La Naturaleza Como Música. Deleuze

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  • A Parte Rei ...y 75. Mayo 2011 1999-2011

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    Deleuze, von Uexkll y la Naturaleza como msica

    Juan Manuel Heredia*

    De entre los muchos autores evocados por Deleuze, el bilogo romnticoJakob von Uexkll resuena en su obra con un tono de voz singular. Deleuze hacealianza con Uexkll, lo requisa, lo interviene, lo alaga. Es que, en el proyecto depensar el devenir musicalmente, el filsofo francs encuentra en el bilogo estonio-alemn un intercesor y un compaero. Intentaremos demostrar algunas de esasrelaciones de punto y contrapunto que, creemos, no slo hacen audible un lateralvnculo bio-bibliogrfico en la obra deleuziana, ni se agotan en la consagracin de unanimal diminuto. Creemos, por el contrario, que la onto-etologa de Uexkll intervieneen ms de una cancin deleuziana y no siempre se incluye entre los msicos. Sonvarias las huellas1, intentaremos reponer aqu una de ms notables: la teora musicalde la Naturaleza.

    1. Deleuze-Uexkll, una concertacin con historia Las remisiones de Deleuze a la obra de Uexkll, que se hacen presentes en

    Dilogos (1977 [1980: 70-71]) y en Spinoza: filosofa prctica (1978 [2004: 152-156]),se profundizan en Mil Mesetas (1980 [2002]) y se consagran en Qu es la filosofa?(1991 [1993: 187-188]), donde Deleuze-Guattari le reconocen el carcter de obramaestra. Muchos se preguntaran mientras leen, quin es este tipo de apellidomisterioso? Quiz pueda aclarar la escucha el hecho de que, en el universodeleuziano, este bilogo romntico aparece bajo la insignia de un animal ya clebre: lagarrapata. Ella se repite como ejemplo tanto en la dimensin musical de la Naturalezacuanto en la dimensin tica y esttica que revela el devenir expresivo delcomportamiento animal y del territorio. En efecto, la garrapata popularizada porUexkll entre los franceses de posguerra- es quiz ms recordada que el bilogo quela puso en escena. Pero, como hemos dicho, este animal diminuto trafica, en suorganizacin relacional con el mundo, un caso simple a partir del cual es posiblefigurarse a la naturaleza como un complejo de relaciones dinmicas entre elementosheterogneos, una concepcin de la Naturaleza meldica, polifnica, contrapuntstica(Deleuze-Guattari, 1991 [1993: 187]). En lo sucesivo, intentaremos reponer algunosaspectos de la alianza Deleuze-Uexkll. Desarrollar dicha tarea con exhaustividadsuperara los lmites impuestos al presente trabajo, de modo que moderaremosnuestras pretensiones y plantearemos slo algunas resonancias. En este sentido, traspresentar sucintamente la teora musicolgica del bilogo, nos ocuparemos delmovimiento de contrapunto que sobre ella opera Deleuze.

    * Licenciado en Filosofa (Universidad de Buenos Aires), Instituto de Investigaciones GinoGermani (IIGG), becario del CONICET. Email: [email protected] El concepto de simbiosis en la nocin de agenciamiento y de rizoma, la interrelacin entre lonatural y lo artificial, la abeja y la orqudea, la teora del devenir-animal, la teora de los mediosy de los bloques de espacio-tiempo, el concepto de percepcin-accin y otros.

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    2. Jakob von Uexkll: meloda y armona en la msica de la Naturaleza Habiendo ya evocado a la garrapata, algunos se sentirn atacados por la

    curiosidad de saber quin es Jakob von Uexkll (1864-1944). Concisamente, podemossealar que se trata de un bilogo estonio-alemn anti-darwinista y romntico que,habiendo creado un gran concepto, se dispuso a devolverle a la Naturaleza sumagnificencia cualitativa y, al animal, su sensibilidad esttica. Contra la perspectivafsico-matemtica que pensaba al medio ambiente como espacio homogneo dentrodel cual se ubicaban los vivientes (as como cualquier punto material), Uexkll formulael concepto de umwelt (mundo circundante, mundo asociado) para dar cuenta de lasrelaciones de arraigo especficas que ligan al animal con su medio. As, se buscacaptar la relacin especfica que los vivientes construyen y mantienen con su mundo;en esta relacin se vislumbra que el animal no se relaciona con todo el mundo exterior,sino tan slo con una multiplicidad limitada de signos que lo inducen a ejecutardeterminadas acciones. Es ms, el animal slo percibe lo que debe percibir, toma encuenta sus signos y desecha el resto.

    De modo que, por un lado, tenemos una teora del medio asociado y, por otrolado, una esttica trascendental a la medida del animal. Lo que liga ambas series es lanocin de circulo funcional (un signo especfico interpela e induce a determinadoscomportamientos; estando la relacin sujeto/objeto y percepcin/accin englobada enel mismo concepto)2. Resumiendo: cada especie moviliza una forma de percepcincodificada genticamente, a partir de ella sus representantes vivientes se orientan enel mundo y, reconociendo los signos propios (portadores de significado) yenlazndolos con operaciones vitales, constituyen su medio asociado y, al mismotiempo, se constituyen funcionalmente a s mismos. En Uexkll la afirmacinontolgica y biolgica es: no se puede pensar al viviente fuera de su medio asociado,con l teje relaciones funcionales esenciales que prolongan los lmites de su cuerpohasta el lmite de confundirse totalmente con el devenir de la naturaleza. El ejemplo dela garrapata subraya el hecho de que el diminuto animal slo percibe tres signos, tresafectos que organizan funcionalmente su ser en el mundo y lo enlazan al conjuntocoordinado de relaciones biolgicas que rigen el devenir armnico de la Naturaleza.

    En Uexkll los conceptos que ms resuenan para pensar el modelo musical dela naturaleza son los de meloda y armona. Comencemos, pues, por la meloda.Uexkll hace un uso polifnico de la misma, comienza identificando una melodamorfogentica3 (que remite a la auto-constitucin del cuerpo animal) a la cual se sumaluego, para dominarla e instrumentarla, una meloda impulsiva o funcional4 (que remitea la auto-organizacin del comportamiento animal). Cuando el cuerpo ya estacompuesto y sus partes orgnicas correlacionadas, es decir, cuando el instrumentoest ya construido, la meloda impulsiva brota y se expresa en el cuerpo del viviente,dotndolo de autonoma relativa para enlazarse con el concierto de su mundocircundante. Surge entonces un tercer nivel meldico, pues, hecho el instrumento ydotado de valor impulsivo el intrprete, cabe preguntarse cmo habrn de combinarselos solistas de cada especie viviente para constituir el ensamble de conjunto queexplica la armona de orquestacin de la naturaleza. Aqu se abren dos perspectivas.A nivel sincrnico, hay que sealar que cada especie aparece como aportando sus 2 Cfr. Uexkll, 1934 [2010: 40].3 El origen de todo ser viviente semeja punto por punto una meloda; solo que en vez de sersonidos, son clulas las que resultan ordenadas rtmicamente (Uexkll, 1920 [19xx: 77]).4 La meloda funcional no es una regla que pueda derivarse de la estructura () es un factorque vela sobre el curso ordenado de las funciones, haciendo que, segn las necesidades, unrgano reemplace a otro, regulando el crecimiento segn las exigencias de la funcin,ordenando constantemente el mecanismo del cuerpo. Es, en suma, una regla dominante y nouna regla derivada (1920 [19??: 83]).

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    instrumentistas al concierto. Las especies son estructuras rgidas codificadasgenticamente- que, en su reproduccin, obedecen a un movimiento alternado yperidico. As, en el concierto de la Naturaleza, cada especie constituye un ciclortmico general que resuena junto a otros ciclos rtmicos; cada una conjugasimultneamente procesos de generacin e individuos adultos, es decir, sintetiza yarmoniza las melodas precedentes alzando el volumen en la colectivizacin de lossolistas. A nivel diacrnico, ya con toda la orquesta tocando, es menester explicarcmo se entretejen las relaciones de punto y contrapunto entre los diversos vivientes.Es decir, cmo se combinan los intrpretes de las diferentes especies para dar lugar auna polifona natural que no sea una cacofona del tipo lucha por la existencia. Surgeaqu un cuarto elemento, que sera casi como un ritornelo territorial. Nos referimos alos crculos funcionales, que constituyen la figura meldica que el comportamientoanimal dibuja en el tiempo a partir de su devenir rtmico. Dicho comportamientorelacional obedece tanto a una partitura gentica inmanente (que permite al animalreconocer las notas o signos propios- que lo interpelan y lo inducen a la accin)cuanto a una capacidad constructiva del viviente en la constitucin de su territorio.Asimismo, los crculos funcionales (con los cuales los vivientes se instalan en elmundo y se enlazan recprocamente con otros vivientes) se encuentran ntimamenteligados entre s conforme una armnica complementariedad gentica5. Es estacomplementariedad la que explica que vivientes de especies diversas entren enrelaciones de simbiosis y cooperacin, relaciones que la teora de la adaptacindifcilmente puede explicar. Dichas relaciones de co-funcionamiento entre elementosheterogneos llevan a Uexkll a postular la existencia de una coordinacin biolgica.

    En suma, los crculos funcionales de los vivientes se entrelazan musicalmenteen series de puntos y contrapuntos, y, as, movilizan las relaciones activas que dotande contenido expresivo a la sinfona de la naturaleza. Los ecos de esta gran msica dela Naturaleza no deben ser buscados en la lejana regularidad del orden csmico(Pitgoras) ni en la armona fra de un esquema matemtico (Galileo), sino en laproximidad y la convergencia musical de los comportamientos animales, en el ritmosincopado de sus movimientos y en los intercambios de notas (signos) que revelan susrelaciones en el tiempo. Los crculos funcionales, entonces, nos permiten dilucidar unaarmona profunda: la coordinacin biolgica. Antes de pasar a Deleuze, quedaremarcar que la Naturaleza no se cie a una partitura rgida, no canta siempre lamisma cancin; puesto que, si bien la estructura armnica persiste, las relacionesmeldicas que entablan los vivientes entre s y con el mundo son fluidas ytemporalmente irreversibles. La cancin nunca termina, se prolonga indefinidamentetransformndose a s misma y produciendo nuevas notas en la relacin activa que losvivientes entablan entre s y con su mundo: La totalidad de todas las relaciones, encontinuo, pero ordenado cambio, es la coordinacin (Uexkll, 1920 [19xx: 85]).

    3. Deleuze y un Uexkll spinozista En su Dilogos con Claire Parnet, Deleuze evoca a Uexkll sin nombrarlo-

    como un lejano sucesor de Spinoza (1977 [1980: 70]). Acto seguido comienza laactuacin de la garrapata. Ella organiza su mundo a travs de tres afectos. Ellos son 5 Uexkll seala que todo animal adviene al mundo dotado de ciertas predisposicionesgenticas, entre las cuales se hallaran genes complementarios con los de otras especies. Deeste modo, se explicara el hecho de que el abejorro y la flor (Uexkll, 1920 [19xx: 75-85]), o laabeja y la orqudea (es decir, seres cuya lnea de evolucin en nada se parece), conjuguen suscrculos funcionales y desplieguen relaciones de punto y contrapunto. Ambos seres poseerangenes complementarios y ello los predispondra a entablar relaciones funcionales y a realizarpragmticamente la coordinacin biolgica.

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    su mundo y, a travs de ellos, ella deviene con el mundo. Cmo es esto? Esteanimalito diminuto slo es interpelado por tres signos determinados (luz, olor,temperatura) y ejecuta tres acciones correlativas (trepar al rbol, dejarse caer sobre unmamfero, buscar una zona clida para succionar la sangre). Slo tres seales dentrode un bosque inmenso y la paciencia necesaria como para esperarlas 18 aos. He ahel maquinismo rtmico de la garrapata, crculos funcionales que se auto-organizan enseries de punto y contrapunto.

    Pocos meses despus, en enero de 1978, Deleuze cita a Uexkll y, si bien noresiste la tentacin de evocar a la garrapata, avanza con su caracterizacin spinozistadel bilogo estonio-alemn (quien, por otra parte, se reclama a s mismo kantiano6).All, el filsofo francs no slo hace devenir spinozista a Uexkll sino que tambinuexklliza a Spinoza, sealando que cabe pensar la tica como una etologa. En dichoartculo, Deleuze declara que Uexkll es spinozista cuando define primero las lneasmeldicas o las relaciones de contrapunto que corresponden a cada cosa y cuando,luego, describe una sinfona como unidad superior inmanente que toma amplitud(composicin natural) (1978 [2004: 154]). He all, casi sin modificacin, los dosplanos que hemos presentado en Uexkll, esto es, los crculos funcionales(condensados de percepcin-accin que definen a los vivientes en su territorio) y lacoordinacin biolgica (conjuncin de los crculos funcionales especficos, conformeuna partitura inmanente y un devenir relacional irreversible).

    4. Territorios de expresin: paisajes meldicos y personajes rtmicosEn 1980, junto a Guattari, Deleuze interviene nuevamente en la meloda de

    Uexkll y, engendrando en la polifona un motivo comn, produce un nuevo tema, unanueva dimensin problemtica. En efecto, Mil Mesetas retoma la intuicin musical delbilogo romntico y, desbordando el contexto spinoziano, constituye un nuevo planocon un sinnmero de nuevos conceptos y relaciones. Asimismo, Uexkll es revisitadoen el ltimo libro de Deleuze (1991), donde se le reconoce el carcter de obramaestra. Abarcar dicha proliferacin est fuera de los marcos de este escrito, noslimitaremos a dilucidar algunas implicancias ontolgico-musicales, prestando particularatencin a las convergencias y divergencias que se plantean con respecto al bilogoestonio-alemn.

    En principio, hay que cuidarse de no confundir medio con territorio, ni funcincon ritmo. La nocin de medio (milieu) asume en Deleuze un tratamiento complejo queno es posible reducir aqu, cabe simplemente sealar algunos rasgos convenientes.En trminos descentrados, un medio es un bloque de espacio-tiempo y se define por larepeticin peridica de ciertas componentes cualitativas (sensibilia) y por laposesin de componentes direccionales. La pluralidad de medios remite al caos delcual nacen, este ltimo es el medio de todos los medios. Evidentemente, aunqueposean una consistencia propia definida por la repeticin de sus componentes, losmedios no se encuentran cerrados sobre s mismos ni se agotan en sus coordenadasespacio-temporales. En trminos centrados, es decir, referidos a lo viviente, Deleuzedistingue cuatro tipos de medio: medio exterior (que remite a esas materias deexpresin y los seres de sensacin que pueblan el afuera), medio interior (que remite alos rganos y sustancias formadas que componen al viviente), medio intermediario(que remite a las membranas, la piel y, en general, a la indiscernibilidad de lo queafecta y es afectado), medio asociado (que remite a las fuentes de energa y a laslneas de percepcin-accin). Es posible advertir que el medio asociado secorresponde con el umwelt de Uexkll y sus crculos funcionales. Pero ya veremoscomo esta homologacin queda completamente transfigurada con la nocin de

    6 Cfr. Uexkll, 19xx [1951: 122; 152]

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    territorio, la cual entre otras cosas busca pensar en conjunto lo descentrado y locentrado, es decir, el acto de territorializacin como un agenciamiento que remite tantoa la particularidad cualitativa y expresiva de lo que hay en cada medio (contrapuntosterritoriales), cuanto a los impulsos internos y a las funciones que movilizan losvivientes (motivos territoriales). Pero antes de pasar al territorio, cabe hablar del ritmo.

    Deleuze-Guattari dirn hay ritmo desde el momento en que hay pasotranscodificado de un medio a otro, comunicacin de medios, coordinacin deespacios-tiempo heterogneos (1980 [2002: 320]). En primer lugar, como habamosvisto, cada medio se define por la repeticin de determinadas componentescualitativas y, en ese sentido, se encuentra codificado (posee signos, articulaciones yrelaciones inmanentes). Ahora bien, dicho cdigo se encuentra en permanente estadode transcodificacin desde el momento en que se comprende que el medio estpoblado y es escenario de diversos devenires cualitativos. Cmo? Vamos con losejemplos, volvamos a nuestra herona la garrapata. Su cdigo tiene fragmentos delcdigo de los mamferos, el signo-olor que produce el cido butrico del sudor delmamfero se ofrece como contrapunto territorial del motivo territorial que moviliza a lagarrapata. He ah que surge una transcodificacin, la cual instala un plano rtmicodentro de algo que ya no podemos llamar medio sino territorio. El concepto detranscodificacin explica en Deleuze-Guattari, lo que el de genes complementariosexplicaba en el bilogo romntico; en este sentido, se seala: J. von Uexkll haconstruido una admirable teora de esas transcodificaciones, al descubrir en lascomponentes otras tantas melodas que se haran contrapunto, la una sirviendo demotivo a la otra y recprocamente: la Naturaleza como msica (1980 [2002: 321]). Ensuma, el ritmo es lo que surge en el paso de un medio a otro; el ritmo no es unamedida sino una transcodificacin, un movimiento que relaciona cdigos, fragmentosde cdigo y signos heterogneos, dotando al territorio de una expresividad cualitativa que no se agota en la nocin de crculos funcionales ni en la repeticin de lascomponentes de los medios7. En este sentido, vale aclarar que la accin no est en elmismo plano que el ritmo: la accin y las funciones vitales lo ritmado- se dan en unmedio, mientras que el ritmo propiamente dicho surge en el paso de un medio a otro,en la coordinacin de espacios-tiempo heterogneos, en un devenir que desborda lanocin de medio y reclama la de territorio.

    El concepto de territorio no describe un espacio fsico ni un medio ambiente,su referencia es pragmtica: agenciamientos de territorializacin y desterritorializacin.Analizar minuciosamente este concepto clave implicara no un artculo sino un libro,razones ms que suficientes para moderar pretensiones y expectativas. En primerlugar, cabe sealar que la territorializacin se constituye con elementos, fragmentos yporciones del medio; en este sentido, el territorio se encuentra marcadocualitativamente con ciertos ndices que refieren a componentes del medio (sonidos,olores, colores, figuras, etc.). As, cada territorialidad se encuentra signada pormaterias cualitativas y seres de sensacin que, articulados y relacionados entre s,producen una consistencia que se expresa rtmicamente; la territorializacin es el actodel ritmo devenido expresivo o de las componentes de medios devenidas cualitativas(Deleuze-Guattari, 1980 [2002: 322]). En este punto, Deleuze-Guattari discuten con eletlogo Konrad Lorenz, segn el cual la constitucin del territorio depende de lafuncin que en l instalar el viviente. Contra esa idea, se afirma que lo primero en laterritorializacin es la marca cualitativa, es decir, la propia expresividad de las materiasde expresin. Deleuze-Guattari: el territorio implica la emergencia de cualidadessensibles puras, sensibilia que dejan de ser nicamente funcionales y se vuelven 7 Precisamente, hay territorio desde el momento en que las componentes de los medios dejande ser direccionales para devenir dimensionales, cuando dejan de ser funcionales para devenirexpresivas Deleuze-Guattari, 1980 [2002: 321].

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    rasgos de expresin, haciendo posible la transformacin de las funciones (1991[1993: 186]). En este punto tambin la divergencia recae sobre Uexkll: no son loscrculos funcionales lo que determinan la constitucin del territorio, son las cualidadesexpresivas y los materiales del territorio los que vuelven posibles las funciones vitalesy su transformacin. En este sentido, hay que distinguir dos planos: uno deexpresiones territorializantes (marcas, signos e ndices cualitativos) y otro de funcionesterritorializadas (alimentacin, procreacin, agresividad, trabajo, etc.). Entre estos dosplanos el movimiento de territorializacin / desterritorializacin toma ritmo y,articulando internamente materias cualitativas, deviene expresivo a travs de lareorganizacin de las funciones y el reagrupamiento de fuerzas8.

    De modo que la territorialidad, que se solapa sobre uno o varios medios,aparece como un recinto afectivo poblado por seres de sensacin, signos expresivos,cdigos y fragmentos que encuentran autonoma en un automovimiento de lascualidades expresivas. Ahora bien, qu es este auto-movimiento objetivo de lascualidades expresivas? Cmo ubicar en l al viviente y sus devenires? Deleuze-Guattari:

    las cualidades expresivas o materias de expresin entran, las unas con lasotras, en relaciones mviles [ritmo] que van a expresar la relacin del territorio queellas trazan con el medio interior de los impulsos [motivos territoriales] y con el medioexterior de las circunstancias [contrapuntos territoriales] (1980 [2002: 323]).

    Es decir, el territorio engloba en su expresin rtmica motivos y contrapuntosque forman un autodesarrollo y producen la consistencia de un estilo. Un estiloterritorial, donde los signos son ya acciones y las acciones, signos. Queda claro,entonces, que el territorio no pertenece a un viviente o a un sujeto, ni expresaprimariamente una organizacin funcional. La territorializacin es un acto, s, pero noun acto subjetivo; en realidad, es un agenciamiento que puede poseer componentessubjetivas y funcionales pero que no se basa ni se agota en ellas. Es a travs de esamultiplicidad de agenciamientos territoriales que la Naturaleza se compone de ritmosexpresivos y, atravesando transversalmente los diversos medios, conjura el caos y sedesarrolla en un plano de composicin sinfnica infinito (Deleuze-Guattari, 1991[1993: 188]). Esta gran composicin de la Naturaleza se prolonga indefinidamentecomponiendo agenciamientos rtmicos de territorializacin y desterritorializacin; y ensu despliegue expresivo los motivos territoriales devienen rostros o personajesrtmicos, en tanto que los contrapuntos territoriales se vuelven paisajes meldicos:

    cuanto ms se desarrolla la obra, ms los motivos entran en conjuncin,conquistan su propio plano, ms autonoma adquieren con relacin a la accindramtica, a los impulsos, a las situaciones, ms independientes son de los personajesy de los paisajes, para devenir ellos mismos paisajes meldicos, personajes rtmicosque no cesan de enriquecer sus relaciones internas

    Los miembros de una misma especie entran en personajes rtmicos, al mismotiempo que las diversas especies entran en paisajes meldicos, estando los paisajespoblados de personajes, perteneciendo los personajes a los paisajes (Deleuze-Guattari, 1980 [2002: 325; 326]).

    5. Conclusin Hemos intentado presentar sucintamente la inspiracin musical de un bilogo y

    las relaciones constructivas que con ella entabla un filsofo francs. Asimismo,buscamos marcar una progresin en la experimentacin operada por Deleuze sobre elcorpus de Uexkll. Ello no agota, ni por poco, el desarrollo de Deleuze sobre la 8 Cfr. Deleuze-Guattari, 1980 [2002: 326-327].

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    cuestin ontolgico musical; aunque s ofrece algunos elementos. En este sentido, elproblema que esta conclusin debera abordar sera: dnde convergen y donde seapartan estas dos imgenes musicales de la Naturaleza? Creemos que lasconvergencias se explican por s mismas en el transcurso de este escrito, razn por lacual nos focalizaremos en plantear slo algunas divergencias.

    En primer lugar, cabe hacer notar que mientras que Uexkll distingue dosplanos analticos (meloda y armona), Deleuze postula tres. En efecto, el bilogodistingue una primera instancia donde se explica el devenir meldico del viviente entres momentos (meloda morfogentica, meloda impulsiva, crculo funcional) y, luego,a partir de las relaciones transversales que manifiestan los vivientes de diversasespecies, postula un nivel ms profundo: una coordinacin biolgica que hara lasveces de partitura inmanente del devenir natural, y explicara las relaciones entrevivientes heterogneos. Deleuze, por su parte, incluye entre estos dos planos untercero. Primero distingue el plano de los medios, las acciones y las funciones; luegoel de la territorialidad, el ritmo y las materias de expresin; por ltimo, el plano de unacomposicin natural sinfnica, inmanente e infinita.

    En segundo lugar, cabe hacer notar que la creacin deleuziana de este planointermedio implica el surgimiento de un conjunto de nuevas nociones que desbordan elcampo planteado por el bilogo romntico. Fundamentalmente, en el sentido deproducir un concepto intermedio (agenciamiento territorial) que pueda dar cuenta deun territorio expresivo y un ritmo conjunto de co-funcionamiento, que no se remita ni aun centro de referencia (un sujeto biolgico) ni a una organizacin global y total de lasfunciones (coordinacin). Asimismo, esta modificacin implica la necesidad de pensarla constitucin del territorio no ya a partir de las funciones vitales que en l se instalan,sino a partir de las marcas e ndices cualitativos que el medio expresa y que, a travsde la territorializacin, permiten la distribucin/redistribucin de las funciones y laagrupacin/reagrupacin de las fuerzas que lo pueblan. Por otro lado, el plano deagenciamientos territoriales instalado por Deleuze evade el salto uexklliano de pasardesde los crculos funcionales a la coordinacin biolgica. En ese sentido, lasrelaciones de motivo y contrapunto que definen la actividad conjunta de los vivientesproducen (en la medida en que se afianzan y se repiten) personajes rtmicos ypaisajes meldicos; es decir, agenciamientos territoriales que no son acciones de unsujeto ni epifenmenos de una estructura.

    Por ltimo, respecto de cmo explicar la relacin entre vivientes de especiesdiversas, hemos visto que Uexkll se basa en la nocin de genes complementariospara dar cuenta de las relaciones de simbiosis y co-funcionamiento entreheterogneos. Deleuze-Guattari, por su parte, afirman el concepto detranscodificacin que, si bien remite a una perspectiva de convergencia gentica,deja abierta la posibilidad de cambios y relaciones nuevas en el movimiento deterritorializacin, esto es, relaciones rizomticas entre fragmentos de cdigo que nonecesariamente encontraban prefigurada su afinidad en la coordinacin biolgica. Eneste sentido, mientras que en Deleuze la Naturaleza parece desplegar unainterpretacin jazzstica signada por una improvisacin libertaria y por relacionesrizomticas de conjuncin, en el bilogo estonio-alemn la Naturaleza cuenta con unapartitura gentica inmanente que, si bien no es determinista, encauza fuertemente eldevenir de la sinfona.

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    Referencias bibliogrficas

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    - . Ideas para una concepcin biolgica del mundo. 2. ed. Trad. cast. R. M.Tenreiro. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1951.

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