La Mitología en las Artes: Aplicación didáctica en el aula C.P.R de Cieza Mª del Carmen...
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La Mitología en las Artes: Aplicación didáctica en el aula
C.P.R de Cieza
Mª del Carmen Salmerón Vázquez
LOS TRABAJOS DE HÉRCULES
Hércules (en griego, Heracles) era hijo de Zeus y de la mortal Alcmena, pero fue adoptado por el marido de ésta, Anfitrión. No obstante, Hera, esposa de Zeus, siempre estuvo furiosa contra este fecundo fruto de adulterio.Por eso, la diosa hizo que Hércules enloqueciera durante un momento y matara a sus propios hijos, los que tuvo con Mégara, una princesa de Corinto. Cuando Hércules recuperó la cordura, tuvo que exiliarse para expiar su crimen fuera de Corinto y, como mandaba la antigua ley de los héroes, la condena y la purificación debían ser impuestas por otro héroe. En este caso su propio primo Euristeo, rey de Tirinto, le mandó realizar diez trabajos muy complicados: lógicamente, tuvo que hacer dos más porque le invalidaron los de la Hidra y la limpieza de los establos de Augías, el primero por ser ayudado por su sobrino y el segundo por exigir del beneficiado una compensación económica.
LOS TRABAJOS DE HÉRCULES
La Hidra de Lerna
Este monstruo tenía cuerpo de perro y nueve cabezas, una de ellas inmortal (en algunas versiones el número de cabezas puede ser tres, o doce), su aliento era letal y su sangre era ponzoñosa y anticoagulante. Aterrorizaba a toda la comarca y mataba el ganado. Además, cada vez que Hércules le cortaba una cabeza, le volvía a crecer de inmediato. Cansado de esto, Hércules solicitó la ayuda de su querido sobrino Yolao, que quemaba la cerviz de cada cabeza antes de que saliera otra. De este modo, Hércules cortó por último la cabeza inmortal, que enterró bajo una roca. Con la sangre de la Hidra emponzoñó sus flechas.
La Hidra de Lerna, de Gustave Moreau
Las aves del lago Estínfalo
Estas rapaces oscuras devoraban cosechas enteras y atacaban con
alevosía a los viajeros hasta matarlos. La diosa Atenea ofreció a su hermano Hércules unos címbalos de bronce con cuyo sonido espantó a las aves y las
sacó de los árboles para matarlas con sus certeras flechas.
Escultura de E.M. Bourdelle
El león de Nemea
Esta fiera fue engendrada por los monstruos Equidna y Ortro. Tenía aterrado a todo el valle de Nemea. Hércules intentó matarlo con flechas y otras armas cortantes, pero como su piel no podía ser atravesada, tuvo que estrangularlo con sus propias manos y aprovechó su piel para hacerse
una especie de capa protectora, convirtiéndola así en uno de sus signos distintivos.
Zurbarán
El jabalí del Erimanto
Era un animal monstruoso que devastaba los campos de Arcadia, por donde Hércules lo persiguió durante mucho tiempo. Como Euristeo le reclamaba al animal vivo, el héroe lo
atrapó con una red y se lo llevó a su primo que, espantado por el aspecto del monstruo, se escondió en una tinaja-
La cierva de Cerinía
Esta cierva era un animal fabuloso consagrado a la diosa Ártemis, hermana de Hércules. La cierva
tenía “cuernos” de oro y pezuñas de bronce, y corría tanto que era imposible alcanzarla. Durante un año Hércules siguió a la cierva
hasta alcanzarla y herirla con una flecha.
Los establos de Augías
Augías, rey de Élide, nunca limpió ni mandó limpiar sus establos, de modo que su suciedad era legendaria más allá de su comarca. Para limpiarlos sin entrar en ellos,
Hércules desvió el curso de dos ríos vecinos, el Peneo y el Alfeo, para que pasaran por dentro de los establos y
arrastraran toda la inmundicia. Pero Hércules exigió un pago por este trabajo, Augías se declaró insolvente para
no pagarle y el héroe lo mató.
Hércules desviando los ríos para limpiar los establos de Augías.
Zurbarán
El toro de Creta
Hércules consiguió domar a este soberbio animal, al
que Poseidón Había enfurecido y que asolaba la
isla de Creta.
Las yeguas de Diomedes
Diomedes era el rey de Tracia, alimentaba a sus yeguas con carne humana. Hércules logró matar a su
amo y se lo ofreció a las yeguas como pasto, logrando así amansarlas
y uncirlas al carro de Diomedes.
Xilografía del siglo XVII
El cinturón de Hipólita
Hipólita, reina de las amazonas, poseía un cinturón que Ares le había ofrecido. Hércules, ayudado por Teseo, la mató y se apoderó del preciado cinturón. En el curso de
esta expedición salvo a Alcestis y a Hesíode, hija del rey Laomedonte, amenazada por un monstruo marino. Como el rey no le entregó la recompensa prometida,
Hércules juró vengarse.
Los bueyes de Gerión
Geriones era un rey africano que tenia un magnífico rebaño vigilado por un dragón y un perro de dos cabezas. Agotado por el calor, Hércules amenazó a Helio con sus flechas. Este para calmarlo le ofreció un bajel de oro que le condujo al borde del
océano. Allí encontró el rebaño, se apoderó de los animales y después de un
largo viaje logró traérselos a Eristeo, quien los ofreció a Hera en sacrificio.
Las manzanas de oro de las Hespérides
Hera, que había recibido estas manzanas como regalo
de boda, las tenia al cuidado de unas Ninfas y un dragón en un
jardín magnífico donde solo Atllas tenia derecho a entrar.
Hércules consiguió la ayuda del gigante, el cual se apoderó de
los frutos mientras el héroe sostenía en su lugar la bobea
celeste.
El can Cerbero
Euristeo aterrado ante la nueva captura de Hércules, devolvió el
monstruo a los infiernos. Al bajar al reino de los muertos en
busca de Cerbero, Hércules, liberó a Teseo.
Mosaico romano que reproduce los trabajos de Hércules
Mª del Carmen Salmerón Vázquez