La Nueva Arqueología [Renfrew,Colin]

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    La nuevaarqueologa

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    La horade los pueblos

    3(> DinamarcaUna comida de hace 2 .0 0 0 a o sLos n ios que visitan el Centro de Investigaciones Histricasy Arqueolgicas de Lejre, Dinamarca, tienen la oportunidadde vivir, comer y trabajar como en la edad del hierro. El Centro, creado para que los nios y los jvenes conozcan mejorsu propio pasado mediante actividades prcticas , tie ne u ntaller de tejido, una granja de l siglo XIX y un taller de alfarera as c omo una escuela y un grupo de casas de la edad delhierro. En la foto, tres alumnos de l Centro preparan un acomida segn una "receta" de ese perodo mientras otro trabaja con un telar. Las autops ias de cuerpos humanos pertenecientes a la edad de l hierro, admirablemente conservadosen la turba de los pantanos daneses, han proporcionadodatos acerca de los alimentos que ingir ieron antes de mor irhace 2 .0 0 0 a os .

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    El CorreoUna ven ta na ab ie rt a al mundo

    Este nmero

    arqueologa, es decir el estudio del pasado del hombre atravs de los restos materiales de su activ idad, ha recorridoun la rgo cam ino desde sus iniciadores, los ricos y ociososde la Europa del siglo XVI. Los primeros excavadores,ha dicho, "eran poco menos que ladrones de tumbas"; en camlos arquelogos actuales son especialistas que investigan el paarmados de autntica pericia de forenses y de un formidablede procedimientos cientficos y tcnicos.

    Po r otro lado, en este final del s ig lo XX es ms difcil que nuncalos restos materiales del pasado. Hoy se los desentierra tolos das con ocasin de los proyectos de desarrollo urbano y degrandes obras de ingeniera. Las nuevas naciones en busca de suidentidad comprenden la importancia de un patrimonio queslo define los logros del pasado cultural de sus pueblos sino queconstituye un factor esencial del desarrollo nacional. Parauna poca como la nuestra abocada al cambiose encara por doqu ie r con su pasado.

    En este ambiente de cambio la arqueologa adquiere nueva imy se pone ellamisma a cambiar. Sus actividades se extiena nuevos mbitos (arqueologa urbana, arqueologa industrial,sismolgica...). Se elaboran nuevos enfoques tericossurgen nuevas tcnicas cientficas que han hecho posible cartogra-el pasado de cada pas con mucha mayor exactitud que antes.clsica imagen del arquelogo armado con su pala est experiun cambio radical. Un arquelogo moderno forma parteun equipo pluridisciplinario y, en tal calidad, puede acudir a ladesde el espacio como medio de prospeccin, utilizarordenador para efectuar tareas tan distintas como trazar el mapade un luga r o tener acceso a los ltimos datos argicos, y apelar a la fsica nuclear para analizar sus hallazgos,de recurr ir a ciencias tan variadas como la botn ica, la ene incluso el estudio del polen, de las diatomeas y de las

    de 'peces.De todos modos, la arqueologa sigue tambin significando hoysimple excavacin con pala , y para demostrarlo hemos elegidodos ms importantes descubrimientos arqueolgicos recientesAmrica Latina y Asia central. La excavacin, en el centro misde la ciudad de Mxico, de l Templo Mayor arrasado po r lostras la conquista es una de las ms fascinantes novedadesde la arqueologa latinoamericana. No menos impresionanes el descubrimiento por arquelogos soviticos de un fabulosode la antigua Bactriana en plena Asia central.Si la arqueologa es hoy da interdisciplinaria, es tambin, y cadams, internacional. Y es en este punto donde la Unesco vienedesde hace aos un papel de primera importancia,todo como resultado de las campaas internacionales parael patrimonio cultural mundial, que en este nmero simbolilas ruinas de Mohenjo Daro, en Paquistn.Por ltimo, en este que es el Ao Internacional de la Juventud,

    que la arqueologa es capaz de entusiasmar a gran nde aficionados, muchos de ellos jvenes, cuya simple existenes ya un reto para los arquelogos modernos que deseen dar un

    real a la idea de "democratizar el pasado".portada: Trabajando en las ruinas de Mohenjo Daro.

    Ral Zamora, Pars

    de redaccin: Edoua rd Gl is san t

    Julio 1985Ao XXXVIII

    4 La nueva arqueologapor Colin Renfrew

    9 Las ra c es d e l futuropo r Osaga Odak

    12 La ciencia desvela lo s secretos del pasadopo r Tony HackensLo s anil los reveladoresEra as el rostro de Filipo de Macedonia?"Per ico el de lo s Pantanos"Arqueologa desde el aireEl enigma de Nazca

    23 El Temp lo Mayo r de Mxicopo r Eduardo Matos Moctezuma

    28 Los tesoros de Tajt i Sanghinpor Boris A. Litvinski e Igor Ft. Pichikian

    32 Mohenjo Daro, capita l mi lenaria en peligropor Syed A. Naqvi

    36 M i vida de arquelogopo r Guo Zhan

    38 Lat i tudes y longitudes2 La hora de lo s pueblos

    DINAMARCA : Un a comida de hace 2.000 aos

    Fotos Unesco

    Revista mensual publicadaen 31 idiomas po r la Unesco,Organizacin de las Naciones Unidaspara la Educacin, la Cienciay la Cultura7, Place de Fontenoy, 75700 Pars.

    Espaol Italiano Turco Esloveno FinsFrancs Hindi Urdu Macedonio SuecoIngls Tamul Cataln Servio-croata VascuenceRuso Hebreo Malayo ChinoAlemn Persa Coreano BlgaroArabe Portugus Swahili GriegoJapons Neerlands Croata-servio Cingals

    Se publica tambintrimestralmenteen braille, en espaol, ingls,francs y coreano.ISSN 0304-310 XN 7 - 1985 - OP I - 85 - 3 - 42 4 S

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    La nueva arqueologapor Colin Renfrew

    EN lo s tr es o cuatro decenios l t imosla arqueologa, es decir el estudiode l pasado del hombre gracias a losrestos materiales de su actividad, ha cam

    biado profundamente de carcter. Hubo unt iempo en que se la consideraba como unaespecie de tosca prolongacin de la historiaescrita. Respecto de las pocas sobre las quese posean documentos escritos pasaba como un aadido ti l , com o una suerte dei lustracin de la narracin escrita. Y encuanto a la prehistoria, anterior a la escritura, of reca algo as como una vaga reconstruccin de l pasado, un sustituto no escr itode l autnt ico documento histr ico.Hoy, como de golpe, la arqueologa haadquirido una importancia particular, y

    ello en un sent ido verdaderamente internacional. Cada continente posee su propio rico patrimonio arqueolgico, aunque puedacarecer de documentos escri tos sobre su remoto pasado. Por otro lado, ahora podemos comprobar con mayor precisin que loque ocurra, por ejemplo, en las Americas oen Africa hace do s o tres mil aos tiene tanta importancia para la comprensin de lahistoria humana como lo que po r la mismapoca suceda en Asia o en Europa, regiones con un historial escrito mucho mslargo.Son varias las causas que se combinan para hacernos presente que la arqueologa de

    esas regiones no dejemos de lado Australia y el Pacfico forma parte de nuestraarqueologa, es decir de la constanc ia material de la historia y las realizaciones de laespecie humana, y como ta l es parte del patrimonio cultural de nuestro mundo .En primer lugar, la elaboracin de nue

    vas tcnicas de datacin, par ticularmentecon radiocarbono, ha permitido fechar conseguridad, sin recurrir a la historia escrita,los hallazgos arqueolgicos de todas laspartes del planeta. Y gracias a la aplicacinde otra serie de tcnicas tomadas de las ciencias, unidas al perfeccionamiento de los mtodos de excavacin, el arquelogo disponede un arsenal de instrumentos y de mtodosque puede utilizar para investigar la economa, la tecno loga y los sistemas sociales de lpasado (vase el artculo de la pg. 12).En segundo lugar, con la aparicin de la

    llamada "nueva arqueologa", los investigadores han tenido que redfinir sus objetivos. Ya no tratamos simplemente dereconstruir el pasado y de elaborar un relatode lo ocurrido en los viejos t iempos. Ahoraintentamos adems comprender por qucambiaron las cosas y por qu son hoy loque son. Para ello la arqueologa necesitaelaborar un marco terico ms claro y poner en tela de juicio viejas creencias. Y sinuestra pretensin es comprender cmo ypor qu cambian las cosas, el estudio de losprocesos que t ienen lugar en una parte de lmundo puede brindarnos pistas muy valiosas para penetrar en la comprensin de los

    que se producen en otras regiones. La Nueva Arqueologa ha dejado pues de ser etno-cntrica, o a l menos trata de no serlo .En terce r lugar, al acelerarse el desarrollo

    en numerosas regiones de l mundo, tan to enlas ciudades como en las zonas rurales, como resultado de la mecanizacin y de la intensificacin de la agricultura, muchos elementos del patrimonio arqueolgico se venamenazados. La comprensin de esa amenaza ha dado lugar al nacimiento de una"arqueologa de rescate" o "d e salvamento" adoptada po r numerosos pases comopoltica nacional, a la que a veces se bautizaco n el nombre de Gest in de lo s RecursosCulturales. Tal poltica entraa esforzarsepor proteger contra toda clase de daos importantes lugares de inters histrico y arqueolgico y, al mismo tiempo, reconocerla necesidad de l levar a cabo excavacionessistemticas en aquellos cuya destruccinno puede impedirse con el fin de que nos enseen cuanto llevan dentro antes de desaparecer. Junto con este esfuerzo nacional enfavor de una arqueologa de salvamento hacrecido la conciencia de lo impor tante quees el pasado remoto para la identidad de cada nacin. Nuestro pasado es algo esencial:una parte principalsima de lo que somosahora. Y la arqueologa es el n ico caminoque nos lleva hasta nuestros primersimosorgenes.Hasta hace un siglo se tena una idea pococlara de la antigedad del mundo y una nocin muy vaga de la del hombre: En g ran

    nmero de pases existan leyendas y relatossobre la creacin, que generalmente atribuan la aparicin de l hombre a un acto deDios, o de los dioses. Pero nadie poda decirco n exact i tud cuando ocurri ta l cosa.Hasta 1859, el ao mismo en que Darwin

    public E l origen de las especies, no quedestablecida la ant igedad del hombre. Seencontraron por entonces d iversas herramientas de slex junto con los huesos de animales muertos y pudo demostrarse que esosanimales y los seres humanos que fabricaro n las herramientas vivieron hace muchosmiles de aos .El trabajo de investigacin realizado en

    los cien aos siguientes aclar muchas cosas. Se demostr que nuestra especie nacien Africa y que la mayor parte de l planetafue poblada po r los hombres durante el Paleoltico, mucho antes de l ao 10.000 a.C.En varias partes de l mundo se descubrieronpruebas del nacimiento de la agricultura.En algunas de esas regiones aparecieron lasprimeras c iudades y se invent la escritura.Pero cundo ocurr i todo esto? Fechar

    con precisin tales sucesos resultaba sobremanera difcil. Slo en 1950 permiti elavance vertiginoso de la fsica atmica elaborar nuevas tcnicas de anlisis arqueolgico. Gracias a la aplicacin del s is tema dedatacin con potasio-argn a estos dos elementos encontrados en rocas de origen vo l

    cnico hemos podido sabe r que los p rimero s homnidos fabr icantes de herramientasaparecieron en Africa hace aproximadamente dos millones de aos. Naturalmente,no se parecan mucho a los hombres modernos. Pero incluso lo s homnidos ms antiguos, los del tipo Australopithecus, eran capaces de caminar en posicin erecta y de utilizar la mano para aprehender las cosas, posean una visin binocular y tenan otras capacidades qu les distinguan de las especiesanimales.Hace 35.000 aos aparecen los primeros

    miembros de nuestra propia especie, el Homo sapiens sapiens. Tal fecha, de la queparte el hombre moderno , se ha obtenidomediante el anlis is con rad iocarbono. Estatcnica de datacin es otra secuela de la fsica atmica; gracias a ella cualquier trozo demateria orgnica (es decir materia derivadade seres en otro tiempo vivientes y que contiene carbono) puede fecharse en laboratorio, siempre que su antigedad no sea superior a los 40.000 aos.Los resultados as obtenidos en lo que

    atae a la Europa prehistr ica han revolucionado nuestras ideas. A juzgar po r ellos,buena parte de lo que ocurri en Europa enlas primeras etapas de la humanidad no tuvo su origen en el Mediterrneo oriental,como se crea antes. Por ejemplo, no es cierto que las pirmides de Egipto sean los primeros monumentos de piedra de l mundo.Algunas de las tumbas lticas de Europa sonanteriores, y hoy se sabe que Stonhenge enInglaterra y los templos de Malta son contemporneos de esas pirmides.Pero la importancia de la datacin con sradiocarbono va mucho ms all. El nuevo imtodo supone que, por primera vez, las l!-zonas que carecan de una historia escrita I

    pueden poseer actualmente su propia ero- =nologa exacta. Hoy sabemos, por ejemplo, Ique en Australia exis ta ya una poblacin @.humana, los antepasados de los modernos 2aborgenes, nada menos que hace 25.000 aos. Ahora podemos fechar con precisinla primera evolucin de las Americas, po rt omar o t ro ejemplo. As, se ha demostradoque los orgenes de la civilizacin maya enMxico y en los pases vecinos se remontanal ao 2000 a.C. Y ya estamos en condiciones de comprender la edad del hierro enAfrica y apreciar debidamente la originalidad de las figuras de barro cocido y debronce de Nigeria, algunas de las cuales data n de 600 a.C.

    Una extraordinaria combinacin de condiciones climticas y geolgicas ha permitido conservar estas huellas de un homnido en la ceniza volcnica petri f icada deLaetoli, Tanzan ia , durante unos 3.600.000aos.

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    Arriba, excavacin de un tmulo, bajo lal luvia y c on buen t iempo, segn sendosgrabados del Gentleman's Magazine de1852. Abajo, una excavacin cientficamoderna en un solar paleoltico de l departamento del Oise, Francia.

    Estos son slo unos cuantos ejemplos delos muchos que podramos aducir para cadaparte del planeta. Todo ello significa quehoy es posible hablar de una prehistoriamundial. Para cada regin podemosreconstruir la larga secuencia de la evolucin humana. Con ello cada pas puede presentar su propia prehistoria perfectamentefechada y definida.De todos modos, las tcnicas de datacin

    representan slo una parte de las tcnicas deque dispone la ciencia arqueolgica, aunque probablemente son las demayor importancia. Otra forma de investigacin es elanlisis en laboratorio de objetos fabricados por ejemplo, herramientas de piedrao piezas de alfarera , anlisis que puededarnos indicac iones claras sobre la f uent eoriginal del material utilizado. Ello nos permite conocer con ms o menos detalle el comercio y el intercambio de bienes entre laspoblaciones primitivas y el sistema de distribucin en las zonas donde se utilizaban,donde despus fueron enterrados y al finaldescubiertos po r los arquelogos.Tambin las ciencias de la vida han apor

    tado su contribucin. Gracias al estudio delos desechos de las sociedades primitivas eshoy posible tener una idea muy precisa de surgimen alimenticio y, po r tanto, de su economa de subsistencia. Po r ejemplo, las semil las carbonizadas encontradas en lo s basureros pueden revelar al especialista quelas estudia qu tipo de cosechas cultivabanlos primeros agricultores. Por el anlisis delos huesos de animales puede saberse quanimales salvajes se cazaban y si se criabananimales domsticos y en qu nmero yproporcin.Se ha llegado a decir que la arqueologa

    moderna no es ms que el estudio de losdesperdicios del pobre. Sin irona: la cosa esms que cierta. Porque estudiando esos restos ms bien modestos podemos trazar todoun panorama de la cambiante economa delas sociedades primitivas que puede ensearnos mucho ms sobre la vida en ellas quelos ms preciosos objetos de oro o de jade.Sin embargo, las novedades ms intere

    santes de l a a rqueo log a actua l no son lasconseguidas en el laboratorio, los mtodosde datacin o el estudio de l medio ambien teprimitivo. Ms bien t ienen su origen en uncambio de perspectiva, y de fi losofa. LaNueva Arqueologa comenz en los aos60, en los Estados Unidos y en Gran Bretaa, como resultado de la insatisfaccin queproducan los supuestos y las perspectivasde la arqueologa tradicional, cuyas conclusiones parecan a menudo basadas en unmarco histrico muy simplificado. El vocero principal de la Nueva Arqueologa fue elprofesor Lewis R. Binford, de la Universidad de Nuevo Mxico, Albuquerque, cuyaapor tacin fundamental consiste en habermostrado que para comprender el pasadono basta con sacar a la luz los objetos y herramientas de las edades pretritas y escribirun texto intuitivo basado en las impresionesque nos producen.Por el contrario, nuestro cometido debe

    ser estudiar el proceso cultural, es decir cmo y por qu cambian las culturas humanas. Tenemos que preguntarnos co n muchams insistencia cul es la explicacin de todas las diferencias, de la variabilidad queobservamos en el .patrimonio arqueolgico.Ello significa que tenemos que elaborar una

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    e ora y u na meto do lo ga mejo re s p ara laarqueolgica.

    Los arquelogos de este nuevo tipo traan de comprender po r que cambian las cosas, lo que significa buscar explicaciones atravs de una voluntad de generalizacin.Es pues necesario construir teoras, exactamente igual que hace el cientfico cuandotrata de comprender la naturaleza. Esasteoras se evalan despus y a veces se lasconfronta con los hallazgos arqueolgicos.Por ejemplo, podemos tratar de com

    prender cmo se construy una determinada ciudad y cmo surgi la civilizacin enuna zona dada digam os Roma, MohenjoDaro o Egipto. Para ello necesitamos disponer de un conocimiento ms general delos procesos que llevaron al incremento dela poblacin y de la complejidad social endiversas culturas humanas. Luego podemosanalizar hasta qu punto el caso de Roma,de Mohenjo Daro o de Egipto se ajusta a esepatrn general y tratar de determinar losrasgos peculiares de cada una de esas tresculturas.La Nueva Arqueologa es ms optimistaque la tradicional. Para e lla no es vlido el

    aserto de que la arqueologa no puede ensearnos nada acerca de la organizacin o dela vida religiosa de las sociedades pretritas,como afirmaban muchos arquelogos decorte t radicional. Ms b ien t enemos que esforzarnos po r elaborar unas cuantas ideasrazonables que nos permitan interpretar losdatos relativos a esos aspectos de la sociedad, como respecto del rg imen alimenticio, la tecno loga , etc.A esta arqueologa de nuevo cuo le interesa tambin v ivamente anal izar co n mscuidado cmo se constituye el documentoarqueolgico mismo, es decir cmo los lugares que excavamos y los objetos que en

    Templo megalt ico prehistrico de Ggan-tija, en la I sla de Gozo , Repblica de Malta.Gracias a las modernas tcnicas de datac in c ient f ica s e h a pod ido demos tra r qu ealgunos de lo s templos prehistr icos depiedra existentes en Malta, caracterizadospo r la hbi l ut il izac in de lo s materialesloca les, fueron construidos hace m s de5.000 aos, mucho antes de lo que se pensaba. La Unesco c ola bo ra c on e l gobiernode Malta en la preservac in y presentacinde los importantes monumentos y'luga-re s de l pas.

    ellos encontramos se encuentran exactamen te donde estn. Para es tud iar esas cuestiones ha surgido la nueva rama de l a e tno -arqueologa, la cua l implica que el especialista vaya a vivir en una determinada comunidad contempornea cuyo modo de vidasea en algn respecto similar al de la sociedad prehistrica o histrica que se trata decomprender . E l etnoarquelogo estudia cmo se produce el documento arqueolgicoen esa sociedad contempornea.Lewis Binford fue un o de los primeros ar

    quelogos que hizo ta l cosa. Lo que a l lein teresaba eran lo s cazadores-recolectoresde l periodo musteriense, hace 40.000 aos.Vea Binford claramente que la mejor manera de comprender los documentos arqueolgicos de esos hombres primitivos erair a estudiar en detal le los documentos arqueolgicos de una comunidad viviente decazadores-recolectores. Eligi con ta l fin alos esquimales Nunamiut de Alaska, con losque se fue a vivir, participando en sus expediciones de caza. Y com o no er a buen cazador, haca de carnicero para el grupo. Ellole permiti estudiar cmo se desembarazaba la comunidad esquimal de sus desperdicios, y sus observaciones han contribuido

    en gran medida al estudio de los cazadores-recolectores prehistricos.Las m ismas tcnicas de estudio puedenaplicarse tambin a las comunidades urbanas. En Tucson, Arizona (EUA), el "Gar

    bage Project" que dirige el profesor William J. Rathje ha estudiado los desperdicios de famil ias instaladas en var ios distritos de la ciudad. Como los desperdicios sedepositan en los cubos de la basura, losmiembros de l Proyecto tuvieron que convertirse ellos mismos en basureros, recogiendo los desechos de los cubos y estudindolos en el laboratorio. La cosa puede parecer estrafalaria, pero los resultados han sido muy interesantes.Este proyecto viene a ilustrar la idea deque las tcnicas de la arqueologa son adecuadas para estudiar la cultura mater ia l delas sociedades humanas en todo l uga r y po

    ca, antigua como moderna. El arquelogocontemporneo no piensa ya en trminos deculturas "primitivas" y "avanzadas". Elcazador-recolector de ho y o de ayer es tanin teresante como el habitante de las ciudades; uno y otro forman parte de la rica var iedad de la cultura humana .Hay otra razn que justifica el lugar quela arqueologa moderna ocupa en el mundo

    actual. La arqueologa tradicional sola explicar las cosas en trminos de "difusin"de la cultura. En los aos lt imos algunosestudiosos han comprendido que ste era aveces un punto de vista ms bien colonialista para el cual las novedades interesantesse producan nicamente en unos cuantoscentros privilegiados.Hoy comprobamos que, para compren

    de r los cambios histricos y sociales, tenemos que conocer los procesos que se producen localmente en la zona estudiada. Hay

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    :

    Fognharvif

    Comportamiento ODtarvado nunuinittfi, o* Anakliqtauk {A laska)

    Para hacerse una dea clara de lo s documen tos a rqueo lg icos dejados por lo scazadores-recolectores del periodo mus-teriense hace 40.000 aos , e l arquelogonorteamericano Lewis Binford decidie s tu d ia r d o cumen to s s imi lares en unacomunidad moderna de cazadores-recolectores: lo s esquimales Nunamiu tde Alaska. Para tratar de comprender cmo perciban y util izaban su entorno lo scazadores y e l tipo de documentos arqueolgicos que c reaban con su s actos,Binford consign gr fi camente todos lo sdetalles d e la v id a diaria de lo s nunamiu t .Arr iba, un esquem a de las act iv idadesque Binford observ en un matadero ycarnicera de esa comunidad.

    que analizar los cambios en la estructura social, la poblacin, la economa y la tecnologa. Los intercambios con otras zonas y laimportacin de nuevas ideas pueden desempear, y en efecto desempean, un papel enese proceso, pero no son necesar iamente loselementos esenciales.Po r e jemp lo , du ran te muchos aos secrey que las ruinas de l Gran Zimbabue, enel pas africano que ho y lleva el nombre de l

    monumento, deban de se r obra de hbilesinmigrantes de l norte, o quiz resultado delos con tac tos con lo s comerciantes rabes.Sencillamente no se admita que pudieranser obra de los mismos habitantes, es decirde la poblacin africana. Y, sin embargo,ho y todas las pruebas (incluida la de l radio-carbono) convergen en mostrar que esa erajustamente la verdad del caso. Hoy no tenemos necesidad de los inmigrantes o de una

    De los desperdiciosa l modo de vidaEn 1973 se emprendi el "Tucson GarbageProject", concebido por un grupo de antroplogos d e la Universidad de Arizona,EUA , a fin de estudiar la cultura materialde una ciudad mode rna "excavando" enla basura, cons iderada como un indiciodel modo de vida de sus habitantes. Diceel profesor William L. Rathje, director de lProyecto: "Creemos que las hiptesisacerca de las relaciones qu e ex is ten ent rela cu ltu ra mate rial y el comportamientode las civilizaciones de l pasado puedense r somet idas a prueba en un a soc iedadconocida, actual. En segundo lugar, pens amos q ue la apl icacin de mtodos arqueo lg ic o s a l e s tud io de ta l soc iedadpuede proporcionarnos un valioso conoc imiento de ella". En la foto, a lumnos delprofesor Rathje clasifican, analizan y pesa n cu idadosamente los desperd icios deun a casa para deduci r qu consume y cmo vive la soc iedad contempornea. Tanor ig inal y s is temt ico es tud io de la socied ad mo d ern a de lo s Estados Un id os c onmtodos arqueolgicos es el prototipo deot ros es tud ios s im ila res qu e se estn real i zando no slo en d ive rsas c iudades dees e pas s ino tamb in en Ciudad de Mxico y en Sidney, Austral ia.

    misin comercial para dar cuenta de la ereccin del monumento, ms fcil de explicarcomo obra de l a s oc ie dad afr icana de sutiempo. Lo mismo ocurre con Stonehengeen Inglaterra, cons iderado genera lmentecomo resu ltado de in fluencias y de conocimientos prcticos venidos del mundo mediterrneo. Hoy no tenemos necesidad de recurrir a colonizadores mediterrneos paraexplicar el monumento; la explicacin es decarcter local.

    Esto no quiere dec ir que hayamos de pensar siempre en cada pas como algo aislado.Pero s nos mueve a afirmar que cada nacin debe estimular la investigacin de supropio pasado po r medios arqueolgicos.En nuestros das la mayora de los pasessienten el orgullo de su patriomonio cultura l y algunos poseen admirables museos,como los de Ciudad de Mxico y El Cairo,para exhibir lo.Por otro lado, es cada vez mayor y msgeneral el afn de conservar ese patrimonio

    cultural. La Unesco patrocina una serie deproyectos, como la campaa para sa lvar losrestos de la antiqusima ciudad de MohenjoDaro en Paquistn (vase el artculo de lapg. 32), y son muchos los pases que tienensu propio programa de salvaguardia y proteccin de monumentos. Este aparece hoyda como un problema internacional. Algunos de sus aspectos van a examinarse en elCongreso Arqueolgico Mundial que se celebrar en septiembre de 1986 en Southampton y Londres (Inglaterra) (vase lanota de la pg. 38). El secretario nacionalbritnico, profesor Peter Ucko, de la Universidad de Southampton, espera que asistan al Congreso representantes de la mayora de los pases. Los participantes estudiarn los problemas de la conservacin y de lainterpretacin, a la luz de esa nueva conciencia internacional que se est creando entorno a nuestro pasado prehistrico.La arqueo log a sola ser una actividad

    para aficionados con t iempo libre, basada amenudo en los centros ms prsperos de lOccidente industrializado. Hoy es un campo de enorme inters para muchsimas personas en todos los pases de l mundo . Ta l cosa se debe en parte a que gracias a ella cadauno de nosotros t iene la posibilidad de conocer ms a fondo su propia historia nacion al. P ero centrarse exclusivamente en lapropia nacin es puro chauvinismo. La arqueologa nos brinda tambin la posibilidadde ver la historia primitiva de cada pas como par te de la historia general de la especiehumana en su conjun to. Y la NuevaArqueologa nos invita a esforzarnos porconocer mejor la gran diversidad de la cultura humana, tanto ahora como en el pasado . Ello es hoy ms fcil gracias al arsenalde tcnicas que nos ofrece la ciencia y al rigo r y la conciencia crtica de que ha dadomuestras la Nueva Arqueologa.

    COLIN RENFREW, britnico, es profesor de arqueologa de la Universidad de Cambridge ymiembro del Saint John's College de la mismaciudad. Se ha especializado particularmente enprehistoria de Europa y en arqueologa terica.Entre sus publicaciones f iguran Before Civilizat ion : the Radiocarbon Revolution an d PrehistoricEurope (Antes de la civilizacin: la revolucin de lradiocarbono y la Europa prehistrica) y Approaches to Social Archaeology (Aproximaciones a laarqueologa social).

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    Las races del futuro por Osaga Odak

    "Cjelo. P lpal o. Deshaz lo . S abes dequ se t rata? Ta l es el mensaje qu e setransmite estos das a los nios en Keniacuando visitan uno de los museos nacionales. " Esta in formacin qu e recoga hace poco un diario de Nairobi pone de relieve lo s objet ivos esenciales de lo s servicios educat ivos d el m u se o de la capita lkeniana: mostrar que el aprendizaje puede se r a lgo act ivo y agradable. En la foto,un grupo de estudiantes palpan y observan un molde de homb re primitivo en e lMuseo Nacional de Nairobi.

    EN el Tercer Mundo la aplicacin de lateora de l desarrollo tiene po r finalidad esencia l aliviar el sufrimiento

    de los hombres y ofrecerles la posibilidad devivir una v ida r ela tivamen te confor tab le.Para ello es menester proporcionarles mejores servicios de salud, una educacin suficiente y adaptada y sistemas eficaces de comunicacin; es tambin preciso mejorar laagricultura y emprender el camino de laindustrializacin.Sin embargo, se ha menospreciado en ge

    neral el papel de la cultura (y , dentro deella, de la arqueologa) en el desarrollo.Pero, pa ra que el desarrollo tenga sentido,habr de abarcar todas las esferas de la actividad humana, incluida naturalmente lacultura. Y debe hacerse hincapi en que laparticipacin de sta en el desarrollo es fundamen ta l pa ra la estabilidad de l esfuerzoque a l conduce.

    La arqueologa naci y se desarroll como disciplina en Europa. Pero justo p or lapoca en que se constitua en disciplina autnticamente cientfica el continente afr icano estaba sometido al proceso de la colonizacin. Precedieron a lo s colonizadores lo sexploradores y misioneros para los queAfrica era un continente habitado por pueblos primitivos que necesitaban ser rescatado s de la barbarie y civilizados, esencialmente grac ias a la religin cristiana.A los misioneros no les parecan dignos

    de preservarse y desarrollarse los valores ylas religiones de Africa. Por o tr a parte, lossistemas religiosos que aquellos imponanse basaban en sistemas culturales forneosque resultaban incompatibles co n las cultura s afr icanas. Ello er a una forma de minarla estructura entera de las religiones de l cont inente. Los santuarios fueron sustitu idospo r iglesias, mezquitas y templos, se profa-

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    n los lugares que eran sagrados para losafricanos y los objetos que testimoniaban elsaber tecnolgico de l continente antes de lacolonizacin desaparecieron bajo una olade productos industriales.Ta l era la situacin que encontraron los

    arquelogos europeos y norteamericanos alllegar a Africa. L legaban a l continente negro no para salvar su cultura y su historia dela destruccin sino esencialmente l levadospor sus proyectos y sus ambiciones. De todos modos, su presencia tuvo algunos efectos secundarios de carcter positivo ya quesu labor, orientada hacia la reconstruccinde la evolucin cultural y el desarrollo de losmtodos y de las teoras arqueolgicos, noslo permiti descubrir g ran nmero deobras del pasado cultural africano y echarlos cimientos de futuros trabajos, sino qued io como resu ltado una revalorizacin deese pasado.Los co lon izadores de Africa no estimula

    ban la conciencia basada en la t ra d ic i n n isiquiera en aquellos pases donde habancreado instituciones que se ocupaban de antigedades y de arqueologa.Pero, tras la independencia, se produjo

    un movimiento hacia lo que podramos calif icar de " renac imiento cultural". E l estudio de las culturas tradicionales y ciertasdisciplinas culturales como la arqueologaentraron progresivamente en los planes deestudios. Sin embargo, el nmero insuficiente de educadores nativos con preparacin adecuada y la elaboracin de los programas educativos casi exclusivamente po rexpertos extranjeros tuvieron como resu lta-

    Cabanas para estudiantes en e l Cen tro deEstudios Musesticos de Jos, en Nigeria.

    do que hasta cierto punto continuaran losprogramas de l per iodo colonial .A medida que los pases africanos conse

    gu an la autosuficiencia en materia de manode obra, la s ituac in comenz a cambiargradualmente. Se hicieron esfuerzos po r intensificar la investigacin sobre la historiade Africa, pero como eran muy pocos losdocumentos escritos en que se reflejaba esahistor ia, los historiadores africanos se volvieron hacia otras fuentes. En particular, laarqueologa se h izo muy popular como instrumento de investigacin histrica y, en ta lcalidad, fue introducida como disciplinaauxiliar en los departamentos de historia devar ias un ivers idades afr icanas.Pero la atraccin de la arqueologa es todava l imitada. El lo se debe en parte a que

    las excavaciones, elemento esencial de la actividad arqueolgica, obligan a interveniren los terrenos de inhumacin y a tratar conrestos de esqueletos y o tros lugares y objet os r el ac io nado s con c ie rt os t abe s. De ah que, para el hombre de la calle, el arquelogo sea una espec ie de "sepulturero" quepractica una profesin anormal.La modernizacin ha tenido tambin una

    influencia negativa. Los progresos modernos en materia de agricultura y de construccin de carreteras, represas y centrales hidroelctricas han venido a destruir lugaresque antes se consideraban sagrados o venerables y ello ha incitado a ciertos vndalosa destruir otros sitios sagrados con la esperanza de encontrar tesoros ocultos o simplemente por diversin. Todo esto ha suscitado un ambiente nada respetuoso para con lacultura tradicional, falta de respeto que seha extendido a disciplinas tales como la arqueologa y la antropologa que estudianesa cultura.Desde la independencia la influencia de

    (Wr"

    En 1981, Ao Internacional de la s Personas Impedidas, e l Com it Nac io na l Tunecino de l Consejo Internacional de Museos (ICOM) tra z un plan de utilizacinde l os serv ic ios muses ti cos para ayudara los niosmentalmente deficientes. A laderecha, un grupo de nios subnormales,que hacen su pr imera visita exper imentala un museo arqueolgico, e l M u se o Nacional d el B ard o, Tnez, examinan eleno rme p ie de una estatua de Jpiter.Arr iba, dibujo realizado despus de la visita por uno de los nios, Jaled Zarruq. Elp lan tunec ino ha demostrado que los nios con deficiencias psquicas puedenbene fic ia rse de l es tmu lo qu e suponenlas visitas peridicas a lo s museos.los arquelogos extranjeros y de las fundaciones de otros continentes que financianproyectos arqueolgicos sigue presentandoaspectos a la par pos itivos y negativos. Porejemplo, los ltimos progresos realizadosen el estudio de los orgenes de l hombre,particularmente en Africa oriental, hanatrado la atencin de l mundo sobre el remoto pasado del continente negro. Tambin pueden haber dado a los no enteradosla impresin de que la arqueologa africanano tiene problemas y que sus trabajos avanza n si n dif icultades.Sin embargo, el hecho es que esos estu

    dios t ienen por objeto periodos anteriores ala aparicin de l hombre moderno. Cabepreguntarse, po r ejemplo, hasta qu puntol os es tud ios cen tr ados en torno a la investigacin del origen de l hombre contribuyen alconocimiento de la historia y de la culturade los actuales pueblos africanos. Un gobierno consciente de la neces idad de conocer el pasado general de su pueblo no puedeapoyarse casi exclusivamente en un soloaspecto de la historia humana, po r importante que sea, que tiene muy escasa relacincon su pueblo, ignorando en cambio otraszonas vitales para desarro llar y enriquecerla conciencia de su identidad cultural.Hay otro problema consistente en que,

    dada la escasez de fondos de origen interno,los arquelogos africanos recaban y recibenayuda de fundaciones y organismos de financiacin extranjeros. Aunque ello ha permitido llevar a cabo una serie de trabajosque de otro modo no se hubieran hecho,

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    hay dos importantes efectos negativos queno cabe olvidar. En pr imer lugr, el sistemat iende a incitar a las autor idades locales ano ocuparse de la labor arqueolgica en susplanes de desarrollo con el pretexto de quelos fondos necesarios vendrn del extranjero . En segundo lugar, esas fundaciones yorganismos extranjeros suelen prestar suayuda nicamente a los proyectos que ellosmismos seleccionan. En consecuenc ia l osarquelogos locales se ven obligados a concebir sus planes de investigacin de modoque se ajusten a los dictados de los organismos f inanc iadores . De este modo las fundaciones extranjeras pueden influir en el desarrollo de las actividades arqueolgicas deun pas sin necesidad de que intervengan investigadores forneos.Todo esto pone de relieve la necesidad deuna poltica arqueolgica nacional coherente y perfectamente definida que se apoye enuna legislacin y unos recursos financierosadecuados. Esa poltica debe definir unas l

    neas directrices c la ras sobre las relacionesentre la arqueologa y otras disciplinas culturales; debe tambin ocuparse de planifica r en c ierto m odo la fo rmac in delpersonal.Una institucin arqueolgica dotada de

    un nmero suf iciente de arquelogos locales e inspirada en una poltica perfectamente definida podr a desempear un papelmuy positivo. Coordinando las actividadesde los investigadores locales y extranjerospodra evitar la duplicacin de actividades ydistribuir adecuadamente el trabajo de in

    vestigacin de acuerdo con las diferentespocas y aspectos de la arqueologa.Armada de una poltica razonable y de un

    conocimiento de las prioridades nacionales,esa organizac in a jus tar a la labor arqueolgica a las necesidades de l desarrollo nacional y faci li tara informacin actualizadasobre el potenc ia l arqueolg ico de l pas.Normalmente tendr a tambin a su disposic i n do cumen tac i n de ta ll ad a sobre lo s recursos culturales de l pas, incluido un inventario de los lugares y monumen to s arqueolgicos basado en los trabajos ya realizados as como e lementos y da tos de inters(notas de campo, informes, publicaciones yotros materiales inditos) reunidos en sucentro de documentacin.El pblico t iene aun que percatarse delpapel que la arqueologa debe desempearen el desarro llo moderno, y son pocos los

    africanos que se sienten atrados por ella.Lo n ormal es que en cada pas de Africaexistan slo un puado de arquelogos profesionales, a veces nada ms que uno. Labatalla por el reconocimiento pblico de laarqueologa no se ha ganado t odava, n i siquiera en los crculos universitarios. El problema consiste en sacar a la arqueologa delas covachuelas de l elitismo acadmico einstalarla en medio del pblico.Lo s jvenes son ho y la mayora en los

    pases de l Tercer Mundo y es con e llo s conquienes se tiene que ganar la batalla por elreconocimiento pblico de la arqueologa.De ah la necesidad urgente de estimular

    entre ellos el inters po r sta, realzar su posicin en los crculos universitarios y reforza r su imagen pblica.La arqueologa proporciona datos que

    contr ibuyen a la reconstruccin de la historia de pueblos cuyo pasado apenas o nadase refleja en los documentos escr itos. En losvestigios descubiertos por los arquelogosse expresan los orgenes y el desarrollo de lacultura de un pueblo. Algunos de los lugares arqueolgicos excavados podran transformarse en museos a l a ire libre o en parques culturales.Los l ugares , tesoros y objetos arqueol

    gicos pueden constituirse en s mbo los queintensifican el sentimiento que un pueblotiene de pertenecer a un territorio y a un at radic in histr ica y cultural. El sentimiento de la i dent idad cultural es la b as e d e laconciencia y la realizacin de si mismo queabre vastas perspectivas para la creatividadindividual o colectiva. De ah el importantepapel que la arqueologa puede desempearen el desarrollo de cualquier nacin.

    , OSAGA ODAK, keniano, es un antroplogocultural especializado en arte rupestre , administracin de recursos culturales y estudios tnicos.Es codirector de la Of ic ina de Investigaciones Arqueolgicas y Etnogrf icas de Ken ia y coordinado r de investigaciones culturales de l Departamento de Cu ltura del Gobierno de su pas. Es,asimismo, presidente del Comit Nacional Kenian o de l Consejo Internacional de Monumentos yLugares Histricos.

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    La ciencia desvela losdel pasado por Tony HackensLA arqueo log a nac i en la Europa de l siglo XV I como un

    vastago de l fervor erudito de l Renacimiento. Muchos de losprimeros a rque logos fueron coleccionistas a quienes

    movan un inters estt ico por las cosas de la Antigedad y un deseo de reconstituir el teln de fondo d e lo s acontecimientos narrado s po r los escri tores ant iguos.Hasta comienzos del siglo XX generaciones enteras de arquelo

    gos se dedicaron a redescubrir y excavar importantes solares anti

    guos, a consignar la evolucin de los estilos y a buscar la huella delas influencias culturales recprocas segn un criterio esttico y unasuerte de "t ipologa" de los objetos estudiados.En cambio, el arquelogo de ho y vive generalmente en un mun

    do muy ale jado de las preocupaciones de los coleccionistas eruditos y de las excavaciones de prestigio y se halla en el centro de ungrupo de especialistas de diferentes disciplinas cientficas. Trabajando en estrecha colaboracin con stos y aprovechando los m-

    Los anillos reveladoresA fines el siglo XV Leona rdo de Vinci descubr i qu e en el tron

    co de los rboles se f o rmaban c rcu los concnt ri cos segn lasestaciones. En el siglo XX la dendroc rono log a (da tac in a part i rde los anil los de lo s rboles qu e se va n aadiendo c ad a ao durante los primeros periodos de su crecimiento) ha l legado aconstituir una ciencia. Cada uno de esos anillos es nico (msancho o ms delgado segn las condic iones en qu e creci laplanta) y la alternancia en tre e llos no se repite nunca debido aqu e las va r iac iones anua les de l c lima jams so n iguales. Lo scientf icos han establecido un a cronologa segn lo s anillos delos rbo les t ras lapando lo s c rcu los concn t ri cos de lo s rbolesvivos co n los de la madera muerta (diagrama de abajo). As pueden datarse muestras de la made ra d e lo s ob je tos descub ie r tos

    1852 Luis Napolen se proclama emperador' 1870 Proclamacin de la Tercera Repblica Francesa189 Inauguracin de la Torre Ei ffe l

    1914 P ri me ra Guer ra Mundia l

    1939 Segunda Guerra Mundial

    por lo s a rquelogos comparndo la s , v is ua lmen te o medianteun a computadora, co n las c ronolog as mode lo es tab lec idas encada reg in.Lo s pinos de la especie Longaeva qu e crecen en la cordil lerade la s White Mountains de California han constituido un instrumento n ico en la elaboracin de l nuevo procedimiento de datacin debido a que viven hasta un a edad muy avanzada. As , elDr. C.W. Ferguson, de la Universidad de Arizona, ha establecidoun a secuencia cont inua de anil los que abar ca lo s 8.500 aos ltimos (vase la portada posterior) y confa en que llegue a contene r un mn imo de 10.000 aos. Esta secuencia y otras encontrada s en d i fe ren tes luga res de l mundo ha n servido para rect i f icara lgunas fechas es tab le c idas med ian te la uti l izacin de l radio-carbono o carbono-14, otro mtodo importante de datacin qu eemplean lo s arquelogos.Descubierta a fines de los aos 40, la datacin con carbono ra

    diact ivo se b asa en el hecho de que lo s organismos vivos absorben el radiocarbono de la atmsfera; cuando mueren, el carbono se desintegra a un ritmo constante y, midiendo la cantidadqu e de l queda en un a muestra de ma te ria o rgn ica , t al comoel carbn o lo s huesos, puede determinarse la poca de qu e data n los restos de un animal o de una planta. Sin embargo, cuando ios cientficos analizaron e l contenido de carbono-14 en losanil los de rboles c uy a e dad se conoca, descubr ieron considerables discrepanc ias entre sta y a qu l. Mientras ms se retrocede en el tiempo, a partir del ao 1000 a.C, las fechas obten idasmediante el carbono-14 se apartan cada ve z m s de l calendarior ea l. E s to se exp li ca porque la datacin co n carbono radiact ivose basaba en el supuesto de qu e los rayos csmicos que producan el carbono-14 haban bombardeado la Tierra con una intensidad uni forme, pero en la real idad el carbono-14 presen ta f luctuac iones. Hoy da se ha n establecido cuadros de cal ibracin delos anil los de los rboles que conv ierten los aos-carbono-14 enaos de l calendario. Y resulta extraordinario pensar que algunasaldeas lacustres suizas del cuarto mi len io a.C. pueden da ta rseya no en milen ios ni en s ig lo s s ino en el ao mismo en que fuero n talados los rboles con que se construyeron.A la izquierda, corte transversal de l t ronco de un roble de l par

    que de Fonta inebleau, derribado en 1952. Contando su s anillospudo establecerse su edad y, dado que comenz a crecer haciala poca de la matanza de la San Barto lom, en Pa rs , en 1572,ha recibido el nombre de "roble de la San Bartolom".

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    IfMllA'llliil m^i'ii'Mtkmm^nArboles muer tos Madera muer ta

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    odos que se utilizan en las ciencias naturales, los arquelogos moernos tratan de descifrar los mensajes acumulados en los archivosalpables de la actividad humana, es decir las variadas huellas dejaas en una gran diversidad de materiales. Y aunque no sigan los paos de Heinrich Schliemann en Troya y Micenas ni los de Lord Carnarvon en Egipto, ni experimenten la emocin de descubrir tumbasebosantes de objetos preciosos y de joyas, real izan una tarea huanis ta igua lmente valiosa al utilizar las ms avanzadas tcnicasientficas para mejo r comprender c ie rtos aspectos de la vida, de lntorno, de l paisaje y de la tecnologa de l pasado.Excavar supone destruir y, a diferencia de lo s recursos naturales,

    l patrimonio arqueolgico no se renueva. En estas consideraciones, aparentemente elementales, se basa la misin de l arqueloo , el cual debe identificar el ms mnimo indic io de la pasada actiidad humana, analizar cada aspecto de la informacin que puedabtener empleando para ello todos los mtodos disponibles y evaluar su interpretacin mediante un razonamiento que pueda luegoometerse a prueba co n computadora.El presente artculo , con sus recuadros e i lustraciones, trata de

    proporcionar una informacin sobremanera simplif icada y selectiva

    de algunas complejas tcnicas cient ficas que se utilizan actualmente en materia de prospeccin, excavacin, anlisis, datacin ypreservacin de los vestigios de l pasado.Dnde excavar . Uno de los problemas c on que se enfrentan los

    arquelogos es saber dnde excavar. A veces resulta ti l estudiarla literatura y los documentos antiguos; en otros casos, los indiciosdeben busca rse desde el aire o en el sue lo . La uti l izacin de la fotografa area en arqueologa (vase el recuadro la pg. 18) data decomienzos del siglo, cuando se tomaron fotos de Ostia, el puertode Roma, desde un globo aerostt ico. La aplicacin sistemtica deeste procedimiento ha permitido estudiar el trazado de las ciudadesromanas an tes de comenzar las excavaciones, localizar los restosde caminos y de casas y observar los sistemas de aprovechamientode la tierra. Ms recientemente, la teledeteccin desde satlites haampliado considerablemente la gama de posibilidades de la prospeccin area.En los trabajos de campo se ha difundido considerablemente el

    empleo de la resistividad elctrica (o resistencia especf ica) para detectar murallas o zanjas enterradas. Ta l mtodo consiste en hacerpasar una corriente elctrica a travs de l terreno para medir la re-

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    Estos tres dibujos del solar de la Troya antigua revelan algunosde los cambios tcnicos y conceptuales qu e se han producidoen la esfera de la arqueologa desde el siglo pasado. Arr iba, unco rt e t ransve rsa l que data de 1879, p ub lic ad o p or H ein ric hSchl iemann. En l se indica la acumu lac in de escombros quepara el gran arquelogo alemn consti tuan un obstculo importante en su bsqueda de la Troya homr ica. El dibujo de l centroes un corte vert ical esquemt ico de la colina artif icial de Troya,realizado por Carl Biegen, quien dirigi las investigaciones arqueolgicas de la Universidad de Cincinnati en ese solar de 1932a 1938. La preocupacin fundamental de Biegen era analizarestratigrficamente los diferentes niveles de la colina. El dibujode abajo, recientemente publicado, indica no solamente laestratigrafa sino tambin los t ipos de tierra d e las distintas capa s a fin de reconstituir el med io amb ien te de los diversos periodos histricos.

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    sistencia de l suelo, variab le segn la humedad. Lo s buscadores detesoros util izan a menudo detectores de metales en algunos pasesdonde, emplendolos de manera indiscriminada e irresponsable,han destruido el patrimonio arqueolgico. Los tcnicos norteamericanos y suecos han construido recientemente una camioneta equipada con rayos lser capaces de detectar estructuras enterradas acuatro metros de profundidad en algunos terrenos de turba.Excavacin. El mtodo ms importante que los arquelogos

    modernos emplean l legado el momento de efectuar las excavaciones es el estudio de la estratigrafa, o sea la disposicin del materialarqueolgico en estratos o capas superpuestas. Las primeras excavaciones que se realizaron en Roma en el siglo XV I y en Pompeyay Herculano en 1717 consistieron ms que nada en recoger objetosy el propio Schliemann admiti haber excavado (y destruido) enTroya muchos estratos recientes antes de llegar a las capas arqueolgicas "importantes", aunque no fue el nico que procedi de ta lmanera. Sus dibujos dan una idea de la superposicin de lo s estratos y ves tig ios p ero n o dej documentos "visuales" precisos quepuedan interpretarse sin acudir a sus informaciones escritas.

    Los arquelogos de la generacin siguiente elaboraron gran cant idad de documentos, dibujaron cortes verticales y horizontales de lterreno y cuadricularon los solares con unidades de tamao uniforme a fin de "leer" la superposicin de los estratos y analizar la relacin de stos con los niveles de l sue lo que estuvieron a lguna vezhabitados y con las capas de construcciones y de ruinas. Hicieronasimismo una descripcin minuciosa de cada vestig io encontradodurante la extraccin metdica de la tierra, empleando a menudoinstrumentos de precisin para localizar la posicin exacta de cadaun a de la s ru inas.La generacin actual de arquelogos suele tomar gran nmero

    de muestras de la tierra, de l polen y de l carbn encontrados en lasexcavaciones. Ello permite deducir d e los restos de un edificio cmo era ste originalmente, reconstituir el medio ambiente e indenti-ficar las ocupaciones de quienes lo habitaban. El anlisis de l istopocarbono-13 de los huesos y de los tejidos puede ilustrarnos acercade la dieta del hombre prehistr ico y el estudio de los insectos fosilizados puede informarnos, segn su entorno, sobre las ocupaciones de aqul. Actualmente la estratigrafa se s irv e de una vasta ga -

    Anlisis de una pequea cruz bizant ina mediante elprocedimiento de emisin de rayos X inducida porprotones (PIXE) en el Laboratorio de Anlisis porReaccin Nuc lear de Namu r , B lg ic a . Para ello sebombardea la cruz con un "can de protones",produciendo rayos X cuyas caractersticas se miden, a cada lado de la cruz, co n analizadores de cana l mlt iple. As ha podido descubrirse el contenido relat ivo de oro, cob re , h ie rr o y plata del objetoestudiado. Para demostrar e l carcter no destructivo de este mtodo de anlis is, un miembro del personal del laboratorio de Namur apunt a el "can"cont ra su s propios dientes.

    Era as la cabeza de Filipo deMacedonia?

    El p ro fe s or Mano lis Andronicos, de laUnivers idad de Tesalnica, descubri en1977 t res tumbas reales en Vergina, Macedonia (vase E l Correo de la U n es co dejunio de 1979). Pareca posible que el re yFilipo II de Macedonia (382-336 a.C), padre de A le ja nd ro M a gn o, h ub ie ra s id oenterrado en la mayor de esas t umbas,pero nada ven a a corroborar la conjetura.En 1981 Richard Neave , de la Universidadde Manchester, el Dr. John Prag, de l Muse o dla misma c iudad , y el Dr. J.H. Mus-grave, de la Universidad de Bristol, comenzaron a colaborar co n el profesor Andronicos, examinando el crneo encont rado y reconst ruyendo el rostro del difunto. Se hicieron vaciados de los huesoscraneales que hab an quedado t ras la cremacin de l cadver, p ero lo s cientf icost ropezaron co n dif icultades para ensamblar los f ragmentos seos descubr iendoque ello se deba en gran parte a un a herida y a un a de fo rmac in congenita . " Enresumen escrito el Dr. Prag , el lado izquierdo de l rostro estaba marcadamen te subdesa rr ol la do y el derecho su -perdesarrol lado, en compensac in . " Lo sexper tos en c ir ug a p ls ti ca advirt ieronadems he ri das en la cuenca de l o jo derec ho q ue , a su juicio, s lo p od a n h ab er sido causadas por un proyect i l lanzado desde arr iba. Las efigies de Filipo de Macedonia lo r e presentan con una herida en elo jo derecho de l cual era, aparentemente,tuerto, y un escri tor del siglo I a.C. sealaba, a propsi to de l monarca, qu e "perd i el ojo derecho po r un f lechazo que recibi mientras inspeccionaba la s mqu inas de a se dio y lo s cober t izos de proteccin durante el sitio de Metona." Taldescripcin, segn el Dr. Prag, "concuerda exactamente con la herida que adver timos en el crneo de Verg ina y const i tuyela p rueba que Andronicos siempre espery q ue p are ce haber acallado a los escpti-cos." Lo s especial istas que reconstruyero n la cabeza emplearon la s mismas tcnicas de que se sirve la polica para ident if icar l os cadve re s descompuestos . Sein t rodujeron cuas de medic in en diferentes puntos del crneo para establecerel espesor de los tej idos blandos, se modelaron lo s msculos y luego se aadiero n la s capas superf iciales. Para lo s detalles de la cicatriz se tom como base unaherida casi idntica recibida unos aosantes por un leador canadiense.

    1. Crneo reconstruidoen el qu e se advierteuna her id a en el ojoderecho.

    2. Vaciado en yeso de lacabeza terminada.

    3. Vac iado en cera de lacabeza reconstruidaco n el cabello, la barbay la piel.

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    ma de disciplinas cientf icas, entre las cuales desempean un papelde creciente importancia las ciencias de la tierra.Anlisis de l os ha l lazgos arqueolgicos. Desde fines de la se

    gunda guerra mundial las tcnicas de anlisis arqueolgico hanavanzado de modo ta l qu e ho y puede descubr irse cmo se fabricaron los objetos encontrados, de qu materiales estn hechos y dnde se los obtena. El jaspe negro o piedra de toque es el primer mtodo empleado para determinar la proporcin de metal prec ioso deun objeto y sus resultados so n extraordinariamente precisos. Paraello se frota el objeto con la piedra de toque, la cual, expuesta a laaccin de un agente reactivo, cambia de color, proporcionando asla informacin buscada .En el siglo III a.C. Arqumedes emple la tcnica conoc ida hoy

    con el nombre de vo lumetra de masa para descubrir si la coronade l re y H ie rn de S ira cusa era de oro o de una aleac in de oro yplata. Como es sabido, al entrar un da en su bao el sabio griegoadvirti que el agua se derramaba, descubriendo as uno de los msimportantes principios de la hidrosttica. Dedujo entonces que si secolocaban separadamente partes iguales de oro y de plata y la coro

    na en sendos vasos de agua poda descubrirse el peso especficode l metal contenido en ella. Tanto la tcnica de la piedra de toquecomo la de la volumetra de masa siguen utilizndose ho y da.En las tcnicas de anlisis qumico es preciso tomar una muest rade l objeto, lo qu e a menudo resulta perjudicial, sobre todo cuandose trata de objetos preciosos. En cambio, el anlisis espectrogrfico

    que ha sucedido a tales tcnicas permite, como su nombre indica,investigar la naturaleza qumica de un objeto mediante el anlisis desu espectro. La desventaja de ta l procedimiento es que slo puedeexaminarse una porcin de cada objeto, mas al tomar una muestrasta se destruye y no puede repetirse la experiencia.En la bsqueda de un mtodo ideal de anlisis que no destruya

    el objeto estudiado, el paso siguiente fue el bombardeo de las piezas arqueolgicas con rayos X que, lejos de causar dao a lguno,s implemente or ig inan otros rayos cuyos diferentes niveles de difraccin o de energa corresponden a los diversos materiales. Talanlisis se limita a una capa microscpica de tomos de la superficie de l objeto; de ah que si el material de una pieza no es homog-neo puede inducir a error acerca de su verdadera naturaleza. El m-

    Grac ias a un es tud io exper imen ta l quepuede abr i r un camino extraordinariamente prometedor para la investigacinfutura sobre la evolucin humana y la arqueologa, el cientf ico sueco Svante P -b o ha logrado r ecien temen te ex tr ae run a muestra de DNA (y reproducir copiasidnticas de ella) de una momia de hace4.500 aos (en la fo to) , correspondiente aun nio del ant iguo Egipto , muerto a laedad de un ao . El DNA, o cido desoxi-rribonucleico, molcula bs ica de la vida,transmite las instrucciones hereditariasque determinan la natura leza de un organismo vivo; adems, un estudio de la s secuencias del DNA puede proporcionarn os u na imagen clara de la ident idad gentica de un a poblacin. De ah q ue la informacin sobre las secuencias del DNAen las momias eg ipc ias podra in fo rmarno s no slo d e la s relaciones qu e existanentre los miembros de las familias realessino adems de lo s movimientos de poblacin en el ant iguo Egipto. Sin embargo, debe sea la rse que , pese a ciertos rumores exagerados, es imposible empleartales tcnicas para reconsti tuir un ge nfunc ional y co n mayor razn un se r humano viviente a partir de esas secuencias delDNA.

    Cmo fechar lo s solares prehistr icosMtodos Materiales T iempo aba rcado Obse rva ci on e sDendrocronologa Madera De 0 a 7 .0 0 0 a osCarbono 14 Restos De 0 a 40.000

    orgnicos anos(madera, huesos),conchas

    Relac in Estalagmitas, De 700.000torio-uranio huesos, conchas a 250 .0 00 ao sTermoluminiscencia Cermica, De 0 a varios

    rocas quemadas cientos de(s ilex, piedra milesarenisca, granito), d e a o sestalagmitas

    Resonan c ia de l Estalagmitas, De 1 .000 a Enespn electrnico huesos varios millones desarrollo

    d e a o sRastros de C ris ta les De 0 a variosfisin de l volcnicos, cientos de milesuranio m ine ra l es r ic o s

    en uraniode aos

    Potasio-argn Lava volcnica D e 1 .0 00 a1.000 millonesde aos

    Aminocidos Huesos Endesarrollo

    Mapa Centre des Faibles Radioactivits, Centre mixte CNRS-CEA, Gif-sur-Yvette, FranciaAlgunos mtodos de datacin so n ms adecuados que otros,segn la edad aproximada de l so la r prehistrico y de lo s mater ia les encontrados. De ah que, cuando sea pos ib le , convengautilizar d i fe r en tes m todos y comparar lo s resultados.

    Roma ha emprendido un proyecto degran a lcance en el qu e la conservacin desu s ant igedades en el centro histrico seintegra en el marco ms amplio de la planif icacin de la c iudad mode rna . Un primer paso capital era la proteccin de lo smonumentos y esta tuas desf iguradospor la contaminacin atmosfrica. A laderecha , es tatua de Marco Aurelio sometida a tratamiento en el Instituto Centralde Restauracin.

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    todo a base de rayos X requ ie re un profundo conocimiento de lo st ipos de objetos arqueolgicos a fin evitar generalizaciones apresuradas hechas a partir de l anlisis de la superficie.Con la utilizacin de rayos ms penetrantes se han podido ev itar

    tanto las desventajas de los mtodos de anlisis destructivos comoel carcter superficial del anlisis co n rayo s X .El anlisis nuclear, que util iza neutrones producidos por un reac

    to r o po r un acelerador, ha ampliado sobremanera nuestro conocimiento de la metalistera antigua y el estudio de las forjas modernasgracias a la determinacin de algunos de sus elementos. Asimismo,se ha podido descubr ir la procedencia de los metales empleados enla acuac in ant igua de monedas, mediante las l lamadas "huellasdigitales geolgicas" de sus minas originales. Una aplicacin delanlisis nuclear que ha demostrado ser particularmente fructferaes el estudio de la proporcin de istopos de ciertos cuerpos determinada po r la espectrografa de masa. Las proporciones de Oxgeno 16 y de Oxgeno 18 en el mrmol antiguo son caractersticas delos diferentes yacimientos y es mucho ms seguro identificar la procedencia de los objetos de mrmol griego, po r ejemplo, utilizandoesta tcnica que confiarse al dictamen emprico sobre la textura de l

    grano o el color de las venas. Este mtodo de anlisis se aplica particularmente a los istopos de l plomo dada la utilizacin generalizadade ese metal en la construccin de edi ficios y la fabricacin de vidrio. Se han ubicado con considerable certeza yacimientos de plomo de la antigedad en territorios que van desde Espaa hasta Irn.Finalmente^ se estn realizando anlisis para saber ms acerca

    del carcter de las tecnologas antiguas. El microanalizador de sonda electrnica proyecta en una pantalla una imagen ampliada de lasrespuestas registradas cuando los haces de electrones bombardeanla superficie de un objeto. Se ha empleado este mtodo para determinar los casos en que el dorado se ha hecho con mercurio. Puedenllevarse a cabo anlisis detallados, incluso co n objetos pesados odifciles de manejar, con un aparato de emisin de rayos X inducidapo r protones (PIXE) en el cual stos golpean una pequea superfic ie del objeto estudiado y provocan emisiones de rayos X cuyas caractersticas se miden con un detector y se registran en un analizado r de canales mltiples.Datacin. El mtodo de datacin co n carbono-14, descubier to

    po r Williard F. Libby, fo rma hoy da parte del arsenal de numerososarquelogos. Una medida precisa de la proporcin de carbono-14contenida en una muestra dada permite est imar su edad con fechas

    Son muchos lo s pases donde la uti l izacin de detectores de metales para buscar tesoros ocultos es el pasatiempo favorito degran nmero de personas. Los arque logos, p reocupados por elproblema de lo s daos causados al patr imonio y a los solares arqueolgicos, han censurado severamente a los buscadores detesoros porque slo se in teresan por los objetos y porque al separar s tos de su contexto destruyen una valiosa informacinacerca de nuestro pasado. Por otro lado son muchos los arquelogos conscientes de l peligro que supone la existencia de un"abismo de incomprensin" entre ellos y el pblico y qu e consideran importante tratar de movil izar los entusiasmos de los buscadores de tesoros en la exploracin de los t esoros enter rados ,reconci l iando sus act ividades co n la invest igacin cientf ica de lpasado.

    El georradar es un mtodo electromagntico de investigacin de l terreno concebido para explorar las estructuras geolgicas y que t iene t amb in aplicacin en arqueologa. La energa electromagnticaes transmitida al suelo desde una unidad

    Principios de la deteccincon geor radar

    situada en la superf icie. En su paso por elmanto terrestre un a parte de la energa esreflejada al da r co n un l mite entre do smateriales dotados de diferentes propiedades e lc tr icas ( como , po r e jemp lo , tierra vegetal y roca, o t ierra vegetal y un objeto arqueo lg ico), m ient ras el resto cont ina profundizando (vase el diagrama).Midiendo e l intervalo entre las sealestransmitidas y las ref lejadas es posibleestudiar las distintas capas de t ierra y roca y el emplazamiento de lo s objetos ente rrados. Las seales reflejadas se recogen en un t ubo ca td ico y en un registra^dor grfico, obtenindose as un perfi lcont inuo del subsuelo. Abajo, el sistemade rada r ope rando en un campo . La antena se hal la instalada en un agui ln quepuede e le va rs e o bajarse mediante un

    montacargas cont rolado desde el vehculo . Ba jo est as l neas, " radargrama" de uncamino de la edad del bronce en una cinaga danesa. El camino de madera de roble, l igeramente incl inado, se apoyaba enla arena y su profundidad er a aproximadamente de medio metro.

    Caminode roble

    Superficie del suelo

    * t imn]! !f

    Arcilla

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    referidas al momen to actual ( "BP" = before present, antes dehoy). Investigaciones amplias y pro fundas han demostrado que ladatacin con carbono-14 es a veces errnea debido a las grandesf luctuaciones de los rayos csmicos en el pasado. De ah que lasfechas obtenidas mediante este procedimiento hayan tenido quese r reajustadas tras una confrontacin con las que han arrojadootros mtodos tales como la termoluminiscencia y la dendrocrono-loga (vase el recuadro de la pg. 12).

    La termoluminiscencia s e b as a en el fenmeno en virtud de l cua llos rayos de lo s elementos radiactivos de l suelo y los rayos csmicos se acumulan en lo s materia les cr is ta linos empleados en la a lfarera, energa que se libera en forma de luz cuando se los sometea la accin de l calor. La cantidad de energa y, por ende, de lu z esproporcional al periodo de t iempo durante el cual se fue acumulando . Ta l procedimiento func iona como una suerte de reloj qu e comienza en cero cuando el material se calienta a determinada temperatura (en el caso de la alfarera, cuando se hornean las piezas). Lascantidades de luz as obtenidas son infinitamente pequeas po r locual se requieren fotomultiplicadores para hacerlas visibles y mensurab les. S in embargo, la acumulacin es importante cuando se

    trata de periodos mayores de 1 .000 ao s y ta l mtodo es de inapreciable va lo r en el caso de lo s menores de 50.000. En el estudio decivi l izaciones sumamente antiguas sobre las cuales no existen referencias escritas ni "t ipolgicas", tales como la prehistoria de l Brasil, la cultura Jomo de l Japn o las primeras culturas de Africa occidental, la termoluminiscencia es en realidad el primer mtodo dedatacin que se h a empleado. Por razones de espacio dejaremos delado los dems sis temas de datacin que se estn desarrollando actualmente, tales como la datacin magntica y los nuevos mtodosnucleares, entre otros (vase el cuadro de la pg. 15).Tcnicas matemt icas e informt icas. Las posibilidades que

    brinda a los arquelogos el acceso a los bancos de datos son prcticamente ilimitadas. Estos reemplazan a los voluminosos archivosde papeles y a las bibliografas anuales que a menudo aparecen cona traso . Podemos tener l iteralmente en la punta de los dedos y enel momento que queramos informaciones sobre obje tos , monumentos y solares arqueolgicos as como sobre las investigacionesque hoy se realizan. Pero el peligro que amenaza a este sistema esel que sufri la Torre de Babel. El lenguaje de las computadoras yel de la mente humana deben ser compatibles y, sin embargo, in -

    'Perico el de los Pantanos"

    En un pantano de tu rba de L in d on Mos s,al sur de Manchester (Re ino Unido), seencontr en agosto de 1984 el cuerpo deun hombre qu e f ue t ras ladado inmediatamente al Museo Britnico para qu e all seocuparan de su anlisis y preservacin. Elcuerpo haba sido muti lado por una mqu ina excavadora pe ro el t ronco, incluidoel aparato digestivo, y una importantecantidad de piel y de cabello se habanconservado intactos en la turba (combust ible fsi l formado por residuos vegetales en lugares pantanosos que desp ideun cido preservativo, absorbe la humeda d y e xp ele el oxgeno). Segn la data

    cin co n radiocarbono, el cuerpo de "Pete Marsh", como se lo llam (Pete = diminutivo de Pedro, Marsh = apell ido muy comn que s ign i fi ca l ite ra lmente "pantano") , tena aprox imadamente 2.500 aosde edad. Un equipo de cientf icos entrelo s que f iguraban especial istas en medicina fo rense, dermatologa, anatoma,microbiologa y bo tnica comenzaron inmediatamente a analizar lo s restos y aspudo ob tene rse un retrato de Pete Marsh.Se calcula qu e t en a en tre 20 y 30 aos,una altura de 1,67 m, cabello castao, barba , b igotes y pat il las pe l ir ro jos , y u a s inmacu ladamen te pu lidas . Su muerte, vi o

    le nta , f ue por es t rangu lac in . Posteriormente se real izaron estudios del cuerpocon rayos X y se obtuvieron imgenes informticas de sus entraas con una sonda de resonancia magnt ica nuclear. Lo sinvestigadores se proponen adems ut il iza r la s ms recientes tcnicas de ingen iera gentica para ext raer genes de l cuerpoy "cultivarlos" en un laboratorio. Antesde exponer a Pete Marsh al pblico se leest liofilizando mediante una tcnicaqu e permite conge la r el agua contenidaen el cuerpo qu e luego es colocado enun a cmara donde el vac o vapo riza lo scristales de hielo.

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    p* cluso en una esfera como la numismtica cuyo lenguaje es tan conciso e internacional, los diversos equipos de trabajo tienen diferentes propsitos y se sirven de instrumentos distintos. Es verdad quese intercambian opin iones y experienc ias pero no informaciones nidatos propiamente d ic hos, por lo menos de manera automtica.Demasiados bancos de datos son sis temas cerrados cuyo accesoest reservado a unos cuantos privilegiados. Por otra parte, es difc il hacer consultas a dis tanc ia . S in embargo, pueden grabarse yaen un disco vdeo decenas de miles de imgenes y , tericamentepo r lo menos, debera ponerse a disposicin de los interesados lasfotografas de las principales bibliotecas, ta l como existen ya micro-f ichas ilustradas de las piezas que conservan los museos.Po r su parte, las computadoras han permitido realizar anlisiscomplejos mediante la simulacin en cortos espacios de t iempo, as

    como catalogar, grabar y relacionar a gran velocidad inmensas cantidades de informacin.De ah que el anlisis interdisciplinario sea la clave de la arqueolo

    ga actual, aunque no debe limitarse al empleo de los costosos m

    todos modernos. Los arquelogos necesitan cada vez ms contarcon el dictamen de los gelogos, los especialistas en ciencias de lsuelo, los botnicos y otros expertos en disciplinas tradicionalmente estud iadas. No es pos ib le hacer aqu una lista completa de lasciencias que participan actualmente en la reconstruccin de l pasado, p ero en ella se incluira el estudio de las conchas, d ia tomeas yespinas de peces, de la minera y de las tcnicas de elaboracin delos minerales, de la fabricacin de l vidrio y de l papel, etc., sin mencionar la dilatada esfe ra de la arqueologa submarina.

    TONY HACKENS, belga, es profesor de arqueologa y numismtica clsicas y de mtodos tcnicos aplicados a la arqueologa en la Universidad Catlica de Lovaina e investigador asociado de l Cent ro de Arqueologa Mundial de la Universidad de Brown, EUA. Es vicepresidente del Grupo de Expertos Europeos para la aplicacin de mtodos f sicos, qumicos, matemticos y b io lg icos a la arqueologa del Consejo de Europa, Estrasburgo. Porotra parte, an ima los cursos para postgraduados en ciencias arqueolgicasde l Cent ro Un ive rs itar io Europeo para e l Pa tr imon io Cu ltura l, en Ravello,Italia.

    Arqueologa desde el aire

    La fotografa se ha convertido en uni n st rumen to f undamen ta l de la arqueologa moderna. Gracias a ella se descubrent odos los a o s g ra n cantidad de solaresqu e a nivel del suelo resultan invis ibles.Lo s vestigios enterrados de la s ac tiv idade s humanas pueden influir durante mile s d e aos en el crecimiento de las planta s, d an do lu g ar a diferencias en la v egetac in qu e se observan desde el aire. Interpretar fotos areas es un a tarea altamente espec ia l izada; la imagen camb ia alcambiar la luz en los diversos momentosde l da y en la s dist intas estaciones; cam

    bia t ambin con el estado de la vegetacin y co n otros factores. Lo s solares enterrados pueden revelarse, b ie n p or seale s en el suelo (rastros de suelos con diferente color o textura), bien por seales enlo s cult ivos. El dibujo de a rr ib a muest racomo se producen estas lt imas. La vegetac in es ms a lt a sobre la zanja enterrada m ien tr as d ism in u ye enc ima de l cimiento de piedra. La foto no s ofrece un arara ocas in de comproba r po r qu aparecen las seales en los cultivos. E n la orillade esta gravera puede verse el suelo decolor oscuro de una zan ja de la Edad de l

    Hierro cegada por el lgamo. La cebadaque en l crece es ms alta como consecuencia de la mayor profundidad de l suelo y de la humedad. La tecnologa de lo ssensores instalados en ar tefactos espaciales o en aviones que pueden detectarobjetos en longitudes de onda a las qu en o s on sensibles ni el o jo h umano ni la fo tografa ordinaria est abocada a transformar radicalmente la preparacin y larealizacin de los reconocimientos arqueolgicos. Pero estamos apenas en lo scomienzos de la aplicacin de esa tecnologa a la exploracin arqueolgica.

    El enigma de NazcaMarcados en e l rido desierto de Nazca , a casi 50 0 km al surestede Lima, capi ta l de Per, e xis te n u no s inmens os dibujos o esquemas a b as e d e surcos o zanjas. Su tamao es ta l q ue n o selo s puede ve ra l n ive l del suelo. En cambio , contemplados desdee l a i re , p resen tan una espec ie de best iar io, a medias fantst ico,a medias natural ista, de s im ios , p jaros de la rgo cue l lo , un a araa, un lagarto, perros, peces y ba lle nas , rodeados de l neas enzigzag, formas est rel ladas, espirales, rectngulos y t rapezoides.La s rayas o lneas se atr ibuyen a la l lamada cultura de Nazca , dela qu e toman n omb re y qu e floreci en la regin desde 200 a.C.hasta 600 d .C . Qu f inal idad tenan las famosas rayas? Desdeq ue h ac e ms de 40 ao s la s descubr i el D r. P aul Kosok , steviene siendo un desconcertan te en igma arqueolgico. Se ha nf ormu lado a l respecto teoras, algunas tradas po r lo s cabellos.Indicaban la s rayas un puerto espacial constru ido po r seres extraterrestres o para su uso? Ten an un signif icado r i tual y seal aban e l derrotero que deb an seguir lo s desf iles de antorchas enlo s das fi jados po r e l r i to? Constituan u n map a es te lar de l firmamen to ant iguo, "el mayor l ibro de as tr onoma de l mundo " ,segn las palabras de l Dr. Kosok? Contenan un a in formacinsimblica q ue d eb a transmitirse a las generaciones posteriores? Aunque se ha n d ado mltiples Interpretaciones de cadauno de l o s e lemen tos de lo s d ib u jo s de Na zc a, l os e s tud io sosconvienen hoy en qu e hay en ellos impl icaciones sociales, polticas, econmicas y religiosas de uno u otro tipo. Desde que seprodujo e l descubr im ien to , la D ra . Mara Reiche, astrnoma ymatemt ica, ha consagrado su v ida a estudiarlas rayas y a establecer correlaciones entre ellas y lo s acontec im ientos ast ron

    micos. He aqu algunas de su s conclusiones, qu e nos ha env iadoespecialmente p ar a e st e nmero: "Las perfectas proporc ionesde estas f iguras, a lgunas d e la s cuales t ienen 200 o 300 metrosde largo, da n a entender que se t razaron para ser v is tas desdeel aire. Podran representar cons te laciones que, igual que enotras culturas, eran considerados en la de Nazca como divin idades. Esas constelaciones caracterizan las diferentes pocas delao segn su v is ib i lidad noc turna. El momento ms Importantede l a o er a s iempre d ic iembre porque se esperaba que entoncese l agua corr iera por l os r o s se co s y la gente se prepa raba paratal acontecimiento labrando las tierras... En Nazca esta constelacin anunciadora de l agua e ra la Osa Mayor. Cuando el agua,asustada, se negaba a aparecer, la gente trazaba en e l sue lo unaimagen de la divinidad del agua, es deci r la constelacin qu eapareca siempre a l m ismo tiempo qu e el agua. Imagen ta ngrande qu e la divinidad poda verse a s misma desde lo a lto yacordarse de n ue vo d e l agua can ta r na . Po r varias razones a laOsa Mayo r s e la representa como un mono . En cuanto a la araa , parece qu e representa a Orion". No todos lo s arquelogosestn de acuerdo co n la s teoras d e la D ra . R eic he , pe ro todosr inden homenaje a su resuelta voluntad de preservar la s f rgilesrayas de Nazca pa ra l a posteridad. As , aunque no l legue a explicarse nunca comple tamente su misterio, quedarn como una dela s ms be llas c reac iones de l Ingen io humano .

    A la derecha, visto desde el aire, un colibr de 90 metros de largodibujado en e l s uelo de Nazca.

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    PAGINAS EN COLOR

    Pginas centralesArr iba a la izquierda : La s excavacionesrealizadas de 1974 a 1979 en algunos lugare s a rqueo lg icos de l antiguo reino deZhongshan, en la actual provincia de H e-bei, al suroeste de Beijing, ha n apor tadouna contribucin esencial al conocimiento de es e per iodo de la civil izacin china( si glo V l- com ienzos de l siglo I II a .C) . Sedesenterraron ms de 20.000 piezas, lamqyor par te de la s c ua le s provienen dedos grandes mausoleos reales. Variosinstrumentos musicales dan fe de la im por tancia que la msica revesta enaquella poca. Kongfuz i (Confucio) leatr ibua un a funcin reguladora esencialp ara e l buen gobierno del estado. El re yde Zhongshan Cuo (muer to en 314 a.C.)parece qu e fu e f iel a ta l p r inc ip io . En susepulcro s e h a descubier to, adems de uncarilln de piedras sonoras, otro de 14campanas de b ronce ( fo to ). Estas, qu ecarecan de bada jo , c o lgaban por ordendecreciente d tamao de un armazn demadera laqueada y se las go lpeaba con unpequeo mazo. Este caril ln es uno de lo smuy pocos q ue ha n l legado hasta nosotros enteros.

    Foto Oficina de Relaciones Exteriores del Ministerio deCultura, BeijingAbajo a la izquierda, f ri so po lic romadode l Templo de la s gu il as, pa rt e de l Temp lo Ma yo r d e la c iudad de Mxico (vaseel artculo de esta pgina).Foto Alex Webb Magnum, ParsArriba a la derecha: ruinas de Mohen joDaro, Paqu is tn . En lo s restos de la ciud ad q ue fu e el centro d e u na bri l lante cultura que f loreci en e l valle de l I ndo hace5.000 aos, se advierte una avanzada concepc in de la planif icacin urbana.Foto Ral Zamora, ParsAbajo a la de recha : es ta ob ra maestra dela joyera en miniatura, encontrada en unkurgn ( tmulo funerario) escita de Ucrania , representa a un grifo con un pend iente en forma de racimo de uvas.Foto Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Cien-cos de la URSS , Mo sc

    Pgina de la izquierdaArr iba: De gran fue rza exp res iva , esta rara miniatura de marf i l en la q ue AlejandroMagno aparece de f rente con un ye lmoqu e representa un le n d ata de l s ig lo II Ia.C. Fue descubierta en un templo monumenta l excavado por lo s arquelogos sovit icos en la RSS de Tadjikistan (vase elartculo de la pg. 28).Foto Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Cien-cios de la URSS, MoscAbajo: cabeza barbada a l es t ilo d e la civil izacin de Nok , en Nigeria. C om o la mayo r pa r te de lo s ob je tos per tenec ientes aesa civil izacin aparecieron en zonas aluviales en las que es imposible hace r exmenes est rat igrf icos debido a lo s corrimien tos de t ierra, son p o co s lo s d at os arqueo lg icos c iertos qu e poseemos sobreellos. La aplicacin de la s tcnicas de datacin co n c arb o no -1 4 y por te rmoluminiscencia (ver e l a r t cu lo de la p. 12) hapermitido fechar la civil izacin de Nokentre 50 0 a.C. y 500 d.C.Foto Universidad Catl ica de Lovaina, Coleccin De Grune

    El Templo Mayorde Mxico

    por Eduardo Matos Moctezuma

    LA noche del 21 de febrero de 1978,obreros de la Compaa de Luz yFuerza se encontraban trabajando en

    la esquina de las calles de Guatemala y Argentina, en p leno corazn de la ciudad deMxico. Despus de romper la gruesa capade concreto de la calle, a dos metros de profundidad, d ieron con una piedra dura queles impeda continuar . A l ret irar el lodo quela cubra se percataron de que la piedra tena una ser ie de relieves, po r lo que decidieron suspender el trabajo hasta el da siguiente. La oficina de Rescate Arqueolgico del Instituto Nacional de Antropologa eHistoria envi al lugar un equipo de arquelo gos y el 23 de febrero se verific que elhallazgo consista en parte de una esculturaen la que se poda apreciar un rostro de perfi l co n adornos en la cabeza. Hasta el d a 2 7se continuaron los trabajos de rescate, dando por resu ltado la localizacin de un enorme monolito de 3,25 m de dimetro cuyaparte superior estaba escu lp ida con la representacin en relieve de una mujer des-*nuda, decapitada y con los brazos y las pierna s separados de l tronco. Se trataba, sin lugar a dudas, de Coyolxauhqui, deidad lunar, hermana de Huitzilopochtli, dios de laguerra, a quien ste, segn relata el mito,dio muerte en el cerro de Coatepec despusde singular combate.A partir de ese momento se puso en prc

    tica el Proyecto Templo Mayor. El Proyectose estructur desde un principio en tres fases fundamentales que permitie ran laaplicacin de los principios terico-meto-dolgicos que nos aproximan a lo que fue el

    pr inc ipa l templo de los aztecas o mexicas,grupo que se establece en los islotes de l lago de Texcoco hacia el ao 1325 d.C. y quea partir de ese momento va a desarrollarse,primero como pueblo sometido al seorode Azcapotzalco, hasta que logran su independencia hacia el ao 1428, y despus como una soc iedad expansion is ta que va aconquistar grandes reas de Mesoamrica,hasta que en 1521 caigan bajo el dominio delos espaoles que, mandados por HernnCorts, acabarn por c onqu is ta r Mx ic odurante el s ig lo XVI y destruirn la ciudadazteca de Tenochtitln, con la consiguientedestruccin del Templo Mayor.He aqu las tres fases de l Proyecto de ex

    cavacin del Temp lo Mayor.La primera fase consista en recopilar el

    material existente sobre el Templo Mayor,tanto d e la s fuentes histricas como de trabajos arqueolgicos practicados co n anterioridad en el lugar o en lugares aledaos.Sobre la base d e e sta informacin s e e sta blecieron los planteamientos generales,

    Abajo, la Piedra de Coyolxauhqui, de3,25 m de dimetro, cuyo accidental descubrimiento en el centro mismo de la c iudad de Mxico, en 1978, iba a darcomo resultado la excavac in genera l de l ant iguoTemplo Mayor azteca de Tenochtit ln. Lapiedra r ep re sen ta e l cuerpo desmembrado de la diosa lunar Coyo lxauhqu i que,seg n e l mito , f ue de rro tada , muerta ydesmembrada por su hermano Huitzilo-pochli, dios de la guerra y de l sol. ^

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    tanto t ericos como prc ticos , que reg ir anel proceso de investigacin.La segunda fase inclua lo relativo a la ob

    tencin de lo s datos arqueolgicos, es decirla excavacin, que comenz el 20 de marzode 1978 y te rm in en el mes de noviembrede 1982. Con ta l fin se utilizaron la s tcnicasadecuadas para u n b ue n control de l proceso excavatorio, a partir de la cuadriculacinde l rea en unidades de 2 x 2 m. La superficie po r excavar se dividi en tres secciones,cada una a cargo de un arquelogo y susrespectivos ayudantes. Se establecieron loselementos de apoyo tales como la presencia de un equipo de restauradores con un laboratorio de campo, as como la ayuda debilogos, qumicos, gelogos, etc., de l Departamento de Prehistoria, y de labora torios fotogrficos y secciones de d ibu jo y decontrol de mater ia les.La tercera fase comprende el estudio,

    anlisis e interpretacin de los materialesobtenidos en la fase anterior. Despus decuatro aos de trabajos ininterrumpidos, sehan cubierto las dos primeras fases y nosencontramos met idos en la tercera, qu e habr de l levarnos ms t iempo.A continuacin daremos un r esumen de

    los hallazgos obtenidos tras casi cinco aosde excavaciones en el lugar, as como laspr incipales investigaciones que se realizanactualmente.Arqui tectura. Hasta hace poco aos los

    re la tos que de l Temp lo Mayo r nos dejaronlos cronistas de l siglo XV I eran la principalinformacin con que se contaba para conoce r las caractersticas de l mismo. Ahora,gracias a la arqueologa, tenemos el templofrente a nosotros y vemos qu e en realidadla descripcin de los cronistas estaba muyapegada a lo qu e vieron o a lo que les relataron a lgunos indgenas . La arqueologa nosha permitido inclusive llegar a etapas muyantiguas de l Templo Mayor , que ni siquieralas ltimas generaciones de mexicas conocieron.El templo estaba orientado con su facha

    da principal hacia ponien te y asentado enuna plataforma general con un gran basamento sobresaliente de cuatro cuerpos condos escaleras que conducan a la parte superior, donde se encontraban los dos ado -ratorios, el de l lado sur dedicado a la divinidad tutelar Huitzilopochtli, dios de la guerra, y el de l lado norte a Tlaloc, dios de lagua, de la llu via y de la fertil idad.El templo se fue agrandando cada vezms po r diversas causas. Por un la do , la

    ciudad de Tenochtitln sufra inundacionesque obligaban a elevar el nivel de sus conjuntos arquitectnicos, adems de fallasestruc tura les (asentamientos , hundimientos de l terreno inestable, etc.). Po r otra parte , las fuentes h istricas no s informan decmo algunos de los gobernantes mandaron edificar un nuevo templo sobre el yaexistente, superponindose as unas sobreotras las d iversas e tapas construct ivas.Ahora sabemos que el templo se agrandpor sus cuatro lados en siete ocasiones porlo menos, aunque h ub o tamb i n c ua troaadidos solamente de la fachada principal.Seguidamente damos una idea general decada una de estas etapas construct ivas,con excepcin de la etapa I, qu e se encontraba en el interior de la etapa II y en ta l estado de deterioro que cualquier descripcinhabra resultado nula e i nn e ce sa r ia . L o s n meros romanos indican los agrandamientos

    Plano Scientific American y Prensa Cientfica, S.A. Derechos reservados. Reproducido con autorizacin

    totales po r los cuatro lados y, si van seguido s de un a letra, los aumen tos so lamen tede la fachada principal.E tapa II. Este edificio se caracteriza por

    tener muy comple ta su parte superior. Vemos res tos de lo s dos adoratorios de piedray con parte de l estuco (mezcla de arena ycal) que la cub ra. F rente a la entrada de ladoratorio de Huitzilopochtli tenemos lapiedra de sacrificios. En el ltimo escaln yen eje con la piedra vemos la cara de un personaje con un glifo encima (2 conejo) quede ser numeral equivale al a o 1390 d.C. Enel interior del adoratorio se alcanza a veruna banqueta que corre de norte a su r y enla mitad de ella hay un altarcillo donde debicolocarse la deidad. Del lado de Tlaloc (ladonorte) se halla la figura de un Chacmool, escultura de piedra policromada que representa al mensajero d iv ino , encargado det ransportar la ofrenda al interior de l adora-torio. Los p ilares que marcan el acceso al

    adoratorio guardan aun las pinturas murales de q ue e sta ba n recubiertos, consistentes en crculos negros con blancoposiblemente los ojos del dios sobreuna banda azul y otra roja. Deba jo de stashay franjas verticales en blanco y negro, al

    ternndose. En el inter ior alcanzamos a verla banqueta sobre la que debi encontrarseel dios. Esta etapa es, en general, anterioral ao 1427, fecha en que los mexicas se liberan de Azcapotzalco.Etapa III. Esta etapa presenta unas esca

    linatas bien elaboradas y los paramentos delos cuerpos de l basamento son verticales.Fue en la escalinata de Huitzilopochtli donde se encontraron las ocho esculturas querepresentan portaestandartes reclinados enlos escalones. Estas figuras probablementeadornaban el edificio, pero en el momentoen que se iba a iniciar una nueva etapaconstructiva fueron reunidas y colocadasceremonia lmente sobre la escal inata donde I

  • 8/6/2019 La Nueva Arqueologa [Renfrew,Colin]

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    El Templo Mayor de Tenocht i t lnEl Templo Mayo r de lo s Mex icas, e l pueb lo qu e habitaba la ciudad azteca deTenochti t ln, era un monumento erigidopara celebrar el poder de l impe rio azteca.Co ronaban e l templo sendos adorator iosdedicados a Tlaloc (e l dios de l agua, la lluvia y la fertilidad) y a Huitzi lopochll (e ldios de la guerra y del sol), lo qu e reflejaba la dependenc ia d e la economa mex ic arespecto de la agricultura y lo s tr ibutosguerreros. La s excavaciones mostraron laexistencia de seis grandes pocas en laconstruccin de l templo ( ind icadas connme ros romanos en el plano de l a pgina de la izquierda). La primera poca quese excav, la nmero II, se sita en tornoa 1390 y apa re c i casi Intacta. La lt imapoca, la Vil, fu e to ta lmente arrasada porlo s conquistadores espaoles. La foto dea rr iba mues tr a un pano rama general delas excavac iones desde e l ngu lo sudoccidental de la fachada. En el centro de lafoto se ve la Piedra de Coyo lxauhqu i rodeada de un a armazn de metal . En p rimer trmino del templo un a serpiente esculpida (ut il izada a menudo como smbolo de Huitzi lopochl