La ritual

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Ritual del Toreo La corrida moderna es todo un ritual, con tres partes diferenciadas llamadas tercios, los cuales comienzan cuando son anunciados por el toque de clarín. La corrida moderna es todo un ritual, con tres partes diferenciadas llamadas tercios, los cuales comienzan cuando son anunciados por el toque de clarín. Las corridas comienzan con un desfile o paseíllo en el que los participantes entran en la arena para saludar a los que presiden la corrida. Tercio de Varas En esta primera parte, el toro entra en el ruedo donde será probado por el matador y los banderilleros con las requeridas tandas (“series de pases”) con el capote. Durante esta fase el matador observa el comportamiento, las embestidas y la bravura del toro. Después, entran dos picadores en la arena armados con una lanza larga o vara y montados en caballos grandes, protegidos y con los ojos cubiertos. Cuando el toro ataca al caballo el picador lo pica justo detrás del morrillo, una joroba musculosa del cuello del toro. La forma en la que el toro ataca al caballo le proporciona al matador pistas importantes sobre el lado que prefiere el toro. Si tiene éxito, la combinación de la pérdida de sangre y la fuerza ejercida por el toro para levantar el caballo con su cuello y cuernos hará que el toro mantenga la cabeza más baja durante los siguientes tercios de la corrida. Este paso obligado en la corrida hace que el toro embista de una manera menos peligrosa y más fiable, para que el matador pueda trabajar bien. Tercio de banderillas En este tercio, los tres banderilleros tienen que poner dos banderillas cada uno en los hombros del toro. Las banderillas, debilitan y enfurecen al toro, haciendo que embista de forma más fiera. Algunas veces el matador coloca sus propias banderillas. Tercio de Muerte En esta fase, el matador vuelve a entrar en la arena con una capa roja, o muleta, sujeta a un palo de madera en una mano y una espada en la otra. Desde el momento en que se hace el primer pase, el matador tiene 15 minutos para matar el toro. El matador realiza tandas de pases con nombres específicos, que dan forma a la faena, la actuación completa. La faena termina con una serie de pases en los que el matador trata de llevar al toro a una buena posición para matarlo de una estocada, es decir, clavando la espada entre los hombros del toro hacia el corazón. Una estocada fallida puede provocar violentas protestas y destruir toda la faena. Si el matador no tiene éxito en la estocada, llega el descabello. El matador usa una espada de verdugo para bajar la cabeza del toro picando y empujando hacia abajo en su nariz y, después, clavándola rápidamente en la parte trasera del cuello del animal para cortarle la espina dorsal, produciéndole la muerte instantánea. Si el toro no muere inmediatamente se le da la puntilla. El puntillero o cachetero le corta la espina dorsal con un puñal. El cuerpo del toro es arrastrado afuera por un grupo de mulas o caballos. Si la faena ha sido buena y el animal ha impresionado, puede ser arrastrado por toda la plaza como un honor. Raramente el toro es beneficiado con el indulto, es el perdón por haber hecho una faena fuera de serie. El público solicita el indulto antes de la estocada agitando pañuelos blancos hasta que el presidente lo aprueba. En este caso, el toro es simbólicamente liberado por el matador, lo que es un gran honor. El toro nunca volverá a la plaza para una corrida, porque un toro sólo se puede torear una vez, ya que aprenden con la experiencia y esto los transforma en muy peligrosos.

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Ritual del Toreo

La corrida moderna es todo un ritual, con tres partes diferenciadas

llamadas tercios, los cuales comienzan cuando son anunciados por

el toque de clarín.

La corrida moderna es todo un ritual, con tres partes diferenciadas llamadas tercios, los cuales

comienzan cuando son anunciados por el toque de clarín. Las corridas comienzan con un desfile o paseíllo en el que los participantes entran en la arena para

saludar a los que presiden la corrida. Tercio de Varas En esta primera parte, el toro entra en el ruedo donde será probado por el matador y los banderilleros

con las requeridas tandas (“series de pases”) con el capote. Durante esta fase el matador observa el

comportamiento, las embestidas y la bravura del toro. Después, entran dos picadores en la arena armados con una lanza larga o vara y montados en

caballos grandes, protegidos y con los ojos cubiertos. Cuando el toro ataca al caballo el picador lo pica

justo detrás del morrillo, una joroba musculosa del cuello del toro. La forma en la que el toro ataca al

caballo le proporciona al matador pistas importantes sobre el lado que prefiere el toro. Si tiene éxito,

la combinación de la pérdida de sangre y la fuerza ejercida por el toro para levantar el caballo con su

cuello y cuernos hará que el toro mantenga la cabeza más baja durante los siguientes tercios de la

corrida. Este paso obligado en la corrida hace que el toro embista de una manera menos peligrosa y

más fiable, para que el matador pueda trabajar bien. Tercio de banderillas En este tercio, los tres banderilleros tienen que poner dos banderillas cada uno en los hombros del

toro. Las banderillas, debilitan y enfurecen al toro, haciendo que embista de forma más fiera. Algunas

veces el matador coloca sus propias banderillas. Tercio de Muerte En esta fase, el matador vuelve a entrar en la arena con una capa roja, o muleta, sujeta a un palo de

madera en una mano y una espada en la otra. Desde el momento en que se hace el primer pase, el

matador tiene 15 minutos para matar el toro. El matador realiza tandas de pases con nombres específicos, que dan forma a la faena, la actuación

completa. La faena termina con una serie de pases en los que el matador trata de llevar al toro a una

buena posición para matarlo de una estocada, es decir, clavando la espada entre los hombros del toro

hacia el corazón. Una estocada fallida puede provocar violentas protestas y destruir toda la faena. Si el matador no tiene éxito en la estocada, llega el descabello. El matador usa una espada de verdugo

para bajar la cabeza del toro picando y empujando hacia abajo en su nariz y, después, clavándola

rápidamente en la parte trasera del cuello del animal para cortarle la espina dorsal, produciéndole la

muerte instantánea. Si el toro no muere inmediatamente se le da la puntilla. El puntillero o cachetero

le corta la espina dorsal con un puñal. El cuerpo del toro es arrastrado afuera por un grupo de mulas o caballos. Si la faena ha sido buena y

el animal ha impresionado, puede ser arrastrado por toda la plaza como un honor. Raramente el toro

es beneficiado con el indulto, es el perdón por haber hecho una faena fuera de serie. El público solicita

el indulto antes de la estocada agitando pañuelos blancos hasta que el presidente lo aprueba. En este

caso, el toro es simbólicamente liberado por el matador, lo que es un gran honor. El toro nunca

volverá a la plaza para una corrida, porque un toro sólo se puede torear una vez, ya que aprenden con

la experiencia y esto los transforma en muy peligrosos.

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Si el matador ha hecho una buena faena, la multitud pide al presidente el premio para el matador

agitando los pañuelos blancos: una oreja del toro. Si la faena es excepcional, se premia al torero con

las dos orejas, y en algunas plazas con el rabo también. Si el matador cortó al menos dos orejas

durante la corrida, es elegible para se sacado a hombros de la plaza.

Cogidas de Toreros

Las corridas de toros se han vuelto mucho más seguras con el paso de los años, especialmente con la

introducción de las protecciones para los caballos y los equipos médico-quirúrgicos para los toreros.

Para los toreros, el momento más peligroso es la entrada a matar. Se hace sin protección, y un error

puede costar la vida del matador. Cogida es la palabra usada cuando el toro cornea al matador.

Controversía y Protestas

Las corridas de toros han generado controversia en muchas partes del mundo, incluyendo a España,

Portugal, Perú, Méjico y Ecuador. Se ha prohibido recientemente en Cataluña, una región autónoma

española. Sus partidarios argumentan su tradición cultural y la atracción que supone para el turismo,

mientras que los defensores de los derechos de los animales lo consideran un deporte sangriento que

tortura a toros y caballos.