7/23/2019 La paja y el trigo

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La paja y el trigo

Alguna vez afrmé que nuestra moral ue inventada por los campesinos. Lo sigo

creyendo y además creo que la hermenéutica proviene de los panaderos.Separar el trigo de la paja es la base de la interpretacin! me parece que tal

acto ue la primera cr"tica del juicio! tal vez el mismo #ant ue panadero.

$e lejos! la paja y el trigo son lo mismo% vistos de cerca son dos cosas. &istos

de mucho más cerca son cientos o miles de cosas y desde una perspectiva

mucho más distante son mieses! o una parcela! incluso una regin! un pa"s! un

planeta. 'untamos la paja con el trigo si nos conviene y los separamos si lo

requerimos. Lo mismo ocurre con nuestras interpretaciones. Analizamos y

sintetizamos seg(n nos plazca.

)on respecto a la literatura! he pensado en los granos y las granzas. Los granosson las obras que in*uyen! son joyas de la ertilidad! a las que llaman

cannicas. Las granzas son sus indispensables acompa+antes! residuos de

criba! desechos que pisotean los bueyes. ,ero no es tan ácil como pudiera

pensarse reconocer si un libro es granza o grano. -o es tan sencillo entrar a

una librer"a con una yunta de yeguas que trille los estantes y vaya ormando

un cerro de libros prescindibles y! cuando los libreros queden desgranados!

podamos recoger con acilidad unas cuantas obras cuyo destino sea el

crecimiento.

$esde que recuerdo en é/ico se promueve la lectura de una manera burda.

0Leer te hace mejor1! 0lee 23 minutos1! pero el l"der en esto de los lemasprolectura destinados al racaso ue &asconcelos4 05á+ate con jabn y lee a los

clásicos1. 6ealmente no sé con e/actitud cuál ue su lema! pero sé que en

parte ten"a razn! 7quién iba a aguantar tanto mal olor8 9ambién la incultura

puede ser repulsiva como el aire que acompa+a a quienes no son amigos del

agua y del zacate.

e parece que la incultura especialmente en aquellas personas que tienen

tiempo y dinero para cultivarse es desagradable. :ntiendo por cultivarse la

lectura de certeros granos de trigo4 los clásicos grecolatinos. :l tiempo nos los

ha fltrado. 7Aunque! las siete tragedias de :squilo son mejores que las otras

noventa que perdimos8 6ealmente no podemos saber! será nuestro ánimo elque opine4 ya sea para conormarse con las ruinas de los te/tos que tenemos!

o para lamentarse porque el esp"ritu de arte;<uitzilopochtli ha invadido todos

los siglos.

,or otra parte! está claro que es eurocéntrico considerar a los clásicos

grecolatinos los (nicos válidos. Seamos un poco sensatos y multiculturales. La

gran literatura no empieza ni termina en =ccidente. > no slo de clásicos vive

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el hombre. :stoy seguro de que hay maravillosas obras al margen de todos los

cánones. ,or dar algunos ejemplos! prefero los evangelios apcrios a los

cannicos! prefero a =rtiz de ontellano que a cualquier otro de Los

)ontemporáneos! prefero La heroína mexicana  que El Periquillo Sarniento!

prefero a ar"a de ?ayas en lugar de Lope de &ega. Sin embargo! a veces

siento que el desconocimiento de la literatura es tal que ni unos ni otrosnombres son ubicables por la mayor"a de los universitarios en é/ico! ya no

pienso en la poblacin en general! sino incluso en los estudiantes de

humanidades. 9al vez a estas alturas ya toda gran literatura es marginal.

Ahora bien! al pensar en el buen gusto se nos presentan dos problemas4

primero! cmo saber si eso que consideremos buen gusto no es otra cosa que

la imposicin de un prejuicio de ra"ces ancestrales! 7por qué ser"a de buen

gusto la &enus de ilo y no la )oatlicue8 :l segundo problema es la posibilidad

de que el buen gusto sea cultivable! 7es voluntario que yo no disrute la

moronga8! 7puedo modifcar el gusto de mi paladar por un acto volitivo8 Si

reprimimos lo que nos parece desagradable en una comida! en un géneromusical o en una obra literaria! nada nos garantiza que aquello reprimido no

retorne! tarde o temprano! a recordarnos que tal cosa no es de nuestro gusto.

Si el gusto no es un acto voluntario! podr"amos en consecuencia renunciar a

todos los ideales.

,ero si todo se tratara de gustos y los gustos tuvieran ra"ces que ninguna

voluntad pudiera arrancar! 7bajo qué criterios se podr"a recomendar cierto libro

en lugar de otro8 7)mo desgranaremos la inmensa oerta libresca8! 7cmo

separaremos el trigo de la ciza+a8 :n el caso de la literatura! hay comunidades

cuya uncin es hacer rese+as! revistas! art"culos! antolog"as! en fn! el trillado!

son las yuntas que pisotean la cosecha.

:l trillado no puede hacerse delicadamente porque tiene que darse una buena

riccin! a pesar de que no sepamos! salvo por sensibilidad propia! la distincin

entre libros bálago y buenos libros. Lamentablemente la vida es breve! como

dijera =netti! entonces leer malos libros es una pérdida de tiempo irreparable.

La cultura no es una escalera en la que podamos ir paso a pasito! los malos

libros no sirven para escalar sino para atolondrar! hay libros a los que no

conviene dedicarles ni quince minutos! vamos! ni el saludo! que los pisoteen

los bueyes.

Lo que yo prefero promover es la biodiversidad lectora4 clásicos antiguos y

modernos! cannicos y marginales! ojear al multiculturalismo y a las perierias!

a eso que algunos tuertos llaman la escuela del resentimiento4 donde están las

minor"as! negros y mujeres! plebeyos y homose/uales! colonizados y

ol@lricos. La biodiversidad literaria garantiza que se pueda dar gusto a

cualquier paladar. ,ero el bestsellerismo! que es como el ma"z transgénico!

amenaza con acabar justamente con la biodiversidad literaria. 7,ermitiremos

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que siembren nuestras librer"as con narrativas acilonas y perogrulladas de

autoestima8 uizá no esté en nuestras manos! lamentablemente en los bretes

actuales de los campesinos veo el uturo de los literatos.