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La Responsabilidad Social Empresarial en la era del Pacto Global: el
desarrollo a través de la empresa privada
María Camila Jiménez Nicholls
1. Introducción
Este documento tiene como propósito analizar el impacto que las Cadenas Globales de Valor
(CGV) tienen en el tipo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que llevan a cabo las
empresas, particularmente en el Pacto Global como un tipo institucionalizado del
movimiento de RSE. Las CGV son un concepto que permite analizar las formas
contemporáneas de producción, transformación y comercialización globales. En palabras de
Gereffi y Lee, las CGV se refieren a “la expansión internacional y la fragmentación
geográfica de las cadenas de suministro contemporáneas y la creación y captura de valor en
ellas” (Gereffi & Lee 2012, 24)1. Desde finales de siglo, estas lógicas de producción global
han traído consigo formas de gobernanza dirigidas a regular las condiciones sociales y
ambientales de producción, las cuales agregan una “capa adicional de reglas o normas a
fenómenos que ya están integrados en órdenes políticos, legales y regulatorios complejos”
(Bartley 2011, 518). Estas formas de gobernanza pueden implementarse de manera legal o
cuasi-legal y pueden incluir políticas voluntarias, códigos de conducta adoptados por cada
empresa en particular, estándares colectivos para grupos de empresas o sistemas de terceros
que certifican el cumplimiento de los compromisos empresariales.
Dentro de estas formas de gobernanza de la producción global, se encuentra la RSE. Esta es
un movimiento que, según Welker (2014), se popularizó en el ámbito global a finales del
siglo XX y principios del siglo XXI a través de planes de estudio, consultorías y
organizaciones sin ánimo de lucro, escuelas de negocios, libros, revistas especializadas,
premios, códigos de conducta voluntarios y mecanismos de certificación. A pesar de su
aparente heterogeneidad, este movimiento tiene dos características principales: por un lado,
que sus defensores generalmente están dedicados al desarrollo de principios y prácticas
1 Todas las citas incluidas en este documento fueron traducidas por mi cuenta al español.
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regulatorias voluntarias que tienden a servir como sustitutos de las regulaciones estatales; por
el otro, que las inversiones en la implementación de planes y programas de RSE se justifican
desde la retribución en términos de mejor reputación, nuevas oportunidades de negocio y
mitigación de riesgos (Welker 2014, 13).
La RSE puede variar dependiendo del país y del sector en el que se ubican las empresas. En
el caso particular de esta investigación, analizaré el Pacto Global como una institución que
hace parte del movimiento global de RSE. El Pacto Global surgió en 1999 en el Foro
Económico Mundial de Davos (Suiza), en un encuentro entre empresarios y representantes
de las Naciones Unidas. Allí, Kofi Annan, secretario general de la ONU, propuso “un pacto
global de valores y principios compartidos, que le dé un rostro humano al mercado” (United
Nations, 2000). El Pacto Global es una institución que promueve un comportamiento ético
por parte de sus asociados en torno a diez principios que se agrupan en cuatro temáticas:
derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción.
Actualmente, el Pacto Global cuenta con una burocracia a nivel global y nacional que se
encarga de promoverlo y ponerlo en marcha en los diferentes países en los que opera.
El Pacto Global, de acuerdo con Welker, es el “emblema de un enfoque neoliberal de la RSE
puesto que entrega la fe en formas voluntarias de autorregulación corporativa sin mecanismos
significativos o sanciones punitivas por violar los principios que plantea” (Welker, 2014,
p.15). En consecuencia, la RSE les permite a las empresas “cooptar el discurso de sus
oponentes mientras reduce costos, aumenta ganancias, elimina competidores, abre nuevos
mercados, fragmenta la oposición activista, ejerce control sobre diversos grupos (por
ejemplo, trabajadores, proveedores, contratistas, consumidores, comunidades) y elude las
regulaciones estatales” (Welker 2014,16). De igual modo, Fig señala que el problema con las
formas institucionalizadas que adopta el movimiento de la RSE como el Pacto Global, el
Global Reporting Initiative (GRI), el Forestry Stewardship Council (FSC) o la normas Iso
es que “su naturaleza técnica a menudo enmascara problemas sociales y ambientales más
amplios. [Puesto que] un acuerdo para elevar los estándares no desafía la ética fundamental
de las industrias” (Fig 2005, 612).
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Las nuevas normas globales de RSE, de la mano de los procesos de subcontratación
(outsourcing) y producción en diversos países (offshoring) asociados a la producción en las
CGV, han generado que los estados queden cada vez más al margen del control de las
empresas, pues su tutela y capacidad de controlar ha sido sustituida gradualmente por la
autorregulación de los entes privados. Resulta fundamental analizar estas trasformaciones,
ya que compañías multinacionales (grandes minoristas como Walmart y Tesco o marcas
como Nike y Reebok) que ostentan posiciones privilegiadas en las CGV han adquirido la
capacidad, la autonomía y el poder de dictar la forma en cómo operan sus cadenas de
suministro (Gereffi & Lee 2012). Esto se agrava si se tiene en cuenta que, de las 100
organizaciones económicas más grandes del mundo, 51 son corporaciones. Además, las 200
corporaciones más grandes producen el 27.5% del PIB mundial y sus ganancias anuales
exceden las de 182 países donde habita el 80% de la población mundial (Shamir 2005).
De hecho, las grandes multinacionales, en ocasiones, han logrado establecer mecanismos de
autorregulación a través de la RSE al margen de algunos estados, lo cual genera un “impacto
limitado cuando se trata de problemas que requieren una redistribución del poder” (Bartley
2007, 301). Es decir, las formas de regulación que se promueven desde la RSE pueden tener
impactos diferenciados dependiendo del tipo de coaliciones entre diversos actores públicos
y privados en diversos escenarios de las CGV. Asimismo, la independencia que tienen las
formas de regulación está sujeta a las actividades a las que se dedica una empresa (producción
de textiles, exportación de productos agrícolas, producción de energía, provisión de servicios
de seguridad, producción de alimentos, entre otras) y a los actores que tienen la capacidad y
el poder de hablar en nombre de ellas (dueños, accionistas, directivos, CEO, etc.).
Un ejemplo de las diferencias en la capacidad de hacer que las empresas cumplan sus
compromisos lo expone Bartley (2007), a través de los diferentes arreglos de RSE a los que
las organizaciones ambientalistas y las de trabajadores llegaron en sus propias industrias. A
pesar de ser similares en apariencia por el uso de logos y etiquetas que certifican buenas
prácticas, los arreglos alcanzados por las organizaciones ambientalistas “tuvieron más éxito
en establecer términos claros para la certificación forestal que los defensores de derechos
laborales para el monitoreo y la certificación de fábricas” (Bartley 2007, 300).
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Uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los defensores de los derechos
laborales es la ambigüedad de los estándares privados para defender la libertad sindical,
puesto que, por ejemplo, no es claro cómo dichos estándares permiten establecer, si es que
lo hacen, si un sindicato se formó por la libre elección de los empleados o fue promovido
desde la empresa y los empleados fueron obligados a pertenecer a él. Esta segunda situación
se dio en Indonesia, en donde algunos sindicatos se derivaron del régimen autoritario (Bartley
2011). Al respecto, este mismo autor sugiere que las normas institucionalizadas de RSE
dentro de cada sector no son políticamente neutrales, pues estas son moldeadas por conflictos
que se enmarcan en el “poder estructural e ideológico de los capitalistas y la renuencia de
muchos gobiernos (tanto en países ricos como pobres) a dictar normativas de carácter
vinculante” (Bartley 2007, 301).
Estas formas de gobernanza global y los resultados diferenciados que producen según las
coaliciones por industrias son un problema contemporáneo. Entre 1960 y 1970, en la época
en la que se difundía el modelo desarrollista, las empresas se regían por la premisa de la
búsqueda del desarrollo bajo la tutela de los estados. Los arreglos institucionales en cada
estado desarrollista generaron diversos resultados en las capacidades de acción de las
empresas y, a su vez, tuvieron un impacto en la forma en la que se insertaron en las CGV
(Evans 2012).
En América Latina el modelo desarrollista, promovido por la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal), se caracteriza por los siguientes elementos: primero,
priorizar el crecimiento; segundo, intervenir de manera moderada en la economía y la
industria; tercero, adoptar una política macroeconómica activa; y, por último, contar con una
coalición en pro del desarrollo en el cual se encuentran empresarios, trabajadores y burócratas
(Bresser-Pereira 2019). Para Ocampo y Parra (2003), el modelo promovido por la Cepal ligó
el desarrollo económico al desarrollo empresarial. Con ello, se respaldó la industrialización
por encima de la sustitución de importaciones en los sectores intensivos en capital, los cuales
tenían como propósito contrarrestar el deterioro en el tiempo de los términos del intercambio
(Ocampo & Parra 2003).
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En esta investigación planteo que la forma en que las empresas se adhieren al movimiento de
RSE y el Pacto Global difiere dependiendo del tipo de CGV en el que se inserta la empresa
y el lugar que ocupa la empresa en dicha cadena. Este margen de maniobra que las empresas
tienen frente a la RSE impacta la forma en que las empresas operacionalizan, para su propio
beneficio, el contexto social en el que operan. Particularmente, el Pacto Global, como norma,
sitúa a los empresarios y a las empresas en un lugar protagónico del desarrollo y, como
institución, tiene la posibilidad, entre otras cosas, de negociar con el estado.
En cuanto a la incidencia que las CGV tienen en las formas de adopción de la RSE encontré
que: (i) las empresas que hacen parte de CGV modulares o de mercado2 tienden a usar
etiquetas y estándares codificados de RSE para dar señales claras a sus socios y/o
consumidores (Gereffi & Lee 2012); (ii) las empresas con formas jerárquicas (Gereffi & Lee
2012), por el contrario, pueden bien sea evadir la RSE o adoptar formas institucionales
amplias y relativamente ambiguas como la del Pacto Global; (iii) en cambio, los grupos
empresariales proponen un reto para entender las estrategias de RSE ya que están en
múltiples sectores y escenarios en las CGV y pueden adoptar estrategias de RSE por empresa
o transversales al grupo.
Adicionalmente, muchas empresas le siguen apostando a hacer parte del Pacto Global, que
fue una de las primeras formas institucionales de RSE en llegar al país. Esto es paradójico,
teniendo en cuenta que vincularse al Pacto es costoso y la participación en el mismo no
incorpora mecanismos de auditoría, no garantiza veeduría y no genera sanciones. Por esta
razón y por su carácter pionero, este trabajo profundiza en el caso del Pacto Global y
encuentra que su importancia radica en que pone a las empresas en el centro de las principales
cuestiones de la sociedad y como contribuyentes a los proyectos de desarrollo.
Como veremos a la largo de este texto, la RSE llegó a Colombia como una norma global y a
través de líderes empresariales insertados en redes internacionales. Asimismo, la RSE se ha
convertido en una forma directa de relacionamiento con la sociedad sin la intermediación del
estado en su rol de articulador del interés general. Ese relacionamiento depende además de
2 Ver el tercer apartado del documento para la definición de este término.
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la forma en la que las empresas operacionalizan a la sociedad, especialmente, a través de su
fragmentación o sectorización en “comunidades” a intervenir.
Esta investigación permite analizar al movimiento de la RSE y a la institución del Pacto
Global como mediadores entre el sector privado, la sociedad civil y los estados, en el marco
de producción de las CGV. La RSE en general define las relaciones que se dan entre las
comunidades donde operan las compañías, dejando un área gris en la cual se limita el
accionar del estado. Esta retirada parcial del estado limita la capacidad que los ciudadanos
tienen de hacer efectivos sus derechos. En Colombia, el hecho de que la RSE sea voluntaria
dificulta o impide que las empresas se responsabilicen (hold accountable) de los daños que
generan en las comunidades. En caso de que las empresas generen un daño relacionado con
su intervención de las comunidades por medio de programas de RSE, no es claro quién
responde. Adicionalmente, el Pacto Global, al ser una institución asociada al movimiento de
RSE y al adoptar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)3 dentro de
sus objetivos, tiene la posibilidad de establecer el tipo de bienestar y desarrollo que debe
tener o que le conviene a una comunidad.
Este texto tiene 6 apartados. En el primero describo la estrategia metodológica utilizada y las
herramientas empleadas para la recolección de la información. Después presento una
descripción detallada de las empresas estudiadas y la forma en la que se insertan (o no) en
las CGV, así como un análisis respecto del impacto que esta ubicación genera en la forma en
las que las empresas adoptan la RSE. En el tercer apartado muestro cómo las empresas, a
través de sus programas de RSE o de fundaciones empresariales, se relacionan con la
sociedad civil a través de su delimitación en comunidades, las cuales intervienen a través de
sus programas de RSE. La forma en que las empresas intervienen a las comunidades crea un
área gris en cuanto a la regulación del estado frente a su accionar, la cual deja a las
comunidades receptoras de estos programas sin herramientas para defenderse frente a lo que
3 Los 17 ODS son: (i) Fin de la pobreza, (ii) hambre cero, (iii) salud y bienestar, (iv) educación y calidad, (v)
igual de género, (vi) agua limpia y saneamiento, (vii) energía asequible y no contaminante, (viii) trabajo decente
y crecimiento económico, (ix) industria, renovación e infraestructura, (x) reducción de las desigualdades, (xi)
ciudades y comunidades sostenibles, (xii) producción y consumo responsables, (xiii) acción por el agua, (xiv)
vida submarina, (xv) vida de ecosistemas terrestres, (xvi) paz, justicia e instituciones unidas y (xvii) alianzas
para lograr los objetivos (United Nations Global Compact, 2018a).
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haga (o no) la empresa y sin posibilidades de ejercer sus derechos. Posteriormente, analizo
la forma en la cual se ha adoptado el Pacto Global en Colombia, las características de su
institucionalización, los cambios que ha tenido en el tiempo y una reflexión frente a la
relación que las empresas estudiadas tienen con esta institución. Por último, planteo unas
reflexiones en torno a la necesidad de estudiar las formas de gobernanza global en el marco
de las CGV, pues estas plantean otras reglas de juego para la producción de las
multinacionales y de empresas en diferentes niveles de las CGV.
2. Metodología
Para cumplir con el objetivo planteado, parto de un enfoque cualitativo que prioriza las
experiencias, las opiniones, las motivaciones y los marcos interpretativos de los informantes.
La herramienta de recolección de datos utilizada fue la entrevista a profundidad dirigida a
informantes que cuentan con información privilegiada, la cual proviene del espacio que
ocupan tanto en las empresas como en el campo de la RSE. Estas entrevistas permiten
documentar el discurso no oficial que las empresas tienen sobre la RSE, contrario a lo que
sucede con las páginas web e informes de sostenibilidad. Tanto los reportes como las páginas
fueron utilizados como fuentes de archivo que presentan el discurso oficial institucionalizado
que las empresas presentan de sí mismas frente al público general.
En la realización y análisis de las entrevistas seguí un enfoque similar al de Dezalay y Garth
(2002), quienes plantean la importancia de analizar el papel de actores clave, provenientes
de clases sociales altas, en la importación y exportación de las normas globales. No obstante,
al igual que los autores, reconozco que el riesgo de escuchar a estas personas radica en la
tentación de aceptar su visión del mundo cuando esta se ajusta a la nuestra. Ho (2009) plantea
que, para evitar esta situación, es fundamental situar las opiniones y cosmovisiones de los
entrevistados en un contexto cultural particular que reconozca el lugar en el que se están
enunciando y así prevenir asumir estas opiniones como una verdad absoluta.
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Para realizar las entrevistas conté con la intermediación de personas que hacen parte de mis
redes familiares y personales, quienes me ayudaron a contactar a los informantes clave4. La
búsqueda de estos informantes clave se basó en la sobrerrepresentación de ciertos actores que
me permitieran indagar por las formas en que las empresas entienden e implementan la RSE
y las implicaciones que esto tiene en sus entornos. Como se evidencia en el Anexo 1, al
realizar las entrevistas busqué un equilibrio en términos de sectores, tamaños y lugares de
operación de las empresas a investigar. Suspendí las entrevistas cuando, durante las mismas,
empezaron a repetirse elementos que ya había encontrado en otras previamente realizadas
(Small 2009).
Las entrevistas estaban dirigidas a tres tipos de actores: (i) empresarios, miembros de la junta
directiva o gerentes, (ii) cuadros técnicos al interior de las empresas y (iii) personas que hacen
parte del “campo de expertos de la RSE”, presuponiendo que tal cosa existe. Realicé 19
entrevistas a profundidad a 21 personas entre febrero y octubre de 2020: dos de manera
presencial, una vía correo electrónico y las 16 restantes a través de plataformas virtuales.
Todas las entrevistas fueron grabadas, transcritas y codificadas. Como un compromiso
adquirido con mis informantes, no utilizo su nombre ni el de la empresa cuando hago alguna
referencia puntual. El Anexo 1 presenta la formación profesional de cada una de las personas
entrevistadas, el cargo que ocupan dentro de la empresa u organización a la cual hace
referencia, la fecha de la entrevista, la actividad principal de la empresa u organización y la
ciudad donde está ubicada.
3. Las empresas: quienes hablan en nombre de ellas y cómo se insertan en las CGV
Como vimos anteriormente, la RSE es una forma de gobernanza global privada de carácter
voluntario que ha proliferado en los últimos 30 años y que, en palabras de Mayer y Gereffi
(2010), adopta múltiples formas:
Normas que rigen una amplia gama de asuntos ambientales, laborales, de
salud, seguridad de los productos y otros; códigos de conducta promulgados
4 Por ejemplo, intenté contactar directamente y sin la mediación de un intermediario al presidente de una
multinacional a través de un correo electrónico, pero no obtuve una respuesta.
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por corporaciones, asociaciones industriales y organizaciones no
gubernamentales (ONG); etiquetas que dependen de la demanda de los
consumidores de productos “verdes” y de “comercio justo”; e incluso la
autorregulación de las corporaciones bajo la bandera de la Responsabilidad
Social Empresarial (Mayer & Gereffi 2010, 1).
En el marco de los debates sobre la RSE, Welker (2014) plantea que, para definir qué es una
empresa, se debe identificar una unidad de responsabilidad. Para esta autora, las empresas
son aparatos de producción de daños complejos, con múltiples capas y niveles (que en
algunos casos) son transnacionales y por tanto difíciles de rastrear. En ese sentido, las
empresas deben ser entendidas no solo como responsables del daño, sino como actores que
causan daño. Así las cosas, ¿qué incluye la empresa?, ¿quiénes están adentro y quiénes están
por fuera de ella?, ¿esto incluye a las personas que la empresa emplea, a los accionistas,
subcontratistas o proveedores?
Welker (2014) retoma la propuesta de Philip Abrams, donde se distingue entre la idea del
estado como noción reificada de su existencia unificada, homogénea y poderosa y el sistema
del estado en tanto instituciones palpables que conforman la idea del estado, y propone
estudiar a las empresas como una idea promulgada y como una entidad múltiple. La autora,
por tanto, concibe a la empresa como una idea que está dotada de objetivos y racionalidades,
pero compuesta por un sistema de múltiples partes que se mantienen unidas a pesar de sus
tensiones e inconsistencias (Welker 2014).
En el Anexo 2 presento una caracterización de las actividades de las 14 empresas estudiadas,
si hacen o no parte de alguna CGV, si tienen poder en la misma y qué tipo de RSE
implementan hoy en día. En la tabla del Anexo 2 incluí la variable de las CGV con el fin de
revisar si el lugar que las empresas ocupan y si tienen o no poder en esta incide en el tipo de
RSE que implementan. En la columna de RSE indico las diferentes combinaciones o
estrategias de acumulación de etiquetas y prácticas de RSE que implementa cada empresa e
indico si hacen parte del Pacto Global o no. Conocer si las empresas están adheridas o no al
Pacto Global es importante porque los entrevistados se refirieron a este como un hito que
marcó un antes y un después entre la filantropía (o “regalar plata por regalarla”) y un sistema
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de compromisos y principios que les permite a las empresas presentar de forma ordenada lo
que hacen en cuanto a la RSE.
La información que me entregaron los informantes a través de las entrevistas (informantes
que hablan en nombre de las empresas, de las áreas de RSE o sostenibilidad o valor
compartido, así como del Pacto Global) la sitúo y contextualizo en el marco de las
universidades donde han estudiado sus pregrados y posgrados y los lugares en los que han
trabajado. En la Gráfica 1 cada número representa un informante (estos números se
corresponden con los del Anexo 1 y con los de las referencias puntuales en cada entrevista),
mientras que los nodos amarillos representan a las organizaciones (en un sentido amplio) en
las cuales han trabajado y los nodos rosados representan las universidades en las cuales han
estudiado. Esta gráfica evidencia que las universidades, como instituciones académicas de
formación, son lugares fundamentales para entender cómo y de qué manera se importa y
exporta la RSE.
Además, esta gráfica permite analizar cómo los informantes lograron movilizar los capitales
suficientes para estudiar por fuera del país, lo que les ha permitido situarse de manera
estratégica frente a la importación e implementación de los diversos componentes de la RSE
(Dezalay & Garth 2002). En cuanto a su pregrado, los informantes estudiaron las siguientes
carreras profesionales: comunicación social (2 personas), economía (2 personas), finanzas y
negocios internacionales (3 personas) e ingeniería (en diversas áreas) (9 personas). Estas
personas son egresadas de la Universidad Javeriana (4 casos), la Universidad de los Andes
(3 casos), la Universidad Externado (3 casos), la Universidad Nacional (2 casos), entre otras.
En cuanto a sus posgrados, 4 informantes estudiaron un MBA, 3 maestría en políticas
públicas y 2 en política social; 3 de ellos en el London School of Economics y otras
universidades extranjeras ubicadas en Europa y Estados Unidos como Oxford (Reino Unido),
Harvard (Estados Unidos) y Autónoma de Madrid (España).
Para Shamir (2005, 100), las universidades se han convertido en autoridades científicas en
las cuales se promueve el principio utilitarista de “ciudadanía corporativa”. Dicho principio
asocia la filantropía con la ciudadanía a través de la idea de que “la caridad es buena para los
negocios”; principalmente, en los MBA estas ideas se enseñan como herramientas para el
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éxito corporativo. La RSE, en ese sentido, es el lenguaje por medio del cual se vincula el
“hacer el bien” con generar ganancias.
Gráfica 1
Actores, universidades donde estudiaron y organizaciones en las que han trabajado
A partir de las entrevistas y la revisión de reportes de sostenibilidad de las empresas, planteo
un análisis acerca de los tipos de gobernanza que cada una de las empresas tienen en su CGV
y la forma en que esto impacta en la forma de RSE que implementa (Anexo 2). Al respecto,
encontré algunas generalidades, que presento a continuación.
Primero, la empresa que fabrica empaques flexibles 1, la empresa que exporta prendas de
vestir 7 y la empresa que exporta frutas exóticas 2 tienen una gobernanza de tipo modular
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(Gereffi & Lee 2012). Es decir, su gobernanza surge “cuando los proveedores fabrican
productos según las especificaciones del cliente que son complejas, pero relativamente
fáciles de codificar. Al intercambiar información en forma de estándares, los compradores y
proveedores reducen los costos de coordinación” (Gereffi & Lee 2012, 25). En el caso de las
empresas 1 y 7, sus clientes son empresas líderes en el mercado global, los cuales tienen el
poder de impactar la forma en que implementan la RSE, como veremos en el quinto apartado.
Adicionalmente, estas empresas no tienen poder sobre la CGV y no son una marca
identificable en el mercado, puesto que producen para otras empresas que pueden (o no)
llegar a ser marcas reconocidas y por tanto no existe esta posibilidad de castigo por parte del
cliente final.
En el caso de la empresa 2, sus clientes son personas comunes las cuales adquieren sus
productos de manera sencilla, como en los supermercados. La etiqueta Fairtrade Labelling
Organizations (FLO), que identifica a sus productos en el mercado europeo, les permite a los
clientes reconocer a la empresa como responsable socialmente. Esta etiqueta puede funcionar
como una herramienta a través de la cual los clientes finales pueden castigar a la empresa
dejando de comprar sus productos si la empresa incumple con los compromisos sociales a
los que se adscribió.
La empresa que fabrica muebles de exportación 11 tiene un tipo de gobernanza que oscila
entre el mercado y lo modular. La gobernanza del mercado “implica transacciones que son
relativamente simples. Los proveedores pueden fabricar productos con una participación
mínima y poca coordinación con los compradores. El precio es el mecanismo de gobierno
central en la relación de plena competencia (Gereffi & Lee 2012, 25). Comparte con la
empresa de frutas 2 el hecho de tener una etiqueta, la cual les permite a los compradores
finales identificarla como empresa responsable y al mismo tiempo dejar de comprarle en caso
de que incumpla con los compromisos adquiridos. Ambas empresas están en una posición de
poder que les permite exigirles a sus proveedores estándares de comportamiento particulares
para mantener las etiquetas Forest Stewardship Council (FSC) o el FLO dependiendo de la
empresa. La empresa de muebles 11 tiene la particularidad de tener un sistema de control de
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sus trabajadores por medio de la asignación de puntos acumulables para cada empleado a
través de un portal:
Un programa de fidelización del empleado que valora o también castiga las
buenas o malas prácticas. Entonces una buena práctica se valora con puntos,
esos puntos son acumulables cada empleado en un portal eh, empresarial, en
un portal que tiene en su página web privado, acumula o redime los puntos y
le permite incentivar las buenas prácticas. Aquellas que no pueden ser
cuantificadas en dinero o valoradas en dinero, sino que va desde ideas
productivas hasta el cuidado de la infraestructura […] Tenemos un catálogo
parecido al de Avianca y te digo, pueden redimirlo en viajes, en becas
estudiantiles pa´ los hijos, pueden redimirlos en motos, redimen muchas
motos. Pueden redimirlo en tarjetas… por ejemplo, cuando son muy poquitos
los puntos en tarjetas para llamar, etc.
Investigadora: Y esto lleva desde el 2013 y ¿quién entrega los puntos?, ¿cómo
es la asignación de estos?
Eso es un comité que lo conforman la directora de Bienestar y Desarrollo
Organizacional, la directora de nómina, el jefe inmediato y el Área de Control
Interno. Entonces ahí están tanto la redención, como la asignación o incluso
el castigo, porque aquí también se pierden puntos. Están controlados por ese
comité (17 - 31 de agosto de 2020).
La multinacional de productos alimenticios 13 tiene en Colombia un tipo de gobernanza
jerárquica, la cual se caracteriza por “la integración vertical y el control administrativo dentro
de las empresas líderes que desarrollan y fabrican productos internamente” (Gereffi & Lee
2012, 26). Las personas que entrevisté no representan una visión oficial sobre la compañía,
ni toman las decisiones; en cambio, su función principal es la de implementar lineamientos
que provienen del exterior en el día a día en los lugares en los que operan. Esta empresa,
según una de las entrevistadas, adoptó el concepto de valor compartido de la mano de
Michael Porter y Mark Kramer “¿en qué evoluciona el concepto de creación de valor
compartido? […] es que aquí hay una conexión absoluta con el negocio” (17-2. 14 de
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septiembre de 2020). Esta es una referencia constante de muchos entrevistados de establecer
mecanismos de diferenciación, sobre todo con las iniciativas filantrópicas que solo buscan
“regalar plata por regalarla”. El caso de esta multinacional evidencia un problema
fundamental asociado a su tamaño, pues al no estar asociada a iniciativa alguna de RSE,
controla la producción de sus proveedores a lo largo de su CGV, a la par que escapa a las
regulaciones públicas y privadas. Esto lo logra a través de la promoción de la autorregulación
que, en este caso, se traduce en Principios Corporativos Empresariales y el Código de
Conducta Empresarial, es decir, muy poca auditoría externa. Es importante resaltar que la
filial colombiana de esta multinacional está en el proceso de adherirse al Pacto Global, a
pesar de los altos costos que esto genera para la compañía5.
Los grupos empresariales 3 y 5 se encuentran en la CGV a través de algunas de sus empresas.
Sin embargo, es difícil establecer un tipo de gobernanza concreta debido a la variedad y
cantidad de empresas asociadas a cada uno. Ahora bien, el grupo 3 tiene una gerencia de
sostenibilidad que pertenece al grupo empresarial, pero las empresas que agrupa tienen
libertad en el tipo de programas que implementan. En el medio de comunicación radial 4 la
RSE no funciona como una herramienta a través de la cual la sociedad civil pueda hacerle
rendir cuentas, pues este tipo de empresas están reguladas en Colombia y, ante un problema,
las personas pueden acudir fácilmente ante los jueces de la República para hacer respetar sus
derechos: a la imagen, a la honra, al buen nombre, etc.
5 Costos de asociarse al Pacto Global: Miembros regulares (acceso a comunicaciones de la red,
sensibilizaciones, beneficios y responsabilidades propias de la adhesión, participación en mesas de trabajo) no
aportan; Categoría A (además de lo de los miembros regulares, tienen acceso a la biblioteca virtual local y a
que el logo de la organización aparezca en la página de Pacto) a partir de 2 SMLVM; Categoría AA (además
de lo anterior, pueden utilizar el logo de Pacto en las comunicaciones de su organización, charla de sensibilización sobre compromisos de Pacto y autoevaluación) a partir de 5 SMLV; Categoría AAA (además
de lo anterior, puede tener acceso a la revisión y emisión de un concepto sobre el informe de sostenibilidad por
parte de la Red Local sobre el cumplimiento de criterios de calidad y mención constante sobre la empresa en
redes sociales y boletines para la visibilización de programas, iniciativas y prácticas que lidera la organización)
a partir de 14 SMLV; Grandes contribuyentes (además de lo anterior, cuentan con formación y capacitación
interna en temas de Sostenibilidad que la organización elija, participación en el programa “Cadenas de Valor
Responsables y Taller de Alto Nivel para directivos de la organización en temas de sostenibilidad que la
organización elija) para pymes a partir de 18 SMLV y grandes empresas a partir de 35 SMLV (Pacto Global
Red Colombia, s.f.).
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El grupo empresarial 5, por su parte, se muestra más uniforme, puesto que la RSE se ve como
transversal al grupo o con la pretensión de serlo. De hecho, presentan un reporte de
sostenibilidad unificado. Además, tienen códigos de conducta como parámetros de
comportamiento para todos los empleados de las empresas (7 - 31 de agosto de 2020). Es una
marca, lo cual hace que para las personas resulte relativamente sencillo identificar quién es
responsable de los daños y de dónde provienen. El grupo empresarial tiene una fundación
separada de los planes y programas de RSE dentro de la compañía y, en palabras de uno de
sus directivos:
Lo que pasa es que para nosotros la fundación [es una] expresión del
altruismo, de los accionistas […] su buena voluntad en obras de beneficencia.
Esto es diferente al actuar como buen ciudadano corporativo ya sea
socialmente responsable a la compañía, esto es, que los accionistas deciden
todos los años en asamblea destinar un presupuesto de sus propias utilidades
porque es una tradición de reparto de utilidades sostenidas por muchas
décadas y deciden hacer una contribución en beneficencia (7 - 31 de agosto
de 2020).
Por fuera de las CGV quedan este tipo de fundaciones empresariales más la 10 y la 14, cuyas
prácticas anteceden a la RSE y, en general, escapan a la misma. Estas tres fundaciones son
de tipo filantrópico, es decir, la plata que los empresarios gastan o “invierten” a través de
ellas no necesariamente busca el beneficio de su negocio, aunque parte de la base de que la
caridad es buena para el mismo (Shamir 2005). Para el exdirector de la fundación 10 la
filantropía es:
Que yo quiero ayudar a otro, tengo interés en aportar casi que sin mirar a quién
[…] se desprende otro tema importante que es la caridad, que es muy
necesaria en este país. Los índices de pobreza son muy grandes. Los índices
de vulnerabilidad son grandísimos. Y aquí si se necesita eso, ese proceso
caritativo. Que por supuesto no genera desarrollo, genera buenas cosas para
esas comunidades. Pero para mí eso también es filantropía (19 – 22 de
septiembre).
16
Estas fundaciones tienen un problema fundamental y es que solo responden a la voluntad de
los empresarios que quieren “ayudar” o “retribuirle a la sociedad”, pero las personas y las
comunidades receptoras no tienen ninguna herramienta ni de cumplimiento ni de defensa
frente a lo que hagan o dejen de hacer. Por ejemplo, el dueño de la empresa de lácteos 9, al
referirse a una experiencia en la cual regaló mercados durante un viaje, dijo:
Te pongo un ejemplo, que se me acaba de ocurrir, hace como cuatro años
había una oportunidad de ir con la familia a la Guajira y tú terminas con
mercados por todo lo que oyes y compras allá, y en realidad es que no lo
agradecen yo creo el guajiro en esa parte se acostumbraron a recibir, pero no
trabajan, no agradecen, entonces tú al final te quedas como con un sinsabor,
¿valió la pena o no? Y no es la plata, si no esa acción ¿valió la pena? Y sí hoy
me devuelvo te digo, no, no valió la pena esa plata estuvo mal invertida ahí y
debió invertirse en otro lado. Y eso ocurre mucho en nuestro país
desafortunadamente… (11 – 24 de agosto de 2020).
Para uno de los expertos en RSE la filantropía es algo que hacen los empresarios pero que
“no tiene nada que ver con su negocio” (4 – 6 de marzo de 2020). Sin embargo, no es claro
quién responde por lo que hacen o no las fundaciones y menos bajo la óptica de la RSE. De
hecho, estas fundaciones llegan a diversas comunidades, siempre bajo la amenaza de que se
van a marchar: “yo les decía a las comunidades <<aprovéchenos que nosotros vamos de
salida, no vamos entrando. Aquí vamos de salida>>” (19 - 22 de septiembre de 2020). Esto
quiere decir que si alguien que pertenece a esa comunidad reclama por los daños causados,
la empresa simplemente se retira y, dado que su accionar es caritativo y voluntario, no hay
nada que los proteja.
4. Las comunidades están “enfermas” y las empresas son la cura
Algo trasversal a las compañías estudiadas es la operacionalización de la sociedad, mediante
el discurso de la RSE, a través de lo que ellos llaman “comunidades” en sus zonas de
17
influencia. La sociedad es una idea abstracta que los informantes utilizan para referirse a
diversas cuestiones. El director senior de sostenibilidad del grupo empresarial 5 afirma que:
Puesto que lo que está pasando, digamos en todos los mercados donde
operamos, es al final del día una exigencia de la sociedad sobre el rol y el
papel del empresario y el empresario es privado. Algunas sociedades más
beligerantes lo ven como si el empresario estuviera tomando rentas que no le
pertenecen porque son del pueblo entre comillas, dicen los extremistas, otras
donde se les exige como ir un poco más allá, inclusive hay otras donde han
pretendido regularlo, volverle la responsabilidad social ley, como uno de esos
temas en la ley que sea obligatorio. Incluso Colombia está promoviendo las
sociedades de tipo BIC, que son sociedades de beneficio de interés colectivo
eso está en la ley colombiana, el presidente Duque lo está promoviendo.
Nosotros no hemos querido hacerlo porque nosotros no necesitamos el sello,
eso es lo que somos. Nosotros no necesitamos ponerle grupo BIC para que
nos reconozcan como una empresa tipo B, tipo que hacen las cosas bien
hechas, porque nosotras las hacemos así (7- 31 de agosto de 2020).
La sociedad puede hacer referencia a un otro al que las empresas deben retribuirle, una
entidad que está en actitud vigilante o algo que debe ser intervenido. En términos de Rajak
(2011), la intervención de la sociedad civil a través de la fragmentación en comunidades les
permite a las empresas excluir a varios sectores de la sociedad al demarcar las comunidades
receptoras de los programas de RSE. Con ello, se generan geografías de inclusión/exclusión
entre los que quedan adentro y los que quedan por fuera de los programas de “mejoramiento
social” de las empresas.
La “comunidad” es un concepto clave de la RSE que, para Shamir (2005), reemplaza y oculta
otros conceptos y estructuras sociales como el género, la clase y la raza. La RSE se convierte
en una forma de despolitizar sistemáticamente las razones por las cuales una empresa se
“involucra” o interviene en las comunidades de su zona de influencia (Shamir 2005, 106). El
exdirector de la fundación empresarial 10 dijo que la frase que describía el accionar de esta
fundación se resumía en lo que uno de los accionistas repetía continuamente: “no puede haber
18
una empresa buena en un medio social enfermo. Ese concepto de decir mire: nosotros
podemos ser una empresa muy importante de esa época en Cali, pero somos muy pocos
porque el medio que nos rodea está enfermo” (19 - 22 de septiembre de 2020).
Escobar (2007) plantea que “el desarrollo económico (como práctica y como discurso) obra
creando anormalidades (los ‘pobres’, los ‘desnutridos’, los ‘analfabetos’, las ‘mujeres
embarazadas’, los ‘sin tierra’)” (citado en Ortega Van Arcken et al. 2020, 12), las cuales se
excluyen del proyecto desarrollista al tiempo que se justifica su intervención. Este medio
social “enfermo” se operacionaliza a través de discursos de RSE por medio de los cuales las
empresas enuncian la necesidad de una intervención para normalizarlo. Las comunidades
están “enfermas” y las empresas son la cura.
A lo largo de estas investigación encontré cinco ejemplos, agrupados en tres formas de
intervención, que permiten entender cómo se interviene a las comunidades y sus posibles
consecuencias: (i) la fundación empresarial 10, la comercializadora internacional de frutas
exóticas 2 y la caja de compensación 8, las cuales utilizan sus programas de RSE como una
forma de incorporar a las personas al mercado crediticio; (ii) el centro de aprendizaje que
fundó una de las empresas del grupo empresarial 3 como una forma de incorporar al mercado
laboral a las personas de la comunidad, en tanto mano de obra no calificada, por medio de la
capacitación técnica; y (iii) los parques industriales de la ley Páez, a los que se refirió el
entrevistado 4, como una evidencia de la forma en que los discursos sobre RSE se ponen en
marcha para intervenir no solo una comunidad sino una región.
Respecto a la primera forma de intervención, la fundación 10 empezó financiando empresas
asociativas a través de créditos. No obstante, en el camino notaron que la mayoría de las
organizaciones “no estaban listas para acceder al crédito”. Entonces, decidieron trabajar con
ellas y mejorar las estructuras internas para asegurar la “trazabilidad digamos clara en el
manejo de la plata y en los procesos internos y en el tema de gobernanza”. Solo hasta que
culminan este proceso de intervención las empresas asociativas están listas para acceder al
préstamo. El gerente de la fundación fue enfático al afirmar que “no damos donaciones, sólo
damos crédito” (12 – 1 de octubre de 2020). Este énfasis puede significar que hay
mecanismos y herramientas que le permiten a la fundación recuperar su inversión. Por tanto,
19
esta relación establecida a través del préstamo tiene la posibilidad de generar una
dependencia asimétrica o desigual entre las organizaciones y la fundación.
Por su parte, la comercializadora internacional de frutas 2 trabaja con pequeños productores
de fruta a los que, por presiones internacionales de grandes superficies a las que exporta sus
productos, ha ido certificando y ayudando a que se consoliden en organizaciones formales.
“Entonces los bancos nos llaman y nos dicen: <<páseme un listado de sus mejores
productores>>. Yo se los paso, y ellos van y se acercan y les ofrecen tasas blandas, que son
canalizadas para ellos especialmente”. El contrato que estas organizaciones campesinas
tienen con la empresa funciona de soporte para el crédito, pero sin que la empresa se haga
responsable de los mismos (3 – 5 de octubre de 2020).
Por último, la caja de compensación 8 tiene como objetivo consolidar la clase media del
departamento: “una persona que quiere salir adelante necesita educarse, necesita un crédito,
necesita poder acceder a una vivienda propia, necesita cuidar su salud. Esta es nuestra
fortaleza, la integralidad de nuestros servicios es lo que posibilita la transformación de las
personas” (10 – 1 de septiembre). En este escenario, las empresas presentan la posibilidad de
acceder a un crédito como una forma de empoderar a las comunidades. Este tipo de
iniciativas, como se documentó en el caso sudafricano de mujeres pobres vendedoras de
catálogo, pueden inducir a nuevas formas de disciplinamiento y control de estas poblaciones.
Tanto la empresa como la caja de compensación funcionan como intermediarios de la
avanzada de los mercados del capital a espacios a los cuales antes no llegaba (Dolan &
Johnstone-Luis 2016).
La segunda forma de intervención está representada por el centro de formación de una de las
empresas del grupo empresarial 3. Desde hace varios años, dicho centro es financiado por
otra empresa fundada para emplear mujeres de la región. La empresa se dedica a la
confección de uniformes y dotación industrial. Este centro y la empresa de uniformes, según
la gerente de RSE del grupo empresarial 3, resultaron ser “otro ejemplo de valor compartido,
donde le estás agregando algo a la región, pero no estás afectando digamos la caja de [la
empresa], al contrario, le estás agregando valor a tu comunidad, le estamos generando empleo
a mujeres de la zona”. En este centro de formación estudian 3200 niños y jóvenes y, al estar
20
articulado con el Sena, los jóvenes pueden estudiar una media técnica mecánica desde
noveno. “Porque también ese es un sector de alta empleabilidad, es decir todo pa´ arreglar
maquinaria y esas cosas se forman allí… Además, los egresados tienen una posibilidad mayor
de empleabilidad porque salen conociendo un oficio técnico que la región necesita” (5.1 – 28
de agosto de 2020). Es decir, se capacita la mano de obra para trabajar en cargos operativos
de las empresas de la región, pero no en los directivos.
La tercera forma de intervención la ejemplifica la ley Páez. Esta surgió como una forma de
mitigar los impactos de la ola invernal de 1996. Con esta ley, se permitió la instalación de
parques industriales en los cuales las empresas gozan de algunos beneficios tributarios, bajo
el pretexto de contratar a la gente de la región y llevar el desarrollo al norte del Cauca (Ortega
Van Arcken et al. 2020). En este ejemplo hay una confluencia de discursos que justifican la
intervención de las comunidades de la zona de influencia, en palabras de uno los expertos en
RSE que entrevisté:
De la ley Páez. Ahí trabajamos en un proyecto que se llamó Región
responsable del norte del Cauca […] con las empresas que estaban en la zona
franca por una razón. Las empresas crecían, pero las condiciones sociales cada
vez menos favorables para las personas, la gente la traen de Cali. Porque
dijeron, no es que es del departamento del Cauca, pero eso está a 10 minutos
de Cali, di tú. Contratan a la gente de Cali, porque las competencias de una
persona de 11 de Puerto Tejada son las competencias de 7 en Cali. Como pa´
que… Eso está documentado, ¿no? Eso, para que veas la brecha en la
formación. La gente no tiene acceso a agua potable y a un montón de cosas.
Entonces ellos se dieron cuenta que las empresas no eran viables en un entorno
que no es viable. Entonces se lograron unos acuerdos regionales, se creó una
agenda para tener incidencia en lo económico, en lo social y en lo ambiental,
en los que las empresas tenían unas, unas tareas digamos, unas actividades;
las comunidades otro y el sector público otro. Eso se volvió más un tema entre
las comunidades y las empresas porque el sector público en esa zona, Puerto
21
Tejada yo me acuerdo de que en esa época había tenido 9 alcaldes en 3 años,
o sea una cosa loca, y eso es así (4 – 6 de marzo de 2020).
En este caso se alude al entorno inviable que necesita ser curado, mala formación académica
que justifica que no contraten a las personas de Puerto Tejada sino a las de Cali, ineficiencia
del estado local y por tanto justificación para no trabajar de la mano con él, entre otras. La
intervención de la RSE a través de la segmentación de la sociedad en comunidades a
intervenir genera escenarios que, en lo discursivo, justifican las intervenciones que hacen las
empresas; tanto que las muestra como deseables e incluso como imprescindibles en los
lugares en los que operan. Este modelo neoliberal de intervención a través de la RSE, según
Shamir (2005), funciona como una herramienta que despolitiza, ya que convierte a las
personas potencialmente movilizadas en un conjunto de individuos desfavorecidos
fragmentados y aislados.
5. El Pacto Global en Colombia
El Pacto Global fue propuesto en 1999 en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). En
el 2000 inició su puesta en marcha con la proclamación de nueve principios dirigidos (que
posteriormente se convirtieron en diez) a las grandes multinacionales, es decir, a un reducido
grupo de empresas. No obstante, según un antiguo directivo del Pacto Global, “eso comenzó
a tomar una dinámica que los desbordó” (16, 14 de febrero del 2020). El Pacto se convirtió
en una opción atractiva no solo para multinacionales, sino también para empresas más
pequeñas que se fueron sumando a una iniciativa que en principio no las contempló.
El Pacto va dirigido a las “cabezas de las empresas”, específicamente, a los presidentes o
ejecutivos de más alto nivel quienes, para pertenecer, deben enviar una carta proforma o letter
of commitment dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas (United Nations 2018b).
En esta carta se comprometen, en nombre de la empresa, a cumplir y respetar los 10 principios
del Pacto. Posteriormente, la ONU estudia la solicitud y decide si admitir a la compañía o
no. Para mantenerse en el Pacto, estos directivos deben enviar anualmente comunicados de
progreso o communication on progress en los cuales reportan los avances de la compañía en
22
el cumplimiento de los principios. Muchas empresas lo hacen a través de informes de
sostenibilidad siguiendo la metodología del GRI (Jiménez Nicholls 2019). Para el directivo
actual de Pacto Global, el comunicado de progreso “es muy bonito” porque indica que el
proceso nunca termina (18 - 22 de julio de 2020).
Es fundamental tener en cuenta quiénes son los actores responsables de hablar en nombre de
las empresas, de hacerse responsables de sus actuaciones y de velar por el cumplimiento del
compromiso adquirido con el Pacto: la persona con más alto nivel dentro de cada
organización (Pacto Global Red Colombia s.f.). Para un antiguo directivo del Pacto, el hecho
de apuntar a estas personas tenía el propósito de que las empresas cumplieran lo acordado.
Para esto, en principio invitaban a los presidentes de las compañías a que se sentaran en el
mismo recinto en el cual se sientan los presidentes de los países a “hablar sobre cómo van a
resolver los problemas del mundo […] es una idea muy poderosa” (16 - 14 de febrero de
2020).
La segunda forma de incentivar el cumplimiento de compromisos adquiridos se daba
situando la sanción social en la esfera pública. Esto quiere decir que, desde Pacto, se asume
que la “sanción social ética es más poderosa que lo que te puede hacer la policía”, para ellos
“la responsabilidad social [surge] para complementar la responsabilidad legal” (16 - 14 de
febrero de 2020). Esta sanción social a cargo de los consumidores o los grandes compradores
excede la versión clásica del mercado, en tanto oferta y demanda. Aquí, se premia o sanciona
a las empresas a través de la demanda (o no) de sus productos y servicios. No obstante, esto
supone la existencia de una norma o de un aparato institucional complejo, descentralizado,
pero distinto, y superior, al mercado el cual tiene la capacidad de premiar o sancionar a las
empresas.
20 años después de su lanzamiento mundial en Davos y 16 años desde su llegada a Colombia,
el Pacto se presenta como una iniciativa que tiene como propósito alinear las estrategias y
operaciones del sector privado, del público y de la sociedad civil. Desde el 2015 el Pacto
Global ha sumado a sus diez principios la contribución a la consecución de los ODS, lo cual
23
implica que el Pacto Global en tanto institución tiene la capacidad de definir las formas en
que se materializa el desarrollo y, por tanto, sitúa a sus asociados como protagonistas de este.
El Pacto Global en Colombia funcionó como una forma de institucionalización de diversas
iniciativas empresariales bajo una misma sombrilla (4, 6 de marzo de 2020), por lo que no
cayó en el vacío. En un principio algunos empresarios, a quienes iba dirigida la iniciativa,
consideraron que el Pacto era innecesario, pues sus empresas ya tenían programas
filantrópicos, contaban con fundaciones empresariales o estaban asociados a organizaciones
que cumplían una función similar. Los ingenios azucareros del valle geográfico del Río
Cauca, en ese momento, tenían largas tradiciones paternalistas de control de sus trabajadores.
Los padres y monjas de la iglesia católica en ocasiones vivían dentro del ingenio, junto al
dueño y los trabajadores. Allí, tenían pequeñas capillas desde donde hacían la misa,
trabajaban en las escuelas de los ingenios educando a los hijos de los trabajadores e incluso
trataron de negociar con los trabajadores para que no se sindicalizaran y, posteriormente, para
que no se “desmidieran” en las peticiones a los patrones. Estas tradiciones paternalistas, en
épocas recientes y con la llegada de la RSE, se han transformado en programas dirigidos a
cada grupo de interés6: los “colaboradores” y sus familias, los “proveedores” y la comunidad.
Con esto, se pretenden crear nuevas formas de control entre la patronal y los trabajadores, ya
no a través de la Iglesia o la esposa del dueño, sino a través de las oficinas de relaciones
industriales, fundación empresarial u oficina de proveedores (Jiménez Nicholls, 2019). Otro
ejemplo, es el caso de un periódico de circulación nacional que se opuso a la llegada del
Pacto bajo la justificación de que “no tiene ningún sentido que Global Compact venga a
Colombia porque acá ya estaba el Centro de Filantropía” (4, 6 de marzo de 2020).
A Colombia, el Pacto Global, llegó por primera vez en el año 2003 como un foro empresarial.
Un antiguo directivo del Pacto narró que lo buscaron desde International Alert, de Londres,
a través de la Oficina de Naciones Unidas de Nueva York, para organizar el foro que tuvo
como propósito discutir el papel del sector privado en la prevención del conflicto y en la
construcción de la paz. Este foro fue el inicio oficial de las actividades de Pacto Global de
6 Las cursivas tienen como propósito resaltar los conceptos utilizados en el campo de la RSE.
24
las Naciones Unidas en el país (Salinas 27 de mayo de 2004). Este foro se llevó a cabo en
mayo de 2004 y contó con la participación de empresarios, organizaciones sociales y
sindicales y organismos internacionales. Para entender cómo se desarrollaron esos primeros
años, realicé una línea de tiempo (Gráfica 2) que da cuenta de la forma en la que llegó el
Pacto a Colombia y las transformaciones que ha tenido a lo largo de los años.
Gráfica 2
Línea de tiempo del Pacto Global en Colombia
25
La organización del foro y la promoción de la creación de una red informal de Pacto Global
estuvieron apoyadas por personas influyentes en el medio. Una de ellas fue el director de la
Corporación Excelencia en la Justicia, quien “luego fue secretario jurídico de la presidencia,
presidente de la Corte Constitucional y ahora es el presidente del tribunal de arbitramiento
de la Cámara de Comercio de Bogotá [él me dijo…] <<‘hágale, hágale, yo lo respaldo con
toda la Junta de la Corporación>>” (16 - 14 de febrero del 2020).
Las primeras organizaciones en adherirse al Pacto, con su respectivo año, fueron la
Federación Nacional de Cafeteros (2003), Holcim (2004), Novartis, Codensa, Indupalma,
Empresa de Energía de Bogotá, Universidad Externado, Epsa, El Cerrejón, Aviatur, la ANDI,
Isagén, Isa, Acueducto de Bogotá, EPM, Fundación Ideas para la Paz, entre otras (2005)
(Pacto Global Red Colombia s.f.). Para algunos de los entrevistados, esto se debió al boom
en Colombia por la novedad de la iniciativa. Un experto en RSE, extrabajador de una
fundación empresarial, afirmó que los empresarios se sumaban al Pacto no “porque querían
cambiar el mundo, eso es mentira. Sí, eso olvidate. Eso lo vieron como un tema que tenían
que cumplir” (14 - 9 de julio de 2020).
El director retirado de la fundación empresarial 10 afirma que esa adhesión masiva de las
empresas al Pacto Global se debió a una moda “porque había mucho la idea de que había una
cosa importante en la que había que participar, que no sabíamos mucho como era y que había
que participar ¿sí? Lo chic era estar, es eso” (19 - 22 de septiembre de 2020). Esa misma
opinión la tenía un empresario al que el directivo de Pacto Global invitó a que lo acompañara
a una cumbre de empresarios en Suiza y le respondió “oh sí, muy importante, pero yo no
puedo ir, pero va a ir mi hijo. Y cogió el teléfono y dice, hola, mira, <<¿tú te acuerdas de esa
cosa del Pacto Global? Sí, sí, sí, es esa cosa que si no la cumples te la meten por el culo>>
(Risas)” (16 -14 de febrero de 2020).
En ese momento no solo se suponía como algo importante a lo que había que pertenecer, sino
que los empresarios temían que mantenerse al margen de la iniciativa afectara su imagen:
“ellos dijeron esto se nos va a venir encima, nos van a poner condiciones, entonces todos
entraron. Pero cuando se dieron cuenta que era un perro, pero que no mordía, empezaron a
salirse” (16 -14 de febrero de 2020). Tres empresas que analicé se salieron del Pacto: el grupo
26
empresarial 5, la cadena de restaurantes 6 y la comercializadora internacional de prendas de
vestir 7. No obstante, Pacto Global continúa vigente no solo en Colombia sino a nivel
mundial.
Adicionalmente, en el 2005 la Universidad de los Andes y la Universidad Externado abrieron
especializaciones que tenían como propósito capacitar a las personas que iban a implementar
programas de RSE en las empresas y diversas organizaciones interesadas. De hecho, se hizo
un convenio entre el Pacto Global y la Universidad Externado para crear una especialización
y una cátedra en RSE con el objetivo de promover el discurso de la RSE en diferentes partes
del país a través de las cámaras de comercio. La directora de la especialización y de una
consultora en la universidad narró que la promoción del Pacto se hacía a través de escenarios
no formales, a los cuales se invitaba a ciertos actores que tenían el poder de tomar decisiones
en nombre de las empresas. En sus palabras: “me estás haciendo recordar cosas de hace más
de 18 años y yo tratando de acordarme cuáles eran los restaurantes a dónde íbamos a comer,
bueno de pronto [el director de Pacto] tiene eso más claro que yo” (Directora especialización
y de la consultoría en la universidad 29 de julio de 2020).
Hacia el 2008 hay un momento de ruptura a nivel mundial y a nivel local, puesto que cambió
la financiación de la iniciativa. Ahora, las empresas adheridas al Pacto, de acuerdo con su
tamaño, debían hacer aportes anuales para su financiación. Este cambio se presentó como
uno de tipo “conceptual”. No obstante, para un antiguo directivo de esta iniciativa, el Pacto
perdía la independencia, razón por la cual renunció.
Eso fue un lío. Yo me opuse, yo dije no. No, no, no, no porque la compran. O
sea, para una empresa financiar la red del Pacto Global es nada, el presupuesto
que tienen que poner es lo que se gastan en una campaña publicitaria en un
día. Es un riesgo porque se pierde la gobernabilidad, la independencia de la
autonomía y se pierde la interlocución. Si tú eres un empresario y tú estás, y
yo soy el director del Pacto y tú estás pagando mi sueldo, yo cómo te regaño
[…] Yo reuní al comité, a la junta directiva y les dije <<la situación es la
siguiente: Naciones Unidas considera que ustedes, cree que, considera que
ustedes deben ayudar a financiar>>. Inmediatamente ellos te dicen que sí,
27
invierten harto, pero toman un control (Directivo antiguo del Pacto Global 14
de febrero del 2020).
Con respecto a este tipo de financiación privada, una antigua directora de la Agencia de
Cooperación Internacional de la Presidencia afirmó que: “siento de mis conversaciones
después con algunas de las empresas […es] que hay un sentimiento en el sector privado de
que Pacto es per se un negocio”. Sobre todo, sentía ella, que el sector privado recibe muy
poco a cambio de lo que paga (6 - 6 de septiembre de 2020). A pesar de que esa percepción
se corresponda o no con la realidad, el Pacto tiene una posición privilegiada de interlocución
tanto con instituciones y actores públicos como privados. Una prueba de esto es que esta
misma persona hizo alianzas con la red colombiana de Pacto para llegar a empresarios y
compañías con las cuales le interesaba trabajar desde la Agencia Presidencial.
En el 2009 se formalizó e institucionalizó la Red de Pacto Global Colombia. Esto lo
decidieron en un comité citado por Andesco. Asimismo, en ese comité decidieron que debían
pagarle al director de Pacto por su trabajo: “se decidió que la sede fuera en las oficinas de
Andesco [… que] iban a facilitar espacio, secretarias, mensajero. Claro el secretario de
Andesco, el mensajero de Andesco, todo de Andesco” (18 - 22 de julio de 2020).
En el 2015 el Pacto Global adopta la promoción de los ODS. Unas de las personas que trabaja
en el Pacto Global afirma que, desde que empezaron a trabajar en la difusión de estos, no han
parado de dictar conferencias. En una sola semana del 2020 durante la cuarentena, había
dictado 3, que se sumaban a las 45 conferencias dictadas en lo que iba del año. Este trabajo
en torno a los ODS “forma parte de la estructura” de la red colombiana (18 – 22 de julio de
2020); incluso cuentan con una aplicación para celulares y una canción de rap para su
difusión: “Canción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS” (Pacto Global Red
Colombia, 2016). En el Anexo 3 se presenta la forma en la que, según el entrevistado, se
articulan los ODS con los principios originales de Pacto.
La red mundial de Pacto Global ha pasado de tener 500 empresas en 70 países en el 2004
(Salinas 27 de mayo de 2004) a 12.900 organizaciones en 130 países en la actualidad (Pacto
Global Red Colombia s.f.). Estas cifras, más que evidenciar un crecimiento constante de
28
adheridos del Pacto a nivel mundial, son una muestra de la vigencia que continúa teniendo
en diversos contextos. De la misma forma, esto no significa que la iniciativa se comporte
igual en todos los 130 países en los cuales tiene presencia.
Respecto a las empresas estudiadas en esta investigación, están: (i) las que lo firmaron, (ii)
las que se salieron y (iii) las que no se adhieren. Las empresas que se adhirieron son la
empresa de empaques flexibles 1, dos empresas que hacen parte del grupo empresarial 3, la
caja de compensación familiar 8 y la filial en Colombia de la multinacional 13. La empresa
de empaques flexibles 1, según su fundador y presidente, se sumó al Pacto porque es un
requisito para vender en el exterior, muy acorde con lo descrito previamente sobre las
empresas con una gobernanza de tipo modular:
Muchos de estos certificados y de estas asociaciones tienen un componente
de mercadeo, es decir, si uno le va a tratar de vender a una compañía
multinacional, definitivamente si no tiene programas no lo voltean a mirar,
entonces eh, aparte de tener el producto y todo lo demás. Entonces parte es
por la responsabilidad que uno tiene, pero parte también es porque se reponga
el medio (1 – 11 de agosto de 2020).
Un segundo grupo de empresas (las que se salieron) está conformado por el grupo
empresarial 5, la cadena de restaurantes 6 y la empresa de exportación de ropa 7. Al igual
que la empresa 1, quienes toman las decisiones en nombre de la empresa 7 decidieron salirse
porque las empresas líderes en su CGV le exigían otros estándares. Es decir, estar o no estar
proviene de una presión externa. En el caso específico de la empresa 7, esta decisión la
tomaron porque los requerimientos del Pacto, sumados a otras exigencias que le hacían sus
clientes, excedían la capacidad de respuesta de la empresa. Entonces “o le respondíamos al
Pacto Global haciendo un reporte de sostenibilidad y cargándolo anualmente y cumpliendo
como todos esos requerimientos […] o le respondíamos al cliente con el ene-mil auditorias
y con ene-mil planes de acción y llenando el Higg” (Gerente de gestión corporativa 3 de
septiembre de 2020).
29
En el caso del grupo empresarial 3, la decisión de retirarse proviene de una incompatibilidad
entre sus metas a mediano y largo plazo con el Pacto, mientras que al tiempo se adhieren a
Cecodes, al World Business Council for Sustainable Development y al Dow Jones. La
inconformidad con el Pacto proviene, según el director senior de sostenibilidad del grupo
empresarial, de la forma en que este funciona:
No hacer parte del Pacto Global hoy […] Porque hace unos años la ONU
decidió que para seguir adherido al principio de Pacto Global había que
aportar económicamente para sostener la oficina de Pacto Global en New
York. Nosotros consideramos que uno tiene que pagar para tener los
principios de ética corporativos, uno no tiene que pagar para poder adherirse
a una visión en la cual no va a ver niños en la empresa trabajando, por ejemplo,
que es una de las partes de los acuerdos del Pacto. Cuando esto se hizo, con
pagos se pierde la independencia y nosotros decidimos: no vamos a sostener
una burocracia con nuestros ínfimos aportes en New York que no está
traduciéndose a las organizaciones, a nosotros nunca nos llega absolutamente
nada. Y vimos como que apoyamos más bien el centro regional o las oficinas
locales de Pacto Global, pero no veíamos necesidad y decidimos marginarnos
de hacer esos pagos. Pero compartimos los principios desde antes, durante el
tiempo que estuvimos adheridos, y hacia delante y nosotros cumplimos
claramente, pero no estamos pagando, porque no nos parece. Porque hay
muchos sellos entre comillas de reconocimiento y calidad que son pagos, y
eso me parece que se pierde la transparencia y esa fue parte de la decisión (7
- 31 de agosto de 2020).
Por último, en el tercer grupo de empresas (las que no se han adherido al Pacto) están la
comercializadora internacional de frutas 2, el medio de comunicación radial 4, la empresa de
la industria alimenticia 9, la comercializadora internacional de muebles 11 y las fundaciones
empresariales 10 y 14. La comercializadora internacional de frutas y la comercializadora
internacional de muebles, como dije anteriormente, tienen en común que sus productos
cuentan con etiquetas que las hacen reconocibles en el mercado. En este caso, como en el de
30
la empresa 1 y la empresa 7, que tienen una gobernanza de tipo modular, la presión proviene
de las CGV, pero a cada una la afecta de forma distinta.
Los directivos de la comercializadora internacional de frutas 2 tomaron la decisión, en el año
de 2014, de buscar un código de conducta que los certificara para obtener beneficios en
términos de ventas por medio de las etiquetas, las cuales los hacen reconocibles en los
supermercados en los que exhiben sus productos en el extranjero. “Siempre nos creíamos que
éramos responsables socialmente, hace muchos años. Porque nosotros trabajamos un modelo
de pequeños productores, le damos la asistencia técnica, les damos la semilla, les compramos
toda producción. Llegamos a obtener hasta 700 pequeños productores” (3 - 5 de octubre de
2020). Buscaron códigos, principalmente europeos ya que eran los de sus principales
mercados, e identificaron el BSCI y el SMETA.
Cuando comenzamos a revisar el checklist de validación de este código de
conducta, no sé si lo conoces […] Pues nos dimos cuenta [de] que realmente
nos faltaba mucho, que teníamos que ir más allá para entender un poco qué
significaba los valores. Qué valores se debían representar en la compañía, qué
significaba los derechos humanos, entender desde su definición si los
derechos de los humanos en nuestras compañías estaban siendo respetados o
no, y si estábamos además promoviendo la libre unión de las personas cuando
reclamaban sus derechos. Sí había una oportunidad donde las personas
pudieran expresarse libremente, si había equidad de género, si había equidad
de libre expresión, pues de expresarse libremente bajo sus pensamientos
políticos, sociales, en fin. Entonces nos dimos cuenta [de] que sí cumplíamos
con todo, pero no teníamos ningún sistema de promoción al respecto, ni estaba
documentado y decidimos emprender ese camino (3 - 5 de octubre de 2020).
Esto se tradujo en cambios estructurales como la organización de sus productores o
proveedores en asociaciones, en tanto requisito para que la empresa mantuviera su etiqueta
FLO. No obstante, siempre hay una preocupación frente a los límites de estas etiquetas,
como lo ilustra el siguiente comentario del gerente general::
31
Una asociación de campesinos que en su 90% son analfabetas y les piden que
hagan una junta directiva, que hagan un acta, que hagan unos procedimientos
y si no, no pueden exportar y nosotros no le podemos seguir ayudando,
nosotros les ayudamos hasta un punto y ya no podemos más. Entonces yo digo
bueno, se va a perder todo este trabajo porque la norma dice que deben ir solos
y sí contratan a alguien entonces hay un riesgo de … mejor dicho… Hay que
actualizar las normas a las realidades actuales para evitar que se vuelvan
inoperantes y que se pierdan los avances tan importantes que se han hecho (3
- 5 de octubre de 2020).
Las fundaciones empresariales no se adhieren al Pacto ni a otros sellos o lineamientos pues
operan, como lo dije anteriormente, bajo la sombrilla de la filantropía. Por último, está el
caso de la empresa de empaques flexibles 15 que no se adhiere al Pacto porque no permite
que haya sindicatos en la empresa, un miedo compartido también con la empresa 2. No
obstante, los directivos de la segunda no se dejaron disuadir por este “temor” al principio de
asociatividad. Según una persona del área de sostenibilidad de la empresa 15, ellos “le
apuestan a la sostenibilidad”:
Cumplimos con muchas cosas, con muchas cosas…Sin embargo pues hay
algunos renglones del Pacto Global, que digamos no están dentro de nuestra
filosofía de compañía. Entonces, por ejemplo, hay algo que se habla de la libre
asociación, en ese reglón pues como que no…La empresa se cuida mucho de
tener al interior esa libre asociación porque se ha malinterpretado por los que
se asocian a lo largo de los años. Entonces, buscando como mantener esa salud
laboral, en ese renglón por ejemplo no compartimos para entrar en un Pacto
Global (15 – 9 de septiembre de 2020).
Vale la pena aclarar que, según la sentencia C-1491 del 2000 de la Corte Constitucional, el
derecho de asociación sindical en Colombia es un derecho fundamental, consagrado en la
Constitución Política, que consiste en la libre voluntad de los trabajadores para “constituir
formalmente organizaciones permanentes que los identifique y los una en defensa de los
intereses comunes de profesión u oficio, sin autorización previa de carácter administrativo o
32
la injerencia o intervención del estado o de los empleadores” (Sentencia C-1491 del 2000 de
la Corte Constitucional, Magistrado ponente: Fabio Morón Díaz).
No obstante, a pesar de que en Colombia está prohibido que las empresas no permitan que
sus trabajadores se sindicalicen, ha habido otro tipo de mecanismos utilizados por los
empresarios para luchar en contra de ellos. Por ejemplo, Coca-Cola fue encontrada
responsable por las violaciones de derechos humanos (asesinatos, ejecuciones
extrajudiciales, secuestros, detenciones ilegales y torturas) cometidas por grupos
paramilitares en contra de sindicalistas que trabajaban en una embotelladora exclusiva de la
marca (Shamir 2005). En Colombia, entre 1971 y 2018 han asesinado a 3240 sindicalistas
(Echeverri 21 de septiembre de 2020). Por esto, el país ha sido catalogado como uno de los
más peligrosos para ser sindicalista en el mundo (Revista Semana 1 de mayo de 2013).
Para un experto de la RSE, el “Pacto Global es interesante, pero yo creo que Pacto Global
todavía no tiene dientes” (14 - 9 de julio de 2020). La falta de “dientes” o de herramientas
que permitan hacer cumplir sus principios se evidencia en que a ninguna empresa la expulsan
del Pacto por incumplir con algún principio o por violar derechos humanos, laborales o
ambientales. Solo las expulsan cuando no entregan a tiempo los comunicados de progreso.
Esto porque desde el principio el Pacto no tenía un enfoque punitivo con sus miembros.
6. Reflexiones finales
La importancia que el Pacto Global posee radica básicamente en tres razones: (i) el Pacto
Global, como una parte del movimiento de la RSE, promueve discursos globales que abogan
por que la RSE continúe siendo voluntaria; (ii) el Pacto Global, como una institución, tiene
la capacidad de negociar con algunas instituciones del estado colombiano, como la Agencia
de Cooperación de la Presidencia, para llevar a cabo proyectos en conjunto y, en el proceso,
representar a sus asociados y sus buenas prácticas; (iii) el Pacto Global, como institución que
se encarga de promover los ODS, ubica a las empresas asociadas y a los empresarios en un
lugar protagónico del desarrollo. Ahora bien, además de esto, tiene la posibilidad de
establecer el tipo de bienestar o desarrollo que debe tener o que le conviene a una comunidad
que va a ser intervenida en el marco de la RSE. Bajo esta óptica, las empresas dictan los
33
significados de la pobreza, del hambre, de la educación, del trabajo decente, de la igualdad
de género, de la protección del medio ambiente, entre otras. Esto genera una zona gris en la
cual la capacidad del estado se limita y las comunidades receptoras de dichos programas
quedan desprotegidas y con posibilidades cada vez más restringidas de ejercer sus derechos.
¿Quién decide qué es lo que necesita una comunidad negra del norte del Cauca al ser
intervenida por empresas agroindustriales o pertenecientes a los parques industriales de la
Ley Páez? Las empresas, de manera unilateral.
Así pues, e el problema de que la RSE sea voluntaria en Colombia es que produce un
escenario de desprotección de la sociedad civil en lo que respecta a la salvaguarda de sus
derechos, ya que es intervenida por empresas a través de sus programas de RSE. En ese
sentido, analizar las formas en que se implementa e institucionaliza la RSE permite entender
las relaciones que el sector privado establece tanto con el estado como con la sociedad civil.
La gobernanza transnacional a través de estándares privados, como lo explica Bartley (2011),
no elimina el poder de los estados; más bien genera una capa adicional de normas a las
estatales que dejan abierta la posibilidad para que los empresarios tengan cierto margen de
maniobra entre las alternativas que se abren. Es decir, hay una intersección entre la regulación
privada transnacional o las normas globales y las normas de cada país, las cuales moldean
las diversas maneras en que la RSE es implementada de un país a otro.
La RSE opera, además, como una norma global que se difunde a través de la competencia
(Dobbin, Simmons & Garrett 2007). Esto significa que las empresas adoptan la RSE
contando con información privilegiada que les permite tener ventajas competitivas en el
mercado frente a competidores que ya se sumaron y, más aún, frente a los que no lo han
hecho. Es por esta razón que analizar estas normas globales, en tanto una variable más de las
CGV, puede ser de gran valor. Esto porque la RSE no solo impacta a las compañías en la
forma en que se relaciona con la sociedad, con el estado y con otras empresas en sus CGV,
sino que además tiene impactos hacia adentro, pues el proceso de implementación “bien
hecha” transforma la forma en que funciona la compañía y la relación que establece con sus
empleados y otros grupos de interés como los proveedores o los sindicatos.
34
Anexos
Anexo 1
Entrevistas a profundidad
Id
persona
Formación
profesional
Tipo de
entrevistado
Fecha de
la
entrevista
Cargo A qué se dedica
la empresa
Dónde está
ubicada
1 Ingeniero Químico y MBA
del Stevens
Institute of
Technology en
New Jersey
Empresario, miembro de
la junta
directiva o
gerente
11 de agosto de
2020
Fundador, miembro de la
junta directiva,
presidente y
representante
legal
Fabricación de empaques
flexibles
Bogotá y filial en
Cartagena
2 Finanzas y
negocios
internacionales
Externado.
Maestría en
Políticas Públicas en España.
Cuadros
técnicos y
academia
29 de Julio
de 2020
Directora
especialización
y de la
consultoría en la
universidad
Educación
superior
Bogotá
3 Ingeniería de
producción
agroindustrial
Universidad de la
Sabana. MBA
Universidad de
los Andes
Empresario,
miembro de
la junta
directiva o
gerente
5 de
octubre de
2020
Gerente general Exportación de
frutas exóticas
Bogotá y
filial en el
oriente
antioqueño
4 Administración
de empresas en la
Universidad Javeriana.
Maestría en
direccionamiento
estratégico de la
Universidad
Europea Miguel
de Cervantes.
Campo de la
RSE
6 de marzo
de 2020
Director de una
empresa diseña
y ejecuta proyectos y
sistemas de
gestión en RSE
Diseño,
ejecución y
desarrollo de proyectos de
sistemas de
gestión de RSE
Bogotá
5.1 Periodismo y
comunicación
social en la
Javeriana. Máster
en Comunicación Masiva del
Boston
University
College
Cuadros
Técnicos
28 de
agosto de
2020
Gerente de
Responsabilidad
Social
Empresarial del
grupo empresarial
Aglomera
empresas en
diversos sectores
de la economía
como: bebidas, comunicaciones,
agroindustria,
seguros, entre
otros.
Varias
regiones del
país a través
de sus
empresas en diversos
sectores de la
economía.
5.2 Ciencia Política
en la Universidad
de los Andes.
Cuadros
Técnicos
28 de
agosto de
2020
Gerente
mercadeo social
de un medio de
comunicación
Medio de
comunicación
52 ciudades a
lo largo del
país.
35
6 Finanzas y
negocios
internacionales
Externado.
Maestría en
Administración
Pública del
London School
of Economics.
Campo de la
RSE
6 de
septiembre
de 2020
Directora
agencia
presidencial
Coordinación de
la cooperación
internacional y
el sector privado
Bogotá
7 Abogado de la Universidad
Javeriana.
Maestría en
Negocios
Internacionales
en la Universidad
del Norte.
Empresario, miembro de
la junta
directiva o
gerente
31 de agosto de
2020
Director senior de sostenibilidad
del grupo
empresarial
Aglomera empresas de
infraestructura
en sectores
como: cemento,
energía,
concesiones
(viales y
aeroportuarias)
Varias regiones del
país a través
de sus
empresas en
diversos
sectores de la
economía.
8 Economista
empresarial.
Maestría en política social y
planeación del
London School
of Economics.
Cuadros
Técnicos
5 de
septiembre
de 2020
Gerente de
Desarrollo
sostenible y antes directora
de la fundación
empresarial
Industria
alimenticia,
cadena de restaurantes.
50 ciudades a
lo largo del
país.
9 Ingeniera de
productividad de
calidad del
Politécnico
Colombiano.
Especialización
en alta gerencia.
Cuadros
Técnicos
3 de
septiembre
de 2020
Gerente de
gestión
corporativa
Exportación de
prendas.
Medellín
10 Ingeniero de
producción de
Eafit. Maestría
de
administración
pública de
Harvard.
Empresario,
miembro de
la junta
directiva o
gerente
1 de
septiembre
de 2020
Director caja de
compensación
familiar
Caja de
compensación
familiar
Medellín
11 Ingeniero
mecánico. MBA
en SIOMA
Empresario,
miembro de
la junta
directiva o
gerente
24 de
agosto de
2020
Accionista y
gerente general
Industria
alimenticia,
productos
lácteos.
Bogotá
12 Economista de la
Universidad de
los Andes. MBA
del Saïd Business
School,
University of
Oxford
Cuadros
Técnicos
1 de
octubre de
2020
Director
Fundación
empresarial
Fundación
empresarial
Bogotá,
Nariño,
Caquetá,
Meta.
36
13 Contador
público.
Especialista en
revisoría fiscal
Empresario,
miembro de
la junta
directiva o
gerente
31 de
agosto de
2020
Gerente
administrativo y
financiero
Exportación de
muebles
Cali
14 Finanzas y
relaciones
internacionales
de Universidad
Externado. Maestría en
política social y
planeación del
London School
of Economics.
Maestría en
política y manejo
del Agua de la
Universidad de
Oxford.
Campo de la
RSE
9 de julio
de 2020
Trabaja en el
campo de la
RSE, pero no en
una empresa.
No aplica
15 Ingeniera Química de la
Universidad
Nacional.
Especialista en
procesos de
transformación
del plástico y el
caucho de la
Universidad
Eafit.
Cuadros Técnicos
9 de septiembre
de 2020
Área de sostenibilidad
Fabricación de empaques
flexibles
Medellín
16 Ingeniero de Sistemas de la
Universidad
Nacional.
Especialización
en
Responsabilidad
Social
Empresarial en
Universidad de
Castilla-La
Mancha.
Maestría Desarrollo Local
Universidad
Autónoma de
Madrid.
Campo de la RSE
14 de febrero de
2020
Directivo antiguo del
Pacto Global
Pacto Global Bogotá
17.1 Comunicación
Social.
Especialización
en Comunicación
organizacional
Cuadros
Técnicos
14 de
septiembre
de 2020
Jefe de
relaciones
externas
Multinacional de
la industria
alimenticia. Su
casa matriz no
es en Colombia
Bugalagrande
37
17.2 Comunicación
Social.
Especialización
en Comunicación
organizacional
Cuadros
Técnicos
14 de
septiembre
de 2020
Gerente de
creación de
valor
compartido
Bogotá
18 Ingeniero Civil y
Maestría en
Centrales
Hidroeléctricas
Universidad Javeriana
Campo de la
RSE
22 de julio
de 2020
Directivo actual
Pacto Global
Red Colombia Bogotá
19 Ingeniero Civil
Universidad de
los Andes.
Cuadros
Técnicos
22 de
septiembre
de 2020
Presidente de la
fundación
empresarial
Fundación
empresarial
Cali
Anexo 2
Descripción de las empresas, cadena global de valor y RSE
Número
de la
empresa
Empresa Sector Cadena
global de
valor
(Gereffi & Lee 2012)
Tienen
algún
poder en
la cadena
global de
valor
(Gereffi &
Lee 2012)
RSE
1 Fabricación de
empaques flexibles
Secundario Si
Modular
No Están en el Pacto
Global, ISO 90001, ISO
140001 el Business
Alliance for Secure
Commerce (BASC)
2 Exportación de
frutas exóticas
Primario Si
Modular
Si No está en el Pacto
Global. SMETA, BSCI,
Global Gap, Fairtrade Labelling organizations
(FLO).
3 Aglomera empresas
en diversos sectores
de la economía
como: bebidas,
comunicaciones,
agroindustria,
seguros, entre otros.
Tiene empresas
en los tres
sectores.
Algunas de
sus
empresas se
articulan a
cadenas
globales de
valor
Al menos
una de sus
empresas
líderes
tiene algún
poder
Solo las cinco empresas
más importantes del
grupo tienen iniciativas
de RSE, pues las
empresas tienen
autonomía frente al
tema. 2 de estas 5 están
en el Pacto Global.
4 Medio de
comunicación
Terciario No No No está en el Pacto
Global. Tiene un
38
modelo que denominan
mercadeo social
5 Aglomera empresas
de infraestructura
en sectores como:
cemento, energía,
concesiones (viales
y aeroportuarias)
Tiene empresas
en los tres
sectores pero
principalmente
en el primario y
secundario.
Si Si ODS, Consejo
Empresarial para el
Desarrollo Sostenible y
su capítulo colombiano
Cecodes, Círculo de
Compañías de la Mesa
Redonda
Latinoamericana de Gobierno Corporativo y
Dow Jones. Se salieron
del Pacto Global por
falta de compatibilidad
con la red.
6 Industria
alimenticia, cadena
de restaurantes.
Terciario No No Firmaron el Pacto
Global y los sacaron por
no entregar el informe
de progreso. Están
transformando la
Fundación empresarial en la gerencia
Desarrollo Sostenible.
7 Exportación de
prendas.
Secundario Si
Modular
No Firmaron el Pacto
Global y los sacaron por
no entregar el informe
de progreso. BASC,
WRAP, Sustainable
Apparel Coalition y
Higg Index.
8 Caja de
compensación familiar
Terciario No No Está en el Pacto Global,
Iso 14001 y Ruta de Sostenibilidad
ambiental 2020-2030
9 Industria
alimenticia,
productos lácteos.
Secundario No No Hay algunos programas
de tipo paternalistas con
los empleados
enfocados en educación
y vivienda.
10 Fundación
empresarial de una
empresa que
produce papel,
empaques, inmuebles y tiene
proyectos
educativos
Secundario y
terciario
No No Filantropía
11 Exportación de
muebles
Secundario Si
Entre
Mercado y
modular
Si FSC, BASC,
ICONTEC.
12 Fabricación de
empaques flexibles
Secundario Si No ISO 9000, ISO 14000,
ISO 18000, ISO 22000,
HACCP, GMI, Sedex y
39
SMETA. No está en el
Pacto Global.
13 Multinacional de la
industria
alimenticia. Su casa
matriz no es en
Colombia
Secundario Si
Jerárquica
Si Creación de valor
compartido. Principios
Corporativos
Empresariales y el
Código de Conducta
Empresarial.
Recientemente firmaron el Pacto Global como
filial Colombia.
14 Fundación
empresarial
asociada a una
familia con varias
empresas
No aplica No No Filantropía
Anexo 3
Los 10 principios de Pacto cambios en el tiempo y articulación don los ODS
10 principio de Pacto Global 17 ODS
Documento página web red
Bolivia (s.f.)
Documento página web red
España (s.f.)
Los principios de la ONU
(Revista Dinero 2004)
Pacto Global Red Colombia (2016)
Derechos humanos
Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los
derechos humanos fundamentales,
reconocidos internacionalmente,
dentro de su ámbito de influencia
Las empresas deben apoyar y respetar la
protección del Derecho
Internacional
Humanitario en su ámbito
de influencia
Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
Poner fin al hambre, lograr la seguridad
alimentaria y la mejora de la nutrición y
promover la agricultura sostenible.
Las empresas deben asegurarse
de no ser cómplices en la
vulneración de los derechos humanos
Asegurarse de no ser
cómplices en abusos a los
derechos humanos
Garantizar una vida sana y promover el
bienestar para todos en todas las edades.
Garantizar una educación inclusiva,
equitativa, y de calidad y promover
oportunidades de aprendizaje durante toda
la vida para todos.
Lograr la igualdad entre los géneros y
empoderar a todas las mujeres y niñas.
Trabajo
Las empresas deben apoyar la
libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del
derecho a la negociación
colectiva
Las empresas deben
mantener la libertad de asociación y reconocer el
derecho a la negociación
colectiva
Promover el crecimiento económico
sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo
decente para todos
40
Las empresas deben apoyar la
eliminación de toda forma de
trabajo forzoso o realizado bajo
coacción
Eliminar todas las formas
de trabajo obligatorio o
forzado
Construir infraestructuras resilientes,
promover la industrialización inclusiva y
sostenible y fomentar la innovación.
Las empresas deben apoyar la
erradicación del trabajo infantil
Abolir el trabajo infantil
las empresas deben apoyar la
abolición de las prácticas de
discriminación en el empleo y la
ocupación
Eliminar la
discriminación frente al
empleo
Ambiente
Las empresas deberán mantener
un enfoque preventivo que
favorezca el medio ambiente
Las empresas deben
apoyar un enfoque de
precaución frente a los
retos ambientales
Garantizar la disponibilidad de agua y su
gestión sostenible y el saneamiento para
todos.
Garantizar el acceso a una energía
asequible, segura, sostenible y moderna
para todos.
Las empresas deben fomentar las
iniciativas que promuevan una
mayor responsabilidad ambiental
Tomar la iniciativa para
promover una mayor
responsabilidad
ambiental.
Garantizar modalidades de consumo y
producción sostenibles.
Adoptar medidas urgentes para combatir
el cambio climático y sus efectos.
Las empresas deben favorecer el
desarrollo y la difusión de las
tecnologías respetuosas con el
medioambiente
Favorecer el desarrollo y
la difusión de tecnologías
más limpias
Conservar y utilizar en forma sostenible
los océanos, los mares y los recursos
marinos para el desarrollo sostenible.
Proteger, restablecer y promover el uso
sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible
de los bosques, luchar contra la
desertificación, detener e invertir la
degradación de las tierras y poner freno a
la pérdida de la diversidad biológica.
Anticorrupción
Las empresas deben trabajar
contra la corrupción en todas sus
formas, incluidas extorsión y
soborno
Las empresas deben
trabajar contra la
corrupción en todas sus
formas, incluyendo la
extorsión y el soborno
Reducir la desigualdad en y entre los
países
Fortalecer los medios de ejecución y
revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
Lograr que las ciudades y los
asentamientos humanos sean inclusivos,
seguros, resilientes y sostenibles
Promover sociedades pacíficas e
inclusivas para el desarrollo sostenible,
facilitar el acceso a la justicia para todos y
crear instituciones eficaces, responsables
e inclusivas a todos los niveles.
41
Bibliografía
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