La Revolución Industrial
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Universidad de San Carlos de Guatemala Escuela de Ciencias de la Comunicación Curso: 154. Análisis Comparativo de las Sociedades Capitalistas y Socialistas Catedrático: Lic. Douglas Danilo Barillas Peña 10mo. Semestre Licenciatura Jornada Vespertina
La Revolución Industrial
Grupo N° 3
José Fernando Silva Vargas 200821058 Gustavo Gordillo Granados 200916678
Denice Alexis Moscoso del Cid 200923886 Mónica Sharón López Cermeño 200924107
Gabriela María Román Paz 200924220
Guatemala, 5 de agosto de 2013
Introducción
El presente trabajo da una breve síntesis de los temas más importantes suscitados durante la
revolución industrial, el alargado suceso (cronológicamente) que cambió la forma en que se ha
conducido el mundo hasta la actualidad. Se pretende que de forma concisa se evalúen todos los
porqués de este fenómeno y de cómo esto afecta el presente.
La explicación se basa en las dos formas fundamentales en que se expresaron los cambios: la
socio-política y la socio-económica, y se cierra con una propuesta grupal que busca relacionar
aquello acontecido hace casi dos siglos con la realidad nacional.
Justificación
El capitalismo, la forma en que la mayoría de países del mundo pretenden fundar sus modelos
políticos y económicos, tuvo una de sus etapas decisivas durante la revolución industrial. Hoy en
día, cuando este sistema es cuestionado desde cualquier sector de la sociedad, es necesario hacer
una retrospectiva para comprender mejor cómo funciona este, y de cómo se puede afrontar la
problemática que presenta en la actualidad.
Objetivos
General:
Desarrollar un conocimiento objetivo sobre la revolución industrial.
Específicos:
Realizar una investigación general sobre la revolución industrial.
Extraer los aspectos más sobresalientes de esta época.
Reflexionar acerca de las distintas vertientes desde donde puede ser abordado el tema.
Concluir en los pensamientos puntuales que amerita.
La Revolución Industrial
La revolución industrial fue una serie de transformaciones económicas y sociales que se
dieron a partir de la segunda mitad del siglo XVIII y XIX principalmente centradas en Gran Bretaña,
para luego se extendieran a otras naciones europeas como Francia, España, Holanda y el reino
Prusiano, dando origen así a la industria moderna.
Las transformaciones fueron revolucionarias en el sentido de que los acontecimientos que
tuvieron lugar en esta época no se fueron continuación de la etapa anterior (el siglo de las luces,
aunque no del todo ya que la revolución industrial se inició a mediados de dicha centuria), sino
que trajeron consigo cambios profundos en los aspectos sociales, políticos y económicos.
El aspecto que marcó principalmente el surgir de esta revolución fue de tipo agrícola, pero
también influyeron cambios demográficos–sociales como la migración de la población del campo
hacia las ciudades. Otro factor sobresaliente fue el desarrollo del capital comercial, ya que se inicia
una etapa de comercio internacional –principalmente de los países europeos con las colonias
africanas y americanas-, por lo que también se transforman las comunicaciones y los medios de
transporte.
Dentro de esta revolución también resalta el surgimiento de una nueva división del
trabajo: con los nuevos mercados que se abrieron en la conquista, las manufacturas de productos
tuvieron que acelerarse, lo que dio paso a la aparición de productos hechos con máquinas, es
decir, elaborados industrialmente. Estas máquinas necesitaban de operarios, quienes pasaron a
ser los nuevos trabajadores asalariados, la fuerza productiva de las empresas.
Gran Bretaña se colocó a la cabeza de las potencias mundiales debido a que fue la primera
nación en alcanzar el desarrollo industrial y sacar provecho de ello. Es aquí donde se produce la
primera revolución industrial, donde se introducen invenciones como la máquina de telar, la
máquina de vapor, el barco de vapor, el telégrafo y la locomotora, aunque la principal
característica resaltable de esta primera ola no son precisamente las nuevas tecnologías, sino los
extendidos turnos laborales de los trabajadores que duraban entre 14 y 16 horas diarias,
recibiendo un salario excesivamente bajo.
La muy numerosa mano de obra y la demasía de producción, provocaron desempleo y
condujeron a lo que se conocería como “ejército industrial de reserva”, que no era más que la gran
cantidad de población desempleada.
Contexto de la Revolución Industrial
No existe un origen específico que pueda marcarse con algún acontecimiento puntual que
pudiera dar origen al movimiento revolucionario industrial. Únicamente se puede hablar de un
desarrollo en la historia de los países Europeos y de cómo esto afectó su economía de tal forma
que fue necesaria la creación de un nuevo sistema que pudiera contener la riqueza generada por
las naciones–potencia de aquella época.
Todo aquello tuvo comienzo en Gran Bretaña, que en ese entonces había dejado de
gobernarse por monarquías absolutas –a diferencia de los países del bloque continental europeo-,
se había avanzado y se había instituido una monarquía parlamentaria donde se había eliminado la
representación por estamentos. Los británicos también habían adelantado a los demás países en
cuanto a que ya había establecido un banco en 1694 y una moneda oficial con la que este
funcionaba.
Los exploradores de los distintos países se habían encargado de descubrir una buena
porción del mundo, y las naciones poderosas ya habían conquistado una buena parte de esta. El
comercio entre Europa y las colonias americanas y africanas hizo que los burgueses se
enriquecieran, pero estos a su vez tampoco permitían que las riquezas circularan. Este
estancamiento se agravó a causa de los gremios. Los gremios se constituían por artesanos que se
dedicaban a la misma actividad (unos zapateros, otros textiles, otros herreros, etc.), ellos fijaban
los horarios, los precios, los salarios, las herramientas y el número de personas por taller, por lo
que los avances tecnológicos eran difíciles de lograr.
Gran Bretaña tenía superioridad náutica al igual que los holandeses, de modo que
controlaban el comercio marítimo. A parte comenzaron a haber cambios en la agricultura, la cual
generaba excedentes de producción cada vez mayores. Por otro lado, las minas de carbón, que
proporcionaron más tarde uno de los elementos más necesarios de este período, estaban
concentradas en Gran Bretaña, alrededor de estas se concentró gran parte del potencial industrial
británico en especial con el nacimiento de una fuerte industria siderúrgica básica para
proporcionar metales baratos empleados en la construcción de máquinas, ferrocarriles e
infraestructura.
Aspecto Socio–económicode la Revolución Industrial
A raíz de la invención de la máquina de vapor y la denominada Mule Jenny (una máquina
hiladora hidráulica, la producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos
primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en la industria, haciendo que en esta etapa
se aumente la cantidad de productos y se disminuya el tiempo para fabricarlos. Esto se conoció
como la producción en serie, la cual se basaba en simplificar tareas complejas en operaciones
simples que cualquier persona suficientemente capacitada podría realizar; esto permitió que se
bajaran los costos de las grandes industrias y se mantuvieran fijos.
A lo largo del siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del agua para el
funcionamiento de algunas máquinas, haciendo que estas industrias sirvieran de modelo de
organización de trabajo humano en las fábricas.
La revolución agrícola hizo más eficiente la producción de alimentos. Entonces no se
necesitó de muchas personas para mantener activas las tierras. Una buena parte de la población
buscó trabajos relacionados con la industria, con lo que se originó un movimiento migratorio del
campo hacia las ciudades. Esto trajo una etapa de altas ganancias para el sector industrial. Aunque
las nuevas tecnologías exigían individuos calificados, lo cual produjo una reducción de empleados,
creando un fenómeno de masas de obreros que no encontraban trabajo ni en el campo ni en la
ciudad.
El desarrollo del capital comercial se dio por la evolución en medios de transporte y de
comunicación. Aquí las relaciones entre patrón y trabajador eran estrictamente laborales y de
obtención de beneficios sin más qué agregar en ninguna de las partes.
El tratado de Utrecht liberalizó las relaciones comerciales de Gran Bretaña y las colonias
con las que anteriormente España tenía exclusividad para mercar. A partir de este importante
acuerdo, se dieron importantes sucesos como que España adoptó una política imperialista, se vio
un incipiente movimiento sindical con los gremios, se expropiaron tierras a la iglesia católica y con
ello surgen los latifundios en las colonias americanas.
Aspecto Socio–político de la Revolución Industrial
La sociedad industrial fue dividida en dos principales categorías:}
Proletariado urbano: surgió con la migración de los campesinos hacia las ciudades,
convirtiendo al agricultor en obrero industrial. Esta clase social padecía problemas como la
carencia de habitaciones, jornadas de trabajo muy extensas, salarios miserables y ninguna
protección legal. A raíz de estos problemas, surgió una doctrina social–cristiana conocida
como “cuestión social”, la cual criticaba la situación de los desposeídos. Separadamente
surgieron otras teorías como el socialismo utópico, cuyos ideales eran la justicia y la
igualdad; o el socialismo científico, cuyos ideales eran casi los mismos pero se sugería que
podrían ser logrados mediante la revolución proletaria.
Burguesía industrial: al fortalecerse el poder económico y social de los empresarios, se
afianza el sistema económico capitalista, el cual se caracteriza por la propiedad privada de
los medios de producción y la regulación de precios por el mercado de acuerdo a la oferta
y la demanda.
La oposición entre estas dos clases dio pie al surgimiento de los movimientos
reivindicativos de los derechos de los trabajadores.
Conclusiones
- La revolución industrial no fue únicamente el catalizador del capitalismo para todo el
mundo occidental, sino que también (y por lógica dialéctica) fue la impulsadora de las
corrientes socialistas que de una u otra manera, han mantenido el equilibrio ideológico en
las esferas del poder de los gobiernos del mundo.
- Los cambios tecnológicos no hubiesen sido posibles sin la injerencia de las iniciativas
privadas. Se necesitaba de la ambición de los grupos burgueses para que desafiaran el
sistema establecido que controlaba aún en gran medida la iglesia católica, pese al
debilitamiento que ya presentaba.
- A nivel socio-político, uno de los legados más importantes de esta época son los
incipientes movimientos sindicales. La lucha que estos presentaron en Europa durante los
años siguientes resultó en un ideal de herencia de trabajo digno perseguido en muchos
lugares del mundo.
Recomendaciones
- Consultar obras representativas del pensamiento liberal como “La riqueza de las naciones”
de A. Smith, como punto de comparación con lo que en teoría se proponía y lo que resultó
siendo el capitalismo de la época.
- Se recomienda repasar el origen de las riquezas europeas de la época, ya que la mayoría
provenían de las colonias que eran saqueadas en aquel entonces, por lo que el estudio de
la historia de las conquistas se hace necesaria.
Propuesta Grupal
Recordemos que estos cambios tan importantes para la humanidad se dieron en aquel
momento únicamente en Europa. En América, la situación era totalmente diferente. Este
continente conoció los avances tecnológicos hasta casi dos siglos después, cuando por fin los
centros poblacionales fueron interconectados vía terrestre, se propició (aunque solapadamente) la
industria, o las técnicas de producción fueron mejoradas; sin embargo, en términos económicos,
América, y especialmente América Latina, jamás ha dejado de ser un territorio pobre, ya que
mientras en Europa la revolución industrial tenía su auge, aquí estaban siendo saqueados, y desde
entonces, jamás esas riquezas han sido recuperadas.