La Normativa Legal e Institucional del Derecho … · garantizar el pleno goce y disfrute del...

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La Normativa Legal e Institucional del Derecho Humano al Agua en Guatemala”. Autor: Baudilio Emanuel Fuentes López El agua como concepto se puede dividir en tres, como bien común, como servicio público y como parte del patrimonio de la humanidad, pero lo más importante al final es que todas las personas tengan acceso a la misma, sin embargo, la realidad muestra que no todos tienen acceso físico o económico a los mismos, lo que genera daños a quienes no se pueden ver beneficiados, lo cual vulnera distintos derechos, en la actualidad las normativas que regulan este derecho están tratando de considerar al agua como patrimonio de la humanidad, es decir una reivindicación que parte de la consideración de que el sujeto primordial es la comunidad mundial de seres humanos y de ahí su carácter de bien mundial, siendo preciso atender a las disposiciones jurídicas y aceptar que las obligaciones de cuidado y conservación del recurso incumben a todos, para bienestar de todos los habitantes de un país y de la humanidad entera, en este sentido, se acepta que los recursos no sean objeto de apropiación colectiva, pero si como en el caso del agua utilizados en beneficio de la colectividad. Tello Moreno (1990, p. 14). Es entonces importante que todo país cuente con una disposición jurídica para garantizar el pleno goce y disfrute del Derecho Humano al Agua; en el caso de Guatemala, se realizó un breve resumen histórico de este derecho desde la época de los mayas, la conquista, para posteriormente identificar las normas que regulan este Derecho, y en el caso guatemalteco identificar el objetivo de las principales iniciativas que se han conocido en el Congreso de la República, así como las instituciones encargadas de velar por la protección del mismo. Se menciona que para la civilización Maya, el agua era considerada parte fundamental en la formación del mundo, incluso cada fuente de agua tenía su propio Dios, tal y como lo cita el libro sagrado de los Quiches “El Popol Vuh”, en la primera narración: Todo estaba en suspenso, en completa calma, en silencio total, sin moverse, sin existir nada, ni el tiempo, ni el espacio… Aún no se veía la superficie de la tierra sino que sólo estaba el mar represado, y solo el vacío del cielo… Solo el germen del agua, en la mar sosegada, en las aguas serenas. Sólo estaba el silencio, el reposo, en la oscuridad, en las tinieblas. Sólo estaba el Creador y Formador; los gérmenes de las cosas estaban puestos por El, con toda pureza, en las aguas.(Valladares, Guzmán, Castañeda, 2011, p. 69). Esta cultura utilizaba el agua en la agricultura, pues fue fundamental en cada período de la Sociedad Maya, incluso en su decadencia. Los mayas llevaron a cabo prácticas de respeto y conservación del medio ambiente y los recursos naturales, a diferencia de los españoles que estaban basados en una sociedad medieval del Siglo XVI, su racionalidad apuntaba hacia la apropiación y explotación de la tierra, incluida el agua. Los mayas dentro de su cosmovisión aún en la actualidad, consideran al agua como un elemento fundamental de la tierra, a la cual le deben

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“La Normativa Legal e Institucional del Derecho Humano al Agua en

Guatemala”. Autor: Baudilio Emanuel Fuentes López

El agua como concepto se puede dividir en tres, como bien común, como servicio público y como parte del patrimonio de la humanidad, pero lo más importante al final es que todas las personas tengan acceso a la misma, sin embargo, la realidad

muestra que no todos tienen acceso físico o económico a los mismos, lo que genera daños a quienes no se pueden ver beneficiados, lo cual vulnera distintos derechos, en la actualidad las normativas que regulan este derecho están tratando de

considerar al agua como patrimonio de la humanidad, es decir una reivindicación que parte de la consideración de que el sujeto primordial es la comunidad mundial de seres humanos y de ahí su carácter de bien mundial, siendo preciso atender a

las disposiciones jurídicas y aceptar que las obligaciones de cuidado y conservación del recurso incumben a todos, para bienestar de todos los habitantes de un país y de la humanidad entera, en este sentido, se acepta que los recursos no sean objeto

de apropiación colectiva, pero si como en el caso del agua utilizados en beneficio de la colectividad. Tello Moreno (1990, p. 14).

Es entonces importante que todo país cuente con una disposición jurídica para garantizar el pleno goce y disfrute del Derecho Humano al Agua; en el caso de Guatemala, se realizó un breve resumen histórico de este derecho desde la época

de los mayas, la conquista, para posteriormente identificar las normas que regulan este Derecho, y en el caso guatemalteco identificar el objetivo de las principales iniciativas que se han conocido en el Congreso de la República, así como las instituciones encargadas de velar por la protección del mismo.

Se menciona que para la civilización Maya, el agua era considerada parte fundamental en la formación del mundo, incluso cada fuente de agua tenía su propio

Dios, tal y como lo cita el libro sagrado de los Quiches “El Popol Vuh”, en la primera narración:

“Todo estaba en suspenso, en completa calma, en silencio total, sin moverse,

sin existir nada, ni el tiempo, ni el espacio… Aún no se veía la superficie de la tierra sino que sólo estaba el mar represado, y solo el vacío del cielo… Solo el germen del agua, en la mar sosegada, en las aguas serenas. Sólo

estaba el silencio, el reposo, en la oscuridad, en las tinieblas. Sólo estaba el Creador y Formador; los gérmenes de las cosas estaban puestos por El, con toda pureza, en las aguas.” (Valladares, Guzmán, Castañeda, 2011, p. 69).

Esta cultura utilizaba el agua en la agricultura, pues fue fundamental en cada período de la Sociedad Maya, incluso en su decadencia. Los mayas llevaron a cabo

prácticas de respeto y conservación del medio ambiente y los recursos naturales, a diferencia de los españoles que estaban basados en una sociedad medieval del Siglo XVI, su racionalidad apuntaba hacia la apropiación y explotación de la tierra,

incluida el agua. Los mayas dentro de su cosmovisión aún en la actualidad, consideran al agua como un elemento fundamental de la tierra, a la cual le deben

respeto por proveerlos distintos beneficios, en sus distintas actividades una de ellas, la agricultura. (Valladares, et al., 2011, p. 70). El 22 de noviembre de 1527, se asentó la nueva capital de Guatemala en el valle

de Almolonga, porque éste reunía características paisajísticas propias. Era un lugar alegre y vistoso, una tierra templada y de muy buenas aguas de ríos y fuentes, y arboledas de frutales muy convenientes y necesarios para la vida humana. No

obstante, la ciudad fue inundada y destruida el 10 de septiembre de 1541, por lo que se gestionaron las actividades para su traslado, determinando que el Valle de Panchoy sería el indicado, en aquel tiempo se llamaría Ciudad de Santiago de los

Caballeros de Guatemala, actualmente se le conoce como Antigua Guatemala. (Valladares, et al., 2011, p. 73).

Para mediados del siglo XVI, se realizó las primeras gestiones para abastecer la ciudad de agua por medio de un sistema más formal, pues todos los habitantes parecen haber dependido de los ríos y algunos pozos poco profundos para

abastecerse de agua. En este contexto, el 28 de enero de 1556, se emiten ordenanzas, que funcionan como un Código Municipal, de aquí en adelante el concepto de servicio de agua fue establecido, el cual era prestado por el cabildo y

no incluía los drenajes, los cuales tenían que ser construidos por los propios vecinos. Tal fue la demanda que en el año de 1567 se construyó el acueducto denominado “San Juan Gascón”, el cual servía a la fuente de la Plaza Mayor, tres

edificios públicos y diez residencias privadas. Para 1617, distribuía a dos fuentes públicas, catorce edificios públicos (civiles y eclesiásticos) y sesenta y nueve suscriptores privados individuales. (Valladares, et al., 2011, p. 73).

Sin embargo, en el año 1619, este acueducto ya no era suficiente para abastecer de agua a toda la población que de este se abastecía, por lo que da inició a la

ampliación del sistema, construyendo otro pequeño sistema denominado Pamputic, el cual fue terminado en 1621, pero, tampoco fue suficiente para abastecer a toda la población, especialmente las áreas que rodean a la ciudad. Lo lamentable de

estas construcciones es que su prioridad eran las áreas urbanas centrales (residenciales privadas y edificios públicos) sobre cualquier otra área y en especial sobre zonas pobres, esta situación se sigue repitiendo en la actualidad. (Valladares,

et al., 2011, p. 74). En el año de 1773, cuando sucedieron los terremotos que obligaron al traslado de

la Ciudad de Guatemala a otro valle, la condición que prevalecía en la prestación del servicio de agua no era favorable, especialmente para los barrios pobres y aldeas periféricas dado que continuaban problemas de mantenimiento y

administración, escasez del servicio, conexiones ilícitas, entre otros. Para finales del siglo XVIII, existían aproximadamente 3975 pajas de agua, lo que hacía 600 litros por habitante diarios como dotación. Sin embargo, para 1980 disminuye a 113

litros diarios, esto debido al crecimiento poblacional. Posteriormente en 1890 se añadieron los caudales de los ríos las Limas, el Milagro y Acatán; se introdujo la tubería de hierro como un nuevo material, con lo cual mejoró la distribución y la

presión del líquido. Por lo que da inició a una nueva red de distribución de agua,

cambiando los acueductos de mampostería y barro cocido, por tuberías de hierro. (Valladares, et al., 2011, p. 75).

Los drenajes se convirtieron en un problema de salubridad a finales del siglo XVII, por lo cual en 1883, se dispuso construir diez mil varas lineales de acueducto subterráneo y descargar allí las aguas sucias o residuales, pero estos fueron mal

construidos y estaban muy descuidados, convirtiéndose en receptáculos de inmundicias; lo anterior confirma que la construcción de los primeros drenajes en estos años, no fue una solución a los problemas de saneamiento más bien

resultaron contraproducentes en algunos sectores. La primera institución que se crea en Guatemala relacionada al tema es el Ministerio de Fomento, el cual inicia sus operaciones en 1872, entre sus funciones tenía asignada la supervisión de ríos

y canales, así como la implementación de proyectos de desagüe; otra de las novedades es que en el año de 1917 se aplica por primera vez cloro en un sistema de abastecimiento de agua, dando inicio así, a la desinfección del agua. (Valladares,

et al., 2011, p. 78). Así también es importante mencionar las innovaciones que se dan a partir de 1930,

siendo estas: en 1934 se construyó el tanque para agua El Guarda; en 1938 se introduce agua del Teocinte, se construye la planta de tratamiento para agua potable Santa Luisa; en 1942 se construye la planta para agua potable del Cambray y en

1945 se terminó la construcción de la planta de la Brigada. En el año de 1904, se aprobó el contrato celebrado por la Municipalidad de Guatemala con don Juan Francisco Aguirre, para el uso de las aguas del río El Portal, en su finca Retana. En

el caso de los Departamentos, se pueden mencionar que en el caso de Cobán, Alta Verapaz, en el 1948 la Municipalidad y el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública celebraron un contrato para la introducción de agua potable, así como

el respectivo Crédito con el Banco Crédito Hipotecario Nacional; en Escuintla, en el año de 1971 se aprobó el reglamento para el servicio de agua potable, por su parte, la Dirección General de Caminos inició un proyecto de alcantarillado. En el caso de

Quetzaltenango, en el año de 1931 la Municipalidad aprobó los estatutos del Comité de los acueductos de la cabecera y el 11 de enero de 1949 asignó fondos para dicho fin. (Valladares, et al., 2011, p. 79).

Es importante señalar, que es a partir de la Revolución de Octubre, que se estableció la organización democrática y autónoma de las municipalidades; para

1956 se estableció un porcentaje del presupuesto para las mismas, hecho que cambio mucho la estructura del estado guatemalteco.

Sin embargo, es hasta el año de 1945, cuando la Ciudad de Guatemala, tiene cambios significativos en torno al agua, pues es en este período donde se amplía la red de agua potable y drenajes hacia algunos barrios periféricos, se inicia la

construcción de grandes colectores que recogen las aguas negras. Es en el año de 1949, cuando se ordena la instalación del sistema de medición de agua potable, mediante contadores, su justificación fue por el crecimiento de la población y la falta

de control de su consumo por parte de la Municipalidad. Por su parte, en el año de 1968, el Gobierno de Guatemala, en virtud de la necesidad de ampliar los servicios

de agua en la ciudad, tomó la decisión de construir el acueducto denominado Acuerdo Nacional Xayá-Pixcayá, el cual fue concluido a inicios de los años setenta. En 1971, por acuerdo del Gobierno central y la Municipalidad, convinieron en formar

la Empresa Municipal de Agua de la Ciudad de Guatemala –EMPAGUA-, la cual empezó a funcionar a partir de 1973. (Valladares, et al., 2011, p. 83).

De todo lo anterior, se puede establecer que de la época colonial a los años 1971, el acceso al agua en Guatemala se ha caracterizado por:

En relación al concepto del agua, se le consideró como un servicio.

Respecto al sistema de abastecimiento, era mediante ríos y pozos.

En cuanto a la normativa, se emiten ordenanzas, que son como un Código Municipal.

En lo referente a las instituciones reguladoras del agua, se crea el Instituto de Fomento.

En lo que respecta a la normativa internacional que garantiza el Derecho Humano al agua emanadas de entes internacionales, es importante señalar que en el año 2002 con la Observación General 15 del Comité de Derechos Económicos, Sociales

y Culturales de las Naciones Unidas, se le asignó a este derecho rango de ley dura al considerarlo implícito en un tratado internacional vinculante, como el PIDESC, y darle con ella más impulso a este Derecho. Este derecho de acuerdo a la citada

opinión, lleva implícita las siguientes características: a) suficiente; b) saluble y aceptable; c) acceso físico, d) acceso económico, e) no discriminación; f) acceso a información. (Asamblea General de las Naciones Unidas, 2010, p. 246).

Por su parte, en el caso de Guatemala, el Derecho Humano al Agua, la Constitución Política de la República, decretada por la Asamblea Nacional Constituyente el 31

de mayo de 1985, dispone en su artículo 17 que: “todas las aguas son bienes de dominio público, inalienables e imprescriptibles. Su aprovechamiento, uso y goce, se otorgan en la forma establecida en la ley, de acuerdo con el interés social. Una

ley específica regulará esta materia.” (Asamblea Nacional Constituyente, art. 17). En la actualidad, no se ha cumplido en Guatemala, con el anterior mandato

constitucional, por lo que en tanto no se apruebe un texto único de Ley de Aguas, resulta necesario tener en cuenta las numerosas disposiciones que regulan aspectos parciales de la materia, con la lógica consecuencia de lagunas legales y

de contradicciones entre normas del mismo rango. A continuación, se realizó un análisis de las normas que garantizan el Derecho

Humano al Agua en Guatemala, para establecer cuáles de estas garantizan expresamente este Derecho o en su caso tácitamente alguna de las características señaladas en la Observación anteriormente citada.

La Ley de Protección y Mejoramiento al Medio Ambiente garantiza tácitamente las características de disponibilidad y calidad en el artículo 15, no garantiza las

características de acceso físico, económico, no discriminación y acceso a información. (Congreso de la República de Guatemala, 1986, art. 15).

La Ley de Áreas Protegidas, garantiza tácitamente las características de disponibilidad y calidad en el artículo 13, no así las de acceso físico, económico, no discriminación y acceso a información. (Congreso de la República de Guatemala,

art. 13, 1989). Por otra parte, el Código de Salud, garantiza tácitamente las características de

disponibilidad y calidad en los artículos 79 y 80, no así las de acceso físico, económico, no discriminación y acceso a información. (Congreso de la República de Guatemala, arts. 79, 80, 1997).

La Ley Forestal, garantiza tácitamente la característica de disponibilidad en el artículo 4, no así las de calidad, acceso físico, económico, no discriminación y

acceso a información. (Congreso de la República de Guatemala, art. 4, 1996). El Código Penal al no ser una normativa al no ser una norma especializada en la

materia ambiental, no tipifica algún delito que tenga relación con el Derecho Humano al Agua, pero si tácitamente establece las características de disponibilidad y calidad en los artículos 347 “A” Y 347 “B”, no garantiza las características de

acceso físico, económico, no discriminación, acceso a información. (Congreso de la República de Guatemala, arts. 347 “A” y 347 “B”, 1973).

El Código Municipal garantiza tácitamente las características de disponibilidad y calidad en los artículos 68, 142 y 147; no así las de acceso físico, económico, no discriminación y acceso a información. (Congreso de la República de Guatemala,

arts. 68, 142 y 147, 2012). La Ley de Cambio Climático, garantiza las características de disponibilidad y calidad

en el Considerando V. (Congreso de la República, 2013). El Congreso de la República de Guatemala, ha conocido en los últimos años, varias iniciativas de ley que pretenden regular el Derecho Humano al Agua, siendo su

principal objetivo los siguientes: (García, pp. 68-79, 2014).

Iniciativa Objetivo

677 Ley General de Aguas Regular el régimen de

aprovechamiento, uso y de conservación de las aguas y demás recursos hídricos del país.

Deberá existir una autoridad de aplicación de la ley, pero no establece quien será la misma.

993 Ley General de Aguas Regular el dominio, uso,

aprovechamiento, goce y conservación

de las aguas y demás bienes hídricos

de dominio público y la construcción, modificación y demolición de las obras públicas que les afecten, para

garantizar la satisfacción de las necesidades de interés social y públicas, así como las aguas de

dominio público.

1001 Ley General de Aguas Regular el dominio, aprovechamiento,

uso, goce y conservación de las aguas y demás bienes hídricos de dominio público; normar las labores, trabajos y

la construcción, modificación y demolición de las obras públicas que los afecten, regular el ejercicio del

dominio de las aguas y obras hídricas privadas de los particulares, en resguardo del interés social. Crea la

Autoridad que vele por el cumplimiento de lo anterior, la cual se denominará Instituto Nacional del Agua

1621 Ley de Aguas En su elaboración se contó con la participación de diferentes instituciones

públicas y privadas, tomando como principios: a) el agua como elemento de ciclo hidrológico exige el uso integro,

optimo y secuencial del agua; b) unidad de mando en materia de planificación, otorgamiento y registro de derechos,

regulación administración, vigilancia y control del recurso; c) la integración del aprovechamiento del agua al desarrollo

general del país y particularmente al de los otros recursos naturales y medio ambiente.

2865 Ley General de Aguas Regular técnica y jurídicamente la obtención, crear un inventario,

preservación, uso y aprovechamiento efectivo, beneficioso, múltiple, sostenible y el acceso social equitativo

del recurso agua en todo el territorio nacional, con el propósito de mejorar la calidad de vida, garantizar el bienestar

familiar y colectivo y contribuir al desarrollo sostenible de la economía nacional; normar y regular las

concesiones y otorgamiento de

derechos de uso y aprovechamiento del recurso agua, su ejercicio, condiciones pérdida y transferencia; así mismo

respetar y garantizar las normas de acceso, manejo y gestión social de las aguas según los usos y costumbres

tradicionales de los pueblos indígenas. Se propone crear el Consejo Nacional de Aguas, dependencia adscrita al Ministerio de Ambiente y Recursos

Naturales, con competencia para todos los actos vinculados con el aprovechamiento, conservación,

distribución y administración de las aguas, así como otorgar derechos de aprovechamiento especial de las aguas

mediante concesión o permiso.

3118 Ley General de Aguas Desarrollar los principios constitucionales de uso, goce y aprovechamiento de las aguas. el

régimen legal se funda en la equidad y solidaridad social, la eficiencia económica y sostenibilidad ambiental,

en la gestión integrada de los recursos hídricos. La iniciativa incluye la creación del Instituto Nacional del Agua INAGUA, con carácter de entidad

estatal, descentralizada y autónoma, con personalidad jurídica, patrimonio propio y competencia para administrar

las aguas de dominio público.

3419 Ley para el Aprovechamiento y Manejo Sostenible de los Recursos

Hídricos

Garantizar el sistema de licencias o derechos preexistentes de aprovechamiento, uso, goce y de

conservación de los recursos hídricos y su vertido, para garantizar el interés nacional, social y público, y el ejercicio

de los derechos individuales sobre los mismos, así como adoptar medidas de conservación y restauración de las

cuencas hidrográficas para garantizar la sostenibilidad del recurso. Propone la creación como ente regulador de un Registro Administrativo, adscrito al

Ministerio de Ambiente y Recursos

Naturales.

Asimismo, la Iniciativa de Ley de Aguas y Recursos Hídricos número 5067, es la más reciente en materia de regulación del Derecho al Agua en Guatemala, fue conocida por el Pleno del Congreso de la República de Guatemala el 18 de mayo

de 2016. Su objeto y principios se encuentran regulados en el artículo 1: a)Conferir o cubrir la mayor parte de necesidades de carácter social, ambiental y económica del agua; b) permite la organización del sistema de

derechos de uso y aprovechamiento para garantizar el interés nacional, público y social, así como el ejercicio de los derechos individuales de uso y disposición del recurso; c) aplicar las políticas y técnicas apropiadas para

detener y reducir el deterioro de las aguas nacionales; d) implementar y ejecutar medidas de conservación, protección y restauración para garantizar la sostenibilidad de la existencia de los usos y aprovechamientos y el

funcionamiento de los procesos ecológico esenciales; y e) planificar, promover, incentivar y ejecutar la adopción de prácticas permisibles y efectivas de uso y goce y conservación de las aguas nacionales. (Congreso

de la República de Guatemala, art. 1, 2016).

La característica de disponibilidad se encuentra garantizada tácitamente en el

artículo 28; la de calidad en el 34; la de acceso físico en el 2; la de acceso económico en el 25 y la de acceso a información en el 7. No se garantiza la característica de discriminación.

De acuerdo a las anteriores normativas guatemaltecas analizadas, en resumen, el Derecho Humano al Agua en Guatemala, considera:

a) Ejercer control para que el aprovechamiento y uso de las aguas no cause

deterioro ambiental; b) Asegurar un suministro de agua potable constante y de aceptable calidad

para la comunidad guatemalteca.

Sin embargo, en Guatemala es importante reflexionar que más allá de la aprobación de una normativa es fundamental lograr una propuesta consensuada que considere

la diversidad cultural de organizaciones sociales y de autoridades en el país. El referido amplio consenso nacional debe tomar en cuenta que el agua no sólo representa una necesidad, o un insumo cuyo valor puede permitir ganancias

económicas. Adicionalmente, autoridades tradicionales indígenas-mayas, tienen propias formas de administrar legítimamente el agua, partiendo de la cosmovisión maya en cuyo marco el agua tiene el espíritu y en muchas ocasiones la energía del

agua está presente en lugares sagrados cercanos a ríos y nacimientos de aguas. Un ejemplo de lo anterior, fue lo sucedido en el año 2009, cuando las autoridades mayas Kiche de los 48 Cantones de Totonicapán se opusieron a una iniciativa de

ley que no respetó las propias formas de organización existentes de los pueblos indígenas, ni el derecho a ser consultados sobre el tema a legislar. (Informe Alternativo al III Informe Periódico del Estado de Guatemala sobre la Aplicación del

PIDESC, 2014, p. 95).

De acuerdo al estudio Institucionalidad del Agua en Guatemala, las instituciones que velan y garantizan el cumplimiento del Derecho Humano al Agua, son las

siguientes: Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, tiene como función velar por la protección de los recursos naturales y prevenir la contaminación. Es a su vez el

encargado de las políticas de recursos naturales incluida el agua. (Cobos, 2003). El Consejo Nacional de Áreas Protegidas, dentro de sus mandatos está proteger las

fuentes de agua dentro de las áreas protegidas. (Cobos, 2003). Por su parte el Instituto Nacional de Bosques, considera importantes los servicios

ambientales y la regulación del ciclo hidrológico. La relación bosque y el recurso agua, así como la reducción de la erosión, son aspectos que están relacionados directamente con la buena administración del agua. (Cobos, 2003).

El Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación, es el ente regulador a través de su Unidad de Normas y Regulaciones, de mantener un registro de usuarios de

agua y derechos de uso. No obstante, no existe un inventario actualizado de usuarios, y es en general un registro de usuarios de riego más que de otras actividades. (Cobos, 2003).

La Defensoría Socioambiental, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, tiene entre otras funciones, la de prevención, mediación, seguimiento y acompañamiento

a las personas individuales o colectivas, a fin de evitar que sus derechos ambientales sean violados o restaurados en el goce de los mismos. (Procurador de los Derechos Humanos, 2016).

La Dirección de Protección a la Naturaleza de la Policía Nacional Civil, es la encargada de efectuar patrullajes y control en las carreteras y áreas protegidas para

velar por la protección de flora y fauna silvestre, prevenir actos ilegales que atenten contra el patrimonio natural del país, investigar de oficio o por denuncia ilícitos ambientales, debe trabajar en coordinación con el Ministerio Público, Instituto

Nacional de Bosques, Consejo Nacional de Áreas Protegidas, y demás instituciones relacionadas con la protección del ambiente. (Flores, 2015, p. 34).

El Ministerio Público, a través de la Fiscalía de Delitos Contra el Ambiente, es la encargada de velar por la investigación y promoción de la persecución penal de los procesos ambientales. (Flores, 2015, p. 32).

La Procuraduría General de la Nación, es la encargada de velar por los intereses del Estado en los procesos judiciales en los que debe intervenir. La Unidad de Medio

Ambiente, debe efectuar acciones que tiendan a parar y remediar agentes que provoquen contaminación, aprovechamiento desmedido de áreas boscosas, pérdida de hábitat y toda actividad que vulnere la salud de los guatemaltecos.

(Flores, 2015, p. 33).

El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, es el encargado de elaborar la política de agua potable y saneamiento, además de funcionar como un ente de supervisión de la calidad de las aguas de distribución doméstica. (Cobos, 2003).

La Empresa Municipal de Agua (EMPAGUA), actúa en el área metropolitana y es responsable de proveer el agua a un quinto de la población del país. Es un caso

crítico con un déficit de 1m3/s para el municipio de Guatemala, y de dos a 2.5 m3/s si se incluyen los municipios aledaños, que conforman el área metropolitana. El Plan Maestro de abastecimiento del área metropolitana, elaborado en 1999, tiene en

cuenta el abastecimiento a través de la compra de agua en bloque, nuevos acueductos, la reducción de pérdidas y conexiones ilícitas en la red, así como la rehabilitación de algunas plantas existentes. En la actualidad los mantos acuíferos

del Valle de la Ciudad de Guatemala están siendo sobreexplotados, con un incremento en el nivel de la profundidad de uno a dos metros anuales dependiendo de la zona. Esto está causando no solamente por la alta urbanización de las zonas

de recarga, sino por la falta de regulación en la perforación de pozos. (Cobos, 2003). Las Municipalidades del país son las encargadas de prestar y administrar los

servicios, especialmente los de agua potable y saneamiento de su jurisdicción, de acuerdo con lo que establece el Código Municipal. Son las principales encargadas de la distribución de agua doméstica, especialmente en las zonas urbanas. Por lo

general, los servicios son deficitarios, pues las tarifas ni siquiera alcanzan para cubrir los costos de operación. Son pocas las municipalidades que tienen contadores de agua, lo que hacen difícil cobrar de acuerdo con el consumo. Elevar

las tarifas a los pobladores no es tarea fácil, por lo que la mayoría de municipalidades mantienen el déficit. Menos del 10% de las aguas negras urbanas recibe algún tipo de tratamiento. El resto es descargado directamente a los cuerpos

de agua. (Cobos, 2003). En tanto las instituciones anteriormente mencionadas tienen sus respectivas

atribuciones, en relación a la protección al agua, a la vez, la mayoría parece limitarse a visiones proyectistas o para autorizar megaproyectos, pocas veces se escuchan visiones y planificaciones que se sustentan en el derecho humano al agua en

conexión, por ejemplo, con otros derechos, como el de la alimentación. El papel de subordinación que juegan las instituciones públicas relativas a las empresas lleva a casos extremos, por ejemplo, cuando la Mina Marlin le impidió al MARN el ingreso

a sus instalaciones a fin de tomar muestras de agua para controlar el cumplimiento de disposiciones legales en materia ambiental. (Informe Alternativo al III Informe Periódico del Estado de Guatemala sobre la Aplicación del PIDESC, 2014, p. 96).

De lo anterior, se puede establecer que en Guatemala, existe una falta de institucionalidad especial del agua, que ocasiona que el Estado en términos del uso,

aprovechamiento y protección del agua sea débil, lo que aunado a la presión ejercida por el incremento de las demandas sociales y económicas, al deterioro de la calidad, la sobre explotación de los acuíferos, la ausencia de capacidades de

gestión para regular y almacenar las aguas y los impactos del cambio climático, ha provocado conflictividad, cuya magnitud y frecuencia se estima seguirá

incrementándose. Muchos de estos conflictos trascienden las esferas administrativas de los gobiernos locales y del Ejecutivo para ventilarse a nivel judicial e incluso son objeto de acciones de inconstitucionalidad. (Política Nacional

del Agua de Guatemala y su Estrategia, 2011, p. 7). Finalmente, para el presente trabajo, con base en todo lo anteriormente expuesto,

se concluye que:

A pesar que el agua es tan indispensable en la vida humana, en Guatemala todavía no existe una ley concreta que proteja y regule el vital líquido ni las fuentes de agua en todo el país. Asimismo, la estructura institucional

guatemalteca, carece de un organismo/institución dedicada a integrar la gran cantidad de disposiciones jurídicas referentes al recurso hídrico en distintos niveles jerárquicos y con objetivos diferentes, a veces hasta contrapuestos,

al contrario, existe una legislación altamente fragmentada y sectorial, que no permite la protección integral de este Derecho. Asimismo, es importante señalar que la construcción de este organismo o institución, previa

profundización en el análisis de la situación actual de los distintos organismos del sector agua, para una posible solución a este problema, deberá tomar en cuenta los siguientes aspectos:

a) Asumir las funciones de gestión y control de los recursos hídricos entre estos

las concesiones o asignaciones, autorizaciones, Registros, lucha contra la

contaminación, etc. b) Depender de un solo Departamento Ministerial, o en su caso, constituirse

como un Organismo Autónomo. (Pérez, Emilio, 1993, p. 98).

Considerar también, como lo señala el autor Jerome, un modelo que puede convenir a un país determinado en un momento preciso, puede no resultar adecuado en otro momento, por lo tanto, en Guatemala cuando se emita una Ley en materia del Derecho al Agua y una Institución que regule lo

concerniente al mismo, debe considerarse la dimensión temporal para solucionar cualquier problema específico, ya que el entorno global en el que se ha de efectuar la regulación y gestión del agua no tiene un carácter

estático. También se debe tomar en consideración que están evolucionando los marcos sociales, e institucionales de la planificación y gestión del agua. Es decir, que una solución que puede ser adecuada en un momento y lugar

específico, es posible que no sea válida un decenio después. (Bindé, 2007).

Fuentes consultadas

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