La Psicomotricidad en El Jardín de Infantes

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La psicomotricidad en el Jardín de Infantes La psicomotricidad es la disciplina que se interesa por las correlaciones entre las evoluciones motoras y las del pensamiento. El movimiento se interioriza y se retiene como pensamiento organizado de acuerdo con una etapa evolutiva El niño actúa sobre la realidad inmediata, presente y cercana, con esquemas de acción. En la medida en que estos esquemas asimiladores se enriquecen en el actuar, se integran en esquemas de mayor complejidad, permiten mayores adaptaciones al medio, y, paulatinamente, la aparición de “formas”, estructuras que posibilitan el manejo de la realidad en forma mediata, ausente y lejana. Los acontecimientos son reunidos más allá de la finitud del acto motor por medio de formas simbólicas y consecuentemente de representaciones. Así, el tren que el niño vio permanece siempre presente en el lenguaje “tren”, en el dibujo: “es un tren”; en las construcciones (bloques): “hago un tren”. Toda conducta motora es origen necesario de toda producción representativa. Representar es más que conocer: es integrar mentalmente los movimientos experimentados y controlados. La educación psicomotora Rossel afirma que es “la Educación del control mental de la expresión motora”. Los grandes objetivos que se propone alcanzar tienen como eje al cuerpo: Su postura controlada y económica Su movilización armónica, con la intervención del tonismo, la respiración, el equilibrio y las percepciones. Su ubicación espacial mediante un sistema representativo. Su adecuación temporal. La propuesta para alcanzarlos consiste en: Hacer con el cuerpo aquello que por su complejidad es factible de ser integrado en forma de representaciones, descartando de hecho todo movimiento por el movimiento mismo. Representar lo hecho con dos de las posibles expresiones que tiene la función simbólica: el lenguaje y el grafismo. Tener como contexto las relaciones objetales e interpersonales. Esta Educación Psicomotora: 1. Es un enfoque apto para la educación del niño normal : Los actos motores son las primeras manifestaciones de la inteligencia que pasa luego a ser representativa.

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La psicomotricidad en el Jardín de Infantes

La psicomotricidad es la disciplina que se interesa por las correlaciones entre las evoluciones motoras y las del pensamiento. El movimiento se interioriza y se retiene como pensamiento organizado de acuerdo con una etapa evolutiva

El niño actúa sobre la realidad inmediata, presente y cercana, con esquemas de acción.En la medida en que estos esquemas asimiladores se enriquecen en el actuar, se integran en esquemas de mayor complejidad, permiten mayores adaptaciones al medio, y, paulatinamente, la aparición de “formas”, estructuras que posibilitan el manejo de la realidad en forma mediata, ausente y lejana.

Los acontecimientos son reunidos más allá de la finitud del acto motor por medio de formas simbólicas y consecuentemente de representaciones. Así, el tren que el niño vio permanece siempre presente en el lenguaje “tren”, en el dibujo: “es un tren”; en las construcciones (bloques): “hago un tren”.

Toda conducta motora es origen necesario de toda producción representativa.Representar es más que conocer: es integrar mentalmente los movimientos experimentados

y controlados.

La educación psicomotora

Rossel afirma que es “la Educación del control mental de la expresión motora”.

Los grandes objetivos que se propone alcanzar tienen como eje al cuerpo: Su postura controlada y económica Su movilización armónica, con la intervención del tonismo, la respiración, el equilibrio y

las percepciones. Su ubicación espacial mediante un sistema representativo. Su adecuación temporal.

La propuesta para alcanzarlos consiste en:

Hacer con el cuerpo aquello que por su complejidad es factible de ser integrado en forma de representaciones, descartando de hecho todo movimiento por el movimiento mismo.

Representar lo hecho con dos de las posibles expresiones que tiene la función simbólica: el lenguaje y el grafismo.

Tener como contexto las relaciones objetales e interpersonales.

Esta Educación Psicomotora:1. Es un enfoque apto para la educación del niño normal: Los actos motores son las

primeras manifestaciones de la inteligencia que pasa luego a ser representativa.2. Que implica a la totalidad: Hasta hace poco cuando se mencionaba la actividad

psicomotora, era asociada al uso de cuadernillos y a la sala de niños más grandes, como si se refiriera a una ejercitación para la mano o a lo sumo, como un afianzamiento de la coordinación óculo-manual y así se consideraban actividades de educación psicomotora a recortar por una línea, picar dentro de un círculo, plegar, entrelazar. ¿No es conducta psicomotora tomar la tiza y dejar huellas en una hoja? ¿Atarse las zapatillas luego de andar descalzos? ¿Bajar las escaleras? ¿Hamacarse? ¿Hacer bolitas con la plastilina? ¿Hacer una ronda? ¿Caminar para atrás? Es cierto que la coordinación óculo-manual es la más empleada por el hombre, pero también es cierto que una buena coordinación de todo él es la que provee una buena adaptación.

3. Es para todas las salas de Jardín4. Favorece los aprendizajes5. Apunta a la identidad: A ser y tener conciencia de ser, a reconocerse y

descubrirse, a ubicarse en el medio y con los demás, ya que también crece el otro con uno mismo y se estrechan las posibilidades de comunicación si parten de juegos e intercambios tan inmediatos como los corporales.

Para nosotros la educación psicomotora es la posibilidad de integrar las actividades del “cuerpo”, a cargo de la Educación Física, la expresión corporal, etcétera, con las actividades de “la mente”, gráficas, lúdicas, perceptivas, etcétera.

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Principios del aprendizaje

Las nociones se constituyen por la actividad del individuo (Ej. Adelante – atrás )

Toda noción parte de lo global a lo específico Se necesita un período de elaboración para que el nuevo elemento se integre

en una representación. Ej.: no alcanza con haber trabajado brazos en una sesión para que inmediatamente los integre en el dibujo. Sino que es la reacomodación de toda la imagen de sí que se irá logrando en muchas actividades complementarias.

Se deben proponer pocos objetivos para cada clase expresados en términos de conducta y muy concretos.

Cómo organizamos las actividades:

Todas las actividades se realizan primero en el espacio amplio y después en el espacio gráfico.

El correlato con el espacio gráfico debe ser hecho de ser posible el mismo día y adoptando la consigna usada en el espacio amplio

Todas las actividades comienzan por implicar al cuerpo en su totalidad y luego sus partes en particular. El conocimiento del primero permite las segundas.

Los objetivos son los que permiten la correlación con cualquier otra actividad: narración, trabajo, juego en rincones, música, etc.

Esquema corporal:

Es importante conocer que la construcción del esquema corporal se logra, por sobre todas las cosas, por el uso y la experiencia de las posibilidades del cuerpo y también por la conciencia de sus limitaciones. Desde el punto de vista psicomotor no sólo nos interesará el uso en sí sino también la reflexión y el control de las conductas.

Debemos considerar que no se trata de un cuerpo-objeto sino de un cuerpo-yo. Para poder sentir que “somos un cuerpo” y no que “tenemos un cuerpo”. La constitución del yo dentro de los dinamismos de la personalidad se engendra a partir de un yo corporal.

Los sentimientos que tenemos de nuestro cuerpo, la vivencia de zonas agradables y desagradables, los afectos que expresamos con nuestro cuerpo, el reconocimiento de nuestra imagen y nuestro nombre, nuestro sexo, nuestra edad, dentro del proceso de identificación, las caricias que recibimos, tanto como la movilización de sus partes, la denominación de cabeza, tronco, etcétera, la posibilidad de contraerlos, relajarlos, saltar, rodar, avanzar hacia delante o seguir un ritmos mientras marchamos, plasman esa noción que es el esquema corporal, que es una referencia mental, una síntesis de la historia del cuerpo. Es más que lo morfológico, es más que sus partes y sus nombres aunque… también es eso.

Por último, es importante comprender que el esquema corporal parte de una vivencia del cuerpo como un todo del que muy lentamente pueden diferenciarse segmentos, partes. Por eso es incorrecto trabajar partes con la idea de que el niño las irá reuniendo para construir una imagen entera.

El dibujo

La elaboración del esquema corporal puede ser evaluada con el dibujo porque el niño siempre que dibuja una persona se dibuja a sí mismo, aunque diga que es el papá, un nene, un vigilante o Superman. Cuenta con un solo patrón de la figura humana, él, su esquema corporal, su representación. Esto se traduce en el monigote: las partes presentes forman parte del esquema corporal que se posee y la disposición organizativa es la que aquél tiene.

El dibujo muestra también qué organización espacial se ha alcanzado: si se distinguen formas abiertas y cerradas, si se hacen inclusiones, si se reconoce lo cercano y lo lejano, si se coordinan horizontal y vertical, etc.

Bibliografía: “La psicomotricidad en el Jardín de Infantes”, Alicia Esparza, Amalia S. Petrol, Editorial Paidós.