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La polémica sobre la declinaciónmundial de poblaciones
de anfibios
Gustavo Casas Andreu* y Xóchttl Ague-ar Miguel**
The Polemic Over the Woridwide Decline oí
Amphibian Populadons
Abstract. The decline ofamphibianpopuladons ánñngthe last tm decáeles may be one ofseveralphenomenaMlim tiageneral crisis ofglobal bioáíversiiy orit mayexcbisive ta Üxgrrnp, c^ecting many ofits spedes.Alpresenl Uis important lo evalnate thisphenomenon lobe abk lolakeacdon. Spedes which are vubierable or¿ndanger ofexlinction exist in México; do noC know,
hoiixuer, whellxr nvarefadngaprocess ofdecline.
I. Los anfíbíos
Después de casi dos siglos de investigaciónposdinneana, con relación a las especies de ia flora y de la fauna a nivel mundial, los avances reali
zados en estos campos, sobre todo en los paísesdesarrollados, han resultado en la obseivación
sistemática del medio ambiente, desde luego, tomando como base las especies que lo integran ysu comportamiento dentro del mismo.
En los últimos años, se ha enfocado un interés
muy especial en los anfibios, es decir, las ranas,tos sapos, los ajolotes, las salamandras y otros similares. Lapalabra anfibio, viene del griego y significa doble vida, debido a que, en términos generales, presentan un estado juvenil acuático y sinpatas, mismo que se desarrolla en una formaadulta capaz de moverse en tieri-a por medio desus extremidades. Estos, desde el punto de vistaecológico, son integrantes de muchos ecosistemas, y comprenden en la mayoría de los casos, laproporción más alta de la biomasa de vertebradosen los mismos. Por otro lado, son carnívoros en elnivel más alto de la cadena de alimentación ygrandes consumidores de invertebrados, particularmente insectos, y también de otros vertebrados.Existen evidencias de que los anfibios son exce
lentes indicadores biológicos de la calidad delambiente, sobre todo de aquellos con gran disturbio, ya que al habitar el medio terrestre como elacuático, los hace más susceptibles al efecto delos contaminantes; también son químicamentesensibles,debido a que su piel, altamente permeable, absorbe rápidamente substancias tóxicas. Porotro lado, el estadio de huevo es muy susceptiblea los contamuiantes químicos y puede originarlesanormalidades durante el desarrollo embrionaiio.
II. Evidencias sobre la deciinación de
poblaciones de anfibios
En 1990, se llevó a cabo en Icvine, California, untaller que conjuntó a científicos de Alemania,Australia, Canadá, Francia, Panamá y EstadosUnidos, con el fin de valorar la creciente eviden
cia de que el número de anfibios se encuentradeclinando en todo el mundo, particularmente eltamaño de sus poblaciones y las áreas de distribución de muchas especies (Blaustein y Wake,1990).
En esa misma reunión, se presentaron casos enpoblaciones de Norte, Centro y Sudamérica, Europa, Asia, Africa y Australia, y se hicieron algunas especulaciones sobre las posibles causas, así como el consecuente impacto potencial enel ambiente.
En un artículo previo, Casas yAguilar (en pren-
*Eslt traillo Sí iksíimlló como parte delpnyecto ik invesligación da-iv 995194, financiado por¡a Universidad Autónoma del Estado deMácico, por io que los autom desean hacer patente su agradecimiento.También alConayt, por et apoya alprimer autor de este liabq/o, comocáleilrapahimonial de e-vce/encia mivt II (94011) dentro de la Facultad de Ciencias de¡a UAEM.Instituto de Biologa, UNAM. yl.P. 70-153. C.P. 04510 México,D.F. Fax (91) (5) í 50 01 64.'* Facultad de Ciencias, UriF.M. hutituto Literario 100. C.P.50000. Tolura, Edo. México. Fax(91) (729) 6 5555.
CIENCIA ERGO SUU 97
sa) piresentan la problemática de la declinación deestas poblaciones a nivel nacional e internacional,
concretamente su posible manifestación en el
Estado de México, y proponen el desarrollo de unproyecto para su evaluación.
El hecho de que algunas especies de anfibios seencuentren en declinación no es nuevo, y se ha
documentado (Idayes y Jenning, 1990) que la explotación comercial de ranas para el consumohumano durante los siglos XIX y XX, disminuyósensiblemente algunas poblaciones, antes abundantes en los Estados Unidos, la India y Bangla-
desh, y esa captura comercial ha hecho vulnerables a varias especies en Indonesia.
Lo nuevo es que se ha observado que muchas
otras especies de anfibios, parecen estar declinando a tasas más altas que las normales. Variosfactores contribuyen a esto; sin embargo, lo realmente preocupante es que no existen explicaciones claras para esas declinaciones. Desde luego,aunque la identificación de la declinación de unaespecie ptidiera resultar obvia, el entender cómola población cambia, muchas veces revela locomplejo que es dar una explicación adecuada.
En las discusiones iniciales, se estableció que las
poblaciones de anfibios, como las de otros anq:j^;V-Vmales, pueden fluctuar en forma natuval^.y.Ó^uéj'Mf::,procesos estocásticos del ainbiente.
lizar una serie de experimentos, encontraron que
los huevos puestos por los adultos en condicionesnatui-ales, estaban muriendo por una sobreexposi-ción a la radiación ultravioleta, debida a la dismi
nución de la capa de ozono en la estratosfera.
Otro factor de declinación se puede deber a las
tendencias en sus historias de vida, como enfer
medades, parásitos, cambios en los patrones dereproducción, etcétera (Vial y Sayiot, 1993).
La destrucción, disturbio y fragmentación del
hábitat se han observado como determinantes en
la declinación Qohnson, 1992;Bogart, 1992).
Los contaminantes ambientales también han si
do documentados como causales de la declinación
(Bishop, L0£t2.:^L£uven et al. 1986; Dunson andWyman, hí^^ '̂̂ ^ '̂.Saylor, 1993).
La introdliGdí¥fíÍ'Ífeéspe.GÍes exóticas a esos am-bientesV.GoK#n:edeV/(BrádfOífd, 1989), ranas (Burv
y Uprn, viay:2;)^y^otro>yípimffles ^viai y oayior,
1993), han declinante-El clima^id£^tóíSÍgriifÍGlídó en la mortalidad
de anfibios -que, por un lado, las se
quías y por otro las inundaciones, han sido importantes en la reducción de las poblaciones
yfPayler, 1991, Zuiderwijk, 1992;Metter, 1968)..^jE^iñdudable íjí^Ua explotación con fines co-.Snécciales o de -álímentación, ha tenido tambiénv-é'fec'to 'sobre la- déclinación de algunos íinfibios
(Hayes-y'Jénning, 1990).8e han,Ídent¡ficado algunos otros agentes cau-
'sales, como la deforestación, incendio de bosques'y.p'ástos naturales, el avance de fronteras agrícolas, entre otros, así como la combinación de va
rios de los agentes antes mencionados, como determinantes de disminución en el tamaño de la
densidad poblacional de estos animales (Vial ySaylor, 1993).
III. La polémica
El problema de la declinación de poblaciones deanfibios, desde la reunión en Irvine, California, en
1990, se ha prestado a polémica entre los científicos especialistas en este tema, y ha dado oiigen ados vertientes de opinión. Una señala que la declinación es un fenómeno global y particular para
este grupo de animales (Blaustein y Wake, 1990).Por otro lado, existe la que propone que se debe
al impacto por las actividades humanas en el ambiente, como sucede con otras especies de la biotay no a un fenómeno global para las especies deeste grupo (Pechmann eC al., 1991).
también a las extinciones ycoloniz^ei^nés/'en lás v: •>comunidades naturales (Andrewai-^á'.' v Birch,1954; Blaustein, 1981).
No obstante lo anterior, la tendencia^^erU ¡a ^ •la declinación de estas especies se observa en^ú'- V'"chos luggres del mundo, incluso en áreas naturales muy bien consei-vadas de las que se tienen registros del tamaño de las poblaciones de variosaños atrás (Blaustein y Wake, 1990; Hayes yJenning, 1990; Vial y Saylor, 1993).
Se ha detectado que las causas de la declinaciónpueden ser muy variables; sin embargo, se ha determinado que ésta es más intensa en los límitesde distribución de las especies, tanto latitudinalcomo altitudinalmente (I-Cuzmin et ai, 1993; Se-burn, 1992; Richards í/tí/., 1992 y 1993; Puertas ec
ai, 1992; Vial y Saylor 1993). Con relación a loanterior, Blaustein y colaboradores (1994), hanrealizado observaciones a lo largo de 10 años en
las Cascade Monntams de Oregon, a relativa gi'analtitud, y documentan la mtierte masiva de loshuevos fértiles en Rana cascade y del sapo Bufo bóreas, notan además, que el número de adultos deambas especies estaban bajando. Después de rea-
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La PolSmica Sobre la Declinación Mundial oe Poblaciones de Anfibios
Blaustein (1994), como defensor principal de laprimera, en iin articulo reciente, presenta la evidencia sobre la declinación de diferentes especiesde anfibios, las que se han estudiado a largo plazo, por periodos variables entre 7 y 24 años, como los realizados en el sapo [Bujo bufo) en la costade Noruega, el de la rana leopardo {Rana pipíen^en el estado de Colorado en los Estados Unidos,
el del sapo {Bufo canoms) en California, el de la rana de bosque (fuaia el de la salamandra
de Shenandoah {Plethodon shenandoa!}) y otras.Blaustein {op. dt) concluve en su estudio que:1) el problema de la declinación forma parte de
la crisis global en biodiversidad;2) que la destmcción del hábirat y la alteración
de éste son, indudablemente, la causa de mayorimportancia en la declinación de especies de todoslos taxa o especies de la flora y la fauna, incluyendo la de los anfibios;
3) que probablemente, en la actualidad, noexiste lo que se conoce comoun hábitat prístino;
4) que no existen datos suficientes de largo plazo, sobre las especies de anfibios, que permitanevaluar el significado global de la declinación; sinembargo, los estudios a largo plazo están apareciendo con una mayor frecuencia y que junto conlos datos de reducción en la distribución geográfica, darán indudablemente, suficientes evidencias
para sugerir que las poblaciones de algunos anfibios, en ciertas regiones, están declinando. Elmismo autor indica que se debe evaluar cuidadosamente, si las declinaciones específicas, son naturales o inducidas por el hombre;
5) como los miembros de otros taxa (especiesiinimaJes), bajo ciertas condiciones, los anfibiosson buenos bioindicadores del deterioro ambien
tal. Esta efectividad, puede variai- con el tipo dedeterioro, especie y estadio de vida;
6) que el monitoreo a largo plazo, en conjuntocon pniebas experimentales de hipótesis clave,preferiblemente en el campo, serán una garantía,
7) finalmente, que al analizar la informaciónexistente, es recomendable considerar sólo la lite-
ratuia de revistas sujetas a arbitraje.Por otro lado, Pecltmann y Wilbur (1994), en
confrontación con el autor antes citado, señalanque el impacto por las actividades humanas hareducido o eliminado, obviamente, muchas poblaciones de anfibios y de otros organismos. Indicanque en registros recientes, han sufrido que la declinación o desaparición de poblaciones en las últimas dos décadas, representan un fenómeno dis
) UN», Manís
tinto que va más allá de esta crisis de biodiversi-dad. Los autores, al revisar la literatura sobre la
variación natural temporal y espacial en los tamaños de lapoblación y las'téíenicas para analizar lastendencias en abundanciti/señal.aii que la declinación y extinciones de^poljlaGiónes^en ambientesprístinos oprotegidq^ pare'cen no ser muy claras yJiasta parecen estar|equí^o^da§.'r^Ii||dican que lasugerencia de que los anfibios" soq fj'ioindicadoresdel deterioro p|,^as activ(dades|antropogénicas,no se ha estudíádoíi adecu^dameme v no existe
1'. 'evidencia sustancial al respedto. Entre otras cosas,los mismos autores éscfiben que aún cuando hayejemplos curiosos de la desapar¡cióri\de poblaciones dé-"áíiñbtóí^ey ííís que ho cxiste'p^ferven-ción^;umaJia,..ellp.rio sugi_^4.^"i3 crisÍs~glol§al para és^-yi^qy^l^leclinaciórí^ desap^lri'éi'ón reciente, no representan más que la combinación defluctuaciones naturales de poblaciones, con la crisis de biodiversidad global que afecta a la mayoríade las especies animales y vegetales.
Pechmann y Wilbur (oyj. al) indican que se debe implementar un sistema de monitoreo de biodiversidad de una variedad de suifibios y otras especies, en muchas localidades y la formación dediferentes organizaciones que faciliten estos programas. Ejemplifican que las evaluaciones realizadas como el "Noctli American Breeding BirdSui-vey" del U.S. Fish and Wildlife Sei-vice y elCanadian Wildlife Service, son buenos modelos aseguir (james el al, 1992; Sauer and Dcoege,1990). También sugercn realizar modelos paraevaluar los cantos de ranas y sapos a lo largo decaminos como el del "Breeding Bird Survey"(Mossman el ai, 1992). Señalan que estos progi'a-mas de monitoreo son más factibles y de mayorefectividad-costo que estudios más complejos,aun cuando el análisis c interpretación de los datos pudiera ser más difícil. Sugieren que a cortoplazo, la hipótesis nula más apropiada es que ladeclinación y desaparición de las poblaciones deanfibios en áreas aisladas y aparentemente prístinas, se deben a fluctuaciones naturales. Final
mente, indican que en donde el impacto humanoes conocido, probablemente la hipótesis nula debeser que la declinación se debe a este efecto, por loque en los anfibios, es similar al que se puedepresentar en otros organismos.
Una tercera opinión (McCoy, 1994), no niega laposible existencia de la declinación de poblaciones deanfibios; sinembaigo, el autorde la mismase pregunta ¿cuántas evidencias se requieren para
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concluir que éstos están mostrando una declinación más rápida que cu-alquier otro grupo de organismos? y si estas evidencias son más convincentes, si la declinación en algunos casos ha sido
especialmente rápida, o en otros aparentementesin causas humanas directas. En este contexto,
McCoy {op. cií) discute la importancia de estandarizar pruebas y metodologías, con el fin de establecer la relación entre el entendimiento científico
y las acciones a tomar. Dicho autor, presenta unaserie de argumentos que lo llevan a concluir que
la evidencia requerida paca responder a las preguntas propuestas sobre la declinación de anfibios, sería muy costosa y difícil de acumular de
forma oportuna y eficiente. Propone, en vista
de lo anterior, la formación de un grupo que
asuma la responsabilidad de responder a cinco tareas principales:
1) decidir qué clase de evidencia y en qué canti
dad, podría convencer a un observador imparcial,.
de que la declinación d^^^bios es un fenóme^á
2) decidir cómo e^fevidencia se puede rei^fede la manera más ex^mte,;..
3) diseñar un pro^p^^^e'htouv^tig^iéMreunir esa evidencia;
4) decidir cómo evaluar los resultados del pro
grama;
5) y, finalmente, determinar el costo asociadocon ese programa, para establecer si es o no muy
alto, con el propósito de justificar su implemen-tación.
IV. Acciones a nivel internacional
En 1992, la International Unión for the Conser-
vation of Nature (lUCN), Species Survival Com-mission (SSC), estableció la Declming AmphibianPopulation Task Forcé (DAPTF), con el fin deorganizar un programa de monitoreo a nivelmundial para:
1) determinar el status de las poblaciones de an
fibios;
2) evaluar las implicaciones de cualquier declinación;
3) esmdiar factores potencialmente causales y,4) hacer recomendaciones adecuadas para pla
nes de acción, con base en estos hallazgos.En la actualidad, en forma interna, en varios
países se han establecido organizaciones o gruposde trabajo para el estudio de este fenómeno y están desarrollando programas en diferentes espe
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cies. Incluso, tres especialistas mexicanos fueron
nombrados por el DAPTF, cuya responsabilidades organizar los trabajos de este grupo en México.
V. La situación de los anfibios y las accionesen México
México es uno de los cuatro países más importantes en el mundo por su anfibiofauna; cuentacon 290 especies y la información sobre la posible
declinación de sus poblaciones es escasísima, ya
que los registros existentes son preliminares(Lazcano-Barrero si ai, 1988; Calderón y Rodríguez, 1986; Casas-Andreu, 1989, Flores y Gerez,
1994), por lo que es necesario un mayor número
de evidencias para su confirmación.De hecho, sabemos de la existencia de varias
especies de ajolotes tanto del Estado de Méxicocomo de otras localidades del eje neovolcánico de
que se encuentran al borde de la extin-
^^^"•aó^^tíidb" sobre.^ destrucción ydistur-' deífeibi^e .y„ en-^^nos casos, por
...su uso-eÓmó~alimento.-tráclÍ£Íoinálv'EntL"e estas es-jr- -"—-r• ' .5_^^eGÍgS'; tenemos: ^mí^síoma altqmiranípAuib/stnma
Amhjstomfl korac, Ap'ihy^p^aS^krmasnss.P^fysloTna^uulañi^Amlr^scoma Auíl^stoma
velaséo^-p^^iL^^ 'V;.. r-irseñalaí^ue^^Jápo Bufo
de Simara es una especie detectada comorañ y por lo tanto vulnerable.
La explotación de ranas para el consume hu
mano en México ha sido intensa y existen registros, sin señalarse especies, de que la captura
anual de 1960 a 1967 fluctuó entre 37 y 666 toneladas (Mayés, 1966).
Recientemente, (Chávez y coautores, 1995), ha
cen un análisis de la explotación de las ranas en la
zona costera al norte de Sinaloa; las especies queregistran son Rana forren y Roajia catesbeiana, estaúltima introducida a México desde los Estados
Unidos, probablemente en 1925. Estos autoresseñalan que las capturas anuales de 1960 a 1992
en esta región, han fluctuado entre 204 y 601 toneladas, con el máximo en 1963 y que en los úl
timos cuatro años de registro hubo un descenso
hasta 232 toneladas, y señalan que posiblemente
se debió a un gran periodo de sequía entre 1991 y1992; aunque de acuerdo con sus datos, es posi
ble observar un aumento en el número de personas dedicadas a esta captura, de menos de 200 en
1986 a más de 500 en 1992; al aplicar un modelosobre el óptimo de captura, determinan que el es-
La Polémica Sobre la Declinación Mundial de Poblaciones de Anfibios
fuerzo debe ser de 250 personas o raneros y elrendimiento anual de 451 toneladas, y concluyen
que en los últimos años, el recurso se encuentrasobreexplotado.
Lo anterior indica, aunque no se establece lacaptura de cada especie, que en este caso nos encontramos con un claro caso de declinación de
poblaciones por efecto humano.El estado de conservación del resto de las espe
cies de anfibios es totalmente desconocido.
Con la existencia de cerca de 300 especies deanfibios en los variados ambientes y hábitats deMéxico, las altas tasas de deforestación, perturbación del ambiente, introducción indiscriminada de
especies exóticas y captura comercial, aunado alescaso conocimiento que se tiene sobre el estadode las poblaciones de esas especies, además de lacarencia de datos históricos a este respecto, y conun número muy bajo de especialistas en este
campo, se hace extremadamente difícil abordar el
problema, particularmente si se pretende documentar la declinación de poblaciones.
Desde luego, la implementación de una estrategia a seguir, deberá contar con los siguientes pasos. El primero será generar recursos para reunir acientíficos y a personas afines con experiencia eneste campo, de diferentes estados o regiones delpaís, solicitándoles información sobre el status de
especies de anfibios, definir especies prioritarias yevaluar, en fomaa preliminar, las condiciones ac
tuales de las mismas.
El siguiente paso, deberá ser la formación y elentrenamiento de estudiantes y profesionales, detal manera que el problema se pueda atacar adecuadamente.
En la actualidad, la Escuela de Ciencias de la
Universidad Autónoma del Estado de México, en
colaboración con el Instituto de Biología de laUniversidad Nacional Autónoma de México, se
encuentran desarrollando un proyecto sobre el sta
tus de las poblaciones de anfibios del Estado deMéxico, del cual, en breve se tendrán algunos resultados.
Finalmente, aun cuando la polémica sobre ladeclinación de anfibios ha dado origen a difierentes puntos de vista en el sentido^^^^^ésta seaun fenómeno atípico, o sim|ción natural, o el resultad^dél'dio ambiente por las activi^dcierto es que en nuestrc^^paíl^^lejos de poder deteimlnáf si .éíistó ía^declinacióncomo un fenóme'n^^lóbal; siit^rS^rgo, es seguro que el deterioró, del amerite está afectando alas poblacionesxdi^puchbs anfibios y otros animales.
Por otro ladé^l asomamos al conocimiento deeste problema, tros ha permitido tomar concienciasobre la urgencia en la formación de científicos eneste campo y la necesidad de profundizar en el
estudio de estos importantes animales. ♦
unacfluctua-
teTOif^del me-l^hombre, los^gencontramos
•a
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