendas, ca. 1852.

    Los artistas viajeros fueron grandes exponentes del romanticismo, corriente surgida a Cnales del siglo xviii y principios del xix como con-secuencia de la revolucin francesa que puso en entredicho al despotismo ilustrado en el gobierno y quiso eliminar los valores polticos y religiosos tradicionales, as como del desa-rrollo tecnolgico implicado en la revolucin industrial inglesa. En el caso de los escritores, ilustradores y pintores, este movimiento se vio reKejado en el intento de aprehender el mundo desde una perspectiva subjetiva y de eliminar las jerarquas entre gneros, as como desdear la enseanza acadmica de un arte y literatura oCciales realizados con conven-ciones racionalistas y clasicistas. Aunque los ideales que guiaban al espritu romntico fueron continuamente redeCnidos a lo largo de la primera mitad del siglo xix (incluso llegaron a integrarse a la enseanza acadmica), se fundamentaron siempre en el concepto de la libertad artstica para capturar la esencia de la naturaleza. En el caso de la literatura, el gnero costumbrista se convirti en el mejor medio para el rescate de lo propio y para reaCrmar la identidad nacional, lo que se logr en gran medida con la publicacin de libros y revistas ilustradas. La proliferacin de este tipo de publicaciones impuls a su vez el desarrollo de las artes grCcas, el grabado y la litografa, las cuales tenan mayores libertades frente a los principios acadmicos y permi-tan reproducir ms imgenes manteniendo la calidad del dibujo. El espritu romntico se hizo presente en muchos viajeros de la primera mitad del siglo xix, quienes salieron de sus pases de origen para buscar lo pintoresco, las tradiciones y las races de naciones poco conocidas, entre las cuales Mxico tuvo un papel destacado. Desde el siglo xviii, por pintoresco se entendan los

    elementos distintivos de regiones extraas, sobre todo las costumbres y el paisaje, orga-nizados armnicamente en textos e imgenes para el pblico europeo. Aunque los juicios de cada viajero partan de intereses e ideales particulares, por lo general econmicos y po-lticos, el espritu romntico de la poca les dio un Cn comn: interpretar a una nacin apenas conocida, desmintiendo los juicios que sobre ella se haban producido. El barn Alexander Von Humboldt, quien recorri Amrica entre 1799 y 1804, fue el primer viajero europeo que cuestion la in-formacin existente sobre Mxico. En sus trabajos sobre el reino de Nueva Espaa que-daron sistematizados todos los conocimientos tiles sobre esta regin, siendo confrontados con estudios respecto a la realidad histrica, geogrCca, botnica, zoolgica y antropolgi-ca. El cientCco alemn inspir un nuevo tipo de viaje y de publicaciones, con el criterio de la documentacin y la observacin directa y objetiva. Su Essai politique sur le royaume de la Nouvelle Espagne (Ensayo poltico sobre el reino de la Nueva Espaa) y su Atlas gogra-phique et physique du royaume de la Nouvelle Espagne (Atlas geogrCco y fsico del reino de la Nueva Espaa), publicados en Pars en 1811, tuvieron una enorme inKuencia en cien-tCcos y artistas, as como en la mayora de los viajeros europeos que con diversos motivos se interesaron por esa parte de la entonces Amrica espaola. Adems, su inters por el empleo de la pintura como medio de registro para la ciencia inKuy en diversos artistas para realizar su viaje a Mxico.

    Un bvaro en MxicoEl recorrido de los artistas viajeros por el te-rritorio mexicano inspir la revaloracin de la pintura de paisaje y los temas de gnero,

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    considerados menores por las academias de arte fren-te a los temas histricos. Algunos participaron en las artes grCcas y otros dieron autonoma al boceto y los estudios de modelos. Sus obras trascendieron la mera ilustracin cientCca, las prcticas acadmicas y la re-presentacin de particularidades fsicas o psicolgicas para centrarse en expresiones y sentimientos, buscando mostrar un simbolismo referido en los elementos na-turales, que fuera ms all de las intenciones del pintor y el conocimiento de la tradicin. Un representante indiscutible del romanticismo fue el pintor bvaro Johann Moritz Rugendas, nacido en Augsburgo el 29 de marzo de 1802, en el seno de una familia de artistas. Inici su formacin bajo la tu-tela del pintor de batallas Albrecht Adam, y la sigui en la Academia de Arte de Mnich, donde realiz vistas urbanas y paisajes. Rugendas fue contratado en 1821 por el naturalista y cnsul de Rusia en Ro de Janeiro, el barn Georg Heinrich LangsdorN, como ilustrador de una expedi-cin a Brasil. Las diferencias con el barn lo llevaron a abandonar el viaje y continuar por su cuenta. A su re-greso a Europa, se estableci en Pars para publicar las notas y litografas sobre el viaje, lo que logr con ayuda del barn de Humboldt, quien se mostr especialmen-te interesado en el realismo de sus bocetos sobre la naturaleza brasilea. En 1827 se public por entregas su Voyage Pittoresque dans le Brsil (Viaje pintoresco a Brasil), formado por 100 litografas, y en 1835 la casa Engelman edit la obra en francs y alemn. Rugendas continu su formacin artstica e intelectual en Pars e Italia, vindose inKuenciado por el naturalis-mo y el romanticismo en boga, as como por los maes-tros clsicos. Nuevamente su relacin con Humboldt lo motiv a realizar un segundo viaje por Amrica. Debido a la falta de patrocinadores, coste la empresa con sus propios medios, valindose de la venta de sus obras.

    El pintor bvaro lleg a Mxico en 1831. En su re-corrido por Jalapa y Orizaba se hosped en la hacienda El Mirador perteneciente a Carl Christian Sartorius, promotor del establecimiento de colonias agrcolas ale-manas en Mxico, de quien pronto se hizo amigo. La relacin de estos germanos fue ms all de la naciona-lidad o las tendencias polticas liberales, puesto que en 1852 se edit en Alemania Mexiko Landschaftsbilder und Skizzen aus dem volksleben (Mxico. Paisajes y bosquejos sobre la vida del pueblo) escrito por Sartorius, ilustra-do con 18 grabados en acero realizados por Rugendas, y que despus apareci con los ttulos Mexico and the

    mexicans y Mxico hacia 1850. En las ilustraciones se puede apreciar el itine-rario del artista, su recorri-do por Veracruz y Puebla (noviembre a diciembre de 1831); la ciudad de Mxico y sus alrededores (de ene-ro de 1832 a diciembre de

    1833) y la regin occidental, especCcamente Michoa-cn y Colima. Los grabados de la obra de Sartorius constituyen una muestra representativa del prolijo trabajo de Ru-gendas en territorio mexicano. Represent numerosos paisajes, destacando los volcanes y las sierras, vistas ur-banas, escenas costumbristas y retratos, en su mayora realizados al leo. Durante su estancia en la capital, hizo obras en pequeo formato y bocetos, tanto por gusto personal como por encargo. Su relacin con po-lticos, cientCcos y artistas nacionales le atrajo trabajo constante, con lo cual costeaba sus viajes por el pas. Asimismo, su relacin con otros viajeros foment su inters en el paisaje y los habitantes de Mxico. Co-noci al alemn Carl Nebel, cuyo viaje tambin fue inKuido por Humboldt, y al francs Jean-Frdrick Waldeck, con quienes compiti en la realizacin de una descripcin completa de Palenque para participar en un premio otorgado por la Socit de Gographie de Pars, el cual nadie gan.

    Rugendas continu su formacin artstica e intelectual en Pars e Italia,

    vindose in$uenciado por el naturalismo y el romanticismo en boga, as como por

    los maestros clsicos.

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    Weitsch, Friedrich Georg, Retrato de Humboldt, 1806, Alte Nationalgalerie.

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    Rugendas, Johann Moritz, Fuente principal de la

    Alameda Central, ca. 1832. INAH-

    Museo Nacional de Historia.

    Rugendas, Johann Moritz, Paseo

    de la Viga, ca. 1832. INAH-Museo

    Nacional de Historia.

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    Personajes mexicanos Si bien la obra paisajstica de este artista alemn fue numerosa, la presencia de los habitantes de cada regin era un elemento indispensable para resaltar la singu-laridad de cada cuadro. Como otros artistas viajeros que recorrieron Mxico en la primera mitad del siglo xix, Rugendas represent la sociedad mexicana a partir de la seleccin de tipos populares, cuyo atuendo y actividades, as como su entorno, resultaran representativos por su carcter pintoresco. Sus obras muestran temas idealizados, armados a partir de aquellos elementos distintivos en la compleja so-ciedad y paisajes del pas. En bellos cuadros de cos-tumbres el pintor alemn re-produjo personajes del interior del pas, como mujeres indge-nas de Puebla, Indios de tierra templada, arrieros, Placeros y rancheros, el Jarocho y el Chi-naco, las tortilleras poblanas, y Soldados de tierra caliente y fruteros. Asimismo, realiz pinturas y dibujos que muestran la convivencia de los capitalinos en las Cestas que se hacan en el paseo de La Viga, el recorrido por la Alameda u observando una Corrida de toros. Sus trabajos tambin muestran a la bella China poblana, mujeres mestizas vendiendo frutas rodeadas de compradores y escenas que reunan a personas de diversas clases sociales en las calles, pla-zas y paseos principales de la ciudad. En cuanto a la representacin de los personajes y costumbres mexicanas ms distintivas, el propio Sar-torius expres que las escenas de mercado fueron la mejor situacin para representar estampas de la so-ciedad mexicana. Casi todos los viajeros extranjeros, escritores y artistas mostraban su admiracin por la

    variedad de productos mexicanos, inexistentes en los campos europeos. Estos productos no podan faltar en los principales mercados de la capital, como diversidad de maderas Cnas, especias, textiles de Cbras naturales, animales silvestres, manufacturas indgenas, alimentos tpicos y, sobre todo, los coloridos puestos de frutas y

    legumbres. Entre las escenas ms com-pletas y bellas sobre los puestos de fruta podemos mencionar dos leos de Rugendas. El pri-mero lleva por ttulo La reina del mercado (ca. 1833), en don-de se aprecia un puesto coloca-do en la pared de un ediCcio o posiblemente en un portal, que gracias a la presencia del esta-blecimiento ha perdido una de sus salidas. La bella vendedora de atuendo mestizo, mismo que resalta su Cgura, baja un racimo de uvas para ponerlo en el pauelo de un ranchero. Las uvas y los pltanos cuelgan del techo del ediCcio bajo la sombra que protege al puesto. El resto de las frutas aparecen

    colocadas sobre tarimas de madera o cajas dispuestas en forma piramidal, de las cuales podemos distinguir pias, mangos, naranjas, caas y lechugas. En la segunda escena, titulada Mercado en Mxico (ca. 1833), un puesto muy parecido se ubica en medio de una plaza, y en el que distinguimos a la vendedora mestiza sostenida del armazn del toldo que cubre su mercanca. Lo que ms llama la atencin, al igual que en la imagen anterior, es la variedad de personas que rodean el puesto. Podemos ver a religiosos, estudian-tes, soldados y mujeres vestidas a la espaola otras de atuendo mestizo, rancheros, lperos, mandaderos y vendedores ambulantes caminando o tendiendo sus productos en el suelo, as como una pareja de indgenas

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    Portada de Mexico and the mexicans, Londres, Trubner y Co., 1859.

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    que no parece tener ninguna relacin con el medio urbano. Aunque se trata de escenas exteriores, capturan la esencia del mercado mexicano que tanto interes a los europeos, es decir, su capacidad de reunir a todas las cla-ses, mientras muestran las claras diferencias sociales marcadas por la indumentaria y la actividad. Sin duda, el mercado era el espacio pblico idneo para representar una imagen de la sociedad mexicana observada con suma atencin por Rugendas. Por lo general, sus obras muestran la desi- gualdad prevaleciente: la pobreza y el atraso del indgena, mismo que tena un papel im-portante en el abasto de productos de primera necesidad en las ciudades y poblaciones; la presencia de vendedores ambulantes en los espacios pblicos y festividades indicando la proliferacin de empleos informales a los que recurra la clase urbana con escasos recursos econmicos. Esto, en contraste con la alta sociedad de hombres y mujeres dedicados al ocio, al paseo y la conversacin, as como miembros del clero, cuya riqueza e inKuen-cia segua siendo un hecho para la dcada de 1830.

    Final de la aventuraPodemos suponer que la estancia de Rugendas en la ciudad de Mxico no se limit al simple paseo y desarrollo de su arte, pues era asiduo asistente a tertulias y reuniones privadas. Si bien sus relaciones personales le procuraron constante trabajo y sustento, tambin provo-caron su salida del pas. La colaboracin del artista en el escape de la capital de sus amigos el general Jos Morn y el escritor Miguel de Santa Mara (perseguidos por apoyar los le-vantamientos en contra del programa liberal de Valentn Gmez Faras), lo llev a per-manecer dos meses en la prisin de la Acor-

    dada, tras lo cual se le conmin a abandonar el pas. Antes de cumplir tal disposicin, el artista sigui su viaje por Michoacn y Co-lima. Aparentemente, Morn y Santa Mara tampoco sufrieron mayor castigo, quiz por la inestabilidad poltica reinante en ese momen-to; el primero recibi un aplazamiento a su condena y ocup cargos militares importantes, y el segundo sali del pas como ministro en Londres, siendo despus Crmante del tratado de Santa Mara-Calatrava, en el que Espaa reconoci la independencia de Mxico. Despus de su excursin por occidente, prolCca en vistas de volcanes, Rugendas fue obligado por oCciales del gobierno a embar-carse en el puerto de Acapulco con destino a Chile. El artista alemn continuara de esta manera su viaje por Amrica, fructfero en dibujos, pinturas y relaciones sentimentales, que incluy Per, Bolivia, Argentina, Uruguay y, otra vez, Brasil. Rugendas regres a Pars en 1847 para in-tentar publicar sus obras, aunque no tuvo xito, pero le reconocieron el mrito de su trabajo y le otorgaron una pensin vitalicia. Aunque llev una vida precaria econmicamente, no estuvo exenta de otros reconocimientos. En 1854, por intervencin de su viejo amigo el barn de Humboldt, fue condecorado con la orden prusiana del guila Roja. Se cas en mayo de 1858 y falleci un mes despus de un ataque al corazn. Las escenas de costumbres y paisajes mexi-canos realizados por Rugendas son en la ac-tualidad una fuente muy rica de informacin sobre la vida cotidiana en los primeros aos del Mxico independiente. En el mbito lo-cal, la Academia de San Carlos careca en este periodo de los fondos necesarios para el desarrollo de las artes, sobre todo de gneros que an no obtenan autonoma frente a los

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    Para saber ms:Diener, Pablo, Lo pintoresco como categora esttica en el arte de viajeros. Apuntes para la obra de Rugendas, Historia, Chile, PontiCcia Universidad Catlica de Chile, 2007, en http://revistahistoria.uc.cl/estudios/1043/.

    Prez Salas, Mara Esther, Ti-pos y oCcios a mediados del siglo xix en la ciudad de Mxico: Pintores-quismo o modos de subsistencia?, en Mara del Carmen Collado (coord.), Miradas recurrentes II. La ciudad de Mxico en los siglos XIX y XX, Mxi-co, Instituto de Investigaciones Dr. Jos Mara Luis Mora/uam, 2004, pp. 164199.

    Esparza Liberal, Mara Jos, "La aventura cientCca y romntica: los volcanes mexicanos en la obra pls-tica de Johann Moritz Rugendas, en Karl Kohut, Alicia Mayer et al., Alemania y el Mxico independien-te. Percepciones mutuas, 1810-1910, Mxico, ciesas/unam/Herder/Uni-versidad Iberoamericana/Ctedra Guillermo y Alejandro de Humboldt, 2010, pp. 11-131.

    motivos histricos y las alegoras, como la pintura de temas costumbristas o de gne-ro. En este sentido, Rugendas, como otros destacados artistas viajeros europeos que re-presentaron Mxico en la primera mitad del siglo xix, nos legaron importantes referencias sobre la vida diaria, las ciudades y los paisajes mexicanos en el momento de transicin entre el rgimen virreinal y la consolidacin de un Estado moderno, la cual inici en la segun-da mitad del siglo xix. Ellos se encargaron

    de tomar personajes representativos de la vida urbana y rural mexicana, tipiCcndolos. Aunque para lograr lo anterior tuvieron la inKuencia de la pintura de castas y las Cgu-ras de cera hechas por artesanos mexicanos desde el periodo colonial, los viajeros a su vez inKuyeron en el desarrollo del costumbrismo mexicano, en la literatura, las artes grCcas, y posteriormente en la pintura, en suma, en el intento de artistas y escritores mexicanos por deCnir lo propio.

    Rugendas, Johann Moritz, Poblanas y tortilleras en el portal de un mercado, ca. 1832. INAH-Museo Nacional de Historia.

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