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Les contare la historia de Eisenberg From aaron arguelles MILEIS CAPITULO 1 SILUETA Caminaba ya un poco pasada la tarde pues se podía apreciar como empezaban a obscurecerse las calles con las nubes grises, los árboles empezaban a dar más sombra con su silueta; pero aquel momento que sucedió hizo que el camino más oscuro y tenebroso se iluminara y fuese la guía para desviar su mirada a aquella silueta tan perfecta que combinaba con el sol, la opacidad que llegaba al día, la miro, sus ojos no parpadearon ningún segundo, aquella tarde sucedió lo más increíble que podría haberle sucedido a Eisenberg. Esa tarde se volvió en una tarde imborrable en su memoria, pudo sentir como si dentro de su cabeza un hombrecito grabara ese momento y lo archivara en un casillero especial, esperando que ese casillero se repletara de más recuerdos, pero como hacer que una persona desconocida completamente para Eisenberg llenara esos espacios, esos recuerdos, ¡Aunque un momento! no tan desconocida, pues ahora recuerdo muy bien lo que expresaba Eisenberg decía que era capaz de sentir como si pudiera depositar su vida en ella sin pensarlo ningún segundo, era una extraña sensación de confianza combinada con un toque de tranquilidad y que extrañamente era como si la conociera desde siempre, tanto como si hubiesen estado uno alado del otro en los cuneros al nacer, aunque eso puede sonar un poco novelesco y se sale del contexto pero eso fue lo que sintió. Las horas, los minutos, los segundos cambiaron completamente, el tiempo, el sentido de las cosas ya no tenían el mismo sentido, eso que sintió tan increíble en todo el cuerpo era algo que superaba todo y que todo lo demás ya no eran más que cosas simples y comunes. Siguió caminando desviando su mirada completamente conforme avanzaba para observarle y no perderla ni un instante con la mirada, torciendo su cuello girándolo 45° a la derecha, allí caminaba ella LA SILUETA del otro extremo de la calle, en aquel instante fue como si te quitaran la respiración por 10 segundos, apretaran tu pecho fuertemente que hacía que la voz desapareciera se hiciera débil, la sangre bombeaba más rápido de lo normal. Y llega el momento fatídico en el que la voz desaparece y la voz interna toma el control, pero que hago se repetía así mismo, los minutos eran cruciales, actuar rápido era necesario, la silueta se desvanecía como avanzaba lentamente, paso a paso se iba alejando. ¿Me acerco? ¿Le hablo? ¡No! soy un completo desconocido, jamás se le ocurría a ella voltear a verme, vengo tan impresentable, que pensara de mí. Mientras Eisenberg perdía su tiempo tan ridículamente, envés de ir corriendo y preguntar su nombre, la oportunidad se le escapó de las manos, si, así paso, fue algo tan tonto no haberse acercado a ella, pero bueno Eisenberg correría con suerte porque no sería la última vez que sus ojos volverían a verla, Eisenberg tenía un aliado y que él desconocía completamente, “El destino”. Bruscamente el tiempo regreso, la respiración, todo se normalizo tan de repente, el camino se terminó y aquella silueta había desaparecido de su vista, lamentándose no haber actuado a tiempo

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  • Les contare la historia de Eisenberg

    From aaron arguelles

    MILEIS

    CAPITULO 1 SILUETA

    Caminaba ya un poco pasada la tarde pues se poda apreciar como empezaban a obscurecerse las

    calles con las nubes grises, los rboles empezaban a dar ms sombra con su silueta; pero aquel

    momento que sucedi hizo que el camino ms oscuro y tenebroso se iluminara y fuese la gua para

    desviar su mirada a aquella silueta tan perfecta que combinaba con el sol, la opacidad que llegaba

    al da, la miro, sus ojos no parpadearon ningn segundo, aquella tarde sucedi lo ms increble que

    podra haberle sucedido a Eisenberg.

    Esa tarde se volvi en una tarde imborrable en su memoria, pudo sentir como si dentro de su cabeza

    un hombrecito grabara ese momento y lo archivara en un casillero especial, esperando que ese

    casillero se repletara de ms recuerdos, pero como hacer que una persona desconocida

    completamente para Eisenberg llenara esos espacios, esos recuerdos, Aunque un momento! no tan

    desconocida, pues ahora recuerdo muy bien lo que expresaba Eisenberg deca que era capaz de

    sentir como si pudiera depositar su vida en ella sin pensarlo ningn segundo, era una extraa

    sensacin de confianza combinada con un toque de tranquilidad y que extraamente era como si

    la conociera desde siempre, tanto como si hubiesen estado uno alado del otro en los cuneros al

    nacer, aunque eso puede sonar un poco novelesco y se sale del contexto pero eso fue lo que sinti.

    Las horas, los minutos, los segundos cambiaron completamente, el tiempo, el sentido de las cosas

    ya no tenan el mismo sentido, eso que sinti tan increble en todo el cuerpo era algo que superaba

    todo y que todo lo dems ya no eran ms que cosas simples y comunes.

    Sigui caminando desviando su mirada completamente conforme avanzaba para observarle y no

    perderla ni un instante con la mirada, torciendo su cuello girndolo 45 a la derecha, all caminaba

    ella LA SILUETA del otro extremo de la calle, en aquel instante fue como si te quitaran la respiracin

    por 10 segundos, apretaran tu pecho fuertemente que haca que la voz desapareciera se hiciera

    dbil, la sangre bombeaba ms rpido de lo normal. Y llega el momento fatdico en el que la voz

    desaparece y la voz interna toma el control, pero que hago se repeta as mismo, los minutos eran

    cruciales, actuar rpido era necesario, la silueta se desvaneca como avanzaba lentamente, paso a

    paso se iba alejando.

    Me acerco? Le hablo? No! soy un completo desconocido, jams se le ocurra a ella voltear a

    verme, vengo tan impresentable, que pensara de m.

    Mientras Eisenberg perda su tiempo tan ridculamente, envs de ir corriendo y preguntar su

    nombre, la oportunidad se le escap de las manos, si, as paso, fue algo tan tonto no haberse

    acercado a ella, pero bueno Eisenberg correra con suerte porque no sera la ltima vez que sus ojos

    volveran a verla, Eisenberg tena un aliado y que l desconoca completamente, El destino.

    Bruscamente el tiempo regreso, la respiracin, todo se normalizo tan de repente, el camino se

    termin y aquella silueta haba desaparecido de su vista, lamentndose no haber actuado a tiempo

  • se desanim completamente pues ya no volvera a verla, triste continuo su camino hacia su casa,

    sin olvidar aquel lugar que haba cambiado su vida en un segundo.

    Llego a su casa directamente a recostarse, todo fue tan rpido tan repentino, necesitaba poner todo

    en su lugar, aquella sacudida tremenda ava movido absolutamente todo y cada parte que conforma

    su cuerpo, como si 20 tornados hubiesen pasado por encima de l, su cabeza y mente. Aquella

    silueta, haba sido capaz de descontrolarlo, desnivelar su ritmo cardiaco y acelerarlo tan

    rpidamente al mismo tiempo, que el aire se le cortaba, cerro sus ojos y quiso enfocar claramente

    aquella silueta, pudo encontrar algunos datos; un tono claro de piel, 1.50 estatura, cabello castao,

    manos lindas y delicadas, eso fue todo lo que pudo registrar su pequeo cerebro en aquel instante.

    Concluyo la noche y los ojos de Eisenberg se cerraran, recuerdo que a partir de ese da, ya todo

    sera tan diferente, las noches, los das, las tardes, todo se volva tan incierto, tan inconstante. Se

    recost quedndose dormido pero al cerrar sus ojos se qued grabada la imagen de ella en sus

    pupilas al ltimo pestaeo y pensando en ella como todas las siguientes noches de su vida.