La piedra de armi. Unidad didáctica.

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Aula Material fotocopiable La piedra de Armi Índice Introducción Objetivos didácticos Contenidos Metodología Propuesta de actividades y orientaciones para la intervención pedagógica Evaluación Referencias bibliográficas Material para el alumnado PD Educación infantil 83 | Aula de Innovación Educativa. Núm 69 Miguel Argibay Gema Celorio Juanjo Celorio Mario Unamuno Equipo Hegoa Con la colaboración de Txabi Arnal, Pilar Sánchez Autor del cuento «La piedra de Armi» Txabi Arnal Ilustraciones Maria Tortajada, José Diana

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Aula

Material fotocopiable

La piedra deArmi

Índice

IntroducciónObjetivos didácticosContenidosMetodologíaPropuesta de actividades y orientaciones para la intervención pedagógicaEvaluaciónReferencias bibliográficasMaterial para el alumnado

PDE d u c a c i ó n i n f a n t i l

83 | Aula de Innovación Educativa. Núm 69

Miguel ArgibayGema CelorioJuanjo CelorioMario UnamunoEquipo Hegoa

Con la colaboración deTxabi Arnal, Pilar Sánchez

Autor del cuento «La piedra de Armi»Txabi Arnal

IlustracionesMaria Tortajada, José Diana

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84 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 69 La piedra de Armi M. Argibay, G. Celorio, J. Celorio, M. Unamuno

Propuesta didáctica

PD

Esta guía ha sido elaborada por el equipo de educa-ción para el desarrollo de Hegoa (Instituto deEstudios sobre el Desarrollo y la Economía Inter-nacional de la Universidad del País Vasco). Nuestrogrupo empezó a trabajar en educación para el desa-rrollo en el año 1989, con un objetivo prioritario:acercar la educación para el desarrollo al sector for-mal mediante la utilización de distintas estrategias.Entre ellas destacamos la investigación, la forma-ción del profesorado, la relación con ONG y MRP, lacreación de un centro de recursos y la producciónde material didáctico. Por último, hemos intentadotambién contribuir, en la medida de lo posible, aldebate sobre la innovación educativa a través de lacelebración de congresos y jornadas y mediante lacolaboración con revistas pedagógicas.

Ésta es la primera de un grupo de tres unida-des didácticas, de las que las dos restantes estarándedicadas a las etapas de primaria y secundaria, res-pectivamente. En ellas abordaremos aspectos espe-cíficos de cada etapa e intentaremos, además, quela trilogía constituya un conjunto coherente.

Introducción

El trabajo que presentamos tiene como eje laperspectiva de la educación para la paz y la coedu-cación. Está dirigido al segundo ciclo de educacióninfantil (3-6 años). Para realizarlo, Hegoa ha con-tado con la colaboración y asesoría de docentes de-dicados a enseñar a niños y niñas de esta etapa.

Un cuento es el eje de esta unidad didáctica.Hemos elegido trabajar el conflicto y los estereoti-pos de género a través del cuento, porque es un ele-mento familiar en la relación entre niñas y adultas,y porque es atractivo, emocionante y entretenido.Además, a través del lenguaje simbólico, los cuentosinfantiles ofrecen muchas de las claves para cono-cer sentimientos, dominar los temores, poner límitesal egoísmo, afrontar y superar obstáculos y apren-der pautas sociales importantes en esta etapa talescomo: colaborar, compartir, descubrir el mundo y elplacer de jugar con otra gente de su misma edad(Propp, 1981; Bettelheim, 1977; Bortolussi, 1985).

Creemos que el texto que compone el cuentoLa piedra de Armi puede ser sugerente para trabajaren el aula. En primer lugar, porque invierte algunosde los tópicos más frecuentes en la caracterizaciónde los personajes (aspecto físico, actividades, com-portamientos) y, además, porque el conflicto que seplantea nos dará posibilidad de abordar las actitu-des de los protagonistas, imaginar otras solucionesposibles, etc.

También constituye un núcleo que nos permi-

tirá enlazar con el tratamiento de aspectos impor-tantes en esta etapa: la colaboración, la coopera-ción, el compartir, justo en un momento en el quese está iniciando el descubrimiento del placer deljuego en compañía de sus iguales y en el que a tra-vés de los juegos simbólicos empiezan a manifestarsu propia visión y comprensión de la realidad máscercana.

JustificaciónEl período de tiempo y la franja de edades que

abarca la educación infantil, nos parece especial-mente importante para iniciar un trabajo sobre re-solución positiva de conflictos, que fortaleciera y seviera fortalecida por una perspectiva coeducadoraorientada a desestructurar los estereotipos de gé-nero (femenino/masculino).

A estas edades tempranas es cuando, en elmarco familiar, los adultos prestan vicariamente alos niños las primeras herramientas para la cons-trucción de su identidad, para comunicarse, paradominar miedos y expresar afectos, además de ad-quirir seguridad en su interacción con el medio. Peroes en la escuela donde los niños y niñas se inician enla socialización de actitudes, conocimientos y habi-lidades con grupos de iguales y con el apoyo deadultos no familiares. Es en este universo familiar yescolar donde cada criatura irá construyendo supersonalidad, incorporando normas de conducta,aprendiendo a expresarse y a gestionar sus conflic-tos.

En este proceso, podemos observar cómo setransmiten pautas socialmente dominantes, relacio-nadas con el comportamiento de género estereoti-pado, en las que la agresividad desempeña un papelimportante en las diferencias entre las chicas y losvarones y en las formas como se dirimen los conflic-tos.

Estas características están muy generalizadas,pero no responden a un determinismo biológico delcomportamiento de cada sexo, sino a los modelosque cada cultura ofrece durante el proceso de so-cialización.

La escuela ofrece un marco válido para propo-ner otras alternativas y por eso tienen interés pro-puestas específicamente encaminadas a favorecer eldesarrollo integral de niños y niñas libres de estere-otipos que limiten sus capacidades y orientadas apromover un aprendizaje que les ayude a enfren-tarse al conflicto de forma creativa y positiva.

Tal como señala Bronwyn Davies (1994):Las relaciones entre los géneros, entre niños yadultos, entre pobres y ricos, configuran el men-saje político, el subtexto, el ordenado fundamentomoral sobre el cual se construyen los cuentos y, por

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Propuesta didáctica

PD

. Sentimientos y emociones (en relacióncon el relato y con su propia experiencia)). Noción de identidad: conocimiento yaceptacion de la imagen propia y de laajena

. Utilización de las posibilidades expresivasdel cuerpo para comunicar sentimientos(alegría, enfado, tristeza). Capacidad expresiva para caracterizar dis-tintos personajes (disfrazarse, maquillarse

. Aceptación de las diferencias evitando lasdiscriminaciones por razón de sexo. Participación y colaboración en activida-des colectivas

tanto, el mundo social. Los textos que sirven a losniños para aprender a leer se basan más en unaversión «realista» que «fantástica» del mundo.Dentro de este mundo realista, el hombre aparececomo el agente activo en el mundo exterior, mien-tras que la mujer es presentada como el «otro» pa-sivo, cuyas funciones son, fundamentalmente, deapoyo al elemento masculino.

Pese a la amplia literatura existente, es muy difícilencontrar cuentos clásicos o modernos que no re-fuercen los estereotipos de género. Por eso, hemospensado que era necesario crear La piedra de Armi,que es un cuento especialmente concebido para de-sarrollar los objetivos que perseguimos con esta uni-dad didáctica.

Objetivos didácticos

Objetivos generales. Potenciar la igualdad de oportunidades en-

tre los sexos e iniciar un trabajo para desar-ticular estereotipos de género.

. Incentivar la resolución positiva de conflic-

tos mediante la cooperación, mostrando losaspectos negativos y la ineficacia de la vio-lencia.

Objetivos específicosAdquirir y desarrollar:. Capacidades de atención, comprensión, ex-

presión (afectiva, oral, plástica y corporal).. Capacidades cooperativas (juegos colectivos

y tareas compartidas).. Capacidad creativa individual y colectiva

(oral, plástica y corporal).

Contenidos

Hemos resaltado los puntos más interesantesde los contenidos del DCB, presentes en La piedra deArmi (cuadro 1), que se desarrollan en esta unidaddidáctica a través de las actividades y propuestaspedagógicas que realizamos. Por otro lado, esta uni-dad cobra sentido en relación con el resto de activi-dades del curso y en la medida en que los objetivosgenerales que proponemos se conviertan en un re-ferente para la globalidad de la vida escolar.

Cuadro 1. Contenidos

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Área I. Identidad y autonomía personal

. Conflictos: observación, identificación,fórmulas de resolución positivas. Los oficios y las profesiones. Diversidad,características, funcionalidad para la vidacomunitaria

. Identificación y observación de distintosmodelos de comportamiento (a través delos personajes del cuento) y de los dife-rentes oficios y profesiones existentes enuna comunidad (tanto en los pueblos queaparecen en el cuento como en su propiocontexto, escuela, barrio...)

. Actitud de resolución positiva ante situa-ciones de conflicto. Apreciar que todos los trabajos y rolespueden ser asumidos por persona de unoy otro sexo

Área II. Descubrimiento del medio físico y social

. Textos orales de tradición cultural (cuen-tos, canciones). Estructura básica de un cuento o relato(presentación del contexto y de los per-sonajes, argumento o problema central,resolución final)

. Producción de mensajes mediante cual-quier sistema de expresión (corporal,plástica, gráfica y oral). Evocación y relato de hechos, cuentos, in-cidentes y acontecimientos de la vida coti-diana debidamente ordenados en el tiempo. Atención y comprensión de la narración,del cuento y otros mensajes. Desarrollo de habilidades lingüísticas ynarrativas. Imitación y representación de situaciones,personajes e historias sencillas, reales yevocados, individualmente y en pequeñosgrupos

. Gusto y placer por escuchar y mirar elcuento. Capacidad de escucha y atención ante lasopiniones o relatos de compañeros ycompañeras. Interés por participar en diálogos y con-versaciones respetando las normas querigen el intercambio lingüístico

Área III. Comunicación y representación

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Propuesta didáctica

PD

Metodología

Esta unidad didáctica se articula en torno a uncuento: La Piedra de Armi. El cuento, núcleo de tra-bajo en este caso, entra dentro de la categoría deactividades colectivas y, como tal, nos ofrece un es-pacio ideal para desarrollar hábitos de participacióny colaboración. A través de las actividades que giranen torno al cuento, se puede promover la pertenen-cia al grupo en condiciones de igualdad, en la me-dida en que cada pequeño escolar debe cooperar enacciones conjuntas al tiempo que afirma su identi-dad y enriquece sus habilidades individuales. Es im-portante procurar que el grupo se implique en la ac-tividad y que la considere placentera.

El tipo de actividades propuestas se orientan adesarrollar igualmente los aspectos de comunica-ción oral, de conocimiento de las pautas que rigenla lengua escrita, así como trabajos de plástica, deexpresión corporal y de dramatización.

La actuación docente consistirá en:. Despertar el interés por el cuento prepa-

rando un ambiente adecuado, alegre y mo-tivador que genere expectativas.

. Narrar el cuento de forma teatral para man-tener la tensión.

. Hacer ejercicios de memoria y de comunica-ción evocando distintos momentos delcuento.

. Ayudarles a expresar sus propias opiniones.

. Diversificar el tipo de actividades ofreciendodistintos canales de expresión: plástica, ver-bal, corporal, evitando la monotonía o exi-giendo un grado de concentración que nosuelen tener a esas edades.

. Ofrecer argumentos alternativos a aquellosen los que observemos reproducción de es-tereotipos de género y/o actitudes negativasante el conflicto.

. Formular preguntas dirigidas a facilitar la in-teracción entre el grupo, combinando mo-mentos en los que nuestra intervención seamayor con aquéllos en los que prime la es-pontaneidad de niñas y niños.

. Establecer puentes entre las actitudes frentea los conflictos que aparecen en el cuentocon los que habitualmente se manifiestanen el aula.

En relación al centro, es conveniente que el claustroacuerde seguir pautas de transversalidad asumiendoorientaciones comunes en la resolución positiva deconflictos y en el tratamiento de género. Propo-nemos que el claustro debata y, en su caso, queadopte algunas medidas tales como: una utilización

no sexista del lenguaje, el compromiso de trabajaren el aula los conflictos y su resolución positivas, elanálisis de los materiales didácticos desde una óp-tica coeducativa, el desarrollo de valores positivosen los niños y niñas independientemente de los es-tereotipos de género, etc.

Para hacer partícipes a las madres y los padres,proponemos convocar una reunión con ellos antesde trabajar esta unidad didáctica, en las que se lesda a conocer los objetivos que se pretende conse-guir y alentar su participación. Para ello, les dare-mos una fotocopia del cuento y les propondremosque en algún momento se lo cuenten a sus hijos ehijas. De esta manera, estaremos favoreciendo elque se sientan partícipes de la vida escolar.

TemporizaciónEn tanto que esta propuesta se corresponde con

planteamientos transversales no tendría sentido ofre-cer una temporización rígida. Los objetivos generalesse conseguirán si esta unidad no es un acto aislado,sino una parte de un proceso, una orientación cons-tante de nuestra intervención educativa tanto en elcentro como en cada aula. Es una actividad abiertaque puede tomar más o menos tiempo según las ca-racterísticas o necesidades del grupo, y que inclusopuede ser recurrente según el interés despertado porla narración o por las actividades sugeridas.

Cada docente, individualmente y en colabora-ción con el resto de maestros y maestras del ciclo, esquien debe asignar las actividades a su momentotemporal y acordes con la planificación del curso,en la que habremos contemplado espacios para: psi-comotricidad, plástica, juegos, música, lectura, etc.

El cuento: «La piedra de Armi»El cuento presenta a dos pueblos, Urdi y Larro,

en los que la vida cotidiana es casi idéntica; sólo sediferencian por el color: uno es rosa y otro azul.

Las acciones y los conflictos principales los de-sarrollan dos personajes que tienen el mismo oficio:sastre y modista. Ambos son excelentes en su tra-bajo. El muchacho vive en el pueblo rosa y la chicaen el pueblo azul. Son ambiciosos y quieren acapa-rar el trabajo de los dos pueblos.

La competencia los lleva a un conflicto que in-volucra a las personas de Urdi y Larro. Se estableceuna lucha brutal por conseguir la mágica piedra deafilar que posee Armi, que es la mejor tejedora delmundo: una araña. El enfrentamiento violento leslleva al caos. Afortunadamente, Armi es precavida yecuánime y les da una lección a los dos ambiciososque reconocen su error y se arrepienten. Se dancuenta de que compartir y colaborar es mucho másinteligente y beneficioso para todos.

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Propuesta didáctica

PD

LA PIEDRA DE ARMI

URDI es un pueblo normalito, ni grande ni pequeño, ni muy antiguo ni muy moderno, ni feo ni bonito. Nada destaca en Urdi y, sin embargo, esun pueblo especial. ¿Por qué? Porque es totalmente AZUL.

LARRO también es un pueblo... ¿cómo expresarlo? Bueno, diremos que Larro es un pueblo pueblo con panadería, carnicería, zapatería y hasta unaparada de autobús. Nada fuera de lo común. Pero, de todos modos, Larro es diferente. ¿Por qué? Porque es completamente ROSA.

Bien pensado, observado y remirado, yo diría que Uurdi y Larro se parecen muchísimo, que son casi hermanos gemelos. Un único matiz los dife-rencia, una características que ya conocéis y que disfraza y recubre todo su aspecto exterior: el COLOR. Ya os he dicho antes que Urdi es rosa yLarro es azul. ¡Ah, no!, ¡perdón!, al revés: Larro es rosa y Urdi es azul. ¡Así está bien!

Al fin y al cabo, ¡que más da!; excepto ese detalle sin importancia, son idénticos; son iguales sus carnicerías y sus escuelas, y sus ayuntamientos,y sus frontones, y también sus gentes. ¡Si es que parece que los hermanos y hermanas de los larrosanos y larrosanas viven en Uurdi! (y al con-trario, ¡por supuesto!).

¿Entramos en una casa de Larro para ver cómo vive y trabaja alguno de sus habitantes? ¿Sí? !Vamos allá! Les espiaremos desde detrás de esta ventana.

Ese chico que está sentado frente a su mesa de trabajo, cosiendo, tejiendo y cortando, se llama Sastre. Sastre de nombre y Sastre de primero ysegundo apellido. ¡Eso es! SASTRE SASTRE SASTRE. ¿De profesión?: sastre, claro.

Sastre es realmente un joven muy trabajador. Desde que amanece, está dale que te dale a la aguja y al hilo, y para cuando anochece, todavíacontinúa cose que te cose, corta que te corta.

¿Queréis saber algo más acerca de Sastre?

Pues os diré que también es un poco ambicioso, sueña con confeccionar trajes para yo que sé qué personas importantes de no sé que enormeciudad. ¡Cuánta ambición alberga el sastrecillo!, sin embargo, por ahora debe conformarse con coser sólo para los larrosanos y las larrosanas, ¡queno es poco! Nunca ha recibido encargos procedentes de fuera del pueblo color rosa ¡ni falta que le hace para vivir desahogado!

Sastre también es TERCO, muy terco, y tal vez por ello llegue alguna vez a coser para esos grandes señores y señoras de la inmensa ciudad. ¿COTI-LLA?, ¿que si es cotilla?, ¡mucho! Todo el pueblo le cuenta en secreto sus cosillas, asuntillos, problemillas y alegrías, y tan pronto como las escu-cha, las reparte entre las orejas de los lugareños y lugareñas.

¡Ah!, físicamente, ¿queréis conocer el aspecto físico del joven SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre? Os complaceré. Es rubio, pelo largo,delgado pero no débil, ni alto ni bajo, un pendiente en cada oreja, y varias pulseras en ambas muñecas y tobillos. Muy ordenado y cuidadoso.Derrocha buen gusto cuando confecciona trajes y vestidos, pero sobre todo es una persona dulce como el chupachús, azucarado con los anima-les que le proporcionan lana y cuero, y con las plantas que le dan hilo.

Bueno, menos rollo. Dejemos la casa de SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre, y caminemos por esta calle rosa en dirección a las afuerasde la ciudad. Pasemos bajo la arquería rosa y crucemos el puente rosa construido sobre el río rosa. !Ya hemos salido de Larro!

¿Que adónde vamos? ¡Adivinadlo! Claro que sí, ¡a Urdi, el pueblo azul!

El camino es sencillo, no tiene pérdida. Simplemente se trata de avanzar por el sendero rosa, y si, después de veinte minutos de marcha, se con-vierte en azul, ¡premio!, habremos encontrado la ruta que nos lleve a Urdi.

Y la hemos encontrado, sin apenas cansarnos. Y ya estamos en el interior del pueblo, entre sus casas y calles de color azul. ¿Vemos cómo viveuna urdiarra? ¡Adelante!, la observaremos desde esta puerta entreabierta.

Esa chica que no deja de cortar y coser sentada sobre una cómoda silla azul se llama Modista. MODISTA MODISTA MODISTA, ése es su nombrecompleto, el nombre y apellidos adecuados para una persona cuya profesión es... ¡modista!

Ya veis cómo es esta habitante de Urdi; trabajadora, muy buena trabajadora y, esto os lo diré yo, pues la conozco bien, también es impulsiva. Sialguien le dice que debe descansar un poco más, ella se enfada y lo echa de su casa gritando que nadie se debe entrometer en su vida. ¡Sí seño-ra, Modista tiene muy mal genio!

¿Ambiciosa? ¡Sí!, más que Sastre (al menos eso pienso yo). Ella no quiere ni desea confeccionar trajes y vestidos a las grandes señoras y señoresde la ciudad, ¡no, qué va! Ella quiere convertirse en la más grande señora, la más importante persona de la urbe. De momento tiene que confor-marse con coser hermosos vestidos para sus paisanos y paisanas, ¡que son muchos y le ayudan a vivir bien!

MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, es una joven chica de aspecto sano, alta, robusta, pelirroja y facciones muy lindas. Tienetambién dos generosas orejas, a pesar de las cuales no es nada cotilla. Toda persona que le encarga un trabajo queda satisfecha, ¡y es que es muybuena con el hilo, las agujas y las tijeras entre los dedos! Modista es habilidosa y ordenada, y, sobre todo, cariñosa; amante de los animales quele regalan cuero y lana, y de las plantas de las cuales extrae el hilo.

Bueno, pero ¡qué raro! Son las once de la mañana y MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, ¿abandona el trabajo? Parece enfada-da, muy enfadada. Pegaré el oído a la puerta para escuchar lo que grita:

«¡Maldita sea! ¡Mis agujas no pinchan, y mis tijeras no cortan!, y para colmo de males, ¡se me ha agotado la piedra de afilar! ¡Con el montón deencargos que me resta por acabar!»

¿Os podéis imaginar unas tijeras que no cortan y una aguja que no pincha? ¿Y una modista con unas tijeras que no cortan y una aguja no pin-cha? ¿Y una modista sin poder trabajar? ¿Y un pueblo sin modista? ¡Así, es normal que cualquiera de estar elegante desista! ¿Imagináis a todoslos habitantes de un pueblo sin un traje o vestido nuevo que ponerse en los días de fiesta? ¿Os lo imagináis, sí? Pues así es como estaba Urdi.

Las ferias estaban próximas y nadie quería vestir los desfasados atuendos del año anterior. Había que encontrar una solución y, mal que pesasea todos y todas, ésta se hallaba en el desconocido, aunque cercano, pueblo de Larro.

Uno detrás de otro, todos los habitantes de Urdi caminaron, primero por el sendero azul y después por el rosa, en busca de un sastre que les con-feccionase un elegante vestido para las fiestas.

Y se toparon con Sastre, y SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre, dijo a todos que sí, y les tomó medidas, y sacó las mejores telas de su

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Propuesta didáctica

PD

catálogo, y cosió, cortó y tejió día y noche durante quince largos días.

Tal fue el uso que dio a sus instrumentos que, durante la tarde del decimosexto día, las tijeras perdieron su filo yla aguja su punta. Sastre buscó una piedra con que poder afilarlas, pero no la encontró.

«¡Maldita sea!, las tijeras no cortan y la aguja no pincha. Y para mal de males, la piedra de afilar se ha desgasta-do por completo. ¡Tengo el almacén lleno de telas y la oficina repleta de pedidos!, pero, sin embargo, no tengoinstrumentos para trabajar».

¿Y os podéis imaginar unas tijeras que no cortan y una aguja que no pincha? ¿Y un sastre sin poder trabajar? ¿Yun pueblo sin sastre? ¡Qué desastre!

De este modo, los encargos llegados de Urdi no fueron satisfechos, y para colmo, también se acercaban las fiestasde Larro, y sus habitantes, por supuesto, querían estrenar nuevos vestidos y trajes.

¿Solución? Me temo que ahora no vamos a encontrar ninguna solución.

¿Qué me dice, señor escritor, dejamos ambos pueblos desnudos y damos por terminado el cuento?

– ¡No!– ¿Quien ha dicho ‘no’?– He sido yo, SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre.– ¡No!– Sí, sí, ya le he escuchado señor Sastre.– Perdone, señor Escritor, pero en esta ocasión he sido yo quien ha negado, MODISTA MODISTA MODISTA, de pro-fesión modista.– ¿Queréis decir que habéis encontrado la solución a este problema?– Sí, afirmaron Sastre y Modista al unísono.– Está bien. Contadme.– Que hable primero ella, podría copiar mi idea, dijo Sastre.– Lo mismo opino, replicó Modista.– De acuerdo, hablaréis los dos a la vez.– Le pediré a Armi, la araña, su piedra de afilar. Es mágica; nunca se acaba, crece cuando no se trabaja sobre ella,aclararon Modista y Sastre a la vez.

Acordarse de Armi y correr en dirección a su cabaña fue todo uno. Sastre apretó los dientes y aceleró el paso cuan-to pudo, ¡y hay que ver si pudo!; corría tan rápido que parecía no pisar el suelo. «¡Ajá! –pensó–. Esa modistilla nollegará a tiempo. Para cuando pueda decirle a Armi la primera palabra, yo estaré trabajando en el taller con la pie-dra de afilar en mi poder».

Pero, ¡oh sorpresa! MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, no era ni mucho menos coja, y si el sastreera veloz, ella corría como una gacela. Así pues, agotados, llegaron juntos a casa de Armi. Ésta, sorprendida, lespreguntó sin darles tiempo a respirar:

– ¿A qué se debe vuestra visita? No acostumbráis los habitantes de Larro y Urdi acercaros por aquí.– La piedra, dame la piedra de afilar. La necesito –respondieron Sastre y Modista todavía jadeando.– Sólo tengo una piedra, pero, sin embargo, a gusto la compartiré con vosotros. Ya sabéis que se trata de una rocade afilar mágica, crece por sí sola. Habrá suficiente para los tres, así que la repartiremos, y aunque en principio lospedazos puedan parecer pequeños, si la dejáis descansar durante unos días aumentará su tamaño.– ¡No, no, no!, ¡ni hablar! –repuso Sastre–; necesito la piedra entera y ¡ahora! No me basta con un pedazo. Tengomucho trabajo pendiente y, por lo tanto, no puedo dejar que repose.– Lo mismo digo, añadió Modista. Me la darás a mí, y para que veas que no soy persona desagradecida, una vezhaya cosido todos los trajes y vestidos que me han sido encargados, y me hayan pagado por ello, te obsequiarécon una gran bolsa de monedas de plata.– ¡Menudo agradecimiento más rácano! –replicó Sastre. Yo, además de una bolsa llena de monedas de plata, teconfeccionaré la tela de araña más hermosa que jamás hallas soñado, ¡será para ti un palacio!– Pero, decidme, contestó Armi, la araña. ¿Para qué necesito yo una bolsa de monedas de plata, si aquí en el campovivo feliz con lo que tengo, y nunca me falta de nada ¿Para qué necesito una hermosa tela? Yo soy una araña ypuedo fabricar la que más me convenga. Además, ya tengo una preciosa tela, y vivo encantada sobre ella.

Sastre y Modista, muy impacientes, no quisieron dedicar ni un segundo más a aquella charla y, sin pensarlo un ins-tante, se abalanzaron sobre la piedra de afilar.

Fueron tantos los mamporros, codazos, puñetazos, patadas, rodillazos, bofetadas, !Huys! y !ayes!, que se repartie-ron, que poniéndolos todos, uno encima de otro, se hubiese podido construir una columna más alta que la torrede la iglesia de cualquiera de sus pueblos. Tras media hora de combate, Sastre y Modista cayeron extenuados alsuelo, de espaldas, mirando hacia el cielo, sin poder abrir los ojos, que tenían llenos de moratones.

El resultado de la pelea, técnicamente hablando, fue un EMPATE (aunque yo, más bien, diría que los dos salieronperdiendo).

Entre quejidos y expresiones como «¡Huy, que mal me encuentro!», Sastre y Modista se levantaron y caminaron (yodiría que se arrastraron) en dirección a sus respectivos pueblos, no sin antes prometer, de muy mal genio, que vol-verían en busca de la piedra de afilar.

Una vez que los dos contrincantes desaparecieron por el horizonte, Armi, muy asustada, cargó sobre su espalda lapiedra de afilar y huyó hacia el monte, allí donde nadie la pudiera encontrar.

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Propuesta didáctica

PD

Cuando MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, llegó totalmente magullada a Urdi, los vecinos le pre-guntaron qué le había sucedido. Y ella mintió. Dijo que Sastre había empleado malas artes, que la había atacadocon una gran jauría de perros, pero que, aun así, ella había podido defenderse y no había permitido que Sastre sellevará la piedra de afilar. «¡Así se hace!», le animaron sus vecinos, y después se enfadaron, y se indignaron, y mástarde se organizaron para ir en busca de la preciada piedra.

Y cuando SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre, llegó totalmente magullado a Larro, sucedió lo mismo queen Urdi. Larrosanas y larrosanos le animaron diciendo «¡Así se hace!», y después también se enfadaron, y se eno-jaron e indignaron muchísimo, y más tarde se organizaron para ir en busca de la codiciada piedra.

A la mañana siguiente, muy temprano, los habitantes de Larro y Urdi se encontraron frente a frente junto a lacabaña de Armi. No faltaba nadie; jóvenes y adultos, niñas y niños, ancianos y ancianas. Estaban todos. Pero nohallaron a Armi, ni tampoco la piedra de afilar. Y unos pensaron que se la habrían llevado los otros, y los otrospensaron que se la habrían llevado los unos.

Todas las personas allí reunidas se pusieron rojas de ira. Se enfadaron aún más. Estaban indignadísimas, enojadísimas.

Y se pelearon, y fue tan enorme la cantidad de !ayes! y !huys!, mamporros, tortazos, patadas, puñetazos, codazosy rodillazos que se repartieron, que si todos ellos se hubieran apilado, hubiesen construido una montaña tan altacomo el Gorbea.

La batalla terminó cuando a la última habitante de Urdi no le quedó ni un ápice de fuerza para propinar el últi-mo castañazo.

Estaban todos tan mal, tan destrozados, tan cansados y abatidos, que tardaron varios meses en reponerse y curar-se. Y abandonaron los campos, no recogieron las cosechas y pasaron hambre. Las vacas y las ovejas se escaparonde los establos, se quedaron sin leche y no pudieron hacer queso. Y pasaron más hambre. Los maestros y maestrasno acudieron a la escuela, y los niños y niñas no aprendieron a leer ni a escribir. Y el médico estaba tan malito enla cama que no curó a los enfermos. Y los albañiles, sin fuerza para coger un solo ladrillo, no pudieron impedirque las casas se derrumbasen.

¿Y Armi? Armi salió de su escondite después de terminar la batalla. Observó el fatal estado en que habían queda-do los peleones y peleonas, se puso muy roja y se indignó más que todos los habitantes de Lardo y Urdi juntos.Tenía un enfado tan grande que no le cabía en su tela de araña, y con el peso del enfado la tela se rompió, y Armise fue. Se fue lejos, allá donde nadie conociese los pueblos de Urdi y Larro.

Pero les dejó un recuerdo. En aquel lugar donde el camino rosa se volvía azul, y el azul se tornaba rosa, pintó ungran cuadrado de color verde y sobre él colocó la piedra.

Avergonzados y avergonzadas los vecinos y las vecinas de Larro y Urdi, lloraron por lo sucedido. Lloraron días ynoches enteros. Lloraron tanto que sus lágrimas se unieron dando vida a un caudaloso río que en su correr borróel rosa y el azul de las casas, calles y plazas, dando un nuevo, brillante, desconocido e igual color a ambos pue-blos. Alcanzó tal fuerza el discurrir de sus aguas que arrastró envidias, odios y rencores.

Todas y todos bebieron del río y recuperaron las fuerzas. Con sus aguas regaron los campos, los cuales, agradeci-dos, les regalaron copiosas cosechas. Vacas y ovejas volvieron a dar leche. Maestros, maestras, niños y niñas regre-saron a la escuela. Sanó el médico y curó a los enfermos. Sanaron los albañiles y reconstruyeron las casas.

Y Armi, contenta, regresó a su vieja guarida.

Sin embargo, nadie volvió a afilar sus agujas y tijeras sobre las paredes de la piedra, y creció tanto, tanto, que sehizo visible, sin gafas, desde cualquier lugar de los alrededores, recordando a sus gentes la historia tan penosa ytriste que un día protagonizaron.

Propuesta de actividades y orientacio-nes para la intervención pedagógica

Las actividades que se proponen son algunasentre otras muchas posibles. Para desarrollar estaunidad no es necesario poner en práctica todas lasactividades ni seguir forzosamente el orden en quelas presentamos, a excepción de la preparación, mo-tivación y el acto mismo de narrar la historia.

El tipo de trabajos que acompañan al cuentoLa piedra de Armi se pueden aplicar a casi todos loscuentos infantiles, sean clásicos o actuales.

Preparación-motivaciónLa persona adulta deberá leerse el cuento y

conocerlo con todo detalle y ensayar su narración olectura, sobre todo en los aspectos más teatrales,como la modulación de la voz o la gesticulación que

hace al cuento emocionante y atractivo, además desubrayar los aspectos más importantes para la com-prensión y memorización de acciones o secuencias.

También es conveniente preparar una am-bientación de aula creando decorados o paneles conmotivos alusivos al cuento.

Los móviles de los que colguemos perfiles decada pueblo, los personajes principales (modista-sastre-Armi) u objetosm como tijeras, máquinas decoser, la piedra mágica, etc., pueden ser objetosmuy atractivos para decorar y para trabajos poste-riores.

Debe crearse un espacio cómodo y recogidodonde niñas y niños formen un corro alrededor delcuentacuentos.

Cantamos una canción, la conocida melodía de«¿Dónde están las llaves?», en la que aparecen algunospersonajes del cuento (figura 1).

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Propuesta didáctica

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Para movernos un poco antes del cuento, seles puede proponer imitar el movimiento de laaraña.

Actividad central. Narrar el cuento. Exponer un relato memorizado, acompañado

de gestos teatrales y modulación de la vozpara crear emociones diversas.

. Leer un relato, que tendrá las mismas carac-terísticas del anterior, pero servirá para fa-miliarizar el oído a las estructuras del len-guaje escrito.

. Ambas formas de relatar pueden estar apo-yadas por la secuencia de ilustraciones queacompañan el cuento. Estas láminas tendránque ser coloreadas por la profesora o el pro-fesor (Urdi, azul; Larro, rosa; el cruce de ca-minos, verde) (véanse las láminas 1-10 de laspáginas 94, 95,. Se puede hacer, también,una serie de diapositivas que proyectamosdurante la narración.

. Realizar títeres, que, además de cumplir unafunción narrativa, tienen una gran atracciónteatral y pueden apoyar otras actividades.

Diálogo y expresión oralEvocar y recordar. Se trata de favorecer las in-

tervenciones de niñas y niños, para lo cual se lespuede pedir que recuerden partes de la historia, quedescriban personajes o que evoquen los momentosmás emocionantes. En ocasiones primará la espon-taneidad en las intervenciones y, otras veces, habráque incentivarles con preguntas. Para ello convienecrear un ambiente de libre participación; el docenteiniciará la descripción, pero intencionadamente ladejará incompleta para que sean los propios niños yniñas quienes colaboren en la definición final decada personaje.

Además de cuestiones como la capacidad deexpresión verbal, la riqueza de vocabulario, el ordenen la exposición de ideas, etc., a través de esta acti-vidad podemos percibir si recurren a caracterizacio-nes estereotipadas o si, por el contrario, representanmodelos variados (mujeres albañiles, papás cui-dando niños...).

Como complemento de esta actividad, el pro-fesor o la profesora podrá dirigir una sesión de con-traste entre las distintas versiones producidas porniños y niñas. Esta sesión será colectiva, dirigida por

el docente a partir de la observación que haya reali-zado del trabajo individual anterior. Formando partede esta idea, se puede inducir la comparación consus referentes cotidianos reales: los habitantes ypersonas del entorno cercano, las profesiones queconocen...

Vamos a contar el cuento. Se trata de quecada escolar reconstruya el contenido del cuentocon sus propias palabras, atendiendo a sus aspectosfundamentales: descripción de la situación inicial,problema que se les plantea, búsqueda de solucio-nes, desenlace final.

Esta actividad puede ser realizarda individual-mente o con pequeños grupos de cuatro o cinco ni-ños y niñas, estableciendo turnos para que todostengan tiempo de contar su versión. Podemos dedi-car unos 20 minutos a esta actividad en algunas se-siones, mientras el resto del grupo se ocupa de otrastareas, hasta que finalmente toda la clase haya par-ticipado.

Esta tarea nos permitirá conocer en qué mediahan interiorizado los aspectos más relevantes de lahistoria que se relata en el cuento al tiempo que ob-servar las destrezas adquiridas en cuanto a com-prensión y exposición.

Inventamos el final del cuento. Se trata de eli-minar la última parte del relato, desde el momentoen que sastre y modista llegan donde está Armi, enbusca de una solución para sus respectivos proble-mas. A partir de ahí, serán las niñas y los niños quie-nes tengan que crear el final de la historia, lo queequivale a decir que serán ellos quienes buscaránuna solución al conflicto planteado. En el caso delos más pequeños (3-4 años), la actividad será oral;sentados en corro, irán surgiendo ideas y propuestaspara concluir el cuento con distintas alternativas.

En el caso de los mayores (5-6 años), niñas yniños se reunirán en pequeños grupos para inventarel final. Todo el grupo tendrá que estar de acuerdocon el tipo de solución que imaginen y tendrán querepartirse entre ellos los papeles para hacer despuésuna pequeña dramatización.

Actividad de dramatizaciónActividad libre en su contenido. Nuestra inter-

vención se limitará a apoyarles a la hora de prepararla escenificación: orientaciones para los diálogos,elección de vestuario, montaje de un pequeño esce-nario. Con pinturas para maquillaje, trapos viejos ycartulinas de colores pueden disfrazarse de modista,de sastre, de Armi, de habitante de uno u otro pue-blo, etc. Una vez disfrazados representarán una ovarias versiones del cuento.

Cuando las dramatizaciones hayan terminado,sería conveniente dedicar un espacio a hablar sobre

Figura 1. ¿dónde están las llaves?

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Propuesta didáctica

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las escenas representadas, sobre los disfraces, sobrelo que más les gustó, lo que les dio más miedo o másalegría, etc.

Títeres. Ésta es otra actividad expresiva quepueden realizar con nuestra apoyo. Para ello tendre-mos que ayudarles a construir el guiñol. Nece-sitamos una caja de cartón grande que recortare-mos y pintaremos. En la decoración del escenariopodemos trabajar con telas para simular cortinas ypedirles que hagan dibujos que aludan al cuento re-cortados en papeles de colores. Para hacer los títeresde los personajes principales (Armi, Sastre yModista) podemos emplear papel, yeso, retales detelas y lanas. Para representar a los ciudadanos yciudadanas de Larro y Urdi, podemos emplear dosguantes (uno rosa y otro azul) en cuyos dedos pin-taremos rostros diferentes.

Una vez elaborado todo el material necesario,la representación del guiñol corre a cargo de losadultos (la maestra y el profesor de apoyo), quienescontarán el cuento tal como es o según las distintasversiones que niños y niñas hayan elaborado.

A los escolares les puede resultar más difícilser ellos quienes representen la narración mediantetíteres, pero siempre pueden utilizarlos como perso-najes a quienes contar el cuento o protagonistas dealgunos diálogos.

Actividades gráficasVamos a dibujar. Se trata de una actividad in-

dividual que puede tener dos variantes. La primeraes pedirles que dibujen determinados elementos delcuento (protagonistas, objetos, pueblos); la se-gunda, que dibujen aquello que más les ha llamadola atención. En esta última opción, pueden tenermás dificultades expresivas, porque es más compli-cado representar una situación que un personaje.Sin embargo, independientemente de la calidadplástica, lo más interesante es que verbalicen lo quequieren representar.

La maestra o el maestro, en colaboración conel profesorado de apoyo, puede ir paseándose porlas mesas para observar el trabajo individual, aten-der a sus explicaciones y a los requerimientos quenos hagan.

Una vez finalizado el trabajo, cada niño y niñapegarán su dibujo en un mural, que habremos pre-parado previamente, y explicará, por turnos, al restodel grupo el significado de su dibujo.

El dibujo cooperativo. Para realizar esta activi-dad reuniremos a niños y niñas en grupos pequeños(de 3 ó 4), y tras pedirles que dibujen y pinten indi-vidualmente lo que quieran en relación con elcuento, les repartiremos una hoja de papel a cadauno, pero sólo dos pinturas por grupo. Si nos piden

más material, justificaremos la escasez de éste. Durante el desarrollo de esta actividad observa-

remos la forma como encaran el conflicto, prestandoatención a las posibles distintas formas de resolverlo:acaparar/compartir, respetar turnos, recurso a laagresividad, un solo dibujo entre todos, etc.

En este caso, no sólo podemos ver qué gradode creatividad e imaginación invierten en resolver elpequeño problema planteado, sino que, además, nosda la posibilidad de apreciar si se manifiestan algu-nos de los comportamientos que señalan algunasinvestigaciones y que relacionan el género con lasactitudes ante el conflicto (conductas más agresivasen los niños, recursos verbales y emocionales en lasniñas), etc.

Una vez finalizada esta actividad, sentados encorro evaluamos conjuntamente cómo ha transcu-rrido. Por turnos, cada grupo expone qué soluciónacordaron en cada caso y cómo llegaron hasta ella.Por nuestra parte, haremos preguntas para que ex-presen cómo se sintieron, en qué medida encontra-ron satisfactorio el resultado y (a la vista de lo ma-nifestado por todos los grupos) cuáles creen quehan sido las mejores soluciones.

Actividades complementariasSugerimos una serie de actividades posibles que

se pueden realizar con el apoyo de las ilustracionesdel cuento La Piedra de Armi que aparecen dentro delmaterial del alumnado (láminas 1 a 10, pp. 94-96).

Opción del maestro o de la maestra:. Fotocopiar las ilustraciones en DIN A-3, co-

lorearlas y construir un libro gigante paraque, además de que sirva de apoyo a la na-rración del cuento, atraiga la curiosidad delos niños.

. Fotocopiar los dibujos sobre cartulinas DINA-4 y distribuir un paquete completo a cadaescolar para colorear.

. Pasar cada ilustración en orden para que ni-ños y niñas narren la historia a su manera.Podemos registrar en casete cada versión y,posteriormente, transcribirla y devolvérselaa todos los alumnos. De esta forma, uniendoel texto creado por ellos y los dibujos quehan coloreado, tendrán su propio cuentocontado con sus palabras.

. Pasar la secuencia en desorden para que laordenen o para que estructuren una historiadiferente.

El dominó. En el material del alumnado (lámi-nas 11 y 12, página 96), aparecen dos juegos de se-mifichas de dominó. Cada semificha presenta la cara

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de una persona (tres hombres y tres mujeres) y seisobjetos (máquina de escribir, fregona, pala, estetos-copio, destornillador y cazuela). El trabajo que niñosy niñas tendrán que hacer será:

. Recortar cada una de las fichas y colorearlas.

. Pegar en cartulinas las fichas completas segúnasociación libre: una persona y un objeto.

. Explicar por qué han hecho esa asociación.

La idea de esta actividad es descubrir si las asocia-ciones persona-objeto que realicen responden o noa esquemas estereotipados. Nuestra intervención lesayudará a expresar sus opiniones e irá dirigida aofrecer modelos de contraste, haciendo nuestraspropias asociaciones no estereotipadas y, al igualque ellos, comentándolas.

Siluetas. Para realizar esta actividad necesita-mos hacer fotocopias ampliadas de las fichas corres-pondientes (lámina 13, página 97 ). En ellas apare-cen una serie de personajes (hombre, mujer, niño,niña), y objetos que pueden ser asociados bien conprofesiones bien con juegos infantiles (camión, je-ringuilla, ordenador, pala, ...). Una vez que dispone-mos del material, le repartimos un juego completo acada grupo de niños y niñas para que recorten y co-loreen cada dibujo. Terminadas estas tareas les pedi-mos que asocien, como ellos quieran, cada perso-naje con uno o varios objetos. Cuando hayan aca-bado, cada grupo tendrá que explicarle al resto quéasociación han hecho y por qué. Pueden seguir unesquema muy sencillo: quiénes son, dónde están yqué hacen.

Al igual que en el caso anterior, queremos ob-servar en qué medida realizan asociaciones condi-cionadas o no por estereotipos de género. Tendre-mos que ayudarles en las argumentaciones que ex-pliquen cada asociación y contrastarlas con las quehagamos nosotros, que responderán a modelos noestereotipados.

El mural compartido. Es una actividad colec-tiva cuyo objetivo prioritario es contribuir al apren-dizaje de la colaboración; el mural sólo se terminaen la medida en que cada niño y cada niña hayacumplido la tarea encomendada.

Le presentamos al grupo la lista de las tareasque hay que realizar, de manera que cada escolar es-coja aquella que le pueda resultar más atractiva: di-bujar, colorear, recortar, pegar... Una vez selecciona-das, distribuimos el material y nos ponemos a trabajar.

El tema del mural es libre, y queda a eleccióndel maestro o la maestra o bien del propio grupo. Sepuede recurrir al relato que aparece en el cuento o aalgunas de las cuestiones que se han trabajado enlas actividades anteriores (profesiones). Lo impor-tante en este caso no es tanto el contenido como

que al final valoren la importancia de colaborar entareas comunes.

Hemos ejemplificado esta actividad con la re-alización de un mural, pero cabrían otras posibilida-des que cada docente puede valorar en función desu facilidad o pertinencia. Por ejemplo, construiruna casa en la que combinemos trabajos en cartónpiedra con otros en barro, plastilina, cartón, telas,cartulinas, etc.

Compartimos nuestros juguetes. Cada dos se-manas, cinco niño y niñas llevarán a clase un ju-guete suyo, de su propiedad, para compartirlo consus compañeros. Transcurrido ese tiempo, recuperansus juguetes y se los llevan a su casa. Así, hasta quetodo el grupo haya participado. Cada vez que lle-guen los nuevos juguetes dedicaremos un tiempo aque cada protagonista explique qué juguete es, porqué es su preferido, si lo lleva consigo cuando va deviaje, cómo juega con él, etc. Tras esta introducciónlo pone a disposición de la clase.

Para el desarrollo de esta actividad nos encar-garemos de explicarles previamente en qué consistey de puntualizar que no vale cualquier juguete, sinoaquellos que sean sus preferidos.

También, mediante una carta en la que expli-quemos los objetivos de esta actividad, podemos re-cabar la colaboración de padres y madres, quienespueden ayudar a sus hijos a seleccionar el jugueteque llevarán al aula, aun cuando intentemos queprime la voluntad infantil a la hora de elegirlo.

Con esta sencilla actividad intentamos seguirprofundizando en la idea de compartir. Los niños yniñas escolarizados están acostumbrados a que elconjunto del material de que dispone el aula y elcentro sean de uso público. Por este motivo, y auncuando se puedan generar pequeños conflictos, enalgunos momentos, por la posesión de un juguete,los niños y niñas son conscientes de que todo elgrupo tiene el mismo derecho de usufructo. Sin em-bargo, esto puede complicarse cuando, como en estecaso, la sensación de propiedad está más enraizada.

Puede ocurrir también que un determinadojuguete sea más deseado que otros. En ese caso,nuestra intervención se orientará a hacerles ver quetodos ellos son atractivos; la mejor forma de conse-guirlo es nuestra participación activa jugando conellos. También, para evitar la pérdida de interés porlos juguetes, podemos ofrecerles la posibilidad deque los vayan cambiando cada cierto tiempo.

Evaluación

El modelo de evaluación que proponemos enel cuadro 2 intenta, sobre todo, ser un instrumento

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útil para el profesorado en dos niveles. El primeronos permite valorar los cambios producidos en elalumnado, individualmente y como grupo clase. Elsegundo, nos informa sobre aspectos referidos alámbito de intervención docente: grado de consecu-ción de los objetivos planteados, idoneidad de lametodología aplicada, pertinencia de las actividadesdesarrolladas y autovaloración de nuestro trabajo.

La observación directa constituye una de lasherramientas fundamentales a la hora de evaluar.Otros instrumentos son:

. Los dibujos, murales, títeres, disfraces o na-rraciones realizadas por niños y niñas.

. Casete para registrar el habla o la secuencia-ción narrativa.

. Vídeo para registrar el guiñol u otras activi-dades.

. El diario de clase donde registraremos lasevoluciones de cada uno y las del grupo.

Especialmente interesante será reseñar los posiblescambios que se den entre las actitudes de coopera-ción iniciales del alumnado y las manifestadas conposterioridad. Sin embargo, el grado de consecu-ción de los objetivos generales referidos a coeduca-ción y educación en el conflicto tendrán que serevaluados a largo plazo, ya que constituyen metaseducativas que sólo se conseguirán en concordan-cia con planteamientos globales para el conjuntode la etapa.

ABAD, M.L.; AGUILAR, M.I. (1996): Coeducar na educación infantil. Vigo. Edicións Xerais de Galicia.BETTELHEIM, B. (1977): Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona. Crítica.BORTOLUSSI, M. (1985): Análisis histórico del cuento infantil. Madrid. Alhambra.DAVIES, B. (1994): Sapos y culebras y cuentos feministas. Los niños de preescolar y el género. Madrid. Cátedra.GIL GÓMEZ, A. (1995): «Racionalidad, feminismo, mundo y violencia» en Martínez Guzmán, V. (ed.): Teoría de la paz.Valencia. Nau Llibres, pp. 185-193.MIEDZIAN, M. (1996): Chicos son, hombres serán. Cómo romper los lazos entre masculinidad y violencia. Madrid.Horas y Horas. NICHOLSON, J. (1987): Hombres y mujeres. ¿Hasta qué puntos son diferentes? Barcelona. Ariel. PROPP, V. (1981): Las raíces históricas del cuento. Madrid. Fundamentos.

Referencias bibliográficas

Cuadro 2. Evaluación

Evaluación del alumnado

Indi

vidu

al

Eval

uaci

òn d

e di

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Gru

po-C

lase

Auto

eval

uaci

ón

Evaluación del profesorado

. Se interesa por el cuento. Escucha con atención. Comprende el relato. Identifica el conflicto. Expresa sus sentimientos, emociones y afectos. Representa modelos no estereotipados. Se explica de forma ordenada. Participa y colabora en las tareas de grupo. Es imaginativo a la hora de buscar soluciones alternativas a losconflictos. Es capaz de compartir

. Se forman grupos mixtos chicos/chicas de manera espontánea. Colaboran por igual en las tareas colectivas. Muestran interés por las actividades. Se establecen relaciones positivas entre ellos. Resuelven los conflictos de forma positiva

. Interés de la metodología propuesta. Pertinencia de las actividades previstas. Viabilidad de aplicación de las actividades planteadas. Grado de correspondencia entre objetivos y actividades. Flexibilidad del diseño (facilidad/dificultad de introducir cambios). Idoneidad de la propuesta para promover el interés del alumnado

. Cooperación entre el profesorado. Grado de autoimplicación personal. Capacidad de motivación del alumnado. Dificultades que han aparecido. Cambios efectuados durante el proceso. Aportación de elementos conflictivos. Presentación de modelos variados, no estereotipados. Capacidad de coordinación entre los diferentes elementos aporta-dos por cada grupo de trabajo. Valoración explícita del esfuerzo individual y colectivo. Grado de satisfacción con la unidad

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Lámina 1

Lámina 2

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Lámina 3 Lámina 4

Lámina 5 Lámina 6

Lámina 7 Lámina 8

Lámina 9 Lámina 10

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Lámina 11

Lámina 12

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