La Verdadera Historia Del Crucificado.1

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Describe las verdadera historia de la crucifixión de Cristo

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La verdadera historia del CrucificadoArnold Omar Jimnez RamrezNo hay, en los Evangelios, una descripcin minuciosa de los sufrimientos que pas Jess durante sus ltimas horas de vida, porque entonces no era necesario describir algo que era tan del dominio pblico, como la Crucifixin. En base a documentos histricos, Semanario se ha propuesto describir el acontecimiento de la Pasin, Muerte y Resurreccin de Jess, el Mesas.Muchos se han preguntado si se puede conocer la manera detallada en la que muri Jess, y si no se ha exagerado a la hora de describir los sufrimientos a los que eran sometidos los crucificados; de aqu la necesidad de recurrir a las fuentes histricas. El material de referencias, relativo a la muerte de Cristo, se compone de un cuerpo de literatura y no de un cuerpo fsico o de sus restos. En este sentido, la credibilidad de cualquier discusin sobre la muerte de Jess ser determinada, bsicamente, por la credibilidad de las fuentes.Las descripciones ms extensas y detalladas de la vida y muerte de Jess, han de ser encontradas en los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Los otros 23 libros del Nuevo Testamento apoyan, mas no abundan en los detalles registrados por los cuatro evangelistas. Algunos autores contemporneos cristianos, judos y romanos, proveen informacin adicional sobre los sistemas legales judos y romanos del siglo primero, as como particularidades sobre flagelacin y la crucifixin. Sneca, Livil, Plutarco y otros historiadores se refieren a las prcticas de la crucifixin en sus diversos escritos. Adems, Jess es mencionado por los historiadores romanos Cornelio, Tcito, Plinio El Menor y Suetonio; y por los historiadores no romanos, Thallus y Phlegon, por el escritor satrico Luciano de Samosata, por el Talmud Judo, y por el historiador judo Flavio Josefo.De aqu que todos estos escritos e historiadores se conviertan en fuentes necesarias para la reconstruccin de la crucifixin; ms an, no cabra dejar de lado, objetos como el Sudario de Turn y descubrimientos arqueolgicos recientes (como el descubrimiento de los restos de un crucificado en Givat ha-Mitvar, en 1968) porque proveen informacin valiosa sobre esta prctica romana.Una prctica perfeccionada por los romanosLa crucifixin surgi, probablemente, entre los persas. Alejandro El Grande introdujo la prctica en Egipto y Crtago. Parece ser que fue transmitida a los romanos por los cartagineses, y la perfeccionaron como forma de castigo y tortura para producir una muerte lenta, con mximo dolor y sufrimiento. Era considerada sumamente degradante, y aplicada slo en esclavos, extranjeros, revolucionarios, y peligrosos criminales; nunca a un romano. En su forma inicial en Persia, la vctima era atada a un rbol o a un poste, usualmente para evitar que sus pies tocaran tierra santa. Luego se instrument una cruz comn: Un poste (estpite) y un travesao (patbulum), y tena algunas variaciones. A pesar de que las evidencias arqueolgicas e histricas indican que la cruz tipo Tau (la letra t griega) era preferida por los romanos en Palestina. En el tiempo de Cristo, las prcticas de crucifixin variaban frecuentemente de una regin particular a otra; tambin dependa de la imaginacin de los verdugos.El flagelo y la torturaLos Evangelios atestiguan que el sufrimiento de Jess comenz desde el da jueves, en el Monte de los Olivos, a donde se haba dirigido Cristo, acompaado de sus discpulos, despus de celebrar la ltima Cena, hacia el Noroeste de la ciudad. Ah, San Lucas, el evangelista mdico, nos habla de que Jess sud sangre, que en trminos mdicos se denomina hematidrosis o hemodrosis: Agotamiento fsico, acompaado de un trastorno moral, consecuencia de una emocin profunda y de un miedo atroz, seala la obra francesa: Le supplice de la Croix (El suplicio de la Cruz). Sangre mezclada con sudor, fruto no exclusivo del padecimiento fsico, sino gracias a la realidad de una agona interna, profunda, indescriptible: El agobio del peso de todos los pecados del hombre.Y despus la tortura, continu: Ante los sumos sacerdotes, ante el Sanedrn. Los evangelistas nos hablan de cmo se mofaron, golpearon y escupieron al que se proclam su Rey. Algunos traducen a San Juan diciendo que Jess recibi una bofetada ante el insulto de contestarle al sumo sacerdote. Mas la palabra que usa San Juan no significada bofetada, sino bastonazo. El italiano Judica Cordiglia dice: Produca una lesin del cartlago de la nariz y la posible desviacin de la misma, debido a un golpe con un palo corto y cilndrico, de 4 a 5 cm. de dimetro.Ante la falta de evidencias para condenar a Jess, Pilato, el procurador romano, orden la flagelacin. Esta prctica consista en por lo menos 40 golpes con el flagellum taxillatum (una especie de ltigo compuesto bsicamente de un bastn con tiras de cuero. La punta de cada tira se encontraba rematada con fragmentos de hueso de cordero y de plomo). Los golpes eran propinados por dos fuertes verdugos, uno ms alto que el otro, diestros en el oficio, que se colocaban uno de cada lado del reo hasta cubrirle metdicamente toda la superficie del cuerpo. Y despus, vena la burla de los soldados, una prctica que se convirti en ritual para ellos, cuando flagelaban a los condenados. Y con la burla lleg la coronacin de espinas. Estas espinas, extradas de una planta local, se entreteja alrededor de la cabeza, horizontalmente de la frente a la nuca, pasando por encima de las orejas.La cruz y la muerteMs all de los muros de la ciudad se encontraban colocadas las bases sobre las que se ponan las cruces de los condenados a muerte. Despus de que Jess hubo cargado el madero, con direccin al Monte Calvario, fue despojado de sus vestiduras que, indudablemente, se haban adherido a las heridas, lo que le ocasion un dolor tremendo en todo su Cuerpo. Puesto sobre la cruz, fue clavado de espaldas con pinchos de hierro en punta de aproximadamente 5 a 7 pulgadas. Primero, en las muecas (consideradas antiguamente parte de las manos), y luego, en los pies, donde se les colocaba una especie de soporte de madera, no con la intencin de minimizarles el dolor, sino de prolongar el sufrimiento.Segn las descripciones de los historiadores, la cruz, con el cuerpo del reo, era colocada boca abajo para asegurar los clavos y luego poder ser levantados para la exhibicin pblica. Clavado por completo, se le colocaba un letrero (titulus) que haca referencia al crimen, y con la intencin de propiciar burla y escarmiento. El de Jess, deca: Jess de Nazareth, Rey de los Judos. La agona duraba de tres a cinco horas, en las que era comn que algunos insectos se posaran y se introdujeran dentro de las heridas abiertas o los ojos, odos y nariz de la vctima, y que las aves de rapia despus desgarraran.Slo por amorNo habr nunca espacio suficiente para describir el dolor de Jess, la crueldad con la que le fue arrancada la vida. Hay quienes tachan al cristianismo de masoquista al tratar de revivir y poner de relieve los momentos ltimos de la vida del Mesas. Lo cierto es que, ms all del sufrimiento, la Pasin es el resumen de una vida de entrega completa y generosa a la voluntad del Padre. Es, en pocas palabras, el resumen de la vida de un hombre que vivi el amor hasta sus ltimas consecuencias: Dar la vida por los suyos y por los extraos, por amor, slo por amor.En la Cruz, no caba una herida msJess Carlos Chavira CrdenasAquella sera la noche de la traicin. Jess lo saba, y mientras oraba en el Huerto de Getseman, una enorme angustia mental provoc que su sudor se volviera como gotas de sangre.Ser el evangelista San Lucas quien adems era mdico el que presentar esta hematidrosis padecida por Jess. Vctima de una ansiedad severa, la secrecin de qumicos rompi vasos capilares en sus glndulas sudorparas, provocando que el sudor emanara mezclado con sangre y su piel se sensibilizara. En tanto, el aire fro de la noche pudo causarle fuertes escalofros.De esta forma, la enorme tensin emocional, el desvelo y la caminata de ms de cuatro kilmetros entre los lugares donde se desarrollaran el juicio religioso y civil, luego de ser aprehendido, fueron debilitando a Jess antes de enfrentar la flagelacin romana.Ya no pareca un ser humano (Is 52, 14)Cinco siglos antes de Cristo, Isaas haba profetizado la Pasin del Dios hecho hombre, quien sera desfigurado.De acuerdo con la tradicin de las flagelaciones romanas, conocidas por su brutalidad, Jess fue desnudado y sus manos atadas a una pila pequea, con la espalda encorvada. Generalmente eran 39 latigazos, con varias tiras de cuero sencillas o entrelazadas, de diferente longitud, en las cuales se ataban pequeas bolas de hierro o trocitos de huesos de ovejas a varios intervalos.Tal vez fueron dos verdugos quienes lo azotaron repetidamente y con fuerza excesiva. As, las bolas de hierro comenzaron a causar profundas contusiones heridas internas, mientras las tiras de cuero y huesos desgarraban su piel y cortaban hasta los msculos. Segn estas prcticas, los latigazos iban desde los hombros, pasaban por la espalda, las nalgas y las piernas.La severidad de la flagelacin dependa de la disposicin de los verdugos y su objetivo era debilitar a la vctima a un estado prximo al colapso o la muerte. La orden de Pilato fue azotarlo. Mas en los casos ms extremos, estudios mdicos afirman que este tipo de desgarres en la espalda, en ocasiones dejaban expuesta la espina dorsal; adems, las venas de la vctima quedaban al descubierto, mientras los mismos msculos, tendones y las entraas eran abiertos y expuestos.Lo cierto es que Jess probablemente qued en un estado casi de shock. As se encontraba cuando, como era costumbre, los soldados comenzaron a burlarse, colocando una tnica sobre sus hombros, una corona de espinas sobre su cabeza y un palo como cetro en su mano derecha, mientras lo escupan y golpeaban en la cabeza. Cuando le arrebataron la tnica, es posible que reabrieran las heridas, sobre las que soportara el peso de la Cruz.Al borde del colapso, carg la CruzEl condenado a muerte usualmente iba desnudo, y debido a que la cruz pesaba ms de 300 libras (136 kilos), slo se llevaba el travesao. ste, pesaba entre 75 y 125 libras (34 a 57 kilos), era colocada sobre la nuca de la vctima y se balanceaba sobre sus dos hombros.Cabe subrayar que Jess se encontraba en condicin hipovulmica mientras ascenda por el camino hacia el lugar de la ejecucin en El Calvario ms de medio kilmetro; es decir, debido a la gran prdida de sangre, su corazn se aceleraba para tratar de bombear aquella que no exista, pero al no conseguirlo, la presin sangunea fue disminuyendo, provocndole desmayos o colapsos.La Sagrada Escritura seala que finalmente Jess se desplom, y un soldado romano orden a Simn de Cirene que llevara el patbulo por l. Adems, es posible que por la condicin en la que Jess se encontraba, sus riones dejaron de producir orina para mantener el volumen restante, y comenz a sentirse sediento, porque el cuerpo ansiaba fluidos para reponer el volumen de sangre perdido.La Crucifixin, de la tortura a la asfixiaLos clavos que los romanos usaban eran de trece a dieciocho centmetros de largo, afilados hasta terminar en una punta aguda. Se ha demostrado que los ligamentos y huesos de la mueca entre el radio y los metacarpianos pueden soportar el peso de un cuerpo colgando de ellos, pero no las palmas de las manos. As, el clavo atraves y tritur el nervio mediano de Jess, produciendo fuertes descargas de dolor en ambos brazos, resultando en fuertes contracciones de la mano y su parlisis parcial. Luego, al traspasar los pies, es probable que laceraran el nervio peroneo, y ramificaciones de los nervios medianos y laterales de la planta, causando un dolor similar.Al momento de estar en posicin vertical, sus brazos se estiraron intensamente, tal vez quince centmetros, y ambos hombros debieron haberse dislocado, lo que confirmaba lo escrito por el salmista: Dislocados estn todos mis huesos.Pero la consecuencia principal de la Crucifixin, era la asfixia. El peso del cuerpo, jalando hacia abajo por los brazos y hombros extendidos, tenda a fijar los msculos intercostales en un estado de inhalacin y por consiguiente afectaba la exhalacin. Para poder hacerlo, Jess deba empujar hacia arriba con los pies clavados al madero. Al hacerlo, el clavo desgarrara el pie y la flexin de los codos causara enorme dolor en las muecas. Ms an, con cada respiracin, las heridas de la espalda rozaran contra la tosca madera, continuando la prdida de sangre y calambres musculares.La Muerte de JessA medida que la persona reduce el ritmo respiratorio, entra en lo que se denomina acidosis respiratoria: El dixido de carbono de la sangre se disuelve como cido carbnico, lo cual provoca un pulso irregular.La Muerte de Jess se precipit debido a la severidad de la flagelacin, con su consecuente prdida de sangre, agotamiento y estado preshock. Algunos anlisis de su fallecimiento hablan de un agudo paro cardiaco, luego de la filtracin de trombos que posiblemente llegaron hasta el miocardio, originando un fuerte dolor que lo hizo gritar: Padre, en tus manos encomiendo mi espritu y, al decir estas palabras, expir.Viacrucis hoyUn camino sin cruzArnold Omar Jimnez RamrezUno de los ejercicios de piedad ms arraigados en la vida cristiana de los mexicanos actualmente es el Viacrucis. De manera especial, aqullos que son representados en las calles de nuestros pueblos, de nuestras colonias, organizados por los prrocos o grupos parroquiales con el apoyo, incluso, de algunos ayuntamientos.La finalidad de el Viacrucis, de su representacin teatral, es reavivar en la mente y en el corazn del hombre, la contemplacin de los momentos supremos de la entrega de Cristo por nuestra redencin, para propiciar actitudes ntimas y cordiales de compuncin de corazn, confianza, gratitud, generosidad e identificacin con Cristo.Pero habra que aceptar, no sin tristeza, que esta prctica, en algunos lugares, dej de ser un motivo de contemplacin y se convirti ya en un espectculo conmovedor si se quiere, que no deja de ser eso, un simple espectculo.Sin sacrificioLo cierto es que en estos Viacrucis vivientes se ha perdido el espritu cristiano, el sentido contemplativo y trascendente de lo que ah se recrea ante los ojos de los fieles para la meditacin. Desde los Viacrucis ms mencionados a nivel nacional, como el de Ixtapalapa, hasta los que se organizan en los barrios, lo ltimo que ah se ve es el sacrificio. A lo largo de las vas dolorosas de la actualidad, abundan los puestos de comida, que desde temprana hora ofrecen sus viandas a los que, con sus rezos, participarn en el Viacrucis pero que, curiosamente, olvidan que ese viernes es uno de los dos das del ao en los que la Iglesia nos pide ayunar, precisamente para participar, de alguna manera, del sufrimiento de Jess.A lo largo de los recorridos abundan los vendedores de dulces, agua fresca, refrescos y hasta bebidas embriagantes, para mitigar el calor. Muchas personas rezan con devocin bajo la sombra reconfortante de su paraguas, y cuando la ocasin se los permite, se sientan en alguna banqueta para descansar un poco y seguir caminando con el Crucificado. An ms, hemos sido testigos de cmo en algunos de estos recorridos tradicionales, algunas personas, bajo el efecto del alcohol, hacen largas filas para contemplar al Cristo preso, que espera comenzar su recorrido. No falta el adulto que recrimine a algn inocente infante que busca la mnima oportunidad para distraerse, obligndolo, con una jaln de oreja de por medio, a participar piadoso de la devocin. Jess, sigue su camino al Calvario.Padecer con lContemplar el sufrimiento de Jess durante su Pasin y Muerte debera bastarnos para cambiar nuestra vida. Estamos a tiempo de rescatar una devocin histrica en la vida de la Iglesia y devolverle su autntico sentido, se que nos lleve a compadecernos de Jess. Mas la compasin autntica, la que expresa el significado latino de la palabra passio cum (padecer con), que sin duda alguna lograr una transformacin de nuestra vida y le dar un nuevo significado a nuestros sufrimientos y a nuestros dolores. Esta forma de meditacin, escenificada y alternada con cantos y oraciones, debera ayudarnos no slo a recordar los sufrimientos de Cristo, sino a descubrir, en cierta medida, la profundidad, la drama-ticidad, el misterio sumamente complejo, donde el dolor humano, en su ms alto grado, el pecado humano en su ms trgica repercusin, el amor en su expresin ms generosa y ms heroica, la muerte en su ms cruel victoria y en su definitiva derrota, adquieren la evidencia ms impresionante. El Viacrucis es una oportunidad para completar con nuestros sufrimientos lo que le falta a la Pasin de Cristo, por su Iglesia (Col 1, 24). Ah, caminando a la par del Nazareno, sin olvidar el da de ayuno, haciendo el sacrificio para dejar de lado la botella de agua, el refresco, la sombrilla, recogiendo nuestros pensamientos y sentimientos y unindonos en oracin a la procesin, podemos lograr que este acto de piedad se convierta en un autntico momento de oracin. Comencemos por nosotros mismos.El Papa nos invita a descubrir el sentido de las devociones cuaresmalesEn la vida de todos los das se corre el riesgo de ser absorbidos por las ocupaciones y los intereses materiales. La Cuaresma es una ocasin favorable para vivir un despertar a la fe autntica, para recuperar la relacin con Dios y para vivir un compromiso evanglico ms generoso. Los medios a nuestra disposicin son los de siempre, pero tenemos que recurrir a ellos de manera ms intensa en estas semanas: La oracin, las prcticas piadosas como el Viacrucis, el ayuno, la penitencia, as como la limosna, es decir, la capacidad para compartir lo que tenemos con los necesitados. Es un camino asctico personal y comunitario que, en ocasiones, resulta particularmente arduo a causa del ambiente secularizado que nos rodea. Pero precisamente por este motivo, el esfuerzo ha de apoyarse en una mayor fuerza de voluntad. (Mensaje de Cuaresma, 2001).

Despus de muchas horas de agona, el cuerpo de nuestro Seor haba perdido mucha sangre y la poca que le quedaba en su cuerpo se haba espesado de manera queel corazn ya casi no la poda bombear.El suero se separa de los glbulos rojos y una membrana alrededor del corazn llamada el pericardio estaba llena de liquido. En los momentos finales, algunos mdicos creen queJess muere de una pericarditis, que es la ruptura del pericardio por inflamacin. Es como si su corazn haya explotado.

Esta condicin es confirmada cuando el soldado traspasa una lanza por su costado: pero uno de los soldados le abri el costado con una lanza, y al instantesali sangre y agua (Juan 19:34) Aqu se cumple lo dicho por el profeta: y miraran a mi, a quien traspasaron... (Zacaras 3:10)

Era la costumbre de los romanos elquebrarle las piernasa los reos crucificados si estaban vivos al final de su tortura en la cruz. Debido a que tenan que apoyarse en las piernas para respirar, al quebrarles los huesos ya no podan respirar y moran asfixiados.En el caso de Jess, vieron que ya estaba muertoy no tuvieron que quebrarles los huesos. Esto fue un cumplimiento de la profeca que dice: el guarda todos sus huesos; ni uno de ellos ser quebrantado. (salmo 34:20).

La espina siria de Cristo, que es la clase de espina que con mayor probabilidad se us para hacer su corona, es un matorral que crece hasta medir entre tres y cinco metros de altura, y contiene ramas blancas y lisas con un par de espinas duras y desiguales curvas en la base de cada hoja.[3]Sus atacantes entretejieron estas ramas espinosas para hacer una especie de sombrero. Al abofetear a Cristo en la cara, y al oprimir el sombrero sobre la cabeza de Jess, eso insert varias de las espinas en su cuero cabelludo entero, activando zonas disparadoras de dolor palpitante por su cara y orejas. Lo ms probable es que su dolor fue similar al que sufren los pacientes de neuralgia del trigmino, un desorden asociado con los nervios de la cabeza. Tales pacientes a menudo describen su dolor como pualadas, descargar elctricas, o aguijonazos con un aguijn candente.[4]Con cada movimiento que Jess hizo hasta su muerte, cada paso que dio por laVa Dolorosa, cada golpe que recibi de los soldados, y cada respiracin que hizo en la cruz, el dolor se disparaba de la cabeza a su cara y a las orejas de nuevo. Totalmente desnudo, y con el peso del travesao de 30 kilos sobre sus hombros, Jess todava tena el recorrido al Glgota por delante. Cuando ya no pudo cargar el peso, Simn de Cirene llev su cruz el resto del camino hasta el Lugar de la Calavera, donde Jess pas sus prximas seis horas colgado hasta que exhal su ltimo suspiro; cumpliendo la voluntad de su Padre- See more at: http://www.visionparavivir.org/ministerio/articulos/huerto-golgota-sufrimientos-jesus-huerto-golgota#sthash.WIcvFIFQ.dpuf

LOS SUFRIMIENTOS DE JESUSSEGN LA MEDICINA

Muerte de JessA medida que la persona reduce el ritmo respiratorio, entra en lo que se denomina acidosis respiratoria: el dixido de carbono de la sangre se disuelve como cido carbnico lo cual causa que aumente la acidez de la sangre. Finalmente eso lleva a un pulso irregular. De hecho al sentir que su corazn lata en forma errtica, Jess se hubiera dado cuenta de que estaba a punto de morir, y es entonces que pudo decir: "Padre, en tus manos encomiendo mi espritu" y luegomuri de un paro cardiaco.Incluso antes de morir la conmocin hipovolmica debe haber causado un ritmo cardaco acelerado sostenido que debe haber contribuido al paro cardaco, lo cual dio por resultado la acumulacin de fluido en la membrana que rodea al corazn llamada efusin pericrdica, al igual que alrededor de los pulmones, llamada efusin pleural.

Traspaso del CoraznPara acelerar la muerte, los soldados quebraban las piernas de los crucificados, utilizando para ello una lanza romana para despedazar los huesos de la parte inferior de las piernas. Eso evitaba que la persona empujara hacia arriba con las piernas para poder respirar as que la muerte les segua en cuestin de minutos.En el Nuevo Testamento se nos dice que los huesos de Jess no fueron quebrados como ocurri con los otros crucificados. Esto fue as porque los soldados haban confirmado que Jess haba muerto; as se cumpli la profeca del Antiguo Testamento acerca del Mesas donde se dice que ninguno de sus huesos sera quebrado. Pero el soldado romano para confirmar la muerte de Jess le clav la lanza en su costado derecho. La lanza atraves el pulmn derecho y penetr el corazn. Por lo tanto, cuando se sac la lanza, sali fluido claro, como el agua, seguido de un gran volumen de sangre, tal como lo describe Juan, uno de los testigos oculares, en su Evangelio.