La Pasión de Cristo

12
La Pasión de Cristo La Pasión de Cristo La pasión es una hermenéutica de la propia vida”

Transcript of La Pasión de Cristo

Page 1: La Pasión de Cristo

La Pasión de CristoLa Pasión de Cristo

“La pasión es una hermenéutica de la

propia vida”

Page 2: La Pasión de Cristo

Introducción

El director Mel Gibson, conocido en esta calidad por Corazón Valiente, nos presenta en la película La Pasión de Cristo su personal visión

de las últimas horas de Jesús, más específicamente desde la entrega de Judas hasta su muerte y resurrección.

¿Qué debe ser capaz de transmitir un realizador cuando quiere llevar a la pantalla la historia de un personaje que ha cambiado la historia, sea ésta local, de un país, de un continente, o la historia misma?

Para no caer en un relato meramente biográfico, debe expresar estados de ánimo, pensamientos, la interioridad, los proyectos y los sueños de quien nos quiere narrar su vida o un aspecto que la condense. Y esto se debe llevar a cabo desde la óptica del director, es en el fondo una apuesto. Ante esta difícil tarea, el realizador se puede apoyar, de manera estructural, en el mismo personaje, en cómo éste es visto por los demás y, sobre todo, conectado el estado de ánimo del espectador con su propio horizonte interpretativo. Esto significa que una película sobre un personaje histórico no tiene como objetivo ser un mero relato biográfico, sino la comunicación, la participación del punto de vista del director y de su capacidad de interpretar "reinterpretando" y modificando el "material", para que éste no sea algo pretérito sino también actual en el espectador.

La película de Gibson carece, a nuestro juicio, no sólo de casi todos los elementos para llevar a cabo un filme medianamente aceptable sobre Jesucristo, sino que además ofrece un espectáculo de violencia gratuita, malas interpretaciones, tratamiento plano y sin riesgos de la historia de Jesucristo, todo esto acompañado de un guión ramplón. Además hay algunos aspectos discutibles teológicamente que, sin entrar a juzgar la validez de la mirada propia, permiten verificar si el director fue consecuente con ésta.

Page 3: La Pasión de Cristo

Las múltiples interpretaciones

Desde la historia real de la Pasión de Jesucristo, narrada e interpretada por los cuatro evangelistas, hasta la actualidad, este magno misterio no ha cesado de asombrar a los hombres que con él se encuentran en el camino de la existencia, y del cual ya no pueden prescindir en el curso de su vida. Ese asombro humanizador y salvífico, cumbre de todo asombro humano, ha adoptado formas expresivas de grande variedad. En muchos es sólo palabra interior que se traduce en sentimientos, emociones, pensamientos que se van hilando, lenta o febrilmente, con el mismo ritmo del vivir. A veces se transmite con palabras pobres y sencillas en los labios de las madres, o con gestos elementales y cálidos en los rostros y en los ojos de los niños. Y cuántas veces, desde los primeros siglos de la era cristiana, no ha resonado la Pasión de Jesucristo en los labios de los grandes o humildes predicadores, de los catequistas, de los homiletas, o en los escritos de los teólogos y de los maestros espirituales más insignes. ¡Con cuánta conmoción, no pocas veces, las mismas lágrimas han interpretado los misterios!

La Pasión del Señor ha sido representada o escenificada, siglo tras siglo, en la pintura y escultura, en la poesía y en el teatro, en el viacrucis de piedra o de leño y en ese otro viacrucis conmovedor y palpitante, representado por personas vivas, todavía hoy existente en algunos pueblos cristianos. Ha sido interpretada con amor y emoción en las miniaturas monacales de los manuscritos y en los grandes retablos de los artistas del Renacimiento o del Barroco.

Page 4: La Pasión de Cristo

Los poetas y los literatos, los músicos, los orfebres y los bordadores, los

cineastas y los cantautores han impreso en su arte con primor y emoción la hermenéutica de los grandes misterios que abraza la Pasión de Jesús. Unos captan mejor una escena, otros otra. Unos se fijan en algún detalle, para otros vale más el conjunto. Unos usan el pincel, otroslaaguja.

Unos interpretan con el cincel, otros con la cámara cinematográfica. Con perspectiva propia, cada artista procura escenificar los episodios dolorosos en fidelidad sustancial a los textos evangélicos. Toda recreación, si es bella, enriquece la comprensión del misterio. En su limitación, cada una de las interpretaciones es valiosa, enriquecedora, original.

Agavilladas todas ellas, vienen a ser como un mosaico en el que cada artista, cada predicador, cada escritor incrusta una tesela para abarcar y comprender mejor la belleza imponderable del Gran Misterio en su totalidad, para gozo de los hombres que lo contemplan.

Son centenares, millares las interpretaciones artísticas, literarias y cinematográficas que existen hoy en día de la Pasión del Nazareno. Cada interpretación es una en medio de tantas otras que ya son realidad o llegarán a serlo en el futuro. Todas buscan comunicar una historia y un misterio, siendo fieles a la verdad de los hechos, que en los relatos evangélicos de la Pasión hallan expresiones literarias de índole diversa. Todas se quedan en el largo camino de la interpretación infinita.

Page 5: La Pasión de Cristo

Algunos aspectos teológicos discutibles

Gibson quiere otorgarle al tratamiento de su personaje una carga de

verdadera humanidad. Las cosas que les pasaron a Jesús en sus últimas horas, según el director, se deben tratar con toda crudeza, con el fin de conferirle a la imagen de Jesucristo un carácter lo más real posible. Dejando de lado que no es en absoluto necesario recurrir a efectos truculentos para lograr una verdadera empatía con el espectador, nos parece que en este punto, central para el director, hay una profunda incongruencia.

Gibson nos quiere presentar a un Jesús muy de carne y hueso. Pero si miramos su planteamiento a través de tres escenas claves, quizá la percepción cambie radicalmente.

En uno de los flashbacks de la película, Jesús aparece en una escena fabricando una mesa "moderna", esas de las que hoy uno tiene en su casa y ha comprado en un centro comercial. Ante la mirada interrogadora y curiosa de María por esa "obra" estéticamente fuera de época, muy alta para las costumbres de esos años, Jesús insinúa que esa mesa sólo se "entenderá" en el futuro. Si descartamos el chiste o la ironía de esa escena - incomprensible al ser una "vuelta atrás" entre dos escenas violentísimas - , tenemos que interpretar este diálogo como una declaración de cierta ciencia infusa en Jesús, un cierto saber anticipado de acontecimientos futuros. Sin embargo, hay que decir que la teología contemporánea habla de un verdadero conocimiento humano de Jesús y de un saber progresivo de su misión a través del diálogo íntimo con su Padre (la oración de Jesús), por lo que aquí tenemos un anacoluto* [* falta de consecuencia en la construcción de una cláusula o en el régimen]. Entre escenas muy humanas, Jesús aparece con un tipo de saber que hacer dudar sobre la entera posesión de una naturaleza íntegramente humana.

Page 6: La Pasión de Cristo

En la escena de la resurrección también se plantea una contradicción entre la intención del director de presentar a Jesús lo más humano posible y sus resultados. En la película aparece el Jesús resucitado solo al interior de la tumba, sin testigos (desde el punto de vista narrativo, el 'kairos, el "tiempo vivido" dado a esta escena, nos parece desproporcionado: frente a casi dos horas de flagelo, este hecho decisivo ocupa sólo un par de minutos). Si bien hay un plano del Jesús resucitado con las llagas de los clavos que confirman una continuidad discontinua entre el crucificado y el resucitado, las mujeres más cercanas a Jesús y luego sus seguidores más cercanos narrados en los Evangelios, no están presentes para constatar la resurrección. Es decir, falta el "contrapunto" dramático y teológico entre tumba vacía y testigos de la resurrección. Aquí cabe afirmar que la verdadera humanidad del resucitado - por el Padre - es ante todo un hecho que los evangelistas narran como un acontecimiento (real, histórico) dialógico entre testigos y el Cristo resucitado. No se trata de que el "ver" de aquellos confirme lo que se les aparece, sino que quien se les manifiesta ha muerto por ellos, para que creyendo se salven. Con esto decimos que la verdadera humanidad expresada en las marcas de las manos no es sólo testimonio de un acontecimiento intradivino, un monólogo entre el Hijo y el Padre, es también la asunción de nuestra íntegra humanidad en Dios, de lo cual han dado testimonio aquellos que han sido testigos directos y de lo cual siguen dando testimonio los cristianos reunidos en comunidad eclesial que tiene a los sucesores de aquellos testigos, los apóstoles, como cabeza: que la vida eterna es el destino final de los hombres, lo cual se vive de forma anticipada ahí donde éstos viven como Jesús, en una existencia a favor de los otros, para la vida plena, justa y digna de todos. De esta manera, la imagen de las marcas de la crucifixión no hacen, por sí solas, las manos de Jesús más "humanas", pues lo propio de lo verdaderamente humano en Jesús es su carácter de realidad epifánica, de revelarse para los otros, de ser la topografía de Dios "para" los hombres.

Page 7: La Pasión de Cristo

(¿metáfora de su condena más allá de la muerte?), contradiciendo las palabras del sermón, en donde justamente la misericordia de Dios, su filantropía, que se ha manifestado en su amor a todos los hombres a través de Jesús, y de forma privilegiada a los pecadores. En el fondo, hay una paradoja: Dios actúa a imagen de las características divinas que Jesús critica, que le han "colgado" las autoridades judías con las que ha entrado en conflicto, y han dado lugar a su pasión. Aquí se da más bien una pena meramente retributiva sin expresión de la misericordia. ¡Justamente todo lo contrario de un Dios amor, "rico en misericordia", lo es uno vengativo!

Esta escena del cuervo contiene además otra tesis discutible. En el imaginario mítico-religioso de la antigüedad las aves son enviadas por Dios - subrayando la dinámica del arriba hacia abajo - para castigar (cuervos, buitres, águilas) a seres como Prometeo o a crear comunión y paz (la paloma), como en Pentecostés. Por ello nosotros hemos interpretado esa escena como una intervención directa de Dios, de la trascendencia, en un juego de imágenes que nos recuerda la escena posterior de la gota que cae del cielo (de Dios) luego que Jesús expira, y que causa el terremoto y la destrucción del velo del templo. Si el director había querido subrayar la realidad de lo que le pasó a Cristo, para que ella pueda ser experimentada por el público, habría que ser consecuente y afirmar que la trascendencia de Dios se revela no como un recurso o un poder cualquiera, sino en la inmanencia de su presencia en el Hijo. Con ello lo divino del Dios de Jesucristo es esa capacidad de estar plenamente en el otro totalmente distinto, amándolo, salvándolo, acogiéndolo, sin que eso ponga ni un ápice en duda su absoluta trascendencia, su divinidad, sino que al contrario: sólo la verdadera divinidad es capaz de ello. Por esto, el plano horizontal no necesitaba una intervención "vertical" como lo plantea la película, pues al estar el Padre todo en el Hijo y viceversa, el centurión romano al pie de la cruz, como nos recuerda el "Evangelio de Marcos", puede reconocer y confesar su divinidad. Es decir, justamente cuando para subrayar la verdadera humanidad habría que haber confrontado al mal ladrón con su existencia, con la dilapidación de su vida, frente a la figura de Jesucristo, actúa Dios con un tipo de castigo que, además de contradecir la exhortación de Jesús al amor al enemigo, no respeta del todo que en la encarnación está presente la "plenitud" de la divinidad.

Page 8: La Pasión de Cristo

Reflexión conclusivaReflexión conclusiva

El misterio de Jesús de Nazaret, particularmente el misterio de su Pasión, ha sido, es y continuará siendo el parteaguas de la historia humana. Para los creyentes en Cristo no ha habido ni habrá una vida humana ni un evento humano con más repercusión en el grandioso panorama de los siglos. Para el lector de los textos evangélicos sobre la Pasión, la fuerza física y moral de Jesús, en esas horas densas y terrificantes que van de Getsemaní al Calvario, superan con mucho las expectativas humanas y abren una rendija hacia lo sobrehumano y divino. Para los cristianos, sobre Jesús, que vive intensamente esos episodios, aletea el poder de Dios y la extraordinaria energía del Espíritu Santo. ¿Hubiese sido posible, de otro modo, que Jesús llegase con vida hasta la cima del Gólgota, y consumar así su lento e inexorable martirio?

Cualquier representación, cualquier hermenéutica de la Pasión, dado su carácter no definitivo, requiere del lector o espectador un discernimiento, desde la fe y desde las coordenadas de la propia vida. Cuando los juicios humanos sobre las interpretaciones de la Pasión se imprimen en periódicos, revistas, internet, o se externan en la radio y la televisión, se ha de aplicar también a ellos un sólido espíritu de discernimiento. Hay que separar el grano de la paja. Hay que descubrir los aciertos, y sondear igualmente los límites tanto de los críticos como de los artistas, y quizás sus conscientes o inconscientes motivaciones. Hay que mirar con los propios ojos, sin dejar de ver lo que han captado los ajenos. Hay que buscar la verdad, llegue por el camino que llegue, sin miramientos, pero sin miedos, con discreción, pero con intrepidez, ardor y coherencia.

Dios ha querido unir indisolublemente, en la Pasión de Jesucristo,

historia y fe, misterio y evento, amalgamados en la Obra redentora de la humanidad. La Redención, y éste es el tema de fondo de la Pasión, goza del espesor de los hechos y del resplandor oculto de lo trascendente, del dramatismo de la historia y del profundo misterio en la intimidad de Dios. Sería muy empobrecedor quedarse en los puros hechos, sin ser iluminados y transformados por la Luz del misterio. En definitiva, la Pasión es una hermenéutica de la propia vida. Sería trágico quedarse en espectador, sin llegar a ser actor del drama. Porque, en verdad, todos somos intérpretes y actores en la Pasión de Jesucristo.

Page 9: La Pasión de Cristo

““Desde mi cruz a tu Desde mi cruz a tu soledad”soledad”

Te escribo desde mi cruz a tu soledad,a ti, que tantas veces me miraste sin verme

y me oíste sin escucharme.

A ti, que tantas veces prometisteseguirme de cerca

y sin saber por qué te distanciastede las huellas que dejé en el mundo

para que no te perdieras.

A ti, que no siempre crees que estoy contigo,que me buscas sin hallarme

y a veces pierdes la fe en encontrarme,a ti, que a veces piensas que soy un recuerdo

y no comprendes que estoy vivo.

Yo soy el principio y el fin,soy el camino para no desviarte,

la verdad para que no te equivoquesy la vida para no morir.

Mi tema preferido es el amor,que fue mi razón para vivir y para morir.

Yo fui libre hasta el fin,tuve un ideal claro

y lo defendí con mi sangre para salvarte.

Fui maestro y servidor,soy sensible a la amistady hace tiempo que espero

que me regales la tuya.

Nadie como yo conoce tu alma,tus pensamientos, tu proceder,

y sé muy bien lo que vales.

Sé que quizás tu vidate parezca pobre a los ojos del mundo

Page 10: La Pasión de Cristo

pero Yo sé que tienes mucho para dar,y estoy seguro que dentro de tu corazón

hay un tesoro escondido;

conócete a ti mismoy me harás un lugar a mí.

Si supieras cuánto haceque golpeo las puertas de tu corazón

y no recibo respuesta.

A veces también me duele que me ignoresy me condenes como Pilatos,

otras que me niegues como Pedroy que otras tantas me traiciones como Judas.

Y hoy, te pido paciencia para tus padres,amor para tu pareja,

responsabilidad para con tus hijos,tolerancia para los ancianos,

comprensión para todos tus hermanos,compasión para el que sufre,

servicio para todos.

Quisiera no volver a verte egoísta,orgulloso, rebelde, disconforme, pesimista.

Desearía que tu vida fuera alegre,siempre joven y cristiana.

Cada vez que aflojas, búscame y me encontrarás;cada vez que te sientas cansado,

háblame, cuéntame.Cada vez que creas que no sirves para nada

no te deprimas,no te creas poca cosa,

no olvides que yo necesité de un asnopara entrar en Jerusalén

y necesito de tu pequeñezpara entrar en el alma de tu prójimo.

Page 11: La Pasión de Cristo

Cada vez que te sientas solo en el camino,no olvides que estoy contigo.

No te canses de pedirmeque yo no me cansaré de darte,

no te canses de seguirme que yono me cansaré de acompañarte,

nunca te dejaré solo.

Aquí a tu lado me tienes,estoy para ayudarte.

Te quiero mucho,

tu amigo:

Jesús

Page 12: La Pasión de Cristo

GRACIAS POR SU

ATENCIÓN!!