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    Mesa redondaSeguridadalimentaria:ms all de la comidachatarra

    El Per y los acuerdoscomerciales internacio-nalesEs necesaria unamayor transparenciaen el TPP

    La roya: devastacindel sector cafetalero

    Ms tierras,menos esperanzas

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    Esta revista quiere destacar dos hechos ocurridos este mes de mayo: lapromulgacin de la Ley sobre Alimentacin Saludable y las negociacionesen Lima del Acuerdo de Asociacin Transpacfico (TPP). Y uno tercero, el

    ms sentido, la muerte de Javier Diez Canseco.El pasado 10 de mayo, el presidente Humala promulg la Ley 30021, Leyde Promocin de la Alimentacin Saludable para Nios, Nias yAdolescentes, norma que promueve la educacin nutricional y regula lapublicidad de alimentos no saludables dirigida a esos sectorespoblacionales. La reaccin negativa y bullanguera de los empresarioslimeos y de los medios de comunicacin a su servicio, aun cuando nosorprende, s llama la atencin, pues deja en evidencia hasta dnde estndispuestos a distorsionar la realidad, a mentir abiertamente o a hacerdemagogia (esta ley impedir que veamos el mundial de ftbol del Brasil),en un asunto tan delicado como el de la nutricin infantil, con tal de noreducir sus ganancias.

    Pero tambin muestra que no estn dispuestos a aceptar que el gobiernoasuma sus responsabilidades como garante del bien comn en estecaso, de la salud pblica en todo espacio o dimensin que pueda significaruna oportunidad de lucrar. La beligerancia de los empresarios contrastacon la pasividad de la sociedad civil, que ha recibido la norma con unainexplicable tibieza. Por otro lado, el gobierno muestra una vez ms que notiene portavoces polticos capaces de defender sus decisiones con solvenciay contundencia. Y esta ley merece una defensa con estas cualidades. Seinician ahora las presiones por el contenido del reglamento. Es muyimportante que los ciudadanos intervengan en las discusiones que seavecinan, pues, con seguridad, los empresarios al menos aquellos quese sienten afectados tratarn de que el reglamento le quite el filo a la ley.

    Entre el 15 y el 24 de mayo se desarroll en Lima la decimostima ronda denegociaciones del Acuerdo de Asociacin Transpacfico (ms conocido porsus siglas: TPP). Con el TPP, que involucra a once pases, el Per amplasus compromisos comerciales y de inversin con ms de una cincuentenade naciones de Amrica, Asia, Europa y Oceana, sumando todos losacuerdos comerciales anteriores, tanto bilaterales como regionales. Estaabundancia de acuerdos, casi todos negociados en los ltimos diez aoscon una mnima participacin de la sociedad civil y con escasa informaciny transparencia, tampoco ha pasado por el Congreso (a excepcin delTLC con Estados Unidos, que entr en vigencia en 2009). Los efectos deestos acuerdos sobre la economa y sociedad peruanas, que pueden sertanto positivos como negativos, son suficientemente importantes como para

    que merezcan un mayor debate pblico y pasen por la aprobacin delCongreso. La sociedad civil debe asumir parte de la responsabilidad deque esto sea as, por su pasividad y escaso inters.El 4 de mayo falleci Javier Diez Canseco. Los multitudinarios homenajesrealizados por personajes e instituciones de diferentes orientaciones polticasdejan claro que era bastante ms que una figura poltica: reuna en supensamiento y en su actividad pblica y privada un conjunto de valoresreconocidos como necesarios para una sociedad ms justa, humana ysolidaria, ms all de las diferencias ideolgicas. Debe ser un motivo para quela izquierda se revise a s misma, tanto en sus aportes como en sus errores, enbusca de la sociedad a la que Javier, y tantos otros como l, aspiramos.

    Publicacin del Centro Peruano de Estudios Sociales

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    Distribucin gratuita con La Repblica elltimo mircoles de cada mes.

    Fernando Eguren

    Director

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    El Per y los acuerdos comerciales internacionales

    Es necesaria una mayor transparenciaFernando Eguren

    Entre el 15 y el 24 de mayo se realiz enLima la 17.a ronda del Acuerdo de Aso-ciacin Transpacfico (TPP)1. El TPP esun tratado de libre comercio regional queincluye diez pases, adems del Per:Estados Unidos, Canad, Mxico, Sin-gapur, Australia, Malasia, Vietnam, Chi-le, Nueva Zelanda y Brunei.

    Con este acuerdo, el Per contina con-solidando la apertura econmica a losmercados internacionales a travs de

    acuerdos bilaterales o regionales, en unproceso casi vertiginoso iniciado por elexpresidente Alejandro Toledo, medianteel TLC con Estados Unidos, y continua-do por los gobiernos de Alan Garca yOllanta Humala. Hasta el momento, estosacuerdos comprometen al Per algunoslo harn prximamente con 56 pasesde todos los continentes, menos de fri-ca (tabla 1); entre ellos estn todos losms poderosos, salvo Rusia e India.

    Cmo se negocia?Cmo se ha negociado con esos pa-

    ses? En todos los casos, los procesosde negociacin se han caracterizado porla escasa transparencia. El Ministerio deEconoma y el de Comercio Exterior yTurismo conducen las negociaciones,ms atentos a los intereses de grandesgrupos econmicos que al de los de em-presarios pequeos y medianos, agricul-tores y campesinos, trabajadores y otrosactores econmicos con menor poder.

    Todos estos acuerdos (salvo el del

    Pacto Andino, que dio lugar a la Comu-nidad Andina de Naciones CAN,suscrito en 1969) han sido firmados porgobiernos elegidos democrticamente.Sin embargo, solo uno de ellos, el TLCcon Estados Unidos, ha sido aprobadopor el Congreso peruano (aunque entiempo rcord y prcticamente sin discu-sin). Todos los dems, en particularaquellos acordados en los ltimos tresgobiernos, han sido negociados por elEjecutivo, con escasa o nula difusin delos planteamientos que fueron negocia-

    dos; en breves palabras: a espaldas de la

    ciudadana, sin intervencin de los re-presentantes elegidos por ella. El Ejecu-tivo considera que los acuerdos comer-ciales son de su exclusiva competencia.

    No son solo acuerdoscomerciales

    Pero resulta que estos acuerdos afec-tan intensamente, de una manera o de otra,la vida de todos los peruanos. Atan laeconoma peruana a la economa global,

    de manera firme pero condicionada. Tie-nen un inmenso peso en las orientacio-nes de nuestra economa (por ejemplo,consolidan un fuerte sesgo primario ex-portador y descuidan el mercado internoy el desarrollo de una economa de altovalor agregado); en el acceso y uso delos recursos (las industrias que extraenrecursos naturales son las que ms se for-talecen, y promueven la concentracin dela propiedad de las tierras agrcolas), y ensus condiciones de desarrollo (enclavesmodernos, territorios estancados). Es de-

    cir, estos acuerdos determinan, en buenamedida, qu se produce, cmo, para quiny qu regiones sern dinamizadas (y cu-les continuarn estancadas).

    Adems, tienen una importante in-fluencia en las relaciones laborales (haylegislaciones laborales especiales paralas industrias exportadoras y la agroex-portacin, que rebajan los derechos delos trabajadores). Tambin influyen encmo se distribuyen los ingresos, cmose usan los recursos naturales (agua, tie-

    rras agrcolas, bosques, biodiversidad)y qu impactos tienen en el medio am-

    Tabla 1. Pases con los que el Per tiene acuerdos comerciales (bilaterales o regionales)

    Am r ic a (16)

    Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa

    Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guatema-

    la, Honduras, Mxico, Panam, Paraguay, Uru-

    guay, Venezuela

    As ia (7)

    Brunei, China, Malasia, Japn, Singapur, Tailan-

    dia, Vietnam

    Europa (31)

    Alemania, Austria, Blgica, Bulgaria, Chipre, Dina-

    marca, Eslovaquia, Eslovenia, Espaa, Estonia,

    Finlandia, Francia, Grecia, Hungra, Irlanda, Islan-

    dia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxem-

    burgo, Malta, Noruega, Pases Bajos, Polonia, Por-

    tugal, Reino Unido, Repblica Checa, Rumania,

    Suiza, Suecia

    Oceana (2)

    Australia, Nueva Zelanda

    19 de mayo.

    Organizaciones de lasociedad civil protestan

    contra el TPP frente alHotel Marriott, en Lima,donde se efectuaron lasnegociaciones delacuerdo comercial.

    Fotoi

    nternet

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    biente (contaminacin del aire, de ros ylagunas, deforestacin, reduccin de laflora y fauna terrestre y martima). Asi-mismo, a travs del control de patentes yprecios de medicamentos ejercido por losoligopolios de la salud favorecidos porestos acuerdos, determinan el costo dela salud, discriminando entre quinespueden asumirlos y quines no puedenhacerlo (la mayora de la poblacin).

    Lejos estn estos acuerdos, pues, deser puramente comerciales o de limitarsu influencia a las transacciones de com-praventa o exportaciones-importaciones.Los gobiernos se pliegan a los grandesgrupos de inters econmico internacio-nales y estimulan a los empresarios e in-versionistas nacionales a identificar susintereses con ellos y no con los del pas.

    Dado que los acuerdos tienen fuerza

    de ley y, en principio, no pueden sermodificados unilateralmente por los go-biernos, puede afirmarse que el modeloprimario exportador est blindado y pro-tegido de aquellas polticas que, alterna-tivamente, privilegien el desarrollo delmercado interno y una mayor autonomadel Estado en materia econmica, ambien-tal y alimentaria. La ciudadana peruanay sus instituciones no tienen la oportu-nidad de influir sobre estas decisiones.

    La Alianza del Pacfico y el TPPActualmente hay dos procesos en

    marcha, que, a pesar de su importancia,ocupan solo marginalmente la atencinde los medios de comunicacin y de lospolticos, absorbidos por temas meno-res. Uno es el de la Alianza del Pacfico.A mediados de mayo se realiz una ne-gociacin de sus pases miembros en laciudad de Cali, Colombia, y no se difun-di informacin sobre los planteamien-tos llevados por el gobierno peruano.

    El segundo es el Acuerdo de Asocia-

    cin Transpacfico (TPP), cuya 17.a

    ron-da se negoci en Lima entre el 15 y el 24de mayo. Aqu tambin la informacin seha dado a cuentagotas. La importanciadel TPP reside en que involucra a unaregin de gran dinamismo econmico,que representa cerca de un tercio del PBImundial y el 10% de la poblacin del pla-neta. La cuarta parte de nuestras expor-taciones van a esos pases (US$12 milmillones), y de ellos adquirimos el 27%de lo que importamos.

    Los acuerdos en el seno del TPP ten-drn efectos en todos los sectores, y cier-

    tamente sobre el sector agropecuarionacional. Con varios de los pases men-cionados el Per tiene una balanza co-mercial agraria deficitaria. En 2009, estafue de US$150 millones con EE.UU., laeconoma ms importante del grupo. ConNueva Zelanda el dficit fue de US$19millones; con Australia, US$10 millones;y con Chile, US$95 millones.

    El Congreso debe intervenirDebido al hecho de que los acuerdos

    comerciales son mucho ms que eso, es

    necesario que sean debatidos y votadospor el Congreso de la Repblica, instan-cia que finalmente representa a los ciu-dadanos. Segn el artculo 56 de la Cons-titucin Poltica de 1993, los tratadosdeben ser aprobados por el Congresoantes de su ratificacin por el Presidentede la Repblica, siempre que versen so-bre las siguientes materias: 1. Derechoshumanos; 2. Soberana, dominio o inte-gridad del Estado; 3. Defensa nacional;4. Obligaciones financieras del Estado.Tambin deben ser aprobados por elCongreso los tratados que crean, modi-

    fican o suprimen tributos; los que exigenmodificacin o derogacin de alguna leyy los que requieren medidas legislativaspara su ejecucin.

    Dada la diversidad de temas aborda-dos por los acuerdos comerciales y losimpactos que tienen sobre toda la socie-dad como ya hemos visto, es impo-sible que no tengan efectos sobre los de-rechos humanos, las obligaciones finan-cieras del Estado, los tributos o la legisla-cin existente, a los que se refiere el art-culo constitucional citado. Respecto a

    esto ltimo, no hay que olvidar que elgobierno de Garca dio un centenar dedecretos legislativos para adecuar lalegislacin vigente al TLC con EE.UU. Esineludible, pues, la intervencin del Con-greso y, por consiguiente y como coro-lario a lo dicho, el dictamen del Tribu-nal Constitucional, de febrero de 2010, querechaz la intervencin del Congreso apropsito del acuerdo comercial firmadocon Chile, debera ser revisado.

    Nota1 Trans-Pacific Partnership (TPP).

    El 4 de mayo, Javier Diez Canseco falleci. Su compromiso con los pobres, los

    explotados, los obreros, los campesinos, los pueblos indgenas, los enfermos,

    las personas con discapacidad, las vctimas, fue constante e intenso.

    Fue implacable su lucha contra la sensualidad del poder, la corrupcin, la

    violencia familiar, la desigualdad, la discriminacin de todo tipo.Fue valiente para afrontar las amenazas, las calumnias, la represin y para

    enfrentar el abuso de los poderosos.

    Fue solidario, colaborador, carioso con su familia y sus amigos, preocupado

    por el dolor ajeno. Fue soador y realista, duro y tierno.

    Javier fue un ejemplo como ciudadano, poltico, compaero, padre, abuelo.

    Te vamos a extraar, Javier.

    Javier Diez Canseco (1948-2013)

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    Mesa redonda

    Seguridad alimentaria:ms all de la comida chatarra

    Fernando Eguren / Ricardo Marapi

    El reciente debate poltico que se ha vivi-do en el Per luego de la aprobacin de la

    Ley de Promocin de la Alimentacin Sa-ludable de los Nios, Nias y Adolescen-tes, ha puesto en relevancia los problemasde inseguridad alimentaria que enfrenta-mos. Ahora que tanto el Poder Ejecutivo yel Congreso estn elaborando diversaspolticas y estrategias sobre el tema1,La

    Revista Agraria realiz una mesa redondapara analizar la situacin de la seguridadalimentaria en el pas y cul es su verdade-ra importancia.

    En ella participaron el economista Gui-

    llermo Rebosio Arana, especialista en pol-ticas pblicas y desarrollo rural y actualdirector de la Oficina de Planeamiento yPresupuesto del Ministerio de Agricultu-ra; el doctor Alberto Garca de Romaa,especialista en temas de seguridad alimen-taria y consultor de la Organizacin de lasNaciones Unidas para la Agricultura y laAlimentacin (FAO); el mdico EnriqueJacoby Martnez, exviceministro de Saluddel actual gobierno, especialista en temasde nutricin y salud pblica y actual ase-sor regional en la Organizacin Panameri-

    cana de la Salud; y Eduardo Zegarra Mn-

    dez, doctor en economa e investigadorprincipal de la ONG Grupo de Anlisis para

    el Desarrollo (Grade).

    IMPORTANCIA DE LASEGURIDAD ALIMENTARIA

    Cmo entienden la seguridad alimen-taria en un pas como el nuestro? Es ono es importante el tema?

    Enrique Jacoby: El aspecto de la se-guridad alimentaria es definitivamente im-portante. La FAO la ha definido como elacceso social, econmico y nutricional a

    alimentos de calidad que aseguren el de-sarrollo, produccin y crecimiento de laspersonas. Tambin es la capacidad de unpas de producir y alimentar a su pobla-cin sin las alteraciones que vemos enlos ltimos tiempos: me refiero a las cri-sis relacionadas con el cambio climtico,a la disminucin de acuferos en much-simos pases y al impacto de los commo-dities2 de ciertos granos, que provocanuna distorsin de precios.

    Entre estos dos polos, el de la capaci-dad de producir alimentos diversos y de

    alta calidad, y el de la capacidad de los

    seres humanos de acceder a esos alimen-tos, estn los dos pilares centrales que nos

    preocupan en seguridad alimentaria.Actualmente, la produccin de alimen-

    tos atraviesa un proceso de transicin ace-lerado y creo que esto es grave porque seda una industrializacin de la produccinagraria a costa de un notable sacrificio dela calidad nutricional y biolgica de los ali-mentos. Y estn siendo reemplazados porproductos que son, bsicamente, almido-nes de poco valor y que vienen acompa-ados de los tres nutrientes sobre los quela Organizacin Mundial de la Salud ad-

    vierte que producen la mayora de enfer-medades: azcar, grasa y sal.Creo que el tema es vital: tenemos que

    defender la produccin de alimentos de altacalidad y su acceso por parte de la pobla-cin. Este aspecto es, en esencia, econ-mico, ambiental y cultural. Debera estarentre uno de los tres primeros temas de lapoltica nacional del pas.

    Guillermo Rebosio:El cambio climticoque amenaza a pases como el Per y nues-tra condicin de pas importador neto dealimentos nos exponen a fenmenos como

    la variabilidad de los precios mundiales,

    FotoRicardoMarapi

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    que sufrimos en los aos 2008 y 2009, yque puso en evidencia que, sin una ade-cuada poltica de seguridad alimentaria,nuestra poblacin puede ser afectada porfenmenos totalmente exgenos.

    La seguridad alimentaria es estratgicaen el pas y coincido en que es uno de lostres temas principales que deberan serenfocados por las polticas pblicas. Perotodava tenemos que enfocar integralmen-te el tema de la seguridad alimentaria y tra-bajarlo de una manera transversal; es de-cir, no solo en el aspecto multisectorial atravs de la comisin creada a fines delao pasado, sino tambin en los tres ni-veles de gobierno.

    Prcticamente dos tercios de los recur-sos pblicos destinados a la funcin agro-pecuaria estn en los niveles subnaciona-les. Si no involucramos de una manera co-

    herente a los tres niveles de gobierno enuna poltica de seguridad alimentaria, nues-tro pas va a tener polticas muy buenas en

    el papel, pero que no son aplicadas local oregionalmente y que se quedan solo en elmbito del gobierno nacional. Esto restatotalmente eficacia a las polticas. La segu-ridad alimentaria requiere de una polticanacional coherente y sostenible.

    Aqu se presenta un posible problema:la continuidad de las polticas sobre el tema.La seguridad alimentaria, tan vinculada ala agricultura, requiere de polticas soste-nibles, continuas, que son generalmentede lenta maduracin. Los cambios profun-dos en el sistema productivo y en la edu-cacin de la gente sobre la alimentacinsaludable, requieren de polticas sosteni-das en el tiempo si se quiere obtener resul-tados.

    Eduardo Zegarra: En una familia conseguridad alimentaria, las personas tienenla capacidad de poder consumir alimentos

    saludables en forma continua y que les vana permitir llevar una vida saludable. Es muyimportante destacar la palabra capacida-des; en la definicin de la seguridad ali-mentaria es central el desarrollo de las ca-pacidades de las personas y las familias.

    En el caso del Per, la inseguridad ali-mentaria no es igual en zonas urbanas yrurales; hay diferencias enormes. En laszonas urbanas se empieza a observar elfenmeno de los niveles de sobrepeso yobesidad en nios y adolescentes en ho-gares en pobreza: ya se percibe la combi-nacin de los problemas de desnutricin ysobrepeso. En las zonas rurales es el climael que afecta a sectores importantes; porejemplo, las heladas tienen impactos inme-diatos en todo el ciclo productivo y ali-mentario de las familias. En todos los ca-sos, se requieren diseos de polticas dis-

    tintos.Uno de los problemas que veo en el pases que aplicamos modelos urbanos de ayu-

    da alimentaria a zonas rurales, donde hayciclos totalmente diferentes. Creo que eltema es crucial; sin embargo, se ha hechomuy poco en trminos de polticas espec-ficas y de institucionalidad para la seguri-dad alimentaria en el Per. Se ha avanzado

    bien en el diagnstico, pero ha faltado vo-luntad poltica para implementar estrategiasy armar una institucionalidad que vele porla seguridad alimentaria de la poblacin,en su conjunto, pero tambin de los msvulnerables, especialmente en algunas zo-nas rurales y en zonas urbanas, que es loque se debera atacar.

    Alberto Garca:La seguridad alimenta-ria es un concepto sumamente importante,crucial y pertinente. El Per tiene como for-taleza y no ahora, sino desde hace cincomil aos que es un pas excepcionalmen-te diverso: produce todo tipo de alimentos

    y es multiestacional. Adems, el Per, a di-ferencia de otros pases de la regin, toda-va tiene un porcentaje de produccin dealimentos frescos y esa es una de las forta-lezas que deben dar pie a polticas espec-ficas para promoverlas. Naturalmente, tam-bin hay muchsimas debilidades y limita-ciones. Por ejemplo, problemas enormescon la precariedad de los sistemas de co-mercializacin de alimentos y la falta de aso-ciatividad de los productores. En nuestropas se abandon el modelo cooperativo,mientras que en otras partes del mundo lascooperativas son clave para poder abaste-cer a las ciudades. Eso se perdi y es partede las polticas que se deben restablecer.

    En cuanto a las amenazas, una es la sus-titucin de los alimentos originarios (lostubrculos, los granos andinos, etc.) porlos productos que vienen de afuera. Los

    cambios en los patrones de consumo igual-mente son una amenaza y, por cierto, elestrs hdrico como consecuencia del

    cambio climtico ser un problema enlos prximos aos. Tambin la instalacinde los biocombustibles y la creciente ex-pansin del mercado de tierras y su con-centracin a costa de la produccin de ali-mentos son amenazas para la seguridad

    alimentaria.Pero tambin hay oportunidades: porejemplo, el alza de precio de los alimentoses, de alguna manera, una oportunidad parala agricultura familiar, que puede llevar aincentivar la produccin de alimentos na-cionales.

    LEY PARA LAALIMENTACIN

    SALUDABLE

    Hace pocos das el Congreso de la Re-pblica aprob esta ley. Qu opinan de

    Guillermo Rebosio Alberto Garca Enrique Jacoby Eduardo Zegarra

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    ella y de la importancia de la inocuidad,factor importante en la seguridad alimen-taria?

    G. Rebosio: Esta norma es legtima. To-dos se han centrado en el tema de la publi-cidad y en la supuesta exclusin de algu-nos tipos de alimentos, pero la norma tieneun fuerte componente educativo y de se-guimiento a fenmenos vinculados con laobesidad. Hay que evitar que el debatesobre esta ley se sesgue solo en el tema dela publicidad y la venta de alimentos en losquioscos. Hay que darle mucha ms im-portancia a cmo educamos a la poblacinen el uso adecuado de los alimentos. No essolo un problema de obesidad que esun fenmeno del primer mundo, donde hayun incremento gigantesco de jvenes obe-sos, sino tambin de advertir que laspersonas que no son obesas se estn ali-

    mentando mal.Tenemos que trabajar profundamentecon los colegios y los padres de familiapara que en el hogar la calidad de la ali-mentacin mejore; hay que hacer un tra-bajo educativo para que, a pesar de laslimitaciones monetarias, las familias uti-licen con mayor inteligencia los recur-sos a fin de nutrirse mejor. Esta ley debe-ra servirnos para promover una adecua-da educacin de las familias, que es don-de se decide el consumo alimentario. Lascampaas publicitarias influyen en elconsumo, pero al final el que decide es lamam o el pap; y si ellos no lo tienenclaro, vamos a seguir con el problema.Aunque no compren alimentos procesa-dos, igual van a alimentarse mal. Debe-mos poner ms atencin en los elemen-tos educativos de esta norma.

    A. Garca: En general, la ley me parecepositiva. No solo es un elemento de mo-dernizacin, sino que adems nos pone almismo nivel de muchos pases, sobre tododel primer mundo, que han entrado a regu-

    lar estos temas. Lo que se viene va a seruna batalla complicada porque, de algunamanera, el proyecto de ley original ya hacedido algunas cosas. Hay temas pendien-tes; por ejemplo: se prohbe la publicidadpara el consumo desmedido de productosdainos, y el reglamento tendr que expli-car qu significa lo medido y lo desme-dido. Ah habr un debate.

    En el Per siempre hay un riesgo: lasleyes salen y, como no se reglamentan,no se aplican. La sociedad civil se tieneque movilizar detrs de esta ley para quesea reglamentada y pueda entrar en vi-

    gencia. Por otro lado, discrepo con Gui-llermo en relacin con el fenmeno emer-gente de la obesidad, sobre todo en ni-os y madres, y que ya se observa entrenosotros. Las cifras de la Enaho3 hablande casi 55% de madres en edad frtil conproblemas de obesidad o sobrepeso,problemas que tambin sufre casi el 20%de los menores de 16 aos. Este es unfenmeno reciente y una tendencia que,si la proyectamos, en muy poco tiemponos va a llevar a la misma configuracin

    de los pases del primer mundo. A ello sedebe que este tipo de normas tienen queser apoyadas.

    Quiero saludar el trabajo pionero deEnrique Jacoby, quien desde el Vicemi-nisterio de Salud promovi la generacinde polticas pblicas destinadas a com-batir estos fenmenos y garantizar unaalimentacin saludable para la poblacin,especialmente la ms vulnerable.

    E. Zegarra:Es interesante que esta leyhaya hecho lo que es un sacrilegio en el

    actual ambiente liberal de la poltica pe-ruana: pretender regular los contenidosde la publicidad. Eso ha desatado una his-teria y una gritera de todo el sector deanunciantes que, adems, tienen relacio-nes carnales con los medios de comuni-cacin. Estamos viendo una reaccin to-talmente desmedida y desproporcionadafrente a un tipo de regulacin que mu-chos pases han empezado adoptar hacemucho tiempo y que tiene un sentido re-lacionado con la salud pblica.

    Existen numerossimos estudios y evi-dencias que demuestran que la publici-

    dad orientada hacia los nios y los ado-lescentes es realmente perjudicial y esun problema grave de salud pblica.Cuando viva en Estados Unidos, la prin-cipal autoridad de Salud deca: Cmopuedo enfrentar el tema de la obesidad simi presupuesto anual equivale a lo queMac Donalds gasta en un da en publici-dad?. La desproporcin entre los recur-sos que tiene la industria alimentaria y loque puede hacer el Estado es enorme.Evidentemente, esta regulacin es un

    primer paso que hay que profundizar ytambin se deben hacer otras cosas. Creoque se trata de una norma equilibrada yde un paso inicial, aunque algo que mepreocupa es que le encargue al Indeco-pi4 el aspecto de la regulacin, pues sa-bemos que esta entidad sufre la contra-diccin de que supuestamente defiendela libre competencia y, al mismo tiempo,defiende al consumidor. Ah hay que es-tar muy atentos al reglamento.

    En el Per, cuando ciertos intereses

    no pueden lograr todo lo que queran atravs de la ley, lo consiguen con el re-glamento. Ya hemos visto lo que pascon el reglamento de la Ley de ConsultaPrevia: al final, es en el reglamento don-de se decide todo. Como deca Alberto,es una primera batalla, pero la guerra estlejsimos de ser ganada.

    E. Jacoby:Yo coincido en que se tratade una muy buena ley. Pongo como ejem-plo el caso de Mxico, que en veinteaos ha desmantelado setecientos aosde cultura alimentaria. Es enorme y tristecomprobarlo. Y esto se ha hecho con las

    Los participantes de la mesa redonda saludaron la reciente ley aprobada en el Congreso sobreJacoby particip desde la ciudad de Washington, va conexin Skype.

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    y que ha sido aceptado por consenso poruna gran cantidad de pases. Eso no ocu-rre con el trmino soberana alimentaria,aunque probablemente en algunos aosse llegue a un consenso en torno a l. Sinembargo, los elementos que se asocian a lasoberana alimentaria son perfectamenteaceptables, incluso por las polticas degobierno. Por ejemplo: la promocin y ladefensa de los recursos naturales asocia-dos a la produccin de alimentos; la reva-lorizacin de los productos originarios yancestrales frente a esta invasin de pro-ductos procesados que vienen de afuera;la importancia de defender el uso de la tie-rra para la produccin agrcola frente a ten-dencias como el uso para biocombustibleso transgnicos.

    G. Rebosio: Debo recalcar que hablo attulo personal y que no represento la po-

    sicin oficial del ministerio. Creo que lasensibilidad va por el lado de que el con-cepto se utilice como pretexto para desco-nocer compromisos internacionales. Esdecir, que a partir de la aprobacin de unaley de soberana alimentaria se la podrautilizar como argumento para desconocercompromisos previos y plantear acuerdosdiferentes. Por ah va la sensibilidad de al-gunos actores polticos y por eso se debeaclarar el tema. No es lo mismo plantearsoberana alimentaria en un pas poco inte-grado al comercio mundial, que hacerlo enun pas tan integrado como el Per, quetiene acuerdos comerciales y un sector ex-portador muy dinmico. Creo que esa sen-sibilidad est llevando a un entrampamien-to del debate acerca del concepto de sobe-rana alimentaria.

    Ahora, en lugar de pensar si estos acuer-dos restan o no autonoma en materia deseguridad alimentaria, creo que, ms bien,deberamos utilizar los acuerdos comercia-les como un elemento para el diseo de laspolticas. Ingresar a un debate sobre si un

    acuerdo comercial establece condicionesmejores o peores, o si fueron buenos omalos, a estas alturas es poco productivo.En el trabajo de seguridad alimentaria te-nemos que tratar de convertir estos acuer-dos en oportunidades para potenciar al-gunos sectores.

    E. Jacoby:Coincido con buena parte dela conversacin y entiendo los temores quehan existido acera del uso del trmino so-berana alimentaria. Creo que en estostemas hay que articular de manera apropia-da a los productores. Si podemos tener unaindustria de exportacin en el agro que sea

    banderas del libre comercio y del progre-so de la globalizacin.

    Hoy da, en salud pblica utilizamoscon mucha frecuencia el trmino errorofallas de mercado. El sistema de merca-do capitalista tiene algo intrnsecamenteproblemtico: es capaz de erosionar laspropias bases sociales que le dan exis-tencia, es decir, tiene capacidad de auto-destruccin. Por eso, la necesidad de re-gulacin es absolutamente central parauna marcha equilibrada de los mercados.

    Por ejemplo, en el caso de Francia, hacealgunos aos, frente a las nuevas reglasde liberalizacin de los mercados mun-diales, los franceses encontraron un tr-mino: la excepcionalidad cultural; en-tonces dijeron: Nuestros productos cul-turales como la culinaria no estn suje-tos a ningn comercio. Algunos pue-den decir que esto es una barbaridad ouna exageracin, pero los franceses lovieron venir: la globalizacin puede be-neficiar a muchos, pero al mismo tiempo

    nos licua a todos dentro de un mismomarasmo que nos hace perder los gran-des valores de la diversidad. Creo que eslegtimo ejercer esta regulacin y que esjuicioso que un gobierno lo haga. En sa-lud pblica, esto es pan de todos los das.

    Celebro la ley, aunque miro con la mis-ma preocupacin no solo el rol del Inde-copi, sino tambin la presencia de los re-presentantes de la industria alimentaria,que han sido invitados a establecer elreglamento de esta ley. Ah ya no tengola certeza de que la buena intencin de lanorma quede finalmente reflejada.

    ENTRE LA SEGURIDADY LA SOBERANA

    En la actualidad existe un debate entredos conceptos:seguridad alimentaria y

    soberana alimentaria. El primero se ubi-ca en una estrategia que reposa en el fun-cionamiento de los mercados internos yexternos para acceder a los alimentos,mientras que el segundo reposa esencial-mente en la produccin nacional. Cules su opinin sobre estos dos enfoques di-ferentes?

    A. Garca:En este momento, en el Perhay un debate en el mbito legislativo, puesse est formulando una ley de seguridad ysoberana alimentaria, y este ltimo trmi-no ha despertado la preocupacin y el vetodel Poder Ejecutivo. Adems, esto tienecomo antecedente que el gobierno perua-no, de manera consistente en los ltimosaos, ha objetado el uso de este trminoen todos los foros internacionales. Las ra-zones de la objecin no son muy claras. Lo

    que explica el Ministerio de Relaciones Ex-teriores es que el asunto es ms de tipoformal. El uso de trminos como sobera-naalimentaria podra, sostienen, dar laimpresin de que el Per est alineado conaquellos pases que utilizan el trmino yque tienen una opcin de comercio exte-rior distinta de la nuestra, donde tenemostratados de libre comercio con otros pa-ses. Esa es la explicacin oficial.

    La soberana alimentaria es todava unconcepto en proceso de consenso global,a diferencia del trmino seguridad alimen-taria, que se usa desde hace muchos aos

    ntacin saludable y, junto con el director de LRA, Fernando Eguren, analizaron el tema. Enrique

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    compatible y no invasiva de las posibilida-des de la produccin local y de los peque-os productores, sera magnfico. Va a sermuy significativo el estmulo de los merca-dos locales que el propio Estado puedagenerar a travs de su capacidad de com-pra para diversas instituciones que utili-zan alimentos de una manera regular. Bienusada, podra convertirse en un instrumen-to muy poderoso. Creo que esto va a nece-sitar alguna forma de regulacin y no hayque tenerle ningn temor. Hay que defen-der lo bueno porque es muy difcil que sedefienda solo; es casi imposible.

    E. Zegarra:Pienso que el trmino sobe-rana alimentaria introduce algunas com-plejidades. Hay casos extremos, donde al-guien puede decir que soberana alimenta-ria significa autarqua5 del pas. Es el casogravsimo de Corea del Norte, donde hay

    hambrunas que no se publicitan. Incluso,es el caso de las dificultades que vemos enVenezuela, que arrastra una enfermedadholandesa6, donde la agricultura ha sidoabsolutamente dejada de lado debido a queexiste una industria de petrleo que permi-

    Condecoran a La Revista Agraria

    Nueva directiva en Conveagro

    Al cumplir su 25 aniversario, LRA recibi la condecoracin Meda-lla Ministerio de Agricultura por su impecable labor de difusinespecializada, contribuyendo al desarrollo del agro nacional yporque es un medio de expresin de los pequeos agricultores yproductores del campo.

    De esta manera, LRA, publicacin del Centro Peruano de Estu-dios Sociales (Cepes), que se distribuye en el territorio nacionalcomo suplemento del diario La Repblica, obtiene un reconoci-miento por su larga trayectoria (anteriormente fue Alerta Agraria).

    En una ceremonia realizada en Palacio de Gobierno, el pasadojueves 9 de mayo, el director de LRA, Fernando Eguren Lpez,presidente del Cepes, recibi la medalla de manos del presidentede la Repblica, Ollanta Humala, y del ministro de Agricultura, Miltonvon Hesse.

    LRA agradece la deferencia y se compromete a seguir contri-buyendo al desarrollo del agro a fin de mejorar la calidad de vida delas mujeres y hombres del campo, con informacin veraz y oportu-na y con anlisis profundos sobre la situacin del sector rural

    peruano.

    La productora y dirigente de la Junta Nacional del Caf, Lucila Quin-tana, fue reelegida como presidenta de la Convencin Nacional delAgro Peruano (Conveagro) por las instituciones y gremios agrariosque integran este foro agrario, el ms importante del pas. Esta elec-cin democrtica significa, sin duda, un nuevo avance en el fortale-cimiento de la institucionalidad rural en el Per.

    Lucila Quintana, quien asume la presidencia para el periodo 2013-2015, anunci que los principales objetivos de su nueva gestinestarn centrados en fortalecer el clima de dilogo propositivo con elMinisterio de Agricultura, el Congreso de la Repblica, los gobiernosregionales y otros actores polticos y econmicos vinculados al de-sarrollo del sector agropecuario.

    El nuevo vicepresidente de Conveagro es Hctor Guevara, repre-sentante de la Asociacin de Ganaderos Lecheros del Per (Aga-lep). Fernando Gamero, delegado de la Asociacin Nacional deProductores de Carne Bovina (Fondgicarv), fue elegido como secre-

    tario; mientras que Honorio Espejo, delegado de la ConfederacinNacional de Palmicultores y Empresas de Palma Aceitera (Conapal),desempear el cargo de tesorero. Como vocales fueron elegidosFernando Eguren, del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes);Ricardo Chuqun, de la Coordinadora Rural; y Luis Gomero, de la Redde Accin en Agricultura Alternativa (RAAA).

    te, en teora, tener todos los recursos. Yson pases que enfrentan un problema es-tructural y es ah donde pueden servir es-tos discursos de la soberana alimentaria.

    En mi opinin, no ganamos mucho alenredar ms los trminos. Ya la definicinde seguridad alimentaria es muy complica-da y compleja, y esto se acrecienta cuan-do se le agrega esta definicin de sobera-na alimentaria. En realidad, cuando los Es-tados tienen que afirmar su soberana, lohacen porque tienen algn problema es-tructural. Ms bien, dentro de la misma con-cepcin de la seguridad alimentaria se de-beran fortalecer algunos aspectos queestn descuidados y que tienen que vercon la capacidad de tomar decisiones sinla perversa influencia de intereses trans-nacionales. Hay que debatir sobre el tre-mendo y gigantesco poder que tiene la in-

    dustria alimentaria y publicitaria en el mun-do. Qu polticas pueden permitir que esosintereses no predominen? Porque ya estdemostrado que esos intereses hacen daoa la salud y a la expectativa de vida de lagente. Creo que el debate hay que llevarlo

    por ese lado, antes que entrar en una cues-tin bizantina respecto a si introducimos ono el trmino soberana alimentaria, que,en general, no tiene una definicin clara yno ayuda a ingresar a definir las polticaspara el caso peruano.

    Notas1 En la actualidad, se est discutiendo en el Con-

    greso un proyecto de ley al respecto, y la Comi-sin Multisectorial de Seguridad Alimentaria y

    Nutricional del Poder Ejecutivo (creada en oc-tubre del 2012) elaborar una nueva Estrate-gia Nacional de Seguridad Alimentaria.

    2 Bienes primarios que se producen masivamen-te y se comercian internacionalmente en lasbolsas de productos, como Nueva York, Lon-dres y Chicago.

    3 Encuesta Nacional de Hogares.4 Instituto Nacional de Defensa de la Compe-

    tencia y de la Proteccin de la Propiedad In-telectual.

    5 Sistema econmico que le permite a un Esta-do ser autosuficiente y bastarse con sus pro-

    pios recursos.6 Trmino usado para identificar las consecuencias

    negativas que sufre un pas cuando experimentaun crecimiento inesperado en sus ingresos.

    Continuacin de Mesa redonda...

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    Olmos: desalojos que vulneran losderechos humanos

    Carla Pimentel

    Con la finalidad de sanear las tierrasdestinadas a subastarse para el Proyec-to Hidroenergtico y de Irrigacin Olmos,en el ao 2009, el Proyecto Especial Ol-mos-Tinajones (PEOT) cre el Plan deCompensacin y Relocalizacin Involun-taria (PCRI), buscando minimizar los im-pactos sociales y econmicos que sufri-ran las familias agricultoras que serandesalojadas de la zona destinada al pro-yecto.

    Estos casos de relocalizacin invo-luntaria fueron ejecutados en las zonasde Huabal, La Misteriosa y en la comuni-dad campesina Santo Domingo de Olmos.Este ltimo tuvo lugar a fines de 2011 eincluy el desalojo de decenas de fami-lias de los sectores Pan de Azcar, Vin-guar Grande y Abrigos de Paal. Estasituacin ha sido recogida por la ONGAmnista Internacional (AI), que ha de-nunciado que el PEOT actu vulneran-do los derechos de los afectados e in-cumpliendo con los criterios internacio-nales para desalojos y desplazamientos.

    Irregularidades y violenciaSegn las declaraciones de los comu-

    neros afectados y los representantes deAI, los funcionarios del PEOT y un gru-po de personas contratadas por ellosamenazaron a la poblacin, quemaron susviviendas y corrales lo que produjo laprdida de muchos de sus animales yclausuraron las norias que la proveande agua. El PEOT oblig a las familiascomuneras a migrar a La Algodonera,centro poblado construido para reubicara las familias afectadas.

    Flix More, presidente de la Junta deAdministracin Local de La Algodonera(JAL) organizacin comunal de losafectados, ha afirmado que los comu-neros fueron amedrentados y coaccio-nados para firmar documentos irregula-res de indemnizacin que contemplaronsolo pagos por sus bienes, como vivien-das y norias, pero no por sus terrenos, apesar de contar con certificados de po-sesin y de haberlos habitado por ms

    de sesenta aos.

    Problemas en La AlgodoneraVeintisiete familias desalojadas de la

    comunidad campesina Santo Domingo deOlmos fueron reubicadas en La Algodone-ra, un centro poblado que se encuentra enuna zona no habitable y diseado sin to-mar en cuenta las caractersticas de la zonani las necesidades de sus habitantes1.

    En diciembre de 2011, la JAL realizvarias negociaciones con los funciona-rios del PEOT, quienes se comprometie-ron a mejorar las condiciones de vida delos comuneros y adoptaron distintosacuerdos. Segn Flix More, la mayora

    de estos an no han sido cumplidos,como la adjudicacin de ttulos de pro-piedad. Nosotros no contamos con t-tulos de propiedad, sino solo con reso-luciones que el PEOT nos ha dado, y nospreocupa que en cualquier momento nossaquen de ah, declar More.

    AI, por su parte, viene realizando unacampaa de recoleccin de firmas parasolicitar al gobierno peruano que realicelos desalojos forzosos respetando loscriterios internacionales y que, adems,elabore un plan de reubicacin adecua-

    do para la poblacin de La Algodonera.

    Silvia Toledo, coordinadora de Inciden-cia en Derechos Humanos y Polticas de

    AI, afirm que el gobierno peruano noha tomado las medidas necesarias en estedesalojo, a pesar de haber firmado lasnormativas internacionales de la ONU.

    Han pasado casi dos aos desde elviolento desalojo forzoso que sufrieronlas familias de la comunidad campesinaSanto Domingo de Olmos y el Estadosigue sin responder las demandas de lapoblacin. Mientras tanto, el PEOT con-tina con el saneamiento de miles dehectreas para el proyecto Olmos-Ti-

    najones, por lo que se avecinan nuevosdesalojos y desplazamientos forzososque afectarn a muchas familias2. Qumedidas tomar el Estado en los prxi-mos desalojos?

    Notas1 El terreno se encuentra en una hondonada

    que se inunda en pocas de lluvia; adems,no cuentan con un suministro de agua ade-cuado, ni drenaje, ni electricidad.

    2 En 1999, 111 mil 656 hectreas eriazas depropiedad de la comunidad campesina San-to Domingo de Olmos fueron adjudicadas

    al PEOT.

    FotoAmnistaInternacional

    Las familias que fueron desalojadas en Olmos denunciaron una serie de amenazas y la quema desus viviendas y corrales

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    Ms tierras,menos esperanzas

    Jaime Escobedo

    El ministro de Agricultura, Milton vonHesse, ha anunciado que en los prxi-mos dos o tres aos se ampliar signifi-cativamente la frontera agrcola del pasgracias a la ejecucin de megaproyectosde irrigacin en la costa. De acuerdo conel ministro, la cifra bordea las 120 mil hec-treas1, pero esa cantidad podra incre-mentarse hasta 181 mil si se ejecuta laactual cartera de proyectos (ver cuadro1). En cualquier caso, se tratara de dece-nas de miles de hectreas de la nacin,cuya gestin y destino nos preocupanseriamente a raz de los antecedentes deChavimochic y Olmos.

    Chavimochic y Olmos: grandesrazones para preocuparse

    En las ltimas dos dcadas solo se hanejecutado dos megaproyectos de riego en

    la costa del Per: Chavimochic y Olmos.Ambos fueron diseados y conducidospor el Estado, bajo el modelo de claro cor-te neoliberal de la Constitucin Polticade 1993 y de la Ley de Tierras de 1995.

    En el caso de Chavimochic, entre 1994y 2008 se vendieron el 95% de las 46 milhectreas que incorpor a la produccin.Como sealamos enLRA 138, solo cincoempresas llegan a dominar ms del 60%(28,000 hectreas) de estas nuevas tierras.

    Olmos, emprendido por el gobierno trasnueve dcadas de demandas de campe-sinos y pequeos agricultores locales,subast hace poco 38 mil hectreas. Enmenos de un ao (2012), y tras una seriede cambios discutibles en las bases de lasubasta, ms del 80% (31,130 hectreas)de las tierras del proyecto quedaron enpoder de tres empresas (LRA 139)2.

    Entonces, es lgico que algunos gremiosempresariales destaquen ambos proyec-

    Cuadro 1. Actual cartera de proyectos de irrigacin en la costa

    Proyecto Nuevas hectreas Ubicacin

    Chavimochic III 53,000 La Libertad

    Majes-Siguas II 39,500 Arequipa

    Alto Piura 19,000 Piura

    Chinecas 33,053 ncash

    Puyango-Tumbes 18,500 Tumbes

    Margen Derecha del Ro Tumbes 18,600 Tumbes

    Total 181,653

    Fuente: Minag, Proinversin, MEF, PEIMD. Elaboracin propia.

    tos como paradigmas de lo que para ellossignifica una poltica pblica exitosa.

    Solo los grandes participan einvierten

    Parece que, a ojos del gobierno deOllanta Humala, solo las grandes empre-sas o grupos econmicos como Campo-sol o Gloria participan en el mercado agro-pecuario. Solo ellos invierten y, por ende,merecen acaparar las tierras que seincorporan a la produccin con fondospblicos.

    El gobierno sigue sin tomar en cuentaa los pequeos y medianos producto-res, menos an a las cooperativas, comosi ellos no participaran activamente en elcrecimiento real promedio de 4% que re-gistra el sector agropecuario en los lti-mos diez aos.

    Lo cierto es que en el pas operan 214empresas agropecuarias, de las cuales un60% poseen en promedio 65 hectreas:hablamos de 129 pequeas y medianasempresas que en conjunto dominan 8,300hectreas, es decir, un 10% de lo que enla actualidad tiene el Grupo Gloria3.

    En el caso de las cooperativas, solopara mencionar a las cafetaleras res-ponsables de casi el 30% del valor de lasexportaciones agrarias totales, estnintegradas en su inmensa mayora porpequeos agricultores. El 62.5% del to-tal son productores con posesiones me-nores a 10 hectreas, el 30% cuenta conposesiones entre 10 y 30 hectreas y el7.5% tienen posesiones superiores a las30 hectreas4.

    Pese a esta mayoritaria y activa parti-cipacin de pequeos y medianos pro-ductores en el sector agropecuario, ellosno son incluidos en los procesos de ad-

    judicacin o subasta de las tierras de los

    megaproyectos de irrigacin.Ese hecho configura un comporta-miento discriminatorio y, ms an, aten-ta contra un principio que los idelogosdel neoliberalismo solan defender: laigualdad y el libre acceso al mercado delos actores econmicos.

    El juego de las barreras deacceso al mercado

    Los antecedentes de la poltica de ad-judicacin de tierras de los proyectos deirrigacin indican que solo pueden parti-cipar neolatifundistas. Olmos que a

    FotoPrensaPalacio

    deGobierno

    Cuando en setiembre del 2011, el presidente Humala visit las obras del Proyecto Olmos, pocosimaginaban que ms del 80% de las tierras subastadas terminaran en poder de solo tres empresas.

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    todas luces es el paradigma de esta pol-tica ofert 30 lotes de mil hectreas, 10de 500, una de 300, una de 270, 8 de 250 yuna de 230. Obviamente, ningn peque-o o mediano productor pudo participaren la subasta de tierras.

    Cul es la razn para adjudicarlotes de cientos o miles dehectreas?

    El Cepes tuvo la oportunidad de acom-paar el proceso de concesin y adjudi-cacin de las tierras del proyecto Olmos,y en ningn momento las autoridadespresentaron un estudio tcnico que res-paldara la decisin de establecer lotesde extraordinarias dimensiones.

    Fue tal la arbitrariedad, que basta recor-dar que los ocho lotes de 250 hectreas y elnico de 230 hectreas no formaban, en unprincipio, parte de la subasta original de Ol-mos, sino que fueron incorporados a raz deuna serie de reclamos de autoridades, gre-mios y actores nacionales y locales.

    Si agregamos a ello que todos los pos-tores de Olmos podan adquirir ms deun lote del proyecto, lo lgico es con-cluir que al gobierno (central y regional)le resultaba indiferente entregar 250 hec-treas o 15 mil, que son finalmente lasque adquiri el Grupo Gloria.

    Todo esto, sumado, en trminos jur-dicos constituye una barrera de accesoal mercado5. En este caso, los afectadosfueron los pequeos y medianos empre-sarios agrarios, que en su inmensa ma-yora gestionan fundos productivos deunas cuantas hectreas o, a lo mucho,

    de decenas de ellas.Pudo intervenir el Indecopi, para san-

    cionar al Estado, al amparo del DecretoLegislativo 1033, pero ello finalmente noocurri6.

    En prospectivaComo mencionamos al inicio de este

    artculo, nos preocupa la gestin y eldestino de las decenas de miles de hec-treas que se incorporarn a la produc-cin en los prximos aos debido a laejecucin de megaproyectos de irriga-cin en la costa.

    Los dos antecedentes que tenemos,tanto Chavimochic como Olmos, fuerongestionados con una abierta vulneracinde los derechos y expectativas de pe-queos y medianos empresarios agrarios.Nadie sancion a las autoridades nacio-nales y regionales por este hecho.

    Por otra parte, el gobierno de Humalano da seales de querer reconducir supoltica de adjudicacin de tierras a fin de

    permitir la incorporacin del sector mayo-ritario de pequeos y medianos produc-tores que hoy participan e invierten demanera activa en el sector agropecuario7.

    Parece que, en nuestro pas, el princi-pal interesado en que continen concen-trndose las tierras es el propio gobierno.

    Notas1 Agencia Andina, 28 de abril del 2013.2 Es Olmos u Odebrecht?. Diario La Pri-

    mera, 6 de junio del 2012.3 Minag/Direcciones regionales agrarias. Re-

    gistro de Empresas Agropecuarias.4 Informacin del Minag.5 Concepto que abarca a todos los actos del

    Estado que tienen por efecto impedir u obs-taculizar el acceso o permanencia de losagentes econmicos en el mercado.

    6 El Decreto Legislativo 1033, que aprueba laLey de organizacin y funciones del InstitutoNacional de Defensa de la Competencia y dela Proteccin de la Propiedad Intelectual (In-decopi), establece en el artculo 2 que corres-

    ponde a esta institucin vigilar la libre inicia-tiva privada y la libertad de empresa median-te el control posterior y eliminacin de lasbarreras burocrticas ilegales e irracionalesque afectan a los ciudadanos y empresas.

    7 Hace casi un ao, el gobierno de OllantaHumala ofreci presentar un proyecto deley de lmites mximos a la propiedad rural,cuyo nivel de avance se desconoce.

    Fotointernet

    Existe el peligro que los pequeos y medianos productores sigan siendo marginados de los nuevos procesos de adjudicacin o subasta de las tierrasde los megaproyectos de irrigacin que realizar el gobierno.

    Visite: http://www.observatoriotierras.info

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    Los productores cafetaleros peruanosenfrentan tiempos difciles. A la cada enel precio de su producto y al tipo de cam-bio desfavorable del dlar, ahora se hasumado la plaga de la roya amarilla. Se-gn clculos del Ministerio de Agricul-tura, hasta el momento la roya ha afecta-do a 200 mil de las 400 mil hectreas decafetales instalados1, lo que ha provoca-do una disminucin de 20% en la pro-duccin de caf, equivalente a una pr-dida econmica de S/.200 millones. Lasregiones de Cajamarca, San Martn, Ama-zonas, Junn y Cusco son las ms gol-peadas.

    La economa familiar de los pequeosproductores cafetaleros ha sido afecta-

    da, especialmente aquella cuya campaafue financiada con prstamos bancarios.Por ejemplo, en las provincias de Chan-chamayo y Satipo, en Junn, el promediode inversin por cada hectrea bordealos S/.2,000. Con estas prdidas, tene-mos serios problemas. No podremos pa-gar, advierte Isaac Meza, dirigente dela Federacin Agraria de Pangoa2.

    Conociendo a la royaQu es la roya amarilla y por qu ha

    aumentado tanto su incidencia? La en-fermedad la origina el hongoHemileia

    vastatrix, que provoca la cada prematu-ra de las hojas de la planta. Si a esta en-fermedad se suma una mala fertilizaciny una poda deficiente, se produce undesbalance en la planta y el rendimientopuede caer hasta 50%.

    La roya amarilla no afecta solo a loscultivos de caf en el Per. Desde hacevarios aos, viene extendindose por

    Centroamrica y Sudamrica, debido,entre otros factores, a los cambios enel clima (aumento de las lluvias, cam-bios en la temperatura del aire, menorbrillo solar y alta humedad). Esto hacreado ambientes favorables para supropagacin en aquellos cafetales queno tienen resistencia gentica al hon-go, como los que predominan en nues-tro pas.

    A estas condiciones climticas sesum el descuido en la fertilizacin enla campaa pasada, as como la anti-gedad de la mayora de cafetales. Lu-

    cila Quintana, productora de caf enAmazonas, presidenta de Conveagro ydirigente de la Junta Nacional del Caf(JNC), explica que el ao pasado se pre-sentaron lluvias excesivas fuera depoca en su regin. Adems, revela quemuchos productores haban descuida-do el abonamiento de sus plantacio-nes, que ya de por s estaban dbiles

    debido a su antigedad. Todos estosfactores facilitaron que la infestacinpor la roya se extendiera en forma rpi-da. Estudios recientes han confirmadoque el cambio climtico es un factor enla propagacin de la roya debido al in-cremento de la temperatura en invier-no y a la mayor concentracin de car-bono en la atmsfera3.

    Faltaron medidas de prevencinDado que ya se conoca la expansin

    de la roya en pases vecinos, como Co-lombia y Ecuador, cabe preguntarse por

    La roya: devastacin delsector cafetalero

    Beatriz Salazar y Nelly Rivera

    Fotoi

    nternet

    El hongo Hemileia vastatrix

    origina la terrible enfermedad de

    la roya amarilla que hasta el

    momento ha afectado ms de 200

    mil hectreas de caf en el Per.

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    qu en el nuestro no se tomaron medi-das preventivas con suficiente anticipa-cin, ms an para defender al primercultivo de agroexportacin del pas y quegenera miles de empleos en el mbitonacional.

    Hace unos aos, el Servicio Nacionalde Meteorologa e Hidrologa (Senamhi)haba desarrollado un sistema de moni-toreo fenolgico y de seguimiento deplagas y enfermedades para enfrentaruna plaga de langostas que afect el nor-te peruano tras el fenmeno de El Niode 1998. Sin embargo, este sistema demonitoreo, que hubiera sido de suma uti-lidad para prevenir la infestacin por roya,fue desactivado una vez que la emergen-cia de 1998 fue superada.

    Vctor Rosas, director del rea de Agro-meteorologa Operativa del Senamhi, ex-

    plica que para un adecuado monitoreose requiere el acompaamiento de lasestaciones meteorolgicas, y la institu-cin no cuenta con los recursos paraaumentar su nmero, que en la selva esmnimo. Por ejemplo, en Chanchamayohay cuatro estaciones para toda la zonade la selva central: en Satipo, Pichanakiy Villa Rica. Pero estas estaciones fue-ron instaladas para recoger informacinhidrometeorolgica y no agronmica.Adems, los cafetales estn en altura y

    nuestras estaciones estn en zonas ba-jas. Necesitamos instalar estaciones don-de estn los cafetales, explica Rosas.

    Combatiendo a la roya: sellegar a tiempo?

    Para aminorar el dao causado por laroya y evitar que se siga propagando, elMinisterio de Agricultura (Minag) anun-ci la aplicacin de un plan de mitiga-cin, con una inversin de S/.100 millo-nes, con lo que espera reducir la infesta-cin en 50,000 hectreas hasta el mes denoviembre de 2013.

    Para lograrlo, el 77% de los fondos sedestinarn a poner a disposicin de losagricultores cuatro tipos de kits para com-batir la roya dos para cafs convencio-nales y dos para cafs orgnicos, queincluirn fertilizantes y fungicidas. El 30%

    del fondo restante se invertir en el forta-lecimiento del Senasa, para que sus tcni-cos puedan apoyar eficazmente a los pro-ductores, y en actividades de comunica-cin y difusin. Este plan de emergenciade corto plazo ser liderado por la Direc-cin de Competitividad Agraria (DGCA)del Minag y est siendo coordinado conlas organizaciones de productores y losgobiernos regionales y locales, segn ex-plic Jorge Figueroa, especialista en cafde la DGCA.

    La dirigente Lucila Quintana advierteque las medidas para combatir la royaamarilla deben ir ms all de controlar laemergencia. Tambin es necesario em-prender un plan de mediano plazo, quecontemple la renovacin de cafetalescon variedades resistentes a la roya. Enese sentido, la JNC ha presentado unapropuesta para implementar un progra-ma para renovar cafetales que incluiraun fondo de S/. 600 millones para crdi-tos blandos por un plazo de ocho aos;un servicio de soporte tcnico que in-cluya capacitacin y materiales de difu-sin; y un plan de innovacin que con-temple normas de calidad para la pro-duccin de semillas y plantones de caf.

    Esta propuesta ha sido puesta a con-sideracin del gobierno y su aceptacinnos acercara a los niveles de ayuda que

    estn recibiendo los cafetaleros deEcuador y Colombia que enfrentan elmismo problema. Por ejemplo, en Ecua-dor el gobierno tiene un plan de 10 aospara renovar 135 mil hectreas de caf4.En Colombia ya se ha logrado que cua-tro zonas cafetaleras sean declaradas li-bres de la roya, gracias al trabajo delinstituto de investigacin Cenicafe, queha desarrollado variedades resistentes5.Ademas de atender la emergencia serequiere un plan de mediano y largo pla-zo que contemple invertir en la renova-cin de cafetales, investigacin agro-pecuaria y tomar en serio los planes deprevencin para evitar que se repitannuevamente los graves daos de estaenfermedad, que ha devastado las eco-nomas de las familias agricultoras de-dicadas al primer cultivo de agroexpor-tacin del pas.

    Notas1 Ministerio de Agricultura. Plan Nacional de

    Mitigacin de la Roya Amarilla del CafetoHemileia vastatrix en el Per.

    2 Inforregin. Empadronarn a producto-res cafetaleros afectados por la roya en San

    Martn, 19 de mayo del 2013.3 Ghini. R (2011). Diseases in tropical and

    plantation crops as affected by climate chan-ges: current knowledge and perspectives.Plant Pathology (2011) 60, 122-132.

    4 Ver .5 Ver .

    FotoJuntaNacionaldelCaf

    Para evitar los graves daos de la roya, se necesita no solo fertilizacin y fungicidas sino tambinun plan para renovar los cafetales con variedades resistentes.

    Sepa ms sobre este tema en: www.observatoriocambioclimatico.org

  • 7/28/2019 La Revista Agraria 151, MAYO 2013 (texto completo)

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    16 LA REVISTA AGRARIA / 151

    Nugkui; inspiracin de las

    mujeres awajn en el mane-

    jo de la biodiversidad para

    su seguridad alimentaria en

    el Alto Maran. Torres Gue-

    vara, Fidel. Lima: Servicio

    Agropecuario para la Inves-

    tigacin y Promocin Econ-mica (Saipe), 2013.

    Anlisis basado en la nutricinque provee la agrobiodiversidadde las chacras inspiradas enNugkui (Madre Tierra), donde sepuede afirmar que las familiasawajn logran su seguridad alimentaria, ya que represen-tan una cultura ancestral que ha existido y se ha desarrolla-do en la Amazona viviendo sana y activamente a travs desu alimentacin. La publicacin, adems, muestra el rolestratgico de las mujeres awajn, inspirado en el mitoNugkui, desde el cual se construyen los valores y motiva-ciones para el conocimiento y accin de manejo, conserva-cin y utilizacin sostenible de la biodiversidad representa-da en la chacra familiar. El libro puede descargarse de .

    El cambio climtico y los

    recursos hdricos en los An-

    des tropicales. Vuille, Ma-

    thias. Banco Interamericano

    de Desarrollo, 2013.

    En esta publicacin se describenlos desafos que plantea el uso

    Congreso de la Repblica

    Se promulga la Ley 30021 (17 may.),Leyde Promocin de la Alimentacin Saluda-ble para Nios, Nias y Adolescentes. Se promulga la Ley 30025. (22 may.),Ley que facilita la adquisicin, expro-piacin y posesin de bienes inmue-bles para obras de infraestructura ydeclara de necesidad pblicala adquisicin de bienes inmueblesafectados para la ejecucin de diver-sas obras de infraestructura.

    Presidencia del Consejo de Minis-

    tros

    Por D.S. 048-2013-PCM (4 may.)sedeclara el estado de emergencia en laszonas cafetaleras de los departamen-tos de Amazonas, Ayacucho, Cajamar-ca, Cusco, Hunuco, Junn, Pasco,

    Puno, San Martn y Ucayali, incluidos losvalles de los ros Apurmac, Ene y Man-taro (Vraem).

    Ministerio de Desarrollo e Inclusin

    Social

    Mediante R.M. 087-2013-MIDIS (3 may.)se aprueba el Manual de Operacionesdel Fondo para la Inclusin Econmicaen Zonas Rurales (Fonie).

    Ministerio de Agricultura

    A travs de la R.M. 173-2013-AG (22may.) se aprueba el Plan anual de trans-ferencia de competencias sectoriales alos gobiernos regionales y locales - 2013,sector Agricultura.

    Defensora del Pueblo

    Por Resolucin 006-2013/DP (4 may.)

    Visite: www.larevistaagraria.org

    actual y futuro del agua en los Andes tropicales, comenzan-do por un anlisis del ciclo hidrolgico proyectado para elpresente y el futuro, as como de los efectos previstos sobrelos servicios ambientales que suministran los glaciares yla vegetacin de los humedales. Tambin se tocan en deta-lle los actuales conflictos en relacin con el uso del aguadesde una perspectiva socioeconmica. El texto puede des-

    cargarse de .

    Innovaciones de impacto:

    lecciones de la agricultura

    familiar en Amrica Latina y

    el Caribe. Henrquez, Prisci-

    la y Hugo Li Pun (eds.). San

    Jos (Costa Rica): Banco In-

    teramericano de Desarrollo

    (BID)/ Instituto Interamerica-

    no de Cooperacin para la

    Agricultura (IICA), 2013.

    Resumen de quince experienciasdiversas, en varios pases lati-noamericanos, sobre condicio-nes ecolgicas y tipos de innovaciones, las cuales han be-neficiado a miles de familias de limitados recursos. La pu-blicacin es un tributo a la inventiva y trabajo arduo de milesde pequeos productores, procesadores y comercializado-res en Amrica Latina y el Caribe. Resaltan las experien-cias peruanas de la Arpac, con el mercado de productoresde Huancaro del Cusco, y del programa Papa Andina/INCO-PA del CIP. Se trata de un trabajo de utilidad para los quedisean polticas de desarrollo agropecuario, y se esperaque fomente una mayor inversin en la investigacin e in-novacin agrcola. El texto puede descargarse de .

    seaprueba el Informe Defensorial 160,Gestin del Estado frente a la minerainformal e ilegal en el Per. Supervisina la implementacin de los decretos le-gislativos promulgados al amparo de laLey 29815.

    Autoridad Nacional del Agua

    Mediante R.Jef. 192-2013-ANA (9 may.)se modifica el Reglamento de Procedi-mientos para el Otorgamiento de Dere-chos de Uso de Agua.

    Gobierno Regional de Amazonas

    La Ordenanza 002-GRA/CR (18 may.)reconoce e implementa el derecho a laconsulta previa e informada a los pue-blos indgenas en el mbito y compe-tencias del Gobierno Regional de Ama-zonas.

    Normas legales Normas legales Normas legales Normas legales

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