La Teoria de La Elección
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7/21/2019 La Teoria de La Elección
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Título
original: hoice heory
Publicado en
castellano por
acuerdo
~ n HarperCollins
Publisher
Inc., Nueva York
Traducción
del inglés
por
el Colegio Rochester
Cubierta de Víctor Viano
Quedan rigurosamente prohibidas sin
l
autorización escrita
de los titulares del ojlyright bajo l s sanciones establecidas en l s leyes
l reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio
o procedimiento comprendidos l reprografía y el tratamiento
informático y l distribución de ejemplares de ella mediante alquiler
o préstamo públicos.
©
1998
by William Glasser
© 1999
de
la
traducción, Sociedad
del Colegio
Rochester
Ltda.,
Santa Fe
de
Bogotá
© 1999 de
todas
las
ediciones
en
castellano
Ediciones Paidós Ibédca,
S.A.
Madano Cubí , 92
08021
Barcelona
y
Editodal
Paidós, SAlCF
Defensa,
599
Buenos
Aires
http://www.paidos.com
ISB : 84 493 0723 6
Depósito
legal:
B-20.901/1999
Impreso en A M Gratic, S.L.
08130 Sta. Perpetua de Mogoda Barcelona
Impreso en España
Pdmed in
Spain
opynghted material
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SUMARIO
decimientos
Prefacio
ecesitamos una psicología diferente 17
2
Necesidades básicas y sentimientos 43
3 Nuestro
mundo de
calidad 67
4
Comportamiento
total 89
5
Compatibilidad personalidad e intensidad
de
las
necesidades
2
6 Conflicto
y
terapia
de
la
realidad 5
7
Creatividad 173
SEGUN
P RTE
l
PRACTICA
8
mor y
matrimonio 205
9
La confianza y la familia 237
rghted m r I
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GR DE IMIENTOS
En cuanto me vio tomar
un
camino equivocado, Bob
SuUo
me
ayudó a
pensar en
la
forma de enderezarlo
Es
probable
que
hubiera llegado igualmente hasta aquí, pero
aprecio mucho lo que hizo. Su libro, Inspiring Quality in
Your School
NEA Professional Library, 1997), pone de ma-
nifiesto lo mucho que en un colegio se pone en práctica la
teoría de la elección.
Bob Wubbolding, colega mío
durante
veinticinco años,
aportó
no
pocas sugerencias
durante
todo
el proceso. Su
especialidad es la terapia de la realidad y en estos momen-
tos está escribiendo
un
nuevo libro,
Reality
Therapy
lor
the
21st
GentU1
donde
entre
otras cosas responde a todos aque-
llos que se preguntan si hay
una
investigación de base
que
respalde
dicha
terapia. Sí la
hay
\ay Mentley, de
quien
se habla
en profundidad en
el
capímlo 10, es la directora del excelente colegio
de
educa-
ción
elemental Huntington
Woods,
que
se basa comple-
tamente en la teoría de la elección. Imagine cualquier fan-
tasía sobre lo que una escuela
debería
ser; \ay y su grupo
han conseguido hacerla realidad. Su libro, Quality
is lheKey
Stories
frorn
untington
Woods se consigue en el Instituto
il-
liam Glasser. Linda Harshman su directora, es la respon-
sable
de
que
yo tuviera el
tiempo
necesario
para
escribir
opynghted m teri l
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2
TEORÍ E L ELE IÓN
este libro.
Es una
administradora insuperable
y
cabe desta-
car
su entusiasmo
cuando
habla
con cualquier miembro
del eqlÚpo. A mi
modo
de ver, es indispensable.
Si
encuentra que el libro es claro y fácil de leer, será gra-
cias a Cynthia Merman, mi editora. uandole envié el ma-
nuscrito, le dije: «Aplícale tu magia . Yasí lo hizo.
Brian Lennon de Skerries, cerca de Dublín,
en
Irlanda,
fue de gran ayuda cuando mi editor me envió un fax a
Es-
lovenia,
donde
me
hallaba,
para decirme
que
el libro
era
fantástico
pero que
necesitaba
otro
subtítulo. Me ayudó a
tomar la dirección correcta, aunque mis amigos eslovenos
y croatas también tuvieron su parte de responsabilidad.
Al preguntarles: «¿Qué significa
para
ustedes la teoría
de
la elección? , contestaron: «Libertad . Recientemente, en
una
conferencia
en
Acapulco, tuve el placer de encontrar-
me con el solícito investigador del
cerebro
S
Paul Rossby,
que presentaba
un
artículo sobre neurofisiología de la vio-
lencia.
Mi
esposa y
yo
fuimos a hablar con él al término de
su comunicación, y cuando le dijimos que pensábamos que
la violencia
no
estaba impresa irreversiblemente
en
los ce-
rebros de muchos jóvenes que parecen tan rudos e inal-
canzables,
no
pudo contener las lágrimas. Con solicitud y
con la teoría
de
la elección, es po ible revertir su violencia.
Deseamos vivamente volver a intercambiar ideas con él.
Si usted,
por
cualquier motivo, desea comunicarse con
alguna de estas personas, algo muy recomendable
por
otra
parte,
puede
llamar al instituto William Glasser para solici-
tar sus direcciones. Todos ellos me ayudaron a
mí
y estoy
seguro de que
no
dudarían
en
ayudarle a usted también.
Debo detenerme aquí.
Si
continuara no podría dejar
de
hablar
de
los cientos
de
personas
que
están
enseñando
la teoría
de
la elección yque me acompañan
en
la tarea
de
desterrar
de la tierra la plaga de la psicología del conu ol
externo.
opynghted matenal
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PREF IO
Este libro trata
de
lo importante
que
es sostener unas
buenas relaciones para conseguir
una
vid
próspera. En él
me
propongo
dejar claro que, salvo en caso
de
enfelme
dad, pobreza o de encontrarse con una vejez devastadora,
los problemas más graves que debemos afrontar tales
como: la violencia, el crimen, el maluato infantil o conyu
gal, el alcoholismo y la drogadicción, un sexo prematuro y
promiscuo o la ansiedad) se deben a
que
mantenemos re
laciones insatisfactorias. Este libro explica
por
qué esto es
así y qué debemos hacer para llevarnos mejor con las lla
personas.
oy a centrarme en cuau o de los principales tipos de
relaciones que sin duda requieren
las
máximas atenciones.
e
trata de la relación esposo-esposa, padre-hijo, profesor
alumno
y director-empleado. Sostengo
que
si no mejora
mos las relaciones de este tipo, poco avanzaremos
en
la so
lución
de
los problemas que mencionábamos en el párrafo
•
antenor.
Podrá parecer presuntuoso por mi parte hacer esta afir
mación pero, por suerte, poco antes
de que
este libro se
imprimiera, pude saber que algunas investigaciones re
cientes han avalado finnemente mi tesis
de que
es necesa
rio que los adolescentes, especialmente ellos, mantengan
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14 n Ri
DI
LA
ELE JÓ
•
buenas relaciones con sus padres y sus profesores para evi-
tar comportamientos autodesuuctivos.
La edición del 10 de septiembre
de
1997 del ournal
the merican Medical ssociation JAMA) incluye un arúculo
titulado «Protecting Adolescents from Harm» que describe
los primeros hallazgos del «Estudio longitudinal nacional
para la salud de los adolescentes>,.
El
más significativo de
estos hallazgos es
que
«mantener relaciones muy cercanas
entre padres e hijos y en
la
escuela protege de los compor-
tamientos
que
atentan
contra
la
salud, a excepción
de
los
embarazos».
Dicha investigación
no
profundiza
en
la
manera de
me-
jorar estos dos tipos de relaciones tan
importantes pero
muestra claramente cuál es la dirección correcta que debe-
mos seguir. Yéste es, justamente, el tema del libro. Por mi
parte, sugeriría que los investigadores trabajaran también
en
cómo
se
puede obtener una
mayor satisfacción
en
las re-
laciones conyugales, porque pienso que éste es un factor
vital para lograr
una buena
comunicación entre padres e
hijos. Hace años,
un
sacerdote que conocí
en
Chicago, el
padre John
me
dijo algo que nunca olvidaré: «Lo
mejor
que los padres pueden hacer por sus hijos es amarse .
A medida que avance en la lectura de este libro, notará
que
no
utilizo la palabra «comunicación»
y
aunque
sí utili-
zo
el término «relaciones satisfactorias». no creo que haya
diferencia
entre ambos conceptos. Le sugiero que lea el ar-
úcuJo del JAMA
si
quiere ver por sí mismo hasta qué pun-
to
queda
avalado lo dicho en este libro.
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rimer
p rt
L T ORI
o p y n g h t t ~
matl rlal
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•
•
•
apítulo
NE ESIT MOS UN PSI OLOGI
DIFERENTE
Vamos a suponer que pudiéramos hacer una pregunta
a todas aquellas personas del
mundo
que no
se
encuentran
en
una situación de
hambruna enfermedad
o
pobreza
y
que
en apariencia tienen muchas razones para
vivir
Y
que
pudiéramos pedirles una respuesta honesta a la pregunta:
«¿Cómo estás?» Millones de personas dirían: «Muy mal» Si
les preguntáramos el porqué casi todos
culparían
a
otra
persona de su estado de ánimo: a sus amantes esposas es-
posos
ex
esposos o ex esposas o a las personas
con
quienes
trabajan Difícilmente encontraríamos a una persona que
no
haya dicho alguna vez: «Me estás volviendo loco Estoy
muy enfadado ¿No te importan mis sentimientos? Me
irritas tanto que
no puedo pensar
con claridad»
unca
se
nos
ocurre
que estamos eligiendo ese malestar del cual nos
•
quejamos tanto
teoría
de
la elección nos explica que
en
cualquier
circunstancia siempre estamos escogiendo todo lo
que
ha-
cemos incluyendo el sentimos mal s otras personas no
tienen la capacidad de hacemos sentir mal ni de hacemos
felices Todo lo que podemos intercambiar
con
ellos dar o
recibir es información Pero por sí misma la información
no
puede obligamos a
hacer
o a sentir algo específico Va
hasta el cerebro
donde
la procesamos
y
luego decidimos
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L<\
TEORi
qué hacer con ella. Como explico detalladamente en este
libro escogemos todas nuestras acciones y pensamientos y
así indirectamente escogemos casi todos nuestros senti-
mientos y
mucha
de
nuestra
fisiología. Por muy mal
que
uno pueda sentirse mucho
de
lo
que
le sucede al cuerpo
cuando
se sufre o se está
enfermo
es resultado indirecto
de acciones y pensamientos
que
uno
ha
escogido o escoge
a diario.
En este libro también indico
cómo y
por
qué elegimos
estas opciones
t n
dolorosas e incluso absurdas y
cómo
podemos apostar por otras.
La
teoría de la elección afirma
que
tenemos la capacidad de controlar nuestras
vidas
mu-
cho más de lo
que
creemos. Desafortunadamente
gran
parte de ese control no es eficaz. Por ejemplo uno escoge
sentirse molesto con su hijo pero entonces
opta
por gritar
y amenazar yde este modo las cosas empeoran en lugar
de
mejorar.
Tener
un
control más eficaz significa escoger me-
jor nuestras conductas cuando nos relacionamos con nues-
tros hijos o con
cualquier otra
persona. Por
medio
de la
teoría de la elección podemos entender cómo funciona
la
gente
en realidad: la forma en
que
combinamos lo
que
está escrito en nuestros genes con lo
que aprendemos
a lo
largo
de
nuesu as vidas.
La
mejor
manera de
aplicar la teoría
de
la elección es
que
nos
preguntemos
por qué hemos escogido sentir un
malestar común y cualquiera y creemos que sólo nos
aqueja a nosotros. Cuando estamos deprimidos creemos
que
no tenemos control sobre nuestro sufrimiento
que
so-
mos víctimas
de
un desequilibrio químico en el cerebro y
que por lo tanto necesitamos drogas
como
el Prozac para
volver a compensarlo. Hay muy poca verdad
en
esta
fonna
de
ver las cosas. En realidad tenemosmucho control sobre
nuestro sufrimiento. Rara vez somos víctimas de lo
que
nos
ha sucedido en el pasado
como
explico en el capítulo
la química de nuestro cerebro es la normal en relación a lo
que elegimos hacer.
Las
drogas
para
el cerebro pueden ha-
cernos sentir mejor pero con ellas no solucionamos los
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NECESIT MOS UN PSICOLOGI
DIFERE TE
19
problemas
que
nos h n llevado a escoger el sentirnos des-
graciados.
Las semillas
de
casi toda nuestra infelicidad se siembran
muy pronto en nuestras vidas: desde el momento en que en-
contramos personas
que
h n descubierto no sólo lo
que
es correcto para ellos sino también y desafortunadamen-
te p r nosotros. Armadas con este descu dmiento y si-
guiendo la u adición destructiva
que
ha
domin do
nuestro
pensamiento
dur nte
miles
de
años estas personas se sien-
ten con el
de er
de
forzarnos a hacer lo que «saben» que
es correcto. La forma que elegimos para resistirnos a esa
fuerza es
de
lejos la mayor fuente
de
desdicha humana.
La
teoría
de
la elección contradice
l
antigua tradición del
«saber lo
que
es
ueno
para los demás». Este libro
en
su to-
talidad es
el
intento de responder a esas preguntas impor-
tantes
que
continuamente nos hacemos
cu ndo
somos des-
dichados: ¿cómo
puedo
ser libre p r vivir mi vida como
quiero y a la vez seguir estando bien con la gente a la
que
necesito?
Desde esta perspectiva y con cuarenta años
de
práctica
psiquiátrica me parece
que
toda persona desdichada tiene
el mismo problema: es incapaz
de
llevarse bien con aque-
llas personas con quien quiere hacerlo. Personalmente he
tenido
éxito
como
consejero
pero ún
sigo escuch ndo
a mi mentor el doctor G
L
Harrington el psiquiatra más
capacitado que j más haya conocido:
«Si
todos los profe-
sionales de nuestro c mpo desaparecieran de repente el
mundo apenas lo notaría». No es
que
esté descalificando
nuestra labor lo
que
está diciendo es
que
si I a met
de
la
psiquiatría es
reducir
la creciente desdicha del
mundo
y
ayudar a los seres hum nos a relacionarse con éxito sus
esfuerzos apenas
h n
logrado rozar la superficie del pro-
blema.
Para empez r a aproximarnos a dicha meta necesita-
mos definir
un nueva psicología que nos ayude a estar
más cerca los unos
de
los otros de lo
que
hasta hor he-
mos sido capaces
de
estar. Esta psicología
de e
ser fácil
de
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•
L
T ORI
comprender
para poder enseñarla a quien quiera conocer-
la. y una vez entendida tiene
que
ser fácil de usar. Nuestra
psicología actual ha fallado. Aún
no
sabemos
cómo
rela-
cionarnos con los demás
mejor
de lo que lo hemos hecho
hasta la fecha. De hecho, la psicología que hoy vivimos tien-
de a separarnos. Sólo con observar la institución del matri-
monio, resulta claro que
el
uso de la psicología tradicional
ha
fallado.
A esta psicología universal, destructora de las relaciones
y
de
la libertad personal, la llamo psicología del control ex-
terno. Este control puede ser tan sutil como
un
ceño frun-
cido
como signo de
desaprobación
o tan agresivo como
una
amenaza directa a nuestras vida . En cualquier caso,
sea lo que sea, es un
intento
de forzarnos a hacer lo que no
queremos Terminamos creyendo que los demás
pueden
realmente ser la causa de nuestros sentimientos o nuesu·os
actos. Esta idea nos despoja
de
la libertad personal
que
to-
dos necesitarnos y queremos.
La
premisa de la psicología del control externo con la
que
el
mundo
opera es muy simple: «Castiga a quienes se
portan mal para
que
hagan lo
que
decimos
que
está bien».
Esta premisa domina la manera de
pensar
de mucha gen-
te, y prevalece, porque quienes ostentan el
poder
agentes
del
gobierno, padres, profesores, administradores y líderes
religiosos, que a su vez definen lo conecto o incorrecto
son los
que la
propician. Las personas a quienes controlan,
las cuales tienen muy poco control sobre sus propias vidas,
encuentran algo de
seguridad
al aceptar ese control de
personas tan poderosas. Es una desgracia que casi nadie
sea consciente de que este control, coerción o forzamiento
psicológico está
creando
un
malestar general que,
por
más
que lo intentemos, aún
no
hemos logrado eliminar.
Esta infelicidad persiste no porque hayamos reflexiona-
do
y decidido que
controlar
a los demás es lo mejor. Conti-
núa porque cuando
la gente
no hace lo que deseamos, la
coerción y el control es todo lo que sabemo u aro E la p i-
cología
de
nuesu·os ancesu·os, nuestros padres y abuelos,
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ECE
ITAMO
U A
l ICOLO ÍA I IFERENTE
nuestros maestros y líderes y de casi todas las personas
que
conocemos. Hemos usado durante tanto tiempo
la
coer
ción para lograr lo que queremos que ya la consideramos
de
sentido
común y la utilizamos sin darnos
cuenta.
No
nos interesa saber
de
dónde vino ni cuestionamos su vali
dez.
Si el control
externo
e la fuente de todo nuestro ma
lestar ¿por qué casi todo el
mundo
-incluso personas
poco
poderosas
que
sufren mucho
con
ello escoge po
nerlo
en práctica? La respuesta es simple: porque funcio
na. Funciona para los poderosos
porque
a
menudo
les ayu
da
a obtener lo
que
desean.
Funciona para
los que no
tienen poder porque constatan que funciona sobre ellos y
viven
esperando
usarlo sobre alguien.
Quien
se
encuentra
en la parte baja de la escala social mira más hacia arriba
que hacia abajo.
Es
más los menos poderosos
lo
aceptan
porque
por
muy desdichados que sean creen que no son
libres de escoger
hacer
algo diferente. Creen ya veces
con
razon
que
reslsUrse
sena
peor.
Entonces
de
una forma u otra muchas personas hacen
cosas que no quieren hacer. Por ejemplo muchas mujeres
siguen viviendo
mauimonios
fracasados y son víctimas del
maluato porque
creen
que
dejar a sus esposos sería peor.
Tienen miedo
de no poder mantenerse a sí mismas de
perder a sus hijos de someterse a un mayor maltrato o has
ta de perder la vida en caso de quedarse solas. Muchas
alimentan la esperanza
de que
si
siguen aferradas al matri
monio
las cosas mejorarán.
Pero
este libro va más allá
de
la
razón por la cual las personas aceptan el control externo.
Este libro trata de que el hecho de utilizar y creer en el
control externo
es dañino
para
todos
tanto para
el que
controla como
para quien
es controlado. Es el caso
por
ejemplo del esposo abusador que también sufre aunque
no tanto como su esposa o su familia . El también es víctima
de
la psicología de control externo. Al escoger hacer lo
que
hace pierde cualquier
oportunidad
de ser feliz. Esta psico
logía es
una
plaga terrible
que
invade cada
parte
de
nues-
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L T ORí
tras vidas. Destruye nuestra felicidad
nuestra
salud nues-
tros matrimonios nuestras familias nuestras posibilidades
de
educamos
y la disposición para hacer el trabajo de cali-
dad que deberíamos poder realizar. Es la causa de gran par-
te de la violencia los crímenes la drogadicción y el sexo sin
amor
que
impregnan toda nuestra sociedad.
Este libro trata de estas desgracias humanas y de cómo
podríamos reducirlas si
comprendiéramos
lo perjudicial
que
es el control
externo
y
aprendiéramos
a reemplazarlo
por una nueva teoría que promueva las buenas relaciones.
a teoría de la elección es una psicología del control inter-
no que explica por
qué
y cómo
optamos
por aqueUo
que
determina el curso de nuestras vidas.
La
teoría de la elec-
ción es
un
completo cambio de lo que ha sido hasta
ahora
el
sentido
común hacia lo que espero se convierta con el
tiempo
en
un
nuevo sentido
común l
cambio
no
es fácil.
Sólo se producirá si entendemos la razón por la cual la psi-
cología
del
control externo es nociva y nos
damos
cuenta
de la
enorme
cantidad de motivos que tenemos para
reemplazarla por la teoría de la elección a
medida
que
nos
vamos relacionando con gente a lo largo de nuestras vidas.
Hasta que
no
lo consigamos continuamente nos estaremos
preguntando: ¿Lo que estoy a punto de hacer
me
acercará
a estas personas o
me
alejará de ellas?
l
uso que hagamos
de esta pregunta y lo que se consigue si realmente se plan-
tea
son
los temas centrales el
corazón
y el alma de este
libro.
Lo que hago por
medio
de estas líneas es cuestionar la
psicología básica
del mundo
pero
no
soy tan iluso como
para
pensar
que será una tarea fácil. Para
empezar
a damos
cuenta de la existencia de esta psicología yde su perjudicial
influencia en nuestras vidas debemos
examinar
cualquiera
de los casos de infelicidad y malestar que sufrimos por de-
pender
de nuestro sentido común
aun cuando
se demues-
tre
que no
está funcionando. He aquí
un
ejemplo: utilizan-
do la única psicología que le es familiar usted castiga a su
hijo adolescente por no hacer los deberes y no le deja salir
opynghted material
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NE E
IT MOS
U PSI OLOGí DIFERE TE 23
el fin
de
semana. Pero a pesar del encierro,
él
persiste
en
no
hacer su larea,
de
modo
que,
para
colmo, usted tiene a
un adolescente
temperamental
dando vueltas por casa
todo el fin de semana. Al cabo de un mes, comienza a pen
sar: «¿Por qué estoy haciendo esto una y otra vez? Debe
de
haber
un camino mejor».
Puede que le lleve cierto tiempo caer en la cuenta, por
que castigar a su hijo parece tener sentido y
por
ello usted
no
ve tilla opción alternativa. Lo percibe
como
la acción
correcta; es lo que un buen padre haría en la misma situa
ción, y es lo
que
sus padres posiblemente hicieron con us
ted. Además
cuenta
con la aprobación de quienes le ro
dean. Le otorgan el beneficio del sentido común universal
y le dicen: «¡Castígalo ¿Acaso quieres que se convierta en
un vago?». El problema de este o n s ~ o es que casi
nunca
funciona. Usted sigue castigando a su hijo, él y usted ya
no
se hablan ni se escuchan, los dos se sienten muy mal, se cul
pan
mutuamente
y el chico trabaja cada
vez
menos en sus
tareas escolares.
•
Es
más, para la mayoría de las personas, especialmente
en
cuanto concierne a sus hijos, la idea
de
ir
en contra
del
sentido
común
es muy nueva e inquietante. Pero si usted
deseara
menos
infelicidad
en
su vida, estaría dispuesto a
entender que controlar a
OU OS
o permitir
que
otros le con
trolen a usted son acciones que destruyen las buenas rela
ciones necesarias para ser feliz. Entonces usted estaría dis
puesto a practicar la teoría
de
la elección en situaciones en
las cuales el control externo no hubiera sido eficaz. Si le va
mejor y mis veinte años
de
experiencia con la teoría de
la
elección
me
permiten afirmar
que
así será es posible
que
desee comenzar el difícil proceso
de
descartar el control
externo y reemplazarlo
por
esta nueva teoría.
ualquier
psicología, incluso el sentido
común
debe ser desechada
si
es nociva
para
las relaciones.
Para convencerle de que efectivamente debemos co
menzar a desechar la psicología del control externo, he
in-
cluido
un
gráfico sencillo
que compara
dos clases
de
pro-
opynghted material
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24
L T Rí
gresos: el progreso técnico y el progreso humano Compa-
rar estas dos ideas
puede
resultar chocante
puesto que
cuando
pensamos en «el progreso» lo primero que nos vie-
ne a la mente es el aspecto técnico lo cual es comprensible
puesto que
como
explicita el gráfico el progreso técnico
es muy obvio. Muy
rara vez pensamos en el progreso hu-
mano aquel que consiste
en
relacionarse cada vez mejor
con la gente a medida que pasa el tiempo y esto es así por-
que hemos visto y oído muy poco de personas que lo hayan
logrado como
para
pensar que se haya progresado mucho
en
este aspecto.
•
rogr so té n o
Progreso humano Mejores relaciones
•
9
95
2
El progreso licnico cQ npa rado con el progreso }¡uma no
Durante
los últimos cien años se ha
producido un
con-
siderable
progreso
técnico. Hemos pasado del primer
aeroplano al jet supersónico y luego a la exploración de
Marte. La comunicación ha evolucionado desde el teléfo-
no de manivela hasta Internet.
La
lista de ejemplos es
infi-
nita. Pero
no ha
sucedido lo mismo
con
el progreso huma
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NE CESIT MO U P
ICOl OGI
DIFERENTE 25
•
•
no
No hemos mejorado
mucho en las relaciones
con
los
demás salvo
por
las mejoras en los
derechos humanos
a
partir de los años
sesenta
y
por algunos
movimientos re-
cientes en
pro de
la mejora de las relaciones entre directi-
vos y trabajadores auspiciados
desde
los años setenta
por
la llamada gerencia de calidad
¿Podría alguien
decir que ha habido una
mejora
en
las
relaciones
entre
esposos? ¿Se llevan mejor hoy las familias
que
hace algunos
años?
i
así
fuera me sorprendería
mu-
cho
Yo
trabajo
en
colegios y aún
no
he
oído
a
ningún
pro-
fesor
decir
que las cosas van mejor ahora que cuando él
empezó
a enseñar De hecho oigo más
bien
lo
contrario
que
los niños
son
más difíciles de tratar
que
nunca
Yen
es-
tos tiempos
de
reducciones
de
plantillas
para
alcanzar
la
sa-
grada
cima
del
éxito
nadie
habla acerca
de
lo
mucho que
han mejorado
los lugares
de
trabajo
con respecto
a
años
pasados En realidad incluso los jefes experimentan me-
nor satisfacción
en
el trabajo
unque
de forma global
no
hemos sido capaces
de
me-
jorar nuestras relaciones
con
los demás y
de
invertir el
gráfi-
co anterior existen situaciones
en
las cuales sí
que
alcanza-
mos a mejorarlas así que obviamente podríamos progresar
en esto
si
muchas más personas supieran
cómo
hacerlo
Existen escuelas maravillosas
aquí
y allá
en
las
que
tanto los
maestros como
los almnnos son importantes
para
los demás
y todos
aprenden con
alegría Conocemos parejas felizmen-
te casadas familias sólidas y personas muy satisfechas
con
su
trabaJo
Pero cuando
se les
pide que
expliquen
cómo han al-
canzado
esta felicidad muchos dudan y no están seguros
Algunos dicen: «Nos llevamos
bien
porque nos lo trabaja-
mos mucho»
pero
otros piensan
que
«tal vez sea cuestión
de
suerte»
Lo que
nunca dicen
es
«Hemo tratado
de
evitar el
control sobre los demás»
No
se
dan cuenta de que
a lo me-
jor están siguiendo una teoría diferente y
de
que sin adver-
tirlo
han
descubierto la teoría
de
la elección
Algunas personas
cuando
se les hace una
pregunta
so-
bre el progreso técnico hablan del
saber
llevarse bien
con
Copynghted material
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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LA
T ORÍ
los demás. En realidad, muchas personas perciben una
correlación
entre
el
progreso
humano
y el tecnológico,
pero muy pocas atribuyen el segundo a la suerte.
La
tecno
logía ha progresado
porque
hemos estado dispuestos a in
corporar nuevas teorías o nuevas formas de utilizar teorías
•
antIguas.
En casi ninguno
de
los intentos que se
han
realizado
para incentivar el progreso
humano
por ejemplo,
en
los
matrimonios, las familias, los colegios o el u-abajo, se
ha
optado
por
cambiar la teoría que está operativa.
El
control
externo
está tan arraigado en nosotros que, incluso cuan
do progresamos
un
poco,
no
somos capaces de darnos
cuenta de
que
hemos dejado de lado la psicología del con
trol externo y que estamos comenzando a usar, en esencia,
la teoría de la elección.
Lo
que quiero destacar es que es
preciso
que
tomemos conciencia
de
que
existe
otro
tipo
de
psicología.
No
pretendo
decir
que
no
haya otras psicologías simi
lares a la teoría de la elección. La terapia del comporta
miento racional y emotivo de Albert E lis
l
ciertamente
lo
es. Respecto al tI-abajo, W Edwards Deminlf ha demostI-a
do
que para conseguir un tI-abajo de calidad hay
que
dejar
de
lado el miedo
que
nos impide llevarnos bien
con
los de
más. Compara al gerente de
una
empl'esa con el director
de una orquesta sinfónica cuyos miembros se esmeran en
seguirlo y en dar vida a la
obra
musical. Nadie les obliga a
hacerlo; lo hacen voluntariamente,
porque
saben que les
beneficia.
unque probablemente nose dé
cuenta Herb
Kelle
her, el triunfante ejecutivo de SouthwestAirlines, está prac
ticando
la
teoría de la elección en la forma de administrar
su compañía.
En
un libro reciente titulado
Nuts Southwest
L
lbertEUis ow Slubbomty Refuse
lo alle
Yourself iserable
Alxrul nylhing Ves Anylhing
Nueva York, Lyle Stuart, 1988.
2.
W
Ed ,ards Deming,
Sorne
T/¡iiary
ofSampling
uevaYork, Dovel',
1966
•
Copynghted material
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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ECESITAMOS NA I SI OLOCÍA DIFERE
TE
7
irlines Crazy usiness Recipe lor Bolh Business and Personal
Success,3 Kelleher afirma lo siguiente sobre el liderazgo:
«En realidad significa hacer que la gente, a través del ejem
plo y la persuasión, se aúna con alegría para conseguir
un
bien común». Acerca
de
las reducciones de plantilla, que
tilda de disparates corporativos, dice: «En Southwest
no
hemos desvinculado a nadie de la compañía, aunque ob
viamente, en tiempos de recesión hubiésemos podido ganar
más
dinero
si
lo hubiéramos hecho. ¡Pero esto produce mu
cha desafección yangustia Los trabajadores no lo olvidarán
fácilmente». En Southwest, lo sagrado es la gente y
no
la
cima del éxito.
Pero Southwest es
una
excepción.
Si
Kelleher vendiera
sus acciones o se retirara, es muy posible que quien lo
reemplazara redujera la
plantilla y usara
la
coerción
para
intentar
aumentar
ganancias. A
COftO
plazo
puede
que
tu-
viera éxito. Sin Kelleher, sin embargo, los nuevos dueños
volverían a utilizar el control
externo
y a largo plazo fraca-
sanan.
Tampoco somos conscientes de cuánto se ha extendido
esta desdicha humana, porque, guiados
por
el sentido co
mún
muchos
pensamos
que
ésta se
debe
a la pobreza, la
pereza o al trato
que
los poderosos
dan
a
quienes
no
lo
son. Pero en el mundo occidental no faltan quienes se sien
ten infelices aun disfrutando de una buena posición> de
mucho
trabajo y
de mucho
poder. He podido constatar la
gran cantidad de divorcios que atañen a académicos
de
éxi
lO
u otros
pl ofesionales
y
lídel es
del mundo
de
los
nego-
cios. Yla torpeza en las relaciones entre padres e hijos pue
de que sea más frecuente entre la gente pobre y sin poder,
pero
no
es exclusiva de ellos.
Si entre los estudiantes que no se esfuerzan por apren
der abundan
más los
que
proceden de zonas pobres
que
los que vienen
de
zonas
de
nivel alto, es más
por
una cues-
3
Herb Kelleher,
Nuts Southwest Airlines
Craz.y
Business
Recipe fqr Soth
Business
and Pmorwl
SU xess, Austin, Texas, Bard Press, 1997.
opynghted matenal
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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8
•
L
T RÍ
tión de relación
entre
maestros y alumnos
que
de capaci
dad económica. Los aJumnos
de
familias pudientes para
quienes la educación es la razón principal
de
su prosperi
dad
están generalmente más motivados para aprender
que
aquellos que no han visto
que
la educación les repor
tara
ningún
beneficio o les sirviera de ayuda. Los maestro
aprecian
esta motivación y por eso se esfuerzan más por
llevarse bien con sus aJumnos lo cual a su vez se transfor
ma en un estímulo para
que
aprendan más. Pero
si
a los
profesores se les hablara
de
la teoría
de
la elección y expe
limentaran
su utilidad en sus matrimonios y familias tam-
bién comenzarían a utilizarla con los estudiantes desmoti
vados. Este esfuerzo podría ser definitivo
para
suplir un
deficitario esúmuJo familiar y alumnos
que
previsiblemen
te
podrían
estar desmotivados
aprenderían
más.
En el capítulo 10 que trata sobre la educación explico
cómó
se utilizó la teoría
de
la elección
en
una
escuela para
minorías en la
que
mi esposa y yo estuvimos trabajando du
rante un año. Y en este campo estoy bien informado. La
idea comúnmente aceptada de que los estudiantes pobres
o
que proceden de
minorías
no pueden
aprender es totaJ
mente
falsa.
Puede que
en un principio su progreso sea un
poco más lento
porque
Sus conocimientos iniciales son me
nores pero
si
se relacionan bien
con
sus profesores al
finaJ aprenderán tan bien como cualquier otro. La pro
ductividad
y
todavía más el trabajo
de
alta caJidad están
asegurados en una organización en la que trabajadores y
directivos se relacionen bien.
Hablamos
de «sistema para expresar eso
que
generaJ
mente
hacemos cuando nos relacionamos unos
con
otros.
En
un
mundo
de
control
externo
el sistema es natural
mente coercitivo. uandono funciona como sucede en
los matrimonios familias colegios y puestos de trabajo uti
lizamos más coerción y entonces nos
empeñamos
en cam
biar o adecuar a la gente. Muchos terapeutas enfatizan el
enfoque sistémico en su consulta con lo cuaJ no intentan
adecuar
a los individuos sino
que
les ayudan a encontrar al-
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NE ESIT MO lJ P I
OLO Í DIFERENTE
9
ternativas
para que
el sistema familiar les sirva y funcione
bien para todos Lo
que
yo sugiero es
que
tratemos de cam-
biar hacia un sistema basado en la teoría
de
la elección
que enseña no sólo a la gente infeliz sino a lodo el
mundo
a relacionarse mejor con los demás control externo es
doblemente
peIjudicial porque creer en él es la causa de
los problemas
que
deseamos resolver y porque al niismo
tiempo lo usamos para encarar dichos problemas uando
el castigo
no
funciona invariablemente castigamos con
más intensidad No nos debe sorprender entonces
que
ha-
yamos progresado tan poco
Hasta
la
fecha tan sólo una pequeña cantidad del dine-
ro que se gasta en paliar la desdicha humana se ha inverti-
do
en prevención y en
enseñar
a las personas a relacionar-
se mejor con los demás antes de
que se vean envueltas
en
relaciones problemáticas y conflictivas producto
de
varios
intentos por controlar o manipular Para estimular el pro-
greso humano aunque sólo sea un poco y hacer
que
la
línea correspondiente en el gráfico anterior ascienda con-
viene pasar a la prevención es decir pasar del control ex-
terno hacia
una
teoría de la elección
uando
el problema
ya se ha presentado cuando por ejemplo los matrimonios
comienzan a fracasar es difícil que puedan revertir la situa-
ción No importa cuán hábil sea el consejero es casi impo-
sible salvar un matrimonio o a un alumno fracasado La res-
puesta radica en la prevención de este fracaso no en
encontrar
nuevas formas de recomponer a los que están
fracasando
Para sustentar mi idea
de
que gran cantidad
de
los pro-
blemas humanos
aparentemente
insolubles son problemas
de relaciones observe su vida y la
de
sus conocidos Estoy
seguro
de
que muchos
de
ustedes no se llevan con su pare-
ja sus padres o sus hijos tan bien como les gustaría Puede
que también admitan que cuanto más tiempo pasan con
eUos más difícil parece llevarse bien
Piénselo Usted era feliz cuando se casó
¿Se
siente aho-
ra desdichado o ha tenido que divorciarse? ¿Ha dejado de
opynghted material
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30
L>\ TEoRI
hablar con alguien
de
su familia? ¿Son sus hijos tan felices
en la escuela secundaria
como
lo
eran
en los primeros años
escolares? ¿Todavía
encuentra
placentero su trabajo?
Si
usted
experimenta
parte
de
la infelicidad descrita en
el párrafo n t r i o l ~ es
porque
es víctima
de
una o más
de
las
siguientes cuatro situaciones
de
control
externo donde
hay
un
intento de controlar a otra persona:
Usted
ha
querido
que
alguien hiciera algo
que no
quería hacer.
Ha
tratado
de
forzar a esa persona
-
gunas veces de forma directa y otras veces con sul>-
terfugios a
hacer
lo
que
usted quería.
2 Alguien ha tratado de obligarle a hacer algo que us-
ted no quería hacer.
3
Tanto
usted como
otra persona intentaron que
el
otro
hiciera lo que
ninguno de
los dos
quería
hacer.
4
sted trataba
de
forzarse a sí mismo a
hacer
algo
que
encontraba doloroso e incluso imposible de
hacer.
Las primeras tres variantes son obviamente aspectos
diferentes de la misma situación. Y aunque la cuarta es
algo distinta en realidad es del mismo tipo. En esta cuar-
ta situación
por
ejemplo
usted
puede
haberse
forzado
a sí mismo a
dejar
de fumar a mantenerse
en
un traba-
jo que
odia a perder peso cuando en realidad no
quería
hacer
dieta o a amar a alguien
que ya
ni siquiera le gus-
taba.
Respecto a las primeras tres situaciones podemos ima-
ginar a una esposa
que
se queja
de que
su esposo no le ayu-
da
lo suficiente
con
los hijos o a
un
esposo
que
protesta
porque
el trabajo
de
la esposa
y
no le deja tiempo
para
él
o a ambos quejándose el uno del otro. O
puede que
usted
sea un
padre
o un maestro
que
trata
de
motivar a un hijo a
mejorar en el colegio o un jefe
que
ejerce coerción sobre
un trabajador para
que
haga algo
que
él considera
que
no
vale la pena. En tanto
continuemos
creyendo
que
pode
opynghted m ten l
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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NECESITAMOS A PSICOLOGÍA DIFERENTE
mos
controlar
a los demás o al revés
que
otros
pueden
controlamos el resultado será siempre el malestar.
Estas
si-
tuaciones son tan antiguas como la historia y la resistencia
a esta coerción es la razón por la cual progresamos tan len
tamente en nuestras relaciones.
Es
curioso que rompiendo con la tendencia a usar de
-forma generalizada la teoría del control psicológico exter
no rara vez la usemos con nuestros mejores amigos y con
las personas que
han
estado
durante
muchos años con no
sotros
en
las buenas y
en
las malas situaciones. A ellos les
aplicamos la teoría de la elección
aunque
pocos seamos
conscientes de ello. Yconocedores o no de esta teoría mu
chos de nosotros somos conscientes de que en ocasiones
tratamos a nuestros amigos de manera diferente a como tra
tamos a nuestras parejas a nuestros hijos a nuestros alum
nos y a nuestros empleados.
Reconocemos que los
buenos amigos son la fuente
de
felicidad más fiable y duradera. Parece que sepamos que
podríamos perderlos junto con la felicidad que nos propi
cian si tratamos de forzarlos a hacer lo
que no
quieren
Creo
que
este intento de
no
forzar a los amigos a hacer lo
que no
quieren cuando por otro lado lo hacemos con los
demás es algo
que
define bien
una
gran amistad.
Si
practi
cáramos la teoría de la elección con todos haríamos más
nuevas amistades conservaríamos otras y nuestra felicidad
aumentaría sustancialmente.
tro
aspecto
que también
interviene
en estas
situa-
ciones es el del sentido de la propiedad pues muchos de
nosotros creemos que nuestros esposos esposas hijos
alumnos y empleados nos
pertenecen
«Tengo
derecho
a
controlar
a mi esposa y a mis hijos
porque me
pertene-
cen. «Esta es mi aula ymis alumnos deben hacer lo que
yo
diga. Soy
dueño
de esta compai1ía y de usted así es que
haga lo que se le pide o busque otra empresa. Todos estos
son ejemplos de
un
pensamiento guiado por el sentido de
la propiedad. Mientras pensemos que somos duei10s de la
gente
no
vamos a
dudar
en
forzarlos a
que
hagan lo
que
opynghted matenal
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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3
L T ORI
nosotros queremos En cuanto a nuestros amigos nos sen-
timos
de
manera diferente ya
que
con ellos sí aceptarnos
que no nos
pertenecen
ni nosotros a ellos Preocuparse
por
alguien sin tratar
de
adueñarse
de
una persona es otro
rasgo de la amistad
Aun sin pensar realmente en términos de propiedad la
mayoría de nosotros dividimos el mundo en dos grupos El
primero corresponde a aquellos
que
nos pertenecen o tra-
tamos
de que
nos pertenezcan y está compuesto por aman-
tes esposas esposos hijos alumnos o empleados
El
segun-
do grupo aquellos a quienes no tratamos como si fuéramos
sus
dueños
o no se nos ocurre intentarlo está constituido
por nuestros amigos los conocidos la gente
que
tiene po-
der sobre nosotros
como
por ejemplo nuestrosjefes por
supuesto los extraños
na
buena forma
de
comprender la teoría
de
la elec-
ción es observar la forma
en
que
tratamos a nuestros mejo-
res amigos a nuestros jefes y a los desconocidos y compa-
rarla con el trato que damos al resto de gente que nos
rodea no abe por qué no trata
de
obligar a su jefe o a
sus amigos; muy rara vez se obliga a los
que
apenas son co-
nocidos a hacer algo y
si
uno tiene sentido común nunca
trata de forzar a los extraños porque puede salir
herido
o
incluso muerto ¿Por
qué
no
vivimos y dejamos
vivir?
¿Por
qué
no practicamos esta regla de oro aun cuando todos la
conocemos? ¿Por qué continuamos presionando a otras
personas para que hagan lo que no quieren cuando la ma-
yoría de las veces ni siquiera somos capaces de conseguir-
lo? En este mismo capítulo
ya
he
empezado
a sugerir las
respuestas a estas preguntas En el próximo capítulo en el
que
introduciré la idea
de
las necesidades básicas también
aportaré
otras respuestas
que proceden
de la teoría de la
elección
Pero primero quiero describir en detalle los tres su-
puestos
de
la psicología del control externo así se com-
prenderá lo
que
la mayoría
de
la gente piensa Es fácil ver
que el segundo y el
tercer
supuesto son los más dañinos
opynghted material
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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NECESITAMOS N PSICOLOGIA DIFERENTE
para las relaciones humanas. a manera más sencilla de en-
tender
esta psicología tradicional es pensar
en
la forma
en
que la
mayoría de nosotros la ponemos
en
práctica.
rimer
supuesta Contesto el teléfono abro la puerta cuan-
do
suena
el timbre me
detengo
cuando el semáforo está
en rojo o hago muchas
ouas
cosas como respuesta a una
simple señal externa.
egun o
supuesto
Puedo lograr que otras personas ha-
gan lo
que yo quiero aunque no deseen hacerlo y otras
personas pueden controlar la forma
en
que pienso actúo y
•
sIento.
Tercer
supuesw Es correcto e inclusive es mi obligación
moral ridiculizar
amenazar
y castigar a aquellos
que no
hacen lo que les pido o recompensarles si
con
ello logro
que hagan lo
que
yo quiero.
Estos tres supuestos o creencias del sentido
común
son
la base de la psicología del control externo la cual en esen-
cia rige al mundo
En
el primero el timbre del teléfono o cualquier otra
señal
mecánica
es lo que la mayoría de la gente conside-
ra como el control externo que les hace contestar.
En
el se-
gundo extrapolando el control está
en
manos de alguien
externo a la persona por ejemplo un
padre
que le dice a
su hijo: Corta el césped» o
un
profesor que le dice a su
alumno: «Deja de hablar
en
clase» o un esposo que le dice
a su esposa:
«Me
sacas
de
quicio».
Por
último
en
el
terce-
ro el más destructivo de los supuestos los esposos las es-
posas los padres los profesores
y
los jefes creen que es su
obJjgación moral amenazar castigar o regañar a sus hijos o
a los adultos que eligen desobedecerles porque piensan
que lo mejor para ellos es
hacer
lo que se les pide.
a idea fundamental que subyace en estos tres supues-
tos de que la motivación es externa es falsa. De la misma
opynghted material
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•
L T ORI
manera
que
el mundo fue
plano
hasta
que
alguien comen
zó a cuestionárselo
responder
al teléfono
porque
suena el
timbre parecerá lo correcto mientras no nos lo cuestione
mos. Cuando cualquiera
de
estos supuestos del control ex
terno es cuestionado se hace evidente que lo
que
parecía
ser lo correcto
ya
no lo es. Por ejemplo no contestamos un
teléfono porque
suena
sino
porque
así lo queremos. Aun
que
parezca obvio
cada
vez
que
contestamos al teléfono
hemos decidido
que
ésta es nuestra mejor elección.
Si
no
lo pensáramos no lo contestaríamos.
Usted podría argumentar Si no contesto al teléfono
porque suena entonces ¿cuál es el sentido del timbre?
Yo
no voy por ahí contestando teléfonos
que
no suenan . El
timbre tiene una misión pero no es
la
de hacer que usted
conteste sino la de informar
de que
alguien quiere hablar
le. Tanto
el
timbre
del
teléfono
como
todo aquel10
que
percibimos del mundo exterior incluso de nuestro cuerpo
es información. Pero la información no es control.
La
teo
ría de la elección explica
que
los estímulos externos no
pueden
controlar al ser humano para obligarle a
que
elija
-
una opoon concreta.
Al igual que la información no nos obliga a hacer una
cosa determinada también
podemos
elegir
entre
tenerla o
no en cuenta yactuar
de
la manera que nos parezca conse
cuente. No
somos máquinas y no estamos diseñados para
contestar de forma específica a un control externo. Cuan
do hacemos lo que se nos dice es porque elegimos hacer
lo sobre la base
de
la información de
que
disponemos. En
el caso del teléfono si no queremos contestar lo dejamos
sonar
hasta
que
el
contestador
automático se accione o
bien desconectamos el teléfono o le decimos a alguien
que conteste
por
nosotros.
Cualquiera
que
sea el comportamiento
que
escojamos
éste se
genera en
nuestro cerebro. La teoría
de
la elección
nos explica que
al
igual
que
todas las criaturas vivientes es
tamos motivados internamente Uno podría preguntarse:
«¿Qué
importa saber
por
qué
contestamos al teléfono o
opynghted matenal
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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E E T MO
P I
OLocí
DIFERENTE
por qué hacemos lo que hacemos? Ya lo hice, y ¿qué?».
Una simple informa ión mecánica corno
el
timbre del
te-
léfono o la luz
del
semáforo no tienen ninguna
importan-
cia. Sólo se
aprecia
la enorme diferencia entre el
control
externo y la
teoría de
la
elección cuando
se pasa
de
un su-
puesto
al siguiente, el segundo supuesto que es mucho más
complicado
tratar
de hacer
que
alguien haga lo que no
quiere
o creer
que
alguien puede controlar nuestro com-
portamien
to .
Por ejemplo,
si
conozco la
teoría
de la elección, nadie
me
hará
sentir culpable si me dice que le gustaría
tener
una casa tan
bonita como la mía. Si yo hubiera hecho algo
para
privarle a
usted de tener una
casa
hermosa,
entonces
tal vez escogería sentirme culpable, pero no es así. ¿Por
qué debería optar
por
sentirme culpable?
La
teoría de la
elección nos ofrece la gran
ventaja
vital de
liberarnos
de
ese sentimiento
de culpa
que no
nos
merecemos y que pro-
viene del
mundo del
control externo
en
que vivimos. Mu-
chas madres confían
en
la psicología
del control
externo
para hacer que sus hijos se sientan culpables. Pero sentirse
culpable,
porque
uno
no hace lo que la propia madre es-
pera,
es
fruto de
una
elección. Cuando
se
aprende
esta lec-
ción y no es fácil
hacerlo
cuando se tiene una
madre
muy
hábil para hacer
sentir
a uno culpable , entonces
tanto ma-
dre
como hijo son libres
de
tomar opciones mejores.
El comportamiento de un buen amigo
mío
climinólo-
go, que
no
creía que esta
diferencia
teórica entre la psico-
logía del control
externo
y la teoría de la
elección
tuviera
ninguna importancia,
ilustra
muy
bien el tema de la liber-
tad de elección. Tal vez le d ~ la vida al
hecho
de
que
optÓ
por
lo que
la
mayoría de nosotros
consideraría
una
mala
elección, cuando la psicología del control externo
era
una posibilidad amenazadora pero que no
llegó
a utili-
zarse.
Este amigo viajó a Las Vegas por
cuestiones académicas
y de negocios y se quedó en un hotel elegante.
Aunque
sus
amigos
le previnieron
de
que fuera cuidadoso y cerrara
opynghted material
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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36
LA
TEüRIA
con
llave
y
cadena la
puerta
cada vez que entrara
en
su
cuarto
no
prestó mucha atención
a la
recomendación
Una día olvidó
cerrar
la
puerta con
todas las seguridades y
entró
un
hombre empuñando
un
revólver.
Si
uno hubiese
estado allí
habría
presenciado algo poco frecuente:
un
cri-
minal y
un
criminólogo frente a frente.
El
primero firme
creyente
de la
psicología tradicional dijo: «Déme su bille-
tera».
amigo sorprendido
y
se sorprendió porque esta-
ba
practicando
la teoría
de
la elección le dijo al ladrón:
«No le puedo dar mi billetera pero le daré el dinero». El
criminal
tomó
los pocos dólares que mi amigo colocó en el
piso y salió del cuarto.
Si
el criminal hubiese sido un practicante aplicado de la
psicología del control externo mi amigo no hubiese vivido
para contar la
historia.
Un
revólver
en
las
manos de
un
hombre
capaz
de
utilizarlo es tan poderoso
como
el mismo
control externo. En el
momento
crucial cuando mi amigo
escogió no darle su billetera el criminal optó por la teoría
de la elección
y no
le disparó.
Las
opciones por poco usua-
les que parezcan son el o ~ j t v o de este libro.
Si
incluso un
criminal entregado puede abandonar el control externo
cuando le
parece
apropiado
no
debería serlo tan difícil
para
nosotros.
Pero
a menudo en la vida si nos sentimos desdichados
es
porque
continuamos
culpando
a otros
de
nuestro estado
de ánimo o porque tratamos de
controlar
a los demás aun
cuando esto vaya
en
contra de nuestros propios intereses.
Para explicarlo
continuaré con
el ejemplo que antes men-
cionaba del
padre
ydel hijo. Usted encerró a su hijo
por no
haber
hecho
sus
deberes
y
tampoco
consiguió
que
los hi-
ciera. Sale
con
chicos
que
usted considera una mala in-
fluencia. Además admite estar
fumando marihuana y
usted
le ha visto escapar
de
casa los fines
de
semana.
Ha invertido
mucho
tiempo
en
castigarle y regañarle
pero su hijo está cada vez peor. No le deja salir
durante
la
semana y
tampoco durante los fines de semana.
El
tiempo
pasa y usted comienza a darse cuenta de
que
este castigo
opynghted m teri l
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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NE E IT M U
r
I OLOGÍ
DIFERENTE
que pudo haber
funcionado
cuando los dos tenían una re-
lación mejor
no
funciona. Su hijo ya
no
le
habla
y usted
acaba de recibir una nota del colegio en
la
cual
le infor-
man
de
que su hijo falta a menudo a clase.
El castigo
no
funciona pero usted
cree
fmnemente
que
está haciendo lo correcto. Aunque trate de retenerlo se da
cuenta
de
que
no
tiene influencia
alguna
sobre él.
Cuan-
do trata de conversar
con
él su hijo mira hacia otro lado
como
si le estuviera
diciendo:
«¿Quién va a
querer
escu-
charte? .
Su
hijo piensa
de usted
que es casi un cero a la izquier-
da. La escasa relación que tenía con él antes de encenarlo
parece haber desaparecido del todo o queda
nada
del
hijo que tenía hace algunos
años
y usted está desesperado
Su propio hijo le trata
como
a
un enemigo Aunque
no
pueda entender qué
es
lo
que no
funciona
en
realidad
lo
que sí sabe es que lo que está haciendo les está distancian-
do
cada
vez más.
Este
mismo
escenario con variantes se observa en
mu-
chas de las relaciones que padres y maestros mantienen
con los adolescentes. El
matrimonio
también es tierra abo-
nada para largos episodios de malestar al igual que el em-
pleo
o el
trabajo
insatisfactorio.
Pero
todo
este
dolor
es
controlable
No
tiene nada que
ver
con
el
dolor que
se
siente después de un suceso trágico incontrolable como la
pérdida
de
un
ser querido
o
con
la incertidumbre que si-
gue a la pérdida
de
un buen
empleo
cuando no se ha he-
cho nada para
merecerlo
Es controlable porque
uno
pue-
de optar
por dejar
de
castigar al adolescente con
quien
quiere
l1evarse bien y
aprender
a tratarle
para que no
sea
tan desobediente Describiré en detal1e la forma de hacer-
lo en
la segunda
parte
de este libro.
En el caso de su hijo el castigo uenoo malo no
funciona
Antes
de que
le castigara sin salir
hacía parte de
sus
deberes
pero ahora ha
elegido no
hacer nada
en abso-
luto. Antes al
menos
podía
hablar
con él pero ahora ni se
ditigen
la palabra;
lo
que en un
principio
era una buena
opynghted matenal
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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38
L T ORí
relación hor les ha convertido en adversarios. La causa
de
este malestar es el h ber
opt do
por el
segundo
y el ter
cer supuesto de la psicología del control
externo
que uno
puede y debería obligar al hijo a h cer lo que
uno
cree co
rrecto . Si
uno
opt
por
detener el control incluso en un
mundo
basado en el control externo tal vez pued dej r
de sentirse mal y contribuir a
que
los demás también de
jen
de sentirse así. Saber
que
los demás necesitan de usted
tanto
como
usted
de
ellos
unque
estén tratando de con
trolarle puede ayudarle a
detener
las represalias y las cosas
pueden mejorar.
Pero puede h cer algo más que dejar de controlar. Pue
de
reemplazar la fuerza y la represalia por la negociación.
Dígale a su hijo
por
qué no le va a castigar más. Dígale que
su relación con él es más importante para usted
que
su tra
bajo escolar y
que
desea
h cer
cosas interesantes y diverti-
das
con
él como antes hacían.
l
sabe
que
usted
quiere
que
él haga su trabajo escolar
porque
usted se lo
h dicho
muchas veces. Seguir martilleando sobre lo mismo es total
mente ineficaz. Si los dos logran acercarse otra
vez
es posi
ble que comience a trabajar en el colegio y a h cer todo lo
que usted desea; más que si continú n siendo extraños.
s
import nte
comprender que
si
ejercemos coerción
sobre alguien
por
mucho
tiempo es posible
que
lleguemos
a un punto en el
que ya
no podamos acercamos
nunc
más
a esa persona. Si falta esta proximidad algunos chicos pue
den
desistir
de
establecer relaciones y emprender la bús
qued destructiva del placer. Para alcanzar y m ntener las
relaciones
que
necesitamos debemos evitar elegir la coer
ción la fuerza
el
castigo la recompensa la manipulación
la crítica la culpa el regaño la comparación y la amenaza.
Debemos
opt r
por
reemplazar estas conductas destructivas
y escuchar negociar amar h cer amigos confiar aceptar
querer y estimar. Estas palabras explican la diferencia entre
la psicología del control externo y la teoría
de
la elección.
Mientras buscaba en el diccionario los términos para el
nterior
párrafo descubrí
que
en él la mayoría de palabras
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7/21/2019 La Teoria de La Elección
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•
E ESIT MOS UN PSI OLOGI DIFERE TE
39
defmían mejor el control externo que la teoría de la elec
ción. Puesto
que
el lenguaje es
un
espejo
de
nuestra cultu
ra ésta es la
prueba
de que vivimos en un mundo hecho
más para destruir l s relaciones que para cultivarlas.
Aunque como nación hemos tenido poco éxito
en
me
jorar nuestras relaciones humanas seguimos preocupados
e invertimos mucho dinero uatando de
reducir
nuestra
desdicha. Tan sólo en la educación pública se siguen invir
tiendo
billones de dólares
para
mejorar
los colegios sin
cuestionar l medición habitual del éxito escolar. En 1997
el presidente Bill Clinton dedicó diez minutos de su dis
curso del estado de l nación a l educación. Hizo algunas
sugerencias y sugirió
que
se dispondría de más fondos
f -
derales si fuera necesario.
Pero hay algo sobre las personas
que
es indiscutible y
es
que
el éxito
en
cualquier
campo
es
directamente
pro
porcional a la manera cómo se relacionan las personas
involucradas. Esto es evidente
en
los mauimonios y
en
las
familias
pero
es igualmente válido en los colegios y las em
presas. Los alumnos que se llevan bien con sus profesores
y compañeros casi siempre tienen éxito pero en general
menos de la mitad lo logran. Y
l
proporción de alumnos
que
lo consiguen es inferior al diez
por
ciento
en
los cole
gios de comunidades pobres tanto urbanas como rurales.
La mayor parte del dinero
y
del esfuerzo
en
estos colegios
disfuncionales no sólo se pierde sino que a veces se in
vierte
en
seguir programas disciplinarios perjudiciales pala
las relaciones que los alumnos deberían establecer para te-
o •
ner exlto.
Debemos hacer
un
esfuerzo a nivel nacional para orga
nizar colegios en los cuales los profesores y los alumnos
sean felices. Pero tenemos que ir más allá de los colegios y
consU uir
una
sociedad en la cual los esposos y esposas los
miembros de la familia los trabajadores y sus directores
sean más felices. Sé que corro el riesgo de parecer ingenuo
pero
diría que en última instancia este libro trata sobre la
búsqueda
de
la felicidad. De todo aquello
que
intentemos
•
opynghted m ten l
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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4
L
T ORI
esta
meta
aparentemente modesta es la más difícil
de
lo-
grar.
Creo
que
para ser
felice es necesario estar cerca
de
otras personas que lo son. De ahí
que cuanta
menos
gente
feliz haya menos posibilidades tenemos
de
serlo. El mun-
do
está lleno de
gente
sola frustrada malgeniada e infeliz
incapaz de acercarse a alguien
que
irradie felicidad. Lo
que mejor saben hacer en sociedad es quejarse enfadarse
y criticar cosas
que no
ayudan a relacionarse bien con los
demás.
Lo que me
gustaría explicar ahora y tratar más
en
pro-
fundidad
en
capítulos posteriores es
que
la infelicidad
puede llevar a las personas hacia dos direcciones opue taso
El
primer grupo
trata de volver a encontrar el
camino de
la
felicidad es decir establecer
de
nuevo relaciones placente-
ras con
gente
feliz.
El segundo grupo ya
ha dejado
de
bus-
car
la felicidad o a la
gente
feliz y ni siquiera
intenta
en-
contrar
relaciones placenteras.
Pero como
todos
no
dejan
de intentar
sentirse bien. Buscan
reiteradamente
el placer
sin entablar relaciones y
1 encuentran
en el alcohol la co-
mida y las drogas o
en
la violencia y
sexo in amor.
Si no
podemo crear una sociedad en la cual haya más
gente
fe-
liz estaremos muy lejos de reducir
estas
opciones destruc-
tivas y autodestructivas.
Recientemente un
portavoz de la DEA Drug Enfor-
cement
Agency dijo
en
la radio
que en
la ciudad de ue-
va York hay
medio
millón de adictos a la heroína y a la
cocaína.
Aunque
este número fuera exagerado si agregá-
ramos a los alcohólicos
que
también son adictos el
núme-
ro sería
sorprendente.
Casi
toda
esta
gente
ha
abandonado
las
buenas
relaciones
pOI
un
placer deshumanizan
te. En-
cuentran
fácilmente un placer rápido e inten o en las dro-
gas
porque
ese placer ólo requiere que la
droga
esté
en
u
corriente sanguínea. Excepto
para
conseguir la droga
no
necesitan de nadie más.
Algunas personas de dichadas
de
las
que
estoy hablan-
do
no
necesal;amente
on
pobres o forman parte
de una
o p y n J ~ l l t { j maten
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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NE
E lT MO NA PSI
OLO
lA
DIFERE TE
41
minOlia. Tampoco están necesariamente inmersos
en
el
mundo
de
las drogas,
de
la violencia o del sexo sin amor.
Muchas de estas personas son responsables, cuidan de sí
mismas y
no
hacen daño a nadie, pero debido a la forma
en
la que eligen comportarse, son incapaces de sostener re-
laciones satisfactorias con gente feliz
y
como resultado lle-
van una vida desdichada. La infelicidad está
entre
las más
democráticas de todas las experiencias.
Como
no
comprendemos la diferencia
enU e
buscar la
felicidad en las relaciones y buscar el placer sin ellas,
no
comprendemos tampoco por qué es tan difícil ayudar a las
personas infelices que buscan el placer. Damos por sentado
que están buscando las relaciones humanas que les sugie-
ren
profesionales
como
psiquiatras, psicólogos, asistentes
sociales y consejeros.
Pero para el segundo grupo de personas desdichadas,
aquellas
que abandonaron
sus relaciones
y
buscan el placer
sin ellas, esta presunción es errónea
Pueden
expresarse
como si estuvieran buscando dichas relaciones, pero es
sólo habladuría. Como no lo hacen, es más difícil ayudarles
que si estuvieran buscando aún la felicidad. os guste o no,
alguien debe relacionarlos con personas que estén buscan-
do
la felicidad.
Los consejeros
y
los maestros son las personas más indi-
cadas para hacerlo, aunque
los voluntarios
no
profesiona-
les que conocen la teoría de la elección y son hábiles para
trabajar con grupos humanos
como, por ejemplo, buenos
profesionales retirados , son
una
buena opción. Trataré
este tema en la última parte del libro.
En
el caso de los l-
cohólicos,
la
organización Alcohólicos Anónimos
AA)
les
ofrece las relaciones que les son t n necesarias y tienen éxi-
to con aproximadamente la mitad de los asistentes. Si algo
caracteriza a la organización Alcohólicos Anónimos es que
utiliza
mucho
más la teoría
de
la elección
que
la psicología
del control externo.
Todos nosotros, profesionales y no profesionales, ten-
dremos más éxito con el
grupo
de
los
que
buscan
el
placer
opynghted
m t ri l
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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LA T ORí
sin importar
cómo
se comporten si entendemos que pa-
decen
de
una
carencia
de
relaciones interpersonales. Pero
para relacionarse satisfactoriamente con ellos hay
que
ser
muy escrupuloso y no tratar
de
controlarles pues el con-
trol externo su uso y el uso
que
otros hacen de él es
que
les
ha
\levado
justamente donde
están. Otra cosa que
da
buen resultado es hablarles
de
la teoría
de
la elección por-
que
les permite entender lo
que
se están haciendo a sí mis-
mos.
La
teoría
de
la elección
debería
entrar
en
el currícu-
lo educativo de todos los programas de correccionales y
centros de rehabilitación para adictos a
las
drogas
porque
es justamente en estos programas
donde
enconuamos un
gran
número de
personas
que
buscan el placer. La ense-
ñanza
de
esta teoría en pequeños grupos
puede
ser muy
efectiva ya
que
les ofrece la
oportunidad
de establecer re-
laciones satisfactOlias
experimentando
la teoría mientras
la van aprendiendo. Como explicaré en el siguiente capí-
tulo nos necesitamos los unos a los otros; es
una
necesidad
que
se encuentra en nuestros genes.
opynghted m teri l
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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apítulo
NECESID DES SIC S
SENTIMIENTOS
Como nuestros padres, tías, ÚOS, hermanos, hermanas
y
profesores los abuelos con frecuencia son la excepción
se dedican a tratar de obligarnos a hacer las cosas a su ma-
nera,
aprendemos
rápidamente a practicar la psicología
del control externo. Lo que no aprendemos es la razón ver-
dadera de todo nuestro comportamiento por ejemplo,
¿por
qué
las relaciones duraderas son más importantes
para nosotros que para muchas de las otras criaturas v -
vientes
y
por qué
son tan difíciles
de
lograr? Pienso expli-
car el origen de nuestra motivación, l cual creo que pro-
cede de nuestros genes, al igual que explicaré que hay
razones de índole genético
por
las cuales escogemos tantos
comportamientos de control externo.
uandonacemos, casi lo único
que
podemos hacer es
llorar, molestar, chupar y mover brazos y piernas. Este llan-
to
y
lloriqueo
como
expresión temprana
de
la irritación, es
nuestra forma de tratar de obligar a nuestras madres a cui-
dar
de nosotros, y muchas de ellas escogen
dar
respuesta a
esa demanda. Sin este cuidado moriríamos rápidamente.
Este llanto precoz, que es nuestro intento de satisfacer
una
necesidad genética de supervivencia, nos inicia en lo que
será
una
prolongada práctica de tratar de controlar a los
demás. Pero esto sólo es
una
iniciación;
no
estamos
t
opynghted matenal
7/21/2019 La Teoria de La Elección
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44
T ORí
fuertemente controlados
por
nuestros genes como para no
poder
aprender
a cuidar
de
nosotros mismos.
La siguiente historia muestra, no sólo
que
la lucha del
niño
por
lograr el control no es genética, sino que pode
mos interesarnos por personas
que
no tienen relación con
nosotros
yque
ni siquiera conocemos. En un avión
que
vo
laba
de
Los Angeles a Mineápolis, un niño
de
más o menos
16 meses de
edad
estuvo
gritando
durante las tres horas
de
viaje. La madre estaba al borde del colapso. Todos los
pasajeros nos sentíamos
incómodos
por el llanto y por
lo que ella trataba
de
hacer. Algunos
intentaban
ayudar
pero
el niño era implacable. Quince minutos antes
de
ate
n;zar,
la
madre gritó lo suficientemente fuerte como para
que
todos la oyéramos: «¡Ha sido un viaje in fernal »
El
nii ío sufría; tal
vez
sus oídos no se ajustaban al cambio
de
presión. Su cerebro estaba programado para interpretar el
dolor como
una amenaza para su vida
y
llevado
por
su ne
cesidad
de
sobrevivir hacía lo que podía: sollozar. Sabía lo
que
estaba haciendo, trataba de obligar a su
madre
a que le
ayudara. A esa edad, no conocía otra opción.
Pero cuando estos comportamientos de control dejan
de
funcionar, como seguramente sucederá cuando el
niño
crezca, éste aprenderá fácilmente a cuidar de sí mismo. Su
pongamos
que
dentro
de
diez años el mismo
niño
todavía
tenga problemas con el cambio de presión atmosférica. En
un viaje similar con su madre ya no gritará durante tres
horas, pues entenderá que ella no
puede
hacer nada, que
no
está
en
peligro de muerte y que gritar y llorar no
le
re
porta ninguna ventaja. Incluso puede que piense que si lo
hace, su
madre
se enojará, lo
que
le haría sentir todavía más
incómodo.
Por
lo tanto
no
prestará atención a sus genes
y
soportará su
dolor
lo mejor
que
pueda.
Pero durante ese viaje ocurrió algo más: casi todos los
pasajeros sentimos simpatía hacia
la
madre y habríamos he
cho todo lo posible
para
ayudarla de
haber
podido hacer
lo. Es sólo un ejemplo del
hecho
evidente de
que
muchos
de nosotros nos preocupamos
por
personas que no cono-
opynghted material
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NECESJO DES ÁSIC S Y E T MI NTO 45
cemos. También estamos dispuestos a pagar impuestos y a
hacer
donaciones
de
caridad para ayudar a extraftos. Esta
preocupación por gente
que no
está relacionada con noso-
tros es un
comportamiento
exclusivamente
humano
Puesto
que
tenemos
que
cuidar
durante mucho
tiempo
a nuestros niños y a los
demás
miembros de
nuestra
es-
pecie
empeñando en
ello
mucha energía
y recursos
que
podríamos dedicar
a nuestros propios hijos o a nosotros
mismos creo
que
los seres
humanos
tenemos instrucciones
genéticas adicionales tan fuertes como la supervivencia
que
nos llevan a involucrarnos muy de
cerca
unos
con
otros durante toda nuestra vida. En una nación tan rica
como los Estados Unidos donde la supervivencia no es una
preocupación tan
grande para
la mayoría la gran infelici-
dad que
sufrimos o la felicidad de la
que
gozamos están re-
lacionadas con nuestra habilidad para satisfacer necesida-
des
que
no implican l supervivencia. Para explicarlo
debo
hablar brevemente sobre la genética.
Cuando
un espermatozoide fertiliza un óvulo
cada
uno
aporta
cincuenta mil genes a esta primera célula. Estos
cien mil genes llevan las instrucciones
de
aquello en lo
que
cada uno de nosotros se
habrá
de convertir.
Cuando
esta
célula primaria se divide y subdivide billones
de
veces para
crear
en la persona una copia de esos genes iniciales se du-
plica
en
casi todas l s células del feto
que
comienza a cre-
cer. Cada célula
que
lleva
una
copia de estos genes es
s-
trui
por uno o más genes
para
convertirse en lo
que
sea
necesario: piel músculo hueso médula corazón pulmo-
nes o cerebro.
Los genetistas
han
descubierto
que
estos cien
mil
genes
contienen todo
el
programa
que seguido
íntegramente
logra convertirnos
en
lo
que cada uno
es desde el
punto
de
vista anatómico
y
fisiológico. i tengo ojos café
y
cabello ne-
gro es
porque
mis genes han determinado estas caracterís-
ticas anatómicas. i tengo buena digestión o talento musi-
cal es
debido
a la fisiología de mi estómago intestino o
cerebro todo derivado de mis genes. Asimismo si tengo fi
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T ORí
brosis cística es porque algunos de los genes que están vin-
culados con mis pulmones
no
están funcionando anatómi-
ca o fisiológicamente como deberían.
Los genetistas están tratando de averiguar el objetivo
exacto de cada
uno
de los cien mil genes el genoma hu-
mano pero aún queda mucho por descubrir. Están de acuer-
do
en
que
para
producir un bebé con anatomía y fisiolo-
gía normales no hacen falta ni
mucho
menos los cien mil
genes. Esto deja a una enorme
cantidad
de ellos con una
función todavía indeterminada.
reo
que algunos de estos
genes desconocidos contienen el substrato de nuestra psi-
cología, de ~ s t r o comportamiento y de lo
que
escoge-
mos
hacer con
nuestras vidas.
En ese sentido, además de
luchar
por
la
supervivencia,
lo
que depende
mucho
de nuestra fisiología, creo
que
es-
tamos genéticamente programados para
tratar
de satisfa-
cer
cuatro necesidades psicológicas:
amor
y sentimiento
de
pertenencia, poder, libertad y diversión. Nuestro compor-
tamiento siempre
corresponde
a nuestra ~ o r elección,
en
un
momento
determinado
para satisfacer una o más de
estas necesidades. Todos los organismos vivientes, las plan-
tas
y
los animales, tienen la necesidad de sobrevivir
y
de re-
producirse programada en sus genes. Los animales más
evolucionados
comparten
algunas
de
nuestras necesidades
humanas; por ejemplo, los
perros
pueden amar e incluso
sentir celos,
pero
no aman con la misma intensidad, com-
plejidad y diversidad que los seres humanos.
Más que los de
cualquier otro
animal, nuestros
genes
nos condicionan para algo más que para la simple supervi-
vencia.
Nuestra
necesidad
de amor y
de pertenencia nos
lJeva
no
sólo a
cuidar de
aquellos
que no
conocemos, sino
también a buscar,
durante
toda
la vida, relaciones satisfac-
torias con gente
especial,
como
compañeros, miembros de
la familia y amigos. Otros genes nos llevan a luchar por el
poder, la libertad y la diversión. Algunos animales de cere-
bro grande como las ballenas, las marsopas y los primates,
parecen tener necesidades similares, pero
no
sabemos lo
opynghted m teri l
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NE ESID DES
BASICAS y
SENTlMIE TOS
47
suficiente sobre ellos como para
poder
comparar sus nece-
sidades con las nuestras. Creo
que
hay muchas similitudes.
unque no sabemos cuáles son esas necesidades y tal vez
nunca lo sepamos t l como explico en este capítulo
nos esforzamos
por
satisfacerlas desde
que
empezamos a
respirar. Durante toda la vida seguimos con esta lucha.
Nuestra habilidad para
empezar
a satisfacer nuestras
necesidades mucho antes de saber lo
que
hacemos real-
mente
o
por
qué lo estamos haciendo es
uno de
los rasgos
geniales de la naturaleza. La evolución ha otorgado a los
seres humanos y a los animales superiores genes que desa-
rrollan la capacidad de sentir. Gracias a esta capacidad lo
primero
que
sabemos y sabremos siempre
por
encima de
todas las cosas es cómo s
senli7 WS
Dado que de entre to-
das las criaturas vivientes tenemos las necesidades más di-
versas y complejas tenemos también la más amplia gama
de sentimientos. Pero además
por
muy complejos que
sean esos sentimientos nos sintamos bien o nos sintamos
mal también recordamos lo que estábamos haciendo
cuando nos sentíamos así. Así basándonos en esos recuer-
dos luchamos
por
sentimos lo mejor
que
podamos
en
la medida de lo posible evitamos sentimos m l
Por
consi-
guiente la motivación tangible
de
todos nuestros compor-
tamientos es sentirnos tan y con tanta frecuencia bien
como nos sea posible.
Pero a medida que crecemos que pasamos de la infan-
cia a la adolescencia y luego a la
edad
adulta descubrimos
que
cada vez resulta más dificil sentirse bien porque las re-
laciones con los demás se van volviendo muy complejas. El
bebé del avión lo tiene fácil:
si
le duele algo grita y trata de
que la madre solucione el problema. Para el niño de doce
años las cosas son más complejas: soporta el dolor y
no
pre-
siona para que su madre haga algo que
no
puede hacer;
piensa: Si grito puedo poner
en
peligro mi relación con
ella . En definitiva si por una parte deseamos
sentimos
bien y evitar el dolor por otra las relaciones con las perso-
nas
que
descubrimos como necesarias para nosotros tienen
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lA
T ORí
una influencia significativa sobre la forma en que elegimos
actuar.
Muchos de nosoo OS estamos dispuestos a sufrir, a veces
intensamente, con el objeto de lograr buenas relaciones
ya
que son más relevantes
para
nosotros
que
el
propio
sufri-
miento. Para establecer, conservar y
mejorar
relaciones, lle-
gamos a involucrarnos durante mucho tiempo en activi-
dades desagradables e interminables creyendo que al
final, nos sentiremos
mejor
y estaremos más cerca
de
la
gente
que necesitamos. Incluso sin la promesa de una rela-
ción mejor, muchos estamos dispuestos a posponer el pla-
cer o a sufrir, con la esperanza de llegar a sentirnos mejor
o sufrir menos más adelante.
Pero, aunque
seamos infelices, nuestros genes no limi-
tan nuestra capacidad
para
sentimos bien
en
una relación
placentera. Para ampliar un poco más la argumentación
que
comencé al final del capítulo anterior, diré
que
hay co-
sas que podemos hacer por placer y que tan sólo
dependen
de nosotros mismos. Mucha gente se masturba por placer
desde muy temprana edad. Puede que fantaseemos pen-
sando
en otras personas mientras lo hacemos, pero el placer
no
depende de esas personas. También se obtiene placer hi-
riendo
a los demás sobre todo humillando
porque
esto
puede
satisfacer nuestra necesidad
de poder aunque
con
ello se frustre la de
amor
y pertenencia. Puede también
que
demos satisfacción a nuestros genes de la supervivencia en-
treteniéndonos con sexo sin amor, utilizando el
cuerpo
de
la otra persona solamente para obtener placer. Y también
somos capaces de atontar a nuestro cerebro con drogas que
crean
adicción para obtener sensaciones similares a las
que
experimentamos
cuando
tenemos
satisfechas todas
nuestras necesidades.
Nuestra sociedad funciona tan bien como lo hace por-
que
muchos
de nosotros nunca dejamos de buscar la felici-
dad ni renunciamos a la idea de que,
aunque
no sea fácil,
debemos
llevamos bien con aquellas personas con quienes
tenemos dificultades. Nos esforzamosjuntos por sobrevivir.
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NECESID DES BÁSICAS Y
SENTIMIENTO
9
Es más fácil más efectivo y normalmente nos sentimos
mejor
que
cuando
luchamos solos.
Por
supuesto necesita
mos
de
los demás
para
satisfacer nuestra necesidad
de
amor yde pertenencia. Descubrimos que es placentero uti
lizar algo de nuestro poder para ayudar a las otras personas
y que en el proceso incluso podemos obtener algo más de
poder.
Cuando
buscamos libertad lo hacemos siempre con
la
esperanza de
contar
con alguien
que
nos dará la bienve
nida cuando
queramos
regresar. Preferimos
aprender
y
divertirnos en compañía
de
otros. Esta es la forma ideal
de
satisfacer nuestras necesidades básicas: acercarnos a los
demás y tratar
de
permanecer cerca
de
ellos.
s
personas que no tienen relaciones estrechas suelen
estar solas y sentirse mal. Ni siquiera confian en
que
en
al-
gún momento se sentirán mejor porque al día siguiente es-
tarán
tan solas
como
siempre. A diferencia
de
la gente feliz
se concentran en buscar placeres a corto plazo.
El
alcohóli
co vive para las sensaciones inmediatas inducidas
por
el
al-
cohol; nunca se le cruza por la mente que se podría estre
llar
con
su coche contra un árbol. En lo
concerniente
al
placer la
gente
desdichada puede llegar a ser totalmente
irracional en su búsqueda de satisfacción instantánea.
unque
la sensación
de
placer
obtenida
sin
mediar
una
relación puede ser sÍ Jlilar a la
que
sí que tiene ese origen
las actividades que conducen a sentimientos tan similares
son sin embargo diferentes. Sea precavido con aquellos
que parecen sentirse muy bien pero que no tienen amigos
íntim.os.
Puede ser
divertido estar con ellos pero su humor
puede convertirse en humiJlación y hostilidad. Si se casa
con esa clase
de
persona
pronto
se convertirá
en
el recep
tor-depositario
de
ese
humor
hostil y lo lamentará el resto
de
su matrimonio. Busque a alguien
que
tenga buenos
amigos
que
sostenga buenas relaciones y cuya compañía
usted
también
pueda disfrutar. Quien no tenga
buenos
amigos tampoco sabrá
cómo
amar.
Supongamos que nos sentimos bien la mayor parte del
tiempo y
que
nos
mantenemos
cerca
de
personas
que
sien-
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T QRI
ten lo mismo entonces podremos examinar a fondo nues-
tras sensaciones
para
averiguar con gran precisión hasta
qué punto estamos satisfaciendo nuestra necesidad de
amor y
pertenencia y
hasta qué punto satisfacemos las
otras necesidades
si
lo hacemos
junto
a aquellas personas
que
nos
importan
Cada
uno
de nosotros tiene
un
nivel
determinado
de satisfacción de sus propias necesidades
un nivel que nos indica si tal o cual necesidad está satisfe-
cha
y
si
es necesario un esfuerzo adicional
en
ese sentido.
Ampliaré esta idea
en
el capítulo 5
cuando
trate del tema
de la intensidad de las necesidades individuales.
Si uno
se levanta
temprano
por la mañana y se siente
desdichado seguramente una o varias
de
las cinco necesi-
dades básicas
no
está siendo satisfecha
en
la
medida en que
a uno le gustaJia. Por ejemplo uno se levanta con un res-
friado entonces el
dolor
le indica
que
su necesidad de su-
pervivencia está
siendo amenazada
por una
infección.
Si
una
persona
se despierta sola
porque
por ejemplo todos
sus hijos están en la universidad la necesidad de amor y
pertenencia
estará
agudamente
insatisfecha. Si alguien
está esperando un ascenso en el trabajo el
día que
tiene
que
recibir noticias
experimentará un
desasosiego
que en
realidad es la forma
que
tiene de afrontar una posible pér-
dida
de
poder.
Si
logra el ascenso se sentirá muy bien;
de
lo
contrario se sentirá peor de lo
que
se senúa en la espera.
Si
usted
contaba
con
que
iba a poder irse de vacaciones
con
la familia y
en
un
momento
dado se da cuenta de
que
el peno se
ha perdido
y de
que
no
va
a poder marcharse
hasta
que
aparezca entonces naturalmente se enfadará. Si
usted está
programado para
divertirse pero está
comen-
zando a llover
no
es necesario
que
se
pregunte
si
se
ha
frus-
trado su necesidad de diversión: su desencanto le dice in-
mediatamente
que
así es.
En
cuanto aprenda
a reconocer estas necesidades se
dará
cuenta
de
cuáles no
han
sido satisfechas cuando se sien-
te mal y
de
cuáles sí lo
han
sido
cuando
se siente bien. Pue-
de
que
no sea tan obvio como en estos ejemplos claramen
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NECESID DES ÁSIC S Y T MIENTOS
5
te delineados pero nOlmalmente es posible identificarlas
si
se toma el tiempo suficiente
para
hacerlo
SUPERVIVENCI
Todas los seres
vivos
están genéticamente programados
para luchar para sobrevivir La palabra castellana «ganas»
mejor
que
cualquier
otra que
yo conozca describe este fuer-
te deseo de involucrarse en
una
lucha
por
la supervivencia
Significa deseo de trabajar intensamente de seguir adelan-
te de
ir
más allá de la supervivencia hasta alcanzar la seguri-
dad Las «ganas» es
un
rasgo muy valorado; si
uno quiere
que se haga algo contrata a
quien
tenga muchas «ganas» de
hacerlo Si está buscando
un compañero
con el cual pueda
construir
una
familia
y
una
vida satisfactoria
de
p r ~
bus-
que
a alguien con «ganas»
de
hacer lo mismo y trátelo bien
e
todas formas evite criticar a alguien tan motivado por-
que estas «ganas»
pueden
volverse
en
contra suya
El
otro
aspecto de la supervivencia relacionada
con
la
supervivencia de las especies está basado
en
el placer se-
xual
desde
el
punto
de vista genético este aspecto pare-
ce
haber
tenido
mucho
éxito Hay pocos lugares
donde
exista
un
déficit
de
gente Pero el sexo por supuesto apa-
rece involucrado
en
otras necesidades además de la super-
vivencia; muchas personas piensan a menudo
en
el sexo
por placer Haya amor o no
en
la relación sexual las técni-
cas de
control
de la natalidad permiten aumentar el placer
y tal vez sea una de las mejores fórmulas que el
hombre
haya
podido encontrar
para disfrutar y prevenir al mismo
•
nempo
Una de las diferencias entre hombres y animales radica
en que los seres
humanos
descubren a muy temprana
edad
que
tienen
la necesidad de sobrevivir y que
además
siem-
pre será así Nos esforzamos por vivir nuestras vidas pen-
sando
en
la longevidad Muchos hacen ejercicio dietas o
incluso
compran agua
embotellada
con
la esperanza
de
vi
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L T ORí
vir más años y con mejor salud. Desgraciadamente la gra-
sa que es fácil de conseguir pero muy peIjudicial
p r
la
supervivencia nos parece muy
buen porque
nuestros an-
tepasados sobrevivieron consumiéndola. Algunos de noso-
tros daríamos la vida por las
h mburgues s con
queso
pero por lo general no lo hacemos hasta
que
nuestros hi-
jos no son mayores o están bien desarrolIados. Así que se-
guimos con un placer genético asociado al consumo
de
grasas
pero
debemos desecharlo si deseamos estar saluda-
bles.
Pero aforrunadamente
tener un
conciencia
de
futuro
que
nos impide sentirnos a gusto
consumiendo
gra-
sas nos ayuda a no consumir.
Reconozco que hay milIones
de
personas que sufren
continu mente
de
h mbre
y de
enfelmed des porque
no
tienen suficiente comida o no disfrutan de cuidados médi-
cos. Estas personas no eligen
tener h mbre
o
c recer
de
esos cuidados. El
dolor
causado
por
el
h mbre
es automá-
tico y forma parte
de
nuestra necesidad
de
supervivencia.
Sin emb rgo este libro no se refiere
direct mente
a esta
clase de privación involuntaria. De todos modos hablaré de
ello con algún detalle cu ndo me refiera a la razón por la
cual muchas adolescentes opt n por pasar
h mbre
incluso
en algunos casos hasta lIegar a la muerte. Este
hecho
mues-
tra la habilidad
que
tenemos para pasar
por
encim de
la
necesidad de sobrevivir con el fin
de
satisfacer
otr
necesi-
dad: la de poder. Si la supervivencia fuera todavía el instin-
to principal no habría anorexia ni por supuesto suicidios.
La teoría de la elección se puede aplicar a todas
las
acti-
vidades humanas incluida la supervivencia pero este libro
se
concentr
en la actividad social: descartar el control ex-
terno
nos ayuda a llevarnos mejor
con
los demás. Sin em-
bargo es interesante
punt r
que en nuestra violenta socie-
d d
llevarnos bien con los demás
puede tener mucho que
ver con la supervivencia. Entre losjóvenes la causa de mor-
talidad más frecuente son las heridas por armas
de
füego
en lugar
de
las
enfermedades o los accidentes. Es obvio
que
si
un
número
mayor
de
personas se llevara bien con las de
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7/21/2019 La Teoria de La Elección
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•
En la que e sin duda su obra má imp rtante William Glasser
no hace partícipe
de
nueva y apasionante «teoría
de
la
elección»: cómo podemo «elegir» nue tra emociones y nue tros
acto con el fin
de
vivir
una
vida
más sana
y productiva. Así
explica que todo lo
que
hacemos pen
amos
y
enhmo
procede
de
nue tro interior y no como cree la mayoría de
una
reacción
me
las
per
onas y las cosas
que
nos rodean.
ue
tra
conducta
es el mejor
medio
de que di ponemos para
realizar elecciones que nos acerquen lo más posible a
nuestra
•
imagen ideal del mundo Por ejemplo contestamos
al
teléfono
porque
según
las imágenes que nos hemos fomlado en nuestra
mente
hablar con la gente es una experiencia satisfactoria.Y
nos
deprimimos para tratar
de
obligar a quien
nos
ha rechazado
a volver c n
nos
tros.
ne te atractivo libro el doctor Glas er explica e ilustra
la
teoría
de
la
elección
de
una forma
que
nos ayuda a
aprender cómo
controlar
mejor nuestras
relaciones y
nuestros
actos. Los
pr
blemas del matrimonio o
de la
educación
de
los hijos
de
las
dolencias psicosomáticas o los problemas de peso del alcoholismo
o
de
cualquier otro tipo
de
adicción son algunos de los escenarios
que analiza. Y lo hace vinculando la conducta humana a la
imagen que de ella se hacen las personas investigando el modo
en que esas imágenes
llegaron allí
y
finalmente utilizando
ejemplos y casos reales para preguntar e qué podemos
hacer
respecto a ella .
William Glasser fundador dellnstitute for RealityTherapy de
Lo . ngeles es autor de
numero
libro obre salud mental
y educación
entre
los
que
se
cuentan
Reality
Therapy
Schools
ithout
Failure y
Positive
Addictiol1
¡SS 84 493 0723 6
59 6
•