La Musica en El Proceso Emancipador

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CompromisoGremial + Agosto 2011 / NúmeroTres / 39 OPINIÓN La música en el proceso emancipador venezolano La primera mitad del siglo XIX fue un período bas- tante convulsionado para la mayor parte del territorio hispanoamericano. La inva- sión napoleónica y la abdi- cación de Carlos IV produ- jeron fuertes reacciones en ambos lados del Océano. El pueblo español se levantó en armas contra los franceses y América se manifestó a favor de los derechos de Fernan- do VII, quien se había visto forzado a vender sus títulos y heredades al corso. Cor- tes generales y juntas de gobierno se organizaron aquí y allá en defensa de la Co- rona española y en abierto desprecio al impuesto Rey de España y de las Indias, José Bonaparte, apodado sarcásticamente como Pepe Botellas, José Pepino, José Malaparte o el Rey plazuelas. Esta crisis marcó el inicio del proceso independentista en la América hispana, desatan- do cambios radicales y, en la mayoría de los casos, violen- tos. Una de las manifestaciones musicales propias de esos tiempos turbulentos fue la canción patriótica, que no es otra cosa que un canto uti- lizado para exaltar los sen- timientos revolucionarios y generar una conciencia de identidad colectiva. Tanto en Canción homenaje a Bolívar. José Ángel Montero Mariantonia Palacios.

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La Musica en El Proceso Emancipador

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    La msica en el proceso emancipador venezolano

    La primera mitad del siglo XIX fue un perodo bas-tante convulsionado para la mayor parte del territorio hispanoamericano. La inva-sin napolenica y la abdi-cacin de Carlos IV produ-jeron fuertes reacciones en ambos lados del Ocano. El pueblo espaol se levant en armas contra los franceses y Amrica se manifest a favor de los derechos de Fernan-do VII, quien se haba visto

    forzado a vender sus ttulos y heredades al corso. Cor-tes generales y juntas de gobierno se organizaron aqu y all en defensa de la Co-rona espaola y en abierto desprecio al impuesto Rey de Espaa y de las Indias, Jos Bonaparte, apodado sarcsticamente como Pepe Botellas, Jos Pepino, Jos Malaparte o el Rey plazuelas. Esta crisis marc el inicio del proceso independentista en

    la Amrica hispana, desatan-do cambios radicales y, en la mayora de los casos, violen-tos.

    Una de las manifestaciones musicales propias de esos tiempos turbulentos fue la cancin patritica, que no es otra cosa que un canto uti-lizado para exaltar los sen-timientos revolucionarios y generar una conciencia de identidad colectiva. Tanto en

    Cancin homenaje a Bolvar. Jos ngel Montero

    Mariantonia Palacios.

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    Espaa como en la Amrica hispana se protest contra el invasor con msica. Las le-tras de los cantos servan de vehculo para mofarse de los franceses y exaltar el valor de las tropas patriotas.

    En Espaa, el investigador Jos Gella Iturriaga*1 re-coge varias letras de cantos patriticos que circularon en Espaa en tiempos de la contienda contra Napolen.

    A las armas corred, espaoles,

    de la gloria la aurora brill;la nacin de los viles

    esclavossus banderas

    sangrientas alz.No escuchis en los

    campos vecinoslos infames franceses

    bramar?

    No los veis con frentica furia

    los hogares del pobre talar?---

    Resuene el tambor,veloces marchemosy la sangre espaola

    venguemosderramada con ciego furor.

    ---Despertad, espaoles

    valientes,que escuchis de la patria

    el clamor;quien no acuda a salvarla brioso

    1* Gella, 1964-1966.

    ser indigno del nombre espaol.

    Cantos similares a uno y otro lado del Mar Ocano se popularizaron con rapi-dez, porque sirvieron como motor ideolgico y relejaron las pasiones desbordadas. Expresiones como libertad, lucha, abajo cadenas, romper con el yugo y mo-rir por la patria son comu-nes en este repertorio que se interpretaba colectiva-mente en las calles, salones, teatros, clubes y sociedades ilarmnicas, a lo largo y an-cho del continente. Muchos de estos cantos no trascen-dieron ms all del momento en el que fueron coreados, pero otros se convirtieron en smbolos patrios, llegan-do incluso a convertirse en himnos de las nacientes na-ciones.

    Bailen los sincamisas, y viva el son del can!

    En el caso venezolano, las canciones patriticas ms antiguas de las que se tiene noticia datan de inales del siglo XVIII, concretamente de la poca de la malograda conspiracin de Manuel Gual y Jos Mara Espaa, frus-trada en 1797. Gracias a la imprudencia de uno de los conjurados, el comerciante Manuel Montesinos y Rico, se coniscaron muchos papeles comprometedores. Entre es-tos documentos estaban, en-tre otros, la versin espaola de los Derechos del hombre y del ciudadano, las Orde-nanzas, y la letra de dos can-ciones revolucionarias: La Carmaola Americana y La Cancin Americana. Despus de exhaustivos interrogato-rios y careos, se logr esta-blecer que los cabecillas de la conjura haban entrado en contacto con reos espaoles enviados a pagar condena en crceles americanas, por su participacin en la conspira-cin madrilea de San Blas. Se trataba de Sebastin An-drs, Jos Laxante, Manuel Corts de Campomanes y Juan Bautista Picornell. Los dos ltimos, hombres ins-truidos pertenecientes a la lite intelectual espaola, aparecen directamente vin-culados con la adaptacin y Lino Gallardo. Juan Lovera

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    traduccin de La Carmag-nole cancin revolucionaria francesa que alcanz enor-me popularidad y con la que se acompaaban las ejecu-ciones durante el Reino del Terror y con la impresin en Curazao del texto de La Cancin Americana, aunque esto no pueda ser compro-bado totalmente. La msica de estos cantos revoluciona-rios no se conserv, o tal vez nunca se escribi, porque su transmisin fue de viva voz. Sin embargo, en el archivo Francisco de Miranda y en el Archivo Gual y Espaa se conserva el texto de la adap-tacin al castellano. *2

    A pesar del fracaso de la conspiracin de Gual y Es-paa y de la incautacin de todos los materiales encon-trados, las canciones patri-ticas gestadas en ese pe-rodo vuelven a salir a la luz pblica en 1811, momento en el que Venezuela declara su voluntad de separarse del Imperio Espaol con la irma del Acta de la Independen-cia. El escritor Juan Vicente Gonzlez, en su Biografa de Jos Flix Ribas*4, mencio-na que en el Club de los Sin-

    2*Grases, 1978. 3*Calzavara, 1987: 138. 4*Gonzlez, 1988.

    misa se bailaba y cantaba una versin grotesca y ex-traa de La Carmaola Ame-ricana, compuesta por los Landaeta. Si se compara el texto de la versin de 1797 con el de 1811 no puede de-jar de advertirse su enorme parecido.

    Aunque pobre y sin camisa,un baile tengo que dar,

    y en lugar de la guitarra,caones resonarn,

    Que bailen los sin camisasy viva el son del can. *5

    Algo similar ocurre con la letra del Canto de las Saba-nas, que entonaban los lla-neros bajo el mando de Jos Antonio Pez y recogido por el general britnico Richard Longield Vowell durante su estada en los llanos de Ba-rinas.

    Si acaso te preguntanpor qu andis descamisado

    (Avanzad! Avanzad! Avanzad!

    con machete en mano)Decid que con sus tributos

    Los Godos me la han quitado. *6

    En los tres casos se habla de los sans-culottes, sin camisa o descamisados, para referirse al hombre del pueblo, se critica la explota-cin por parte de la autori-dad establecida, y se invita a luchar contra la tirana, bien sea al son del can o ma-chete en mano.

    Tampoco la Cancin Americana tiene autor co-nocido, pero se inspira evi-dentemente en los trminos y expresiones caractersticos de la Revolucin Francesa. Su letra fue reimpresa el 20 de enero de 1811 en Cara-cas por J. Baillo y Cia., con algunos cambios para adap-tarla a las circunstancias del momento. En un retrato del msico Lino Gallardo (1773-1837), pintado por Juan Lo-vera en fecha cercana a 1830, se puede ver una par-titura en la que se distingue un fragmento de la meloda del coro. De all que se le atribuya su composicin. Si se comparan los textos de 1797 y el de 18011 queda evidenciada su enorme simi-litud. *7

    Viva el Rey! Muera el Rey!

    Entre 1797 y 1811, muchas otras canciones se cantaron en Venezuela para exaltar los nimos. Por su-

    5* Ibid: 27. 6* Benedittis, 2002: 286. 7* Bugliani, 2004.

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    8* Op.cit: 139.

    puesto que no todas ellas se referan o favorecan la causa independentista. Por ejem-plo, cuando se inaugur el Teatro del Coliseo en 1808, la Gaceta de Caracas del 30 de diciembre rese la re-presentacin de la obra La Espaa restaurada atribuida a Andrs Bello, en la que se defendan los derechos del Rey Fernando VII. La nota dice textualmente: Muchos de los espectadores acom-paaron en aquella, y princi-palmente en la siguiente no-che, el ritornelo o coro con que terminaba cada una de las coplas de la Cancin Pa-tritica, con lo que quedaba evidenciada la idelidad del pueblo caraqueo al monar-ca espaol. Tambin en ene-ro de 1809 tuvieron lugar en Caracas los festejos en apoyo a la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino, que se haba constituido en Es-paa en septiembre de 1808 con el objetivo de asumir el poder del Estado durante la ausencia de Fernando VII. El musiclogo Alberto Cal-zavara *8 menciona que se compusieron canciones pa-triticas que contenan toda la expresin del ms tierno amor a nuestro soberano, el implacable horror al jurado enemigo y la inlamada ge-neral disposicin a extermi-narle con la ms sangrienta guerra, segn documentos de la poca. Estas canciones

    eran coreadas por las calles de la ciudad.

    Es a partir de 1810 que comienzan a escribir-se canciones claramente a favor de la causa indepen-dentista. Pero an seguan cantndose, con el mismo mpetu, gestas en contra de los revolucionarios. Ejemplo elocuente es un pasqun que circul en Coro durante la in-

    fructuosa invasin que enca-bez el Marqus del Toro en nombre de la Junta Patritica caraquea con la intencin de someter a las autoridades de la ciudad: Desde Cara-cas el Toro/ ha dado un fuer-te bramido/ y en l nos ha prometido/ que ha de acabar con Coro. / Pues, spase el seor Toro: / nosotros no so-mos vacas, / pero s fuertes estacas/ todos los hijos de

    Cayetano Carreo

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    Coro.*9 O este estribillo en clara referencia a los hroes de la independencia recogido despus del triunfo de Mon-teverde y la Capitulacin de San Mateo en 1812, y puesto en boca del ejrcito realista:

    Miranda debe morirRoscio ser decapitado

    Arvalo consumidoEspejo descuartizado.A Venezuela intim*10

    La primera cancin patri-tica a favor de la causa in-dependentista de la que se tiene noticia es Caraqueos, otra poca empieza, atribui-da la letra a Andrs Bello y la msica a Cayetano Carreo. Es interesante destacar que este compositor, nacido en 1774, era hermano de Simn Rodrguez, maestro y amigo entraable de Simn Bolvar. En la Gaceta de Caracas del 12 de julio de 1811, apenas transcurridos unos pocos das de la irma del Acta de Independencia, el msico, a la sazn maestro de capilla de la Santa Iglesia Metro-politana de Caracas, ofrece pblicamente al nuevo go-bierno una orquesta musical para la celebracin de nues-tra independencia en el da que sea promulgada, enfati-zando que estara dispuesto a sostener con mi sangre la libertad de mi Patria. Jos Antonio Calcao, en su libro La Ciudad y su msica *11,

    airma que Cayetano recorra las calles de Caracas cantan-do con su hermosa voz de tenor la cancin patritica que se le atribuye.

    *9 Domnguez, 1953. *10 Machado, 1976: 62.*11 Calcao, 1958: 183.

    Entre 1810 y la cada de la Primera Repblica se cantaron canciones patriti-cas en los eventos pblicos organizados en las ciudades.

    Himno Nacional

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    Los msicos recibieron pago por sus servicios. Pero no nicamente el gobierno re-volucionario premiaba el tra-bajo de los msicos. Robert Semple, viajero ingls quien estuvo de visita en Caracas en 1811, airm que las can-ciones patriticas eran can-tadas ocasionalmente en los teatros.

    De esta forma, el cantante era no solo aplaudido sino obsequiado con monedas lanzadas al tinglado. *12

    Abajo cadenas!

    No podemos dejar de mencionar la cancin patri-tica Gloria al bravo pueblo, decretada himno nacional por Antonio Guzmn Blanco en 1881. La discusin ge-nerada en torno a los auto-res de la letra y msica de este canto *13 no hace sino corroborar la popularidad que alcanz. Fue escrita al-rededor del 19 de Abril de 1810, segn noticias del In-tendente del Ejrcito y Real Hacienda Vicente Basadre, quien, escandalizado, ad-vierte sobre el peligroso po-der de convocatoria de esta cancin caraquea. Un ao despus, en junio de 1811, el sacerdote Jos Corts de Madariaga la escuch tocar navegando por las aguas del ro Meta. Rebautizada como La Marsellesa venezolana o La cancin nacional, el tex-to ms antiguo conservado

    12*Benedittis, op. cit.: 214.13* Calzavara, op. cit.: 144-159.14* Machado, 1976: 70-71

    dista mucho de celebrar la gesta independentista. Es ms bien un llamado a la de-fensa del monarca Fernando VII frente al usurpador fran-cs. El peridico El Federa-lista public algunas estrofas el 18 de abril de 1868, que hoy han sido omitidas y de-notan la intencin original de la cancin:

    IIIPensaba en su tronoQue el ardid gan,Darnos duras leyes

    El usurpador.

    IVPrevi sus cautelasNuestro corazn,

    Y a su inicuo fraudeOpuso el valor

    VQu aguardis patriota

    Hijos de Coln?Marchad tras nosotros

    Y viva la unin!

    VIIITemedla tiranos

    Que el orbe adorYa jura ser libre

    Ya os ve con horror!

    Obviamente, la letra tuvo que ser sometida a di-ferentes enmiendas y muti-laciones para inalmente al-canzar la condicin de Himno Nacional de Venezuela.

    Realistas vs. Patriotas

    Realistas y patriotas lu-chaban por asirse del poder,

    y sus huestes se manifesta-ban por medio de la msica. Jos Eustaquio Machado*14 recoge un curioso ejemplo de unas dcimas que datan de 1815, fecha en la que el teniente general Pablo Mo-rillo y Morillo, el Paciicador, recupera la Nueva Granada. La dcima celebra el triunfo realista, pero pronto fue re-futada con otros versos que ensalzan la causa indepen-dentista. Una vez perdida la Pri-mera Repblica, se impusie-ron los cantos a favor de la monarqua espaola y el en-tonar canciones propicias a la independencia se convirti en causa judicial de iniden-cia. Calzavara recoge en su li-bro varios ejemplos notables *15 entre los que destacan el caso de Jos Diaguete de Vera, hroe de la revolucin de Oriente, a quien se acusa de haber inventado cancio-nes para obsequiar al traidor Francisco Espejo en 1815; y Manuel Bruz, platero de Bar-celona, quien fue llevado a juicio por cantar canciones a favor del General Bolvar en un baile ofrecido en casa de Doa Juan Morales.

    Son muchas las letras de canciones escritas a par-tir de 1817, perodo en el que comienza a ser favorable la causa al ejrcito patriota. La mayora exalta el valor de los hroes de la guerra o canta sus victorias en las batallas.

    15* Calzavara, 1987: 140-141.

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    Pez y Bolvar son dos de las iguras ms tratadas. La-mentablemente, muy pocas partituras se han conserva-do, por lo que solo podemos tener una leve idea de la m-sica que acompa estas le-tras.

    Eplogo

    Como se ve, la cancin patritica existi como ele-mento propagandstico del gobierno de turno. Sirvi a los intereses monrquicos antes del 19 de Abril de 1810, y en franco contrapunteo a los afectos republicanos y rea-listas despus de esa fecha. Sin embargo, por aquello de que la historia la escriben los

    vencedores, solamente los cantos que exaltaron las glo-rias patrias y la valenta de los hroes revolucionarios son hoy recordados, obvian-do que durante este perodo de nuestra historia las ideas fueron evolucionando y los intereses cambiando hasta la deinitiva consolidacin de la independencia en 1821.

    Republicana o realista, revolucionaria o monrquica, la cancin patritica fue un eicaz medio de proselitismo poltico, un elemento de co-hesin entre distintos grupos sociales, y una fuerza agluti-nadora de pasiones.

    OPININ

    Estampilla: 100 Aos Himno Nacional De Venezuela 1881-1981

    Referencias bibliogricasBenedittis, Vince. (2002). Presen-cia de la msica en los relatos de los viajeros del siglo XIX. Caracas: Fondo Editorial de Humanidades y Educacin, UCV.

    Bugliani, La. (2004). La Carmao-la Americana (1797) entre la Car-magnole Francesa (1792) y el Canto de las Sabanas de Barinas (1817-1818) en Histal, enero. Disponible en: http://www.histal.umontreal.ca/espanol/documentos/la%20carma-nola%20americana.htm. [Consulta: 6 de junio de 2011].

    Calcao, Jos Antonio. (1958). La ciudad y su msica. Caracas: Con-servatorio Teresa Carreo.

    Calzavara, Alberto. (1987). Historia de la Msica en Venezuela. Caracas: Fundacin Pampero.

    Domnguez, Luis Arturo. (1953). En torno a un Pasqun en Boletn del Centro de Historia del Estado Fal-cn, Coro, N 3, octubre, pp. 24-26.

    Gella Iturriaga, Jos. Cancionero de la Independencia, en II Con-greso Histrico Internacional de la Guerra de la Independencia y su poca (Vol. II.), pp. 1964-1966. Za-ragoza: CSIC.

    Gonzalez, Juan Vicente. (1988). Jos Flix Ribas. Caracas: Ministerio de Educacin y Academia Nacional de la Historia.

    Grases, Pedro. (1978). La Conspira-cin de Gual y Espaa y el ldeario de la lndependencia. Caracas: De-partamento de Publicaciones del Mi-nisterio de Educacin.

    Machado, Jos Eustaquio. (1976). Centn Lrico. Caracas: Presidencia de la Repblica.

    Quintana, Hugo. (1995). Las can-ciones polticas de la Independencia de Venezuela en Anuario de estu-dios bolivarianos. Caracas: Univer-sidad Simn Bolvar, Ao IV, N 4, pp. 121-170.

    Mariantonia PalaciosPianista y Magster

    Scientiarum en Musicologa Lati-noamericana.

    Coordinadora del Centro Digital de Arte. Profesora Titular de la Univer-

    sidad Central de Venezuela.