La revolución del alquiler

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6 DOMINGO, 3 DE OCTUBRE DE 2010 Málaga hoy Málaga Pablo Piñero / MÁLAGA Alejandro trabajaba hace seis años en una cadena de montaje del PTA. Con un sueldo medio que rondaba los 1.100 euros, las hipotecas bajas y el apoyo pater- no, a sus 26 años pensó que podía ser buen momento para indepen- dizarse. Compró un piso en Teati- nos que se podía permitir. Pero la historia fue cambiando poco a po- co: “El euríbor no paraba de subir y la hipoteca pasó de los 590 eu- ros iniciales a superar los 1.000 euros”, cuenta. La situación aho- gaba mucho más de lo esperado. Más aún cuando se quedó sin tra- bajo. Así que no le quedó más re- medio que volver a casa de sus pa- dres y ofertar la suya en alquiler, sólo cuatro años después de com- prarla. “Preferí hacerlo así para poder recuperarme económica- mente”, asegura Alejandro, que optó por tener de inquilina a una buena amiga: “Es lo mejor, sé que cuida bien del piso”, afirma. “Y de esta manera me está ayudando a pagar una parte de la casa”, sub- raya, mientras destaca que ha te- nido que irse a Madrid a buscar trabajo: allí también vive como inquilino, esta vez, de su novia. Su caso es sólo una de las múlti- ples caras del mercado del alqui- ler en Málaga. Situaciones como esta y aspectos como el exceso de construcción de viviendas han hecho que cada vez haya más in- muebles para alquilar. Y a mejor precio: En los últimos dos años, el precio medio del metro cuadrado ha bajado un 11 por ciento (de 7,9 euros a 7,1). El perfil de los inqui- linos también ha cambiado radi- calmente. “Si antes eran sólo es- tudiantes, ahora todo tipo de per- sonas apuestan por el alquiler”, explica Carlos Rueda director en el sur de España del portal inmo- biliario Idealista.com. “Ha habido una auténtica revolución. Ahora hay familias que alquilan sus pi- sos, personas que han pasado por un divorcio y alquilan una habita- ción en sus casas, profesionales de todo tipo compartiendo....”, afirma Rueda. Es decir, “de todo un poco”. Eso sí, haciendo cuen- tas, la edad media de las personas que comparten piso en Málaga y otras grandes ciudades españolas es de 28 años, son no fumadores, no tienen mascota y viven en las zonas céntricas. Un perfil que corresponde al de Paco, Juanjo y Jaime, todos rozan- do la treintena de años. El primero es profesor, el segundo dentista y el tercero trabaja en una asesoría fiscal. Tras diferentes experien- cias en el alquiler en ciudades co- mo Madrid o Torremolinos, sa- bían que no podían seguir en casa de sus padres. Amigos de toda la vida, hace un año sus situaciones personales les hicieron coincidir y decidieron por compartir piso en el barrio de la Malagueta. “A los tres nos apetecía vivir con más gente, así que nos pusimos manos a la obra”, explica Paco. Tras va- rias opciones, se decidieron por un octavo piso en la Malagueta con unas impresionantes vistas a la bahía de Málaga. “Profesionales de este tipo antes directamente compraban un piso o vivían solos o en pareja, pero ahora todo cam- bia”, añade Carlos Rueda, que destaca que en la capital malague- ña el número de pisos comparti- dos ha aumentado cerca del 50 por ciento sólo en un año. Gastos comunes en una nueva cuenta corriente a nombre de los tres, compras en el Mercadona para todos, similar gusto por el or- den y la limpieza, buena convi- vencia… “La experiencia ha sido muy buena”, afirma Juanjo, que esta semana ultimaba junto a sus compañeros una mudanza. Paco ha comprado un piso y él será su inquilino. “A mí no me apetecía vi- vir solo”, asegura el nuevo propie- tario. Por su parte, Jaime se va a vivir con su chica. “Comprar aho- ra mismo no es buena idea y lo mejor es que se está cambiando la mentalidad: antes alquilar pare- PISOS COMPARTIDOS Cada vez más jóvenes y no tan jóvenes comparten vivienda REPORTAJE GRÁFICO: P. PIÑERO Verena, Katharina, Daniela y Kerstin, cuatro estudiantes austriacas que viven con una jubilada malagueña en Pedregalejo. Cada cierto tiempo ponemos las cuentas al día para pagar lo mismo y estamos muy contentas” María Comparte piso en Algeciras y Málaga www.malagahoy.es ENCUESTA DIGITAL Participe y opine sobre la ordenanza que regula la prostitución y el sexo en la calle La revolución del ALQUILER El número de pisos para alquilar en Málaga ha crecido un 50% en un año · El perfil del inquilino ha cambiado radicalmente · Muchos propietarios se han visto obligados a arrendar habitaciones para pagar la hipoteca o ayudar en los gastos Alquiler con opción a compra: lo ideal para ambas partes Uno de los mayores cambios del mercado inmobiliario en los últi- mos años en Málaga ha sido el “gran aumento” del alquiler con opción a compra, según relata Carlos Rueda. De hecho, en su portal inmobiliario, Idealista.com, es fácil encontrar numerosos pi- sos alquilados con esa caracterís- tica especial. En muchos casos, son los propios promotores de las urbanizaciones las que ofertan di- cha opción. “En vista de que no pueden vender las viviendas, por- que tendrían que hacerlo por de- bajo del precio que ellos espera- ba, las sacan al mercado del al- quiler con opción de compra. Es una opción de, al menos, ir consi- guiendo algún rendimiento. No hay que olvidarse que las promo- toras también pagan hipotecas”, añade Rueda. En muchos casos la vivienda es de obra nueva, “lo que también se convierte en una gran opción para aquellos que no pueden comprar un piso pero sí alquilarlo”. Si luego van mejor las cosas y se quieren quedar con él, ya tienen una parte pagada.

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Reportaje doble: El número de pisos para alquilar en Málaga ha crecido un 50% en un año · El perfil del inquilino ha cambiado radicalmente · Muchos propietarios se han visto obligados a arrendar habitaciones para pagar la hipoteca o ayudar en los gastos

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6 DOMINGO, 3 DE OCTUBRE DE 2010 ● Málaga hoy

Málaga

Pablo Piñero / MÁLAGA

Alejandro trabajaba hace seisaños en una cadena de montajedel PTA. Con un sueldo medioque rondaba los 1.100 euros, lashipotecas bajas y el apoyo pater-no, a sus 26 años pensó que podíaser buen momento para indepen-dizarse. Compró un piso en Teati-nos que se podía permitir. Pero lahistoria fue cambiando poco a po-co: “El euríbor no paraba de subiry la hipoteca pasó de los 590 eu-ros iniciales a superar los 1.000euros”, cuenta. La situación aho-gaba mucho más de lo esperado.Más aún cuando se quedó sin tra-bajo. Así que no le quedó más re-medio que volver a casa de sus pa-dres y ofertar la suya en alquiler,

sólo cuatro años después de com-prarla. “Preferí hacerlo así parapoder recuperarme económica-mente”, asegura Alejandro, queoptó por tener de inquilina a unabuena amiga: “Es lo mejor, sé quecuida bien del piso”, afirma. “Y deesta manera me está ayudando apagar una parte de la casa”, sub-raya, mientras destaca que ha te-nido que irse a Madrid a buscartrabajo: allí también vive comoinquilino, esta vez, de su novia.

Su caso es sólo una de las múlti-ples caras del mercado del alqui-ler en Málaga. Situaciones comoesta y aspectos como el exceso deconstrucción de viviendas hanhecho que cada vez haya más in-muebles para alquilar. Y a mejorprecio: En los últimos dos años, el

precio medio del metro cuadradoha bajado un 11 por ciento (de 7,9euros a 7,1). El perfil de los inqui-linos también ha cambiado radi-calmente. “Si antes eran sólo es-tudiantes, ahora todo tipo de per-sonas apuestan por el alquiler”,explica Carlos Rueda director enel sur de España del portal inmo-biliario Idealista.com. “Ha habidouna auténtica revolución. Ahorahay familias que alquilan sus pi-sos, personas que han pasado porun divorcio y alquilan una habita-ción en sus casas, profesionalesde todo tipo compartiendo....”,afirma Rueda. Es decir, “de todoun poco”. Eso sí, haciendo cuen-tas, la edad media de las personasque comparten piso en Málaga yotras grandes ciudades españolases de 28 años, son no fumadores,no tienen mascota y viven en laszonas céntricas.

Un perfil que corresponde al dePaco, Juanjo y Jaime, todos rozan-do la treintena de años. El primeroes profesor, el segundo dentista yel tercero trabaja en una asesoríafiscal. Tras diferentes experien-cias en el alquiler en ciudades co-mo Madrid o Torremolinos, sa-bían que no podían seguir en casade sus padres. Amigos de toda lavida, hace un año sus situacionespersonales les hicieron coincidir ydecidieron por compartir piso enel barrio de la Malagueta. “A lostres nos apetecía vivir con más

gente, así que nos pusimos manosa la obra”, explica Paco. Tras va-rias opciones, se decidieron porun octavo piso en la Malaguetacon unas impresionantes vistas ala bahía de Málaga. “Profesionalesde este tipo antes directamentecompraban un piso o vivían soloso en pareja, pero ahora todo cam-bia”, añade Carlos Rueda, quedestaca que en la capital malague-ña el número de pisos comparti-dos ha aumentado cerca del 50por ciento sólo en un año.

Gastos comunes en una nuevacuenta corriente a nombre de lostres, compras en el Mercadonapara todos, similar gusto por el or-den y la limpieza, buena convi-vencia… “La experiencia ha sidomuy buena”, afirma Juanjo, queesta semana ultimaba junto a suscompañeros una mudanza. Pacoha comprado un piso y él será suinquilino. “A mí no me apetecía vi-vir solo”, asegura el nuevo propie-tario. Por su parte, Jaime se va avivir con su chica. “Comprar aho-ra mismo no es buena idea y lomejor es que se está cambiando lamentalidad: antes alquilar pare-

PISOS COMPARTIDOS Cada vez más jóvenes y no tan jóvenes comparten vivienda

REPORTAJE GRÁFICO: P. PIÑEROVerena, Katharina, Daniela y Kerstin, cuatro estudiantes austriacas que viven con una jubilada malagueña en Pedregalejo.

Cada ciertotiempo ponemos

las cuentas al día parapagar lo mismo yestamos muy contentas”

MaríaComparte piso en Algeciras y Málaga

www.malagahoy.esENCUESTA DIGITAL Participe y opine sobre la ordenanzaque regula la prostitución y el sexo en la calle

La revolución delALQUILEREl número de pisos para alquilar en Málaga ha crecido un 50% en un año · Elperfil del inquilino ha cambiado radicalmente ·Muchos propietarios se han vistoobligados a arrendar habitaciones para pagar la hipoteca o ayudar en los gastos

Alquiler con opción a compra:lo ideal para ambas partesUno de los mayores cambios delmercado inmobiliario en los últi-mos años en Málaga ha sido el“gran aumento” del alquiler conopción a compra, según relataCarlos Rueda. De hecho, en suportal inmobiliario, Idealista.com,es fácil encontrar numerosos pi-sos alquilados con esa caracterís-tica especial. En muchos casos,son los propios promotores de lasurbanizaciones las que ofertan di-cha opción. “En vista de que nopueden vender las viviendas, por-que tendrían que hacerlo por de-

bajo del precio que ellos espera-ba, las sacan al mercado del al-quiler con opción de compra. Esuna opción de, al menos, ir consi-guiendo algún rendimiento. Nohay que olvidarse que las promo-toras también pagan hipotecas”,añade Rueda. En muchos casos lavivienda es de obra nueva, “loque también se convierte en unagran opción para aquellos que nopueden comprar un piso pero síalquilarlo”. Si luego van mejor lascosas y se quieren quedar con él,ya tienen una parte pagada.

Málagahoy ● DOMINGO, 3 DEOCTUBREDE 2010 7

cía casi tirar el dinero. Pero la rea-lidad es que es una gran opción”,afirma. Su ya ex compañero de pi-so, Paco, lo ratifica: “No me hu-biera comprado un piso si hubierasupuesto vivir en peores condicio-nes o en una casa más chica. Pre-fiero tener más calidad de vidaque comprar, pero esta era unabuena oportunidad”, concluyemientras enseña su nuevo piso enla zona de los Baños del Carmen.

Para María adquirir un piso enTeatinos también fue una buenaopción. Médica de profesión, lahipoteca de la vivienda no alcan-zaba los 600 euros, así que todocuadraba y se independizó. Trassu residencia en el hospital, la co-sa empezó a torcerse porque noencontraba trabajo. Sin posibili-dades en Málaga, tuvo que salirdirección a Algeciras cuando lesurgió un buen puesto allí. “Erauna buena noticia, pero había unproblema: no podía permitirmemantener la hipoteca y el alquiler

de un piso en Algeciras”, explica.Así que, sin quererlo, tuvo que al-quilar su casa. “Pero cuando vol-vía a Málaga, debía ir a casa demis padres, así que adiós a la in-dependencia”, añade.

Luego todo salió redondo. Unabuena amiga también encontrótrabajo en la ciudad gaditana, pe-ro no quería perder su sitio enMálaga: “ahí están todos nues-tros amigos”, dice María. Así quetomaron una decisión salomóni-ca: compartir dos casas. Maríapaga ahora la hipoteca de su ca-sa, su amiga el alquiler del piso enAlgeciras y las dos compartengastos en ambos inmuebles. “He-mos tenido mucha suerte. Por elprecio de uno, tenemos dos pisos.Cada cierto tiempo ponemos lascuentas al día para pagar lo mis-mo y estamos muy contentas decómo ha ido todo al final”, subra-ya María. “Salimos ganando lasdos”, añade.

El que también sale ganando es

Fede. Diseñador gráfico de 29años, vive sólo en la antigua casade sus padres, así que no tiene hi-poteca… Pero tampoco tiene em-pleo. Sin que le quede ya presta-ción por desempleo, consigue pa-gar los recibos de luz, agua o inter-net con algún que otro trabajo es-porádico. Pero ha encontrado unanueva vía de ingresos. Ha arregla-do su piso y ha puesto en alquilerdos habitaciones. Ahora convivecon un chico procedente de Polo-nia y otro de Gales: una nueva ex-periencia como arrendatario. “Lopeor es ver como no cuidan las co-sas como tú lo haces, porque es tucasa”, explica Fede, al que eso nole echa para atrás a la hora de al-quilar las habitaciones: “Pagan losgastos comunes y la renta me ayu-da mucho económicamente”, sub-raya. “Y, de paso, puedo aprenderinglés”, concluye.

También aprende idiomas Ma-ría, ya jubilada, mientras almuer-za con Verena, Katharina, Danie-

la y Kerstin, cuatro estudiantesprocedentes de Austria. Ellas lle-garon a Málaga para aprender es-pañol y eligieron la opción de vi-vir con una familia, con la idea depracticar más el castellano. La en-contraron en el barrio de Pedre-galejo, en casa de María, junto a lamayor parte de academias de lacapital. Durante el postre, las chi-cas preguntan mucho a Maríaporque planean pasar una tardede playa en Nerja. “No paran ni unmomento”, asegura la mujer. Ma-ría, junto a su marido, alquila ha-bitaciones en su casa a estudian-tes extranjeros cuatro meses cadaaño. “Es una ayuda económicamuy buena. Nos facilita muchomás la vida y nos permite regalarcosas a nuestros nietos y no de-pender sólo de nuestras pensio-nes”, afirma la mujer. “Y encimaahora tengo amistades en todo elmundo”, destaca.

Su caso es el de muchas otras fa-milias que alquilan habitaciones ajóvenes extranjeros que llegan aMálaga para aprender castellano.“Son gente de nuestra confianza yes una gran opción para los estu-diantes”, afirma José María Case-ro, responsable de la empresa OnSpain y que lleva más de una déca-da trabajando en este campo.“Aquí organizamos toda la estan-cia de los chavales con excursio-nes, actividades, circuitos… ytambién, alojamientos diversos”.Así, además de apartamentos uhostales, cuenta con una red demás de cien familias malagueñasque se ofrecen para recibir a loschavales. También a los profeso-res, ya que muchos se alojan tam-bién en familias. “Es un valor aña-dido para todos. Además, así po-tenciamos la economía familiar”subraya Casero, que destaca queel perfil de propietarios es diferen-te: “a unos les viene bien la ayudaeconómica, a otros la compañía ytambién hay quien quiere que sushijos convivan con otras personasy aprendan idiomas. Cada uno esdiferente”, añade el responsablede On Spain.

María también lleva muchotiempo tratando con estudiantesextranjeros: lleva casi dos déca-das alquilándoles habitaciones.“Se fueron mis hijos y lo vimos co-mo una buena opción”, afirma lamujer. Sus inquilinos no suelenestar más de una semana en casay, aunque la experiencia “essiempre diferente”, hay cosas queno cambian: “antes de irse siem-pre se llevan una paellita en susestómagos y una buena tortillade patatas”. “Es lo mejor de queelijan esta opción: los estudiantesconocen así mucho más la cultu-ra andaluz y sus comidas, ade-más de practicar mucho más suespañol”, añaden desde la acade-mia Sí Málaga, también ubicadaen Pedregalejo, donde general-mente son las familias las que seponen en contacto con ellos paraalojar a estudiantes: el dinerosiempre viene bien.

LA ABOGADA DE ROCA

Una discreta letrada de Estepona asume

sin el respaldo de un gran despacho la

defensa del presunto cerebro deMalaya

PROTESTA POR UN ENSANCHE

Unos 200 vecinos de Antequera y el

Valle del Guadalhorce exigenmejoras

en la carretera que une ambas comarcas

Paco, Juanjo y Jaime, tres amigos que han vivido juntos en LaMalagueta, de mudanza.

Una habitación de alquiler enMálaga.

Buscandoinquilinos desdeel extranjero

JoséMoreno vive en Inglaterra.Tieneunpiso en laAvenidaCar-los deHayadesdehace variosaños en el que vivió durante untiempo. Siempre alquiló habita-ciones en supiso para poder pa-gar la hipoteca; y cuando se fuea trabajar al extranjero, continuóhaciéndolo.De las tres habita-ciones del piso, siempre alquila-badospara tener una suyacuando vuelve temporalmente aMálaga. “Ahora tengo la enormesuerte dehaber encontradounchico quemealquila las dos. Enrealidad, debido amis prolonga-das ausencias, en la práctica loquehace es alquilar el piso paravivir solo”, asegura, José,mien-tras siguemanteniendoun cuar-to con todas sus cosas allí parausarlos cuando vuelve aMálaga.“El alquiler nomedapara pagartoda la letra, pero nomepuedoquejar. Además, el hechode te-ner un inquilino estable, con elque yahe compartido y en elque confío, es simplemente unlujo en los tiemposque corren”.“Mi situación respecto al alquilerde las habitaciones noha varia-do con la crisis. Por suerte notengomásnecesidades añadi-das y la única diferencia estribaenque sé seguroque si tuvieraque volver a buscar a alguien lotendríamuchomás complicado,sobre todoestandoadistancia ysin poder controlar a quien en-trase”, destaca José. Es lo que leocurre ahora aGemaGarcía,quebusca inquilinos para supi-so en el distrito deBailén desdetierras inglesas.Anuncios en lared social Facebook le ayudanaentrar en contacto con inquili-nos, pero noes fácil. Ella vivióahí durante sus añosde estu-diante junto a suhermana –suspadres lo compraronporque eramásbarato pagar la hipotecaque el alquiler- y ambas se fue-ron luegodeMálaga, en su casoa Londres, dondedecidió estu-diar unmáster tras supasoporuna caja de ahorros. “Alquilarlosirve para que el piso sepaguesólo, así nome tengoquepreo-cupar de ese gasto. Y con lo queganoaquí en Londres sobrevivoyo”, concluye vía correo electró-nico.