LA PRECARIZACIÓN LABORAL DE LOS ESTUDIANTES Y PROFESIONALES DEL DERECHO

Preludio

El presente texto, intenta despertar la conciencia colectiva de los profesionales del derecho, como así

también de los aspirantes a laurearse en dicha área. Para esto, y posiblemente en exceso, impregno

constantemente de cargas subjetivas la temática, a los fines de despertar emociones a favor y en contra o al

menos, reflexionar sobre una temáticas tabú en nuestra profesión.

LA SED DE CONOCIMIENTOS: EL ABOGADO ES

LOBO DEL ABOGADO

A. Introducción: Los ingredientes de la receta

Brevemente intentaré analizar cuáles son, a mí criterio, las raíces que dan origen al problema que

actualmente enfrentamos.

1. La superpoblación del área

Según cifra oficiales del “Centro de Estudios de Educación Argentina”, pese a existir actualmente en el

país 106 carreras de grado universitarias, y más de 1.500 carreras en todo el país1, cada año se gradúan:

casi cuatro abogados por cada ingeniero;

casi 11 economistas y contadores por cada especialista en ciencias agropecuarias;

44 médicos por cada físico, y

177 psicólogos por cada estadístico.

He aquí, las carreras clásicas.

Respecto de nuestra profesión, actualmente2 existe un abogado matriculado cada 276 personas en el país

(41.450.000 de habitantes y más de 150.000 abogados), egresando 6.000 nuevos abogados por año solo en la

UBA y 190.000 alumnos cursan abogacía en todo el país y 42.000 se concentran en la Universidad de Buenos

1 Libro: “La guía del Estudiante” de Juan Lazara, Universidad Nacional de Buenos Aires2 Dossier, Artículo “La abogacía de las Américas en Números”, Págs. 1 y 2

1

Aires (UBA). Dicha estadística aumenta o disminuye en determinados lugares del país sin lugar a dudas,

teniendo en cuenta la cantidad de universidades que expidan el título y su población.

La Ciudad de Córdoba, actualmente, es uno de los lugares con mayor súper población de abogados en el

país, mientras que su ciudad capital, la capital nacional de la súper población, teniendo en cuenta los habitantes

del lugar. En Córdoba Capital, en estadísticas extra oficiales, con una población de aprox. 1.500.000 habitantes

y 11.000 abogados matriculados, se obtiene un total de un abogado cada 136 personas (1/136), es decir, más del

doble es el índice de superpoblación respecto del resto del país.

SUPERPOBLACIÓN DE ABOGADOS A NIVEL NACIONAL3

Provincia o distrito

Cantidad de Abogados

Matriculados (aún activos)

Cantidad de habitantes por

abogado

Total del País 133.470 272

1. Capital Federal 38.921 71

2. Córdoba 12.635 243

3. Santa Fe 10.075 298

4. Buenos Aires 43.386 319

5. San Juan 1.788 346

6. Tierra del

Fuego 276 364

7. Corrientes 2.529 386

8. La Pampa 742 403

9. Tucumán 3.195 419

10. Entre Ríos 2.690 431

11. Mendoza 3.651 439

12. Chubut 907 441

3 Libro: La guía del estudiante, Autor: Juan Antonio Lázara. Nota: 1) Hace referencia a cantidad de abogados matriculados aún activos, pues por ejemplo: Córdoba Capital, tiene casi 40.000 matriculados, pero de los mismos, solo existen unos pocos aún activos con matrícula 20.000, sumado a todos aquellos que por "x" motivo han dejado de ejercer.2) Se trata de una estadística posiblemente basada en el censo de población 2010, pues del cálculo que surge de la cantidad de habitantes del país y de la cantidad de matriculados, el resultado da un abogado cada 310 personas. Sin embargo, dado al crecimeinto exponencial de las universidades privadas en todo el país, las cuales en su gran mayoría cuentan con la carrera de derecho, me temo que el nro. de abogados en realidad ha aumentado en proporción a la población, siendo posiblemente de un abogado cada 260 personas, datos que por supuesto, no poseo.

2

13. Santa Cruz 434 464

14. Rio Negro 1.193 467

15. San Luis 791 471

16. Chaco 2.012 489

17. La Rioja 591 491

18. Neuquén 675 542

19. Salta 1.960 566

20. Catamarca 598 568

21. Misiones 1.555 620

22. Formosa 726 670

23. Jujuy 910 672

24. Santiago del

Estero 1.160 693

Respecto del acceso al poder judicial, sólo el 30 % de los empleados son abogados, mientras que del total

de los profesionales egresados, sólo el 10% de los abogados argentinos trabaja en el Poder Judicial.4

La antigua creencia de que una persona con un título universitario tiene asegurado el futuro (“m’ijo el

dotor”), tiene claramente su excepción en nuestra rama profesional. Estamos viviendo la peor súper población

de la matricula en Derecho a nivel nacional e internacional, lo cual produce serios problemas en el ejercicio de

la profesión por el exceso de oferta en el mercado laboral, sin contar el alto porcentaje de abogados que no se

matriculan y quedan fuera de la estadística. En síntesis, es palpable la escasa salida laboral, habiendo pocos

puestos y muchos candidatos.

Si a esto le sumamos:

Falta experiencia profesional.

Falta de recursos económicos del recién recibido.

Elevado costos de los cursos de capacitación de calidad (vg. Posgrados, cursos en general,

diplomaturas etc.)

Es fácil arribar a la siguiente afirmación: Los estudiantes y egresados se encuentran en desventaja

frente a los colegas más experimentados en un mercado laboral que no da segundas oportunidades.

4 “Los mitos de las carreras universitarias” artículo de Juan Antonio Lazara, Link: http://www.estudios.com.ar/novedades/los-mitos-de-las-carreras-universitarias/

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2. La laguna del derecho

Actualmente, no existe normativa nacional que regule la situación laboral de los estudiantes o abogados Jr.

en relación de dependencia, ante lo cual, claramente debería regir la ley de contrato de trabajo, el salario

mínimo vital y móvil, las jornadas laborales permitidas, el pago de horas extras, etc. Solo podemos encontrar

algunos proyectos que han quedado en la nada.

En Córdoba, el código arancelario (Ley 9459), contempla en su artículo 12 in fine, establece que un

abogado en una contratación de renta periódica, donde el contratado no tiene derecho a cobrar honorarios de los

clientes que atiende, tiene derecho a cobrar como mínimo 30 IUS mensuales, y que cualquier suma inferior a

dicho monto, debe ser equiparada al monto mencionado. Por supuesto, dicha norma deja fuera:

A los estudiantes

A los abogados no matriculados

A los abogados que cobran porcentajes, por más mínimos que sean

La jurisprudencia nacional5, ha establecido la aplicación de la Ley de Contrato de trabajo respecto de los

profesionales del derecho en relación de dependencia. Sin embargo, cabe destacar la dificultad de ejercer dichas

acciones entre colegas, pues denotan una “falta de códigos grave entre colegas” que difícilmente sea perdonada

por la comunidad jurídica, la cual demuestra ser corporativista en dichas cuestiones, pero no al defender los

derechos de los jóvenes aspirantes al título o noveles matriculados o no.

3. Las falencias y vacíos en la formación académica y los cursos sobre el ejercicio profesional

Antes de violentar innecesariamente a nadie, aclaro que no busco criticar destructivamente los esfuerzos

de cualquier institución por capacitar a los estudiantes o profesionales, sino, por el contrario, hacer visible la

falta de énfasis en las cuestiones prácticas referidas al ejercicio.

Una famosa frase reza: “la experiencia es el peine que te da la vida cuando te quedas pelado”, en este caso,

no es la excepción.

Actualmente, las casas de altos estudios han incorporado materias tales como “práctica profesional”,

“Talleres de análisis de jurisprudencia”, entre otros, relativos a la vida profesional futura, pero los mismos

suelen depender del desempeño del docente que de la currícula y su experiencia en el ejercicio profesional, los

cuales suelen ser en un ámbito y/o el otro, deficitarios.

Sin embargo, siempre quedarán al margen de dichas materias teóricas:

los usos y costumbres de los juzgados (jergas procesales, modus operandi, peculiaridades de cada

juzgado, etc.), como también de los montos que suelen cobrarse o las modalidades y tiempos de

exigir los pagos, confección de planillas, cuantificación, etc..

el trato y manejo con el cliente y la contraparte,

5 Fallo: C., L. M. c. .S., M. M. s/ despido, Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, sala II4

los rudimentos básicos de los distintos foros y su ubicación, etc.

Los cuales no son contenidos conceptuales en la mayoría de los planes de estudios universitarios.

Dicha experiencia, al parecer puede conseguirse solo en la experiencia de avezados juristas, en cursos de

capacitación pagos o en el don de la paciencia para adquirir experiencia por nuestros propios medios, después

de todo, al parecer la opción es seguir un camino o hacerse camino al andar.

Excepcionalmente en algunas universidades, que son las menos, se han implementado programas de

simulación del ejercicio de la profesión, las cuales son guiadas por los docentes y por la utilización de

elementos reales de la práctica profesional, como también las consultorías gratuitas, las cuales son encabezadas

por profesionales matriculados y seguidas como practicas profesionales con clientes reales por los estudiantes.

Sin embargo, dichas iniciativas son las menos y de carácter excepcional.

Respecto de los colegios profesionales y las comisiones de jóvenes abogados, estas nada pueden hacer si

nosotros toleramos mansamente los abusos varios que sufrimos como noveles practicantes. Excepcionalmente

en algunos colegios, se ve el derecho a la capacitación como un derecho básico y se lo brinda de manera

gratuita para todo aquel que lo necesite, sin plazos fatales de prescripción, pudiendo tomarlos cuando se

requiera, pero estos son los menos.

B. La mesa está servida: La precarización laboral

1. La fruto del árbol envenenado: Los costos de la experiencia

El comúnmente llamado derecho de piso, en nuestra área ha sido llevado al extremo.

¿Los estudiantes de Derecho y abogados Jr., son seres humanos? Al parecer, la doctrina está dividida.

Frases como “te pagamos poco porque estas dando tus primeros pasos en la profesión”; o “porque te

estamos capacitando” o simplemente “es el lugar donde nos toca estar a cada uno” son frases recurrentes. Pero

es hora de romper con los errados paradigmas. El estudiante de derecho y el abogado Jr. Son trabajadores como

cualquier otro colega y sus derechos valen. La capacitación es a cargo del empleador, pues la plusvalía que a

corto plazo obtiene el empleador no es retribuida jamás al educando.

Sólo para cerrar el tema, he oído justificativos como “el joven abogado, un neófito total de las cuestiones

prácticas, que no sabe hacer un una cédula, pretende hacerse millonario o ganar como un abogado experto”.

Obviamente estos argumentos son falaces, ya que un salario tres veces inferior al mínimo vital y móvil no será

justo, como tampoco, al corto plazo se le aumentará el salario al educando conforme evolucionen sus

conocimientos, de lo contrario, debería existir al menos un parámetro económico basado el términos de “JUS”6

para la paga de los abogados recientemente egresados o matriculados, y las pagas progresivas conforme a la

experiencia que se presume Iuris Tantum que poseen, en base a su antigüedad en el fuero.6 Art. 36 de la ley 9459, Código arancelario de Córdoba: Institúyase con la denominación “JUS” la unidad arancelaria de honorarios profesionales del abogado (…)Tal valor se incrementará en la misma proporción en que se incrementen las remuneraciones o haberes totales asignados al cargo de Juez de Cámara con una antigüedad de ocho (8) años, incluidos rubros remunerativos y no remunerativos.

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2. Eufemismos: Las distintas formas de denominar a la precarización laboral

En sus distintas manifestaciones, la precarización laboral en nuestra área adopta las más variadas formas:

Pasantías: Irregulares, al carecer de registración oficial y respaldo de alguna universidad o

institución que los avalen.

Falso “socio” monotributista. Participa en las perdidas pero no en las ganancias. Puede también que

no cobre nada y solo vaya a porcentaje, pero por lo general, solo de las causas que el lleve al

estudio y no de los clientes propios del lugar de trabajo.

Trabajo ad honorem, en lo mejor de los casos con pago de viáticos para cubrir los gastos de

transporte o inclusive menos.

3. Las distintas tareas que suelen realizar los colegas

A los meros fines ilustrativos y a modo de ejemplos no taxativos, mencionaré algunas de las tareas

realizadas por este sector en los estudios jurídicos:

a) Electricista, plomero, gasista, etc.: desde cambiar bombillas de luz, reparar desperfectos del estudio, etc.

Digo esto sin desmerecer estas profesiones, pues todas son dignas, pero dudo que pida alguien entrar a

un estudio jurídico a estos fines.

b) Limpieza y administración del estudio jurídico. Desde el barrido, hasta realizar pedidos de librería, pago

de cuentas etc.

c) Mozo: servir café al abogado y los clientes.

d) Babysitter: Buscar a los hijos del Dr. En el jardín maternal, primario o secundario

e) Cadetería: Llevar y traer escritos en las distintas reparticiones administrativas, sin explicarles que están

llevando o en que contexto se utiliza en la práctica y muchas veces, ad honorem.

f) Secretariado: Llevar expedientes a tribunales, presentar escritos en las reparticiones de las distintas

instituciones, redactar escritos simples como cédulas, etc., como así también complejos, como

demandas y recursos, etc., independientemente de si se trata de un estudiante de primer año o un

abogado junior matriculado, utilizando el “modelo del estudio”, sin explicaciones previas o estudio, solo

rellenado de escrito anterior o pasando en computadora el borrador hecho a mano.

g) Abogado: Atender el estudio jurídico y remplazar en sus tareas al Dr. mientras el mismo se dedica al

ocio o cuestiones varias. En algunos casos extremos haciendo firmar al abogado Jr. Escritos con su

matrícula o atender la puerta cuando el abogado no quiere atender a cierto cliente o cuando hay que

trasmitir malas noticias.

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En cualquier caso, la experiencia que se adquiere es a partir de repetir las tareas y averiguar de manera

autónoma en la mayoría de los casos, sin la menor supervisión o explicación previa. Por supuesto que esto

admite excepciones, pero como dice el dicho: “al que le quepa el saco, que se lo ponga”.

En los peores casos, de los cuales doy fe, algunos estudios jurídicos te prohíben llevar tus propios casos

por fuera del estudio jurídico, obligándote a que tus ingresos sean tu salario exclusivamente (si acaso lo

percibes) y que en caso de que obtengas casos por tu cuenta, obligatoriamente se los lleves al estudio jurídico,

obteniendo una “comisión” del caso obtenido para ellos. Cabe aclarar, que dicho cobro se realizará si

eventualmente, al momento de cobrar el juicio que les has entregado, aún trabajas allí, ya que por lo general en

los lugares en que se trabaja de dicha manera, los “pasantes” no suelen durar mucho tiempo, por estar

sometidos a trabajos extenuantes y jornadas laborales superiores a lo permitido por ley (v. gr. Doce horas de

trabajo de lunes a viernes sin pago de horas extras) y salarios que se encuentran muy por debajo del salario

mínimo vital y móvil. También depende de la buena fe del abogado, que nos comunique como va el tramite de

la causa y que al momento del cobro nos informe dicha circunstancia.

Las modalidades son las más variadas, pero salvando las distancias, se vislumbra una única certeza: La

remuneración percibida no guarda relación alguna con las tareas realizadas o el tiempo invertido y carecen en

todos los casos de registración alguna. ¿Encima que te doy trabajo quieres que además te pague?

Este problema continuará sine die siempre que los abogados más experimentados sigan “contratando” a

abogados Jr. para tareas de cadete, secretariado, etc., cuando se trata de un colega capacitado al menos

teóricamente para labores técnicas propias de la profesión y los noveles no hagan valer sus derechos.

Finalmente, y sociológicamente no tengo una respuesta certera a la razón de este fenómeno, en el 90 % de

los casos los estudios jurídicos buscan de manera excluyente mujeres para los puestos de trabajo, lo cual

dificulta aún más la tarea para los hombres.

4. Entre colegas, no nos vamos a pisar la toga

A esta altura, solo queda aclarar mi postura. ¿Acaso mi deseo es lograr que todas estas personas explotadas

laboralmente, demanden de manera masiva a sus empleadores y que comience un holocausto jurídico? Por

supuesto que…. No.

Creo que nos enfrentamos a una problemática en la que las culpas son compartidas, entre:

La falta de legislación

La falta de proyectos serios de formación en prácticas profesionales dentro de las universidades

El exceso de oferta en el mercado, lo cual lleva a que falten oportunidades, provocando que los

estudiantes y abogados Jr. se rebajan a aceptar condiciones Infra humanas y finalmente,

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A los abogados con sobre carga de trabajo y falta de recursos, que pretenden permutar experiencia

con opción de venta a cambio de ayuda cuasi ad honorem.

Las intenciones de este artículo son:

Generar conciencia: Lo principal es la autocrítica de no someterse a dichas situaciones.

Dar opciones a los desprotegidos abogados Jr. y estudiantes para no tener que caer en la

explotación de principios de la revolución industrial.

Hacerles conocer sus derechos, los cuales serán eventualmente ejercidos o no, dependiendo del

caso concreto y los abusos cometidos en cuestión.

Los intereses afectados: El monopolio del conocimiento: “el saber es poder”

Finalmente, creo más en las causalidades que en las casualidades. Nuevamente, a mi entender, todo parece

indicar que la desesperada sed de experiencia de los estudiantes de derecho y noveles abogados responde a

intereses de los más diversos, en los que también se benefician los colegios profesionales que ofrecen cursos

pagos de capacitación laboral, los clubes de derecho avalados o no por el colegio, etc.

¿Acaso el conocimiento del ejercicio profesional es un derecho de los abogados o un privilegio al cual solo

se accede a través del pago en especie del “derecho de piso” o en dinero en cursos de los más diversos, que solo

ofrecen pequeñas cápsulas de información rentada? ¿La función única de un colegio profesional es solo

controlar irregularidades y sancionarlas junto con los tribunales de disciplina, o acaso también defender los

derecho básicos de los colegas?

C. Generando conciencia

Lo primero que se me viene a la cabeza es una frase del Pepe Mujica: “Cuando compras algo, no lo haces

con tu dinero, lo haces con el tiempo de tu vida que invertiste para ganar ese dinero”. Creo que este es un

concepto clave que debemos considerar para hacer valer nuestros derechos.

La experiencia que se puede obtener en un estudio jurídico puede que tenga su valor agregado, pero

siempre se debe tener cuidado respecto de las condiciones que se aceptan para trabajar.

Métodos alternativos de obtención de experiencia

a) La ayuda colectiva: los blogs, las redes sociales, los libros digitalizados y los modelos de escritos.

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Las nuevas tecnologías han facilitado enormemente la tarea de obtener ayuda, en ocasiones mayor a la que

podríamos obtener en un estudio jurídico, al tener varios colegas ofreciendo diferentes caminos para resolver

una misma temática.

Los foros de abogados, los grupos de colegas en las redes sociales, grupos de Whatsapp, celulares con

cámaras incorporadas, etc., han llevado el ejercicio de la profesión a un nuevo nivel: La interconsulta gratuita,

algo muy costoso en el pasado, que actualmente este al alcance de todos.

A su vez, contamos también con la ayuda de los grupos, comisiones y reuniones de jóvenes profesionales

que agrupan los colegios en cada ciudad.

b) El acceso a los expedientes

La manera más autodidacta de aprender, es sin dudas, caminar los pasillos de tribunales, en los cuales se

puede consultar expedientes en barandilla, pese a ser de otros colegas, para ver desde las cuestiones más básicas

como la estructura de los escritos y las cuestiones procesales, hasta posibles estrategias, encaradas desde la

visión de los colegas en el ejercicio de la profesión.

c) La posibilidad de comenzar sin un lugar físico para litigar

Ciertamente, el impedimento de tener un estudio jurídico donde llevar las causas, no es un obstáculo real,

ya que en los colegios profesionales se puede constituir domicilio procesal, imprimir escritos breves y consultar

bibliografía de manera gratuita. Respecto de la atención de clientes, no son pocos los abogados que optan por

citarlos en bares o lugares públicos, tengan o no un lugar físico propio.

5. Las posibles soluciones: Un cambio que debe darse entre todos

Ciertamente en el análisis realizado, podemos apreciar la multidimensionalidad de la cuestión abordada, la

cual no se soluciona con tomar medida en una o pocas áreas, sino en todas de manera conjunta.

Tal vez en el presente texto haya incurrido en exceso de subjetividad a la hora de abarcar la temática, pero

considero vital que los lectores tomen una postura visceral, ya sea esta a favor o en contra, pues las doctrinas

eclécticas y los corazones tibios en estas cuestiones son estériles. La única forma de lograr una evolución en la

defensa de nuestros derechos, es creando conciencia colectiva, para lo cual necesitamos mentes frías y

corazones calientes que propongan, reflexionen, divulguen y participen.

La única certeza que nos queda en esta lucha, es que lo primero que requiere es una profunda autocrítica y

una vocación de lucha y cambio después. Solo así lograremos entre colegas, dejar que pisarnos la toga.

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