La Soberania de Dios

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  • La Soberana de Dios

    A. W. Pink

    Este es un resumen extractado del libro La soberana de Diosde A.W.Pink. Que el Seor lo use para que podamos comprender su grandeza y su poder.

    Eduardo Costagliola

    INTRODUCCIN

    Se ha observado a menudo que uno de los requisitos fundamentales en la exposicin de la Palabra de Dios es la necesidad de preservar el equilibrio de la verdad. Estamos plenamente de acuerdo con ello.

    Hay dos cosas que estn por encima de toda discusin: Dios es soberano, el hombre es responsable. Reconocemos sin dudar que existe un verdadero peligro tanto en enfatizar demasiado lo primero como en ignorar lo segundo.

    Cierto es que en los tiempos corrompidos en que nos ha tocado vivir, cuando por todas partes se exalta al hombre, y la expresin superhombre ha llegado a ser comn existe una autntica necesidad de resaltar el hecho glorioso de la supremaca de Dios. Tanto ms cuanto que est siendo negada de modo explcito.

    Es perfectamente lcito insistir en la responsabilidad del hombre pero, y Dios? Acaso no tiene derechos y privilegios?

    LA SOBERANA DE DIOS Y NUESTRA POCA

    Nos preguntamos Quin ordena los asuntos en la tierra hoy da, Dios o el Diablo?

    Se admite generalmente que Dios reina supremo en los cielos; pero se niega casi universalmente que lo haga en este mundo. Los hombres, en sus filosofas y teoras, tratan cada vez ms de relegar a Dios a segundo plano.

    Pero quin est dirigiendo los asuntos de la tierra en la actualidad? Dios o el Diablo?

    Traten de observar el mundo de manera seria y total. El pecado se comete descaradamente, abunda la ilegalidad; los malos hombres y los engaadores van de mal en peor (2 Timoteo 3:13).Los corazones de los hombres estn secndose a causa del temor y expectacin de las cosas que sobrevendrn en

  • la tierra (Lucas 21:26). Dan a entender estas cosas que Dios lo dirija todo?

    Concentremos nuestra atencin en la esfera religiosa. Despus de veinte siglos de predicacin del Evangelio, Cristo es an despreciado y desechado entre los hombres; muy pocos son los que proclaman y engrandecen a Cristo. A la luz de la Escritura nos vemos obligados a creer que los muchos estn en el camino espacioso que lleva a la perdicin, y que pocos son los que estn en el camino angosto que lleva a la vida. Muchos afirman que el cristianismo es un fracaso.

    Y que decir de Dios? Mira y oye? Es impotente e indiferente? Quin gobierna entonces las cosas de la tierra actualmente?Dios o el Diablo? No es cierto que todo parece indicar que el Diablo tiene mucho ms que ver con los negocios de la tierra que Dios? Ah! Todo depende si andamos por fe o por vista. Estn basados tus pensamientos sobre este mundo y la relacin de Dios con el mismo, en lo que ves?

    Es triste que andemos tan poco por fe. Pero qu significa andar por fe? Significa que nuestros pensamientos son formados, nuestras acciones reguladas, y nuestras vidas moldeadas por las Sagradas Escrituras, pues la fe es por el or, y el or por la palabra de Dios (Romanos 10:17). Es en la palabra de Dios, y solo en ella, que podemos aprender cul es la relacin de Dios con este mundo.

    Quin est dirigiendo los asuntos de la tierra? Dios o el Diablo? Qu dice la palabra de Dios?.

    Si creemos en sus declaraciones claras y positivas no hay lugar para la duda. Afirman una y otra vez que Dios se sienta en el trono del universo; que el cetro est en sus manos; que l lo dirige todo segn el consejo de su voluntad.Es preciso que desde todos los plpitos se predique a gran voz que Dios vive y que ve y reina. Est escrito: el pueblo que conoce a su Dios, se esforzar y har (Daniel 11:32). Aunque el mundo est absorto por el terror, la palabra para el creyente es NO TEMAS. Todas las cosas estn sujetas a su control directo, todas las cosas se desarrollan conforme a su eterno propsito, y por tanto, todas las cosas ayudan a bien a los que a Dios aman, a los que conforme al propsito son llamados. Es preciso que sea as, pues de l y por l y en l son todas las cosas (Romanos 11:36).

    Es cierto que el hombre tiene voluntad pero tambin la tiene Dios. Es cierto que el hombre est dotado de poderes pero Dios es Todopoderoso. Es cierto que el mundo material est regido por leyes, pero detrs de esas leyes est el Legislador y Ejecutor.

    Debido a que Dios es santo, su ira se enciende contra el pecado; debido a que Dios es justo, sus juicios descienden sobre los que contra l se rebelan; debido a que Dios es fiel, se cumplen las amenazas de su palabra; debido a que Dios es omnipotente, ninguno puede resistirse a l con xito, y debido a que Dios es omnisciente, no hay problema que escape a su conocimiento ni dificultad que confunda su sabidura. a soberana absoluta de Dios en tanto que se ejercite la fe. La fe sostiene como viendo al Invisible (Hebreos 11:27);soporta los desengaos, las dificultades y todos los pesares de la vida, reconociendo que todo viene de la mano de Dios. Aun admitiendo que hay muchas cosas en este mundo de pecado y sufrimiento que nos desaniman y entristecen, no es razn suficiente para que nos unamos al incrdulo que dice: Si yo fuera Dios no permitira esto ni tolerara aquello.Es mucho mejor decir como el salmista: enmudec,no abr mi boca; porque T lo hiciste (Salmos 39:9).Esta es la diferencia fundamental entre el hombre de fe y el incrdulo. De esta forma acepta todo como proveniente de la mano de Dios, su corazn vive tranquilo en medio de la tormenta y se goza en la esperanza de la gloria del Altsimo.

  • DEFINICIN DE LA SOBERANA DE DIOS

    Tuya es, oh Jehov, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que estn en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehov, es el reino, y la altura sobre todos los que estn por cabeza 1 Crnicas 29:11

    La soberana de Dios: Qu queremos decir con esta expresin?.Queremos decir la supremaca de Dios, que Dios es Rey, que Dios es Dios.

    Cuan diferente es el Dios de la Biblia del Dios de la moderna cristiandad. El Dios del siglo veinte es un ser impotente, frgil, que no inspira respeto a nadie....

    Que la gran mayora de nuestros semejantes est muriendo en pecado y pasando a una eternidad sin esperanza, equivale a decir que Dios Padre ha sido decepcionado, que Dios Hijo ha quedado insatisfecho y que Dios Espritu Santo est derrotado.

    Argumentar diciendo que el hombre es el que determina exclusivamente su propio destino, y que por tanto tiene poder para contrarrestar a su Hacedor, es despojar a Dios del atributo de la omnipotencia.

    La soberana del Dios de la Escritura es absoluta, irresistible e infinita. Afirmamos que su derecho es el derecho del alfarero sobre el barro; l puede moldear ese barro en la forma que quiera, haciendo de la misma masa un vaso para honra y otro para vergenza.

    Dios es soberano en todos sus atributos:

    a) Es soberano en el ejercicio de su poder. Lo ejerce segn quiere, cuando quiere y donde quiere.

    Faran se atrevi a poner impedimentos a que Israel saliese a adorar a Jehov en el desierto y, qu ocurri?.Dios ejerci su poder, su pueblo fue liberado y el ejrcito de Faran muri.

    La ciudad de Jeric impeda el avance de los suyos y, qu sucedi? Israel no tens un solo arco ni asest un solo golpe; Jehov alz su mano y los muros cayeron.

    Dios interpuso su poder y David fue librado del gigante Goliat; las bocas de los leones fueron tapadas y Daniel escap ileso; los tres jvenes hebreos fueron echados en el horno de fuego y salieron sin dao ni quemadura.

    Pero este poder de Dios no siempre se interpuso para liberacin de su pueblo, pues leemos: Otros experimentaron vituperios y azotes, y adems de esto prisiones y crceles, fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a cuchillo, anduvieron de ac para all cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados (Hebreos 11:36). Pero porqu estos hombres de fe no fueron librados como los dems?. Por ejemplo porqu permiti que Esteban fuese apedreado hasta la muerte, y luego libr a Pedro de la crcel?... PORQUE DIOS ES SOBERANO.

    b) Dios es soberano en el ejercicio de su misericordia. El ejercicio de la misericordia de Dios, la compasin demostrada hacia los desventurados, se mostr cuando Jehov se hizo carne y habit entre

  • los hombres.

    c) Dios es soberano en el ejercicio de su gracia. Es necesario que sea as, pues gracia es el favor mostrado hacia el que nada merece, ms an, al que merece el infierno. La gracia ha sido definida como favor inmerecido de Dios; y si es inmerecido, nadie puede reclamarlo como derecho inalienable. Por lo tanto puesto que la salvacin es por gracia, l la concede a quien quiere.

    LA SOBERANA DE DIOS EN LA CREACIN

    Seor,digno eres de recibir gloria y honra y virtud: porque T creaste todas las cosas y por tu voluntad tienen ser y fueron creadas" (Apocalipsis 4:11)

    En el gran espacio de la eternidad que se extiende ms all de Gnesis 1:1,el universo no haba nacido an y la creacin exista tan solo en la mente del Gran Creador. En su majestad soberana Dios viva solo. Pero an en aquel tiempo Dios era soberano. Poda crear o no crear conforme a su buena voluntad.

    Considerad entonces la accin de la soberana divina mucho antes de que el hombre viera la luz. Levantad los ojos al cielo y observad los misterios de la soberana divina; bajad ahora vuestros ojos a nuestro propio planeta; contemplad el reino animal y observad la maravillosa variedad del mismo; considerad tambin el reino vegetal; y considerad las huestes angelicales......y todo cuanto podemos decir es: Nuestro Dios est en los cielos; todo lo que quiso ha hecho (Salmos 115:3).

    Aprended esta verdad bsica: el Creador es soberano absoluto. Puesto que Dios es Dios quin se atrever a disputar su prerrogativa?. Murmurar contra l es pura rebelin. Discutir sus caminos es impugnar su sabidura. Criticarle es pecado.Hemos olvidado quin es l?.

    LA SOBERANA DE DIOS EN SU PROVIDENCIA

    Jehov afirm en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos (Salmos 103:19) Dios efectivamente gobierna; su dominio se extiende a todas las cosas y todas las criaturas.

    1. Dios gobierna la materia inanimada

    Como declara el salmista: Porque l dijo y fue hecho, l mand y existi.Observemos el control absoluto de Dios sobre la materia inanimada en las plagas de Egipto. Observemos que a su mandato las aguas del Mar Rojo se dividieron para que los israelitas pasaran en seco. Una palabra suya y la tierra abri sus fauces para tragarse a Cor y sus rebeldes. Observemos como tambin el mar, ante la voluntad del Creador, lo sostuvo sobre las olas. A su palabra la higuera se sec; a su contacto las enfermedades huan al instante. A su mandato el sol retrocedi diez grados en el reloj de Acaz para ayudar a la dbil fe de Ezequas. Es Dios quien retiene la lluvia y es Dios quien la da cuando quiere. Los observatorios meteorolgicos se atreven a predecir el tiempo, pero cuan frecuentemente Dios anula sus clculos.

    He aqu que Dios gobierna verdaderamente la materia inanimada. Por lo tanto cuando nos quejamos

  • del tiempo estamos en realidad murmurando contra Dios.

    2. Dios gobierna a las criaturas irracionales

    En el hecho histrico del diluvio, Dios mostr evidentemente su gobierno sobre los animales. Observemos como Dios hizo que fueran a No todo tipo de criaturas vivientes, dcilmente y de dos en dos. Dios hace tambin que un mudo asno reprenda la locura del profeta. Enva dos osas de los bosques a devorar a cuarenta y dos de los atormentadores de Eliseo. Sella la boca de los leones de Babilonia cuando Daniel es echado en el foso. Prepara un gran pez para que tragase al desobediente Jons. Dios reina sobre las criaturas irracionales.

    3. Dios dirige a los hijos de los hombres

    En l vivimos y nos movemos y somos (Hechos 17:28). El corazn del hombre piensa su camino, ms Jehov endereza sus pasos (Proverbios 16:9) Pensar e insistir en que algunos hombres ponen impedimentos efectivos a la voluntad de Dios y trastornan sus consejos es negar las Escrituras. Observen bien lo que dicen: Pero si l se determina en una cosa,quin lo apartar? Su alma dese e hizo (Job 23:13).Porque Jehov de los ejrcitos ha determinado,y quin invalidar? Y su mano extendida quin la har tornar? (Isaas 14:27). En vano leemos la Biblia si no descubrimos que los actos de los hombres, tanto de los malos como de los buenos, estn gobernados por Dios. Observen: Nimrod y sus compaeros determinaron erigir la torre de Babel, pero antes de que su obra fuese acabada Dios frustr sus planes. Esa jur vengarse de Jacob, pero cuando se encontraron despus de la separacin, en vez de pelear llenos de odio, se abrazaron con lgrimas de gozo. Los hermanos de Jos planearon su destruccin, pero sus malos consejos fueron frustrados. Amn erigi una horca para Mardoqueo, pero fue l quien fue colgado en ella.

    4. Dios gobierna a los ngeles y a los demonios

    Los ngeles son siervos de Dios y escuchan siempre su voz y cumplen sus mandamientos (1Crnicas 21:15-28) (Hechos 12:11) (Apocalipsis 22:6) (Mateo 24:31). Dios tambin gobierna sobre los demonios (Jueces 9:23) (1 Reyes 22:23) (1 Samuel 16:14). S, el propio Satans est absolutamente sujeto al control de Dios. Acusado en el Edn, escuch su sentencia sin pronunciar palabra. No pudo tocar a Job hasta que Dios le diera autorizacin. Tambin tuvo que esperar autorizacin antes de zarandear a Pedro. Y como acto final sabemos que ser echado al lago de fuego que ha sido preparado para l y sus demonios.

    EL SEOR OMNIPOTENTE REINA.

    LA SOBERANA DE DIOS EN LA SALVACIN

    Oh profundidad de las riquezas de la sabidura y de la ciencia de Dios; cuan incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos (Romanos 11:33)

    La salvacin pertenece a Jehov.....pero el Seor no salva a todos.

  • Porqu no?Quizs porque son demasiado pecadores? NO....pues el apstol escribi: Palabra fiel y digna de ser recibida de todos.

    Porqu entonces Dios no salva a todos?Quizs porque algunos tienen el corazn muy duro para ser ganados para Cristo? NO.(Ezequiel 11:19)

    Ser porque son tan obstinados, tan intratables y tan retadores?

    AMIGO....no es cierto que hubo un tiempo en que andabas en consejo de malos, estabas en camino de pecadores, te sentabas en silla de escarnecedores, y con ellos decas: No queremos que ste reine sobre nosotros?Cmo es posible que ahora todo haya cambiado?.Como nacido del Espritu responders con rapidez: Por la gracia de Dios soy lo que soy (1 Corintios 15:10).O acaso dices?...pero lleg un momento en que yo quise, estuve dispuesto a recibir a Cristo como mi salvador. Ciertamente fue as....pero fue el Seor quien te hizo querer (Salmos 110:3- Filipenses 2:13).

    Porqu no todos los que escuchan el Evangelio son salvos? Rehsan creer?. Bien, es cierto, pero esa es solo una parte de la verdad. Es la verdad vista desde el aspecto humano. Pero hay tambin un aspecto divino. Es Dios mismo quien hace distincin entre el escogido y el no escogido.

    Antes de la fundacin del mundo Dios hizo una seleccin, una eleccin. Ante sus ojos omniscientes estaba toda la raza humana de Adn y de ella escogi un pueblo, y lo orden para vida eterna (Hechos 13:48) (1 Corintios 1:26-29) (Efesios 1:3-5) (2 Tesalonicenses 2:13) (2 Timoteo 1:9) (1Pedro 1:2) (Romanos 8:28-29). Resumiendo las enseanzas de estos pasajes aprendemos: Que Dios ha ordenado para vida eterna a ciertas personas; y que, como consecuencia de su ordenacin, ellos, a su debido tiempo,creen. sta ordenacin para salvacin que Dios hace de sus elegidos no se debe a nada bueno ni a mrito alguno en ellos, sino exclusivamente a su gracia.

    Volvemos entonces a preguntarnos: Porqu escogi Dios a quienes escogi? Fue porque posean ciertas virtudes? Por qu tenan corazones generosos? los escogi porque eran buenos? fue a causa de alguna buena obra? NO. La causa de su eleccin estriba en l y no en los objetos. l escogi a quienes escogi simplemente porque decidi hacerlo as.

    Pero ahora nos preguntamos Por quin muri Jesucristo?

    CRISTO MURI POR LOS ESCOGIDOS DE DIOS.

    Si la determinacin absoluta de Cristo abarcara a toda la humanidad, entonces toda la humanidad se salvara. En lo referente al propsito predeterminado de su muerte, Cristo muri solamente por los elegidos. Cristo no muri para hacer posible la salvacin de toda la humanidad, sino para hacer segura la salvacin de todos los que el Padre le ha dado. Una y otra vez nuestro maestro se refiri a aquellos que el Padre le haba dado y por los cuales tena especial inters: Todo lo que el Padre me da, vendr a m; y al que a m viene, no le hecho fuera.....Y sta es la voluntad del que me envi, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el da postrero (Juan 6:37) (Juan 17:1,2,6,9,24).

    Sabemos que Cristo intercede ahora como Gran Sumo Sacerdote. Pero por quin intercede? por toda la raza humana o solamente por su propio pueblo?.La respuesta es muy clara. Nuestro Salvador ha entrado en el cielo personalmente para presentarse por nosotros en la presencia de Dios (Hebreos 9:24),es decir, por los que son partcipes de la vocacin celestial (Hebreos 3:1). Esto concuerda con

  • las palabras de nuestro Seor en Juan 17:9.....Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son.La salvacin de cualquier pecador entra dentro de la esfera del poder divino.

    Cmo acta la soberana de Dios a travs de su Espritu Santo en la salvacin?

    El nuevo nacimiento es debido a la voluntad soberana del Espritu. Cada una de las tres Personas de la bendita Trinidad tiene que ver con nuestra salvacin. El Padre nos escogi; el Hijo muri por nosotros; el Espritu nos da vida.

    El Padre pens en nosotros; el Hijo derram su sangre por nosotros; el Espritu efecta su obra dentro de nosotros.

    El nuevo nacimiento es una resurreccin espiritual, un pasar de muerte a vida (Juan 5:24).

    Y evidentemente la resurreccin est totalmente fuera del dominio del hombre.

    La obra del Espritu es necesaria para el cumplimiento total del propsito eterno de Dios. Para que un pecador vea la necesidad que tiene de un Salvador y quiera recibir al Salvador que necesita se precisa indispensablemente, sobre l y en l, la obra del Espritu Santo.No es pues evidente que la razn de que otros sean dejados fuera del reino de Dios no es solamente porque no quieren entrar, sino tambin porque el Espritu Santo no ha procedido as con ellos?.

    LA SOBERANA DE DIOS EN OPERACIN

    Porque de l, y por l, y en l, son todas las cosas (Romanos 11:36)

    Est Dios ahora gobernando el mundo, y a todos, y a todo lo que hay en l? SI lo gobierna de acuerdo a un propsito concreto o lo hace sin objetivo y al azar? Y si lo gobierna conforme a un propsito,cundo fue formado ese propsito? Est Dios cambiando continuamente su propsito y formando uno nuevo cada da o estaba ya formado desde un principio?

    La presciencia de Dios no es la causa de los acontecimientos, sino ms bien los acontecimientos son el efecto de su propsito eterno. Cuando Dios ha decretado que algo ha de ser, L SABE QUE SER.

    Dios cre todas las cosas. Dios form primero el propsito de crear y luego realiz el acto creativo en cumplimiento de dicho propsito. Es obvio que l no se propuso simplemente crear el mundo y colocar al hombre en l, para luego abandonar a ambos. Es preciso que veas que Dios tiene alguna gran finalidad en su propsito; y que l est actualmente gobernando el mundo con objeto de realizar estos fines.

    Entonces con qu gran propsito fueron creados este mundo y la raza humana?. La respuesta encontrada en la Biblia es: Todas las cosas ha hecho Jehov por s mismo (Proverbios 16:64).

    Pero qu diremos del gobierno de Dios sobre la familia humana?Qu revela la Escritura respecto al modus operandi de su administracin sobre la humanidad?Hasta qu punto y por medio de qu

  • influencias controla Dios a los hijos de los hombres?.

    Consideraremos primeramente el mtodo de Dios para con los justos (sus elegidos):

    1. DIOS EJERCE SOBRE SUS ESCOGIDOS UNA INFLUENCIA O PODER VIVIFICANTE

    Por naturaleza, ellos estn espiritualmente muertos en delitos y pecados, y su necesidad primordial es la vida espiritual, pues el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios (Juan 3:3).En el nuevo nacimiento somos hechos participantes de la naturaleza divina. Sin esta naturaleza santa que se nos imparte es absolutamente imposible para el hombre el producir un impulso espiritual, el formar un concepto espiritual, el tener un pensamiento espiritual, el entender las cosas espirituales y mucho menos el ocuparse en obras espirituales. El nuevo nacimiento es mucho ms que derramar unas cuantas lgrimas debido a un remordimiento temporal por el pecado. Es mucho ms que cambiar nuestra manera de vivir. No es mera reforma sino transformacin completa. En resumen es un milagro hecho por la sobrenatural operacin de Dios. Esto es lo primero que Dios hace con sus escogidos.

    2. DIOS EJERCE SOBRE SUS ESCOGIDOS UNA INFLUENCIA O PODER FORTALECEDOR

    Los hijos de Dios son capacitados para pelear la buena batalla de la fe y para contender con las fuerzas adversarias que les hostigan. Ellos de por s no tienen fuerza alguna; dice la palabra de Dios: El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna (Isaas 40:29).

    3. DIOS EJERCE SOBRE SUS ESCOGIDOS UNA INFLUENCIA O PODER DIRECTIVO

    Dios nos guiar obrando en nosotros tanto el querer como el hacer por su buena voluntad. Que Dios nos gua en la forma indicada se desprende claramente de las palabras del apstol en Efesios 2:10:Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jess para buenas obras, las cuales Dios prepar para que anduvisemos en ellas.

    4. DIOS EJERCE SOBRE SUS ESCOGIDOS UNA INFLUENCIA O PODER PRESERVADOR

    Jehov guarda a todos los que le aman; pero destruir a todos los impos (Salmos 145:20).No podemos perseverar sin que Dios nos preserve.

    Ahora consideraremos el mtodo de Dios en su proceder hacia los pecadores:

    1. DIOS EJERCE ,A VECES, SOBRE LOS PECADORES UNA INFLUENCIA RESTRICTIVA POR LA CUAL LES IMPIDE EJECUTAR LO QUE POR NATURALEZA SE SIENTEN INCLINADOS A HACER.

    Un ejemplo lo encontramos en el caso de Jos y en la forma en que sus hermanos lo trataron. Debido a la preferencia que Jacob senta por l, sus hermanos le odiaban, y cuando creyeron tenerlo en su poder idearon matarle. Pero Dios no permiti que llevaran a cabo sus propsitos. Primero movi a Rubn a librarlo de las manos de ellos, y luego hizo que Jud sugiriera venderlo como esclavo.

    2. DIOS EJERCE, A VECES, SOBRE LOS PECADORES UNA INFLUENCIA SUAVIZADORA QUE LOS INCLINA EN CONTRA DE SU PROPENSIN NATURAL A OBRAR PARA FOMENTAR SU CAUSA.

  • Observemos las experiencias de Jos en Egipto. Se nos dice que mientras estaba en casa de Potifar Jehov fue con Jos.Su amo vio que Jehov era con l, por lo cual,hall gracia en sus ojos y le puso por mayordomo. Ms tarde cuando Jos fue injustamente echado en la crcel se nos dice:Ms Jehov fue con Jos, y extendi a l su misericordia, y le dio gracia en ojos del principal de la casa de la crcel.Finalmente despus de salir de la prisin, se nos ensea que Jehov le dio gracia y sabidura en la presencia de Faran, rey de Egipto; el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa.

    3. DIOS EJERCE, A VECES, SOBRE LOS PECADORES UNA INFLUENCIA ENCAUSADORA, LOGRANDO QUE EL MAL QUE INTENTABAN HACER RESULTE EN BIEN.

    El ejemplo supremo de la influencia controladora y encausadora que Dios ejerce sobre los pecadores es la cruz de Cristo con todas las circunstancias que la acompaan. Desde toda la eternidad Dios haba predestinado cada uno de los detalles de aquel evento.

    Haba sido decretado que el Salvador sera traicionado por uno de sus discpulos? (Salmos 41:9- Mateo 26:50). Se haba decretado que el traidor recibira por su actuar treinta siclos de plata? Se haba decretado que esta paga de la traicin sera empleada con un fin particular, a saber, la compra del campo del alfarero? (Mateo 27:7) Se haba decretado que habra quienes seran testigos falsos contra nuestro Seor? (Salmos 35:11) Se haba decretado que el Seor de la gloria sera blanco de injurias y esputos? (Isaas 50:6) Se haba decretado que el Salvador sera contado con los transgresores? Se haba decretado que le sera dado a beber vinagre estando en la cruz? Se haba decretado que los soldados echaran suerte sobre sus vestiduras? Se haba decretado que ninguno de sus huesos sera quebrantado? (xodo 12:46- Nmeros 9:12)

    4. DIOS ENDURECE LOS CORAZONES DE LOS PECADORES Y CIEGA SUS MENTES

    La palabra de Dios afirma esto en el Salmo 105:25.En este pasaje se hace mencin de la estancia de los descendientes de Jacob en tierra de Egipto. En su poca los hijos de Israel fueron aumentados en extremo de tal forma que eran ms y ms fuertes que los de Faran. Fue entonces cuando Dios volvi el corazn de ellos para que aborreciesen a su pueblo.La consecuencia del odio de los egipcios es conocida; no solamente endureci el corazn de Faran, sino que, despus de que Dios hubo azotado el pas con las plagas, Dios dijo a Moiss: Y yo he aqu endurecer el corazn de los egipcios (xodo 14:17).

    Lo mismo ocurri luego en relacin con Sehn, rey de Hesbn, por cuyo territorio tena que pasar Israel en su xodo hacia la tierra prometida (Deuteronomio 2:30).

    Lo mismo acaeci cuando Israel hubo entrado en Canan (Josu 11:19).

    En Juan 12:37-40 leemos: Pero habiendo hecho delante de ellos tantas seales, no crean en l. Para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta Isaas: Seor, quin ha credo a nuestro dicho? Y el brazo del Seor, a quin es revelado?.Por esto no podan creer, porque otra vez dijo Isaas: Ceg los ojos de ellos y endureci su corazn; para que no vean con los ojos y entiendan de corazn, y se conviertan, y yo los sane.

    Est Dios en realidad gobernando el mundo?

  • ALELUYA, PORQUE EL SEOR NUESTRO DIOS TODOPODEROSO REINA (Apocalipsis 19:6)

    LA SOBERANIA DE DIOS Y LA VOLUNTAD DEL HOMBRE

    Porque Dios es el que en vosotros obra as el querer como el hacer, por su buena voluntad (Filipenses 2:13)

    La idea popular que actualmente prevalece es que el hombre tiene libre albedro,y que la salvacin viene al pecador por la cooperacin entre su voluntad y el Espritu Santo.

    Negar el libre albedro del hombre es desacreditarse enseguida. Pero la Biblia dice No es del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia (Romanos 9:16).

    Preguntamos ahora: Qu es la voluntad humana? Es un agente que toma sus propias determinaciones o es a su vez determinada por otra cosa? Es soberana o sierva?.

    Se ensea a menudo que la voluntad gobierna al hombre, pero la palabra de Dios declara que el centro dominante de nuestro ser es el corazn;Sobre toda cosa guardada guarda tu corazn, porque de l mana la vida (Proverbios 4:23).Aqu nuestro Seor descubre la fuente de estos actos pecaminosos, y declara que su origen es el corazn y no la voluntad. Tambin dice su palabra: Este pueblo de labios me honra, mas su corazn lejos est de m (Mateo 15:8).Pongamos un ejemplo; un individuo ante quien se ofrecen dos alternativas: cul escoger?.Respondemos que la que ms le agrade a l, es decir a su corazn: el centro ms recndito de su ser. Ante el pecador se ha colocado una vida de virtud y piedad, y una vida de vicio, entregada al pecado;cul seguir? La segunda.por qu? Porque es la que escoge. Pero demuestra eso que la voluntad es soberana? En absoluto. Pues porqu escoge el pecador una vida de entrega al pecado? Porque la prefiere, y la prefiere a pesar de todos los argumentos adversos.Y porqu la prefiere? Porque su corazn es pecaminoso. De igual manera las mismas alternativas se enfrentan con el cristiano, y sin embargo ste se decide y lucha por una vida de piedad y virtud.Por qu? Porque Dios le ha dado un nuevo corazn.

    En cualquier tratado que se proponga estudiar la voluntad humana, debe tenerse en cuenta la voluntad de tres hombres diferentes: Adn, el pecador y el Seor Jesucristo.

    En Adn, antes de caer, la voluntad era libre en ambos sentidos; libre hacia el bien y libre hacia el mal. Con el pecador las cosas son diferentes; el pecador nace con una voluntad que no est en equilibrio moral, porque en l hay un corazn engaoso. Pero con respecto al Seor Jess la cosa fue muy distinta. Cristo difera radicalmente. l no poda pecar porque era el Santo de Dios.

    Ahora bien, en contraposicin a la voluntad del Seor Jess y la voluntad de Adn, tenemos la voluntad del pecador, libre, pero siempre propensa al mal.En qu consiste pues la libertad del pecador? El pecador es libre en el sentido de que no es forzado desde fuera, l nunca es forzado a pecar. Pero no es libre de escoger entre el bien y el mal. Ilustremos esto:

    Tengo un libro en la mano. Lo suelto.qu pasa? Cae. en qu direccin? Hacia abajo.porqu? Porque de acuerdo a la ley de gravedad su propio peso le hace caer. Supongamos que deseo que el libro ocupe una posicin un metro ms arriba,qu hago? Tengo que levantarlo; un poder externo debe levantarlo. Tal es la relacin que el hombre cado tiene con Dios.

  • Cmo podr el pecador ir al cielo? Por un acto de su propia voluntad? NO. Un poder externo a l debe levantarlo y sostenerlo.

    Est dentro de los lmites de la voluntad humana aceptar o rechazar al Seor Jesucristo como Salvador?

    Est en su propio poder ceder ante Dios? NO y NO.

    Si la voluntad de una criatura cada ha de ir hacia Dios alguna vez, es preciso que un poder divino obre sobre ella, venciendo las influencias del pecado que tienden en direccin contraria. Esto es solamente otra manera de decir ninguno puede venir a m, si el Padre que me envi no le trajere (Juan 6:44).

    SI CRISTO VINO A SALVAR LO QUE SE HABA PERDIDO, EL LIBRE ALBEDRO NO TIENE CABIDA.

    La voluntad no es libre, porque el hombre es esclavo del pecado (Juan 8:36).

    Para que un pecador sea salvo fueron indispensables tres cosas: Dios Padre tuvo que proponerse su salvacin; Dios Hijo tuvo que comprarla y Dios Espritu Santo tiene que aplicarla.

    Respondamos a la objecin acostumbrada e inevitable: Porqu predicar el Evangelio si el hombre es impotente para responder al mismo?

    No predicamos el Evangelio porque creamos que el hombre tiene libre albedro, sino que lo predicamos porque se nos ha mandado hacerlo (Marcos 16:15) (1 Corintios 1:25).

    A la sabidura carnal le parece el colmo de la locura predicar el Evangelio a los que estn muertos y son totalmente incapaces de hacer algo por si mismos. El hombre quizs considere locura profetizar a los huesos secos y decirles: Huesos secos, od palabra de Jehov (Ezequiel 37:4).Los sabios habran dicho junto a la tumba de Lzaro que era seal de demencia el que el Seor se dirigiese a un hombre muerto y le diga: Lzaro,ven fuera.

    Por lo tanto salimos a predicar el Evangelio no porque creamos que los pecadores tienen en s el poder de recibir al Salvador, sino porque el propio Evangelio es poder de Dios para salvacin a todo aquel que en l cree, y porque sabemos que todos los que estaban ordenados para vida eterna,creern en el momento que Dios ha designado.

    LA SOBERANA DE DIOS Y LA ORACIN

    Decir que Dios ha ordenado que los destinos humanos puedan ser cambiados y moldeados por la voluntad del hombre es absolutamente falso. EL DESTINO HUMANO NO LO DECIDE LA VOLUNTAD DEL HOMBRE, SINO LA VOLUNTAD DE DIOS (1 Samuel 26:8).

    Entonces porqu Dios ha determinado que oremos?.Hay varias respuestas a este interrogante:

    En primer lugar, y ante todo, la oracin es un mandamiento para que Jehov sea honrado. Dios exige que le adoremos, y la verdadera oracin, es un acto de culto. En ella reconocemos que dependemos de

  • l.

    En segundo lugar, Dios ha designado la oracin para nuestra bendicin espiritual, como medio para nuestro crecimiento en la gracia. Dios ha designado la oracin para nuestra humillacin. La oracin es un ejercicio para nuestra fe.

    En tercer lugar, la oracin ha sido mandada por Dios para que busquemos en l las cosas que necesitamos. Pero aqu surge una dificultad: si Dios antes de la fundacin del mundo, ha determinado todo lo que ocurre dentro del tiempo, de qu sirve la oracin? para qu orar? de qu sirve que yo comparezca ante Dios y le diga lo que ya sabe?

    La oracin no ha sido designada para que Dios pueda saber lo que necesitamos, sino como confesin a Dios de nuestra experiencia de la necesidad. Sin embargo, vuelve a plantearse la pregunta:

    no ser la oracin una prctica poco provechosa? NO. Es evidente que la oracin no carece de significado ni de valor, as lo dice la Escritura: Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17); Es necesario orar siempre (Lucas 18:1); la oracin de fe salvar al enfermo ; la oracin del justo puede mucho (Santiago 5:15).

    Cul es entonces la relacin entre la soberana de Dios y la oracin cristiana?

    Ante todo dejemos bien en claro que la oracin no tiene por objeto alterar el propsito de Dios. Dios ha decretado que ciertos acontecimientos tengan lugar, pero tambin ha decretado que estos acontecimientos tengan lugar a travs de los medios que l ha designado para su cumplimiento. El Evangelio es uno de los medios establecidos para el cumplimiento del eterno consejo del Seor, como la oracin es otro.

    La palabra de Dios ensea claramente que las oraciones pidiendo precisamente el cumplimiento de las cosas que Dios ha decretado no carecen de significado. Daniel entendi por los escritos de los profetas que la cautividad deba durar solamente setenta aos, pero cuando estos setenta aos haban casi terminado, se nos dice que volvi su rostro al Seor, buscndole en oracin y ruego, en ayuno, y cilicio y ceniza(Daniel 9:2).En Ezequiel 36 leemos las promesas explcitas e incondicionales que Dios ha hecho tocante a la futura restauracin de Israel, pero en el versculo 37 de ese captulo se nos dice: As ha dicho el Seor Jehov; an ser solicitado de la casa de Israel para hacerles esto.

    Acaso el Hijo de Dios no saba que ninguno de los suyos perecera? Sin embargo rog al Padre que los guardara (Juan 17:11).

    Nuestras creencias con respecto a la oracin han de ser revisadas. La idea que se tiene hoy en da es: me presento ante Dios, le pido algo que necesito, y espero que me lo d. NO, y otra vez NO.

    Orar es presentarme ante Dios, contarle mi necesidad, encomendarle mis caminos y dejar que haga segn a l le parezca mejor. Esto es dejar que Dios conteste la oracin de la manera que l crea conveniente, sea la que sea, bien que a menudo su respuesta sea la que menos agrade a la carne.

    Como ejemplo consultemos 2 Corintios 12: Se ha concedido a Pablo un privilegio inaudito. Ha sido arrebatado al Paraso. Sus odos han escuchado y sus ojos contemplado lo que ningn otro mortal ha odo ni visto en el lado de ac de la muerte. La maravillosa revelacin fue ms de lo que el apstol

  • poda soportar. Estaba a punto de crersela a causa de su experiencia. Por lo tanto se le enva un aguijn en la carne, un mensajero de Satans que le abofetee para que no se enaltezca demasiado. Y el apstol presenta su necesidad ante el Seor, le implora tres veces que ste aguijn sea quitado; fue contestada su oracin? Sin duda, aunque no como hubiera deseado. El aguijn no fue quitado, pero le fue dada gracia para soportarlo.

    La verdadera oracin es comunin con Dios, de manera que es necesario que l llene nuestros corazones de sus pensamientos .Si pedimos algo conforme a su voluntad, l nos oye, y si no pedimos, no nos oye (Santiago 4:3).

    Que sea nuestro clamor: SEOR ENSANOS A ORAR (Lucas 11:1).

    NUESTRA ACTITUD HACIA LA SOBERANA DE DIOS

    Reconocer en verdad la soberana de Dios es contemplar al propio Soberano, es tener una visin del Dios tres veces santo en su excelente gloria.

    Notemos la experiencia de Job, aquel de quien el propio Seor dijo: No hay otro como l en la tierra, varn perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado del mal (Job 1:8).Al final del libro de Job se lo muestra en presencia de Dios; y cmo se comporta? Job dice: De odas te haba odo, ms ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco y me arrepiento en el polvo y en la ceniza (Job 42:5).As la visin de Dios hizo que Job se aborreciera a s mismo y se humillara ante el Omnipotente.

    En el captulo seis de Isaas se nos ofrece una escena pocas veces igualada. El profeta contempla al Seor en su trono alto y sublime.Sobre este trono hay serafines con rostros cubiertos dando voces, diciendo: Santo,Santo,Santo,Jehov de los ejrcitos.Cul es el efecto de sta visin en el profeta?.Entonces dije: Ay de m que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey (Isaas 6:5).La visin del Rey humill a Isaas hasta el polvo.

    Analicemos la experiencia de Daniel. Cerca del final de su vida, este hombre de Dios contempl al Seor en una teofana. Jehov se apareci a su siervo en forma humana, vestido de santidad y gloria divina. Daniel cuenta el efecto que sta visin tuvo sobre l y los que con l estaban:Y solo yo, vi aquella visin, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que cay sobre ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron. Qued solo y vi sta visin, y no qued en m esfuerzo. Pero o la voz de sus palabras: y oyendo, estaba adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra (Daniel 10:6-9).

    Aqu vemos una vez ms que la visin del Dios soberano hace que el esfuerzo de la criatura se marchite y sta sea humillada.

    Entonces cul debe ser nuestra actitud para con el Soberano Dios? Nuestra respuesta es:

  • 1. SANTO TEMOR

    Porqu las masas estn hoy tan despreocupadas de las cosas espirituales y aman los placeres del mundo ms que a Dios?.La Biblia dice en Romanos 3:18: Porque no hay temor de Dios delante de sus ojos.Proverbios 1:7 cita: El principio de la sabidura es el temor de Jehov.Feliz el alma que ha sido atemorizada por una visin de la majestad de Dios, que ha tenido una percepcin de la grandeza de Dios.

    2. OBEDIENCIA IMPLCITA

    La visin de Dios nos lleva a darnos cuenta de nuestra pequeez y termina mostrndonos nuestra dependencia de l, y hace que nos pongamos en sus manos.

    3. ENTERA RESIGNACIN

    Es natural quejarse cuando nos vemos privados de aquellas cosas en las que habamos puesto nuestros corazones. Pensamos que cuando hemos desarrollado nuestros planes con prudencia y esfuerzo, tenemos derecho al xito, que cuando estamos rodeados de una familia venturosa, ningn poder puede penetrar y herir a un ser que amamos; pero si en cualquiera de estos casos llega a producirse un disgusto, el instinto pervertido del corazn humano lo lleva a clamar contra Dios.

    Pero en aquel, que por la gracia, ha reconocido la soberana de Dios, sta murmuracin es acallada, y en su lugar el corazn se inclina ante la voluntad divina.

    Una sorprendente ilustracin del alma inclinndose ante la voluntad soberana de Dios es la que nos ofrece la vida de Job. Como es sabido Job era temeroso de Dios y apartado del mal. Si jams hubo alguien que pudiera esperar que la providencia divina le sonriera ste era Job. Pero cmo le fue?.Por un tiempo las cuerdas le cayeron en lugares deleitosos. El Seor llen su aljaba dndole siete hijos y tres hijas. Le prosper en los asuntos terrenales hasta convertirlo en un hombre rico. Pero de golpe el sol de la vida se escondi tras espesas nubes. En un solo da Job perdi, no solo sus rebaos y manadas, sino tambin a sus hijos e hijas. Le lleg la noticia de que los ladrones se haban llevado su ganado, y que sus hijos haban muerto por un cicln.Y cmo recibi todo esto?.Od sus palabras: Jehov dio, y Jehov quit.Pero no solo reconoci la soberana de Dios, sino que adems se goz con ella y dijo: Sea el nombre de Jehov bendito (Job 1:21).

    Si, es ante la voluntad del Seor que debemos inclinarnos. Es l quien debe decir donde debo vivir, en que circunstancias he de vivir, y cuanto tiempo he de hacerlo.

    4. PROFUNDO AGRADECIMIENTO Y GOZO

    En este punto es donde muy a menudo se pone a prueba el estado de nuestras almas. Cuando las cosas van segn nuestros deseos, parece que estamos muy agradecidos a Dios, pero qu decimos en aquellas ocasiones en que las cosas nos son adversas y desbaratan nuestros planes?.Vayamos de nuevo al ejemplo de Job. Cuando experiment prdida qu hizo? lamentarse? maldecir? murmurar?

    NO; se inclin ante Dios y lo ador.

    No habr verdadero descanso en tu corazn hasta que aprendas a ver la mano de Dios en todo. Para

  • esto es preciso que la fe sea practicada constantemente. Pero,qu es la fe?una resignacin fatalista?

    NO. La fe descansa en la palabra de Dios, y por tanto dice: Sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme a su propsito son llamados (Romanos 8:28).La fe que obra se goza en el Seor siempre (Filipenses 4:4).

    5. ADORACIN

    El solo hecho de que la voluntad de Dios es irresistible e irrevocable, me llena de temor; pero cuando me doy cuenta de que l solo quiere lo bueno, mi corazn se llena de gozo. El reconocimiento de la soberana de Dios ha de abrumar mi corazn y hacer que me incline ante l en adoracin.

    EL VALOR DE LA DOCTRINA DE LA SOBERANA DE DIOS

    Toda la palabra de Dios es inspirada divinamente, y til para ensear, para redargir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17).

    Doctrina es enseanza, y es por medio de la doctrina o enseanza que nos son dadas a conocer las grandes realidades de Dios. Es por medio de la doctrina que los creyentes son alimentados y edificados.

    Es muy triste que hoy en da la doctrina sea popularmente considerada como poco prctica.

    Es la ignorancia de la doctrina lo que ha hecho que la Iglesia visible sea impotente para enfrentarse con la creciente marea de infidelidad.

    La doctrina de la soberana de Dios es bsica en la teologa cristiana. La doctrina de la soberana de Dios es un tnico divino para reanimar nuestros espritus. Produce gratitud en la prosperidad y paciencia en la adversidad. Proporciona consuelo para el presente y seguridad para el futuro desconocido.

    El valor de sta doctrina hace ms profunda nuestra veneracin por el carcter divino. Declara que los derechos de Dios son los del alfarero que da forma al barro haciendo vasos del tipo que quiere y para el uso que desee. Nos habla del carcter inescrutable de su sabidura. Muestra que aunque Dios es infinito en su santidad, permiti que el mal entrase en su creacin. Muestra que si bien es poseedor de toda potestad, permiti que el diablo guerree contra l desde hace mucho tiempo. Muestra que si bien es la perfecta personificacin del amor, no perdon a su propio Hijo. Muestra que si bien es el Dios de toda gracia, no todos son hechos participantes de dicha gracia.

    El valor de sta doctrina es el fundamento de toda verdadera religin. No habr progreso alguno en las cosas de Dios, si antes no hay un reconocimiento personal de que l es Supremo, y de que ha de ser confesado y servido como Seor. Toda oracin que elevemos a Dios ser mera presuncin carnal si no es ofrecida conforme a su voluntad. Todo servicio en que nos ocupemos ser obra muerta si no lo hacemos para la gloria de Dios.

  • El valor de sta doctrina repudia la hereja de la salvacin por las obras. El camino que parece derecho y que termina en muerte, muerte eterna, es la salvacin por los esfuerzos y mritos humanos. Decir que la salvacin del pecador depende de la accin de su propia voluntad, es otra forma que deshonra a Dios.

    Mientras el pecador confe en sus propias fuerzas, no caer en brazos de la misericordia soberana; pero una vez que el Espritu Santo le convenza de que no hallar ayuda alguna en s mismo, reconocer que est perdido, y clamar, y este clamor ser odo.

    El valor de esta doctrina es profundamente humillante para el hombre. Esta doctrina es un potente ariete contra el orgullo humano. El espritu de nuestra poca es un espritu de jactancia y glorificacin humana. Pero la verdad de la soberana de Dios, quita toda base para esta jactancia. Esta verdad declara que la salvacin es del Seor. Recalca que es l quien no solo ha de ofrecer, sino tambin obrar; quien no solo ha de comenzar su obra salvadora en nuestras almas, sino tambin perfeccionarla; quien no solo ha de llamarnos, sino que tambin mantenernos y sustentarnos hasta el fin. Ensea que la salvacin es por gracia por la fe, y que todas nuestras obras, nada cuentan para ser salvos.

    El valor de esta doctrina ofrece una experiencia de certeza absoluta. Dios es infinito en poder y por tanto es imposible resistir a su voluntad. Semejante declaracin podr llenar de alarma al pecador, pero en el santo no despierta sino alabanza. Mi Dios es infinito en poder, por lo tanto decimos: en paz me acostar y asimismo dormir, porque solo t me haces vivir confiado (Salmos 4:8).

    El valor de esta doctrina ofrece consuelo en las pruebas. La doctrina de la soberana de Dios es un manantial de consolacin que rebosa e infunde gran paz al cristiano.!Qu bendicin saber que no hay un solo rincn del universo que est fuera de su alcance!.!Qu bendicin saber que la fuerte mano de Dios est sobre todos y sobre todo!.!Qu bendicin saber que aun nuestras aflicciones no vienen por casualidad, ni proceden del diablo, sino que son ordenadas y mandadas por Dios!.

    Dios es demasiado sabio para errar y demasiado amante para hacer derramar a sus hijos una sola lgrima innecesaria.

    El valor de esta doctrina engendra un espritu de apacible resignacin. Acatar la voluntad soberana de Dios es uno de los grandes secretos de la paz y la felicidad.

    El valor de esta doctrina inspira un canto de alabanza. No solamente debemos estar agradecidos a Dios por su gracia para con nosotros en el pasado, sino que su continuo proceder hacia nosotros nos llena de gratitud.

    Cul es el sentido de las palabras: Gozaos en el Seor siempre?. Fjense que no dice: Gozaos en el Salvador,sino Seor,como dueo de toda circunstancia (recuerden que cuando el apstol escribi estas palabras estaba prisionero).Cul era el secreto de su paz?.El secreto era el saber que todas las cosas estn bajo el control de Dios, l las dirige.

    El valor de esta doctrina garantiza el triunfo final del bien sobre el mal. Desde el da que Can mat a Abel, el conflicto entre el bien y el mal en la tierra ha sido un penoso problema. Cuando uno mira a su alrededor descubre que casi todo aqu en la tierra est en confusin, en caos y en ruinas; parece como si Satans estuviese llevando la mejor parte en la batalla. Pero cuando uno mira hacia el cielo, el ojo de la fe ve claramente un trono, estable y seguro, en el que se sienta Aquel cuyo nombre es Omnipotente. Dios est en el trono, el timn est en sus manos, y por consiguiente su propsito no

  • puede fallar.

    El valor de esta doctrina ofrece un lugar de reposo para el corazn. Aquel que est sentado en el trono del cielo no solo es infinito en poder, sino tambin en sabidura y bondad.

    CONCLUSIN

    Aleluya,porque el Seor Todopoderoso reina

    Consideremos ahora una o dos de las objeciones que suelen oponerse a la doctrina de la soberana divina.

    Si Dios no solo ha predeterminado la salvacin de los suyos, sino que tambin ha preparado las buenas obras en que han de andar (Efesios 2:10), qu incentivo nos queda para luchar por la piedad prctica?.

    Si Dios ha fijado ya el nmero de los que han de ser salvos, siendo los dems vasos de ira preparados para muerte, qu estmulo tenemos para predicar el Evangelio a los perdidos?.

    Una de las respuestas del creyente es: Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocacin de Dios en Cristo Jess (Filipenses 3:14).

    Si Dios ha determinado antes de la fundacin del mundo el nmero exacto de los que han de ser salvos,

    por qu debemos preocuparnos del destino eterno de aquellos con los cuales entramos en contacto?

    NUESTRA LABOR NO TIENE POR OBJETO HACER QUE SE CUMPLA LO QUE DIOS NO HA DECRETADO.

    Nosotros no somos responsables de los resultados: estos dependen de Dios y de su accin. La palabra de Dios dice: Pablo plant, Apolos reg, pero es Dios quien ha dado el crecimiento (1 Corintios 3:6).

    Nosotros hemos de obedecer a Cristo y predicar su palabra a toda criatura, hacer nfasis en el mensaje que dice: Todo aquel que en l cree,y luego dejar que el Espritu Santo aplique dicha palabra con poder vivificante a quien l quiera.

    Dios no nos ha enviado a disparar un arco al aire. Cun alentadoras son para el alma aquellas palabras de nuestro Seor: Tambin tengo otras ovejas (observen que dice tengo y no tendr, ya han sido dadas por el Padre) que no son de este redil; aquellas me conviene traer, y oirn mi voz (Juan 10:16).No dice es posible que oigan mi voz,ni lo harn si quieren;Oirn mi voz es su promesa sin reservas, es absoluta.

    QUERIDO HERMANO, CONTINA LA BSQUEDA DE LAS OTRAS OVEJAS DE CRISTO. No te

  • desalientes porque los cabritos no atienden a la voz del Seor cuando predicas. S fiel, persevera, y que Cristo te use como vocero y portavoz suyo.

    EL FIN Y OBJETO DE TODO ES LA GLORIA DE DIOS.

    L LO HA ORDENADO; SU PODER LO LOGRAR

    AMN

    NDICE

    Daniel Sapia - "Conoceris la Verdad"

    Apologtica Cristiana - desde Junio 2000

    www.conocereislaverdad.org