La Psicología Educacional en el escenario cultural mediático

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  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

    1/10

    PERSPECTIVAS

    E INTERROGANTES

    EN

    PSICOLOGA

    EDUCACIONAL

    MARA CRISTINA e

    (CoMPILAD 8

    Facultad de Psico

    Secretarla

    de

    Cul

    UNIVERSIDAD DE

    BUEl

    LA PsrcoLOGfA EDUCACIONAL

    N

    L ESCENARIO CULTURAL MEDITICO

    bora

    N

    akache

    l

    Ms all de la Psicologa de la Instruccin

    Crecer en Barrio obrero de Providence,

    Rhodhe

    lsland, tne

    orient de un modo particular

    hada

    la relacin entre la cultura

    popular y la escolarizacin. La cultura popular estaba donde

    estaba la accin: defina un territorio donde placer, conoct-

    tniento y deseo circulaban en fnthno

    contacto

    con la

    vid'a de

    las

    calles

    ..

    Ms que saberlo, senta

    o

    que era un conocimiento

    realmente tiL Y hablaba, bailaba y tne perda

    en

    esa cultura

    callejera que nunca dejaba de tnoverse. Y entonces empec a ir

    a la escuela. Algo tne detuvo all.

    .

    Como si me hubieran en

    viada a un planeta extrao.

    1

    Cuando

    intentamos presentar

    el

    objeto de estudio de la Psicolo-

    ga Educacional, por ejemplo

    en

    las primeras clases

    con

    estudiantes

    de Grado de la Carrera de Psicologa, habitua lmente insisten

    las

    mismas preguntas: Cmo distinguirl a de la Psicologa de la Ins-

    truccin? Si la educac in excede lo escolar, por qu los autores

    se

    remiten

    a la escuela?

    L Oiroux, Henry: Placeres inquietantes Prefacio,

    p.

    11, Barcelona, Paids, 1996.

    233

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    DBORA

    NAKACHE

    Y an cuando aclaremos

    junto

    con C. Coll

    que

    no

    existe ninguna razn de peso para

    no

    incluir en la

    P s i ~

    cologa de la Educacin el esrudio de los procesos de cam

    bio

    comporta1nenral provocados o h1ducidos por prcticas

    educativas

    no

    escolares ..

    1

    y que

    ... "la Psicologa de la Instruccin debe considerarse ms

    bien como parte de la Psicologa de la Educacin .. "

    2

    reaparece la itnpresin de

    una

    formulacin de principios ms que de

    una realidad efectiva

    en

    el cuerpo de

    la

    disciplina.

    Las marcas de su constitucin expresan de modo inequvoco la

    estrecha fusin de Psicologa Educacional y escuela.

    No

    se trata sim

    plemente de elecciones tericas

    1

    sino de la propia trama fundacio nal

    donde ambas devinieron solidariamente.

    En este sentido adscribimos a la idea de la escuela como una

    produccin histrica moderna, maquinaria de gobierno de una po

    blacin demarcada (recin

    entonces)

    como infantil

    y,

    en

    funcin de

    la

    misma, la formacin de profesionales dedicados a la educacin.

    "Todo

    un conjunto

    de saberes

    van

    a ser extrados del trat o

    directo

    y continuo

    con esos seres ence rrados desde sus c o r ~

    tos aos que, dfa a da, se van

    convirtiendo

    cada vez ms en

    i1h1os ... La Pedagoga como ciencia se ver

    1

    a su vez, poten;

    ciada de modo inusitado gracias a la entrada cada vez ms

    i11tensa de la Psicologa

    en

    el campo educativo, afluencia

    que

    ha

    servido, al menos para dotarla de una "doble cienti

    ficidad" ms difcil de

    poner

    en cuestin."

    3

    2. Col , Csar: "Psicologa

    y

    Educacin: aproxhnacin a los objetivos

    y

    conre;

    nidos de a Psicologa de la Educacin", cap 1, en Coll/Palacios/Marchesi: e s a ~

    rrollo

    psicolgico y

    educacin 11 Madrid, Alianza, 1992, p. 29.

    3. Vare a J. y lvarez Ura, F.:

    Arqueologa de la escuela

    cap. 1, Madrid, La

    P;queta, l99l, pp. 36

    y

    52.

    234

    t

    LA

    PS COLOO[A

    EDUCAC ONAL

    N L E::iLENARlOCULTURAL MEDJT CD

    Desde e sta p erspectiva, co1nparti1uos con Guillain su c a r a c t e r i z a ~

    cin de

    la Psicologa Educacional corno ciencia estratgica,

    en tanto

    "provee a los educadores la estructura o la secuencia de sus

    intervenciones y todo un saber relativo a las condicion es

    de sus decisiones."

    4

    Al reco11ocer este car cte r histr ico de la discipli11a y el r g i ~

    men

    de prcticas" (Foucault; 1978) que

    la

    constituyen,

    no

    pretende

    mas una descaliflcacin de la inisrna tomando esta di1nensin

    1

    (pol

    tica" co1no

    una

    malformacin que la aparta del ideal cientlfico

    1

    n1c is

    bien por el contrario

    1

    reconoce1nos a ese pretendido ideal co1no here

    dero de una manera de tnirar la ciencia (o de

    no

    mirar) y considera-

    1nos este recorrido crtico como aqul que pertuite desplegar

    d i a c r ~

    nicamente

    aquellas estructuras que

    hoy

    nos parecen necesarias y uni

    versales. Modo de descongelar

    las

    certidumbres construidas histri

    camente y visualizar las que pennaneca11 oscurecidas por la operato

    ria

    del

    recorte.

    En esta lnea

    1

    las preguntas con las cuales inicia1nos este apartn

    do acerca de la centracin del campo de

    la

    Psicologa Educacional

    en los

    procesos de aprendizaje

    en

    contextos escolares, lejos de parecer

    una

    confusin de principiantes devela el carcter de

    una

    den1arca

    cin disciplinar

    que

    puede transparentarse en su

    deconstruccin

    his

    trica.

    Sin

    embargo el reconocimiento de la naturaleza de jjrecorte"

    constituye un interesante punto de partida

    1

    ya que invita a la deln1i

    tacin

    de lo recortado,

    tanto

    como a la definicin de las relaciones

    co11 lo que excluye. As como ta1nbin

    pone

    el

    acento en

    las conti

    nuidades

    y

    discontinuidades de los procesos de aprendizaje

    en

    di ver

    sos

    contextos

    (Baquero; 1993).

    Admitiendo

    entonces, que las de

    mandas que se producen al conjunt o de prcticas (pedaggicas, psi

    copedaggicas, etctera) que

    han

    tenido lugar

    con

    los procesos

    de

    escolarizacin delimitaran un

    1

    'ca1npo de intervencin especfico"

    (Castorina; 1989).

    4. Guillain, Andr: "La psicologa de a Educacin: 1870-1913. Polticas educ8-

    tivas y estrategias de intervencin" en uropean Journal o Psychology of Educnrion.

    Vol V, N' l,

    p. 70,

    l 990.

    235

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    DPORA NAKACHE

    Desde esta perspectiva

    y sin

    negar la legitimidad de lo

    a n t e ~

    riorn1ente expuesto, cornpartilnos la

    necesidad de

    la a1npliaci11

    de

    la

    mirada de

    la

    Psicologfa Educacional hacia algunos procesos

    de aprendizaje que transcurren

    en

    contextos

    no

    escolares (Lacasai

    1991; Elichiry, 1999).

    Con

    el cuidado de que tal ampliacin

    no

    diluya la

    especificidad que

    la

    situacin

    escolar imprime

    a la

    p r o ~

    duccin de conocimientos sino, por el contrario, eche luz sobre

    los modos de interrelacin de dichos contextos diversos.

    Entonces

    1

    interesa r e g u ~ t a m o s

    si

    la escuela rnodeliza,los

    mcx:los

    de apropiacin cultural de los nios por fuera de ella, o si las nuevas

    rnaneras

    de control

    estatal

    11

    pos1nodernasn

    organizan

    en

    alglin

    senti

    do1

    la

    dinmica del

    trabajo escolar. Preguntarnos

    cmo interactan

    estos saberes provenientes de ca1npos institucionales heterogneos,

    con

    d versos grados y fuentes de legitnacin. C1no impactan en la

    disciplina y

    an

    en la

    concepcin

    inisma

    de

    infancia.

    Especficatnente nos interesa tomar

    aqu

    los aprendizajes pro

    ducidos por

    y desde los

    medios

    inasivos

    de

    comunicacin.

    Por

    qu e1egin1os los medios? Porque considerarnos que nos perrniten

    pulsar

    la

    complejidad de las transformaciones culturales desde

    una

    de

    sus aristas tns polmicas: las empresas massmediticas y su

    rol educativo. Esto es, tns all de toda cuestin moral, cules son

    sus efectos reales

    en

    los

    aprendizajes de

    la

    poblacin,

    y rus espec

    ficamente,

    en los

    nios.

    Y

    en

    simultneo,

    cmo

    se introducen es

    tos saberes en la escuela.

    Elegltuos,

    entonces, situarnos en el

    11

    ojo de

    la

    tormenta .

    Por

    que sta irnagen sirve para aproximar una figuracin de la

    mirada

    que

    intentare1nos a travs de este escrito.

    Nos

    pararernos

    en un

    1

    ojo de

    la tormentan,

    en un

    agujero,

    en el

    impasse

    dentro del torbellino de

    dos

    discursos heterogneos: el esco

    lar y el meditico.

    Aquello que expondremos ser dicho desde un espacio va

    co (a construir) donde parece pacificarse

    la

    relacin escuela/

    tnedios;

    pero

    donde,

    en

    realidad,

    resuena

    con fuerza la

    agitacin

    rnistna de estas culturas, con sus tradiciones atronadoras,

    con

    sus

    vacilaciones hmedas.

    Son tiernpos de

    tormenta.

    236

    LA PSICOLOGA

    EDUCACIONAL EN EL

    ESCENARIOCULTIJRAL

    MEDITICD

    z. La Psicologa Educacional an te un

    nuevo escenario social

    Ayabaca.

    Una de las provincias tns pobres del

    norte

    peruano adonde

    llegan las ondas de Radio Cutival, una

    ernisora popular y caclica. En

    sus

    com.unidades, de difcil

    acceso

    y

    economa

    de

    subsistencia,

    viven

    ca1npesinos

    y

    ca1npcslnas sufridos pero orgullosos de conocer las verda

    des de los cerros y el 1uistero

  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

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    l'ORA NAKACHE

    As los medios masivos de comunicacin y las nuevas tecnol o;

    gas i1nplican nuevas condiciones e11

    la

    transmisin de la cultura. El

    trnsito de la escritura a la informtica cambia el soporte de lo escrito

    y los inodos de acceso

    1

    ya que se trata de un tipo de escritura no

    secuencial (Piscitelli; 1991).

    En

    las sociedades orales

    el-

    tiempo

    es circular y cclico,

    todo revierte sobre s mLmo tendiente a conservar de modo

    idntico los saberes de una sociedad que vive

    t r a d i c i o n a l ~

    mente. Las sociedades

    con

    escritura se vuelven lineales e

    histricas. En la medida en que la memoria de

    una

    sacie;

    dad ya

    no

    est en ella misma, la realidad es susceptible de

    ser conocida1 conquistada, comprendida. Acelerar este pro;

    ceso y hacerlo operativo, til y aplicable,

    he

    all

    el

    poder

    de la informtica, que le imprime una rapidez y un alcance

    antes inimaginables.

    116

    Este cambio de escena

    y

    sobre todo, de las condiciones de

    produccin del conocimiento atraviesan la escolaridad de un modo

    decisivo. Si la escuela es una

    de

    las matrices de la modernidad en

    donde

    la escritura difunde una forma

    de

    apropiacin y uso del con o-

    cimiento

    que llamaremos "desconrextualizado" (Brunner; 1991), cabe

    preguntamos qu efectos producen estos nuevos formatos donde

    ruar los aprendizajes.

    En este

    contexto

    ubicamos, a su vez, las nuevas demandas que

    interpelan a la Psicologa Educacional en rela cin a procesos de alfa-

    betizacin y

    p o s t ~ a l f a b e t i z a c i n

    estrategias interactivas en e d u c a ~

    cin

    popular, diagnstico y evaluacin participativa.

    Comenzar

    a estudiar qu habilidades adquie ren los nios alfa-

    betizados (en la lengua escrita) para interpretar el universo meditico

    y en qu sentido se crean puentes desde

    la

    escuela para deconstruir los

    saberes culturales provistos por los medios,

    s011

    slo algunos

    de

    los

    6. Levy, Pierre: "La oralidad primaria,

    la

    escritura y la infonntica" en:

    David

    y

    Goliath, Afio xx, N

    2

    58, Consejo

    Latinoamericano

    de Ciencias Sociales, 1991.

    238

    k

    (

    LA PS COLOOA

    EDUCACIONAL

    EN

    EL

    ESCENARIO CULTURAL MED T CO

    interrogantes que advienen co1no novedoso s

    en

    esta disciplina. Por

    eso, resulta i1nprescindible a1npliar el campo de

    intervencin d i s c i ~

    plinar a aquellas investigaciones

    en

    contextos no escolarizados, que

    den

    funda1nento a estas nuevas prctics profesionales se estn

    originando (Elichiry; 1999b).

    3. Aprender en la vida/ Aprender en la escuela

    En

    la escuela de la

    vida

    aprend todo lo 1nalo, apreodf

    todo lo bueno .. "

    La temtica que aqu

    proponemos

    se inscribe

    en

    una

    lnea de

    trabajos suficienteme11te a1nplia, que procura indagar respecto del

    rol

    de

    la escuela

    en

    la formacin de

    conocimientos y

    su relacin

    con aquello que se

    aprende

    en la vida diaria.

    Corresponde,

    e n t o n ~

    ces, a una

    preocupacin

    generalizada en la Pedagoga y la P s i c o l o ~

    ga Educacional

    contemporneas,

    la de interrogarse acerca de los

    mltiples

    contextos donde se producen

    aprendizajes,

    sus

    implicancias, significaciones y escisiones diversas.

    Es en

    el programa cognitivo y en especial en la tradicin

    o c i o ~

    histrica,

    donde

    estas reflexiones

    son

    cada vez ins frecuentes y p o ~

    tentes. Temas como revolucin cognitiva metacognici6n

    m nt

    no

    escolarizada etctera

    1

    son tpicos recurrentes

    en

    el debate actual.

    7

    Partimos de admitir, siguiendo a Pilar Lacasa (1991) que la

    Psicologa Educacional

    comprende

    entre sus ncleos teri cos f u n ~

    damentales

    el de las relaciones

    entre

    situaciones

    de

    enseanza y

    aprendizaje con diverso grado de formalizacin.

    Por

    tanto,

    resulta interesante

    retomar

    las ideas que propone

    Lauren Resnick (1987) para responder a la cuestin de las diferen-

    cias entre el aprendizaje escolar y otras formas de aprendizaje. Ellas

    son

    las siguientes:

    7.

    Por citar algunos:

    J

    S. Bruner, iniciador y uno de los

    m::s

    brillantes

    polemizadores en este sentido, H. Gardner, B. Rogoff,

    R.

    Tharp,

    R.

    Ga limore,

    entre otros.

    239

  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

    5/10

    DBORA NAKACHE

    a) Mientras que en la escuela el conocniento es individual)

    fuera de ella es compartido.

    b) Mientras que

    en

    la escuela la actividad es r e d o m i n a n t e 1 n e n ~

    te rnental

    1

    fuera de ella suele ser tnanpulativa.

    e) Mientras que en la escuela se inanipulan smbolos, fuera de

    ella existe un uso

    contextuado

    del razonamiento.

    d)

    Mientras

    que

    la

    escuela

    pretende

    ensear destrezas de carc-

    ter general y principios tericos

    1

    en la vida

    cotidiana

    las personas

    deben adqui rir forn1as especficas de co1npetencia.

    En estos

    hiatos

    entre el aprendiz intuitivo)), uel aprendiz

    colarn y

    an

    el experto disciplinarn (Gardner; 1993), se

    encarna

    a

    su vez la transmisin de conoci1nientos producida en la cultura

    rneditica.

    4. La escuela, los maestros, los medios. El ojo de la

    tormenta

    Una escuela prmaria. La tnaestra

    apela

    a sus inejores

    conocitnientos

    y

    estrategias pedaggicas para que sus a u m ~

    nos comprendan

    la

    incidenca de

    la

    que1na

    de los

    rastrojos

    en

    el etnpobrechniento de

    los

    suelos. Algunos pocos

    t i e n ~

    den; a inayorfa

    se

    aburre. Indaga las causas:

    La

    respuesta

    es

    obvia: Seorita, eso ya

    lo

    vhnos

    en la tele. Al

    da

    s i g u l e n ~

    te,

    su

    pesar

    se

    vuelve indignacin: Eso no es cierto,

    seo,

    los

    faraones no esclavizaban a

    a

    gente

    en la

    construccin

    de

    las

    pirtnides. En un progra1na dijeron

    que las

    constru-

    yeron los extraterrestres.

    8

    La aparicin de los medios masivos de comunicacin confron

    ti sin dudas) lo escolar

    con

    la naturaleza de su misin especfica: la

    transmisin de conocimientos. La prdida de su carcter hegemnico

    en

    la co1nunica cin de los saberes sociahnente valorados, la impact

    profundarnerite. De uno u otro modo las escuelas debieron

    p o s i c i o ~

    narse frente a estas nuevas agencias de conocimiento que

    1

    aunque

    8.

    Mata,

    M. Crstina, op cit.

    p.

    92.

    240

    L

    PSICOLCXJ(A

    EDUCACIONALEN EL ESCENAR OCULTURAL MEDITICO

    con objetivos no explcitatne11te educativos, comenzaron ta1nbin a

    pro1nover ciertos aprendizajes en la poblacin infantil y juvenil.

    Sin

    embargo, tal posicionamiento de lo escolar

    no

    result (ni

    resulta actualn1cnte) monolftico,

    La

    escuela constituye una b s t r e ~

    cin terica, en la cual se condensan diversos actores reales, cada uno

    con

    diferentes relaciones con lo meditico.

    Todos so1nos actores sociales inmersos

    en

    esta cultura meditica,

    y ello no depende de nuestra voluntad sino que

    1

    co1no integ rantes de

    una sociedad 1nediatizada

    1

    participa111os de

    un

    sin fin de prcticas

    sociales que estn configuradas a travs de ella. Por ejemplo, el hecho

    de asociar las voces de timbre 1ns grave

    con

    la seduccin

    podra

    tener su origen

    en

    la radio

    donde dicha s voces pareciera11 orse m e ~

    jor. Asf tambin

    1

    la variacin

    de

    los tiempos de atenci n, constatada

    en

    los alu1nnos actualmente, pareciera ser efecto de la prctica del

    z pping televisivo.

    Pero ade1ns

    en

    el caso de los maestros stos tienen una funcin

    social especfica: la de transmitir el patrimoni o cultural disponible.

    Por

    tanto,

    la relacin

    que sostienen individuahnente

    con

    los medios

    masivos de comunicacin

    se complej iza a la luz de tener que e11sear

    inmersos

    en

    esta cultura meditica, los objetos de dicha cultura.

    As, los docent es asisten co1no un acto r social ms a las

    t r n s f o r ~

    maciones culturales contemporneas pero

    1

    al mistno tiempo, son

    ponsables de conv ertirlas

    en

    objetos

    de

    estudio a ser enseados

    en

    la

    escuela. De este modo,

    por

    ejemplo, podemos encontrar docentes

    que miran poca televisin porque

    no tienen

    tiempo y sin embargo,

    como

    educadores, sostien.en que es muy importan te integrar la

    t e l e v i ~

    sin a la escuela. O bien, profesores y profesoras que reco1niendan

    enfticamente mirar documentales

    en

    la televisin y sancionan

    rahnente

    a sus alumnos

    en

    su predilecci n por los deportivos

    1

    pero

    son

    fanticos de los programas futbolsti cos y rara vez observan

    l g u ~

    no

    de divulgacin cientfica.

    En resumen, sealamos as la doble relacin

    de

    los docentes resr

    pecto a los medios: en tant o act ores sociales cualesquiera, y co1no g e n ~

    tes especficos de enseanza de esta 1nis1na cultura en la que viven.

    Afirmamos, por tanto,

    que

    toda escuela y todo docente,

    ya

    sea

    explcita o implfcitamente, sostienen alguna relacin

    con

    los inedias.

    241

  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

    6/10

    AORA

    NAKACI-IE

    Esto significa que

    1

    en su

    prctica cotidiana, los maestros y las maestras

    se posicionan de algn tnodo respecto del inundo medltico. u n ~

    que no todos totnen partido en esra controversia y ni siquiera r e c o ~

    nozcan

    su

    itnportancia, de cualquier manera, seguramet')te en

    su

    labor

    docente, tuanifestarn algn inodo de relacionarse con los inedias. O

    quiz La adquisicin de conochnientos no

    se

    realiza en "el vaco",

    sino en el seno de ciertos contexto s culturales que regulan y s t a b l e ~

    cen diferentes modos de legitimar los aprendizajes.

    Por

    tanto,

    es interesante observar

    qu

    tipo de significacin

    a d ~

    quieren los conocimientos prov enientes de los medios (en tanto

    nocitnientos originales provenientes del marco extraescolar) en el

    aula. Qu niveles de leg itimacin asun1en estos saberes en el discur-

    so ulico? Hasta qu

    punto

    resulta significativo

    lo

    aprendido fuera

    del contexto escolar, a travs de

    los

    medios? ;Reconoce y legitima

    el

    docente, el conocimie nto televisivo que, por ejemplo, el nifio aporta

    en la actividad de clase?

    Resultan relevantes, a tal efecto, aquellas nuevas i n v e s t i g a c i o ~

    nes en el rea (Lacasa; 1998) que parten de los saberes mediticos que

    los nios traen a clase en trminos de Hesqueinas

    previos>

    para el

    aprendizaje de contenidos especficos escolares.

    AsC

    por ejentplo,

    indagan qu resulta de la consideracin de las narrativas televisivas

    243

  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

    7/10

    PORA N K CHE

    que los alutnnos y alu1nnas pueden aportar en clase, tras el visionado

    de un teleteatro o un sitco1n, para

    la

    produccin de textos escritos.

    5.2.

    Escuela y descontextua izacin

    La

    escuela

    es

    el 1nbito histrica y socialtnente organizado para

    la revisin descontextualizada de las funciones provistas por el e s ~

    rrollu burnano. Por ello, n1erecen indagarse las oportunidades que en

    ella se brindan para

    un

    anlisis

    de esta ndole, de

    conochnientos

    adquiridos a partir de la cultura ineditica. Qu ocasiones ofrece

    para la crtica de aquello i11corporado en el mbito de la crianza?

    lal crt ica con.stituye una instancia 1noralizante o hnplica

    o n d i ~

    ciones de reflexin y produccin cognitiva?

    Reconocetnos que la inera participacin en la cultura conte1n,

    pornea itnplica la adqui sicin del lenguaje audiovsualn. Pero, a su

    vez, si pensa1nos que tnanejar un lenguaje no itnplica slo adquirir

    instrun1entos para

    su

    recepcin

    1

    sino a

    su vez

    entre11ar habilidades

    para su produccin, la categorizacin no resulta tan obvia. As co1no

    un nio puede, y de hecho lo

    11ace,

    aprender a leer y escribir por fuera

    de

    la

    escuela,

    es

    en su seno donde aprende un uso especfico de

    la

    n1isn1a

    y en donde la entrena en funcin de transferirla a 1nultiplici,

    dad de escenarios vitales.

    Por esto, numerosos autores r eclarnan la extensi11 de los proce ;

    sos

    de alfabetizacin al lenguaje audiovisual y adquiere especial

    nfasis si se piensa que la producci n de

    11

    lenguaje audiovisual

    ne;

    ces ita de soportes rnateriales que in1plican recursos econtnicos dis,

    tribuidos, actualn1entei de modo cada vez ins desigual entre l p o ~

    blacin. Por

    tanto

    constituye

    un

    desafo indagar qu rol juega

    la

    escuela (como nico dispositivo masivamente previsto en perodos

    cr ticos l desarrollo) en tal adquisicin.

    5.3. Escritura y alfabetizacin audiovisual (literacy)

    Si consideramos que las habilidades de alfabetizacin necesa

    rias para sigrficar los mensajes ofrecidos en el inundo cultural o n ~

    te111porneo

    1

    exceden a

    [a

    lengua escrita y precisan incorporar, a su

    244

    L PSICOLOGfA EDUC CION L N L ESCENARIO CULTURAL MEDIT ICO

    vez, lo audiovisual, debemos ampliar

    el

    concepto de alfabetizacin

    literacy) para integrar all los procesos, in1nersos

    en

    prcticas sociales

    y culturales especificas, que perrnit en at ribuir significado a

    los

    m e n ~

    sajes expresados simblica1ne11te a travs de diferentes tipos de l e n ~

    guaje (Salomn; 1979).

    Si la televisin provee una pedagoga perpetua que organiza

    1nuchas de nuestras representaciones del mundo, resulta

    i t n p r e s c i n d i ~

    ble desplegar modalidades de ensefianza que

    apunten

    a la apropia

    cin crti ca de estos saberes. Es posible, entonces, adquirir

    en

    la

    escuela instrumentos que rnedien la recepcin televisiva? Son

    1

    la

    escritura y la alfabetizacin audiovisual, procesos contrapuestos o

    asociados en la apropiacin de los recursos culturales?

    5.4.

    Medios y conocimiento

    En la actualidad,

    una

    buen.a parte de la informacin que man e,

    jan

    los nifios proviene de los medios (especialmente de la televi

    si11).

    A su

    vez,

    nu1nerosas investigaciones describen la especificidad

    de los procesos inentales inhere11tes a la actividad de su recepcin.

    Algunas perspectivas los sitan co1no una

    escuela

    paralela

    9

    en

    virtud de que, tanto la escuela corno los medios, ofrecen un

    o n o c i ~

    miento real pero de carcter distint o y fundado en categoras i f e r e n ~

    tes. La escuela aporg_\l.n saber

    formaliz:;id.o,

    al cual se accede por

    J e t a p a ~ que prioriza lo verbal

    y; en

    cambio, los inedios brindan i n f o r ~

    / n a c i o n e ~ i t ~ c o n e x a s que fluye11 si.n ~ u t o r i d a d ~ p a ~ e n t e vinculada al

    l_;ntreten1m1ento y al consurno, pnonzando las anagenes.

    Resulta interesante

    por lo

    tanto,

    interrogarnos acerca de la

    turaleza de estos saberes. Constituyen acaso corpus de conocitnien,

    tos?

    Qu

    clase de funciones mentales se despliegan en

    la

    adquisicin

    del lenguaje audiovisual ? Cmo pensar all el problema de la des-

    contextualizacin

    de los

    instrumentos de mediacin?

    9. Para analizar

    [a

    categora

    de

    escuela paralela vase UNESCO-Mc Bride

    l980) y

    Roncagliolo

    l984).

    245

  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

    8/10

    PORA N K CHE

    A su vez, las actuales i nvestiga ciones en el

    campo

    de la

    comuni;

    cacin,

    reconocen

    en los inedias la capacidad de configurar agendas

    1uentales a travs de

    la

    ilnposicin de ciertos reinas en

    tanto

    priorida;

    des "a pensaru. Qu

    incidencia tiene

    la

    agenda

    1neditica

    en

    los

    ch_icos?

    Hasta

    dnde

    sta configura sus intereses

    11

    espontneos

    11

    ?Qu

    impacto tienen en

    lo escolar?

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    fo educativo

    contemporneo

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    \

    en

    Produccin

    de

    Medios

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    el

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    dizaje.

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    en

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    l la

    sobre

    problemas

    de la

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    produccin

    de co

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    transferencia

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    247

  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

    9/10

    DEFDRA

    NAKACHE

    A su vez

    1

    las actuales investigaciones en el ca1npo de la

    c o u u n i ~

    cacit5n

    1

    reconocen

    en los n1edios la capaci dad de confi gurar agendas

    incntalcs a travs de la itnposici n de ciert os te1nas en

    tanto

    r i o r i d a ~

    des \:i. pensar . Qu incidencia

    tiene

    la agenda tneditica en los

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    cial, Universidad

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    E.

    P. C.

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  • 7/23/2019 La Psicologa Educacional en el escenario cultural meditico

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