La Práctica Psicomotriz

por Bernard AucouturierTOURS ( Francia)

El concepto de psicomotricidad

El concepto de psicomotricidad en su dimensión mas amplia, es un concepto dedesarrollo psicológico que se refiere a la construcción somatopsíquica del ser humano enrelación con el mundo exterior. La psicomotricidad testimonia por tanto la complejidad deldesarrollo del ser humano.

La psicomotricidad pone el acento, en nuestra opinión, sobre la construcciónsomatopsíquica del niño: en efecto, las experiencias corporales “interactuadas” con el mundo quele rodea son fundadoras del psiquismo, de las representaciones inconscientes más originarias alas representaciones más conscientes.

La psicomotricidad es una invitación a comprender lo que expresa el niño de su mundointerior por la vía de la motricidad. La psicomotricidad es una invitación a captar el sentido delos comportamientos.

La clarificación de la psicomotricidad nos permite situar mejor la Práctica PsicomotrizEducativa y Preventiva, así como la Práctica de ayuda con orientación terapéutica.

•La Práctica Psicomotriz Educativa y Preventiva es una Práctica de acompañamiento de lasactividades lúdicas del niño. Está concebida como un itinerario de maduración que favorece elpaso del “placer de hacer al placer de pensar”. Ella reasegura al niño en relación a sus angustias.

La Práctica Educativa se imparte desde el período en el que Actuar es Pensar al períodoen el que pensar no es mas que PENSAR la ACCION mas allá de la ACCION, aproximadamentehacía los 7 años. La guardería y la escuela infantil son los lugares privilegiados para la puesta enmarcha de esta práctica: pero no excluimos que ciertos niños con retraso en el desarrollopsicológico puedan beneficiarse de ella.

• La Práctica de Ayuda Psicomotriz ( la terapia psicomotriz) se propone al niño cuandoobservamos alteraciones de la integración somatopsíquica, que limitan los procesos dereaseguración frente a las angustias. Esta práctica psicoterapéutica afronta el anclaje del registrosimbólico en el cuerpo y los afectos de placer por la vía de una relación interactiva entre el niñoy el terapeuta.

La Práctica de Ayuda Psicomotriz debería dispensarse en el marco de la Sanidad pero ¿nopodía considerarse también en otros lugares y así muchos niños con problemas podríanbeneficiarse de ella?.

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Referencias teórico-prácticas

Algunas referencias teóricas y prácticas se me han ido imponiendo en estos últimos 25años pues yo tenía que transmitir la Práctica en las escuelas de la Asefop a los alumnos que seformaban en Práctica Psicomotriz Educativa y Terapéutica. Estas referencias ayudan alprofesional a salir de su impotencia frente a la complejidad de ciertos comportamientos de losniños.

Las referencias teóricas dan una seguridad, no son una coacción sino que son la llave dela libertad de pensar, de actuar y de crear del profesional.

El fantasma de acción es un concepto que permite comprender el sentido profundo,inconsciente de la actividad del niño. El fantasma de acción es una producción imaginaria, unailusión de un placer de acción pulsional, surgido de la relación madre-hijo. Se constituye hacía elsexto mes y sustenta los diferentes períodos de la evolución psicológica.

Hemos puesto en evidencia fantasmas de acción surgidos de la absorción (fantasma dedevoración y de destrucción), de la prensión (fantasma de agarrar) de la movilización del cuerpoen el espacio (fantasma de elevación, de volar, de caer, de mecimiento, de envoltura) fantasmassurgidos de la expulsión anal (fantasma de dar y recibir, de retener) así como aquellos surgidosde la genitalidad (fantasma de matar y de amar).

Todos estos fantasmas se manifiestan en todas las actividades simbólicas y lúdicas delniño. Ellos le permiten alejar la angustia, el malestar inevitable de las relaciones con los padres,y particularmente la angustia de pérdida del “objeto-madre” referente de amor.

Nosotros hemos puesto en evidencia deferentes angustias arcaicas de pérdida del cuerpoque se constituyen durante los primeros seis meses, tales como la angustia de caída, de no tenerlímites, de rotura, de explosión de despellejamiento. Estas angustias se apaciguan en función dela calidad de la envoltura del lactante por los padres durante este período tan delicado de losprimeros meses. Por el contrario, si la intensidad de estas angustias perdura, desestabilizan lasfunciones corporales, inmunitarias, vegetativas y progresivamente las funciones relacionalestales como la prensión, el equilibrio, la coordinación; igualmente las angustias arcaicas limitaránla constitución de los fantasmas de acción y en consecuencia el desarrollo psíquico. Así nosotrospodemos comprender que las alteraciones psicomotrices del niño son debidas a la presencia deangustias arcaicas que no han sido suficientemente contenidas por la calidad de la relacióndurante los primeros meses.

La expresividad motriz del niño es el “material” a partir del cual trabaja elpsicomotricista: es el fundamento de la profesionalidad del psicomotricista.

La expresividad motriz es la manera tónico-emocional de actuar el fantasma de acción anivel simbólico: éste tiene siempre el sentido inconsciente de recrear el objeto de amor ysimultáneamente de atacarlo, alejarlo y destruirlo. Cuando el niño se sube un montón de vecessobre una mesa, lo hace ciertamente por su propio placer, pero a nivel inconsciente lo hace paravivir su fantasma de acción de elevación que le permite recrear la madre y simultáneamenteprovocarla, ponerla en dificultad y alejarla de él.

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La expresividad motriz tiene el sentido del placer de recrear al otro y ser él mismo a lavez.

Las alteraciones de la expresividad motriz tales como la agresividad no simbolizada, lainhibición, las repeticiones motrices o de juegos, la fijación tónico-emocional, son síntomas detrastornos en la relación originaria inconsciente, que insegurizan al niño y limitan el placer de serél mismo.

La práctica psicomotriz educativa y preventiva

Los objetivos de esta práctica son de tres órdenes:

• Favorecer el desarrollo de la función simbólica (las capacidades de representación apartir del placer de actuar y de jugar).

• Favorecer el desarrollo de los procesos de reaseguración frente a las angustias de pérdidapor medio del placer de hacer.

• Favorecer el desarrollo del proceso de descentración tónico-emocional, indispensablepara la adquisición del pensamiento operatorio y del placer de pensar.

Para realizar estos objetivos hemos creado en la sala de práctica psicomotriz un dispositivoespacial y temporal que se pone a la disposición de los niños.

1.- El dispositivo espacial se compone de dos lugares:•el lugar de la expresividad motriz con un material apropiado para vivir los

juegos de reaseguración profunda:

- Juegos de destrucción- Juegos de placer sensoriomotor ( trepar, saltar en profundidad, caer, rodar,

balancearse)- Juegos de envoltura- Juegos de escondite- Juegos de persecución- Juegos de identificación con el agresor (el juego del lobo)

así como los juegos de reaseguración superficial que son juegos de identificación parental o deidentificación con personajes imaginarios (de dibujos animados) o de la vida social (artistas odeportistas).

Durante la sesión, el psicomotricista induce mas que propone directamente, se ajusta a lasacciones y a los juegos de los niños. Así favorece los juegos de reaseguración profunda ysuperficial. Propone torres para destruir, espacios para desequilibrarse, para caer, esconderse,pero también un lugar para ser cuidado después de los juegos de ¡ accidentes! ( el hospital). Elayuda a construir, a disfrazarse, a envolverse: puede organizar el material para evitar laconfusión y puede reducir su utilización si éste estimula la agresividad.

• El lugar de la expresividad gráfica y plástica:En este lugar los niños pueden construir o dibujar libremente. La actitud del psicomotricista

es sobre todo maternante: trae los materiales necesarios para la construcción, distribuye las hojas,los lápices, y pide al niño que hable sobre “la historia que está dibujando” y no que diga lo queha dibujado.

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2.- El dispositivo temporal.

En el transcurso de la sesión los niños son invitados a pasar del lugar de la expresividadmotriz al lugar de la expresividad plástica y gráfica. Este paso favorece el desarrollo de losdiferentes niveles de simbolización: simbolizaciones por la vía del cuerpo hasta el lenguaje. Esterecorrido es una ayuda para la distanciación emocional por la integración de las emociones en lasimágenes mentales: los niños adquieren el proceso del descentración tónico-emocional.

El dispositivo temporal se completa por una historia contada a los niños después deltiempo de expresividad motriz y antes del tiempo de expresividad plástica y gráfica. Esta historiaes un juego dramático de reaseguración profunda frente a la angustia de ser destruido oabandonado. El psicomotricista debe emocionar a los niños, pero también debe ser capaz dereasegurarles. Esta historia que estimula interiormente las emociones tiene la función dereasegurar las angustias por medio del lenguaje y es muy apreciada por los niños, antes de pasara la construcción y al dibujo.

El conjunto de la sesión de Práctica Educativa está enmarcada por un ritual de entradaque permite al psicomotricista acoger a los niños, recordarles las consignas de funcionamiento dela sesión y precisar que la sala es un lugar donde se juega, donde no es posible hacer daño nihacerse daño; un ritual de salida cierra la sesión, se despide a cada niño identificandole con sunombre y apellido.

El psicomotricista acoge al niño y acepta los juegos de placer repetitivos. No se hace enlugar del niño, no se le estimula, ni le invade, le acompaña: acompañar es interactuar sin invadir.

La implicación del psicomotricista en Práctica Educativa es moderado a pesar de lasdemandas acuciantes a veces de los niños, pues él no olvida que debe garantizar la seguridadmaterial y afectiva del grupo. Es la garantía de la seguridad afectiva de todos: en la sesión, portanto, su mirada es periférica.

La actitud permanente es la de favorecer con suavidad el placer de actuar, de transformar,de jugar y de crear juntos, como base de la función simbólica y de comunicación, del desarrollodel sentimiento de solicitud de los unos hacia los otros.

El psicomotricista permanece como un dinamizador de la comunicación, pues tambiénestá siempre atento a la resolución de los conflictos en el grupo, por medio del diálogo y lafirmeza si está fuera necesaria, pero en ningún caso, un conflicto “ se lanza a la plaza pública”,se resuelve estrictamente entre los interesados.

Frente a ciertos niños con comportamientos excesivos en el grupo, la culpabilidad y laamenaza no tienen nunca razón de ser: una actitud de comprensión, de gestos y de palabrascálidas y firmes a la vez nos parecen suficientes para apaciguar al niño, es decir, para laevolución de los conflictos y de las defensas.

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En conclusión:

Consideramos que la Práctica Educativa y Preventiva fundamenta en lo esencial lapráctica de ayuda psicomotriz (la terapia psicomotriz). En efecto las bases filosóficas centradassobre la persona, las bases psicológicas centradas sobre la expresividad del inconsciente por lavía motriz y de las emociones, son las mismas, sin embargo la práctica educativa y terapéuticason distintas, tienen su propia identidad, su encuadre, sus estrategias de ayuda y no se confunden.

La práctica de ayuda psicomotriz (la terapia psicomotriz)

1 .- La filosofía de la ayuda

El sentido que nosotros damos al concepto de terapia se inscribe plenamente en lacoherencia filosófica y psicológica que anima nuestra práctica y nuestras actitudes.

“Ocuparse” de la historia del niño expresada en la relación que nosotros le ofrecemosmetaforiza bien la ayuda tal como nosotros la concebimos.

“Ocuparse” y no “cuidar” (tratar el síntoma).

2. La patología psicomotriz es el resultado del fracaso de la integración de experienciascorporales, en relación en el psiquismo ( el fracaso de la construcción de fantasmas de acción ) acausa de un mundo externo imprevisible, caótico y no maleable.

En este caso, perduran las angustias arcaicas de pérdida del cuerpo que desestabilizan lasfunciones corporales de la vida vegetativa y relacional: los procesos de reaseguración profundacontra la angustia son deficitarios.

3. El objetivo de la ayuda psicomotriz

El objeto esencial de la ayuda es desarrollar los procesos de reaseguración profundadeficientes que no permiten al niño desarrollar sus propias capacidades de simbolización, inclusolas mÁs elementales por la vía corporal.La regresión dinámica de los juegos de reaseguraciónprofunda, y la movilización tónico emocional que les acompaña es la estrategia fundamental dela ayuda psicomotriz terapéutica.

4. La puesta en marcha de la Ayuda Psicomotriz

Un marco bien elaborado servirá de continente a las angustias y al sufrimiento del niño yde su entorno. Un niño en dificultad es un niño cuyos padres sufren sin poderlo decir.

La escucha a los padres y a los copartícipes de la ayuda al niño

En un primer momento hay que ganar la confianza del o de los demandantes de la ayudapara el niño: La confianza no se decreta, se instaura y para ello, escuchar a los padres sin intentarmanipularlos, absteniéndose de dar consejos educativos que no servirían mas que parasometerles e irresponsabilizarles.

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Una actitud de escucha lleva a tomar conciencia mejor de las opciones, las actitudes,dificultades y logros y eventualmente a hablar con emoción.

Con demasiada frecuencia subestimamos a la persona y sus capacidades de auto-cambio;la persona cuando es aceptada en sus palabras y sus emociones, esta aceptación le da confianzaen sí misma y a menudo nos sorprendemos por las modificaciones de actitudes de los padres queno habíamos previsto y que repercuten profundamente en la evolución del niño.

Una observación interactiva

Esta observación del niño en relación con el terapeuta es necesaria para decidir la ayudapsicomotriz; consiste en observar en la interacción con el niño sus mínimas capacidades dereaseguración profunda, de movilización tónicoemocional , así como las mínimas capacidades desimbolización por la vía corporal.

Habrá que realizar varias observaciones para esta investigación

5.- La actitud del terapeuta en la Ayuda psicomotriz

El terapeuta interactúa con el niño, se implica a nivel tónico-emocional y se encuentracon el niño a un nivel de funcionamiento arcaico de reaseguración, vive “resonanciastonicoemocionales recíprocas” indispensables para la emergencia de los fantasmas de acción queno se han expresado jamás o indispensable para la constitución de los primeros fantasmas deacción surgidos de las experiencias corporales en relación.

El terapeuta asume las identificaciones que el niño proyecta sobre él, las juega es odiado(destruido, empujado, matado) y/o amado (atado, sujetado, aprisionado, protegido, cuidado,salvado); sin embargo el terapeuta define claramente lo que es del uno y lo que es del otro, sihace falta sabe mantenerse firme, es decir, oponerse al niño, es capaz de decirle NO, un NOclaro, necesario para la dinámica de maduración psicológica del niño.

Una metáfora ilustra bien esta relación intensa y necesaria entre el terapeuta y el niño:“Estar en la piel del niño manteniéndose en su propia piel” Esta condición requiere que elterapeuta puede funcionar a nivel arcaico, estando bien en sí mismo, idéntico, maleable,transformable.

La maleabilidad del terapeuta que se deja transformar por el niño, a nivel tónico postural,motor y emocional, manteniéndose idéntico en su calidad de acompañamiento, favorece latransformación tónicoemocional del niño así como el desbloqueo de la imágenes mentales.

Nada puede construirse en el niño si el terapeuta no vive el placer de estar con él, de jugary de comunicar. En este sentido, es deseable que el terapeuta no retenga sus propios afectos deplacer expresados por el movimiento y el lenguaje.

6.- Las relaciones con los diferentes copartícipes de la Ayuda

Por otra parte, hemos buscado siempre relaciones nítidas con los diferentes compañeros(padres, niños, educadores, profesores). La demanda de Ayuda debe ser explicitada es decir,reformada para asegurarse de que ha sido bien comprendida.

La confianza se instaura si hablamos con claridad: definir los objetivos que nosproponemos conseguir, definir el estado de espíritu en el que trabajamos (una dinámica de placerde acciones, de juegos y de representaciones). Es fácil presentar a los compañeros la práctica que

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ejercemos con palabras del lenguaje corriente y dejarles la posibilidad de decir “NO” a la ayudaque proponemos. En efecto, el “SI” solo tiene sentido si la persona se siente emocionalmentelibre de decir “NO”.

La escucha de ciertos padres es a veces delicada, pues están muy implicados en el sistemacomplejo de relaciones afectivas con su hijo: las dificultades de éste se comprenden bien en estecampo de interacciones perturbadas, que les hacen sufrir y le llevan a reaccionar según actitudesde defensa complejas y actitudes contradictorias. Los padres sufren, ciertas situaciones familiaresson muy difíciles de vivir, es verdad, pero tenemos que saber que nosotros no tenemos laobligación de aportar una ayuda estructurada, si los padres lo demandan explícitamente esconveniente orientarles hacía otros profesionales.

Cuando estamos en relación con los padres o el profesor, no buscamos hacerles cambiar,les ofrecemos una escucha atenta, relaciones confiadas, que facilitan la colaboraciónindispensable y el trabajo con el niño. Muy a menudo, los compañeros evolucionan pero ese noera el objetivo y ahí está la paradoja: cuanto menos deseamos hacerles cambiar más riesgo hayde que se produzca el cambio pues las resistencias afectivas son menores.

Nosotros creemos en la persona y en sus capacidades de auto-cambio en un contexto deconfianza, de seguridad afectiva, de libertad de expresión y de mediación ajustadas a la persona.

La relación de ayuda en la práctica psicomotriz

Nuestra elección filosófica es clara: tanto si se trata de un niño pequeño, del niño, deladolescente o del adulto en dificultad, cada uno es considerado como una persona que estestimonio de una experiencia única que debe ser acogida con el máximo respeto. La personacuando está en confianza puede expresar sus pensamientos y emociones. Esta actitud de escuchafavorece la comunicación, manteniendo una distancia y una atmósfera de seguridad necesariaspara la comprensión del otro. Comprender al otro, no es solamente considerarle como un objetode análisis intelectual sobre el que se debe operar (ejercer nuestro poder de dominio) paraobtener un cambio, es ante todo intentar captar el sentido de su testimonio, de su historiaprofunda, inconsciente, a través de las diversas expresiones simbólicas manifestadas tanto a nivelno verbal como verbal.

Definir esta actitud con palabras fuera de un contexto vivencial es un intento vano. Laspalabras clave son “ESCUCHA “ “ COMPRENSIÓN” “ RESPETO”. LA ACTITUD DEACOGIDA EMPATICA transciende todo esto pero si no se ha experimentado, interiorizado nooculta mas que una realidad abstracta que no tiene carne ¡ que no tiene cuerpo!.

La relación de ayuda al niño definida así requiere una formación personal seriagarantizada en la preparación para la Práctica Psicomotriz de la escuelas de la Asefop.

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