La Religion de La Sociedad, Luhmann

158
Los autores clásicos de la sociología ya habían con- cedido un lugar de especial relevancia a la sociología de la religión en el contexto de la teoría social y, sobre todo, en los estudios consagrados a la sociedad moder- na, supuestamente ajena a lo religioso. Esta orientación fue retomada y reelaborada por Niklas Luhmann en esta obra postuma —continuación de sus volúmenes sobre la ciencia, el arte, el derecho y la economía—, en la que trabajaba poco antes de su muerte. La religión es aquí descrita como un sistema de comunicación autó- nomo en el seno de la sociedad moderna empleando conceptos que destacan la codificación binaria de su comunicación mediante la distinción entre inmanencia y trascendencia: «Puede decirse que una comunicación es religiosa siempre que contempla lo inmanente bajo la perspectiva de la trascendencia». El sugerente aná- lisis de Luhmann contribuye a una valoración sobre la situación y el futuro de la religión en el mundo contem- poráneo.

description

Teología

Transcript of La Religion de La Sociedad, Luhmann

Losautoresclsicosdelasoci ol ogayahabancon-cedi doun lugar deespecialrelevanciaa l asociologa de la religinenel contextode la teora social y, sobre todo,en los estudios consagradosa la sociedadmoder-na, supuestamenteajena a l o religioso. Estaorientacin fueretomadayreelaboradaporN i kl asL uhmannen estaobrapostuma conti nuaci ndesusvolmenes sobre la ciencia,el arte,el derechoy la economa,en la que trabajabapocoantes de su muerte. La religines aqudescritacomoun sistemadecomunicacinaut-nomoenelsenodelasociedadmodernaempleando conceptosquedestacanl acodi fi caci nbi nari a desu comunicacinmediante la distincinentreinmanencia ytrascendencia:Puededecirseque unacomunicacin esreligiosa siemprequecontempl a l o inmanentebajo la perspectivadel a trascendencia.El sugerentean-lisis de Luhmanncontribuye a una valoracinsobre la situacin y el futurode la religinen el mundocontem-porneo. La religin de lasociedad Niklas Luhmann Edicin de Andr Kieserling Traduccin de Luciano Elizaincn Laedicinde esta obra ha contadocon la ayuda deGoethe-I nstitut COLECCINESTRUCTURAS YPROCESOS Serie Ciencias Sociales Ttuloor i g i n a l :Di e Rel i g i onder Gesel l schaf t Edi tor i alTr otta,S.A.,2 0 0 7 Fer r az ,5 5 .2 8 0 0 8M a dr i dTelf ono:915 43 0 3 1 Fax:915 43148 8 E- mai l :edi tor i al @tr otta.es http : / / www. tr otta. es Suhr k a mpVer l ag ,Fr an kf ur ta mM a i n ,2 0 0 0 Luci an oEl i z a i n dn ,2 0 0 7 ISBN:97 8 - 8 4- 8 16 4- 8 96 - 6 Dep si toLeg al :M.12 . 7 7 2 - 2 0 0 7 Impr esi n Fer nndezC i uda d,S.L. CON TEN I DO Captulo 1. La religin como forma de sentido9 Captulo 2. Codificacin49 Captulo 3. La funcin de la religin101 Captulo 4. Dios, frmula de contingencia129 Captulo 5. La diferenciacin de la comunicacin religiosa163 Captulo 6. Organizaciones religiosas197 Captulo 7. La evolucin de la religin217 Captulo 8. Secularizacin241 Captulo 9. Autodescripcin277 Nota del editor309 ndicedematerias 311 7 Captulo1 LA RELI GI NCOMO FORMA DESENTI DO I Enqureconocemosesta pregunta debeplantearseycontestarse previamente queendeterminados fenmenossociales setrata de re-ligin? Para un creyenteesta pregunta acaso carezca de sentido. Elpuede sealaraquelloen lo que cree y atenerse a ello.Podra negarque la de-nominacindereliginleaportealgo.Podrahastainclusorechazarla porverenella unaclasificacinde fenmenosquel oencierraenuna categoraconotros estados de cosas, cuya credibilidad desestimara.El conceptode religin parece serentonces un conceptocultural,un con-ceptoque implica tolerancia. Paraotros,quenocreenonocreenentodoloquequierende-signarconelconceptodereligin,o,finalmente,paratodoslosque deseancomunicarsesobrelareliginsin'tenerquefijarenesemismo contextosu fe,seplantea,sin embargo,el problema del concepto,del alcance conceptual,de la delimitacinconceptual. Aqu noayudan hoy nila solucinontolgicani la analtica. En la tradicinontolgica, el problema ni siquiera hubieseexistido, ya que para ella aquelloen lo queconsistelareliginemanadela esenciadela religin,yluego,si fuese necesario,habraque reconocerloserroresy eliminarlos como puede verse,un enfoquecognoscitivo cercano a la fe. El analtico,en cambio, reclama la libertad de determinar por s mismo el alcance de sus conceptos,ya que paral solamentelos juicios pueden serverdaderos, no los conceptos.El analticochoca,sin embargo, con el problema de la limitacinde suarbitrariedad(quesele concedemetodolgicamente), problema que noseha dejadoresolver(y mucho menospor medio de 9LAREL I GI NDELASOC I EDADl oemprico).Sielontlogooperadesdeun lugar muy cercanoala religin,el analticolo hace desdemuy lejos.Lo mserradoaqusera buscaruna solucin til en algn lugar del justo medio. Dossolucio-nes(paranosotros)intilesnonosofrecenelmsmnimopuntode apoyo para una mediacin. Si uno busca respuestas en un plano un pocomsconcreto,enton-cespuedendistinguirse una respuestasociolgica(mileDurkhei m)y una fenomenolgica(Rudolf Otto)1.Peroen este momento no nosinte-resa lo que dicen, sino cmotrabajan. Durkhei m2describela religincomohechomoral(y, conello,so-cial).Msallde la moraly la religin,la sociedadsecrea a s misma "i moaquella trascendenciaque ya no puede rogar a un Dioscuyafac-'ad es controvertida. lomo hechomoral ,la religinseencuentradoblementedetermi-a:porun momentodel deseo(dsir),por tantodel aprecio,y por una sancinquel i mi tal opermi ti do(sacre).Puedeversequelamoral , yjuntoconella la religin,surgen por mediode un doble procesode extensineinhibicin.Ala baseseencuentraunaespeciedeautol i -mitacinqueseunealmismotiempoaformasquecomol a.uni dad, latensinstabilise,sevuelvencapacesdeoperar. Imponenentonces respetosobreel trasfondodela intolerable posibilidaddequesuuni -dad pueda volvera disolverseenla diferencia. Laespecificidadformal (Formenspezifik)de la religinsurgesobreeste fundamento por medio de la diferenciacinsagrado/ profano.Portanto, mientrasquelamoral se encuentradeterminada por una diferenciacinen la que amboslados sedesafanrecprocamente,la religinsecaracterizaporunarelacin excluyeme.Enamboscasos,elconceptoapuntaalasociedadcomo sistemaomnipresente. Al go as tambin vale para la religin, cuando no se hace descansar todo en lo sagradocomo tal , sino tambinen el lugar enelqueseproduceladiferenciasagrado/ profano.Estosignifica:la sociedaddiferencia a la religinen la medida en quedelimita su mbito como sacrum frentea todo aquelloque nopuededenominarsede esta manera. PeroDurkhei m no ve en la distincin misma la forma de larel i -gin, sino que busca en el mbitode lo sagradoformasespecficamente 1.Para el contextosociolgicocontemporneocf. VKrech y H . Tyrel l(eds.),Reli-gionssoziologie um1900,Wrzburg,1995;para el siguiente desarrollo de la sociologade lareligin,H . Tyrell,Religionssoziologie:Geschichte undGeselkchaft22 (1996), pp. 428-457. 2.Vasecomoobrapri nci palde Durkhei m Lesformes lmentaires de la vie reli-gieuse:Le systme totmique en Australie,Pars,51968 [Lasformaselementales de la vidareligiosa,Alianza, Madri d,2003].Cf. adems, sobre todo,Dterminationdu.fait moral, enI d., Sociologie et Philosophie,Paris,1951,pp. 49-90. 10LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO religiosas.(Nosatenemosa esto, porque ste esel puntoenel quenos separaremosdeDurkheim.) Algosimilares vlidopara la sociologade la religinde Max We-ber.Weberevitafijarconceptualmentelaesenciadelareliginyse contenta,como punto de partida, con el inters por las causas y efectos de un determinado ti podeactuarcomunitario3(loque naturalmente significa que en esta pregunta uno no puedefijaralgo, sinoque sedebe observarlo que la genteconsideraque sea la religin). El problema para MaxWeberradicabaenlacuestinacerca decmoelactuarhumano est provistode sentidoculturaly cmopuedeentendersede esta for-ma. Deesta cuestinsederivaba para l la pregunta acerca de cmoes posible que otrosrdenesde vida, por ejemplo la economao el erotis-mo,adoptasenesta funcinpara cada unodesusmbitos.Lareligin misma parte de la distincinentre estados cotidianos y extra-cotidianos yencuentradiagnosticadaenestosltimosunanecesidaddeformas (Formenbedarf)que recubreal mundocon significados religiosos suple-mentarios; luego, dentro de estas proliferaciones, genera unanecesidad deracionalizacin(Rationalisierungsbedarf)propi a4.TambinGeorg Simmelrealizaunadistincinalcomienzoaquentrereligioidey religin,que,del ladode la religin,posibilita ponerde relievefor-mas de elevacina travs de la delimitacin5.La teora de la religinde ReneGi rardseatieneigualmente a una dobleestructura deexpansin ylimitacin.Esta teorapartedel supuestodequeel deseoseenreda asmismoenunconflictomimticoyqueporesomismoprovoca la intervencinde interdits religiososque,por serhniitantes,aparecen comoreligin6.Debesersimbolizado el mismoconflicto mimtico,la peligrosa paradojadequeselucha porque seposeeel mismo deseo,y esto sucede bajola formade una vctimapropiciatoria. Enestaenumeracinnoestamostratandodediscutirconocidos conceptosde sociologa de la religin, ni mucho menosde serexhausti-vos. En este momento se trata de buscarejemplospara la puesta enacto de la pregunta en qu puede reconocerse la religin? Evidentementese 3.As en WirtschaftundGesellschaft,citado segn la 3.aed., Tbingen,1948,vol . I ,p. 227 [Economa y sociedad,FCE,Madri d,1993]. 4.Paraun breveresumen,vaseelcaptulodesociologadelareliginenWirt-schaftundGeselkchaft,cit., pp. 227 ss. 5.Cf,G.Simmel,ZurSoziologiederReligion:Neue Deutsche Rundschau9 (1898), pp. 111-123; Die Religion,Frankfurta.M.,1912. 6.Cf. R.Gi rard, La violence etlesacr,Paris,1972 [La violencia y lo sagrado,Ana-grama,Barcelona,1983];Deschoses cachesdepuis la fondationdumonde,Paris,1978[Elmisterio de nuestro mundo.Clavespara una interpretacinantropolgica,Sigeme, Salamanca,1982]. 11 LAREL I GI NDELASOC I EDADtrata, en los casos citados, de una dinmica especfica de posibilidades de ascenso que requieren limitacin,o de limitaciones que posibilitan los ascensos--. Poreso,enel caso de la religinnosera totalmente desca-bellado pensarsiempretambineneldinero:una misteriosaidentidad simblica en una poca en la cual se trat de reivindicar la cultura frente almaterialismoenexpansin.Yesta identidadseraentonces laso-ciedad.' Tanto DrkheimcomoSimmel utilizan un conceptoestrechode re-ligin que no deja valer como tal todo lo sagradoo todos los nexos reli-gioides de la vida social. Para Drkheim, la religin surge una vez que se ha sistematizado la fe; para Simmel, cuando existe una concienciaformal clara, objetivada y que pueda despertar la duda y ser capaz de crtica. Esta distincin posee y preserva su buen sentido, sobretodo en el caso de las investigacionesterico-evolutivasque persiguen la aparicindeformas ms pretenciosas,aunqueen un primermomento ms improbables. Sin embargo,en la investigacinen sociologa de la religin ms tarda, y en l oque tieneque ver con el conceptode religin,ha sido dejadade lado ohacadoenelol vi do7.Pues losnuevosdesarrollosreligiososde este siglo no sedejan subsumir claramenteen esta distincin;no sonreligio-nesen este sentido ni se dejan comprender como una instauracin por decirlode alguna forma, librede religin de nuevasformassagradas. Mientras que las estrategiassociolgicas intentan, en la medida de l q posible, ser independientes de los contenidos de fe religiosos (y Drkheim dejaenclaroesteobjetivometodolgicomedianteelretrocesoarel i -gionesprimitivascarentesdel conceptodeDiosyde losmisterios), la bsquedafenomenolgicadel conceptoprocedede formaexactamente opuesta: intenta definir la religin en la medida en que describecmo las concentracionesde sentido aparecen como religin, y esto significa:como sagradas8. Los anlisis fenomenolgicos parten de la posibilidad de un acceso directo a la cosa misma; eligen, por tanto, una forma de acceso que nosedejarelativizar mediantecondicionamientos sociales5.La di -ficultadradica en llegar desdeesepuntode partida a unaconsideracin 7.Cf.paraestoP. E.Hammond,I ntroduction,enThe Sacred ina SecularAge: Toward Revisioninthe ScientificStudyofReligion,Berkeley(Cal.),1985,pp.1-6. 8.N osatenemosa R.Otto, Das Heilige:berdas Irrationale inderIdee des Gtt-lichenundseinVerhltnis zum Rationalen(1917),citadosegnlasediciones31.a-35.a, Mnchen,1963 [Lo santo.Lo racionalylo irracionalenla ideadeDios,Alianza,Madri d, 1985].N o carecede importancia el hechode que la descripcinest di ri gi da deantemano solamentea aquellosque hayan experimentado una vivencia de ese ti po.A quien carezca deesta condicinprevia selerueganoseguirleyendo(p.8).Acaso(1917)estohaya sido un dardo encubiertocontra MaxWeber. 9.Deotra maneraoperaron losfenomenlogossociales,quienes,sinembargo, mal i nterpretaronla intencinoriginariade lafenomenologa. 12LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO de la temporalidad y la historicidadde la religin.(Losanlisis tempo-ralesde la concienciaque realizaba Husserl noalcanzaneste objetivo.) Ladefinicindel osagradocomonuminosodesemboca sisela comprendecomouna directiva para un observador en una paradoja: losagradoatraeydejaatnito.Ejerce una fascinacinsobrecogedora. Aqu,sinembargo,debentenerseencuentadistincionessutiles:aun cuando se parta de una religinorientada hacia Dios, noes laintencin deDiosprovocartemoryespanto,sinosuesenciasagradalaque produce tal efecto.Yadems, Dios noesel suceso mismo queprovoca espanto,sinoqueesosolamenteest enl10.Entodo casodebesupo-nerseunaunidad(comosiempre,paradjica).Lasalvacinyaceenel peligro,laredencin,enelpecado.DesdeelsigloX Vf f lseeligipara esto ladenominacindesublimeafindeevitar conflictosconlare-ligindomesticadapor los telogosy su buen Dios.Comosiempre,l o sagradoes la forma en que semuestra lo paradjico. Llama la atencinel hechode queel trasfondoterico-trascenden-tal que haba fundado la fenomenologa en el caso de Husserl seadejado sencillamentedeladoenlafenomenologasocialla Schtz,sinque hayansido sopesados losriesgosy costes de un rechazotericoseme-jante.Serenuncia,paradecirlodeotramanera,alasuperdistincin ' emprico/ trascendental.Conellotambinserenunciaa losanlisisde laconcienciadeclaradoscomotrascendentales,conloscuales Husserl haba mostrado la unidadde autorreferencia(noesis) y heterorreferen-cia(noema)enelprocesointencional delaconciencia.Tampocose escuchanlasadvertenciasde Heideggerfrente, a una simple recadaen anlisis antropolgicos, psicolgicos,e incluso biolgicos11. En lugar de ello seexigesimplemente que el lectorest de acuerdo12.Perocon esto falta entonces la fundamentacinde la universalidad que yace en la tras-cendentalidadde laconciencia,estoes,aquelloque hacequeresulten posiblesjuicios vlidospara cualquierconcienciaemprica.Acasoesta renuncia precisamentedesdeel puntode vista de un socilogo,pero tambindesdeel puntode vista de unfilsofoorientado hacia la lengua comoes JrgenHabermas-posea'buenasrazones;pero naturalmente 10.He may be i n the thunder, but he is not the thunder[Puedeque est en el true-no,pero noesel trueno],formul a J .S.Mbi ti ,ConceptsofGod in Africa,London,1970, p.8. YaenHegel seencuentraesta distincin,porejemplo,enel rechazodelpantesmo comoreliginposible(nopuededesarrollarseespiritualmente!). Cf. G. WRHegel , Vor-lesungenberdie Philosophie derReliginI , Werke,vol . 16,Frankfurta.M.,1969,p.98[Leccionessobre filosofa de la religin,3 vols., Alianza,Madri d,1984-1988], 11.Merefieroalclebre10 enSerytiempo,citadosegnla6.aed.,Tbingen, 1949,pp. 45 ss.[Ser y tiempo,Trotta, Madri d,32006]. 12.Vase supra,nota8. 13LAREL I GI NDELASOC I EDAD nopuedeconduciral desplazamientodel problema tericopor medio de la intuicinfenomnica.La paradojade lo sagradoesel comienzoy final del anlisis. Pues seguimosteniendo el problema:cmo distingue unobservadorla religinde maneratal quepueda valer tambinpara otros observadoresy que pueda diferenciarsede las simples posturasde fe(de lasque setrata!)? Generalmente,elconceptotradicionaldereligin,conceptoque tambinsigue la sociologa,se basa en una relacincon el serpersonal del hombre13. Pero de esta manera seata, si no quiere perderinteligibi-l i dad yplausibilidad,a aquelloquesedice,siempreyentodaspartes, de los hombres;o al menosdebe mantenerseen contactocon ello. Esta tradicinhumanista se compromete a s misma por medio de la varia-cinde aquelloquequiere que seentienda comohombre, y msan porel hechodequedebecontarconuna mul ti pl i ci daddeejemplares muy diferentesde la especie hombre, resultando muy difcil serjusto con cada hombrei ndi vi dualen la construccindelconcepto. Siestadefinicinhumanistadelconceptodereliginesdudosa, muchomsl oserlareduccindelareliginaunfenmenodela conciencia.Laconcienciasirvea laexteriorizacin(debidoa ello:t-nmeno!)de los resultadosde operacionesneurobiolgicas y con ello a la introduccinde la diferencia entreautorreferencia y heterorreferen-cia en el pilotaje de la experienciay el actuar humanos. Pero la religin tambindebe cuestionarseesta diferencia en relacina su sentido mis-mo,o sea,debe ser capaz de concebirla unidad de esta diferencia como el origen de su capacidadde otorgar sentido. Esta diferencia noesuna mera capacidad reflexiva de la conciencia;pues esto significara a su vez transformarelego(Selbst)delaconcienciaenobjetoy subsumirlo bajoconceptoscomoalma,espritu,persona,paratratarlo comouna cosa.Conelesquemade laconciencia(sujeto/ objeto,observador/ cosa observada)no se comprende bien la religin, ya que ella habita a ambos ladosde esta diferencia. En este centrarseen el hombre radica el moti vode que la sociologa clsica de la religin no trate sobre la comunicacin(o que a l o sumo l o hagade una forma muy exterior). Estedficit(si esqueefectivamente es uno) ser nuestro puntode partida para una nueva descripcinde la tareadeunateorasociolgicadelareligin.Pretendemos,dichode otromodo,sustituirelconceptohombreporelconceptocomuni-cacin y conello la teorade la religinantropolgicatradicional por una teorade la sociedad.Dela pregunta acerca de qu ventaja reporta 13.Cf.K. N i shi tani , Was ist Religin?,trad.alemana,Frankfurta.M.,1982. 14LAREL I GI NC OMOPORMADESENTI DO esto nosocuparemosdetalladamenteen los prximoscaptulos. En este momento solamentese trata de indicar la radicalidad de este cambiode las metforas,de esta nuevadescripcin. En los intentos comentadoshasta ahora por encontrar unarespues-ta a la cuestinde la esencia de la religinsemuestran tendenciasque amenazancon destruir su propi o marco. Serevelan, como podra decir-se con Jacques Derrida o con Paul de Man, comodeconstruibles.Son textos que socavansu meta declarada. Esto es vlido sobre todo en rela-cina los recursosclsicosde la lgica y de la teora del conocimiento. La sociologade la religin trata a las religiones como hechos sociales o comoformas sociales conla pretensinde poder suministrar una des-cripcinquenoseencuentreatadaa la religin.Peroculesel lugar queocupaestadescripcinyculessuverdad enunasociedadque liberaa la religinde lasatadurasde la lgicayde la teoradelcono-' cimientoa fi n de posibilitarle la generacinde merasformas?Lafeno-menologa de la religin debe presuponer una premisaterico-trascen-dentalsi noquieresimplementeconfundirfenmenosconhechos ysi noquiere malentenderla paradojade la intersubjetividadconla interobjetividad.Peroal mismo tiempo, existenenla mismasociedad religiones que por su parte hablan del sujeto,que ponen encuestin su autocertezatrascendentalyque intentan reaccionara la certeza del propi oactuarconofertasde sentido. Si la religin, por su parte, construye formas medianterestricciones yexclusiones,noes entonces religiosa toda explicacinde la religin, ya que debe igualmente recurrira un mtodode la restricciny exclu-sin?O,preguntando deotramanera,puedeexistir unadescripcin cientficadelareligincuandolareligin,porsuparte,reivindicael derechodepoderfundar lafacultad deexcluir formas(comoestoy noaquello)?Puedean procederseaqude forma causalycientfica o debe recurrirse a teorascibernticas,las cuales dan preferenciaaex-plicacionescircularesquedescansanenlaautoexclusinoperativa del crculo? Ysi la religinesun mododeobservacinparadjico,cmo seexplica entonces la generacinde formas(= diferenciaciones)alas cualespuedenacoplarsemsobservaciones?Nosetrata,enambas preguntas,de la misma pregunta: de la relacincon estados circulares, autorrefer entes? Tan pronto como alguien cree poder decir lo que es la religin y cmo puedediferenciarseloreligiosode lono-religioso, puedevenir otroen el instante siguienteque niegueesecriterio (por ejemplola relacincon elDiosexistente)y precisamente porelloreclamarunacualidadreligio-sa.Puesquotra cosa msque religinhabrade serel hechodeque alguiennieguel oqueotro tieneporreligin?Elproblema noradica, 15LAREL I GI NDELASOC I EDADcomopodrancreerloswittgensteinianos,enunaampliacingradual de los parecidosde familia y tampoco(ste fue el puntode partida de Wittgenstein) en la imposibilidad de una definicinatinada. Antes bien, lareliginpareceperteneceraaquellosestadosdecosas peroesto debeplantearseaqusolamentecomounasuposicin quesedeno-minana s mismos, que pueden darsea s mismos una forma. Peroesto tambinquieredecir que la religinsedefine a s misma y queexcluye todol oqueesincompatible conesadefinicin.Ahora bien,cmoes posible esto cuando se trata, por ejemplo, de otras religiones, de los pa-ganos,de la civitasterrena,del mal?La auto-tematizacinessolamente posibleconla inclusindelaexclusin,conlaayudadeuncorrelato negativo.El sistemasolamenteesautnomocuandocontrola l o quel noes.Teniendo presentetal estadode cosas, la religinsolamentepue-de definirse externamentebajoel modo de una observacindesegundo grado,solamentecomoobservacinde suauto-observacin,ynopor mediode una esencia impuesta desdefuera. I I Llamamossentido almediomsgeneral,nofactibledetrascenderse, para todaconstitucindeformasquepuedenutilizarlossistemas ps-quicos y sociales. El conceptode sentido seutiliza mucho y demuchas manerasdesdehacemsdecienaospollachos legomenon,podra decirsecon Aristteles14.Solamenteparece serclaroqueelconcepto de sentido nopuedeaplicarsea lascosas.(No tienesentido preguntar porelsentidodeunarana.)Desdeun puntodevista histrico,lase-mntica del sentido apunta por tanto al hechode que debe sustituirse la descripcin ontolgica del mundo o someterse a una nueva descripcin. Peroesto sigue sin aclararl o que sequiere decir consentido.Quere-mos intentar subsanaresta polisemia mediante una distincin, a saber: la distincin entre medio y forma. Esta distincin debedisolver la pregun-ta formulada de manerainsuficiente acerca del sentidodel sentido15. Con el conceptode medio se establece que el sentido al igualque lal uz nopuedeobservarse16.Lasobservacionespresuponenformas distinguibles, y estas formas solamentepueden crearse en un medio y de 14.Cuando Aristteles hace referenciaalSer. 15.Sens dusens;por ejemploen L. Ferry, L'homme-Dieuoule Sens de la vie:essai, Paris,1996,p.19,conel comentariola signification ul ti medetouteseessignifications particulires[la significacinltimade todas esas significaciones particulares]. 16.Aqu sei mpone un comentariosobrela construccingticadelas iglesias,cuya peculiaridad consisteen dejarentrar solamenteluz quebrada,distinguible, para conseguir, 16 LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO tal maneraqueotrasposiblescreaciones de formas queden, por el mo-mento,proscritas.Laimposibilidaddeobservarel sentidonosda una primera indicacin de que esto podra tener algo que ver con la religin. Todoslossistemaspsquicosysocialesdeterminan yreproducen sus operacionesexclusivamentedentro de este medio del sentido.Pue-de que existan irritaciones carentes de sentido, pero incluso para ellas sebuscany seencuentran inmediatamente formasdel sentido. Deotra maneranopodranrecordarseni utilizarse paralainclusindeotras operaciones.Esta universalidad del medioqueperteneceaunsistema es el reversodel puntode vista terico-sistemticoque sostiene que un sistemasolamentepuedeoperarconoperacionespropias(y noensu entorno);o,dichodeotramanera,queesun sistemaoperativamente cerrado. Se puede chocardesdeel interior con los lmites de este medi o; pero estos lmitesno poseenentonces la forma de una lnea quepueda traspasarse,sino,utilizandola bellametforadeHusserl, la formade unhori zonte17. Yde esta manera los sistemas generales productoresde sentido seencuentrandados solamentecomohorizonte desdeluego, no como horizontes lejanosni como una lnea trazada en cualquier otro sitio, sino como implicacinde retorno de cada una de lasoperaciones: comoimplicacinde su capacidad de ser identificadas. El sentido como medio no puede por tanto negarse. Cadanegacin supone deotra forma nosera posiblecomooperacin unadeter-minacin de l o negado, por consiguiente: sentido. La unidad de sentido y no-sentido posee a su vez sentido. Yesto, sin que para ellotengamos necesidadde un criteriodemarcadordel sentido, nosconducenica-mente a la pregunta acerca de si este criterio mismo posee sentido o no. Si bien enel medio del sentido sepuedellegar a la idea de queexisten entidades,comoporejemplolaspiedras,paralascualesel mundono tieneningnsentido. Peroesto puede valer tambinpara loscerebros. Elmedio del sentidocontienepor tanto una indicacinsobresuspro-pios lmites. Perocon esto a su vez seest diciendo que estos lmitesno puedentraspasarseconoperacionesllenasdesentido.Sepuedetocar ellmitesolamentedesdeelladodedentroymedianteelsentidode laformadeunlmitedejarseavisarquedebehaberalgoallfuera18. de estamanera,que elmedio-luzse vuelva visible.Estopodraentendersecomosmbolo de que la religinintenta queel sentido sevuelva observabley capaz de serdescrito. 17.Cf.,porejemplo,E.Husserl, Erfahrung und Urteil:UntersuchuhgenzurGna-logiederLogik,Hamburg,1948,8y 9,pp. 26 ss. 18.G.Deleuze, Logique dusens,Paris,1969,parece sostener lo mismo cuandode-terminala paradojadel sentidocomosentidodel non-sens,ycuandoenel non-sens se topa con la reflexindel sentidocomosentido(Le nom qui di t son propre sens nepeut treque non-sens[El nombrequeexpresasu propi osentidonopuede sermsquesi n-17LAREL I GI NDELASOC I EDADPor eso,en la vivencia psquica y en l a comunicacin se pueden tra-tar las cosas quenotienen sentidodetal maneraquepuedaadjudicr-seles, precisamentea ellas,una forma19. Esta forma simboliza entonces la incapacidad de serutilizada en las siguientesoperaciones;otambin lanecesidadde buscarotrasposibilidades de incorporacin.Latradi -cin la denomina paradoja. Si nuestro puntode partida conceptuales acertadocuandoafirma que cada sentidodeterminado i mpl i ca supro-pianegacin,entoncesnopuedeexistirningnsentidoenel mundo cuya negacinno pueda efectuarse.O, para formul arl ocon la jergade lasdemostracionesdelaexistenciadeDios,noexisteningnsentido que posea la existenciacomopredicado necesario.El sentidosolamen-tepuedeformularse demanerapositiva onegativa.Sisetachase un ladodeestadistincin,elrestantetambinperderasusentido.Esto nosconducea la conclusinde que todo sentido(y por tantotambin todosentidoltimo)puedeafirmar su propi aunidad solamentecomo paradoja:comola mismidad de afirmacin y negacin,de verdadero y no-verdadero,debuenoymalo,ydetodaslasdeterminacionesposi-tivas y negativasque senosocurran. N oexiste,por tanto, unauni dad sobrelacual pueda fundarse todoel resto.Todol odeterminabledebe asumir la forma dedesplieguede una paradoja,de la sustitucindela unidadde la paradojaporunadistincin(queseaplausible dealguna manera,perotambinrelativa desdeunpuntodevistahistrico)de identidades identificables. Aun en Hol derl i n, para quien la respuestaya no poda radicar en un Dios prescrito, se repite esta experiencia.Cuan-do,en posdeunaunidadltima,seintentan eludirlasescisionesen lasquepensamosyexistimosy comunicarlo bajola forma depoesa, solamentequedan formulacionesparadjicas20. Enla forma imparable, necesitadade resoluciny suplemento delaparadojaseconserval oqueyasabemosdel sentido:tambinla autorreferencianegativasesolidifica enunaformaquedicealgo,que sentido],op.cit.,p.84),perodespusagrega:Le non-sens[...]s'oppose l 'absencede sens enoprantladonati on de sens[El sinsentdoseoponea la ausenciadesentidoal aplicar la donacinde sentido] (op.cit.,p. 89),y esta ausenciade sentido la denomi na finalmentesous-sens,insens,subsentido(op.cit.,p.111).[Cf. Lgica delsentido,Pai-ds, Barcelona,1994.] 19.Cf.,en lo que respecta a un ejerciciodiferente de la literatura, WMenninghaus, Lob des Unsinns:berKant,TieckundBlaubart,Frankfurta.M.,1995. 20.Cf. para ello (con la documentacinde la cita) B.Lypp,Poetische Religin,en WJaeschke yH . Hol zey(eds.),FrherIdealismus und Frilhromantik:DerStreitum dieGrundlagendersthetik(1795-1805),Hamburg,1990,pp. 80-111.Para la transicinde unapoesa(romntica)orientadaalcosmoshaciaunapoesaautoyextrarreferentecf. tambinE.R.Wasserman,The SubtlerLanguage:CriticalReadings ofNeoclassicalandRomanticPoems,Bal ti more,1959. 18LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO simboliza algo, que declara algo como imposibilidad. Volveremos a ocu-parnosdeelloconmsdetalle. Eneste momentosolamenteseafirma quetambinlasparadojascobranrealidad enlareddeloperarcon sentido, y solamenteaqu. Elsentidopuedeportantocaracterizarsedemaneramuyformal mediante la afirmacinde que solamenteuna cosa seencuentra exclui-da:el quealgopuedaexcluirse.Para llenardecontenidoeste juiciola literatura'existente ofrecedos caminosque se correspondenexactamente conlosdosprincipiosparadeterminar elconceptode religinqueha-bamos tratado en la seccin anterior. En amboscasos sedebepartir del supuestode que lasoperacionescon sentido aparecencomo selecciones. Se puede decir que el mundo es complejo (para un observador) y que por tantocadaacoplamientodeelementos(= operaciones)sedejarealizar solamentede maneraselectiva,descuidandoo rechazandootrasposibi-lidades -posibilidades queanresultan visiblesenlaoperacinyque dejanaparecersu seleccincomocontingente.El mundo slopuede realizarseasmismopormedioderestriccionesydelautilizacinde ti empo21.Osepuedeanalizarlaaparicinde formasconsentidoenla tradicin fenomenolgica y constatarque todo tem pretendidamente ac-tual seencuentradado bajola forma de un ncleode sentidoque remite a otras mltiples posibilidades de actualizacinde sentido, y a su vez:en parte a cosas dadassimultneamente,en parte a posibilidades de enlace. La distincindeestas dosposibilidades de descripcindescansasobre ladistincindeobjetoysujeto.Elteoremadelacomplejidad defiende unconceptodel mundo objetivo (la parte contraria dir:objetivista). La fenomenologa se comprende a s misma como anlisis subjetivo (por tan-to: subjetivista) de las acciones de la conciencia instauradoras de sentido. Perosi ambospuntos de partidaarrojan el mismo resultado, sequiebra tambin la distincin objeto/ sujetosin haber sido canceladaen el Espri-tu; o aparece en primer plano, precisamentecomo una distincin que se puede utilizar o no, dependiendo de adonde se quiera i r como observador. Si separtede una posicinterico-sistemtica,por tanto de ladis-tincin sistema/ entorno, se impone el volver a llevar la diferencia clsica objeto/ sujetoaunadistincindesistemas.Objetivoesaquelloquese conservaenlacomunicacin.Subjetivoesaquelloqueseconservaen los procesos de la conciencia,que luego, a su vez, y de manera subjetiva, considerar objetivo aquello que se conservaen la comunicacin,mien-21.N o, por consiguiente,como Espritu, como sostena Hegel . En l aFenomenologadelEspritu,enlaintroduccinalcaptuloV I , sostiene:Laraznesesprituentanto que eleva a verdad la certezade sertoda realidad y esconscientede s misma comode su mundoy del mundo comode s misma. 19LAREL I GI NDELASOC I EDAD tras que la comunicacin,por su lado, margina comosubjetivo aquello sobre l o cual noes posible llegara un consentimiento. Este argumento nodebe pretender validar una superioridad de la teora de sistemas. El puntodecisivo esque debe observarse a losobservadoresconayuda de la pregunta (distincin!)de qu distinciones son las queuti l i zan. En vista de ello, tomemosnuevamenteel conceptode sentido.De-jandodeladosujetos,objetosyreferenciasdel sistema,sel opodra determinar con una distincin puramente terico-modal,la de realidad (actualidad) y posibilidad (potencialidad), a saber: comoconceptopara la unidad exacta de esta distincin. Pues el sentido posee entonces algo (sea l o que sea)cuando en la vivencia o comunicacinactual (en aquello que sucede) se remite a otras posibilidades; yde tal maneraquesinesa remisinla actualidad comoactualidad plenade sentido nosera posi-ble. El sentido es, segn ello (y de nuevo: para un observador que distin-gue de esamanera), la unidad de la diferencia de realidad y posibilidad. La forma lgico-modalde l o posible seadeca para determinar con ms exactitud l o que sequiere significar conmedio. Las posibilidades estn relacionadasentres de maneralaxa.Cuando seactualiza una de ellas no se siguede ello sin ms que tambinse realicenotras22.Pueden existircondicionamientosquehaganquelasconexionesseanmso menosprobablesbasta llegar a la exclusindetoda otra posibilidad,lo que luego se le aparece a un observadorcomonecesidad.Sin perdernos aquen losproblemaslgico-modalesquesepuedan agregar,sostene-mosque sobre este fundamento se puede operarcon la distincinentre acoplamientolaxo y fuerte. Tomando una sugerenciade Fritz Hei der23(formuladasobretodoparael casode losmediosperceptores),pode-mos describir un medio como la uni dad de la diferencia de acoplamien-tolaxo y fuerte. Esto requiere unaaclaracin. Fragmentosde sentido disponibles en grandescantidadesyacopla-dos con l axi tud(por ejemplo, las palabras)sirven como sustrato medial. Enel proceso de seleccinde sentido,que l o presupone,seacoplanen formasfijas(cosasperceptibles,expresionesinteligibles). Slodeeste 22.En estembito evitamos por ello l a formulacin saber, la cual se utiliza a menudo endispositivos tericossimilares;assaberimplcitoenM . Polanyi, Implizites Wissen, Frankfurt a.M., 1985,osaber de trasfondo(para el mundo de l a vida)en J .Habermas, Faktizittund Geltung:Beitrge zurDiskurstheorie des Rechts und desdemokratischen Rechtsstaats,Frankfurt a.M.,1992,pp. 37 ss.[Facticidad y validez.Sobre elderecho yel Estado democrtico de derecho entrminos de teora deldiscurso,Trotta, Madri d,42005, pp.83 ss.]. 23.Cf. Ding und Medi um: SymposionI (1926), pp. 109-157. Esta distincin reci -bi nuevo aliento de vi da por la traduccininglesade este ensayo en PsychologicalIssues1/ 3 (1959),pp.1-34.Cf.tambinK.E.Weick, DerProzedes Organisierens,Frankfurt a.M.,1985,especialmentepp. 163 ss.,271ss. 20LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO ladode la distincinacoplamientolaxo/ fuertela misma se vuelveca-paz de servir de acoplamiento(en nuestrosejemplos:solamentese pue-den ver cosas, solamentese pueden seguiro respondercomunicaciones inteligibles). Pero como todo acoplamiento debe elegir una forma, debe realizarunadistincin,seregenerasimultneamenteentodooperar con sentido el medio de las otras posibilidades y,finalmente,ese borro-soestadodel mundo que ya noexcluyenada.Siemprequedaunresto de algonodicho, de modoquetodo l oquesedetermina siguesiendo cleconstruible24. Cada distincin crea un entorno para s25en el cual pue-denintroducirse nuevasdistinciones.Enlateoraliteraria seformul a un pensamientosimilar con el conceptode la intertextualidada fin de expresar queen todo aislamientode los textos,por ejemploen la clau-suraartstica,siempreestinterviniendounaremisinaotrostextos, por l o que todo texto sedeja llevar por referenciasqu no pueden clau-surarsel oqueseraluegovlidoparaun anlisiscrtico-literariode los textossagrados y quedeberasernegadoporstos.El sentidoes desplazamiento,es diffrance (Derrida), es unlimitedsemiosis (Peirce), y sin embargo,en cada actualizacin,hay que poder creer que enalgn lugar puede hacerse un alto, porque al fin y al cabo uno est segurode que el procesocontina. Aestocorrespondela disolucinde todaslasdeterminacioneson-deasenrelacionestemporales.Capacidaddeacoplamientotambin significa:quetodaactualizacindebeadoptarla forma deun suceso, el cual vuelve a extinguirse conla actualizacin.Lasformasdebenpor tanto peroesto nolassalva para siempre adoptar la forma de una estructura(quepuedareconocerse).Aspues,paraelmediodel sen-tidoyparatodoslosmediosderivados(la lengua,porejemplo)rige una ley frrea:l o noutilizadoesestable; l o utilizado,por el contrario, inestable.Lagranventajadeestasolucinesquealossistemasque cuentanconella lesposibilita adaptarsedemaneratransitoria a situa-ciones transitorias. Deesta manerapuedenaventurarseenunentorno ms complejo y temporalmente inestable. Aunque ajustadosal entorno, noquedan adheridos a l. Y esto solamenteesotra formulacinpara la diferenciacin y la autonoma operativa. Launi daddel medio(comounidaddel acoplamientolaxoy fuer-te)semuestraportantoenel tiempo. Laactualizacin(incluyendo l a reactualizacin)de formas sirve al mismo tiempo a la reproduccindel 24.Para esta posicintandi fundi da hoyenda,cf.porejemplo J .Culler,Framingthe Sign:Criticism and its Institutions,Oxf ord,1988. 25.Siguiendol aformulacindeE.Meyer,DerUnterschied,dereineUmgebung schafft,en Ars Electrnica(ed.), ImNetzderSysteme,Berln,1990,pp. 110-122. 21 LAREL I GI NDELASOC I EDAD sustratomedial. Laspalabrasse recuerdan cuando seutilizan con la fre-cuenciasuficiente, cuando, por tanto, vuelven a arrojar en lasoraciones el mismo ydiferente sentido. El medio puede, por consiguiente, repro-ducirse solamentecomounidad de su distincin;pero es igualmente cla-roque esto slo puede suceder de un lado, del lado de la distincinque puede utilizarse operativamente. Inclusocuandoelsentidopuedaactualizarseenelmomentodela operacin que utiliza sentido, el medio, como tal , permaneceinvisible. El mediocomotal, esto quieredecir: la unidadde ladiferencia deacopla-miento laxo y fuerte, y la unidad de la diferencia de realidad y posibilidad. Enel operaractual,quedetermina formas,sereproduceciertamenteel medio; pero siempre y nicamente bajola forma de una potenciacinde lo que acaba de excluirse o bajo la forma del recuerdo de otras posibilida-descombinatoriasde formas.Cadadeterminacin,tambinladetermi-nacinsolamenteposible, la improbable,la imposible, tiene lugar comodeterminacina partirde un unmarkedspace,el cual se reproduce deestemodo.Inclusocuandoseotorgaalmedioladenominacinde sentidooal unmarkedspaceladenominacinmundo,esteotorga-miento semnticode forma sucede dentro del mbitooperativo denomi-nado de este modo. Utiliza una palabra, eventualmente un concepto,que sedistingue de muchosotros. Yseembarcaas en esta distincinque no puede nombrar en la accin misma dedistinguir. Sisedenominaalsentidocomomedio,entoncessedenominaal sentido como una categora que noes posible negar.Pues una negacin sera una denominacinque supondraa su vez por su lado un medio, portantoun mediodel sentidomsgeneral.Lanegacindel sentido desembocara en una contradiccin performativa. Cuando sedescribe algocomocarentedesentido,debesuponerseportantoqueexiste otro conceptodiferente al sentido. Pero el lenguaje mismo ofrece ayu-da para este problema. Posibilita, cuando se utiliza el medio del sentido, distinguirentreplenodesentido(sinnvoll)ycarentedesentido (sinnlos),Pero esto nosdeja frente al problema de tenerque aclararqu se puede estar queriendo decir conplenode sentido. Siguiendo una propuesta de.Alois Hahn,se puede relacionarel sen-timientodecarenciade sentido y la bsquedade sentidoplenoconla autodescripcinde sistemas psquicoso sociales26.Conellosesupone 26.Cf. A . Hahn, Sinnund Sinnlosigkeit^ en H . Haferkamp y M . Schmid(eds.),Sinn, Kommunikationundsoziale Differenzierung:Beitrge zuLuhmanns Theorie sozialerSy-steme,Frankfurta.M.,1987,pp.155-164.Cf.tambinG.Lohmann, Autopoiesisund die Unmglichkeit von Sinnverlust: Ei n marginaler Zugang zu Ni kl as LuhmannsTheori e 'SozialerSysteme',en ibid.,pp. 165-184. 22LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO que la identidadde los sistemas sedesignaconautodescripciones,que sedesignaalgo,portanto,queenelsistemadebetratarsecomono intercambiable. Aqu hay estructurasen juegoen las cuales se quiebran loplenode sentidoy locarentede sentido.Enel caso delsistema religioso sedebe por tanto prestaratencina loscontenidosde fepro-puestossiloquesequiereesreconoceraquelloquenotienesentido para este sistema.Desde luego, esto nocambia nada en el hecho de que este mismo juicio actualiza sentido y que no podra serde otra forma. Y quiz aqu estemos sobre la pista de un problema que tocalas racesde la comunicacinreligiosa. La transicindel discursoconsentidoal discursopleno desentido posee desde luego sus riesgosy costes con los cuales la religinhateni-doque haceramargasexperiencias:ellafijalo pretendidamente pleno desentidodela interpretacin,dela redescripcin,delanuevades-cripcin.Con ello seexponela temtica religiosa plena de sentido a los caprichosdel tiempo. Aunque las interpretacionesy nuevasdescripcio-nesgeneransiempre simultneamentecontinuidad y discontinuidad,es decir,continuidada travsde ladiscontinuidad. Peroconesosetrans-formanlasformasdefequeansonposibles.Devienenporejemplo textos, que pueden interpretarse; textosque pueden llenarsecon sen-tidonuevo,actual. Para estoestil una versinescritadel texto,pero ladistincinescrito/ oral nonosofrecelacomprensindecisiva.Antes bien,la validez queel textoposea para la fedependede una continua redescription27.Solamenteen este sentidoel texto, para expresarlome-tafricamente,puede serun textovivo y seguirlo siendo. Pero las rede-scriptions soncomunicacionesquesolamentesonposiblesretrospecti-vamente y que dejan al creyenteen la incertidumbre acerca de qu cosas sedescribirndeotra maneraenel futuro.Seintenta, comoessabido, ayudarle con la distincinentre partes esenciales del texto y partesi rre-levantes.La tesis de queel texto posee solamenteun sentidosimblico tieneunafuncinsimilar.Perodeestamaneranopuedeapuntalarse con efectividad el riesgode una comunicacinque se pretenda plena de sentido; pues no radica en la dimensinde la cosa sino en ladimensin temporal.Lafijacindelareligincomotextoabreunmbitodela sensibilidad que tambinpuede utilizarse contra la religin. Que despus de estas reflexionesprevias debamosbuscar la religin enelmbitodeformasdel mediodel sentidononecesita msaclara-ciones.Pero con esto an no se ha decidido nada sobre qu distinciones 27.Preferimosredescriptionporqueconellononosvemosobligadosadistinguir continuamenteentreredescripcin(Wiederbeschreibung)ynuevadescripcin(Neube-schreibung),una distincinque poseesu problemticapropi a. 23LAREL I GI NDELASOC I EDAD son especficasde la religin(para diferenciarla del restodel mundo) y qu le posibilita rechazarl o carente de sentido y construir un puente desde la vida carente de sentido haciala plenade sentido. Ycuandose preguntapordistinciones,sepregunta poraquelquelashace,porel observador.La pregunta sera entonces:quinesel observadordela religin? Los telogos quizs ofrezcanla sorprendente respuesta:Dios. Para no serellos mismos?Ydeberamos creerles? I I I En el siguiente paso tendremos que preguntarnos cmo es que elmun-do genera distinciones. Por qu y cmo se configura esacuriosa forma asimtrica,en la cual un lado seencuentraadisposicinde lasopera-cionescapacesdeacoplamientomientrasqueelotrooperade forma necesariaprecisamentepermaneciendono-marcado?Y,adems,qu sucede conel mundo mismosistepermite, comoenel relatodela creacin,que se realicen distinciones?Cielo y tierra.Y por qu eseco-mienzo y no otro cualquiera?Por qu comienzacon unaclasificacin, estoes:conunadistincindel serirreflexivo?Porquesolamentede esamaneraelquerealiza ladistincinpuedeevitar supropi oingreso en ella? Enprimera instanciahabamostrabajadoconlarespuestadeque esun observadorelquerealizaladistincin.Yquepor tantosedebe observaralobservadorsi sequiere saber qudistincinrealiza ycmo especificasusmediosparaelsentido.Pretendemosconservaresta ter-minologa, pero debemosentonces aclararla en un proceso deautoapli-cacin,puessetratadeunconceptoautolgico.Ladistincinentre observador y distincines ella misma una distincin, y la pregunta sera entoncesquinesaquelobservador?O,msexactamente,cmo tendraqueestarconformado un observadorparaqueestenla posi-cindedistinguirentresusdistincionesylmismo?GeorgeSpencer Brownchoca igualmente con este problema en su intento pordesarro-llar un clculo a partirde la orden drawa distinction,problema quelas preguntasdel lgebra y la aritmticaslopueden tratar conun opera-dor,y lodisuelveen lai denti dad28.Estonoimplica,noobstante,que 28.Cf. Laws ofForm,tei mpr.N ew York,1979,p.76:Unobservador,desdeque distingueelespacioqueocupa,estambinuna marca.[...]Ahora vemosquela pri mera distincin,lamarcayelobservador,nosonsolamenteintercambiables,sinoque,enla forma,sonidnticos.Cf.tambin(muy cerca de Spencer Brown) L. H . Kauffman,Self-Reference and RecursiveForms: JournalofSocialandBiologicalStructures 10 (1987), pp.53-72:Al menosunadistincinseencuentraimplicada enla presenciadelaauto-24LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO sebloqueelaposibilidaddeseguirpreguntando. Puesparatodoslos anlisisterico-diferencialeslaidentidadresulta un conceptobastante i n tranquilizador. Continuamosel avance con la reflexindequelasoperacionesen general,ylasobservacionesenparticular, nosonposiblescomosu-cesos nicos,sinoquepresuponen redesderecursosconcuyaayuda sereproducen yconello, al mismo tiempo, delimitanesecontextode reproduccincontra un entornoquenoaportaoperaciones,sinoso-lamenterecursoseinterferencias.Estepuntodeparti daremiteala configuracindesistemas,ymsexactamente,alaconfiguracinde sistemasoperativamenteclausurados,autopoiticos,queentreotras cosas pueden sercapaces nosolamentede autodiferenciarse,sinoque adems pueden distinguirse de su entorno. La distincin ntresistema yentorno seduplicaa s misma; y esto,comoresulta de nuestraspre-misas,de aquel lado quedispone de capacidadde acoplamientodel ladodel sistema.EnlaterminologadeSpencerBrownsetratade una re-entryde la forma en la forma y con ello de aquel procedimiento enigmtico que alfinaldel clculo muestra que l ya estaba presupuesto aicomienzo25. Para aclararl oqueha sucedidoconesto:a la tautologade ladis-tincinquesedistingue a s misma le hemoscolocadootradistincin pordebajo,a saber: la de sistemay entorno. Con ello, el mundo sigue siendoelen-que(Worin)deeste suceso:elestadonomarcadopor esta oaquelladistincin,el queconstituye el otro lado para cualquier marcacin.La sustitucin por otra distincin no se puede fundamentar lgicamente;peroelquenol oquiera hacerde lamanerapropuesta, debe hacerlodeotra manerasi noquierequedaratrapadoen la para-doja de l a tautologa(lo distintoes l o mismo). Laoperacinde l a sus-titucin noes una operacinlgica; peroescompatible con elmundo. Y se la puede reconocer por susfrutos. Laidentidaddelobservadormarcadoesportantolaidentidad deunsistema.Esto,detodasformas,nodebeconduciralaconclu-sinprecipitada dequeelsistemasolamenteobservasuentorno.En qumedidaestoesvlidoparalosanimalesyenqumedidatam-bin para las percepcioneshumanases algo que podra discutirse; pero lacomplejaarquitectura tericaenlaquenoshemosembarcadonos rreferencia.Elyoaparece,yunaindicacindeeseyopuedeversecomoseparadadel yo.Cualquierdistincinincluye laautorreferenciade'aquelquedistingue'. Portanto, laautorreferenciaylaideadedistincinsoninseparables(y porelloconceptualmente idnticas)(p.53). 29.Ibid.,pp. 56 s.,69 ss. 25LAREL I GI NDELASOC I EDADprotegedeesaconclusinfalsa.Elobservadorpuede,comoconcien-ciaocomosistemasocial,orientarsesegnladistincindesistema yentornoinscripta ensuinterior,segn,portanto,ladistincinde autorreferencia y heterorreferencia;ydebehacerlo(aunque produzca todaslasreferenciasinternamente), porque de l o contrarioconfundi -racontinuamentelosestadospropiosconlosdelentornoynopo-dra siquiera dejarse i rri tarpor el entorno; tampocopodra,segneso, aprender. Precisamentecuando setrata de un sistemaoperativamente clausuradoque no puedealcanzarni contactarel entorno con ninguna operacin propia, precisamenteall l a supervivencia (= continuidad de laautopoiesis)dependetotalmentede la distincindisponible interna-menteentreautorreferencia y heterorreferencia,la cual dirigelospro-cesos de aprendizaje. Sean cuales sean lasestructurasque se construyan conello, permaneceel condensadoi nterno, la construccin30;y existen suficientesejemplosdecmolasconstruccionesnoseconservanylos sistemassecondenanas mismosa perecerpormediodesu propi a (s, propia!) construccin. Un ejemploactual es la construccinestatal yeconmicadel socialismocomunista.Porotro lado, sinembargo,la autodeterminacin(autoorganizacin)mediante la distincindeauto-rreferenciay heterorreferenciaesunacondicinindispensableparala evolucinselectiva.Todaslas formas superioresde la concienciay toda comunicacinsocial seencuentranancladasen ella. Ni nguna sociedad sehabrapuestonuncaenfuncionamiento si nohubieseaprendido a distinguirentre palabras(autorreferencia) y cosas(heterorreferencia). Comparada conel merodistinguir,la operacinque toma algode-signadodesdeel unmarkedspace del mundo y, de esta forma, lodis-tingue del mbito no-marcadodel mundo adiferencia, por tanto, de esta forma normal del di sti ngui r,la distincinentreautorreferencia y heterorreferencia posee la ventajasignificativa de ser capaz de conec-tarse aamboslados.Elsistemapuedeobservarqueobserva31.Puede realizarsecuenciasdeobservacinenrelacinconelentorno,pero tambinconsigomismo. Puedecruzar continuamente de aqu para all, traspasar,por tanto, el lmite yo/ extraoy regresar,sinporesoperder la orientacin.Lalawofcrossing de Spencer Brownno resultavlida bajoesta condicinexcepcional32.Sepuede,entonces,bajoestacon-30.Cf. tambinN . Luhmann, Erkenntniss aisKonstruktion,Bern,1988. 31.stefueelpuntodeparti da del a second ordercybernetics.Cf.parael l ol a entrevistaconHei nz von FoersterenCybernetics and HumanKnowing 4 (1997),pp. 3-15. 32.Postula:The valu of a crossing made again is not the valuof the crossing[El val orde volver a hacer un crucenoesel mismo queel del cruce](op.cit.,p. 2).Odicho deotramanera:losladosnopuedenespecificarserecprocamente;nopuedellevarse 26LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO dicin,uti l i zarespecificacionesincluidas de forma externaparacom-prendermejorlosestadospropios(porejemplolasposibilidadesde movi mi entopropi o).Ysepuede,al ainversa,tenerencuentauna modificacindelosestadospropioscuandoserealizalaexperiencia dequeelentornomuestraentoncesotroslados.Solamentebajoesta condicinfuertementel i mi tante sedeberahablardeinformaciny deprocesamientodelainformacininformacinenelsentidode Bateson,entendida como a difference that makes a difference [una di -ferenciaque constituye una diferencia]. Habamossustituido el conceptoclsicode sujetopor elconcepto deobservadorparadejarclaroquelasoperacionesqueproduceny reproducenalmediodelsentidosellevanacaboenelmundoreal ynoenuna esfera trascendentalfuera de larealidad. Estotiene,por cierto,consecuencias para el conceptode realidad. La realidad devie-ne conello una construccinretrica,setransforma en conformitytoorthodoxpracticesofwritingandreading [conformi dadconprcticas ortodoxasdeescriturayl ectura]33.Conesta formalacomunicacin cuentaconla posibilidaddeconstruir un conceptoquehagafrentea la realidad sea ideal, seasubjetivo. Perodndequedael observadorqueutilizaesta distincinde au-torreferencia y heterorreferenciaparacompensarlaprdidadereali-dadgeneradapor la clausuraoperativa?Despusdetodoloquehe-mosdicho, sera cometerun error lgico muy simple el teneral auto de laautorreferenciapor elobservadormismo. Lafilosofadelsujeto ha sufrido susdecepcionesconeste supuestoynonecesitamosvolver a repetirlas34. El observadores la unidad de la diferencia de autorrefe-algoalotrolado,sinoquesedebe,cuandosequiereacumularocorregi rinformacin, permanecerdell ado-i nterno delaforma.nicamentecuandoelotroladopermanece indeterminadocomo unmarkedstate vale tambin la foritiofcancellation. 33.AsR.H .Brown,Rhetoric,Textuality,andthePostmodernTurni nSocio-logicalTheory,en S.Seidman(ed.),The PostmodernTurn:NewPerspectives onSocial Theory,Cambridge, 1994,pp. 229-241,cita, p. 229.Vansetambinlos artculos bajoel ttuloThe rhetori cal constructi on of socialreality. Desdeyapodemosi ndi car elhecho dequelareliginpuede uti l i zaresaconstruccinretricadelconceptoderealidad para establecer su cdigoinmanente/ trascendente. 34.Vaseparaestoladistincindeladuda cartesiana,quedirigindosealaauto-certezadel yo pensanteencuentraqueesalgoque tambinpuedeallanarsemediante la autodenominacin,ylagrandudadela religinbudista enK.N i shi tani ,op.cit.,pp. 55 ss.PeronosedeberapensarsolamenteenDescartes.ConceptoscomospiritenBer-keley y pour-soien Sartreserefieren a la concienciaqueesconscientede su operarcons-ciente,peroquetodavanoesobjetopara smisma, portanto, noesconoci mi ento.Cf. G.Berkeley,Ofthe Principies ofHumanKnowledge,Part I ,I I ,citadosegn l aedicinde la Everyman'sLibrary, London, 1957,p.114,enel captuloMi nd,spi ri t,soul or my-self:By whi chwords Ido notdenoteany oneof my ideas,but athi ngentirely distinct 27LAREL I GI NDELASOC I EDADrencia y heterorreferencia.N o puede por tanto nombrarsea s mismo. Permanece invisible para s mi smo. Eigualmenteelmundo,queparalhacalasvecesdeunidadde ladiferenciaentresistemayentorno.Todoelaparatodeobservacin deldistinguirde maneradoble yconcapacidadde definirseencuentra empotrado en el unmarkedspacedel mundo, desde el cual el observador observa.Enellonocambianadapormediodeestaadquisicindela evolucin,el sentido, que es quien primero posibilita la conciencia,la sociedad,el lenguaje,la cultura(y podramosdecir ya la religin?).Se puedeconcederquela intencinhacialaobservacindelaunidadde ladiferencia continasiendoposible yquehace sentidoenelmundo-sentido(Sinnwelt).Peroeste sentidoadopta la forma de la paradoja,la forma de la paradoja bsica de la mismidad de lo diferente. I V Hemosobservadoloinobservabledelmundo ydelobservador.Con ello hemoscomenzadoa observar la religin. Esto requiere, sin embar-go,algunas precisiones.Nuevamente debemosdistinguir distinciones. La distincinobservador/ mundo sedistingue de la distincin obser-vador/ observado. Esta distincin desemboca en la distincin inobserva-ble/ observable,con la cual el mundo(no se sabe quin, no se sabe cmo) seobservaa s mismo. Un observadorpuedeobservarque unobserva-dorobservaycmodohace.Existensin lugaradudasobservaciones observablesdesegundoorden. Seacual seaelorden:laoperacinde observacinavanzadel o inobservablea loobservable.Lainstruccin de Spencer Brown draw adistinction!3Ses la indicacin para el crucede estafrontera. Una primera distincinde este ti po no puede evitarseen ningnplanodelaobservacin;ni tan siquieracuandoseobservaal observador y tampococuando uno seobservaa s mismo comoobser-vador.Di chodemaneramssencilla:la operacindelaobservacin esinobservableparasmisma.Uti l i zaunadistincin.Unadistincin f r omthem, whereintheyexist,or, whi chis the same thi ng,whereby they areperceived [N odenoto por medio de estas palabras ninguna de mis ideas,sino algo totalmente distinto aellas,en l oqueexisten,o,loqueesl omismo, atravsdel o cual sonpercibidas]. Para Sartre:L'etre etle nant:Essaid'ontologie phnomnologique,Paris,301950,pp.115 ss. [ElSeryla Nada.Ensayo de ontologia fenomenolgica,Alianza/ Losada, Madri d,1984], Tambinlasociologadelareligin,desdeSimmelhastaLuckmann,habaconectado siemprel a religinconl aconcienciasubjetivayconellohabasupuestounaconciencia conscientede s misma. 35.[Establezcauna distincin!]Op.ext.,p.3. 28LAREL I GI NC OM OFORMADESENTI DO cuya asimetra sostiene y esconde su asimetra. El observar se mueve den-tro,y nofuera,desudistincin.Para todoobservaresvlido:Distinc-tlonis perfectcontinence36.El observarmismo es, sin embargo,el tercio excluso,la unidad de la distincinque no esdistinguible en la distincin misma. Senecesita, dicen, un puntociego.Oen lenguajeterico-tras-cendental:lo inobservablede la observacines la condicindeposibili-dad de la observacin,la condicinde todo posible acceso a losobjetos. Cuandoseobservaalobservadorcomoobservador(ynocomo cosas;comosujetoynocomoobjetos)debecargarseenambos niveles. El observadorde segundoorden puedeobservarcomoobser-vador(y nocomouna cosa) al observadorde pri merordensolamente cuando ve que este observador no ve que l no ve l o que no ve. Esto se puede formular(observar)solamentecon la ayuda de negaciones.Pero precisamenteestoesl oquenohace justiciaalestadodecosas. Pues la operacinde la observacin opera (tambincuandoniega)librede negaciones.Hacelo que hace. En ello radica su realidad. Estosresultadosquizspuedan formularse demaneratradicional como la libertad del otro observador, o como eltipode norma de respeto unte la cual decide,o comola infinitud interiordel sujeto.Uno seen-cuentra entonces cerca de la moral. Yantela necesidadde proveersede restricciones.Peroestas formulaciones ya estn utilizandoconvenciones de imputacinyaciertansolamentecon lossistemas psquicos,perono con los sociales (que incluimos siemprecuando hablamosdeobservado-res). Desdeaqu podramos por tanto obtener solamenteconceptosde re-ligin especficos de la cultura y de la historia, cuyo derechonoponemos on duda, peroqueremospermanecerabiertosa otras posibilidades. Eneste mbitode loinobservable,enel cual elobservaryelmun-do nopuedendistinguirse comopresupuestosdel observar(enelun-markedstate,por tanto), barruntamos el puntodepartidade lospro-blemasque sern tratados como formas del sentido de la religin y que luego sern expuestosa la evolucin. Esta suposicinan no posee un contenidoespecfico.Peroseencuentraaseguradamediantenuestro anlisis del medio del sentido. Pues este medio ofreceexactamenteesa capacidadexcedentriaqueestamos buscando.Tambinloinobserva-blenohayotramaneradeactuaraqu puedeempotrarsecomo sentidoenlasoperaciones,pueselsentidonotieneposibilidadesde exclusin.Sepuededara aquelloquepermaneceinaccesiblela forma de la negacino,conexigenciaslgicasmayores,la forma de la para-doja. Selo puede definir, siendo siempre conscientes de que la definicin 36.[La distincinesla continencia perfecta]S.Brown,op.cit.,p. 1. 29LAREL I GI NDELASOC I EDADnorozaloqueseintentadefinir,y acasoapartirdeellosedesarrolle una comprensinde lossmbolosquereflejeexactamenteydemanera precisa esta inadecuacin. Formulado con los conceptosde la ciberntica ms antigua setrata del problema de la requisite variety37,y el punto de partida para cada solucin parece radicarenel intento decontrolar un misterio por medio deotro. Para ello no existenaturalmente ninguna instruccin segura y nica-mente vlida. La mayorade estas posibilidades nosproveen de un pre-conceptopara los anlisisde evolucinde la religin.En este momento solamentesostenemosqueel bloqueoestructural del observarque yace en el observar mismo puede incluirse en el cosmos del sentido comofac-torde irritacin,comoexigencia parexcellence de donacinde sentido. La religin tiene que ver con esta inclusinde lo excluido, con esta pre-sencia material, luego local, luego universal, de lo ausente.Pero todoeso que aqu y en otros sitios se piense y se diga de la religin y de su anlisis sociolgicosolamentepuede seruna cifra de aquello que se quiere decir. V Eneste momento nosvuelve a ayudar un conceptode SpencerBrown, a saber:el conceptolmitede su clculo,el conceptode re-entry.Dela re-entrysepuedehablaren relacina distinciones muy diferentes.Ms;arriba habamos hablado de la posibilidad de una re-entryde la distincin entre sistema y entorno en vista al sistema38.En el caso de la religinse trata,por el contrario, de una re-entryde la distincinobservable/ inob-servableen vista a l oobservable. El simple observarexigenicamente cruzar la frontera que distingue aquelloque sequieredefinirde todaslasdems cosas. Esta frontera no existeantes,surge en la medida en que se la cruza. La distincin debeser un momento de la operacin(de lo contrario no se podra definir nada y diferenciarlodeotra cosa), peronodebemarcarsecomoforma. Estoes diferente en el caso de una re-entry,pues esta operacin solamentepuede llevarsea cabocuandosedefine ladistincin,lacual vuelve aingresar en su mbitoautocreado.En la terminologade Spencer Brownel cross (indicacinde cruzar) debeutilizarse como marker(definicinde la for-ma)39. Y esto puede hacerse sin utilizar el markerpara cruzar. 37.Cf.WR.Ashby, AnIntroductionto Cybernetlcs,London,1956,pp. 206 ss.Cf. d.,Requisitevariety and Its I mplications for theControl ofComplexSystems:Cyber-netica 1 (1958),pp. 83-99. 38.Vase supra,seccinI I I . 39.Op.cit.,pp.64 s. 30LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO Lascondicionesllenasdepresupuestosmatemticos(la prehistoria operativa enel clculo)de esta posibilidadde una re-entryesalgode lo que no nos ocuparemos. Ms importante resulta la forma de la operacin que seposibilita. La re-entryes una operacinparadjica, ya queutiliza dos distinciones comosi fueran una misma cosa y dejaque ladistincin cross/markerse vuelva ambivalente; pero es al mismo tiempo una opera-cinque sediferencia del espacio imaginario que presupone. El espacio esdivididopor la distincin,y por ello, comounidad,se torna inobser-vable. Esta distincinse marcacomo forma; comoforma con dos lados. Entoncesladistincinsecopiade un ladode la forma; yprecisamente para ello debeponersepordebajoel espacio imaginario que le concede l espaciodi vi di doaquelautomovimiento (ocapacidaddedefinirse a ni mismo). Quizsdeberadecirseque este espacio imaginario solamente (Rirge con la ejecucin de la re-entry.Pero como siempre, la especificidad de la operacinseencuentragarantizada mediante la especificidad de la distincin de sta y de ninguna otra, con la cual se lleva acabo. Ladescripcindela re-entryqueesfiela su nombresuscitala i m-presindequeprimero deberealizarseladistincinde partida y luego llevarse a cabo,en ella, la re-entry.Primero debelevantarseel escenario liobreelqueserepresentarlaobra;ydebepermanecerseparadodel espacioqueocuparnlosespectadores,detal maneraquequedeclaro dnde ubicar la realidad y dnde la realidadfingida.Peroluego, sobreel escenario,se puede representarel engao, la equivocacin, lo inobserva-ble. Yel espectadormira y comprende la diferencia (representada)entre verdad y engaocomorealidad cuando prescindedel hechode queella misma es en verdad un engao. Solamentepor medio de una re-entrya la que se le impide autoanularse logra el teatro simbolizar el mundo40.Pero n esto es as,no se puede procederdel mismo modo a la inversa y darle la primaca a la forma en l a forma?No se le aade, podra suponerse,la tlistincinde partida comomarcodel marcocuando ya noessuficiente conel mundo comol serepresenta,porejemplo,con la distincinsa-| ;rado/ profano? No se puede proyectar hacia fuera una distincin en una especie de framingup,de tal maneraque se contengaa s misma? Laspreguntasde estetipoposeenundoblerango.Quizslacons-iruccin de un clculo matemtico tenga aqu prioridades diferentes a la evolucin sociocultural. Que podemos, es ms, que debemosmantener-nosabiertosa esta pregunta esalgoqueseencuentrapredeterminado porelconceptodelaobservacincomoactividad dedistinguir.Pues observarnosignifica copiarestructurasdel mundo yadadas(lo quese 40.Cf.paraestoD.Roberts,DieParadoxiederForm:Li teratur undSelbstrefe-renz, en D. Baecker(ed.), Probleme derForm,Frankfurt a.M.,1993,pp. 22-44. 31 LAREL I GI NDELASOC I EDADpodraefectuarconxitoo fracaso)ni tampocoproduciralgoanlogo (loque,segnel modelo yobjetivo, podra salir bien o mal).Observar eslaproduccindelacapacidaddeacoplamientomedianteeldistin-guir; y luego la capacidad de seguir adelante y la complejidad alcanzable deciden acerca de la fecundidad del comienzo. Para nuestrospropsitos basta en un primer momento con ver el problema y evitar lasdecisiones previas por una u otra secuencia. Peroconcentrmonosenelcaso presente.Setrata,deestoparti -mos,deladistincinobservable/ inobservable.Posteriormentepueden agregarse otras distinciones, pero esto dependede cmo se desarrolle el campo de observacin de la religin; se debe comenzarcon la distincin observable/ inobservable.La distincinnopermite que secruce(prove-chosamente)la frontera de l oque posee sentido.Sisecruza,entonces rigelalawofcrossing conla fortnofcancellation.Siseregresa,uno est ah como si no hubiesesucedido nada41, pues el observarsolamente puede tenerlugar del lado de l o observable(incluso cuandoexisteslo este lado, porqueelotrotambinexiste).Tampocosetratadehacer quel o inobservablesevuelva observable,decopiarlo, describirlo,etc. Esto sera simplemente una falla en lascategoras,o sea,un pasohacia otroti podedistincin.Despusdetodo,Solamentepuedetratarsede la re-entryde la forma enla forma, estoes:de la distincinenl oque ella distingue.Conotras palabras:en lo observable(enqu otro lugar si no?)debe hacerse observablela diferencia entreobservable/ inobserva-ble. N o setrata de un lado u otro de esta distincin,sinode suforma: d la distincin misma. Debidoaqueconfrecuenciala religinda cuentade s mismade manerainsuficiente,resultaron necesariasestasreflexionesprevias,a finde llegaral siguienteresultado:lasformasdel sentidosevivenre-ligiosamentecuandosusentidoremitea launidaddeladiferenciade observablee inobservableycuandoencuentrauna forma para ello.La religin nada tiene que ver con una crisis del sentido, algoqueexiste comotemadesdehace apenas cienaos.Entemascomoprdidadel sentido,prdida de la identidad,prdidadel mundose tratasola-mentededoloresfantasmales42quesiguena lasgrandesamputaciones histricas comoel asesinato del rey y el vaciamiento y sustitucinde la casa real por escuelas, fbricas y oficinas; y si esto es acertado,sera 41.Lal i teraturareligiosa,sobretododeprocedenciabudista,refiereamenudo exactamentel oopuesto:despusdel regresode unaexperienciareligiosa dedisolucin, lascosas del mundo ya no sonlasmismas que antes.Porconsiguiente,esjustamenteen estelugar lgicoenel cual la religin l l ama la atencinacerca de su prestacinpropi a. 42.As G. Hernes,Comments, en P. Bourdi eu y J .S.Coleman (eds.), SocialTbeory fora Changing Society,Boulder/ New York, 1991,pp. 125 s. 32LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO insolenteparaconlareliginocuparsedeello.Lareligintampoco concibeal sentido comouna necesidadquedeba satisfacerse. Ella no existeparadotaraunabsquedadelsentidodeprobabilidadesde xito.Estas siguen siendodeterminacionesantropolgico-funcionales. Tampocosetratadel problema queocupaa Jacques Derri da:queuna Utilizacindel signo nopuede repetirse y por tanto no puede tenerre-ferenciaalguna que subsistade una situacina otra; y que la metafsica de lapresenciadel ser,porconsiguiente,noshaengaado.Acasosea efectivamenteas, acaso el tiempo cambietodaslas cosas yexijaconti-nuamentenuevasinscripciones;oacaso toda difference sea,enltima instancia,corrimiento de la diferencia, por tanto diffrance,y toda re-sistenciapueda deconstruirse. Acasoseaas, pero solamentedisuelve la vieja ysacrosantaalianzaentrereliginycosmologaoentreteologa ymetafsicaontolgica, sinque pueda impugnarse elque esto tambin bayasido religin.Porqueestoconducenicamentehastala pregunta acerca de porqu sedistingue de esta manera y nodeotra, a saber, en elesquemade sery no-ser,o enel esquemapresencia/ ausencia,oen el esquemade repeticin/ no-repeticin(iteration).Que esto pueda arrojar sentidonosepuedeimpugnar conclaridad.Lacuestinsiguesiendo qu permaneceinobservado cuando sedistingue de esta u otra manera. Y el problema de la religin,aquelloque la diferencia de todaslasres-tantesempresas mundanas,essolamentecmoesposibleel sentidosi esto esas. Conloinobservable,comopuedeahorareconstruirse,noseest queriendodecirqueexistaunainaccesibilidadprctica,sinoaquello que el observar mismo torna inobservable. Y esto es siempre algo doble: el observarmismo y el unmarkedstate del mundo,a parti rdel cual dis-tingue aquello que define. Por lo tanto no son defectos,ni preocupacio-nesni inseguridades,aquelloquesecompensaconla religin,sino un condicionamiento necesario de toda determinacin sea en la vivencia en el actuar,seaa travsde sistemas psquicoso sociales a esto y a ninguna otra cosa. Todadistincinofrecelalibertad,una vezmarcada,dedirigirsea otrasdistinciones. Precisamentela marcacinposee este efecto,yaque ella, a diferencia del mero chocarse con aquello que sedefine, hace que una distincin seadistinguible. En el lenguajede Gotthard Gnther esto sera una operacintransunitiva*,esto es:una operacinquedecide siunadistincinseacepta oserechaza43.Eneste gradodeabstraccin *A fi nde traduci r el conceptode transjunktionale Operation,opto por i r a la raz latina,queesel verbo iungere (juntar, uni r,enlazar,l i gar).[N .delT.] 43.Cf.Cybernetic,Ontol ogyandTransjunctonalOperations*,enG.Gnther, 33LAREL I GI NDELASOC I EDAD acaso ya exista una seal en direccin a una posible relacin entrerel i -gin y libertad,aunquesolamenteseala libertad de dudar. Adems resulta deforma ms incidental, pero con posibilidades de elaborarseque la religin,comoltimo pensamientoque clausu-ra,solamentepuedeofreceruna paradojayqueel ti podeoperacin relacionada con esto es aquel que por regla general se llama creencia. Tambin en esta direccin el sentido religioso seencuentraabierto a la remisin.Siemprees posible formul ar la pregunta acerca de launi dad de la diferencia ltima y fracasar en el i ntento.Pero precisamentepor-queestoesas yporque l oesdeforma inevitable, existeenellouna seguridad caracterstica y un irreprochable estoesas. V I Uni daa la lengua,queoperaconel cdigos/ no, y uni da a la metaf-sica ontolgica,que parta de la distincin ser/ no-ser, la teologahaba experimentadodificultades conlasnegaciones.Podapermitirsefor-mular sus propios juicios comoteologa negativa. N o poda permitirse negarlaexistenciadeDios.Entrelascondicionesdadas,lanegacin continusiendo,sin embargo,una operacinelementalque nopoda seguirseanalizando. Esto podracambiarsesi seaceptaranlos resulta-dosde las reflexionesque van arealizarse. Pues el mundo yel sentidoseconsideranahoracomoestadosde cosas innegables,y el distinguir es un momento constitutivo de la ope-racindelobservar,demaneratalquenosepuedeenciertomodo negarun ladodeladistincinsindestruir la posibilidad mismadela observacin.A l menos,enelusooperativodelasdistincionesnose puede parti r del supuestode que el otro lado de la distincin puedeno serconsideradoporquenoexiste.Sibiendebe permanecerexcluido deladefinicinelegidaencadainstancia,tambintienequeperma-necerabiertoparafuturasoperaciones.Lafronteraentreunladoy otrodeunadistincinsolamenteesinteligible cuandoseestatento al hechodequepodra traspasarse yqueel otro lado tambinpodra definirse.Poresoelcruzarlafrontera,elcrossing enelsentidode Spencer Brown,tampoco se deja concebircomo negacin.Deacuerdo a ello, en el caso de Spencer Brownel cross constituye la definicinde la definicin, porque el definir exige un traspasar(y con ello un repro-Beitrge zurGrundlegungeineroperationsfhigenDialektik,vol . I , Hamburg, 1976,pp. 249-328. 34LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO ducir)la frontera entre unmarked y markedspace.El budismo ampla las posibilidades del negary l o incluye en el fundamento del ser.Pero luegosurgetambinla pregunta desideesta maneraseesjustocon el mundo, de cuyo unmarkedspace debe distinguirse todo l o determi-nado,peroquenopuede porello negarse44.El unmarkedspace noes observable,pero nopor esoes una nada. Debidoa todoesto,la negacinesunaoperacincargadade su-puestos.Presuponeantetodolaespecificacindelonegado(yaque no puede negarse el mundo y el sentidode la operacindel negar),y presuponela memoria, yaquel oquesevaa negardebepermanecer idnticoconaquelloquepodraafirmarse.Portanto,solamentelos sistemassuficientementecomplejoscuentanconposibilidades dene-gacin. Probablementeslosenecesitennegacionescuandoseofrecela posibilidaddecruzarunadistincinyse ladesea rechazar;portan-tocuandosedesea permanecerdel mismoladodeladistincin;por ejemplo: cuando sequiere seguir tratando a un tomate como un toma-te y no, como parece serposible en esemomento, comouna manzana. La negacin sera, de acuerdoa ello, un rechazodel crossing.En laac-tividad de percibir no se necesita normalmente ninguna negacin,sino distincionesclaras.Lanegacinaqusolamenteesunaoperacinde resistenciaantelosengaos. Para el establecimientodecodificaciones binarias, volveremos ms tarde en detalle sobre esto, la negacinesen cambioun componenteconstitutivo,precisamenteporqueelcrossing siguesiendoposible yest previsto. La negacinesaqu, ysolamente aqu, la reflexindel crossing,la continua di sponi bi l i dadde la posibi-lidad de traspasaro no la frontera. Esto,asuvez,aclaralasdificultades lingsticasconlasquete-nemosqueenfrentarnos.Pues la lenguade ninguna maneraesnica-mente un conjunto de smbolosordenadosgramaticalmente, sinoante todo una forma de comunicacincodificada de forma binaria, la cual ofrece,paratodol oquedebacomunicarse,formulacionespositivas ynegativas.Debidoaquetenemosqueutilizarellenguajesurgela Impresindequeel mundo esun unmarkedspace ounai nfi ni tud,a diferenciadel markedspace odelafinituddelascosas. Perostees solamenteun problema del lenguajequeresultadel quererdefinirde forma lingstica el mundo, esto es,cuandosel o intenta distinguirde formalingstica.Perotoda distincin,y tambinsta,cobraactuali-dad solamentecomooperacinenel mundo, y tambinl adistincin 44.Cf. K. N i shl tani ,op.cit. 35LAREL I GI NDELASOC I EDAD markedlunmarkedspace produceensu utilizacinun, podramosde-cir, unmarkedspace que larecibe. A veces las teoras de este ti po sedescribencomo tesis de la pri ma-ca de l o positivo. Tambinesto es inadecuado. Pues de l o positivoso-lamentese puede hablarcuando sepresuponeque tambinpodraser negativo.Pero precisamenteesto sepondrenduda.Nosotroshabla-mosmsbien de la peculiaridad de los sistemas que procesansentido ydeaquelloqueel mundo,el sentidoyfinalmentela religinpueden significar para ellos. De primaca por tanto solamentese puede hablar cuando se trata de la eleccinde esta precisa referenciadel sistema,por tanto cuando se trata de definir el surgimiento de esta precisareferencia del sistemadesde afuera y desde adentro, l o que,de todas formas, solamentepuedeocurrir en un sistemade este ti po.La distincinaden-tro/afuera,que requiere la indicacin de una referenciadel sistema, pasa aocuparel lugar queenlatradicinonto-teolgicahabaocupadola distincinentre ser y no-ser. VI I Enrelacina los sistemas psquicoscomoobservadores,lasreflexiones anteriores permanecenen un terreno que nos resulta familiar si partimos de la tradicin.Que el ojo no puede ver su visin es un topos contradic-tori o que se mantiene desde Platn a Fichte. Precisamente por eso nece-sita para reflexionar una parte especialdel al ma45. Adems, las deficien-ciascognitivas delasfacultadeshumanasdel conocer nosonalgoque sorprenda; a fin de cuentas el fuego tampoco puede quemarsea s mismo (y de esamaneraapagarse). En lo que sigue no se trata de la percepcin nitampocode la conciencia.Laconcienciaefectaunaexteriorizacin de los resultados(conseguidosmediante el trabajo interno) de lasopera-ciones neurofisiolgicas. Efecta la constitucin de un mundoexterno yoperaportantoconladistincindeheterorreferenciayautorrefe-rencia.Permanececonsiguientementeunidaal esquema sujeto/ objetoe inclusoenun planreflexivo solamentepuederepresentarsea s misma enanalogaconlascosas, solamentecomosubobjeto,solamentecomo alma,espritu,mismidad,yo. Pero el problema ltimode la religinno consiste enqueella pueda todava preguntar porel sentidode esta dis-tincin sujeto/ objeto,y que en ltima instancia debahacerlo. Queenlastemticasreligiosasexisteuna referenciaal serhumano noesalgoquequedeenentredicho, peroestoesalgoqueataealos 45.Aristteles, De anima,I I I . 36LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO temas,noalasoperacionesbsicasdelareligin.Existenpoderosos mitos,porejemploelmi todel Diosquedevino hombreoelmi tode la subjetividaddel yo, queayuda al i ndi vi duoa sobreponerseal hecho desersolamenteuno entre muchos. Pero estos mitos solamenteexisten como un condensadode comunicacin.Podemos,por tanto, dentro del Contexto de una teora sociolgica,concebira la religinexclusivamen-tecomoun suceso comunicativo. Quetambinparticipanprocesosde Conciencia es algo que de ninguna manera se discutir. Sin concienciano existela comunicacin.Pero la realizacinde la religin,al igual que la realizacindelordensocialporantonomasia,nopuedecomprenderse comoelagregadodeoperacionesconscientes(cerradasen smismas). Planteadade esta manera,una teorade la emergenciadel ordensocial chocaraconunaimprobabilidadextrema;algoas comosi de lavola-dura en una canterade mrmolpudiesesurgir una esculturadeMi guel ngel. El surgimiento, pero tambin la conservacin y reproduccinco-rrientes de un orden social, solamentepueden aclararse sobre la base de lina operacin que causa exactamente eso;precisamentesobre la base de lllcomunicacinqueocurrerealmenteyquesereproduceas misma. Setrata portantoexclusivamentedecomunicacinreligiosa,desen-tidoreligioso queseactualizaenla comunicacincomosentidode la Comunicacin.Adiferencia de los juiciosquela religinrealiza sobre Hl misma,nosotrosnotendremosporconsiguientequevrnoslascon entidadesreligiosas(divinidadesporejemplo),delascualesseafirma queexisten.A nosotrosnosinteresasolamentequeesto sediga.(Pues lll no sedijese,no habra ninguna ocasinde cavilar acerca de si escier-too no.)Adems,hacemosabstraccinde juicios sobrelosestadosde conciencia(respectivamenteindividuafizados).N osetrata, por tanto, deuna humanizacin,de una reduccinantropolgicade lareligin, lllestilodel sigloX I X .As pues,lacomunicacinesla nicareferencia del sistemaque admitimos, con lo cual por supuestodebe suponerseque la comunicacinsolamentees posible cuando seencuentran asegurados ciertos acoplamientosde naturaleza psquica,orgnica, qumica y fsica. Un anlisis de las potenciaspropias de la concienciano podra nunca hacer comprensiblela religin y sobre todo nopodraaclararlaevolu-cin de las formas ms altas de la religin. El servicio pri nci pal de la con-ciencia(deloshumanos,as comode losanimalesmsevolucionados) consiste en dejar aparecer los resultados de los procesos neurofisiolgicos del cerebrocomomundoexterno y por tanto posibilitar al organismo vivo y consciente una orientacinen la diferencia entreautorreferencia y heterorreferencia.Estopuedesucedermediantelapercepcininme-diata,pero tambina travsde simulacionesde muy diferente especie. Tambin se sabe que la facultad de distincinotorgada por ello aumenta 37LAREL I GI NDELASOC I EDAD enelhombremedianteel lenguajeyqueseencuentraprovistadeuna especie propia de memoria y capacidad de aprendizaje. El hombre puede entonces recordaraquello que ha percibido (escuchado o ledo)bajola forma del lenguaje. Dentro del mbito de las operacionesgenunas de la conciencialo inobservable aparecera siempre, si se lo dota con un ndi-cede realidad, comolo oculto, lo que seencuentradetrs o en algu-na otra cosa que sepresenta.La comunicacinreligiosa tambinutiliza, cuando se trata de ofrecer una representacin imaginable, estas metforas deldetrsoel en. Pero tan slola codificacinde lacomunicacin segn s (aceptacin) y no(rechazo)abreel camposemnticoque la religinocupaydesarrolla.Solamentepor mediodelacomunicacin puederealizarseelsentido,elcualseocupaexplcitamentedequel o aludido, lo comunicado y lo que debe comprenderse seainaccesible para la conciencia.Deesta maneraseestablecencomometforasy seponen encirculacinformasdel sentidocomoestar-detrs,estar-en-algo,i nvi -sibilidad,irrepresentabilidad,y la concienciadebe acostumbrarsea este lenguaje.Pero conello loscorrelatosde la concienciapara aquelloque se predica siguen siendoextremadamenteinciertos e inaccesibles para la comunicacin.La comunicacingenera formas propias decomprensin comocondicinde clausura y nuevocomienzode las propiasoperacio-nes,y solamenteregistra lasarbitrariedades de la concienciacuandos-tasi rri tanalacomunicacinmisma.Lascondicionesde unaevolucin, socioculturalpropiasobre la base de la autopoiesiscomunicativa yacen precisamenteall: en que la comunicacinseaen alto grado indiferente y simultneamenteydeformaespecfica(peroautodeterminada)sensibleanteaquello que transcurre al mismo tiempo comoconciencia. Comprendemos por tanto la comunicacin como un modo operativo que se reproduce a s mismo a partir de productos propios, en otras pala-bras:comoel modo operativo de un sistemaautopoitico. Este modo operativo exigeque se alcance una sntesis de informacin,participacin ycomprensinqueconverjahastatal puntoensu sentidocomopara que la comunicacin pueda continuar. Loscomponentesdeconstatacin (informativos)y performativos (participacin)de lacomunicacinde-benigualarseencadaoperacincomunicativa yentendersedentrode su contexto.En este sentido, la fe religiosa esyseguirsiendosiempre confesin.Pero la unidad de este acontecimientoes producida comoco-municaciny nocomoestadodeconciencia(inevitablementeprecario) delafectado. La comunicacin es siempre una operacin de observacin, pues pre-suponeal menosque1) la informacin y la participacinpuedendistin-guirse, y que 2)el componentecomprensin,desde el cual se realiza esta distincin, no coincide con la participacin, sino que puedediferenciarse 38.,LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO de ella. Anlogamente complejasson las exigenciasen la participacinde sistemas psquicos,lascuales mstardeactande manera perturbadora sobre lacomunicacin.Pero la comunicacinesy siguesiendo,cuando se parte de los sistemas sociales (y node los hombresconcretos),la ope-racin primaria; y las investigacionesque parten desde aqu pueden dejar de lado quesloque sucede al mismo tiempo con lo psquico.Aquello queenlasactualizacionespsquicaspretenda volverse relevanteparala comunicacindeber hacerse notarcomocomunicacin.Delocontra-rio, sigue siendo un cambio sin consecuencias para el entorno del sistema social de la sociedad. Cuando la comunicacin se concibecomo la sntesis de los tres com-ponentes informacin,participacin,comprensin este conceptono permite ni una reificacinni tampoco un primadoontolgicode uno u otrodeestoscomponentes.Lacomunicacinnoposeeorigenalguno nienelobjetomismode la informacin,ni enel actorsubjetivoque participaalgo,ni tampoco,finalmente,enel contextosocialy susinsti-tuciones,que posibilitanla comprensin.Lacomunicacinessupropio producto46. Es, por lo tanto, capaz de cambiar continuamente suspri o-ridadesdeorientacinsegndndeseaquelasiguientecomunicacin busquesuproblema:enlainformacinsorpresiva,enlasintenciones de la participacino en lasdificultades de la comprensin.Este anlisis conducenuevamentealirrenunciable presupuestodel sentido;puesel sentidoesprecisamenteel medioqueposibilitatal cambiodedireccin de loscomponentesysereproduceenl. Tambinporesolosobjetos, sujetos y condicionesde la comprensinno son existenciariosyadados, sino valores propiosde la comunicacin,cuya estabilidad sedebe a la recursividad delcomunicarse. Aqutenemosquedarcomosupuestoesteconceptodecomunica-cinsinunaexplicacindetallada47.Para loquesigueessinembargo importante tener en cuenta que todo lo que se diga sobre el observar vale tambinparalacomunicacin.Portanto, tambinlossistemas sociales son sistemas que observan y esto siii generis,condistinciones propias, ysobretodosin unafacultad depercepcinpropia.Estotambin es vlidopara la premisacentralde la inobservabilidad del observar.Si bienunsistemadecomunicacinposee,aligualqueunsistemacons-ciente,la capacidadde referirse a s mismo. La comunicacinpuede,en 46.Para unaconcepcinsimilar,peroconunadeterminacinalgodiferentedelos componentes,cf.G.Deleuze,op.cit.,pp. 22 ss. 47.Paraunaampliacin,cf.N .Luhmann,Soziale Systeme:Grundrisseinerallge-meinenTheorie,Frankfurta.M.,1984[Sistemassociales.Lincamientospara una teorageneral,AManza/ Universidad I beroamericana,Mxi co,1991]. 39LAREL I GI NDELASOC I EDADelplanodelasoperacionesbsicas,sealarcomunicaciones,sobrelas que a continuacin habr comunicacin. Un sistema comunicativo puede ademsconvertir entemasupropiaidentidad,utilizarautodenomina-ciones,producirautodescripciones,construir teorassobres mismoy someterlasa discusin. Perosiempre a travs de operacionesque noex-cluyen,sinoque precisamentepresuponen, (comoelconceptoderegla deWittgenstein)queenelsistematambinexistenotrasoperaciones comunicativas. Portanto,tambinaqulareflexinseencuentrasiemprecondi-cionadaporyunidaaunadistincinanteriorquenosetematizaen laobservacinmisma,sinoque hace las vecesdesu puntociego.Ylo mismo ya esvlidoenel plano basaldel operarcomunicativo, estoes, en relacina la distincinentre informacin,participacin y compren-sin. En el instante de actualizacinde la unidad de l o as distinguido la comunicacinnopuedereferirsea s misma; solamentepuedeoperar. Ycuandosetrata de esta unidad,debeponerseen marchaotra comu-nicacin que puede realizarsea s misma solamentede forma operativa. Nos hemosentendido? Loscaptulossiguientestratarnuna yotra vezdeeste problema, que(siguiendo la propi a lgica) puede recibir distintos nombres:distin-cinentreoperacinyobservacin;inobservabilidad del mundo y del observar;paradoja de la mismidad de l o distinguido, o tambinre-entry de la distincin en s misma. Para la comprensines importante que con ellonosrefiramos sin excepcionesa lacomunicacincomooperacin de observacin.Queen la comunicacincotidiana se hagaresponsable alserhumanoynoa lacomunicacinporlasinobservabilidades, y quetambinlasdebilidadesde visinyexpresinde lacomunicacin religiosa(porejemplo,de laorientadadeforma mstica)seatribuyan a condicionesconstitutivas de l o humano, nodebeconducirnos acon-fusin.Esto essolamenteuna de lasformas semnticasen lascualesse esconde la profunda paradoja de la inobservabiHdad del observarque se produce de forma comunicativa. Y si esto es cierto, entonces es la socio-loga,y nola psicologao laantropologa,la verdadera ycompetente cienciade la religin. VI I I Losconocimientosconseguidosmedianteladistincinoperacin/ ob-servacinsedejan reiterar y ampliar cuandose pregunta por el alcance de las capacidadescognitivas. Para la tradicin religiosa siempre result evidente parti r de las limitadas capacidadescognitivas de los humanos y 40LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO reservarpara Dios atributos conceptualescomoel de omnisciencia.En la ciencia cognitiva actual aparecenproblemas similares que, sin embar-go,noseformul anconladistincinserhumano/ Dios(finito/ infinito). Antes bien, la tesis de la que se parte es:ningn sistemapuedeasegurar SU adaptacin al entorno mediante la cognicin48.La cognicinsiempre essolamenteunmecanismoaccesoriobasadoenlasoperacionesdel sistema,cuya funcin central consisteen posibilitar la adaptacin pasa-jera del sistemaa los condicionantes pasajeros del entorno, suponiendo siempreconello queel mundo (o,desdeel puntode vista delsistema, el entorno) tolera la autorreproduccindel sistema. Esto no es vlido para todos los organismos vivos y para la concien-cia humana, sinode forma modificada para los sistemas comunicativos de cualquiertipo.Cada comunicacin activa necesariamente(de lo con-trario nosera comunicacin)un componentede informacin.Debe referirsea algodeterminado y proporcionar ensu puntodereferencia laformadelainformacin.Aquelloaloquerefieredebeconcebirlo comouna distincinque realiza una distincin,en la medida en quese lotrata cognitivamente45. Peropara que pueda producirse la comunica-cin se necesita adems una participacinde la informacin y,finalmen-te, una comprensinsuficiente para que el flujocomunicativo contine yseoriente segnla diferencia entreparticipacine informacin.Por tanto,lacomunicacinnuncaesunacognicinquesereproduceas misma apoyndoseen la informacin.Su prestacinespecfica nocon-siste encopiardentrodel sistema(representar)estoscondicionantes del entorno, sino en ejecutaruna mediacin constanteentre componen-tes informativos (constativos) y participativos(performativos) del modo deoperar propio.Operacomoelcerebro,dependiendodelentorno, pero sin entrar en contactocon l. Pues comooperacinque reproduce el sistemade estas operacionescon intervencinrecurrente sobreotras operaciones,la comunicacintambindebeconfiar en lospresupuestos delentornoquenopuedeconcebirnitematizarenlacomunicacin misma.Daporsentadoun entornoquetolera lacomunicacinen un caso normal ,antetodo sistemas de conciencia,perotambinun entor-no bastantediscontinuo, ricoen sorpresas yecolgico.Conello nose descartan excepciones e interrupciones, pero deben poder actuarcomo 48.Para losorganismoscf. A . Moreno, J .Fernndez y A . Etxeberria,Computatio-nal Darwi ni sm as a Basis for Cognition: Revue internationale desystmique 6 (1992), pp. 05-221. 49.ElconceptodeinformacindeBateson:unadistincinque fijaunadistincin, t If. G. Bateson,kologie des Geistes:Anthropologische,psychologische,biologische undifistemologische Perspektiven,trad,alemana,Frankfurta.M.,1981,p.488[Pasoshaciaimaecologia de la mente,Carlos Lohl,BuenosAires,1972]. 41 LAREL I GI NDELASOC I EDADirritantessobrela comunicaciny serdefinibles comosucesosencon-trastecon el estadonormal del mundo. Tampococambiar nadaen esto una estructura cognitiva especiali-zadaenel procesamientode la informacinbajola forma de un saber que pueda volver a utilizarse, de la distincin semntica del signocomo significativo,obajolaformademtodosacreditadosparaadquiriry testarel saber. Pues talesestructuraspresuponen,por un lado,activa-cina travs de la comunicacin;no son recursoslibres deoperaciones yque estndisponibles. Yadems su evolucinseencuentragobernada porel intersconductor de toda cognicin,esto es,posibilitar adapta-cionespasajeras a situacionespasajeras. Nunca se trata, por tanto, de un inventario cada vez mejor,ms acertado,agudo y profundodel mundo talcomoes, sinosiemprede unaconstruccininterna conlaqueel sistemaseasiste a s mismo. Laampliacinde lascapacidadescogniti-vasendireccinaladigitalizacin,almacenamiento,refinamiento de lasdistincionesodel ri tmodeaprendizajeconun clculoprevio de la mutabilidad de todo el saber no mejorar por consiguiente la seguridad mundialdel sistema,sinoqueencualquiercasoaumentarsu propi a i rri tabi l i dad.El sistemapodr entonces tipificar y procesarmsfactores sorpresivosytodavadesconocidosyconelloagrandarelmbitode comunicacionesque puede sercomprendido. Peroen ello no existeni n-guna garantaparael mejoramientode la capacidadde adaptacindel sistemasocial.La evolucintampocosignifica seleccinde aquel saber que contribuye a la mejor adaptacindel sistemaa su entorno, sino ni-camentetesteo de formas con las cuales la autopoiesisdel sistemapuede continuaravanzandoapesardeunacomplejidad impulsada hastal o improbable o, en lenguajeciberntico,a pesar de unaintensificacin de ladesviacin---50.El logrodelaevolucinradicaencrearunaalta probabilidaddeconservacinaparti rdeunaescasa probabilidad de surgimiento, y esto significa crearsistemas. Laautopoiesisdeloperarcomunicativo proyectaunfuturotoda-va noocupadoydesconocido,enel cual y solamenteestoessegu-ro sernposiblesmuchasotrasoperaciones.La incertidumbre signi-ficaprecisamente:incertidumbre sinfin;incertidumbre quesevuelve aconstituir concadadeterminacin.Estogarantizaposibilidadesde correcciny essuficiente paraello. Para esto nosenecesitangarantas trascendentales,ningn a priori.Tal reservacorrectiva essuficienteen casi todos los sistemas funcionales, en la poltica,en la economa,en la 50.Cf. sobre esto especialmenteM. Maruyama, The Second Cybernetics: Devi ati on-A mpl i fyi ngMutualCausalProcesses:GeneralSystems 8 (1963),pp. 233-244.Cf. tam-binel postscriptum a SecondCybernetics": AmericanScientist51(1963), pp. 250-256. 42LAREL I GI NC OMOFORMADESENTI DO ciencia y hoy en da hastaen las relacionesntimas. Perosi se exige ms, deben introducirse otro ti pode recursosde sentido. Estos puntos de partida tericos poseenamplias consecuencias, tanto para la evolucinde la vida comopara la evolucindel sistemacomu-nicativosociedad.Rompenconla suposicintradicional de un mundo pretendidamentedadoenelserycomprendido conunalgicadual de s/ no. Lareligin,partiendo de estas bases,tuvoquealiarseco