la verdad al desnudo

3
Lladró es la única empresa española que dedica mas del 20% de su facturación a la creación, algo insólito en un país en el que crear no tiene línea en la cuenta de resul- tados. Detrás de algunos tópicos se esconden verdades sorpren- dentes, como el hecho de que unos veinte escultores y va- rias decenas de diseñadores, pintores y grabadores con declinación en masculino y femenino, se pongan cada día una bata blanca para modelar una forma de ver la vida. En realidad Lladró ha sido durante mas de 50 años el Parnaso de muchos estu- diantes de Bellas Artes Va- lencianos, la otra alternativa eran los juegos florales del arte fallero. Así esta empre- sa se convirtió en escuela, en taller y en academia, y su fábrica en algo parecido a un campus, en la paradoja está la verdad, según reza en cualquier manual zen. La escultura es un oficio de perseverancia, y haber naci- do en la huerta valenciana una garantía de insistencia, por eso quizás cuando hasta las marcas históricas de Eu- ropa Central o Inglaterra se entregan a la deslocalización mas estandarizada, Lladró persiste en seguir fabricando sus ideales a no mas de 200 metros del primer horno que encendió a mediados del si- glo pasado. 10 9 La verdad al desnudo Texto: Ismael Fernández Fotos: Lladró

description

 

Transcript of la verdad al desnudo

Page 1: la verdad al desnudo

Lladró es la única empresa española que dedica mas del 20% de su facturación a la creación, algo insólito en un país en el que crear no tiene línea en la cuenta de resul-tados.

Detrás de algunos tópicos se esconden verdades sorpren-dentes, como el hecho de que unos veinte escultores y va-rias decenas de diseñadores, pintores y grabadores con declinación en masculino y femenino, se pongan cada día una bata blanca para modelar una forma de ver la vida.

En realidad Lladró ha sido durante mas de 50 años el Parnaso de muchos estu-diantes de Bellas Artes Va-lencianos, la otra alternativa eran los juegos florales del arte fallero. Así esta empre-sa se convirtió en escuela, en taller y en academia, y su fábrica en algo parecido a un campus, en la paradoja está la verdad, según reza en cualquier manual zen.

La escultura es un oficio de perseverancia, y haber naci-do en la huerta valenciana una garantía de insistencia,

por eso quizás cuando hasta las marcas históricas de Eu-ropa Central o Inglaterra se entregan a la deslocalización mas estandarizada, Lladró persiste en seguir fabricando sus ideales a no mas de 200 metros del primer horno que encendió a mediados del si-glo pasado.

109

La verdad al desnudoTexto: Ismael Fernández

Fotos: Lladró

Page 2: la verdad al desnudo

En un momento en el que no sé si André Gide me parece sublime o fastidioso, decido dejar de lado la Sinfonía Pas-toral y centrarme en Los Alimentos Terrestres, y considerar con atención la ausencia de pudor de algunos desnudos en los que Lladró se la juega a la inocencia.

11 12

Page 3: la verdad al desnudo

Seguramente estos son los desnudos mas bellos creados en porcelana, y además su precio es muy inferior al del catálogo razonado, si es que es posible razonarlo, de la obra de Damien Hirst. Empiezo a creer que en cuestiones de inversión tenemos que volver a consultar con nuestras madres.

www.lladro.com

13 14