La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA...

52
La Panera 56 PERIÓDICO MENSUAL DE ARTE Y CULTURA I Distribución gratuita. Prohibida su venta. DICIEMBRE 2014 ARCHIVES DU 7EME ART / PHOTO 12 / AFP LA REINA DEL PIN UP BETTIE PAGE VIAJE A LAS RAÍCES Felipe Cusicanqui en Bolivia ED WOOD, el legado del peor cineasta de la historia

Transcript of La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA...

Page 1: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera 56PERIÓDICO MENSUAL DE ARTE Y CULTURA I Distribución gratuita. Prohibida su venta. DICIEMBRE 2014

ARCH

IVES

DU

7EM

E ART

/ PH

OTO

12 /

AFP

LA REINA DEL PIN UP

BETTIE PAGE

VIAJE A LAS RAÍCESFelipe Cusicanqui en Bolivia

ED WOOD, el legado del peor cineasta de la historia

Page 2: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES
Page 3: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera

PERIÓDICO MENSUAL DE ARTE Y CULTURA EDITADO POR LA CORPORACIÓN CULTURAL ARTE+

[email protected]

Presidenta Patricia Ready Kattan Directora General Susana Ponce de León GonzálezDirectora de la sección Artes Visuales Patricia Ready Kattan Editora Jefa Susana Ponce de León GonzálezCoordinadora Periodística Pilar Entrala VergaraDirección de arte Rosario Briones RojasDiseño Daniela Escobar ContrerasAsistentes de diseño Simoné Malacchini - Bernardita Espinoza Colaboradores Carolina Andonie - Jessica Atal - Sandra Accatino - Pilar Entrala - César Gabler Violeta Güiraldes - María Teresa Herreros - Victoria Jiménez - Agustín Letelier - Miguel Laborde Pamela Marfil - Andrés Nazarala - Mónica Oportot - Edison Otero - Juan Carlos Ramírez - Heidi Schmidlin Ignacio Szmulewicz - Rafael Valle - David Vera-Meiggs - Claudia Vergara - Antonio Voland Ilustradores Alejandra Acosta - Alfredo Cáceres - Juan Pablo TorrealbaCorporación Cultural Arte+ Espoz 3125, Vitacura, Santiago de Chile. Fono +(562) 2953-6210 Representante Legal Rodrigo Palacios Fitz-HenryImprenta Gráfica Andes Servicios Informativos Agence France-Presse (AFP)

Vea la versión digital de LA PANERA enwww.galeriapready.clwww.lapanera.miracultura.cldirac.minrel.gov.cl

Contacto comercial y suscripciones: Roxana Varas Mora [email protected] Valdivieso [email protected]

LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTA EDICIÓN SON DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE.

PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES Nº18.985

Artes Visuales8 Los últimos 20 años de la evolución artística de Rembrandt

Música 14 Manuel Villarroel, consagrado en Francia, desconocido en Chile

16 La historia del rock en diez canciones, según Greil Marcus Teatro18 La Ilíada narrada a través de 40 neumáticos y 15 actores

Cine20 Otras inolvidables joyas del cine navideño

Literatura26 Los grandes hitos de la narrativa en clave de humor

28 Esa ineludible seducción de Javier Marías

Cómic 30 Neil Gaiman, historietista que tuvo fe en un sueño y un destino

Danza 32 El Butoh sigue indagando en las esencias del ser Destinos35 Los icónicos días de patinaje en la Somerset House de Londres

36 Visita a uno de los mayores castillos habitados de Inglaterra 38 Gestión Cultural Design Thinking, la forma cool de aprender haciendo Patrimonio 40 Domitila Cuyul, última Maestra de Paz y Tesoro Vivo 2014

42 Encuentro con el pequeño Príncipe Inca que vela sobre Santiago

Columna de Miguel Laborde44 ¿Por qué nos hemos perfilado como un "país de poetas"?

LA PANERA se distribuye en todo Chile y, con el Patrocinio de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Dirac), se hace presente en varios puntos del extranjero (embajadas, agregadurías culturales, consulados y otros). A través de la empresa HBbooks llega a las bibliotecas de las universidades de Harvard, Stanford, Texas (Austin), Minnesota y Toronto, y del Ibero-Amerikanisches Institut (Berlín). Además, la Biblioteca Kandinsky del Centro Pompidou de París la ha incorporado a su catálogo oficial. Y también está disponible en las bibliotecas de la National Gallery de Londres, de los museos Tamayo de México, Thyssen-Bornemisza y Reina Sofía de Madrid, y de la Internationella Biblioteket de Estocolmo. Premio Nacional de Revistas MAGs 2013, categoría Mejor Reportaje de arte, entretenimiento, gastronomía, tiempo libre, espectáculos; y Premio Nacional de Revistas MAGs 2012, categoría Mejor Reportaje de turismo, viajes y fomento a la cultura chilena, otorgados por la Asociación Nacional de la Prensa.20 mil ejemplares de distribución gratuita.

LOGO PEFC.pdf 1 6/13/12 2:31 PM

Certificado PEFC

Este papel proviene debosques manejados enforma sustentable yfuentes controladas

www.pefc.org

36

© PA

UL B

ARKE

R

Page 4: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

4 I La Panera

UN VIAJE DE FELIPE CUSICANQUI

LA ENCOMIENDA DEL ABUELO

El artista recorrió más de 1.500 kilómetros del altiplano boliviano, buscando comprobar o desmitificar las historias de su abuelo sobre sus ancestros indígenas. Y junto con encontrar sus raíces, lo deslumbró la gran labor social y de rescate cultural que está realizando el Presidente Evo Morales.

Artes Visuales

©ANA MARÍA HURTADO

©M

ARIO

PUER

TO

El salar de Uyuni, uno de los más grandes del mun-do, está en medio de montañas que parecen flotar.

Page 5: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 5

Foto izquierda: El pintor observa la ciudad desde el mirador de La Paz.

Foto derecha: En Huara y otras loca-lidades, los niños juegan en la lengua de sus abuelos, que se estaba perdiendo.

“En este milenio es más importante defender la Madre Tierra que defender los derechos humanos”, Evo Morales.

POR CLAUDIA VERGARA

“Hace más de tres años, la documentalista Ana Ma-ría Hurtado me propuso realizar un filme –al que

tituló «La Encomienda del Abuelo»– sobre un proyecto que yo tenía en mente: ir a Bo-livia en busca del origen de mi apellido y de mi historia familiar. Cuando niño, mi abuelo me hablaba de que teníamos ancestros In-cas, príncipes en el altiplano boliviano. Me transmitió su entusiasmo de ser un inmi-grante orgulloso y me dijo ‘tú, Felipe, tam-bién eres un príncipe’. Por eso, cuando chico se me formó un imaginario de esas tierras”, explica Felipe Cusicanqui.

El artista visual viene llegando de un largo recorrido por el altiplano de Bolivia, durante el cual no sólo ahondó en sus orígenes, sino también quedó deslumbrado con la gran la-bor social y de rescate de identidad que está realizando el Presidente Evo Morales.

–¿Por qué «La Encomienda del Abuelo»? “Fue casi una coincidencia. En 2009, Ana

María me entrevistó sobre mi muestra «En-comienda». Cuando nos volvimos a encon-trar y conversamos algo más sobre mi his-toria, se le ocurrió este nombre, porque para ella el recorrido que registramos se trata de ir en busca de algo que me encomendó mi abuelo. Por alguna razón, a los dos nos hace sentido ese concepto, que tiene que ver con un viaje en el tiempo, con herencia, y que resuena con el mundo indígena”.

–¿Qué averiguaste sobre tus orígenes? “Pregunté a mucha gente –hablantes que-

chuas y aymaras– y me dijeron cosas parecidas a lo que me contó mi abuelo: ‘Cusi’ significa ‘feliz’ o alegre’, y ‘canqui’ es ‘ser’ o ‘estar’. O sea, mi apellido es algo así como ‘ser feliz’. También me confirmaron que viene de la nobleza ayma-ra o quechua. Según documentos que guarda-mos en mi familia, incluyendo manuscritos de hace tres siglos, nuestro apellido proviene del inca Felipe Tupac Yupanqui, nieto de Tupac Inca Yupanqui, gobernante que expandió el

imperio hasta la actual Bolivia y el Chile cen-tral. Allá me entrevisté con historiadores que refrendaron esa información”.

–¿Qué atesoraste en tu recorrido? “Fui dispuesto a conocer el altiplano, y me

encontré con un paisaje majestuoso, de exten-sas mesetas de gran altura, rodeado de maci-zos andinos. Me adentré en el salar de Uyuni, uno de los más grandes del mundo. Ahí me sentí vivo, mineral, en medio de montañas que parecen flotar. También me motivó ir en busca de un oficio, algo autóctono como el tejido realizado según la técnica tradicional. Quería seguir su huella, porque ahí se acopian muchos elementos de su cultura: el momento en que tejen, qué bordados usan los diferen-tes poblados, qué vestimentas confeccionan los hombres, las mujeres; son códigos que ya casi no existen. Fue una suerte encontrar esos personajes, poder documentarlos. Una mujer puede demorar 20 días en hacer una ‘cama’ (especie de frazada), o un aguayo (paño rec-tangular que las cholas usan para cargar a los niños y también como abrigo o adorno). Ese largo proceso incluye la esquila de la oveja, lavar, teñir, hilar, urdir y tejer la lana. Costó encontrar personas que aún encarnaran toda esa riqueza. Son oficios en extinción”.

–De lo que viste, ¿qué te sorprendió más? “Es increíble viajar a un país que parece

otro mundo estando tan cerca. Es como en-contrarse en la India, o en medio de los Hi-malayas, los quechuas y aymara hablan sus lenguas, los carteles están en su dialecto. Al recorrer Bolivia, tienes una visión muy dis-tinta a lo que podrías ver en los medios. Creo que ningún presidente ‘blanco’ había hecho lo que Evo Morales ha realizado en 10 años. La alfabetización de los idiomas indígenas originarios en las escuelas, llevar a los pobla-dos rurales servicios básicos como agua, gas, pavimentación y servicios higiénicos. En La Paz se acaban de inaugurar tres líneas de tele-férico, que significa un cambio radical en los tiempos de viaje. Me sorprendió que toda la gente con que hablé reconoce la obra de Evo, incluso sus adversarios. Visitando Bolivia,

aunque sea por primera vez, te das cuenta de que están viviendo un gran cambio”.

–¿Dentro de esos cambios hechos por Mo-rales, qué te impresionó más?

“Creo que la política educacional para re-cuperar las lenguas originarias en la región del altiplano es una gran apuesta. Me llamó la atención que los niños juegan en la len-gua de sus abuelos, la misma que sus padres estaban perdiendo porque se castigaba en las escuelas. Incluso los apellidos se han perdi-do, ya que la gente se los cambiaba por otros hispanos. Creo que esta apuesta tiene mucho más sentido que, por ejemplo, invertir en que los niños aprendan inglés, porque sin su pro-pia lengua no pueden reconocer lo que son. Es desde la palabra que puedes construir tu historia, tu realidad. Sólo después de eso, el inglés puede ser una herramienta para comu-nicarse con otros mundos”.

–¿Puedes describir ese mundo?“No sabría cómo hacerlo, me dejó sin pa-

labras, hay que verlo, palparlo. Fue curioso, nunca en mi vida he sentido tanto silencio. La cordillera grita tan fuerte que sólo te hace callar. Se rompe el silencio cuando los niños salen del colegio a jugar a las plazas. Me im-presionó también que sólo vi a las mujeres y a sus hijos en los pueblos. Los hombres no estaban, pareciera que ellas lo hacen todo”.

–¿Dónde estaban los hombres? “No lo sé, lo más probable es que traba-

jando en las minas, o en el campo, pero no los vi en sus pueblos. Las mujeres cuidan y amamantan a sus hijos, los llevan atados a sus

© FE

LIPE C

USIC

ANQU

I

©M

AURO

GAR

CÍA

Page 6: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

6 I La Panera

espaldas hasta los tres años y después los cuidan las abuelas, no los dejan solos. Ellas siempre trabajando hasta que mueren”.

–¿Qué pasa con las mujeres en las ciudades? “La chola urbana es muy distinta a la rural. En

La Paz, muchas cholas se han dedicado al comercio y han levantado empresas. Su poder económico se ve en las mansiones que han construido, por eso a unos curiosos edificios les llaman ‘cholet’, verdade-ros rompecabezas de colores, de 4 a 5 pisos, cons-truidos con ladrillos. En El Alto, cerca de La Paz, se han multiplicado, botón de muestra de un verda-dero imperio de mujeres que manejan todo el ne-gocio. Ellas son las que mandan y viajan a China a comprar mercadería y las distribuyen para su venta”.

–¿Cómo es el desarrollo en la Bolivia altiplánica?“Hay precariedad, pero la gente sabe vivir con lo

necesario desde hace miles de años. Uno ve a niños y niñas de colores, que pasan horas jugando entre ellos, sin adultos cerca. Existe una paz instalada en los pueblos. La vivienda social, que está recién im-plantádose con este gobierno, está reemplazando el adobe que se deshace en ruinas. Se mezclan las imágenes de materiales en un paisaje de ladrillo y techos de zinc, evidencia de la preocupación por los poblados desperdigados en un paisaje desértico”.

–¿Viviste la experiencia de alguna festividad? “Fue una suerte estar en la ancestral feria de true-

que en Charazani, en honor a la Virgen de la Na-tividad. No existe el dinero, el intercambio se hace en artesanía, animales, alimentos (maíz, trigo, etc), y es una de las pocas tradiciones vivas de la cultura kallahuaya, que estaba en la región antes de los In-cas. Es un lugar donde no hay turistas, llegamos por recomendación de los investigadores locales del do-cumental y fue un gran hallazgo, escondido a cuatro mil metros de altura, al noreste del lago Titicaca”.

–¿Con qué imagen resumirías tu viaje? “Bolivia y su altiplano es una página en blanco,

está todo en potencia, emergiendo, viven un proceso reciente de autodescubrimiento. Ahora escriben su propia historia, antes era la mirada occidental ‘blan-ca’ la que se imponía, y la cultura de la población mayoritaria de ascendencia aymara y quechua se perdía o quedaba subyugada al interés de los gober-nantes de otra cultura. Evo Morales quiso enfatizar la educación y fortalecer la cultura local, dar iden-tidad y fuerza a un pueblo y su esencia de mayoría indígena y mestiza. Hay una toma de conciencia de sus valores y hoy se sienten más apoyados por las po-líticas sociales que se están implementando. Creo que son más felices y orgullosos de lo que eran antes”.

–¿Cómo plasmarás esta experiencia en tus próximas obras?

“El encuentro con esa riqueza esencial, con esa belleza única, será una fuente de inspiración para seguir investigando y trabajando. Me interesa la simbiosis estética entre la gente y el paisaje, en-tre el indio y la montaña andina. Creo que algo de eso, u otro misterio que todavía no identifico, aparecerá en mi obra futura”.

Foto 1: Los coloridos “cholets” de El Alto se han convertido en una pintores-ca atracción turística.

Foto 2: La Fiesta de Charazani es una de las pocas tradiciones vivas de la cultura kallahuaya.

Foto 3: Una mujer puede de-morar 20 días en hacer un aguayo (paño rectangular utilizado para cargar a los niños y también como abrigo o adorno).

© F

ELIP

E CUS

ICAN

QUI

© F

ELIP

E CUS

ICAN

QUI

GENT

ILEZA

DE F

ELIP

E CUS

ICAN

QUI

Artes Visuales

Page 7: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 7

El Arte de Mirar

POR SANDRA ACCATINO

EN M E D I O D E L A S R U I N A S D E U N templo pagano y bajo el brillo de la estre-lla que anunciaba el nacimiento de Jesús, a nuestra derecha y hacia el centro de la obra

que Sandro Botticelli (1445-1510) pintó hacia 1475, nos ob-serva Guasparre di Zanobi del Lama, comitente del cua-dro. Cerca de él y de perfil, Lorenzo el Magnífico, gober-nante de facto de la república florentina, escucha la conversación que sostienen, arrodillados, dos de los Reyes Magos, mientras el tercero recibe la bendición del Niño. También estos personajes son retratos. Aunque habían muerto una década antes, Botticelli representó en sus semblanzas al padre, al tío y al abuelo del Magnífico, que habían forjado el poder de la familia Medici en la ciudad de Florencia. Al instalar esta pintura en su capilla mortuoria en la iglesia de Santa María Novella, el rico intermediario bancario ha-cía ostentación de su amistad y de su adhesión política a la principal familia florentina, unos años antes de caer en desgracia tras ser acusado de hacer negocios ilícitos.

Al igual que en los manuales de devoción del Rena-cimiento, que invitaban al fiel a superponer su propia experiencia a las narraciones bíblicas, identificando en su imaginación a los personajes de las historias que se deseaban recordar con personas conocidas, en «La Adoración de los Reyes Magos», la inclusión de los retratos de los Medici y de su círculo más cercano proyectaba la historia más reciente de Florencia en el

SANDRA ACCATINO es académica del departamento de Arte de la Universidad Alberto Hurtado. Ha publicado diversos capítulos de libros, artículos y ensayos sobre pintura europea, arte de la memoria, coleccionismo y artistas chilenos contemporáneos.

LA ADORACIÓN

DE LOS REYES MAGOS

SANDRO BOTTICELLI(c. 1475, Uffizi, Florencia)

LA PRESENCIA DEL PAVO REAL EN EL CUADRO RECORDABA A LOS

VISITANTES DE LA CAPILLA MORTUORIA LA PROMESA DE UNA VIDA

ETERNA CIFRADA EN EL NACIMIENTO DE CRISTO Y MARCABA, AL

MISMO TIEMPO, EL LUGAR EN EL QUE SE ENCONTRABA RETRATADO

DEL LAMA. ADEMÁS, REALZABA LA PRESENCIA DEL AUTORRETRATO DE

BOTTICELLI, QUE MIRA ALTIVO Y ORGULLOSO.

Tema predilecto de los Medici y motivo frecuente en las capillas

mortuorias, en esta obra convergen la política, los negocios y la religión; las expectativas y ambiciones de un

próspero intermediario bancario y las de un artista. A

LFRE

DO D

AGLI

ORTI

/ THE

ART

ARC

HIVE

/ THE

PICT

URE D

ESK/

AFP

relato sagrado, otorgándole una dimensión ejemplar y prolongándola hacia el futuro, como parte del trazado de la Providencia divina. Por esta razón, Cosme El Vie-jo, el abuelo de Lorenzo el Magnífico y fundador de la dinastía, ocupa el vértice de la pirámide que ordena las figuras del cortejo, entre las que se encontraba una parte importante de los literatos y filósofos reunidos en la na-ciente academia neoplatónica y cuyos argumentos éticos, filosóficos y religiosos servían en esos años para justificar la primacía política y económica de los Medici.

Como gran parte de las miradas de los personajes representados, también el espacio de la pintura conver-ge en el gesto de adoración del patriarca y en la señal de bendición que, con su mano, le otorga el Niño. A través de esta conjunción de lo divino y lo humano, la fe y la divina sabiduría son transmitidas a quienes asisten a su epifanía, deseosos de aprehenderla.

Cerca de la efigie de Del Lama, sobre las ruinas del templo pagano que –según la leyenda– había sucumbi-do con el nacimiento de Cristo, un pavo real contempla la escena. Era esta ave un símbolo de la resurrección, porque los antiguos la creían incorruptible y porque su plumaje se renueva cada año. Su presencia recordaba a quienes visitaban la capilla mortuoria la promesa de una vida eterna cifrada en el nacimiento de Cristo y marca-ba, al mismo tiempo, el lugar en el que se encontraba retratado Del Lama. Realzaba, asimismo, la presencia en el borde derecho de la pintura, del autorretrato de Bot-ticelli que, vestido con una amplia capa ocre, nos mira altivo y orgulloso, un pintor entre banqueros, poetas, filósofos y traductores.

«La Adoración de los reyes magos»,

c. 1475, temple sobre tabla, 111x134 cm.,

Uffizi, Florencia.

En el detalle, desde la izquierda, los retratos de Lorenzo el Magnífico (de perfil y capa negra); sobre él, el filósofo Pico della Mirandola (con pelo oscuro y traje naranjo); mirándonos, canoso y de azul, Guasparre del Lama; de barba y sombrero, Giovanni Argiropulo, el traductor de Aristóteles; de perfil, entre el Magnífico y Argiropulo, el poeta Agnolo Poliziano y, en el extremo derecho, el autorretrato de Sandro Botticelli.

Page 8: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

8 I La Panera

POR VICTORIA JIMÉNEZ

Las pinturas y grabados realizados durante los últimos 20 años de vida de Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1601-1669) coincidieron con

un brutal declive económico que lo llevaría en 1658 oficialmente a la bancarrota. Ese año, su casa fue subastada, al igual que sus valiosas colecciones enciclopédicas, trajes exóticos y joyas que adquirió en tiempos de juventud y bonanza económica.

No obstante, la verdad sea dicha, Rembrandt nunca fue un artista pobre que luchó contra la adversidad social. Por el contrario, estuvo to-talmente lejano a este perfil, pues ganó fama y dinero desde temprana edad y le llovían los encargos. Más aún: Saskia van Uylenburgh, su primera esposa, era prima de un comer-ciante de arte y le presentó clientes acauda-lados. El problema es que Rembrandt fue un pésimo administrador de sus bienes y de los ajenos; sin ir más lejos, para pagar deudas de-cidió vender el terreno en el cementerio de la fallecida Saskia.

En tal sentido, resulta meritorio que en estas obras finales (realizadas en medio de obstácu-los materiales importantes) Rembrandt pri-vilegiase un estilo caracterizado por un trazo pictórico tan evidente como certero, dejando al descubierto la organización de borrones y

LA OBRA TARDÍA DE

REMBRANDT

Hasta el 18 de enero, la National Gallery de Londres exhibe más de 90 obras de los últimos 20 años de vida del artista. Éstas se caracterizaron por un trazo pictórico evidente y certero, dejando al descubierto la disposición de borrones y manchas para producir imágenes y relatos visuales que más de algún cliente consideró inacabados. En tal sentido, resulta meritorio que, a pesar de haberlas realizado en medio de considerables obstáculos materiales, fuera Rembrandt quien decidiera cuándo estos trabajos estaban finalizados y no el poder adquisitivo de sus comitentes.

Richard Earlom after Rembrandt van RijnBritish, 1743 - 1822«Rembrandt, Self-Portrait», 1767mezzotintGift of William and Ruth Benedict1977.68.1

Artes VisualesGI

FT O

F WILL

IAM

AND

RUT

H BE

NEDI

CT /

NATI

ONAL

GAL

LERY

LOND

ON

Page 9: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 9

Rembrandt van RijnDutch, 1606 - 1669«The Return of the Prodigal Son», 1636etching on laid paperplate: 15.6 x 13.7 cm (6 1/8 x 5 3/8 in.) sheet: 15.9 x 14 cm (6 1/4 x 5 1/2 in.)Gift of Ruth B. Benedict in memory of William S. Benedict and in Honor of the 50th Anniversary of the NationalGallery of Art1991.63.2

Rembrandt van RijnDutch, 1606 - 1669«The Little Jewish Bride (Saskia as Saint Catherine)», 1638etching, with touches of drypointRosenwald Collection1943.3.3125

“La vejez es un estorbo para la creatividad pero no puede aplastar mi espíritu juvenil ”, Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1601-1669).

ROSE

NWAL

D CO

LLEC

TION

/ N

ATIO

NAL G

ALLE

RY LO

NDON

manchas para producir imágenes y relatos vi-suales, que más de algún cliente consideró i-nacabados o de mala factura.

REINVENCIÓN DEL ACABADO PICTÓRICO

Además de sus autorretratos de edad ma-dura, la exhibición inglesa presenta una de las obras más criticadas por los coetáneos de Rembrandt, pero más amada por críticos y académicos contemporáneos. Se trata de «La conspiración de los bátavos bajo Claudius Civilis». El maestro holandés la realizó entre 1661 y 1662 y fue su pintura más grande (5,5 metros de ancho por 5,5 de alto). Esta tela ori-ginalmente formaría parte de una serie de ocho en las que se representaría la historia de los bá-tavos, una tribu germánica que enfrentó a los romanos en el siglo I y que los holandeses em-plearían como metáfora de su propia liberación del imperio español.

En este cuadro, de encendidos tonos ocres, amarillos y anaranjados, vemos al líder bátavo Claudius Civilis observándonos con su úni-co ojo, que brilla bajo la corona, mientras en el otro sólo se observa una cicatriz arrugada, que nos recuerda que estamos ante un ser hu-mano imperfecto, lejano al idealizado heroís-mo de la tradición histórica en la pintura. El resto de los personajes se agrupa incluso de espaldas al espectador, preparando el alza-miento popular contra el imperio opresor. Si bien llegó a estar colgado en el Ayuntamiento de Amsterdam, tras un conflicto con sus co-mitentes a raíz de las ácidas críticas que este cuadro suscitó, Rembrandt decidió recuperarlo para sí. La pintura hoy está severamente cor-tada, conservando sólo un 35% de la superficie original, correspondiente a la parte del centro. Solamente gracias a un boceto que hoy está en Múnich, podemos saber qué otros elementos

hubo originalmente en la obra. Este episodio fue un traspié más para Rembrandt, quien no obstante reivindicaría su trabajo ante la co-mitencia con el retrato grupal «Los síndicos de los pañeros» (1662). Consta que esta vez Rembrandt realizó al menos tres dibujos pre-liminares y los rayos X han permitido observar una serie de cambios realizados por el artista durante la factura. Todo esto da cuenta del cui-dado que puso en esta ocasión por presentar un resultado que agradase a los clientes.

UNA VIDA CONFLICTIVA

Comparada con la de otros artistas barrocos, la vida de Rembrandt van Rijn está notable-mente bien documentada, y sus quiebras y ca-sos judiciales permiten inferir su mal carácter y su crueldad ocasional. Sabemos, por ejemplo, que tras la muerte de su esposa Saskia, cultivó un romance con Geertje Dircx, la niñera de su hijo Titus, a quien poco después reemplazaría por Hendrickje Stoffels, la joven ama de lla-ves. Geertje, celosa, lo acusó ante la justicia por incumplimiento de compromiso matrimonial. La reacción de Rembrandt fue implacable: lo-gró internarla en un asilo para enfermos men-tales tras recopilar testimonios que documen-taban sus conductas desequilibradas.

Pero ya sabemos que pronto el gran maes-tro barroco de la pintura y del grabado vivi-ría un descenso social, época en que Stoffels sería excomulgada por “practicar la prostitu-ción con el pintor Rembrandt”. La respuesta del acusado fue emplearla como modelo para representar a Betsabé en el cuadro «Betsabé con la carta de David» (1654). Ello fue una astuta manera de volver a contar la historia del Antiguo Testamento sobre una mujer llamada a compartir placeres carnales con el rey David, sólo porque para ambos podía ser placente-ro. En el cuadro, un sirviente lava los pies de Betsabé mientras ella, sentada completamen-te desnuda, piensa en la carta de David. Así, Rembrandt pretende mostrar a la iglesia que su modelo es un amor legítimo, muy distante al rótulo de prostituta.

Tanto el amor como el sexo son temas re-currentes en sus obras finales, tan condenados por el Cristianismo como la propia Hendrickje Stoffels, quien también posará para el pintor en-carnando a Lucrecia, orgullosa heroína romana que escoge la muerte por sobre la vergüenza. Pese a la quiebra económica, Rembrandt tuvo siempre un nombre altamente cotizado y un público cau-tivo de su estilo cada vez más polémico, donde en las propias obras apreciamos ambas caras de un mismo autor: en «El retorno del hijo pródigo» (1669), por ejemplo, el foco temático se centra en el penitente llanto de un joven, cuyas suelas lace-radas son metáfora de la total indigencia con que el hijo se presenta ante el padre. Por otro lado, en «La novia judía» (1666), lejos de ver austeridad, podemos sumergirnos entre los ocres y brillos de los ricos atuendos y joyas del par de personajes principales; todas ellas maravillas de resplandor pictórico y sustitutos imaginarios de las posesio-nes para siempre perdidas por Rembrandt.

GIFT

OF P

HILIP

HOF

ER /

NAT

IONA

L GAL

LERY

LOND

ONRO

SENW

ALD

COLL

ECTI

ON /

NAT

IONA

L GAL

LERY

LOND

ON

Richard Earlom after Rembrandt van RijnBritish, 1743 - 1822«Rembrandt’s Wife»,mezzotintRosenwald Collection1943.3.3713

Page 10: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

Exposiciones Destacadas

“La cultura es una cosa y el barniz otra”, Ralph Waldo Emerson (1803-1882), filósofo.

POR CÉSAR GABLER

En la última década, la obra visual de Leo Portus ha ganado amplio reconocimiento gracias al ri-

gor de su investigación artístico-patrimonial y al impac-to que causan sus atractivas maquetas. Una producción que bien podría ilustrar «Los Imaginarios Culturales para la izquierda», diccionario de entradas varias que graficó en imágenes y textos el sentir zurdo, hace sólo unos años. Un temple en el que caben la tristeza, la rabia y la nostalgia. Esta última es la banda sonora de Portus, porque la suya es una obra anclada en el fervor utópico y la decepción de la derrota y la ruina. Pack envasado en edificios, en barrios y proyectos urbanos de la UP y más atrás. Porque el artista ha trabajado con un pasado arquitectónico anclado en la modernidad, un sello di-ferenciador para su trabajo en el retablo. Distante del imaginario colonial o folclórico propuesto por los arte-sanos del género, Portus instaló –a inicios de la década pasada– una iconografía tridimensional habitada por la Bauhaus, el Decó o por el Brutalismo de factura local.

Leo Portus «ESTACIÓN UTOPÍA»Museo de Artes Visuales (José Victorino Lastarria 307. Teléfono: 22664-9337).Hasta el 28 de diciembre.

Transgredía las convenciones de un género artesanal en decadencia y ofrecía el producto en el frío mundo de las artes visuales. Jugada certera fabricada a mano.Volvamos a «Los Imaginarios Culturales…». Una de las entradas de ese léxicon le pertenece al propio Portus. Bajo el rótulo de “sombras chinescas”, el artista des-pacha una definición que aborda el Edificio Unctad III, hoy Gam. El texto es claro, lírico y resume con claridad un argumento histórico hoy canónico: la arquitectura de aquel edificio como el gran testimonio de Allende. Partenón del socialismo. Porque si en los 70 y los 80 la Moneda en llamas la llevaba, para los artistas de las dé-cadas siguientes el símbolo a tratar será el Unctad. Pero el texto es más que su pedagogía, es un manifiesto de la estética del artista. Porque lo que envuelve toda la pro-ducción de Portus es la idea de la arquitectura como síntoma y como vestigio. Ya en sus trabajos tempranos, unía su escrupulosa investigación visual con el apunte histórico respectivo. La política pública tenía su estética y el retablo aparecía como el souvenir de un gobierno, de una empresa, de una ideología. Un “todo tiempo pasado fue mejor”, que se traducía en el catastro tri-dimensional del Estado benefactor. Uno que construía casas y escuelas durables. Elogio a los gobiernos Radi-cales, a la Patria Nueva, a la empanada y al vino tinto, incluso a la versión futurista del menú que planteó el proyecto Cybersyn o Unctad III. Una galaxia muy, muy lejana de las casas Chuvi o los conjuntos Copeva. Esta-fas en envoltorio plástico.

A COMIENZOS DE

LA DÉCADA PASADA,

PORTUS INSTALÓ

UNA ICONOGRAFÍA

TRIDIMENSIONAL

HABITADA POR LA

BAUHAUS, EL DECÓ O

POR EL BRUTALISMO DE

FACTURA LOCAL.

10 I La Panera

Pero el proyecto de Portus amenazaba con conver-tirse en una ruina de sí mismo. La propia nostalgia condenaban al ar tista y a su trabajo a una inevitable asfixia creativa. La circulación condescendiente en-tre los pares, la efectividad de la operación y su fácil manejo como ilustración conceptual, garantizaban el éxito relativo de la obra, pero también el tedio. Si lo intuyó o no, lo ignoro, pero cier tamente y a par tir de su muestra en Gasco, el ar tista generó un cambio sutil pero significativo. Dejó de maquetear la reali-dad pasada, la utopía arquitectónico-política y pasó a la ficción. Hace dos años se inventó un complejo habitacional que no existió. Su manejo autodidacta de la arquitectura, las formas y los revestimientos, volvieron creíble el invento. Un acier to. Hoy repite la fórmula en el Museo de Artes Visua-les, MAVI. Se trata de estaciones de metro que nunca existieron o que habrían existido de no mediar Gol-pe de Estado. Son tres: Gabriela Mistral, Violeta Parra y –cómo no– Pablo Neruda. Portus cambia con ellas el foco de su pesquisa. Ya no es el arqueólogo de las utopías históricas. Ni el artesano de sus vestigios ar-quitectónicos. Ahora es un narrador de ucronías. Las obras responden a la pregunta ¿qué hubiera pasado si la UP hubiera seguido su curso? Aquí Allende gober-nó hasta dejar terminadas tres flamantes estaciones de metro al más puro estilo brutalista. Esa versión de plexiglás y hormigón monumental que aterrizó en las grandes capitales del mundo entre las décadas sesenta y setenta. Modernismo de materia desnuda, escala pa-quidérmica e indudable vocación escultórica. Estas es-taciones de Portus reinterpretan ese estilo y crean al-gunos momentos geniales, como las bellas lucarnas de la estación Gabriela Mistral. En los interiores abundan piezas artísticas de Matta, de la Brigada Ramona Parra, de Frank Stella o De Cruz, Vial y Martínez Bonatti. Arte integrado a la arquitectura y un juego de citas que re-produce el espíritu de una época. La puesta en escena incluye unas maquetas de creciente complejidad técni-ca junto a la presencia –cada vez más significativa– de fotografías. Las imágenes operan como escenarios de un realismo a medio camino del engaño cinemato-gráfico o de la simulación con fines divulgativos. Y es que a Leo Portus le pasa lo que a ciertos narradores históricos: el peso de los materiales documentales se impone. Aunque sea una ficción.

FOTO

GRAF

ÍAS G

ENTIL

EZA M

USEO

DE A

RTES

VISU

ALES

Page 11: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

© CH

RIST

IAN

BOLTA

NSKI

© CH

RIST

IAN

BOLTA

NSKI

«Monument»

POR IGNACIO SZMULEWICZ R.

La impresión que produce la gran montaña de ropa del artista francés Christian Boltanski en el hall del Museo Nacional de Bellas Artes

(MNBA) es abrumadora. De una altura impresionante, al punto de dudar de la envergadura del edificio, la masa de ropa parece extenderse hacia el ingreso (recibiendo al espectador) y en dirección al segundo piso (despi-diendo a quienes se hayan aventurado). Las tradicionales esculturas del Museo han debido alejarse de la monu-mental geografía que se ha instalado. Ninguna imagen puede ser más esclarecedora respecto de la tensa rela-ción que existe en Chile entre tradición y contempora-neidad –con sus consiguientes espasmos en el mundo intelectual– que aquellas esculturas de bronce, mármol y piedra refugiándose asustadas en los muros del recinto de Emilio Jecquier.

Tampoco la cosa es tan dramática. Los bustos de hé-roes y las esculpidas escenas bíblicas, agotadas de ser re-movidas de un lado a otro, bajadas de sus pedestales y dispuestas en marcos de fierros, se liberan por fin de las arbitrarias voluntades de patrones de fundo. Cansadas de vibrar, mañana, tarde y noche, producto de la frágil losa de la Sala Matta, agradecen encontrar el reposo adecuado adosadas al muro (the true trompe-l’ oeil). Superar este primer shock ha sido difícil. Tanto para el público masivo (los amantes de las selfies) como especializado (acadé-mico ante todo) ha resultado toda una proeza avanzar entre esa acumulación de prendas de vestir para ingresar en las dos salas del primer piso. Como un potente imán (o un ojo de huracán), la ropa cumplió a cabalidad la fun-ción de masa en el contexto del museo: atraída por la gravedad entierra sus anclas al suelo.

La exposición reúne una serie de obras bajo el título de «Almas», nombre etéreo, inmaterial y místico, que a ratos vislumbra un horizonte trascendental para un artista cuya atracción se concentra en la materia. Del conjunto norte de la muestra destaco cuatro obras. Primero, la más abs-tracta y conceptual de todas, en el espectro más lejano de aquel Boltanski que todos creen conocer. Se trata de una simple y delgada barra de luces led donde se pue-de leer un número que no cesa de crecer: una cantidad ascendente ad infinitum. Un contador de almas, quizá; un impulso que no se detiene (del movimiento del universo a la continuidad sin sentido), el sólo efecto que produce algo que no para de detenerse (que desconocemos y debemos asignar un sentido) violenta la calma y cotidiani-dad del ser humano. Si la finitud era la base de la vida (y del erotismo, según Bataille), esa gotera numérica atenta con nuestros cimientos. Inmediatamente detrás de este número se encuentra una de las obras más interesantes de la muestra. Consiste en una pieza donde se proyecta un conjunto inmenso de imágenes provenientes de los

Christian Boltanski «ALMAS»Museo Nacional de Bellas Artes (Parque Forestal. Teléfono: 22499-1600). Hasta el domingo 4 de enero de 2015.

medios de comunicación de masas que, cual tratamiento Ludovico (la tortura pedagógica de Alex DeLarge), sor-prende a quien ingresa. Más, mientras el número corre por cuenta propia, las imágenes en esa caja de fósforos televisiva pueden interrumpirse bajo el designio del es-pectador. Temerosos algunos, otros más osados, nadie parece quedar indiferente frente a esas imágenes.

Siguiendo al amparo de la participación, «Archivos del corazón» marca un punto fuerte. La instalación, mezcla de funeraria con sala de espera, invita a quien lo desee a registrar sonoramente los latidos del órgano sanguíneo y donarlos para formar parte de un compendio global localizado en la isla de Teshima en Japón. Las pasiones discurren ácidas frente a esta obra: quienes griten al cielo por el populismo deberán calmar sus ánimos al contem-plar que, día a día, la obra celebra la vida y congrega a

«Le manteau»

un grupo importante de personas en una experiencia dramática. La geopolítica poco espacio deja a las expe-riencias íntimas y únicas, como las de escuchar el propio cuerpo. El ala norte del museo santiaguino se corona con el registro de la intervención que Boltanski hiciera en el desierto de Atacama. A más de 4000 metros de altu-ra, en las cercanías de San Pedro, el artista instaló 300 campanas japonesas –cultura del recuerdo silencioso del pasado, pensemos en «The Yakuza», de Sidney Pollack– que aumentan la capacidad sonora de la inmensa planicie nortina. Ubicada en todo un muro curvo, envolviendo espacialmente al espectador, «Animitas» trae a presencia una manera de conmemorar que le pierde el miedo al silencio (o bien, entiende que la palabra no debe ser la única forma de recordar).

En el ala sur, con una serie de instalaciones más contem-plativas y silenciosas, Boltanski hace uso de un repertorio reducido de elementos (luz, sombras, velas y veladuras), extrayendo de ellos la mayor densidad emocional. Don-de el sector norte del museo parecía concentrarse en la interrupción que puede emerger del espectador, quien visite el lado opuesto será conducido por un horizonte de continuidad, una atmósfera emotiva que lo mantendrá en un permanente estado de trance. Como el eterno plano secuencia de «Elephant» o las oscuras y pertur-badoras imágenes del Do Lung Bridge en «Apocalypse Now», el espectador es transportado por un insondable camino de gran intensidad.

A su paso le salen fantasmas, ojos, viento, chispazos de luz, velas, cajas metálicas, fotografías antiguas, todos elementos que le conducen en una verdadera expe-riencia sensorial y solemne con el pasado. La manera como el recuerdo es vivido en el presente, a partir de la obra de Boltanski, sólo puede ser descrita como abrumadora. En un sentido distinto al de la ropa (ahora brumoso), pasar por esas finas telas supone entender la paciencia y demora de la llegada de la fantasmagoría del horror (almas al fin).

Boltanski, en ese sentido, pertenece al grupo de artis-tas que han hecho de su obra una experiencia con los sentidos (en la orilla opuesta de su coterráneo y con-temporáneo Buren). Ninguna duda cabe al respecto. Su interés no se concentra en entregar al espectador la verdadera, asertiva o bien informada versión de la historia. Su deseo se hunde en la intensificación de la relación con el pasado para que en el ahora (veloz, superficial y tecnologizado), quien sienta algún grado de empatía con los fantasmas pretéritos pueda trans-portarse a ese rincón de la humanidad (más Kiefer que Haacke, más Kabakov que Kruger, más Lin que Gerz).

Frente a «Almas» del parisino, el medio local ha sido desconfiado, celoso y mezquino. Cada vez que grandes exposiciones nos visitan, los quejumbrosos se hacen oír con fuerza. Quienes hablan de copias, repeticiones, obras populistas o sermones han entendido mal el despliegue en nuestro museo nacional. Sin embargo, el entendimiento no es unívoco, pero ante todo requiere de un ejercicio de solidaridad con el otro. La mues-tra de Boltanski es un verdadero regalo que cierra la temporada 2014 (como lo es la individual de Francisca Sánchez en AFA, «Territorios Fronterizos» en M100 y «The Sound of Silence» en la Galería Patricia Ready).

La Panera I 11

Page 12: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

Exposiciones Destacadas

“La cultura es una cosa y el barniz otra”, Ralph Waldo Emerson (1803-1882), filósofo.

POR IGNACIO SZMULEWICZ R.

Para los adeptos de Marcel Duchamp, el encuen-tro con un apunte perdido, una olvidada misiva, una fotografía en blanco y negro, la indiscreta fir-

ma sobre un papel o cualquier atisbo de su existencia –“It’s Alive!” gritaba el Dr.– despierta un extraño sobre-salto, un leve infarto al alma y la siguiente aceleración del pulso, como el producido por la visión onírica del brillo de una pepita de oro en un olvidado arrollo desértico. El paralelismo con la fiebre del oro está lejos de ser ca-sual. En la aclamada cinta «El tesoro de la Sierra Madre» (1948), de John Huston, la historia se concentraba en un personaje consumido por una locura extrema, produc-to del hallazgo de un yacimiento al norte de México (de ahí la imagen médica con el oro). El artista-ajedrecista incita en la gran mayoría de los estudiosos del arte del siglo pasado un verdadero frenesí. Como Humphrey Bogart, tal vez en la que fuera su más intensa actuación, la historia del arte imagina y proyecta sus más ocultos y ominosos deseos en esa piedra preciosa.

Ningún artista del siglo XX ha cultivado tal cantidad de seguidores (incondicionales algunos) que han ensalzado la escueta producción artística de Duchamp al grado de obra maestra –Giorgione y Da Vinci antes–. Sobre sus ac-tividades han corrido ríos de tinta, al punto de formar ver-daderos embalses hídricos (sumergiendo por completo

«MARCEL DUCHAMP, “DON’T FORGET”» Museo de Arte Contemporáneo MAC (Parque Forestal. Teléfono: 22977-1741).Hasta el 18 de enero.

12 I La Panera

FOTO

GRAF

ÍAS G

ENTIL

EZA M

USEO

DE A

RTE C

ONTE

MPO

RÁNE

O MA

C

Marcel Duchamp«Rotoreliefs» (Optical Discs), 1935.Seis discos impresos por ambos lados en litografía Offset para rodara 33 revoluciones por minuto.24,7 cm. de diámetro.Primera edición originalColección Hummel, Viena.

Marcel Duchamp«Eau & Gaz à tous les étages», 1958.Edición de lujo del libro de Robert Lebel sobre Marcel Duchamp,con placa esmaltada en la portada: «Eeau& Gaz à tous les étages». 35 x 26,8 x 8 cm.Firmado: Marcel DuchampEjemplar 108/137

zonas antes dejadas a la vista); vertientes de toda índole han conducido sus ideas a terrenos impensables, hacien-do de la fertilidad un verdadero tópico de su vida.

Aunque la historia del arte le tenga entregado un sitial fundamental para la modernidad, la vanguardia y la con-temporaneidad, nada parece indicar que los flujos se harán más lentos y las aguas se estancarán. Todo lo con-trario. Su abandono de la pintura atrae («La Mariée»); su retorno post-mortem causa estragos («Étant»). Constan-temente su nombre se utiliza para divagar sobre la vital persistencia de la muerte del aura («Fountain»), la crisis de las instituciones museales («Boîte-en-Valise»), la crítica a la autoría («L.H.O.O.Q.»), al mercado del arte («Monte Carlo Bond») o a la percepción («Rotoreliefs»).

La actual exposición en el Museo de Arte Contempo-ráneo (MAC) de Santiago tiene la afortunada virtud de entregar al público nacional una sucinta selección de obras y documentos que permiten ingresar en la vida de tan celebrado artista. En toda la primera planta de la antigua Academia de Bellas Artes se despliega «Marcel Duchamp, “Don’t forget”». Una partida de ajedrez con Man Ray y Salvador Dalí comisariada por Pilar Parceri-sas, teniendo como eje curatorial el concepto maquinis-ta en el arte, a partir de la figura de la mujer-máquina y del automatismo de la cámara fotográfica.

En el recorrido por las salas del MAC se pueden obser-var algunos de los temas que lo apasionaron durante su larga vida (el juego, el ocio, el tiempo, las parado-jas), los placeres que lo cautivaron (la comida, la con-versación, el ajedrez) y las amistades que lo rodearon (desde Man Ray y Francis Picabia a Richard Hamilton). Aunque la museografía no sea particularmente innova-dora, pedagógica o radical –decepcionando a quienes quieran leer en Duchamp grandes aportes al arte del siglo actual–, la exposición entrega una percepción cer-tera, cuidada e íntima de su obra sin grandes ambiciones –sepultando los malos recuerdos de años anteriores–.

Page 13: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 13

Por otro lado, la sola presencia de obras como la «Boîte-en-Valise» (1935-40), la caja verde para «Le Grand Verre» (1934) o bien los «Rotoreliefs» (1935) suponen un ver-dadero acontecimiento en la vida cultural capitalina. La primera quizás sea la obra de mayor envergadura de la muestra y su contemplación necesita de un tiempo extenso para dilucidar sus componentes y consecuen-cias esenciales. La visita a la sede del Parque Forestal supone un espectador alejado de las mega exhibicio-nes. Duchamp nunca fue un artista del estrellato –lejos de Picasso, Dalí o Warhol–, más bien gozaba de una suerte de privacidad (en algunos aspectos, de priva-ción) que lo distanciaría por completo de los bombos y platillos del mainstream contemporáneo (sólo en-traba travestido como musa inspiradora). A la vez, su arte no es ni monumental ni expansivo. Al centro de su interés se encuentran las ideas de la anestética (es-pecie de desinterés por el gusto y el canon estético) y lo infraleve (blando, etéreo y frágil). Mucho más cau-tivado por los movimientos de las piezas del ajedrez y por los juegos de palabras, su obra nos llega abso-lutamente anacrónica para la realidad del momento.

EN EL RECORRIDO POR LAS SALAS DEL MAC

SE PUEDEN OBSERVAR ALGUNOS DE LOS

TEMAS QUE LO APASIONARON DURANTE SU

LARGA VIDA (EL JUEGO, EL OCIO, EL TIEMPO,

LAS PARADOJAS), LOS PLACERES QUE LO

CAUTIVARON (LA COMIDA, LA CONVERSACIÓN,

EL AJEDREZ) Y LAS AMISTADES QUE LO

RODEARON (DESDE MAN RAY Y FRANCIS

PICABIA A RICHARD HAMILTON).

El recurso al selfie, tan de moda en el siamés del lado oriente (MNBA), no ha permeado las salas del MAC. Visitar la exposición está en el orden de los significados, en el horizonte de las conversaciones y las discusiones más que en el de las experiencias sensoriales. El carác-ter intelectual de Duchamp, la cosa mentale de Leonar-do, se puede resumir en la idea tan divulgada respecto de que el arte sería una cuestión de interpretación por parte del espectador, un ejercicio analítico sobre asun-tos que no se encuentran resueltos y que requieren de una reflexión para llegar a buen puerto (por eso la figura del ajedrez es tan acertada en esta exhibición). De los ocho núcleos propuestos por la curadora, tres de ellos son los más destacados: el dedicado al ilusionis-mo y ópticas de la precisión; el que analiza «La Mariée», con aportes sustantivos en los dibujos que ilustran el libro de «The Large Glass and Related Works»; y, final-mente, el que se inmiscuye en los años finales en Ca-daqués, con una cuidada presentación de documentos personales. Para terminar, quiero volver a la metáfora que abre este escrito. La expresión “no todo lo que brilla es oro” supone una cuestión fundamental para la ac-tual muestra de Marcel Duchamp: el deseo por algo no debe confundirse con la cosa misma (“Ceci n’est pas une Rose”, citando a Magritte). Quienes busquen o anhelen un artista maldito, atribulado y bohemio, o bien una obra excepcional, gigantesca y prolija, fallarán en reconocer tales adjetivos en nuestro Duchamp y habrán perdido el tiempo en un panorama de fin de semana. Más gozoso de la contemplación de la campiña (des Champs), de la claridad del sur de Francia y de la costa Brava, Du-champ expresó sus ideas de manera profunda, extensa y sincera en cartas, escritos y anotaciones que hoy son los más preciados objetos de diferentes colecciones del mundo. La visita a la muestra del MAC nos acerca como una lupa a ese universo mínimo y privado, de pequeños gestos, que fue la vida de Marcel Duchamp.

Marcel Duchamp«Monte Carlo Bond», 1924/1938Ready-made rectificadoReproducción a color en litografía Offset, realizada para la revistaXXè siècle (París) nº 4 (Navidad 1938)32 x 23Colección Hummel, Viena

Man Ray«Neuf Moules mâliques», 1914-1915, por Marcel, años 30Gelatina de plata9,8 x 15,5 cm.Colección Hummel, Viena

Page 14: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

14 I La Panera “El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”, Ludwig van Beethoven (1770-1827), compositor.

Música

FOTO

GRAF

ÍA G

ENTI

LEZA

DE A

NTON

IO VO

LAND

POR ANTONIO VOLAND

Manuel Villarroel lo recuerda como un episodio definitorio en su historia mu-sical, pese a que él ni siquiera estuvo involucrado en ese encuentro espon-

táneo. Patricio Villarroel, su hermano y compañe-ro musical, caminaba por un barrio de Providencia cuando escuchó que en una casa alguien tocaba el piano. No había demasiados músicos hacia 1965 con tales ideas musicales. Tuvo que tocar el timbre: “Ahí salió entonces la mamá de Matías Pizarro”, recuerda.

La cofradía quedó sellada para siempre. El pianista Manuel Villarroel (1944) y el baterista Patricio Vi-llarroel (1947), jóvenes y desconocidos jazzistas en la escena, se unieron a las jam sessions desenvueltas que comenzaron a tener lugar en la casa del pianis-ta Matías Pizarro (1949), un prodigio musical. Ellos fueron los protagonistas de la nueva vanguardia que

se instalaría en los años 70. La noticia corrió rápido y hasta allí comenzaron a llegar entonces más solistas a tocar esa avanzada música: Enrique Luna, Gonzalo Gómez, Pedro Greene y un muy evolucionado San-dro Salvati, entre otros.

A los 70 años, vive hoy en Francia. Llegó a París a fines de 1970, de manera que su historia musical en Chile es apenas una abreviatura. Por casi cuarenta años fue académico en la École de Musique et de la Danse de Yerres, y en paralelo desarrolló una vida como activo músico de jazz contemporáneo, con una serie de discos publicados a lo largo de su vida en Francia. Sin embargo, su nombre aquí sigue siendo desconocido.

El musicólogo Álvaro Menanteau, autor de la in-vestigación «Historia del jazz en Chile» (Ocho Li-bros, 2003), lo ubica al centro de ese mapa: “Manuel Villarroel apareció como figura principal, generando un pequeño núcleo que desarrolló la improvisación

LA VERDAD ABSTRACTA: PRIMEROS DISCOS

«MANUEL VILLARROEL QUARTET» (1970).

“Teníamos la convicción de pertene-cer al movimiento free jazz, porque éramos la primera banda que propo-nía esta música en Santiago. Incluso en Sudamérica, diría yo”, cuenta el pianista. En esos tiempos, organizó

un cuarteto con jazzistas que estaban asistiendo a esas jam espontáneas en casa de Matías Pizarro: Sandro Salvati (saxo alto), Nelson Gamboa (contrabajo) y un joven Pedro Greene (batería), quien había tocado en los inicios escolares del grupo Los Blops en 1964. “Grabamos cincos temas originales en directo. Esta grabación me permitió viajar a Europa: la envié al Seminario de Música Contemporánea y Free Jazz, de Berlín, que se realizó en septiembre de 1969, y me aceptaron como residente para participar durante tres meses con músicos europeos de free jazz europeos”, recuerda.

«TERREMOTO» (1971)

En estricto rigor este disco, editado por el sello francés Futura Records, se titula «Terremoto... terremoto... terremoto... terremoto... terremoto... terremoto» . Fue grabado en el Studio Europa Sonor, de París, el 8 de mayo

de 1971, casi como un presagio del movimiento sísmico de 7,5 grados que afectó a Chile en julio de ese año. “Yo ya me había instalado en Francia después de ese paso por Alemania, y pronto tuve una oportunidad de grabar siete composicio-nes mías. Fue una continuación lógica del trabajo que había realizado con el cuarteto en Chile. Escribí cinco piezas nuevas con un formato diferente”, señala Villarroel. Ese primer grupo francés bajo su liderazgo se llamó Machi-Oul Septet, antede-cente directo de la orquesta que formaría poco después con el nombre de Machi-Oul Big Band (ver foto principal).

«QUETZALCOATL» (1975)

“El disco «Terremoto» fundó las bases de mi big band. Los integrantes del septeto siempre me decían que la música que estaba escribiendo sonaba con la dimensión de una or-questa. ‘¿Por qué no armamos una?’,

me propusieron. Y así lo hice”, anota en su bitácora el músico chileno. El disco «Quetzalcoatl» —la serpiente emplumada de la mitología mesoamericana— considera temas y suites de aproximación latinoamericana en el recorrido rítmico, con una escritura abierta semi-estructurada de inspiración free jazz. “Mi preocupación principal fue encontrar un equilibrio entre lo escrito y la improvisado”.

MANUEL VILLARROELVANGUARDIA Y MEMORIA

Después de pianistas de jazz moderno como Omar Nahuel y Mariano Casanova, en la línea cronológica viene este intérprete. Su posición en la vanguardia y en la improvisación declarada y severa, sumada a su vida en Francia desde 1970, lo convierten en un músico casi perdido en los tiempos. Lo encontramos en París, y aquí está el testimonio de su breve e intensa vida musical en Chile.

El tecladista chileno dirigiendo

la Machi-Oul Big Band en 1973, en el Festival de Jazz

Châteauvallon.

Page 15: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 15“El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”, Ludwig van Beethoven (1770-1827), compositor.

JAVIERA MENAASÍ NO MÁS

A lo lejos en el tiro de cámara, Javiera Mena baila el ritmo de

«Otra era», el tema más difundido de su nuevo disco. Entre el objetivo fuera de foco y el fotómetro expuesto hasta el límite apenas se advierte que está desnuda, de modo que quienes pensaron que finalmente podrían verla así en un videoclip tras la publicación de la portada de «Otra era», de seguro habrán quedado mentalmente insatisfechos. Javiera tiene 30 años y con experiencias como ésta sigue aniquilando esa imagen juvenil que mostró en conciertos con guitarra acústica y teclados domésticos hace una década. «Otra era» es otra era mental y otra era musical. La compositora y cantante se sumerge con más profundidad en el pop de pista de baile, el mismo que se había vislumbrado antes en canciones como «Al siguiente nivel» (2006) o en «Hasta la verdad» (2010). La hege-monía de los teclados y la autoridad de la electrónica marcan su enfoque, y Javiera llega a momentos culminantes en una disco-teque en «Esa fuerza», una suerte de manifiesto (“que el ritmo no pare, no, no”), o en «Que me lleve la noche» (“que me tome la noche y que no salga el sol / me que lleve la onda, la onda”). No le van tampoco en zaga otras canciones –«Espada», «Esa joya» y «Carretera»– llenas de elementos sónicos e intensidades que confirman la renuncia definitiva de la nueva Javiera Mena a la canción orgánica en favor de la música sintética.

L a Basílica de La Merced fue escenario del gran estreno del «Réquiem para Fernando Rosas», obra perteneciente a José Luis Domínguez, uno de sus últimos discípulos. El músico también dirigió

esta pieza de siete movimientos interpretada por la Orquesta Sinfónica Juvenil (con la soprano Patricia Cifuentes y el barítono Patricio Sabaté como solistas) y el coro de Víctor Alarcón. Fernando Rosas Pfingsthorn fue un hombre que vivió una profunda fe católica, y al cumplirse el séptimo aniversario de su fallecimiento, una misa de los muertos —con los protagonistas de su gran proyecto— fue el recuerdo de su memoria.Ese proyecto es la Fundación de Orquestas Infantiles y Juveniles, ideal que Rosas tomó como relevo tras el asesinato del pionero Jorge Peña Hen en octubre de 1973. Y lo concretó hace más de veinte años con una energía pocas veces reunida en un solo individuo. Según cuentan, para suplir su ausencia en la Fundación se necesitaron unas 20 personas. Hoy, esta entidad es una obra reconocida en Chile a nivel institucional, con más de 400 orquestas de base y agrupaciones titulares en cada región, integradas por músicos de gran futuro. “Fernando Rosas estaba genéticamente configurado para ser un gestor cultural. Junto con Domingo Santa Cruz han sido las dos personalidades más importantes en este campo”, señala Adolfo Flores, su más cercano colaborador.

CARAS Y CARÁTULAS

NOMBRES PROPIOSFERNANDO ROSAS (1931-2007)

ALEXIS VALLEJOSGUITARRA EN EXPANSIÓN

Primeros premios en concursos, recitales en cuatro continentes y

una discografía cada vez más presente, describen el avance que ha experimentado la guitarra clásica chilena. Este año, tres solistas editaron música con distintos enfoques: Mauricio Valdebenito va de la partitura a la oralidad, mientras que Esteban Espinoza interpreta sólo obras chilenas, y Cristián Gutiérrez trabajó con la guitarra barroca. Y ahora aparece Alexis Vallejos con «Recital», un disco sin segundas intenciones. Si bien el año de Vallejos lo marcó la exitosa gira que realizó por China, Corea del Sur y Japón, sigue siendo este trabajo de debutante su huella más nítida. Con un repertorio que le permite acceder a un gran público, atraviesa el campo demostrando su delicada interpretación y técnica guiada por Romilio Orellana, con quien interpreta a dúo la adaptación de un pasaje de «El barbero de Sevilla». De Verdi a Albéniz y de Giuliani a Barrios Mangoré, con arreglos dedicados o con piezas para guitarra, este pequeño recital también abre el horizonte para la expansión de Vallejos en la ya prestigiada trayectoria de la guitarra clásica chilena.

[ POR ANTONIO VOLAND ]

atonal. Luego se radicó en Francia, donde conti-nuó con sus proyectos avant-garde con el grupo Machi-Oul, una curiosa big band de free jazz” (ver recuadro).

PASOS GIGANTES

“En 1957 mi padre nos había llevado a Patri-cio y a mí al concierto de Louis Armstrong, que se realizó en una carpa instalada en la Alameda. De chicos, nosotros estudiábamos piano clásico y esa noche cambió todo. Fue como el año cero”, rememora Manuel desde París. Ya en 1963 las cosas comenzaron a suceder muy rápido. “Vino un gran apretón musical. Íbamos a las boites del centro, escuchábamos a las orquestas de música tropical, pero ese año también me llevaron por primera vez al Club de Jazz, en calle Mac Iver. Teníamos menos de veinte años y comenzaron entonces los encuentros con jazzistas mayores: Patricio Valenzuela, Paco Deza, Pepe Hosias-son”, agrega.

Por esos días, Manuel Villarroel vio también al influyente cuarteto de Omar Nahuel en el Teatro La Comedia, que tocaba en escena en la obra “Sa-bor a miel». “Nos llevó directo al jazz contempo-ráneo. Poco después, Patricio se pasó a la batería y convencimos a mi primo Arturo Bórquez para que tocara el contrabajo. En 1963 armamos el Minton’s Trío. Comenzamos a componer temas dentro de la poca técnica que teníamos. Nos ayu-daron muchos músicos, como Mariano Casanova. Aprendimos sobre la marcha, tocando cosas de Cecil Taylor, McCoy Tyner, Ornette Coleman. Es la época del Nahuel Jazz Quartet de Omar Na-huel, del Village Trío de Roberto Lecaros. Todo eso estaba ocurriendo en los años 60”.

Los conjuntos organizados a su alrededor to-maron la bandera de la vanguardia, dentro de una escena jazzística de gran tendencia hacia lo tradicional. El concierto del trombonista alemán avant-garde Albert Mangelsdorff en 1969 en Santiago, no hizo más que confirmar sus propó-sitos. Tríos, cuartetos y quintetos variaron en los últimos momentos de la década, con los mencio-nados Sandro Salvati (saxo alto), Gonzalo Gómez (saxo tenor), Nelson Gamboa (contrabajo) y Pedro Greene (batería), sustituto de su hermano Patricio Villarroel, quien se había radicado en Francia.

“Las cosas ocurrieron rápido. Grabamos un dis-co con el cuarteto (ver recuadro) y poco después Pedro Greene se fue a estudiar a Estados Unidos. Yo viajé a Berlín para participar de un seminario de música de vanguardia, que finalmente me llevó a vivir en Europa para siempre. Allá me reencontré con mi hermano y seguimos tocando. A Francia también llegó a vivir Matías Pizarro y entre los tres armamos el grupo Skuas en 1977”, narra Manuel.

–¿Qué estás haciendo ahora?“En 2009 dejé de trabajar en la universidad y

desde 2005 mantengo proyectos con músicos franceses jóvenes que me hacen correr mucho. A pesar de que he conocido a otros jazzistas chilenos a lo largo del tiempo, nunca he podido tocar otra vez en Chile. Espero llevar a mi cuarteto actual allá y volver a tocar en mi tierra”.

VARIOS SOLISTASEL SENTIDO DEL CANTO

E n 1971, Víctor Jara llamó a los Blops para grabar en «El derecho de vivir en

paz». De ese disco es su emblemática «La partida», que ahora, en el nuevo muestrario, «Víctor Jara en colores», revisitan Eduardo Merino y Álvaro Reyes (bajo y percusión), y Mario Fuenzverd (guitarras procesadas). Nuevas dimensiones y nuevas direcciones. Las canciones de Jara son cantos enormes y pequeños himnos más allá del tiempo y de las estéticas. Este disco colectivo es señal de ese rasgo, con la transformación de piezas nacidas junto a una guitarra campesina. Si se trata de instrumentales, hay más ejemplos de evolución: el bandoneón de Cindy Harcha («Te recuerdo, Amanda») o la guitarra sintetizada de Álvaro Troncoso («Las casitas del barrio alto»), pero en lo sustantivo, esta paleta cromática se abre a través de una serie de solistas: Javier Barría impone su sentido del canto en «Plegaria a un labrador», mientras una fuerza trovado-resca se tensiona con Mauricio Gutiérrez y Camilo Eque en «Deja la vida volar» y «Paloma quiero contarte», respectivamente. Desde una perspectiva más distante aparecen los pequeños detalles sónicos de Florencia Lira para acompañar su voz en «El lazo»; y la intensa melancolía que deja Felipe Cadenasso, aquí en «En el río Mapocho». Cuando vuelve a rondar la pregunta acerca de qué música estaría haciendo hoy Víctor Jara, también reaparecen conjeturas y posibles respuestas: es un Víctor Jara más diverso, abierto, librepensador y colorido, como la imagen de Sol Díaz que ilustra esta carátula.

RÉKO BIG BANDNUEVAS LITERATURAS

E n 1976, Guillermo Rifo (1945) grabó con el Sexteto Hindemith

una de sus más valiosas piezas para pequeños formatos. Tocada con fagot, flauta traversa, vibrá-fono, piano, contrabajo y batería, la «Cueca del cerro» removió el concepto de la música de cámara al integrar elementos del folclor sudamericano a un contexto de tradición europea. Hoy, esa propuesta es toda una escuela de creación. En esta línea, «Caleidoscopio» no sólo es una muestra de su enfoque sino, además, viene a ampliar su literatura. La Réko Big Band, creada y dirigida por el vibrafonista Carlos Vera Pinto (alumno de percusión clásica de Rifo en los 70), editó este disco con el sello CHT Musik. Sólo considera partituras que Rifo escribió para este grupo. Y si bien no incluye «Cueca del cerro», otras obras de esa naturaleza se expanden en el rango tímbrico, sonoro y narrativo, como las muy antiguas «Plaza Echaurren» y «Cerro Barón». «Caleidoscopio» contiene, además, obras frescas con la misma mirada casi criollista de su autor («La bahuada», «Zamba del ensueño», «Cueca diabla», «Nubarrón»), atacadas por los bloques y los solistas de Vera Pinto con sólida contundencia.

Page 16: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

16 I La Panera

POR J.C. RAMÍREZ FIGUEROA

Berkeley, 1965. Un joven estudian-te de política y American Studies, se pregunta por qué no cruzar ese conocimiento con el rock and roll.

Después de todo, Pauline Kael hizo algo simi-lar con el cine y su adorado Bob Dylan electri-ficaba el folk acústico para sonar a lo Rolling Stone. Si es la banda sonora de los nuevos mo-vimientos sociales, se preguntó, ¿por qué no analizarlo académicamente? Así, Greil Mar-cus (1945) empezó a cruzar la historia esta-dounidense con las canciones descartadas de Bob Dylan, los movimientos libertarios del si-glo XIX con el punk, o El Gran Gatsby con el blues. Llevó el experimento a extremos, como dedicar 200 páginas a analizar «Like a Rolling Stone» y declarar que el golpe de batería que iniciaba la canción marcaba la irrupción de la modernidad. Pero ese entusiasmo, puro y ado-lescente, es el que logró –en parte– profundi-zar literaria y académicamente la experiencia musical pop.

De hecho, a Marcus se le considera el in-ventor de la crítica de rock, al asumir el puesto de encargado de comentar discos desde los inicios de la «Rolling Stone». La revista, que rentabilizó la subcultura de fanzines y prensa contracultural californiana, logró profesiona-lizar el análisis de discos, sacándolo de lo me-ramente promocional e incorporándole lectu-ras sociales y políticas. Como editor, apoyó y antologó al legendario crítico Lester Bangs, quien inventaba nuevas palabras y no temía insultar a un artista si no le parecía honesto.

Pero donde campea a sus anchas es en sus libros. Tres básicos: «Mistery train» (1975), «Lipstick traces» (1989) y la compilación «Es-critos sobre punk 1977-1992» (ver recuadro). Ahora acaba de publicar «La historia del rock and roll en 10 canciones», su canon personal de los temas que se convirtieron en un hito y que están más allá de la historia oficial, entendida como rankings y salones de la fama. A principios de 2015 debería llegar a Chile la traducción al castellano vía la editorial española Contra.

“Las principales virtudes de Marcus son las de abrir los ojos –o quizá mejor las orejas– a un universo musical que no necesariamente coinci-de con el mainstream”, explica Didac Aparicio, editor de Contra. “Su escritura ha ido progre-sivamente transfigurándose en una especie de oído que piensa, que teje correspondencias, que interpreta cómo algunos sonidos han pervivido y se han fusionado con otros. Y cómo, por ello, han generado un sentido que no se encontraba en las canciones o sonidos originales. Como los grandes ensayistas, redescubre el mundo y per-mite que lo pensemos desde otra óptica”.

Marcus trabaja en el subterráneo de su casa en el área de la bahía. Tiene una gigantogra-fía de Buddy Holly y un computador desde donde baja novedades: “Soy fan de la piratería. El deseo de escuchar algo supera cualquier es-crúpulo”, nos confiesa con su voz radial. Un periodista de «The Guardian» se preguntaba

SEGÚN GREIL MARCUS

LAS 10 CANCIONES IMPRESCINDIBLES DEL ROCK AND ROLL Llevó las guitarras eléctricas a la academia, fundó la crítica pop desde su trinchera de la «Rolling Stone», cruzó la política y la historia con las composiciones y ahora acaba de elaborar un canon que se aleja de los rankings o de los salones de la fama.

Música

Page 17: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 17

por qué no se dedicó a disjockear en la FM. Su punto de partida a la hora de escribir es

que la cultura pop –libros, discos, películas, cómics–, independiente de su popularidad, son instituciones que contienen los aconteci-mientos silenciados por la historia. Y compara estos referentes con el protagonista de «His-toria de Mayta», de Mario Vargas Llosa: “Un héroe revolucionario, devastado, que cae en el olvido, y cómo se convierte en un rumor que pasa de boca en boca y, luego, en una historia en la que todos creen”.

“Como la de los grandes escritores, su mira-da sobre el mundo es única y nos revela par-celas del conocimiento que, sin él, no hubiéra-mos conocido o disfrutado”, dice su editor en España. Para él, «La historia del rock and roll en diez canciones» es un texto “tremendamen-te provocador, ya desde el título mismo”.

“El libro arranca con una larguísima lista de nombres, los que conforman el Salón de la Fama del Rock o, dicho de otro modo, los que la historia convencional suele citar como gran-des artífices de la música popular. Si Marcus rehúye en gran parte el ‘listado oficial’ es preci-samente para hablarnos de esa otra historia que siempre le ha fascinado”, señala Aparicio.

Y agrega: “Su historia no coincide con la que la industria ha encumbrado, sino la que incluye aquellas canciones que han pervivido y suscitado un sinfín de resonancias a lo largo de los tiempos. También, por supuesto, reivin-dica el canon personal, su propia experiencia sentimental o intelectual con la música… En este libro logra, además, hacer que convivan un tono más de historiador, de académico, con otra forma más espontánea, próxima a Jack Kerouac o a la de su querido Lester Bangs… Es un libro maravilloso y una lección de críti-ca musical de primer orden”.

TRES TEXTOS BÁSICOS DISPONIBLES EN CHILE

«Lipstick Traces». Traducido como «Rastros de carmín» (Ana-grama) es considerado el gran ensayo sobre rock jamás escrito. Subtitulado «Una historia secreta del siglo XX», el autor –mediante saltos en el tiempo, fragmentos de cómics o de revistas, narra-ciones y microensayos– intenta conectar Mayo del 68 con los Sex Pistols, dadaístas y situacionistas. Fascinante y agotador, como el convulsionado viaje en el tiempo que es.

«Like a Rolling Stone. Dylan en la encrucijada» (Global Rhythm Press). Delirante y documentadísimo ensayo sobre el tema de Bob Dylan, su grabación y contexto. Jamás una canción había recibido tal nivel de contemplación en sus niveles musicales y sociopolíticos.

«Escritos sobre punk 1977-1992» (Paidos). Marcus es capaz de adaptarse a los cambios. Si en los 60 era un jovencito psicodélico, ahora absorbía el ciclo completo: punk/postpunk/newwave/ y escribía sobre él en «ArtForum». Estupendas reseñas, disgregaciones y microensayos.

EL DECÁLOGO MARCUS

1 Flamin’ Groovies / «Shake Some Action» (1976). Marcus golpea la mesa,

estableciendo las reglas de su juego: nada de Hendrix, Beatles o Zeppelin. La primera canción es un ansioso –y pequeño– hit power pop, de tonos menores y guitarras campaneantes. “En 1976, el rock and roll podría haber parecido la misma historia de siempre, fijo y estático, con todos sus secretos revelados y una realidad que ha-bía que aceptar: precisamente con un gobierno, dirigido por unas pocas discográficas y media docena de iconos sin vida. Pero (acá) todo es nuevo, como si hubieran descubierto el secreto y hubieran resuelto el misterio en el acto”, escribe Marcus.

2 Joy Division / «Transmission» (1980). Después de la irrupción punk, las bandas se refina-

ron y –gracias a Kraftwerk, Eno y Bowie– adelantaron el sonido frío y maquinal que dominaría los 80. El cantante Ian Curtis –epiléptico, atormentado y de muy pocas palabras– la grabó antes de suicidarse (y truncar su primera gira por Estados Unidos). “La actuación (en la canción) de Curtis podría ser el reflejo de su epilepsia. No obstante, también podría ser que estuviera imitando intencionadamente los ataques, representándolos, usán-dolos como una forma de energía y como una forma de música, como forma en sí misma. Más en el fondo, podría haber sido que Curtis usara sus ataques como una idea, la idea para la cual las canciones no eran más que contenedores”.

3 The Five Satins / «In The Still of the Night» (1956). “El sonido en los primeros discos

de rock and roll, sobre todo en los singles de conjuntos vocales, a menudo posee una claridad sobrenatural en su corazón; estás ahí, observando, esperando, mientras la canción se despliega, deseando que nadie rompa el hechizo. El sonido es abierto, lleno de espacio; sientes que pasa el tiempo”.

4 Etta James / «All I Could Do Was Cry» (1955). “Me gusta ver la aguja puesta sobre los

hits”, dijo la cantante, para referirse veladamente a las drogas que tomaba en las demenciales giras con Little Richards o con Elvis Presley, “componiendo canciones, sacando más de una docena de singles y cayendo aún más en un olvido apenas adulto, durmiendo en autobuses y aprendiendo los códigos y ocultaciones que llegaron con la marihuana, la cocaína y la heroína”.

5 Buddy Holly / «Crying, Waiting, Hoping» (1959). “La melodía describe una

inocencia traicionada. Tanto la inocencia como la traición de alguna manera quedan encarnadas por completo, pero el poder de la declaración procede de la forma en la que se combinan entre ellas”.

6 Barrett Strong / «Money (That’s What I Want)» (1959). Primer hit de Motown versio-

nada hasta por The Beatles. “Todas las canciones de rock and roll sobre el dinero”, reflexiona Marcus.

7 The Brains / «Money Changes Everything» (1980). “Tal como apareció por

primera vez, sigue siendo un gigante. Igual que en «Like a Rolling Stone» (de Bob Dylan) o «Light My Fire» (de The Doors), hay un único ritmo de caja, un anuncio, y luego, enseguida, el acontecimiento”.

8 The Drifters / «This Magic Moment» (1953). Para el crítico, este single no se parecía

en nada a ningún disco de rock and roll. Más que una canción, había una epopeya: los compositores –Leiber y Stoller– contrataron a un director de orquesta y diez instrumentistas de cuerda. “Este sonido no era bonito; no era endulzante. No era un pelo arreglado con es-tilo, unos dientes con funda y una llamada cortés a la puerta. Era mal tiempo: tremendo, aplastante, oscuro, duro y amenazador”.

9 Christian Marclay / «Guitar Drag» (2000). Un video donde un tipo enciende una

guitarra eléctrica, la ata a una camioneta y acelera. “Al principio te interesa la guitarra como instrumento, te interesa comprobar qué tipo de ruido hará y cuánto tiempo durará. En cuestión de segundos, te ves arras-trado a la destrucción como objeto en sí mismo, un acto con sus propios imperativos, normas, valores y estética, y esa destrucción pronto destierra cualquier perspectiva que no se haya visto completamente absorbida por una violencia irreductible”.

10 The Teddy Bears / «To Know Him Is To Love Him» (1958). Desde que fue

grabada, esta balada de Phil Spector recién encontró su voz 45 años después, según Marcus. “Cuando Amy Winehouse la cantó en 2006, su música se entrelazó con la de Spector y la de él con la de ella, hasta que Winehouse encontró el camino hasta el inicio de la carrera de Spector y la redimió. Si él ha escuchado alguna vez lo que ella hizo con su música, o si ella escuchó alguna vez lo que él pensaba de lo que ella había hecho, son preguntas sin respuesta. Él no habla del tema; ella no puede”.

“Un muchacho al que le prometen el mundo y no le dan nada, eso es el blues”, Otis Rusch (1935), cantante y guitarrista estadounidense.

Page 18: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

18 I La Panera

POR VERA-MEIGGS

1.– Ni talón vulnerable, ni caballo de madera, ni rapto de Helena. Nada de eso pertenece a «La Ilíada», aunque el cine y la cultura general nos hayan

acostumbrado a estos tópicos. Esto se debe a que el poema homérico relata un hecho del que se sabían muchos antecedentes mi-tológicos y que eran de conocimiento co-mún entre los griegos: el juicio de París y la caída de Troya, por ejemplo.

2.– Una historia y un autor sobre el que las certidumbres son pocas y las metáforas

LA ILÍADAEl más famoso poema épico de Occidente llega a Santiago a Mil en forma de teatro, con muchos neumáticos y en griego. Datos para no perderse entre los múltiples capítulos de la primera de las teleseries.

posibles muchas. Que Homero fuera ciego tiene mucho de simbólico, aunque efecti-vamente lo fuera. Al parecer, esta tradición proviene de una derivación de su nombre. También es muy posible que Homero sea un ser imaginario, sería el nombre de un grupo de descendientes de prisioneros de guerra a los que no se les permitía combatir, en cambio debían recordar y recitar los acontecimientos bélicos; es decir, una suerte de reporteros de guerra. No existe un solo documento que pruebe su existencia física.

3.– Veintiocho siglos de antigüedad y el re-lato parece siempre fresco y sigue estimulando

las fantasías juveniles, especialmente las viri-les. Normal si se piensa que de él se deriva la mayor parte de todos los relatos de aventuras bélicas de Occidente. En parte, también, por-que el conflicto mezcla intereses comerciales con la belleza de una mujer raptada y los per-sonajes están particularmente bien logrados.

4.– Todo hace suponer que fue compuesto en su forma actual alrededor del año 750 a.C., es decir para los griegos contemporáneos de Pericles y del Partenón, el poema era tan anti-guo como para nosotros es la música de Bach.

5.– La acción comienza cuando ya han pa-sado diez años desde el comienzo del sitio de Troya. Y no pasará otro. Constantemente hay anuncios de lo que vendrá, que Troya será de-vastada y que Aquiles tendrá vida corta. Sin embargo, nada de eso será parte del poema, que termina con los solemnes funerales de Héctor, alusión a la próxima caída de la ciudad.

6.– Como corresponde a un narrador omnis-ciente, «La Ilíada» observa ecuánimemente a los bandos en lucha. El viejo principio dramático de que “todos tienen sus razones” encuentra aquí el primer ejemplo occidental. Ello enriquece las dimensiones del conflicto y permite que toda la literatura –dramática y poética– posterior posea

© ELINA YIOUNANLI

Teatro

Page 19: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 19“Sólo la fantasía permanece siempre joven; lo que no ha ocurrido jamás, no envejece nunca”, Friedrich Schiller (1759-1805), poeta y dramaturgo alemán.

Aquiles, “el de los pies ligeros”, “pastor de huestes”, el mejor de los combatientes aqueos, hijo de una diosa, Tetis, y de un mor tal, Peleo.Héctor, “el de tremolante penacho”, “el esclarecido”, prínci-pe de los troyanos y su jefe militar.Patroclo, “del linaje de Zeus”, joven amigo de Aquiles. Su muer te a manos de Héctor hará volver a Aquiles nuevamente a la guerra.Agamenón, “soberano de hombres”, rey de Micenas, herma-no de Menelao y esposo de Clitemnestra, padre de Ifigenia, Electra y Orestes, familia mal avenida que dará mucho que hablar también en la «Odisea» y en el teatro clásico.Menelao, “ordenador de huestes”, rey de Esparta y esposo ultrajado de Helena. La recuperará, pero no podrá castigarla.Andrómaca, “de blancos brazos”, esposa de Héctor.Príamo, “el de buena lanza de fresno”, rey de Troya, casado

con Hécuba y padre de Héctor, Paris, Alejandro y Licaón, que morirá a manos de Aquiles.Helena, “de casta de Zeus entre las mujeres”, esposa de Menelao y amante de Paris, su legendaria belleza impedirá el castigo por su adulterio.Paris, hijo de Príamo y protagonista del famoso juicio en que entregó la manzana de oro, desatando la guerra con Troya. No se distingue por su inteligencia.Tetis, “la augusta madre” de Aquiles, “la de los pies argén-teos”, es una ninfa del mar o nereida, hija de Nereo, antiguo dios del mar.Crises, “sacerdote de Apolo”, causa el primer conflicto del poema.Criseida, “de bellas mejillas”, hija del anterior y esclava de Agamenón.Briseida, también descrita “de bellas mejillas”, esclava de Aquiles.Ulises, “fecundo en ardides”, también llamado Odiseo, rey de Ítaca y posterior protagonista de «La Odisea».

«La Ilíada de Homero» se llama el montaje que la compañía griega Polyplanity ha estrenado en 2013, transformándose en un re-ferente importante de la actual escena europea. Durante tres horas y quince minutos la puesta en escena recreará los 24 cantos del poema, ambientado en una fábrica abandonada, en cuyo centro una escalera de caracol comunica con el Olimpo. Se suman 40 neumáticos y 15 actores que darán vida al monumento fundacional de la cultura griega. Stathis Livathinos, su director, esperó años para dar cuerpo a este ansiado proyecto y logró, tras un esmerado entrenamiento de sus actores, colocar la cólera griega en escena, con un éxito inusitado donde se ha exhibido.La podremos apreciar dentro del Festival Internacional Santiago a Mil 2015, en el Centro de las Artes 660 (igual número de la calle Rosario Norte, Las Condes), desde el sábado 3 al martes 6 de enero, a las 20:00 horas, excepto el domingo 4, en que la función comenzará a las 17:00. No recomendable para menores de 12 años. En griego con subtítulos.A esperar que se levante el telón para escuchar los primeros inmortales versos:“La cólera canta, oh diosa, del Pelida Aquiles”…

PERSONAJES PRINCIPALES

EL MONTAJE

© EL

INA Y

IOUN

ANLI

© EL

INA Y

IOUN

ANLI

un respeto por los adversarios derrotados que es en todo coherente con la democracia griega y su intrínseco humanismo.

7.– La extensión original del poema es el más largo entre los griegos: 15.690 versos, divididos en 24 cantos. Está compuesto en los llamados hexámetros dactílicos, imposibles de conser-var en las traducciones. El idioma original del texto es un griego arcaico con gran presencia de formas dialectales varias, especialmente de la región de la costa de la actual Anatolia. «La Odisea», por su parte, cuenta con unos 12.000 versos y se supone que se han perdido varios fragmentos.

8.– Realidad histórica ficcionada. Es lo que mejor podría definir lo que se narra en «La Ilíada». Heinrich Schliemann, aventurero y arqueólogo alemán aficionado, en el siglo XIX logró encontrar las ruinas de la Troya homéri-ca, lo que demostró la verdadera existencia de una ciudad considerada mítica hasta entonces. También desenterró un gran tesoro fúnebre en las ruinas de Micenas, que Schliemann identi-ficó con la tumba de Agamenón. Si bien las fe-chas coinciden en todos los casos, los personajes del poema son de muy improbable existencia.

9.– El origen del poema es claramente oral, algo que comparte con los otros grandes poemas épicos. «El cantar del Mío Cid», «La Chanson de Roland», el «Ramayana», todos fueron pro-ductos del folclore oral de sus respectivos pue-blos hasta que una de las versiones, siempre cambiantes, tomó forma escrita para alcanzar su forma definitiva. Homero pudo ser una suerte de recopilador folclórico que dejó fijada para siem-pre la versión que recogió.

10.– «La Etiópide» es una continuación del ciclo ilidíaco y es de un tal Arctino de Mileto, un autor que conocía bien la obra de Homero. No existe su texto original, sino una copia resumida, pero contiene el famoso episodio del caballo de madera, describe la muerte de Aquiles y el llanto de Tetis por la muerte de su hijo.

11.– No hay “griegos” sino aqueos o argivos (gentilicio de Argos) o dánaos. Los griegos como tales comienzan a existir mucho después. La acción ocurre en la época de gloria de la cul-tura micénica, es decir, unos doce siglos antes de nuestra era.

12.– Los personajes son presentados con una fórmula que se repite con persistencia rigurosa. Así Aquiles es “el de los pies ligeros”, por su ca-pacidad de correr velozmente en el combate… hacia el enemigo, claro. Estas fórmulas descrip-tivas resultan reiteradas en la versión literaria, pero cumplían una función rítmica importan-te cuando el poema era recitado. La oralidad requiere iteraciones y refuerzos que la palabra escrita fácilmente desecha.

13.– Los dioses son los hinchas del conflicto. No muy ecuánimes y bastante pasionales, como fueron siempre los dioses griegos; los especta-dores del Olimpo participan activamente a fa-vor de un bando o del otro, como si los huma-nos fueran parte de un partido de ajedrez. En realidad lo eran.

Page 20: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

20 I La Panera

POR VERA-MEIGGS

NAVIDADES DE BUEN CINE

La pantalla grande puede intoxicarnos con una marea de azúcar en Navidad, sin etiquetado nutricional.Por eso, lo cinematográficamente recordable hay que seleccionarlo con pinzas.

«¡Q ué bello es vivir!» (1946), de Frank Capra, es la película navideña por excelencia, casi tan familiar como el

ballet «Cascanueces». Pero como ya la comentamos (en diciembre de 2010, «La Panera» Nº 12), para esta Navidad seleccionaremos un reco-rrido menos convencional, en el que usaremos el faro del criterio estético, no la popularidad ni la cercanía en el tiempo. Nada de Pobres Angelitos, Santas Clauses o duendes coloreados. Releguemos todo eso a… ¡la tele! El orden es casi cronológico.

«E l bazar de las sorpresas» (1940), de Ernst Lubitsch (1892-1947), es una jo-yita navideña algo olvidada y que puede

resultar anticuada de confección, lo que igualmente le añade encanto y una dosis de melancolía bien asociada a la fecha. Filmada durante los comienzos de la Segunda Guerra, la acción se desarrolla en una tienda en Budapest, en la que tanto el dueño como sus empleados parecen desprovistos de lazos familia-res sólidos y la cercanía de la Navidad amenaza con evidenciar sus carencias. James Stewart, el empleado modelo, es despedido justo el día en que se encon-traría con la desconocida destinataria de sus cartas de amor. El dueño descubre que su mujer lo engaña, la chica solterona no encuentra al hombre de sus sueños y la nieve comienza a caer copiosa. Pero todo cambiará gracias al descubrimiento de varias verdades ocultas. Como siempre ocurre en el genial Lubitsch, los sobre entendidos, las emociones envueltas en alusiones iró-nicas y el tono cálidamente humano logran imponerse al desgaste del tiempo. Que la acción se desarrolle en Hungría coloca todo en una suerte de distante univer-salidad, como si la tienda fuera una cifra de la huma-nidad atrapada en sus circunstancias, cuya liberación está en el interior de cada uno. Un deleite.

«E l evangelio según Mateo», de Pier Pao-lo Pasolini (1922-1975), fue estrenada en 1964, cuando Hollywood presenta-

ba su versión de los Evangelios en Cinerama: «La más grande historia jamás contada», de George Stevens, a un costo de millones de dólares y con un reparto de estrellas. Nada de lo cual sirvió para salvarla del fracaso.La película de Pasolini iba exactamente en el sentido contrario: austeridad franciscana, vinculación directa con el texto en que se inspiraba y respeto por el origen popular de personajes e intérpretes. Pasolini, intelectual marxista, homosexual militante y perso-naje controversial, supo respetar el texto evangélico y producir la más bella versión de la vida de Cristo que ha dado el cine. A cincuenta años de su estreno, la escena de la adoración de los Reyes Magos es una de sus cumbres, justamente por su despojada sencillez y el conmovedor efecto que produce la música que la acompaña: «Sometimes I feel like a motherless child», un negro spiritual tradicional del sur de Estados Unidos. La falta de concordancia cronológica no importa para el cineasta, que logra así unir épocas y culturas distintas en una secuencia de imágenes que, compuestas de este modo, nunca corren el riesgo del tópico de tarjeta natalicia.

Cine

«¡QUÉ BELLO ES VIVIR!»

«EL BAZAR DE LAS SORPRESAS» «EL EVANGELIO SEGÚN MATEO»

Page 21: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 21

«E l león en invierno» (1968), de Anthony Harvey (1931), es un ficticio y entrete-nido drama histórico desarrollado en la

noche de Navidad de 1183, en la que la familia real inglesa, junto con darse los regalos de rigor, buscan mutuamente eliminarse del juego del poder. Cine-matográficamente convencional, pero con una pareja protagónica inolvidable: Peter O’Toole es Enrique II Plantagenet, y Katharine Hepburn (ganó aquí su tercer Oscar) es Leonor de Aquitania, su esposa. Ambos se dedican por dos horas a desollarse anímicamente sin preocuparse mucho de los modales correspondientes al rango. El resto de la familia incluye al rey de Francia y a dos futuros reyes de Inglaterra, dispuestos a todo por el poder, incluso a desearse mutuamente una “Feliz Navidad”, puñal en mano.

«E l extraño mundo de Jack» (1993), de Henry Selick (1952), fue un proyecto muy acariciado por Burton, autor del libro

ilustrado en que se basa la película. Filmada con un sis-tema stop-motion perfeccionado, que tendrá un impor-tante rol en la recuperación de la técnica de animación, narra la historia del esqueleto Jack –suerte de ministro de cultura de Halloweenland– que decide cambiar la Navidad suplantando al Viejo Pascuero y cambiando los regalos tradicionales por todo tipo de monstruosidades alegremente caóticas que desatan el terror infantil. El diseño, cargado a lo oscuro y grotesco, con referencias al Expresionismo alemán y que parece descender de una de las famosas “sinfonías tontas” del Disney de los años treinta, la de los esqueletos bailarines (Burton era originalmente animador de esa productora), encuentra en la música de Danny Elfman (que además pone su voz para el Jack cantante) un acompañamiento perfecto para ilustrar esta verdadera ópera sobre la diversidad y el respeto necesario entre mundos opuestos. Sin haber tenido un gran éxito al momento de su aparición, debido a su carácter rupturista, con el tiempo se ha ido imponiendo como un clásico de la animación moderna.

J ustamente es con lo que juega «La vida de Brian» (1979), de Terry Jones (1942): una estrella, tres camellos ricamente enjaezados y

un pesebre. Los Magos entran a adorar al niño y la madre, fea y chillona, los echa por andar molestando, sólo los deja pasar cuando descubre que traen regalos, especialmente oro. Al salir, los Magos descubren que se han equivocado de pesebre y vuelven para llevarse los regalos, la madre alega y el bebé llora, entonces ella lo silencia con una bofetada. El pobre Brian tendrá una vida marcada por la desgracia de tener tal vecino de nacimiento. Si resulta irrespetuosa al comienzo, peor se vuelve después. Y no podía ser de otra forma, se trata de una de las comedias más exitosas del ico-noclasta grupo británico Monty Python, puntualmente prohibida en Chile por la censura de entonces.

Ingmar Bergman (1918-2007) cerró su período ci-nematográfico (después vendrían sólo obras para la televisión grabadas en formato video) con «Fanny y

Alexander» (1984), la extensa y prolija obra autobio-gráfica que tuvo una versión televisiva y una reducción cinematográfica muy premiada y calificada como obra maestra, aunque el tiempo le daría un más relativo valor. Probablemente, su más bella escena correspon-de al comienzo de la película, cuando la abuela de los infantiles protagonistas prepara una gran fiesta navideña para toda su prole. Vital y de gran perfección rítmica, la larga secuencia de la reunión familiar es de los raros fragmentos en la obra de Bergman en que se siente auténticamente la alegría de vivir. La delicada preocu-pación por los detalles de utilería, de las costumbres de una época ida, de la atmósfera y la bella fotografía cons-truyen un largo episodio de auténtica magia y cálida emoción, que no se extiende al resto del filme.

Tim Burton (1958) es un cineasta navideño. Su fama comenzó con «El joven manos de tije-ras» (1990), que se presenta como una historia

deudora del cine de terror clásico, con el correspon-diente homenaje a Vincent Price en su última aparición en pantalla. Pero la variación hacia la sátira social y el humor amable encuentran en el tema navideño su me-jor refuerzo. El encuentro entre Edward (Johnny Depp) y la creatura, y su gran amor, Winona Ryder, se dará en una noche de Navidad a la que le falta la nieve. Edward proveerá con su innato sentido de lo poético, aunque tenga que obedecer finalmente a las reglas del género.

Hasta en Chile tenemos una película alusiva al tema, cuyo título es lo único que justifica su presencia en esta apretada reseña: «Navidad»

(2009), de Sebastián Lelio (1974).

Una más: «El origen de los guardianes» (2012), de Peter Ramsey (1962/63), es de lo más interesante que ha ofrecido el tema en lo

corrido del siglo. Algo hiperkinética y melosa, es de todos modos una buena historia.

En este panorama es fácil ver que tiende a predomi-nar la iconografía nórdica, donde la Navidad posee una carga muy potente y con ganas de venderse (e imponerse) a los demás. Vamos preparando la nieve artificial para nuestro arbolito criollo.

“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”, Charles Dickens (1812-1870), novelista británico.

«EL LEÓN EN INVIERNO»

«EL EXTRAÑO MUNDO DE JACK»

«LA VIDA DE BRIAN»

«FANNY Y ALEXANDER»

«EL JOVEN MANOS DE TIJERAS»

«NAVIDAD»

«EL ORIGEN DE LOS GUARDIANES»

Page 22: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

22 I La Panera

POR ANDRÉS NAZARALA R.

“Si quieres un final feliz, va a de-pender en dónde termines la historia”, dijo alguna vez el gran Orson Welles. Y Tim Burton

pareció seguir su consejo en «Ed Wood» (1994), su particular biopic sobre “el peor ci-neasta de la historia”.

En un acto de amor, Burton cerró la cinta justo cuando Wood recibe aplausos en me-dio del estreno de «Plan 9 del Espacio Exterior» (1956). Una pequeña mentira para clausu-rar una historia marcada por el fracaso. Un final feliz forzado para no contar lo que vendría: años duros de pobreza, depre-sión y lucha contra el alcoholis-mo. Y una muerte prematura, a los 54 años.

Este mes se cumplen 36 años de la desaparición del director.

Y su legado sigue crujiendo en los subsuelos del underground, mientras se preparan dos remakes y una iglesia venera su figura.

INDEPENDENCIA PREMATURA

Tienta desmentir el injusto rótulo que pesa sobre Edward D. Wood (1924-1978). Como pocos realizadores en esos años en que Ho-llywood gozaba con su exitosa condición de industria, su pasión desmedida por hacer pe-

lículas, y su insistencia en una paleta temática, que iba desde el horror a su obsesión por la lencería femenina, lo acerca-ban a un modelo que entonces no existía: el del cineasta inde-pendiente. Una buena muestra de su espíritu libre es su primer largometraje «Glen or Glenda» (1953), película semi-documen-tal que también puede ser vista como un ensayo camp sobre el

travestismo. Producida por George Weiss (el gran mecenas del Cine Z), fue destrozada por los críticos de la época. Y sigue siendo motivo de burlas en la actualidad. Juicio cruel para un filme que sigue dando satisfacciones por su inusual introducción de elementos de horror (con Bela Lugosi como narrador), y escenas de “sexploitation” que resultan adelantadas para su época.

Un comienzo tan fallido no pudo más que generar una carrera marcada por el desastre que Ed Wood pudo sacar adelante persua-diendo a productores de medio pelo, comer-ciantes e incluso a una iglesia evangélica (pro-ductores de «Plan 9 al Espacio Exterior»). El “gancho comercial” era siempre Bela Lugosi, emblemático intérprete de Drácula que ya na-die recordaba. De hecho, vivía como si fuese el célebre Conde de Transilvania, lidiando con una preocupante adicción a la morfina.

Después de «Glen or Glenda» vinieron «Jail Bait» (1954), un policial que pasó sin pena ni gloria; «La Novia del Monstruo» (1955), cuyo

LA PARÁBOLA DE

ED WOODA 36 AÑOS DE LA MUERTE DEL

“PEOR CINEASTA DE LA HISTORIA”

Dos remakes y una curiosa iglesia que cuenta con más de 3.500 fieles reflejan la vigencia subterránea del director que murió el 10 de diciembre de 1978. Estaba en la bancarrota y deprimido por su sostenido fracaso en el mundo del cine.

Cine

KOBA

L / TH

E PIC

TURE

DES

K ( A

FP

KOBA

L / TH

E PIC

TURE

DES

K / A

FP

PHOT

O12.C

OM -

COLL

ECTI

ON CI

NEM

A / P

HOTO

12 /

AFP

22-23 ed-wood.indd 22 03-12-14 18:26

Page 23: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 23

rodaje se vio opacado por la adicción narcó-tica de Bela Lugosi, y «Plan 9 del Espacio Exterior» (1956). Para esta última –conside-rada oficialmente como “la peor película en la historia del cine”–, Ed Wood tuvo que reem-plazar a Lugosi (quien murió en medio del rodaje) por el doctor que atendía a su mujer.

Lo que vino después –y lo que el bondadoso Tim Burton no mostró en su biopic– es la rea-lización de una seguidilla de películas biza-rras e ignoradas, como «Night of the Ghouls» (1959), «The Sinister Urge» (1960), centrada en un pornógrafo que asesina mujeres; «Take It Out on Trade» (1970), un policial que estu-vo perdido hasta este año y que cuenta con la actuación de un Ed Wood vestido de mujer; la pornográfica «The Young Marrieds» (1971) y «Necromanía» (1971), cinta filmada en dos días con un presupuesto mínimo. La copia se perdió poco tiempo después de su rodaje y fue encontrada décadas más tarde.

Los golpes de fracaso hundieron a Ed Wood en el alcoholismo y en la depresión. Debido a sus deudas, su hogar fue embargado y con su mujer terminaron viviendo de allegados en la casa de un amigo. Ahí, el 10 de diciem-bre de 1978, luego de tomar mucho vodka, se sintió mal y murió de un ataque al corazón. Su esposa lo encontró tirado sobre la cama. Describió: “Sus ojos estaban abiertos. Nunca olvidaré su mirada. Se aferró a las sábanas. Pareciera que hubiese visto el infierno”.

VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

Aunque Tim Burton contribuyó a la va-loración de la figura de Ed Wood, no fue el primero en reconocer su apasionamiento por el cine y su singular propuesta artística. En 1986, el crítico Jim Morton ya había escri-to sobre él para el libro «Incredibly Strange Films». Algunas de sus palabras fueron: “Ex-céntrico e individualista, Edward D. Wood fue un hombre nacido para filmar. Tipos más débiles, si hubiesen sido forzados a aceptar las condiciones con las que Wood lidió, se ha-brían rendido, derrotados”.

Años después de su muerte, su legado co-menzó a ganar fuerza. En 1998, un guión que nunca filmó fue llevado a la pantalla. «I Woke

QUEREMOS TANTO A ED

«GLEN OR GLENDA» (1953)

Ed Wood, a quien le gustaba usar chalecos de angora y lencería femenina, no tuvo pro-blema en protagonizar su primera película: una suerte de falso documental (basado en el caso del transexual Christine Jorgensen) que comienza con Bela Lugosi mirando a los seres humanos desde las alturas, como si fuese una cruza entre Drácula y Dios. Con-tinúa con el melodrama de un hombre que quiere que su mujer acepte su tendencia a vestirse de mujer, adornado con algunas se-cuencias que adelantan la era lisérgica. Una grata rareza.

«LA NOVIA DEL MONSTRUO» (1955)Debido al bajo presupuesto de esta cinta que mezcla el horror con la ciencia ficción, Ed Wood tuvo que robar un pulpo de uti-lería de los estudios Republic. Contó con el financiamiento de un pequeño comerciante que le pidió al director dos cosas: que su hijo sea el protagonista y que la película termine con una explosión nuclear.

«PLAN 9 DEL ESPACIO EXTERIOR» (1959)La era atómica, el cine de extraterrestres y el horror gótico se juntan en la cinta más cono-cida de Ed Wood. Fue financiada por evangé-licos –la idea era recaudar dinero para la igle-sia con las supuestas ganancias– y se notan los hilos que sostienen los platillos voladores. Ha sido injustamente considerada como “la peor película de la historia del cine”.

Matthew Ewald y Mister Lobo. La otra tam-bién está siendo elaborada en los laboratorios del bajo presupuestismo: la dirige y protagoni-za Christopher Kahler con Shawn C. Phillips y la modelo de lencería Christine Sclafani.

Como homenaje al cine hecho sin recur-sos, la Universidad de Southern California realiza asimismo, desde 1997, el Festival de Cine Ed Wood.

EL WOODISMO

Pero quizás el homenaje más grande –y delirante– a Ed Wood sea la iglesia que el Reverendo Steve Galindo abrió en 1996 en Oklahoma. Una iniciativa que comenzó como un chiste pero que con los años se transformó en toda una institución. De hecho, la religión cuenta con reconocimiento legal en Estados Unidos y tiene más de 3.500 fieles “bautiza-dos” según los ritos de iniciación.

“Practicamos el Woodismo”, aclara Galin-do en la página web www.edwood.org. “Mi-ramos a Ed Wood como nuestro salvador. Al ver sus películas y su vida, aprendemos a llevar vidas felices y positivas. Puedes pensar que somos tontos o estúpidos. Y está bien por nosotros. Después de todo, no esperamos que creas en el Woodismo. Sólo esperamos que respetes nuestra creencia”.

Según el “predicador”, a través de su vida y obra, Ed Wood enseñó a buscar la indi-vidualidad y se adelantó a algunos hechos históricos, alumbrando incluso –en «Plan 9 del Espacio Exterior»– la idea del fin del mundo. El discurso que en la película en-trega un extraterrestre sobre el malogrado rumbo de la especie humana es tomado por los “woodistas” como su parábola más profunda; una pesimista y supuestamente visionaria radiografía de nosotros mismos. Aunque todo huele a broma organizada, la iglesia de Ed Wood es el punto más alto de un culto que demuestra la supremacía e in-condicionalidad de la pasión creadora por sobre el exitismo de una industria que ama las cifras felices. Es, en otras palabras, el re-conocimiento a la extraña belleza de perder; hundirse en las catacumbas de un mundo obsesionado con la victoria.

Up Early the Day I Died» –centrado en un loco que escapa del psiquiátrico– contó con las actuaciones de Billy Zane, Christina Ricci y Tippi Hedren, la musa de Hitchcock, una actriz que, paradójicamente, nunca hubiese actuado en un proyecto de Ed Wood mien-tras él estaba vivo.

Además, actualmente se preparan dos re-makes de «Plan 9 del Espacio Exterior». El primero, en etapa de posproducción, cuenta con la dirección de John Johnson y un elenco de perfectos desconocidos como Brian Krause,

AUNQUE TIM BURTON

CONTRIBUYÓ A LA VALORACIÓN

DE LA FIGURA DE ED WOOD, NO

FUE EL PRIMERO EN RECONOCER

SU APASIONAMIENTO POR EL

CINE Y SU SINGULAR PROPUESTA

ARTÍSTICA. EN 1986, EL CRÍTICO

JIM MORTON YA HABÍA ESCRITO

SOBRE ÉL PARA EL LIBRO

«INCREDIBLY STRANGE FILMS».

VIDEO CLUB MUNDOPLANET, DONDE VIVE EL CINE ARTE. Paseo Huérfanos 635, locales 33-34. Teléfono 2243-7713.

22-23 ed-wood.indd 23 03-12-14 18:26

Page 24: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

24 I La Panera

POR ANDRÉS NAZARALA R.

Hace algunos años tuve la opor-tunidad de asistir al Concurso de Dobles de Bettie Page, que se realiza anual y religiosamen-

te en Estados Unidos. Fue en el mítico club CBGB’S, de Nueva York, donde nació el punk en los años 70. Al son del rockabilly y la psicodelia, las candidatas bailaron sobre el escenario y desfilaron por el lugar como si estuviesen en un Fashion Week realizado en un psiquiátrico. La ganadora resultó ser una chica asombrosamente parecida a la modelo pin-up, aunque los aplausos más efusivos es-tuvieron dirigidos a una joven obesa vestida de leopardo y a un anciano inválido que bailó sobre sus muletas luciendo un vestido plati-nado además de una coqueta peluca negra.

¿Evento fashion? ¿Acto contracultural? Sólo Bettie Page (1923-2008) podría unir mundos tan disímiles. Porque, a diferencia de otras mo-delos, se ha transformado en una suerte de rei-na de los desplazados y de los incomprendidos, sin dejar de conquistar al mainstream (desde Madonna a Katy Perry la homenajean cons-tantemente). No sólo combatió los estereo-tipos e introdujo nuevas tendencias estéticas, sino que incursionó en la industria de la moda, confeccionándose ella misma la ropa. Page sigue siendo sinónimo de rupturismo e inde-pendencia. Y, aunque murió hace seis años, no hay dudas de su eterna vigencia.

BETTIE PAGE DEL PAPEL AL HOLOGRAMAEste mes se cumplen seis años del fallecimiento de la singular artista, quien regresará de la muerte con un extraño show en Las Vegas. La ilusión de revivir a una mujer que sigue pareciendo adelantada a nuestros tiempos.

Tendencias

“Era consciente de que pertenecía al público, pero no por mi físico o por mi belleza, sino porque nunca había pertenecido a nadie”, Marilyn Monroe (1926-1962)

Según «Forbes», en los últimos 12 meses ha recaudado nueve millones de dólares gracias a la venta de ropa, accesorios y lencería aso-ciada a su imagen. Además, recientemente se anunció que el próximo año Las Vegas acogerá un show en el que Bettie Page hará un gran strip tease acompañada de bailarines. ¿Cómo? Convertida en un holograma que, según los productores del espectáculo, será tan real que incluso el público podrá interactuar con la diva.

El show debe continuar, como dicen por ahí. Aunque se interponga la muerte.

NUNCA LA CHICA DE LA PUERTA DEL LADO

Bettie Page comenzó a mostrar su singu-laridad en 1950, cuando realizó su primer portafolio. Ya había experimentado una dura infancia en un centro de menores (tras ser abusada por su padre) y cargaba con un fa-llido matrimonio adolescente, además de los pormenores más incómodos de la escalada hacia la fama.

Aunque su deseo era convertirse en actriz de Hollywood a imagen y semejanza de Bette Davis, su ídola, a los 27 años fue descubierta en las calles de Nueva York por Jerry Tibbs, un policía aficionado a la fotografía. Él es respon-sable de sus primeros registros como modelo y es quien sugirió que usara la característica chasquilla que es imitada hasta el día de hoy.

Así, en poco tiempo, Page se alzó como la reina del pin-up, término usado para referirse

a los sugerentes retratos que se realizaban para revistas y calendarios de la época. Eran la con-tención moral para muchos soldados que du-rante la Segunda Guerra Mundial partían al campo de batalla con fotografías inspiradoras de chicas sonrientes en sus bolsillos. Es la sen-sualidad como resistencia ante el horror bélico.

Pero, en tiempos de machismo y férreos códigos morales, Bettie Page se diferencia-ba de las modelos de su época por el fuerte carácter que transmitía y la ropa que estaba dispuesta a sacarse. Esto la llevó directamen-te a protagonizar la industria “para adultos” de los años de posguerra de mano de fotó-grafos como Irving Klaw, quien vendía los retratos por correspondencia. Eran postales aparentemente ingenuas que escondían lec-turas osadas que bordeaban la perversión. O lúdicas fotonovelas cuyas historias podían ser entendidas hasta por un niño. La gracia de Klaw es que abordó asuntos como la domi-nación y los juegos sexuales más bizarros sin siquiera mostrar un desnudo. Una astuta for-ma de ahorrarse problemas en una década en que Estados Unidos estaba dominada por el conservadurismo y el rol establecido para la mujer era el de ser una obediente dueña de casa. Bettie Page inició la revolución sexual antes que el Informe Kinsey.

Sin embargo, las fotografías más famosas de Page son las que le tomó la célebre Bunny Yeager. También modelo pin-up, llevó el ero-tismo de la diva a los territorios del arte kitsch,

BETTE DAVISDe fuerte persona-lidad, Bette Davis siempre fue una ídola para la sensual Bettie Page.

Page 25: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 25

«THOSE WOMEN DRIVERS». De la revista «BEAUTY PARADE»,

Marzo 1952; Bettie Page actúa como modelo en una narración

que aborda los esteoreotipos de la mujer al conducir.

Burlesque: Aunque nunca pudo cumplir elsueño de ser una actriz reconocida, Bettie

Page coqueteó con la gran pantalla en algunos registros en celuloide de los shows conocidos como Burlesque. Hay principalmente tres: «Striporama» (1953), «Varietease» (1954) y «Teaserama».

Biopics: Existen dos películas biográficas sobre la modelo. «Bettie Page: Dark Angel» (2004), cuenta con la dirección del realizador experi-mental alemán Nico B y se centra en los años en que era fotografiada por Irving Klaw. «The Notorious Bettie Page» (2005), en tanto, narra su vida bajo la claqueta de Mary Harron, cono-cida por películas como «I Shot Andy Warhol» y «Psicópata Americano».

Cómic: El artista Greg Theakston dibujó a la modelo en 1987 para «Bettie Pages», un fanzine que la mostraba en distintas facetas. La editorial Dark Horse Comics, por su parte, la transformó en una superheroína que lucha contra monstruos y enemigos.

“Era consciente de que pertenecía al público, pero no por mi físico o por mi belleza, sino porque nunca había pertenecido a nadie”, Marilyn Monroe (1926-1962)

PAGE POST MORTEM

haciéndola posar con felinos o jugar con las olas en la orilla de una playa.

Yeager fue también responsable de sacar a Bettie Page de la cultura subterránea: le consi-guió un contrato con la revista «Playboy» para la edición de enero de 1959. La modelo apareció sonriendo frente a un árbol de Navidad. Tenía 36 años. Hugh Hefner quedó asombrado.

“Nunca he sido la chica de la puerta del lado”, dijo alguna vez la diva, consciente de su magnética particularidad.

LA CONVERSIÓN

Pero la carrera de Bettie Page fue bre-ve. En 1959, meses después de su debut en «Playboy» y cuando Estados Unidos comen-zaba a destaparse, decidió retirarse de las lu-ces. Se mudó a Florida, se arrepintió de su pa-sado y se convirtió en una ferviente cristiana.

Su compromiso con la religión fue tan fuer-te que en los 60 intentó enlistarse como mi-sionera en África, pero fue rechazada porque cargaba con un divorcio. Terminó trabajando para el Reverendo Billy Graham, un mediá-tico líder religioso cercano a Richard Nixon.

En 1979, luego de un par de matrimonios fallidos, la salud mental de Page se deterioró notoriamente. Fue diagnosticada con esqui-zofrenia, lo que la salvó de terminar en la cár-cel luego de atacar violentamente a su arren-dador. Pasó en instituciones mentales hasta que fue liberada en 1992.

Los pocos cercanos que tuvo durante sus úl-timos años dicen que hasta el día de su muerte (el 11 de diciembre de 2008, a los 85 años), Bettie Page desconfiaba del culto que se ha-bía alzado a su alrededor. No podía entender las razones de su supuesta veneración ni creía en su condición de estrella. Había un motivo contundente: si fuera tan famosa –pensaba– no estaría tan pobre. Todo esto, mientras en el mundo exterior se vendían calendarios, poleras y libros con su imagen.

BETTIE POR BETTIE

No hay nadie mejor que la mismísima Bettie Page para narrar su increíble historia desde las postrimerías de la existencia. Poco antes de morir, repasó los hitos de su vida frente al cineasta Mark Mori. El resultado es «Las Revelaciones de Bettie Page», documen-tal que se estrenó recientemente por Netflix.

Con acento sureño y la voz cansada, la diva recorre, con completa honestidad, su infan-cia, su incursión en la fotografía para adultos, sus romances fallidos y su transformación al Cristianismo.

Mori, esencialmente un cineasta político (es responsable del premiado «Building Bombs», sobre una planta nuclear en Carolina del Sur), ofrece, a través de ella, un retrato de las últimas décadas de Estados Unidos.

“Creo que encarna algunas importan-tes contradicciones de este país. Las fuer-zas opuestas que se imponen sobre nuestra

cultura: la libertad sexual frente al derechismo y represión fundamentalista. Es un conflicto que no deja de suceder”, opinó el cineasta. “El documental es parcialmente político, pero también es muy divertido. Porque Bettie te-nía un carisma sorprendente”.

Pero cualquier elucubración está por sobre la vida de una mujer que simplemente hizo lo que quiso. Como ella misma resaltó: “Nunca traté de escandalizar ni de ser una pionera. No estaba tratando de cambiar la sociedad ni de ser una adelantada a la época. No me considero una mujer liberal ni creo que haya hecho algo importante. Sólo fui yo misma. No conocí otra manera de ser”.

PAGE SE ALZÓ COMO LA REINA DEL PIN UP,

TÉRMINO QUE SE REFERÍA A LOS SUGERENTES

RETRATOS QUE SE REALIZABAN PARA

REVISTAS Y CALENDARIOS DE LA ÉPOCA.

ERAN LA CONTENCIÓN MORAL PARA

MUCHOS SOLDADOS QUE DURANTE LA

SEGUNDA GUERRA PARTÍAN AL CAMPO DE

BATALLA CON FOTOGRAFÍAS INSPIRADORAS

DE CHICAS SONRIENTES EN SUS BOLSILLOS.

Page 26: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

26 I La Panera

Javier Traité tomó los textos más emblemáticos de la letras occidentales y les dio una vuelta de tuerca, sacando a relucir los aspectos más jocosos e insospechados de las obras y sus autores. Un tratado irreverente con los grandes clásicos, a los que revitaliza para el público de hoy.

Literatura

JUAN

PABL

O TOR

REAL

BA

EN CLAVE HUMORÍSTICA

POR CAROLINA ANDONIE DRACOS

El historiador y librero español Ja-vier Traité quiso popularizar en clave de humor los grandes hitos de las letras occidentales y el resul-

tado fue «Historia torcida de la literatura (los grandes clásicos como nunca te lo han contado)», un libro políticamente incorrec-to, cuya segunda edición acaba de aparecer en el mercado.

Junto a la entretención, destaca el carác-ter erudito del recorrido que se establece en esta «Historia torcida...», cuyo autor par-te de la base de que la ficción no tiene por qué ser aburrida. “Si te zambulles en serio, si husmeas en este o aquel género, o te pre-guntas por la vida de este o aquel escritor,

resulta que entras en un submundo más jo-dido que Gran Hermano, con un Cervan-tes estafador, un Defoe fugitivo de la justicia o un Alejandro Dumas con la picha siem-pre fuera de los pantalones”, escribe Traité en un lenguaje coloquial presente en todo el relato, uno que deja fuera la clasificación ta-xonómica para repasar los aspectos más tor-cidos e interesantes del mundo de las letras.

Y parte desde el comienzo. Mucho antes de que llegaran los grie-

gos, los mesopotámicos ya habían inventa-do el concepto de best seller, con la epope-ya de Gilgamesh, que contiene la historia del primer antihéroe de la literatura. Claro que si se trata de best seller, el más irregular de la historia sería la Biblia, que “no es un libro, sino muchos que la Iglesia ha unifica-do como le ha venido en gana”.

Traité se detiene en el Génesis, al que ca-lifica como “un compendio de leyendas me-sopotámicas que algún listillo se agenció como propias”. No puede quedar al mar-gen el Apocalipsis, el texto que, a su jui-cio, ha calado más hondo en el imaginario colectivo.

La combinación de entretenimiento y co-mentarios literarios funciona muy bien en este libro, en el que el lector se deja atra-par por aquellas áreas que quedaron apiladas en los planes de estudio, como la literatura

griega, el teatro y tantas obras que luego da-rían nombre a complejos siquiátricos. Des-pués pasamos a los romanos y a la «Eneida», de Virgilio, que pretende ser como una ter-cera entrega de las aventuras de la «Ilíada» y la «Odisea», “pero claro, es como cuando ves un remake norteamericano de una película de terror japonesa, no es lo mismo”.

Dosis grandes de humor se despliegan cuando habla del Siglo de Oro español, aunque lamenta, respecto a «El Quijote», la manía educativa de hacer que los más jó-venes lean una novela para la que no están preparados, logrando su rechazo antes que su valoración.

En Inglaterra destaca a William Shakes-peare y la teoría conspirativa con Christo-pher Marlowe, quien fingiría su muerte para escapar al castigo de la reina, pagaría a un actorcillo por su colaboración y silencio, y se transformaría en el primer “negro literario” de la historia.

Traité califica como padres literarios a los franceses del siglo XIX: “La vida bohemia y despreocupada, la pobreza, la sífilis, las dro-gas, las putas, y, en definitiva, todo lo que hace de la escritura un mundo doloroso y divertido a la vez, se dieron cita en París y alrededores para engendrar una de las me-jores generaciones de autores que han leído nuestros ojos”. Como librero, se extiende en

LA LITERATURA

«HISTORIA TORCIDA DE LA LITERATURA»Javier TraitéPrincipal de los Libros350 páginas$16.500

Page 27: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 27

Este verdadero re-corrido realizado con ojo risueño, nos acerca a gente increíble y es sin duda un recomendable repaso a los clásicos.

“Todos tenemos héroes, pero trata de ser tú mismo siempre”, B.B. King (1925), músico estadounidense.

JUAN

PABL

O TOR

REAL

BA

Víctor Hugo y la novela histórica. También se detiene en Alejandro Dumas, el negati-vo de una fotografía de Honoré de Balzac: “Ambos eran empresarios incompetentes y ambos tuvieron que ganarse el sustento es-cribiendo, pero mientras Balzac suplía su es-casez de genio con trabajo a destajo, Dumas contrarrestó su holgazanería con una pince-lada de brillantez y sus ‘negros literarios’ ”, de los que se dice tuvo desde 20 hasta 100.

Entre los alemanes, ironiza con el roman-ticismo de Johann Wolfgang von Goethe y su joven y desventurado Werther, al que considera el primer “emo” de la historia.

También están los hermanos Grimm y cómo se fueron edul-corando los cuen-tos de hadas que reco-gieron en la campiña germana.

Respecto a los in-gleses del XIX, toma la anécdota de la man-sión Diodati, villa a orillas del lago Gine-bra, en Suiza, donde Lord Byron pasó unas vacaciones que reunió a algunas de las per-sonalidades literarias de la época. Una no-che, Byron dijo que todos debían escribir una historia de terror de acuerdo al clima (había tormenta). Mary Shelley creó «Frankestein» y John William Polidori, «El vampiro».

Un espacio aparte da a Charles Dic-kens, el más vigente de los grandes escrito-res que conocemos bien sin haber leído nada de ellos: “Sus personajes son inolvidables, sus obras se han adaptado al cine, teatro y

televisión y a todos nos cae bien. Supongo que porque casi siempre hablaba de lo mis-mo: niños pobres”.

Después vendrán los decimonónicos de Estados Unidos: Washington Irving, Mark Twain, Herman Melville, Henry James y Edgar Allan Poe, “que es decir muchas co-sas, y todas negras”.

ALCOHÓLICOS, DROGATAS Y UN ADULTO SIN TORNILLOS

Entre los reseñables del siglo XX también están los estadounidenses, en dos categorías: el destacamento de los alcohólicos y el bata-llón de los drogatas. En el primer grupo apa-recen Sherwood Anderson, Francis Scott Fitzgerald, Ezra Pound y Ernest Hemin-gway, contemporáneos de H.P. Lovecraft, cuyos relatos califica como “un compendio de terrores nocturnos transcritos por un adulto al que le faltan tres tornillos y que sospecha que lo que hay más allá de la muerte es mil veces peor que la vida ordinaria”.

Le siguen los drogatas con la generación Beat, cuyo patriarca teórico es Allen Gins-berg, su padre espiritual es Jack Kerouac y su santo patrón, Neal Cassady. Sumemos a Wi-lliam Burroughs, un bocado para paladares preparados (“entender qué coño está dicien-do este tío no siempre es fácil”).

Personajes dispares encontramos entre los más insignes nombres de la literatura bri-tánica, una ensalada donde caben Virginia Woolf, George Orwell y Lawrence de Ara-bia y donde se consolidan literaturas consi-deradas menores, como la novela policial y el género fantástico. La primera está a cargo de Arthur Conan Doyle, Agatha Christie y Gilbert Keith Chesterton, y la segunda corre por cuenta de unos inadaptados en Oxford,

los Inklings y sus integrantes más insignes: C.S. Lewis y J.R.R. Tolkien, cuya obra, «El señor de los anillos», califica como la subli-mación de la épica.

En el ala latinoamericana, el viaje es exten-so y llega hasta Roberto Bolaño, destacando que “ahí hay toda una generación, la nuestra, que empieza a captar en «Los detectives sal-vajes» el mismo impulso que caracterizó en su momento a Kerouac y «En el camino»”.

En este recorrido, el español no puede dejar afuera la Guerra Civil y dos autores que tran-sitaron caminos radicalmente opuestos a la producción comprometida: Corín Tellado y Marcial Lafuente Estefanía, su reverso mas-culino, “auténticas máquinas de producir lite-ratura de alta velocidad del país desde Lope de Vega”.

La nueva Francia tendrá su signo con Al-bert Camus (“el James Dean de las letras francesas”), Celine y Simone de Beauvoir. La literatura alemana hará lo propio con Tho-mas Mann y Hermann Hesse, que en su tra-bajo como librero encontró las lecturas más importantes de su vida.

No podía faltar en este recuento el che-co Franz Kafka, cuyo trasfondo personal y lo alucinado de sus relatos “le dan a su es-critura un toque fascinante que los estudio-sos de todo el mundo siguen intentando desentrañar”.

«Historia torcida de la literatura» es un li-bro que se lee fácil y deja en el público una sensación de “me entretengo mientras apren-do”, además de ser una interesante defensa de la lectura y del derecho del lector a aproxi-marse de manera libre y original a los libros. Sin duda, un repaso a los clásicos realizado con ojo risueño y, como confiesa el propio au-tor, “una forma despreocupada y laxa de acer-carse a gente increíble”. Muy recomendable.

LA COMBINACIÓN DE

ENTRETENIMIENTO Y

COMENTARIOS LITERARIOS

FUNCIONA MUY BIEN EN ESTE

LIBRO, EN EL QUE EL LECTOR SE

DEJA ATRAPAR POR AQUELLAS

ÁREAS QUE QUEDARON

APILADAS EN LOS PLANES DE

ESTUDIOS.

Charl

es Dick

ensErn

est Hem

ingway

Lord

Byron

Ezra P

ound

Lovec

raft

Franci

s Scot

t Fitzg

erald

Sherw

ood A

nders

on

Mary Sh

elley

John W

illiam Po

lidori

Page 28: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

28 I La Panera

LA IRRESISTIBLE PROSA DE

JAVIER MARÍAS

Literatura

POR JESSICA ATAL

¿Qué se puede hacer cuando se está con todo el en-tusiasmo de leer la últi-ma novela de uno de tus

autores favoritos y a poco andar resulta insoportable su lectura? ¿Qué se siente? El fenómeno es, para empe-zar, incómodo. Se ha esperado ansiosamente una historia que no se podrá soltar hasta el final y, para gran sorpresa, ir más allá de la página veinte o treinta resulta una odisea ti-tánica, ¡y la novela tiene más de quinientas!

También se siente una decepción que raya en la furia. Cómo puede frustrarte de este modo uno de tus autores favoritos. Pero, en el caso de Javier Marías, debo admitirlo, veía venir algo así. Ya en «Los enamora-mientos», su libro anterior, mostraba una prosa muchísimo más plana que la de obras más logradas, como «Corazón tan blanco», «Todas las almas» o «Mañana en la batalla piensa en mí».

Con «Los enamoramientos» me sucedió algo similar a lo que me ocurría ahora con «Así empieza lo malo». Y eso que soy una lectora responsable; odio dejar los libros a medio camino. Siento incluso algo de culpa si lo hago. Pero en esta narración no había nada que me provocara leer hasta el desenlace. Re-cuerdo que la dejé olvidada a las pocas pági-nas, y se perdió entre tantos otros textos que esperan en mi velador, los que seguro acapa-raron en mayor grado mi atención, mientras «Los enamoramientos» iba quedando poster-gado hasta pasar sin pena ni gloria, y menos culpa, a un estante de mi biblioteca.

Debo admitir que «Así empieza lo malo» me sedujo, en primer lugar, por su título. Ja-vier Marías tiene eso a su favor: sabe nombrar sugerentemente sus novelas. Entonces quise tener fe. Fe en que Marías volvía a su narrati-va más sobrecogedora y envolvente.

Pero no. El narrador de esta nueva historia, Juan Vere o Juan de Vere, comienza siendo un tipo joven que carece –en principio– de todo atractivo; él mismo reconoce que nada tiene de original su “figura”. Juan trabaja

LEON

ARDO

CEND

AMO

/ LLE

MAG

E / A

FP

como asistente o secretario de un antiguo amigo de sus padres, el cineasta Eduardo Muriel. Hace listados cronológicos de auto-res, traduce guiones o sinopsis de películas, investiga datos, y suele pasar una buena parte de su tiempo observando escenas protagoni-zadas por otros, escuchando conversaciones ajenas, ya sea del propio Muriel o de Beatriz Noguera, su esposa, una desdichada mujer en sus cuarenta, notoriamente apetecida por los hombres, salvo por su marido. En definitiva, Vere es algo así como un espía encubierto, un hombre al que lo motiva la curiosidad por las vidas ajenas. Nada nuevo en la prosa de Marías, quien siempre recurre a personajes muy observadores y capaces de llegar a ob-sesionarse por otros personajes en la historia. Muriel, por su parte, es un tipo que parece aún menos atractivo que su ayudante: su sin-gularidad recae en un parche de tuerto “de lo más clásico” –que lleva como trofeo oculto de la guerra civil– y en una ridícula manera de echarse en el suelo y desde allí abajo trabajar o conversar o relacionarse con el mundo. Es un tipo que sabe, eso sí, muchísimo de cine y ve todo tipo de películas –las buenas, las regu-lares y las malas porque de todas ellas aprende algo–, y, en este sentido, la novela de Marías es un tributo concienzudo a este arte.

Muy bien, me dije a las pocas páginas de iniciada la novela. Aquí no hay nada más aparte de la regada inteligencia de Marías, esta vez expuesta de manera barroca, tal vez para enturbiar el hecho de que, salvo esta so-brestimada cualidad, nada más voy a encon-trar en este relato. Sin embargo, de pronto ocurrió lo inesperado. Incapaz de abandonar el grueso volumen, queriendo ejercitar mi vo-luntad a toda costa, me obligué a continuar con su lectura. Y la novela dio un giro.

NUEVAMENTE SEDUCIDA

«Así empieza lo malo» atrapa, seduce, en el preciso momento en que Eduardo Mu-riel le encarga una tarea algo más compleja a Juan de Vere: investigar al doctor Jorge van Vechten. Observarlo (algo que no le cuesta nada), hacerse amigo, invitarlo a irse de juerga

«ASÍ EMPIEZA LO MALO»Javier MaríasAlfaguara536 páginas

Page 29: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 29“En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones”, Woody Allen (1935), director y actor estadounidense.

juntos en la efervescente época de los años ochen-ta españoles, cuando todo parecía repentinamente permitido y normal; presumir de Don Juan y ser, sobre todo, despectivo y vulgar al referirse a las mu-jeres. Inmiscuirse, en definitiva, en la intimidad de su mundo, con el objetivo de descubrir cuál es el hecho escandaloso que mancha la vida pasada del prestigioso y exitoso pediatra.

De Vere tiene, entre otras, la cualidad de retener literalmente las afirmaciones de terceros, y deducir de éstas los pen-samientos y com-portamientos de quienes las emiten. Aquí, como tam-bién es usual en la prosa de Marías, se desencadena la re-flexión sobre dife-rentes aspectos de la existencia. “Thus bad begins and worse remains behind”, es la frase de Shakes-peare en torno a las cuales se desarrolla la trama. ¿Cuánto de malo puede uno hacer en la vida? ¿Quién se sal-va de cometer un acto de esta naturaleza a lo largo de su existencia? ¿Dónde empieza lo malo? Hasta

los más tontos pueden perjudicar, sostiene el ya no tan joven protagonista al narrar esta historia. No es sólo facultad de los inteligentes, especula. Lo más fácil del mundo es destruir y hacer daño. Basta con la mala índole, la mala fe. Y está la posibilidad de autoinfligirse, tema que también aborda Marías aquí, discurriendo sobre las formas del suicidio y su tiempo extraño, por decir lo menos.

Con inquietud, el narrador observa que en Eduardo Muriel hay una animadversión arraiga-

da, y una especie de voluntad de castigo hacia Beatriz No-guera. Un maltrato constante que lo obliga a preguntarse qué de malo había hecho su mujer para merecer un trato tan vejatorio. Ella care-ce de dignidad y de orgullo, y se expone constantemente al rechazo y a la acti-tud ofensiva de su marido. No sabre-mos sino hasta el

final de la novela qué es aquello que Muriel no pue-de perdonarle a Beatriz. Muriel, a su vez, no puede perdonarse el haber desperdiciado años de su vida

amándola. Y su mujer, más triste que rabiosa, más afligida que indignada, vive aguantando hasta lo in-aguantable. Todas las noches se va a la cama angus-tiada y no duerme, pero es incapaz de divorciarse, incapaz de perder la esperanza de que algún día las cosas volverán a ser como fueron. Beatriz sueña con “la prolongación de lo que hubo”.

Después de tantas novelas de Javier Marías, estoy tentada en un momento a decir “vaya, finalmente apareció su lado homofóbico”, y ahí está el gran tema: la mujer puta. Las mujeres, unas más y otras menos, al final, son todas putas, como sostiene el doctor. Putazas. Pero sólo es un artilugio de seguir divagando sobre el tema central: ¿dónde empieza lo malo? ¿Son ellas las que provocan a los hombres? ¿Son ellas siempre las culpables? ¿O son los hom-bres poderosos, haciendo mal uso de las ventajas de aspectos sociales y políticos, quienes se aprovechan de los más desamparados?

Marías demuestra, una vez más, que es un maes-tro en perfilar a sus personajes, en describir no sólo su completo aspecto físico, sino en ahondar en sus personalidades con datos extraordinarios de sutileza y perspicacia.

Y, sobre todo, Marías vuelve a recordarnos que la novela es, principalmente, una manera de descubrir la naturaleza humana, y de develar que ésta final-mente no es mala ni buena, sino algo en ocasiones muy difícil de entender, azarosa, errática y tantas veces inevitablemente trágica.

www.editoriallumen.comwww.megustaleer.cl

Diseño de la colección: Marta BorrellDiseño de cubierta: Penguin Random House Grupo Editorial | Amalia Ruiz JeriaFotografía de cubierta: ©Fundación Pablo Neruda

Hernán Loyola (Talagante, Chile, 1930) se graduó en 1954en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile conuna tesis sobre el entonces reciente Canto general (1950)de Pablo Neruda, con quien había entablado amistad en1952, cuando el poeta retornó de su exilio en Europa. En-señó en liceos de Temuco, Talca, en el n.º 7 de Ñuñoa yluego en la Universidad de Chile hasta septiembre de 1973,cuando dirigía el Instituto de Literatura Chilena.

En noviembre de 1973 comenzó su exilio en Italia,donde reinició su carrera académica. Hasta 2002 fuecatedrático de literaturas española e hispanoamericana enla Universidad de Sássari, pequeña ciudad en el norte de laisla de Cerdeña (donde aún reside), con breves períodos dedocencia en las universidades de Bordeaux y de Budapest.

En 1951 el profesor Juan Uribe Echevarría lo instóa concentrar su esfuerzo investigador en la vida y obrade Pablo Neruda, poeta y senador entonces en exilio.De tal decisión surgieron los volúmenes Ser y morir enPablo Neruda (1967) y Neruda / La biografía literaria(2006). Entre ambos libros publicó numerosos ensayosen revistas americanas y europeas, y un centenar depáginas dedicadas a establecer la bibliografía activa delpoeta (1968 y 1973).

De Neruda ha publicado la edición crítica de Residenciaen la tierra (Madrid, Cátedra, 1987) y la nueva edición deObras completas en cinco volúmenes (Barcelona, GalaxiaGutenberg, 1999-2002). Es también el editor responsablede tres vigentes selecciones nerudianas: Antología esencial(Buenos Aires, Losada, 1971), la ya clásica Antologíapoética de Alianza Editorial (Madrid 1981, con edicionesrenovadas en 2000 y 2014), y la reciente Antología generalpublicada por la Real Academia Española y la Asociaciónde Academias de la Lengua Española (Madrid 2010).

Desde 2006 dirige la revista Nerudiana que edita la Fundación Pablo Neruda.

«Este libro propone la fase inicial y fundadora de una historiaque tiene dos protagonistas: el ciudadano chileno Pablo Neru-da, poeta que vivió entre 1904 y 1973, y un personaje ficticiollamado también Pablo Neruda, alter ego del ciudadano-poeta,que sigue viviendo hasta hoy en sus libros.» Así comienza elprólogo a esta biografía, singularísima por su delimitación a unperíodo iniciático y formativo, y brillante por ser una fehacientecomprobación de que la vida de Neruda nunca se agota, quesiempre hay misterios y resplandores ocultos.

Su infancia en Temuco, la gestación y publicación de losVeinte poemas, su primera delegación consular en Rangoon en1927, el encuentro con ese Oriente que lo deslumbró y pusolos cimientos de Residencia en la tierra, obra crucial sobre cuyapoética y proceso de escritura este volumen nos ilumina y nosguía a través de su historia: el comienzo en Ancud y Santiago,las sucesivas fases del libro elaboradas en Rangoon, Wellawatta,Batavia, y más tarde en Buenos Aires y Madrid. Todo esto entrelazado con los amores que la inspiraron (Albertina, JosieBliss, Maruca, Delia, la desconocida Eva Fréjaville) y los gran-des amigos de ese período (Álvaro Hinojosa, Lionel Wendt,Andrew Boyd, Vicente Aleixandre y por sobre todos FedericoGarcía Lorca).

Con un epílogo que aclara el ingreso de Neruda, con suvida y su poesía, en el área de acción de los comunistas, HernánLoyola —máximo conocedor de la vida y obra de Pablo Neru-da— nos entrega la biografía más completa y reveladora de laetapa de juventud de nuestro Premio Nobel.

Hernán Loyola

El joven N

eruda

Otros títulos

Niña erranteGabriela Mistral

Carmen Waugh. La vida por el arteFaride Zerán

Por quién doblan las campanasErnest Hemingway

La aventura sin finT.S. Eliot

Relatos esencialesHermann Hesse

Los días de la nocheSilvina Ocampo

Más allá del tiempoDavid Grossman

El mar de coralPatti Smith

Los círculos moradosJorge Edwards

El descubrimiento de la pinturaJorge Edwards

Caminando se siembraGabriela Mistral

Simulación

El joven Neruda1904-1935

Hernán Loyola

memorias y biografíaswww.megustaleer.cl

Me gusta leer Chile @megustaleercl

RacimoDIEGO ZÚÑIGAOTROS TÍTULOS

CamanchacaDiego Zúñiga

American visaMarcelo Rioseco

El cielo áridoEmiliano Monge

Así es como la pierdesJunot Díaz

Contarlo todoJeremías Gamboa

Los fantasmasCésar Aira

La edad del perroLeonardo Sanhueza

SwingersJaime Collyer

Preparativos para un viaje a KievCamilo Marks

Aire visibleFernando Sáez

Volverse PalestinaLina Meruane

Las desapariciones de varias niñas en Alto Hospicio, en el norte de Chile, desconciertan al protagonis-ta de esta novela, el fotógrafo Torres Leiva, tan-to como la turbia indiferencia de las autoridades. Rodeado, por motivos laborales, de policías ino-perantes, de políticos oportunistas, de colegas de dudosa confiabilidad y de familiares desesperados y a veces heroicos, Torres Leiva se ve inmerso en un cuadro desolador, rudo como el desierto en que los hechos suceden, al tiempo que su propia vida da la impresión de estar cayéndose a pedazos.

Escrita con fineza y precisión, Racimo, segunda novela de Diego Zúñiga, es una intriga llena de resonancias y escenas inolvidables que confirman a su autor como una de las voces jóvenes más sóli-das y cautivantes de Chile.

Diego Zúñiga (Iquique, 1987) es periodista. Ha publicado la novela Camanchaca (La Calabaza del Diablo, 2009; Penguin Random House, 2012), traducida al italia-no y al francés, y el libro sobre fútbol Soy de Católica (Lolita Editores, 2014). Es miembro de la editorial Montacerdos y escribe, semanalmente, en revista Qué Pasa.

Diseño de cubierta: Penguin Random House Grupo EditorialImagen de cubierta: © Sergio Larrain / Magnum Photos / Contacto

Racimo

xx mm

ZÚÑIGA

Síguenos enwww.literaturarandomhouse.com

www.megustaleer.cl | Me gusta leer Chile | @megustaleercl

OTROS TÍTULOS

CamanchacaDiego Zúñiga

La vida interior de las plantas de interiorPatricio Pron

Relatos reunidosCésar Aira

American visaMarcelo Rioseco

El cielo áridoEmiliano Monge

Así es como la pierdesJunot Díaz

Contarlo todoJeremías Gamboa

Los fantasmasCésar Aira

La edad del perroLeonardo Sanhueza

SwingersJaime Collyer

Preparativos para un viaje a KievCamilo Marks

Aire visibleFernando Sáez

Una «¿Usted no conoce su tierra?», le preguntan a Lina Meruane cuando se sube a uno de los cientos de taxis gitanos que circulan por su barrio de Nueva York. El taxista, de origen palestino, pronto empren-de una campaña sobre la conveniencia del regreso a la tierra de sus ancestros. Será el primer emisario en una serie de sucesos fortuitos que llevarán a la escri-tora a realizar dos intensos viajes para «salvar de la extinción un origen compartido».

Si el primer viaje —la esplendente incursión genealógica de «Volverse Palestina»— narra el difícil retorno a los territorios ocupados, el segundo —«Volvernos otros»— es un sagaz y delicado regreso reflexivo en el que Meruane aborda, intensa y a veces polémicamente, los escritos y las palabras con las que intelectuales como Edward Said, Amos Oz, David Grossman, Susan Sontag o Mario Vargas Llosa han expresado su visión sobre un conflicto que parece no tener fin.

«Alguien me ha dicho que no me corresponden verdaderas velas en este entierro», declara la auto-ra, «pero yo me digo que al menos velitas me tocan. Las velas que arrastro prendidas desde la sangre. Las que estoy quemando al volver por escrito a Pa-lestina cuando se enciende el terrible bombardeo de Gaza». Así se planta Meruane en este libro que hermana la crónica personal y el ensayo literario y que resulta extraordinario no solo por su valeroso trasunto autobiográfico, sino, sobre todo, por su prosa llena de finezas y de hallazgos.

Lina Meruane (Santiago de Chile, 1970). Su obra incluye la colección de relatos Las infantas (1998) y las novelas Póstuma (2000; Portugal 2001), Cercada (2000), Fruta podrida (2007) y Sangre en el ojo (2012; Italia 2013; Brasil 2015). Es auto-ra del ensayo-diatriba  Contra los hijos (2014) y del ensayo académico Viajes virales (2012; EE.UU. 2014). Ha recibido los premios literarios Sor Juana Inés de la Cruz (México 2012) y Anna Seghers (Ber-lín 2011) y becas de escritura de la Natio-nal Endowment for the Arts (2010), de la Fundación Guggenheim (2004) y del Con-sejo de la Cultura y de las Artes de Chile (1997). Actualmente enseña literatura uni-versal y cultura latinoamericana en la Uni-versidad de Nueva York.

Diseño de cubierta: Amalia Ruiz Jeria | Penguin Random House Grupo EditorialImagen de cubierta: ©Larry Towell / Magnum Photos / Contacto

Volverse Palestina

xx mm

MERUANE

Volverse PalestinaLINA MERUANE

Síguenos enwww.literaturarandomhouse.com

www.megustaleer.cl | Me gusta leer Chile | @megustaleercl

aviso navidad la panera traz.indd 1 02-12-14 15:57

ODIO ABANDONAR LOS LIBROS A MEDIO

CAMINO. SIENTO INCLUSO ALGO DE CULPA SI

LO HAGO. PERO EN ESTA NARRACIÓN NO HABÍA

NADA QUE ME PROVOCARA LEER HASTA EL

DESENLACE. RECUERDO QUE SENCILLAMENTE LA

DEJÉ OLVIDADA A LAS POCAS PÁGINAS –O NO

TAN POCAS–, Y SE PERDIÓ ENTRE TANTOS OTROS

TEXTOS QUE ESPERAN EN MI VELADOR.

Page 30: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

30 I La Panera

POR RAFAEL VALLE

Neil Gaiman (1960, Portchester, Inglaterra) es lo que es hoy gracias a un sueño y a «Sueño».

El sueño fue repentino y contundente: mutar en escritor de cómics después de una carrera como periodista haciendo artículos para revistas de rock y de chicas ligeras de ropa, y donde el punto alto fue escribir una biografía de Duran Duran, cuando la banda desataba su propia ‘beatlemanía’, a media-dos de los 80. Gaiman ganó dinero y perdió orgullo propio por ese trabajo; el cambio llegó en el kiosco de una estación de trenes, en 1986. El sueño instantáneo apareció en un número de «Swamp Thing», una re-vista de historietas escrita por su compatriota Alan

NEIL GAIMAN,

La reciente edición en Chile de «The Sandman», una de esas series que han elevado el cómic a la categoría de arte mayor, invita a mirar la obra de su creador, un inglés devenido autor de aclamadas novelas, y figura de culto.

Cómic

Moore, que Gaiman devoró en el trayecto, que le abrió los ojos, y le insinuó que había mucho que se podía escribir en este género de viñetas.

«Sueño» aparece en 1989, cuando Gaiman ya lleva dos curtidos años de carrera y escribe para la norteamericana editorial DC Comics un nuevo título. Se llama «The Sandman» y recicla sólo el nombre de un superhéroe homónimo, un persona-jillo que nunca fue un hit. El británico presenta la historia de un brujo que intenta invocar y atrapar a Muerte –un espíritu elemental– y que por error captura a Sueño, su hermano menor, que a veces también se llama Morfeo, Oneiros o el Príncipe de las Historias, y que es el que maneja y custodia los mundos que los humanos transitan mientras duermen. Es también el Sandman de la cultura

celta, el Arenero que hace dormir por la arena que arroja en los ojos.

«The Sandman», que por estos días Unlimited publica en Chile, partió como una saga terrorífica que se enriqueció en conceptos y tramas. La historia de Sueño y su lucha para liberarse de su cazador es también la saga de su cambio, de reconocer erro-res, fragilidades y propósitos. “El rey de los sueños aprende que uno debe cambiar o morir, y toma su decisión”, resume Gaiman, que en sus relatos pasa del horror al humor, y de la fantasía a los guiños y homenajes a William Shakespeare, Lewis Carroll, G.K. Chesterton, J.R.R.Tolkien, Rudyard Kipling, Arthur Machen, Lord Dunsany, y a su conocimien-to de mitologías diversas. Los dioses griegos y nór-dicos se topan con Lucifer y las hadas de bosques

CREADOR DE SUEÑOS

Morfeo, el héroe condenado de «The Sandman», serie con posible adaptación al cine con Joseph Gordon-Levitt como director y protagonista.

Page 31: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 31

«The Sandman: Overture», la precuela que trajo de regreso a su personaje en 2013.

“Desprenderse de una realidad no es nada: lo heróico es desprenderse de un sueño”, Rafael Barrett (1876-1910), escritor español.

encantados, mientras las historias grandes –la de la venganza de Morfeo y el regreso de su reino– conviven con fábulas y aventuras de personajes conocidos o anónimos de Estados Unidos, África, China y de donde sea. “Los cuentos son como ventanas diminutas que nos permiten asomarnos a otros mundos, a otras formas de pensamiento, a otros sueños. Son vehículos que nos transportan hasta los confines del universo y nos traen de vuelta a casa a tiempo para cenar”, dice Gaiman.

LA INSPIRACIÓN DE MORFEO

«The Sandman» se publicó entre 1989 y 1996 y fue un éxito comercial y de crítica. Recopilado como libro, fue uno de los prime-ros en su género en estar en la lista de best se-llers del «New York Times». Y el 91 sacudió el medio cuando Neil Gaiman se llevó el World Fantasy Award, un galardón que hasta enton-ces sólo era para libros hechos y derechos, y que recayó en «Midsummer Night’s Dream», un relato donde Morfeo conjura el talento li-terario de Shakespeare.

La serie amplió las fronteras del género a nivel narrativo y estético. El inglés Dave McKen, viejo amigo de Gaiman, hizo las portadas que le pusieron a la serie su cuota de arte gráfico elevado, con sus mezclas de dibu-jos y fotografías, sus oníricos collages. Cuadros para vender una revista de historietas que ganó adeptos que van desde la cantante Tori Amos (escribió el tema «Neil and the Dream King» en el demo de su primer álbum, y

cita a Gaiman en piezas de varios discos) a Stephen King, que hizo el prólogo para uno de los tomos recopilatorios. Norman Mailer lo elogió no tan certeramente al describirlo como “además de muchas otras cosas, un có-mic para intelectuales”.

“Fue el primer éxito extraordinario de una serie de novelas gráficas, trayendo nuevos lectores al medio, particularmente mujeres jóvenes en campus univer-sitarios, y haciendo de Gaiman una icónica figura cultural”, recuerda Paul Levitz, ex editor jefe de DC Comics. A partir de este suceso, la editorial creó el sub-sello Vertigo, para publicar material más adulto, de temáticas más atípicas.

Como a Shakespeare, «The Sandman» también llevó a su autor a la literatura. A la fecha lleva once novelas y «El Oceáno al Final del Camino» (2013), la penúltima de ellas –que se puede hallar en libre-rías locales–, se llevó el premio a li-bro del año en el británico National Books Awards y estuvo en el número uno de la lista de best sellers de «The New York Times». Cuenta la historia de un niño cuya vida cambia radicalmente cuando la muerte y lo extraño entran en su hogar, repi-tiendo una constante en el imaginario de su autor y que viene desde la época de «Violent Cases» (1987), una de sus primeras historietas en Estados Unidos: familias fragmentadas; personajes abandonados, que fre-cuentemente son niños; viajes de descubrimien-to interior y exterior, y la presencia de lo tétrico escondido hasta en la es-cena más doméstica.

«El Oceáno al final del camino» (2013) madura la veta transver-sal que Gaiman viene tramando en los cómics y en las novelas, con un relato que puede ser tanto para adolescentes como para adultos. Otros de sus títulos incluso son engañosas novelas infantiles, como «The Graveyard Book» («El libro del cementerio», 2008), donde recicla a Rudyard Kipling para contar la historia de un bebé que es criado por los fantasmas de un camposanto, con un vam-piro como tutor. O «Coraline», la fábula de una niña que descubre en su casa la llave a una realidad alternativa donde hay versiones monstruosas de sus padres.

ÍDOLO AMERICANO

Con «American Gods» (2001), el británi-co se llevó los premios Nébula y Hugo, los más importantes de la literatura de fantasía y ciencia-ficción. En esa novela, los dioses que se adoraban en distintas culturas, inmortales,

vagan por las carreteras de Estados Unidos, olvidados y aproblemados, viendo cómo el hombre ha engendrado otras divinidades en su vida contemporánea.

Gaiman bien podría ser uno de esos iconos modernos. Su nombre es reverenciado por los militantes de la cultura gótica, por ejem-plo. Sueño o Morfeo parece uno de aquella

tribu: pálido, con los ojos brillantes siempre ocultos por sombras, y una melena desordenada y a ratos –o al menos en una época– sospechosa-mente parecida a la de su autor. Un tipo con un singular background de origen, con padres practicantes de la Cientología, con la que el escritor niega lazos y a la que llama “la reli-gión de mi familia”. Para completar el cuadro, Gaiman viste siempre de negro y vive en una mansión victo-riana en Estados Unidos, cuando no anda también en las rutas para dar charlas y autografiar libros.

El cine sabe de la magia de Neil Gaiman y de tanto en tanto trata de invocarla con resultados dispa-res. El inglés fue co-guionista del

«Beowulf» (2007), de Robert Zemeckis, y escribió la novela «Stardust» (2007), que pasó sin pena ni gloria con Michelle Pfeiffer y Robert de Niro en el elenco protagónico. Mejor cometido tuvo «Coraline» (2009), lo-

grada adaptación hecha stop motion por Henry Selick, el mismo direc-tor que a las órdenes de ese otro personaje góti-co llamado Tim Burton realizó «El Extraño Mundo de Jack» (1993).

«The Sandman», se adivina, es la franqui-cia a la que Hollywood quiere hincarle el diente

hace años. Hoy se sabe que el actor Joseph Gordon-Levitt quiere dirigir y protagonizar la película de Morfeo, y que ha estado en contacto con Gaiman. “Durante años no qui-se que se hiciera, sabía que iban a arruinarlo. Ahora tengo más confianza: creo que vendrá alguien para quien signifique el proyecto de su vida, de la misma manera que, por ejemplo, lo fue «El Señor de los Anillos» para Peter Jackson”, señala el escritor que pese a los bue-nos deseos da en el clavo: su saga tiene sello propio y es difícil de manipular por manos y mentes ajenas.

Lo mismo piensan en DC/Vertigo, que nunca ha intentado revivir la serie sin la plu-ma de su creador. Neil Gaiman se resistió por años a la resurrección, a la que accedió con la precuela «The Sandman: Overture» (2013-2014), que cuenta qué pasó para que Morfeo terminara capturado por un hechi-cero y por un ex periodista que tuvo fe en un sueño y un destino.

“LOS CUENTOS SON COMO

VENTANAS DIMINUTAS QUE

NOS PERMITEN ASOMARNOS

A OTROS MUNDOS, A OTROS

SUEÑOS. SON VEHÍCULOS QUE

NOS TRANSPORTAN HASTA LOS

CONFINES DEL UNIVERSO”.

Neil Gaiman ha publicado más de una decena de novelas, varias de ellas convertidas en best sellers.

«Guiño a Kipling» la historia de un huérfano criado en un cementerio por fantasmas y un vampiro.

Page 32: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

32 I La Panera32 I La Panera

POR AGUSTÍN LETELIER

Butoh es una danza-teatro que nació en Ja-pón después de la Segunda Guerra Mun-dial, cuando los efectos de las dos bombas atómicas y la destrucción casi total por los

bombardeos aún no se habían superado. En el Festi-val de Danza de Tokio de 1959, Tatsumi Hijikata es-trenó «Kinjiki» (o Colores Prohibidos). Con esta obra quiso romper la tradición de elegancia y equilibrio que caracteriza la danza japonesa. Pensaba que en un país destruido por la guerra, el arte no podía conti-nuar siendo una exaltación de la belleza. El dolor, la fealdad de los mutilados, los escombros eran la reali-dad. Con gran escándalo, se presentó completamente

desnudo, con el cuerpo pintado de blanco (el color de la muerte en Asia) y ejecutó un acto obsceno. Nunca más pudo actuar en un escenario oficial, pero allí ha-bía nacido un movimiento que se transformó en van-guardia y que hoy tiene cultores en todo el mundo. En una primera instancia fue pura provocación, pero luego pasó a interpretar el sufrimiento y las capas de dolor que permanecen en la sociedad, por eso se la llamó “danza de la oscuridad”.

El Butoh no tiene una técnica específica, cada intér-prete debe buscar las fuerzas físicas y espirituales que están dentro de sí, y con ellas construir su expresión. Sus creadores fueron Hijikata y Kazuo Ohno. Otros grandes maestros son Akira Kasai y Ko Murobushi, que con más de ochenta años continúan liderándolo.

BUTOH LA DANZA DE LA OSCURIDAD

Danza

© H

UGO

MUÑ

OZ

Page 33: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 33La Panera I 33

M akiko Tominaga y Katsura Kan, destacados continuadores de este arte, acaban de partici-

par en el Primer Encuentro Internacional de Butoh, Cruces y Miradas Reflexivas, realizado en Santiago, cuyas sedes fueron el Anfiteatro Juventud de Pro-videncia y el Auditorio del Museo de la Memoria, y que contó con el apoyo de la Fundación Japón y del Fondart. El encuentro se cerró con una presentación magistral de Makiko Tominaga. Su obra «En silencio» comien-za en completa oscuridad y sin sonido perceptible. Esforzando la mirada, vislumbramos algo con impreci-so volumen. Una tenue luz llega hasta ese algo que se mueve muy lentamente. Es un pie que busca dónde asentarse. Una cabeza surge desde el centro. Largo tiempo demoramos en darnos cuenta que es un cuerpo que se levanta hasta lograr la plenitud erguida. La luz llega en ese momento a la mayor intensidad. Ejecuta una danza que son sólo tres golpes con un pie, y luego comienza a declinar, también muy lentamente, hasta llegar a su posición inicial. La pieza sintetiza el ciclo de la vida que surge brevemente en medio de dos eternidades de oscuridad y silencio. Otra experiencia notable fue la intervención de Katsura Kan. El Auditorio del Museo de la Memoria se hizo pequeño para recibir a los cientos de espectado-res que quisieron ver las dos obras que se mostraron allí. El Butoh parece ser un arte minoritario, pero sus cultores y los interesados en verlo son muchos. Una posición central del Butoh es extraer de las energías interiores la fuerza que impulsa el movimiento. Con ese punto de vista, Katsura Kan creó «Time Machine». Su presentación, si bien está en el mismo espíritu que

“El tiempo que uno pasa riendo, lo pasa con los Dioses”, Proverbio japonés.

el de Tominaga, no es silenciosa sino musical. Con instrumentos ancestrales y otros clásicos, ejecutados en el escenario, se producen atmósferas que sentimos remotas, pero a la vez próximas a las de la música andina, cuyos sonidos de vientos, cuerdas y percusión parecen provenir de una fuente común.En «Time Machine», el cuerpo de Katsura Kan es exigido hasta sus límites. Con el fondo de las notas extendidas del shakuhachi (flauta japonesa), cae al sue-lo de espaldas con sus piernas y brazos hacia lo alto, luego se mueve hasta formar un arco, apoyado sólo en la cabeza y en la punta de sus pies. Por una línea de luz que se proyecta a través del escenario, repta otro personaje, como atraído por ella. Sus movimientos son lentos y sensuales. Luego aparece una dama japonesa con kimono y adornos en su cabeza, de su boca surge una flor, y luego otra y otra, es un número de magia que nos remite a la oriental admiración por las flores. Después ella recita un poema y mientras escucha-mos su enigmático sonido, que una voz traduce, lo va escribiendo con los signos que son en sí mismos otra fuente de belleza. Katsura Kan nos presenta un camino de interpretación de nuestro ser, invita a pensar que el cuerpo es como una embarcación que navega en el tiempo, en él está inscrito todo lo que heredamos de nuestros ancestros y nuestra propia historia, por eso el cuerpo es una Máquina del Tiempo.El Butoh de los dos maestros japoneses es central-mente una danza de vanguardia. Indaga en las esencias del ser, en las fuerzas internas que están en la base del movimiento. El Butoh latinoamericano tiene una posi-ción más centralmente política, conserva la búsqueda de las fuerzas internas del cuerpo, pero va hacia la an-cestral historia de subyugación de los pueblos o a las

causas más próximas del dolor y de la discriminación.Natalia Cuéllar, la organizadora de este Encuentro In-ternacional, presentó «Cuerpo Quebrado», la historia de tres mujeres reales, identificadas al comienzo de la obra, que fueron violadas en centros de tortura. Los hijos producto de esas violaciones les fueron arre-batados. Sólo con sus movimientos dejan más claro que con palabras la violencia a que fueron sometidas. Katsura Kan se integró al conjunto de las tres mujeres y sus desplazamientos, en medio de una luz distinta, parecía señalar la presencia de realidades colocadas en otra esfera.Susana Reyes, admirable y respetada maestra del Butoh de Ecuador, mostró otra de las dimensiones de esta expresión en Latinoamérica: la conexión entre el cielo y la tierra, la permanencia de los espíritus ancestrales. Con su danza muestra a la mujer, primero sometida y luego en su lucha por la libertad. Se asigna especial relevancia a un telar, símbolo del trabajo de la mujer. Las diferentes texturas de los tejidos –pesados y majestuosos, o delicados y ondulantes– ilustran su quehacer. La belleza del plumaje del pavo real es el centro del último cuadro, en que se conecta el trabajo de la mujer y el mundo grácil y sonoro de las aves. La presencia de lo ancestral está en el significado de las telas, en las acciones que ilustran una larga historia y en el sonido de los múltiples instrumentos que inter-preta en escena el músico y compositor Moti Deren.Con los mismos movimientos del Butoh que defor-man los miembros y el rostro, Rhea Valij, construye en «Amaralaniñafuego» un espectáculo de bellas líneas. El dolor está implícito, el deseo que produce un cuerpo bello no perdura, la pasión se consume y la niña fuego es domesticada. Por momentos vemos las

© H

UGO

MUÑ

OZ

En «Time Machine», el cuerpo es como una embarcación que navega en el tiempo.

Page 34: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

34 I La Panera

Nada parecido al Butoh existía en el arte danzario antes de su abrupta aparición en 1959. Hoy es una forma de expresión de vanguardia que se ha extendido a todos los continentes. A pesar de las diferencias en sus manifestaciones, hay algo que las une: la voluntad de expresar, con la mayor intensidad y libertad, lo que es más profundamente verdadero dentro de sí. No hay técnicas establecidas, cada uno debe llegar hasta el máximo que su mente y su cuerpo le permitan. Implica llegar a determinar las propias raíces y a descubrir cuáles son las fuentes remotas. En Japón y en Europa, el arte busca de preferencia expresar las esencias del ser, los dolores surgen del existir. En Latinoamérica, la historia de violencias, externas e internas, se ha impuesto como una realidad insoslayable y los artistas se ven abocados a revelarla. Nació como danza de la oscuridad y su ambiente más propicio siguen siendo las pe-numbras, pero hoy incorpora mayor claridad en los símbolos, manteniendo la exigencia de su fuerza expresiva.

LIBERTAD ENTRE PENUMBRAS

deformaciones propias del Butoh, las manos en la cara sugieren un ser no humano, un rictus de dolor o de ira la deforma unos instantes, pero luego la estilizada línea que forman una pierna, el cuerpo y un brazo paralelos a la tierra y sus suaves movimientos, hacen que predomine, quizás contra su voluntad, un sentido de plasticidad y elegancia. En la mesa redonda final, Rhea Valij explicó que la técnica del movimiento le interesa menos que su fondo conceptual. Lo que ella quiere centralmente es expresarse con honestidad, decir quién está siendo en ese momento, que el cuer-po hable de la fuerza que lo habita y que revele que la tierra está deformada, hay pueblos que han sido desplazados en El Chaco.Además de «Cuerpo Quebrado», el Butoh nacional estuvo representado por otras cuatro compañías. Carla Lobos, directora de Auca Butoh, presentó «Piedra de Fuego». Esta obra, incorporada a la historia del Butoh en Chile, fue creada hace 16 años y no ha cesado de subir a escena. La piedra de fuego entra en la mano extendida de Italo Tai y su llama azul permanece como un gesto ritual. El fuego ancestral se mezcla con modernos rayos de luz, verdes, rojos, amarillos, azules, que vienen desde lo alto y llegan has-ta los espectadores. En ese clima irreal aparece un ser suspendido en la altura. Es quizás una divinidad que desciende a la tierra. Carla Lobos hace ese descenso espectacular y nos muestra así un Butoh que nos transporta al fuego y a las divinidades primigenias.Desde Concepción llegó la compañía Fuchen Butoh, dirigida por Angélica Jara, con «Mamakilla» o la diosa luna, una danza-teatro que interpreta al pueblo mapuche. Una especie de altar de ancho tronco con ramas amenazantes preside la representación. Sonidos

de instrumentos mapuches establecen el ámbito de la obra. El ritmo característico del kultrún, los sonidos profundos de la trutruka y la vibración tan claramente mapuche del trompe, acompañan las diferentes etapas de esta danza de connotación étnica. El fuego sagrado también aparece y frente a él se ejecutan danzas ritua-les. Ruidos de pájaros de una selva tropical, canciones mapuches y otras de ritmos lejanos, dan un sello más ampliamente latinoamericano a la obra. Una danza que se ejecuta con una gran tela y simboliza el trabajo femenino, señala la presencia del estilo de Susana Re-yes, la maestra ecuatoriana que codirigió esta pieza. El lento desplazarse de los cuerpos apegados a la tierra, las expresiones de temor y las huellas de flagelaciones, están presentes en este Butoh de Arauco.Por su naturaleza de danza que expresa el sufrimien-to, la precariedad y las angustias de opresiones que vienen desde la antigüedad, el Butoh tiene su mejor ámbito en las penumbras, es una danza de la oscu-ridad, simbólica y real. Se realiza de preferencia en lugares reducidos y cerrados. Sin embargo, Lobsang Palacios prefiere el que se hace en las calles. Llamó a su compañía Los Ijos Bastardos del Butoh, porque no reconoce a ningún maestro. Su propósito es central-mente político y su «La marcha de los ausentes» se refiere a la ausencia de lo verdadero, Chile sería una mala copia de lo norteamericano o de lo europeo. Su danza señala principalmente las agresiones que se reciben. Con sus cuerpos desnudos pintados de distin-tos colores, sus bailarines se presentaron en el Paseo Ahumada y en la explanada de la estación Manuel Montt del Metro. Es probable que el público no haya llegado a plantearse lo que esa danza expresaba, pero sus presentaciones fueron multitudinarias.

FOTO

GRAF

ÍAS D

E © H

UGO

MUÑ

OZ

Makiko Tominaga, «En silencio». «Cuerpo Quebrado»

Page 35: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 35

POR MARÍA TERESA HERREROS A.

Desde Londres

Es ya una tradición para los londinenses el patinaje en hielo en los diferentes lu-gares que se habilitan anualmente para ello. Es su entretención favorita en los

meses de pleno invierno. Para celebrar las fiestas de este fin de año con especial estilo y elegancia, se unieron Somerset House y la afamada Fortnum & Mason, cuya emblemática vitrina navideña en Picadilly es la más celebrada de la capital. Algunos de los célebres coros ingleses reciben a los visitan-tes a la entrada de la mansión, entonando bellos villancicos; y alrededor de la pista se instalan co-nocidos DJ’s, cuyas bandas animan a los patinado-res a deslizarse y a girar al son de los tradiciona-les himnos de Navidad y sirven como música de fondo para quienes practican el patinaje artístico sobre hielo. Todo ello también para deleite de quienes concurren a observar y aplaudir desde el entorno, cerca del enorme y centellante árbol na-videño de 40 pies de alto, decorado con cientos de miniaturas de los conocidos canastos Fortnum’s.

Los icónicos días de patinaje en Somerset Hou-se son esperados cada año como experiencias me-morables que se comparten con la familia y con amigos. Es el destino definitivo para divertirse, ce-lebrar, comer y brindar en pleno centro de Londres.

Durante el día y la noche se patina en el hermo-so esplendor del patio interior del gran edificio. Al oscurecer, comienzan las exclusivas Club Nights, donde los patinadores se acercan a disfrutar de cocktails y sabrosos manjares, como champagne y trufas. Si se prefiere, está el reconfortante cho-colate caliente que se acostumbra acompañar con fondues dulces o saladas. O, simplemente, decidirse por algunas de las exquisitas mezclas de té inglés.

Los martes son los días señalados para participar en el alegre espíritu navideño, cuando los patina-dores y el público disfrutan de espectáculos en vivo y de las compras de medianoche en la Feria Ar-cade. Allí se ofrecen degustaciones de alimentos, demostraciones de sorprendentes regalos especia-lizados con oportunidad de conocer a sus creadores y, por supuesto, una amplia variedad de tradiciona-les dulces navideños.

Todos pueden retomar o desarrollar sus habilida-des en la Skate School. En el caso de los más peque-ños, pueden comenzar a deslizarse en el hielo guia-dos en las mañanas por el Polar Club para cachorros. La imagen de un encantador Oso Polar diseñada exclusivamente para Somerset House ha venido a reemplazar este año a la del Pingüino, que presidió durante una década y que debió emigrar al sur...

Destinos

PATINAJE EN SOMERSET HOUSE

UNA NAVIDAD BLANCA Y COOL

JOHN

PHILL

IPS /

GET

TY IM

AGES

/ AF

P

ACERCA DE SOMERSET HOUSE Somerset House (1776) es un elegante edificio neoclásico ubicado en el corazón de Londres, entre Strand y el río Thames, al este del Puente Waterloo, reconocido como un espacio inspirador para el arte, la cultura, el intercam-bio creativo. Desde su apertura al público el año 2000, ha llevado a cabo interesantes programas que atraen anualmente a un promedio de dos millones de visitantes. Se destacan sus conciertos y sus funciones de cine al aire libre, así como sus exposiciones de arte y diseño. Durante los meses de primavera y verano brotan 55 fuentes de agua danzarina y refrescante en el medio del patio central, espacio que en invierno se convierte en pista de patinaje.

Page 36: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

36 I La Panera

POR MARÍA TERESA HERREROS A.

Desde Londres

En imponente arquitectura de estilo gótico, con casi mil años de historia, es uno de los mayores castillos habitados en Inglaterra, considerado también como un museo de

arte en sí mismo. El Castillo de Arundel ha sido hogar hereditario de los descendientes del fundador con ocasionales y breves retornos a la Corona y a otros nobles. Desde hace más de 500 años es sede de la familia de los Duques de Norfolk, de religión ca-tólica, lo que no es común entre la nobleza británica.

La grandiosidad de su interior, cuidadosamente pre-servado, sus magníficas salas, su notable colección de

Destinos

armas de entre los siglos quince y dieciocho, sus finos amoblados, tapices y enchapados, porcelanas y relojes que tañen al unísono; y su importante colección de pin-turas de los más renombrados artistas británicos, son motivo de asombro para miles de personas que acuden cada año a conocerlo. Y que vuelven una y otra vez.

Fue fundado el día de Navidad de 1067, cuando Guillermo el Conquistador, que había invadido In-glaterra y tomado posesión del trono, premió a sus caballeros de confianza cediéndoles grandes latifun-dios con la condición de que allí construyeran casti-llos defensivos. Entregó un tercio de Sussex a su pri-mo Roger de Montgomery, nombrado primer barón de Arundel, quien había permanecido al cuidado de Normandía durante la Batalla de Hastings (14 de oc-tubre de 1066). Montgomery comenzó de inmediato la construcción de una ambiciosa fortaleza de tierra y madera reforzadas con piedra de Pulborough, con grandes zanjas y rampas defensivas. Así, este nue-vo castillo formó parte de una cadena de fortalezas disuasivas erigidas en la costa sur de Inglaterra para protegerla frente a futuras invasiones provenientes del Canal de la Mancha.

Gran parte de la estructura inicial se mantiene, pero el castillo que vemos ahora es fruto de sucesivas rees-tructuraciones, en especial la restauración mayor, del

siglo XIX, así como las realizadas por el actual 18º Duque de Norfolk que lo habita con su familia. Arun-del fue una de las primeras “casas de campo” provistas de luz eléctrica, ascensores y calefacción central.

El castillo está abierto al público para una tranquila visita en forma independiente –o en tours guiados– a todos los sectores de su fortaleza, de sus numerosas aposentadurías. También a los principales rincones de sus jardines que ocupan un total de 40 acres.

En el interior destaca y deslumbra la capilla pri-vada dedicada a la Santísima Virgen María. Es el más fino de los espacios victorianos del castillo y ha sido calificada como uno de los más perfectos mo-numentos del Renacimiento Católico en Inglaterra en el siglo XIX. Su diseño se inspiró en la Catedral de Lincoln y en la Abadía de Westminster. El piso y las columnas son de mármol de Purbeck, del mismo bello color café claro que reina en toda la capilla. Los hermosos vitraux de ricos colores, inspirados en los de la Catedral de Canterbury, muestran escenas de la vida de Nuestra Señora. Las campanas, instaladas en la torrecilla de esta iglesia, que tañen hasta hoy, fueron fabricadas especialmente para Arundel por la White-chapel Bell Foundry. Esta capilla se usa regularmente y en ella se celebran misas solemnes en fiestas espe-ciales, como la del día de la Inmaculada Concepción.

EL CASTILLO DE ARUNDELUN TESORO DE LA HISTORIA INGLESA

Situado en West Sussex, al sur de Londres, junto a la boca del río Arun, el Castillo de Arundel es visita obligada para quienes se acercan al Canal de la Mancha, a la campiña aledaña, a Brighton, a Lewes.

GENT

ILEZA

DE M

ARÍA

TERE

SA H

ERRE

ROS

Page 37: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 37

EL CASTILLO DE ARUNDEL

“El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes”, Winston Churchill (1874-1965), ex Primer Ministro del Reino Unido.

EL DUQUE DE NORFOLK

Es el Primer Duque del Reino, el segundo en nobleza a continuación del Príncipe de Gales y el laico de más alto rango en la Iglesia Católica Británica. Además, desde 1672 ostenta el título hereditario de Barón Mariscal de Inglaterra y como tal está a cargo del ceremo-nial de Estado en la coronación y del funeral del soberano, de la investidura del Príncipe de Gales y de ocasiones muy especiales, como la del solemne funeral de Sir Winston Chur-chill, que fue autorizado por la Reina. El Barón Mariscal es el jefe del Colegio de Armas, fundado en 1484, y la autoridad oficial en heráldica y genealogía en Inglaterra y Gales.

DE ESCUDOS Y ROSARIOS

La gran biblioteca, de 38 metros de largo, data de 1800. Sus paredes y sus bóvedas, cálidamente decoradas con paneles de caoba oscura y tratados como si fuera una iglesia, constituyen quizás el mejor ejemplo de interior Regency en el mundo. La enorme chimenea de piedra, que aparece como excavada en el espesor de la pared, semeja la entrada a una pequeña capilla campesina. La biblioteca muestra sólo una parte de su colección de diez mil libros, aparte de ricos manuscritos e impresos relacionados con la historia del Catolicismo. En esta habitación se exhibe una de las piezas más importantes del castillo: un valioso escudo circular italiano del siglo XVI, pintado por ambos lados en claroscuro dorado, representando escenas de la historia de Roma, realizado probablemente para celebrar la entrada como Emperador de Carlos V a Milán.El comedor principal ocupa el espacio que hasta el siglo XVIII fue la capilla privada del alcázar, como se aprecia en sus arcadas, bóvedas y ventanales. El amoblado incluye un juego de sillas tapizadas con un fino bordado realizado en 1750 por la Duquesa de Gor-don, quien vivía entonces en la fortaleza. La mesa se arregla cada año para desayuno y comida con diferente selección de vajilla, con servicios de plata y oro. En esta habitación destaca la vitrina que exhibe un verdadero tesoro de Arundel: el rosario de cuentas de oro que llevaba la reina María en sus manos al momento de ser ejecutada en el Castillo de Fotheringhay y que fue legado por ella a la Condesa de Arundel.En la sala de estar (foto abajo), que data de 1877, se impone la enorme chimenea herál-dica de piedra de Painswick, coronada por el escudo de armas del 15º Duque de Norfolk. Las mesas de esta habitación constituyen raros objetos de arte, como la principal, hecha de piedra dura con aplicaciones de ágatas, jaspe y lapislázuli. Adornan sus muros retratos de personajes principales de la dinastía Norfolk, algunos de ellos realizados por grandes artistas, como Van Dyck, Gainsborough o Reynolds, contrastando con los peque-ños marcos con fotografías de los actuales integrantes de la familia habitante del castillo. Entre los suntuosos dormitorios destaca el que ocuparon la Reina Victoria y su esposo el Príncipe Alberto en su visita de tres días al Castillo de Arundel. Allí fueron recibidos el 1 de diciembre de 1846 por el 13º Duque de Norfolk, quien había remodelado el lugar a tiempo para su visita, mandando a hacer un amoblado completo en estilo isabelino, in-cluida una espléndida cama encargada a Morant, el decorador de moda de entonces. En la habitación contigua se mantiene un par de herramientas de acero con sus nombres, hechas por Sheffield, para que la Reina y el Príncipe Consorte plantaran sendos árboles en los jardines del castillo en conmemoración de su visita. Cada lugar que la Reina visita-ría fue restaurado y exquisitamente decorado para estar a la altura de las normas reales, sin reparar en gastos ni esfuerzos. En días posteriores, ella escribió al Duque, comen-tándole lo mucho que había disfrutado de su visita al hermoso alcázar y de la cordialidad con que fue recibida.

© PA

UL B

ARKE

PAUL

BAR

KER

© PA

UL B

ARKE

R

Biblioteca del Castillo de Arundel

Comedor del Castillo de Arundel

Page 38: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

38 I La Panera

POR PILAR ENTRALA V.

Aunque su nombre lleva a confu-sión, este concepto no tiene que ver con el circuito de la moda. Implica ‘aprender haciendo’. El

Design Thinking es un modelo de gestión que rompe el esquema convencional, lógico y ra-cional, para centrarse en el ser humano y sus inquietudes. A la hora de los negocios, dice relación con un tipo de emprendedor que se distancia de los moldes establecidos a par-tir de saber escuchar las necesidades de sus clientes. Al Design Thinker o ‘Pensador del diseño’, su instinto le indica que debe dejar de mirarse el ombligo y romper esquemas para desarrollar proyectos a la medida y al gusto del consumidor. La articulación en este circuito está dada por un cambio de paradigma cen-trado en siete pasos: Descubrir, Comprender, Observar, Definir, Idear, Interpretar, Testear e Implementar.

La clave para desarrollar productos o entre-gar servicios se basa entonces en enfrentar la elaboración de proyectos bajo el mismo en-foque con que un modisto traza sus bocetos. Esto es, entendiendo cada iniciativa como un proceso participativo y no como un producto final o un objeto en sí mismo.

Luego del artículo publicado en 2012 por el «New York Times» con la frase de fondo “Olvida las escuelas de negocio, es a las escue-las de diseño donde tienes que ir”, el foco está centrado en Europa, Asia y Norteamérica,

Orientado al diseño de servicios hechos a la medida del consumidor, esta forma cool o esnob “de aprender haciendo”, apunta a que los gestores dejen de “mirarse el ombligo” de una vez por todas.

Gestión Cultural

ALFR

EDO

CÁCE

RES

EMPRENDIMIENTO

QUE EL DESIGN THINKING TE ACOMPAÑE

Page 39: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 39“Hacer del juego un negocio no puede compararse con el negocio del juego”, Ambrose Bierce (1842-1914), escritor y periodista estadounidense.

mientras que en Chile esta “novedad para los regalones” recién se impone en la agenda de algunas consultoras boutique que promueven el desarrollo de planes de innovación; y en-tidades como la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA) encabezan talleres con técnicas para aplicar este tipo de reflexión, “con el fin de mejorar y potenciar el emprendimiento en nuestro país”. La Universidad de Stanford es pionera en la formación de Design Thinkers a través de su plataforma virtual D-School. A su vez, el sitio Design Thinking for Educators hace de las suyas para impactar, poniendo a disposición de los profesores un maletín de herramientas (toolkit) que los ayuda a “Desaprender” y reorganizar la sala de clases para luego responder con mentalidad en-tusiasta y visión de futuro a las inquietudes de sus alumnos, aceptándolos por primera vez no como receptores de información sino como forjadores del conocimiento. En un escenario donde las ideas que valen seguirán siendo el “1% de inspiración y 99% de trans-piración” (como alguna vez escribió Thomas Alva Edison, el empresario y “loco” inventor de la revolucionaria ampolleta), el último de la fila en esta cadena es el sector de la cultura, donde algunos expertos ya se “ponen a tono” y estampan su sello para promover el Design Thinking en el ámbito de las industrias crea-tivas con el lente bien puesto en el ojo de las propias comunidades.

BENDITA LÍNEA DEL TIEMPO

Atribuido a David Kelley, ingeniero de la Universidad de Stanford, la línea del tiempo indica que en junio de 2008, Tim Brown, profesor de esa misma casa de estudios, ayu-dó a masificar este esquema de trabajo, cen-trando la mirada internacional en la “seduc-tora” relación existente entre el pensamiento creativo y el juego, para luego publicar en la revista «Harvad Business» un adelanto de su libro «Design Thinking: Change by Design» (2009). En su artículo, Brown define los ras-gos de personalidad de un exitoso “pensador del diseño” e impone una nueva fórmula para incitarlo a redescubrir lo establecido con mentalidad fresca y desafiante. Siempre con un cable a tierra en el mundo del marketing, estos empáticos y renovados ejecutivos deben

imaginar el mundo a partir de otra perspec-tiva: la del cliente o usuario final, desde un punto de vista más sensible y humano. Con una visión integradora, donde predomina el sentido de vivir local pero pensar global, utilizarán el optimismo del “medio vaso lle-no” para ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, empleando la experimentación como método y promoviendo el sentido de colaboración para desarrollar sus capacidades en equipos multidisciplinarios. ¿Los benefi-cios de aplicar este nuevo y lúdico modelito? Más diversión en el circuito de los negocios, menos estancamiento, mejor colaboración y el valor agregado de una motivación segura.

DESGRANAR Y DESTRIPAR

A modo de desenredar la madeja, conscien-tes de que este puede ser un poderoso proceso estratégico de transformación de marcas, de empresas y de personas, la Unión Europea es-pera brindar con una sabrosa copa de oporto en honor a este nuevo enfoque de mercado junto a los administradores culturales de al menos siete países convocados a debatir al respecto en Portugal, en febrero próximo.

“Me atrevería a decir que por primera vez se trabaja de manera institucional el concepto aplicado al ámbito de la cultura. Invitaremos a los mayores expertos en Europa, pero tam-poco es fácil porque, al menos en el mundo de la cultura, nos es complicado localizarlos. Trabajaremos para ver si esta es una estrategia útil. Lo que nos impulsa es que los gestores trabajen mucho más vinculados entre las di-versas disciplinas de la creatividad. Eso es lo que básicamente, desde nuestra Fundación, entendemos por el ‘Pensamiento Abierto’. Es un concepto que usamos poco porque no aca-bamos de entenderlo. Me atrevo a decir que es una innovación. Es un tema que además me descoloca mucho, me imagino que si buscas o intentas ver cualquier artículo al respecto, cada autor lo define de una manera distinta”, comenta, desde Madrid, Santiago Arroyo, di-rector de la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas (Fibicc).

–Y ustedes, ¿cómo lo definen?“En la última reunión en España debati-

mos que dentro de cuatro meses íbamos a

EN UN ESCENARIO DONDE LAS

IDEAS SEGUIRÁN SIENDO EL

“1% DE INSPIRACIÓN Y 99% DE

TRANSPIRACIÓN”, ESTE NUEVO

ENFOQUE EN LOS NEGOCIOS

COMBINA EL JUEGO CON EL

VALOR AGREGADO DE UN

IMPACTO SEGURO.

trabajar sobre cómo puede ser utilizado este design thinking. De las veinte y tantas perso-nas que estaban allí, muchas se quedaron un poco despistadas, porque no sabían cómo aplicarlo, eran todos profesionales de nivel y no era algo que les sonara. Es una gran confusión. En un día de trabajo en un taller con estudiantes es muy difícil transmitirlo, porque luego éste tiene distintas herramien-tas. Hay gente que le llama laberinto, hay gente que dice que es más como un puzzle o hay quienes lo visualizan como un colla-ge. Pero, de alguna forma, implica tomar las herramientas del diseño para colocar, posi-cionar, tomar algo de aquí, ponerlo allá, co-municarlo y aplicarlo. Mi resumen es invitar a jugar con los proyectos, para que no ten-gamos miedo a tener ideas arriesgadas. Esa es la pauta. Al final, es darle nombre a algo que ya venimos haciendo, bastaría con mirar nuestros apuntes y ver cómo aplicamos pen-samiento abierto hace tiempo”.

–Difícil ponerse de acuerdo sobre un concepto que no tiene traducción clara, al menos en español.

“¿Por qué un nombre en inglés? No lo sé, ni lo he investigado. Siempre es muy complicado poner a los gestores de acuer-do y lo va a seguir siendo, porque el valor añadido, el elemento de competitividad, es algo muy personal, poco transferible, poco intercambiable, y ahí está la gran fuerza de los buenos emprendedores. Su saber hacer y su metodología son muy complicados de transmitir. Creo que de ahí parte todo esto, de desgranar y destripar. Utilizamos estrate-gias, y ésta puede ser una de ellas”.

–Entonces, en la reunión de Oporto ha-brá que ponerse manos a la obra.

“No es fácil, hay que intentar hacerlo desde el desacuerdo. Por lo que he estudiado, este modelo propone una visión particular de cada persona. Soy un gran ‘boicoteador’ en esto de los términos, porque empezamos a generar teorías y nos alejamos del verdadero valor de la cultura y de cómo podemos transmitirlo a nivel social y económico. Concepto cool, quizás esnob, hay un trabajo por hacer. No será fácil, pero tampoco imposible. Para mí, el design thinking sería dar lo mejor de ti”.

SANTIAGO ARROYO Desde Madrid, el director de la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Crea-tivas, comenta: “el Pensamiento Abierto implica tomar las herra-mientas del diseño para colocar, posi-cionar, sacar algo de aquí, ponerlo allá, comunicarlo y aplicarlo”.

Page 40: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

40 I La Panera

POR HEIDI SCHMIDLIN

Asu madre, la finada Agustina, “la echaron pa’ fuera sus mayores” cuando tuvo hijos de cuatro padres desertores. Como no supo cómo seguir, “los encargó”. Domi-

tila Cuyul (82) se quedó con los líderes comunitarios, Lindor Remolcoy y Carolina Gueicha, que la “cre-cieron” (en Chiloé, los animales se crían, las personas se crecen) como Maestra de Paz. Explican que como fue regalo, los premios se le “allegan”. Las paredes de su casa ya no resisten más diplomas, reconocimientos de madera, lana, conchuelas, yuyos, flores figuradas.

Pero este 2014 llegaron los grandes galardones: en mayo, el Premio Defensa del Patrimonio Cultural de Chiloé del CNCA; y cuatro meses después, en septiembre, la nominación UNESCO como Tesoro

TESORO HUMANO VIVO 2014

Domitila Cuyul (a la derecha) suele acom-pañarse de familiares en sus rogativas y ceremonias, especial-mente mujeres, ya que en las últimas décadas su oficio es ejercido principalmente por hombres, pese a que “los caciques antiguos reconocen la fuerza de la ceremonia femenina”. Cuyul es la última Maes-tra de Paz y señala que la verdadera belleza de las mujeres, “es su capacidad de conexión y contención”.

Patrimonio

Humano Vivo. La Alta Comisión la seleccionó en-tre 596 candidatos (presentados hasta la fecha), por ser la última ceremoniante femenina que lleva a las comunidades el patrimonio de romancias, “cantos” williches, invocaciones, órdenes rituales y espíritus convocados a la usanza vernácula. Su Institución es distinta a la machi que lleva el Pneuma (sueño) para sanar; su rol es intermediar entre los ruegos comu-nitarios y las deidades. Un cargo sacerdotal que no se hereda, por lo que gran parte de su saber intangible desaparecerá con ella.

Aprendió el oficio del Maestro Juan de Dios Cheu-quen, quien aceptó iniciarla en el Admapu (leyes na-turales) a pedido del cacique Fermín Lemuy de Yal-dad cuando vino a formalizar las comunidades que antes estaban disgregadas. “Mi finado padre me decía ‘nunca, nunca te retires de la comunidad, porque la

comunidad después va a tener vida larga si nadie se aparta’. Por eso me pagaron los estudios que yo aprendí y todo lo que sé, que fue una herencia muy grande; es algo muy potente lo que me dejaron en este mundo”, afirma la Ngenpin, (mujer de conocimiento).

Tenía ocho años cuando su padrastro canceló una vaquilla para su instrucción y la integró al K’mëin (escuela) con otras 12 niñas y 12 niños. 24 en total. Fue la mítica Escuela de Estudios Willliches, don-de aprendieron a consagrar, identificar el “vapor” de las hierbas, los vientos, las posiciones terrestres, las jerarquías marinas, las romancias, cantos ancestrales y rogativas; y a levantar, en su particular modo, un sincretismo religioso y cultural. Cada quince días da-ban exámenes que terminaban en Nguillatun: “Antes, cuando se hacían la ceremonias se carneaban un buey, 12 corderos y unas 20 gallinas. Todo por voluntad, no

FOTO

GRAF

ÍA G

ENTI

LEZA

DE H

EIDI

SCHM

IDLIN

La Maestra de Paz de Chiloé es la última sacerdotisa formada en la Ciudad de Césares.

INCHE TA DOMITILA KUYUL

Page 41: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 41

Domitila Cuyul, junto a la Presi-denta Michelle Bachelet y a la Mi-nistra de Cultura, Claudia Barattini, durante la cere-monia de entrega de la nominación UNESCO como Tesoro Humano Vivo.

“En la fe no hay espacio para la desesperación”, Mahatma Ghandi (1869-1948), pensador, abogado y político hinduista indio.

como ahora. Trabajábamos con los caciques Estanislao Chiguay, Antonio Guenteo, y con mi tío José Santos Lincomán, los tres caciques generales que llevaron escuelas para que, con el paso del tiempo, se responsabilizaran de man-tener la vida ceremonial en la Isla y supieran levantar el ‘patriarcal’ (arco de ramas que en ce-remoniales williches sustituye al vertical rewe y apoya la función sacerdotal)”, explica Domi-tila, momentos antes de su premiación para el Día del Patrimonio Nacional.

NO PARA CUALQUIERA

Maestra de Paz no es una tradición hereda-ble. Para llegar a serlo, se debe participar acti-vamente en las ceremonias y estudiar la cultura. Son electas por sus atributos personales, por su compromiso en mantener las raíces de la cul-tura, transmitir lo aprendido como fue enseña-do, pertenecer a familias relevantes, poseer un mayor dominio del mapudungun. “Sé rezar en idioma, sé ‘cantar’ (vibraciones indígenas para apelar a espíritus e impulsar estados interio-res), la Astromancia. De todo sé. A mi vez soy importante, aunque la gente no me haga valer, mi persona vale mucho. Tengo todo lo que se necesita en la ceremonia”, afirma con humil-dad, pero advirtiendo lo que lleva.

Cuenta que son tres ceremonias al año: en el nacimiento (junio); en la floración de pas-cua de abril, y en mayo, para empezar las ce-remonias de siembras de tierra. “Luego hay rogativas marinas para sembrar mariscos en la playa, para llamar pescados, arreglar los corrales como habían antiguamente (ahora ya no las hacen), bendecir las embarcaciones. Las casas antes que se vivan y las escuelas con los estudiantes. Todo eso lo sé yo. También sé remedios, y remedios difíciles del monte; y los remedios que nos da el mal cristiano, que es de las personas malas que traicionan a la gente. Yo sé montones de cosas, tengo montones de estudios, pero cuando quemaron mi casa, que-maron todos mis cuadernos. Más fue que mi hijo se murió en él. Yo estaba en una reunión”.

Alberto Triveiro –un familiar que desde Italia la ayuda a restituir un hogar nuevo– transcribe sus relatos en «Inche ta Domitila Kuyul…», uno de los escasos registros: “Fui aprendiendo las ar-tes chamanas de intermediar entre los espíritus

sagrados y la comunidad, desde el lepuntun para expulsar a los enemigos y a los males, hasta el Pechoto, que limpia las energías de una persona con un trozo de chauman, el mismo que atrae peces al tocar el agua tres veces. Para la gente blanca esto es propio de los pueblos bárbaros, por eso se hace oculto. No hay nombre para la persona que hace la ceremonia; los antropólo-gos le llamarían curioso (chaman), pero todos saben quién es la persona que sabe hacerlo”.

En una grabación (en youtube) hecha por su comunidad, narra que su aprendizaje fue en Ralihueno, “una hacienda donde hay animales ocultos a los ojos del huinca y donde practi-camos nuestra Numancia, nuestros estudios y nuestros alimentos. Íbamos a ir a traer anima-les, pero no pudimos porque el maestro Juan de Dios falleció antes de la expedición. Y ahí quedamos. Esa es la Ciudad de los Césares. Ahí está el INCA Rey, ese que no se levanta ni se levantará porque falta unión entre las per-sonas. Si hubiésemos sido unidas unas varias personas, diríamos ¡se levanta el Rey! Ahí ten-

dríamos mucha felicidad los que somos recorta-dos de vida (los pobres). En Césares, el pueblo oculto, existe un lugar al centro, donde hay mu-chos animales que con los estudios se levantan. Son guaguales. Para le-vantar los mariscos, nos vamos en el mar bajo, a conversar con Millalon-co (Poseidón huilliche). Según las personas que hayan, se lleva una ove-ja o dos y con la sangre de esa oveja se llama a

los espíritus de la marina y de ahí se sirven. Principalmente la Pincoyita, porque esa es la dueña de los mariscos, y para ella el pescador es el peñitún (robo). Una va regando la se-milla y dos o cuatro tapadores van tapando con mechai, un palito que hay. No se hace con gualata de fierro, ni cualquier otro madero, sino que mechai, no más. Y uno tiene que ir agradeciendo con las romanzas y con todos los rezos. Eso no lo tiene la alabanza terrenal, no; esa es para la pura marina no más”.

–¿Es la única Maestra de Paz en Chile, por qué cree usted que no hay renuevos?

“Porque no tienen interés por lo nuestro, di-remos; no tienen entusiasmo por pedirle a su padre Dios de este modo”.

–¿Es posible que estas tradiciones y celebra-ciones se estén abriendo al pueblo mestizo que respeta a los antiguos como parte de lo propio?

“Yo no trabajo por raza sino por los corazo-nes de las personas, sea indio o mestiza, para mí somos todos hermanos, porque nadie tiene otro Dios, somos todos de un solo padre, que es el cielo, y de una sola madre, que es la tie-rra. Chau Nguenechen es una figura que cree en un dios para orar a quien nos da de comer, pero no es un dios como el de los cristianos, es la fuerza de la naturaleza. Aquí se conoce la ritualidad, no necesariamente la religiosidad, y eso no siempre es asociado”.

–¿Por dónde podría llegar la paz entre el pueblo mapuche y el Estado huinca?

“Bueno, yo tengo esperanza porque hay que pedirle a nuestro padre Dios que nos escucha, pero para eso debemos tener más gente de lo que tenemos. Por eso estoy rogando a Dios, para que tengamos muchas personas antes que me pierda, porque uno después de fallecido, ya no hace nada”.

–¿Qué trabajo hace usted en sí misma para traer esa paz?

“Tengo mi corazón, que Dios me lo dio, y a Él tengo que pedirle, porque yo no voy a adorar –como se dice tanto ahora– a lo que está hecho de manos del hombre. Mi gran poder tiene que ver con los espíritus de gran poder que hay en el mundo. Ellos tienen que ver con nosotros”.

–¿Cuáles espíritus?“Ah… esos son unos espíritus muy potentes,

que solamente nosotros, en la hora que estamos pidiendo, mentamos a esos espíritus”.

–Chile y la Tierra están en cambio: cambian las horas del día y el corazón de las personas, ¿para dónde cree usted que va el ajuste?

“Bueno, más o menos vamos en el cambio, no todo es felicidad para nosotros. Tenemos que pensar de todas maneras cómo puede ser la vida nuestra. Yo soy de escasos recursos, yo no ruego a mi pobreza, pero no puedo trabajar en otra cosa. No puedo hacer nada, solamente vivo en la vo-luntad de mi Dios, y cómo me va a dar la vida. Si las Maestras de Paz ya no somos convocadas, y no puedo trabajar por el cambio que viene, por-que ya no se ve tan claro el espíritu, más se ven las cosas. Él verá cómo me va a mantener. Por eso rezo a mi riqueza, no a mi pobreza”.

Poco después de esta entrevista, Domitila Cuyul fue distinguida Tesoro Humano Vivo. Recibió tres millones de pesos de libre dispo-sición. Arregló su casa, levantó su “patriarcal” y se compró zapatos. De paso, demostró a los incrédulos la potencia de sus rezos, intangibles pero ciertos, ¡caray!

“YO SOY DE ESCASOS RECURSOS,

YO NO RUEGO A MI POBREZA,

PERO NO PUEDO TRABAJAR EN

OTRA COSA. NO PUEDO HACER

NADA, SOLAMENTE VIVO EN LA

VOLUNTAD DE MI DIOS, Y CÓMO

ME VA A DAR LA VIDA. ÉL VERÁ

CÓMO ME VA A MANTENER. POR

ESO REZO A MI RIQUEZA, NO A

MI POBREZA”.

FOTO

GRAF

ÍA G

ENTI

LEZA

DE R

OSSA

NA D

RESD

NER

Page 42: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

42 I La Panera

TEXTO Y FOTOS DE MÓNICA OPORTOT

Un niño de ocho años, de excelsa pureza y candor, es elegido por el Inca Supremo entre los más no-bles y hermosos para ofrecerlo al

Sol y obtener el agrado divino. Con profunda sumisión religiosa, se sacrificará en un altar de la cordillera de Los Andes. Los prepara-tivos comienzan en el valle, recibiendo una dieta a base de maíz y proteínas que lo forta-lece para asegurar el éxito del largo viaje a las alturas nevadas. Se deja limpiar el cuerpo, y su cabello largo se expresa con más de doscien-tas trenzas. Su corona de príncipe es un toca-do de plumas de cóndor y viste con delicada ropa de color oscuro y adornos de piel blanca con terminaciones en lana roja. Una delgada manta andina cubre su espalda, calza moca-sines nuevos de cuero y lo adornan dos joyas de plata. Posee un ajuar de casi cien objetos preciosos y símbolos mágicos, consagrados para una trascendencia hacia la evolución su-prema en el misterioso universo. El pequeño príncipe escala El Plomo acompañado por un melancólico cortejo de antiguos hombres y mujeres del Collasuyu (parte sur del Imperio Inca) que inicia un solemne ritual religioso en el cual, ya sabe, será ofrendado al Padre Sol de los Incas, con toda adoración reve-rente y las esperanzas puestas en que nuestro Sol no se apague y que el Universo quede libre de ser destruido.

CIVILIZACIONES DESLUMBRANTES

SOL DE LOS INCASMEDIO MILENIOEl príncipe inca de 8 años fue desenterrado del adoratorio en el Apu Wamani, donde permaneció en óptimas condiciones, estre-chamente ligado a los espíritus altísimos, durante quinientos años.

FESTEJO Capac Raimi es la celebración del solsticio de diciembre donde se extasian el baile y la pollera con danzas y recados a los dioses poderosos.

MESTIZAJEUna y otra vez seguirá brotando el alma ancestral que habita en nosotros, porque somos fruto del extravagante mestizaje.

Testimonio

“No hay agonía más grande que quedarte con una historia sin contar”, Maya Angelou (1928-2014), novelista estadounidense.

Page 43: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 43“No hay agonía más grande que quedarte con una historia sin contar”, Maya Angelou (1928-2014), novelista estadounidense.

EL PLOMO DE LA SIERRA ESMERALDA

En la infinidad de El Plomo se sacrificó al niño inca bajo las estrellas estupefactas. Su cuerpo orgá-

nico se hizo antena entre el cielo y la tierra, dando armonía, fecundidad, prosperidad y poder a su gente. El Plomo es el espíritu protector de Santiago, nuestra ciudad, y morada de dioses poderosos. En un crudo in-vierno de nevada y viento, la férrea cordillera de inaccesi-ble temporal se abre permitiendo nuestro ascenso desde Piedra Numerada hasta su cumbre. Remontamos por esa banda de nieves invernales de admirable grandeza hasta llegar al centro de poder de nuestro Apu Wamani (Guardián del Valle). Voy expuesta a la fría intemperie del alba en conmovido silencio, siguiendo las huellas de arcilla. Más arriba, en el abismo de los 5.200 metros sobre el mar, el cansancio se me aloja en el pecho y mi respiración se dificulta en el delgado aire. De pronto, al límite de mis fuerzas, mi cuerpo estalla vencido por la puna en un sosiego casi sobrenatural. Nos instalamos en el desolado adoratorio de piedras ancestrales puestas en equilibrio, hechas adoración y milagro de albor. Aquí fue donde extasiaron el baile y la pollera con danzas y recados al solsticio de diciembre en una fies-ta mayor, el Capac Raymi, para el cual el bello niño, libre de todo defecto, enviado por el Inca, se ofreció a los dioses de este templo cercano al cielo en el cerro principal de la Sierra Esmeralda. Sus pasos finales lo condujeron hacia la ver tiginosa muer te, y allí reside por más de medio milenio, sumergido como un todo en lo más genital de la tierra, aliado al trueno y al relámpago, ligado estrechamente a los espíritus altísimos de sus antepasados.

EL REINO MUERTO VIVE TODAVÍA

En febrero de 1954, tres arrieros subieron hasta el adoratorio de El Plomo en busca de tesoros pre-colombinos. Escarbando la tumba descubrieron el cuerpo de más de cinco siglos, que parecía el de

una persona recién fallecida. Lo bajaron en un saco hasta Piedra Numerada, donde pasó algunas sema-nas, luego lo llevaron al hogar de un arriero en Puente Alto. El calor del verano lo envejeció rápidamen-te, haciéndolo perder peso y endureciendo su piel. La dirección del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago decidió adquirirlo y trasladarlo a sus dependencias para estudiarlo. Al principio, lo pusieron en una vitrina, pero los científicos observaron que la emoción humana lo deterioraba. Desde ese mo-mento su cuerpo original está fuera de circulación. Tuve la fortuna de verlo después de un año de mi ascenso al Plomo. Fue cuando las antropólogas a cargo del niño le realizaban el control anual sólo para científicos, en el cual fui una excepción afortunada. Entré a una remota sala del Museo, y lo vi sentado en posición fetal, con los brazos descubiertos y entrelazados alrededor de sus piernas, su cabeza relajada caída sobre su hombro y su brazo derecho. Sus ojos, suavemente cerrados, parecen estar en comunión pacífica con el espíritu de la naturaleza y su noble rostro incásico posee una plácida expresión. El niño se mantiene dentro de un fanal de vidrio a baja temperatura, emulando el clima del enterramiento en la montaña. Las expertas lo toman en brazos con ternura y, posándolo al centro de una mesa, lo pesan y lo desinfectan, observando su cuerpo y los probables cambios ocurridos durante el año. Examinan la secreción de sus exudados internos, y toman muestras del ADN que aún contiene pistas del enigma de quién fue y cómo murió. Cuando la temperatura sube, lo vuelven a congelar. Con recogimiento, puedo empaparme de la trascendencia de su alma histórica y de su poder invisible en eterno contacto con el Absoluto. Que el gran Viracocha siga velando su sueño andino.

VENIDOS DESDE EL CIELO PARA GOBERNAR

En el tiempo dorado, el poderoso Imperio Inca del Tahuantinsuyo abarcó desde Ecuador hasta Chile. Manco Capac y Mama Ocllo, hijos del Sol y fundadores de la dinastía, bajaron del cielo para

gobernar, buscaron la tierra prometida, clavando una vara de oro en varios lugares hasta que por fin se hundió completamente en un portal de energía sagrada, donde nace la gloriosa capital del imperio del Sol. Cuzco fue construido con enormes piedras pesadas, lisas, de calces perfectos. Al mirarlas, no sabes qué fuerza humana pudo haberlas desplazado, ni con qué herramientas las trabajaron para eregir una nación de reyes y nobles, de sabios y filósofos o amautas, de poetas o haravicus, y de valientes guerreros. Los reyes Incas se esmeraron en recubrir los muros del templo del Sol con oro, y en ofrecer abundantes joyas e increíbles riquezas. Las esposas del Sol eran las más bellas vírgenes de alcurnia, que vivían en la casa del Sol, devotas al culto divino y en perpetua clausura hasta la muerte.

EL OCASO DE AMÉRICA MORENA

E l conquistador desembarcó en 1492 sin saber nada de los nativos. Sin oírles ni entenderlos, arrasó su cultura ancestral. Y, convencido de su verdad europea, despojó al indígena de su suelo sagrado,

de su identidad andina, de su riqueza, que expropió con codicia. Por el oro y la plata selló con extermi-nio al “indio” que se resistió al olvido. Su memoria sobrevivirá como flor abierta al infinito. Una y otra vez seguirá brotando por nuestros poros el alma ancestral que habita en todos nosotros, porque somos fruto del extravagante mestizaje, del choque de dos sangres opuestas. El mestizo se identifica con la cul-tura occidental y reniega del amor indígena por su hermosa tierra, sobre la cual caminamos. Ese amor que, gracias al fuego ceremonial y al tambor indio, evoca la corriente vital y la gran verdad de nuestra Antigua América.

Page 44: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

44 I La Panera

Fundación el Observatorio

ESA VOZ

DEL CHILE PROFUNDO

POR MIGUEL LABORDE

ES E N L A P O E S Í A D O N D E M E J O R se ha intuido cómo entrelazar las huellas de los tan variados ancestros de la población chilena. Tarea nada de fácil, y es por eso que

se ha dicho que, de los países de formación reciente –Argentina, Australia, Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Uruguay–, el nuestro es el que ha tenido más dificultades para diseñar su imaginario. Por algo es que nos hemos perfilado como “país de poetas”.

De los años 10 –hace un siglo– es la oleada de poetas capaces de sacudirse el afrancesamiento de los temas para iniciar una inmersión en territorios (y maritorios) locales. Pedro Prado en el océano, Víctor Domingo Silva y su desierto salitrero, Samuel Lillo nombrado toqui ho-norario de la Araucanía, son notables pioneros.

Pero tienen que llegar los años 30 para que esa explo-ración se traduzca en el habitar los nuevos lugares, los que ya se hacen obra madura en los años 40.

Neruda, por ejemplo, imprime velocidad a la Arauca-nía, es una Araucanía 2.0, con truenos, relámpagos, agua-ceros interminables que desbordan los caudales, árboles que caen montaña abajo y se despedazan en la ribera de los ríos, llenando el aire de fragancias. Los bosques, en esa literatura, se transforman en una selva fría que dialoga con la selva amazónica, copando el imaginario de América del Sur. Así somos todos hijos de la des-

mesura, fría o caliente. Chile no se agota en ese paisaje, ni mucho menos, ni tampoco en ese temperamento. Es por eso que Gabriela Mistral busca una síntesis esencial y la encuentra en el volcán, símbolo de las cosmogonías precolombinas pero también del ser chileno: solemne y frío por fuera, ardiente y agitado en su interior.

Un poeta paradigmático es Julio Barrenechea, desde que en 1943 publica su «Rumor de mundo» que Ga-briela Mistral, siempre atenta, celebrará en «El Mercurio» (25 de abril), en uno de sus Recados donde lo califica de “libro chilenísimo”. No es casualidad que Barrenechea recibiera el Premio Municipal de Poesía a los 26 años y el Premio Nacional a los 50. La Mistral encuentra en ese libro un Chile inmenso y dueño de una variedad “pare-cida a la del edén en el sexto día, cuando Dios mató a la monotonía”… Agrega que, frente a tanto poeta que sucumbía con los brazos abiertos a “una especie de rabia contra nosotros mismos”, entregando la plata de nues-tros cerros a cambio de “las cuentas de vidrio de los extranjeros”, en él emerge una veta propia: “A Ud., como a Juvencio Valle, como a Óscar Castro y otros tres más, le debemos el acriollamiento rápido del futurismo en Chi-le”. Y lo agradece porque, dice, temía que pudieran pasar 40 años antes de que los poetas locales se apropiaran de los signos de los tiempos.

Hay aquí un adentrarse en los seres de la flora y la fauna, en una senda que luego cultivará Neruda en sus «Odas elementales». Barrenechea escribe así, en parte de

un poema a la centolla: “Te he visto levantar por mano po-bre/ sobre el nivel austral, lejano y frío,/ como una helada lámpara de cobre/ o una antorcha de fuego sometido”…

Ese placer de ser y estar en Chile, de ser chileno, se expande en este poeta por paisajes que recorren toda la geografía, de un modo que, intuitivamente, como ob-servara la Mistral, es edénico, un momento del Génesis, como lo pudo haber sentido Adán en el Paraíso. Son así unos versos del poema «Rumor de mundo» que da nombre al libro: “Oigo el rumor constante de las for-mas buscándose./ A los ríos que labran y acomodan sus lechos./ Al simple ají sacando por el verde su dedo./ A la simple manzana redondeando su seno… Escucho al ventisquero cuando suelta sus témpanos,/ y los lanza como hijos por los lagos de hielo./ Oigo rumor de pá-jaros y silencio de bosques/ y selvas que jadean con sus bestias en celo”….

Muchos poemas se han construido sobre esos funda-mentos de sensibilidad geográfica. De familia de Con-cepción, desde el siglo XVII, Barrenechea tenía profundos vínculos con el sur y sus comidas, canciones y paisajes. Cuando escribe del Lago Budi es porque más de una vez, invitado por caciques lugareños, vio el contraste de un mantel blanco y amplio, níveo, cubierto de productos de esa tierra. Largos veraneos en fundos de parientes en Cautín le regalaron imágenes que luego afloran en su obra, las que no aparecen en la poesía anterior, y que vienen a ser una inmersión, en cuerpo y alma, en nuestra geografía:

¿Dónde están nuestras raíces? Es difícil encontrar pueblos más diferentes que el mapuche y el rapanui o el aimara. Allá en Europa, poco tienen en común el vasco de los boscosos Pirineos y el andaluz con sus vientos del desierto. Nacimos

en el corazón de la diversidad, y recién estamos construyendo –poetas mediante– los puentes de la convivencia.

ALEJ

ANDR

A AC

OSTA

Page 45: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 45

DE LOS AÑOS 10 ES LA OLEADA DE

POETAS CAPACES DE SACUDIRSE EL

AFRANCESAMIENTO DE LOS TEMAS

PARA INICIAR UNA INMERSIÓN EN

TERRITORIOS LOCALES. PEDRO PRADO

EN EL OCÉANO, VÍCTOR DOMINGO

SILVA Y SU DESIERTO SALITRERO,

SAMUEL LILLO NOMBRADO TOQUI

HONORARIO DE LA ARAUCANÍA, SON

NOTABLES PIONEROS.

MIGUEL LABORDE es Direc-tor Cultural de la Fundación El Observatorio (Centro de Estudios Geopoéticos de Chile), director de la Revista Universitaria de la UC, profesor de Urbanismo (Ciudades y Territorios de Chile) en Arquitectura de la UDP, miembro del directorio de la Fundación Imagen de Chile, miembro honorario del Colegio de Arquitectos y de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, y autor de varios libros.

“Yo he venido a estos campos a desnudar las rosas/ y a quedar con las manos punzadas y olorosas/. Yo he venido a buscar la fuerza de los cerros/ y a quedarme dormido al compás de los perros./ A llevar una aureola de sol como los santos, y a abrir con la mañana la jaula de los cantos”…

Así nos vamos adentrando en el Valle Central de Chi-le, pariente del griego y del toscano, privilegiado en sus estaciones, días dorados, tardes frescas y noches lumino-sas. A veces partía a recorrer con Israel Roa, el maestro chileno de la acuarela, su amigo, para “cazar paisajes”.

Se perdió esa hermandad con la tierra que tenían el indio y el chileno viejo. La que permite escribir a Barre-nechea, en «Campo en descanso»: “Bien ganado el des-canso/ el del campo dormido./ La luz lunar lo cubre con su sábana clara./ Y bajo el ancho pecho de tierras sigue un vivo/ trabajo de semillas, como si respirara”…

¿Por qué pudieron los poetas ser los adelantados, en este enhebrar las abisales diferencias de Chile, en algo que va pareciendo un tapiz? Es una sensibilidad exacer-bada la que se lo permite. Es lo que posibilita amarse, amar a otro, y a lo otro.

Leemos en Barrenechea esos tres inmigrantes diferen-tes, y en él confundidos. Está el vasco de su origen, ése que nos enseñó a navegar en alta mar, el que exportó a tierras lejanas porque fue siempre andariego, el que creía en el valor de la industria y del comercio. No era así el hidalgo castellano, pero también está ese sello que caracteriza a Concepción, la ciudad de La Frontera, la capital de la guerra, donde no se llegaba si no se era valiente; hay una audacia en sus hijos, y de ella fue portador el poeta, desde muy joven. Como cuando se alza la juventud y él es el presidente de la FECH que toma la palabra en la Alameda. A los estudiantes seguirán los obreros, el resto del país, y el dictador Ibáñez del Campo partirá a Argentina para evitar una guerra civil. Fueron varios los universitarios márti-res, hoy olvidados. Pero la masa ibérica no fue vasca ni castellana, fue del sur, de las tierras soleadas y los patios floridos, la del cante jondo y del flamenco, la de las noches estrelladas y los naranjos en flor. Y esa España del sur, la refinada por los árabes, es la que navegó numerosa hasta nuestro Valle Central y se hizo presente en nuestra cultura popular, centro del Chile Profundo, alma del Chile Viejo.

Esa delicadeza, ese saber vivir, no tan esforzado como el vasco, ni tan duro como el castellano, nos vino del sur. Y no hubo mejor Chile que el que supo valorar y respe-tar esas tres vertientes, las tres indispensables: en esta tie-rra. Los apellidos castellanos, extremeños, se reparten en frías caletas rocosas, en tempestuosas aguas australes, en ventosos riscos cordilleranos, bajo soles mortales en el desierto, y en la tropa del pueblo chileno que combatió las batallas ásperas, de bayoneta calada, en el siglo XIX.

Barrenechea es parte de los tres, y es por eso que puede dar cuenta de un Chile profundo y ser “chilenísi-mo”. Como Neruda da cuenta de otro. Y Pezoa Véliz de otro. Y Óscar Castro de otro, y Juan Guzmán Cruchaga de un quinto. Para quienes nos dedicamos a explorar los relatos e imaginarios de Chile, sus identidades, estos cinco con sendas luces facilitan la navegación nocturna, como faros para saber dónde está la costa y por dónde hay que buscar el lugar de atraque. O sea, y para eso se crearon los faros justamente, porque queremos saber quiénes somos y dónde estamos.

ArtesVisuales_letrero2015_finis2.pdf 1 02-12-14 18:13

Page 46: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

46 I La Panera

POR VIOLETA GÜIRALDES

“¿En qué momento nos volvi-mos locos?”, me preguntó espantada una amiga a me-diados de octubre, cuando

vio que un supermercadono sólo estaba inundado de objetos para celebrar Halloween sino, además, con brujas luciendo go-rros de “Viejo Pascuero”. Así, dos fechas que –se supone– conmemoran acontecimientos que lla-man al recogimiento, se habían unido para in-centivar aún más nuestra locura consumista.

Si pensamos que la noche del 31 de octubre fes-teja el reencuentro con nuestros queridos difuntos, y la del 24 de diciembre recuerda el nacimiento de Jesús, el amigo de los pobres, se hace difícil com-prender cómo hemos llegado a trastocar tanto estos significados, cayendo en una vorágine de gastos y de consumo de energías que nada tienen que ver con lo que debiéramos celebrar. Una encuesta rea-lizada por trabajando.com a 5.638 personas, con-cluyó que al 84% de los chilenos no le alcanza su salario para los regalos navideños, y que el 41,5% pide préstamos en su trabajo o en el Banco.

Es decir, esta fecha que debiera traernos paz, armo-nía, esperanza, deja a muchos con la angustia de una deuda y con el agotamiento del ajetreo previo en pos de los regalos que transforman lo que debiera ser un tranquilo encuentro familiar en una velada acelerada por la obsesión de abrir cuanto antes los paquetes.

SER O TENER

Antiguamente, esta festividad era tan significa-tiva que hasta detuvo batallas. La historia recuerda con emoción la Tregua de Navidad, un alto al fuego no oficial, en 1914, durante la Primera Guerra. En esa ocasión, las tropas germanas decoraron sus trin-cheras y cantaron «Noche de Paz», al igual que las británicas. E, incluso, intercambiaron regalos como whisky o cigarrillos. La artillería guardó silencio y así pudieron recuperar los cuerpos de los caídos para enterrarlos. Se cuenta que soldados de ambos bandos leyeron juntos el salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me habrá de faltar…”.

Sin ir tan lejos, hace pocos años en Chile, la Navi-dad se celebraba con reuniones familiares austeras, villancicos y algunos obsequios sencillos y, a media-noche, los más creyentes iban a “la Misa del Gallo”.

¿En qué minuto se nos olvidó el Ser y nos inun-dó el Tener? Tal vez sea el momento de recuperar la cordura y en lugar de derrochar en regalos un

Cultura de Vida

dinero que no tenemos, podríamos remontarnos al verdadero sentido de esta festividad, acercán-donos a su origen.

EL SENTIDO DE LA CELEBRACIÓN

Algunas enciclopedias dicen que la Navidad no se celebró en los primeros siglos de la Iglesia, ya que la costumbre del Cristianismo era recordar la muerte y no el nacimiento de las personas impor-tantes. Los primeros antecedentes parecen remon-tarse a los años 320-353 d.C. . Posteriormente, en el Siglo V, como al parecer no se conocía la fecha de la llegada de Cristo a la tierra, se instituyó para recordarla el 25 de diciembre, el mismo día de la fiesta romana en honor al sol.

En todo caso, lo que se conmemora en Navidad es la llegada de Jesús, cuyo mensaje principal era “Ama-rás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22, 37 40). Y que también predicaba “un amor que privilegia a los pequeños, los débiles, los pobres” (Puebla, 192).

Cualquiera que conozca el pensamiento de Cris-to sabe que era muy lejano al materialismo. Por lo tanto, más allá de las creencias religiosas de cada uno, sería lógico esperar que si se le brinda un ho-menaje se debería respetar su legado.

La Beata Madre Teresa de Calcuta decía que amar al prójimo debería ser tan natural como vivir y respirar. Sin embargo, a veces, constituye un gran

esfuerzo, especialmente, si se juzga a los otros con más severidad que a uno mismo. O si estamos tan centrados en nosotros que al otro ni lo vemos.

Por eso, la noche de Navidad es una buena oca-sión para observar la propia vida y orientarla por ca-minos más cercanos a este mensaje de amor. El 24 y el 25 de diciembre podrían ser momentos de paz, de perdón, de acercamiento. Olvidar los conflictos y regalar sonrisas, expresiones de cariño, tolerancia, paciencia y todo aquello que, corriendo por la vida, a veces olvidamos.

Este año podríamos celebrar esta fecha en una forma más sobria: con una comida sencilla, escu-chando villancicos y disfrutando de una buena con-vivencia. Una amiga llamaba por teléfono en Navi-dad a quien más le había gustado conocer durante el año y se lo decía. De esta forma hizo felices a muchos que recibieron alguna vez su mensaje.

AMOR Y REGALOS

Las celebraciones de Navidad son muchas y dife-rentes a través del mundo. Y en numerosos lugares han optado por la sana costumbre de celebrar so-briamente Navidad y dejar otra fecha cercana para los que deseen hacer regalos.

Por ejemplo, en España se espera la llegada de Jesús con una comida familiar y muchos van luego a misa; y el 6 de enero, o Día de los Reyes Magos, se entregan los regalos.

En Grecia, los niños salen a caminar por los pue-blos en Nochebuena, cantando villancicos y son re-compensados con dulces y nueces. El 1 de enero llega San Nicolás arriba de un barco a entregar regalos.

En Rusia, algunos celebran Navidad el 25 de di-ciembre y la iglesia ortodoxa lo hace el 7 de enero. No se come carne sino sopa de cereales con miel y semillas de amapolas, ingredientes que representan esperanza, bienestar, unidad y abundancia. Es co-mún que Babushka (figura de la abuela) entregue los regalos en Año Nuevo.

EN NUMEROSOS LUGARES HAN OPTADO

POR LA SANA COSTUMBRE DE CELEBRAR

SOBRIAMENTE NAVIDAD Y DEJAR OTRA

FECHA CERCANA PARA LOS QUE DESEEN

HACER REGALOS.

NAVIDAD EL ESPÍRITU DE

Page 47: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 47

Reflexión

POR EDISON OTERO

“N O H AY U N A V I D A M Á S A L L Á , N I práctica religiosa alguna para alcanzarla”. ¿Podríamos imaginar algo más claramen-te incrédulo y más contradictorio con lo

que suponemos –y nos han enseñado a suponer– está en el centro, en el núcleo duro de la cultura de la India? Su autor es Yabali, un pensador escéptico, cuyas ideas son reproducidas en el «Ramayana», texto cuya antigüedad cruza dos milenios y se fija en el siglo III antes de la era cristiana. Pero, definitiva-mente, no se trata de una excepción exótica. Los propios Ve-das contienen muchas expresiones de escepticismo religioso.

Y si de simple antigüedad se trata, hay una amplia presencia de escritos agnósticos y ateos en lengua Sánscrita, hace unos tres mil quinientos años. Algunas de las escuelas ateas y agnósticas largamente respetadas –como Carvaka– retroceden su apari-ción hasta el siglo VI a.C. Pero no se desvanecen en los siglos posteriores. En el siglo XIV de la era cristiana, puede identificarse a Madhua Acharia (1238-1317), que negaba la idea de Dios y

la existencia del alma. Una referencia especial cabe para Akbar (1542 - 1605), un emperador indio de filiación musulmana, quien sostuvo la necesidad de que el gobierno se mantuviera equidistan-te de las diferentes religiones. Tal afirmación revela su valor si se tiene en cuenta que, por esas mismas décadas, se vivía el auge de la Inquisición católica en Europa. Sostenía, del mismo modo, que más valía seguir el camino de la razón que conti-nuar recorriendo las huellas de la tradición.

Nuestra revisión podría continuar lar-gamente. Cuando las universidades de Oxford y de Cambridge fueron fundadas en el siglo XIII, llegaba a su fin la Univer-sidad india de Nalanda, cuya existencia se prolongó por cientos de años y que atraía a estudiosos desde muchos puntos geo-gráficos. En asuntos colindantes, podría in-dicarse que Sarojini Naidu fue la primera mujer presidente del Congreso Nacional Indio, elegida en 1925, cincuenta años antes que Margaret Thatcher (1975) en Inglaterra.

En fin, lo que tenemos es una tradición india de escepticis-mo, multiculturalismo, secularismo. Nada de lo cual aparece en la imagen habitual que manejamos. Se comprueba así la existencia de una persistente ignorancia o subestimación de su tradición argumentativa, de diálogo, pluralismo, y heterodoxia. La causa principal es, sin duda alguna, el esfuerzo persistente en presentar a la India como la tierra de las religiones y del misticismo, de las creencias y las prácticas religiosas incuestionadas.

Es necesario explorar el sentido de esta tergiversación, hecha de exacerbar ciertos aspectos y reducir otros. Por de pronto, constituye una elaboración que recibió mucho respaldo de los historiadores y autores ingleses del período colonial en la India. Es necesario reconocer que se trató de una operación exitosa: aún hoy se manipula una imagen de mística misteriosa, asociada con precariedad intelectual, ignorancia generalizada, pobreza in-controlable, discriminación irritante y desinterés político, en una mezcla de hechos tangibles e invenciones arbitrarias.

Europa y otras regiones compran, sin asomo de interrogación, una cantidad de productos de espiritualidad exótica New Age, afín al creciente descrédito de las iglesias católica y protestante.

Un insospechado y reciente aliado de esta construcción ideo-

lógica lo constituye el segmento más fanático y excluyente del hinduismo. Este sectarismo se basa en la creencia de que la iden-tidad de la India es, única y exclusivamente, la religión hindú. Se trata de otra tergiversación más.

En la larguísima tradición de la India han convivido –a veces bien, a veces muy mal– musulmanes, cristianos, budistas, parsis, judíos y otros grupos. Sólo los musulmanes son más de los que lo son en la mayoría de los países árabes sumados. Así, la India es el resultado de este cruce y mixtura de diversas creencias religiosas, todas las cuales han generado sus propios aportes a lo largo de la historia, en la literatura, la ciencia o la política.

Ciertamente, y como no podía sino esperarse, el extremismo político hindú exhibe un claro desprecio por esta diversidad cul-tural y, todavía más, por la riquísima tradición intelectual de la que Nehru, Ghandi o Tagore han sido herederos. En suma, inventa un pasado para acomodarlo a sus necesidades y justificar su pro-grama. Pero, al hacerlo, pretenden declarar inexistente lo que no coincide con su invención, simplificando la complejidad histórica y elevando a la condición absoluta un aspecto de la rica diversidad india. De paso, abonan otro poco al estereotipo que opone un Occidente racional, asertivo y emprendedor y un Oriente su-persticioso, ignorante y escuálido. Todo lo cual, por cierto, es pura y simplemente, un caso de fabricación arbitraria.

EDISON OTERO es Licenciado en Filosofía y profesor titular por la Universidad de Chile. Se ha especializado en las áreas de la epistemología, el desarrollo del pensamiento críti-co y la teoría de la comunicación.

LA INDIA

INVENTADA

AÚN HOY SE MANIPULA UNA IMAGEN DE MÍSTICA MISTERIOSA,

ASOCIADA CON PRECARIEDAD INTELECTUAL, IGNORANCIA

GENERALIZADA, POBREZA INCONTROLABLE, DISCRIMINACIÓN

IRRITANTE Y DESINTERÉS POLÍTICO, EN UNA MEZCLA DE HECHOS

TANGIBLES E INVENCIONES ARBITRARIAS.

Page 48: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

48 I La Panera

AgendaAgenda internacional / diciembre

PROYECTOS MONUMENTALESEl Centro Georges Pompidou de París presenta la primera retrospec-tiva europea con la obra de Frank Gehry (1929), considerado uno de los más grandes arquitectos vivos del mundo, ganador de los Premios Pritzker y Príncipe Asturias de las Artes. A través de la presentación de 60 grandes proyectos resumidos en 67 maquetas, 200 dibujos y documen-tos audiovisuales, se describen las grandes etapas de su carrera, marcada por la creación de edificios emblemáticos, como el Museo Guggenheim de Bilbao, el Vitra Design Museum de Suiza, la torre Gehry de Nueva York, la Cinémathèque Française y la nueva Fondation Louis-Vuitton. Esta última, dedicada al arte contemporáneo y ubicada cerca del Jardin d’Acclimatation, donde se entrecruzan increíbles velas de cristal que se podrán visitar a la salida de esta presentación. La exposición se divide en seis capítulos y dos temas: «Urbanismo» y «Computación». El recorrido resume las reflexiones del arquitecto estadounidense-canadiense, cuestio-na sus métodos de concepción, y revela el papel social y cultural de sus trabajos así como su inserción en la urbe. Esta cita incluye la presentación de las obras no realizadas, como el Museo de la Tolerancia de Israel, el rascacielos de lava de 80 metros de altura ideado para el Museo Nacio-nal de Arte de Andorra, y el translúcido National Art Museum of China Competition, pensado para Pekín.También en el Centro Pompidou los visitantes podrán disfrutar con las pinturas del francés Robert Delaunay (1885-1941) en «Ritmos sin fin», hasta el 12 de enero del 2015. Gran autor del Orfismo y cofundador del Modernismo, precursor de la Abstracción, del arte Óptico y del Cinético, éste dedicó una parte de los últimos años de su vida a proyectos relacio-nados con las artes aplicadas y la arquitectura. Maquetas, estudios prepa-ratorios, planos y diaporamas con fotografías inéditas, permiten hacerse una idea de sus imponentes murales y de su voluntad de emanciparse y así salirse del marco habitual de la tela. Por un tema de espacio, el recinto no expondrá por ahora algunas de sus piezas más monumentales, como la gran tela en que figura la Torre Eiffel plasmada en 8 metros de altura y 16 metros de ancho. Sobresale esta vez un imponente conjunto de obras de los años 20, cuando el artista comenzó a ampliar su campo de acción al espacio cotidiano y a las artes aplicadas, tras haber pintado en 1906 un premonitorio «Paysage au disque», años antes de optar definitivamente por el juego de la abstracción.

CENTRO GEORGES POMPIDOUParísFrank Gehry, hasta el 26 de enero de 2015Robert Delaunay, hasta el 12 de enero de 2015www.centrepompidou.fr

CASA DAROSRío de JaneiroHasta el 13 de febrero de 2015www.casadaros.net

MUSEO DE ARTE MODERNONueva YorkHasta el 5 de abril de 2015www.moma.org

ILUSIONESLa Casa Daros de Río de Janeiro, ubicada en pleno barrio de Botafogo, y cuya casa matriz está en Zürich, Suiza, invita a replantearse las ideas de ilusión y de realidad. En la exposición destacan las instalaciones, los videos, las fotografías, dibujos y objetos diseñados por un grupo de creadores, entre los que figuran los argentinos Liliana Porter y Leandro Erlich, el brasileño José Damasceno, los colombianos Fernando Pareja y Leidy Chávez, los cubanos Los Carpinteros y José Toirac, junto a los mexicanos Teresa Serrano y Mau-ricio Alejo, y el uruguayo Luis Camnitzer. El recorrido explora las dimensiones del fenómeno de la ilusión, así como del autoengaño generado por nosotros mismos para sobrellevar nuestra existencia. En las dependen-cias de un antiguo orfanato está la Casa Daros con un proyecto que busca dar a conocer la inmensa colec-ción, especialmente dedicada al arte latinoamericano contemporáneo con la asesoría del destacado curador alemán Hans-Michael Herzog.

ARTE EN BRUTOEl Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) inauguró «Jean Dubuffet: Soul of the Underground». El artista francés comenzó a pintar a los 17 años y su obra es una manifestación contra las nociones de la alta cultura y la belleza que imperaban en los años cuarenta. El museo rescata trabajos de su período de producción más importante, entre 1940 y mediados de 1960. En sus pinturas retrataba escenas cotidianas de París (como el metro, las calles, los músicos), así como su interés por las superficies y la materia. Entre las piezas expuestas se observa la innovación que rea-lizó en la litografía al incorporar elementos orgánicos, como la cáscara de las frutas. Precisamente, una de las obras clave de esta muestra es la serie «Phenomena» (1958-1962), un proyecto de litografía sobre la fuerza de la naturaleza. Representante del Art Brut (término francés para referirse al arte bruto o marginal), Du-buffet definió este movimiento como "toda clase de producciones que presentan un carácter espontáneo y fuertemente imaginativo".

PAISAJESAcuarelas, dibujos, bosquejos y grabados conforman una amplia exposición en el Museo Victoria y Albert (V&A) de Londres, que indaga en las técnicas y fuentes de inspiración del británico John Constable (1776-1837). La muestra combina por primera vez las obras del pintor con la de algunos maestros del paisaje del siglo XVII que le sirvieron de referencia. Ahí están, por ejemplo, el más celebrado de los paisajistas holandeses Jacob Ruysdael (1628-1682), el retratista inglés Thomas Gainsborough (1727-1788) y el pintor barroco de la escuela flamenca Peter Paul Rubens (1577-1640). Son 150 obras, entre las que destacan algunas de sus piezas más conocidas, como «The Hay Wain» (1821), «The Cornfield» (1826) y «Salisbury Cathedral From The Meadows» (1831). Sus trazos superpuestos y su permanente preocupación por los efectos que la luz y las sombras tenían sobre la naturaleza en paisajes plagados de nubes cambiantes, quedan de manifiesto a lo largo de esta selección. En una sala contigua, el visitante podrá descubrir la faceta de Constable como coleccionista de arte.

VICTORIA AND ALBERT MUSEUMLondresHasta el 11 de enero de 2015www.vam.ac.uk

Page 49: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

La Panera I 49

SUSPENSIÓNPara Louise Bourgeois (1991-2010) el arte fue "una forma de psicoa-nálisis” y una vía de acceso directo al inconsciente. A su juicio, el artis-ta, privado de poder en la vida cotidiana, posee el don de la sublima-ción y se vuelve por tanto omnipotente durante el acto creativo. La Galería Cheim and Red de Nueva York presenta «Suspensión», una serie especialmente dedicada a sus obras más abstractas y figurativas en torno al sexo y la muerte. “No soy lo que soy, soy lo que hago con mis manos”, es una de las frases más recordadas de esta creadora que figura como la primera mujer en presentar una retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Creció en una familia de restauradores de tapices en París. A principios de los treinta, estudió matemáticas y filosofía en la Sorbona. La muerte temprana de su madre, en 1932, la impulsó hacia las artes visuales, y empezó a asistir a varias escuelas y programas en París, incluyendo el taller de Férnand Léger y l’École du Louvre. En 1938 se casó con el historiador de arte estadounidense Robert Goldwater y se mudó a los Estados Unidos. Tras convertirse en miembro fundadora de la New York School, después de la muerte de su padre, en 1951, Bourgeois se introdujo al psicoanálisis con el Dr. Henry Lowenfeld. «Maman» es una de sus esculturas más ambiciosas, representa una gigantesca araña que alber-ga un saco con huevos de mármol debajo de su abdomen. La araña es un motivo que ocupó a la artista desde los años 40 pero no fue hasta los 90 que su trabajo comenzó a tomar forma de instalaciones en bronce y en gran formato. Simbólicamente ella asocia la araña a su madre como figura protectora a la vez que depredadora.

GALERÍA CHEIM AND REDNueva YorkHasta el 10 de enero de 2015www.cheimread.com

GALERÍA WHITE CUBELondresHasta el 18 de enero de 2015www.whitecube.com

GALERÍA NARA ROESLERSao PauloHasta el 22 de noviembrewww.nararoesler.com.br

GALERÍA NEUENueva YorkHasta el 19 de enero de 2015www.neuegalerie.org

CENTENARIONacida en Japón, Tomie Ohtake (1913) es una im-portante artista plástica de Brasil, y tal vez una de las pocas en actividad a sus 100 años. Además de figurar en la Fundación que lleva su nombre, su obra está en las calles en diversos sitios públicos, en forma de gran-des esculturas y en contacto con las personas, como le gusta a ella. La Galería Nara Roesler de Sao Paulo presenta una veintena de sus piezas más recientes. Se trata de pinturas y esculturas realizadas por la artista durante 2011 y 2012, que se exhiben individualmente y también en series inéditas de pinturas monocro-máticas. Sus propuestas transmiten al espectador una impactante energía creativa. La investigación, el rigor y la búsqueda persistente de Ohtake por el gesto, el color y la materia, siguen presentes. Destacan sus tres conjuntos de tela, cada uno enfocado en un único color (amarillo, azul o verde) y con gran dinamismo cinético. Las esculturas expuestas, basadas en líneas curvas de color blanco, ocupan el recinto de manera delicada y a la vez imponente.

EPISODIO OSCUROLa Neue Galerie de Nueva York presenta «Egon Schiele: retratos», un conjunto de 125 obras entre pinturas, dibujos y esculturas que retratan la anatomía humana con espíritu desinhibido y renovador. Con representaciones de sí mismo, de familiares, amigos, amantes, mecenas, artistas e intelectuales, en los cuadros del artista austríaco destacan las pieles de tonos desiguales y las proporciones distorsionadas. En «Retrato de Gerti Schiele» (1909), donde la figura central es su propia hermana, no se puede ocultar una clara influencia del simbolista austríaco Gustav Klimt (1862-1918). Esta exposición coincide con la muestra que, por su parte, la galería Cortauld de Londres albergará hasta el 18 de enero de 2015.

CUERPO Y ESPÍRITUNacida en Chicago, criada y educada en Los Angeles y Pasadena, con estudios de posgrado en Tokio, la artista visual Senga Nengudi (1943) ha vivido en Colorado, Estados Unidos, durante los últimos doce años. Interesada en la danza, la mecánica del cuerpo y los asuntos del espíritu, desde muy temprana edad estos elementos sobresalen en las cambiantes formas de su obra. Ella siempre ha utilizado una variedad de recursos naturales (arena, tierra, piedras, vainas de semillas) y de elementos no convencionales (medias, objetos encontrados, cintas), del mismo modo con que un músico de jazz utiliza las notas y los sonidos para improvisar una composición. Al igual que en sus otras performances, esta vez «Alt» (o tecla que se usa en computación para acceder a menús y otras alternativas), en la Galería White Cube de Londres, invita al espectador a convertir-se en un activo participante. El arte del equilibrio y el de los derechos de la familia en las sociedades modernas, han sido dos de los mayores desafíos de esta creadora. Llaman la atención instalaciones como «Camina una milla en mis zapatos». La idea surgió de un cuento tradicional japonés antiguo que hablaba de los pobladores que se quejaban del peso de sus problemas individuales.

PICASSO FOTÓGRAFOLa Galería Gagosian de Nueva York, muestra la faceta de fotógrafo de Pablo Picasso (1881-1973). Comisa-riada por John Richardson, biógrafo del pintor español, «Picasso y la Cámara» es la quinta serie dedica-da a los estudios realizados por el artista después de «Mosqueteros», «Picasso: Los años mediterráneos», «Picasso y Marie-Thérèse: L’amour fou» junto a «Picasso y Françoise Gilot: París-Vallauris». El creador utili-

zó la fotografía no sólo como una fuente de inspiración, sino como una parte integral de su práctica de estudio. Abarcando unos sesenta años, aquí se incluyen muchas imágenes captadas por el artista y nunca antes vistas o publicadas, así como pinturas relacionadas, dibujos, esculturas, grabados y películas, ofreciendo una oportunidad única para descubrir su relación con el lente. El maestro utilizó su cámara para capturar la vida en el estudio y en el hogar, para probar nuevas ideas, para analizar sus obras y documentar su creación, así como para dar forma a sus imágenes en el taller. Para la ocasión, se ha publicado un catálogo ilus-trado con textos del poeta francés Jacques Prévert (1900-1977), y del modernista estadounidense Man Ray (1890-1976).

GALERÍA GAGOSIAN Nueva YorkHasta el 3 de enero de 2015www.gagosian.com

Page 50: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

46 I La Panera46 I La Panera SEA ORIGINAL... REGALE La PaneraSuscripciones: [email protected]

AgendaAgustinas 794, Metro Santa Lucía - Fono Venta: 800 471000 - Abonos: 463 8888 Boulevard P. Arauco, Local 352-A Teléfono: 22432 9696 - municipal.cl

Providencia 927 - Teléfono: 2 27959700 - www.ccespana.cl

Centro Cultural de España

Santiago / diciembre

«CASCANUECES»18 al 20 de diciembre, 20:00 horas. Entradas: $12.000 a $25.000. Niños hasta 10 años: platea alta desde $5.000, platea baja $10.000. El clásico ballet «Cascanueces» se estrenó en 1892 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, Rusia, con música de P. I. Tchaikovsky y coreografía de Marius Petipá. Desde su estreno se convirtió de inmediato en el ballet más popular y entraña-ble de todos los tiempos. Dirigido por la ex prima ballerina uruguaya Sara Nieto, el elenco estelar incluye a alumnos de su escuela junto a más de 30 bailarines profesionales provenientes de Méxi-co, Brasil y Argentina. Esta versión del legendario cuento de E.T.A Hoffmann, mantiene la magia del coreógrafo Marius Petipá, pero introduce una original puesta en escena ambientada en los años 20, a cargo del reconocido escenógrafo chileno Germán Droghetti.

«COPPELIUS, EL MAGO»20, 22, 23 y 26 de diciembre, 20:00 horas. Entradas desde $3.000.Como muestra del inconfundible estilo de Marcia Haydée, una de las más notables exponentes del ballet moderno y directora artística del Ballet de Santiago, el Teatro Municipal presenta «Coppelius, el mago». La reconocida bailarina y coreógrafa brasileña toma la música de la tradicional obra «Coppelia» y algunos fragmentos de «Sylvia» (o la ninfa de Diana), ambas del compositor francés Léo Delibes (1836-1891), para recrear este cuento de hadas en movimiento. Franz, el joven más hermo-so, bueno, sencillo y trabajador del pueblo, ama a Swanilda. Ella, sin embargo, está enamorada de Coppelius, un fabricante de muñecos con poderes mágicos. Un montaje inolvidable, especialmente dedicado a los niños.

«RECORRIENDO EL MUNDO» 18, 19 y 20 de diciembre, 20:00 horas. Entradas desde $5.000 general, desde $3.000 estudiantes. Jueves populares 2x1.Dos coreógrafos de renombre internacional cerra-rán la Temporada 2014 del Ballet Nacional Chileno, BANCH. Se trata de la artista belgo-colombiana An-nabelle López Ochoa, reconocida como “estrella en ascenso de la danza holandesa”, quien estrenará «Plu-ma», una obra donde la coreógrafa observa el mundo femenino a través del ruido de las aves. Por su parte, el franco-suizo Félix Duméril presentará «Efímeros», pieza que invita al público a realizar un viaje surrealista que oscila entre la realidad, la proyección y la ficción.

«CANTOS DEL MUNDO»17 de diciembre, 19:40 horas. Entradas desde $3.000. Dirigido por Juan Pablo Villarroel, el Coro Sinfóni-co presentará un concierto especial con música de diferentes estilos de compositores chilenos e inter-nacionales. Es un recorrido por la música coral de la primera mitad del siglo XX, donde las estructu-ras tonales y armónicas aún tienen remembranzas clásicas y románticas. El programa incluye obras de Lauridsen, Fauré, Saint-Saëns, Allende, Santa Cruz, Soublette y Tromson.

«CONCIERTO EN ISLA DE PASCUA» 17 de diciembre, 20:00 horas. En el sitio arqueológico Ahu Tahai, lugar sagrado de gran belleza natural y alto simbolismo en la cultura Rapa Nui. Entrada liberada.Por primera vez se presentan en Isla de Pascua los noventa músicos de la Orquesta Sinfónica de Chile, dirigidos por Alejandra Urrutia, acompañados por los músicos de la Banda Sinfónica de la Fuerza Aérea de Chile, a cargo de Fabrizzio de Negri y la pianista pascuense Mahani Teave. El programa incluye la obra sinfónica «Hotu Matua» del compositor, médico y antropólogo Ramón Campbell. Por su parte, Mahani Teave interpretará el Concierto para piano y orques-ta Opus16 de Edward Grieg. La cita, que girará en torno a la puesta en marcha de la primera escuela de música en la isla, contempla también la interpre-tación de la Obertura 1812, de P. I. Tchaikovsky, que unirá a los miembros de la Sinfónica con los integran-tes de la Banda Sinfónica de la FACH. Para terminar, se sumarán la suite «Cuadros de una Exposición», del compositor ruso Modest P. Mussorgsky, y la actuación de niños de Rapa Nui.

LUNES DE CINE15, 22, y 29 de diciembre, 19:30 horas. Entrada liberada. Durante diciembre, el Centro Cultural de España ofrecerá un ciclo dedicado a los directores Julio Me-dem (1958) y Jaime Rosales (1970), dos destacados audiovisualistas y realizadores españoles contempo-ráneos. Sus películas han sido seleccionadas en festi-vales internacionales (Cannes, San Sebastián, Venecia, entre otros), y han registrado varias nominaciones a los Premios Goya. El ciclo anuncia las siguientes producciones de Julio Medem: «Vacas» (Premio al Mejor Director Novel, 1992, 92 min.), una inquietante saga familiar que transcurre en el País Vasco entre 1875 y los años 30; y «La ardilla roja» (1993, 114 min.), una parábola contra el machismo en clave de comedia de misterio. Ambas cintas no son recomendadas para menores de 18 años. De Jaime Rosales se exhibirán los dramas «Tiro en la cabeza» (2008,85 min.), un filme basado en hechos reales y de gran controversia durante su estreno, tanto por la temática como por el lenguaje cinematográfico utilizado; y «Sueño y Silencio» (2012, 120 min.). Este último filme es una reflexión sobre la muerte a través de la historia de una familia. Roda-do con actores amateurs y con la participación del artista visual español Miquel Barceló (1957), juega con los márgenes de la imagen y del sentimiento. Ambas cintas no están recomendadas para menores de 13 años. Con la colaboración del L´Alternativa-Festival de Cine Independiente de Barcelona, esta muestra bus-ca promover y difundir la creación cinematográfica española en diversos formatos no tradicionales. Para más información visite el sitio:www.ccespana.com

Manuel Montt 032, Providencia - Teléfono: 2 2236 3333 - www.teatro-nescafe-delasartes.cl - www.ticketmaster.cl

Teatro MunicipalEx teatro Universidad de Chile - Providencia 043. Metro Baquedano - Teléfonos: 2 297824 80 - 81 - ceacuchile.com

CEAC Universidad de Chile

Teatro Nescafé de las Artes

DOMINGOS MUSICALES 21 de diciembre, 12:00 horas. Entrada liberada.Último concierto del ciclo «Domingos Musicales». En la sala La Capilla se presentará el Ensamble Filarmóni-co, formado por músicos de la Orquesta Filarmónica de Santiago. El programa, destinado a resaltar a los jóvenes talentos, presentará obras de Pablo Aranda, Zilvinas Smalys, Christian Donoso y Ricardo Silva.

Page 51: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES

[ NOTASCUL | POR PAMELA MARFIL ]

> ¿COLA DE MONO?

Si usted es de aquellos que nunca se preguntó por qué la bebida tradicional de las fiestas de

fin de año en Chile se llama Cola de Mono, aquí van algunas teorías:1° La combinación de leche, café, azúcar y aguar- diente sería una bebida propia de Europa, que ha-bría llegado el siglo pasado. Al ser una bebida de producción artesanal, se envasaba en botellas de Anís del Mono, en cuya etiqueta aparece el animal con una larga cola. Y las personas la pedían por el envase, explicó el periodista y escritor Héctor Velis-Meza a un medio digital.2° Otra versión alude al uso de la palabra “cola” en referencia a perder una elección política, lo cual le habría ocurrido a algún candidato de ape-llido Montt. Se dice que su contrincante habría celebrado en una heladería, y a falta de licores habría mezclado helado de café con aguardiente y brindado por la “Cola de Montt”, lo que derivó con el tiempo a “Cola de Mono”.3° Las teorías más aceptadas para explicar el curioso nombre, son aquellas que involucran al

Montt habría aprendido a preparar tal bebida. Posteriormente, Montt habría recibido de regalo en Estados Unidos un par de pistolas Colt de parte del entonces Presidente Theodore Roo-sevelt. Al llegar de vuelta, mostraron las pistolas y prepararon el nuevo brebaje que habría sido bautizado por alguno de los asistentes como las “Colt de Montt” y nuevamente con el tiempo derivado a “Cola de Mono”.Sea cual sea el verdadero origen, es indudable que el nombre de este licor es tremendamente curioso.

Presidente Montt. Aunque, tampoco hay coin-cidencia. Por un lado, están los que dicen que el ex Mandatario habría pedido su arma Colt para retirarse de una fiesta, pero lo habrían con-vencido de quedarse. Una vez acabado el vino, mezclaron aguardiente con azúcar y café, y la bebida se habría popularizado como la “Colt de Montt” y con el tiempo como “Cola de Mono”. Pero otros, como el Profesor Campusano, dicen que la verdadera historia se origina en un viaje por barco con escala en Perú, donde la mujer de

> UN AÑO MÁS QUE SE VA…

El 2015 se aproxima y con él las preparaciones para celebrarlo. Ricas comidas, reuniones familiares y ritos heredados son los protagonistas.

A las supersticiones podemos sumar las costumbres en la gastronomía, que en Chile tienen gran influencia europea. Para refrescar su comida de Año Nuevo, atrévase a innovar y, por qué no, busque inspiración en las tradiciones de otros países.

Toshikoshi Soba en Japón. Tradi-ción que data del siglo XVII y pro-mete longevidad y prosperidad en sus largos tallarines.

Vasilopita de Grecia. Los panade-ros griegos ayudan a sus clientes a conseguir el deseo más anhelado por todos: ser más rico el año que se inicia. Ellos colocan una moneda al interior del queque, que el anfitrión, en función de la edad, reparte al azar.

Arroz con lentejas en Brasil. Las lentejas se asocian tradicionalmen-te a la abundancia y por ello son consumidas para el Año Nuevo en muchas partes del mundo, incluido Chile. En Brasil las sirven con arroz y luego dan siete saltitos en el mar.

Zampone con lentejas de Italia. Otra variación a la tradicional lenteja (una cucharada por cada campanazo) es acompañarlas con chorizo de chan-cho en la también llamada Noche de San Silvestre.

Kransekake de Noruega y Dina-marca. Consiste en una especie de guirnalda hecha de aros de maza-pán que se van colocando como una torre. Suele ponerse una bote-lla de vino en el centro, banderitas y otros adornos.

Doce Uvas de España. La tradición de comer una uva por cada mes del año que viene tuvo un poco romántico origen a inicios del siglo XX en Alicante. Allí, ante un exce-so de producción de esta fruta, los productores habrían tenido la idea de promover su venta para la cele-bración. Con el tiempo se transfor-mó en un rito nacional con bande-ritas y otros adornos.

Arenque en escabeche para Polo-nia y Escandinavia. Yendo más hacia el Oeste, y debido a la abundancia del arenque y a su color plata, las personas lo consumen en la comi-da de fin de año, generalmente al escabeche.

Jiâozi y Tangyuan en China. Basadas en el ca-lendario lunisolar, las celebraciones relacionadas al cambio de año en el país del Sol Naciente son llamadas Fiesta de la Primavera, duran dos semanas, terminan con el Festival de Faroles y generan la migración más grande del planeta debido a los millones de personas que viajan para festejar con sus familias. El nuevo año 4713 del calendario Chino comenzará el 19 de fe-brero de 2015. En la víspera, llamada Chúxī, es tradición comer Jiǎozi (especie de empanadita rellena con carne y/o vegetales); y en el último día de festividades, el Tangyuan (bolitas de hari-na de arroz rellenas en caldo dulce).

Marzipanschwein o Glücksschwein, Austria y Alemania. La víspera del Año Nuevo se llama en estos paí-ses Sylvesterabend o víspera de San Silvestre. Para esta fecha, las mesas se decoran con todo tipo de chanchitos de mazapán, además de comer lechón y beber vino tinto con canela y especies.

Page 52: La Panera 56lapanera.cl/sitio/wp-content/uploads/2018/12/Panera-56-baja.pdf · DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS EMITE. PROYECTO ACOGIDO A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES