LAS AVES PLAYERAS -...

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Sandra Giner / Bióloga [email protected] Fotografías: Javier Mesa, Sandra Giner y Gaby Carías SECRETOS DEL REINO ANIMAL LAS AVES PLAYERAS Playero Acollarado (Charadrius semipalmatus), con plumaje de invierno. Fotografía: Javier Mesa

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Sandra Giner / Bió[email protected]

Fotografías: Javier Mesa, Sandra Giner y Gaby Carías

SECRETOS DEL REINO ANIMAL

LAS AVES PLAYERAS

Playero Acollarado (Charadrius semipalmatus), con plumaje de invierno. Fotografía: Javier Mesa

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La mayoría de las especies de aves playeras se encuen-tran sometidas a amenazas, ya que para susupervivencia dependen de la calidad de los sitios deparada en los humedales y, en el caso de las residentes,de los sitios de anidación. Estos sitios están siendo afec-tados por diversos tipos de actividades antrópicas,entre estas destacan la construcción de desarrollos tu-rísticos en zonas costeras, el desarrollo agrícola y usode agroquímicos en humedales continentales y los de-rrames petroleros. La conservación de estas avesdepende de la conservación de estos sitios, por lo quesu utilización debe ser regulada y se deben promoveractividades sustentables que garanticen las condicionesnecesarias para su uso durante los períodos de migra-ción, de las especies migratorias, y durante los períodosde reproducción de las especies residentes.

Las aves playeras, también conocidas como chorlitos, correlimosy aves de orilla, comprenden un grupo de familias que pertene-cen al Orden Charadriiformes. Son aves asociadas conhumedales (lagunas, deltas, albuferas, playas, sabanas y pastizalesinundables) de aguas someras. Muchas de ellas con patas y picos,proporcionalmente largos, que se alimentan de invertebradospresentes dentro o sobre los sedimentos arenosos y/o fangososde estos ambientes.

Su plumaje presenta un patrón de colores poco llamativo, pre-dominan tonos de marrón, gris y beige, con blanco y negro.Además, estas aves mudan sus plumas a lo largo del ciclo anual,presentando dos patrones del plumaje, uno de invierno o bá-sico y otro alterno o reproductivo. Estos patrones de coloraciónocasionan que los individuos se camuflen con el sustrato pordonde se desplazan, lo que dificulta su observación y ocasionaque muchas veces pasen desapercibidos para los humanos,quienes sólo los detectan cuando las aves levantan el vuelo.

Se encuentran por todo el planeta y la mayoría son especies mi-gratorias que se reproducen al norte del hemisferio norte,desde donde se desplazan hacia otras localidades muy distan-tes, por lo general, en el hemisferio sur, durante el período noreproductivo, para después retornar a los sitios de reproduc-ción. En el hemisferio occidental los sitios de reproducción demuchas de estas aves están en el ártico, donde se reproducena comienzos del verano, y a finales de esta estación y duranteel otoño comienzan a migrar hacia el sur, alcanzando los sitiosde invernada, en el continente suramericano, llegando algunasespecies al extremo más sur, en Tierra del Fuego. Algunas deestas aves llegan a desplazarse 30.000 km todos los años, ensus viajes de ida y vuelta entre los terrenos de reproducción ylos de invernada. Esa extensión recorrida anualmente se co-noce como la ruta migratoria.

Varios individuos del Playerito Menudo (Calidris minutilla), en el Refugio de Fauna Silvestre Cuare, Edo. Falcón. Fotografía: Sandra Giner

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La grasa,su combustible

Durante las migraciones las aves playeras recorren grandes dis-tancias en corto tiempo. Este esfuerzo físico demanda un altoconsumo de energía, la cual es almacenada en forma de grasaen diferentes partes del cuerpo de las aves. Durante estos re-corridos deben reponer con frecuencia la energía consumidapara continuar el viaje, deteniéndose a lo largo de la ruta mi-gratoria para alimentarse y recuperar las reservas de grasa.Estos sitios se conocen como “sitios de parada” y se localizanen humedales someros de diversos tipos, salados o salobres,como las lagunas costeras, las playas con planicies intermarea-les, las salinas y pantanos salobres, las playas de ríos, orillas delagunas y lagos, pastizales y sabanas inundables, entre otros.

Una vez que las aves playeras migratorias llegan a estos sitios deparada, permanecen entre tres y 15 días alimentándose de in-vertebrados tales como larvas y adultos de insectos, gusanospoliquetos u oligoquetos, bivalvos, caracoles, crustáceos de di-verso tipo como cangrejos, camarones, anfípodos y ostrácodos,entre otros, presenten en los sedimentos. Durante este tiempoalmacenan la grasa necesaria para continuar el viaje hasta el si-guiente sitio de parada o los terrenos de invernada o de re-producción, y pueden engordar hasta alcanzar el doble de supeso inicial.

Durante los períodos de llegada de las aves playeras migrato-rias a los sitios de parada, se concentran grandes grupos de unao varias especies, las cuales pueden observarse alimentándose,

generalmente, en la orilla de los humedales donde la profundi-dad de la lámina de agua no es muy grande. Se distribuyen a lolargo de la orilla según sus tamaños, así las aves más pequeñasy con patas más cortas, generalmente se observan donde elsustrato está húmedo o con una lámina de agua muy reducida,mientras que las más grandes se observarán a profundidades unpoco mayores.

Visitantes y residentes

En Venezuela, hay 45 especies de aves playeras, de las cuales 31son migratorias hemisféricas, 14 son residentes o tiene pobla-ciones residentes, o realizan migraciones locales. En el país lasespecies migratorias pueden observarse entre los meses deagosto y mayo, generalmente, con las mayores abundancias enlos meses de marzo y abril (migración de primavera) y de oc-tubre y noviembre (migración de otoño) y, en algunas localida-des, pueden observarse durante los meses que correspondena la invernada (diciembre y enero). Mientras que las especies re-sidentes, que se desplazan entre los sitios de reproducción y losno reproductivos, realizan movimientos asociados con las esta-ciones de inundación y sequia, entre humedales costeros y con-tinentales.

Durante la llegada de las especies migratorias pueden obser-varse grandes grupos de aves playeras en zonas costeras de lasLagunas de Unare y Píritu en el estado Anzoátegui, la Laguna deChacopata en el estado Sucre, en las playas del Delta del Ori-noco, las albuferas de Cuare, la ciénaga de San Juan de los

Viudas Patilargas (Himantopus mexicanus) Fotografía: Javier Mesa

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Hembra del Playero Pico Grueso (Charadrius wilsonia cinnamominus) en el nido,Refugio de Fauna Silvestre Boca de Caño, Edo. Falcón. Fotografía: Sandra Giner

Playero Acollarado (Charadrius semipalmatus) con plumaje de invierno.Fotografía: Javier Mesa

Playero Aliblanco (Catoptrophorus semipalmatus inornatus)Fotografía: Gaby Carias

Un inmaduro de Playero Pico Grueso (Charadrius wilsonia) con plumasdel dorso y las coberteras del ala desgastadas. Fotografía: Javier Mesa

Nido de Playero Pico Grueso (Charadrius wilsonia cinnamominus), Refugio de Fauna Silvestre Cuare, Edo. Falcón. Fotografía: Sandra Giner

Nido de Playero Pico Grueso (Charadrius wilsonia cinnamominus), Refugio deFauna Silvestre Boca de Caño, Edo. Falcón. Fotografía: Sandra Giner

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Playero Arenero (Calidris alba). Cortesía: Gaby Carias Tigüi-Tigüe Chico (Tringa flavipes) con plumaje de invierno. Fotografía: Javier Mesa

Playero Solitario (Tringa solitaria) con plumaje de invierno en la cabeza y cuello y restos de plumaje reproductivo en alas y dorso. Fotografía: Javier Mesa

Varios individuos de Tigüi-Tigüe Chico (Tringa flavipes) con plumaje de invierno.Fotografía: Javier Mesa

Playero Turco (Arenaria interpres). Fotografía: Gaby CaríasPlayero Acollarado (Charadrius semipalmatus). Fotografía: Javier Mesa

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Cayos, las salinas de Sauca y la Laguna de Boca de Caño en elestado Falcón, y la Laguna de los Olivitos y las playas de Cai-marechico en el estado Zulia. Por otra parte, en la región insu-lar se observan en la laguna de La Restinga y en Punta deMangle en el estado Nueva Esparta, así como en las islas del Ar-chipiélago de Los Roques y varias Dependencias Federales,mientras que en la cuenca del Orinoco pueden observarse enzonas llaneras como los cultivos de arroz, en los estados Por-tuguesa y Guárico y en las sabanas inundables de los llanos delestado Apure, y en las playas y barras de arena de los ríos. Entrelas especies migratorias que llegan con grandes abundancias seencuentran el Playerito Semipalmeado (Calidris pusilla), el Pla-yerito Menudo (C. minutilla), el Playerito Occidental (C. mauri),el Playero Arenero (C. alba), el Tigüi-tigüe Grande (Tringa me-lanoleuca) y el Tigüi-tigüe Chico (T. flavipes).

Las especies que se reproducen en el país utilizan zonas are-nosas extensas con muy poca vegetación. Construyen nidospoco elaborados en suelos arenosos, desde hendiduras en elsuelo con un montículo de arena que lo rodea, hasta montícu-los con restos de conchas y corales acumulados rodeando lahendidura. Los nidos pueden tener de dos a tres huevos, estostienen un patrón de coloración con motas o manchitas oscu-ras sobre un fondo más claro, generalmente, tonos beige claro,ocre y marrón claro con las manchas o motas en tonos comomarrón oscuro o negro, muy variable entre especies. Esto per-mite que los nidos sean crípticos al confundirse con el sustrato,por lo que se dificulta su detección. La incubación es realizadapor el macho y la hembra por 25 a 30 días según la especie. Lospichones nacen cubiertos por un plumón y son capaces de des-plazarse alrededor del nido con bastante independencia de los

padres, son precociales. Una vez que nacen todos los pichonesel grupo familiar se aleja rápidamente del nido. Entre estas es-pecies destacan el Playero Pico Grueso (Charadrius wilsonia cin-namominus), el Frailecito (Charadrius nivosus) y el Caracolero(Haemathopus palliatus palliatus), los cuales se reproducen enzonas costeras e insulares, y el Turillo (Charadrius collaris) y el Al-caravancito (Vanellus cayanus), quienes se reproducen en lasplayas de los ríos en las zonas llaneras y del río Orinoco.

Conservación

Actualmente, la mayoría de las especies de aves playeras se en-cuentran sometidas a amenazas, ya que para su supervivenciadependen de la calidad de los sitios de parada en los humeda-les y, en el caso de las residentes, de los sitios de anidación. Estossitios están siendo afectados por diversos tipos de actividadesantrópicas, entre estas destacan la construcción de desarrollosturísticos en zonas costeras, el desarrollo agrícola y uso de agro-químicos en humedales continentales y los derrames petrole-ros. La conservación de estas aves depende de la conservaciónde estos sitios, por lo que su utilización debe ser regulada, pro-moviendo actividades sustentables que garanticen las condi-ciones necesarias para su uso durante los períodos demigración, de las especies migratorias, y durante los períodos dereproducción de las especies residentes.

Un ejemplar de Viuda Patilarga (Himantopus mexicanus) en vuelo. Fotografía: Javier Mesa